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LIBERADA DEL FEMINISMO EL TESTIMONIO PERSONAL DE CAROLYN MCCULLEY Vol. 6, No. 2 Hay una cierta respuesta de los hombres que tanto las mujeres cristianas como las feministas deseamos obtener: una benevolencia masculina, de tal manera que los hombres sepan vivir con las mujeres de una manera comprensiva, siendo considerados y respetuosos con aquellas que son coherederas del hermoso regalo de la vida. as feministas seculares abordan este deseo de una manera estridente, desde una posición de enojo. A las mujeres cristianas se les enseña abordarlo con suavidad, desde una posición de confianza en Dios sabiendo que su palabra manda al hombre a vivir a la altura de este estándar (1 Pedro 3:7) y a la mujer a que lo cultive con un espíritu de gracia y de paz (v.4). L En mi propia generación, ha sido claramente evidente que minimizar a los hombres a través del enojo ha tenido efectos culturales desastrosos. Les hemos dicho a los hombres que no podemos contar con ellos, y les hemos dado abundancia de formas de eludir las responsabilidades por las relaciones que inician y los hijos que procrean. Los índices culturales productos de este error continúan en ascenso: pornografía, abuso sexual, asesinatos públicos de mujeres estranguladas, hijos sin padres, y enfermedades de transmisión sexual - para nombrar algunos focos. ¡¿De qué se liberan las mujeres en este desastre?! Consecuencias impredecibles Cuando crecía en los rebeldes años 70s nunca preví estas consecuencias. Aun cuando niña, mi feminidad era una fuente de confusión para mi. Siendo la mayor de tres hijas, siempre sentí que tenía que probarle a los niños que yo era mas rápida, mas inteligente, y mas agresiva que ellos. Yo no quería tener límites, y buscaba toda oportunidad que me permitiera para demostrar mi independencia. Como me regodeaba y me jactaba cuando Billy Jeans derrotó a Bobby Riggs en un partido de tenis enormemente publicitado como la batalla de los sexos. En mi adolescencia también fui cabeza dura y no me sometía a mi padre. No respetaba sus decisiones, y buscaba la manera de desgastarlo a través de constantes discusiones. Aunque mi madre nos llevaba a mí y a mis hermanas a misa todas las semanas, yo carecía de una brújula espiritual personal, y adoptaba cualquier filosofía que estuviera de moda. Llegue a la universidad llena de la ‘sabiduría’ de la revista Cosmopolitan, pero iba a encontrarme con algo aun mas insidioso que las revistas de modas: el feminismo y el Departamento de Estudios de la Mujer. Clase tras clase se promovía la perpetua victimización, el irrespeto a todos los hombres, una declarada aceptación del lesbianismo, y el enojo militante. Yo me convertí en un asistente de enseñanza en ese departamento por un semestre antes de graduarme con un titulo en periodismo y un certificado en estudios de la mujer. Mis años 20s fueron más de lo mismo. Recuerdo que cuando tenía 29 años estaba tan confundida y deprimida que entré a terapia para entender porqué estaba tan enojada y porque todavía estaba soltera. (¡No sería que las dos cosas pudieran estar relacionadas!) Obviamente, yo no tenía una visión muy positiva de mi feminidad, y mi terapeuta no hizo mucho progreso conmigo. Sin embargo, Dios intervino gentilmente justo cuando llegaba a los 30. Realicé un viaje de placer a Sur África para visitar a mi hermana, quien vivía allí en ese entonces. Escuché el evangelio mientras estaba allí, y durante la última semana de mi visita, escuché al pastor norteamericano C.J. Mahaney, predicar en una iglesia en Cape Town. ¡El estaba tan apasionado por Jesús, y era tan real! Su relación con Cristo me llamó la atención, y decidí responder al trabajo regenerador del Espíritu Santo en mi vida, y le entregué mi vida a Cristo. Cuando regresé a casa, 1

Liberada Del Feminismo

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Aprendiendo Ser Esposa Para Mujeres de Dios

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  • LIBERADA DEL FEMINISMOEL TESTIMONIO PERSONAL DE CAROLYN MCCULLEY

    Vol. 6, No. 2

    Hay una cierta respuesta de los hombres que tanto las mujeres cristianas como las feministas deseamos obtener: una benevolencia masculina, de tal manera que los hombres sepan vivir con las mujeres de una manera

    comprensiva, siendo considerados y respetuosos con aquellas que son coherederas del hermoso regalo de la vida.

    as feministas seculares abordan este deseo de una manera estridente, desde una posicin de enojo. A las mujeres cristianas se les ensea abordarlo con suavidad, desde una posicin de confianza en Dios sabiendo que su palabra manda al hombre a vivir a la altura de este estndar (1 Pedro 3:7) y a la

    mujer a que lo cultive con un espritu de gracia y de paz (v.4).L

    En mi propia generacin, ha sido claramente evidente que minimizar a los hombres a travs del enojo ha tenido efectos culturales desastrosos. Les hemos dicho a los hombres que no podemos contar con ellos, y les hemos dado abundancia de formas de eludir las responsabilidades por las relaciones que inician y los hijos que procrean. Los ndices culturales productos de este error continan en ascenso: pornografa, abuso sexual, asesinatos pblicos de mujeres estranguladas, hijos sin padres, y enfermedades de transmisin sexual - para nombrar algunos focos. De qu se liberan las mujeres en este desastre?! Consecuencias impredecibles

    Cuando creca en los rebeldes aos 70s nunca prev estas consecuencias. Aun cuando nia, mi feminidad era una fuente de confusin para mi. Siendo la mayor de tres hijas, siempre sent que tena que probarle a los nios que yo era mas rpida, mas inteligente, y mas agresiva que ellos. Yo no quera tener lmites, y buscaba toda oportunidad que me permitiera para demostrar mi independencia. Como me regodeaba y me jactaba cuando Billy Jeans derrot a Bobby Riggs en un partido de tenis enormemente publicitado como la batalla de los sexos. En mi adolescencia tambin fui cabeza dura y no me someta a mi padre. No respetaba sus decisiones, y buscaba la manera de desgastarlo a travs de constantes discusiones. Aunque mi madre nos llevaba a m y a mis hermanas a misa todas las semanas, yo careca de una brjula espiritual personal, y adoptaba cualquier filosofa que estuviera de moda.

    Llegue a la universidad llena de la sabidura de la revista Cosmopolitan, pero iba a encontrarme con algo aun mas insidioso que las revistas de modas: el feminismo y el Departamento de Estudios de la Mujer. Clase tras clase se promova la perpetua victimizacin, el irrespeto a todos los hombres, una declarada aceptacin del lesbianismo, y el enojo militante. Yo me convert en un asistente de enseanza en ese departamento por un semestre antes de graduarme con un titulo en periodismo y un certificado en estudios de la mujer. Mis aos 20s fueron ms de lo mismo. Recuerdo que cuando tena 29 aos estaba tan confundida y deprimida que entr a terapia para entender porqu estaba tan enojada y porque todava estaba soltera. (No sera que las dos cosas pudieran estar relacionadas!) Obviamente, yo no tena una visin muy positiva de mi feminidad, y mi terapeuta no hizo mucho progreso conmigo. Sin embargo, Dios intervino gentilmente justo cuando llegaba a los 30. Realic un viaje de placer a Sur frica para visitar a mi hermana, quien viva all en ese entonces. Escuch el evangelio mientras estaba all, y durante la ltima semana de mi visita, escuch al pastor norteamericano C.J. Mahaney, predicar en una iglesia en Cape Town. El estaba tan apasionado por Jess, y era tan real! Su relacin con Cristo me llam la atencin, y decid responder al trabajo regenerador del Espritu Santo en mi vida, y le entregu mi vida a Cristo. Cuando regres a casa,

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  • llam a la iglesia del pastor Mahaney para obtener una recomendacin para una iglesia evanglica en mi ciudad. El choque cultural del cristianismo

    Aunque yo senta que Dios me estaba llamando a esta iglesia, yo estaba en un choque cultural. Era como estar en otro planeta - las mujeres y sus puntos de vista eran completamente desconocidos para m. Recuerdo haberme reunido con mi pastor y su esposa al poco tiempo de haber empezado a asistir y haber hecho una burla de la sumisin. No poda creer que todava hubiera alguien que creyera en esa parte de la Biblia! Mi pastor sabiamente me pregunt si a mi me gustaba leer, y luego me recomend leer el libro Recuperando la masculinidad y la feminidad bblicas - una lectura teolgica que no se recomienda tpicamente a una persona que tiene dos meses de convertida.

    Dios utiliz esa conversacin para comenzar a reorganizar mis conceptos de feminidad y sexualidad, y a renovar mis puntos de vista de toda la vida sobre el aborto, la inmoralidad sexual, y hasta la sumisin. Le la palabra de Dios ansiosa por descubrir porqu mis nuevos amigos de la iglesia tenan puntos de vista tan diferentes a los de todos los dems que yo conoca. De Gnesis, entend que la creacin est llena de los propsitos de Dios. De los evangelios, entend que la redencin est llena de propsitos. Me di cuenta que l era muy serio en cuanto a la pureza sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro del matrimonio. Tambin me convenc de que el aborto es un terrible acto de egosmo para no tener que enfrentar las consecuencias del pecado sexual. Igualmente importante, supe que Dios me haba hecho mujer, y que l tiene tareas y roles especficos para mi que lo glorificarn a l ante un mundo todava incrdulo. Poco a poco, iba preocupndome ms de su gloria, y no de la ma.

    A medida que estudiaba la Biblia, tambin estudiaba los matrimonios de mis nuevos amigos, ansiosa por conocer como se vea en la vida real este concepto cristiano del benevolente liderazgo masculino y la gozosa sumisin femenina. Aunque no era perfecto, lo que vea era atractivo. Vea hombres que sacrificaban sus propias preferencias y placeres para asegurarse que sus esposas y sus hijos fueran cultivados espiritualmente. Estos eran hombres que tomaban en serio su responsabilidad de ser siervos lderes. Ellos no vean el matrimonio como una trampa o a sus hijos como un impedimento para sus propias diversiones o pasatiempos del fin de semana. En lugar de eso, sus familias eran vistas como regalos dignos de su arduo trabajo.

    Asimismo, vea que mis amigas casadas buscaban respetar y hacer crecer a sus esposos. Yo estaba acostumbrada a escuchar las quejas de las mujeres sobre lo intiles y poco confiables que son los hombres - pero esto no era lo que escuchaba de las mujeres maduras en mi iglesia. Su sumisin pareca - me atrevo a decir - liberadora?! Ciertamente parecan libres de mucha de la discordia, sarcasmo, y decepcin que yo me encontraba en los matrimonios modernos.

    Poco a poco, comenc a notar que el trabajo en equipo de estos matrimonios reflejaba el trabajo en equipo en la iglesia. Mientras los hombres casados tenan la responsabilidad de guiar a sus familias, estos mismos hombres eran llamados a someterse a los lderes espirituales que Dios haba puesto sobre ellos. De hecho, cuando yo me enfocaba en las limitaciones que yo perciba en la sumisin de una esposa hacia su marido, demostraba que no haba comprendido que la sumisin es lo que cie todo el concepto de cristianismo. Mi mayor ejemplo de sumisin es mi Seor, cuya obediente sumisin garantiz mi redencin. Como Hebreos 5:7 dice, Y Cristo, en los das de su carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lagrimas al que le poda liberar de la muerte, fue odo a causa de su temor reverente.

    Con el tiempo, a medida que creca en conocimiento del Seor y de su palabra, me di cuenta que la independencia que me haba esforzado tanto en proteger cuando era inconversa era un simple auto-engao. Como criatura finita, era completamente dependiente de Dios hasta por mi propia vida y respiracin. No

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  • haba sido independiente. Ms bien, haba sido terca. Pude comprender que la sumisin simplemente me despoja de mi orgullo y no mi dignidad como ser creado a la imagen de Dios mismo.

    Soltera y totalmente femeninaUna vez que comprend el dulce fruto de la sumisin femenina, todava tenia que descubrir cmo

    aplicarla a mi vida diaria. Una de las reas en las que he luchado es cmo debe verse la feminidad en una mujer soltera. Dado que el Seor hizo a la mujer para ser una ayudadora, los perfiles de la feminidad bblica usualmente son esculpidos a travs de las relaciones con los dems - como esposa, madre, hija, hermana, ta. Aunque yo soy definidamente hija, hermana, y ta, no soy (todava) esposa ni madre. Pero s que Dios me cre a su imagen, y que me ha dado este regalo de la soltera en esta poca de mi vida. Estos no son conceptos mutuamente excluyentes, pero todava tengo dificultades con cmo expresar los dos para la gloria de Dios.

    Al final de 1998, me mud para tomar un trabajo como parte de un ministerio misionero y para servir en una iglesia local pastoreada por el pastor que conoc en Sur frica, C.J. Mahaney. Un ao despus, asist a una serie de seminarios sobre el libro de Tito impartidos por su esposa, Carolyn Mahaney. A travs de sus enseanzas, me di cuenta que de las siete cualidades que Pablo le dice a Tito que les pida a las mujeres mayores que enseen a las mujeres jvenes, solo dos de ellas son explcitamente dirigidas a las mujeres casadas, y una a las madres. Eso deja por lo menos cuatro cualidades para todas las mujeres, solteras o casadas. A pesar de mi estado civil, yo debo tener auto control, ser pura, cuidar de mi casa, y ser generosa. Esa es una orden difcil de cumplir, pero no significa que debo ignorar las otras tres. Hay implicaciones para las mujeres solteras en los mandamientos de amar a sus esposos y a sus hijos y de ser esposas sujetas a sus esposos. Basadas en ese pasaje, las siguientes son algunas maneras en las que Dios me ha dado la gracia de aplicar a mi vida las virtudes que se mencionan en Tito 2, y de disfrutar genuinamente mi feminidad como mujer soltera. Que amen a sus esposos

    Por toda la basura mundana que yo haba absorbido en los temas de feminismo, inicialmente le un nmero de libros sobre el matrimonio cristiano. He continuado leyendo ampliamente sobre el matrimonio cristiano, y cuando ha sido apropiado, he asistido a seminarios. Quiero tener una visin bblica del matrimonio si el Seor me da ese regalo. Pero hay una aplicacin prctica para mi vida ahora mismo. Creo que puedo servir a mis hermanas casadas al apoyar sus matrimonios. En nuestras conversaciones y con mis observaciones sobre sus vidas, quiero poder ayudar a mis amigas casadas a pensar bblicamente acerca de sus matrimonios y a pensar lo mejor de sus esposos. En cuanto a las no creyentes, quiero estar preparada para explicar el misterio de Cristo y la iglesia en la institucin del matrimonio. Mientras el mundo nos dice que no tenemos conocimientos validos que compartir a menos que hayamos experimentado un aspecto particular de la vida, la palabra de Dios nos equipa para el discernimiento sabio, sin importar nuestras experiencias - o quizs, a pesar de ellas. Finalmente, si Dios me da el regalo del matrimonio, quiero amar a mi futuro esposo desde ahora a travs del desarrollo de una perspectiva bblica sobre el amor, el matrimonio, y el papel de una esposa antes de casarme. Me doy cuenta que la mujer virtuosa que se menciona en Proverbios 31 le trae a su esposo bien y no mal TODOS los das de su vida - los das antes y los das despus del matrimonio. Lo que estoy sembrando en estos das de mi vida es parte del diseo de Dios para bendecir a mi esposo - sin mencionar darle la gloria a el sin importar mi estado civil.

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  • Que amn a sus hijosTengamos hijos o no, las mujeres somos llamadas a cuidar la nueva vida a nuestro alrededor en

    muchas formas. Antes de convertirme en cristiana, no estaba muy interesada los nios. Asuma que algn da tendra hijos, pero era indiferente con los nios a mi alrededor y no me interesaba pasar ningn tiempo con ellos. Esta es una de las reas en las que Dios ha hecho un tremendo cambio en mi vida. Al pasar de los aos, he tenido ricas relaciones con muchos nios. El Seor tambin me ha dado la oportunidad de evangelizar nios. Hasta he creado un club informal con unos seis nios en mi vecindario. Ellos llegan por refrescos y videos y yo comparto el evangelio y oro con ellos.

    Aunque no tengo mis propios hijos, tengo tres sobrinas y un sobrino en los cuales invertir. Se requiere planeamiento para estar involucrada en sus vidas, pero vale la pena cultivar esas relaciones. Puesto que he experimentado indirectamente los sacrificios de la maternidad cuando he ayudado a mis hermanas en estos aos, tengo una ventana hacia ese aspecto de la feminidad. A travs de este tiempo juntos, he desarrollado amistades de uno a uno con estos pequeos parientes que espero que florezca a travs de las diferentes pocas de nuestras vidas. Quiero ser un pariente importante en sus vidas, no una ta lejana. Eso significa renunciar a las oportunidades de pasar mis vacaciones con mis amigos para pasarlas con mis sobrinas que viven lejos. Eso significa renunciar a eventos sociales los fines de semana para cuidar a mi sobrino y sobrina que viven cerca, o tomar un da libre durante el verano para planear un da especial de aventuras con ellos. Pero tambin significa que soy la beneficiaria de mensajes de correo electrnico chistosos, dibujos elaborados, tesoros especiales envueltos en gruesas capas de papel y cinta adhesiva, y grandes abrazos cuando toco a sus puertas. De alguna manera, no me parece ningn sacrificio. Quizs esto contribuy a la reciente decisin de una de mis hermanas y su esposo de nombrarme guardin de sus dos hijas en caso de que ellos mueran en un accidente. A pesar de que soy soltera, ellos pensaron que yo podr a guiar a sus hijas lo ms cerca posible a sus valores. No hay palabras para expresar lo que ese acto de confianza signific para m!

    Que tengan auto dominioMi mayor reto en cuanto a auto dominio como mujer soltera es en el rea de la especulacin sobre

    los hombres y el matrimonio. Creo que no estoy sola en esto. S que he sido llamada a esperar y a confiar, pero es tan fcil para mi hacer lo opuesto - ya sea a intentar manipular las circunstancias a mi favor, o a quejarme cuando otros son bendecidos con el cortejo o el matrimonio. Con los aos, el Seor ha hecho mucho por matar en mi el pecado de la auto-lstima por las esperanzas de matrimonio pospuestas, y uno de los frutos de eso es que ahora sirvo gozosamente a muchas parejas como organizadora de sus bodas. Pero el contentamiento puede ir y venir en mi vida. A veces siento que el gozo baa mi alma como las olas que baan la costa. Otras veces siento que se va como el agua que retrocede cuando baja la marea. Esto no es otra cosa que el resultado de cambiar mi enfoque: cuando el gozo parece alejarse, me doy cuenta que he estado observando crticamente mis circunstancias en lugar de estar contemplando la gloria a Dios.

    Una forma especifica en la que hago esto es cuando me encuentro probando a los hombres en mi mente. A juzgar por las conversaciones que he tenido con muchas mujeres solteras, esta es una tentacin muy comn. Tendemos a conocer hombres solteros, buenos y atractivos, e inmediatamente nos imaginamos cmo seria cortejar y casarnos con este hombre. Convencidas de que esta es una posibilidad, comenzamos a analizar cada uno de sus movimientos mientras discutimos cada escenario con nuestra red de amigas. Una buena amiga ma le llama a esto noviazgo imaginario - una frase invaluable! Ejercitar el auto-control en esta rea como mujer soltera es poner lmites razonables a las conversaciones con nuestras amigas sobre nuestros intereses romnticos. El hecho de hablar hace que nuestros deseos se conviertan en expectativas, lo que eventualmente se convierte en una exigencia. En mi vida, he descubierto que me meto

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  • en problemas cuando registro en mi diario cada interaccin que tengo con un hombre soltero, o cuando hablo sobre este hombre con muchas de mis amigas. Para mi, auto-control significa limitar estas detalladas conversaciones a mis compaeras de confianza y a aquellos que estn sobre mi en el Seor, como el lder de mi pequeo grupo o mi pastor y su esposa. Ellos saben que soy dbil, y me animan a mantener mi enfoque a donde pertenece.

    Cuidadosas de su casa Esto ha sido todo un reto para m como mujer soltera pues trabajo fuera de la casa para mantenerme.

    Tengo que ser muy cuidadosa para planear mi horario para poder estar mi casa una o dos noches a la semana. Esto es difcil tratndose de mi ocupada iglesia, pero esta virtud de Tito 2 me da una visin de prioridad.

    Luego estn los quehaceres domsticos. En mis 20s, yo viva con montaas de ropa sucia y peridicos. Mi casa era el lugar de paso entre mis compromisos externos. Yo no tena ninguna visin de la domesticidad. Sin embargo, despus de ver los modelos de las artes domesticas, deseaba cambiar. Comenc a practicar la cocina, a ofrecer cenas, a comprar decoraciones para el hogar, y hasta escog mi propio juego de china fina. Eso fue un gran paso porque es difcil visitar tiendas de china sin tener que admitir que no tienes una fecha para la boda. Ahora Dios me ha bendecido con mi propia casa, y estoy tan feliz de anidar all que hasta tengo que revisar que no tengo ramas y hojas en mi cabello antes de irme a trabajar!

    Aunque a las mujeres solteras no nos damos el lujo de estar ocupadas con nuestras familias, s podemos estar ocupadas en asuntos del reino de los cielos. Nuestras casas pueden ser el lugar donde podemos orar con otros, consolar a otros, evangelizar a otros, y servir a travs de la hospitalidad. Romanos 12:13 claramente nos dice que practiquemos la hospitalidad y alabemos a Dios, y este mandato no hace diferencias entre solteras y casadas. No importa la estructura de nuestro hogar, nuestras casas pueden ser faros de esperanza y hospitalidad en nuestra comunidad. Slo por esta razn, me encanta tomar fotografas de aquellos que han estado en mi casa y desplegarlas junto a ese versculo bblico de Romanos. La libertad de Cristo

    Pablo exhort a los Glatas a recordar que para la libertad Cristo nos hizo libres. Antes de mi conversin, yo vea el cristianismo como una carga, una religin con muchas reglas y leyes. No estaba capacitada para ver que mi propio pecado era la esclavitud mas grande. Como lo hemos hecho todos desde Adn y Eva, yo culpaba a otros por la opresin del pecado en mi vida. Yo crea que necesitaba ser liberada de los hombres que desprecian a las mujeres, de los trabajos estereotipados, y de las cargas de la moral sexual tradicional. No poda ver que mi propia justicia, orgullo, enojo y obstinacin causaba mas dao a mi felicidad real que cualquier percepcin de disminucin de mi libertad.

    Cuando Cristo inaugur su reino, sorprendi a todos - incluyendo a sus propios discpulos - con el mundo opuesto que el introdujo. Todo estaba al revs del pensamiento natural de los hombres. Los ms grandes eran los siervos. Haba que orar por nuestros enemigos y hasta amarlos. Lo que nos hace impuros viene desde dentro de nosotros, de nuestros corazones, no de lo que nos ponemos. Para tener vida eterna, debemos nacer de nuevo.

    No tiene sentido a primera vista, pero la Biblia promete que la sabidura de Dios es locura para el mundo (1 Corintios 1:18-21). De lo que estoy mas agradecida es que me liber de mi frvola manera de pensar y de las ataduras del pecado, y me gui al camino eterno.

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  • Carolyn McCulley es la especialista en mercadeo y medios de comunicacin para el ministerio misionero Sovereign Grace Ministries. Ella es tambin autor independiente que escribe para varias publicaciones. Este artculo fue publicado en la pgina web de CBMW, y es traducido con permiso. Se puede visitar esta pgina en ingls al: www.cbmw.org

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