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JUNTA DE ANDALUCÍA. CONSEJERÍA DE CULTURA Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra Cuadernos de Madinat al-Zahra es una publicación científica bianual editada por el Conjunto Arqueológico de Madinat al-Zahra, que inició su andadura en el año 1987. Recoge trabajos originales que aborden temáticas referentes a la historia y arqueología de al-Andalus y el mundo mediterráneo dentro del marco cronológico de la Edad Media. No obstante, los consejos de redacción y asesor podrán valorar positivamente la inclusión de estudios que den cabida a otros ámbitos y a una ampliación de los límites cronológicos especificados, siempre que contribuyan a la mejor comprensión del periodo. De igual modo, y de forma ocasional, podrán introducirse secciones monográficas o actas de jornadas o reuniones científicas. DIRECCIÓN ANTONIO VALLEJO TRIANO Conjunto Arqueológico de Madinat al-Zahra CONSEJO DE REDACCIÓN (Miembros de la Comisión Técnica de Madinat al-Zahra) Vocales: MANUEL ACIÉN ALMANSA Universidad de Málaga CARMEN BARCELÓ TORRES Universidad de Valencia EDUARDO MANZANO MORENO Profesor de investigación del CSIC RUBÍ SANZ GAMO Directora del Museo de Albacete JUAN SERRANO MUÑOZ Arquitecto CONSEJO ASESOR PATRICE CRESSIER CNRS, Lyon PIERRE GUICHARD Universidad de Lyon II ESTEBAN HERNÁNDEZ BERMEJO Universidad de Córdoba Mª ANTONIA MARTÍNEZ NÚÑEZ Universidad de Málaga ALASTAIR NORTHEDGE Universidad de Paris I VÍCTOR PÉREZ ESCOLANO Universidad de Sevilla Edita JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura © de la edición JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura Diseño y maquetación: Carmen Jiménez Diseño de portada: Zum Creativos Imprime: Tecnographic ISSN: 1139-9996 Depósito Legal: SE-8516/2010 Distribución nacional e internacional: 1000 ejemplares Publicación bianual Número 07 // 2010

Les seigneurs de la Marche (ashabu al-tagri): les Banu 'Amrus et les Banu Sabrit de Huesca

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Autor: Philippe Sénac. Cuadernos de Madinat al-Zahra [año 2010, Número 7]. Dedicado a: Miscelánea de historia y cultura material de al-Andalus: Homenaje a Maryelle Bertrand (textos reunidos por C. Cressier, I. Montilla, J. R. Sánchez y A. Vallejo). Revista de difusión científica del Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra

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JUNTA DE ANDALUCÍA. CONSEJERÍA DE CULTURA

Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra

Cuadernos de Madinat al-Zahra es una publicación científica bianual

editada por el Conjunto Arqueológico de Madinat al-Zahra, que inició su

andadura en el año 1987. Recoge trabajos originales que aborden

temáticas referentes a la historia y arqueología de al-Andalus y el mundo

mediterráneo dentro del marco cronológico de la Edad Media. No obstante,

los consejos de redacción y asesor podrán valorar positivamente la

inclusión de estudios que den cabida a otros ámbitos y a una ampliación de

los límites cronológicos especificados, siempre que contribuyan a la mejor

comprensión del periodo. De igual modo, y de forma ocasional, podrán

introducirse secciones monográficas o actas de jornadas o reuniones

científicas.

DDIIRREECCCCIIÓÓNN

AANNTTOONNIIOO VVAALLLLEEJJOO TTRRIIAANNOO

Conjunto Arqueológico de Madinat al-Zahra

CCOONNSSEEJJOO DDEE RREEDDAACCCCIIÓÓNN

(Miembros de la Comisión Técnica de Madinat al-Zahra)

VVooccaalleess:: MMAANNUUEELL AACCIIÉÉNN AALLMMAANNSSAA

Universidad de Málaga

CCAARRMMEENN BBAARRCCEELLÓÓ TTOORRRREESS

Universidad de Valencia

EEDDUUAARRDDOO MMAANNZZAANNOO MMOORREENNOO

Profesor de investigación del CSIC

RRUUBBÍÍ SSAANNZZ GGAAMMOO

Directora del Museo de Albacete

JJUUAANN SSEERRRRAANNOO MMUUÑÑOOZZ

Arquitecto

CCOONNSSEEJJOO AASSEESSOORR

PPAATTRRIICCEE CCRREESSSSIIEERR

CNRS, Lyon

PPIIEERRRREE GGUUIICCHHAARRDD

Universidad de Lyon II

EESSTTEEBBAANN HHEERRNNÁÁNNDDEEZZ BBEERRMMEEJJOO

Universidad de Córdoba

MMªª AANNTTOONNIIAA MMAARRTTÍÍNNEEZZ NNÚÚÑÑEEZZ

Universidad de Málaga

AALLAASSTTAAIIRR NNOORRTTHHEEDDGGEE

Universidad de Paris I

VVÍÍCCTTOORR PPÉÉRREEZZ EESSCCOOLLAANNOO

Universidad de Sevilla

Edita

JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura

© de la edición

JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura

Diseño y maquetación: Carmen Jiménez

Diseño de portada: Zum Creativos

Imprime: Tecnographic

ISSN: 1139-9996

Depósito Legal: SE-8516/2010

Distribución nacional e internacional: 1000 ejemplares

Publicación bianualNúmero 07 // 2010

Page 2: Les seigneurs de la Marche (ashabu al-tagri): les Banu 'Amrus et les Banu Sabrit de Huesca

05 PRESENTACIÓNPatrice Cressier, Irene Montilla Torres, José Ramón Sánchez Viciana y Antonio Vallejo Triano

06 MARYELLE BERTRAND06 Maryelle Bertrand (1948-2007)

Léon Pressouyre

08 Maryelle Bertrand. Bibliografía 1985-2008

10 LOS SEÑORES DE LA GUERRA13 Las primeras guerras internas de al-Andalus

Eduardo Manzano Moreno

27 Les seigneurs de la Marche (a bu al-ta ri) : les Ban cAmr s et les Ban ††††abri de HuescaPhilippe Sénac

43 Militares en iluminaciones y marfiles: una visión del ejercito califalJuan Zozaya Stabel-Hansen

64 LOS SOPORTES MATERIALES DEL DISCURSO IDEOLÓGICO67 Le chapiteau, acteur ou figurant du discours architectural califal ? Omeyyades d'al-Andalus

et Fatimides d’IfrààààqiyaPatrice Cressier

83 Estela funeraria de cronología califal aparecida en Mengíbar (Jaén)María Antonia Martínez Núñez

95 Nuevas evidencias de cecas africanas en época de al-ööööakam II: al-Man rah/al-Man riyya yal-Ba raAlberto Canto García

102 ESPACIOS DE VIDA105 Excavations in medieval settlements at Volubilis. 2000-2004

Elizabeth Fentress and Hassan Limane

123 Casas y cosas: espacios y funcionalidad en las viviendas emirales del Tolmo de Minateda(Hellín, Albacete)Sonia Gutiérrez Lloret y Víctor Cañavate Castejón

149 La vivienda tradicional en la cuenca del Mediterráneo: del iw n al qb ’, pasando por el bahwSakina Missoum

175 Habitat e utensílios na Mértola almóadaSusana Gómez, Lígia Rafael e Santiago Macias

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MISCELÁNEA DE HISTORIA Y CULTURA MATERIAL DE AL-ANDALUS.HOMENAJE A MARYELLE BERTRAND

(Textos reunidos por P. CRESSIER, I. MONTILLA TORRES, J. R. SÁNCHEZ VICIANA y A. VALLEJO TRIANO)

ÍNDICE

Publicación bianualNúmero 07 // 2010

Page 3: Les seigneurs de la Marche (ashabu al-tagri): les Banu 'Amrus et les Banu Sabrit de Huesca

196 CASTILLOS Y PALACIOS199 La fortaleza de Amergo (Marruecos) ¿Otro ejemplo de influencia hispánica en Marruecos?

Manuel Acién Almansa

219 Los baños de la tropa de la Alcazaba de Almería: resultados preliminares de la intervenciónarqueológicaSophie Gilotte, Ángela Suárez Márquez, Francisca Alcalá Lirio y Francisco Arias de Haro

239 El asentamiento islámico de Giribaile (Jaén). De asentamiento de altura a castillo almohadeJuan Carlos Castillo Armenteros, Luis María Gutiérrez Soler y María Victoria Gutiérrez Calderón

263 Los palacios islámicos de Jaén. El palacio de Santo Domingo y los jardines de los UribeVicente Salvatierra Cuenca, Mercedes Navarro Pérez y Ángela Esteban Marfil

293 Notes sur les forteresses de la ca de Bentomíz (Vélez Málaga)Marie-Christine Delaigue

308 CUEVAS NATURALES, CUEVAS ARTIFICIALES Y OTROS SUBTERRÁNEOS311 La caverne, refuge de « l'ami de Dieu » : une forme particulière de l'érémitisme au temps

des Almoravides et des Almohades (Maghreb extrême, XIe-XIIIe siècles)Jean-Pierre Van Staëvel

327 Le vocabulaire des grottes et des cavernes dans le Maghreb médiéval à la lumière des sourcesarabesMohamed Meouak

343 Las cuevas de Benaxuay. Un grupo de cuevas-ventana andalusíes en el río Chelva (Valencia)Agustí Ribera

369 Antiguos depósitos de agua en la ciudad de Palma: un patrimonio ocultoMaria Antònia Carbonero Gamundí

382 INTERCAMBIOS, HOMBRES Y NATURALEZA385 Contribución a la historia ambiental de la cuenca del Guadiana Menor (Sureste ibérico):

avances y propuestas de investigación desde la arqueologíaJosé Antonio Garrido García

405 Una aproximación a las canteras de piedra calcarenita de Madàààànat al-Zahr ’Antonio Vallejo Triano y Ramón Fernández Barba

421 Comercio mudo / Silent Trade en el IslamPedro Chalmeta Gendrón

429 1287: onomástica femenina en Menorca islámicaGuillem Rosselló Bordoy y Mª Magdalena Riera Frau

434 CRÓNICA DEL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO

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5// Nº 07. 2010. P. 5. ISSN: 1139-9996CUADERNOS DE MADINAT AL-ZAHRA’

En noviembre de 2007, la noticia del fallecimiento de Maryelle Bertrand nos dejó, a todos susamigos, golpeados y desamparados. Para la mayoría, además, la sorpresa era brutal: con su habitualpudor, Maryelle había callado, durante aquellos fatídicos meses, la gravedad de su enfermedad. Derepente, se hacía un inmenso vacío. Todos vivimos entonces un sentimiento de amistad irremedia-blemente truncada y nos enfrentamos a la añoranza de la complicidad que nos había unido.

El vacío no era solo personal, íntimo, sino que era también colectivo y científico. Maryelle había lle-vado una carrera en cierta forma atípica, parcialmente al margen de las instituciones, pero había par-ticipado de pleno en la reflexión que, por aquellos momentos, centraba la atención de loshistoriadores, en torno a la percepción y a la definición misma de al-Andalus. Estaba presente tam-bién en los debates de los primeros años ochenta, en los que se intentaba establecer las reglas de unanueva arqueología que fuera a la vez mejor articulada con el cuestionamiento histórico y más acordecon las necesidades de nuestra sociedad. El tiempo ha mostrado la parte de ilusión que conllevabantales proyectos, y como se erosionaron frente a la práctica cotidiana que se fue imponiendo.

Todavía bajo la emoción causada por su desaparición, y quizá tanto para ayudarnos en nuestroduelo como para recuperar parte de la ilusión pasada, a un grupo de sus amigos nos pareció queconvenía rendir un justo tributo a la aportación científica y a la calidez humana de Maryelle.

Vicente Salvatierra nos permitió reaccionar en el acto y acogió enseguida una breve semblanza dela vida de Maryelle y su bibliografía completa en la revista Arqueología y territorio medieval1. A máslargo plazo, concebimos el proyecto de un homenaje de carácter académico y científico que reu-niese contribuciones de los historiadores y arqueólogos de al-Andalus que habían sido los más pró-ximos a Maryelle. Desde el principio, Antonio Vallejo propuso a los Cuadernos de Madànat

al-ZahrÄ’ como soporte editorial de este segundo acto.

El lector tiene entre las manos el resultado de esta empresa colectiva, asumida por todos con tena-cidad y entusiasmo, y a la que –más allá de la diversidad cronológica y de los intereses de cada uno–se ha intentado dar la mayor coherencia temática posible.

D. Léon Pressouyre, catedrático emérito de historia del arte medieval de la universidad de Paris 1– Panthéon Sorbonne, quien dirigió la monumental tesis doctoral de Maryelle y le brindó unapoyo continuado a lo largo de los años, nos aportó, desinteresadamente, su visión personal de latrayectoria profesional y vital de nuestra amiga. Lamentablemente, L. Pressouyre falleció en agostode 2009, antes de que este homenaje a Maryelle Bertrand haya tomado su forma definitiva2. Ambos,profesor y discípula, quedarán asociados en nuestra memoria. A continuación, las distintas contri-buciones vienen agrupadas en apartados sucesivos y complementarios (Los señores de la guerra; Lossoportes materiales del discurso ideológico; Espacios de vida; Castillos y palacios; Cuevas naturales,cuevas artificiales y otros subterráneos; Intercambios, hombres y naturaleza).

Patrice Cressier, Irene Montilla Torres, José Ramón Sánchez Viciana y Antonio Vallejo Triano

1 “In Memoriam. Maryelle Bertrand (1948-2007)”, Arqueología y territorio medieval, 15, 2008, pp. 9-12.2 Véase una breve nota necrológica en Bulletin monumental, 2010 (II), pp. 131-132.

PRESENTACIÓN

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Philippe Sénac

Université de Toulouse 2 - Le Mirail. [ [email protected] ]

LES SEIGNEURS DE LA MARCHE (ASHABUAL-TAGRI) : LES BANU CAMRUS ET LES BANUSABRIT DE HUESCA

Resumen

Los registros concernientes a los Banë al-¢awàl, un poderoso linaje muwallad de la Marca Superior deal-Andalus, muestran que esta familia logró mantenerse a lo largo de los siglos VIII, IX y X, a pesar de lapresión ejercida por los Banë Qasà y Banë TuÑàb. Las crónicas referentes a esta zona, las biografías dejuristas (éabaqÄt) y las excavaciones arqueológicas recientes revelan que los jefes de este linaje, confrecuencia alzados contra Córdoba, sustentaron una política oportunista aliándose tan pronto con loscristianos como con el poder omeya, al tiempo que ganaban para su causa a juristas enfrentados con losárabes y que desarrollaban una intensa actividad constructiva, tanto en ámbitos rurales como urbanos.

Palabras clave: Arabización, islamización, Üuãën, muwallad, fuqahÄ'.

Abstract

This article demonstrates that the ancestors of the Banë al-¢awàl, a powerful muwallad family from theUpper March of al-Andalus, actively protected their position throughout the eighth, ninth and tenthcenturies, despite pressure exerted against them by the Banë Qasà and Banë TuÑàb. Regional chronicles,biographies of jurists (éabaqÄt) and recent archeological research shows that leaders of this lineage,often in revolt against Cordova, maintained an opportunistic policy of allying alternately with theChristians and Umayyad rulers, while also winning over jurists opposed to the Arabs and developingan intense construction program in both urban and rural settings.

Keywords: Arabization, islamization, Üuãën, muwallad, fuqahÄ'.

// 07. 2010. PP. 27-42. ISSN: 1139-9996 // LOS SEÑORES DE LA GUERRACUADERNOS DE MADINAT AL-ZAHRA’

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Si l’on en croit le récit des chroniques arabes etlatines concernant la Marche Supérieure d’al-Andalus avant l’an mil, l’histoire de cette régionfrontalière fut largement dominée par les célèbresBanë Qasà1. Comme on le sait, il s’agissait d’unpuissant lignage muwallad originaire de Navarreméridionale dont l’aire d’influence futextrêmement vaste puisqu’elle couvrait la plusgrande partie du nord d’al-Andalus. Le pouvoir decette famille était tel qu’au milieu du IXe siècle,selon la Chronique d’Alphonse III, l’un d’eux,nommé MësÄ b. MësÄ, rivalisait avec les autressouverains de la Péninsule et se faisait mêmeappeler par ses sujets « le troisième roi d’Espagne »2.

Les nombreuses études consacrées à ce lignage nesauraient pourtant faire oublier que d’autres famillesindigènes converties à l’Islam jouèrent également unrôle important à l’échelle régionale3. Parmi celles-cifigurent en particulier les Banë cAmrës et les Banë†abràé, bientôt appelés Banë al-¢awàl, quidescendaient tous d’un même ancêtre originaire dela région de Huesca, et dont le plus fameuxreprésentant fut au début du Xe siècle MuÜammad

al-¢awàl4, qualifié de rex par les Généalogies de Roda5.Longtemps demeurée dans l’ombre, cette famillemérite pourtant une attention particulière, nonseulement parce qu’elle parvint à se maintenirplusieurs décennies après les Banë Qasà, maissurtout parce qu’elle constitue un bon reflet del’activité déployée par les lignages muwallads dansla vallée de l’Èbre. D’après Ibn öazm (m. 1064), elleaurait même fait l’objet d’une histoire, à l’image desautres grandes familles de la Marche, qu’elles soientd’origine indigène ou arabe6.

Pour tenter d’expliquer le maintien de ce lignagetout au long des VIIIe, IXe et Xe siècles face à la pres-sion exercée par les Banë Qasà et les Banë TuÑàb,trois sources distinctes seront successivementconsultées : d’une part les chroniques et annalesrelatives à cette région, d’autre part les éabaqÄt,c’est-à-dire les répertoires biographiques de juristesandalous, et enfin les données fournies par desrecherches archéologiques récentes menées dansles districts de la Marche Supérieure situés au nordde l’Èbre, terre de prédilection de ces lignagesmuwallads.

1. UNE STRATEGIE OPPORTUNISTE

Si les circonstances dans lesquelles l’ancêtre de cestrois lignages se convertit à l’islam demeurentméconnues7, les sources narratives concernant lavallée de l’Èbre permettent toutefois d’observerque l’histoire de ces familles muwallads fut à lafois complexe et mouvementée, voire mêmeobscure pendant une bonne partie du IXe siècle,lorsque la région fut soumise à l’autorité d’unautre lignage, les Banë õalaf. Elles montrentsurtout qu’après être entrés dans la clientèle degrands lignages arabes, comme les Banë Salama, ets’être soumis au pouvoir cordouan, ces convertismanifestèrent bientôt un esprit d’indépendancequi les conduisit à adopter une attitudeopportuniste en s’appuyant tantôt sur le pouvoiromeyyade, tantôt sur les rebelles, parfois même surleurs voisins chrétiens.

1.1. LE SOUTIEN AUX SOUVERAINS

OMEYYADES

C’est dans le dernier quart du VIIIe siècle que semanifestent les premiers témoignages de l’activitéde ces lignages. Si l’on en croit le récit deschroniqueurs arabes, les Banë cAmrës et les Banë†abràé demeurèrent longtemps fidèles à Cordoue,sans doute parce qu’ils y trouvaient là un moyen deconforter leur position de « nouveaux convertis »face à l’arrogance de certains milieux arabesinstallés dans la région. Ainsi, il ne semble pasqu’ils aient participé au soulèvement du chefyéménite Yësuf al-Fihrà, ni à la grande révolteberbère du milieu du VIIIe siècle, et il n’est mêmepas acquis qu’ils aient cédé à la propagande de l’alliéde Charlemagne, le célèbre SulaymÄn b. al-AcrÄbà,même si deux membres influents de cette famille,les cousins cAmrës b. Yësuf et †abràé b. RÄåid

servirent momentanément les fils de ce rebelle,Ayåën et MaérëÜ8. Mieux, dans les dernières annéesdu VIIIe siècle, ces deux muwallads se rangèrent auxcôtés de l’émir HiåÄm Ier (788-796) : ils assassinèrentMaérëÜ b. SulaymÄn al-AcrÄbà près de Saragosse, lorsd’une partie de chasse en 175/791-792, et ilsenvoyèrent sa tête au gouverneur omeyyade deTarazona en signe de soumission9. Le soutien des

PHILIPPE SÉNAC

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deux hommes au pouvoir omeyyade se manifesta ànouveau quelques années plus tard lorsqu’ilschassèrent de Saragosse un rebelle muwalladnommé Bahlël b. Marzëq. cAmrës b. Yësuf s’emparaalors de la ville et, après avoir réprimél’insurrection de Tolède sur l’ordre de l’émir al-öakam Ier (796-822), il reçut en 802 la tache defortifier la ville de Tudèle.

1.2. LE TEMPS DES RÉVOLTES

Très vite cependant, les membres de ces lignagesse soulevèrent contre Cordoue. Ainsi, en 809-810,après s’être révolté contre l’émir al-öakam Ier,cAmrës b. Yësuf fut capturé, conduit à Cordoue etéxécuté en 818. Un demi-siècle plus tard, en 870,le petit-fils de cAmrës b. Yësuf, également nommécAmrës, se dressa contre l’émir MuÜammad Ier

(852-886) et emprisonna le gouverneur de Huesca,MësÄ b. Galindo. Au début du Xe siècle enfin, cefurent les Banë †abràé et les Banë al-¢awàl qui serévoltèrent contre le calife cAbd al-RaÜmÄn III auxcôtés des Banë TuÑàb de Saragosse. Ainsi, en 933,lors de la campagne d’Osma, Furtën, gouverneurde Huesca, et son frère cAmrës, gouverneur deBarbastro, désertèrent l’armée califale, entraînantainsi la victoire du roi Ramiro II. L’annéesuivante, en 934, ce même cAmrës refusa departiciper à l’expédition projetée par le calife10.Quelque temps après, en 939, lors de la campagnede Simancas-Alhandega, le gouverneur de Huesca,Furtën, déserta à nouveau les rangs de l’arméecalifale avant d’être conduit à Cordoue et crucifié.Ces soulèvements prirent fin en 940, après que lecalife ait décidé de changer de politique endéléguant une partie de ses attributions auxgrandes familles des confins d’al-Andalus, parmilesquelles les Banë al-¢awàl, en leur accordant letitre de gouverneur de manière héréditaire11. Encontrepartie, ceux-ci devaient demeurer fidèles ausouverain, mener des expéditions contre lesinfidèles et adresser le montant des impôts àCordoue. La suite du règne de cAbd al-RaÜmÄn IIImontre que les Banë al-¢awàl se succédèrentdorénavant de père en fils à la tête de Huesca et deBarbastro12.

1.3. L’ENTENTE AVEC LES CHRÉTIENS

Un autre aspect de la politique menée par leslignages muwallads de la région (fig. 1) fut lesmultiples alliances qu’ils nouèrent pendant tous lesVIIIe, IXe et Xe siècles avec leurs voisins chrétiens. Lesinformations fournies par les chroniques nepermettent pas de préciser si ces familles soutinrentles premiers liens que tissèrent les gouverneurs deHuesca avec les Francs, à l’exemple de Abë £awr en79013, de Bahlël b. Marzëq en 79814, ou d’un certainAzan en 79915. En revanche, dès le premier quart duIXe siècle, c’est à l’empereur Charlemagne ques’adressèrent les Banë cAmrës pour affermir leurpouvoir. Ainsi, vers 809, cAmrës b. Yësuf envahitles terres aragonaises relevant du comte Aureol et iladressa une ambassade à l'empereur franc enl'assurant qu'il entendait se placer sous sadomination. L'année suivante, en 810, l'empereurdélégua des envoyés auprès de cAmrës qui demandaqu'une conférence s'ouvrit entre lui et « les gardesdes confins de l'Espagne », promettant qu'il sesoumettrait à l'empereur. Charlemagne accepta leprojet, mais les Annales Royales précisent qu'unefoule d'incidents en empêchèrent l'exécution16.Dans un deuxième temps, c’est en direction deleurs voisins pampelunais que s’orientèrent leschefs muwallads de Huesca. Ainsi, en 870-871,menacé par les troupes de l’émir, cAmrës partit seréfugier auprès du roi Garcia Iñiguez en un lieudésigné en arabe sous le nom d’Andàra, dans le paysdes Cerretanos17. Quelques décennies plus tard,MuÜammad al-¢awàl épousait Domna Sanzia, la filledu comte aragonais Aznar Galindez II18 qui luidonna quatre fils et une fille, Domna Velazquita19.Dans un bref passage du KiéÄb Tarãàc al-AábÄr, al-cUÇrà rapporte également que Furtën b. MuÜammad

s’allia avec le roi de Pampelune Sancho Garcés Ier àla suite d’un mariage et qu’il combattit à ses côtéscontre l’émir cAbd al-RaÜmÄn III pendant lacampagne de Mitonia, en 91820. Vers la mêmeépoque, son frère cAmrës b. MuÜammad, quigouvernait Barbastro, s’alliait avec Sancho Garcés Ier

et Bernard, le comte de Pallars, pour attaquerMonzón21. À moins qu’il ne s’agisse d’un effettrompeur résultant d’une documentation tropfragmentaire, il semble bien que ces alliancesprirent fin dans le deuxième quart du Xe siècle, à la

LES SEIGNEURS DE LA MARCHE

CUADERNOS DE MADINAT AL-ZAHRA’

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suite de l’attaque par les Navarrais de plusieursforteresses de la région de Huesca en 941, enparticulier le Üiãn de Sen et Men, repris en 942.

*

En résumé, l’examen des sources mentionnant leslignages muwallads de Huesca permet de formulertrois premières observations. On retiendra d’abordqu’après une période de silence de près d’un demi-siècle après la mort de cAmrës et de †abràé, les BanëcAmrës réapparurent sur la scène politiquependant quelques années, jusqu’à la mort dudernier d’entre eux, Mascëd b. cAmrës, en 887, etque ce furent ensuite les Banë †abràé quis’imposèrent sous le nom de Banë al-¢awàl.

On observera par ailleurs que le comportement deces lignages ne diffère guère de celui des autresgrandes familles muwallads de la MarcheSupérieure comme les BanëQasà ou les Banëõalaf,à ceci près qu’ils se déchirèrent longtemps enconflits que Ma J. Viguera a justement qualifiés de« luchas fratrícidas »22. Le principal motif dediscorde n’était pas seulement le gouvernement deHuesca, mais également celui de la région deBarbiéÄniya avec ses forteresses, telles queBarbastro ou Alquézar23. Ainsi, en mars 887,Mascëd b. cAmrës, gouverneur de Huesca, futassassiné par MuÜammad al-¢awàl. Quelquesdécennies plus tard, en 915, à Huesca, MuÜammad

b. al-Walàd attaquait son neveu cAbd al-Malik. Dansles mois suivants, ce même cAbd al-Malik futattaqué par ses parents ZakariyyÄ’, AsbaÉ et sonhomonyme cAbd al-Malik. Par la suite, endécembre 918, son propre frère, cAmrës b. al-¢awàl,le faisait étrangler24. Un mois plus tard, en janvier919, les gens de Huesca l’expusèrent et firent appelà un autre de ses frères, Furtën. En 933 enfin, lestroupes omeyyades envoyées depuis Cordoue poursoutenir YaÜyÄ b. al-¢awàl étaient agressées par sonfrère cAmrës.

On relèvera enfin que si les sources ne précisentpas si les membres de ces lignages se rendirent enOrient, à l’image du comte Casius ou d’un parentdu rebelle Bahlël b. Marzëq surnommé al-öaÑÄÑÑ,il ne fait cependant guère de doute qu’il s’agissait

de familles effectivement islamisées. Mesurer leurdegré d’islamisation dépasserait largement le cadrede cet exposé, mais l’argument selon lequel lesalliances passées avec les chrétiens traduiraientl’absence de frontière culturelle serait peu recevabledans la mesure où celles-ci s’inserraient dans unestratégie visant à s’assurer des alliés face à Cordoue.On objectera que, à l’image des Banë Qasà,plusieurs enfants issus de l’union de MuÜammad al-

¢awàl avec Sancha, la fille du comte aragonais,portaient des noms latins, comme Furtën etVelazquita, également connue sous le nom deSayyida, mais il est difficile de ne pas voir icil’empreinte d’une mère qui sut imposer des nomslatins à deux de ses enfants, même si un autre filsde MuÜammad al-¢awàl se nommait Lubb. Tout auplus peut-on observer que la frontière qui séparaitchrétiens et musulmans dans cette partie de lavallée de l’Èbre n’était pas infranchissable et il n’estpas inutile de rappeler qu’en 941, Domna Sanzia, laveuve de MuÜammad al-¢awàl, quitta Huesca pourregagner le royaume de Pampelune où elle épousale roi García Sánchez25.

2. L’APPUI DES JURISTES

Le degré d’islamisation de ces lignages muwalladsse manifeste également au travers d’une autresource d’information, à savoir les recueils debiographies de juristes et de savants andalous.

-2.1. DES FUQAHA’ NOMBREUX ET RÉPUTÉS

L’étude des notices consacrées aux fuqahÄ’ deHuesca par al-õuåanà (m. 971), Ibn al-FaraÅà (m.1013) ou Ibn BaåkuwÄl (m. 1183) révèle d’abordque ces hommes de religion étaientparticulièrement nombreux au regard d’autressecteurs de la Marche Supérieure : à titred’exemple, le recueil intitulé AábÄr al-fuqahÄ’ wa-

l-MuÜaddièàn d’al-õuåanà, en signale 22 à Huescaalors qu’il n’en mentionne que 14 à Tudèle, 2 àTortose et un seul à Lérida26. Quelques années plustard, dans le TÄràá culamÄ al-Andalus, Ibn al-FaraÅà

évoque pour sa part 32 fuqahÄ’ à Huesca. À l’égaldes autres juristes andalous de ce temps, ces savants

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disposaient d’une grande culture religieuse. Ilsétaient spécialisés dans le cilm, dans les réponsesaux litiges qui leur étaient soumis (masÄcil) et laplupart avaient pratiqué la riÜla en séjournant àKairouan, en Égypte ou en Iraq27. L’un d’eux,mentionné par al-cUÇrà à l’occasion des funéraillesde MësÄ b. al-¢awàl en 954, le cadi MësÄ b. HÄrën,aurait même rédigé une Histoire de Huescamalheureusement perdue et un autre, õaééÄb b.

IsmÄcàl al-óÄfiqà, mort en 910, fut ãÄÜib al-salÄt àSaragosse28. Le plus renommé fut IbrÄhàm b.cAÑannas, qui écrivit un résumé de la Mudawwana,l’œuvre fondamentale du malikisme29.

2.2. DES JURISTES ENNEMIS DES ARABES

Il est souvent difficile de discerner parmi tous cesjuristes ceux qui étaient d’origine muwallade dansla mesure où le port d’une nisba comme al-óÄfiqà,al-Fihrà ou al-MacÄfirà n’implique pas nécessaire-ment une ascendance orientale. De fait, il pourraitégalement s’agir de descendants de convertis quiportaient la nisba des lignages arabes dans la clien-tèle desquels ils étaient entrés à titre de mawali.Toutefois, lorsque l’on parvient à repérer lesfuqahÄ’ muwallads, il apparaît clairement que ceshommes participèrent activement à défendre lacause des chefs locaux face aux Arabes Banë TuÑàb.À titre d’exemple, à Huesca, vers la fin du VIIIe

siècle, cAbd AllÄh b. al-MuÉallis s’opposa farouche-ment à la tyrannie des Banë Salama. Al-cUÇrà préci-se qu’il s’agissait d’un homme vertueux, vivant enascète, et qu’il était mawlà des Banë Fihr30. Un autreexemple est celui de MuÜammad b. SulaymÄn al-

MacÄfirà, mort en 908, qui, nommé cadi de Huescapar les émirs MunÇir Ier et MuÜammad Ier, fut undéfenseur de la solidarité ethnique des muwalladsface aux Arabes Banë TuÑàb (wa kÄna åadid al-caãa-

biya li-l-muwalladàn)31. Vers la même époque, cAbdAllÄh b. al-öasan al-Sindà, mort en 947, est décritcomme un proche de cAbd al-Malik al-¢awàl etcomme un ennemi des Tudjîbides32. Ce juristemuwallad fut nommé par cAbd al-RaÜmÄn III cadide Huesca, de Barbastro et de Lérida, et il devint levizir de cAbd al-Malik al-¢awàl et de son frèreFurtën qui le consultaient sans cesse et avec les-quels il entretenait d’excellents rapports. Le lien

qui unissaient ces juristes aux gouverneurs muwal-lads apparaît également dans le recueil d’Ibn al-

FaraÅà : d’après cet auteur, un certain cAfÄn b.

MuÜammad, mort en 307/919, fut désigné parMuÜammad al-¢awàl responsable de la police àHuesca (wa wallÄ-hu MuÜammad b. cAbd al-Malik

al-¢awàl ahkÄma al-åurtati bi-hÄ)33 et un autre,MuÜammad b. Dalàq, mort en 946, avait pour pèreun mawlà de Mascëd b. cAmrës, le gouverneur deHuesca (wa kÄna abë-hu mawlÄn li-Mascëd b.

‘Amrës ãÄÜib Waåqa)34.

- -2.3. DES MUGAHIDUN

Plusieurs notices biographiques montrentégalement que ces hommes de religionparticipèrent activement aux combats contre leschrétiens aux côtés des gouverneurs muwallads deHuesca dans le cadre du ÑihÄd, en particulier dansles premières décennies du Xe siècle. Ainsi, uncertain MuÜammad b. †aÑa participa à la campagnemenée par MuÜammad al-¢awàl dans les environsde Barcelone en 913 et il y trouva la mort35. Unautre, connu sous le nom de cAbd AllÄh b. YaÜyÄ,est décrit comme un homme riche qui sepréoccupa sans cesse des affaires de la guerre et quicombattit l’ennemi jusqu’à la fin de ses jours (wa

lam yazal mubÄåiran li-l-hurëb wa kÄna muÑÄhida

al-caduwi bi-hÄ hata mÄta)36. Un dernier, nomméAÜmad b. Yësuf b. Mu’aÇÇin, mort en 921, sevouait au rachat des captifs musulmans en terreennemie (min arÅi al-harbi), en suivant la voie deDieu37, et la notice que lui consacre Ibn al-FaraÅà

précise qu’il parvint à faire libérer à lui seul 150prisonniers38. Lorsqu’ils sont précisés, le parcourset la carrière de ces savants originaires de Huescamontrent qu’ils suivirent l’expansion des Banë al-

¢awàl en direction de la BarbiéÄniya et de Lérida.Ainsi, deux juristes nommés cAbd AllÄh b. Yësuf

allèrent résider à Barbastro39, tout comme üÄliÜ b.

MuÜammad al-MurÄdà40 et Muntàl b. ‘Afàf qui ymourut vers 929-93041. Sacàd b. Muzakër, mort en922, résida pour sa part à Lérida42, ainsi que cAbdAllÄh b. YaÜyÄ43, et il ne fait guère de doute que ceshommes favorisèrent le parti des Banë al-¢awàl

auprès des populations de ces villes.

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En somme, à la lecture des éabaqÄt, on devine assezbien que le pouvoir des chefs muwallads reposaitégalement sur une alliance avec des juristesparticulièrement actifs et hostiles aux Arabes, ettout conduit à supposer qu’il existait alors un réelesprit de solidarité au sein de la communautémuwallade.

Comme le relevaient justement M. L. ÁvilaNavarro et L. Molina Martínez, peu nombreuxfurent ceux qui, avant la fin du Xe siècle, moururenten dehors de leur ville d’origine ou de la MarcheSupérieure, ce qui conforte bien l’impressiond’isolement de ces régions à l’égard du reste d’al-Andalus et l’attachement de ces fuqahÄ’ à leurmilieu44.

Le dépouillement de dictionnaires plus tardifs,comme celui d’Ibn BaåkuwÄl, montrerait sansdifficulté que cette situation évolua vers la fin duXe siècle, lorsque ces cités passèrent aux mains desBanë TuÑàb. De fait, à partir de cette date, lenombre de juristes arabes s’accroît sensiblement.Ainsi, à Huesca, les cinq derniers cadis de la villeappartenaient à la famille tudjibîde des Banë Abà

Dirham, comme si la charge de cadi était devenuehéréditaire. Un autre cas attestant le lien étroitentre juristes arabes et gouvernement régional estcelui du cadi Lubb b. Hëd b. Lubb b. SulaymÄn quin’était autre que le petit-fils de Lubb, legouverneur de Huesca, et l’arrière petit-fils dusouverain de la taifa de Saragosse, SulaymÄn al-

Mustacàn (1038-1046)45.

3. DE GRANDS BÂTISSEURS

Parallèlement aux données fournies par les sourcesécrites, les enquêtes archéologiques menées depuisplusieurs années dans la région de Huescatémoignent également de l’activité de ces lignagesmuwallads en matière de fortification. Outre lasurveillance et l’entretien des Üuãën dont ilsavaient la garde, qu’ils défendirent contre leschrétiens et dans lesquels, en cas de menace, ilspouvaient se retrancher, à l’exemple du Üiãn de Senet Men où Furtën b. MuÜammad se réfugia en 933après avoir été chassé par les habitants de Huesca,

les lignages muwallads semblent également avoirconforté leur pouvoir au moyen de travauxdéfensifs, tant en milieu urbain qu’en zone rurale.

3.1. LES DÉFENSES URBAINES

Dans un premier temps, ce furent d’abord les villesqui firent l’objet de travaux, comme Huesca puisBarbastro. Avant le contrôle de ces cités par lesBanë cAmrës et les Banë †abràé, nous n’avons quepeu de traces de travaux de défense réalisés par lesmusulmans. Au début du VIIIe siècle, lors de laconquête de Huesca, le récit d’al-cUÇrà se borne àpréciser que la ville disposait d’une muraille (sër)et d’une vieille forteresse (al-qaãaba al-qadàma). Parla suite, à la fin du VIIIe siècle, un passage d’AÜmad

al-RÄzà rapporte que les Banë Salama s’étaientretranchés dans une tour (burÑ) inexpugnable quifut détruite par les partisans de Bahlël b. Marzëq46

et, vers la même époque, al-cUÇrà mentionne dansHuesca une sudda et un qaãr47. Fauted’informations complémentaires, tout porte doncà admettre que c’est peu avant 875, sous le règne del’émir MuÜammad Ier (852-886), que le gouverneurmuwallad cAmrës b. cUmar procéda à laconstruction de la muraille de Huesca. Selon al-cUÇrà, une inscription relatant ces travaux setrouvait même placée au-dessus de l’une de sesportes, appelée bÄb Lubbën, et sur laquelle onpouvait lire qu’elle faisait partie de l’œuvre decAmrës b. cUmar, gouverneur au nom de l’émirMuÜammad48. Les fouilles archéologiques réaliséesdans la ville ont permis d’observer que cettemuraille constituait une vaste enceinte de plus de 1800 m de circonférence qui ceinturait ainsi unesurface de près de 22 ha. L’appareil présentait deslits réguliers de blocs de grès disposés en carreaux,d’un mètre de longueur moyenne et de 40 cm decôté, à bossage externe (pl. 1). Plusieurs tours àplan rectangulaire, de dimensions variables (4,30m/4,00 m pour la plus petite et 5,70 m/4,00 mpour la plus grande), ont été dégagées ; si l’on tientcompte de la distance moyenne qui les séparait (22à 23 m), leur nombre devait dépasser 80, ce quitendrait à confirmer le témoignage du Livre desmiracles de saint Jacques ou l’Historia Karoli Magniet Rotholandi qui fixent à 90 le nombre des tours de

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la cité49. Cette enceinte fit l’objet de reprises dutemps de MuÜammad al-¢awàl, lorsque, vers 911,celui-ci mena plusieurs expéditions contre lePallars dont le butin servit à restaurer les muraillesde Huesca50. Ce gouverneur muwallad mourut peuaprès, en 913 selon al-cUÇrà lors d’une campagnedestinée à reconstruire la muraille de Tortose51.Peu après, en 918, son fils cAmrës b. MuÜammad

fortifia la ville de Barbastro en y construisant destours et des murailles de pierres (wa abtanÄ cAmrës

fà aÇÄ al-cÄmi sëran bi-Barbaåtur bi-saári wa åÄda

abridjata-hÄ)52.

3.2. DES FORTIFICATIONS RURALES

Loin de se limiter à fortifier des cités, lesgouverneurs de Huesca furent également de grandsbâtisseurs en milieu rural, en particulier le long de

la vallée du río Flumén, qui formait alors la limiteméridionale du district relevant de la madàna.Parmi ces forteresses figure d’abord le sited’Alberuela de Tubo, à une trentaine de kilomètresau sud-est de la ville53. Cette vaste butte témoin deforme triangulaire était ceinturée par une murailleédifiée en gros blocs de grès à section carrée de 40cm de côté, disposés en carreaux et présentant desbossages externes (almohadillados) semblables àceux de la muraille de Huesca (pl. 2). Elleprésentait également plusieurs tours massives àplan rectangulaire et, en l’absence de tout traced’habitat associé à ce site, il est permis de supposerqu’il s’agissait d’un établissement à fonctiondéfensive, destiné à une garnison. Une autrefortification, située à 1 500 m à l’ouest de laprécédente, présente le même appareil. Il s’agit dusite de La Iglesieta54, mentionné en 1103 sous lenom de tour d'Alcait Almelch, c'est-à-dire al-qÄ’id

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Planche 1. Muraille de Huesca (tour découverte en 1987).

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al-malik, « l'officier du roi »55. La fortification seprésente sous la forme d’un petit éperon rocheuxbarré par une tour massive de 7,60 m/5,10 m,prolongée par des murs de courtine édifiés aumoyen de lits réguliers de blocs de grèssoigneusement taillés et disposés en carreaux, d’unmètre de long et de 40 cm de côté, qui présentaientaussi sur leur face externe des bossages oualmohadillados (pl. 3). Les alignements de trous depoutres, creusés dans le sol à intervalles réguliers etobservés lors de la fouille de ces deux édifices, ontpermis de mettre en évidence le mode deconstruction employé par les bâtisseurs : aprèsavoir divisé le sol rocheux selon des lignesperpendiculaires à la manière d’un damier, lesblocs destinés à l’enceinte et aux tours étaienttaillés sur place et ensuite transportés vers leur lieude destination au moyen de claies et de cordes.

3.3. UN PROGRAMME CONSTRUCTIF

De tels appareils à bossages s’inspirant d’un modèleurbain ont également été retrouvés en d’autreslieux de la vallée du río Flumén, comme à Piracès,et du fait de la localisation de tous ces sites sur unemême ligne, le long du rebord du plateau, il estpermis de supposer que ce nous avons à faire là à

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Planche 3. La Iglesieta (Usón, Huesca).

Planche 2. Muraille d'Alberuela de Tubo (Huesca).

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un programme constructif, auquel il conviendraitd’inclure d’autres établissements non fortifiés,comme Marcén, un village de colonisation associéà une mosquée56. L’homogénéité du mobilier céra-mique découvert lors de la fouille de tous ces siteset les datations au carbone 14 réalisées sur deséchantillons de bois, d’enduits et de déchets de cui-sine contemporains de la construction de ces lieuxont révélé qu’ils furent édifiés en un mêmemoment, selon la plus grande probabilité vers 940,c’est-à-dire peu après que le calife cAbd al-RaÜmÄn

III ait accordé une plus grande autonomie auxlignages frontaliers, en leur attribuant des domai-nes à la manière de lots (fa qasama bilÄda-hum

bayna-hum hisasÄn). L’hypothèse la plus vraisem-blable est que les successeurs de MuÜammad al-

¢awàl visèrent alors à affirmer leur nouvelleautorité en bornant par des fortifications tout aussimonumentales que symboliques ce territoire chè-rement acquis57. Peu de temps après d’ailleurs, en942 selon IbnöayyÄn, ces terres firent l’objet d’unedélimitation plus précise encore lorsque, pourmettre un terme au conflit qui les opposait, lecalife fit venir à Cordoue le gouverneur de Huesca,MësÄ b. al-¢awàl et le gouverneur arabe deCalatayud, öakam b. MunÇir. Il fixa les limites deleurs domaines et, à l’issue de la rencontre, les deuxhommes durent prêter serment à de multiplesreprises lors d’une cérémonie solennelle organiséedans la grande mosquée de Cordoue, en présencede nombreuses personnalités58.

*

On objectera que d’autres sites de la MarcheSupérieure présentent un appareil à bossagescomme Bolea, Olite ou encore la tour de Marecaprès d’Epila, mais un examen plus détaillémontrerait aisément que les modules employésdiffèrent considérablement par leurs dimensions etleur agencement de ceux que l’on vient d’évoquer59

et que seules peuvent être rattachées à cette phaseconstructive quelques structures récemment misesà jour à Barbastro, c’est-à-dire dans des secteurségalement soumis aux Banë al-¢awàl.

On objectera encore que le Castell Formos deBalaguer présente aussi de réelles similitudes avec

les fortifications de la région de Huesca et que c’estl’un des Banë Qasà, MuÜammad b. Lubb, qui le fitconstruire vers 897-898, mais cette objection neremet pas en cause l’interprétation proposée.

Reprenant la traduction d'un passage d’al-cUÇràrelatif à la construction de la muraille de Huesca,Juan Antonio Souto Lasala discernait la trace d'unmaître d'œuvre nommé õafàf al-BannÄ qui étaitattaché aux gouverneurs de Huesca et qui seraitensuite intervenu sur d'autres sites régionaux60, eton soutiendra volontiers l’opinion de l’auteursuivant laquelle des architectes circulaient à cetteépoque au service des lignages muwallads.

4. CONCLUSIONS

Parvenus au terme de cet exposé, trois conclusionsméritent finalement être retenues. D’un point devue chronologique, on observera d’abord que latrace de ces lignages muwallads s’évanouitdéfinitivement vers l’an mil : d’après Ibn õaldën,l’un d’eux, sans doute cAbd al-Malik b. MësÄ, auraitmené peu après 968 un raid contre la région de Jacaet en avril 975, son fils Walàd surnommé en cetteoccasion al-èaÉrà, aurait participé à Cordoue à untournoi au cours duquel il blessa grièvement unguerrier berbère, ce qui lui valut d’être emprisonnésur l’ordre du calife al-öakam II61. Passé cette date,la région passa aux mains des Banë TuÑàb mais iln’en demeure pas moins que ces descendants deconvertis dominèrent la plus grande partie du Xe

siècle et que leur résistance et leur succèsconstituent des interrogations majeures. Outrel’éloignement de Cordoue et la proximité desterritoires chrétiens avec lesquels on pouvait passerdes alliances, on retiendra donc comme facteursd’explication une habile stratégie politique, l’appuides milieux religieux et un effort défensifparticulier. Il est permis d’ajouter que la raisonmajeure d’une telle longévité réside surtout dansl’ancrage ou l’enracinement de ces familles dansleur région tandis que d’autres lignages muwalladsqui s’inclinèrent devant l’autorité omeyyade,comme les Banë õalaf de BarbiéÄniya ou les BanëQasà de Navarre, cherchèrent à étendre leurdomination bien au-delà de leur terre d’origine62.

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Au-delà de cette hypothèse, et même si le nomexact et le statut social de l’ancêtre des BanëcAmrës et des Banë †abràé demeurent encoreméconnus, il semble bien que nous ayions à faire ànouvel exemple de familles de notables qui, en seconvertissant à l’islam, parvinrent à se maintenirpuis à affirmer durablement leur position.

De manière plus générale, l’exemple de ces famillessuggère que l’on a peut-être eu trop longtempstendance à considérer l’attitude rebelle des lignagesmuwallads de la vallée de l’Èbre comme les indicesd’un particularisme régional conforté par levoisinage des principautés chrétiennes. Une sociétéentre deux mondes en quelque sorte, à l’image desmozarabes. Or, à y regarder de près, ces famillesfurent les vrais acteurs de l’islamisation et lachronologie des événements survenus dans cesterres de frontière coïncide parfaitement avec celleconcernant le reste d’al-Andalus. La date à laquelledéclina le pouvoir des Banë Qasà correspond à lafin de la révolte de cUmar b. öafãën en Andalousie,et la tentative de reprise en main de ces régions parle pouvoir omeyyade au Xe siècle s’inscrit dans legrand mouvement de « reconquête » mené par lecalife cAbd al-RaÜmÄn III dans les années 930, tant

dans les régions frontalières (èuÉër) que dans le†arq al-Andalus. Cette similitude avait déjà étépressentie par Manuel Acién dans son étude sur larévolte de cUmar b. öafãën lorsqu’il établissait unparallèle entre le soulèvement andalou et larébellion des Banë Qasà63, et un autre témoignagede cette unité peut-être discerné dans le fait que leseul moment de tension survenu entre mozarabeset musulmans dans la Marche Supérieure, à savoirle procès et la condamnation des chrétiennesNunilo et Alodia, se produisit en 852, c’est-à-direau moment précis où se développait le mouvementdes martyrs de Cordoue64.

Enfin, d’un point de vue plus archéologique, onretiendra que, si le grand appareil à bossage présentdans cette partie de la Marche Supérieure peut êtremis en relation avec le temps des gouverneursmuwallads, il apparaît surtout comme un marqueuret un critère de datation permettant d’établir unedistinction entre deux périodes, deux espacesculturels, voire même deux domaines politiques: aunord de l’Èbre, le grand appareil du temps desgouverneurs muwallads, et, au sud, les maçonneriesde tapial, contemporaines de la reconquêteomeyyade, des Banë TuÑàb puis des Banë Hëd.

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Figure 1. Généalogie des Banë cAmrës et des Banë †abràé (d'après Ma J. VIGUERA MOLINS 1988, p. 114).

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Notas

1 CAÑADA 1977 ; ID. 1980 ; HAYEK 1992 ; PAVÓN 2006. Plusgénéralement : VIGUERA MOLINS 1988 ; MANZANO MORENO

1991 ; SÉNAC 2000 a.

2 BONNAZ 1987, p. 56 : tertium regem in Hispania.

3 Sur ces muwallads, on consultera avec profit FIERRO 1999.

4 AL-cU™R∞ 1965, p. 65. Traduction espagnole de F. DE LA

GRANJA 1966, p. 73. D’après cet auteur, MuÜammad al-¢awàlse nommait MuÜammad b. cAbd al-Malik b cAbd AllÄh b. †abràéb. RÄåid b. †…h.

5 LACARRA 1945, p. 243: Asnari Galindones accepit uxor domnaOnneca, Garsie Enneconi regis filia, et genuit Galindo Asnari etGarsea Asnari, et domna Sanzia qui fuit uxor regis Atoelemauro. Sur ce point : Ph. SENAC 2008 a. La renommée decet homme était telle qu’il figure même dans un documentlatin daté de l’année 892 concernant la délimitation des terresrelevant du monastère de San Julián de Labasal par le roiFortún Garcés. L’acte est en effet daté de la manière suivante:Facta carta in era DCCCC.XXX., regnante rege FortunioGarcianes in Pampilona et comite Galindo Asnar in Aragon,Adifonsus in Gallecia, Garcia Sanz in Gallias, Raimundus inPaliares, pagani vero Mohomat Ebenlupu in Ballattera, etMohomat Atauel in Osca… (UBIETO ARTETA 1986, p. 33).

6 TERÉS 1957 ; IBN öAZM 1948.

7 L’ancêtre de ces lignages fit peut-être partie des populationsqui se soumirent aux musulmans après une longue résistancesi l’on en croit la version – sans doute excessive - d’un siège desept ans évoquée par AL-cU™R∞ (1965, pp. 56-57) : « Quand lesmusulmans pénétrèrent dans al-Andalus et qu'ils s'avancèrentdans la Marche Supérieure, des Arabes s'arrêtèrent à Huesca etcampèrent devant ses murs. Ils se transportèrent en un lieuconnu sous le nom d'al-Askar depuis leur établissement en cetendroit. Ils assiégèrent Huesca, dont les habitants étaientchrétiens, et édifièrent des constructions autour de la ville. Ilsmirent des terres en culture pour assurer leur subsistance etdemeurèrent ainsi pendant sept ans, tandis que les habitants deHuesca restaient assiégés dans l'ancienne forteresse (al-qaãabaal-qadàma). Lorsque la situation de ces derniers devintinsupportable, ils descendirent à la rencontre des Arabes, endemandant grâce pour eux, leurs enfants et le respect de leursbiens. Ceux qui se convertirent restèrent maîtres de leurs bienset de leurs possessions et ceux qui conservèrent la foichrétienne durent payer la capitation ».

8 Selon al-cUÇrà, cAmrës et †abràé furent au service de MaérëÜ

b. SulaymÄn al-AcrÄbà avant de le mettre à mort (AL-cU™R∞1965, p. 27 et DE LA GRANJA 1966, p. 19).9 AL-cU™R∞ (DE LA GRANJA 1966, pp. 17-18). L’auteur nementionne pas †abràé et se borne à signaler que les deuxassassins se nommaient cAmrës b. Yësuf et Sarhabil b. Saltan al-

Zawagà. Les faits sont également évoqués un peu plus loin

lorsque le texte relate que cAmrës et †abràé étaient deuxhommes au service de Ayåën b. SulaymÄn al-AcrÄbà. Après cetassassinat, cAmrës b. Yësuf bénéficia de la confiance dusouverain omeyyade qui le nomma wÄlà de Tolède et quil’envoya ensuite avec le titre de gouverneur de la MarcheSupérieure pour mettre un terme au soulèvement des rebelles.cAmrës confia ensuite le gouvernement de la cité navarraise àson fils Yësuf.10 Un nouveau soulèvement qualifié de fitna par al-cUÇrà seproduisit en 936 lorsque les habitants de Huesca expulsèrentde la ville le gouverneur omeyyade AÜmad b. IlyÄs.11 IBN öAYY®N 1979, pp. 437-438. Traduction espagnole IBNöAYY®N 1981, p. 328 : « al-NÄãir […] décida aussi depuis cettedate de ne plus combattre en personne, déléguant ses pouvoirsà ses valeureux, habiles et résolus qÄcid /s qu'il envoyaitchaque année en expédition, se limitant à nommer desgouverneurs pour les villes de la Marche Supérieure dans lanoblesse locale, les valeureux et tenaces Banë TuÑàb, les Banëñà’-l-Nun, les Banë ZarwÄl, les Banë óazlën, les Banë al-¢awàl,les Banë Razàn et autres, maîtres des frontières et de leurspopulations. Il divisa entre eux le pays en lots, les renouvelaeux et leurs successeurs annuellement en leur donnant degrandes attributions. Il ne cessa de leur donner des cadeauxs'ils venaient le voir, ou des vivres s'ils s'éloignaient ».12 AL-cU™R∞ (DE LA GRANJA 1966, pp. 71-72 et p. 83). Lechroniqueur rapporte qu’il fut enterré sur la place de la grandemosquée de Huesca et que ce fut le cadi MësÄ b. HÄrën quirécita l’oraison funèbre. Ainsi, au printemps 942, tandis queMësÄ b. al-¢awàl gouvernait Huesca, son frère YaÜyÄ b. al-¢awàl reçut le gouvernement de Barbastro et il fut confirmédans ses fonctions en janvier 943. Après le décès de MësÄ b. al-¢awàl, son fils cAbd al-Malik reçut le gouvernement de Huescaet il occupa cette charge jusqu’à sa mort, en décembre 954. Lechroniqueur ajoute qu’en 346 (957-958), le calife partagea legouvernement de Huesca entre cAbd al-Malik et son cousinYaÜyÄ b. Lubb (DE LA GRANJA 1966, pp. 72 et 83) et que, parla suite, cAbd al-Malik demeura seul à la tête de Huesca tandisque YaÜyÄ b. Lubb fut désigné gouverneur de Barbastro enaoût 959 (DE LA GRANJA 1966, pp. 72 et 85). Sur cesdésignations : SOUTO LASALA 1995 a.

13 Vita Hludowici Imperatoris, MGH, année 790 : Rex veroHludowicus eodem anno Tholosae placitum generale habuit,ibique consistenti, Abutaurus sarracenorum dux cum reliquisregno Aquitano conlimitantibus ad eum nuntios misit, pacempetens et dona regia mittens. Quae secundum voluntatem regisaccepta, nuntii ad propia sunt reversi. Sur ces alliances : SÉNAC

2000 b et ID. 2002.

14 Vita Hludowici Imperatoris, MGH, année 798 : Necnon etBahaluc Sarracenorum ducis, qui locis montuosis Aquitaniaeproximis principabatur, missos pacem petentes et dona ferentessuscepit, et remisit.

15 Annales Regni Francorum, MGH, année 799 : Et AzanSarracenus, praefectus Oscae, claves urbis cum aliis donis regimisit, promittens eam se dediturum, si oportunitas eveniret.

16 Annales Regni Francorum, MGH, année 809 : Aureoluscomes, qui in commercio Hispaniae atque Galliae trans Pirineumcontra Oscam et Caesaraugustam residebat, defunctus est; etAmoroz praefectus Caesaraugustae atque Oscae ministerium eiusinvasit et in castellis illius praesidia disposuit missaque adimperatorem legatione sese cum omnibus, quae habebat, indeditionem illi venire velle promisit ; année 810 : AmorozCaesaraugustae praefectus, postquam imperatoris legati ad eumpervenerunt, petiit, ut colloquium fieret inter ipsum et Hispanicilimitis custodes, promittens se in eo colloquio cum suis omnibusin imperatoris dicionem esse venturum. Quod, licet imperator utfieret annuisset, multis intervenientibus causis remansit infectum.

PHILIPPE SÉNAC

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LES SEIGNEURS DE LA MARCHE

CUADERNOS DE MADINAT AL-ZAHRA’

Sur ces faits: SÉNAC 1999 a.

17 AL-cU™R∞ 1965, p. 62 et DE LA GRANJA 1966, pp. 69-70.

18 LACARRA 1945, p. 243 : Asnari Galindones accepit uxordomna Onneca, Garsie Enneconi regis filia, et genuit GalindoAsnari et Garsea Asnari, et domna Sanzia qui fuit uxor regisAtoele mauro.

19 LACARRA 1945, p. 244 : Rege Atoele genuit de domna Sanzia‘Abdelmelik, et Ambroz, et Furtunio, et Muza, et domnaBelazquita. La suite des événements révèle qu’il eut encored’autres fils nommés YaÜyÄ et Lubb.

20 AL-cU™R∞ 1965, p. 68 et DE LA GRANJA 1966, p. 79.

21 AL-cU™R∞ (DE LA GRANJA 1966, pp. 42 et 43).

22 VIGUERA MOLINS 1988, pp. 122-124.

23 Sur cette région: SÉNAC 1991 a.

24 LÉVI-PROVENÇAL, GARCÍA GÓMEZ 1950, p. 57 du textearabe et p. 127 de la traduction espagnole.

25 IBN öAYY®N 1979, p. 468 et IBN öAYY®N 1981, p. 352.

26 À titre de comparaison, le même recueil en signale 43 àTolède, 34 à Saragosse, 14 à Séville et 3 à Mérida.

27 Sur ces personages : FIERRO 1995 ; ÁVILA 2002. Voirégalement, à titre de comparaison, l’étude de X. BALLESTÍN

NAVARRO 1994.

28 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 98.

29 IBN AL-FARA©∞ 1989, p. 37, notice 9. Son père et ses deuxfils, cAbd al-RaÜmÄn et AÜmad, se consacrèrent aussi à desétudes juridiques.

30 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 276. Sur ce personnage : ÁVILA,MOLINA 1995.

31 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 196. Il fut désigné cadi de Huescapar l’émir MuÜammad Ier (852-886) puis par les émirs al-MunÇir (886-888) et cAbd AllÄh (888-912).

32 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 302.

33 IBN AL-FARA©∞ 1989, p. 520, notice 911.

34 IBN AL-FARA©∞ 1989, p. 710, notice 1238.

35 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 213.

36 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 300.

37 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 516.

38 IBN AL-FARA©∞ 1989, p. 68, notice 74.

39 AL-õU¥AN∞ 1992, notices 299 et 306.

40 AL-õU¥AN∞ 1992 notice 270.

41 IBN AL-FARA©∞1989, pp. 860-861, notice 1480.

42 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 447.

43 AL-õU¥AN∞ 1992, notice 300. Un seul juriste, originaire deHuesca, semble avoir pris la cause des Banë Qasà, Sacàd b.YaÜyÄ, qui suivit MuÜammad b. Lubb à Saragosse et Léridaavant de disparaître en 318/930. D’après la notice que luiconsacre al-õuåanà, il dut s’enfuir de Lérida et se réfugier àTortose, zone non contrôlée par les Banë al-¢awàl (AL-õU¥AN∞

1992, notice 448).

44 MOLINA MARTÍNEZ, ÁVILA NAVARRO 1985, p. 100 : « ir aotras ciudades andalusíes… Como resumen podría decirse quedurante el período omeya, hasta la caída del califato, la MarcaSuperior se presenta como una región prácticamente aislada delresto de al-Andalus, aislamiento que sólo se rompe por las

débiles relaciones que mantiene con la capital del Estado,Córdoba ».

45 IBN BA¥KUW®L 1989, notice 1037, p. 698.

46 IBN öAYY®N 2001, pp. 23-24. Voir également VALLVÉ, RUIZ

GIRELA 2003.

47 AL-cU™R∞ 1965, p. 58 et DE LA GRANJA 1966, p. 63 de latraduction espagnole.48 SOUTO LASALA 1995 b.49 ESCO, SÉNAC 1987 ; JUSTE, PALACÍN 1989 ; JUSTE 1992.50 Al-cUÇrà place cette campagne à l’année 290 (902-903) : AL-cU™R∞ 1965, p. 56 et DE LA GRANJA 1966, p. 60.

51 AL-cU™R∞ 1965 p. 66 et DE LA GRANJA 1966, p. 75. IbnöayyÄn place la date de son décès au début du mois dedécembre 913 : IBN öAYY®N 1979, p. 98 et ID. 1981, p. 85.

52 AL-cU™R∞ 1965, p. 67 et DE LA GRANJA 1966 p. 77.

53 SÉNAC 2000 a, pp. 244-246 ; ID. 1991 b ; ID. 1998 a ; ID.1998 b ; et SÉNAC, ESCO SAMPERIZ 1991.

54 SÉNAC 1990.

55 UBIETO ARTETA 1951, doc. n° 130 (1103) : et dono tibi illamturrem de Alcait Almelch qui fuit neptus de Azube, senior deGabarda, cum omnibus suis terminis et suis pertinentiis quodpertinent ad illam supra scriptam turrem.

56 SÉNAC 2006 et ID. 2008 b. Sur le site de Marcén : SÉNAC

1999 b et ID. 2005.

57 En ce qui concerne le site de La Iglesieta, cetteinterprétation coïncide parfaitement avec l’opinion de M.Acién Almansa relative à la notion de turris : ACIÉN

ALMANSA 2005.

58 IBN öAYY®N 1979 pp. 453-454 et IBN öAYY®N 1981, pp. 340-341.

59 Ce grand appareil édifié en carreaux et boutisses, avec ousans bossages, a été parfois désigné sous le nom « aparejo realo califal » : AZUAR RUIZ 1995. De nombreux exemples de cemode constructif figurent dans la vallée de l’Èbre, mais leurdatation demeure souvent floue faute de fouillesarchéologiques et, par suite de leur variété, il serait excessif deles regrouper en un seul et même ensemble. Sur ce systèmeconstructif : CABAÑERO SUBIZA 1988 ; ID. 1991 a ; ID. 1991 b ;ID. 1995 ; EWERT 1971 ; GALTIER MARTÍ 1987 ; GIRALT

BALAGUERO 1986 ; JUSUE SIMONENA 1985 ; CANTOS

CARNICER, GIMÉNEZ FERRERUELA 2004.

60 SOUTO LASALA 1995 b.

61 GARCÍA GÓMEZ 1967, p. 264.

62 De manière très suggestive, l’expansion des Banë al-¢awàl nedépassa guère la région de Huesca et de Barbastro, trèsmomentanément celle de Lérida, et leurs activités guerrièresvers la Catalogne se limitèrent à des raids destinés à réunir dubutin. La tentative menée par MuÜammad al-¢awàl en directionde Tortose se solda par un échec et c’est d’ailleurs au cours decette expédition que le chef musulman trouva la mort.

63 ACIÉN ALMANSA 1994, p. 124 ; on retiendra la formuleemployée par l’auteur : « Aquí también se ha terminado latransición y se implanta la formación social islámica ».

64 D’après le texte de la passion de ces deux saintes, l’épisodeeut lieu du temps du Sarracenorum ‘Abderraman princeps. Ils’agissait de deux jeunes filles nommée Nunilo, la plus grande,et Alodia, qui après la mort de leur père musulman furentélevées par leur mère qui était chrétienne dans leur village

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situé dans la région connue sous le nom de BarbiéÄniya (interritorio Barbutano), près d’Alquézar. Après la mort de leurmère, elles demeurèrent seules dans leur maison en restantfidèles à la religion de leur mère. Un certain õalaf, qualifié deproconsul (quem in lingua caldea amiratem vocant) - sansdoute õalaf b. RÄåid, maître de la région depuis 802 - les

accusa d'apostasie mais elles purent demeurer en liberté. Aprèsune dénonciation faite par un de leurs parents, le gouverneurde Huesca (rex) Zumel les fit incarcérer puis éxécuter. il n'estpas inutile de souligner que le procés se déroula en présenced'un interprète : per interpretem adlocutus est dicens (DURAN

GUDIOL 1987).

PHILIPPE SÉNAC