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AGENDA
SALUDO A LAS(OS) COMPAÑEROS DEL PROGRAMA DE FORMACION COMPLEMENTARIA
HORIZONTE DE SENTIDO
MOMENTOS DE DIALOGICIDAD
- LUIS ALBERTO BECERRA
NUEVOS MAESTROS, NUEVOS
TIEMPOS, RECONFIGURACIÓN
DE NUEVOS SABERES
LUIS ALBERTO BECERRA
“Nuestra realidad no es otra que
nuestra idea de la realidad”
Edgar Morin
ESTAMOS ASISTIENDO A UN
CAMBIO DE ÉPOCA
un tiempo nuevo que nace, tiene
unos fundamentos y unos
procesos en los cuales se produce
una reconfiguración de saberes
Que se dice del maestro investigador
El debate contemporáneo sobre el conocimiento (las
formas de producción, circulación y acumulación de
conocimiento)
Cambio en la Condición del investigador. Tiene que
ver con las profesión del maestro
Especificidad del maestro. La investigación con el
saber pedagógico. Aprovechar la crisis para re-
posicionar el saber pedagógico
La necesidad del saber del maestro. Se requiere con
un saber y unas características del nuevo maestro
Retos del maestro como investigador hoy. Como
asumirse como investigadores
NUEVOS MAESTROS, NUEVOS TIEMPOS, RE-
CONFIGURACIÓN DE NUEVOS SABERES
Esta escuela ha entrado en crisis, porque sus
elementos de organización, su proyecto,
muestra crisis en el conocimiento, las figuras
de Razón, la subjetividad, formas
comunicativas, gestión, la institucionalidad
educativa. Incluso los críticos de los últimos
200 años tienen que reinventar la crítica;
inclusive los marxistas, que descubren que
17 postulados de Marx, no explican la
realidad actual, que no funcionan en su
teoría.
La idea de verdad
y ciencia de los
últimos 400 años
requiere una
ampliación, pero
sobre todo una
redefinición
1. PONER EN DUDA
NUESTRAS CERTEZAS
Se investiga porque la zona
de nuestras incertidumbres
es superior a la de nuestras
certezas. Investigamos
porque tenemos más
preguntas que respuestas.
Por tanto, la investigación
antes que aprender un
método es una cuestión de
actitud y disposición
personal.
2. CONVERTIR NUESTRA
AULA EN LABORATORIO
Cada una de nuestras
actividades cotidianas
puede ser motivo de
investigación. Lo más
habitual y cercano puede
ser digno de una valiosa y
concienzuda pesquisa.
Es urgente, por lo mismo,
desidealizar el hacer
investigativo: ni se trata de
contar con enormes
presupuestos ni de buscar
temas excepcionales.
3. ACOSTUMBRARNOS A
REGISTRAR EVIDENCIAS
Mucho de lo que hacemos
puede ser utilizado en una
investigación si tenemos la
precaución de convertirlo
en registro. Contar con
tales “archivos” es
fundamental para provocar,
reconstruir o validar una
investigación.
Recordemos que lo que
hacemos en el aula es
importante. Vale la pena
convertirlo en registro.
4. RECONSTRUIR LO QUE
HACEMOS A PARTIR DE
LA MEDIACIÓN ESCRITA
Cómo es de importante,
para que una investigación
se desarrolle, el contar con
el hábito de la escritura.
Acostumbrarnos a emplear
esta herramienta cognitiva
capaz de darnos la
distancia suficiente para
comprender y reflexionar lo
que hacemos.
La escritura objetiva
nuestro yo y nuestro hacer.
5. CONFRONTARSE Y
ATREVERSE A PUBLICAR
La investigación demanda
salir de nuestro
“encerramiento” para
ponernos frente a otros.
Publicar es una manera de
lograr tal cometido. Los
resultados de lo que
hacemos necesita ser
conocido y confrontado por
nuestros pares.
Participar en eventos o
redes hace parte de asumir
el rol de investigador.
6. DARLE UN VALOR
POSITIVO AL ERROR
Las fallas en la docencia o
los errores son un terreno
propicio para adelantar
investigaciones. Dada la
variedad y particularidad
del oficio de educar
aquello que no resulta es
tan importante como lo
exitoso.
Advirtamos que un objetivo
clave del investigar es el
de mejorar y cualificar
nuestra profesión.
7. SEGUIRLE LA PISTA A
UN PROBLEMA
Más que tareas episódicas,
o eventuales ejercicios de
clase, el investigar nos
convoca a mantener en
alto (por un buen tiempo)
una pregunta, un problema.
Hay que tratar de persistir
en una inquietud hasta
lograr profundizar en ella.
Esto debe llevarnos a optar
sobre cuáles son, en
verdad, nuestros “nichos-
problema” de interés.
8. APROPIARSE DE UN
MÉTODO
El método orienta la acción
del investigador; garantiza
que las actividades no se
diseminen o se malogren
los resultados. Además,
sistematiza y valida el
proceso investigativo. El
método incluye unas
técnicas para recolectar y
analizar la información.
Sin embargo, acordémonos
de que es el problema el
que determina el método.
9. ORIENTAR LA
DOCENCIA DESDE
NUESTROS PROYECTOS
DE INVESTIGACIÓN
Para hacer rentables el
tiempo y los esfuerzos con
que contamos, debemos
vincular el trabajo docente
con las preguntas que
vertebran nuestro actuar
investigativo.
Más que “dictar clases”,
hay que “problematizar” el
aula; convertir el salón en
un escenario estratégico.
10. CONTRASTAR
NUESTRAS PRÁCTICAS
CON TEORÍAS
Un investigador necesita,
de manera permanente,
contrastar lo que hace con
fuentes documentales o
referentes teóricos. Sin
esa “aduana conceptual”
sus pesquisas se quedarán
en la mera descripción o el
recuento de experiencias.
Las fuentes teóricas
enriquecen y potencian el
quehacer investigativo.
Humberto Maturana dice: “la mayoría de los
científicos no están conscientes de las
implicaciones epistemológicas y ontológicas de lo
que hacen porque para ellos ciencia es un
dominio de praxis y no un dominio de reflexiones.
Algo muy similar sucede con los filósofos, que
piensan lo contrario”.