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M I C H E L E N A

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Reservados todos los derechos. Está prohibido, bajo las sanciones penales y resarcimien-tos civil previstos en las leyes, reproducir, registrar o transmitir esta publicación, íntegra oparcialmente por cualquier sistema de recuperación y por cualquier medio, sea mecánico,electrónico, magnético, por fotocopia o por cualquier otro sin la autorización previa por escri-to de Michelena artes gráficas S.L. y del autor.

A las ocho en el reloj — [1.ª ed.]. — Donostia - San Sebastián :Michelena, 2008. — (Mono-gráficas Michelena ; n. 16). — 218 p. : il. ; 21 cm.

MONOGRÁFICAS MICHELENA, 16

1ª Edición 2008

CATALOGACIÓN EN PUBLICACIÓN

Depósito Legal: SS. 1483-2008

© para la presente edición: Michelena artes gráficas© de sus colecciones, los autores

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a las ocho en el reloj

introducción - 9 Gontzal Largo

historia del reloj - 13a través de la colección de

Alberto Echeverría

galería de relojes donostiarras - 167

tecnikronos - 209

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Iazko monografikoan, bere hedadura handiazela eta, ezin izan genuen AlbertoEcheverriaren erloju-bildumaren lanaren etadokumentu grafikoaren berri jaso.Horrenbestez, atsegin handiz aurten egingodugu, bere bilduma erakutsiko digu, eta erlo-jugintzaren mundu liluragarrira sartuko.

Lan honekin batera, sarrera-hitzaurre batgehitu dugu Gontzal Largo kazetari eta disei-nugile grafikoak guk eskatuta idatzia(Gontzalek DVrekin lan egiten du igandeetanargitaratutako “San Sebastián inédito” orrian).

Beste kapitulu batean, berriz, gure hirian ditu-gun erloju gehienen argazkiak erakusten ditu-gu, Michelena inprimategiko, Kutxa-ko etaTecnikronos-eko artxibotik hartutakoak.Azkeneko hau, besteak beste, udal erlojuenmantentze-lanetan aritzen da. AntonioGarciak,Tecnikronoseko zuzendari teknikoak,1980ko bere enpresaren katalogo bat esku-ratu digu, horri guztiari buruzko argazkiak etainformazioarekin.

Gipuzkoa plazako kanoiaren argibidea, SanTelmo museoari zor diogu.

Haiei guztiei argitalpen honetarako emanda-ko laguntza eskertzen diegu.

En el monográfico del año pasado por sugran extensión no pudimos dar cuenta del tra-bajo y documento gráfico de la colección derelojes de Alberto Echeverría. Ello nos ha obli-gado gratamente a hacerlo realidad este año,dándonos a conocer su colección e iniciándonosen el asombroso mundo de la relojería.

Junto a este trabajo nos satisface añadir unaintroducción-prólogo que nos ha escrito paraeste libro Gontzal Largo, periodista y diseñadorgráfico, que colabora en el DV con la páginapublicada los domingos “San Sebastián inédito”.

En otro capítulo reproducimos las fotografíasde la gran mayoría de los relojes que tenemosen nuestra ciudad y que pertenecen al archi-vo de Michelena a.g., Kutxa y Tecnikronos. Estaúltima, entre otros muchos trabajos, se dedicaa la conservación de los relojes municipales.Antonio García, director técnico de Tecnikronos,nos ha proporcionado un catálogo de suempresa del año 1980, con fotos e informa-ción sobre todo ello.

La información del cañón de la Plaza deGipuzkoa se la debemos al Museo San Telmo.

A todos ellos, agradecemos la colaboraciónprestada para esta publicación.

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Agujas que esconden historias

Por Gontzal Largo

Hubo una época, no demasiado lejana, en la que para conocer la hora había que alzar lavista al cielo. Luego, con suerte, se atisbaba el campanario de una iglesia, la fachada de algún ayun-tamiento o el pórtico de una estación de ferrocarril y ahí, indolente y preciso, un reloj susurra-ba horas, minutos y segundos. Hubo una época en la que el tiempo no viajaba anudado en lasmuñecas de las personas, en la que los teléfonos móviles eran una fantasía futurista y conocer lahora dependía, casi exclusivamente, de la generosidad de aquellos estamentos que vestían susedificios con un reloj. Los años han pasado y conocer la hora es, hoy en día, una necesidad a laque todo, o casi todo, el mundo tiene fácil acceso.

No siempre ha sido así.Tiempo atrás, cuando no existían los relojes de bolsillo o de pul-sera, los medidores de tiempo públicos eran referencias básicas en la vida de ciudades y pueblos:una única máquina –estratégicamente situada en una torre o una fachada– era capaz de guiar lasvidas y los ritmos de toda una comunidad. Cuando los relojes personales se popularizaron, lahora se democratizó pero seguían persistiendo ciertos problemas: había que darles cuerda yponerlos en hora, siempre con la ayuda de un medidor “oficial” ya estuviera en una iglesia, o enla carta de ajuste de la televisión. Los siglos pasan y los relojes públicos, aunque desprovistos deaquella importancia vital, permanecen en los lugares desde donde, antaño, gobernaron las vidasde nuestros antepasados. Su función actual es otra, no tan dinámica, no tan esencial pero, sim-bólicamente, igual de poderosa.

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Uno de los más famosos medidores de tiempo de San Sebastián es invisible, no puedeverse, pero sí oírse. Se encuentra en la confluencia de las calles Andia y Garibay y, desde hace casi100 años, anuncia a donostiarras y foráneos la llegada del mediodía. Pertenece a la RelojeríaInternacional y es reconocible por su estruendosa sirena que, puntualmente a las 12 horas, inun-da el centro de la ciudad de decibelios. El discreto reloj se encuentra en el interior de la tienda,pero el artilugio que hace posible el bramido fabril –de hecho, se trata de una alarma industrial,utilizada hace décadas para anunciar los cambios de turno– se ubica en la azotea del inmuebledel número 2 de la calle Andia. La idea original fue del periódico El Pueblo Vasco que creó el recla-mo publicitario a principios del siglo XX con la cortés intención de que todos los donostiarrasse sirvieran de éste para poner en hora sus relojes. En la década de los años treinta, la RelojeríaInternacional tomó el relevo –y la sirena– perviviendo la tradición hasta nuestros días y convir-tiendo este ruido semejante a un toque de queda bélico en un icono sonoro de San Sebastián.

A escasos metros de allí, en una de las principales arterias de la capital guipuzcoana, elBoulevard, se levanta un reloj de formas clásicas y una base de recia fundición. A pesar de su fiso-nomía, no hay que llamarse a engaño: la máquina es tan reciente como la remodelación de la víasobre la que se asienta, del año 1999. Sustituye al que fue mítico “reloj del Bule”, lugar de encuen-tro para toda una generación de donostiarras que se encontraba adosado en uno de los muroscalizos en los que desemboca la calle San Jerónimo. Ni era bello, ni pretendía serlo, sino que nacióen una época, los años sesenta, en la que funcionalidad y modernidad iban de la mano. El reloj delBule era muy poco agraciado: un pantallón automático de grandes números que algunos compa-raban maliciosamente con los marcadores de los espacios deportivos, como si la hora en ese rin-cón de San Sebastián fuera un lento tanteo. La razón de ser de este prodigio que acabó convir-tiéndose en el epicentro de un millón de citas –entre amigos, entre novios, entre amantes…–eran las paradas de autobuses que se amontonaban a unos pocos metros. Fue instalado por lapropia Compañía del Tranvía de San Sebastián para que usuarios y conductores tuvieran conoci-miento del momento en el que vivían y los autobuses partían. En las puertas del siglo XXI, elBoulevard cambió de vestimenta, los carriles de tráfico se desplazaron unos metros hacia elEnsanche Cortázar y el reloj automático perdió la utilidad y, en consecuencia, el indulto que leimpedía morir. En 1999 fue retirado y sustituido por, paradojas de la vida, uno de esfera y agujassituado junto al kiosco de la música.

La geografía de San Sebastián, como la de cualquier otra capital, se puede estructurar entorno a estas complejas máquinas que vigilan los entresijos del tiempo. En la Bella Easo hay relo-jes de altos vuelos como el del Buen Pastor o el de la basílica de Santa María, aupado éste sobre

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la estatua de San Sebastián más siniestra de la ciudad; relojes adosados a vetustos edificios góti-cos como el de la iglesia de San Vicente; relojes ligados al principal emblema de la ciudad, en losmonolitos del Paseo de La Concha; relojes que daban –y siguen dando- la bienvenida a aquellosque llegaban desde Francia, como el de Ategorrieta, o relojes que, parece, nunca funcionancorrectamente como las ajardinadas agujas de la plaza de Gipuzkoa, que algunos halcones noc-turnos gustan de poner en horas imposibles.

El tiempo es, junto al amor, el único bien que ni tiene precio, ni puede comprarse, de ahíque no haya plaza mayor, ayuntamiento o iglesia en nuestro territorio histórico carente de unmoderno medidor de tiempo. Incluso, mucho antes de que la tecnología mecánica asomara porel horizonte, la dictadura de las horas se ejercía a través de relojes de sol. Su dinámica es senci-lla, aplastante y tan exacta como la rutina del astro rey, aunque le afecten los días nublados, tanhabituales en estas coordenadas cantábricas.Así, hallamos relojes solares en el ayuntamiento deRentería; en la Erloju Etxe de la calle Euskal Herria de Ibarra; en la iglesia de Nuestra Señora dela Asunción en Segura; en el templo homónimo en Baliarrain; en la de San Lorenzo de Ikaztegieta;en la puerta monumental de Santa María, de Hondarribia; en la iglesia de San Andrés de Eibar oen la Torre de Alzola de Elgoibar.Todos ellos, por supuesto, siguen funcionando para ojos de aque-llos románticos que les prestan atención.

Y luego, claro, hay relojes con historia, con mucha historia. En Eibar, el del Ayuntamientofue parte implicada en uno de los hechos más importantes acaecidos en la biografía modernade la villa: la localidad armera fue la primera de España en izar la bandera de la República el 14de abril de 1931. Ocurrió pocos minutos antes de las ocho de la mañana. En las horas previas,varios camioneros que realizaban rutas entre Madrid y el País Vasco habían confirmado losrumores que se venían sucediendo: la II República era una realidad palpable que había que ofi-cializar.Así, sindicalistas y políticos se pusieron en marcha para que, poco antes del amanecer,la plaza del Ayuntamiento rebosara de eibarreses ávidos de la esperada proclamación. Ésta tuvolugar frente al Ayuntamiento de traza neoclásica, decorado en su frontón por un reloj de esfe-ra que se convertiría en testigo mudo de este hecho histórico: a las 7.45 horas, se izó la ense-ña republicana para gloria de muchos y temor de unos pocos: para algunos, los acontecimien-tos se habían desarrollado con demasiada precipitación y prestancia, como así se desmostró:hubieron de pasar casi seis horas más para que Francesc Maciá en la otra punta del país, en eledificio de la Diputación de Barcelona, hiciera las veces con el trapo rojo, amarillo y morado.Eibar había sido vanguardia del movimiento republicano. El reloj de su Ayuntamiento podía darfe de ello.

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historia del reloja través de la colección de

Alberto Echeverría

Donostia, 2008

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Prólogo ..................................................................................... 17

I. De las sombras al calendario gregoriano .................. 19

II. Antecedentes del reloj mecánico ................................. 23

III. Los primeros relojes mecánicos .................................... 29

IV. Los escapes .......................................................................... 33

V. La esfera ................................................................................. 43

VI. El reloj gótico ......................................................................... 51

VII. Relojes del Renacimiento ................................................. 63

VIII. Galileo y Huygens ............................................................... 71

IX. Relojería del siglo XVII ........................................................ 77

X. Relojería del siglo XVIII ...................................................... 93

XI. Relojería del siglo XIX ........................................................ 125

XII. Relojes del siglo XX (documento fotográfico) .......... 147

XIII. Maquinaria y herramienta utilizada en relojería ....... 151

XIV. Anexos ..................................................................................... 155

XV. Bibliografía ............................................................................. 165

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“Llevo cuarenta años coleccionando relojes...”.

Entre los objetos guardados de recuerdo en casa de mispadres, existía dentro de su estuche un reloj marca Longinesde doble tapa en plata, perteneciente a mi abuelo. En un prin-cipio, me conformaba con oir el tic-tac del reloj que me parecíacosa de brujos. Llegó un día en que por mi atrevimiento o curio-sidad opté por abrir la tapa trasera y me encontré con unmundo fascinante de ruedas y engranajes que a mis siete añosme impresionaron gratamente.

Ya casado, un día de viaje por La Guardia, frontera con Portugalencontré a las 9 de la noche una relojería abierta, instintivamen-te paré el coche, entré, eché un vistazo y adquirí un par de relo-jes “viejos” cuyo coste fue de 50 pesetas. Esto ocurría en el año1969, a partir de esta fecha aprovecho cualquier oportunidadpara seguir en contacto con este mundo tan fascinante comoes la relojería.

He reunido la colección llevando a rajatabla tres condicionesque a mi entender son básicas:

1. La pieza que vas a adquirir te tiene que satisfacer mucho.

2. Su precio ha de ser razonable. Hay bibliografías para iradquiriendo sentido del valor de los relojes, y por otra partehay subastas que marcan el precio de los mismos.

3. El día que te encuentras con esa pieza que te gusta y quetiene un precio razonable... debes tener la disposición ade-cuada para animarte a comprarla.

Pese a esto, debo confesar que no siempre he cumplido con eltercer punto, y de hecho, aún hoy me arrepiento de algunaspiezas que tuve a mi alcance y no las adquirí.

Mi amigo José Luis Michelena me animó a preparar un catálo-go de mis relojes para la colección “Monográficas Michelena”del año pasado. La idea me sedujo, pero como el tema seextendía he querido aprovechar la ocasión para ir un poco másallá de la simple enumeración de piezas y confeccionar un librodidáctico que sirva de orientación a los no iniciados en estetema.

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Para ello, me ha fijado tres puntos como objetivos de esta labor.

1º. Describir los principios mecánicos por los que se rige unreloj.

2º. Que el lector, a la vista de un reloj, pueda apreciar su valorde ejecución, tanto mecánico como estético.

3º. Y, por último, he pretendido fijar algunos parámetros oseñales, para poder situar el reloj en su época o próxima aella.

El mundo del reloj es apasionante. Me daría por satisfe-cho con que solamente una persona, tras la lectura de estaspáginas, sintiera despertar su interés por el tema.

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Medir el tiempo es una actividad que nace con elhombre racional. Una medición que se ha ido perfec-cionando mediante la observación primero y con lacreación de instrumentos cada vez más exactos alcompás de los descubrimientos y de la evolución quese produce alrededor del reloj y sus elementos.

Jamás conoceremos el nombre del primer humano, talvez en el neolítico, que se dio cuenta de que la som-bra proyectada por un árbol o un objeto vertical sobreuna superficie horizontal variaba en función de la altu-ra del sol. Hasta ese momento, la noción que el hom-bre había tenido sobre el tiempo, era la naturaleza.

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Un período de iluminación por el sol, un tiempodominado por la oscuridad con su luna en el firma-mento, y la sucesión de las distintas estaciones.Durante el día el único péndulo que existía era laaltura del sol, y el ritmo biológico del cuerpo huma-no regulaba las actividades diarias: el hambre, elsueño, la sed. Si bien es cierto que durante la nochese detenía toda actividad, siempre hubo curiososentre nuestros antepasados que idearon instrumen-tos para medir el tiempo también en la oscuridad.

Pasaron miles de años hasta que nuestros antepasa-dos conocieron o dieron sentido al meridiano. Yhemos tenido que esperar otros cientos de años máspara que astrónomos y matemáticos, observando elcielo nocturno, cimentaran las bases de las cienciasde los tiempos, tratando de reproducir y prever losmovimientos de la maravillosa construcción delUniverso.

El primer gran “instrumento” inventado por el hombrepara medir el tiempo fue el calendario: los minutos,las horas, no son sino una parte de la división deldía, semana, mes y año. Pero ¿cómo nació el calen-dario que utilizamos en casi todo el mundo?

Fueron probablemente los babilonios en el tercermilenio a. C. quienes llegaron a la conclusión de queel año estaba compuesto por doce meses lunares de20 y 30 días alternativamente. Las cuatro fases luna-res dieron probablemente origen a la división ensemanas. Pero al final del año faltaban once días con

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respecto al año solar, cuya medida se realizabasobre la duración de la revolución aparente del solalrededor de nuestro planeta. No había concordan-cia entre lo previsto y lo que realmente ocurría conlas estaciones y otros fenómenos astronómicos.

Este desfase lo corrigieron los egipcios con uncalendario de 12 meses de 30 días al que añadíancinco días más. Esto correspondía a un año de 365días faltando 5 horas, 40 minutos y 46 segundosaproximadamente para que coincidiese con el tiem-po de la revolución de la Tierra alrededor del sol.Cuando se fundó Roma, los astrónomos egipciosreformaron nuevamente el calendario anual que apartir de entonces sería de diez meses, seis de 30días y cuatro de 31. Sólo con Numa Pompilio, segun-do rey de Roma (715-672 ó 676 a.C.), se incremen-taron a 12 los meses del año con la suma de otrosdos de 30 y 28 días respectivamente. Julio Césarpromulgó su calendario, por él llamado juliano, quese basaba en el último egipcio, con un día bisiestocada cuatro años.

Debido a la falta de coincidencia del calendario julia-no con el sideral, el papa Gregorio XIII decidió quesolamente serían bisiestos los años divisibles porcuatro, excepto el último de cada siglo salvo que seadivisible por 400. El año 1600 y 2000 fueron bisies-tos, el año 2100 (múltiplo de 4 pero no de 400) noserá bisiesto como tampoco lo serán el 2200 ni el2300, y sí en cambio el 2400.

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Así se llega al calendario gregoriano, dictado en1582, que actualmente rige y armoniza el tiempo delas fiestas civiles y religiosas con el orden temporalastronómico. Un calendario que estima la duraciónde un año en 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12segundos.

El jesuita alemán Christopher Clavius, fue uno delos miembros más destacados de la Comisión delcalendario gregoriano.

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Antes de la utilización de los relojes mecánicos comomáquinas de medir el tiempo, se utilizaron otro tipode aparatos a los que también llamamos relojescomo son los de arena, de sol, de agua o clepsidras,relojes de fuego, relojes de aceite, etc.

Los relojes de sol fueron los más utilizados, pero lógi-camente su funcionamiento está condicionado por lanaturaleza. El principio que se aplica es: que la pro-longación de la sombra que produce un objeto nosda la idea de la altura del sol.

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Reloj de arena contemporáneo,aunque en principio es igual a losantiguos. De éstos existían tam-bién con tres o cuatro ampollas.(Colecc. autor.)

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Existe en el sur de Inglaterra un conjunto construido20 siglos antes de nuestra era, en la Edad deBronce, compuesto de una serie de anillos concén-tricos de piedra. Este conjunto era a su vez un obser-vatorio astronómico y un instrumento para medir eltiempo. Está construido de forma que la puesta y lasalida del sol y de la luna en relación a referenciasrepresentadas por algunas piedras dan indicacionesastronómicas exactas, tales como el solsticio y elequinoccio.

Vista aérea de Stonehenge en el sur de Inglaterra.Conjunto que se remonta a la edad de bronce.Bloques de piedra que servían para la medición deltiempo y coincidían en puntos tan importantescomo los equinoccios y los solsticios. (“LesCollections. Horlogerie”, Celiv)

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También mediante el reloj solar, los egipcios calcula-ban el tiempo levantando un obelisco alrededor delcual se fijaban puntos que informaban de la horasolar en función de la longitud de la sombra. A estemismo patrón responde el obelisco de la plaza SanPedro de Roma, de más de 25 metros de altura, colo-cado por orden del Papa Sixto V a finales del sigloXVI y desmontado seguidamente por su inseguridad.

Desde la antigüedad egipcia, se utilizaron “clepsi-dras” o relojes de agua cuya utilidad era especial-mente apreciada por las noches, cuando el reloj de

Conjunto de relojes de sol, reproducciones moder-nas de relojes antiguos excepto el superior de laderecha que es antiguo. Es un reloj de sol horizon-tal que marca la latitud de diferentes capitales,París, Moscú, Argel, Nueva York y Filadelfia. Esde latón plateado. (Colecc. autor)

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sol no servía. Fue famosa la Torre-Reloj de Su Sungconstruida el año 1090 para el palacio de Kaifeng(República Popular China) y que fue destruida.Como particularidad, este reloj de agua lleva unarueda de escape, cosa de la que carecen normal-mente las clepsidras. Dicha rueda fue inventada porel monje budista L’hsing.

Curioso reloj de sol con la base de mármol del año1897. Lleva incorporado un cañón que una vez car-gado y puesta la mecha se dispara a las 12 delmediodía. Había uno igual en la plaza de Guipúzcoade San Sebastián. (Colecc. autor)

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Reloj solar de campaña en su estuche original.Utilizado por los militares a mediados del sigloXX. Dispone de dos niveles de burbuja y dos pati-tas de nivelación. (Colecc. autor)

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Reloj de sol vertical del siglo XII, orientado alsur, situado en la catedral de Chartres (Francia).Está sostenido por un ángel. (“Les Collections.Horlogerie”, Celiv)

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En todo reloj mecánico podemos diferenciar dos par-tes o mecanismos: el mecanismo motriz, cuya funciónes poner en movimiento todas las partes del reloj y elmecanismo regulador, que hace que el reloj mecáni-co funcione de una manera acompasada y regular.

El escape es el mecanismo de encuentro de laparte motriz (tren de energía) y la parte de regula-ción (tren de regulación). Este mecanismo constacomo mínimo de dos piezas que van entrelazadas:una sujeta al tren de energía y la otra unida al trende regulación.

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Esquema del mecanismo de remontede un reloj de pesas. A medida queanda el reloj impulsado por la pesa,la cuerda se va desenrollando delcilindro; cuando acaba, hay que vol-ver a remontar o dar cuerda girandola manivela en sentido contrario.(“Montres et Horloges”, Gründ)

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El escape ha sido el elemento más estudiado y moti-vo de preocupación de los relojeros entre los siglosXVI y XVIII.

En los primeros relojes que se construyeron, la fuer-za motriz estaba constituida por un peso, sujeto nor-malmente al extremo de una cuerda, una cadena o aun hilo metálico y enrollados sobre un cilindro. Amedida que el mecanismo iba transmitiendo su ener-gía, la cuerda se iba desenrollando poco a poco.Cuando lo hacía completamente, era necesario pro-ceder a lo que llamamos remontar o dar cuerda. Estafuente de energía tenía sus ventajas ya que durantetodo el tiempo que actuaba la pesa como fuente deenergía, el par motor es constante. El inconvenienteera de que si se quisiera aumentar el tiempo de mar-cha del reloj habría que aumentar el recorrido de lapesa con el consecuente aumento de espacio.

En el siglo XV se inventó un nuevo mecanismo que sus-tituía el peso por un muelle situado dentro de un cilin-dro y sujeto a la parte externa del mismo por un lado yal eje del cilindro por otro, este eje era independiente.Esto permitió construir relojes de menor tamaño, dadoque ya no necesitaban tener tanta altura como losanteriores y su aplicación no se hizo esperar.

Este sistema si bien reducía el tamaño del reloj, pre-sentaba un gran inconveniente: la energía que setransmitía no era regular, el par motor deja de serconstante a diferencia del sistema de pesas enrolla-das a un cilindro. Para subsanar este inconveniente,se ideó el sistema cubo-caracol, consistente en com-

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binar un cilindro con una rueda caracol, este sistemase utilizó hasta finales del siglo XIX en Inglaterra,Francia, Italia y Holanda. Por su parte, en Alemaniase ideó el sistema Stackfreed, que se empleó hastamediados del siglo XVII. Consistía en poner un frenovariable al cubo, lo que hacía que la fuerza del cara-col se mantuviese constante.

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Parte superior:Esquema “cubo-caracol” con cadena. El cubo estádotado de un muelle que es el que le da la fuerza,el caracol es la rueda con diámetros diferentes.

Parte inferior:Dibujo del “Stackfreed” en el que se ve un engra-ne solidario a una excéntrica sobre la que actúa unmuelle en cuyo extremo va colocada una rueda.(“Montres et Horloges”, Gründ)

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Como ya hemos indicado, el escape es el mecanis-mo que relaciona el tren de energía con el tren deregulación. Su perfeccionamiento ha sido un desve-lo constante en el arte de la relojería en la medidaque, sólo logrando que la energía que transmite laparte motriz no perturbe al mecanismo de regula-ción, así se consigue que el sistema sea lo másconstante posible, independientemente de la cuer-da o del posicionamiento del reloj. En suma, es unacondición necesaria para alcanzar la exactitud cro-nométrica.

Está claro que si el mecanismo del regulador funcio-nara sin rozamiento éste no absorbería energía algu-na y, en tal caso, no necesitaríamos la parte delmecanismo destinado a suministrarla y sólo la partede regulación sería la máquina de medir el tiempo.

En el transcurso del tiempo se han buscado diferentessoluciones para que la perturbación de la parte motrizinterfiera mínimamente en la parte de la regulación.

La transmisión entre la parte de energía y la de regu-lación se realiza por un sistema encargado de tras-mitir la energía al sistema de regulación. La rueda deescape tiene como fin dejar escapar periódicamenteuna parte de la energía que la transmite al sistemade regulación para que no se pare.

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ESCAPE DE PALETAS CON REGULADOR FOLIOT

Primer escape que se conoce en los relojes mecá-nicos.

Funcionamiento:

Es un eje suspendido por un muelle de forma quehace un movimiento de vaivén. La amplitud de estemovimiento viene dado por un regulador de Foliot.Eje rematado en cruz sobre el que cuelgan dos

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Esquema de un escape de paletas.

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pesas. Estas pesas se pueden desplazar de formaque podamos imcrementar o disminuir el momentode inercia. El escape consiste en dos paletas unidasal eje central y desfasada una de otra 90º. Las pale-tas se apoyan o sueltan los dientes de una ruedadentada en el plano vertical, llamada rueda deencuentro y en este caso especial se la conocecomo rueda catalina.

En el movimiento de vaivén del eje donde van colo-cadas las paletas se encuentran con los dientes dela rueda catalina que la retiene e incluso en estecaso la hacen retroceder soltándose, a continuaciónla paleta de la rueda para que dicha rueda engranecon la paleta a 90º y así el movimiento es alternativoy continuo.

En el dibujo se ve como actúan las paletas sobre larueda catalina o rueda de escape.

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Esquema donde se refleja los dos sistemas, A laizda. se ve como las paletas se encajan en la rueda,a la dcha. rueda dentada que encaja con el áncora.(Sistema Willian Clement)

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La exactitud que se consigue con el escape de pale-tas era de unos veinte minutos diarios. Así entende-mos porqué los primeros relojes tenían una solaaguja, ya que era suficiente para la exactitud que seconseguía.

Fue William Clement (1671), londinense, quien implan-tó un escape diferente llamado escape de áncora. Laamplitud del movimiento tiene un ángulo muy inferioral del escape de paleta con ello se consigue mayorexactitud y requiere menor espacio para el péndulo.

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Detalle del escape libre de Harrinson.

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Todos los tipos de escape por su acción sobre larueda de encuentro los podemos dividir en:

Escape de retroceso: Son aquellos en que el esca-pe no solamente para la rueda de encuentro aintervalos regulares, sino que además le imprimeun movimiento de retroceso. A éstos pertenecen elescape de paletas y el de áncora, que fueron losprimeros que se utilizaron.

Escape de reposo: Durante el tiempo de parada dela rueda de encuentro el escape permanece en con-tacto con la misma, pero no produce retroceso. Conello se mejora la exactitud del reloj. A este tipo per-tenece el inventado por George Graham (1675-1751).

Escapes libres: En estos solamente entran en con-tacto la rueda de encuentro y la áncora en elmomento de la impulsión, permaneciendo libre elresto del movimiento. En 1748 Pierre Le Roy, fuequien presentó el primero en la Academia deCiencias de París, incorporado a un cronómetronaval. El escape libre de ancla perfeccionado porThomas Mudge fue el que se aplicó sobre todo en larelojería portátil.

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TIPOS DE ESCAPES MÁS UTILIZADOS EN RELOJERÍA

Escape de áncora en reposo Graham: Inventado porGraham en Inglaterra a principios del XVIII. Constade una rueda dentada radialmente, y el áncora essemicircular.

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Esquema de algunos tipos de escapes.

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Con la mayor exactitud de los relojes de esta época,se añade la aguja minutera y también se incorpora elpéndulo real cuya longitud es de 1 metro y baten ensegundos. (Pág. 38, fig. 3 y 4).

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Esquema de algunos tipos de escapes.

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Escape de agujas: La rueda de encuentro es normaly en una de sus caras van remachadas una serie deagujas. En un proceso completo del péndulo avanzandos agujas. (Pág. 39, fig. 4)

Escape de cilindro: Atribuido a Graham, muy utiliza-do en relojes de bolsillo y pulsera. El escape es unsemicilindro hueco que deja pasar las puntas de larueda de encuentro. (Pág. 38, fig. 2 y pág. 41. dibu-jo inferior).

Escape de áncora de la Selva Negra: Región situadaal sureste de Alemania, en ella se desarrolló un relojconocido con el nombre de Selva Negra. Eran relo-jes populares en los que se utilizaban preferente-mente la madera, eran de pared y los pesos solían irsujetos con cadenas. A este tipo de relojes pertene-cen los famosos “cucos”, en que a las horas y a lasmedias se abre una portezuela y sale un cuco emi-tiendo un sonido producido por unos fuelles que lle-van en su interior.

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Escape de áncora de la Selva Negra.

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Dibujo superior: detalle de un escape libre deáncora. Se ve como en los extremos del áncora hayinsertadas unas piedras duras.

Dibujo inferior: detalle de un escape de cilindro.La parte cilíndrica es un semicírculo hueco en elque encaja la pestaña de la rueda de escape.

Escape de Arnold (Francia): Se utilizaban en los apa-ratos fabricados para la marina, por su exactitud.(Pág, 42 dibujo superior).

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Escape de cronómetro Arnold (Francia). Empleadoen aparatos para la marina por su exactitud.

Detalle del escape libre de Thomas Mudge.

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Reloj de sobremesa francés LuisXVI. Año 1720 (París). Esferadorada con los números insertadosen cartuchos esmaltados. Adornocon figura mitológica, clásicoLuis XVI. (Colecc. autor)

V.la

esf

era Podemos indicar que la parte del reloj en la que

queda constancia del tiempo medido es la esfera.Las primeras giraban alrededor de una aguja fija,cosa que con el tiempo la esfera se hace fija y sonlas agujas las que giran sobre ella.

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La esfera es la enseña artística y definitoria del gustode cada época y que por ello nos puede ayudar afechar el origen de una pieza. Haremos un rápidorecorrido para ver cómo ha ido evolucionando.

Las esferas de los primitivos relojes mecánicos teníanuna forma característica: se trataba de un disco blan-co girando alrededor de una aguja fija. Doce trazosdividían el día en horas, horas señaladas en númerosromanos que se colocaban en el centro. Las cifras

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Relojes del Renacimiento. Finales del siglo XV,primeros del XVI. En el reloj vertical se aprecia laconfusión de la decoración con la esfera. En elhorizontal, la esfera está oculta bajo la campana.Foto reproducida del libro “Mesures du temps et del’espace. Horloges, montres et instrumentsanciens”. (Bibliothèque des Arts. París)

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dibujadas en gótico alemán, aparecen sobre todo enrelojes populares del norte de Suiza y la Selva Negra,así como en relojes monumentales. Este esquema deesfera lo encontramos abundantemente representadoen libros y miniaturas de la época.

En el Renacimiento la esfera se confundía con laornamentación de la caja de metal. Se distinguía delresto porque llevaba una decoración diferente. En lasegunda mitad del siglo XVI la esfera se decorabacon pinturas.

A veces, la esfera se construía en estaño con núme-ros romanos clásicos. Este estilo duró hasta finalesdel barroco. En los relojes pequeños las cifras seindicaban con guarismos árabes. En el reinado deLuis XIV de Francia (segunda mitad del siglo XVII ycomienzos del XVIII) la decoración del reloj es bási-ca pero la esfera, ricamente adornada, se convierteen un elemento importante. Confeccionada en latóndorado, se insertaban cartuchos esmaltados en losque se pintaban en azul o negro las horas en cifrasromanas.

Ya en esta época se daba una buena conjugaciónentre la esfera, el adorno situado en la parte inferiorde la esfera, la lenteja del péndulo y las agujas(éstas en latón dorado y caladas). Debajo de la esfe-ra aparecen (en latón dorado), figuras mitológicas. Eldiseñador de estos relojes fue el francés BalthazarMartinot, un relojero cuyas producciones se encuen-tran en abundancia.

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Con el estilo rococó evoluciona la esfera. Como unavance para una mejor lectura del reloj, desapare-cen los cartuchos y la esfera ocupa una superficieesmaltada blanca sobre la que aparecen los núme-ros romanos. La simplicidad de la esfera permite la

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Reloj “Religioso” Reloj C. Helot Amsterdan, hacia1685, estuvo también en la Place Dauphine deParís. La estera está construida en estaño.(Colecc. autor)

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firma del autor sobre la misma. Este tipo de esfera seutilizará hasta el Neoclásico (desde finales del sigloXVIII hasta la primera mitad del XIX). En este mismotiempo, los números árabes aparecen en los relojesde tipo Esqueleto (relojes en que se ve la maquinariaa través de la esfera).

En la época de Luis XVI de Francia (segunda mitaddel XVIII), los pintores Jean Coteau y Etienne Gobindecoraban las esferas con signos del zodiaco y en laépoca del Directorio (último lustro del XVIII) con guir-naldas al pie de cada cifra. Ya durante el Imperionapoleónico (1804-1814) la esfera se vuelve sencilla,dorada en su centro, y vuelven los números romanos.Tampoco es raro ver esferas situadas sobre figuras,como por ejemplo carros.

En el siglo XIX las esferas de los relojes corrientesson, generalmente, esmaltadas en blanco con núme-ros romanos. Sólo los relojes importantes presentanprofusas decoraciones. La característica de lasegunda mitad del XIX en los relojes de caja alta(relojes de mueble alto) es que sus esferas son cua-dradas o rectangulares como en la época medieval,con una decoración “naif” de flores, personajes opaisajes.

Por fin, en el siglo XX con el Art Nouveau las esferasse distinguen por sus formas originales, con cifrasárabes caligráficas sobre un fondo esmaltado.

El reloj llamado comúnmente “Religioso”, es el pre-cursor de los relojes Luis XIV en Francia. La esfera

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es de estaño e incorpora un adorno que en estecaso no es una figura mitológica como en los deLuis XIV, XV, XVI. Tiene calendario en la ventanillasituada bajo el “XII” y tres bocallaves (agujeros paradar la cuerda). Este reloj da las horas, medias ycuartos. (Pág. 46).

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Ayuntamiento de Praga. Reloj astronómico de1486, con esfera y automátas que aparecen al darlas 12.

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Reloj de sobremesa, siglo XVIII. Esfera blanca,números romanos. No está firmado, normalmentellevaban la firma en la mitad de la esfera. Escapede paletas, con péndulo de hilo (el péndulo va col-gado de un hilo). (Colecc. autor)

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Reloj, con esfera plateada. Entre las dos bocalla-ves hay un rebaje destinado a poner el nombre delrelojero. Siglo XIX. Firmado en la máquina por LeRoy et Fils. Relojeros del Rey. Agujas tipoBreguet. (Colecc. autor)

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Probablemente el primer reloj mecánico fue unainvención llegada de tierras de Oriente, ya quedurante la Edad Media aquellos pueblos tenían unamayor preparación científica y artesanal que losoccidentales, quienes fueron importando sus conoci-mientos a partir de las Cruzadas.

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VI.e

l rel

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ótic

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Reloj gótico, siglo XV. Construidototalmente en hierro no lleva torni-llos. Esfera en chapa de hierro pin-tada, números romanos góticos.“Colección Grassy”. (Madrid)

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En Occidente, el reloj mecánico debió desarrollarseen un ambiente monástico. Existen dos condicionesque así lo indican: la técnica y la necesidad. La regladel Císter, que data de 1120, ordena que el legotenga siempre dispuesto el horologium para desper-tar oportunamente a los monjes para los rezos demaitines.

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Reloj de Dondi, profesor de Astrología en laUniversidad de Padua (Italia). Año 1364.Planetario en bronce. “Musée de la Mesure duTemps”. (Bayer Suiza)

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La vida en el monasterio se rige por toques de campa-na que dividen el día y la noche en horas canónicas.

Estas son:

LAUDES al amanecer

PRIMA a las siete

TERCIA a las nueve

SEXTA a mediodía

NONA a las tres

VÍSPERA al anochecer

COMPLETAS ya entrada la noche

El encargado de estos toques disponía de un relojde sol durante el día y un nocturnal por la noche.Cuando no había sol, se recurría a velas marcadas ytambién a libros sagrados leídos a ritmo regularsobre párrafos de duración conocida. Las comuni-dades más prósperas disponían de reloj de agua oclepsidra, que debieron alcanzar tamaños enormespues existe un documento en el que se relata cómocon el agua de un reloj se sofocó un pavoroso incen-dio en el monasterio de San Edmundo (Italia).

Así pues, en algún monasterio de Italia, Francia oAlemania entre finales del siglo XII o principios delXIII nacería el primer reloj mecánico, en forma desencillo indicador de las horas canónicas. Según losinvestigadores modernos, es muy probable que esteprimer artilugio medidor del tiempo careciese deesfera horaria.

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Los primeros relojes se instalan hacia 1300 en lastorres de las iglesias, posteriormente en monumentosciviles y en palacios fortificados. Existe un documen-to fechado en 1286, en que se especifica el pago deuna medida de pan a Bartholomo orologiario, por cui-dar el reloj de San Pablo de Londres.

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Primitivo reloj gótico del año 1350. Reloj mural dehierro. “Mainfränkis chez Museum” (Alemania). Un reloj parecido existía en la torre de una iglesiaen reparación en Fromista (Palencia). (“Montres etHorloges”, Gründ)

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Subsisten varios relojes góticos en Europa. El másantiguo conocido es el del museo de Wuzburgo,fechado el 1380. Y uno de los más notables, hoydesaparecido aunque afortunadamente se conser-van los planos originales, el extraordinario relojastronómico, diseñado y construido en 1364 por elprofesor de astronomía de la Universidad de Padua,Giovanni Dondi. En base a ellos, los célebres reloje-ros londinenses Thwaits and Reed, bajo la direcciónde H. Alan Lloyd, lo reconstruyeron en el año 1960.Hoy funciona perfectamente en el SmithsonianInstitution de Washington. Existe otra reproducciónen Zurich.

Aunque esta época de desarrollo primario de la relo-jería es apasionante por la cantidad de misterios sindesvelar y las posibilidades para su estudio, en cam-bio presenta poco interés para el coleccionista. Losescasísimos ejemplares que han llegado a nuestrosdías proceden del siglo XIV y del XV, y casi todasestas piezas, salvo casos excepcionales, se encuen-tran en los museos.

Los relojes góticos podemos clasificarlos en inmue-bles o de torre y en muebles o domésticos. Vamos adescribirlos a continuación:

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RELOJES GÓTICOS INMUEBLES O DE TORRE

Como indicábamos anteriormente, se colocaban enlas torres de las iglesias, edificios singulares, pala-

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Reloj astronómico del Ayuntamiento de Praga. Año1486. Un sistema mecánico reproduce la bóvedaceleste vista desde el polo sur. En el año 1940 seañaden los autómatas. (“Les Collections.Horlogerie”, Celiv)

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cios fortificados, etc. Estos relojes alcanzaron grancomplejidad y belleza, especialmente en el siglo XV,moviendo complicadas esferas astronómicas y eltren de campanas acompañado de legiones de autó-matas para deleite de los espectadores que se api-ñaban, y aún lo hacen hoy día, ante el reloj en elmomento de dar las horas.

RELOJES GÓTICOS MUEBLES O DOMÉSTICOS

Son de la misma época que los de torre y construi-dos en hierro, con una altura aproximada de 50 cm.Se colgaban de la pared a una altura suficiente paraque los pesos tuviesen espacio, los cuales permitíanuna marcha de unas 6 horas.

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Reloj astronómico de 1530 en Berna (Suiza). Estádotado de autómatas. Los mismos relojes aparecenen el siglo XIII sobre campanarios o torres deAyuntamientos. (“Les Collections. Horlogerie”,Celiv)

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El armazón es la parte del reloj donde van colocadastodas las ruedas del tren que transmiten el movimien-to. Está formado por cuatro pilares a la manera de unajaula abierta. Estos iban unidos por unas pletinas dehierro que a su vez se unían a los mismos por mediode pasadores (aún no se conocía el tornillo).

Estas jaulas se prolongaban verticalmente con unpináculo gótico que servía de protección a las cam-

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Reloj de cuerda en hierro. Segunda mitad del sigloXV, Europa central. 48 cms. de altura. GalerieMorave. (“Montres et Horloges”, Gründ)

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panas. La esfera, de hierro y dividida en 12 ó 24horas (en este caso con doble semicírculo), iba colo-cada en la parte anterior de la jaula. Las horas semarcaban con caracteres romanos. Sólo poseía unaaguja horaria, en hierro, lo cual era suficiente dadaslas necesidades y la poca exactitud de estos relojes.

Otro sistema utilizado, y que ya se ha comentado,era el del disco giratorio con un punto de referenciafijo. La esfera iba pintada con dibujos en los cua-drantes. El escape de estos relojes es de paletas con

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Jaula de un reloj gótico. Siglo XV, Europa central.16 cms. de altura. Museo de Artes Decorativas.Praga. (“Montres et Horloges”, Gründ)

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Reloj de hierro pintado al aceite, representando ala Virgen de Dassau. Hacia 1600. Museo deRelojes Sternberk (Alemania). (“Montres etHorloges”, Gründ)

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rueda catalina. Para variar el tiempo de la oscilaciónse desplaza la posición de los contrapesos separán-dolos más o menos.

El tren de alarma se dispara al tropezar la leva enuna clavija fija que se introduce en el agujero desea-do, en una serie distribuida alrededor de la esferahoraria.

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Reloj de hierro con esfera pintada. Una sola aguja.Se ve claramente el escape de paletas con suspesos para la regulación.

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En el Renacimiento, la vieja concepción geocentrista(todo gira alrededor de la tierra) de Ptolomeo quedasuperada por el hallazgo de Nicolás Copérnico: elheliocentrismo (todo gira alrededor del sol), que contanta fuerza defendería nuestro amigo y padre de larelojería moderna, Galileo Galilei.

En esta época florece el lujo creativo y se producenadmirables creaciones con novedosas formas.

En el aspecto técnico, la preocupación de los reloje-ros se centraba en encontrar un nuevo sistema de

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VII.

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Tabernáculo primitivo, siglo XVI.Alemania. Caja dorada con dosesferas. “Colección Grassy”.(Madrid)

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energía que sustituya a la gravedad. Es así comoaparece el muelle como fuerza motriz.

La fabricación de muelles exigía un perfecto cali-brado de la pieza en toda su longitud y con la dure-za adecuada para que pudiera utilizarse como fuer-za motriz: si era demasiado duro se rompía, si fuerablando no transmitía la energía. ¡Cuantos muellesse habrán roto para poder fabricar un reloj!Piénsese que en aquella época no estaban siste-

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Reloj superior abierto construido en hierro.Sistema cubo-caracol con cadena.

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matizados los tratamientos térmicos y tampoco seconocían la composición del acero ni su curva derevenido.

Al descubrirse y aplicarse el muelle como fuente deenergía el tamaño de los relojes disminuyó mucho, yya se pudo pensar en relojes transportables e inclu-so de bolsillo. En el siglo XVI eran los pequeños for-jadores o herreros los que dominaban el arte detransformar el hierro en piezas. Las dos ciudadesmás prestigiosas por el dominio de la forja eranNuremberg y Augsburgo, al sur de Alemania.

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Esquema de la pieza caracol. El perfil posiblemen-te sea una curva logarítmica.

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No obstante, los italianos, y no sin razón, se adjudi-can el invento. En una carta del obispo auxiliar deMantua, Canimo da Pontevico, del año 1482 se refie-re a “una cinta de acero templado incluida en untambor de metal”. Y en el prólogo a un soneto (com-posición literaria compuesta por dos cuartetos y dostercetos), escrito en 1493 por Gaspare Visconti,dice: “se fabrican ciertos pequeños relojes portátilesque, con poco mecanismo, funcionan bien indicandolas horas, el curso de varios planetas y los días festi-vos sonando en el momento oportuno”.

También Francia reivindica la autoría del invento delmuelle, que se sitúa en Blois bajo el impulso deFrancisco I. Sea donde fuere, el hecho es que amediados del siglo XVI el muelle se aplicaba yacomo fuerza motriz en relojería.

Si bien la fuerza motriz originada por medio de laspesas es constante e independiente de la posiciónde las pesas, no ocurre lo mismo con el muelle que,a medida que va desenrollándose, transmite menorpar. Para resolver este inconveniente en Alemania sedesarrolló un mecanismo llamado Stackfreed, yamencionado, que permite un uso efectivo de toda lalongitud del muelle; a pesar de sus imperfecciones,tuvo una gran difusión. Pero se atribuye al granLeonardo da Vinci en 1490 el invento del sistema decubo-caracol. Un sistema que en el siglo XVI se apli-ca a todos los relojes italianos y franceses, y que enla centuria siguiente se generalizará hasta la adop-ción del péndulo; aún en los siglos XVIII y XIX se

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sigue utilizando en relojes de precisión, sobre todo siel escape es de paletas.

Es en el período renacentista cuando hace acto depresencia el tornillo, y las paredes abiertas de losrelojes se protegen del polvo por medio de placas demetal más o menos adornadas. Aparece el reloj por-tátil y hacia 1500 el reloj de faltriquera. El primer reloj

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Reloj despertador portátil de una sola aguja. Lacampana en su parte superior lleva el mecanismo defuerza. “Coleccionismo de relojes antiguos”. J.M.Echeverría. “Colección Grassy”. (Madrid)

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realmente móvil significa una verdadera ventaja parala economía doméstica ya que con uno cubríantodas las necesidades de la casa.

RELOJ PORTÁTIL

Los primeros relojes portátiles reunían las siguientescaracterísticas:

– Forma cilíndrica achatada en las partes inferior ysuperior

– Esfera en la parte superior

– Movimiento en hierro

– Armazón: dos platinas separadas por pilares

– Motor: muelle compensado por Stakfreed o cubo-caracol, según las zonas: el primero en Alemania,el segundo en Francia e Italia.

– Escape de paletas y volante (Foliot)

– Caja de bronce dorada o plateada

Se agrega el despertador, pieza independiente por-tando la campana que se apoya con un soporte enla cara de la esfera. El despertador tiene su cuerdaindependiente, la aguja del reloj al chocar con unvástago que lleva el despertador lo pone en funcio-namiento.

Este tipo de reloj perdura hasta bien entrado el sigloXVIII.

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También entonces se empezaron a fabricar relojesde pilastra, ostensorio, custodia, globo terrestre,polimorfos...

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Reloj zoomorfo (con forma de animal). Autzsburgo,principios del XVII. El mecanismo se aloja en labase que hace mover los ojos y la boca.“Coleccionismo de relojes antiguos.” J.M.Echeverría. “Colección Grassy”. (Madrid)

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Con esto hemos dado un somero repaso alRenacimiento (siglos XV - XVI), época con un gransentido de la estética y ornamentación. Técnica-mente se ha resuelto la regularidad de la fuerzamotriz mediante el sistema cubo-caracol. Los esfuer-zos en el futuro para mejorar el reloj se van a centrarprincipalmente en conseguir una mayor exactitud ytratar de disminuir su tamaño.

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Galileo, 1583. Un nombre y una fecha que hay queescribir con letras de oro en la historia de la relojería.El sabio toscano, con sólo 19 años, observa en elDuomo de Pisa el vaivén de una lámpara desplaza-da de su punto de reposo. Esto da origen al enuncia-do de las leyes por las que se mueve un péndulosimple, principio en el que se basa toda la relojeríamecánica hasta nuestros días.

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VIII.

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Esquema del reloj de Galileo.Lámina de “Mesures du temps etde l’espace. Horloges, montres etinstruments anciens”. (Biblio-thèque des Arts. París)

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Galileo deduce que en un movimiento pendular sim-ple (esfera sujetada por un hilo) el período (tiempoen que tarda en recorrer una trayectoria desde suposición inicial, desplazada de la vertical, hasta vol-ver a dicha posición inicial) no depende del ánguloque hayamos desplazado de la posición inicial sinode la raíz cuadrada de la longitud del péndulo.

No obstante, Galileo solamente al final de su vidaaplica las excelencias del péndulo a la parte delmecanismo del reloj destinado al control del períodode tiempo.

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Reproducción del reloj de Galileo. La rueda deencuentro es parecida a la de escape de clavijas, lapieza que va al péndulo es una especie de horquilla.

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Se han vertido ríos de tinta sobre la paternidad de laaplicación del péndulo a un mecanismo relojero.Aparece el genial Leonardo da Vinci quien dibuja enel Codex Atlanticus un escape de paletas con unsolo peso que podría traducirse por un péndulodibujo fechable entre 1493 y 1491. Me inclino a pen-

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Esquema de las platinas que utilizó Huygens en sureloj para que el péndulo siguiese esta trayectoria,perfeccionando de este modo el sincronismo delmismo. “Coleccionismo de relojes antiguos.” J.M.Echeverría.

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sar que, fue el hijo de Galileo, Vicenzo Galilei, quiénconstruyó un reloj con péndulo, pero que no llegó afuncionar. Los libros dicen inacabado.

Mi amigo José Ozcoidi, gran aficionado a la relojería,ha reproducido el reloj de Galileo y funciona perfec-tamente. Existe otra reproducción en la Universidadde Padua que no funciona.

Christian Huygens nace el año 1629 (medio siglomas tarde que Galileo), de familia acomodada, estu-dia derecho y matemáticas en la Universidad deLeyde y es doctorado en Angers (Francia, 1655).

Está dotado de un sentido muy práctico, lo que leinduce a la tarea de perfeccionar las máquinas demedir el tiempo.

Huygens tuvo en su poder un esquema del reloj deGalileo a través del astrónomo Boulliau y deLeopoldo de Medici, al cual responde que no leaporta nada nuevo. En 1657 construye junto con elrelojero Salomón Coster su primer reloj de péndulo.

En sus memorias Huygens confió que con el reloj depéndulo se proponía tres objetivos:

1. Medir con mayor precisión la longitud de un punto.

2. Medir el tiempo con mayor exactitud que el sol.

3. Que sirva de medida perpetua y universal.

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Los sucesivos inventos de Huygens son interesantí-simos y pueden seguirse paso a paso en sus doslibros: Horologium de 1658, y Horologium Osci-llatorium de 1673. Con este segundo tratado patentóel resorte espiral del volante, que es al reloj portátil loque el péndulo al reloj mueble. La espiral introduceel isocronismo en el reloj portátil dando al volante unmovimiento oscilatorio con período constante. Esteperíodo puede variarse modificando la longitud de laespiral. El resultado es admirable, soporta perfecta-mente los choques y su marcha no se ve alterada porlos cambios de posición del reloj, por bruscos queestos sean. Por fin un reloj podía funcionar bien abordo de un buque en alta mar. Asimismo, con esteinvento estamos ya en las puertas de la construcciónde relojes de bolsillo en serie.

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Esquema de la espiral que da el movimiento sincró-nico a un reloj que no lleva péndulo. “Coleccionismode relojes antiguos.” J.M. Echeverría.

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A lo largo del siglo XVII, el centro de la relojería sedesplaza desde Italia y Alemania a Inglaterra yHolanda.

La Guerra de los Treinta Años, entre 1618 y 1648,provocó el desmantelamiento de la industria alema-na del reloj. También contribuyeron a ello las severí-simas exigencias para ingresar en el gremio de losmaestros relojeros, que incluían conocimientos mate-máticos, mecánicos y de orfebrería. Así, de los 43maestros relojeros registrados en Augsburg en 1615,sólo quedaban siete en 1645.

La Compañía Inglesa de Relojeros, fundada en 1631por Carlos I, estableció un estricto control de calidadhasta límites incomprensibles para nuestra mentali-dad del siglo XXI. Entre sus prerrogativas, la compa-ñía podía perseguir y destruir piezas de inferior nivelpara así evitar que nadie pudiera construir, vender,comprar, importar relojes, cuadrantes solares, des-pertadores, etc., de mala o insuficiente calidad. Losresultados no se hicieron esperar.

Fue la primera industria que empezó a aplicar inves-tigación, desarrollo e innovación (la famosa fórmulaI+D+i), aplicando los conocimientos de matemáticasy física de la época. Como se va viendo a lo largo deestas páginas, no pocos maestros eran científicosque se relacionaban con los mejores relojeros parallevar a la práctica sus descubrimientos.

Al maestro relojero de aquel tiempo se le puedecomparar con un científico de nuestros días y, tal

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IX.l

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XVI

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como hoy, su fuga podía acarrear que el eje de laindustria relojera se trasladara de una zona o de unpaís a otro. La Historia se repite: un país avanza abase de conocer con profundidad los procesos quese utilizan en una determinada disciplina, y sobretodo mejorando o dando respuestas a los problemasque en cada momento hay planteados.

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Reloj linterna, una sola aguja en hierro. Esfera connúmeros romanos y grabada con motivos florales.Firmado en la esfera por “Henricus Smith in theLoug Valle Nearec. Church Londini fecit 1650-1658”. (Colecc. autor)

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ALGUNAS CLASES DE RELOJES

Reloj de linterna

El reloj de linterna se puede colocar sobre una repi-sa o bien directamente colgado en la pared. El círcu-lo horario es grande, con una aguja robusta y corta,marcado con cifras romanas. La cuerda del movi-

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Parte trasera del reloj de linterna, donde se ve cla-ramente la posición de la campana.

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miento es gruesa y pasa por una polea con púaspara que no se deslice y se remata con una pesa demetal rellena de plomo.

La jaula o bastidor es característica, con sus cuatropilares y rematado por platinas formando las doscaras. La campana va envuelta por otras dos pleti-nas situadas a 90 grados. Ocultando la campana secoloca un frontón en latón, generalmente represen-tando motivos heráldicos y posteriormente en formade dos delfines encontrados.

Los relojes de linterna son una evolución de los relo-jes góticos.

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Reloj de bolsillo, siglo XVII.(Colecc. autor)

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Reloj de sobremesa

Son continuación de los relojes del Renacimientopero su forma puede ser redonda, cuadrada o poli-gonal. Hay un tipo de reloj turriforme (con forma detorre), que se cubre de figuras y lleva múltiples esfe-ras astronómicas, que se completan en algunoscasos con autómatas multiformes.

La esfera va colocada en el plano superior, lleva unaaguja y todavía no tienen incorporado el péndulo.Los laterales generalmente son de cristal.

Relojes portátiles: de faltriquera o bolsillo

Tras la invención de la espiral como elemento queproporciona un período de tiempo constante, ya esposible la reducción del tamaño del reloj. Esto unidoa la introducción del chaleco en la vestimenta mascu-lina, propicia la construcción de este tipo de relojes.

El volante espiral va protegido por una pieza llamadagalluza, decorada ricamente según los modelos. Sehicieron todo tipo de relojes en cuanto a variedades,con lunas, fechas, esferas de doce o veinticuatrohoras...

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Reloj de bolsillo, fabricado por Daniel Quare,maestro relojero de Londres, (1708). Es un relojde sonería, la campana está cubierta en la parteposterior. Este relojero, fue el inventor del relojde repetición o sonería a demanda. (Colecc. autor)

Mismo reloj que el anterior al que se le ha colo-cado el guardapolvo.

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Reloj de viaje o carroza

El reloj de viaje será muy apreciado en este siglo.Dejarán de fabricarse prácticamente en el XVIII yreaparecerán durante el Primer Imperio, a principiosdel siglo XIX, como reloj de oficial de armas.

Tiene forma de cebollón, con una fuerte anilla articu-lada para colgar de un soporte fijo. Van provistos convarias esferas decoradas con fase lunares, calenda-rio, etc.

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Reloj de bolsillo, Daniel Quare (Londres), sigloXVII. Sonería de horas y cuartos, con su caja yguardapolvo.

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Relojes con péndulo del siglo XVII

Fue tan importante la invención y aplicación del pén-dulo a la relojería, que en un corto período de tiem-po la aplicaron todos los fabricantes. La gran identi-dad ideológica y comercial entre Holanda eInglaterra se pone de manifiesto en la aplicación del

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Reloj Luis XIII, llamado también religioso. C.Helot (Amsterdam, hacia 1960). Difíciles deencontrar. La esfera está construida en estaño,agujas doradas y caladas, sonería holandesa, des-pertador y calendario en la ventanilla debajo de lasdoce.

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Reloj Luis XIV. Charles Champion (París 1717).Números en cartuchos esmaltados, agujas finas,figura mitológica debajo. (Colecc. autor)

Vista de la platina posterior del reloj anterior.Escape de áncora, rueda contadora para la soneríay péndulo de lenteja.

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péndulo a los relojes. Así, el mismo año que Huygenspublica su libro Horologium (1658) un relojero londi-nense de origen holandés escribe: “Existe última-mente un método inventado para la construcción derelojes de mayor exactitud que cualquier otro noequipado de regulador, examinado y probado delan-te del Lord Protector por sabios cuyos conocimientosy sapiencia están fuera de toda duda...”.

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Reloj de sobremesa francés Luis XVI. MynuelLouis. (París 1720). Esfera dorada con cartuchos.Adorno con figura mitológica, clásico Luis XVI. Seaprecia la diferencia con los relojes de Luis XIV enque ya empiezan a aparecer las curvas en su dise-ño. (Colecc. autor)

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Huygens cedió los derechos de construcción de sureloj a Salomón Coster por un período de 21 años.Uno de los miembros de la familia relojera inglesaFromantel, realizó un período de prácticas enHolanda junto a Coster. Así se explica cómo en elmismo siglo XVII, pese a que entonces las noticiastardaban en difundirse, el sistema de péndulo pues-to en práctica por Huygens ya estaba en Londres.

Hay que indicar que la revolución del péndulo dio ori-gen a transformaciones o falsificaciones de relojes alos que se aplicó el péndulo al mismo tiempo unasegunda aguja. Los relojes de linterna fueron los pri-meros en mudar en relojes de péndulo.

Finalmente, el reloj de linterna se relegó a lugaresmenores del hogar, como las cocinas, mientras sulugar de honor lo ocupaba el reloj inglés de caja altaen cuya fabricación destacó especialmente ThomasTompion.

Reloj inglés de caja alta

Con este reloj de origen holandés, que señala lahegemonía inglesa en la construcción de ingenioscronométricos, se produce la definitiva separaciónentre la parte no noble, las pesas, que irá encerradadentro del mueble, y el movimiento. Algo que ya sedaba en relojes de columna del siglo XVI.

Ya nunca más, salvo en la relojería popular, construi-rá el relojero sus cajas, sino que ello corresponderá

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Firmado Richard Backer. Importante reloj de fina-les del siglo XVII. Sonería de horas, medias ycuartos, ventanilla de calendario sobre el VI.Esfera dorada con números romanos y firmada.Aguja de sonido para encerderlo o apagarlo y unapalanca para el cambio de diferentes melodías.(Colecc. autor)

Parte trasera del reloj anterior. Se aprecia la cam-pana para las horas y las ocho campanas alineadassobre un eje para las melodías. La platina estáfinamente grabada y firmada. Escape de paletascon péndulo. (Colecc. autor)

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a un nuevo oficio: el constructor de cajas, ya seaebanista, broncista, orfebre, etc. Por eso, el coleccio-nista debe tener en cuenta que en los mejores relo-jes aparecen dos firmas: la del constructor del movi-miento y la del constructor de la caja.

Los primeros relojes de caja alta eran cortos, puesse limitaban a esconder el movimiento dejando laspesas a la vista. Alrededor de 1660, Fromanter alzóel movimiento sobre un pedestal dando origen a losrelojes de caja alta tal o mueble tal como los conoce-mos hoy.

Relojes de sobremesa con péndulo

Se trata de relojes inspirados en la relojería holande-sa iniciada por Coster. Su movimiento lo da el cubo-caracol, tanto para el tren de movimiento como paraaccionar el tren de campanas. Presentan caja rec-tangular de madera, generalmente negra, rematadapor un frontón, y esfera rectangular en plata o bron-ce dorado calado, con fondo de terciopelo, y provis-to de dos agujas coaxiales bellamente decoradas.

En Francia, estos relojes se conocen con el nombrede religiosos. Aquí, para distinguirlos del clásico LuisXIV, los llaman estilo Luis XIII. Uno de los principalesartesanos de estos suntuosos relojes fue el ebanistaCharles Andre Boule (1642-1732). Metal fino, made-ra y conchas son los principales elementos con losque se fabrican.

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Los ingleses derivan del reloj de Colster a un clásicoreloj inglés como es el “Bracket clock”. Con caja detipo arquitectónico, roble chapado en ébano y esfe-ra cuadrangular. El cuadro horario en bronce doradoo plateado.

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Reloj inglés. Nicholas Massy, 1623. La partesuperior reformada posiblemente por pérdida de laanterior. Sonería a la demanda.

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OTROS TIPOS DE RELOJES QUE SE INTRODUCEN EN EL SIGLO

XVII

Relojes de sierra:

Aprovecha su peso como energía motriz.

Relojes de plano inclinado:

Cuya fuerza motriz es la gravedad que le hace des-lizar sobre dos cremalleras. Fueron muy aprecia-dos y se siguieron fabricando durante el siguientesiglo.

En este período merece una mención especialTompion, relojero de relojeros. A él se debe el ensan-che del círculo horario, la colocación de agujas de hie-rro caladas a sierra extraordinariamente elegantes, elpendolín o falso péndulo en la esfera, además de quela platina posterior se cincelaba profusamente ya quenormalmente se colocaba delante de un espejo con laintención de que se viera el trabajo de grabación.

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Reloj de plano inclinado. Este reloj se va despla-zando a través de una superficie rugosa del planoinclinado. En la pletina inclinada va grabado losdías de la semana en números romanos.

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Reloj de sierra francés del siglo XVIII.“Colección Grassy”. (Madrid)

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Con la introducción del isocronismo (movimiento quesiempre dura lo mismo) parecía que ya estaba todoconseguido, pero quedaba un paso más: mejorar laprecisión de los minutos. Una tarea complicada,pero necesaria en todas sus facetas incluida la nave-gación.

La posición de un punto en una esfera se da por doscoordenadas: longitud y latitud. Longitud es la dis-tancia que existe desde un meridiano de referencia

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X.re

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XVI

II

Maquinaria donde se aprecianperfectamente los trenes delmovimiento, escape y sonería.

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al meridiano que pasa por el punto en cuestión medi-do en el paralelo correspondiente. Latitud es elángulo que se forma entre la horizontal del lugar yeje polar. La longitud se mide por el tiempo que setarda en ir del punto A al punto B.

Temperatura y péndulo

Tras el escape y el rozamiento, el tercer aspecto queafecta a la precisión del reloj es la variación de la lon-gitud del péndulo con el cambio de temperatura.

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Parte trasera de un reloj del siglo XVIII.(Colecc. autor)

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Debido a la dilatación que experimenta el péndulo,se producen variaciones en su longitud. El sistemaempleado para corregir este fenómeno ha sido elcompaginar en el péndulo diferentes materiales concoeficientes de dilatación diferentes.

Una vez más fue Graham el primer relojero en corre-gir la dilatación mediante el diseño, en 1715, de unpéndulo en cuyo extremo colocó un recipiente conmercurio. Al subir la temperatura la varilla se alarga-ba pero, dado que el coeficiente de dilatación delmercurio es diecisiete veces mayor que el del acero,sube de nivel en el recipiente, compensándose deesta forma el centro de gravedad que se había des-plazado. Si la temperatura bajaba, se producía elproceso inverso.

Once años más tarde, John Harrison lanzaba al mer-cado el péndulo llamado de parrilla. Este pénduloconsta de una serie de varillas de latón y acero enparalelo, de forma que se compensan por medio desus distintos coeficientes de dilatación. Pierre Leroyaplicará este mismo principio, en 1755, a los volan-tes de los relojes portátiles, que fabricará con aceroen su parte interna y con latón en la externa, y sec-cionándolos en dos hemicírculos para que la dilata-ción fuese libre, con pequeños tornillos de ambosmetales para compensar el peso.

Otro avance digno de mención es la invención porparte de Robert Hooke de la máquina de tallar rue-das dentadas y piñones. Esto da pie al inicio de laindustrialización de la relojería.

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LA SONERÍA

En el siglo XVIII el perfeccionamiento de la soneríaserá uno de los principales desvelos de los fabrican-tes.

En función de su disparo, podemos dividir la soneríaen tres grupos:

– Sonería automática: se dispara automáticamen-te en el momento señalado.

– Sonería forzada o a la demanda: sólo suenacuando es requerida o forzada a voluntad.

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Esquema del mecanismo de sonería de rastrillo.Inventado por Barkou.

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Inventada por el relojero inglés Daniel Quare afinales del siglo XVII principios del XVIII.

– Sonería de repetición: sonería automática quepermite programarla a voluntad propia para vol-ver a oír la última señal emitida.

El mecanismo común para la sonería es la ruedacontadera, que por su sencillez todavía está en usosobre todo en la relojería francesa. Su principalinconveniente es que se desajusta a menudo si no seremonta su cuerda con regularidad antes de que seacabe.

Un segundo mecanismo es el de rastrillo, inventadopor Barkow. Extremadamente complejo, no se desa-justa como el de rueda contadera.

INGLATERRA

Relojes de pesas

Hasta el siglo XIX los relojes de pesas siguen siendode caja alta con péndulo y escape de áncora. La lon-gitud del péndulo es de un metro (péndulo real) ybate segundos (el período de oscilación es de unsegundo). El movimiento dura ocho días gracias alsistema de cuerda sinfín de Huygens.

Hasta 1720 la esfera es cuadrada y provista de ador-nos en sus cuatro esquinas que ya no representannecesariamente cabezas de ángeles, dato que ayu-da al coleccionista a ubicar la pieza en su época.

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Pero a partir de esa fecha la esfera sobre soportecuadrado va complementada por un copete semicir-cular en donde se aloja normalmente el nombre delrelojero y el mando que activa o silencia la sonería.

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Reloj de linterna. Siglo XVII. Faltan las campanas.Un círculo horario con una sola aguja. Un segundocírculo con una aguja marca los cuartos. Reguladorde péndulo con escape de áncora. El que apareceen la foto está reparado. (Colecc. autor)

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Aparecen, asimismo, las cajas decoradas de laca enrojo o negro con motivos orientales. No obstante, lascajas en este período son de marcada influenciaholandesa con marquetería de gran belleza. Lacabeza carece de puerta y para acceder al reloj sedesliza hacia arriba. La puerta de las pesas estáprovista de un ojo de buey que permite seguir el vai-vén del péndulo.

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Reloj de linterna. Inglés. Siglo XVIII. FirmadoHopewel. Escape de pañetas con péndulo, esfera enlatón muy trabajada. (Colecc. autor)

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Es en este período de la historia del reloj cuando seintroduce el compensador de carga, mecanismocapaz de mantener la fuerza del movimiento mien-tras se efectúa el remonte de la cuerda. Estos relojesson fácilmente reconocibles porque llevan cubiertoslos orificios de la esfera correspondientes a la intro-ducción de la llave y al final de los cuadradillos delcubo-caracol. Para abrirlos se tira de una cuerdasemejante a la de la sonería forzada o de repetición,se desplazan dejando libres los orificios de la tomade cargas, mientras un mecanismo mantiene lapotencia motriz necesaria para que el tren no sedetenga durante la acción de remontar su cuerda.

La preocupación por alargar el tiempo de autonomíadel reloj da sus frutos: mientras los relojes normales

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Conjunto de dos pequeños relojes de sobremesa. Elde la izquierda, de plata, es inglés del siglo XX.El de la derecha, de plata dorada, trabajo de orfe-brería más que de relojería. Frente y laterales delapislázuli. Siglo XVIII. (Colecc. autor)

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tenían cuerda para ocho días, ahora se empiezan aconstruir relojes especiales con reservas de un meso hasta un año. Se caracterizan porque llevan gran-des pesas.

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Caja y esfera de reloj de sobremesa. Siglo XVIII.Ulr - Hepp - Augsburg (Alemania). Esfera fina-mente trabajada en latón dorado. Parece unBracket inglés posterior a 1720. (Colecc. autor)

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Hacia 1750 aparece el estilo Chipendale, con lujosascajas de caoba hasta entonces prácticamente des-conocidas.

Debido a que las casas cada vez se construyen contechos más bajos, la cabeza del reloj va provista depuerta frontal y la cabeza se desliza hacia adelanteen vez de hacia arriba, para darle menos altura.

La sonería tiende a complicarse con diversos carillo-nes o canciones de época. El sistema de carillónconsiste en un cilindro con unas púas metálicascolocadas de tal forma que al girar tropiezan en unaschapas metálicas llamadas peine y la vibración pro-duce el sonido deseado según estén colocadas laspúas.

Debemos hacer mención a los relojes conocidoscomo de treinta horas o de cottage, con treintahoras de cuerda y una altura de caja reducida. Elremonte en estos populares relojes es manual, ypresentan esfera rectangular dentro de caja deroble sin chapear.

RELOJ DE SOBREMESA

El Bracket o reloj de sobremesa inglés sigue un pocola evolución de los relojes de caja alta, según lamoda de ebanistería. Hacia 1700 alcanza su plenoapogeo manteniéndose de esta forma hasta princi-pios del XIX.

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Como en el caso de los relojes de caja alta, hacia1725 la esfera pasa de cuadrada a rematada con uncopete semicircular en donde irán alojados losmecanismos de sonería, fases de la luna, etc. Seintroduce tímidamente la esfera redonda con supuerta ojo de buey.

Aparece la laca roja o negra con motivos chinescos.En la segunda mitad del siglo las cajas aumentan devolumen, en caoba y con profusión de apliques enbronce dorado. Desaparece el asa de la parte supe-rior y la sustituyen dos laterales.

En el siglo XVIII, España importó muchos Bracket.Abundan en el mercado relojes con la firma de“Diego Evans”, muy apreciados.

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Reloj inglés, siglo XVIII. Firmado por Higgs &Evans, conocido relojero en nuestro país.

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Reloj de bolsillo

En el XVIII, Inglaterra fue la primera potencia en relo-jería: en la estática y también en la portátil o de bol-sillo. En el distrito londinense de Fleet Street, centroneurálgico de la relojería inglesa, se trabaja casi encadena para poder dar respuesta a la gran deman-da de estos mecanismos. Acabando el siglo, ThomasTompion organizó un taller de producción con un sis-tema casi revolucionario capaz de producir más deseis mil relojes de bolsillo a razón de tres o cuatropor semana. En todas las etapas del desarrollo eco-nómico, la organización ha jugado un papel esencial.

Esta supremacía de Inglaterra, apoyada también enel tallado de piedras duras y en los escapes Grahamy Mudge, se prolongará hasta que a finales de estesiglo, Francia tome el relevo gracias sobre todo aBreguet, gran relojero de origen suizo.

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Varios relojes. El superior es inglés de Weldon(Londres). (Colecc. autor)

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FRANCIA

Reloj de pesas

Sólo a principios del siglo XVIII aparece en Francia elreloj de caja alta, denominados regulateur o reloj deparquet. Esto es debido al retraso tecnológico quetenían en relación con Inglaterra. En Francia hastaentonces sólo utilizaban el escape de paletas y a raízde incorporar el escape de áncora es cuando lespermiten fabrican los relojes de caja alta.

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Regulador de Ferdinand Berthoud. Tiene un granpéndulo de compensación y segundero central.“Colección Grassy”. (Madrid). “Coleccionismo derelojes antiguos.” J.M. Echeverría.

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Reloj de sobremesa

Durante el reinado de Luis XV (1715-1774) los relojesde sobremesa se caracterizan por su excesiva deco-ración. Aparece el lacado “Vernis Martin”. Ya conLuis XVI surge el Neoclásico, y con él se produce elperíodo de mayor brillantez en la técnica francesa.

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Reloj con cuatro columnas. 1812, Bret (París).Una aguja marca el día del mes señalado en laesfera. Da las horas y las medias.

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En esta época, los relojes de caja alta van provistosde todos los adelantos: péndulos de compensación,ecuación del tiempo, etc.

En este tipo de reloj, en Francia, el resorte motorsiempre ha sido preferido al de pesos. Va desapare-ciendo la línea recta en las cajas, y aparece el ormo-lú (de or moulu, oro molido), un bronce sobredorado

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Reloj de cuatro columnas. 1780. A. F. Sacre, Lille(Francia). Sonería de horas y medias, con mecanis-mo de rastrillo.

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que florecerá con el estilo Luis XV; broncista famosode la etapa fue Philippe Caffieri.

El típico reloj de sobremesa francés del XVIII se rea-liza en bronce cincelado y dorado con delicado y

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Reloj de cartel. Ungeoises (París). Bronce dorado,las agujas estilo Luis XVI. Esfera esmaltada conguarismos árabes. Puede ser de finales del sigloXVIII.

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asimétrico estilo rococó, de acabado perfecto ygusto exquisito. Hay cajas de porcelana, pero casisiempre combinadas con ormolú.

Digno de destacar es el reloj cartel de pared.Movimiento con resorte y caja con volutas en broncedorado.

El fin de siglo francés se divide en los estilos Luis XVI(1774-1790) y Directorio (1795-1799). En esta épocaaparece con fuerza el reloj de chimeneta, al que sele agregan dos candelabros (en España se conoce-rá como guarnición de chimeneta). El mármol vadesplazando al bronce, pero al final convive con élen perfecta simbiosis.

Se popularizan el reloj de pórtico (soportado por doso cuatro columnas rematadas por un pórtico) y el delira (el péndulo de parrilla simula las cuerdas dedicho instrumento).

Reloj portátil

La modernización del reloj portátil en la segundamitad del siglo XVIII vino dada por la esfera esmalta-da y las agujas sencillas y funcionales. Ello conllevael abandono de la relojería suntuaria, que alcanzóuna calidad y belleza insuperables con sus cajas demetales preciosos delicadamente cinceladas.

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Reloj de bolsillo

Durante este siglo es Inglaterra la que marca lapauta. Hasta 1750 este reloj no evoluciona del mode-lo fabricado por Huygens en 1657 con su escape depaletas y volante con espiral. Hacia 1800 Francia cogeel relevo evolucionando y depurando su técnica.Aunque algunos sistemas no cambian en los modelosmás económicos hasta avanzado el siglo XIX.

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Siglo XVIII. Julián Leroy. Sonería, horas y cuar-tos. Esfera plateada, resto en latón.

Despertador. Juan Pedro Viatte. Noirmont (Fran-cia). Esfera esmaltada en blanco, la caja en negropavonado y el resto en latón dorado.

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Reloj siglo XVIII. Pascal (París). Por las agujaspudiera ser Luis XIV. La galluza o caja está sopor-tada por dos patas. (Colecc. autor)

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Parte trasera del mismo reloj. Platina firmada“Jacobo Valles”.

Reloj posiblemente alemán o austriaco. Hacia1740. Korner Leobn. Esfera y círculo horario enlatón dorado. Escape de paletas con rueda catali-na. Horas, medias y cuartos sobre gong.

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HOLANDA

En el siglo XVIII en Holanda se construyen los relojesde Zaandam, curvilíneos y de caja alta. Se asemejana los ingleses, pero conservan el terciopelo sobre elfondo de la esfera. Disponen de escape de paletascon péndulo Huygens.

El 1700 también aparecen unos relojes populares,tipo linterna con treinta horas de cuerda. Cuando lle-vaban escape de paletas se llamaban Stoenjesklok yStaartklok si las tenían de áncora.

SELVA NEGRA (ALEMANIA)

Aunque popularmente se les conoce como relojesde cuco, los primeros carecían de ese peculiarcanto.

Hacia 1740 se introdujo la sonería con curiosas cam-panas de vidrio. Escape de paletas construido enmadera, aunque posteriormente se colocan ruedasmetálicas, pero la jaula y los pivotes seguirán siendode madera.

La típica forma de chalet alpino proviene de la épocade industrialización, mediados del siglo XIX.

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ESPAÑA

Aunque no fuera tan importante como la alemana, ita-liana, holandesa, inglesa o francesa, la relojería espa-ñola hizo enormes esfuerzos en esa centuria, y poseeimportancia para los coleccionistas autóctonos.

Hay que destacar el grupo astur-galaico, de marca-da influencia inglesa, al que pertenecía la dinastía

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Reloj de 1773. Construido por la familia de losLombarderos y con el número 112 dedicado a D.Federico Ramón de Tormaleo. Este reloj aparececatalogado en el libro Relojes españoles de LuisMontañés Fontela. Reloj de pesas con sonería sólode hora. Círculo horario en cobre, resto en latóncalado de bella factura. Escape de áncora con pén-dulo real. Es una joya de la relojería española. Seconserva en perfecto estado. (Colecc. autor)

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de los Lombarderos. Relojes tipo linterna, cuya fabri-cación se prolongó aproximadamente cien años.

Relojes de alta calidad fueron los fabricados porFrancisco Javier Méndez Neira (1744-1803), cura deLadrido (Galicia). El último que hizo lo posee hoy miamigo asturiano Maxi, a quien desde aquí quieroagradecer la foto y descripción que gentilmente meenvió.

Otro inventor fecundo y constructor impecable fueAntelo, ingeniero de marina, y autor del reloj de lacatedral de Santiago.

En Cataluña se construían relojes populares tipo lin-terna, con utensilios de cerrajeros. Las principalesciudades o pueblos donde se ubicaban eran: Areinsdel Mar, Centelles (Barcelona), Manresa, Igualada,Olot, Vich, San Juan de las Abadesas, Moya...

Reloj de la Catedral de Santiago de Compostela.(España)

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La relojería oficial está representada en España pordos proyectos admirables en su planteamiento, perosin fortuna en su realización. El primero fue la RealEscuela de Relojería, fundada el año 1771 por los her-manos Charost con apoyo del rey Carlos III. El segun-do y más efímero lo constituye la Real Fábrica deRelojería surgida el año 1788, que dirigió el Padre Sióny tuvo como maestro principal a Abraham Mattey,miembro de una dinastía suiza afincada en Madrid.Hay datos de que ya Felipe II en los últimos años desu vida, se interesó por los relojes.

LA CRONOMETRÍA NAVAL

La navegación exigía para un buen control del barco,saber exactamente en todo momento la posiciónexacta del mismo. Para ello necesitaban tener doscoordenadas que definiesen la posición de un punto.La longitud y la latitud.

La latitud la obtenemos midiendo el ángulo queforma la horizontal del lugar con respecto al eje de latierra que pasa por la estrella polar. En el año 1530,Gemma Frisius indica como obtener la longitud pormedio de la medición de un reloj. Si el reloj mantieneel horario del punto de partida, podía comparar conla hora local obtenida por la altura del sol. La diferen-cia entre ambas fijaría la posición del punto, dadoque un grado de longitud equivale a cuatro minutos.

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La idea era excelente, pero no existía ningún relojcon suficiente exactitud. La supremacía naval entreotras cosas estaba en quien consiguiera la mayorexactitud de la posición de la nave. Ya, en 1598Felipe III ofreció un premio a quien fabricara un relojde estas características.

Cristian Huygens fue de los primeros que lo intentó.Tras muchos intentos por parte de varios relojeros.John Harrison junto a su hermano James, ambosebanistas, fueron quienes construyeron un aparatode madera con una precisión increíble. Una copia deéste, fabricado por Kendal fue el que permitió alCapitán Cook sus admirables trabajos cartográficos.

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Estuche de un reloj de cronómetro naval inglés.1800-1830. Rob. Roskell. Certificado por el almi-rantazgo inglés en Liverpol. (Colecc. autor)

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En Francia se disputan su construcción Pierre LeRoy, relojero del Rey y Ferdinand Berthoud, agrega-do al Ministerio de Marina. En Inglaterra son JohnArnold y Thomas Earnshaw. El español CayetanoSánchez es enviado a estudiar con ambos construc-tores. Posiblemente por la compra de dichos relojes,había alguna cláusula de aprendizaje que resultóprovechosa. Antonio Molina y Carlos La Rue envia-dos a Inglaterra a estudiar el arte de perforar las pìe-dras mueren en 1800 víctimas de la epidemia.

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Reproducción del reloj cronométro de FerdinandBerthoud. Cronómetro de Marina. Suspensión deCardán para mantener en lo posible la horizontali-dad. (Colecc. autor)

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Reloj de Marina. Ruso. Siglo XX. Firma KNPOBA.Parece que está contrastado por algún organismo.Cronómetro. Suspensión Cardán. A la derecha seobserva una palanca para bloquear dicha suspen-sión. (Colecc. autor)

Reloj cronómetro Longines. Siglo XX. Servía comopatrón en los concesionarios oficiales. Cronómetro.Bitácora. Lleva segundero a las seis. (Colecc.autor)

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LOUIS ABRAHAM BREGUET

Louis Abraham Breguet (1747-1823) fue quien dio alreloj de bolsillo su aspecto definitivo, plano, sobrio,elegante, y universalizó el calibre Lepine. Breguet,suizo de nacimiento pero que toda su vida trabajó enParís, es el padre de la relojería moderna, y por ellomerece un epígrafe especial (Biografía extraída de laRevista R&E. nº 36 Abril 2003).

“Nacido el 10 de enero de 1747. Sus padres JonasLouis Breguet y Suzanne Marguerite Bolle. Familiaburguesa de Neuchâtel, protestante. Su padrecomerciante vendía gran variedad de mercancías.Muere el año 1758 y la viuda vuelve a casarse consu primo Joseph Tattet relojero Breguet. No dema-siado buen estudiante y falto de concentración.No obstante siendo joven dejó muy claro sus apti-tudes para la relojería. Viajó con su padrastro aParís y se dio cuenta que el centro de negociosestaba allí. Se planeó en la familia que se traslada-se a Versalles para completar su formación comorelojero. Breguet pasa sus primeros años enVersalles, llamó la atención del monarca su inteli-gencia y espíritu innovador.

El año 1774, Luis XVI sustituye a su abuelo. Franciaseguía siendo la nación más poderosa y rica por loque el negocio no le va mal. Breguet abrió una tien-da en el Quai de l’Horloge en Île de la Cité.

Dominaba la mecánica y la buena intuición delvalor, humano lo que le permitió rodearse de lamejor gente para formarlos y poder realizar losproductos fruto de su desbordante imaginación.

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Louis Breguet consigue hacer de París la capitalmundial del reloj. El establecimiento fue ademáslugar de vida social. El año 1780 lanza los prime-ros relojes automáticos, llamados “perpetuales”con un sistema de masa oscilante y dos barriletesque permitían al reloj permanecer en marcha conel movimiento del cuerpo. Este sistema, dio res-puesta a una necesidad planteada por todos losrelojeros de la época (prolongar el tiempo de fun-cionamiento autónomo).

El 1783 crea el muelle timbre consiguiendo conello reducir ostensiblemente el grueso del reloj. Labúsqueda de la sencillez, de reducir todo a loesencial, para hacerlo práctico es un rasgo cons-tante de la técnica y estética de sus creaciones.Este mismo año 1783 introduce las agujas enacero azulado tipo “Pomme” y números árabes. Apartir de ahora se llamarán “agujas y cifrasBreguet”.

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Excepcional máquina de reloj. Posiblemente concalendario. Firmado “CH. Oudin”. Alumno deBreguet. Hacia 1800. Utiliza un rubí para el esca-pe de cilindro. La rueda de escape gira en sentidocontrario a los demás relojes. (Colecc. autor)

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Introduce la decoración “Guilloche” de las esferas.Cantos de las cajas estriados. Todo esto ha sidoun sello de identidad de la casa durante más dedos siglos.

1786, Breguet perfecciona el escape áncora fran-cés. Dos años más tarde entrega en la Academiade Ciencias la descripción del modelo “Péndulode tres Ruedas”.

1789, inventa la llave de trinquete conocida hoycomo llave Breguet, y el escape natural que fun-

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Reloj Sympathique nº 2. En la parte superior seaprecia un reloj de bolsillo que se da cuerda y sepone en marcha a través del reloj patrón. Fotosacada del catálogo de subastas de “RelojesBreguet” el 14 de abril de 1991, en el HotelBergue. Ginebra. (Suiza)

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ciona sin necesidad de aceite. Paso importantepara los relojes navales.

1790, inventa el “Parachute” o dispositivo anticho-que que no adoptará la forma definitiva hasta1806. Es un buen relaciones públicas, y tienecomo clientes la reina Mª Antonieta. En el año1782, realizó un reloj por encargo de ella un relojllamado “Perpetuo” de repetición con Calendario”.

El reloj Perpetual al que nos hemos referido, tenía, repe-tición de minutos, calendario perpetuo, ecuación deltiempo, indicador de reserva de marcha, termómetrometálico, aguja grande de segundero independiente,pequeño segundero, escape de palanca y doble “para-chute”. Todos los puntos de fricción y ruedas en zafiro.Caja de oro, agujas de oro y acero. Pieza que seencuentra en paradero desconocido.

El 1793 regresa a Neuchâtel huyendo de las turbu-lencias de la revolución donde sigue trabajando einnovando. El 1795 terminó la versión definitiva del

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Anverso y reverso de un reloj firmado “Breguet”.Debe de ser falso ya que la casa Breguet no firma-ba relojes con numeración superior a 6.000. Es unreloj de principios del XIX, caja en oro con esmal-tes. Las horas las marca en una ventana. Se llamareloj saltante. Los minutos los da una aguja que sedesplaza en toda la esfera. (Colecc. autor)

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escape de cilindro. En 1796 construye el primer relojde viaje.

En 1922 la casa Breguet publica su primer catálogocomercial.

Reloj BREGUET de “Suscripción” y su especial formade venta.

El de suscripción es un reloj con una sola aguja queBreguet ideó para incrementar las ventas. El clientepagaba un 25 % de su importe al hacer el pedido, yotro tanto durante la fabricación. La mitad restante laabonaba en el momento de recibir el reloj terminado.Su precio de venta era de unos 600 francos, y todosellos iban firmados con firma secreta.

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Anverso y reverso de un reloj de sobremesa. SigloXX. Construido en 1921 y vendido en 1928 al mar-qués de Pons. Lleva escrito de autenticidad de lacasa Breguet (capítulo XIV). Caja en latón dorado,dos bocallaves, con sonería de hora media y cuar-tos. Escape de áncora. (Ver certificado en los ane-xos). (Colecc. autor)

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Entre 1790 y 1830 todavía se producen relojes concreatividad, si bien el interés del coleccionista se vadesvaneciendo poco a poco a medida que el reloj seindustrializa, se vuelve más sencillo y sobrio, y sehace mucho más asequible. No obstante, tambiéndespués de esa fecha podemos encontrar piezasúnicas por su gran valor artístico y conceptual queaprovechan las conquistas de la industria y sus sofis-ticados medios de producción.

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IX

Reloj del siglo XIX. Inspirado enlos relojes de regulación austria-cos. Escape de áncora. Sonería dehoras, medias sobre gong.(Colecc. autor)

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Reloj de pesas

Tras el regulador de Graham, el perfeccionamientode este tipo de relojes toca techo.

La tradición del reloj de caja alta desaparece deLondres y se refugia en provincias y en la antigua

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Reloj de los denominados Morez. Siglo XIX.(Francia). Firmado por el marquista Jorge G. Girod(San Sebastián). Escape de áncora. Sonería dehoras, medias y cuartos. Es raro por su tamaño,puede que estuviera colocado en algún convento.(Colecc. autor)

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colonia americana. Aquí encontramos bellísimosejemplares procedentes de Massachussets, princi-palmente construidos por miembros de la dinastíaWillard. Se caracterizan por enormes cajas decaoba, esferas de chapa de hierro pintadas conindudable encanto “naif” y copete semicircular consu ventanilla que enmarca un dial con las fases de laluna.

En Londres se siguen las nuevas tendencias copia-das de los relojes franceses que son los que marcanla moda del momento. Se mantiene un modelo decaja alta, muy sobrio y de rara elegancia, con esferacircular esmaltada.

Finalmente se introducen los relojes que los colec-cionistas llaman “Parlamentarios”, en alusión a unaley del parlamento inglés de 1797 que cargó con ele-vados impuestos a los relojes. Se popularizó la insta-lación de grandes esferas bien visibles en los luga-res públicos, especialmente en tabernas.

Característica común de todos los relojes de pesasdel siglo XIX consiste en la sustitución de la cadenapor la cuerda. El reloj de pesas llega a su fin.Solamente los vamos a encontrar en forma de regu-lador, de mayor nivel técnico, en observatorios ygabinetes científicos, así como en sus ingenuasvariedades de corte popular que solamente en elsiglo XX perderán definitivamente su poder de fasci-nación y bien ganada fama como mecanismos fide-dignos y sencillos.

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Reloj de sobremesa

En Inglaterra, sigue el modelo Bracket hasta el año1800, con su escape de paletas que ya para enton-ces llevaba cinco siglos funcionando. Aparece elreloj de esfera redonda esmaltada, dotado de esca-pe de ancora y péndulo libre, y se destierra definiti-vamente el Bracket de los siglos XVI y XVII. Las cajasson construidas en madera de caoba o palo rosa,con el gusto indeciso de la época.

En la ebanistería inglesa se introduce el fileteado demetal, que perdurará toda la época victoriana. Estos

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Reloj francés. Siglo XIX. Bronce dorado no es desonería y protegido por panel de cristal. Firmadopor Perrelet, relojero del Emperador, nieto y alum-no de L.A. Breguet. Dejó la casa Breguet en 1823.Se instala en la calle du Bac, abre una escuela derelojería (1832-1840). Muere en París el año1854. (Colecc. autor)

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relojes de sobremesa exhiben una calidad extraordi-naria, con complicadas sonerías hasta 1830, aunqueal paso del tiempo la calidad va mermando frente auna relojería más barata y masiva que manufacturala industria alemana y norteamericana.

Prolifera el reloj tipo Esqueleto (maquinaria totalmen-te accesible y visible), nacido en la segunda mitaddel siglo XVIII como modo de realzar los extraordina-rios movimientos que se construían en esa época.

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Reloj francés. Finales del siglo XVIII. Esferaesmaltada en blanco, agujas tipo Breguet. Relojmuy común en Francia. (Colecc. autor)

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Este modelo carece de caja, centrando su interés enla sobria distribución de los trenes visibles a travésde un sencillo círculo horario.

En el XIX este tipo de reloj se va complicando concuriosidades técnicas, tales como péndulos misterio-sos de suspensión invisible y trenes de movimientoque se reducen a tres ruedas (todo ello debido a lafecunda inventiva Breguet).

En Francia, quizá por su austeridad, durante la I República (1799-1804) el reloj Esqueleto hace furor,adaptándose a la división horaria decimal y al calen-dario republicano.

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Reloj francés del siglo XIX. Firmado Pontonié.París. (Colecc. autor)

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Ya con el Primer Imperio renacen las artes suntuariasy, bajo la influencia del pintor David, se produce unretorno al clasicismo.

El reloj Imperio refleja con exactitud el estilo oficial dela época. Los personajes históricos, agradables alrégimen napoleónico, forman grupos escultóricos enlos que la esfera es un mero accidente. Se introduceahora un tipo de movimiento estándar, fabricado en

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Bello reloj de los denominados de copa. 1840,“Courtener à Strasburg”. Sonería sobre campanasde horas y medias. La parte trasera está cubiertacon cristal permitiendo observar el movimiento.Finas agujas en oro. (Colecc. autor)

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serie, normalmente numerado y algunos firmados(Máquina París), lo cual sirve para identificar la fechadel reloj. Las platinas de estos movimientos puedenser redondas o cuadradas, carecen de regulador deldesarrollo del resorte, o sea que no tienen cubo-caracol, pero la exactitud le viene dada por la regu-lación de un péndulo libre. Su escape es de tipoáncora y la duración de la cuerda es de ocho días.

Renace el reloj de viaje por obra y gracia deNapoleón Bonaparte ya que el emperador, siempreatento a los mínimos detalles, exige que su oficiali-dad se equipe con relojes de campaña dignos de

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Reloj con mapa-mundi científico. Gira sobre el ejepolar. Las horas van indicadas en el anillo querepresenta el ecuador. (Colecc. autor)

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confianza. Napoleón ha pasado a la Historia como elprimer táctico en utilizar la sincronización horariapara sus movimientos militares. Estos relojes se fabri-caban en un modelo unificado que sobrevivirá todoel siglo XIX. Con caja cuadrangular, paredes de cris-tal biselado y escape de cilindro, normalmente ibanprotegidos por un estuche de cuero fino.

La Restauración nos devuelve, aunque por pocotiempo, a la moda de aquellos modelos pretéritosque caracterizaron el gran esplendor de la monar-quía francesa. En especial, se imitan los relojes de

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Reloj de los denominados “Tournante”. Máquinacircular. La esfera gira en horizontal siendo fija laaguja. Sonería de horas y medias. Fabricado enbronce. (Colecc. autor)

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estilo Luis XIV; este dato es de gran importancia parael coleccionista, porque puede que le presentenrelojes de los años 1820-1830 como auténticos LuisXIV.

Ya dentro de la era mecanizada, el reloj de sobreme-sa deriva hacia enormes monumentos de chimeneaconstruidos en mármol o bronce dorado de calidadinfinitamente inferior a los de época que pretendeimitar.

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Reloj de péndulo circular. C. Grivolas à París.1910. La cuerda. tiene una duración de 400 días.(Colecc. autor)

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Relojes portátiles

Así como hemos visto el ocaso del reloj mueble, elreloj de bolsillo llega a su máximo esplendor y que yano abandonará en este siglo. Son sobre todo, dos losrelojeros sobre los que recae el mérito del reloj debolsillo. Louis Abraham Breguet y Juan AntonioLepine.

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Reloj de viaje. 1830. “Moser à París - George”.Sonería de hora y cuartos, con silencio a demanda.(Colecc. autor)

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Sobre Louis Abraham Breguet ya hemos escritoanteriormente, y de Juan Antonio Lepine (1720-1814)podemos decir que es el gran precursor de los relo-jes de bolsillo planos. El año 1775 desplaza definiti-vamente el sistema de movimiento (cubo-caracol)creando el calibre Lepine.

En Suiza su reinado alcanzará su plenitud hacia elaño 1780 y a partir de esta fecha la hegemonía delreloj portátil le pertenece indiscutiblemente. Hacia elaño 1960 es cuando Japón comienza a ser un terri-ble competidor.

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Bello reloj. Siglo XIX. Franz Gutkaes (Viena).Sonería a demanda, sobre gong. Despertador.(Colecc. autor)

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Anverso y reverso de un reloj de viaje con su estu-che. Moser (París). Finales del siglo XIX. Sonería,de horas, cuartos, y minutos a la demanda y al paso.

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Reloj llamado capuchino. Siglo XIX. Lleva doscampanas de forma que las medias las da tocandolas dos campanas y las horas las da con una cam-pana. Lleva péndulo. Hay otras versiones con esca-pe de cilindro. (Colecc. autor)

Conjunto de varios relojes. El superior izquierdo essuizo de principios del siglo XIX. Es un reloj musi-cal. A la derecha reloj esqueleto del siglo XX. Enla esfera se ve el movimiento de la maquinaria. Losdos inferiores son del siglo XX. (Colecc. autor)

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Reloj francés con su “chatelein”. Tiene segundero,con el que se puede poner en marcha o pararlo.(Colecc. autor)

Conjunto de varios relojes. El superior izquierdo esun reloj inglés victoriano de los también llamados“semicatalino”. A la derecha reloj del siglo XX.Sonería de hora y cuartos, en oro. El inferior de laderecha es un Omega, la parte trasera está esmal-tada “Art Nouveau”. (Colecc. autor)

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Relojes de bolsillo. A la izquierda con segunderocentral y segundero en la esfera pequeña, la otraesfera, marca los días de la semana. A la derechareloj con esfera victoriana, interesante máquina derelojería. Firmado Losada. (Colecc. autor)

Reloj de bolsillo del siglo XIX. LLeva segunderocentral, dos círculos horarios para saber la hora endos lugares diferentes. (Colecc. autor)

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Reloj de bolsillo de mediados del siglo XIX. LeRoy e Hijos. Esfera muy fina, es un reloj de losllamados de tres tapas.

Vista posterior del mismo reloj. La caja en oro estámuy bien trabajada, por lo que se ve que es un relojrealizado por una gran firma.

Reloj interesante no por su hechura sino porqueestá firmado por Almiedo en Madrix, año 1812.Relojero desconocido. Tiene cubo de caracol yescape de paletas. La caja parece de oro bajo.(Colecc. autor)

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Relojes de bolsillo del siglo XX. A la izquierdaconstruido por la casa Ansorena de Madrid, con laesfera plateada, reloj de platino. A la derechareloj Vacheron Constantin (Suiza) en oro de 18quilates. (Colecc. autor)

Diversos relojes de bolsillo. (Colecc. autor)

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LA RELOJERÍA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XIX

Podemos destacar fundamentalmente dos hechossingulares que merece la pena comentar.

El reloj de Corao

Los relojes de Corao aparecen clasificados y defini-dos como obras de excepcional calidad, relojería deprecisión en régimen artesanal, realizados en unpueblecito de Asturias entre 1870 y 1930.

La empresa la fundó Basilio Sobrecueva Miyar(1835-1890), y a su fallecimiento pasó a sus primosIsmael y Roberto Miyar Álvarez, que firman como “B. Sobrecueva Miyar y Cia. Corao”.

La dinastía termina con Ismael quien, ya en plenaGuerra Civil, cesa la actividad para acceder a ladirección de la Escuela de Relojería y Mecánica dePrecisión que durante algún tiempo sostuvo laDiputación de Oviedo como parte aneja al InstitutoLaboral “Rey Pelayo” en Cangas de Onís.

Un primo del fundador, Roberto, vivió en México ymás tarde se incorporó a la industria. En una casasolariega sus descendientes guardaban un relojregulador con esfera astronómica. La lenteja delpéndulo es el Escudo de España con la firma“Roberto Miyar Corao. Asturias”. La Diputación ove-tense adquirió esta pieza el año 1962.

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Fue Fernando Landeira quien en su trabajo “TheatroChronometrico” recogió los datos más interesantessobre los relojes de Corao. Landeira tuvo ocasión deentrevistar a Ismael Miyar, el último descendientevarón que conoció la manufacturación en plena acti-vidad.

El desconocido Losada

Poco se sabe de este relojero español del siglo XIX,afincado en Londres. Tiene fabricados varios cronó-metros de marina con excelente factura que parecendesmentir el trato, un tanto displicente, que se le hadado como si fuera un simple marquista.

Reloj eléctrico

No me gustaría terminar sin una breve mención alreloj eléctrico.

Sin necesidad de remontarnos a los tiempos en quese descubrieron la electricidad o el magnetismo, fueel año 1840 cuando Alexander Bain puso en marchael primer reloj eléctrico. También Charles Wheatstonequiso adjudicarse la primacía del invento. Sea quienfuere, lo sustancial en estos relojes es que el meca-nismo de movimiento se sustituye por un mecanismoeléctrico alimentado por la red o por pilas.

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Reloj eléctrico. Firma Bulle Clock. Principios delsiglo XX. En el extremo del péndulo va una bobinaque abraza un imán imantado de Norte-Sur, Sur-Norte. (Colecc. autor)

Reloj eléctrico. Firma Bulle Clock. Movimientopor bobina. El principio del movimiento es igualque al anterior pero la mitad está imantado a unsentido y la otra mitad al otro. (Colecc. autor)

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Reloj eléctrico. Saillard (Dax) Francia. El funcio-namiento es idéntico a los anteriores.

Reloj eléctrico de principos del siglo XX. El sis-tema es algo diferente a los clásicos en los que labobina recorre una pieza de hierro imantada. Eneste caso el balancín lleva una espiral de cobre pordonde circula la corriente y está colocado entre dosimanes. (Colecc. autor)

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XII.

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XX Reloj marca Movado con su estu-

che. Año 1960. Para dar cuerdabastaba con abrir y cerrar la peta-ca varias veces.

Varios relojes de bolsillo, sólotiene interés el que lleva trabajode damasquinado. (Colecc. autor)

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A la izquierda, pequeño reloj de sobremesa. MarcaCartier. Este reloj se abate quedando como unencendedor. A la derecha, reloj de sobremesa enplata Kendall y Compañía (París). Esta platería eramuy importante en Francia. (Colecc. autor)

Reloj de porcelana firmado “Leroy”.(Colecc. autor)

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Relojes Atmos. Jager Le Coutre. (Suiza)

Este reloj no necesita cuerda, de hecho no llevaningún mecanismo para tal fin. Funciona con lacontracción y dilatación de una bombona de gas conel cambio de temperatura. (Colecc. autor)

Este modelo solía regalarlo el Gobierno de Suiza alos mandatarios de otros países en las visitas ofi-ciales. (Colecc. autor)

Modelo posterior. (Colecc. autor)

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Conjunto de relojes llamado Roskof. En el prime-ro las horas vienen marcadas en la ventanilla supe-rior y los minutos en la inferior. El último tieneen el círculo del segundero las seis fases de laluna. (Colecc. autor)

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Estuche con torno para ejes devolante parte inferior, taladro.(Colecc. particular)

Estuche con torno para ejes devolante, aparatos para comprobarel equilibrado del volante.(Colecc. autor)

XIII.

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Torno horizontal manual. Posiblemente del sigloXIX. (Colecc. autor)

Torno horizontal manual. Posiblemente del sigloXIX. (Colecc. autor)

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Máquina de tallado de engranes “Arrondire”. En laparte inferior y sobre unos ejes, lleva las fresasnecesarias para su utilización.

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Estuche de punzones

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A continuación reproducimos los documentos indica-dos en el capítulo del siglo XVII, de la casa Breguet:

Fechas importantes:

1798 Patente del escape de fuerza constante

Presentación del primer péndulo simpático. Estereloj de sobremesa va provisto de un emplaza-miento donde se coloca un reloj de bolsillo y quesirve para darle cuerda y ponerle en hora automá-ticamente.

1799 Vende el primer reloj “táctil” que indica la hora alcontacto con el dedo.

1801 Patenta el escape Tourbillon. No se comercializahasta 1805.

1808 Crea un establecimiento en Rusia “La maison deRussie” que cierra el 1811. Relojes para la noble-za y marina imperial.

1810 Realización del primer reloj pulsera.

1815 Se le nombra relojero de la Marina.

1816 Es nombrado miembro de la Academia deCiencias.

1820 Invención del reloj con doble segundero, precursorde cronómetro moderno.

1822 Publicación del primer catálogo.

1823 Fallece en París, sigue la obra su hijo AntoineLouis.

1830 Venta del primer reloj desprovisto de llave para darcuerda, dotado de un botón estriado, mediante elcual se da cuerda y se pone en marcha.

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XIV.

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1833 Antoine Louis se retira y le sucede su hijo LouisClement.

1834 Patenta el péndulo Sympatico.

1840 Invención del termómetro metálico.

1856 Trabajos sobre relojería eléctrica, principalmentesobre relojes urbanos de la ciudad de Lyon.

1866 Patente para el reloj Diapasson.

1870 Louis Clement decide dedicarse a aplicaciones dela electricidad. Vende la empresa a Edward Browncuya familia seguirá hasta 1970.

1926 Patente reloj sin aguja, esfera giratoria y horariosaltante en ventanilla.

1939 Patente reloj sideral.

1954 Hace relojes para la aeronáutica militar dotado deFlyback.

1970 Es comprado por el joyero Chaurent y en el 1987por la sociedad financiera Investcorp.

1972 Creación de varios modelos de pulsera para darlugar a la línea clásica.

1976 Instalación de los talleres Breguet en el Vallée deYoux. A partir de este momento se produce el100% en Suiza.

1988 La línea clásica se completa con un reloj de esca-pe Tourbillon homenaje a su inventor.

1990 Nuevo péndulo Sympatico para relojes de pulsera.Lanzamiento de la colección de Marina.

1991 Patente del reloj de pulsera con ecuación del tiem-po perpetual. Subasta organizada en Ginebra, a lacual tuve la oportunidad de poder asistir.

1995 Lanzamiento de la colección tipo XX.

1997 Celebración: 250 años del nacimiento de LouisAbraham Breguet.

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Publicación de la obra Breguet. Horloger depuis1775. Vida y posteridad de L.A.B. (1747-1823) porEmmanuel Breguet.

Patente para un mecanismo de reloj con calenda-rio perpetuo en línea y salto instantáneo del año.

1999 Adquisición del grupo Horloger Breguet por laempresa Swatch Group.

2001 Conmemoración del 250 aniversario del Tourbilloncon la producción de una serie limitada de 200piezas de un modelo único de la línea clásica.

2003 Saca al mercado el reloj despertador.

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Operario de la casa Breguet.

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Reproducción de los certificados de autenticidadque gentilmente la casa Breguet me envió a mirequerimiento. (Reloj pág. 124)

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Invitación de la casa Breguet para visitar la colec-ción de relojes antiguos y contemporáneos queluego se subastarían en el Hotel Bergue deGinebra, el 14 de abril de 1991.

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Tarjetón de la exposición y subasta de sus relojes.El reloj llamado “symphatico” alcanzó la suma de100 millones de pesetas.

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Reloj llamado “symphatico”.

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Portada del catálogo.

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XV.b

iblio

graf

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DIDEROT & D’ALEMBERT. L’Encyclopédie. Horlogerie.

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galería de relojes donostiarras

Fot.

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hele

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En este capítulo contamoscon la colaboración de:

Tecnikronos,Fototeka KutxaMuseo San Telmo.

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Reloj actual del Boulevard, de la casa francesa Bodet. Elreloj patrón está colocado debajo del kiosko que es el queenvía las órdenes a las esferas. Las agujas van al aire, es deúltima generación, dirigido vía radio France Inter. El bácu-lo que lo soporta es el que estaba en el reloj de Ondarreta,se cambió de lugar el mismo día añadiéndole en la partesuperior un nuevo capitel. El año 1895 grabado en el bácu-lo corresponde al de su fabricación.Reloj también digital que sustituyó al primero.

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Fotografía del primer reloj instalado en elboulevard, en el edificio que hace esquinacon San Jerónimo.

Boulevard

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Reloj de la casa Bodet, dispone de una cen-tral horaria de última generación, capaz dealmacenar hasta 100 toques de melodías dis-tintas. En la actualidad da las horas, medias ycuartos sobre tres campanas.

Ayuntamiento deSan Sebastián

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Reloj de la casa Bodet, instalado en 1984 en la BibliotecaMunicipal de la plaza de la Constitución. El control del reloj serealiza a distancia. Reparado recientemente. Es el utilizado parala izada y arriada de la bandera el día de San Sebastián.

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Biblioteca Municipal

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Mercado de la Brecha

Antiguo mercado, hoy día centro comercial. Elreloj primitivo constaba de dos esferas, unadaba al boulevard y la otra al interior del anti-guo mercado. Dispone de una campana paradar las horas y las medias.Fo

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Tabacalera

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Edificio situado en elPaseo Duque de Man-das, antigua fábrica detabaco.En la foto superiorvemos el reloj actual,en la inferior el antiguo.En la reforma realizadaen al año 1984, se lequitó el cristal delante-ro, dándole mayor visi-bilidad. Los toques dehoras, medias y cuartoslo realiza con tres cam-panas.

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Estación del norte

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Relojes situados en losandenes de la estación.

Reloj dirigido vía satélite. Restaurado en el año 2007.

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Estación deEuskotren

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Instalado cuando se realizó la remodelaciónde la estación del topo y de la plaza Easo.

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Igueldo

Cuarteles de Loiola

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Reloj situado enlas antiguas escue-las municipales.Toca las horas ylas medias sobreuna campana.

Reloj carillón, da las horas y lasmedias sobre unas bocinas deintemperie, imitando los sonidos delos antiguos carillones de varillas.

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Reloj mecanizado de la casa francesa Bodet quevía radio está conectado a una central horariaque sincroniza la hora y el toque de campanas,instalado en su interior.

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Catedral de El Buen Pastor

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Basílica deSanta María

Es el único reloj de San Sebastián que dalos avisos de las horas, medias y cuartoscon seis campanas consiguiendo untoque especial y muy armónico.

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El reloj se automatizó al realizar la refor-ma de la Iglesia. Dispone de una centralde mando para enviar las órdenes a laesfera y a la campana encargada de dar lashoras y las medias. Todo el conjunto vadirigido vía radio desde la emisora FranceInter.

Iglesia deSan Vicente

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Iglesia deSan Ignacio

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Iglesia situada en el barriode Gros, cuya primera pie-dra se colocó en setiembrede 1892. Utiliza 2 campanaspara dar las horas.

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Iglesia delCorazón deMaría

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na Reloj de cuatro caras, equipado

con minutería capaz de soportarlas inclemencias metereológicasque le azotan desde la Zurriola.

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Iglesia delSagrado Corazón

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na Iglesia del barrio de Loiola. Tiene una

campana que se encuentra situada pordebajo de los edificios colindantes, lo quele da una sonoridad especial.

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Parroquia deSan Sebastián

Situada en el barriodel Antiguo, tienecuatro caras, cadauna orientada a unpunto cardinal.Fo

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Iglesia de losCarmelitas

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Actualizado en el año 2003. Dirigidovía radio France Inter. Único reloj de laciudad con cristal delantero.

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Iglesia de laSagrada Familia

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Situada en el barrio de Amara, tiene unreloj de dos esferas de 2x2 metros, lasmayores del municipio. La central horariacontrola las cinco campanas que dan lostoques horarios y religiosos.

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Iglesia de Añorga

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na El control de este reloj se realiza desde la

fábrica de Cementos Rezola, donde seencuentra el reloj patrón y es el que da lostoques de entrada y salida de la misma.

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Iglesia de Martutene

Tiene una estructura originaldonde van colocadas lascampanas, que proceden asícomo el reloj de la antiguaiglesia de Martutene .

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Iglesia de Trintxerpe

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Una vez construida la iglesia,no fue posible colocar el reloj,hasta el año 2003 que es cuan-do se instaló la esfera y el con-trol horario para manejarlojunto con las tres campanas.

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Situada en el puerto de San Sebastián, dispone devarias campanas, aunque sólo utiliza una para darlas horas.

Iglesia de San Pedro

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Iglesia Parroquial de Alza

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En este año 2008, le cayó un rayo,por lo que hubo que sustituirle laparte de la maquinaria dañada.Dispone de una campana que dalas horas y las medias.

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Universidad de Deusto

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Tras la restauración de las emblemáticastorres, se acondicionó una de ellas para colo-car los indicadores de las horas. Desde suconstrucción dispusieron de un reloj cadatorre. El carillón toca el himno de SanIgnacio.

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Ategorrieta Cementerio de PolloeReloj con dos esferas una a cada lado, el patrón lo llevaen la base del pedestal.

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Reloj y barómetro de la casa suiza PatekPhilippe. Situados en el paseo de la Conchasobre dos columnas de piedra. Las cuatro esferasdel reloj fueron cambiadas en el año 2006. Se lequitó el cristal delantero y se colocó la maqui-naria capaz de soportar las inclemencias deltiempo y vientos de hasta 120 kms. hora.Fo

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Los relojes...

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Plaza deGipuzkoaFo

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Reloj floral, único en la provincia, instalado a petición de los comerciantesde la plaza en 1962 por la Relojería Industrial Santos Alonso de Bilbao.

Reloj solar y base del antiguocañón que disparaba una salvacon pólvora a las doce delmediodía. El cañón hoy día seencuentra en el Museo de SanTelmo.

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Paseo de la Zurriola

El conjunto consta de cinco unidades de doblecara. Tres se colocaron cuando se amplió laplaya de la Zurriola y los otros dos situadosdetrás del Kursaal se colocaron a finales de losaños 90. Todos ellos están controlados por unreloj patrón desde los sótanos del Paseo.

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A la izquierda, primerreloj de la casa france-sa Brillie instalado enel paseo de Ondarretaa finales de los años50. Los indicadores ylas agujas eran decolor rojo. El báculoque soportaba el relojes el que está actual-mente en el reloj delboulevard.

A la derecha el relojactual visto desde lacalle Matía.

Playa de Ondarreta

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Nafarroa Behera

Reloj situado en el barrio de Gros (Txofre),dispone de dos esferas, éstas son iguales a lasdel reloj actual del Boulevard, pero serigrafia-das sobre un cuadrado en vez de un círculo.

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Jardines delPalacio de Aiete

El reloj se ha puesto en marcha el mesde octubre del 2008, una vez acabadaslas obras de restauración del edificio.

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GipuzkoaDonostiaKutxa

Edificio de la calle Guetaria.Antigua Caja de AhorrosMunicipal. Consta de dosesferas con agujas al airecomandadas por un relojpatrón desde los sótanos deledificio.

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Bankoa

Situados en la cúpula deledificio de la Avenida de laLibertad de San Sebastián.

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Reloj de la casa Bodet. Tiene un carillón detrece campanas que suena dentro y fuera deledificio.Tiene posibilidad de varias melodías.

Banco Guipuzcoano

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Relojería Internacional

Relojería Chopeitia

Reloj electromecánico, con una sirena que suena todos los días a las docedel mediodía. El periódico El pueblo Vasco fue el que inicialmente insta-ló dicha sirena como reclamo publicitario.

Reloj comandado desde el interior de larelojería. La esfera se hizo especial con elnombre y la marca serigrafiada.

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Antigua relojería Girod, en la calle Andíaesquina con Avda. de la Libertad. En eltraspaso de dicha empresa se puso comocondición que dicho reloj continuase en susitio.

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Antigua relojería de la calle Miracruz, eracomo el reloj del “bule” para los de Gros

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Reloj instalado en la gasolineraLarramendi de la Avda. de Navarra.Restaurado en el 2004, dirigido porradio para los cambios de hora.

Relojería Olazábal, en la calle Garibay.

Reloj situado en la calle San Juan (ParteVieja), donde se encontraba la RelojeríaZarra. Éste desapareció al cerrar el comer-cio. Una cuadrilla del barrio que se habíandado cita, durante treinta años, debajo delmismo pidieron a Parvisa que lo repusie-ran. Comenzaban la ronda de txikitos a launa en punto del mediodía de dicho reloj.

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Colegio San Ignacio de Loiola

AntiguoColegio Inglés

Restaurado en el 2004,dirigido por radio paralos cambios de hora.

Antiguo colegio, en la actualidad eledificio es utilizado por una acade-mia de estudios. La esfera simula eltípico reloj inglés de acorde con eldiseño del edificio.

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El cañón de la plaza de GipuzkoaArtículos y fotos cedidas por el Museo de San Telmo de San Sebastián.

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Reproducimos ac o n t i n u a c i ó ncomo comple-mento el catálo-go de la CasaTecnikronos deSan Sebastián,que publicó enel año 1980. Enel vemos variasrelojes de la ciu-dad y sus carac-terísticas.

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