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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAUNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“SIMÓN RODRÍGUEZ”U.N.E.S.R.
NÚCLEO SAN CARLOS
San Carlos, septiembre 2012REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “SIMÓN RODRÍGUEZ”
U.N.E.S.R. NÚCLEO SAN CARLOS
LAS NECESIDADES NUTRITIVAS DE LOS ANIMALES
Participantes:
El objetivo de la alimentación de los animales es determinar, la combinación
óptima de los ingredientes disponibles para formar una ración con determinadas
características en función de la fisiología y del nivel productivo del animal. Así, en
el caso de animales de producción es fundamental que la ración proporcione al
animal todos los nutrientes que necesita para conseguir un máximo rendimiento
productivo en cuanto a cantidad y calidad de los productos, su costo sea el más
bajo posible y prevenga la aparición de trastornos digestivos o metabólicos.
Las necesidades nutritivas de los animales se cubren mediante la ración
que ingieren; esto es, la ración es una combinación de ingredientes que aporta los
nutrientes requeridos por el animal. Las raciones de los animales se elaboran
mediante la combinación de tres tipos de ingredientes:
1)Las Materias Primas:
Son productos de origen vegetal, animal ó mineral que a efectos didácticos
se clasifican en tres grandes grupos:
a) Concentrados: Que a su vez pueden ser energéticos (cereales, mandioca,
entre otros), proteicos (tortas oleaginosas, subproductos animales, entre
otros), ó fibrosos (salvados, pulpas, forrajes deshidratados, entre otros).
Las principales materias primas concentradas que se utilizan son las
siguientes:
o Cereales (cebada seis carreras, maíz, trigo blando, avena)
o Tortas de oleaginosas. Principalmente se emplea torta de soja, y menor
medida de cola y girasol.
o Harinas de subproductos animales. En la actualidad sólo están
permitidas las de la industria de la pesca y las de origen animal en animales
de compañía.
o Harinas de subproductos vegetales como el gluten meal y gluten feed.
o Subproductos lácteos. Leche desnatada, suero de leche para
lactorremeplazantes y piensos de lechones.
o Grasas. La mayoría de la grasa empleada en nutrición procede de
subproductos animales (sebos de rumiantes o manteca de cerdo). La grasa
de origen vegetal más empleada es la semilla de algodón.
o Concentrados fibrosos. Salvado de trigo, pulpa de remolacha, cascarilla
de soja y alfalfa deshidratada y peletizada.
o Otros subproductos como la melaza, mandioca, etc...
b) Complementos minerales: Que aportan macrominerales (carbonato
cálcico, fosfato bicálcico, sal, entre otros).
c) Forrajes: Que poseen un alto contenido en fibra (pastos, henos, ensilados,
pajas, entre otros) y se utilizan en la alimentación de caballos y rumiantes.
2)Los ingredientes complementarios:
Permiten ajustar el contenido de las raciones en nutrientes específicos; los
ingredientes complementarios incluidos en las raciones de monogástricos son
aminoácidos esenciales y correctores vitamínico-minerales.
3) Los aditivos:
Son ingredientes que mejoran las condiciones de elaboración, de
conservación y de aprovechamiento digestivo y metabólico de las raciones.
Las raciones de los monogástricos se suelen suministrar en forma de
piensos compuestos que contienen materias primas concentradas, ingredientes
complementarios y aditivos, aunque en algunos casos concretos (ponedoras,
reproductoras porcino y monogástricos herbívoros) se incluyen cantidades más o
menos importantes de concentrados fibrosos (salvado de trigo, alfalfa
deshidratada, pulpa de remolacha). En el caso de rumiantes las raciones se
suministran combinando una base de forrajes con piensos y/o materias primas
concentradas.
La mayoría de las presentaciones de las sustancias concentradas se
hace en forma de pienso, ya que tienen unas indudables ventajas:
o Facilitan la labor del ganadero para alimentar a los animales, reduciendo las
necesidades de mano de obra.
o Suelen contener una composición equilibrada de nutrientes.
o Impiden que el animal seleccione los ingredientes de la ración
o Suelen estar ajustados de precio (debido a la utilización de varios
ingredientes y a la economía de escala).
LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS.
Las necesidades nutritivas más difíciles de cubrir son las energéticas, de tal
manera que el contenido energético de la ración representa habitualmente el
primer factor limitante de la productividad de los animales, pues condiciona en
gran medida la ingestión, el nivel de producción y el índice de conversión del
animal. De ahí que el principal factor que determina el valor nutritivo de un
alimento es su contenido en energía utilizable por el animal. Las necesidades
energéticas de los animales se suelen determinar mediante el método factorial.
ESQUEMA SIMPLIFICADO DE LAS NECESIDADES ENERGETICAS
LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS PARA EL CRECIMIENTO
Las necesidades energéticas de crecimiento son la suma de energía
necesaria para la deposición de proteína y para la deposición de lípidos. Se
considera que para depositar un gramo de proteína son necesarias 10.6 kcal de
EM, y que para depositar un gramo de grasa se requieren 12.5 kcal de EM (Tess y
cols. 1984). Cabe destacar sin embargo que las necesidades para depositar tejido
magro (23% de proteína) y tejido adiposo (90% de grasa) son de 2.44 y 11.25 kcal
EM por gramo depositado respectivamente. Por ello en términos de coste
energético para crecimiento es mucho más eficiente el crecimiento en forma de
tejido magro que en forma de tejido adiposo.
Las necesidades de crecimiento vendrán determinadas por la deposición de
proteína en el caso de los aminoácidos y por la mínima relación grasa: proteína
depositada en el caso de la energía. La suma de los valores obtenidos para
mantenimiento y crecimiento nos van a definir la relación lisina/energía óptima en
cada caso. Para expresar dichas necesidades como porcentaje de la dieta nos
hará falta además conocer cual va a ser el consumo diario de pienso.
Las normas de alimentación para el crecimiento se basan en la edad y el
peso correspondiente a cada período de crecimiento. Los requerimientos por
undeterminado nutriente durante el crecimiento incluyen las necesidades para
elmantenimiento y la formación de nuevos tejidos. De todos los nutrientes
requeridos elmás importante es la Energía y en base a ésta se organiza la ración
total diaria de cada especie animal.
Durante el crecimiento la proporción de los requerimientos de Energía total
quecorresponden al mantenimiento, aumenta con el aumento del tamaño corporal;
pero lademanda adicional para el crecimiento varía con la tasa y la composición del
tejidonuevo formado, la cual va disminuyendo con la edad. Las necesidades de energía
para crecimiento se obtienen a partir del contenido de energía depositada como
tejidos durante el crecimiento y es calculada de la energía neta depositada.
Las necesidades energéticas se han establecido en base al contenido en
energía y proteína de la ganancia de tejido corporal y se utiliza el sistema de la EN
y el de PM para predecir las necesidades respectivas. Las necesidades del
modelo se calculan introduciendo el peso del animal y refiriéndolo al peso adulto
de la raza seleccionada.
LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DE MANTENIMIENTO.
Las principales necesidades energéticas de mantenimiento corresponden a
la energía necesaria para cubrir los gastos del metabolismo basal, esto es, las
necesidades energéticas para llevar a cabo la síntesis de moléculas grandes a
partir de moléculas pequeñas (en particular la síntesis de proteínas de la
renovación proteica), el transporte activo a través de las membranas celulares, y la
realización de funciones mecánicas indispensables (movimientos del corazón y
movimientos respiratorios y digestivos), estando el animal en reposo y en un
intervalo de temperatura confortable (zona termoneutra); los gastos energéticos
asociados a la síntesis de moléculas representan el 35-45% de los gastos para
cubrir el metabolismo basal, otro 35-45% lo representan los gastos energéticos
para cubrir el trasporte activo, y alrededor del 20% para cubrir los gastos de las
funciones mecánicas. La situación de metabolismo basal no se alcanza más que
en situaciones experimentales.
Además de las necesidades energéticas para mantener el metabolismo
basal, los animales también necesitan energía para mantener la temperatura
corporal y realizar los movimientos. Aunque el conjunto de estos dos gastos en el
caso de animales estabulados suele representar menos del 15% del total de las
necesidades energéticas de mantenimiento, ya que los alojamientos protegen
suficientemente del frío y los movimientos de los animales son escasos, los gastos
asociados al movimiento y a la regulación térmica suelen representar más del 25%
de los gastos de mantenimiento en el caso de animales de compañía con cierta
actividad física y en el caso de animales en pastoreo.
Los animales obtienen la energía que necesitan para cubrir sus
necesidades de mantenimiento mediante la oxidación de nutrientes absorbidos en
el aparato digestivo, ó mediante la oxidación de nutrientes de las reservas
corporales. En concreto, la energía se obtiene a partir de la oxidación de:
o Azúcares: Glucosa y otros azucares del alimento, y glucógeno de las
reservas musculares y hepáticas.
o lípidos (Del alimento y de las reservas grasas).
o ácidos grasos volátiles absorbidos en el intestino grueso en el caso de
monogástricos herbívoros y, sobre todo, absorbidos en el rumen de los
rumiantes.
o aminoácidos (Del alimento y de los músculos).
La energía obtenida en la oxidación de los nutrientes se almacena en forma
de ATP; el ATP utilizado para cubrir los gastos de mantenimiento se consume
íntegramente produciendo calor que se expulsa al exterior. Debido a que la
energía utilizada para cubrir las necesidades de mantenimiento se transforma en
calor, las técnicas experimentales para determinar las necesidades energéticas de
mantenimiento se basan en la calorimetría y se estudian con detalle más
adelante:
o Midiendo el calor producido por los animales en ayunas, ya que este calor
coincide con la energía movilizada de sus reservas corporales para cubrir
sus necesidades de mantenimiento.
o Suministrando dos ó más niveles de energía para, mediante regresión,
determinar la producción de calor al nivel de ingestión cero.
o Suministrando varios niveles de energía para determinar la ingestión
energética para la cual no existe variación de peso (método del balance de
energía: es un método poco exacto).
o En la práctica, la cuantía de las necesidades energéticas diarias de
mantenimiento se puede estimar de forma aproximada como 300 kJ por kg
de peso metabólico.
En general, las necesidades de mantenimiento representan más del 50% de
las necesidades energéticas totales de las gallinas ponedoras, casi el 45% en el
caso de animales en cebo, y menos del 40% en el caso de hembras en lactación.
LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DE PRODUCCIÓN.
La energía contenida en los nutrientes no oxidados para cubrir las
necesidades energéticas de mantenimiento se almacena en forma de compuestos
químicos que van a formar las estructuras corporales y los productos animales;
esto es, las necesidades energéticas de producción representan la energía
contenida en las producciones animales (carne, leche, entre otras).
Debido a que la energía de producción es aquella contenida en los
productos animales, las necesidades energéticas de producción se determinan
midiendo en una bomba calorimética la energía contenida en la carne, la leche y
en los huevos. El contenido energético de la leche depende básicamente de su
contenido en grasa, oscilando entre 2.5 MJ por litro de leche de yegua y 9.5 MJ
por litro de leche de coneja; el contenido energético de los huevos depende de su
tamaño, oscilando entre 375-425 kJ.
En las hembras en gestación y en los animales en crecimiento, las
necesidades energéticas de producción se determinan midiendo la energía
retenida en los fetos y en las estructuras corporales, siendo de unos 30 kJ por g
de tejido adiposo y 5 kJ por g de tejido muscular formados; la energía depositada
durante el crecimiento es de 10-15 MJ por kg engordado, dependiendo del
engrasamiento del animal.
DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS
Se desea estimar las necesidades energéticas de una estirpe de cerdas
reproductoras de 140 kg de peso que producen 6 litros diarios de leche con un
contenido de 5 MJ de energía por litro.
Necesidades de mantenimiento:
Las necesidades diarias de mantenimiento se estiman como 300 kJ por kg
de peso metabólico, esto es, 300 x 1400.75 = 12.2 MJ diarios de energía neta.
Necesidades de producción:
La cantidad de energía excretada en la leche es de 6 x 5 = 30 MJ, por lo que las
necesidades de energía neta son de 30 MJ diarios.
Necesidades totales:
Las necesidades totales son la suma de las de mantenimiento más las de
producción, esto es, 42.2 MJ diarios de energía neta. El nivel de alimentación es
42.2/12.2 = 3.5
Se define el nivel de alimentación como la relación entre la EN total ingerida
y la EN necesaria para cubrir las necesidades de mantenimiento; en general,
cuanto mayor sea el nivel de alimentación, más energía habrá disponible para
acumularse en forma de moléculas químicas de los productos (carne, huevos,
leche, fetos), y por tanto mayor será la producción.
NECESIDADES PROTEICAS PARA EL MANTENIMIENTO.
Las necesidades proteicas para mantenimiento están compuestas por las
pérdidas a través de la piel, las pérdidas ocurridas en la porción anterior del tracto
digestivo, la pérdida obligada de nitrógeno en la orina y las pérdidas de proteínas
endógenas en las heces.
Las pérdidas de nitrógeno dérmico incluyen la renovación de la capa
(crecimiento de pelos y descamación epitelial) y otras pérdidas queratinosas,
expresándose normalmente en función del peso vivo metabólico (peso vivo
elevado a la potencia 0.75)
Las pérdidas de proteína endógena que acontecen en la porción anterior
del tracto digestivo corresponden a mucoproteínas de la saliva, células epiteliales
de tracto respiratorio, restos celulares procedentes de la abrasión del epitelio de la
boca, esófago y retículo-rumen, restos similares de omaso y abomaso, y
secreciones de abomaso. Probablemente, las tres primeras fracciones son
degradadas por los microorganismos ruminales y no llegan a duodeno.
La contribución de las restantes fracciones al conjunto de proteína presente
en duodeno es importante y se expresa de forma proporcional al consumo de
materia seca. Esta fracción proteica es una pérdida parcialmente compensada
porque es redigerida en intestino delgado y se incorpora al conjunto de proteína
metabolizable.
La pérdida de nitrógeno en la orina representa la diferencia entre la síntesis
y la degradación de la proteína corporal. El continuo proceso de renovación de las
proteínas es muy intenso (2-4% de la proteína corporal al día) de forma que, a
cada instante, una parte de las mismas es degradada hasta aminoácidos y
reemplazada por proteínas nuevamente sintetizadas.
Aunque la masa proteica se mantiene, ocurre una pérdida inevitable de
nitrógeno debida al catabolismo de parte de los aminoácidos liberados. Esta
pérdida se denomina nitrógeno endógeno basal. La velocidad de renovación es
función de la edad (mayor en animales más jóvenes), del órgano considerado
(más elevada en tracto gastrointestinal e hígado, seguidos por los riñones, la piel y
la musculatura), y por el tipo de proteína (mayor para las proteínas funcionales).
Las pérdidas de nitrógeno endógeno basal se expresan comúnmente en
función del peso vivo metabólico. Indicar que la pérdida de energía asociada a la
renovación proteica supone aproximadamente un 15% de las necesidades
energéticas de mantenimiento.
Las pérdidas fecales de proteína endógena se consideran debidas a la
descamación de la mucosa posterior a intestino delgado y a las secreciones
digestivas no reabsorbidas. La estimación de estas pérdidas es compleja debido a
que las heces contienen otras fracciones nitrogenadas como restos alimenticios no
digeridos, residuos microbianos indigestibles y células microbianas intactas. Estas
pérdidas se expresan en función del consumo de materia seca.
Debido a la dificultad práctica de mantener a los rumiantes en raciones
libres de nitrógeno (reciclaje de urea plasmática a rumen y consumo disminuido de
alimentos) y a la confusión entre las pérdidas urinarias y fecales de nitrógeno, la
estimación de las necesidades proteicas de mantenimiento plantea amplias
diferencias entre los diferentes grupos de investigación.
NECESIDADES PROTEICAS PARA EL CRECIMIENTO.
Cuando un animal recibe una ración adecuada en energía, el porcentaje de
proteína de la ganancia de peso disminuye y el contenido de grasa aumenta al
aproximarse a la madurez. La madurez química se alcanza cuando la ganancia de
peso contiene cantidades mínimas de proteína. En el caso del ganado vacuno de
raza frisona esto ocurre en torno a los 5 años de edad.
Por otro lado, cuanto mayor es la velocidad de crecimiento, más aumenta
la fracción de la ganancia que se retiene en forma de grasa en detrimento de la
deposición de proteína. Por tanto, la estimación de la retención de proteína
durante el crecimiento se hace en función de la retención de energía, cuyo valor
recoge ambos aspectos (peso vivo y velocidad de crecimiento).
Para ajustar las necesidades proteicas para el crecimiento debemos
considerar dos períodos claramente diferenciados:
o Desde La Primera Concepción Hasta Que Se Alcanza El Peso Vivo Adulto:
La subalimentación nitrogenada durante la primera gestación y a lo largo de
la primera lactación reduce la producción de leche en las lactaciones sucesivas
(crecimiento diario de 0.69 y 0.104 kg/día, respectivamente). Sin embargo, las
necesidades nitrogenadas para el crecimiento son cuantitativamente poco
importantes en vacas lactantes a partir de la segunda lactación (crecimiento diario
menor de 0.06 kg/día).
o Desde El Nacimiento ALa Primera Concepción:
Las necesidades de proteína para novillas en crecimiento se calculan de
forma similar a los animales de engorde con la salvedad de que el ritmo de
crecimiento no es máximo sino el adecuado para evitar engrasamiento corporal
(crecimiento diario de 0.87 kg/día).
Los aportes de proteína y energía durante la recría de novillas deben ser
tales que el crecimiento de la masa corporal libre de grasa sea óptimo sin
incremento del índice de estado de carnes. Además, la retención de energía en
exceso provoca engrasamiento del parénquima mamario lo que reduce su
funcionalidad posterior.
Para conseguir este objetivo parece ser que la relación proteína/energía de
la ración es más importante que simplemente la energía suministrada. Dicha
relación debe ser adecuada y normalmente constante a lo largo del crecimiento,
es decir, si se desea aumentar el ritmo de crecimiento, debe incrementarse el
aporte de proteína.La eficacia con que se utiliza la proteína metabolizable para la
deposición de proteína es probablemente mayor en animales jóvenes.
NECESIDADES PROTEICAS DE PRODUCCIÓN
Dentro de estas se distinguen varios niveles de necesidades:
o Crecimiento:
Van a depender de la especie, raza (razas precoces frente a tardías) y el
sexo (los machos requieren más proteína que los machos castrados y las
hembras). La edad y sobre todo, el incremento del peso van a ser los factores que
determinen las necesidades del crecimiento.
o Gestación:
Las necesidades de proteínas para la gestación dependen, como siempre
de la especie y raza, (sobre todo en cuanto al tamaño del feto). Otro factor a
considerar es la fase de la gestación en la que se encuentre la hembra, ya que se
va a tener muy en cuenta el incremento de las necesidades que se produce
durante el último tercio de esta. Por último influye el tamaño de la camada a mayor
número de fetos habrá mayores necesidades de proteína.
o Lactación:
Estas necesidades vienen determinadas por la composición proteica de la
leche (conejas y cerdas producen leche con alto contenido en proteína) y de la
cantidad de leche producida. Ambos factores se relacionan con el momento de la
lactación.
o Huevos:
El contenido en proteínas de un huevo es de 12 por 100 de su peso; para
un huevo de 60 g serán necesario 7 g de proteína, lo que supone 3.5 veces más
de las necesidades de mantenimiento de una ponedora.
Al igual que en el caso del metabolismo energético, a mayor producción se
producen mayores perdidas de proteínas para el mantenimiento debido al
incremento de actividad de los órganos (sobre todo del aparato digestivo) y otras
perdidas debida al aumento de la síntesis proteínas. Los rendimientos de
utilización metabólica de los aminoácidos absorbidos oscilan entre 0.4-0.6.
LA DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES PROTEICAS.
En general, las proteínas del organismo no son estables, sino que se
produce constantemente una renovación proteica, esto es, parte de las proteínas
son destruidas y sintetizadas de nuevo (hay proteínas que se renuevan cada día, y
otras que se mantienen prácticamente estables). Alrededor del 20% de los
aminoácidos procedentes de la renovación proteica no son reutilizados para la
síntesis de nuevas proteínas, sino que son destruidos y su nitrógeno excretado por
la orina.
Por este motivo, debe existir un aporte continuo de aminoácidos en la
ración; de hecho, las principales necesidades de aminoácidos para mantenimiento
son para mantener la renovación proteica de las células. Otras pérdidas de
aminoácidos durante el mantenimiento, mucho menos importantes que las
anteriores, son las pérdidas de nitrógeno fecal debidas a las secreciones proteicas
(enzimas) al aparato digestivo, descamaciones del aparato digestivo y restos de
microorganismos intestinales. Las necesidades nitrogenadas diarias de
mantenimiento se pueden estimar de forma aproximada como 1.25 g de proteína
neta por kg de peso metabólico.
Las necesidades nitrogenadas de producción se calculan determinando la
composición de las producciones ganaderas. Así, el contenido proteico de la leche
oscila entre 30-90 g por litro según las diferentes especies, los huevos contienen
unos 7-8 g de proteína, y durante el crecimiento se depositan 100-200 g de
proteína por cada kg engordado.
Se desea estimar las necesidades proteicas de una estirpe de cerdas
reproductoras de 140 kg de peso que producen 6 litros diarios de leche con un
contenido de 60 g de proteína por litro.
Necesidades de mantenimiento:
* Método de la estimación a partir del PM:
El peso metabólico es igual al peso vivo elevado a 0.75: PM = PV0.75 = 1400.75 =
40.7 kg
Las necesidades diarias de mantenimiento se estiman como 1.25 g de
proteína neta por kg de peso metabólico, esto es, 51 g diarios de proteína neta.
* Método de la estimación suministrando una ración carente de proteína:
Un grupo de cerdas en mantenimiento se alimentan con 2.5 kg diarios de
una ración experimental sin proteína, y la excreción diaria es de 6.5 g de nitrógeno
en la orina y 1.5 g de nitrógeno en heces.
Las necesidades diarias de mantenimiento se estiman como la excreción
nitrogenada en orina y heces, esto es, 8.0 g de nitrógeno que equivalen a 8.0 x
6.25 = 50 g diarios de proteína neta.
Necesidades de producción:
La cantidad de proteína excretada en la leche es de 6 x 60 = 360 g, por lo
que las necesidades de proteína neta son de 360 g diarios.
Necesidades totales:
Las necesidades totales son la suma de las de mantenimiento más las de
producción, esto es, 410 g diarios de proteína neta.
LAS NECESIDADES DE MINERALES Y VITAMINAS.
Tanto los minerales como las vitaminas están sujetos a una intensa
renovación orgánica, siendo numerosas las interacciones existentes entre estos
nutrientes; por ejemplo, la vitamina D favorece la resorción ósea de calcio, el
selenio y la vitamina E tienen efectos antioxidantes sinérgicos, entre otros.
El contenido de los alimentos en minerales y vitaminas es bastante variable,
dependiendo de las condiciones de cultivo y obtención de los alimentos, así como
de las condiciones de almacenamiento (son frecuentes las oxidaciones y
degradación de vitaminas por efecto de la luz, temperatura y humedad); además,
su biodisponibilidad está determinada por las interacciones que ocurren a nivel
intestinal (p.e. un exceso de potasio reduce la absorción intestinal de magnesio, la
vitamina D favorece la absorción intestinal de calcio, entre otros).
Sin embargo, los minerales y las vitaminas han perdido en gran medida su
interés práctico en la alimentación de los animales al ser añadidos
sistemáticamente en los correctores vitamínico-minerales, por lo que en la práctica
es raro que se presenten trastornos debidos a carencias de estos nutrientes
(además, los animales suelen poseer reservas orgánicas de la mayoría de estos
nutrientes).
Las manifestaciones de deficiencias en minerales y vitaminas son bastante
inespecíficas, con efectos crónicos e insidiosos: crecimiento retardado, pérdida de
apetito, empeoramiento del índice de conversión, menor resistencia a
enfermedades, reducción de la producción, entre otros.
Además, la identificación específica de las deficiencias poco intensas de
vitaminas y minerales es realmente difícil debido a las interacciones metabólicas
existentes; por ejemplo, la anemia es una característica de las deficiencias de
hierro, cobre, cobalto, y vitaminas K, B12 y ácido fólico, y constituye también una
manifestación de las intoxicaciones por molibdeno, selenio y zinc. No obstante, es
relativamente fácil diagnosticar las carencias graves de estos nutrientes.
Las Necesidades De Minerales.
Los minerales constituyen un 4-5% del peso del animal; más del 80% de los
minerales del organismo están en el esqueleto. Según la cantidad que el
organismo requiere, los minerales se clasifican en macrominerales (calcio, fósforo,
sodio, potasio, cloro, magnesio y azufre) que se necesitan en cantidad apreciable,
y microminerales u oligoelementos (hierro, cobre, zinc, manganeso, molibdeno,
yodo, flúor, cobalto y selenio) que se necesitan en muy pequeña cantidad.
Los minerales se pueden clasificar en tres grandes grupos según su
función metabólica:
o El mantenimiento del equilibrio osmótico y del pH (equilibrio ácido-base) de
los líquidos corporales es esencial para el adecuado transporte de
nutrientes y metabolitos a través de las membranas celulares y a todo el
organismo; los principales iones implicados en la homeostasis corporal son
sodio, potasio, cloruro, bicarbonato y fosfato.
o El mantenimiento de las estructuras rígidas del cuerpo ya que la materia
seca del esqueleto está formada por un 80% de fosfato tricálcio y casi un
15% de carbonato cálcico; el metabolismo del calcio y el fósforo es muy
dinámico: cuando se ingieren en exceso aumenta su acumulación en el
esqueleto ó su eliminación por heces y orina; cuando se precisan se
movilizan las reservas óseas.
o La participación en reacciones químicas y componentes corporales.
Algunos ejemplos de funciones orgánicas de minerales son el papel del
fósforo en el metabolismo general (ATP, ácidos nucleicos), el azufre
contenido en ciertos aminoácidos, el papel del hierro en el transporte del
oxígeno, el iodo de la tiroxina, los oligoelementos que participan en la
estructura de los enzimas, el papel del calcio en la coagulación de la sangre
y en la contracción muscular, el cobalto de la vitamina B12, entre otros.
Las necesidades de minerales se pueden determinar por el método
factorial. Las necesidades de mantenimiento de los diferentes minerales están
relacionadas con las pérdidas debidas al dinamismo metabólico, y se determinan
como la excreción de cada mineral en orina y heces de animales alimentados con
una ración experimental exenta de cada mineral en concreto (los minerales
excretados han sido movilizados de las reservas corporales). Las necesidades de
producción se determinan analizando el contenido en minerales de cada producto
ganadero.
Las Necesidades De Vitaminas.
Las vitaminas se clasifican en dos grupos:
o Las Vitaminas Liposolubles:
Son la vitamina A ó carotenos, la vitamina D ó calciferoles, la vitamina E ó
tocoferoles, y la vitamina K ó quinonas; estas vitaminas se almacenan en la grasa
del hígado y del tejido adiposo ó se excretan por la bilis. Las vitaminas liposolubles
están relacionadas con el mantenimiento y funcionamiento de los tejidos (piel,
huesos, sangre, músculos, etc.); estas vitaminas no son sintetizadas por el
organismo animal ni, excepto la vitamina K, por la flora intestinal ó ruminal.
o Las Vitaminas Hidrosolubles:
Son las vitaminas del grupo B (vitamina B1o tiamina, B2o riboflavina, B3o PP
o niacina o ácido nicotínico, B5o ácido pantoténico, B6o piridoxina, biotina, ácido
fólico, colina, B12o cianocobalamina, ácido para-amino-benzoico ó PABA, inositol)
y la vitamina C ó ácido ascórbico; estas vitaminas no se almacenan en el
organismo en cantidades apreciables y el exceso ingerido se excreta en la orina
(pudiendo provocar cálculos urinarios, en particular el exceso de vitamina C). Las
vitaminas hidrosolubles participan en sistemas enzimáticos; aunque el
metabolismo animal no puede sintetizar vitaminas hidrosolubles (excepto la
vitamina C, que puede ser sintetizada por la mayoría de las especies animales), la
flora intestinal y ruminal sí puede sintetizar cantidades más ó menos importantes
de estas vitaminas.
El organismo animal tolera dosis extremadamente altas de vitaminas, hasta
mil veces las necesidades diarias, por lo que es muy improbable que se produzcan
estados de hipervitaminosis; no obstante, las vitaminas liposolubles presentan una
cierta toxicidad potencial debido a que se almacenan en los depósitos grasos. Por
este motivo, el organismo animal es relativamente independiente del aporte de
vitaminas liposolubles ya que puede recurrir a sus reservas. Por el contrario, se
debe controlar con más esmero el aporte diario de vitaminas hidrosolubles ya que
las reservas orgánicas son escasas y la síntesis intestinal moderada; no obstante,
la síntesis ruminal de vitaminas hidrosolubles suele ser suficiente para cubrir las
necesidades de los rumiantes.
Las vitaminas contenidas en los piensos se destruyen con relativa facilidad
si las condiciones de almacenamiento de los piensos no son adecuadas
(humedad, calor, luz, aire, oxidación por peróxidos, entre otros); también se
pueden destruir durante el proceso de elaboración de los piensos (p.e. por calor
durante la granulación).
No obstante, en la práctica es muy raro que se presenten trastornos
debidos a carencias de vitaminas ya que en los piensos se suelen incluir
cantidades generosas de corrector vitamínico-mineral; en caso de presentarse una
hipovitaminosis la causa no suele ser una deficiencia de la ración sino otras como
destrucción en el aparato digestivo, absorción imperfecta, aumento repentino de
las necesidades del animal, causas fisiopatológicas, entre otras.
Las necesidades de vitaminas son difíciles de establecer debido a la
síntesis intestinal y ruminal, a las interacciones metabólicas y a la destrucción
orgánica; estas necesidades se determinan empíricamente.