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Deporte y género: la percepción de la práctica del boxeo por parte de mujeres jóvenes. Un estudio de casos. Elena Goicoechea Vicario INTRODUCCIÓN El boxeo es una práctica deportiva dominada por los hombres en todos sus ámbitos, por lo que puede considerarse un deporte hipermasculinizado. Sin embargo, en los últimos tiempos, son cada vez más mujeres las que se van introduciendo en un proceso gradual y lento en esta práctica deportiva. ¿Este acceso de las mujeres a la práctica boxística puede supner una alteración del status quo génerico en este deporte reglamentado? OBJETIVOS Identificar las motivaciones que han llevado a jóvenes mujeres a elegir y practicar el deporte del boxeo. Conocer y analizar las consecuencias que ha tenido la iniciación a la práctica del boxeo: si la práctica pugilística por parte de mujeres jóvenes ha supuesto algún cambio en la percepción de su identidad de género, poniendo en cuestión el binarismo clásico mujer/hombre si ha traído cambios en su representación social de lo que es/debe ser la feminidad, diferente del modelo de feminidad hegemónica si ha modificado su percepción corporal y en qué sentido lo ha hecho cuáles han sido los condicionantes o respuestas recibidas desde el entorno social inmediato y qué incidencia han tenido en las boxeadoras Observar y describir el medio social en el que se produce la práctica deportiva del boxeo (entrenamientos y/o competiciones) con el fin de analizar las relaciones de género que se materializan entre los distintos agentes participantes en la práctica deportiva pugilística. MARCO TEÓRICO PRÁCTICA DEPORTIVA Y ESTEREOTIPOS EN EL DEPORTE Los estereotipos de género en el deporte están arraigados en la sociedad y en consecuencia, en la actualidad, nos encontramos ante una segregación de género en los mismos. Por ello, existen deportes instrumentalizados considerados masculinos y deportes afectivo-expresivos considerados femeninos que se caracterizan por valores como la sumisión, la pasividad y el orden. De este modo se crean dos modelos contrapuestos: “el hombre físicamente activo” y “la mujer físicamente pasiva”. Sin embargo, en los últimos tiempos hay un grupo mayor de actividades físico-deportivas que se consideran genéricamente neutras, y que son aceptadas y compartidas por ambos sexos. LA CONSTRUCCIÓN DE LOS CUERPOS HEGEMÓNICOS A través del deporte se interviene en el cuerpo. Los cánones de belleza en torno al cuerpo ayudan a constituir el cuerpo normativo, socialmente establecido, construido a través de parámetros sociales, históricos y culturales determinados por una sociedad. Los cuerpos de ellas se objetualizan por parte de los demás. En este sentido, el cuerpo de las mujeres tienen valor en función de la mirada de los demás. METODOLOGÍA LAS MUJERES EN EL BOXEO Las mujeres que se han iniciado en la práctica del boxeo como púgiles deben integrar una doble identidad: su identidad femenina y su identidad de luchadora. Sin embargo, hay que distinguir entre: Boxeo hard: aquellas mujeres comprometidas profesionalmente con este deporte que construyen identidades alternativas como la de luchadora, que van a contracorriente de la identidad femenina hegemónica Boxeo soft: boxeo más suave que reproducen los estereotipos de género vigentes. El hecho de que exista un boxeo más suave tiene que ver con la popularización de este deporte a través de nuevas corrientes de moda y cultura popular juvenil. Así este tipo de boxeo se promueve como una forma de bajar peso más que como disciplina deportiva. EL IDEAL DE FEMINIDAD HEGEMÓNICA EN CUESTIÓN El acceso de las mujeres al campo pugilístico se considera una trasgresión de las fronteras que separan lo considerado femenino de lo masculino. La incorporación de las mujeres al boxeo pone en cuestión los atributos considerados masculinos y por tanto, el dominio, poder y privilegios masculinos. Esta trasgresión de las mujeres supone que sufran una estigmatizaión social al saltarse los estreotipos de género, estando sometidas a situaciones de opresión y conflicto. Para el análisis de este estudio se ha utilizado una metodología cualitativa mediante la técnica de la entrevista en profundidad. Las entrevistas se contactaron a través de la técnica bola de nieve. Fueron entrevistas semi-estructuradas y el guión ha sido para todas el mismo. CONCLUSIONES DE LOS RESULTADOS Todas las informantes, aún de forma inconsciente, conocían que el deporte femenino está infravalorado en nuestra sociedad. Sin embargo, la mayoría de las participantes no se habían cuestionado la existencia de estereotipos de género, ni de estereotipos de género en el deporte. Por ello, en algunos casos, traspasar la frontera del mundo masculino ha sido una decisión difícil de tomar. En otros casos, la existencia de conciencia feminista y la reflexión de los estereotipos de género (entre ellos en el deporte) hace que las situaciones sexistas y homófobas sufridas por las boxeadoras sean afrontadas con mayor seguridad. Los motivos por los que las informantes deciden apuntarse a este deporte tienen que ver, en parte, con estilos de vida y gustos personales saludables y terapéuticos influidos por nuevas corrientes de consumo y modas de la cultura de masas. Sin embargo, los estereotipos de género en el deporte se ponen en cuestión de manera inconsciente una vez que se inicia la actividad del boxeo. La práctica boxística supone un empoderamiento en cierta manera de las mujeres practicantes. - A nivel individual, las mujeres pugilistas sienten mayor confianza y autoestima, una superación personal, ganas de alcanzar determinados logros dentro y fuera de los gimnasios, y una fuerza interior para conseguirlas gracias al desarrollo de habilidades y competencias. Esto es consecuencia de la reapropiación que hacen las boxeadoras de su cuerpo. - Se reapropian de ciertos espacios públicos deportivos como el gimnasio (un espacio hipermasculinizado). - Rompen las barreras de las prácticas definidas como masculinas poniendo en duda el ideal de masculinidad hegemónico. Po lo que se va rompiendo el binarismo existente hombre/mujer al apropiarse éstas de características estereotipadamente masculinas. - Ocupan el espacio público de manera contundente y segura. Esto no solo aporta seguridad y confianza a ellas mismas sino también a su entorno cercano. BIBLIOGRAFÍA ALVARIÑAS VILLAVERDE, MIRIAM; FERNANDEZ VILLARINO, Mª DE LOS ÁNGELES; LÓPEZ VILLAR, CRISTINA (2009). Actividad física y percepción sobre deporte y género. Revista de Investigación en Educación, nº6, pp. 113-122. BLÁNDEZ ÁNGEL, JULIA; FERNÁNDEZ GARCÍA, EMILIA; SIERRA ZAMORANO, MIGUEN ÁNGEL (2011). Estereotipos de género, actividad física y escuela: La perspectiva del alumnado. Profesorado. Revista de currículum y formación de profesorado, 11, nº 2, pp. 1-21. CAMACHO, MARÍA JOSÉ (2013). Contradicciones del significado de la actividad físico-deportiva en las identidades corporales de las chicas adolescentes. Feminismo/s, nº 21, junio, 15-35. DELGADO, CATALINA (2014). Regulación, representación y experiencia del cuerpo deportivo femenino: Tres formas de ver a las mujeres en el ring. Cuadernos de Antropología, 24(2), 49-72. FERNÁNDEZ VILLARINO, Mª ÁNGELES; LÓPEZ VILLAR, CRISTINA (2012). La participación de las mujeres en el deporte. Un análisis desde la perspectiva de género. Journal Sports Sciences, 125, nº 20, pp. 16. LAFFERTY, YVONNE; MCKAY, JIM (2004). “Suffragettes in satin shorts”? Gender and competitive boxing. Qualitative Sociology, 27, nº3, 249-276. MCNAUGHTON, MELANIE JOY (2012). Insurrectionary womanliness: Gender and the (boxing) ring. The Qualitative Report, nº17, pp. 1-13. MENNESSON, CHRISTINE (2012). Gender regimes and habitus: An avenue for analyzing gender building in sports contexts. Sociology of Sport Journal, 29, nº1, pp. 4-21. MORENO, HORTENSIA (2007). Mi última pelea. Debate Feminista, nº 36, pp. 11-29. MORENO ESPARZA, HORTENSIA (2011). Orden discursivo y tecnologías de género en el boxeo. Concurso de Tesis en Género Sor Juana Inés de la Cruz. MUÑOZ GONZÁLEZ, BEATRIZ; RIVERO JIMÉNEZ, BORJA Y FONDÓN LUDEÑA, ANA (2013). Feminidad hegemónica y limitación a la práctica deportiva. Revista femenino/s, nº21, 37-50. SALAZAR, MARGARITA Y LOZANO, EMILIO (2008). Cuestión de género, cuestión de cuerpo: Deportistas pioneras en Colima. Educación Física y Ciencia, 11, 41-49. WACQUANT, LOÏC (2006). Entre las cuerdas: cuadernos de un aprendiz de boxeador. Buenos Aires: Siglo Veintiuno editores. Sin embargo, puede observarse en las entrevistadas que este empoderamiento es parcial: - Ruptura de las diferencias entre hombres y mujeres no es integral. - Las mujeres siguen situándose en la posición de víctimas frente a la violencia y refuerzan la representación social de la víctima potencial que debe estar alerta para defenderse. - Aparecen en los discursos redefiniciones esencialistas para justificar la presencia de las mujeres en los gimnasios refiriéndose a las mujeres que practican boxeo como más mujeres, perpetuando la visión binaria hombre/mujer. Las ambigüedades están presentes en las entrevistas. Éstas revelan que estamos en un momento de transición, en el que algunas prácticas deportivas que hasta ahora eran un reducto masculino, comienzan a democratizarse y se abren a las mujeres más jóvenes a través de la extensión de la oferta deportiva y los nuevos hábitos de consumo deportivo. Las púgiles sufren situaciones de opresión y conflicto a través de las críticas, humillaciones, burlas e incluso consejos amistosos. Por tanto, la intrusión de las mujeres en el mundo masculino no sale gratuita. Las mujeres que traspasan las fronteras y salen de las prácticas sociales que la sociedad patriarcal desea para ellas tienen que sufrir tensiones y conflictos por romper los estándares sociales de género, tanto de comportamiento como corporales. El alejamiento de los cuerpos de las mujeres de la normatividad femenina hacia la construcción de cuerpos atléticos considerados masculinos lleva consigo la ruptura de los cánones de belleza que las desean delgadas pero tonificadas y sin musculatura. Por ello, entra en funcionamiento la sanción social con el fin de que abandonen la práctica considerada desviada. Hay que diferenciar como se ha explicado en el marco entre el boxeo profesional y el suave. En cuanto al control social sufrido por las púgiles proviene de diferentes sectores sociales. - El más influyente es el sufrido por el entorno social próximo de la persona, haciéndose muy evidente por ejemplo entre los iguales en la escuela pues en este caso la humillación es directa hacia las mujeres boxeadoras y además cobra más importancia para ellas al encontrarse en edades más jóvenes. - Por lo general, las familias y las amistades son fuente de apoyo para la deportista, sin embargo, en ocasiones tienen que sufrir comentarios y bromas jocosas por parte de las amistades o la desaprobación de algún miembro masculino de la familia. Las relaciones de género que se dan en los gimnasios dependen del tipo de gimnasios. Los que tienen determinados objetivos reeducadores y de inserción social y otros que carecen de ellos (aparecen constantemente actitudes paternalistas por parte del entrenador y los varones boxeadores hacia sus compañeras de gimnasio). En los gimnasios las mujeres asumen la autoridad masculina y ellas mismas la reproducen y refuerzan ya que éstas prefieren entrenar con sus compañeros varones que con sus compañeras. Este hecho, junto a que ellos toman el papel de profesor en mayor medida, hace que se reproduzca y perpetúe la idea de que los deportes considerados masculinos se les dan mejor a ellos que a ellas. En cuanto a las relaciones de género que se producen entre mujeres en los gimnasios cabe decir que son relaciones de solidaridad y empatía. Esta sororidad es fundamental como parte de cualquier proceso de empoderamiento que desarrollen las mujeres.

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Deporte y género: la percepción de la práctica del boxeo por parte de mujeres jóvenes. Un estudio de casos.

Elena Goicoechea Vicario

INTRODUCCIÓN

El boxeo es una práctica deportiva dominada por los hombres en todos sus ámbitos, por lo que puede considerarse un deporte hipermasculinizado. Sin embargo, en los últimos tiempos, son cada vez más mujeres las que se van introduciendo en un proceso gradual y lento en esta práctica deportiva.

¿Este acceso de las mujeres a la práctica boxística puede supner una alteración del status quo génerico en este deporte reglamentado?

OBJETIVOS

• Identificar las motivaciones que han llevado a jóvenes mujeres a elegir y practicar el deporte del boxeo.

• Conocer y analizar las consecuencias que ha tenido la iniciación a la práctica del boxeo:

• si la práctica pugilística por parte de mujeres jóvenes ha supuesto algún cambio en la percepción de su identidad de género, poniendo en cuestión el binarismo clásico mujer/hombre

• si ha traído cambios en su representación social de lo que es/debe ser la feminidad, diferente del modelo de feminidad hegemónica

• si ha modificado su percepción corporal y en qué sentido lo ha hecho

• cuáles han sido los condicionantes o respuestas recibidas desde el entorno social inmediato y qué incidencia han tenido en las boxeadoras

• Observar y describir el medio social en el que se produce la práctica deportiva del boxeo (entrenamientos y/o competiciones) con el fin de analizar las relaciones de género que se materializan entre los distintos agentes participantes en la práctica deportiva pugilística.

MARCO TEÓRICO

PRÁCTICA DEPORTIVA Y ESTEREOTIPOS EN EL DEPORTE

• Los estereotipos de género en el deporte están arraigados en la sociedad y en consecuencia, en la actualidad, nos encontramos ante una segregación de género en los mismos. Por ello, existen deportes instrumentalizados considerados masculinos y deportes afectivo-expresivos considerados femeninos que se caracterizan por valores como la sumisión, la pasividad y el orden.

• De este modo se crean dos modelos contrapuestos: “el hombre físicamente activo” y “la mujer físicamente pasiva”.

• Sin embargo, en los últimos tiempos hay un grupo mayor de actividades físico-deportivas que se consideran genéricamente neutras, y que son aceptadas y compartidas por ambos sexos.

LA CONSTRUCCIÓN DE LOS CUERPOS HEGEMÓNICOS

• A través del deporte se interviene en el cuerpo. Los cánones de belleza en torno al cuerpo ayudan a constituir el cuerpo normativo, socialmente establecido, construido a través de parámetros sociales, históricos y culturales determinados por una sociedad.

• Los cuerpos de ellas se objetualizan por parte de los demás. En este sentido, el cuerpo de las mujeres tienen valor en función de la mirada de los demás.

METODOLOGÍA

LAS MUJERES EN EL BOXEO

• Las mujeres que se han iniciado en la práctica del boxeo como púgiles deben integrar una doble identidad: su identidad femenina y su identidad de luchadora. Sin embargo, hay que distinguir entre:

• Boxeo hard: aquellas mujeres comprometidas profesionalmente con este deporte que construyen identidades alternativas como la de luchadora, que van a contracorriente de la identidad femenina hegemónica

• Boxeo soft: boxeo más suave que reproducen los estereotipos de género vigentes. El hecho de que exista un boxeo más suave tiene que ver con la popularización de este deporte a través de nuevas corrientes de moda y cultura popular juvenil. Así este tipo de boxeo se promueve como una forma de bajar peso más que como disciplina deportiva.

EL IDEAL DE FEMINIDAD HEGEMÓNICA EN CUESTIÓN

• El acceso de las mujeres al campo pugilístico se considera una trasgresión de las fronteras que separan lo considerado femenino de lo masculino. La incorporación de las mujeres al boxeo pone en cuestión los atributos considerados masculinos y por tanto, el dominio, poder y privilegios masculinos.

• Esta trasgresión de las mujeres supone que sufran una estigmatizaión social al saltarse los estreotipos de género, estando sometidas a situaciones de opresión y conflicto.

• Para el análisis de este estudio se ha utilizado una metodología cualitativa mediante la técnica de la entrevista en profundidad.

• Las entrevistas se contactaron a través de la técnica bola de nieve. Fueron entrevistas semi-estructuradas y el guión ha sido para todas el mismo.

CONCLUSIONES DE LOS RESULTADOS

• Todas las informantes, aún de forma inconsciente, conocían que el deporte femenino está infravalorado en nuestra sociedad. Sin embargo, la mayoría de las participantes no se habían cuestionado la existencia de estereotipos de género, ni de estereotipos de género en el deporte. Por ello, en algunos casos, traspasar la frontera del mundo masculino ha sido una decisión difícil de tomar. En otros casos, la existencia de conciencia feminista y la reflexión de los estereotipos de género (entre ellos en el deporte) hace que las situaciones sexistas y homófobas sufridas por las boxeadoras sean afrontadas con mayor seguridad.

• Los motivos por los que las informantes deciden apuntarse a este deporte tienen que ver, en parte, con estilos de vida y gustos personales saludables y terapéuticos influidos por nuevas corrientes de consumo y modas de la cultura de masas. Sin embargo, los estereotipos de género en el deporte se ponen en cuestión de manera inconsciente una vez que se inicia la actividad del boxeo.

• La práctica boxística supone un empoderamiento en cierta manera de las mujeres practicantes.

- A nivel individual, las mujeres pugilistas sienten mayor confianza y autoestima, una superación personal, ganas de alcanzar determinados logros dentro y fuera de los gimnasios, y una fuerza interior para conseguirlas gracias al desarrollo de habilidades y competencias. Esto es consecuencia de la reapropiación que hacen las boxeadoras de su cuerpo.

- Se reapropian de ciertos espacios públicos deportivos como el gimnasio (un espacio hipermasculinizado).

- Rompen las barreras de las prácticas definidas como masculinas poniendo en duda el ideal de masculinidad hegemónico. Po lo que se va rompiendo el binarismo existente hombre/mujer al apropiarse éstas de características estereotipadamente masculinas.

- Ocupan el espacio público de manera contundente y segura. Esto no solo aporta seguridad y confianza a ellas mismas sino también a su entorno cercano.

BIBLIOGRAFÍA

• ALVARIÑAS VILLAVERDE, MIRIAM; FERNANDEZ VILLARINO, Mª DE LOS ÁNGELES; LÓPEZ VILLAR, CRISTINA (2009). Actividad física y percepción sobre deporte y género. Revista de Investigación en Educación, nº6, pp. 113-122.

• BLÁNDEZ ÁNGEL, JULIA; FERNÁNDEZ GARCÍA, EMILIA; SIERRA ZAMORANO, MIGUEN ÁNGEL (2011). Estereotipos de género, actividad física y escuela: La perspectiva del alumnado. Profesorado. Revista de currículum y formación de profesorado, 11, nº 2, pp. 1-21.

• CAMACHO, MARÍA JOSÉ (2013). Contradicciones del significado de la actividad físico-deportiva en las identidades corporales de las chicas adolescentes. Feminismo/s, nº 21, junio, 15-35.

• DELGADO, CATALINA (2014). Regulación, representación y experiencia del cuerpo deportivo femenino: Tres formas de ver a las mujeres en el ring. Cuadernos de Antropología, 24(2), 49-72.

• FERNÁNDEZ VILLARINO, Mª ÁNGELES; LÓPEZ VILLAR, CRISTINA (2012). La participación de las mujeres en el deporte. Un análisis desde la perspectiva de género. Journal Sports Sciences, 125, nº 20, pp. 16.

• LAFFERTY, YVONNE; MCKAY, JIM (2004). “Suffragettes in satin shorts”? Gender and competitive boxing. Qualitative Sociology, 27, nº3, 249-276.

• MCNAUGHTON, MELANIE JOY (2012). Insurrectionary womanliness: Gender and the (boxing) ring. The Qualitative Report, nº17, pp. 1-13.

• MENNESSON, CHRISTINE (2012). Gender regimes and habitus: An avenue for analyzing gender building in sports contexts. Sociology of Sport Journal, 29, nº1, pp. 4-21.

• MORENO, HORTENSIA (2007). Mi última pelea. Debate Feminista, nº 36, pp. 11-29.

• MORENO ESPARZA, HORTENSIA (2011). Orden discursivo y tecnologías de género en el boxeo. Concurso de Tesis en Género Sor Juana Inés de la Cruz.

• MUÑOZ GONZÁLEZ, BEATRIZ; RIVERO JIMÉNEZ, BORJA Y FONDÓN LUDEÑA, ANA (2013). Feminidad hegemónica y limitación a la práctica deportiva. Revista femenino/s, nº21, 37-50.

• SALAZAR, MARGARITA Y LOZANO, EMILIO (2008). Cuestión de género, cuestión de cuerpo: Deportistas pioneras en Colima. Educación Física y Ciencia, 11, 41-49.

• WACQUANT, LOÏC (2006). Entre las cuerdas: cuadernos de un aprendiz de boxeador. Buenos Aires: Siglo Veintiuno editores.

• Sin embargo, puede observarse en las entrevistadas que este empoderamiento es parcial:

- Ruptura de las diferencias entre hombres y mujeres no es integral.

- Las mujeres siguen situándose en la posición de víctimas frente a la violencia y refuerzan la representación social de la víctima potencial que debe estar alerta para defenderse.

- Aparecen en los discursos redefiniciones esencialistas para justificar la presencia de las mujeres en los gimnasios refiriéndose a las mujeres que practican boxeo como más mujeres, perpetuando la visión binaria hombre/mujer.

• Las ambigüedades están presentes en las entrevistas. Éstas revelan que estamos en un momento de transición, en el que algunas prácticas deportivas que hasta ahora eran un reducto masculino, comienzan a democratizarse y se abren a las mujeres más jóvenes a través de la extensión de la oferta deportiva y los nuevos hábitos de consumo deportivo.

• Las púgiles sufren situaciones de opresión y conflicto a través de las críticas, humillaciones, burlas e incluso consejos amistosos. Por tanto, la intrusión de las mujeres en el mundo masculino no sale gratuita. Las mujeres que traspasan las fronteras y salen de las prácticas sociales que la sociedad patriarcal desea para ellas tienen que sufrir tensiones y conflictos por romper los estándares sociales de género, tanto de comportamiento como corporales.

• El alejamiento de los cuerpos de las mujeres de la normatividad femenina hacia la construcción de cuerpos atléticos considerados masculinos lleva consigo la ruptura de los cánones de belleza que las desean delgadas pero tonificadas y sin musculatura. Por ello, entra en funcionamiento la sanción social con el fin de que abandonen la práctica considerada desviada. Hay que diferenciar como se ha explicado en el marco entre el boxeo profesional y el suave.

• En cuanto al control social sufrido por las púgiles proviene de diferentes sectores sociales.

- El más influyente es el sufrido por el entorno social próximo de la persona, haciéndose muy evidente por ejemplo entre los iguales en la escuela pues en este caso la humillación es directa hacia las mujeres boxeadoras y además cobra más importancia para ellas al encontrarse en edades más jóvenes.

- Por lo general, las familias y las amistades son fuente de apoyo para la deportista, sin embargo, en ocasiones tienen que sufrir comentarios y bromas jocosas por parte de las amistades o la desaprobación de algún miembro masculino de la familia.

• Las relaciones de género que se dan en los gimnasios dependen del tipo de gimnasios. Los que tienen determinados objetivos reeducadores y de inserción social y otros que carecen de ellos (aparecen constantemente actitudes paternalistas por parte del entrenador y los varones boxeadores hacia sus compañeras de gimnasio).

• En los gimnasios las mujeres asumen la autoridad masculina y ellas mismas la reproducen y refuerzan ya que éstas prefieren entrenar con sus compañeros varones que con sus compañeras.

• Este hecho, junto a que ellos toman el papel de profesor en mayor medida, hace que se reproduzca y perpetúe la idea de que los deportes considerados masculinos se les dan mejor a ellos que a ellas.

• En cuanto a las relaciones de género que se producen entre mujeres en los gimnasios cabe decir que son relaciones de solidaridad y empatía. Esta sororidad es fundamental como parte de cualquier proceso de empoderamiento que desarrollen las mujeres.