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UNIVERSDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA:
Comercio Internacional
MATERIA:
Estrategias para el Comercio
PROFESORA:
Brenda García Zúñiga
ALUMNA:
Kristell Erandy Mejía López
TRABAJO:
Monografía
“Las Fábricas de la Muerte: Auschwitz y el Holocausto Nazi”
Mazatlán Sin; a 03 de Noviembre del 2011
Índice
Introducción…………………………………………………...3
1) De Campos de Concentración a Campos de Exterminio……………………………………………………..5
2) Auschwitz…………………………………………………..6
2.1. Transporte………………………………………….8
2.2. Selección…………………………………………...9
2.3. Ingreso…………………………………………….11
2.4. Resistencia………………………………………..12
2.5. Campos Principales de Auschwitz……………..13
2.6. Víctimas…………………………………………...15
Conclusión…………………………………………………...17
Bibliografía…………………………………………………...18
Anexo1……………………………………………………….20
INTRODUCCIÓN
La Segunda Guerra Mundial sucedida entre los años de 1939 y 1945,
fue sin duda consecuencia de los graves conflictos que la primera gran guerra
había dejado sin resolver.
La frustración de los alemanes después de su humillante derrota y los
duros términos del Tratado de Versalles junto con su inestabilidad tanto social
como política, resultaron en un aumento del nacionalismo alemán al grado de
volverse completamente radical; lo que trajo consigo la toma del poder por
Adolfo Hitler, quien en ese entonces era presidente del partido nazi, cuya
ideología era absolutamente totalitaria, ultranacionalista y antisemita.
Con la llegada al poder de los nazis, se ideó el plan de encarcelar a
aquellos que el partido nacionalsocialista denominaba “asociales”, que según
los primeros, desentonaban con la raza aria tan ansiada por ellos.
En la mentalidad de los alemanes nazis, ellos eran una raza superior
destinada a gobernar al mundo y el pueblo polaco no era más que un pueblo
esclavo que estaba destinado a servir a sus amos, étnicamente superiores –
los alemanes –.
Por otro lado, en los delirios nazistas, los judíos eran algo peor que un
pueblo esclavo; no era más que un pueblo culpable cuyo único destino era
desaparecer. Fue gracias a este pensamiento tan retrograda que los alemanes
nazis pensaron en crear una reserva hebrea en donde se recluirían a todos
ellos, por supuesto, esta idea fue prontamente desechada porque, aún cuando
los jefes nazis despreciaban al pueblo eslavo y aún cuando lo consideraban
inferior, toleraban su existencia en el orden que tan deseadamente estaban por
establecer.
Por otro lado, con los judíos era otra cosa; a ellos los detestaban, los
aborrecían y culpaban de todo lo malo, e inclusive no ocultaban su deseo de
verlo enterrado. Sin embargo, eran demasiados y pronto surgió la incógnita de
que hacer con ellos.
En un comienzo, se estableció la orden de aislarlos en pequeños
establecimientos cercanos a las ciudades principales cuyas condiciones eran
malsanas y en existencia había una gran falta de alimento, agua y servicio
médico. Sin embargo y aún cuando esto ocasionaba una alta mortalidad, para
los alemanes era insuficiente. Fallecían muy lentamente y el mantenimiento de
dichos establecimientos era demasiado costoso.
Poco después de la invasión alemana de Polonia en 1939 que dio
comienzo a la segunda guerra mundial, la política antisemita se desarrolló aún
más en un detallado plan para recluir y más tarde eliminar a todos los judíos.
Dicho plan se denominó “Solución Final”. Esto dio comienzo al genocidio de los
judíos, también llamado holocausto de la segunda guerra mundial, que terminó
con la culminación de la década de política en donde los nazis tenían el poder.
En su totalidad, la “Solución Final” exigía el asesinato de todos los judíos
europeos por gaseamiento, fusilamiento u otras medidas. Casi seis millones de
personas inocentes murieron, lo que sin duda dejó a Europa con tal solo un
tercio de los judíos que vivían ahí en 1939.
Gran parte de la matanza sucedida en este período, se dio en los
campos de concentración alemanes, campos que más tarde serían conocidos
como campos de exterminio o fábricas de muerte.
FABRICAS DE MUERTE: AUSCHWITZ EN EL
HOLOCAUSTO
1. DE CAMPOS DE CONCENTRACIÓN A CAMPOS
DE EXTERMINIO
“El término de campos de concentración se refiere al lugar en el
cual se retenía o se confinaba a la gente bajo condiciones duras y sin
respeto a las normas legales sobre el arresto o la encarcelación”
La aplastante doctrina totalitaria que el gobierno nazi tan devotamente
profesaba, resultó en la creación de la organización concentracionaria de la
sociedad; cuya función consistía en apartar a todos aquellos que se opusieran
al sistema establecido por el gobierno alemán. Gracias a la idea de que
cualquier manifestación de independencia o la menor diferencia debía de ser
segregada del resto y bajo el gran impacto de la guerra, el sistema de campos
nazis creció como la espuma y los alemanes comenzaron a abrir campos de
trabajos forzados en los cuales miles de prisioneros murieron de agotamiento y
hambruna.
Con el empleo de la “Solución Final”, los nazis abrieron los primeros
campos de exterminio en Polonia, cuya finalidad era eliminar sistemáticamente
a los judíos. En dichos campos de exterminio se construyeron cámaras de gas
para facilitar y agilizar el proceso de matanza.
Se dice que Alemania abrió sus primeros cuatro campos de exterminio a
partir de 1941, cuyos nombres eran Chelmno, Belzec, Sobíbor y Treblinka. Sin
embargo, meses más tarde y debido a la Invasión alemana de la Unión
Soviética, los nazis aumentaron el número de campos de exterminio y de
prisioneros de guerra, algunos de los cuales se construyeron dentro de campos
de concentración ya existentes como lo fue el caso de Auschwitz, que más
tarde se convertiría en el más grande campo de concentración en el régimen
nazi.
2. AUSCHWITZ
El complejo de campos de concentración de Auschwitz fue sin duda el
más grande creado por los nazis. Entre sus instalaciones incluía tres campos
principales; en todos y cada uno de ellos, los prisioneros eran obligados a
hacer trabajos forzados e incluso, uno de estos campos fue utilizado durante
mucho tiempo como campo de exterminio. Dichos campos se encontraban
cerca de Cracovia y se construyeron después de la invasión y conquista de
Polonia.
Auschwitz comprendía un territorio de aproximadamente 40km2 que eran
cercados por dos alambradas de espino con corriente de alto voltaje, y en cuya
puerta se encontraba en señal de desprecio y sarcasmo un letrero que decía:
“Arbeit macht Frei”, que significaba “El trabajo te hará libre”. Sin embargo, a
nadie se le concedía la libertad, por el contrario, era completamente cierto el
dicho que corría por los alrededores: “En Auschwitz, se entra por la puerta y se
sale por la chimenea”. Pero aún así, los presos no perdían la esperanza y se
aferraban a la vida con todas sus fuerzas. Aún cuando toda crueldad e infamia,
toda bestialidad y aberración, toda atrocidad y todos los horrores jamás
imaginados por la mente del ser humano se suscitaban ahí.
Continuamente había muertes por enfermedades, inanición, frío,
escorbuto, disentería, traumas o infecciones, cualquier excusa era valida para
acabar con la vida de los presos. Inclusive, algunos sobrevivientes mencionan
que la hora de pasar lista para revisar a los presos se convertía en un calvario,
pues los presos eran obligados a permanecer de rodillas, en cuclillas o con los
brazos extendidos durante horas hasta que terminara el listado, aún cuando
acababan de terminar una larga jornada de trabajos forzados.
Igualmente tortuosos y crueles eran los experimentos médicos que el
doctor encargado del campo realizaba a los niños, gemelos, enfermos,
discapacitados físicos o a simples presos de cualquier género. Tales pruebas
como la inoculación de algún veneno letal en una persona sana, para conocer
la letalidad de dicho veneno; eran igualmente letales e inclusive aún más
dolorosas que los fusilamientos, la horca o incluso los “Bunkers”.
Pero los alemanes deseaban aumentar el número de la raza aria a la
que pertenecían, y era por eso que en el momento en que un convoy con niño
gemelos llegaba a las instalaciones de Auschwitz, éstos eran rápidamente
apartados de sus padres y llevados a los laboratorios para ser estudiados.
Uno de los motivos por los que este campo se hizo famoso, fue la
utilización, por vez primera, de las cámaras de gas. Dichas cámaras eran
compuestas por 210 metros cuadrados y cuya capacidad era de 2000
personas, que morían de intoxicación a causa de Zyklon B –cianuro – en
segundos.
Se dice que los presos eran engañados por los guardias que les decían
que serían desparasitados o “limpiados”; que inclusive, los guardias les hacían
desnudarse, doblar la ropa y recordar el lugar exacto en el que las dejaban,
para que cuando todo terminara, supieran donde encontrarla. Sin embargo, en
cuanto entraban, las puertas eran cerradas herméticamente y los presos jamás
volvían a salir vivos de ahí.
Pero, a pesar de lo que cualquiera pudiera pensar, las cosas no
terminaban ahí. Después de ventilar las cámaras, grupos de presos
seleccionados entraban y se encargaban de cortarles el cabello, de retirarles
cualquier aleja e inclusive de sustraerles algún tipo de prótesis de oro. Al
finalizar esto, los cuerpos eran llevados a los crematorios que para ser
incinerados.
“Como era una niña, aceptaba las cosas como se presentaban porque
no había nada que yo pudiera hacer, sólo podía seguir adelante para
sobrevivir. Por una u otra razón lo más importante era sobrevivir. Todo el
mundo decía lo mismo: ‘Oh, tenemos que sobrevivir para contarle al mundo lo
que está sucediendo’. Así era. Sólo por esta razón, porque era increíble. Y la
idea de elevarse en forma de humo se volvió realidad porque venía un
transporte con mucha gente, y se dirigían en una cierta dirección, y luego
desaparecían. Nunca volvían a aparecer. Entonces nos dábamos cuenta de
que algo les sucedía, y al ver las chimeneas humeando continuamente, en
especial después de un transporte, incluso a mi edad, sumas dos y dos y te
das cuenta de que sí, ahí iban, detrás de la cerca que estaba cubierta por
mantas y árboles que escondían lo que sucedía ahí detrás. Entrabas ahí y no
salías nunca más. Lo que estaba sucediendo no lo sabía con exactitud, todo lo
que sabía es que salían por la chimenea. Cuando los crematorios estaban en
funcionamiento, quedaba en la boca un sabor dulce que te quitaba las ganas
de comer. En esa época, sinceramente puedo decir que a veces no tenía
apetito, era tan enfermante” – Ruth Webber describe los crematorios en
Auschwitz –1
2.1. TRANSPORTE
“No hubiera sido posible llevar a cabo tan rápidamente la
resolución respecto a ‘La Solución Final del Problema Judío’ sin la
colaboración de los ferrocarriles del Reich” – Edwin Black 2 –.
Los transportes hacia el campo de concentración de Auschwitz se
realizaban principalmente en vagones de mercancías que eran abarrotados.
Durante el transcurso del viaje, mucho morían de hambre pues no se les daba
ni agua ni comida, y las condiciones higiénicas eran insalubres, al grado de que
en lugar de un baño, había una cubeta. Esto ocasionaba la muerte de muchas
personas, pero los cadáveres no eran retirados del vagón sino hasta que el tren
llegaba a su destino, puesto que los guardias no abrían para nada las puertas.
“…Pasamos cinco días en el tren sentados sobre el poco equipaje que
llevábamos. En el vagón de ganado en el que íbamos aproximadamente 120
personas apretadas como sardinas, hacía mucho calor. Al fondo, en un rincón,
1 United States Holocaust Memorial Museum Collection, art. “Historia Personal de Ruth Webber”, extraído de http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?ModuleId=10005759&MediaId=30362 Black, Edwin. IBM y el Holocausto. Buenos Aires: Editorial Atlántida, 2001
se encontraba el cubo que utilizábamos para hacer nuestras necesidades. El
olor era insoportable. Los guardias nunca abrían las puertas, no nos daban
agua ni comida. Los niños gritaban que querían marcharse a sus casas. ¿A
dónde nos llevan? preguntaban algunas voces. Nadie contestaba. Había una
oscuridad total, rota únicamente por la poca luz que se filtraba por una de las
pequeñas ventanas en la parte superior del vagón. Alguien observaba por una
rendija de las maderas del lateral del vagón, de pronto dijo: ‘No creo que
vayamos al lugar del que nos han hablado, estamos cruzando la frontera y nos
dirigimos a Polonia’. Entonces un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me acordé de
aquél hombre que contaba aquellas historias sobre lo que hacían con los niños
en Polonia. Yo llevaba en mis brazos a mi hermanito de apenas dos años y
medio. Lo apretaba sobre mi cuerpo repitiéndome a mi mismo: ‘No lo dejaré
nunca, jamás me lo quitarán’…” – Relato de uno de los sobrevivientes de
Auschwitz –.3
2.2.SELECCIÓN
“Era tarde la noche en que llegamos a Auschwitz. Cuando ingresamos,
en el mismo minuto en que se abrieron los portones, escuchamos alaridos,
ladridos de perros, los golpes en la cabeza de los kapos, los oficiales que
trabajaban para ellos. Y luego descendimos del tren. Todo pasó tan rápido:
derecha, izquierda, derecha, izquierda. Los hombres separados de las mujeres,
los niños arrancados de los brazos de sus madres, los ancianos arriados como
ganado, los enfermos y los discapacitados como un montón de basura. Los
tiraban a un costado junto con maletas rotas y cajas. Mi madre corrió hasta a
mí, me tomó de los hombros y me dijo: ‘Leibele, no te volveré a ver nunca más.
Cuida a tu hermano’” – Leo Schneiderman describe la llegada a Auschwitz, la
selección y la separación de su familia –.4
3 Friedländer, Saul: Cuando llega el Recuerdo. Buenos Aires: Seminario Rabínico Latinoamericano, 1978.4 United States Holocaust Memorial Museum Collection, art. “Historia Personal de Leo Schneiderman”, extraído de http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?MediaId=3070
“…Todavía los dos permanecen juntos, aun lado el marido, al otro su
mujer y su hijo. Hay muchos otros, también personas mayores, un padre viejo y
frente a él la madre debilitada. También hay hermanos que con sus ojos
buscan a sus tan queridas hermanas. Nadie sabe lo que ocurrirá aquí en unos
momentos. Sin embargo, cada uno de ellos intuye que les espera la
selección…” – Notas tomadas del diario del preso judío Salmen Gradowski,
descubiertas, después de la guerra, en el campo –.5
Se aproxima que un 75% de los presos que llegaban a Auschwitz en los
trenes de la muerte, no superaban la selección inicial y eran enviados
directamente a las cámaras de gas. Por otro lado, hombre y niños capaces de
trabajar eran separados de madre, mujeres, ancianos y enfermos en la misma
plataforma junto a los trenes para conducirlos a la muerte.
“... Ahora el médico de las SS empieza a separar a aquéllos que según
él todavía están capacitados para trabajar de aquéllos que ya no lo están. Las
madres con hijos pequeños por principio se consideran incapacitadas para
trabajar. Asimismo todas las personas que le parecen enfermizas o débiles.
Escaleras de madera portátiles son acopladas atrás a los camiones y
aquellas personas, que el médico de las SS ha seleccionado como
incapacitadas para trabajar, tienen que subir a los camiones. Los hombres de
las SS del departamento de registro contabilizan a cada una de las personas
que sube estas escaleras. Asimismo registran a todos aquéllos que son
considerados capacitados para trabajar y que deben prepararse para la marcha
al campo de hombres o de mujeres.” – De las Memorias del Unterscharführer
de las SS, Perry Broad –.6
“Delante de nosotros un oficial de las SS. Obersturmführer. Un soldado
le llama así. Supuestamente es médico. Sin bata blanca. Sin estetoscopio. De
uniforme verde. Con una calavera. Salimos de la fila uno a uno. Su voz es
5 Rodrigo Bustos M., Art. “La Segunda Guerra Mundial: Holocausto”, extraído de http://sgm.casposidad.com/
6- Rodrigo Bustos M., Art. “La segunda Guerra Mundial: Holocausto”, extraído de http://sgm.casposidad.com/
tranquila. Casi demasiado tranquila. Pregunta por la edad, la profesión, si estás
bien de salud. Pide que le enseñemos nuestras manos. Oigo algunas
respuestas. Cerrajero - a la izquierda. Administrativo - a la derecha. Médico - a
la izquierda. Obrero - a la izquierda. Almacenista de la empresa Bata - a la
derecha. Ebanista - a la izquierda. Entonces le toca a mi padre. Peón. Sigue el
mismo camino que el administrativo y el almacenista. Tiene 55 años. Puede
que ésta sea la razón. Entonces me toca a mí. 23 años, estoy bien de salud,
obrero de construcción de carreteras. Callos en las manos. Qué bueno es tener
callos". – Notas tomadas del diario del preso judío Salmen Gradowski –. 7
2.3.INGRESO
Los presos nuevos eran obligados a entrar en los baños completamente
desnudos, por lo que les arrebataban su ropa, sus pertenencias valiosas y su
dignidad al ser rapados por completo; esa era la primera de miles de
humillaciones que más tarde sufrirían. Después de ducharlos con agua fría los
desinfectaban con una lejía maloliente y de color azul verde y la nueva
indumentaria les era arrojada al suelo.
“Nos dijeron: ‘A partir de ahora no responderán por su nombre. Su
nombre es su número’. La confusión, la desilusión, el abatimiento que sentía;
sentía que ya no era un ser humano. Nos habían rapado las cabezas, me
sentía tan avergonzada. Cuando nos hicieron desvestir y duchar, nos hicieron
sentir como animales. Los hombres caminaban alrededor nuestro, nos miraban
y se reían. Una muchacha joven que nunca antes había estado expuesta a un
hombre, allí desnuda, quería la tierra me tragara” – Lilly Appelbaum Malnik nos
describe, por experiencia propia, el ingreso a Auschwitz –.8
7 Rodrigo Bustos M., Art. “La segunda Guerra Mundial: Holocausto”, extraído de http://sgm.casposidad.com/8 United States Holocaust Memorial Museum Collection, art. “Historia Personal de Lilly Appelbaum Malnik” extraído de http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?MediaId=2980
El siguiente paso era el registro de los presos en donde se les tatuaba
un número consecutivo en el antebrazo izquierdo. Dicho número tenía que ser
cosido a la altura del pecho de lado izquierdo por el preso en forma de
triángulo cuyo color definía la categoría del mismo.
Después del registro, los presos eran sometidos a una cuarentena de 6
semanas, que significaba para ellos el primer contacto con la brutalidad de un
orden del día de un campo de concentración.
En muchas ocasiones, la impresión o el shock de ingresar al campo de
los nuevos presos traía consigo muchas posibilidades de morir en los primeros
60 días si éstos no eran capaces de asimilar y adaptarse a la situación.
"Auschwitz fue para mí un shock tan tremendo que mis recuerdos del
campo y de todo lo que viví allí, están como adormecidos. Durante toda mi
estancia allí tenía la sensación de como si alguien me hubiera golpeado en la
cabeza. Durante mucho tiempo no pude comprender que todo lo que estaba
viviendo, era realidad. Dejé de pensar y de sentir. Era la única forma que
teníamos para conservar nuestra salud." – Zdenka Fantlová –9.
2.4.RESISTENCIA
Aún cuando el sistema de los campos de concentración debía de hacer
imposible resistencia alguna, pues a los presos se les recordaba siempre su
propia indefensión frente al poder omnipotente de los guardias; existían
diversos actos de rebelión contra los guardias, ya fueran individuales o
grupales.
Sin embargo, aún cuando los presos organizaban revueltas en grupos
con la esperanza de poder cambiar algo, no se llegó a nada. Incluso la mayor
de ellas solo consiguió volar uno de los crematorios y el asesinato de unos
9 Friedländer, Saul: Cuando llega el Recuerdo. Buenos Aires: Seminario Rabínico Latinoamericano, 1978.
cuantos guardias. Pero trajo consigo la muerte inminente de los
aproximadamente 400 presos involucrados.
Algo aún pero sucedía con aquellas acciones espontáneas de
resistencia como el robo de medicamentos, alimentos y objetos de primera
necesidad para ayudar a algunos de su compañeros, o el caso de algún interno
que se revelara y golpeara a uno de los guardias; pues el castigo era el mismo
y el resultado aún más inservible.
Así, cualquier acto rebelde o intento de escapar de la tranquilidad era
castigado de forma inmediata, severa y visible para amedrentar a todos
aquellos que pudieran intentar una rebelión.
2.5. CAMPOS PRINCIPALES DE AUSCHWITZ
Los tres grandes campos de concentración principales que se
construyeron en Auschwitz, fueron llamados Auschwitz I, Auschwitz II y
Auschwitz III; creados a partir de 1940, a principios de 1942 y a finales del
mismo año, respectivamente.
Auschwitz I, el campo central, fue el primer campo creado cerca de
Oswiecim Polonia. La construcción comenzó en 1940 en una barraca de
artillería del ejército polaco que estaba abandonada y se ubicaba a las afueras
de la ciudad.
Tal y como casi todos los campos de concentración alemanes,
Auschwitz I se creó con tres objetivos primordiales:
1) Encarcelar por un periodo indefinido a los enemigos del régimen nazi.
2) Suministrar mano de obra forzada para las empresas de
construcción.
3) Obtener un lugar donde eliminar físicamente a pequeños grupos
escogidos de la población.
Auschwitz II, también llamado Birkenau, comenzó a construirse en
octubre de 1941, cuyas instalaciones serían más grandes que Auschwitz I y
con una capacidad de 100 000 presos. Éste campo tuvo la mayor población de
prisioneros y se dividía en más de 12 secciones separadas por cercas de
alambre de púas electrificadas.
Al contrario que el campo central, Bikernau se construyó con el propósito
de ser un campo de exterminio; el campo de exterminio más grande en
existencia que para 1943, contaba con cuatro cámaras de gas que le permitían
matar hasta ocho mil judíos. Éste centro representó un papel muy importante
en el plan para exterminar judíos.
Cuatro grandes crematorios fueron construidos en las instalaciones de
Auschwitz-Birkenau en 1943 con el propósito de hacer más fácil la desaparición
de los cadáveres. Cada uno de ellos contaba con tres partes: un área para
desnudarse, una gran cámara de gas y un horno crematorio donde se
incineraban los cuerpos.
Por último, Auschwitz III ó Auschwitz-Monowitz fue creado en 1942 y
albergaba a presos dedicados para realizar trabajos en la fábrica de caucho
sintético de Buna. Éste campo contaba con una sección denominada
educación para el trabajo para prisioneros no judíos acusados de violar la
disciplina del trabajo que los alemanes habían impuesto.
2.6.VICTIMAS
La gran mayoría de las victimas asesinadas de Auschwitz eran judíos,
les seguían los prisioneros de guerra rusos y los gitanos que habían sido
deportados. Estas victimas iban desde hombres y mujeres, hasta niños y
ancianos.
A los hombres, se les asesinaba a aquellos que no estuvieran
capacitados para trabajar, es decir, los enfermos, los discapacitados, y los
ancianos. Con los niños, generalmente aquellos que fueran considerados muy
pequeños o muy débiles para trabajar eran asesinados inmediatamente.
“En realidad el bloque de los niños era bastante similar al de los hombre,
sin embargo la miseria de éstos pequeños seres nos partía – si cabe aún más
– el alma. Los niños al igual que los adultos, estaban en los huesos, sin
músculos y sin grasa, y la piel fina y de pergamento, se desollaban en todas
partes sobre los huesos duros del esqueleto, inflamándose y convirtiéndose en
heridas ulcerosas.
La sarna cubría por completo los cuerpos desnutridos extrayéndoles
toda su energía. Las bocas estaban carcomidas por profundas úlceras de
noma, que ahuecaban las mandíbulas y perforaban las mejillas como un
cáncer. En muchos casos y debido al hambre, el organismo, que se iba
descomponiendo se llenaba de agua. Se hinchaban hasta convertirse en una
masa deforme, que no podía ni moverse. La diarrea, sufrida entre semanas,
corrompía sus cuerpos indefensos, hasta que al final, debido a la pérdida
continúa de sustancia, no quedaba nada de ellos”. – Doctora Lucie
Adelsberger, médico de los presos, describe la vida de los niños en el campo
–.10
El caso de las mujeres eran bastante diferente al de los hombres, incluso
se podría decir que su sufrimiento era todavía mayor al de los hombres que se
encontraban presos. Esto no era solo por la falta de espacio sino también por
las medidas sanitarias insuficientes, las revisiones, y los malos tratos
impuestos por los guardias.
Se especula que el promedio de vida de las mujeres era un 50% menos
que el de los hombres, debido a que éstas se derrumbaban mucho antes tanto
física como psicológicamente.
10 Griene, Joshua, And Shiva Kumar; Testigos: Voces del Holocausto. México, D.F.: Editorial Diana, 2002.
Sumando esto a todas aquellas personas murieron en los bombardeos,
en los ataques contra ciudadanos, represalias contra guerrillas, persecuciones
étnicas, agotamiento de poblaciones deportadas y prisioneros de guerra, las
víctimas del terror nazi se elevan a los 18 millones. Más adelante, en el Anexo
1 de la página 20, se puede observar una tabla con las cifras de las victimas de
cada uno de los países involucrados en esta guerra.
CONCLUSIÓN
El Holocausto de la Segunda Guerra Mundial es el genocidio más desalmado y
repulsivo de la historia, la monstruosa imparcialidad con que se realizó, su
sadismo tan ínfimamente organizado y su brutalidad tan sistematizada es para
horrorizarse.
Pero Auschwitz, este campo de concentración fue sin duda la mayor
personalización de los más atroces horrores. Las palabras se ven insuficientes
para describir tal calamidad, las crueldades a las que tanto hombres, mujeres y
niños fueron sometidos en ese lugar da terror.
Es completamente impresionante descubrir hasta donde puede llegar la
estupidez y la barbarie humana; es tan impactante hallar hasta donde puede
conducir la avaricia y la soberbia al hombre.
El sólo imaginar a las miles de personas formadas esperando a entrar en
los crematorios, en aquellos enormes cuartos decoradores de vida, que a los
nazis les parecían insuficientes para acabar con sus “enemigos”, produce
escalofríos.
Niegas con incredulidad al pensar en todas aquellas vidas arrebatadas
por una creencia de superioridad tan absurda. Te estremece imaginar el rostro
resignado y la sensación de opresión de aquellos que fueron privados de su
libertad, que fueron humillados, maltratados y torturados; de todos aquellos
inocentes a los que solo les quedó resignación ante la muerte.
“Arbeit macht frei: El trabajo te hará libre”, fue el lema que llenó de vanas
esperanzas los corazones de aquellos que fueron retenidos en contra de su
voluntad en aquel espantoso lugar. Que absurda ironía, que broma de mal
gusto, que frase tan putrefacta llena de una promesa tan falsa; la única libertad
que los presos pudieron encontrar fue siempre la muerte.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.nodo50.org/tortuga/Mentiras-y-mitos-sobre-la-Segunda
http://sgm.casposidad.com/
http://www.portalplanetasedna.com.ar/guerra2.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/
Comunismo#Los_partidos_comunistas_despu.C3.A9s_de_la_Segunda
_Guerra_Mundial
http://www.elortiba.org/hh1.html
http://www.elortiba.org/hh.html
http://www.david-guerrero.com/viajes/polonia2005/auschwitz/
slides/auschwitz-04.html
http://www.jrcasan.com/Noticias/Auschwitz/page_01.htm
http://www.corazones.org/doc/nosotros_recordamos.htm
http://usuarios.multimania.es/discriminacion/campos.htm
http://www.ushmm.org/outreach/es/article.php?
ModuleId=10007720
http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10005763
http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007832
http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?MediaId=2997
http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?MediaId=3070
http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?MediaId=2980
http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?MediaId=3034
http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10005770
http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?
ModuleId=10005759&MediaId=3245
http://www.ushmm.org/wlc/es/media_oi.php?
ModuleId=10005759&MediaId=3036
Olga Lengyel: Los Hornos de Hitler; 31a Edición; Noviembre, 1961
Black Edwin: IBM y el Holocausto; Editorial Atlántida; Buenos
Aires, 2001
Friedländer Saúl: Cuando Llega el Recuerdo; Seminario Rabinico
Latinoamericano; Buenos Aires, 1978
Greene Joshua y Siva Kumar; Testigos: Voces del Holocausto;
Editorial Diana; México D.F., 2002
ANEXO 1
Tabla 1. Cifras de las Víctimas del Holocausto de la Segunda Guerra
Mundial
Unión Soviética 7.500.000
Polonia 5.000.000
Yugoslavia 1.500.000
Francia 300.000
Hungría 250.000
Benelux 150.000
Checoslovaquia 110.000
Grecia 100.000
Italia 70.000
Reino Unido 60.000
Alemania 2.000.000
Aunque las cifras son solo orientativas, dan una idea clara del inmenso crimen nazi.