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Ensayo
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La visión postmodernista de Enrique Serna y su crítica a la cultura de masas
Ensayo
Por Jesús Pérez Esquivel
Literatura mexicana del siglo xx
DRA. MARÍA EUGENIA NEGRÍN MUÑOZ
Contenido
Introducción..............................................................................................................2
Perfil de un posmodernista.......................................................................................4
Cultura mainstream..................................................................................................6
La visión posmodernista de Enrique Serna y su crítica a la cultura de masas.........8
Conclusiones..........................................................................................................13
Bibliografía.............................................................................................................14
1
Introducción
Enrique Serna en sus ensayos “Héroes de la obscenidad” y “Trivialidad surrealista”
desarrolla desde su visión particular y gran profundidad varios problemas actuales
relacionados con el mundo de las artes modernas; particularmente el exceso o
abuso de ciertas “libertades” en los medios de comunicación.
En “Héroes de la obscenidad”, Serna pone en discusión el fenómeno de la
contracultura de los últimos quince años en los medios de comunicación. La
contracultura favorece los valores, tendencias y formas sociales opuestos a los ya
establecidos1 por una sociedad. Serna observa que la lucha por la libertad de
expresión se deterioró de un momento a otro: el movimiento de la contracultura
moderna se transforma de lo vanguardista a lo vulgar para a su al mismo tiempo
ser solo un excelente nicho de negocio para diversos medios de comunicación.
Sin embargo, lo que preocupa a Serna en este ensayo es el impacto que ha tenido
en la literatura, y en muchas otras artes, el uso constante de conductas y
expresiones obscenas y altisonantes, provocando el morbo del público dispuesto a
abrir sus carteras.
La otra cara de la moneda al problema anterior se encuentra en “Trivialidad
surrealista”: el abuso de las imágenes sorprendentes e irreales en el cine,
particularmente en los videoclips. En el texto podemos dar cuenta de que Enrique
Serna está pendiente también de las innovaciones tecnológicas y de cómo éstas
abren grandes puertas para quienes trabajan con los medios de comunicación
1 Roszak, Theodore. El nacimiento de una contracultura. 1968.
2
dirigidos a las masas, esto da un síntoma de que posiblemente le genera
conflictos la posmodernidad en la que actualmente se vive. Serna arremete contra
los directores de videoclips musicales; en primer lugar por el abuso de imágenes
fantasiosas y surreales con las que buscan la atención de los televidentes. Enrique
Serna denuncia este exceso, considera que hay de nuevo una transformación o
mejor dicho una transición de “lo maravilloso convertido en rutina”. Evidentemente
es una cara opuesta al tema central del ensayo anterior, pero también es testigo
de que esta práctica afecta a la literatura.
Si bien en ambos textos Serna es duro y certero con los medios de
comunicación, lo es al mismo tiempo con la cadena de televisión MTV. Es curioso
conocer en qué ocupaba parte de su tiempo libre el escritor, no sabemos si por
gusto o por alguna otra causa o motivo ajeno a él, el caso es que parecía conocer
bien la programación de tal canal, el cual hasta le fecha ha cambiado demasiado.
Pero no solo eso llama la atención en los dos ensayos, vemos a un Enrique Serna
que percibe el mundo de un modo muy distinto, como si estuviera pendiente de
todo, de modo que dio de frente con el campo de la música, su relación con la
televisión y el radio, con otras artes y la tecnología, etc.
La manera en que como expresa y crítica ciertos comportamientos sociales
apuntan hacía un conjunto de problemas desde una perspectiva postmoderna de
Enrique Serna, realizando un análisis preciso a las culturas de masas o
‘mainstream’, como a los medios de comunicación.
3
Perfil de un posmodernista
Se cree erróneamente que el posmodernismo es un movimiento crítico antagónico
a la modernidad, es igual de errónea la idea de que lo postmoderno está por
encima de lo moderno, solo una postura de pensamiento posterior a él. De
acuerdo al resumen del sociologo mexicano Raúl Quintero2, se explica la
verdadera función del posmodernismo en el pensamiento humano. En primer
lugar; define al postmodernista como un individuo pacifista que no se dedica a la
oposición de afirmaciones y no tiene empacho a ser contradicho. Y en segundo
lugar, para el posmodernista no existe la verdad, solo las verdades de cada quien,
de cada casa, de cada momento; lo cual parece ser un cuanto indigerible para la
razón. Sin embargo, en términos más sencillos, la posmodernidad da valor a la
búsqueda libre de la diferenciación y diversidad física, intelectual y moral. Un
postmoderno no busca el cambio ideológico de las masas, pero sugiere el cambio
a nivel individual, reconociendo el aquí y el ahora desde la necesidad de existir
privilegiando la interioridad sin dejar a un lado la trascendencia. Quintero (2007:
68) afirma:
la postmodernidad es una postura ética, donde toda proposición encuentra
su corroboración en los hechos, no solo analiza ideas sino que hace énfasis
en la responsabilidad y las consecuencias éticas de las ideas.
2 Raúl Quintero llega a una conclusión general acerca del posmodernismo después de leer a las principales figuras del movimiento posmodernista.
4
Existen algunas características muy particulares de la mente postmoderna,
solo es necesario señalar algunas las cuales posteriormente ayudarán a sostener
la idea central de este trabajo. Dichas características enuncio a continuación3:
• El posmodernista es relativista en lo moral y en lo cultural, no vislumbra la
existencia de una distinción entre lo bueno y lo malo; todo lo que cada cultura
piensa vale igual.
• Se dice que tienen cierto gusto o fascinación con la diversidad, la pluralidad de
opiniones y culturas, que se oponen a las ideas universales.
• Partidarios a un escepticismo general con una postura de no creer en nada;
rechazan la idea de la libertad y la existencia de ideales dignos de alcanzar.
• Desecha a las ideologías, menos la suya. Rechaza igualmente las ideas
religiosas y a los preceptos éticos, a los que ni siquiera se molesta en criticar.
• Con una actitud general de pesimismo e impotencia, que sólo admite críticas
pero sin que se propongan soluciones. Nada tiene mucho sentido para la mente
postmodernista.
La ideología del postmodernismo está llena de contradicciones principalmente por
el uso y significación múltiple que se le puede dar al término, como también desde
la perspectiva de quien se considera postmoderno. Si bien no son muy claros los
horizontes de este modo de pensar, es frecuente encontrar personas que de
3 Menciono algunas de las características propuestas por Leonardo Girondella, colaborador del sitio Web ContraPeso.info.
5
manera consciente e inconsciente defienden o critican alguna postura de este tipo
que se produjo desde el interior del ser. Por lo que no es necesario profundizar en
aspectos filosóficos cuando basta con entender un poco de lo que va este asunto.
Cultura mainstream
En los últimos cinco años se ha vuelto frecuente emplear la palabra mainstream
para referirse en general a un medio, programa de televisión o producto cultural
destinado a una gran audiencia. El vocablo tiene una difícil traducción, significa
literalmente <<dominante>> o <<gran público>> de acuerdo al investigador y
periodista francés Frédéric Martel4. Lo que se denomina como mainstream es
opuesto a la contracultura. El mismo término también se entiende como una idea o
movimiento con pretensiones de llamar la atención del público.
Martel afirma que la expresión ‘cultura mainstream’ puede tener dos
connotaciones: una positiva y otra negativa. La primera proclama un movimiento
no elitista cuyo ideal central es el de “cultura para todos”. La interpretación
negativa tiene un sentido de “cultura barata”, comercial.
En el mundo del entretenimiento o entertainment, es usual escuchar el uso
de la palabra mainstream para dirigirse a toda clase de productos comerciales
dirigidos a las masas, que va desde lo más cotidiano hasta toda clase de
expresión artística. El uso de tal concepto ha sido adoptado en mayor proporción
por los jóvenes (los actualmente denominados hipsters) y unos cuántos snobs o
4 Frédéric Martel (2011) realiza una investigación del surgimiento de la cultura mainstream en Estados Unidos y su expansión mundial, trabajo principalmente enfocado en la industria del cine y la televisión.
6
“intelectuales” que se jactan de no compartir los gustos o inclinaciones comunes
de la sociedad en general, buscando llamar la atención por su apariencia e ideas
en cuanta oportunidad se les presente. Sin embargo, entender el concepto de “la
cultura de las masas” en todas sus vertientes es una eficaz herramienta de
comercialización para los medios de comunicación. Hoy es posible ver como los
grandes monopolios que controlan los medios de comunicación y determinadas
industrian hacen accesibles una gran cantidad de productos que alguna vez fueron
exclusivos de la élite o sencillamente estaban prohibidos, como la contracultura.
7
La visión posmodernista de Enrique Serna y su crítica a la cultura de masas
Serna plantea dos problemáticas que en primera instancia pueden ser totalmente
independientes: por un lado el libertinaje y la pérdida del buen gusto para crear
contenidos llamativos por parte los medios de comunicación sin que estos
necesariamente recurran a las vulgaridades; y por el otro; una queja por el uso
excesivo e irracional de imágenes o escenas surrealistas capaces de aturdir y
enajenar a un público carente de capacidad analítica y crítica, donde los culpables
son los videoastas, las nuevas tecnologías y una vez más, los medios por los que
se difunden.
Entonces ¿qué es lo que realmente une ambas conjeturas vertidas en
dichos ensayos? Desde luego no es una crítica severa a los medios de
comunicación ni mucho menos a los contenidos pésimos por las cadenas de
televisión y radio norteamericanas, o de cómo en México se emula las mismas
prácticas. Realmente Serna lanza una crítica entrelíneas a la población
consumidora, a la gente que encuentra cierta satisfacción o completo éxtasis;
únicos responsables de mantener vivos los contenidos o productos que han
transfigurado todas las nuevas libertades en el terreno de la libre expresión, esto
visto desde una perspectiva casi conservadora como la del escritor.
Como he dicho anteriormente, Serna crítica a la cultura de masas, a lo
considerado mainstream. En “Héroes de la obscenidad” encontramos la siguiente
declaración:
8
En México la contracultura es un movimiento de vanguardia opuesto a la
economía de mercado, pues el mismo sector de la sociedad que lucha por
ampliar las libertades civiles, combate enérgicamente la mercadotecnia
editorial, radiofónica y televisiva. En Estados Unidos no sucede así, porque
allá la mercadotecnia es enemiga del arte, pero no de las libertades
públicas.
Serna pone en contraste el movimiento de la contracultura entre México y Estados
Unidos, mientras que el primero lucha para abrirse paso frente a la censura y
expandir sus horizontes culturales, en la nación del norte de América sucede algo
totalmente distinto, pues allá encuentran el beneficio económico que es posible
obtener gracias a la libertades tanto para expresar, crear y difundir contenido
sexual explícito en los medios de comunicación. Serna justamente toma como
ejemplo a dos personajes: Larry Flint, dueño de la revista Penthouse, y Howard
Stern, famoso locutor extrovertido de la radio norteamericana. De modo que las
masas o el público consumidor mantienen vigentes estás libertades. Esto gracias
a los esfuerzos de la contracultura, Serna advierte de una “libre difusión de
obscenidades”.
En “Trivialidad surrealista” mantiene Serna una observación similar a la
anterior, al argumentar que André Bretón distinguió levemente como el
surrealismo comenzaba a tomar un rumbo y proporciones diferentes a las
esperadas por el escritor francés. Enrique Serna lo plasma en estos renglones:
9
“Breton sólo alcanzó a entrever la masificación del surrealismo en los medios
audiovisuales, que se inicia con la psicodelia de los años sesenta y ha llegado a
su apogeo en la década actual, cuando la industria del videoclip hipnotiza a
millones de teleadictos con un diluvio de imágenes delirantes”
Los medios de comunicación una vez más se encuentran involucrados en este
asunto, pero ahora con un espíritu creador y lejano a la vulgaridad detectada por
Serna en el primer caso anterior. Sin embargo, Serna se dirige a las masas como
teleadictas hipnotizadas. No es necesario que Serna haga una acusación directa
al televidente y lo trate como un objeto consumidor carente de conocimientos y
sentido crítico necesarios para comprender un videoclip cuya simbología está
relacionada con un arte vanguardista, pese a que los mismos realizadores
audiovisuales se justifiquen argumentando que el problema de las masas es que
desconocen el movimiento surrealista. Serna, en cambio, argumenta que él
público “no tiene la información necesaria para interpretar el arte de vanguardia”
de modo que los espectadores son simplemente buenos receptores;
específicamente los jóvenes, principales consumidores y actores involucrados en
la cultura mainstream como también de la contracultura.
Más allá de una preocupación seria por el impacto negativo que pueden
tener las artes, en específico la literatura, por las transgresiones provocadas por
los medios de comunicación, Serna opta por dirigirse a las masas y a la
contracultura, como culpables indirectos de los fenómenos mencionados por el
escritor mexicano por ser solo consumidores que no cuestionan los productos.
Serna pone como ejemplo al grupo de rock alternativo mexicano Molotov, que en
10
un principio fuese estandarte de la contracultura por su lucha y defensa de libertad
de expresión; ahora es un excelente producto comercial, el cual Serna ve como
un “recurso barato para complacer a la masa”. Aunque por otro lado, también
defiende a la población expuesta a la televisión, en este caso a los fanáticos de los
videoclips, considerándolos víctimas.
Cada una de las expresiones en ambos ensayos de Enrique Serna, parecen
tener un contexto de crítico posmodernista, es claro que rechaza de algún modo el
movimiento de la contracultura actual, no es partidario de las nuevas libertades o
mejor dicho libertinajes, no propone una solución al problema y ni tendría porque
hacerlo, sin embargo por un lado hace una invitación irónica al movimiento de la
contracultura que se enfrenta al poder de la mercadotécnica y su respuesta por
parte de las masas declara que “para combatir esta nueva ola de imbecilidad, la
contracultura no debería proponerse recuperar la pureza que nunca tuvo, sino
ejercer la autocrítica con mayor lucidez” (Serna, 162).
Por el otro, hace un llamado indirecto al sector dedicado a la creación audiovisual,
a sabiendas de que no será tomada en cuenta su observación y mucho menos
influirá en cambiar la forma de hacer y pensar las cosas de estos artistas: “si los
autores de videoclips no dosifican sus alucines, lo que originalmente fue un
movimiento para liberar la imaginación puede volverse en una cárcel.” (Serna,
165).
El fenómeno de la cultura mainstream y el de la contracultura, como
también el de la ignorancia de las masas frente a conceptos bien aprovechados
11
por la mercadotecnia audiovisual, evidencian el deterioro social provocado por los
medios y las masas, pues ambos apuntan a la misma dirección de manera
paralela, o al menos así lo entrever Enrique Serna en cada una de sus
declaraciones, las cuales son, hasta cierto punto, acertadas y llenas de verdad,
mientras que en otras asoma prejuicios y síntomas de paranoia frente al acelerado
ritmo con el que se conducen los medios de comunicación.
El sentido observador y crítico de Enrique Serna hacía los medios de
comunicación masivos actuales en ambos textos son sin duda materia de análisis
y crítica para diversas áreas de estudio. El escritor manifiesta un gusto por ver
televisión, escuchar música y tratar de entender todo lo que acontece en los
medios de difusión masiva. Su bagaje cultural le permite tratar temas desde un
punto de vista interesante, crítico e irónico principalmente, como si todas las
respuestas para entender los fenómenos de la actualidad se hallaran en el
pasado.
12
Conclusiones
En los ensayos “Héroes de la obscenidad” y “Trivialidad surrealista”, Serna exhibe
como los medios de comunicación transgreden la libertad de expresión
convirtiéndola en libertinaje o en una forma de mantener cautivo al público con sus
contenidos exagerados, maravillosos o simplemente vulgares. Serna no se olvida
del papel que juega la sociedad como receptor, pero principalmente como
consumidor de productos que poseen la capacidad de confundir, de provocar la
pérdida del sentido crítico transformándola en un tipo de automatismo y
enajenación, de saturar la mente con información incomprensible que encamina a
no saber diferenciar la cantidad de la calidad, como lo bueno de lo malo.
Si bien Serna no propone una solución a estos problemas, dado su carácter
y filosofía que considero posmodernista, por lo menos sugiere algunos caminos a
seguir que pudieron o podrían ayudar a contrarrestar los fenómenos que
inquietaron en su tiempo al escritor. Sin embargo, creo que los tiempos de ahora
son mucho más caóticos para el escritor, sobre todo por la fuerza de otros medios
de comunicación como el Internet y el rol que desempeñan hoy en día, los que
antes pertenecían a las masas, como generadores o creados independientes de
contenidos que no tienen nada que ver con la contracultura o alguna vanguardia,
sino con una moda de llamar la atención, cosa que causaría empacho y desazón
en Enrique Serna.
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Bibliografía
Corral Quintero, Raúl. “Qué es el posmodernidad”. Casa del tiempo 98. (2007):
67-68. Web. 25 de noviembre de 2014.
<http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/98_mar_abr_2007/
casa_del_tiempo_num98_67_73.pdf >
Girondella Mora, Leonardo. “Postmodernismo: una definición”. ContraPeso.info.
s.e. 31 de agosto de 2011. Web. 25 de noviembre de 2014.
<http://contrapeso.info/2011/postmodernismo-una-definicion/ >
Martel, Frédéric. Cultura Mainstream. Cómo nacen los fenómenos de masas.
Madrid: Taurus. 2011. 99. PDF. 25 de noviembre de 2014.
Serna, Enrique. “Héroes de la obscenidad” y “Trivialidad surrealista”. Los giros
negros. México: Cal y arena. 2008. 160-165. Impreso.
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