La Vida de Cristo - iglesiaemanuelsion.orgiglesiaemanuelsion.org/wp-content/uploads/2012/08/Vida-de-Cristo.pdf · INTRODUCCIÓN El estudio de la vida de Cristo se realiza principalmente

LA VIDA

de

CRISTO

Brian J. Bailey, Ph.D.,D.D.

Título original: “The Life of Christ”.

Copyright © Dr. Brian J. Bailey, 1998

Libro de texto de Zion University. Usado con permiso.

Todos los derechos reservados

Impreso en Octubre 2003.

Traducción al español por : Marian Belmonte, España.

Editor de la edición en español: Raimundo J. Ericson,

junio de 2003.

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicasfueron tomadas de la versión Reina-Valera en su revisión de

1960, © 1960 Sociedades Bíblicas Unidas.

Primera impresión, octubre 2003 IBJ, Guatemala

Segunda impresión, noviembre 2009 por:

Zion Christian PublishersP.O. Box 70

Waverly, NY 14892

ISBN 1-59665-267-5

ÍNDICE

Prólogo

Introducción

Bosquejo de la vida de Cristo

1 La preexistencia de Cristo 15

2 El nacimiento de Cristo y Sus primeros años 23

3 El ministerio de Cristo 69

4 La crucifixión de Cristo 335

5 La resurrección de Cristo 399

Epílogo

Apéndice

PRÓLOGO

Cuando me di cuenta que el Espíritu Santo deseaba queescribiera acerca de la vida del Señor Jesucristo, tuve unsentimiento de profunda incapacidad. Pero por Su gracia,el Espíritu Santo me guió por medio de una serie devisiones que me revelaron la vida y ministerio de nuestroSalvador aquí en la tierra.

Aunque hago poca mención de estas visiones en el texto,aquí quiero compartir con ustedes una de ellas. Vi al Señorvestido de blanco, sentado en las colinas que rodean elmar de Galilea, mirando hacia el mar. Su apariencia erade total hermosura, gracia y juventud; Su espíritu,totalmente libre.

Desde el cielo sentí el profundo amor del Padre por Suamado Hijo, pues era como si contemplara a Jesús a travésde los ojos del Padre. También sentí la profundasatisfacción que el Padre experimentó al contemplar a SuHijo. Esta visión produjo en mí un fervor intenso y eldeseo de llevar gozo al Padre, aunque sea en una pequeñamedida, cuando Él observe mi vida.

Este libro está dedicado en primer lugar a la amadaSantísima Trinidad, y oro para que el Padre, el Hijo y elEspíritu Santo sean glorificados a través de estas páginas.Sin embargo, lo presento orando para que usted, amadolector, aprecie la obra de gracia de la Trinidad, la cualllevó a Jesús a la cruz para nuestra salvación eterna. Que

este libro le permita apreciar el amor del Padre que envióa Jesús; a Jesús que vino voluntariamente; y al EspírituSanto, que capacitó a Jesús para vivir intachablementeSu vida de amor, verdad y pureza en la tierra.

Que Dios permita que este libro lo atraiga más a ellos,que usted viva su vida de una manera consagrada yagradable a los ojos de ellos. ¡Que Dios lo bendiga!

Brian J. Bailey

INTRODUCCIÓN

El estudio de la vida de Cristo se realiza principalmente através del estudio de los Evangelios. En algunas ocasioneses difícil determinar qué pasajes bíblicos son paralelosentre sí. Como resultado, se dan ciertas divergencias enla armonía de los Evangelios.

Los Evangelios son cuatro: Mateo, Marcos, Lucas yJuan. Las cuatro criaturas vivientes mencionadas enEzequiel 1:10 tenían el rostro de un hombre, un león, unbuey y un águila. Estas cuatro caras pueden entendersecomo las diferentes formas de presentar a Cristo en loscuatro Evangelios. Mateo lo presenta como el león, el Reyde los judíos. Este evangelista tuvo especial cuidado entrazar, desde el rey David, el linaje real de Cristo, para asíprobar Su realeza y Su condición de Rey. El Evangelio deMateo fue escrito para los judíos.

Marcos revela a Jesús como el buey. En el AntiguoTestamento se usaban bueyes para los sacrificios. Cristoes el Sumo Sacerdote de nuestra fe, quien se dio a símismo como el supremo sacrificio (He. 3:1). Marcosda una revelación más dinámica de la pasión de Jesúsque los otros escritores de los Evangelios. El Evangeliode Marcos fue escrito para los romanos. En el Evangeliode Lucas vemos a Cristo como el hombre. Lucasenfatiza la humanidad de Cristo a la vez que lo revelacomo el Hijo del Hombre. Escribió principalmente paralos gentiles.

Luego debemos considerar la presentación de Cristo quehace Juan. El Evangelio de Juan es el cuarto. Mateo, Marcosy Lucas se denominan: “Evangelios sinópticos” (del griegosynoptikos, que significa “ver el todo en un conjunto, tenerun punto de vista general”). Son el relato de los testigosoculares de la vida de Jesús. Sin embargo, el Evangelio deJuan, al que también se llama el “Evangelio espiritual”, esúnico, porque fue escrito con un propósito completamentediferente. El Evangelio de Juan revela a Cristo como eláguila: el águila que se remonta a los lugares celestiales. Eláguila habla de Cristo como el Hijo de Dios. Juan trata conla divinidad de Cristo más que cualquiera de los otrosescritores de los Evangelios.

El Evangelio de Juan tiene mayor revelación que los otrosEvangelios. En este Evangelio, están los siete “Yo soy”de Cristo, declaraciones que certifican Su deidad. Cuandoel Señor se apareció a Moisés en la zarza ardiente, éste lepreguntó cuál era Su nombre, y Él respondió: “YO SOYEL QUE SOY” (Ex. 3:14). Por lo tanto, en el Evangeliode Juan, cuando en varias ocasiones Cristo dijo: “Yo soy”,estaba declarando que es Aquel que existe desde siempre,el Jehová del Antiguo Testamento.

La aplicación de la vida deCristo para los creyentes

En lugar de ver la vida de Cristo desde un punto devista simplemente histórico, debemos comprender queel Señor quiere que experimentemos Su vida. La vidade Cristo es un modelo para nuestra vida. Recuerde: el

Señor Jesucristo es la principal piedra del ángulo de lacual tomamos toda medida para nuestro andar y vidaespiritual (ver Efesios 2:20-21).

En Juan 1:32-33 leemos que el Espíritu vino sobre Cristocuando fue bautizado y permaneció sobre Él durante todoSu ministerio. Cristo fue ungido “sin medida” con elEspíritu Santo (Jn. 3:34). Dios quiere que seamos llenosdel Espíritu Santo hasta rebosar. A menos quecomprendamos Su deseo llenar a la Iglesia de los últimosdías con el Espíritu Santo, nunca entenderemos todo elsentido y el objeto de la vida de Cristo. En Juan 10:10, elSeñor Jesús claramente estableció la razón por la cual Élvino: “Yo he venido para que tengan vida, y para que latengan en abundancia”.

El propósito de este estudio y la oración del autor son quecada uno de nosotros comencemos a experimentar la vidade Cristo en una forma nueva; y al hacerlo, llegaremos aconocerlo íntimamente.

BOSQUEJO

1. LA PREEXISTENCIA DE CRISTO

A. Cristo no tiene principio.

B. Cristo es eternamente el mismo.

C. Cristo siempre existió.

D. Cristo existía antes de la creación.

E. Cristo es el co-Creador.

F. Cristo era antes que Abraham.

G. Cristo es el Jehová del Antiguo Testamento.

2. EL NACIMIENTO DE CRISTO Y SUS PRIMEROS

AÑOS

A. Eventos preliminares.

B. La infancia de Cristo.

C. Su juventud.

3. EL MINISTERIO DE CRISTO

A. El precursor de Cristo: Juan el Bautista.

B. El principio del ministerio público de Cristo.

C. El gran ministerio en Galilea.

D. El ministerio en Judea.

E. El ministerio en Perea.

F. El último ministerio público en Jerusalén.

4. LA CRUCIFIXIÓN DE CRISTO

A. Los últimos días de Jesús.

B. La Última Cena.

C. Las enseñanzas en el camino al Getsemaní.

D. Los juicios de Jesús.

E. La crucifixión de Jesús.

5. LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

A. Las visitas a la tumba.

B. Las apariciones de Jesús.

PRIMERA PARTE

LA PREEXISTENCIA DE CRISTO

15

1LA PREEXISTENCIA

DE CRISTO

Antes de analizar la vida y ministerio terrenal de nuestroSeñor Jesucristo, debemos tener en cuenta el hecho deque Cristo era preexistente antes de nacer como un bebéen el establo de Belén. Cristo ha existido siempre comoel Hijo de Dios. Debemos entender que Él no tieneprincipio y no tiene fin. Pablo dice en Colosenses 1:17que Él es “antes de todas las cosas”.

A. Cristo no tiene principio

Pablo desarrolla esto en Hebreos 7:3, donde habla deMelquisedec, quien era “sin padre, sin madre, singenealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida,sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanecesacerdote para siempre” . Melquisedec, el rey y sacerdote,no tuvo principio de días. Con esto, Pablo quiso decirque Su reinado y sacerdocio no podían ser determinados

16 La vida de Cristo

en Su genealogía o en Su nacimiento. Tampoco estehombre, quien es un tipo del Señor Jesucristo nuestroSumo Sacerdote, tuvo fin de vida. En otras palabras, suministerio continuó hasta la eternidad y no finalizó en lamuerte. Este hombre fue hecho semejante al Hijo de Dios.Cristo, literalmente, no tuvo principio de días, porque Élsiempre ha existido. El Señor dice en Isaías 57:15 que Él“habita la eternidad”.

B. Cristo es eternamente el mismo

Cristo es eternamente el mismo; Él nunca cambia.Hebreos 13:8 dice: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, ypor los siglos”. Ayer se refiere, básicamente, a los díasantes de Su manifestación como un bebé en Belén. Hoyhabla de nuestros días, la Era de la Iglesia. Mañana, porsupuesto, se refiere a Su reino milenario sobre la tierra ypara toda la eternidad en los nuevos cielos y la nueva tierra.

C. Cristo siempre existió

Miqueas 5:2 habla claramente de las actividades eternasde Cristo: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estarentre las familias de Judá, de ti me saldrá el que seráSeñor en Israel; y sus salidas [u orígenes] son desdeel principio, desde los días de la eternidad”. Cristonació como un bebé en Belén, pero Él existió antesque esto ocurriera. Sus orígenes han sido desde elprincipio, desde la eternidad. El profeta Habacuc dijo:“¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío,Santo mío?” (Hab. 1:12). Cristo siempre existió, pero

17La preexistencia de Cristo

en un momento en el tiempo, vino a la tierra en Suforma humana. Cristo es el “Cor dero que fue inmoladodesde el principio del mundo” (Ap. 13:8).

D. Cristo existía antes de la creación

Al leer la Biblia podemos ver claramente que Cristo existíaantes de la creación. Juan 1:1 declara enfáticamente: “Enel principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y elVerbo era Dios”. Antes que el tiempo se iniciara, Cristoya existía juntamente con Dios. En Proverbios 8, a Cristose le personifica como la sabiduría. Cristo es la sabiduríade Dios. Pablo dijo en 1 Corintios 1:24: “Mas para losllamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios,y sabiduría de Dios”. Cristo posee toda la sabiduría y elconocimiento (Col 2:3).

Cristo, la personificación y encarnación de la sabiduría,dice en Proverbios 8:22-27: “Jehová me poseía en elprincipio, ya de antiguo, antes de sus obras. Eternamentetuve el principado, desde el principio [antes de losorígenes de la tierra], antes de la tierra. Antes de losabismos fui engendrada; antes que fuesen las fuentes delas muchas aguas. Antes que los montes fuesen formados,antes de los collados, ya había sido yo engendrada; nohabía aún hecho la tierra, ni los campos, ni el principiodel polvo del mundo. Cuando formaba los cielos, allíestaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz delabismo”. Cristo también dijo en Juan 17:5: “Ahora pues,Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria quetuve contigo antes que el mundo fuese”.


E. Cristo es el co-Creador

Otra prueba de la preexistencia de Cristo es que Él es elco-Creador de la tierra. Colosenses 1:16-18 lo expresaclaramente: “Porque en él fueron creadas todas las cosas,las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visiblese invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,sean potestades; todo fue creado por medio de él y paraél. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en élsubsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, élque es el principio, el primogénito de entre los muertos,para que en todo tenga la preeminencia”.

Pablo dice en Efesios 3:9: “Y de aclarar a todos cuál seala dispensación del misterio escondido desde los siglosen Dios, que creó todas las cosas”. Dios el Padre creótodas las cosas por medio de Jesucristo. Juan 1:3 diceacerca de Cristo: “Todas las cosas por él fueron hechas,y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Loscielos, el mundo y todo el Universo fueron hechos porCristo (Jn. 1:10). Juntamente con Dios el Padre, Cristofue el co-Creador de todo el Universo y de todas las cosasque hay dentro de él.

F. Cristo era antes que Abraham

El Señor Jesucristo dijo a los judíos en Juan 8:58: “Decierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yosoy”. Esta expresión de Jesús: “ Yo soy”, denota Suexistencia eterna. Cristo afirmó existir antes que Abraham.De hecho, Cristo es aquel que creó a Abraham. Cuando

19La preexistencia de Cristo

Dios hizo a la humanidad, dijo: “Hagamos al hombre anuestra imagen” (Gn. 1:26). En realidad, fueron Dios elPadre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo quienescrearon al hombre.

G. Cristo es el Jehovádel Antiguo Testamento

Cuando Cristo dijo a los judíos: “Antes que Abrahamfuese, yo soy”, declaró ser el Jehová del AntiguoTestamento. Los judíos comprendieron lo que Cristoestaba diciendo y procuraron apedrearlo (Jn. 8:59).Cuando Cristo se apareció a Moisés en la zarza ardiente,Moisés le preguntó cuál era Su nombre. Él respondió:“YO SOY EL QUE SOY”, que es el significado de Jehová(Ex. 3:14).

Cuando Cristo usó este título en el Evangelio de Juan,estaba declarando que era Jehová. Cristo es el Hijo deDios. Fue Cristo quien se apareció a Moisés y a los otrosprofetas del Antiguo Testamento, no Dios el Padre. Pablodice en 1 Corintios 10:4: “Y todos bebieron la mismabebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual quelos seguía, y la roca era Cristo”.

SEGUNDA PARTE

EL NACIMIENTO DE CRISTO

Y SUS PRIMEROS AÑOS

23

2EL NACIMIENTO DE

CRISTO Y SUS

PRIMEROS AÑOS

A continuación, analizaremos la vida de Cristo tal comoestá registrada en los cuatro Evangelios. En esta SegundaParte, consideraremos Su nacimiento y Sus primeros años.La primera sección trata con los eventos que precedieronal nacimiento de Cristo, incluido el nacimiento de Suprecursor, Juan el Bautista. Luego consideraremos Susprimeros treinta años de vida, los cuales fueron, en sumayoría, años callados. Aunque hay muy poco escritoacerca de Cristo durante estos años, los mismos fueron eltiempo de preparación para Su ministerio y llamado.

Antes que Cristo viniera al río Jordán para ser ungido conel poder de Dios, hubo treinta largos años intrascendentesde preparación. En estos años estuvo escondido en lasombra de la mano de Su Padre.


Durante este tiempo, el Señor Jesucristo se estabaconvirtiendo en el vaso que pudiera ser ungido por elPadre y que pudiera manifestar el poder y la gloria deDios. Hay un precio muy alto que pagar para tener lomejor de Dios y para tener Su gloria. Fue durante estosaños, que Cristo se estaba capacitando para reunir losrequisitos para Su llamado.

Antes de continuar, debemos señalar que los Evangeliosno fueron escritos como una secuencia. Exige un granesfuerzo determinar el orden cronológico de la vida deCristo. Por lo tanto, citaremos alternadamente los cuatroEvangelios para brindar una secuencia cronológica delos eventos.

A. Eventos preliminares

El anuncio de Gabriel aZacarías acerca del nacimiento de Juan

Lucas 1:5-25

En Lucas 1:5-7 se nos presenta a los piadosos padres deJuan el Bautista: “Hubo en los días de Herodes, rey deJudea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase deAbías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamabaElisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andabanir reprensibles en todos los mandamientos y ordenanzasdel Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril,y ambos eran ya de edad avanzada”. En un tiempo degran apostasía nacional, Zacarías y Elisabet permanecieronfieles y leales al Señor. Tanto Elisabet como su esposo

25El nacimiento de Cristo y Sus primeros años

eran de descendencia sacerdotal. Los dos habíancaminado conforme a los estatutos del Señor por muchosaños y habían sido irreprensibles, pero no habían tenidohijos. Elisabet era estéril. Es una de las siete mujeres,que se mencionan en la Palabra de Dios, queexperimentaron el nacimiento milagroso de un hijo varón(las otras son: Sara, Rebeca, Raquel, la esposa de Manoa,Ana y María). Es muy interesante que todas estas mujeresestériles dieron a luz varones destacados. Sara dio a luza Isaac. Rebeca dio a luz a Jacob. Raquel dio a luz aJosé. La esposa de Manoa dio a luz a Sansón. Ana dio aluz a Samuel. Elisabet dio a luz a Juan el Bautista y Maríadio a luz al Señor Jesús. La esterilidad en la vida deestas mujeres produjo gran fruto.

En la misma forma, la esterilidad espiritual en la vidade un creyente produce abundante fruto. Si usted quierefruto que permanezca, entonces debe permitir al Señorque lo lleve a través de un tiempo de esterilidad yoprobio. Isaías 54:1-3 dice: “Regocíjate, oh estéril, laque no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo,la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijosde la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tushabitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tuscuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a lamano derecha y a la mano izquierda; y tu descendenciaheredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”.Si usted quiere producir un hijo como Juan el Bautista, dequien Jesús dijo: “entre los mortales no ha habido nadiemás grande que Juan” (NVI), debe estar dispuesto a pasarpor un tiempo de esterilidad espiritual.


En Lucas 1:8-12, mientras Zacarías estaba ofreciendoincienso en el altar, realizando fielmente los deberessacerdotales ordenados por Dios, el ángel Gabriel se leapareció de pie al lado derecho del Altar del Incienso.Aparentemente, el lado derecho del altar sería el ladodonde se colocaba el Candelabro.

Al entrar al Lugar Santo desde del Atrio, el Candelabroestaría colocado en el lado izquierdo. Sin embargo, alentrar al Lugar Santo desde la dirección contraria (elLugar Santísimo), el Candelabro estaría en el ladoderecho. El Candelabro habla de los siete Espíritus delSeñor y de las manifestaciones de los ángeles del Señor.Así, esta parece la interpretación más probable respectoal lado derecho del Altar.

Gabriel dijo a Zacarías: “ ...no temas; porque tu oración hasido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarássu nombre Juan” (Lc. 1:13). El ángel le dijo que tendría unhijo y lo instruyó para que le pusiera por nombre Juan.

Es interesante que tanto a Jesús como a Su precursor,Juan, Dios les dio nombre antes de Su nacimiento. ElSeñor llamó a Josías por nombre, aproximadamente 300años antes de su nacimiento (1 R. 13:2), y mencionó alrey Ciro aproximadamente 150 años antes de sunacimiento (Is. 44:28). Los nombres tienen granimportancia; significan el ministerio y el propósito eternode una persona. Juan significa “gracia” o “amado delSeñor”. Juan no solamente traería gozo a sus padres porser un hijo sabio, sino que muchos otros se regocijaríanpor su nacimiento (Lc. 1:14).


Gabriel dijo luego acerca de Juan, en Lucas 1:15-17:“Porque será grande delante de Dios. No beberá vino nisidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientrede su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel seconviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él conel espíritu y el poder de Elías, para hacer volver loscorazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a laprudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblobien dispuesto”. Juan no fue Elías, a quien los judíosestaban esperando (Mt. 17:10), sino alguien que vino enel espíritu y en el poder de Elías, a cumplir el ministeriode Elías. El ministerio de Juan fue preparar al pueblo pararecibir al Mesías.

Los judíos malinterpretaron la profecía de Malaquías 4:5-6,la cual dice: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antesque venga el día de Jehová, grande y terrible. El harávolver el corazón de los padres hacia los hijos, y elcorazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo vengay hiera la tierra con maldición”. Elías y Moisésciertamente vendrán antes de la Segunda Venida del Señor.Sin embargo, Juan fue enviado como el precursor delSeñor antes de Su primera venida.

Era esencial que Juan el Bautista viniera antes queCristo para preparar el camino. Juan cumplió laprofecía de Isaías 40:3, que dice: “Voz que clama enel desierto: Preparad camino a Jehová; enderezadcalzada en la soledad a nuestro Dios”. Éste era eltestimonio de Juan acerca de sí mismo y de suministerio: era uno que clamaba en el desierto:“Pr eparad el camino del Señor” (Mt. 3:3).


En los tiempos antiguos, un rey nunca hacia una apariciónpública sin tener un heraldo que anunciaraanticipadamente su llegada. Por ejemplo, Elías corrió unoscuarenta kilómetros delante de los carros del rey Acab,desde el monte Carmelo hasta Jezreel (1 R. 18:46). Enforma similar, Juan corrió delante del Señor Jesucristo, elRey de reyes, anunciando Su venida en el poder y elespíritu de Elías el profeta.

Como Rey, Cristo tenía que tener un precursor que anunciaraSu venida. Todo el propósito de la vida de Juan fue prepararel camino para Jesús y presentarlo a Israel. Juan anunció aJesús a las multitudes, diciendo: “He aquí el Cordero deDios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29).

En Lucas 1:18-23 leemos que Zacarías respondió a Gabrielcon incredulidad, porque en el ámbito de lo natural, parecíaimposible que Elisabet pudiera tener un hijo. Entonces,el ángel le dijo que no podría hablar hasta el día en que suhijo naciera. Después que Zacarías terminó su tiempo deministerio en el templo en Jerusalén, regresó a su hogaren la zona montañosa, la cual probablemente no estabamuy lejos de Jerusalén (Lc. 1:39). Como lo habíadeclarado la Palabra de Dios, Elisabet quedó embarazada;y permaneció recluida por cinco meses (Lc. 1:24-25).

El anuncio del nacimiento de Jesús a MaríaLucas 1:26-38

El siguiente evento fue el anuncio de Gabriel a Maríaacerca del nacimiento de Jesús. Este evento está registradoen Lucas 1:26-38. Leemos en Lucas 1:26-31: “Al sexto


mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudadde Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada conun varón que se llamaba José, de la casa de David; y elnombre de la virgen era María. Y entrando el ángel endonde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señores contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuandole vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutaciónsería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas,porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora,concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarássu nombre Jesús”.

Al Señor Jesús le fue dado nombre desde el vientre, antesde la concepción. Éste es el cumplimiento de Isaías 49:1,que dice: “Jehová me llamó desde el vientre [antes queyo naciera], desde las entrañas de mi madre tuvo minombre en memoria”. A Cristo le fue dado Su nombrecon un propósito. Su nombre revelaba Su llamado y lamisión para Su vida. Jesús es la traducción griega delnombre hebreo para Josué (comp. He. 4:8). Jesús significa“el Señor es salvación” o “Salvador”. Mateo 1:21 loexpresa claramente: “Y dará a luz un hijo, y llamarás sunombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de suspecados”. Su llamado era a ser el Salvador de lahumanidad, dando libertad a las personas de la carga y laesclavitud del pecado.

En Lucas 1:32-33, Gabriel continuó: “Este será grande,y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le daráel trono de David su padre; y reinará sobre la casa deJacob para siempre, y su reino no tendrá fin”. Quedómuy claro que Jesús era el Hijo de Dios, y por lo tanto,


parte de la deidad. Cuando Cristo regrese, Dios le dará eltrono de Su padre David. Cristo es el Mesías davídicoque fue prometido en el Antiguo Testamento. Élestablecerá Su trono en Jerusalén y reinará sobre toda latierra por mil años. Él regirá la casa de Jacob y Su gobiernoy reinado no tendrán fin.

En Lucas 1:34 encontramos la respuesta de la virgenMaría a esta extraordinaria promesa: “Entonces Maríadijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón”.Gabriel respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, yel poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por locual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijode Dios” (Lc. 1:35). La encarnación ocurrió por unmilagro del Espíritu Santo. Jesús recibió un cuerpo yuna naturaleza humana, pero al mismo tiempo siguiósiendo Dios. Esto puede ser difícil de comprender paranuestra mente finita y carnal, pero recuerde, ¡para Diosnada es imposible! (ver Lc. 1:37).

La Encarnación

El nacimiento de Jesús, llamado la Encarnación de Diosen un hombre, ocurrió así:. En la plenitud de los tiempos,Dios habló desde Su trono en el cielo, y dijo: “¿A quiénenviaré, y quién irá por nosotros?” Hubo entonces unprofundo silencio en el cielo. Todas las criaturas queestaban en el cielo quisieron responder, pero ninguna eracapaz o digna. Luego, levantándose de Su trono, situadoa la diestra de la Majestad de las alturas, el Hijo de Diosvino y se paró ante Su Padre, y dijo: “Heme aquí, envíamea mí”, a lo que el Padre respondió: “Ve” .


En ese momento, el Hijo comenzó a descender desde elpunto más exaltado de la gloria del cielo, y a medida quepasaba de un plano de gloria a otro, progresivamente sevació a sí mismo, como nos dice Pablo en Filipenses 2:7.Se despojó de toda reputación y se vació a sí mismo de lagloria celestial. Finalmente abandonó el cielo, descendió aesta tierra; y en ese momento, el Hijo de Dios se convirtióen una semilla dentro del vientre de la virgen María. Éstefue el milagro de la Encarnación: el Hijo de Dios asumió lanaturaleza humana por medio de un acto del Espíritu Santo.

La visita de María a Elisabet y el canto de Elisabet

Lucas 1:39-45

Después que el ángel le dijo a María que su prima (oparienta) Elisabet llevaba seis meses de embarazo,María fue a visitarla y permaneció con ella por tresmeses (Lc. 1:56). Cuando María saludó a Elisabet, Juansaltó de gozo en el vientre de Elisabet, porque la madre desu Señor había venido. Elisabet bendijo a María y pronuncióuna bendición sobre el santo hijo que ella daría a luz.

El cántico de MaríaLucas 1:46-56

En lo que se conoce como “El Magnificat de María” o“El Cántico de María”, ésta magnificó al Señor y alabóSu nombre. En Lucas 1:46-55 dijo: “Engrandece mi almaal Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí,desde ahora me dirán bienaventurada todas las


generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas elPoderoso; Santo es su nombre. Y su misericordia es degeneración en generación a los que le temen. Hizo proezascon su brazo; esparció a los soberbios en el pensamientode sus corazones. Quitó de los tronos a los poderosos, yexaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes,y a los ricos envió vacíos. Socorrió a Israel su siervo,acordándose de la misericordia de la cual habló a nuestrospadres, para con Abraham y su descendencia parasiempre”. María permaneció con Elisabet por unos tresmeses y regresó luego a su propio hogar.

El nacimiento de Juan el BautistaLucas 1:57-80

Cuando llegó el tiempo para que Elisabet diera a luz asu hijo, hubo gran regocijo entre sus vecinos. Cuandofue circuncidado, su padre Zacarías le puso el nombrede Juan, de acuerdo con la palabra del ángel Gabriel enLucas 1:1 Luego, en Lucas 1:76, Zacarías profetizó conrespecto a su hijo: “Y tú, niño, profeta del Altísimo serásllamado; porque irás delante de la presencia del Señor,para preparar sus caminos”. Juan ciertamente vendríaen el poder del profeta Elías para preparar el camino delSeñor Jesucristo.

“Engrandece mi alma al Señor;Y mi espíritu se regocija en

Dios mi Salvador”.


El anuncio del ángel Gabriel a José,acerca del nacimiento de Jesús

Mt. 1:18-25

El evento siguiente fue la aparición de Gabriel a José,para informarle que María, su “prometida”, como lallamaríamos hoy, daría a luz al Hijo de Dios. Leemos enMateo 1:18-19: “El nacimiento de Jesucristo fue así:Estando desposada María su madre con José, antes quese juntasen, se halló que había concebido del EspírituSanto. José su marido, como era justo, y no queríainfamarla, quiso dejarla secretamente [en privado]”. Eneste momento, José y María no estaban unidos enmatrimonio. Aún estaban en el año sagrado de desposorio,o compromiso. Este año de compromiso era legalmentevinculante en la cultura judía. Por lo tanto, a José y Maríase les consideraba como ya casados.

La única forma en que este compromiso podía romperseera si se presentaban pruebas de que uno de los doscomprometidos había sido sexualmente infiel (Mt. 19:9).Cuando José se dio cuenta que María estaba embarazada,procuró cubrir lo que él entendió como una infidelidad departe de ella. Aunque tenía todo el derecho de hacer quefuera apedreada, estaba considerando darle carta de divorcioen privado, para evitar así avergonzarla públicamente.

Éste es el proceder de un hombre justo y recto. Los justossiempre buscan cubrir y no exponer abiertamente lastransgresiones y faltas de otras personas. Sí, debemosceñirnos a las leyes de Dios, pero recordemos que sobrelas tablas de la Ley estaba el Propiciatorio (llamado


también el “Trono de la misericordia”), lo que daba aentender que la misericordia de Dios está por encima deSu Ley. Una persona verdaderamente justa es tambiénuna persona misericordiosa. A menos que Diosclaramente nos guíe en otra dirección, siempre debemosprocurar, en la medida de lo posible, cubrir lastransgresiones de otras personas.

Mateo 1:20-23 dice: “Y pensando él en esto, he aquí unángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijode David, no temas recibir a María tu mujer, porque loque en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y daráa luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque élsalvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteciópara que se cumpliese lo dicho por el Señor por mediodel profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá ydará a luz un hijo, y llamarás su nombre EMANUEL, quetraducido es: Dios con nosotros”. Estos versículos sonmuy importantes. Su propósito es documentar la absolutadeidad de Cristo. Debemos comprender claramente dedónde vino Jesús. Su madre fue María, sin embargo, Supadre fue Dios, no José. María concibió a Jesús por elEspíritu Santo y no por José.

Las dos genealogías de JesúsMateo 1:1-17; Lucas 3:23-38

Veamos ahora la genealogía de Cristo, que se registra tantoen Mateo como en Lucas. Usted observaráinmediatamente que aunque hay una clara diferencia entreestas dos genealogías, las mismas no se contradicen. Larespuesta a la aparente contradicción es en realidad muy


sencilla. La genealogía dada en Mateo sigue la línea deJosé, el esposo de María, mientras que la genealogía queestá en Lucas sigue la línea de María. Esto es así, por loque dice Mateo 1:16: “Y Jacob engendró a José, maridode María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo”;mientras que en Lucas 3:23 leemos: “Jesús mismo alcomenzar su ministerio era como de treinta años, hijo,según se creía, de José, hijo de Elí [por medio delmatrimonio]”. El padre de José era Jacob, pero él vino aser hijo de Elí por medio del matrimonio. Elí, en realidad,era el padre de María y suegro de José.

Aunque Lucas registra la genealogía a través de María, larazón por la que el nombre de José se menciona en lugardel de María es porque los judíos siempre reconocían lasgenealogías de acuerdo al hombre. José era descendientede David a través de Salomón (Mt. 1:16). María tambiénera descendiente de David, pero a través de Natán, el hijode David (Lc. 3:23-31).

Cristo era de la tribu de Judá, la tribu de reyes a quien lefue dado el trono (Gn. 49:10). Se hablaba de Judá comoun león, y Cristo es el León de la tribu de Judá (Ap. 5:5).Jesucristo es el Rey de todos los reyes, y desciende de laraíz de David. La genealogía de Cristo dada por Mateo, yque pasa por José, prueba que Jesús es el Mesías. Él fueel Mesías y el “Hijo de David” prometido. Esto muestraSu linaje “real” desde David a través de Salomón y de losreyes de Judá, probando así que Él es el Rey de los judíos.También, Mateo 1:17 registra que hubo cuarenta y dosgeneraciones entre Abraham y Cristo. Esto es muysignificativo, pues sabemos que hubo alrededor de veinte


generaciones entre Adán y Abraham, dando un total desesenta y dos generaciones desde Adán hasta Cristo.

El número sesenta y dos es un número muy significativoe importante en la profecía bíblica. Este hablaproféticamente de la venida del Mesías. El númerosesenta y dos se usa dos veces en Daniel. En Daniel 5:31se nos dice que el rey Darío, quien es un tipo de Cristo,tenía sesenta y dos años cuando recibió el reino. Y enDaniel 9:26 leemos que el Mesías sería “cortado” despuésde sesenta y dos semanas; lo que vincula nuevamente alMesías con el número sesenta y dos. Por lo tanto, ladiferencia entre las dos genealogías de Cristo quepresentan Mateo y Lucas se explica fácilmente. Nuncapermita que aparentes declaraciones contradictorias enla Biblia sacudan su fe en el Señor o en Su Palabra.Recuerde, el Espíritu Santo es el Autor de la Biblia; y Élno comete errores.

La genealogía de Cristo fue incluida intencionalmenteen la Biblia, básicamente por dos razones: número uno,para probar que Jesús es el Mesías y Rey prometido,descendiente de David; y número dos, para probar queJesús era el hijo de María y el Hijo de Dios, no el hijo deJosé. Por lo tanto, a Cristo le fueron dadas dosnaturalezas. Debido a que Dios era Su Padre, Él era elHijo de Dios; y era divino. Como Dios, Él no podía pecar,porque Dios no puede pecar.

Sin embargo, también asumió la naturaleza humana. Sucuerpo estaba hecho de la sustancia de María. Por lo tanto,también era el Hijo del Hombre, un título usado cerca de


ochenta y cuatro veces en los Evangelios. Juan 1:1 diceacerca de Cristo: “En el principio era el Verbo, y el Verboera con Dios, y el Verbo era Dios”. Esto habla de Sunaturaleza divina. En Juan 1:14 leemos de Su naturalezahumana: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entrenosotros”. Cristo, simultáneamente, fue 100 por cientoDios y 100 por ciento hombre.

Así, resulta muy claro que Mateo registra la genealogíade Jesús a través de José y que Lucas registra la genealogíade Jesús a través de María. Este concepto, aunque noaceptado por todos los estudiosos, aparece en época tantemprana como el tercer siglo d.C., en los escritos deEusebio, el famoso historiador y “padre de la historia dela Iglesia” (circa 263-340 d.C.); y es la única formasatisfactoria de reconciliar las dos genealogías.


PALESTINA EN EL TIEMPO DE JESUS


B. La infancia de Cristo

El nacimiento de JesúsLucas 2:1-7

Cuando llegó el tiempo del nacimiento de Jesús, Diosorquestó los eventos para que se cumpliera la profecía ypara llevar a cabo Sus propósitos eternos. Leemos enLucas 2:1-5: “Aconteció en aquellos días, que sepromulgó un edicto de parte de Augusto César, que todoel mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizosiendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos paraser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subióde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudadde David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa yfamilia de David; para ser empadronado con María sumujer, desposada con él, la cual estaba encinta”.

Augusto César era el Emperador romano en ese momento.Reinó desde 27 a.C. hasta 14 d.C. Aparentemente, segúnla historia, Cirenio fue el gobernador de Siria en dos épocasdiferentes. Primero gobernó desde alrededor del año 5 a.C.hasta el año 1 d.C., tiempo durante el cual este censo sellevó a cabo; y luego volvió a reinar desde el año 6 d.C.hasta el 10 d.C. Este empadronamiento fue un registro ocenso para todo el Imperio Romano, con el propósito deimponerles nuevos impuestos.

Dios usó a un emperador pagano para cumplir Suspropósitos. Jesús tenía que nacer en Belén, el lugar denacimiento del rey David, para así cumplir la profecía de


Miqueas 5:2: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estarentre las familias de Judá, de ti me saldrá el que seráSeñor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desdelos días de la eternidad”. Todos los judíos sabían que elMesías prometido, el Hijo de David, vendría de Belén(comparar Mt. 2:4-6). Por eso, era esencial que Jesúsnaciera en Belén.

Sin embargo, en ese tiempo, José y María vivían en Nazaret,ciudad que estaba en Galilea. De acuerdo con la ley romana,todos debían empadronarse en la ciudad donde vivían enese momento. Pero de acuerdo a la ley judía, todos teníanque regresar a su lugar de origen para ser empadronados.Herodes hizo una concesión especial para los judíos y lespermitió ser empadronados en su ciudad de origen.

Así, José y María viajaron desde Nazaret hasta Belén, ellugar de nacimiento de David, porque ellos eran de la tribude Judá y de la casa de David. Es significativo que Belénquiere decir “casa de pan”, ya que Cristo es el “Pan deVida” (Jn. 6:35). Leemos en Lucas 2:6-7: “Y acontecióque estando ellos allí, se cumplieron los días de sualumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y loenvolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque nohabía lugar para ellos en el mesón”. Después de su viajedesde Galilea hasta Nazaret, que probablemente les llevópor lo menos tres días, llegaron a Belén en una noche deinvierno, cuando no había lugares disponibles en el mesón(NVI: “posada”) .

José se vio forzado a buscar otro lugar de refugio para suesposa embarazada. Terminaron en un establo y usaron


como cuna para Jesús un pesebre, el comedero para losanimales estabulados. Éste es el humilde lugar donde nacióJesús. El deleite y el gozo de los cielos, el Rey de reyes,nació en un pesebre, entre animales.

La visita de los pastoresy la adoración de los ángeles

Lucas 2:8-20

Poco después del nacimiento de Jesús, el ángel del Señorapareció a unos pastores que estaban cuidando sus rebañoscerca de Belén. Leemos en Lucas 2:8-11: “Había pastoresen la misma región, que velaban y guardaban las vigiliasde la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó unángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó deresplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo:No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo,que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en laciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”.

La razón del anuncio del nacimiento de Jesús a los pastoresy la visita de ellos al bebé en el pesebre es que Jesucristoes, en realidad, el Buen Pastor. Años después, Él diría enJuan 10:11: “Yo soy el buen pastor”. Éste es uno de Sustítulos. El ángel dijo a los pastores que este niño reciénnacido era el Salvador del pueblo de Dios, el Cristo (elMesías), y que Él era el Señor (o Dios). Ciertamente, Élera el Mesías prometido.

Según Lucas 2:13-14, después que el ángel anunció a lospastores el nacimiento de Jesús, una multitud de ángelescomenzaron a alabar a Dios: “Y repentinamente apareció


con el ángel una multitud de las huestes celestiales, quealababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas,y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”Luego, los pastores fueron a Belén y encontraron a Jesúsen el pesebre, tal como el ángel había dicho; entoncesellos glorificaron al Señor mientras regresaban a cuidarsus rebaños (Lc. 2:15-20).

María guardaba todas estas cosas en su corazón y meditabaen ellas. La forma en que María se comportó contieneuna hermosa verdad espiritual. Es obvio que si ella hubieseintentado explicar lo que realmente le había acontecido,nadie hubiera creído su historia. Se habría expuesto a serobjeto de burla y a ser ridiculizada innecesariamente.Seamos tan sabios como María, y tengamos siempre enmente Proverbios 21:23: “El que guarda su boca y sulengua, su alma guarda de angustias”.

La circuncisión de JesúsLucas 2:21

Ocho días después, Jesús fue circuncidado: “Cumplidoslos ocho días para circuncidar al niño, le pusieron pornombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángelantes que fuese concebido” (Lc. 2:21). Esto fue hecho paracumplir la Ley prescrita en Levítico 12:3: “Y al octavo díase circuncidará al niño”. Jesús, aquel que dio la Ley aMoisés, fue circuncidado para cumplir con la Ley, ya quela circuncisión era la señal de estar en una relación de pactocon Dios. La circuncisión espiritual es el proceso por elcual Dios quita toda dureza de nuestro corazón y nos da unnuevo corazón que es blando y tierno para con Él.


La presentación de Jesús en el temploLucas 2:22-24

Luego leemos acerca de la presentación de Jesús en eltemplo: “Y cuando se cumplieron los días de lapurificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, letrajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como estáescrito en la ley del Señor [Éxodo 13:2]: Todo varón queabriere la matriz será llamado santo al Señor) y paraofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Unpar de tórtolas, o dos palominos” (Lc. 2:22-24).

Según la Ley de Moisés, la madre de un hijo varón eraimpura por cuarenta días (ver Lv. 12:1-8). Después decumplirse este tiempo de purificación, ella tenía que traeral sacerdote una ofrenda para holocausto y una ofrendapara expiación. Cuando María fue al templo para presentara su hijo primogénito al Señor, ofreció un par de tórtolascomo su ofrenda para holocausto.

Se requería un cordero como ofrenda para holocausto, sinembargo, la Ley permitía que quienes eran pobres y nopodían pagar un cordero, trajeran una tórtola o una paloma(Lev. 12:8). La ofrenda de María y José nos permite conocersu condición económica. Aparentemente, eran muy pobres.Por lo tanto, es obvio que Jesús no creció en un hogarpudiente. Se vació y se despojó a sí mismo de toda Su gloriay esplendor celestiales, y vino como el siervo de todos.Vino como alguien sin reputación (Fil. 2:7).


Simeón y Ana dan honra a JesúsLucas 2:25-38

Mientras José y María estaban en el templo para presentara Jesús a Dios, se encontraron con dos personas enparticular. La primera fue Simeón. Leemos acerca de estehombre en Lucas 2:25-26: “Y he aquí había en Jerusalénun hombre llamado Simeón, y este hombre, justo ypiadoso, esperaba la consolación de Israel; y el EspírituSanto estaba sobre él. Y le había sido revelado por elEspíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese alUngido del Señor”.

Simeón era un hombre justo y devoto que esperaba laconsolación de Israel: la venida del Mesías prometido. Deesta manera, podemos ver que el escenario estaba preparadoen Israel para la venida de Cristo. El pueblo estabaesperando ansiosamente Su aparición. Simeón tomó a Jesúsen sus brazos y bendijo a Dios. En Lucas 2:30, afirmó quehabía visto la salvación del Señor. Antes de que Simeónmuriera, se le permitió ver al largamente esperadoSalvador del pueblo de Dios. Simeón profetizó que Jesússería una luz para los gentiles, el cumplimiento de Isaías49:6. Esto se refiere fundamentalmente al ministerio deJesús, el cual se desarrollaría después de Su resurrección.

En este momento, viene a nuestra mente la siguientepregunta: ¿Cuál es el significado de esto y por qué esteanciano se llamaba Simeón? Simeón, que significa “elque oye”, simboliza que el niño oiría a Dios y que,ciertamente, también sería oído por Dios. Isaías 50:4 hablaproféticamente de Cristo, al señalar que el Padre lo


despertaba mañana tras mañana para que oyera comolos sabios. Simeón fue elegido para presentar a Jesús, elRey justo, porque era un hombre justo y piadoso. EnHechos 3:14, a Jesús se le llama el “Justo”. Jesús esJehová-Tsidkenu: “Jehová, justicia nuestra”.

También Ana la profetiza, cuyo nombre significa “gracia”,tuvo un encuentro con Jesús allí (Lc. 2:36-38). Que Anaestuviera allí, representaba que Cristo sería el profeta yque llevaría a cabo Su ministerio por medio de la graciade Dios. ¿Ve usted cómo todos estos eventos en la vidade Cristo estaban predeterminados? Todos tienen granimportancia. Jesucristo es el profeta como lo fue Moisés.El Señor dijo a Moisés en Deuteronomio 18:18: “Pr ofetales levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; ypondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo loque yo le mandare”. En consecuencia, este encuentrocon Ana, la profetiza, anunciaba el ministerio de Cristocomo el profeta.

La visita de los magosMateo 2:1-12

Aparentemente, la visita de los magos sucedió despuésde la presentación de Jesús en el templo. Después de esteacto, José, María y Jesús regresaron a Belén, que estabasituada a unos ocho o diez kilómetros al sur de Jerusalén.No hay detalles específicos acerca de su regreso, exceptoque se mudaron a una casa (Mt. 2:11). Poco tiempodespués, unos magos del Este vieron una estrella en elfirmamento y la siguieron hasta Jerusalén. Estos magoseran expertos en el estudio de las estrellas. La que vieron


en el cielo los guió hasta Cristo, quien es Aquel de quiense dijo: “Una estrella saldrá de Jacob” (Nm. 24:17 NVI).Los magos preguntaron en Jerusalén acerca del paraderodel recién nacido Rey de los judíos. Esto hizo que el reyHerodes y el partido religioso se pusieran muy intranquilosy aprensivos. Herodes envió a los magos a Belén y lesdijo que una vez que encontraran al niño, le informarandónde estaba. La estrella reapareció y guió a estos magosal lugar donde se encontraba Jesús.

¿Por qué los guió una estrella hasta Cristo? La razón esque Cristo es la estrella de la mañana (Ap. 2:28; 22:16).El propósito de la visita de los magos fue para dar honraal que es la sabiduría de Dios (1 Co. 1:24). En Cristo“están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y delconocimiento” (Col. 2:3).

Estos magos ofrecieron tres presentes a Jesús: oro,incienso y mirra (Mt. 2:11). Cada uno de estos preciososregalos tenía un significado espiritual. El oro es un símbolode deidad. El incienso tiene que ser quemado con fuegopara poder liberar su fragancia, por lo que, en este caso,tipifica el sufrimiento. La mirra era el líquido que se usabaen el Oriente para embalsamar, y por lo tanto, un símbolode la muerte. Estos tres presentes fueron proféticos ysimbólicos del hecho que Jesús, que era Dios, nació parasufrir y para morir por los pecados del mundo.

El tiempo del nacimiento de Jesús

Es interesante que, según el registro de Mateo, Jesúsnació en los días del rey Herodes, llamado Herodes el


Grande. Fue nombrado rey por los romanos en el año40 a.C., aunque no llegó a ser el único rey de todaJudea hasta el año 37 a.C. Reinó hasta su muerte,evento que probablemente ocurrió a fines de marzo oprincipios de abril del año 4 a.C. Sabemos queinmediatamente antes de Su muerte hubo un eclipsede luna, evento que, según los cálculos, ocurrió lanoche entre los días 12 y 13 de marzo del año 4 a.C.(Josefo: Antigüedades de los judíos 17.6.4). Ya queCristo nació durante el reinado de Herodes, es obvio queSu nacimiento ocurrió antes de que finalizara el mes demarzo de 4 a.C. Varios eventos sucedieron entre elnacimiento de Cristo y la muerte de Herodes. Así que, elnacimiento de Jesús debió haber ocurrido en algúnmomento durante el año 5 a.C.

José, María y Jesús huyen a EgiptoMateo 2:13-15

Siendo avisados por revelación en sueños que novolvieran a Herodes, los magos regresaron a su propiopaís. El ángel del Señor se apareció a José en un sueño ytambién le avisó del plan de Herodes de matar a Jesús(Mt. 2:13). José se levantó de noche y rápidamente partiópara Egipto con María y Jesús. Permanecieron allí hastadespués de la muerte de Herodes en marzo de a.C.

Pensemos por un momento por qué Herodes queríadesesperadamente matar a Jesús. Herodes no era judío,era edomita. En su esfuerzo por probar que era judío,ordenó que todas las genealogías de los judíos fuerandestruidas. Los edomitas son descendientes de Esaú.


Esaú tenía una ira perpetua en contra de Jacob y susimiente, y buscaba permanentemente matar a Jacob (verAm. 1:11; Abd. 1:10).

Esaú perdió su derecho de primogenitura por causade la desobediencia. Él y sus descendientes procurabandestruir a quienes recibieron el derecho deprimogenitura: a Jacob y a sus descendientes, losisraelitas. Herodes, aunque llamado “el Grande”, fueuno de los asesinos más traicioneros en la historia dela humanidad. Sus masacres fueron muchas. Hastallegó a matar a su propia esposa e hijo. Así vemosque la orden de matar a los niños judíos era una formade vida para él.

Satanás siempre ha procurado destruir a los piadosos.En el tiempo de Moisés, Satanás motivó a Faraón paradestruir a todos los bebés varones hebreos. Satanás sabíaque Moisés nacería y sería un salvador para la nación deIsrael, así que trató de matarlo. Otra vez fue Satanás quienincitó a Herodes para buscar destruir a Jesús. EnApocalipsis 12 vemos cómo él tratará de destruir al HijoVarón, un grupo especial de vencedores en la Iglesia delos últimos días.

La razón por la que Dios dirigió a José a buscar refugioen Egipto fue para dar cumplimiento a las profecías ycompletar el fluir profético del Antiguo Testamento.Mateo 2:15 dice de Su descenso a Egipto: “Y estuvoallá hasta la muerte de Herodes; para que se cumplieselo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo:De Egipto llamé a mi Hijo”.


Ésta es una cita de Oseas 11:1, la cual habla de la liberaciónde Israel de la esclavitud egipcia. Bajo la inspiración delEspíritu Santo, Mateo aplicó este versículo al regreso deCristo desde Egipto.

¿Por qué fue enviado Cristo a Egipto y no a otro lugar?Para que la profecía se cumpliera. ¿Por qué se profetizóesto? ¿Cuál era el propósito detrás de la profecía en cuantoa que Cristo iría a Egipto? Para cumplir el fluir de laprofecía a través de toda la Palabra de Dios. Hay un patrónrecurrente a través de toda la Palabra de Dios.

Abraham descendió a Egipto. Jacob fue a Egipto, y susimiente también. Egipto es un símbolo del mundo. Loshijos de Israel fueron llamados a salir de Egipto (a salirde este mundo); y cada creyente lo está también. Lo quesucedió en la vida de Cristo debe tener cumplimiento enla vida de Sus hijos e hijas espirituales en la Iglesia. Porlo tanto, la Iglesia está llamada a salir de este mundo, enel sentido que los cristianos no deben conformarse a loscaminos de este mundo.

La tradición egipcia localiza la residencia de la familia deJesús cerca de Heiropolis (hoy en día, el Cairo). Losegipcios cuidaron de ellos durante el tiempo de la matanzade los inocentes en Israel. Cuando por primera vez tuveel privilegio de ministrar en Egipto, pregunté al Señorcómo debía iniciar mi mensaje para establecer una relaciónde afinidad con estos amados pastores egipcios. El Señorhabló a mi corazón y me dijo: “Nunca he olvidado cómoEgipto cuidó a Mi Hijo amado”. Cuando compartí lo queel Señor me había dicho, esos pastores lloraron; y luego


me obsequiaron un calendario con el siguiente versículo:“Bendito el pueblo mío Egipto” (Is. 19:25).

La matanza de los niños en BelénMateo 2:16-18

Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos habíanregresado a su lugar de origen y que ya no le dirían dóndeestaba el niño recién nacido, se enfureció y mandó asesinara todos los niños menores de dos años en Belén y en loslugares aledaños. Esto dio cumplimiento a la profecía deJeremías 31:15.

Leemos de esta terrible matanza en Mateo 2:16-18:“Her odes entonces, cuando se vio burlado por losmagos, se enojó mucho, y mandó matar a todos losniños menores de dos años que había en Belén, y entodos sus alrededores, conforme al tiempo que habíainquirido de los magos. Entonces se cumplió lo quefue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Voz fueoída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido;Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada,porque perecieron” .

Podemos estremecernos ante esta malvada y diabólicaacción de Herodes y, sin embargo, ignorar que la mismaatrocidad está ocurriendo hoy en muchas partes del mundo.El aborto es un genocidio. Nunca antes en la historia de lahumanidad se había aceptado el genocidio universal,mucho menos legalizado. No nos debería sorprender,entonces, que en estos últimos días el Señor traerátremendos juicios sobre la tierra. ¡Ante los ojos de Dios,


el aborto es un asesinato!No hay otra forma de verlo.Hace muchos años,algunos hermanos y yooramos por la liberación deuna mujer. Tenía muchosespíritus y ataduras y fue liberada de toda la culpa de supasado, excepto del pecado del aborto. Oramos y oramosy aunque ella repetidamente confesó el pecado del aborto,no podía ser libre de la terrible culpabilidad de este gravepecado. Entonces el Señor me habló: “Dile que confieseel pecado de asesinato”. Cuando ella confesó el pecadode asesinato, inmediatamente fue libre.

El aborto es, en realidad, asesinato. Por eso, cuando lasnaciones legalizan el aborto, están en verdad legalizandoel asesinato; y Dios no soporta eso. Hay tres casos degenocidio en la Biblia: 1) En el tiempo de Moisés; 2) Enel tiempo de Cristo; y 3) En los últimos días: el HijoVarón (Ap. 12).

El regreso a NazaretMateo 2:19-23; Lucas 2:39

Después de la muerte de Herodes el Grande, que por lahistoria sabemos que fue en marzo del año 4 a.C., estandoaún José en Egipto, el ángel del Señor se le apareció ensueños y le dijo que ya podían volver a Israel. José, Maríay Jesús regresaron a Israel; pero al saber José queArquelao, el hijo de Herodes, reinaba sobre Judea, temióvolver allí. El Señor confirmó la preocupación de Joséen un sueño y le dijo que fuera a la región de Galilea. La

¡Ante los ojos deDios, el aborto es

un asesinato!


familia regresó a Nazaret y se estableció allí. Por lo quesabemos, Jesús vivió allí hasta la edad de treinta años,cuando inició Su ministerio.

Cuando Herodes murió, en el año 4 a.C., los romanosdividieron el reino entre sus hijos. Arquelao se convirtióen gobernador de Judea, Idumea y Samaria; fue ungobernador muy cruel. Fue depuesto por Augusto Cesaren 6 d.C. y desterrado a Galia. Antipas se convirtió en eltetrarca de Galilea. Felipe, el otro hijo de Herodes elGrande, reinó sobre el noreste de Palestina.

Dios guió a José a Nazaret con un propósito específico.Éste era el lugar que Él había preparado para que SuHijo Jesús se criara. Mateo 2:23 dice: “Y vino y habitóen la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumplieselo que fue dicho por los profetas, que habría de serllamado nazareno”.

Este versículo es difícil de comprender, porque en elAntiguo Testamento no hay registro de que alguno de losprofetas dijera que Cristo sería llamado nazareno. Sinembargo, esto no significa que Cristo fuera un nazareo.Juan el Bautista fue un nazareo, pero Jesús era nazareno.

La raíz hebrea de la palabra “nazareno” es “nézer” , la cualse traduce como vástago. La encontramos en Isaías 11:1,donde dice: “Saldrá una vara del tronco de Isaí [el padrede David], y un vástago retoñará de sus raíces”. En otrasprofecías del Antiguo Testamento, donde el Mesías esdesignado como el Vástago, se usa la palabra hebrea“sémah”, que significa, básicamente, lo mismo que


“nézer” : retoño, renuevo o vástago (comp. Jer. 23:5;33:15; Zac. 3:8; 6:12). Cristo, el vástago de Isaí ydescendiente de David, fue pequeño y despreciado(comp. Is. 53:3). Así, Jesús llegó a ser conocido como“Jesús de Nazaret” y “Cristo de Nazaret”. En el NuevoTestamento, se lo menciona con estos títulos cerca deveinte veces. Nazareno significa, literalmente, “deNazaret”. Los habitantes de Nazaret eran despreciadosy vistos como de “segunda clase” por las personas deJerusalén, más cultas. En consecuencia, el término“nazareno” representaba a alguien que era despreciadoy menoscabado. Vemos aquí el comienzo del rechazo deCristo por parte de Su pueblo.

La infancia de Jesús en NazaretLucas 2:40

Nazaret fue el lugar que Dios Padre escogió para queSu Hijo Jesús pasara Su niñez. Consideremos ahoracómo era Nazaret. Estaba localizada en la regiónllamada “Galilea, tierra de paganos” (Is. 9:1 NVI) o“Galilea de los gentiles” (Mt. 4:15). Galilea tenía unamezcla de pueblos. El reino del Norte de Israel,juntamente con su capital Samaria, fue destruido en722 a.C. Los judíos fueron deportados de sus tierras yesparcidos por otros países. Pobladores de Babilonia yAsiria fueron traídos a esta parte norte de Israel,incluida la región de Galilea. Obviamente, estaspersonas no eran verdaderos judíos.

Galilea era un centro comercial situado en una de lasprincipales carreteras de aquel tiempo, por lo que el


tránsito de extranjeros era constante. Nazaret era comoun pozo negro, llena de la corrupción de los gentiles(paganos) inconversos. Esta región era desdeñada ydespreciada por las personas religiosas de Judea yJerusalén. Qué piedra de tropiezo debió ser esta situaciónpara las personas religiosas que daban por sentado que elMesías se criaría en Jerusalén, el centro de la enseñanzareligiosa y del gobierno, y no en una ciudad corrupta,habitada por pueblos de religiones paganas.

Cuando Felipe le dijo a Natanael que habían encontradoal Mesías, a Jesús de Nazaret, Natanael contestó: “¿DeNazaret puede salir algo de bueno?” (ver Jn. 1:45-46).Nazaret tenía una reputación terrible. Era como la SanFrancisco de Norteamérica o la Ámsterdam de Europa.Sin embargo, esta fue la ciudad que Dios escogió paracriar a Su Hijo. En consecuencia, es muy probable queaun desde muy temprana edad, Jesús tuviera un enormeobstáculo que vencer en el ambiente poco piadoso deNazaret, porque estaba rodeado de personas que noandaban en los caminos de Dios. Tuvo que tomar ladecisión consciente de hacer lo correcto.

¿Cómo triunfó Cristo en medio de este terrible ambiente?La clave la encontramos en la profecía de Isaías acercade Cristo en Sus años formativos: “Por tanto, el Señormismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá,y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lomalo y escoger lo bueno” (Is. 7:14-15). En los EstadosUnidos, tenemos un refrán: “Eres lo que comes”.Espiritualmente, también, somos lo que comemos.


Cuando esta profecía señala que Cristo comerámantequilla y miel, se refiere más a Su dieta espiritualque a Su dieta natural. Por esto, consideremos lainterpretación espiritual de la mantequilla y la miel.Sabemos que en lo natural, la mantequilla proviene de laabundancia de leche (comp. Is. 7:22). Espiritualmente, laleche habla de la Palabra de Dios. Pedro dijo: “Desead,como niños recién nacidos, la leche espiritual noadulterada, para que por ella crezcáis para salvación”(1 P. 2:2). La clave para el crecimiento espiritual esalimentarse de la leche no adulterada de la Palabra.

Ya que la leche habla de la Palabra de Dios, comermantequilla representaría alimentarse abundantemente dela Palabra de Dios. Desde temprana edad, Cristo fue unaplicado estudiante de las Escrituras, y meditabaconstantemente en ellas. El elogio de Timoteo que hizoPablo puede también aplicarse a Cristo: “Y que desde laniñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales tepueden hacer sabio para la salvación por la fe que es enCristo Jesús” (2 Ti. 3:15).

La miel habla de revelación. 1 Samuel 14:27 dice quecuando el hambriento Jonatán probó la miel: “fueronaclarados sus ojos”. La miel simboliza la unción delEspíritu Santo, que alumbra los ojos de nuestroentendimiento (ver Ef. 1:18).Por lo tanto, Isaías 7:14-15habla claramente de que Cristo se alimentaría de laPalabra de Dios (mantequilla) y de la unción del EspírituSanto (miel), y debido a ello, sabría desechar lo malo yescoger lo bueno. La Palabra de Dios y la unción delEspíritu Santo producen en una persona la capacidad para


discernir lo que es malo y la fortaleza de carácter paraelegir lo bueno. Jesús permaneció puro y verdadero enun ambiente muy corrupto.

Los sociólogos dicen que los niños son el producto de suambiente. ¡Esto no es verdad! Jesús no fue el producto deSu ambiente; Él venció los obstáculos y desventajas de laciudad donde creció, y triunfó sobre el pecado. El profetaDaniel propuso en su corazón que caminaría en loscaminos de Dios, aun estando en Babilonia, el centro dela hechicería. Moisés se crió en la corte del Faraón, entretodos los magos y gente malvada de Egipto; sin embargo,eligió en su corazón hacer lo correcto (He. 11:25).

Si el Señor ha llamado a una familia a un campo misionero,el cual tiene un mal ambiente, o a una ciudad que estállena de corrupción, los padres no deberían preocuparse.Si Dios pudo guardar a Daniel en Babilonia y a Jesús enNazaret, entonces puede proteger a Sus hijos en cualquierlugar. Los padres deben obedecer el llamado de Dios, serfieles a instruir a sus hijos en el camino que deben andar(Prov. 22:6) y confiar que el Señor tendrá cuidado de ellos.Aunque es cierto que el ambiente puede tener efecto sobreuna persona, todo pasa por la elección personal de cadauno. ¡Debemos elegir lo bueno y rechazar lo malo, talcomo Jesucristo lo hizo!

Lucas 2:40 registra la niñez de Jesús en Nazaret: “Y elniño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y lagracia de Dios era sobre él”. En el terrible ambiente deNazaret, Jesús creció en gracia y en sabiduría, y sefortaleció en el espíritu.


C. Su juventud

Jesús visita el temploa la edad de doce años

Lucas 2:41-50

Después que José y su familia regresaron de Egipto y seestablecieron en Nazaret, no hay registro alguno acerca dela vida de Cristo hasta que cumplió doce años. Sus padresiban cada año a Jerusalén a celebrar la fiesta de la Pascua,y cuando Jesús cumplió los doce lo llevaron con ellos.Cuando terminó la fiesta, José y María emprendieron elviaje de regreso con la caravana. Habían viajado todo undía para cuando se dieron cuenta que Jesús no iba con ellos.

Después de buscar angustiosamente y sin éxito a Jesúsentre sus parientes y compañeros de viaje, José y Maríaregresaron a Jerusalén para buscarlo. Al cabo de tresdías ellos lo encontraron en el templo, “sentado enmedio de los doctores de la ley, oyéndoles ypreguntándoles” (Lc. 2:46). El número tres es el númerode la deidad, lo que atrae nuestra atención al hecho deque este niño de doce años era ciertamente el Hijo deDios. Lucas 2:47 registra la sabiduría que tenía: “Y todoslos que le oían, se maravillaban de su inteligencia y desus respuestas” .

A la edad de doce años, Jesús, el Verbo encarnado,confundió a todos los doctores de la Ley con Sus preguntasy respuestas. Observemos que, según la Biblia, en esemomento, Jesús tenía doce años. En la numerología


bíblica, el número doce es símbolo de gobierno. Isaíasprofetizó del Mesías: “Y el principado [será] sobre suhombro” (Is. 9:6).

Cuando los padres de Jesús lo encontraron en el templose sorprendieron. María le dijo: “Hijo, ¿por qué nos hashecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado conangustia” (Lc. 2:48). Jesús respondió: “¿Por qué mebuscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padreme es necesario estar?” (Lc. 2:49). La respuesta de Jesúses extraordinaria. A la edad de doce años, comprendía lospropósitos de Dios para Su vida. Jesús sabía que era elHijo de Dios. Jesús dijo a Su madre: “¿No sabíais que enlos negocios de mi Padre me es necesario estar?”. Enotras palabras, Jesús quiso señalarle que éste era un eventomuy importante. Esto predecía que Él se convertiría en elMaestro de Israel y de la Iglesia.

El tercer día también habla del reinado milenario. Sitenemos en cuenta que en la tipología bíblica un día escomo mil años (comparar 2 Pedro 3:8), el tercer díahablaría de los 1.000 años de reinado después de los 2.000años (o dos días) de la Era de la Iglesia. En el Milenio, seconstruirá el templo que vio Ezequiel (Ez. 40-48). ElSeñor mismo enseñará desde este templo y la Ley saldráde Sion (Is. 2:3).

Dieciocho años de silencio en NazaretLucas 2:51, 52

Después de Su visita a Jerusalén a la edad de doce años,los siguientes dieciocho años de la vida de Cristo


transcurrieron ocultos a los ojos del mundo. No hay nadaregistrado en la Biblia acerca de estos “años de silencio”,como se les denomina. A Jesús no se le menciona en laBiblia hasta que Juan el Bautista lo presenta a Israel a laedad de treinta años. Lo único que se nos dice es queJesús regresó a Nazaret y que estuvo sujeto a Sus padresdurante este tiempo (Lc. 2:51).

Los hijos tienen, básicamente, un deber: obedecer asus padres. El apóstol Pablo dijo en Efesios 6:1-3:“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres,porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre,que es el primer mandamiento con promesa; para quete vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”. Silos hijos quieren prosperar y tener una larga vida,deben obedecer a sus padres. En Colosenses 3:20Pablo dijo: “Hijos, obedeced a vuestros padres entodo, porque esto agrada al Señor”.

Aunque esta porción de la vida de Cristo está velada anosotros, sabemos que durante este tiempo Él estabaaprendiendo la obediencia en la casa de Su padre.Hebreos 5:8 habla de los años formativos de Cristo enNazaret: “Y aunque era Hijo, por lo que padecióaprendió la obediencia”. Al estar sujeto a José y a María,Jesús aprendió a obedecer instantáneamente y sinpreguntar. Permítame decirle que la obediencia seaprende, no se hereda.

Este fundamento de obedecer la orden sin cuestionar fuenecesario para Cristo en Su condición de Hijo de Dios.Sin esta capacitación previa, nunca hubiese tenido la


fortaleza de carácter para decir “sí” en Getsemaní, cuandoSu Padre le pidió que bebiera la copa llena de todos lospecados de la raza humana.

En el transcurso de esos dieciocho años se cumplió laprofecía de Isaías 49:2: “Y puso mi boca como espadaaguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me pusopor saeta bruñida, me guardó en su aljaba”. En estaprofecía vemos la formación de Cristo como la saeta deDios. Cristo estaba siendo formado como la saeta de Diosque sería disparada en el tiempo de Dios para dar en eloblanco. Su objetivo era la cruz.

Una saeta o flecha está compuesta básicamente de dospartes: la punta de la flecha la cual está hecha de acero,como una espada, y la vara de madera pulida. La puntade la flecha habla de la Palabra de Dios la cual era comouna espada en Su boca. La punta de la flecha ya estabadesarrollada, a muy temprana edad, en la vida de Cristo.Ya a la edad de doce años, pudo conversar en el templocon los doctores y estudiosos de la Ley. Ellos estabanabsolutamente maravillados de Su conocimiento de lasEscrituras. Uno podría pensar que Cristo estaba listo paraSu ministerio a la edad de doce años. Sin embargo,necesitaba aún más preparación.

Cristo también tenía que convertirse en la vara de maderapulida. Es necesario pulir la vara de una flecha hastaquitarle todos los bordes ásperos. Si una flecha no estáperfectamente pulida, cuando sea disparada hacia elobjetivo las fuerzas aerodinámicas la desviarán de sucurso, haciendo que no dé en el blanco. Esto sería una


tragedia. Al fin y al cabo, todo el propósito de una flechaes dar en el blanco predeterminado.

La madera habla de humanidad. Por lo tanto, la naturalezahumana de Cristo tenía que ser pulida. Esto se logrópor medio de las cosas que tuvo que experimentar enla casa de Sus padres. Hebreos 5:8-9 dice: “Y aunqueera Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; yhabiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eternasalvación para todos los que le obedecen”. Cristoaprendió la obediencia y fue perfeccionado a través delsufrimiento (He. 2:10). Ahora, usted quizá se pregunte:¿A qué se refiere cuando dice que Cristo fueperfeccionado? ¿Acaso no era el Hijo de Dios yaperfecto? Perfecto, en este versículo, significa estartotalmente capacitado para cumplir el propósito parael cual Dios lo envió a este mundo.

Sólo podemos ser pulidos y equipados para dar en elblanco, a través de años de sufrimiento y disciplina. Laflecha no decide hacia dónde va o cuándo lo hará. Nitampoco determina su misión. Ésta es una decisión delarquero. A través de los sufrimientos somos hechosobedientes y sumisos a Dios, el Divino Arquero. Éste esel camino por medio del cual aprendemos obediencia.

La punta de la flecha representa a Jesús como el Hijo deDios, el Verbo encarnado. La vara representa a Jesús comoel Hijo del hombre. Como Hijo de Dios, Él no podía fallar,pero como Hijo de hombre, con la fragilidad de lanaturaleza humana, podía errar al objetivo. Ésta es la razónpor la cual este largo período de preparación fue tan


importante. Algunos consideran que Cristo estaba pulidoy listo para iniciar Su ministerio a la edad de veintiochoaños. Sin embargo, fue necesario otro período de dos añosde espera. Un arquero no pone una flecha en la aljabahasta que está perfectamente pulida y lista para serdisparada. Cristo fue puesto en la aljaba y sometido a unosdos años más de maduración. En Isaías 49:2 dijo: “Meescondió en su aljaba” (NVI) . El Padre escondió a Cristoen la aljaba hasta que fue el tiempo establecido para queiniciara Su ministerio. Esto es muy claro.

De la vida de José, que es un tipo de Cristo, sacamos laedad de veintiocho años. José estaba listo para el tronoantes de ser llamado a presentarse ante Faraón. Estabalisto por lo menos dos años antes, cuando interpretó lossueños del panadero y del copero. Pero no fue sino hastaque José cumplió los treinta años, que fue presentado altrono para comenzar su ministerio. Por lo tanto, sabiendoque Cristo estaba listo antes del tiempo, podríamos decirque es muy probable que Él también estuviera preparadounos dos años antes. Luego vino el tiempo de esperar enla aljaba. Éste bien podría ser el tiempo más difícil denuestra preparación. ¡Qué difícil es esperar!

Dios tiene un propósito para la vida de cada uno denosotros, y todos tenemos un objetivo que alcanzar. Sinembargo, una cosa es estar listo y otra es ser disparado alobjetivo en el tiempo señalado por Dios. Así, Cristo tuvoque esperar en humildad, posiblemente por dos años, hastaque Su Padre decidió que era el tiempo para que iniciaraSu ministerio. A la edad de treinta años, Cristo fuepresentado por Juan el Bautista en el Río Jordán. En ese


momento, fue puesto en el arco y disparado hacia elobjetivo que Dios había determinado para Su vida: la cruzdel Calvario.

Usted observará que, en la Biblia, Satanás no tuvo temorde los milagros. Satanás hasta llegó a tentar a Cristo, envarias ocasiones, para que realizara milagros (Mt. 4:3,6).Satanás tampoco temió a las enseñanzas de Jesús. Lo quesí temía era que Cristo alcanzara el objetivo y fuera a lacruz. Intentó todo lo que estaba a su alcance para hacerque Cristo no fuera a la cruz. Hasta le ofreció un atajopara alcanzar el trono y poseer los reinos del mundo, sitan sólo no iba a la cruz (Mt. 4:8-9).

Un hombre que estaba echando fuera a un demonio deuna persona dijo al demonio: “¿Recuerdas la cruz?” Eldemonio respondió: “Sí. Si hubiésemos ganado la batalla,lo hubiésemos ganado todo”. Satanás y sus demoniossabían que serían derrotados cuando Jesús fuera a la cruz.Lo que destruye al diablo son hombres y mujeres que estánentregados totalmente a hacer la voluntad de Dios y aalcanzar el objetivo para sus vidas.

Sin embargo, debemos esperar el tiempo de Dios y nolanzarnos prematuramente. No queremos ser comoAhimaas, quien corrió antes de tiempo y por ello notenía mensaje que entregarle al rey (ver 2 S. 18:19-30).Esperemos hasta que el mensaje de Dios se hayadesarrollado en nuestra vida y hasta estarcomprometidos en lo profundo de nuestro corazón, parapermanecer en nuestro curso y completar el propósitode Dios para nuestra vida.


Luego leemos en Lucas 2:52, acerca de algo más que estabasucediendo en la vida de Cristo durante estos años de silencio:“Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vezmás gozaba del favor de Dios y de toda la gente” (NVI) .Debido a que Cristo fue obediente a Sus padres, gozabaprogresivamente del favor de Dios y de los hombres. Tambiénla sabiduría aumentaba en la vida de Cristo. Jesús aplicó Sucorazón a la sabiduría cada día (ver Sal. 90:12). La sabiduríaes lo más importante en la vida (Pr. 4:7). Cristo no solamenteaprendió la sabiduría espiritual, sino también creció en lasabiduría natural. Aprendió arameo, el idioma común en esetiempo, hebreo, griego y, posiblemente, también latín.

Jesús el Hijo primogénito

Es muy probable que José haya muerto en algúnmomento durante estos dieciocho años, desde elmomento en que Cristo tuvo doce hasta que cumplió lostreinta. Ya no se menciona más a José desde queregresaron de Jerusalén, cuando Jesús tenía doce años.José y María tuvieron otros cuatro hijos varones: Jacobo,José, Simón y Judas; también José fue el padre de Susmedias hermanas (Mt. 13:55-56; Mr. 6:3).

Como el mayor de la familia (Mt. 1:25), Jesús tuvo muchasresponsabilidades después de la muerte de Su padrastroJosé. Tuvo que cuidar de Su madre María y de Sus medioshermanos. Mientras Cristo estaba en la cruz, a punto demorir, encomendó al apóstol Juan el cuidado de Su madre,después de lo cual, Juan llevó a María a su propia casa(Jn. 19:26-27). Obviamente, para entonces, José ya habíamuerto. Como el Hijo primogénito, Cristo había aprendido


lo que era la carga de la responsabilidad. Durante esos años,aprendió cómo ser un buen líder y cómo cuidar de los demás.Esa fue una preparación para Su ministerio futuro.

Jesús el carpintero

Durante esos dieciocho años Jesús aprendió el oficio decarpintero. Años más tarde, la gente de Nazaret preguntaría:“¿No es éste el carpintero, hijo de María?” (Mr. 6:3). Éstafue la ocupación de Su padre, José. En Mateo 13:55, losjudíos dijeron de Jesús: “¿No es éste el hijo del carpintero?”En Israel, la costumbre era que los hijos se capacitaran enla ocupación de sus padres. Jesús fue un carpintero y trabajómuy duro haciendo trabajo físico. Éste fue un proceso dehumillación para el Hijo de Dios. Durante ese tiempo, estabaconvirtiéndose en el Siervo de todos (Mr. 9:35) y se estabadespojando a sí mismo.

El último día en el taller de carpintería

Un querido pastor de Canadá, a quien conozco, tuvo unavisión respecto al último día que Jesús pasó en lacarpintería de Su padrastro. En esta visión, Cristo vio congran satisfacción la mesa que acababa de terminar. Estabafeliz, pues había realizado un trabajo bueno y honroso.Estaba preparándose para salir por última vez del tallerde carpintería, sabiendo que nunca regresaría allí. Ahoradebía asumir una nueva identidad como el Hijo de Dios.Jesús reunió todas Sus herramientas y las colocó de maneraordenada en sus lugares, en la estantería en la pared. Luegoprocedió a quitarse el delantal. Lo dobló cuidadosamentey lo colocó en el banco de trabajo.


Cristo abrió la puerta del taller de carpintería y luego girópara dar un último vistazo afectuoso al taller donde habíapasado tantos años. Es posible que fuera aquí dondeaprendió la ocupación de José, Su padrastro, comenzandocomo un aprendiz. Cuando José falleció, es probable queJesús haya enseñado carpintería a Sus hermanos menores.Después, Jesús cerró la puerta del taller y salió de Nazaret,descendiendo al río Jordán para iniciar Su ministerio.

Es interesante que todo lo que el Señor Jesús hizo, lo hizobien. Hizo todo, sin importar lo que fuera, pequeño ogrande, con todo Su corazón. Terminaba cada tarea que ledaban y terminaba todo lo que comenzaba. Ésta fue unade las principales razones por las que Cristo tuvo éxito.Amados, que también nosotros podamos aprender a tenereste mismo tipo de disciplina.

TERCERA PARTE

EL MINISTERIO DE CRISTO

69

3EL MINISTERIO DE

CRISTO

Ahora llegamos a la tercera parte, El ministerio de Cristo.Esta sección abarca la presentación de Cristo a Israel enel Río Jordán por Juan el Bautista y Su ministerio hasta laúltima semana de Su vida sobre la tierra.

Introducción

El ministerio de Cristo puede estudiarse de diversasmaneras. Los Evangelios sinópticos presentan Suministerio desde un punto de vista geográfico: Suministerio en las diferentes regiones de Israel. ElEvangelio de Juan, llamado el Evangelio espiritual,tiene un enfoque completamente diferente. Juandesarrolla lo que algunos denominan el ministerio“cuatripascual” de Cristo, es decir, “de cuatro Pascuas”.Juan cubre las cuatro Pascuas que se celebraron duranteel ministerio de Cristo. El Evangelio de Juan también


desarrolla la enseñanza acerca de que Cristo cumpliólas verdades relacionadas con el Tabernáculo de Moisés.

En nuestro estudio seguiremos el ministerio de Cristo enuna secuencia cronológica y señalaremos los diferenteslugares geográficos en los que ministró. Tambiénrepasaremos las cuatro Pascuas tal como ocurrieron enSu ministerio.

El tiempo que duró el ministerio de Cristo

Consideremos ahora el tiempo que duró el ministeriode Cristo, el cual se inició cuando tenía treinta años(Lc. 3:23). En el Antiguo Testamento, los treinta añosera la edad en que los sacerdotes entraban al ministerioe iniciaban su servicio en el tabernáculo (Nm. 4:3). Cristoinició Su ministerio cuando tenía treinta años, porquees el Sumo Sacerdote de nuestra fe, según el orden deMelquisedec (He. 3:1). Sin embargo, nuestro SumoSacerdote, el Señor Jesús, no ofreció sacrificios deanimales, sino Su propia vida.

Ante todo, debemos determinar cuándo ocurrieron tantoel bautismo de Cristo como Su presentación a Israel, loseventos que marcaron el inicio de Su ministerio. Estorequiere de un cuidadoso análisis de los Evangelios. Esclaro que hubo cuatro Pascuas durante el ministerio deCristo; la cuarta fue aquella en que fue crucificado y quemarcó el final de Su ministerio terrenal. En nuestrocalendario, la Pascua ocurre en abril (el período marzo/abril). En consecuencia, transcurrieron tres años desde laprimera Pascua a la cuarta.

71El ministerio de Cristo

Sin embargo, hubo varias cosas que sucedieron antesde la primera Pascua. Jesús fue bautizado por Juan, fuetentado por cuarenta días en el desierto, y comenzó Suministerio inicial en la región de Galilea, incluido Suprimer milagro de convertir el agua en vino en Caná(Jn. 2:1-11). El tiempo del bautismo de Jesús ha sidofijado por la mayoría de los comentaristas conservadoresen el otoño del año 26 d.C., antes de la primera Pascua,posiblemente en el mes de octubre. Para entonces, Cristotendría treinta años (Lc. 3:23).

Esto significaría que el ministerio de Cristo duróaproximadamente tres años y medio. El tipo bíblico paraesto sería el ministerio que en los últimos días cumpliríanMoisés y Elías, quienes aparecieron al Señor cuandoestuvo en el monte de la Transfiguración. Como vemosen Apocalipsis 11:3, regresarán en los últimos días yministrarán por tres años y medio (o 1.260 días). Estoapuntaría a un período de tres años y medio para elministerio terrenal de Cristo.

La Palabra de Dios no establece específicamente el tiempocuando Jesús fue bautizado por Juan. Sin embargo, es pocoprobable que Juan hubiese estado bautizando durante elinvierno. Por lo tanto, el otoño parece muy probable. También,cuando el Espíritu Santo vino sobre Él en la forma de unapaloma en ocasión de Su bautismo, fue ungido con los sieteEspíritus del Señor. En la Biblia, la unción de los sieteEspíritus del Señor está asociada con la fiesta de losTabernáculos, la séptima fiesta del calendario judío. La fiestade los Tabernáculos se celebra alrededor del mes de octubre.Ésta es la fiesta del derramamiento del Espíritu de Dios.


No podemos probar en la Biblia que Jesús fuerabautizado en el otoño del año 26 a.C. ni que Suministerio durara tres años y medio. Sin embargo, esclaro que Su ministerio duró más de tres años. Emperono debemos ser dogmáticos en cuanto a la duración ylas fechas del ministerio de Jesús y el bautismo, ya quela Biblia no nos da tiempos exactos. Pero la duraciónde Su ministerio que hemos dado es lo más cercanoque podemos llegar a los tiempos aproximados, sincontar con datos específicos.

El ministerio terrenal de Cristo, de tres años y medio, esun tipo de Sus tres años y medio de ministerio en la Iglesiade los últimos días, a través de Sus dos testigos: Moisés yElías. Prácticamente, todo lo que le sucedió a Cristo tieneun cumplimiento espiritual en la Iglesia.

El Anticristo que viene intentará repetir todo lo que Cristohizo. En los últimos días, confirmará un pacto con Israelpor siete años (Dan. 9:27). Después de tres años y medio,romperá el pacto y ofrecerá la abominación desoladoraen el templo de Jerusalén. Los últimos tres años y mediode su reinado serán lo que se conoce como la GranTribulación (Mt. 24:15, 21: Ap. 13:5). Así, esto señala auna duración de tres años y medio para el ministerio deCristo.En los últimos días, el ministerio del Señor secompletará en la Iglesia, el Israel espiritual. Habrá grangloria y poder. Cristo mismo dijo: “El que en mí cree, lasobras que yo hago, él las hará también; y aun mayoreshará, porque yo voy al Padre” (Jn. 14:12). La Iglesia delos últimos días experimentará mayor poder que la Iglesiade los primeros tiempos.


Si tenemos en cuenta que hay ciertas cosas en la vida deCristo que se pueden fijar con exactitud, debemosapoyarnos en la información cronológica de Su vida. Elcalendario que usaban los romanos se denominaba A.U.C.,abreviatura de la expresión latina Anno urbis conditae (“elaño desde la fundación de la ciudad de Roma”, o “el añode la edificación de Roma”, alrededor de 753 a.C.). Elaño 1 d.C. equivale al año 753 A.U.C. Así el nacimientode Cristo podría ser ubicado alrededor del año 748 A.U.C.(5 a.C.). También podemos fijar con cierta seguridad elbautismo del Señor Jesucristo. Muy probablementeocurrió en el otoño de 26 d.C., posiblemente cerca deltiempo de la fiesta de los Tabernáculos.

Otra fecha importante que podemos fijar a partir de la Bibliaes la primera Pascua del ministerio del Señor, según ladescribe el Evangelio de Juan. La misma probablementesucedió en la primavera del año 27 d.C. Así, la crucifixiónocurrió durante la Pascua del año 30 d.C. La resurrección deJesús fue seguida por un ministerio posterior a Su resurrecciónque duró cuarenta días, después del cual ascendió a los cielos.

A. El precursor de Cristo:Juan el Bautista

Juan el Bautista, hijo de Zacarías y Elisabet, fue el primode Jesús y era seis meses mayor que Él. Como niño, crecióy se hizo fuerte de espíritu, y vivió en el desierto hastaque se mostró a Israel. Él fue la voz del que clama en eldesierto, diciendo: “Pr eparad camino a Jehová;enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios” (comp.


Is. 40:3). La referencia a un desierto también puede hablarde la condición espiritual de Israel en aquel momento.Isaías 53:2 dice que Cristo fue “como raíz de tierra seca”.

El ministerio de Juan el Bautista fue presentar al SeñorJesucristo a Israel como “el Cordero de Dios, que quita elpecado del mundo”. El ministerio de Juan duró dieciochobreves meses, y fue terminado por Herodes Antipas, quienlo decapitó por pedido de su esposa adúltera Herodías, aquien Juan el Bautista había reprendido por su divorcio ynuevo matrimonio. Jesús testificó de Juan, diciendo queno hubo, entre los que nacen de mujeres, otro mayor queÉl. Juan fue fiel al ministerio al que Dios lo llamó.

B. El principio del ministeriopúblico de Cristo

El ministerio de Cristo comenzó desapercibido. Muypocos eventos se registran durante este período de unosseis meses desde Su bautismo hasta la primera Pascua.Antes del inicio del ministerio público de Cristo, Juan elBautista había aparecido en escena para prepararle elcamino. El mensaje de Juan fue de arrepentimiento. Élpreparó el corazón de las personas para recibir al Mesías.

El bautismo de JesúsMarcos 1:9-11; Mateo 3:13-17;Lucas 3:21-23; Juan 1:32-34

A nuestro mejor saber, considerando la poca informaciónque se nos da, el bautismo de Jesús probablemente sucedió


en el otoño del año 26 d.C. Juan dijo en Mateo 3:11:“Yo a la verdad os bautizo en agua paraarrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyocalzado yo no soy digno de llevar, es más poderosoque yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. Elbautismo de Juan fue con agua para arrepentimiento.Juan preanunció el ministerio de Jesús posterior a Suresurrección, el cual era bautizar a los creyentes en Élcon el Espíritu Santo y fuego. El cumplimiento inicialde esto se produjo en el día de Pentecostés, cuando losdiscípulos hablaron en otras lenguas.

Juan también dijo de Jesús en Mateo 3:12: “Su aventadorestá en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en elgranero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”.Esto habla del Señor Jesucristo como el fuego de fundidoracerca del cual profetizó Malaquías (Mal. 3:1-3 NVI).

En Mateo 3:13 leemos el primer informe acerca de Jesúsdesde Su visita a Jerusalén cuando tenía doce años:“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, paraser bautizado por él”. Jesús vino de Galilea al Jordánpara ser bautizado por Juan.

Juan humildemente dijo a Jesús: “Yo necesito ser bautizadopor ti, ¿y tú vienes a mí?” (Mt.3:14). La respuesta del Señoren Mateo 3:15 es muy interesante: “Deja ahora, porqueasí conviene que cumplamos toda justicia”. Jesús no negóque Juan necesitara ser bautizado por Él, pero le dijo a Juanque era absolutamente esencial que Él fuera bautizado parapoder así cumplir toda justicia. El acto del bautismo enagua es un paso de obediencia y un acto de fe.


La importancia del bautismo en agua

El bautismo en agua es una de las ordenanzas de la vidacristiana. Para que un creyente nacido de nuevo puedaavanzar en Dios, debe ser bautizado en agua. De otramanera, su vida espiritual nunca crecerá ni progresará.Como hemos dicho antes, la vida de Cristo nos muestrael modelo para nuestras vidas. Por lo tanto, si Cristo fuebautizado en agua, nosotros también debemos serbautizados en agua.

Quiero enfatizar que el Señor Jesús no fue bautizadocuando era un bebé. Es muy claro que el bautismo enagua, practicado en el Nuevo Testamento y ordenadopor el Señor y por los apóstoles, es por inmersión total.Juan 3:23 registra otra ocasión en que Juan el Bautistaestaba bautizando cerca de Salim, porque había allímuchas aguas.

Obviamente, no es necesaria mucha agua si el bautismose practica rociando agua sobre la cabeza. La palabra“bautismo” deriva de la palabra griega baptizö. El términosignifica “mojar completamente” o “sumergir”. En elgriego clásico, esta palabra se usaba para describir un barcoque había naufragado y también una prenda de vestir quehabía sido completamente sumergida en anilina.

El apóstol Pablo explicó el significado del bautismo enagua en Romanos 6:3-4: “¿O no sabéis que todos losque hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sidobautizados en su muerte? Porque somos sepultadosjuntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de


que como Cristo resucitó de los muertos por la gloriadel Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.En otras palabras, cuando somos bautizados en agua,declaramos al Señor, a los ángeles y al mundo queestamos muriendo al yo a fin de poder vivir una vidanueva para Cristo.

La santa Trinidad en el Río Jordán

En Mateo 3:16-17 hay una hermosa descripción de laTrinidad: “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luegodel agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio alEspíritu de Dios que descendía como paloma, y veníasobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este esmi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.

Cuando el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, salió delagua, el Espíritu Santo descendió sobre Él en la formade una paloma y lo ungió con los siete Espíritus del Señor(Is. 11:2). Luego el Padre habló desde los cielos dandola aprobación a Su Hijo, quien iniciaba ahora Suministerio. Los “tres en uno” (la Deidad) se estabanpreparando para demostrar, durante los siguientes tresaños y medio, lo que se podía hacer a través de uno quefue totalmente obediente.

En Juan 1:32-33 leemos que el Espíritu vino sobre Cristo ypermaneció sobre Él durante todo Su ministerio. Los cielosse abrieron sobre Cristo, y Él tuvo un cielo abierto hastaque se volvió pecado por el mundo y dijo en la cruz: “Diosmío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Amados,Dios quiere que nosotros también tengamos un cielo abierto,


por medio del cual el Señor pueda revelarse a sí mismo yrevelarnos Sus propósitos todos los días y cada día.

La tentación de JesúsMarcos 1:12-13; Mateo 4:1-11; Lucas 4:1-13

Después de Su bautismo, Cristo fue llevado al desiertopor el Espíritu Santo, para ser probado durante cuarentadías. Mateo 4:1 dice: “Entonces Jesús fue llevado por elEspíritu al desierto, para ser tentado por el diablo”. Loprimero que le sucedió a Cristo después de ser bautizadoen agua y ungido por el Espíritu Santo, fue ser probadoen el desierto. Esto nos da un patrón para nuestra vidacomo creyentes y seguidores de Cristo. Nosotros tambiénexperimentaremos lo mismo que Él experimentó.

Estas experiencias encuentran una ilustración en elrelato del viaje de los hijos de Israel, acerca del cualPablo nos dice que fue escrito para nuestraamonestación (1 Co. 10:11). Los hijos de Israelparticiparon primero del cordero Pascual (el cual representaa Cristo como nuestra salvación), luego salieron de Egipto(símbolo de este mundo), cruzaron el mar Rojo (un tipodel bautismo en agua; ver 1 Co. 10:2), llegaron al monteSinaí durante el tiempo de la fiesta de Pentecostés (un tipodel bautismo en el Espíritu Santo) y después, fueron guiadosal desierto para ser probados por el Señor. ¡Todo creyenteque desea avanzar con Dios pasará por el desierto!

Dios establece claramente el propósito de la experienciadel desierto en Deuteronomio 8:2: “Y te acordarás de todoel camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos


cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte,para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardaro no sus mandamientos”. El principal propósito de Diosen todas nuestras pruebas y experiencias de desierto es que,al final, Él nos pueda hacer bien (Dt. 8:16). En cuanto aCristo, fue para probar Su fortaleza y ver si era digno de serenviado a la misión preparada por Dios.

El Señor ayunó por cuarenta días. Esto nos recuerdalos cuarenta días que Moisés pasó en el monte Sinaí, asolas con Dios (Ex. 24:18), y los cuarenta días que Elíasviajó por el desierto desde Beerseba hasta el monteHoreb (Sinaí) en la fortaleza de la comida que el ángelle había dado (1 R. 19:4-8). Después de cuarenta díasde ayuno, Jesús sintió mucha hambre. Los médicosdicen que el apetito regresa después del cuadragésimodía de ayuno. Fue en Su momento de mayor debilidadque Satanás vino a tentarlo.

Satanás procuraba descalificar a Cristo como el Salvadorde la humanidad. Si lograba provocar al Señor Jesucristopara que hiciera algo fuera de la voluntad de Dios, Él sedescalificaría a sí mismo. Dios fue quien guió a Cristoal desierto para ser tentado por el diablo, para probarque en Él no había pecado y que verdaderamente eradigno de ser el Redentor. Satanás tentó a Cristo tresveces, en tres diferentes áreas de Su vida: en Su carne(necesidades materiales y apetitos carnales), en Su alma(emociones) y en Su espíritu. El hombre es un ser trino.Tiene un cuerpo físico, tiene un alma, la cual incluye sumente, sus emociones, su voluntad y sus afectos, y tieneun espíritu, el cual incluye la adoración. Éstas son las


tres mismas áreas en las cuales seremos probados. Porlo tanto, veamos cómo Cristo triunfó y cómo tambiénnosotros podemos hacerlo.

La primera tentación: en Su carne

Satanás dijo a Cristo: “Si eres Hijo de Dios, di que estaspiedras se conviertan en pan” (Mt. 4:3). El diablo tentó aCristo diciéndole: “Si eres Hijo de Dios...”. Trató de hacerque Jesús dudara acerca de ser realmente el Hijo de Dios.La duda es el arma principal de Satanás. Si él lograhacernos dudar de lo que Dios ha dicho y debilitar nuestrafe, entonces nos ha derrotado y ha cercenado nuestra líneaespiritual vital de comunicación con Dios. Satanás hizoque Eva cayera al decirle: “¿Conque Dios os ha dicho...?”(Gn. 3:1). Satanás trató de hacer que Eva dudara que Diosrealmente había dicho que no podían comer del árbol delconocimiento del bien y el mal.

Ésta fue una tremenda batalla para Cristo. Recuerde, Éltenía que creer por fe que era el verdadero Hijo de Dios.Cristo vino como un bebé y creció como cualquier otroniño. Por lo tanto, requería mucha fe creer que eraliteralmente el Hijo de Dios. Satanás sabía que esto eramuy difícil para Cristo. Es por eso que le lanzó estas dudas.

Satanás dijo a Cristo: “Si eres Hijo de Dios, di que estaspiedras se conviertan en pan”. Ésta fue una tentacióntremenda. Tentó a Cristo en el área de Su carne,tentándolo a satisfacer Sus necesidades naturales. Estofue muy difícil, especialmente debido a que Cristo nohabía comido por cuarenta días. Si Él no realizaba el


milagro, Satanás le diría que no era el Hijo de Dios,porque no podía convertir esas piedras en pan.

Necesitamos entender aquí que no hay nada de malo encomer y satisfacer nuestras necesidades naturales. La razónpor la que Cristo no realizó este milagro fue porque habríasido a instancia de Satanás. La fuente y fuerza motivadorade nuestras acciones, especialmente en el ámbito de losmilagros, debe ser el Señor y solamente Él; de otra forma,es pecado. Debemos estar controlados por el Espíritu paraque no hagamos cosas para probar nuestro argumento opara satisfacer nuestras necesidades. Debemos hacerlo todoa instancia de Dios. Si queremos ser usados para demostrarel poder de Dios, debemos estar totalmente sometidos a Suvoluntad.Cada vez que Satanás atacaba a Cristo, Él sedefendía con la espada de la Palabra de Dios. Así vemoscómo Cristo conocía perfectamente las Sagradas Escrituras.La Palabra escrita de Dios fue Su defensa y también debeser la nuestra. Siguiendo el ejemplo de Cristo, cada vezque el diablo nos tiente debemos citar la Palabra de Diosen nuestra defensa. La Palabra de Dios es poderosa y nosdefenderá del enemigo de nuestra alma.

Jesús respondió a Satanás en Mateo 4:4: “Escrito está[en Deuteronomio 8:3]: No sólo de pan vivirá el hombre,sino de toda palabra que sale [tiempo presente] de laboca de Dios”. Cristo dijo que vivimos de toda Palabraque continuamente sale de la boca de Dios. En otraspalabras, dijo que necesitamos oír de Dios todos los días.

Debemos orar pidiéndole al Señor que nos dé un oídoatento para oír lo que Él dice. Queremos tener un oído


atento, para que podamos escuchar lo que nos dice duranteel día, y tener comunión con Él, como una esposa tienecon su esposo. El rey David dijo en Salmos 40:6:“Sacrificio y ofrenda no te agrada; has abierto [odestapado] mis oídos; holocausto y expiación no hasdemandado”. Los oídos espirituales de David fueronabiertos por el Señor para que oyera lo que Él realmentedeseaba. Oremos pidiendo: “Señor, abre mis oídos paraescuchar Tu voz”.

La segunda tentación: en Su alma

Satanás tentó otra vez a Cristo: esta vez en el área de Sualma. De nuevo, el enemigo procuró hacer que Cristodudara que realmente era el Hijo de Dios. Vemos aquí latremenda humildad de Cristo. Permitió que Satanás, elcorruptor de Su hermosa creación, lo tocara, lo levantarafísicamente y lo llevara al pináculo del templo. Satanásdijo a Jesús: “Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porqueescrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, ensus manos te sostendrán, para que no tropieces con tupie en piedra” (Mt. 4:6).

Satanás también puede citar la Biblia. Citó Salmos 91:11-12.Sin embargo, un pasaje bíblico mal aplicado y noinspirado por el Espíritu Santo puede resultar en error.Eso es lo que Satanás hizo. Citó la Palabra escrita deDios, fuera de contexto, para su propio propósito, y laaplicó en forma diferente a la que fue escrita. Satanásaplicó estos versículos en una forma que era contrariaa la voluntad de Dios para la vida de Cristo.


De nuevo, Jesús combatió al diablo citando la Palabra deDios (Dt. 6:16): “Escrito está también: No tentarás alSeñor tu Dios” (Mt. 4:7). Cristo atribuyó a Satanás elpecado de procurar tentar a Dios y forzarlo a moverse.Muchos cristianos corren peligro de cometer el mismopecado cuando tratan de forzar a Dios a hacer, para supropio beneficio, algo que Él no quiere. Cristo aplicócorrectamente la Biblia, sabiendo que aunque Dios le habíaprometido que lo protegería, esta promesa sería anuladasi hacía algo fuera de la voluntad de Dios. Las promesasde Dios solamente se cumplen si caminamos en obedienciaa Su voluntad.

Las personas desean aquello que es milagroso ysobrenatural. Si Cristo hubiese saltado de ese lugar alto ycaído en el área del templo sin lastimarse, todos se habríansorprendido. Y como sucedió cuando alimentó a los cincomil por un milagro, la gente hubiera querido hacerlo rey(ver Jn. 6:14-15). Esto, ciertamente, hubiera probado queera el Hijo de Dios. Sin embargo, no era la voluntad deDios para Cristo en ese momento. No debemos procurarsatisfacer nuestras emociones ni atraer la atención hacianosotros, y siempre debemos caminar en obediencia a lavoluntad de Dios.

La tercera tentación: en Su espíritu

Por tercera vez, Satanás tentó al Señor; esta vez en elámbito de Su espíritu. “Otra vez le llevó el diablo a unmonte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo yla gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postradome adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque


escrito está [en Deuteronomio 6:13]: Al Señor tu Diosadorarás, y a él sólo servirás” (Mt. 4:8-10).

Satanás llevó a Cristo hasta una montaña muy alta y lemostró todos los reinos de la tierra al mismo tiempo.Satanás le ofrecía al Señor un atajo para evitar la cruz.Dijo a Cristo que él, como el príncipe de este mundo(Jn. 12:31), le daría todos los reinos de este mundo si loadoraba. El diablo le dijo a Cristo en Lucas 4:6: “A ti tedaré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a míme ha sido entregada, y a quien quiero la doy”. Antes dela cruz, la influencia y el poder de Satanás eran muchomayores. Sin embargo, aunque hasta cierto punto élgobernaba sobre este mundo, siempre estuvo sujeto a laautoridad y el poder del Dios Altísimo (Dn. 4:17).

Nosotros adoramos desde el ámbito de nuestro espíritu.La adoración es un elemento esencial de todas lasreligiones falsas, las cuales son gobernadas por ángelescaídos. Satanás anhela la adoración, pero ésta pertenecesolamente a Dios, pues sólo Él es digno de nuestraadoración. No debemos adorar a nada ni a nadie queno sea el Señor. Lucifer (el nombre de Satanás antes desu rebelión) era el líder de la adoración en el cielo ydirigía la adoración de todo el cielo a Dios (compararIs. 14:12-14; Ezequiel 28:13-17). Pero en su interiorcomenzó a desear y anhelar la adoración para sí mismo.Ésta es la razón por la que cayó.

Satanás estuvo dispuesto a entregarle todo a Cristo si tansólo lo adoraba. Este mismo deseo de adoración puede verseen la vida de muchos tiranos; en particular, en la del rey


Nabucodonosor, quien construyó una imagen de oro y ordenóque al oír sonar la música todos la adoraran (ver Dn. 3:1).

Cristo respondió a Satanás citando Deuteronomio 6:13:“A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás”. ¿Quéadoramos nosotros? Ésta es una de las mayores pruebas alas que nos enfrentaremos.

El Señor dijo en Isaías 42:8: “Yo Jehová; este es minombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza aesculturas”. ¿Adoramos nosotros solamente al Señor, otambién a otras cosas? Dios desea purificar nuestroespíritu. Refiriéndose a aquellos que habitarán en el monteSion, Hebreos 12:23 dice que son simplemente hombrescuyos espíritus han sido perfectos. Queremos serdisciplinados en estas tres áreas de la vida, y amar al Señorcon todo nuestro cuerpo, alma y espíritu.

Satanás usó todo su despliegue de armamento para tratarde hacer que Cristo pecara. Finalmente, cuando Satanás sedio cuenta que no iba a triunfar, lo dejó. Luego los ángeles,que son espíritus ministradores, vinieron a ministrar aCristo. Leemos en Mateo 4:11: “El diablo entonces le dejó;y he aquí vinieron ángeles y le servían”. Los ángelesprobablemente se inclinaron en reverencial temor y amorpor el Hijo de Dios, y lo vieron con gran deleite.


La presentación de Jesús como el MesíasJuan 1:19-34

Este pasaje puede dividirse en dos secciones:

1. Juan da testimonio al grupo enviado desdeJerusalén (1:19-28).

2. Juan identifica a Jesús como el Mesías (1:29-34).

La aparición de Juan el Bautista en el escenario religiosoencendió en Israel un renovado interés espiritual. La genteacudió masivamente a él en el desierto. Esto despertó lacuriosidad de los religiosos de Jerusalén, quienes enviaronuna delegación de sacerdotes y levitas para preguntarlequién era. Juan claramente declaró que él no era el Mesías(el Cristo). Cuando los fariseos presionaron a Juan paraque revelara su identidad, respondió: “Yo soy la voz deuno que clama en el desierto: Enderezad el camino delSeñor, como dijo el profeta Isaías”. Juan se identificócomo el mensajero del Señor, aquel que prepararía elcamino para la venida del Mesías, como profetizó Isaías.

Después, los sacerdotes preguntaron a Juan por québautizaba en agua, si él no era el Mesías ni Elías. Juanhumildemente respondió: “Yo bautizo con agua; masen medio de vosotros está uno a quien vosotros noconocéis. Este es el que viene después de mí, el que esantes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correadel calzado” (Jn. 1:26-27).

La profunda humildad de Juan fue una de las razones porla que fue elegido para el singular llamado para ser el


precursor de Cristo. Juan se había vaciado tanto de sí mismoque no deseaba ninguna gloria ni fama para sí. Todo lo queJuan deseaba era señalar el camino a su Señor, el Mesías, yguiar a las personas a Cristo. Al igual que Juan, procuremosno atraer la atención hacia nosotros mismos.

Este incidente ocurrió en Betábara, ciudad situada al estedel Río Jordán. Aquí bautizaba Juan y, posiblemente, fuedonde bautizó a Jesús. Betábara significa “casa del vado”y es el lugar donde los hijos de Israel cruzaron para entrara la tierra de Canaán, en los días de Josué.

Al día siguiente, cuando Jesús regresó al lugar donde Juanestaba bautizando, éste lo presentó como “el Cordero deDios”. Leemos en Juan 1:29: “El siguiente día vio Juan aJesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios,que quita el pecado del mundo”. No lo presentó como elRey de Israel, sino como el Cordero de Dios. Juan revelóla razón por la cual Jesús vino a este mundo: para ser elCordero de Dios que entregaría Su vida en la cruz ycargaría sobre sí todos los pecados del mundo. ¡Jesús vinoa esta tierra a morir!

En el libro La vida y los tiempos de Jesús el Mesías,Alfred Edersheim dice que todo Israel estaba esperandoansioso la venida del Mesías. Sin embargo, esperabanque su Mesías viniera como el Rey conquistador quederrocaría al Imperio Romano e introduciría el reinadoteocrático de Cristo en la tierra. No esperaban al Mesíassufriente de Isaías 53, quien quitaría el pecado del mundoen Su condición de Cordero de Dios. Fue aquí dondesurgió el gran conflicto.


Esperaban a un líder militar, pero les fue enviado elCordero de Dios. Este concepto del Mesías en la mentede los judíos puede verse en la aparición de Jesús a losdos discípulos en el camino a Emaús. Estabandesalentados y abatidos, porque Jesús había sidocrucificado, destruyendo su esperanza de que Élquebrantaría el yugo del gobierno romano y redimiríaa Israel (Lc. 24:13-21). Sin reconocer a Jesús le dijeron:“Pero nosotros esperábamos que él [Jesús de Nazaret]era el que había de redimir a Israel”. Jesús lesrespondió: “¿No era necesario que el Cristo padecieraestas cosas, y que entrara en su gloria?” Luego lesexplicó, por medio de las Escrituras, cómo Él debíasufrir y morir primero.

Después de Su resurrección, cuando se apareció a Susdiscípulos, ellos le dijeron: “Señor, ¿restaurarás el reinoa Israel en este tiempo?” (Hch. 1:6). Lo único que lesinteresaba saber era si Jesús establecería Su reinadomilenario y derrocaría al Imperio Romano. Sin embargo,Cristo tenía una prioridad completamente diferente. Suprincipal preocupación era que ellos recibieran el bautismodel Espíritu Santo, para después convertirse en Sus testigosen toda la tierra (Hch. 1:5, 7, 8).

Así, vemos que Juan tuvo dos mensajes que Israeldesconocía totalmente. Número uno: presentó a Jesúscomo el que los bautizaría con el Espíritu Santo y fuego;y número dos: lo presentó como el Cordero de Diosque quitaría los pecados del mundo. Este concepto delMesías era totalmente extraño al pensamiento de loslíderes religiosos.


Creo que es importante que nosotros comprendamos esteconcepto, porque en algunas ocasiones tambiénmalinterpretamos verdades y las aplicamos mal. Podemosdecir: “Señor, ¿qué con esto o con lo otro?” mientras queÉl está tratando de decirnos algo totalmente diferente. ElSeñor dice en Isaías 55:8-9: “Porque mis pensamientosno son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos miscaminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos quela tierra, así son mis caminos más altos que vuestroscaminos, y mis pensamientos más que vuestrospensamientos”. Muchas personas rechazaron a Cristoporque no encajó en su concepto o descripción del Mesías.Por eso, debemos rendir totalmente al Señor nuestra mentey pensamientos.

A menos que comprendamos lo que ocurría en el tiempoen que Jesús vino, y los conceptos equivocados que losjudíos tenían acerca del Mesías, no podemos realmenteapreciar ni comprender el terrible conflicto que sufrieronlos líderes religiosos cuando apareció Cristo. Los judíosestaban buscando un Mesías diferente del que presentabaJuan. Obviamente, lo que estaban esperando serácumplido en Su segunda Venida, pero ellos pensaron quesucedería entonces.

El llamamiento de los primeros discípulosJuan 1:35-51

Antes de analizar los hechos relacionados con elllamamiento de los primeros discípulos, es importantecomprender que nunca podremos cumplir la voluntad deDios por nosotros mismos. Necesitamos ayuda, además


de una simiente espiritual que pueda heredar laspromesas que hemos recibido de Dios. Por eso, era tanimportante que el Señor Jesús encontrara hombres fielesque prosiguieran con Su trabajo después de que Élregresara al cielo. Necesitaba discípulos capacitados quepudieran continuar con la fundación de la Iglesia despuésde Su ascensión. Podríamos decir que, casi desde el iniciode Su ministerio, Jesús estaba preparándose para Supartida y quería asegurarse que Su ministerio quedaraen “buenas manos”.

Cuando hacemos algo para el Señor siempre debemos pensara largo plazo, con la idea de continuidad en mente. Queremosfruto que permanezca (Jn. 15:16). Esto sólo es posible siformamos discípulos que tengan nuestra misma visión y elmismo deseo de continuar la obra que Dios ha comenzado através de nosotros. El apóstol Pablo formó a Timoteo y, delmismo modo, nosotros debemos pedir a Dios que nos dé aaquellos que tomarán nuestro lugar cuando sea nuestro tiempode abandonar esta tierra para ir a nuestro hogar eterno, arribaen el cielo. Pablo exhortó así a Timoteo, su hijo espiritual:“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encargaa hombres fieles que sean idóneos para enseñar también aotros” (2 Ti. 2:2). Pablo quería que su mensaje y visióncontinuaran después de su muerte y después de la muerte deTimoteo. Por esta razón exhortó a Timoteo que, lo que él lehabía enseñado, lo enseñara a otros hombres fieles, quienesa su vez fueran capaces de transmitir el mensaje a otros.

También es importante darnos cuenta que, en un sentido,es el Espíritu Santo quien atrae hacia nosotros aquellos aquienes el Padre ha ordenado para ser nuestros


compañeros. Cristo dijo al final de Su ministerio: “Hemanifestado tu nombre a los hombres que del mundo mediste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tupalabra” (Jn. 17:6).

Sin embargo, en ciertas ocasiones, algunas personasprocuran unirse a nosotros, aun cuando Dios no se lo hayaordenado. Juan, el amado, dijo en 1 Juan 2:19: “Salieronde nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesensido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; perosalieron para que se manifestase que no todos son denosotros”. De manera que debemos asegurarnos de hacerlas alianzas correctas.

Consideremos ahora cómo fueron llamados los primerosdiscípulos. Al tercer día (después que Juan habíatestificado de Jesús durante dos días), cinco discípulosfueron reclutados: Andrés, Pedro, Felipe, Natanael (oBartolomé) y un discípulo cuyo nombre no se menciona,quien con toda probabilidad fue Juan el amado. Leemosen Juan 1:35-38: “El siguiente día otra vez estaba Juan,y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andabapor allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Le oyeronhablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Yvolviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Québuscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es,Maestro), ¿dónde moras?”

Resulta interesante que estos dos discípulos de Juan elBautista (Andrés y probablemente Juan el amado) vivíanen la verdad presente. Un discípulo significa “alguien queaprende y se une a un maestro”. En ese tiempo, la verdad


presente eran las enseñanzas de Juan el Bautista. Juanera aquel a través de quien Dios se movía. Sin embargo,ahora Dios estaba haciendo algo nuevo en la tierra deIsrael. El nuevo mover de Dios estaba en el ministeriode Jesús. Estos discípulos fueron capaces de hacer latransición de Juan a Jesús, porque sus corazones estabancentrados en el Señor y no en el mover de Dios en sí.Otros, sin embargo, fueron incapaces de hacer latransición del antiguo mover de Dios al nuevo.

Muchos de los seguidores de Juan el Bautista no siguieroninmediatamente a Jesús cuando vino. Aún muchos añosdespués, Pablo encontró algunos creyentes en Éfeso que sóloconocían el bautismo de Juan (Hch. 19:3). Estos creyenteshabían caído en una huella durante muchos años; se quedaronen el antiguo mover de Dios, mientras que Él estaba haciendoalgo nuevo. No habían recibido la revelación de Jesús elMesías. Esto es muy importante para nuestros días, porquevivimos en un tiempo donde el avivamiento carismático haestado decayendo a través de los años y estamos esperandoque algo nuevo se manifieste: el avivamiento del tiempo delfin, el de la fiesta de los Tabernáculos. Queremosidentificarnos con el nuevo mover de Dios cuando llegue.

Al cuarto día, Andrés trajo a su hermano Simón parapresentarlo a Jesús, quien le puso por sobrenombre Simón“Pedro”, que significa “piedra”. Después que Andrés lecontara que habían encontrado al Mesías, a Jesús de Nazaret,Simón estaba ansioso por conocerlo.

Al quinto día el Señor encontró a Felipe, y Felipe, a suvez, fue y trajo a Natanael. Natanael fue escéptico e


incrédulo al principio, debido a la reputación de Nazaret.Sin embargo, una vez que conoció a Jesús, le dijo: “Rabí,tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel”. Sudeclaración revela lo que buscaba todo judío devoto: unMesías político que estableciera su reinado.Probablemente, durante el sexto día viajaron a Galilea, yluego, en el día de reposo, el Señor habría estado en unasinagoga, como era Su costumbre.

En Juan capítulo 1 encontramos siete títulos de Cristoque son importantes (por favor ver el libro de nuestra serie:El Evangelio de Juan):

1. El Verbo (1:1, 14).2. La luz verdadera (1:8, 9).3. El Hijo de Dios (1:18, 49).4. El Cordero de Dios (1:29, 36).5. El Mesías-Cristo (1:41).6. El Rey de Israel (1:49).7. El Hijo del Hombre (1:51).

El primer milagro de CristoJuan 2:1-11

El tercer día (literalmente, dos días más tarde) después deSu conversación con Natanael, Jesús estaba en Caná, enuna boda. Caná era una pequeña ciudad situada a unossiete kilómetros y medio al noreste de Nazaret y visibledesde allí. Esto no se incluyó en la Biblia en formaaccidental: el tercer día tiene un significado espiritual.Habla de la resurrección de Cristo tres días después de Sumuerte en la cruz. Este evento solamente se registra en el


Evangelio de Juan, y es evidente que Juan fue un testigoocular de este milagro, por los detalles extraordinariosmencionados en su relato. Fue aquí en Caná que el Señorrealizó Su primer milagro. Este primer milagro es enrealidad una señal (Jn. 2:11). La palabra griega usada aquípara milagro, sëmeion, realmente significa “una señal”.Estas señales enfatizan la importancia de los milagros.Por esta razón, Juan los llama señales en griego. Elpropósito de una señal es preparar el escenario para larevelación de una verdad espiritual. Estos milagrosexternos señalan a una verdad espiritual mayor, que Cristoestaba tratando de describir.

El Evangelio de Juan registra ocho señales (milagros) querealizó Cristo: siete señales previas a la resurrección yuna señal posterior a ella. Ellas son: (1) Jesús convierte elagua en vino: 2:1-11; (2) Cristo sana al hijo de un noble:4:46-54; (3) Cristo sana al hombre paralítico: 5:1-9; (4)Cristo alimenta a los cinco mil: 6:1-14; (5) Cristo caminasobre el agua: 6:15-21; (6) Cristo sana al hombre ciegode nacimiento: 9:1-41; (7) Cristo levanta a Lázaro: 11:1-44; (8) Cristo pesca milagrosamente 153 peces: 21:11.

“Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienenvino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún noha venido mi hora” (Jn. 2:3-4). Durante la fiesta de bodasse quedaron sin vino. Esto debió ser muy bochornoso parael novio, quien era el responsable de la provisión para lafiesta. El vino era una parte esencial de las festividades.El vino se mezclaba con agua, especialmente hacia el finalde la fiesta, para que los invitados no se emborracharandemasiado. Una fiesta de bodas era un tiempo de gran


solemnidad y regocijo para todos los que eran invitados.Generalmente incluía a todo el pueblo, ya que en unapoblación pequeña todos se conocían.

Que María fuera invitada y aparentemente tuviera ciertamedida de autoridad en esta boda, ha dado pie a la creenciaen cuanto a que ella tenía parentesco con los padres delnovio. Sin embargo, la Biblia no desarrolla este tema; porlo tanto, no es necesario indagar más acerca de estaconjetura. En ese momento, hubo una profundapreocupación en la casa del novio. Al decírselo a Jesús,María quizá no estaba pensando en la posibilidad de unmilagro, sino que simplemente quiso compartir supreocupación con su primogénito debido a que José, suesposo, ya habría fallecido.

Al convertir el agua en vino, Jesús realizó Su primermilagro del que se tiene registro. Fue una señal queapuntaba Su propia muerte. Dijo a María: “Aún no havenido mi hora”, una frase que repitió a menudo, hastaque llegó el tiempo señalado por Dios para que Su Corderopascual fuera ofrecido sobre la cruz del Calvario.

El maestresala reconoció y destacó que el novio habíaguardado el mejor vino para el final (2:9-10). Esto revelóla verdad espiritual en cuanto a que nuestro NovioCelestial, Cristo, ha reservado el mejor vino para el final.El vino habla de gozo y del fruto del Espíritu. En losúltimos días, Dios ungirá a Su Iglesia con el óleo de gozo,cuando se celebre espiritualmente la fiesta de losTabernáculos. Uno de los títulos de la fiesta de losTabernáculos es “la fiesta del gozo” (comp. Lv. 23:40;


Dt. 16:13-14; Neh. 8:9-10,17). De modo que, en estosúltimos días, podemos esperar ver al Señor superar yexceder por mucho cualquier cosa que alguna vez hayahecho en el pasado.

El gozo del Señor es nuestra fortaleza (Neh. 8:10). En losúltimos días, las batallas y arremetidas del enemigo seránlas más grandes. Por lo tanto, necesitaremos el mayorgozo. Este milagro hizo que Sus primeros discípulos(Andrés, Pedro, Juan, Natanael y Felipe) creyeran que Élera el Mesías (Jn. 2:11). Describimos en una forma másdetallada este milagro en nuestro estudio sobre elEvangelio de Juan.

La primera estadía de Jesús en CapernaumJuan 2:12

Posteriormente, Capernaum se convertiría en la base deoperaciones del ministerio de Jesús, pero en esta ocasiónsolo fue una estadía breve. Lo acompañaban los miembrosde Su familia: “Después de esto descendieron aCapernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos;y estuvieron allí no muchos días” (Jn. 2:12). Es apropiadodecir que descendieron a Capernaum, ya que Caná está enlas montañas y Capernaum en la costa del Mar de Galilea.

La primera PascuaJuan 2:13-25

Después de Su corta estadía en Capernaum, Jesús seencaminó a Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua.Ésta es la primera Pascua del ministerio de Jesús y es


muy significativa. Es muy probable que esto haya sucedidoentre marzo y abril del año 27 d.C. En esta primera PascuaJesús limpió el templo, lo que también hizo al final de Suministerio, para mostrarnos que Cristo limpiará Su Iglesiaen los últimos días de la misma manera en que lo hizocon la Iglesia de los primeros tiempos.

La primera limpieza del temploJuan 2:13-25

Esta Pascua ocurrió en la primavera del año 27 d.C.“Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús aJerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes,ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Yhaciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo atodos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedasde los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los quevendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de lacasa de mi Padre casa de mercado” (Jn. 2:13-16). Cristoechó fuera del templo a todos los cambistas y volcó susmesas. Para poder realizar esta hazaña, el Señorevidentemente estaba revestido del Espíritu de poder quese manifestó en la vida y ministerio de Sansón.

Estos cambistas eran deshonestos. Para las ofrendas deltemplo solamente aceptaban dinero en la moneda deltemplo (el siclo). Cuando los peregrinos de todas partesdel mundo venían a Jerusalén de visita al templo, estoscambistas corruptos les cambiaban su dinero a la monedadel templo, pero, para su beneficio personal, le aplicabanun alto porcentaje a la tasa de cambio. Hicieron de la casade Dios un lugar de comercio.


Desgraciadamente, esto no solamente sucedía en el tiempode Cristo. Actualmente, la Iglesia está en una condiciónsimilar. Muchas iglesias y ministerios hacen del Evangelioun negocio, y usan todo tipo de artimañas y programascon el único propósito de hacer dinero para sí mismos.Ésta no es la forma de obrar de Dios, ni tampoco esagradable a Sus ojos; de modo que no andemos en loscaminos de los codiciosos. Recordemos que el amor aldinero es la raíz de todos los males (1 Ti. 6:10).

Cuando Jesús limpió el templo, Sus discípulos recordaronla Escritura de Salmos 69:9 que dice: “Por que meconsumió el celo de tu casa”. Cristo fue consumido porel celo de guardar el honor de la casa de Su Padre. Hubo,concretamente, dos ocasiones en que Cristo limpió ypurificó el templo. Lo limpió aquí en Juan 2, al inicio deSu ministerio, y lo limpió nuevamente al final de Suministerio (Mr. 11:15-17). Entre estas dos limpiezas, enel lapso de tres años, los judíos habían vuelto a comerciar.Estas dos limpiezas del templo hablan de la realidad queJesús limpiará dos veces Su Iglesia (de una maneraimportante). Así como lo hizo con la Iglesia de losprimeros tiempos, Cristo limpiará la Iglesia de los últimosdías antes de Su regreso.

El templo del Cuerpo de CristoJuan 2:18-22

Luego los judíos incrédulos dijeron a Jesús: “¿Qué señalnos muestras, ya que haces esto?” (Jn. 2:18). Los judíossiempre querían ver señales para probar que lo que Jesúsdecía era verdad. El apóstol Pablo, al comentar este hecho


muchos años después, dijo en 1 Corintios 1:22: “Porquelos judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría”.Luego agregó en 1 Corintios 1:23: “Pero nosotrospredicamos a Cristo crucificado, para los judíosciertamente tropezadero, y para los gentiles locura”. Paraesto vino Cristo al mundo: para ser el Cordero de Diosque moriría en la cruz del Calvario.

La respuesta de Jesús a los judíos les resultódesconcertante, porque no comprendían lo que queríadecir. Les respondió: “Destruid este templo, y en tres díaslo levantaré”. Entonces los judíos dijeron: “En cuarentay seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lolevantarás?” (Jn. 2:19-20). Éste era el año número 46 enla edificación del Templo de Herodes. A partir de registroshistóricos confiables, podemos calcular la fechaaproximada del ministerio de nuestro Señor. El inicio dela edificación del Templo de Herodes fue en el otoño delaño dieciocho de su reinado, lo cual correspondíaaproximadamente al año 19 a.C. (Josefo: Antigüedadesde los Judíos XV 11.1-6). Por lo tanto, el Templo deHerodes, que se terminó en 64 d.C. habría estado más deochenta años en construcción. Fue destruido seis añosdespués por los romanos, en el año 70 d.C. Esto ubica a laprimera Pascua en el año 27 d.C.

Jesús ministró aproximadamente por tres años y medio(tres años después de este evento). Cuando fue crucificado,el templo de Herodes llevaba más de cuarenta y nueveaños en construcción, casi cincuenta. El año cuarenta ynueve/cincuenta era año de jubileo y de liberación en Israel(Lv. 25:8). Al morir en la cruz, Cristo liberó a Su pueblo


de los sacrificios con animales en el templo, ya que, comoel Cordero de Dios, Él había cumplido el sacrificio finalnecesario para la redención del hombre. Liberó a Su pueblopara vivir una nueva forma de vida; los introdujo a la Erade la gracia. Ahora Cristo está preocupado por edificarSu templo espiritual, la Iglesia.

Juan da ahora la interpretación de lo dicho por Jesús: “Masél hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuandoresucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaronque había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabraque Jesús había dicho” (Jn. 2:21-22). Jesús hablaba deltemplo de Su cuerpo. Estaba anunciando Su resurrección,la cual sucedería tres días después de Su muerte.

Muchos creen en JesúsJuan 2:23-25

Es evidente que Jesús realizó muchos milagros duranteeste tiempo, sobre los cuales no hay registro. Leemos enJuan 2:23: “Estando en Jerusalén en la fiesta de lapascua, muchos creyeron en su nombre, viendo lasseñales que hacía”. Estos milagros no fueron registrados,tal como Juan lo declara en Juan 20:30: “Hizo ademásJesús muchas otras señales en presencia de susdiscípulos, las cuales no están escritas en este libro”.Hubo un continuo fluir de milagros en el ministerio delSeñor Jesucristo. Solamente unos pocos de Sus milagrosestán registrados en los Evangelios, pero Él se moviócontinuamente en el ámbito de lo milagroso.¡Necesitamos creer, para que este poder sea restauradoa la Iglesia hoy!


Sin embargo, a pesar de que muchas personas creyeronen Jesús en este tiempo, Él no se confiaba de ellos: “PeroJesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,y no tenía necesidad de que nadie le diese testimoniodel hombre, pues él sabía lo que había en el hombre”(Jn. 2:24-25). Amados, existe aquí para nosotros unaenseñanza escondida. Debemos ser muy cuidadosos encuanto a quién escogemos por confidente y en quiéndepositamos nuestra confianza. Lamentablemente, a travésde los años, he sido traicionado y abandonado por muchosque caminaron conmigo. Algunos, en situacionessimilares, se llenaron de amargura, pero doy gracias alSeñor que Él ha sido mi fuente de consuelo.

En una traición reciente, el Señor, en Su gracia, me mostróSu mano horadada y me dio la interpretación a partir deZacarías 13:6: “Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estasen tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido encasa de mis amigos”. Miqueas 7:5-6 dice: “No creáis enamigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu ladocuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra alpadre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contrasu suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa”.Por esto, tengamos cuidado en quién confiamos, ypongamos en todo tiempo nuestra confianza en el Señor.

La visita nocturna de NicodemoJuan 3:1-21

“Había un hombre de los fariseos que se llamabaNicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesúsde noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios


como maestro; porque nadie puede hacer estas señalesque tú haces, si no está Dios con él” (Jn. 3:1-2).Nicodemo, un fariseo y miembro del Sanedrín, vino aJesús de noche, por temor a recibir el reproche de loslíderes religiosos. Después de este evento, a Nicodemose lo menciona dos veces más: cuando defendió al Señorde las acusaciones de los judíos (Jn. 7:50) y cuando ayudóa José a embalsamar el cuerpo de Jesús (Jn. 19:39).

Vemos aquí que los milagros de Jesús autenticaban Susenseñanzas. Éste también es el patrón de Dios para laIglesia. Los milagros confirman y dan validez a lasverdades de Su Palabra. Leemos en Marcos 16:20: “Yellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándolesel Señor y confirmando la palabra con las señales que laseguían. Amén”.

Cuando Nicodemo vino a Jesús y le dijo: “Rabí, sabemosque has venido de Dios como maestro; porque nadie puedehacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”,el Señor no disputó ni reconoció esta declaración, sinoque, directamente, atendió la necesidad del corazón deNicodemo y le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que elque no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”(Jn. 3:3). El mensaje acerca de nacer de nuevo es la verdadmás importante que debemos predicar. Cristo dijo que amenos que una persona nazca de nuevo por el Espíritu deDios, de ninguna manera entrará al cielo.

No es suficiente con ser una buena persona, apoyar aorganizaciones caritativas, pagar los impuestos, vivir unabuena vida y aun ir a la iglesia. Ninguna de estas cosas


llevarán a una persona al cielo. Debemos tener unencuentro con el Señor Jesucristo, arrepentirnos, creer connuestro corazón y confesarlo a Él con nuestra boca; ycuando lo hacemos, el Espíritu de Dios nos hace nacer enel reino y en la familia de Dios.

Nicodemo no comprendió lo que Jesús decía. “Nicodemole dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de sumadre, y nacer?” (Jn. 3:4). Es claro que Nicodemoestaba completamente controlado por su mente natural,y no tenía la menor idea acerca de la experiencia delnuevo nacimiento.

Por lo tanto, Jesús trató de aclarar esta experiencia desuprema importancia, al decirle en Juan 3:5-7: “De cierto,de cierto te digo, que el que no naciere de agua y delEspíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que esnacido de la carne, carne es; y lo que es nacido delEspíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Oses necesario nacer de nuevo”.

Jesús luego explicó que el obrar del Espíritu Santo es muysimilar al soplar del viento, algo que el hombre no alcanzaa comprender totalmente: “El viento sopla de dondequiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, nia dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”(Jn. 3:8). Así también, los que son nacidos del Espíritu noson comprendidos por los demás.

Entonces Nicodemo dijo a Jesús: “¿Cómo puede hacerseesto?” (Jn. 3:9). En Juan 3:10 Jesús lo reprendió


dulcemente: “¿Eres tú maestro de Israel, y no sabesesto?” Aunque Nicodemo era uno de los líderesespirituales de Israel en este tiempo, ni siquieracomprendía la doctrina básica de que el hombre debe nacerde nuevo para entrar al reino de Dios.

Había una tremenda ceguera espiritual en el tiempo deJesús. ¡Qué situación tan lamentable! De manera muysimilar a lo que sucede en nuestros días, los ciegos guiabana los ciegos, sin tener comprensión alguna de los caminosde Dios o de Sus propósitos. Eliú dijo a Job en Job 32:9:“No son los sabios los de mucha edad, ni los ancianosentienden el derecho”.

Luego el Señor habló claramente con respecto a Sucrucifixión: “Y como Moisés levantó la serpiente en eldesierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sealevantado” (Jn. 3:14). La referencia es a Números 21:8-9,donde dice: “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpienteardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fueremordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo unaserpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuandoalguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpientede bronce, y vivía”. Cuando alzamos nuestros ojos a Jesúse invocamos Su nombre, somos salvos.

Vemos en Juan 3:16 el tema de este discurso sobre el nuevonacimiento. Se trata de uno de los versículos más hermososde toda la Palabra de Dios: “Porque de tal manera amóDios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, paraque todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tengavida eterna”. La solución de Dios para la caída y la


rebelión del hombre fue enviar a Su Hijo Unigénito a estemundo para morir, para que nosotros tengamos vida eterna.Dios el Padre hizo todo esto por amor a usted y a mí. Oropara que nunca lo olvidemos.Luego leemos en Juan 3:17:“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenaral mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Noolvidemos las palabras de Pablo, quien dijo que Dios desea“que todos los hombres sean salvos y vengan alconocimiento de la verdad” (1 Ti. 2:4).

En Juan 3:18-19 Jesús continuó: “El que en él cree, no escondenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado,porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo deDios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo,y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porquesus obras eran malas”. Dios ha provisto una soluciónpara nuestros pecados: la sangre de Cristo. Jesús no vinopara condenarnos. Vino para darnos vida eterna. Estamoscondenados si no creemos en Él y recibimos Su regalogratuito de salvación y perdón.

En Juan 3:20-21 el Señor habló de la diferencia que hayentre los que aman las tinieblas y los que aman la luz:“Por que todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz yno viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.Mas el que practica la verdad viene a la luz, para quesea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”. Losque aman el pecado y la oscuridad odian la luz, porqueesta expone su maldad. Los malos aman emborracharseen la penumbra de un bar. Recuerdo haber escuchado aun pastor africano en Camerún, decirle a su pueblo:“Ustedes saben que el adulterio es malo. ¿Por qué?


Porque lo hacen en la oscuridad”. La congregaciónasintió con un “amén” expresado de mala gana.

En 1 Corintios 3:13 Pablo afirmó: “La obra de cada unose hará manifiesta; porque el día la declarará, pues porel fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, elfuego la probará”. Clamemos a Dios pidiendo quenuestras obras no sean madera, heno u hojarasca, sinoque, en lugar de esto, sean buenas obras que el Señor hayaobrado en y por medio de nuestras vidas.

Los dos bautismosJuan 3:22-36

Después del breve tiempo que pasó en Jerusalén,Cristo se retiró con Sus discípulos a las afueras deJudea (Jn. 3:22). Algunos estudiosos se refieren a esteperíodo como “el ministerio temprano en Judea”. Tanto Jesúscomo Juan el Bautista bautizaban en ese tiempo. De hecho,Jesús bautizaba más personas que Juan. Éste pronunció unelocuente discurso sobre los méritos de Jesús como el Hijode Dios, y declaró que el Padre le había dado el Espíritu sinmedida. Luego dijo en Juan 3:30: “Es necesario que él crezca,pero que yo mengüe”. Para que Jesús sea visto en nosotros,nosotros debemos menguar y Él debe crecer.

Jesús se va de JudeaMarcos 1:14; Mateo 4:12;

Lucas 3:19-20; 4:14; Juan 4:1-4

Sabiendo que los fariseos habían oído que Él bautizabamás discípulos que Juan, Jesús se fue de Judea hacia


Galilea. En el camino, decidió pasar por Samaria; unadecisión asombrosa, ya que los judíos piadosos de aqueltiempo evitaban pasar por allí debido a que los samaritanosno eran judíos. Los judíos no querían contaminarse conellos (Jn. 4:1-4).

Para evitar pasar por Samaria, los judíos religiososviajaban hacia Galilea, el norte, por la costa este del ríoJordán. Sin embargo, Cristo sabía que había una razónpor la cual Él necesitaba pasar por Samaria. Su Padre teníauna cosecha madura esperándolo allí. Se nos dice tambiénen Lucas 4:14 que Jesús se fue de Judea después de haberoído que Herodes había encarcelado a Juan el Bautista, yque regresó a Galilea en el poder del Espíritu.

Jesús en Samaria: El agua de vidaJuan 4:5-42

“Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, juntoa la heredad que Jacob dio a su hijo José” (Jn. 4:5). Sicares una pequeña aldea relacionada con la famosa Siquemdel Antiguo Testamento. Podríamos llamarlas ciudadesgemelas. Sicar estaba cerca de la porción de tierra queJacob había comprado a Hamor, como se relata enGénesis 33:19: “Y compró una parte del campo, dondeplantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padrede Siquem, por cien monedas”. Jesús llegó al pozo deJacob y se sentó: “Y estaba allí el pozo de Jacob.Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así juntoal pozo. Era como la hora sexta” (Jn. 4:6). El pozo deJacob tiene una profundidad de aproximadamente 40metros y un borde de piedra a su alrededor, en donde el


viajero cansado puede sentarse a descansar. Según nuestrohorario, la hora sexta son las doce del medio día.

Una mujer de Samaria, una marginada social por causa desus muchos maridos y su forma de vida inmoral, vino a sacaragua del pozo a la hora que nadie más lo hacía. El Señor lepidió que le sacara agua del pozo. Sorprendida, preguntó aJesús cómo Él, siendo un judío, le pedía a ella, una mujersamaritana, que le diera agua, ya que los judíos no teníancontacto alguno con los samaritanos. Luego Jesús pronuncióSu discurso sobre el agua de vida, el segundo de Sus sietediscursos públicos que encontramos en el Evangelio de Juan.Los otros discursos son: El nuevo nacimiento (Jn. 3:1-36); ElHijo divino (Jn. 5:19-47); El Pan de Vida (Jn. 6:22-66); ElEspíritu dador de vida (Jn. 7:1-52); La Luz del mundo(Jn. 8:12-59) y El Buen Pastor (Jn. 10:1-42).

En pasos sencillos, el Señor convirtió a esta mujer, de seruna pecadora habitual, en una ardiente evangelista de lasBuenas Nuevas. Le habló acerca del pozo de agua de vidaque salta para vida eterna dentro de una persona (laexperiencia del nuevo nacimiento por el Espíritu Santo).Jesús la guió al agua de vida que traería satisfacción alanhelo que había en su alma. Esta mujer había buscadosatisfacción en el amor humano; pero no la habíaencontrado, pues la satisfacción sólo se encuentra enCristo, quien es la fuente de agua viva. De Él, y solamentede Él, podemos beber y encontrar satisfacción.

Al recibir una revelación progresiva de Cristo y vislumbraralgo mucho mejor que lo que tenía, esta mujer entregó suvida al Señor. Después de esta revelación, fue a su aldea y


proclamó a todos que Él era el Cristo. De inmediato, loshombres salieron de sus campos para seguir a Jesús. Al vertodo esto, Jesús proclamó que uno no debía decir quefaltaban cuatro meses para la cosecha, pues los campos yaestaban maduros para la cosecha. Esta verdad también seaplica a la actualidad. Necesitamos darnos cuenta que hayalmas por todos lados que están esperando ser salvadas.

El avivamiento en SamariaJuan 4:28-42

Toda una ciudad experimentó el avivamiento gracias a unamujer que fue tocada por el Señor. Ella se convirtió en unpoderoso testigo para Él, y a pesar de su terrible pasado,fue muy fructífera y efectiva para el reino de Dios. Guió aprácticamente toda una ciudad a Cristo. Todo lo que hizofalta fue una persona que captara la visión y “ardiera” porel Señor. Cada vez que viajamos a un lugar diferente,debemos pedirle al Señor que nos dé personas claves aquienes podamos testificar. A menudo, como fue en el casode esta mujer, son los desesperanzados quienes respondenmás rápidamente al Evangelio. Son estas personas las quepueden evangelizar a la población de la cual son parte yabrir muchos corazones para el Señor. Cristo ministró allípor dos días más y luego continuó Su viaje hacia Galilea.

La llegada de Jesús a GalileaJuan 4:43-45

Jesús llegó a Galilea, y los galileos lo recibieron con gozo.“Dos días después, salió de allí y fue a Galilea. PorqueJesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene


honra en su propia tierra. Cuando vino a Galilea, losgalileos le recibieron, habiendo visto todas las cosasque había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porquetambién ellos habían ido a la fiesta” (Jn. 4:43-45). Estetema será tratado más detalladamente cuando analicemoslas diferentes secciones que contienen los relatos deLucas 4:24, Marcos 6:4 y Mateo 13:57.


C. El gran ministerio en Galilea

Aquí comienza lo que se conoce como “el granministerio en Galilea”. Es el período más largo delministerio de Cristo. Abarca desde poco después de laprimera Pascua en el año 27 d.C. hasta después deltiempo de la fiesta de los Tabernáculos en octubre delaño 29 d.C. Durante este período el Señor ministrópredominantemente en la región de Galilea o en susalrededores. En la página siguiente incluimos un mapade Galilea y sus alrededores.

Fue un tiempo de enseñanza y grandes milagros, lo cuales evidente por la forma en que los escritores de losEvangelios introducen este período de Su ministerio: “YJesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y sedifundió su fama por toda la tierra de alrededor. Yenseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado portodos” (Lc. 4:14-15). Se nos dice en Marcos 1:14-15 ytambién en Mateo 4:17 que Jesús predicó que los hombresdebían arrepentirse y creer al Evangelio, pues el tiempose había cumplido y el reino de Dios estaba cercano.

Cristo pasó la mayor parte de Su ministerio en la regiónde Galilea, y la mayoría de Sus discípulos eran de estaregión. Se estima que cerca del setenta por ciento de losmilagros de Cristo que fueron registrados, sucedieronen la región de Galilea. Éste fue un cumplimiento de laprofecía de Isaías: “Mas no habrá siempre oscuridadpara la que está ahora en angustia, tal como la aflicciónque le vino en tiempo que livianamente tocaron la


primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí;pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquellado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El puebloque andaba en tinieblas vio gran luz; los que morabanen tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobreellos” (Is. 9:1-2; comparar Mt. 4:14-16). Cristo, la Luzdel mundo, fue la gran luz que resplandecióbrillantemente durante Su ministerio terrenal en Galilea.Ésta fue una de las áreas más fructíferas del ministeriode Jesús, porque las personas tenían una mente abierta;mientras que muchos de los que estaban en la capitalreligiosa, Jerusalén, se cerraron a Su mensaje.

La sanidad del hijo del noble en CanáJuan 4:46-54

En Juan 4:46-54 hay un relato de la segunda visita deJesús a Caná de la cual tenemos registro, después de lafiesta de bodas. Durante esta visita sanó al hijo de un noble,quien estaba enfermo de muerte. El Señor introdujo laexpresión: “Si no viereis señales y prodigios, no creeréis”.Más adelante, Jesús desarrolló este pensamiento cuandohabló con Tomás, en Juan 20:29: “Bienaventurados losque no vieron, y creyeron”.

El Señor dijo luego: “Ve, tu hijo vive”. Este noble creyóla palabra que Jesús le había hablado, y cuando llegó a sucasa encontró que su hijo había sanado a la misma horaque Jesús había declarado que era sano. Éste fue uncumplimiento de Salmos 107:20, que dice: “Envió supalabra, y los sanó”. Debemos creer en el poder de laPalabra hablada bajo la unción del Espíritu Santo para


llevar sanidad, pues es creativa. La Palabra del Señor esmuy poderosa. Una Palabra hablada del Señor puede sanara una persona a miles de kilómetros de distancia. LasPalabras que proceden de la boca de Dios son creativas.Nosotros también queremos tener Sus palabras en nuestroslabios, para hablar creativamente de parte del Señor.

El primer rechazo de Jesús en NazaretLucas 4:16-30

De Caná, Jesús prosiguió a Nazaret, la ciudad en que habíavivido durante Sus años formativos. Lucas 4:16 dice:“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día dereposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, yse levantó a leer”. Como era Su costumbre, Cristo entróa la sinagoga en el día de reposo. Casi con certeza, éstafue la sinagoga que había frecuentado como niño, mientrascrecía en Nazaret. Año tras año, Él era simplemente unrostro entre la multitud, esperando el tiempo de Su Padrepara iniciar Su ministerio.

Haríamos bien aquí en meditar acerca de la forma devida del Señor Jesús. El Señor nos muestra, por mediodel ejemplo, que debemos ser diligentes en asistir a laiglesia en forma regular. El apóstol Pablo nos exhortaen Hebreos 10:25: “No dejando de congregarnos, comoalgunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tantomás, cuanto veis que aquel día se acerca”.

Aunque Cristo no era un levita o un hijo de Aarón pordescendencia, le dieron a leer un pasaje de los Profetas enlas Escrituras. Esto no era algo fuera de lo común en Sus


días. De acuerdo con la tradición rabínica, en el día dereposo, en la sinagoga, leerían pasajes de las Escriturasprimero un sacerdote, luego un levita y finalmente cincoisraelitas no levitas. Cristo abrió el libro en Isaías 61 yleyó los versículos 1 y 2: “El Espíritu de Jehová el Señorestá sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado apredicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a losquebrantados de corazón, a publicar libertad a loscautivos, y a los presos apertura de cárcel; a proclamarel año de la buena voluntad de Jehová...”.

Cristo interrumpió Su lectura a la mitad del versículo 2,que completo dice: “A proclamar el año de la buenavoluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro;a consolar a todos los enlutados”. El Señor se detuvo enuna coma. La razón por la cual no terminó de leer esteversículo fue porque en Su primera venida Él sólo vino aproclamar el año de la buena voluntad del Señor. El díade venganza del Dios nuestro está reservado para SuSegunda Venida, cuando juzgará a las naciones de la tierra.En ese tiempo vendrá para defender a Israel y para consolara aquellos que estén de luto en Su nación escogida.

Entre la frase “el año de la buena voluntad de Jehová” yla frase “el día de venganza del Dios nuestro” hay unintervalo de unos dos mil años (desde Su primera venidahasta Su Segunda Venida). ¡Es muy importante quecuando estudiamos las profecías, sepamos cuándodetenernos en una coma! No debemos forzar las cosaspara que calcen en nuestros cronogramas o secuenciasde eventos, sino que debemos dejar que la Biblia seinterprete a sí misma.


A partir de este ejemplo creo que tenemos una mejorcomprensión de lo que el apóstol Pedro escribió en2 Pedro 1:20: “Entendiendo primero esto, que ningunaprofecía de la Escritura es de interpretación privada”.¿Quién podría haber sabido que existía un intervalo demuchos años entre estas dos partes de la profecía, amenos que el Espíritu Santo se lo hubiese revelado? Porlo tanto, cuando nos acercamos a la Biblia debemos orarpidiendo que el Señor nos dé la interpretación correctadel pasaje que estamos estudiando.

Cristo cerró el libro, lo dio al ministro, se sentó y dijo atodas las personas presentes: “Hoy se ha cumplido estaEscritura delante de vosotros”. Ellos comenzaron adecirse unos a otros: “¿No es éste el hijo de José?” Jesúsles dijo: “Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúratea ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se hanhecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra...De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en supropia tierra” .

Cuando analizo este momento de la vida de Cristo, miimpresión de Él es que era un hombre que tenía todo bajocontrol y que era diligente para llevar a cabo los asuntosde Su Padre. Mientras escribía este comentario, tuve unavisión de Cristo. Lo que me impactó de Su vida fue quetenía toda la autoridad, sabía lo que hacía y tenía unatremenda fuerza de carácter.

El rechazo de Cristo por parte de Su propio pueblo nosrecuerda al profeta Ezequiel. En esencia, Dios dijo aEzequiel: “Si te hubiese enviado a un país desconocido,


el pueblo te hubiera aceptado. Pero debido a que te enviéa la casa de Israel, tu propio pueblo, ellos te rechazarány se opondrán a ti” (comp. Ez. 3:5-7). Es verdad que,frecuentemente, nuestro ministerio más fructífero es entreaquellos a quienes no conocemos.

Cuando uno estudia la historia de la Iglesia encuentra quela mayoría de los avivamientos espirituales se produjeroncomo resultado del trabajo de misioneros. El hombre tienela extraña tendencia de aceptar las cosas más fácilmentesi provienen de un extraño, que si vienen de su propiopueblo. Por eso las misiones son tan importantes. Cristosiguió diciendo en Lucas 4:25-27: “Y en verdad os digoque muchas viudas había en Israel en los días de Elías,cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, yhubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ningunade ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda enSarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel entiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fuelimpiado, sino Naamán el sirio”.

Cristo presentó dos relatos históricos en la vida de Elías yEliseo (1 R. 17:8-24; 2 R. 5:1-14) para mostrar a los judíoscuán a menudo, a través de su historia, habían rechazadoa los suyos, haciendo que el Señor se volviera a losgentiles. Al escuchar esto, los que estaban en lacongregación dijeron: “¿No es este el hijo de José, elcarpintero?” y se ofendieron con Él. El mensaje de Jesúsenfureció a los judíos.

Lo sacaron de la ciudad y lo iban a lanzar de la cumbredel monte sobre el cual estaba edificada la ciudad, pero,


por el poder de Dios, Cristo simplemente se alejócaminando en medio de ellos. Este incidente fue unintento de Satanás de matar al Señor antes del tiempoprevisto, y así evitar que cumpliera el plan de Dios paranuestra redención, a través de Su muerte en la cruz.Observemos que el único deseo de Satanás era evitarque Cristo llegara a la cruz, porque era en la cruz queJesús lo vencería. Es significativo que aquí Satanásmovió a la multitud para tratar de matar a Jesús y despuésmovió con envidia a los líderes religiosos para matarlo,mientras que cuando Jesús estaba en la cruz, Satanáshizo todo lo que pudo para lograr que bajara de ella. Noera la muerte de Jesús lo que Satanás temía, sino lamuerte de Jesús en la cruz.

Mientras Jesús estaba clavado en la cruz, Satanás movió alos sumos sacerdotes y ancianos a decir: “A otros salvó, así mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, desciendaahora de la cruz, y creeremos en él” (Mt. 27:42). Aquípodemos ver qué importante era para Cristo alcanzar Suobjetivo: la cruz. Por esta razón, Jesús usó Su poder paracaminar a través de esa multitud sin que lo dañaran.

Jesús dejó las tierras altas de Nazaret y descendió a laciudad de Capernaum, en la costa del mar de Galilea.

Jesús establece Sunuevo hogar en Capernaum

Mateo 4:13-16; Lucas 4:31-32

Después de ser rechazado en Nazaret, el Señor dejó Supueblo natal y viajó unos 45 kilómetros hacia el noreste,


a Capernaum, ciudad que se convirtió en el centro deoperaciones de Su ministerio durante el resto de Su vida;hasta que abandonara Galilea seis meses antes de Sucrucifixión. Esto es muy significativo para nosotros, yaque con frecuencia, el Señor, por Su gracia, nos mueve allugar donde seremos más fructíferos para Él.

Lucas 4:31 dice: “Descendió Jesús a Capernaum, ciudadde Galilea; y les enseñaba en los días de reposo”.Capernaum vino a ser la base y el centro de operacionesde Cristo durante Su ministerio en Galilea. Se establecióen esta ciudad (comp. Mt. 9:1) y salía de allí para ministrarpor toda la región de Galilea. Los caminos de Dios sonperfectos y mucho más altos que nuestros caminos. Elrechazo de Cristo por parte de Su propio pueblo en Nazaretpareció ser una gran derrota, pero, en realidad, inició unaépoca de gran popularidad en casi todas las otras ciudadesde Galilea. Durante este tiempo, la gente lo siguiómasivamente.

“Y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum,ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías,cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, caminodel mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a losasentados en región de sombra y de muerte, luz lesresplandeció” (Mt. 4:13-16).

Esta es una referencia a Isaías 9:1-2. A Galilea se ladescribe como una tierra de sombra de muerte. La regiónestaba poblada por una mezcla de personas que se formó


en los días de Esarhadón y Asurbanipal, últimos reyes delImperio Asirio. Estos reyes deportaron a muchos israelitasy, en su lugar, trajeron gente de otras tierras. El PadreCelestial dio a estas personas el privilegio de ver brillar ala luz del mundo en la persona de Jesús.

Sería provechoso considerar la descripción que haceJosefo de esta región que ahora se había convertido en elcentro del ministerio del Señor. Con respecto al mar deGalilea, el historiador judío escribió: “El agua es dulceal paladar y excelente para beber y perfectamente pura.Todas las orillas del lago son empedradas o arenosas yel lago contiene especies de peces diferentes en sabor yapariencia en comparación con otros de otras regiones”(Josefo: Guerras de los Judíos 1. 506-508). Josefo tambiénmenciona que la planicie fértil del norte eraasombrosamente hermosa y abundante en nueces,palmeras, higos y olivares. Capernaum era una ciudadfloreciente en la costa oeste del mar de Galilea.

Aunque Galilea era un lugar de gran oscuridad espiritual,lleno de personas de otros países que servían a diosespaganos, Dios la eligió como el lugar para iniciar un granavivamiento. Cuando mi esposa y yo ministramos enFrancia, aprendimos que es así como muchas veces elSeñor obra. Las zonas donde tuvimos más éxito eranlugares de gran oscuridad espiritual. Hubo un fluir demilagros en estos pueblos. Sin embargo, cuando íbamosa otros lugares de mayoría protestante, rara vez éramostestigos de milagros y pocas vidas eran cambiadas. Eramuy difícil establecer iglesias allí. Así fue también en lostiempos de Cristo.


Jesús llama a los cuatro pescadoresMarcos 1:16-20; Mateo 4:18-22; Lucas 5:1-11

En este momento, Cristo llama a Pedro, Andrés, Jacobo yJuan a un discipulado permanente y a un servicio de tiempocompleto. Estos hombres ya habían conocido a Cristo enel río Jordán y lo habían acompañado en varias de Susgiras de predicación, pero ahora fueron llamados a caminarmás cerca del Maestro.

En Marcos 1:16-20 y Mateo 4:18-22 encontramos lamanera en que Andrés, Pedro, Juan y Jacobo fueronllamados mientras pescaban. Sin embargo, Lucas 5:1-11da una explicación más detallada de este evento:“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret,el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago;y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavabansus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cualera de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco;y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga maradentro, y echad vuestras redes, para pescar.Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la nochehemos estado trabajando, y nada hemos pescado; másen tu palabra echaré la red.

Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces,y su red se rompía. Entonces hicieron señas a loscompañeros que estaban en la otra barca para queviniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas,de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro,


cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí,Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pescaque habían hecho, el temor se había apoderado de él, detodos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo yJuan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora seráspescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra lasbarcas, dejándolo todo, le siguieron”. En la cima de suprofesión, después de atrapar esta enorme cantidad depeces, estos exitosos pescadores dejaron a su familia yvocación para seguir al Señor Jesús, y se convirtieron en“pescadores de hombres”.

También leemos en Mateo 4:18-22: “Mientras caminabajunto al mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: unoera Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Estabanechando la red al lago, pues eran pescadores. «Vengan,síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores dehombres» Al instante dejaron las redes y lo siguieron.Más adelante vio a otros dos hermanos: Jacobo y Juan,hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barcaremendando las redes. Jesús los llamó, y dejaron enseguida la barca y a su padre, y lo siguieron” (NVI) .

Jesús les dijo: “Vengan, síganme”. Estos hombres yahabían captado la visión, pero Cristo no los había llamadosoberanamente sino hasta este momento. La soberanía deDios es el factor absoluto en referencia al momento delllamado de una persona. Otro hombre vino a Jesús enLucas 9:57 y le dijo: “Señor, te seguiré adondequiera quevayas”. Cristo le dijo: “Las zorras tienen guaridas, y lasaves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene


dónde recostar la cabeza”. En otras palabras, Cristo dijoque el precio de seguirlo era demasiado alto para estehombre. Por lo tanto, únicamente podemos entrar alministerio cuando somos soberanamente llamados porDios. Podemos tener el deseo de servir al Señor, pero nopodemos entrar al ministerio hasta haber recibido elllamado divino.

Cuando el llamado vino y el Señor dijo: “Vengan,síganme”, Jacobo y Juan inmediatamente dejaron suprofesión y a su padre, y siguieron a Cristo. Muchas veces,el llamado de Dios requerirá que abandonemos nuestracasa paterna, amigos, familiares y trabajo. En referenciaa la futura “Esposa” de Cristo, Salmos 45:10-11 dice:“Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; olvida tu pueblo, yla casa de tu padre; y deseará el rey tu hermosura; einclínate a él, porque él es tu señor”. Cuando el llamadode Dios nos toma, debemos abandonar todo para seguiral Señor. Esto no quiere decir que no honremos a nuestrospadres o que no cuidemos deellos, pero el llamado de Diosdebe ser nuestra prioridad.

Otro punto digno de señalaraquí es la diferencia entrePedro y Andrés, y Jacobo yJuan. Pedro y Andrés estabanechando sus redes al mar parapescar cuando el Señor losllamó; mientras que Jacobo yJuan remendaban sus redescuando fueron llamados.

Podemos tenerel deseo de

servir al Señor,pero no

podemos entraral ministeriohasta haberrecibido el

llamado divino


Pedro fue el prototipo de un evangelista, uno que echabasu red y atraía 5.000 almas en un día. Juan, por otrolado, fue un pastor que estaba en el oficio de remendarcorazones rotos y vidas arruinadas. Todo depende delllamado de Dios. Si somos llamados a un ministeriosimilar al de Juan, no debemos tratar de imitar elministerio de Pedro, y viceversa. Todo creyente tiene unpapel importante que realizar en el Cuerpo de Cristo.En una iglesia, estos dos ministerios deben funcionarunidos. Son necesarios aquellos que evangelizan y traenalmas a la iglesia, para que luego el pastor y los otroslíderes los cuiden y guíen a la madurez.

La liberación en la sinagogaMarcos 1:21-28; Lucas 4:31-37

Tanto Marcos 1:21-28 como Lucas 4:31-37 relatan el casoen el que el Señor echa a un espíritu inmundo fuera de unhombre. Como resultado de esta liberación, la fama deJesús se difundió por toda la región de Galilea. Aparte dela bendición que son los milagros para aquellos que losreciben, también difunden el Evangelio por todas partes.Debemos creerle a Dios para que también en nuestrosministerios se realicen milagros extraordinarios.

En la casa de PedroMarcos 1:29-34; Mateo 8:14-17; Lucas 4:38-41

Al salir de la sinagoga, Jesús fue a la casa de Pedro y sanóa la suegra de éste. Es digno de señalar que la Bibliaestablece claramente que Pedro y otros apóstoles y lídereseran casados. Esto contradice totalmente la teología


católica. A medida que el sol se ponía, multitud deenfermos vinieron a la puerta de la casa y Jesús los sanó ylos liberó de demonios. Mientras los demonios salían deellos, declaraban que Jesús era el Hijo de Dios, pues loconocían; sin embargo, el Señor les prohibió quetestificaran de Él, por que no quería testimonio dedemonios. Todas estas cosas sucedieron para que secumpliera la profecía de Isaías 53:4, que dice que Él llevónuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores.

La primera gira por GalileaMateo 1:35-39; Mateo 4:23-25; Lucas 4:42-44

Jesús se levantó mucho antes del amanecer y se fue a unlugar apartado para orar. Aquí hay una hermosa verdad:las primeras horas de nuestro día deben ser apartadas paraorar y meditar en el Señor. Es importante encontrarnoscon Dios al principio de cada día, porque es durante estostiempos de intimidad con Él que nos da fortaleza, sabiduríay dirección para el resto de la jornada. Aquellos que sonmás fructíferos para Dios y efectivos en el ministerio sonlos que se levantan temprano para encontrarse con elSeñor. Cuando los discípulos de Jesús lo hallaron, ledijeron: “Todos te buscan” (Mr. 1:37). Después de esto,Él se fue con Sus discípulos a los pueblos de Galilea parapredicar el Evangelio.

“Y r ecorrió Jesús toda Galilea, enseñando en lassinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, ysanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Yse difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos losque tenían dolencias, los afligidos por diversas


enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticosy paralíticos; y los sanó. Y le siguió mucha gente deGalilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otrolado del Jordán” (Mt. 4:23-25).

Las multitudes comenzaron a juntarse alrededor de Jesúsy a seguirlo. Su fama se había esparcido por todas partes,aun más allá de las fronteras de Israel. En un sentido muyreal, se estaba cumpliendo la profecía de José: “Ramafructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyosvástagos se extienden sobre el muro” (Gn. 49:22).Debemos pedir en oración ser como José y Cristo, paraque nuestros “vástagos se extiendan sobre el muro”.Queremos ser una bendición no sólo para nuestra propiaiglesia, sino para muchas personas y naciones.

Debido a Sus milagros en Galilea, Cristo llegó a ser muyconocido en muchos otros lugares; Su fama hasta llegó alNorte, a Siria. La multitud que lo seguía provenía deGalilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado delJordán (Mt. 4:25).

Durante este tiempo, entre la primera y segunda Pascuadel ministerio de Cristo, hubo un tremendo mover delEspíritu. Mientras Cristo ministraba en la región deGalilea, personas de todas partes venían a Él. Esto es algoque veremos en el avivamiento de los últimos días. Laspersonas viajarán grandes distancias para asistir a un cultodonde el Espíritu de Dios se mueva; la distancia no seráun impedimento para muchas personas.


La sanidad del leprosoMarcos 1:40-45; Mateo 8:2-4; Lucas 5:12-16

Leemos en Marcos 1:40-42: “V ino a él un leproso,rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedeslimpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendióla mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que élhubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedólimpio”. Movido por la compasión, el Señor sanó a esteleproso. Le dijo: “Sé limpio”, y la lepra inmediatamentelo dejó. Los Evangelios registran una y otra vez que lacompasión del Señor liberó Su poder sanador. Dios quierellenarnos de esa misma compasión para queverdaderamente nos preocupemos por aquellos que sufrennecesidad. La compasión liberará el poder de Dios paraque fluya a través de nosotros.

Para respaldar la Ley, Jesús dijo al hombre que fuera amostrarse a los sacerdotes, de acuerdo con Levítico 14:2-4,donde dice: “Esta será la ley para el leproso cuandose limpiare: Será traído al sacerdote, y éste saldrá fueradel campamento y lo examinará; y si ve que está sanala plaga de la lepra del leproso, el sacerdote mandaráluego que se tomen para el que se purifica dos avecillasvivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo”. ElSeñor le encargó rigurosamente que no diera a conocersu sanidad, pero de todos modos lo hizo. La noticia deeste milagro se esparció tan rápidamente e incrementótanto la popularidad de Cristo que no pudo, por causade la multitud, entrar abiertamente a Capernaum, y tuvoque buscar lugares desiertos.


Cristo regresa a CapernaumMarcos 2:1-12; Mateo 9:1-8; Lucas 5:17-26

Al regresar a Su casa en Capernaum, una vez más lasmultitudes se agolparon alrededor de Él. Hubo tremendasmanifestaciones del poder del Señor en Capernaum. Fueun lugar especial. Fue en Capernaum donde, debido a lamuchedumbre que estaba allí y al no poder entrar a lacasa, unas personas hicieron un agujero en el techo ybajaron por allí a un paralítico, para que Jesús orara porél. Las personas querían tocar a Jesús porque Él tenía elpoder de Dios.

Cuando Jesús vio la fe de ellos dijo al paralítico: “Hijo,tus pecados te son perdonados” (Mr. 2:5). “Estaban allísentados algunos de los escribas, los cuales cavilabanen sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemiasdice: ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”(Mr. 2:6-7). Los escribas escépticos se ofendieron porqueJesús dijo a este hombre que sus pecados estabanperdonados. A través de esta acción, se dieron cuenta queJesús estaba afirmando ser Dios. Por la unción del EspírituSanto, Jesús sabía lo que ellos estaban pensando (comp.Jn. 2:25). No necesitaron expresar en voz alta suspensamientos.Cuando sanó a este hombre paralítico,“todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo:Nunca hemos visto tal cosa” (Mr. 2:12). Cuando Diosmanifiesta y desarrolla el don de sanidad y los dones demilagros en la vida de una persona o de una iglesia, lagente acude masivamente para ver los milagros, así comosucedió en las reuniones de sanidad de Kathryn Kuhlman.Yo creo que esto es lo que sucederá en los últimos días


cuando Dios desarrolle una vez más el don de milagros enSu Iglesia. Respecto a este asunto del perdón de los pecados,debemos recordar que el Señor específicamente dio estaprerrogativa a Sus discípulos en Juan 20:23: “A quienesremitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes selos retuviereis, les son retenidos”. Por lo tanto, aquellos aquienes Jesús da hoy esta prerrogativa tienen el poder deperdonar pecados, ¡pero debe ser dada por Cristo!

El llamamiento de MateoMarcos 2:13-17; Mateo 9:9-13; Lucas 5:27-32

Ahora, Jesús llama a Mateo para que lo siga y se conviertaen uno de Sus discípulos. En Lucas 5:27-28 leemos:“Después de estas cosas salió, y vio a un publicanollamado Leví [de apellido Mateo], sentado al banco delos tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y dejándolo todo,se levantó y le siguió”.

Mientras caminaba a lo largo de la orilla del mar deGalilea, rodeado por la multitud, Jesús pasó por un puestode pago de impuestos, o un edificio de aduana, junto alcamino principal. Este camino iba hacia Acre, en la costadel Mediterráneo y hacia Damasco, al norte, y pasabatambién por Capernaum. Leví cobraba impuestos sobrelos bienes que se transportaban a través de ese camino,pues servía al temido Herodes Antipas, en cuyo reinoestaba localizada Capernaum.

Los cobradores de impuestos eran profundamente odiadospor los judíos, quienes los veían como empleados de lasfuerzas de ocupación (los romanos), y además de esto, la


mayoría eran corruptos. Cobraban de más al pueblo. Sinembargo, el Señor no elige solamente a personas de ciertaclase o profesión; elige a aquellos cuyo corazón estáinclinado a Él. En el caso de Leví, vemos esto claramente,pues su respuesta al llamado del Señor fue inmediata. Dejótodo para seguir al Señor.

Lucas 5:29-32 continúa: “Y Leví le hizo gran banqueteen su casa; y había mucha compañía de publicanos y deotros que estaban a la mesa con ellos. Y los escribas y losfariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo:¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos notienen necesidad de médico, sino los enfermos. No hevenido a llamar a justos, sino a pecadores alarrepentimiento”.

Leví hizo una fiesta en honor al Señor, e invitó también amuchos publicanos y pecadores. Es evidente que Levíquería que estas personas conocieran al Salvador delmundo. Para ofrecer una fiesta tan elaborada, debió seruna persona de mucho dinero. El hecho de haber incluidoa publicanos y pecadores provocó la crítica de los fariseosy los escribas, pues sus tradiciones les prohibíanrelacionarse con tales personas. Jesús respondióhaciéndoles ver que no son los sanos, sino los enfermos,quienes necesitan un médico.

El Señor definió entonces de manera muy clara lo queDios desea: mostrar misericordia. En realidad, lamisericordia es la suprema revelación de Dios, como esevidente en el Tabernáculo de Moisés. Era sobre el


Propiciatorio (llamado también “el Trono de laMisericordia”), en el Lugar Santísimo, que el Señormanifestaba Su gloria (Nm. 7:89). ¡Cuán misericordiosoes nuestro Señor! Él vino a salvar a los pecadores. Esto esalgo que nunca debemos olvidar. No solamente estamosllamados a ser maestros de justicia y enseñar a aquellosque desean seguir al Señor; sino que, como el SeñorJesucristo, nosotros debemos también evangelizar yprocurar que se conviertan aquellos que están perdidos.

Es asombrosa la manera en que Cristo, en Su grupo dediscípulos, unió a Mateo el cobrador de impuestos y aSimón el zelote (dos hombres cuyas anteriores ideologíaseran diametralmente opuestas), e hizo que fluyeran juntospara los propósitos de Dios.

El Señor eligió a Mateo por una razón muy específica.Poseía ciertas cualidades que serían muy fructíferas enel reino de Dios. Al ser un cobrador de impuestos (ocontador), estaba acostumbrado a ordenar las cosas. Fueasí como escribió su Evangelio no necesariamente enun orden cronológico, sino de acuerdo a temas y títulos.El Señor tenía un llamado y una tarea especiales paraMateo, y él respondió de todo corazón al llamado que elMaestro le hizo.

Tres parábolas acerca del ayunoMarcos 2:18-22; Mateo 9:14-17; Lucas 5:33-39

El ayuno, como un ejercicio espiritual necesario, ocupaun lugar muy importante en la vida del creyente. Surgenmuchas preguntas en la mente de los hijos de Dios con


respecto a este tema. El Señor trata algunas de estaspreguntas en las tres parábolas siguientes.

La parábola del esposoMarcos 2:18-20; Mateo 9:14-15; Lucas 5:33-35

“Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo:¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces,y tus discípulos no ayunan? Jesús les dijo: ¿Acaso puedenlos que están de bodas tener luto entre tanto que el esposoestá con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo lesserá quitado, y entonces ayunarán” (Mt. 9:14-15). Losdiscípulos de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y lepreguntaron por qué ellos y los fariseos ayunaban amenudo, y Sus discípulos no lo hacían. Al plantear estapregunta, los discípulos de Juan se estaban alineando conlos fariseos.

Como respuesta, el Señor les relató la parábola del esposo.Jesús es el Esposo. Sus amigos no podían ayunar mientrasestuvieran en Su presencia; era un tiempo de regocijo.Sin embargo, les dijo que ellos ayunarían después de Sumuerte. Ayunar es un ejercicio muy bueno para loscristianos, cuando lo que quieren es buscar al Señor pararecibir de Él una palabra fresca o en ocasiones específicas.Sin embargo, permítanme enfatizar que es importante queseamos dirigidos por el Señor en cuanto a la duración delayuno y cuándo hacerlo.

A través de Isaías 58:6-7 el Señor habló acerca delverdadero ayuno en el que Él se deleita: “¿No es másbien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de


impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libresa los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No esque partas tu pan con el hambriento, y a los pobreserrantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo,lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”

La parábola del vestido viejoMarcos 2:21; Mateo 9:16; Lucas 5:36

“Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazode un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lohace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendosacado de él no armoniza con el viejo” (Lc. 5:36). Aquí,Jesús está diciendo que Sus nuevas doctrinas no concuerdancon las tradiciones de los fariseos y escribas. Ellosdestacaban el ayuno externo como una costumbre religiosa,pero ellos mismos eran lobos rapaces en su interior.

La parábola de los odres viejosMarcos 2:22; Mateo 9:17; Lucas 5:37-39

“Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera,el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y losodres se perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos seha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. Y ningunoque beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice:El añejo es mejor” (Lc. 5:37-39). Los fariseos habíandeterminado tiempos específicos para ayunar, pero suayuno los llenaba de justicia propia en lugar de desarrollarhambre de Dios dentro de ellos. Eran “odres viejos”. Ellosno podían ser remendados con nuevas doctrinas; teníanque ser cambiados por completo. El Espíritu Santo usó


esta parábola para explicarme larazón por la cual aquellos querecibieron el bautismo delEspíritu Santo durante elavivamiento carismático, nodebían permanecer en las iglesiasde su denominación. En esetiempo, Dios derramó de SuEspíritu sobre prácticamente

cada denominación, pero como siempre, hay ciertasdenominaciones que se niegan a avanzar con Dios. Soncomo odres viejos: no pueden recibir el “vino nuevo” delEspíritu. Por lo tanto, los creyentes deben congregarse eniglesias que estén abiertas al nuevo mover de Dios.

Recuerdo el testimonio de un amado pastor, a quien Diosusó para llevar el mensaje pentecostal a Francia. Habíacomenzado muchas iglesias en ese país. Cuando llevó elmensaje del Espíritu Santo a cierta iglesia de unadenominación importante, lo recibieron con sinceridad.Sin embargo, cuando regresó unos años después, encontróque esta iglesia estaba espiritualmente muerta otra vez.Preguntó al Señor el porqué de esto, ya que todas las otrasiglesias que había fundado funcionaban tan bien. ElEspíritu Santo respondió que no se puede poner vinonuevo en odres viejos. Que siempre recordemos esto yque no trabajemos por el fruto que perece, sino por aquelloque permanece eternamente.

Odres viejosno puedenrecibir el

“vinonuevo” del

Espíritu


La segunda PascuaJuan 5:1

Ahora llegamos a la segunda Pascua en el ministerio deCristo. En Juan 5:1 leemos: “Después de estas cosas habíauna fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén”. LaBiblia no dice específicamente que esta fiesta fuera lafiesta de la Pascua, pero en general, está aceptado por lamayoría de los teólogos que se trata de la Pascua. Elperíodo en que sucedieron estos eventos coincide con eltiempo de esta celebración. Esta ocasión completaría lascuatro Pascuas en el ministerio de Jesús. La primera estáregistrada en Juan 2:13; la segunda, aquí en Juan 5:1; latercera, en Juan 6:4; y la cuarta y última, la de Sucrucifixión, en Juan 13:1.

La sanidad del paralítico en el día de reposoJuan 5:1-47

Este evento se describe únicamente en Juan 5:1-47. Juanregistra que ocurrió en un día de fiesta judía. El milagrosucedió en el estanque de Betesda, que significa “Casade misericordia”. Por lo tanto, el mismo fue un acto dela misericordia del Señor. El estanque tenía cincopórticos, que pueden compararse con los cinco pilaresque formaban la entrada al Lugar Santo, en elTabernáculo de Moisés. Este hecho da inicio a lo que seconoce como “el ministerio del Señor en el Lugar Santo”.En Su ministerio, Cristo dio cumplimiento espiritual alas verdades del Tabernáculo de Moisés.Había un grannúmero de enfermos alrededor de este estanque, queesperaban que un ángel moviera el agua. Porque de


tiempo en tiempo, un ángel agitaba el agua y la primerapersona que entraba en el agua era gloriosamente sanada.El Señor preguntó a un hombre inválido que esperabaallí a que el agua fuera agitada, si quería ser sanado. Elhombre respondió: “Señor... no tengo quien me meta enel estanque cuando se agita el agua; y entre tanto queyo voy, otro desciende antes que yo” (Jn. 5:7). Jesúsrespondió diciendo: “Levántate, toma tu lecho, y anda”.Este hombre enfermo fue sanado instantáneamente.

Cristo sanó solamente a una persona en particular: unhombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ochoaños. Los números que están registrados en la Palabra deDios tienen un propósito. Tienen un significado espiritual.¿Por qué está registrado que este hombre había tenido laenfermedad desde hacía treinta y ocho años? Obviamente,aquí hay algo que el Señor quiere señalar. Según elprincipio de la hermenéutica conocido como “la ley de laprimera mención”, siempre que algo sucede por primeravez en la Biblia, tiene en sí un significado.

El número treinta y ocho aparece por primera vez en laBiblia en Deuteronomio 2:14: “Y los días que anduvimosde Cades-barnea hasta cuando pasamos el arroyo deZered fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó todala generación de los hombres de guerra de en medio delcampamento, como Jehová les había jurado”. Los hijosde Israel vagaron en el desierto por treinta y ocho añosdespués que desobedecieron en Cades-barnea.

Por lo tanto, este no era un milagro cualquiera. Era unaseñal para Israel. El hombre enfermo representaba la


rebelión que es inherente en Israel. Ellos se rebelaron enCades-barnea, negándose a avanzar con Dios. Enconsecuencia, este hombre en particular, a quien Jesússanó, tipifica el ministerio de Jesús a Israel como nación.Jesús ofrecía sanidad a la nación de Israel, enferma porcausa de su rebelión.

Cuando en el versículo 6 Jesús dijo a este hombre:“¿Quieres ser sano?”, lo estaba diciendo, en realidad, ala nación judía. Si Israel, como pueblo, hubieserespondido a Jesús cuando Él les dijo: “¿Quieres sersano?”, ciertamente toda la historia posterior hubiesesido completamente diferente. Pero el tiempo se acerca,en que la nación de Israel será sanada y restaurada cuandoCristo regrese.

A pesar de la gracia y bondad del Señor los judíosprocuraron matarlo, porque había realizado este milagroen un día de reposo. A los fariseos les importaban mássus reglas respecto al día de reposo, que las personas. Untiempo después, el Señor encontró a este hombre en eltemplo y le dijo: “Mira, has sido sanado; no peques más,para que no te venga alguna cosa peor”.

El Señor continuó en Juan 5:17-47 con un discurso acercade Su divinidad. No lo analizaremos en detalle. Solamenteconsideraremos algunos puntos importantes, pues ya fueexplicado de forma más extensa en el libro: El Evangeliode Juan. Jesús incrementó el odio que los judíos le teníancuando declaró, en Juan 5:17: “Mi Padre hasta ahoratrabaja, y yo trabajo”. Al declarar esto, Jesús afirmabaser el Hijo de Dios, y, por lo tanto, igual a Dios. Vemos el


resultado de estas palabras en Juan 5:18: “Por esto losjudíos aun más procuraban matarle, porque no sóloquebrantaba el día de reposo, sino que también decía queDios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios”.

En Juan 5:19 el Señor declaró Su santa dependencia delPadre, al decir: “...No puede el Hijo hacer nada por símismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo queel Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”. Aquítambién encontramos una verdad muy importante paranuestra vida. Al esperar en el Padre, depender de Él, ybuscar dirección en Él, sabremos qué hacer en cadacircunstancia. Al ser guiados por el Espíritu, llegaremosa completar la obra que el Señor nos ha llamado a hacer.

El Señor destacó Su propia grandeza al decir que el Padrele había dado todo juicio a Él (5:22-23). Esto es para quetodos den honor al Hijo de Dios. EnJuan 5:30 el Señor nos revela cómopodemos ver claramente en elámbito del juicio: “...Y mi juicio esjusto, porque no busco mi voluntad,sino la voluntad del que me envió,la del Padre”. Cuando la voluntadde Dios es nuestro mayor anhelo,sabremos cómo manejar cadadisputa que se levanta en la Iglesia.

El Señor también habló de laresurrección, cuando todos seránseparados en dos grupos. Aquellosque han hecho lo bueno heredarán

Al esperaren el

Padre,dependerde Él, ybuscar

direcciónen Él,

sabremosqué haceren cada

circunstancia


vida eterna y aquellos que han hecho lo malo heredaráncondenación eterna (Jn. 5:29). Jesús señaló luego queJuan era una antorcha que ardía y alumbraba, dandotestimonio del Señor. Él también tenía el testimonio deSus milagros y de Su Padre en los cielos (Jn. 5:31-37).Jesús dijo a los judíos que ellos lo habían rechazado. Lesadvirtió que aceptarían a uno que vendría en su propionombre: el Anticristo (Jn. 5:43). Por lo tanto, el nombredel Anticristo será bien conocido por todos. En laconclusión de este discurso, el Señor declaró que el mismoMoisés, en quien ellos confiaban, sería quien los acusaría,porque él escribió acerca de Jesús, pero ellos rehusaron ira Jesús para ser salvos (Jn. 5:44-47).

La cronología de la vida de Cristo vuelve ahora a losEvangelios sinópticos. Hay un vacío de información dealrededor de un año, entre Juan 5 y Juan 6. El contexto deJuan 5 es la segunda Pascua, y Juan 6 inicia con la terceraPascua. Por lo tanto, debemos ver ahora los Evangeliossinópticos para saber qué ocurrió durante el segundo añodel ministerio de Cristo.

Un día de reposo en los sembradosMarcos 2:23-28; Mateo 12:1-8; Lucas 6:1-5

Después de la segunda Pascua, Jesús caminaba con Susdiscípulos en un campo sembrado, en el día de reposo(sábado). Sus discípulos comenzaron a cortar espigas ycomerlas. Los fariseos se enfurecieron por esto porque lohicieron en el día de reposo. En Palestina, los cerealesmaduran entre los meses de abril y junio. Esto nos diceque el evento ocurrió cuando Jesús salió de Jerusalén, en


Su ruta hacia Galilea, después de la Pascua, que es enabril. Jesús justificó las acciones de Sus discípulos concinco argumentos:

1. Apeló a un hecho histórico: la conducta de Davidcuando estaba hambriento y comió el Pan de laProposición en la casa de Dios (1 S. 21:1-6). Jesúsusó este incidente para ilustrar que la Ley ceremonialno se aplicaba de manera legalista, ni siquiera en elAntiguo Testamento.

2. Apeló a la Ley, pues los sacerdotes “profanaban” eldía de reposo al ofrecer dos corderos en el día dereposo (Nm. 28:9-10).

3. Él es mayor que Moisés y Él fue quien hizo el día dereposo.

4. El propósito de Dios no era la condenación, sino lamisericordia. Oseas 6:6 dice: Porque misericordiaquiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios másque holocaustos”.

5. El Hijo del Hombre es el Señor del día de reposo.El hombre no fue creado para el día de reposo, sinoel día de reposo para el hombre. El día de reposofue instituido para beneficio del hombre; el hombreno fue creado para servir al día de reposo.

Con esto, el Señor decía que es lícito hacer el bien enun día de reposo. Debemos guardar el “espíritu de laLey”. Al guardar la letra de la Ley, los fariseos legalistas


fueron culpables de quebrantar “el espíritu de la Ley”,al ser inmisericordes y crueles.

En realidad, los fariseos habían caído en el error deadorar más a la Ley que al dador de la Ley: el SeñorJesús. Aquel que dio el día de reposo es, obviamente,mucho mayor que el día de reposo. Muchos creyentesy denominaciones caen en este mismo error delegalismo. Por lo tanto, tomemos en serio estaexhortación.

La tercera controversia por un día de reposoMarcos 3:1-6; Mateo 12:9-14; Lucas 6:6-11

En la sinagoga, el Señor sanó a un hombre que tenía unamano seca. Debido a que esto sucedió en un día dereposo, nuevamente surgió una controversia en cuanto asi era legal o no, sanar en el día de reposo. El Señorrespondió señalando que los judíos eran hipócritas. Siuna de sus ovejas cayera en un pozo en el día de reposola sacarían de allí, sin embargo, no estaban dispuestos aayudar a los necesitados en el día de reposo. Acontinuación les preguntó: “¿Es lícito hacer bien o salvaruna vida en el día de reposo?” Jesús entonces declaróque un hombre era mucho más valioso que una oveja yque era lícito hacer el bien en un día de reposo.

Los fariseos y los herodianos se enfurecieron por lasacciones de Jesús y se reunieron para decidir cómopodían matarlo (Mr. 3:6; Lc. 6:11). Aquí vemos comolas tradiciones de los hombres y el hacer un ídolo de laLey pueden, ciertamente, apartarnos de un mover fresco


de Dios y hacer que rechacemos el mismo avivamientopor el cual hemos estado orando.

La razón oculta de la unión entre el partido que apoyaba aHerodes y los fariseos fue que ninguno de ellos queríaque Jesús perturbara el status quo, y de esta manera daroportunidad a los romanos para que destronaran a Herodes.Si esto sucedía, ellos perderían la posición y poder queles habían sido conferidos por Herodes.

La sanidad de lasmultitudes a orillas del Mar de Galilea

Marcos 3:7-12; Mateo 12:15-21

La fama de Jesús se había extendido grandemente.Personas provenientes de lugares tan lejanos como Idumeaal sur, Fenicia al norte y Perea al este, comenzaron a buscara Jesús. Sanaba a las multitudes a orillas del mar deGalilea. Mientras Jesús echaba fuera los espíritusinmundos, estos declaraban que Jesús era el Hijo de Dios,pero Él les mandaba que no lo descubriesen.

Como Mateo nos cuenta, todo esto fue el cumplimientode la profecía en Isaías 42:1-4: “He aquí mi siervo, yo lesostendré; mi escogido, en quien mi alma tienecontentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerájusticia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, nila hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada,ni apagará el pábilo que humeare; por medio de laverdad traerá justicia. No se cansará ni desmayará,hasta que establezca en la tierra justicia; y las costasesperarán su ley”.


La elección de los doce apóstolesMarcos 3:13-19; Lucas 6:12-16

Después de pasar toda la noche en comunión con elPadre, orando, Jesús eligió a los doce apóstoles. EnApocalipsis 21:14 se les llama los doce apóstoles delCordero. La lista de los nombres de los doce apóstolesestá en Mateo 10:2-4 y también en Hechos 1:13. Judasfue elegido para cumplir la Escritura que dice: “Sean susdías pocos; tome otro su oficio” (Sal. 109:8). JudasIscariote, que significa “de Queriot”, era de Judea. Enconsecuencia, por lo que sabemos, fue el único entre losdoce apóstoles originales que no era galileo.

Cristo convocó a los doce discípulos y los ordenó duranteSu segundo año de ministerio. Como líderes, nuncadebemos apurarnos a ordenar personas. Debemostomarnos nuestro tiempo y permitirles que se desarrolleny demuestren lo que son, pues es muy fácil instalar a laspersonas en un cargo, pero es muy difícil sacarlas. Cristodio a Sus discípulos el poder de sanar y de echar fueraespíritus inmundos. Luego, los envió a predicar a lasovejas perdidas de la casa de Israel.

El Sermón del monteMateo 5—7; Lucas 6:17-49

La mayoría de los teólogos creen que los relatos de Mateoy Lucas se refieren al mismo evento. El monte acerca delque se habla aquí está ubicado muy cerca de Capernaum,donde Jesús pasó la noche en oración. Descendiendo unpoco de la cima del monte, se sentó con tres grupos


diferentes de personas: los doce apóstoles, una granmultitud de Sus discípulos y una multitud de personas.Debemos señalar que, en aquellos días, los maestrosnormalmente caminaban mientras enseñaban suslecciones; pero cuando tenían algo muy importante quedecir se sentaban. Por lo tanto, la enseñanza que veremosa continuación es de suprema importancia.

Las bienaventuranzas

El Antiguo Testamento contiene los Diez Mandamientos quegobernaban la conducta de los hijos de Israel. Como santosdel Nuevo Testamento, tenemos las doce bienaventuranzaspara guiarnos a través de nuestro peregrinaje terrenal. Asícomo la Ley les fue dada sobre el monte Sinaí, lasbienaventuranzas (las leyes para el hombre interior) tambiénfueron dadas sobre un monte. Las enseñanzas del Sermóndel Monte fueron el mensaje medular del Señor Jesús paralos creyentes. Éstas son la esencia de lo que significa ser uncristiano y un seguidor de Cristo. La totalidad del NuevoTestamento puede resumirse en el Sermón del Monte.

Todas las bienaventuranzas están precedidas por la palabra“bienaventurados”. Aunque en algunas oportunidades estapalabra se traduce como “feliz, bienaventurado oafortunado”, su significado, en el original, es el gozo y lapaz que sólo Dios puede dar. La palabra “bienaventurados”implica participar del gozo, la paz, la serenidad y del estadode completa felicidad que se disfruta en el cielo.

La felicidad depende, por así decirlo, de las circunstancias;mientras que el gozo de Dios y el estado de ser


bienaventurado no dependen de las circunstancias,situaciones o personas, pues Él es nuestra fuente de gozo(Sal. 16:11). Por esto, al procurar vivir por estasbienaventuranzas y permitir que se manifiestenprácticamente en nosotros, experimentaremos el gozo delcielo aquí en la tierra.

Ahora comentaremos brevemente las bienaventuranzas,que fueron ordenadas en secuencia por el Señor.

1.“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque deellos es el reino de los cielos” (Mt. 5:3). Ser “pobre enespíritu” significa que reconocemos nuestra propiaindignidad e incapacidad. Es el primer prerrequisito pararecibir algo de Dios. Esta bienaventuranza está bienilustrada por el testimonio del Señor Jesús, en Juan 5:19,con respecto a Su propia dependencia del Padre: “Nopuede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que vehacer al Padre” . Ser pobre en espíritu significa quereconocemos nuestra dependencia del Señor.

En realidad, es la actitud de un mendigo: “Nada soy,nada tengo, y nada puedo hacer. Señor, por favorayúdame”. Esta hermosa actitud es la que mostró la mujersirofenicia cuando dijo: “Sí, Señor; pero aun losperrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas delos hijos” (Mr. 7:28). En otras palabras, ella estabarogando al Señor que la ayudara. No exigía la mejorparte; estaba contenta con recibir las migajas que habíancaído al suelo. Un verdadero mendigo es alguienagradecido por cada pequeño bocado que recibe.


Esta cualidad de ser “pobre en espíritu” y de serdependiente del Señor se desarrolla a través de pruebasdifíciles. Para aprender a depender del Señor, necesitamosser llevados más allá de los límites de nuestras propiascapacidades, fortaleza y sabiduría. Son los pobres enespíritu los que recibirán el reino de los cielos.

2.“Bienaventurados los que lloran, porque ellosr ecibirán consolación” (Mt. 5:4). La segundabienaventuranza tiene que ver con los enlutados piadosos.Necesitamos hacer duelo santo por nuestros pecados ypor el estado de los perdidos, así como por los creyentesapartados y por la situación de la Iglesia en general.

En la Biblia vemos, básicamente, dos tipos de duelo oluto (hay más, pero éstos son los dos principales).

1. El duelo por las propias faltas o caminospecaminosos.

2. El duelo por el estado de un ser amado, de la Iglesiao de una nación.

* El duelo por las propias faltas o caminos pecaminosos.El primer aspecto de estar enlutados es cuando estamosdestituidos de la gloria de Dios, algo que nos ha sucedidoa todos. Cuando somos débiles en cierta área y cedemos ala tentación, parte del proceso de arrepentimiento yrestauración incluye hacer duelo.

En 2 Corintios 7:9-11, 13, Pablo habla acerca de uncreyente de Corinto que había caído en pecado y que luegofue restaurado: “Ahora me gozo, no porque hayáis sido


contristados, sino porque fuisteis contristados paraarrepentimiento; porque habéis sido contristados segúnDios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestraparte. Porque la tristeza que es según Dios producearrepentimiento para salvación, de que no hay quearrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sidocontristados según Dios, ¡qué solicitud produjo envosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, quéardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo oshabéis mostrado limpios en el asunto. Por esto hemossido consolados en vuestra consolación; pero mucho másnos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido confortadosu espíritu por todos vosotros”.

Pablo tuvo que enviar una reprimenda para este hombre.El resultado de tratar de frente con el pecado fue que estehombre se arrepintió. Hizo duelo con gran tristeza porcausa de su pecado. El resultado final fue arrepentimiento,restauración y consuelo. Recordemos que Jesús dijo:“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibiránconsolación”.

* El duelo por el estado de un ser amado, de la iglesia ode una nación. El segundo aspecto del duelo es el dolorque siente el pueblo de Dios cuando una persona, unanación o la Iglesia se han descarriado. En los días delprofeta Ezequiel, el ángel del Señor fue enviado a recorrerJerusalén y poner una marca en la frente de aquellos santospiadosos que estaban de duelo y clamaban debido a lamaldad de la ciudad: “Y le dijo Jehová: Pasa por en mediode la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una


señal en la frente a los hombres que gimen y que clamana causa de todas las abominaciones que se hacen en mediode ella” (Ez. 9:4).

El Señor prometió que libraría a estos “enlutados piadosos”cuando los babilonios destruyeran Jerusalén. Necesitamosque en la Iglesia de hoy se levanten personas que haganduelo por la maldad, no solamente de las naciones, sinotambién de la Iglesia. La promesa para aquellos que hacenduelo piadoso, ya sea por causa de sus propios pecados opor la condición descarriada de otros, es que seránconsolados. Leemos en Isaías 61:2-3: “A proclamar el añode la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza delDios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenarque a los afligidos de Sion se les de gloria en lugar deceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría enlugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles dejusticia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Dios es elDios de toda consolación (2 Co. 1:3), y Él quiereconfortarnos y consolarnos.

3. “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibiránla tierra por heredad” (Mt. 5:5). Para poder progresaren nuestra vida cristiana es necesaria la mansedumbre.Los no cristianos consideran a la mansedumbre comodebilidad y falta de fortaleza de carácter; en el lenguajemoderno lo llamaríamos ser un “pelele”; alguien de quienuno puede aprovecharse fácilmente o a quien puedederrotar. Sin embargo, a los ojos de Dios, la mansedumbrees un rasgo precioso del carácter. Pedro dice que “unespíritu afable y apacible... es de grande estima delantede Dios” (1 P. 3:4). La mansedumbre no es debilidad,


sino fuerza bajo control. Es la fortaleza de carácter la quenos capacita para no vengarnos ni defendernos.

La mansedumbre encuentra su mejor ejemplo en laspalabras de Pablo en Romanos 8:28: “Y sabemos que alos que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.Los mansos aceptan con una actitud de regocijo todas lascircunstancias que vienen del Señor y que se les presentanen el camino, dándose cuenta que Dios usa cada situaciónpara purificarnos y perfeccionarnos.

La palabra griega traducida como “manso” es “praus”, lacual habla de ser apacible y dócil. Un ejemplo de esto puedeser un perro adulto que ha sido entrenado para respondera cada orden de su amo. Esta cualidad se ilustra enProverbios 21:1, donde dice: “Como los repartimientos delas aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová;a todo lo que quiere lo inclina”. Ser manso es la cualidad deser moldeable y fácilmente controlado por el Señor.

La virtud de la mansedumbre es tan escasa que, enrealidad, en la Palabra de Dios, solamente dos hombresson llamados mansos: Jesús y Moisés. Jesús dijo enMateo 11:29: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprendedde mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréisdescanso para vuestras almas”. Y leemos en Números 12:3:“Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todoslos hombres que había sobre la tierra”.

La recompensa de los mansos es que ellos recibirán latierra por heredad. Esto se repite en Salmos 37:11: “Pero


los mansos heredarán la tierra, y se recrearán conabundancia de paz”. Por lo tanto, para obtener nuestraherencia, debemos clamar al Señor pidiéndole que obreesta hermosa cualidad en nuestra vida.

4. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed dejusticia, porque ellos serán saciados” (Mt.5:6). Los queserán saciados son aquellos que tienen hambre y sed dejusticia. Hay dos clases de justicia: imputada e impartida.Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, somosconsiderados justos a Sus ojos (Ro. 3:22). En otraspalabras, Su justicia nos es imputada.

Sin embargo, hay un grado más alto de justicia al que elSeñor nos quiere llevar: la justicia impartida. Significaque Su justicia, concretamente, se manifiesta en formapráctica en nuestra vida, de tal modo que somos justoscomo Él lo es (comparar 1 Jn. 3:7; Mt. 5:20).

Recibimos el regalo de Su justicia (Sal. 24:5). Seremossaciados con aquello que deseamos y anhelamos. Y sinosotros tenemos hambre y sed de justicia, y permitimosal Señor que nos transforme a Su imagen, para que seamosjustos y rectos como Él, al final de nuestra vida recibiremosla corona de justicia (2 Ti. 4:8).

5. “Bienaventurados los misericordiosos, porqueellos alcanzarán misericordia” (Mt. 5:7). Para queno nos hagamos duros, críticos y llenos de justiciapropia, la misericordia de Dios debe manifestarse demanera práctica en nuestros corazones. Necesitamosdarnos cuenta que es solamente por la misericordia de


Dios que somos salvos, y, por lo tanto, debemos ver alos demás a través de los ojos de la misericordia.

Si somos misericordiosos con otros, Dios serámisericordioso con nosotros. Son los misericordiosos losque recibirán misericordia. En Éxodo 34:6, el Señor dijoa Moisés, mientras pasaba ante él: “¡Jehová! ¡Jehová!fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, ygrande en misericordia y verdad”. David escribió enSalmos 18:25: “Con el misericordioso te mostrarásmisericordioso, y recto para con el hombre íntegro”.

Misericordia es la traducción para la palabra hebrea hèsed.Es una palabra muy difícil de traducir al español, pues tienediversos significados y connotaciones. Describe el fluirabundante del amor, la compasión, la benignidad y la simpatíapor alguien que está en necesidad. La misericordia siemprese expresa a través de acciones y siempre está asociada conlas buenas obras. En Santiago 3:17, el apóstol habla de“misericordia y buenos frutos” (obras). La misericordia nosólo nos hace sentir compasión por una persona, sino quehace que ayudemos a la persona necesitada.

Si usted va por un camino, como en el caso del buensamaritano, y ve a alguien que ha caído en un hoyo, podríadecir: “Pobre hombre. En verdad siento pena por él”, ycontinuar su camino sin ayudarlo. Que quede muy claroque esto no es misericordia. La misericordia nos haceextender la mano y sacar a la persona del pozo.

6. “Bienaventurados los de limpio corazón, porqueellos verán a Dios” (Mt. 5:8). “Limpio” es un término


ceremonial. Habla de un corazón que ha sido puestosobre el altar, para ser inspeccionado por Dios. EnSalmos 139:23-24 se habla acerca de este proceso de serlimpiado: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mícamino de perversidad, y guíame en el camino eterno”.Debemos abrir nuestro corazón ante el Señor y permitirleque nos inspeccione para ver si hay alguna impureza ennuestra vida. Si la hay, debemos permitirle que nospurifique. Oremos, pidiendo a Dios que nos limpie de todacrítica, enojo, celos y odio, para que podamos estarplantados y cimentados en el amor de Dios.

El corazón humano tiene cuatro válvulas: tricúspide,pulmonar, mitral y aórtica. Estas cuatro válvulas puedenrepresentar los cuatro grupos de personas que nosinspeccionan: el mundo, Satanás, la Iglesia y Cristo. Elmismo Señor Jesús, como el Cordero pascual, fueinspeccionado por cuatro personas: Anás, Caifás, Pilato yHerodes. Después de Su inspección, Jesús fue declaradolimpio y puro. Oremos para seamos hallados puros cuandotambién seamos inspeccionados.

Jeremías, alguien que realmente comprendía el corazóndel hombre, dijo en Jeremías 17:9: “Engañoso es elcorazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién loconocerá?” Es de la abundancia de nuestro corazón dedonde procede todo pecado (Mt. 15:19). El único remediopara un corazón que está inclinado a hacer el mal es orarcontinuamente al Señor, como lo hizo el Rey David enSalmos 51:10: “Cr ea en mí, oh Dios, un corazón limpio,y renueva un espíritu recto dentro de mí”. David escribió


esto después de haber pecado con Betsabé. Clamemospor pureza de corazón antes de caer en pecado, para queseamos preservados de caer.

7. “Bienaventurados los pacificadores, porque ellosserán llamados hijos de Dios” (Mt. 5:9). La séptimabienaventuranza, que pronuncia una bendición sobre lospacificadores, se origina en la sexta. Debemos procurarllevar la reconciliación al Cuerpo de Cristo y hacer la pazen toda ocasión que sea posible.

El Señor mismo es el pacificador supremo. Leemos enEfesios 2:14: “Porque él es nuestra paz, que de ambospueblos hizo uno, derribando la pared intermedia deseparación”. Por causa de nuestros pecados había unapared de separación entre nosotros y Dios, y el Señor laderribó mediante Su muerte en la cruz. Debemos procurarser pacificadores y derribar las paredes de separación ydivisión entre amigos, esposos y esposas, hijos y padres,e iglesias entre sí.

8. “Bienaventurados los que padecen persecución porcausa de la justicia, porque de ellos es el reino de loscielos” (Mt. 5:10). Debemos soportar el maltrato de otrossin responder ni reaccionar de una manera desagradable aDios. Así como Cristo fue como un cordero que guardasilencio ante sus esquiladores, también nosotros debemossoportar la persecución con una actitud correcta. Seremosperseguidos por ser seguidores de Cristo.

Jesús dijo en Juan 15:18-19: “Si el mundo os aborrece,sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si


fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porqueno sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por esoel mundo os aborrece”. Si el mundo nos ama, entoncesnecesitamos detenernos y preguntarnos si estamosviviendo una vida piadosa. El Señor nos dice que si somospiadosos, seremos odiados por el mundo.

Pablo dijo en 2 Timoteo 3:12: “Y también todos los quequieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padeceránpersecución”. Si procuramos vivir una vida piadosa,podemos tener la certeza de que seremos perseguidos.Cierto joven cristiano le dijo a un muy amado y ancianopastor: “Yo no creo en Satanás. El diablo nunca me hamolestado”. Este pastor lo miró fijamente a los ojos y ledijo: “Entonces, supongo que tampoco has tratado de sersanto. Por supuesto que Satanás no te va a molestar, y, escierto que no te has dado cuenta de su presencia, puesvives igual que él. No te molestará. Tú no le eres amenazaalguna”. El enemigo busca perseguir a aquellos que élsabe son una gran amenaza para el reino de las tinieblas.Por lo tanto, al procurar avanzar en el Señor, tengamospresente que la persecución vendrá.

9. “Bienaventurados sois cuando por mi causa osvituperen y os persigan, y digan toda clase de malcontra vosotros, mintiendo” (Mt. 5:11). El Señor ahorarecalca esta verdad. Seremos criticados y vituperadosporque somos portadores del hermoso nombre deJesucristo. El Señor dijo en Juan 16:2-3: “Os expulsaránde las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquieraque os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y haránesto porque no conocen al Padre ni a mí”.


10. “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón esgrande en los cielos; porque así persiguieron a losprofetas que fueron antes de vosotros” (Mt. 5:12).Nuestra actitud al ser perseguidos es muy importante. Senos dice que nos gocemos cuando somos perseguidos. Unespíritu gozoso es como la libación de vino que era ofrecidapara completar las ofrendas del Antiguo Testamento: unespíritu gozoso completa nuestra ofrenda de amor al Señor.Que podamos en todo momento tener ese espíritu gozoso yvictorioso que fue característico de la actitud de Jesús, aúnen la última noche cuando, en el Aposento Alto, habló a losdiscípulos acerca de Su gozo, sabiendo que sería crucificadopoco tiempo después. Gocémonos en hacer la voluntad delSeñor y soportemos con gozo la persecución.

El resto de las enseñanzas del Sermón del Monte, enMateo 5, pueden clasificarse bajo los siguientes títulos,los que explican la esencia de estas enseñanzas.

1. La justicia de Cristo es superior al legalismode los fariseos (Mt. 5:13-20).

2. El enojo es comparado con el asesinato.Siempre se debe buscar la reconciliación entrehermanos en el Señor (Mt. 5:21-26).

3. La lujuria es comparada con el adulterio(Mt. 5:27-30).

4. El divorcio y el volverse a casar estáncondenados (Mt. 5:31-32)

5. El hablar de las personas debe ser “sí” y “no”(Mt. 5:33-37).

6. No debe existir la venganza. No debemostener la actitud de “ojo por ojo”, sino, al


contrario, someternos a aquellos que noshacen mal (Mt. 5:38-42).

7. El amor es perfecto. No solamente debemosamar a nuestro prójimo, sino también anuestros enemigos (Mt. 5:43-48). Al haceresto, seremos hechos perfectos como nuestroPadre Celestial.

La hipocresía de los fariseosMateo 6:1-18

En Mateo 6:1-18 el Señor expone la hipocresía de losfariseos en las siguientes áreas:

1. Dar limosna: La acción de dar debe ser tanprivada como sea posible. Aquellos que danpara obtener la alabanza de los hombresrecibirán lo que desean, pero no tendránrecompensa en el cielo.

2. La oración: Debido a que a los fariseos amabanser vistos por los hombres cuando oraban, surecompensa no era de Dios sino, en cambio,era la alabanza de los hombres. El propósitoreal de la oración es tener comunión en secretocon nuestro Padre celestial. No debemos utilizarvanas repeticiones, como las oraciones de losbudistas, sino orar en el estilo del Padrenuestro.

3. El ayuno: El motivo para ayunar nunca debeser el aparentar ser justos o espirituales a losojos de otros.


Una devoción sincera a DiosMateo 6:19-24

En Mateo 6:19-24 el Señor habla de una devoción sinceray total para con Dios. Dondequiera que esté nuestro tesoro,allí también estará nuestro corazón (Mt. 6:21). Por estarazón, no debemos poner nuestros ojos en las bendicionesmateriales y tesoros terrenales, sino buscar los tesorosmejores y más duraderos en el cielo. En realidad, nopodemos servir a dos amos. Un hombre no puede trabajarpara dos jefes, porque tarde o temprano habrá un conflictode intereses. Es lo mismo al ser cristianos. Debemos estarcompletamente entregados al Señor Jesucristo. Nopodemos servirlo a Él y también a alguien o algo más,especialmente a Mamón (el dinero) [Ver Mt. 6:24, RVR1909. El mismo término griego se traduce como“riquezas” en Lucas 16:9, 11, 13].

Buscad primeramente el reino de DiosMateo 6:25-34

El Señor enseñó extensamente acerca de la necesidad deconfiar en Dios para nuestra provisión diaria. Nuestramente no debe estar preocupada con las cosas materialesde esta vida. Luego, da ejemplos para ilustrar cómo nuestroPadre Celestial cuida de nosotros. El Padre cuida de lasaves del cielo como así también a los lirios que estánvestidos más gloriosamente aún que Salomón. Los gentilesbuscan las cosas materiales de la vida, pero nuestro PadreCelestial conoce nuestras necesidades. Por lo tanto, Jesúsnos advierte que busquemos primeramente las cosas delreino de los cielos y la justicia de Él. Si hacemos esto,


todo lo demás nos será dado por añadidura (Mt. 6:19-34).Es una experiencia maravillosa la de poder entrar en elreposo con respecto a nuestras necesidades terrenales.Cuando somos nuevos en la fe, tendemos a preocuparnosdemasiado, pero a medida que maduramos, la provisióndel cielo se convierte en una forma de vida.

Una advertencia en contra de la críticaMateo 7:1-6; Lucas 6:37-42

Aquí, el Señor hace una severa advertencia acerca decriticar a otros. Presenta una pequeña ilustración con lapaja y la viga, para destacar el terrible peligro de juzgary criticar a otros. Pablo reitera esta advertencia enRomanos 2:1: “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre,quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgasa otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgashaces lo mismo”. Es un fenómeno extraño que, aquellosque critican a otros, generalmente son culpables delmismo pecado.

En una ocasión, tuve una visión de un policía muy cruel ypoco misericordioso. Criticaba y aun se burlaba deaquellos que eran cristianos. Sin embargo, al final de estavisión, el hombre cayó en el “pozo sin fin”. Y a medidaque caía al infierno, en sus oídos resonaba el clamor:“misericordia, misericordia, misericordia”. Por no habermostrado misericordia a otros y por haberlos criticado,ahora él era castigado sin misericordia.

La crítica, uno de los crímenes más infames, escastigada severamente por Dios. Todos somos lo que


somos, solo por la gracia de Dios. Es por esta razónque está escrito: “Pero cuando el arcángel Miguelcontendía con el diablo, disputando con él por el cuerpode Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldicióncontra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Jud. 9).Ni el arcángel criticó a Satanás. Amados, tengamosmisericordia unos con otros, comprendiendo quepermanecemos solamente por la gracia de Dios. Másadelante veremos cómo Pedro cayó por causa de sucrítica hacia los otros apóstoles, inmediatamente antesde la crucifixión.

La oraciónMateo 7:7-11

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y seos abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el quebusca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombrehay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará unapiedra? ¿O si le pide un pescado, le dará unaserpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis darbuenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestroPadre que está en los cielos dará buenas cosas a losque le pidan? (Mt. 7:7-11).

Todos somos lo quesomos, solo por la

gracia de Dios


El tema de pedir fluye por toda la Palabra de Dios. Se nosanima a pedirle al Señor por nuestras necesidades. Dehecho, se nos advierte que pidamos al Señor sabiduría ydones espirituales. También, se nos dice que pidamos porla salvación de otros y por la liberación de aquellos que,por causa del pecado, están atrapados por Satanás, paraque Dios pueda salvarlos del fuego eterno.

En Lucas 11 vemos que el Señor nos anima a pedir pararecibir el bendito Espíritu Santo. El énfasis de Jesús aquíes con respecto a la perseverancia y persistencia en laoración. Cuando oramos, no solamente debemos orar unavez y luego esperar que venga la respuesta; debemoscontinuar orando hasta que Dios responda nuestra oración.Cuando Daniel buscó al Señor en cuanto a una situaciónespecífica, él continuó orando por veintiún días. En el díavigésimo primero, su respuesta llegó.

El Señor le habló a través de un ángel y le dijo que susoraciones habían sido oídas desde el primer día, pero queun espíritu maligno había estado impidiendo el paso de larespuesta a su oración. Daniel tuvo que perseverar enoración por veintiún días hasta que Dios se manifestara(Dn. 10:12-13). No debemos orar solamente una vez, y dejarde orar y esperar que venga nuestra respuesta. ¡Debemosperseverar hasta ver la respuesta a nuestra oración!

La regla de oroMateo 7:12; Lucas 6:31

“Así que, todas las cosas que queráis que los hombreshagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos;


porque esto es la ley y los profetas” (Mt. 7:12). Esto seenfatiza de nuevo en Lucas 6:31: “Y como queréis quehagan los hombres con vosotros, así también hacedvosotros con ellos”. Esta fuerte declaración amerita muchameditación, de manera que llegue a ser una forma de vidapara nosotros. Esto es lo que conocemos como “la r eglade oro”. Es el resumen de toda la Biblia: ama a tu prójimoy sé bondadoso con él.

El principio básico de la regla de oro es que cosecharemoslo que hemos sembrado: la forma en que tratamos a otroses la forma en que seremos tratados. Si tratamos concrueldad a otros, así es como seremos tratados. Permítamehacerle una pregunta: ¿Cómo quiere que lo traten? Esa esla forma en que debe tratar a los demás. Por lo tanto,procuremos hacer bien a todos los hombres, nodevolviendo mal por mal, sino bendiciendo a cambio, yDios será bueno y misericordioso con nosotros.

Exhortación a vivir prudentementeMateo 7:13-29

En este pasaje final del Sermón del Monte, nuestro benditoSeñor trata con tres temas:

1. “Entrad por la puerta estrecha” (Mt. 7:13-14). Vivirestrechamente o con prudencia nos capacitará para andarpor el camino de justicia, el que nos guía a la puertaestrecha. La única forma de entrar al reino de los cielos esa través de la puerta estrecha. El estilo del mundo secompara con el camino ancho, donde no hay restricciónalguna y todo vale; pero este rumbo lleva al infierno.


2. “Por sus frutos los conoceréis” (Mt. 7:15-23). Losárboles se conocen por sus frutos. Uno puede distinguir alos árboles por sus frutos. Un manzano produce manzanas.Es lo mismo en lo espiritual. Si una persona caminarectamente este hecho será obvio, por los frutos piadosos.Pero si una persona camina en pecado y de maneracontraria a la Palabra de Dios, finalmente sus malos frutosse harán visibles a los demás.

En los versículos 21-23 el Señor resalta la importancia deuna vida piadosa. Si no caminamos rectamente y notenemos una relación personal con el Señor Jesucristo, elhecho de realizar milagros y hacer buenas obras, talescomo profetizar y echar fuera demonios, no nos haráaceptables a los ojos de Dios. Son aquellos que producenfruto del Espíritu en su vida los que heredarán vida eterna.

Este pasaje ha dejado perplejas a muchas personas a travésde los años; por lo tanto, creo que tal vez sería bueno daruna explicación. He conocido a muchos predicadores ypersonas que profesan ser cristianos, que exteriormentehan vivido una vida cristiana, pero internamente estabanllenos de crítica, amargura, celos y quizás hastainmoralidad. He conocido a muchas personas talentosasque han ministrado para el Señor, realizado milagros yhecho muchas cosas maravillosas para Él, pero sedescarriaron en su corazón, y nunca se arrepintieron. ElSeñor les dice que nunca los conoció. ¡Somos juzgadospor nuestros frutos, no por nuestros dones!

Hace algunos años, mi esposa y yo estábamos en unaconvención cristiana muy grande. El predicador estaba


torciendo la Biblia para condonar el pecado y el estilode vida carnal. Mi esposa y yo nos sentimos muy malpor lo que este ministro decía. Cuando regresamos anuestra habitación, el Señor estaba allí. Su cabeza estabainclinada y la movía hacia atrás y hacia adelante. Nonos dijo nada, pero no tuvo que hacerlo, pues el EspírituSanto dijo a mi corazón, con voz de trueno, las palabrasde Mateo 7:21-23: “Muchos me dirán en aquel día: Señor,Señor, ¿no profetizamos en tu nombre...”.

Un amigo muy querido tuvo una visión, cuando eramisionero en las Filipinas, con respecto a los principaleslíderes pentecostales de cierta denominación. Se horrorizóde lo que el Señor le mostró. Estos líderes estabandesechando todas las Leyes de Dios y permitiendo unaforma de vida muy liberal. Luego vio una grancongregación, en la que algunas personas decían:“Seguramente, lo que nuestros líderes dicen no escorrecto”. Sin embargo, otros decían: “Bueno, despuésde todo, ellos son nuestros pastores; debemos seguirlos”.

Había un gran número de cristianos que seguían a estoslíderes. Finalmente, vio que el camino de ellos descendíadirectamente hacia un gran abismo. El Señor dijo:“Advierte a mi pueblo”. En los últimos días habrá muchosque buscarán guiar al pueblo de Dios en la direcciónequivocada. ¡Que nosotros seamos de aquellos que sonaprobados por el Señor!

3. La casa edificada sobre la roca (Mt. 7:24-29). El Señornos da una breve ilustración sobre dos tipos de cimientospara una casa. Un hombre edificó su casa sobre la roca,


mientras que otro hombre lo hizo sobre la arena. Estorepresenta dos tipos de personas. Aquellos que escuchanlas enseñanzas del Señor y las obedecen, son sabios alos ojos de Dios. Sus vidas están edificadas sobre la rocasólida y el fundamento de la obediencia. Cuando vienenlas tormentas de la vida no son conmovidas, porquetienen sus raíces en el Señor. En contraste, aquellos queescuchan las enseñanzas del Señor y no las cumplen,son necios. Edifican sus vidas (casas) sobre la arena (unfundamento muy débil e inestable), y cuando vengan lastormentas de la vida serán destruidas. ¡Sin obediencia,no podemos sostenernos!

Aquí podría ser apropiada una pequeña ilustración.Cierto pastor, que procuraba guiar a su pequeño rebañopor el camino correcto de la verdadera santidad, estabaperplejo al ver las grandes cantidades de personas queotro pastor (quien había comprometido la verdad de laPalabra de Dios) atraía. El Señor dijo a este piadosopastor que entrara en el sótano de esta otra gran iglesia.Allí observó que las paredes y los cimientos del edificiofísico estaban resquebrajándose. El Señor dijo a estepastor que éste era el estado espiritual de las personasy de toda la congregación. No estaban edificados sobrela roca sólida, Jesucristo, y cuando vinieran lastormentas y las pruebas de la vida a la iglesia (puestoda iglesia será probada por Dios), entonces sederrumbarían. Todo lo que el otro pastor estabaproduciendo era madera, heno y hojarasca: fruto queno permanecería ni duraría. Procuremos ser siempreobedientes al Señor, pues al hacer esto, estaremosfundados sobre la Roca.


El resultado de las enseñanzas de Jesús, llamadas elSermón del Monte, puede verse en Mateo 7:28-29: “Ycuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admirabade su doctrina; porque les enseñaba como quien tieneautoridad, y no como los escribas”. Las personas seasombraron y maravillaron ante las enseñanzas del Señor,pues enseñaba con autoridad. Sus enseñanzas tenían unanotable diferencia con las enseñanzas de los escribas yfariseos. ¿Cómo enseñaban los escribas y fariseos? Sussermones eran, básicamente, una compilación de citas deotros maestros.

Quiero resaltar aquí un punto muy importante. Comoministros, predicadores y maestros de EscuelaDominical, necesitamos recibir del Señor nuestrosmensajes. Hay muchas fuentes, tales como comentarios,diccionarios y libros de estudio, que nos pueden ayudara clarificar, sustentar e ilustrar nuestro mensaje; pero nodebemos obtener nuestros mensajes de estas fuentes.Debemos ser los “oráculos de Dios” (1 P. 4:11). Debemosoír de Dios aquello que está en Su corazón y hablar Suspalabras. Sólo entonces podremos utilizar la riqueza delconocimiento que otros han registrado, para ayudarnosa ilustrar nuestros mensajes.

La sanidad del siervodel centurión en Capernaum

Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10

“Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión,rogándole” (Mt. 8:5). Jesús había abandonado lasmontañas, cerca de Capernaum, donde había presentado


Su más famoso sermón, y ahora estaba de regreso en laciudad misma. Allí, un centurión (un soldado romanoresponsable de cien hombres, y posiblementecomparable a un capitán de un ejército occidental) sele acercó para rogarle por su siervo, que estaba muyenfermo, al borde de la muerte.

Al oír esto, el Señor le ofreció ir a su casa. Sin embargo,este centurión lo detuvo, diciéndole que no era digno deque el Maestro entrara en ella. Pidió a Jesús quesimplemente hablara la palabra, para que su siervo fuerasanado. Estaba seguro de que la enfermedad obedecería alas palabras de Jesús. El Señor se sorprendió por la fe deeste hombre. Dijo en Mateo 8:10: “Ni aun en Israel hehallado tanta fe”. Luego se volvió al centurión y dijo:“Ve, y como creíste, te sea hecho”; y su sirviente fuesanado en esa misma hora.Debemos recordar siempre quesin fe no podemos agradar a Dios: “Pero sin fe esimposible agradar a Dios; porque es necesario que elque se acerca a Dios crea que le hay, y que esgalardonador de los que le buscan” (He. 11:6).

El hijo de la viuda es revividoLucas 7:11-17

El día después de este milagro, el Señor llegó a una ciudadllamada Naín, que significa “placentero”. Estaba situadaen la ladera de una colina, que tenía vista hacia la llanurade Esdraelón, en el suroeste de Galilea. Cuando Jesús seacercaba a la puerta de la ciudad, el hijo único de unaviuda era llevado para ser sepultado. Sintiendo compasiónpor la viuda, el Señor habló al joven diciéndole:


“levántate”. El joven se levantó de la muerte, se sentó ycomenzó a hablar. Este milagro hizo que gran temorviniera sobre el pueblo, y glorificaron a Dios, diciendoque un gran profeta había sido levantado entre ellos. Lafama del Señor se extendió por toda la región de Judea.

No debemos subestimar el poder que tienen los milagrospara abrir el corazón de las personas al Evangelio. Lasnoticias de este milagro en la región de Galilea seesparcieron por toda la región de Judea, y muchas personassiguieron a Jesús por esta razón. La Iglesia de los primerostiempos usó “notables milagros” para evangelizar a todoel mundo en aquella época. Necesitamos creerle a Dios,para que Su poder sea restaurado a Su Iglesia.¡Necesitamos Su poder hoy más que en cualquier otromomento de la historia!

La pregunta de Juan el Bautista y larespuesta llena de gracia de Jesús

Mateo 11:2-19; Lucas 7:18-35

En esta época, Juan el Bautista fue encarcelado por ordende Herodes Antipas, el tetrarca, debido a que Juan lo habíareprendido por casarse con Herodías, la esposa de suhermano Felipe. Debido a que Jesús había levantado al hijode la viuda, la fama del Señor llegó a oídos de Juan, quienestaba en la prisión de la fortaleza de Maqueronte, al estedel mar Muerto. Juan envió mensajeros para preguntar sirealmente Jesús era el Mesías, o si debían buscar a otro.

Es un comentario muy triste acerca de la raza humanaque muy a menudo fallamos cuando somos probados en


nuestros puntos más fuertes. Aquí tenemos a Juan elBautista quien fue reconocido como el precursor de Cristo:la “voz del que clama en el desierto: Preparad el caminodel Señor”. Juan es aquel que dijo en el río Jordán: “Maspara que fuese manifestado a Israel, por esto vine yobautizando con agua” (Jn. 1:31).

Sin embargo, aquí Juan le preguntaba a Jesús, a quien habíaidentificado públicamente como el Hijo de Dios, sirealmente era el Mesías. Aun los más grandes profetaspueden desanimarse y dudar de Su mensaje. El profeta Elíasquiso morir, porque estaba muy desanimado (1 R. 19:4).Moisés, el hombre más manso de la tierra, fue probadoen su mayor virtud, la mansedumbre; y falló precisamenteen este aspecto cuando los hijos de Israel provocaron suespíritu. Qué importante es caminar humildemente delantede Dios todos los días de nuestra vida y siempre dependerde Él para obtener la victoria.

Jesús contestó a los mensajeros de Juan con una respuestallena de gracia: “Id, y haced saber a Juan las cosas queoís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprososson limpiados, los sordos oyen, los muertos sonresucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”(Mt. 11:4-5). Cuando los mensajeros se fueron, Jesús tuvopalabras magníficas de reconocimiento para Juan, alseñalar que de aquellos nacidos de mujer no se habíalevantado otro mayor que Juan el Bautista (Mt. 11:7-15).Jesús hasta comparó a Juan con Elías, no obstante no loidentificó como ese profeta, ya que Elías tiene que venirnuevamente antes de la Segunda Venida del Señor, comouno de los dos testigos mencionados en Apocalipsis 11.


Luego, al comentar sobre la generación de Su tiempo, elSeñor Jesús dijo: “Semejantes son a los muchachossentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen:Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y nollorasteis. Porque vino Juan el Bautista, que ni comíapan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene. Vino el Hijodel Hombre, que come y bebe, y decís: Éste es un hombrecomilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y depecadores. Mas la sabiduría es justificada por todos sushijos” (Lc. 7:32-35). Tanto Juan como Jesús fueronrechazados por esa generación. Amados, si los ministeriosde estos dos hombres fueron rechazados, no nosmaravillemos si también nosotros somos rechazados ennuestros días.

Jesús pronuncia juiciosobre las ciudades de Su tiempo

Mateo 11:20-24

Jesús había realizado grandes obras en las ciudades deCorazín, Betsaida y Capernaum. Corazín estaba situada aunos tres kilómetros y medio al norte de Capernaum, y enesos tiempos, era una zona conocida por el cultivo de trigo.Betsaida, que significa “casa de peces”, se encontraba alnoreste del mar de Galilea y era el hogar de Andrés, Pedroy Felipe. Capernaum estaba situada sobre la costa noroestedel mar de Galilea.

Estas tres ciudades estaban muy cercanas entre sí, en laparte norte del mar de Galilea, distantes solamente unospocos kilómetros una de otra. Estos lugaresexperimentaron un gran avivamiento y poderosos


milagros durante del ministerio de nada menos que elHijo de Dios en persona. Y a pesar de esto, en su mayoría,la gente de esa región no mostró señal alguna dearrepentimiento ni de cambio.

Muchas personas se agolpaban alrededor de Jesús paraver Sus milagros, pero muy pocas de ellas fueron capacesde captar la visión y servir al Señor con todo su corazón.Capernaum fue la base de operaciones del Señor durantela mayor parte de Su ministerio, aun así, sus habitantesno estuvieron dispuestos a apartarse de sus malos caminos.

El Señor dijo que aun las ciudades paganas de Tiro y Sidónse habrían arrepentido si hubiesen recibido la manifestacióndivina del poder y la gracia de Dios, como habían recibidoestas tres ciudades. Por esta razón, la mayor parte de lapoblación de Capernaum descendería al infierno, al centrode la tierra: el lugar de los perdidos y del tormento eterno.

Sin embargo, Jesús dijo que aun la malvada ciudad deSodoma, cuyo nombre representa los actos sexuales másbestiales de la humanidad, se habría arrepentido y habríapermanecido hasta el día de hoy, si la gente allí hubiesevisto las señales y maravillas de las que Capernaum habíasido testigo. Por eso, el Señor dijo que el día del juiciosería más tolerable para aquellas ciudades paganas quepara estas tres ciudades que habían sido testigos de obrastan portentosas y que, a pesar de ello, no mostraronseñales de arrepentimiento.

Éste es uno de los pasajes más destacados en relación conel juicio eterno. El juicio eterno no está basado únicamente


en la luz que tenemos y lo que hemos hecho con esa luz,sino también por lo que hubiésemos hecho con una mayorluz. Esto no significa que Sodoma y Gomorra serán salvas.

Significa que Capernaum, que rechazó recibir más luz,recibirá mayor juicio que Sodoma y Gomorra. Sodomaera malvada. A sus habitantes, Dios no los encontró dignosde recibir mayor luz; pero si la hubiesen recibido, sehabrían arrepentido. ¡Cuán justo es nuestro Dios! Nadiepodrá acusarlo de injusticia.

El reposo de DiosMateo 11:25-30

Ahora, el Señor Jesús alaba al Padre porque Él haelegido revelar los secretos de la eternidad a los niñosy no a los sabios de este mundo. El apóstol Pablo reiteraesto en 1 Corintios 1:26-27, 29: “Pues mirad, hermanos,vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne,ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo neciodel mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; ylo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lofuerte... a fin de que nadie se jacte en su presencia”. Esmás, solamente el Hijo puede revelar al Padre a quien Élquiera. Por esto, entendemos que es por Su gracia, ysolamente por Su gracia, que podemos comprender elmisterio de la deidad y recibir Su maravillosa salvación.

Luego, Jesús nos extiende una de las más sublimesinvitaciones que alguna vez fuera hecha a la humanidad:entrar en el reposo de Dios. Los pasos a dar se definenclaramente a continuación:


1. Debemos venir a Jesús sin reservas.2. Debemos tomar Su yugo sobre nosotros, de la

misma manera que el buey joven es puesto enyugo juntamente con un animal viejo. Alcompartir el yugo con el Señor, seremoscapaces de caminar con Él a través de laspruebas de la vida.

3. Al hacer esto, aprenderemos cómo Él resuelvelas pruebas de la vida.

4. Debemos buscar tener Su mansedumbre yhumildad de corazón, para no resistirnos aaquellas pruebas que son para nuestrapurificación e instrucción.

5. Entonces entraremos en el reposo de Dios, quees la ausencia de estrés (tensión). Esto significaque cesamos en nuestros esfuerzos ypermitimos al Señor obrar en y a través denosotros de la manera en que Él lo desee.

Una mujer pecadora unge a JesúsLucas 7:36-50

Cierto fariseo llamado Simón invitó a Jesús para quecomiera en su casa. Sabiendo que estaría allí, una mujerpecadora entró a la casa y ungió Sus pies mientras Él yacíarecostado. En esos tiempos, esta era una costumbre comúnen Israel. Las comidas por las noches se realizaban en unambiente distendido, y los invitados podían sentirsetotalmente libres de extender Sus pies. Llorando bajo laprofunda convicción del Espíritu Santo por sus pecados,la mujer lavó los pies del Maestro con sus lágrimas y lossecó con su cabello, y ungió Sus pies con ungüento.


Simón el fariseo criticó al Señor en su corazón, diciendo:“Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase demujer es la que le toca, que es pecadora” (Lc. 7:39).Simón no expresó en voz alta su crítica al Señor, pero Éloyó lo que Simón había dicho en su corazón. Dios oye loque decimos en nuestro corazón.

La parábola de los dos deudoresLucas 7:41-43

En respuesta a Simón, Jesús relató la parábola de losdos deudores. Un hombre debía a su acreedor 500denarios, y otro hombre le debía al mismo acreedor 50denarios. El acreedor decidió ser misericordioso yperdonar a ambos su deuda. Leemos en Lucas 7:42-43:“Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? RespondiendoSimón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Yél le dijo: Rectamente has juzgado”. Aquel a quien sele perdonó más, amaría más. Ésta es una verdadteológica profunda. En la medida en que nosotrosreconozcamos nuestra terrible naturaleza pecaminosa,amaremos al Señor quien nos ha perdonado de todosnuestros pecados.

Aquellos que están llenos de justicia propia, como losfariseos, no tienen una apreciación de lo que es elverdadero perdón, y, como resultado, su amor por el Señores poco profundo. Sin embargo, aquellos que se dan cuentadel pozo en el que se encontraban antes que el Señor lossalvara, están enamorados de Jesús por todo lo que Él hahecho por ellos.


La segunda gira por GalileaLucas 8:1-13

En este pasaje, que es un preludio del viaje a través de lasciudades de Galilea, se nos dice que en esta ocasión el Señoriba acompañado no sólo por Sus discípulos, sino tambiénpor algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritusinmundos y de enfermedades; entreellas estaban María Magdalena yJuana, la esposa del mayordomo deHerodes. Estas mujeres ministrabanal Señor y Sus discípulos con susbienes, ya que eran muy adineradas.Esto nos muestra que nuestro amorosoPadre Celestial atrajo a Jesús aaquellos que suplirían Sus necesidadesterrenales. Amados, Él hará lo mismopor nosotros cuando nos envíe aministrar como Sus embajadores. ¡Cuando estamos en el centrode la voluntad de Dios, nunca carecemos de Su provisión!

Un día ajetreadoMarcos 3:19-30; Mateo 12:22-37

Tenemos un relato detallado de los hechos que ocurrieronen este día muy ocupado en la vida y ministerio de nuestroamado Señor. Comenzó en la mañana, en la casa donde lamultitud encontró a Jesús. Le trajeron un hombre ciego ymudo que estaba poseído por un demonio, y Jesús loliberó. Los escribas y fariseos, que habían venido deJerusalén, declararon que Jesús estaba echando fuerademonios por el príncipe de los demonios, Satanás.

Cuandoestamos enel centro dela voluntad

de Dios,nunca

carecemosde Su

provisión!


Jesús respondió: “Todo reino dividido contra sí mismo,es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma,no permanecerá. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contrasí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá sureino?” (Mt. 12:25-26). Jesús enfatizó la importancia dela unidad: una casa o un reino dividido contra sí mismo,no puede permanecer. Con esto, Jesús estaba señalandolo obvio: que Satanás no echaría demonios fuera de laspersonas, porque esto echaría a perder su propósito.

Luego viene una de las más terribles advertencias de la Biblia,nada menos que de los labios del Señor mismo. Se refiere alpecado imperdonable: la blasfemia contra el Espíritu Santo.“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonadoa los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no lesserá perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabracontra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al quehable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni eneste siglo ni en el venidero” (Mt. 12:31-32).

Básicamente, la blasfemia contra el Espíritu Santo esatribuir, a sabiendas, las obras del Espíritu Santo a Satanás.He conocido a personas que pensaron que habían cometidoeste pecado y estaban bajo una tremenda culpabilidad.Sin embargo, la mayoría de ellas lo hicieron sin saberlo yhe tenido que reanimarlas. Hay muchas personas que hanpensado que el bautismo del Espíritu Santo no es de Dios,pero después Dios las convenció y recibieron el bautismodel Espíritu Santo.

Hace muchos años, en Inglaterra, como estudiante de uninstituto bíblico que no enseñaba el bautismo del Espíritu


Santo, fui testigo de cómo un hombre blasfemó contra elEspíritu Santo. Yo exponía abiertamente mi posición yhablaba en lenguas todo el tiempo. En un momento, mellamaron a la oficina del director del instituto, quien medijo severamente: “No quiero que hable más en lenguasen este instituto”.

El Espíritu de Dios habló a través de mí y dijo a estehombre: “El hablar en lenguas, ¿es de Dios o es deSatanás?” Una expresión de horror se apoderó de su rostro;sabía que estaba acorralado. Si decía que era de Dios, yohabría dicho: “¿Entonces por qué no lo predica y lo permiteen su escuela?” Habría tenido que negar lo que sudenominación creía, para aceptar el hablar en lenguas, ytambién perdería su puesto si hacía tal cosa. Respondió:“Hablar en lenguas es del demonio”, y bajó la cabeza.Entendió que había cometido blasfemia contra el EspírituSanto, pues sabía que era de Dios. Le dije: “Entonces, nopuedo permanecer en este instituto bíblico”.

Luego, en Mateo 12:33-37, el Señor pronunció un discursoen el que habló de la importancia de nuestras palabras.Por lo tanto, pongamos atención a las palabras de Santiago,el medio hermano del Señor, quien dijo: “Todo hombresea pronto para oír, tardo para hablar” (Stg. 1:19).

La tarde del mismo díaMateo 12:38-45

Más tarde, algunos escribas y fariseos vinieron buscandoa Jesús para que les diera una señal. Esto respondía a lanaturaleza de los judíos, como señala Pablo en 1 Corintios


1:22: “Porque los judíos piden señales, y los griegos buscansabiduría”. Jesús los llamó una generación adúltera y senegó a darles señal alguna. La única señal que ellos veríansería la señal de Jonás, quien estuvo en el vientre del granpez por tres días y tres noches (Jon. 1:17; 2:1-2).

Jesús sería el cumplimiento de esta señal, pues Él pasaríatres días y tres noches en el corazón de la tierra, dondeestá situado el reino de Satanás. Esto está confirmadoen 1 Pedro 3:19-20: “En el cual también fue y predicó alos espíritus encarcelados, los que en otro tiempodesobedecieron, cuando una vez esperaba la pacienciade Dios en los días de Noé, mientras se preparaba elarca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueronsalvadas por agua”.

Así como Jesús se negó a realizar señales para satisfacerel deseo del pueblo de ver señales y milagros, nosotrosdebemos ser cuidadosos en nuestros ministerios, notratando de satisfacer a las personas con señales, a menosque Dios claramente nos haya indicado hacerlo. Aunquehubiesen visto una señal, ellos no se hubieran arrepentido.Esto queda ilustrado en la parábola del hombre rico yLázaro: “El entonces dijo: No, padre Abraham; pero sialguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas,tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare delos muertos” (Lc. 16:30-31).

Regresando al discurso, Jesús dijo que los habitantesde Nínive se arrepintieron al escuchar la predicaciónde Jonás y que, por esta razón, se levantarían


condenando a la generación de Jesús, porque esta nose arrepintió como resultado de la predicación del Hijode Dios. En contraste, la reina de Sabá viajó una grandistancia para oír la sabiduría de Salomón, y sinembargo, Jesús era mucho mayor que Salomón. Ellatambién condenaría a esa generación.

En los versículos 43 al 45 Jesús compara Su generacióncon un hombre que ha sido limpiado de un espírituinmundo. Esto nos lleva a una enseñanza muy importanteen cuanto a la liberación. Como Jesús nos dice, despuésde echar fuera un demonio de una persona, si esta no esalimentada con la Palabra y se llena de las cosas de Dios,queda una puerta abierta en su vida que permite que aquelespíritu que fue expulsado regrese. No sólo regresará,sino que al volver traerá consigo otros siete espíritusmás, y la condición final de esa persona será mucho peorque la anterior.

Es aquí donde muchos ministerios de liberación hanerrado. Cuando echamos fuera un demonio o un espíritumalo de alguien, debemos tener mucho cuidado de haberrecibido primero del Señor una clara indicación parahacerlo, y contar con un programa de seguimiento paraenseñarle a la persona los caminos de Dios, para que asíesté en condiciones de resistir los futuros intentos de losmalos espíritus de regresar a ella.

Jesús dijo todo esto para señalar que el estado de Sugeneración sería infinitamente peor que antes que Élviniera, porque habiendo tenido la oportunidad derecibirlo, lo rechazó. Dicho sea de paso, la generación


que rechazó y crucificó al Señor vio al Imperio Romanocrucificar a más de cuatro mil de sus hijos y destruir eltemplo y la ciudad de Jerusalén.

Ciertamente, a quien mucho le es dado mucho se le pedirá.Esa generación tuvo el privilegio único de ver y oír alSeñor de gloria en persona.

Su madre y hermanosprocuran llevarlo a casa

Marcos 3:31-35; Mateo 12:46-50; Lucas 8:19-21

Una de las quejas más comunes (y, hasta cierto punto,justificable) que oímos en nuestra generación, es quevenimos de hogares disfuncionales. Esto se refiere a unhogar anormal en donde ya sea el padre o la madre noestá, o hay división entre los hijos. Ciertamente, éste fueel caso de la familia de nuestro amado Señor. Ellos nocomprendían quién era Jesús, y ahora procuraban llevarloa casa. En este tiempo, Sus hermanos no creían en Suministerio y menos aún en Su deidad. Por eso, el Señor,como dice el apóstol Pablo, fue probado en todas las áreasal igual que nosotros, pero sin pecado (He. 4:15).

Por lo tanto, podemos cobrar ánimo al saber que, al compartirlas mismas aflicciones de Cristo, Él nos puede socorrer entiempos de necesidad, cuando nuestra familia no nos entienday hasta se oponga a nosotros. No debemos murmurar niquejarnos, sino buscar al Señor para recibir gracia en nuestrotiempo de necesidad. Entonces seremos capaces de vencerlas circunstancias con gozo. Aun en estas circunstanciaspodemos ser más que vencedores en Cristo que nos fortalece.


Después de la ascensión de Jesús Sus hermanosentendieron, y dos de ellos, Jacobo (Santiago) y Judas,llegaron a ser apóstoles, contribuyendo, con sus epístolas,a los escritos del Nuevo Testamento. Por eso, debemosanimarnos y creer que Dios hará que, con el tiempo,nuestras familias lo sirvan; si aún no lo están haciendo.

A la declaración de que Su madre y hermanos estabanafuera buscándolo, Jesús respondió: “¿Quién es mi madre,y quiénes son mis hermanos?” Y extendiendo Su manohacia Sus discípulos dijo: “He aquí mi madre y mishermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de miPadre que está en los cielos, ése es mi hermano, yhermana, y madre” (Mt. 12: 49-50). Jesús no dio ningúnlugar especial de distinción a Su madre natural, María. Esmás, esto nos demuestra que María no tuvo ningunainfluencia especial sobre la vida de Jesús a partir delmomento en que inició Su ministerio como el Hijo deDios; y ahora, tiene menos influencia aún. Por eso, todaslas oraciones de católicos devotos dirigidas a ella, sonvanas y completamente inútiles.

Otro punto muy importante aquí es el concepto de lasrelaciones espirituales. Muy a menudo, nuestras relacionesmás cercanas no son con miembros de nuestra propiafamilia, sino con hermanos y hermanas en el Señor. Talvez nuestra familia no es salva o no tiene la misma visiónque nosotros tenemos. El Señor Jesucristo dijo: “¿Quiénesson mis hermanos? ...todo aquel que hace la voluntad demi Padre”. En otras palabras, los que estaban más cercade Él, esos eran Sus hermanos: aquellos que tenían lamisma visión y metas que Él tenía.


El compañerismo está basado en el hecho de andar en laluz (1 Jn. 1:7). Nuestro mejor compañerismo y lasrelaciones más cercanas, serán con aquellos que estáncaminando en la luz y que tienen el mismo espíritu y visiónque nosotros tenemos. No olvidemos esto.

Las parábolas del reinoMarcos 4:1-34; Mateo 13:1-53; Lucas 8:4-18

Durante este mismo día, el Señor compartió las grandesparábolas del reino. Viendo la gran multitud, Jesús sesubió a una pequeña barca y se alejó un poco de la playa.Sentado en la barca, se dirigió a la multitud que estabade pie en la orilla.

La parábola del sembradorMarcos 4:3-20; Mateo 13:3-23; Lucas 8:5-15

Ésta es una de las parábolas más conocidas de Jesús yprobablemente una de las más importantes. Nos permiteentender las diferentes clasificaciones espirituales de lahumanidad. El sembrador siembra la Palabra de Dios y éstacae en el corazón humano, el cual, dependiendo de su estadoy condición espiritual, produce diferentes grados de fruto.

1. Al costado del camino - El sembradorprimero sembró la semilla junto al camino.Esto habla del tipo de corazón que no estápreparado para recibir la Palabra de Dios.Debido a su falta de entendimiento, eldemonio puede arrebatar la semilla que fuesembrada y ésta no da ningún fruto.


2. Los pedregales - Los pedregales hablan deun corazón endurecido. Este tipo de personasrecibe la Palabra con gozo, pero no permitenque el Señor obre dentro de sus corazones, porlo que sus raíces nunca van a lo profundo.Como resultado, cuando las pruebas y elsufrimiento vienen a su vida, retroceden otravez, se ofenden y no producen ningún fruto.

3. Los espinos - La tierra con espinos representaa los cristianos cuyos corazones están llenoscon las preocupaciones, riquezas y placeres deeste mundo, y todo esto ahoga la Palabra deDios que fue sembrada en sus corazones, paraque no lleven fruto para perfección o madurez.

4. La buena tierra - El cuarto tipo de terreno yde condición de corazón es la buena tierra. Estorepresenta a aquellos que reciben la Palabrade Dios. Pero aun aquí existe una división.Algunos de ellos dieron fruto al treinta, otrosal sesenta y otros al ciento por uno. Queseamos nosotros los que tenemos un corazónlimpio y un espíritu diligente que lleve frutopara el Señor al ciento por uno.

El porcentaje de personas que responden al Señor no esmuy alto. En esta parábola, solamente uno de cuatro llevófruto, y de esa cuarta parte, solamente una tercera partellevó fruto al ciento por uno. Clamemos al Señor paraque seamos cristianos que den fruto al ciento por uno;que podamos darlo todo por Jesús y produzcamos mucho


f ruto para Él. Después de dar esta parábola, losdiscípulos preguntaron a Jesús por qué hablaba a lagente en parábolas. Él respondió: “Por que a vosotrosos es dado saber los misterios del reino de los cielos;mas a ellos no les es dado” (Mt. 13:11). La razón porla que Jesús habló en parábolas fue para ocultar laverdad para aquellos que en su corazón no tenían amorpor la verdad y para revelar la verdad aquellos que sí laamaban. Las parábolas tienen un doble propósito:ocultar y revelar. Ocultan la verdad para aquellos queno están caminando rectamente y la revelan a los queestán caminando en justicia.

Todo esto fue un cumplimiento de Isaías 6:9. Es por gracia,y sólo por gracia, que podemos comprender el evangelioy nacer de nuevo. Por eso, procuremos hacer solamenteaquello que agrada al Señor, para que seamos receptoresde Su gracia y favor. Jesús concluyó esta paráboladiciendo: “Porque a cualquiera que tiene, se le dará, ytendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le seráquitado” (Mt. 13:12). Cualquiera sea el sendero quetransitamos, el Señor nos afirmará en él. Por ejemplo, aquienes aplican su corazón a la sabiduría, les será dadamás sabiduría. Procuremos, por esto, enfocar nuestrocorazón a la sabiduría, el conocimiento, la inteligencia ylos frutos del Espíritu Santo.

Durante este mismo día, el cual, ciertamente, fue muylargo, el Señor enseñó a la multitud las otras seis parábolasdel reino, pero no las consideraremos porque forman partede nuestro libro sobre las parábolas.


Al anochecer en el Mar de GalileaMarcos 4:35-41; Mateo 8:18, 23-27; Lucas 8:22-25

Cuando llegó la noche del mismo día, dijo a Susdiscípulos: “Pasemos al otro lado” del lago (Mr. 4:35).Después de haber tenido un día muy ocupado, Jesús sedurmió en la popa de la barca. Mientras dormíatranquilamente, una gran tormenta se levantó. Esto esalgo que ocurre con frecuencia en el mar de Galilea; alcaer la noche, las montañas que lo rodean se enfrían, loque provoca que el viento corra por las quebradas yproduzca tormentas sobre el lago. Éste fue el caso enesa noche en particular.

Sin embargo, esta tormenta también tuvo orígenes diabólicos.Los discípulos temieron por sus vidas, porque la barca seestaba llenando de agua; y desesperados, despertaronabruptamente al Señor. Cuando despertó, gentilmente losreprendió por su poca fe y enseguida reprendió a la tormenta,diciendo: “Calla, enmudece” (Mr. 4:39). Un amigocanadiense tuvo una visión de este evento en la vida deJesús. Vio a Jesús y a los discípulos apartarse de la orilla.En ese momento el clima estaba perfecto.

Después de avanzar un poco, Jesús se acostó en la partetrasera de la barca, pues estaba cansado. Estabaacurrucado, profundamente dormido y totalmentedesconectado de todo lo que lo rodeaba. Mientras tanto,Sus discípulos, esforzándose al máximo, trataban desacar el agua de la barca. Esta comenzó a hundirse y,desesperados, sacudieron al Señor y lo despertarondiciéndole: “Maestro, ¿no tienes cuidado que


perecemos?” La reacción del Señor fue hermosa.Lentamente abrió Sus ojos, se desperezó con calma, sepuso de pie y caminó muy despacio hasta el borde dela barca y dijo: “¡Calla, enmudece!” Jesús estaba encontrol siempre.

El Señor reprendió a Sus discípulos porque no tuvieron fe,a pesar de que el Creador del Universo iba con ellos en labarca. En un sentido espiritual, es el Dios de paz quienaplastará a Satanás debajo de nuestros pies (Ro. 16:20).Por eso, cuando pasamos a través de tormentas en nuestravida y el enemigo nos ataca, debemos descansar en Su paz.

En su autobiografía, el Dr. Adam Clarke relató que cuandoJohn Wesley regresaba a Inglaterra por barco, se retrasóconsiderablemente debido a vientos contrarios. Cuandole informaron de la situación, Wesley leía tranquilamente.No se preocupó ni temió por su vida, simplemente oró yregresó a su lectura. Cuando el Dr. Clarke subió a lacubierta, lo que vio lo maravilló. La tormenta habíaamainado y el barco viajaba en su curso. Poco tiempodespués, todos llegaban a salvo al puerto. John Wesleyno se sorprendió por esto, pues estaba completamenteseguro que su oración sería contestada por el Señor.

La sanidad del endemoniado gadarenoMarcos 5:1-20; Mateo 8:28-34; Lucas 8:26-39

Jesús y Sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, en laregión de los gadarenos, cerca de la aldea de Gadara. Cuandoel Señor descendió de la barca, le salieron al encuentro doshombres poseídos por demonios. En Marcos y en Lucas se


menciona sólo a un hombre, pero Mateo registra que fuerondos. Se presume que la razón de esto es que el hombremencionado por Marcos y Lucas era el más importante.

Los demonios que poseían a estos hombres clamaron alSeñor que no los atormentara antes de tiempo. Por esto,es muy claro que los demonios saben que Jesús es el Cristo,el Hijo de Dios, y que al final de esta dispensación lesespera el tormento eterno.

Jesús ordenó a los demonios que salieran del endemoniadoy les concedió su deseo de entrar en un hato de cerdosque estaba cerca. Los demonios entraron en los cerdos,haciendo que estos sintieran pánico y que se precipitaranpor un despeñadero al mar. Todo el hato de cerdos seahogó. Este hecho ilustra el principio que los demoniosdesean habitar en personas y animales. Por esta razón,para ministrar liberación a aquellos que están atados pormalos espíritus, es necesario el ministerio deldiscernimiento de espíritus, junto con el don de la fe.

Gran temor sobrecogió a todos los habitantes de esa región,por lo que rogaron a Jesús que se marchara de su territorio.Jesús dijo al hombre que había sido liberado que sequedara y que contara todas las grandes cosas que el Señorhabía hecho por él.

Jesús regresa a CapernaumMarcos 5:21-43; Mateo 9:18-26; Lucas 8:40-56

Después, Jesús entró nuevamente en una barca y regresóa Capernaum, al otro lado del lago. Al llegar allí, encontró


a una multitud esperándolo. Jairo, uno de los principalesde la sinagoga, se acercó a Jesús y le rogó que viniera a sucasa y que sanara a su hija de doce años, pues estaba apunto de morir. El Señor fue con Jairo y la multitud lo siguió.

De camino a la casa de Jairo, una mujer que sufría deflujo de sangre desde hacía doce años tocó el borde deSus vestiduras y fue sanada instantáneamente. Empujando,ella se abrió paso entre la multitud, porque en su corazóntenía fe de que si le tocaba, sería sanada. Éste fue un “toquede fe”. Cuando venimos al Señor pidiéndole por nuestrasnecesidades, debemos tener esa misma clase de fe y creerlea Dios para recibir nuestro milagro. Después de estasanidad, un siervo de la casa de Jairo vino y le dijo a Jairo:“Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro”. Todoesto estaba considerado en el plan de Dios, pues ella seríalevantada de los muertos. Jesús dijo a Jairo: “No temas,cree solamente”. Cuando entró a la casa, Jesús la levantóde la muerte por el poder de Dios.

Recuerdo el testimonio de una mujer africana que habíamuerto. Inmediatamente después que ella murió, suesposo, que era anciano de su iglesia, buscó a su pastor.Los dos hombres se apresuraron a regresar a la casa. Alllegar allí, buscaron por todas partes aceite para ungirla yorar por ella. Todo lo que encontraron fue aceite de cocina,así que ungieron su cuerpo muerto con esto y oraron paraque fuera levantada de la muerte. Algunos que hanexperimentado la muerte o tenido visiones de ella, sabenque el espíritu de la persona fallecida permanece cercadel cuerpo por un corto tiempo. Estando fuera de sucuerpo, ésta mujer vio a su esposo y al pastor hacer todo


esto. Ella se dijo: “Pobre mi esposo y pobre el pastor, estaserá una ocasión en la que sus oraciones no tendránrespuesta, pues yo quiero irme a casa para estar con Jesúsen el cielo”. Terminando de decir esto, vio a Jesúscaminando hacia ella.

Con una sonrisa en Su rostro, Jesús le dijo: “Quiero queregreses, porque quiero que mi pueblo sepa que nosolamente sano a los enfermos, sino que también resucitoa los muertos”. Jesús gentilmente la tomó de la mano y laguió de regreso a su cuerpo postrado e instantáneamenterevivió. Ella, su esposo y el pastor se regocijaron en elSeñor por este maravilloso milagro. Amados, Jesús es elmismo ayer, hoy y siempre (la Resurrección y la Vida) yÉl es capaz para sanar a los enfermos y levantar a losmuertos de nuestra generación. Como he dicho una y otravez a través de este libro, oremos para que Dios restituyaa Su Iglesia Su poder de la resurrección.

La sanidad de dos ciegosMateo 9:27-34

Después que Jesús salió de la casa de Jairo, dos hombresciegos lo siguieron, rogándole que los sanara.Reconocieron que era el Hijo de David, el Mesías.Volviéndose compasivamente hacia ellos, Jesús lespreguntó si creían que Él era capaz de sanarlos. Ledijeron: “Sí, Señor”. Entonces tocó sus ojos y dijo:“Conforme a vuestra fe os sea hecho”. Fueron sanadosinstantáneamente y recibieron la vista. Jesús les ordenóque no hablaran a nadie de su sanidad. La razón paraesto era el poder moverse libremente sin ser estorbado


por la muchedumbre que lo rodeaba. Sin embargo, ellosdivulgaron Su fama por todas partes.

Después, cuando un hombre mudo fue llevado a Jesús, elSeñor echó fuera un demonio y el hombre comenzó ahablar. La multitud reconoció que en Israel nunca se habíanvisto milagros así; sin embargo, los fariseos declararonque Su poder venía del príncipe de los demonios. Estoera contrario a la lógica, pues Satanás no usaría su poderen contra de su propio reino para destruirlo.

Su última visita a NazaretMarcos 6:1-6; Mateo 13:54-58

En Marcos 6:1-6 se registra la última visita de Jesús a Supueblo natal, Nazaret. En esta corta visita, Jesús les enseñóen Su propia sinagoga. El pueblo se maravilló por Susabiduría y Sus poderosas obras. Sin embargo, a causa dela incredulidad de la gente allí, no pudo realizar muchosmilagros poderosos, excepto unas pocas sanidades.Podemos limitar lo que el Señor puede hacer por nosotrosa causa de nuestra incredulidad. Salmos 78:41 dice: “Yvolvían, y tentaban á Dios, y ponían límite al Santo deIsrael” (RV1909).

La gente de Nazaret estaba ofendida con Jesús debido ala familiaridad que tenía con Él. Para ellos, no era otracosa que el hijo del carpintero José; y conocían a Sushermanos y hermanas. Como Jesús les dijo, no hayprofeta sin honra sino en su propia tierra y entre su gente.Esto siempre ha sido verdad, como dijo el Señor enEzequiel 3:4-6: “Otra vez me dijo: «Hijo de hombre, ve a


la nación de Israel y proclámale mis palabras. No te envíoa un pueblo de lenguaje complicado y difícil de entender,sino a la nación de Israel. No te mando a nacionesnumerosas de lenguaje complicado y difícil de entender,aunque si te hubiera mandado a ellas seguramente teescucharían»” (NVI). Es por esa razón que el Señor nosenvía lejos de nuestras familias a tierras extranjeras, paraque nuestro ministerio sea recibido por aquellos a quienessomos enviados, haciendo que seamos muy fructíferos.

La tercera gira por GalileaMarcos 6:6-13; Mateo 9:35 – 11:1; Lucas 9:1-6

Ahora llegamos a lo que se conoce como La tercera girapor Galilea. Inicialmente, vemos la tremendaproductividad del ministerio del Señor Jesús, mientrasrecorría las ciudades y pueblos en la región, enseñandoen las sinagogas, predicando el Evangelio y sanando todotipo de enfermedades. Fue movido a compasión por lasmultitudes, porque eran como ovejas sin pastor. Dijo aSus discípulos: “A la verdad la mies es mucha, más losobreros pocos” (Mt. 9:37).

La manera en que Jesús eligió resolver este verdaderoproblema de no tener los obreros suficientes para la cosechaexige que le prestemos atención, ya que vivimos en losdías de la Iglesia cuando veremos la cosecha más grandede almas en toda la historia de la humanidad. La soluciónde Jesús fue comisionar a Sus discípulos a realizar la obradel ministerio. Los métodos del Señor son un ejemplo paranosotros. Por eso, debemos capacitar y preparar a jóvenesque vayan y funden institutos bíblicos y que prediquen el


Evangelio. Parte de su preparación vendrá como resultadode permitirles caminar junto con nosotros a medida queministramos a las necesidades de otros.

Entonces, el Señor Jesús comisionó a los doce discípulospara hacer la obra del ministerio. Sus nombres eran: Pedro,su hermano de Andrés, Jacobo y Juan (los hijos de Zebedeoy Salomé), Felipe, Bartolomé (o Natanael como tambiénes llamado), Tomás, Mateo, Jacobo el Hijo de Alfeo,Simón el Zelote, Judas el Hijo de Jacobo y Judas Iscariote,quien llegó a ser el traidor.

Los sofisticados líderes religiosos de la naciónridiculizaban a los discípulos de Jesús por ser incultos ytoscos. Los discípulos no tenían la formación rabínica quetenían los fariseos. Sin embargo, al examinar su carácter,talentos y contexto, vemos que no eran ignorantes. Conla excepción de Judas Iscariote, todos eran hombresdevotos y bien versados en las Escrituras.

Aunque no eran ricos (con la posible excepción deMateo), no eran personas desposeídas. Las familias deJacobo y Juan, y Pedro y Andrés, eran dueños de susbarcos de pesca y de sus redes, y tenían sus propiosempleados. Aparentemente, Juan estaba bienrelacionado, pues durante el juicio de Jesús logró accesoal palacio del sumo sacerdote.

Tampoco hay duda alguna en cuanto a que tenían cualidadessobresalientes de liderazgo. Pedro asumió el liderazgo entrelos discípulos, pero todos fueron excelentes líderes a supropio estilo. No se entregaron a la pasividad, pues todos


realizaron grandes tareas durante su vida y viajaronextensamente frente a lo que era común en aquellos tiempos.Es probable que algunos de ellos poseyeran casas, tanto enGalilea, su pueblo natal, como en Jerusalén, a donde seretiraron después de la crucifixión. La familia de Jesús bienpuede haber sido la más pobre entre ese grupo de santos.

La comisión de los doceMarcos 6:6-13; Mateo 10:1-15; Lucas 9:1-6

El Señor envió a Sus discípulos a las áreas necesitadas delas ciudades y aldeas de Israel, pero específicamente lesadvirtió que no entraran en las casas de los gentiles ni delos samaritanos (Mt. 10:5-6). Esto fue para cumplir lacomisión que Él mismo había recibido de Su Padre, delevantar a las tribus perdidas de Israel.

Al enviarlos, Jesús les dio la orden y la autoridad de predicarel Evangelio, sanar a los enfermos, levantar a los muertos,limpiar a los leprosos y echar fuera demonios. Éste es elmismo mandamiento que da a Sus ministros hoy. Jesústambién insistió en que, debido a que este poder les habíasido dado gratuitamente, ellos debían darlo de la mismamanera a los demás. Este es un punto que también debemosrecordar; no debemos cobrar por nuestro ministerio. En otraspalabras, si somos invitados a ministrar en algún seminarioo iglesia, no debemos decir: “Predicaré por cierta cantidadde dinero”. Sin embargo, si la congregación desea darnosuna ofrenda, estamos en libertad de recibirla.

Para que esta declaración no fuera mal interpretada, elSeñor siguió diciendo que el obrero es digno de su salario.


Obviamente, estaba indicando que quienes fueranministrados por Sus discípulos debían cuidar de ellos. Elapóstol Pablo desarrolla este tema al escribir a losromanos: “Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos;porque si los gentiles han sido hechos participantes desus bienes espirituales, deben también ellos ministrarlesde los materiales” (Ro. 15:27).

Jesús continuó diciendo: “Dondequiera que entréis enuna casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar.Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid deallí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies,para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día dejuicio, será más tolerable el castigo para los de Sodomay Gomorra, que para aquella ciudad” (Mc. 6: 10-11).

Jesús dijo a Sus discípulos que, si una casa era digna,que dejaran que Su paz quedara en ella; pero que si noera digna, debían sacudirse el polvo de sus pies al salirde la aldea. Sé de un pueblo donde un evangelista fuerechazado; él sacudió el polvo de sus pies y se fue delpueblo. El resultado fue que por más de cinco décadasdesde que esto sucedió, ninguna iglesia ha podido abrirsus puertas allí.

Los discípulos de Cristo fueron como ovejas enviadasen medio de lobos (Mt. 10:16). Así como Cristo, elCordero de Dios, fue perseguido por los líderesreligiosos, también ellos serían perseguidos. Comoseguidores y discípulos de Cristo de estos tiempos,debemos esperar el mismo trato. Cada cosa que Jesúsdijo a Sus discípulos se aplica para nosotros hoy, y más


aún a medida que vemos acercarse el día de Su SegundaVenida. Ese día será precedido por la abundancia de lainiquidad y la aparición del hombre de pecado, el Anticristo.

El precio del verdadero discipuladoMateo 10:16-42

El Señor Jesucristo señaló muy claramente que ser Sudiscípulo requiere un alto grado de dedicación. Debemosdejarlo todo para seguirlo, y debemos ponerlo antes quecualquier cosa y persona, incluidos nuestros padres,cónyuges e hijos. El precio del verdadero discipulado esmuy alto; nos costará todo, pero la recompensa esinfinitamente mayor que el sacrificio.

Jesús dijo en Mateo 10:34-38: “No penséis que he venidopara traer paz a la tierra; no he venido para traer paz,sino espada. Porque he venido para poner en disensión alhombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a lanuera contra su suegra; y los enemigos del hombre seránlos de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí,no es digno de mí; el que amaa hijo o hija más que a mí, noes digno de mí; y el que notoma su cruz y sigue en pos demí, no es digno de mí”. ElSeñor vino para romper loslazos familiares que estánantes que Él y Su voluntad.Verdaderamente, la vida delsanto es una caminata solitaria,pero debemos recordar el

El precio delverdadero

discipulado noscostará todo,

pero larecompensa esinfinitamentemayor que el

sacrificio


ejemplo de Jesús, quien tampoco fue comprendido porSus propios hermanos (aunque más tarde dos de ellosllegaron a ser apóstoles). Atrevámonos a ser como Daniely a ser los únicos. ¡Valdrá la pena!

El cumplimiento del ministerioMarcos 6:12-13; Mateo 11:1; Lucas 9:6

Aparentemente, después que el Señor comisionó a Susdiscípulos y les dio Su poder, tanto Él como ellos fueronpor diferentes caminos para predicar y enseñar por todoslos pueblos de Galilea. Al parecer, fue un viaje ministerialmuy fructífero.

El asesinato de Juan el Bautistay los temores del culpable

rey Herodes AntipasMarcos 6:14-29; Mateo 14: 1-12; Lucas 9:7-9

Ahora llegamos al relato de la ejecución de Juan elBautista, un profeta de Dios, ordenada por Herodes. Juanfue decapitado porque reprendió a la esposa del rey porhaberse divorciado y vuelto a casar. Este incidente permitever claramente la importancia de la relación de unmatrimonio santo a los ojos de Dios. Juan fue martirizadopor asumir una posición santa en cuanto al divorcio yvolver a casarse. Divorciarse y volver a casarse es unaabominación a los ojos de Dios. Procuremos seguir lospasos de este gran profeta de Dios y no comprometernuestra posición en cuanto al divorcio y el casarsenuevamente cuando el cónyuge o los cónyuges del primermatrimonio aún están vivos.


En ese entonces, Juan había estado ministrando en lasregiones del río Jordán, en la tetrarquía de HerodesAntipas, a quien se lo llamaba rey. Fue el hijo de Herodesel Grande y Maltace. Herodes encarceló a Juan, pues estehabía enfurecido a su esposa Herodías, al decirle aHerodes: “No te es lícito tenerla” (Mt. 14:4). Herodíashabía estado casada previamente con Felipe, el hermanode Herodes, tetrarca de los territorios del norte. Por esto,cuando Juan la condenó por su segundo matrimonio conHerodes, encendió su ira y veneno.

Cuando Herodes oyó hablar de Jesús y de los milagrosque realizaba, fue sobrecogido por el temor, pues pensóque Jesús era en realidad Juan, que había resucitado delos muertos. Herodes tenía una conciencia culpable,porque había dado la orden de ejecutar a Juan. Ahora sigueun relato detallado de los eventos que llevaron a laejecución de Juan. Sin embargo, como es evidente en elrelato, Juan había sido decapitado un tiempo antes.

En el día de su cumpleaños, Herodes hizo una gran fiesta.En la celebración, Salomé, la hija de Herodías, bailó para elrey Herodes. Él quedó muy complacido con su baile yprometió darle lo que pidiera. Su madre, Herodías, la instruyópara que pidiera la cabeza de Juan el Bautista en un plato.Herodes estimaba a Juan, y por esto, la petición lo entristeció,pero para no retractarse ante todos sus invitados, dio la ordenpara que Juan fuese decapitado. Juan fue ejecutado en elcalabozo de la fortaleza de Herodes, en Macaerus.

Herodes quedó atrapado por sus palabras. Leemos enProverbios 6:2: “Te has enlazado con las palabras de tu


boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios”.Nunca debió hacer una promesa tan necia. Y sin embargo,después de haberla hecho, debió admitir su error y librara Juan de la muerte. El problema fue que a él le preocupabamás lo que las personas en esa fiesta pensarían si seretractaba de su promesa, que lo que Dios pensara alrespecto. Ahora, no solamente era culpable de hacer unapromesa necia, sino también de asesinato. Esto debe seruna lección para nosotros, para que seamos tardos enhablar y prestos para oír, para que nuestras palabras nonos atrapen, como lo hicieron con Herodes (Stg. 1:19).

Lo sorprendente acerca de toda esta historia es queHerodes genuinamente estimaba a Juan y a susenseñanzas. Leemos en Marcos 6:20: “Porque Herodestemía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y leguardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo,pero le escuchaba de buena gana”.

Herodes reverenciaba a Juan como hombre justo y santo,y lo escuchaba de buena gana. ¡Qué paradoja! Herodesdisfrutaba de escuchar las predicaciones de Juan y laPalabra de Dios, pero esas enseñanzas nunca tomaroncontrol de él y nunca cambiaron su vida. En la vida, ustedencontrará que hay muchas personas como Herodes. Lesgusta oír la predicación de la Palabra de Dios, pero en sucorazón no tienen un amor por la verdad. Como resultado,la Palabra de Dios nunca penetra en sus corazones, y susestilos de vida nunca son transformados.


La segunda PascuaJuan 6:1-4

Ahora llegamos a la tercera Pascua durante el ministeriode Cristo. Esto habría sido alrededor de marzo o abril delaño 29 d.C. Esta Pascua se celebró próxima al suceso dela alimentación de los cinco mil. Esto da inicio al últimoaño del ministerio de Cristo. Leemos en Juan 6:1-4:“Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar deGalilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porqueveían las señales que hacía en los enfermos. Entoncessubió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos”.

La alimentación de los cinco milMarcos 6:30-44; Mateo 14:13-21;

Lucas 9:10-17; Juan 6:1-13

Ahora retomamos la narrativa de la vida de Jesús, despuésdel interludio del relato del martirio de Juan el Bautista.Cristo está a orillas del lago de Galilea. Después deescuchar los relatos de Sus discípulos sobre susexperiencias en las ciudades cercanas, Jesús les dice quevayan con Él a un lugar apartado, donde puedan descansarpor un tiempo. Cristo y Sus discípulos estaban exhaustos,pues constantemente los rodeaba una multitud y no habíantenido oportunidad de descansar.

También nosotros debemos darnos cuenta que necesitamosdescansar. Si Jesús tuvo que hacer una pausa para relajarsey descansar, nosotros debemos hacer lo mismo. Laspresiones del ministerio pueden ser extenuantes.


Necesitamos ser refrescados en nuestro cuerpo, alma yespíritu; y esto solamente puede hacerse alejándonos detodos para descansar.

Para ilustrar la importancia del descanso, permítanmerelatarles una historia, dada por la tradición, acerca deJuan el amado. Un hermano cristiano fue a visitar alapóstol Juan y, lo que vio, lo sorprendió. Juan estabaalimentando juguetonamente a sus peces en un estanque.Cuando le expresó su sorpresa de que un santo tanpiadoso como Juan se ocupara de cosas tan triviales ypoco importantes, Juan le respondió diciendo que un arcoque constantemente permanece tenso pierde suelasticidad. Por esto, como cristianos, necesitamosdescansar y relajarnos de forma regular, y disfrutar deactividades sanas para mantener nuestro discernimientoy fortaleza espiritual.

El Dr. Hudson Taylor, uno de los más famosos misionerosdel pasado, a menudo se relajaba cazando mariposas.Mientras que no todos tienen su propio estanque de peceso el tiempo para cazar mariposas, es esencial que todostomemos tiempo para descansar y relajarnos en lapresencia de Dios. Se recomiendan las caminatas y, deser posible, un cambio de clima y de ambiente.

Regresando a la narrativa, vemos que Jesús y Susdiscípulos se subieron en una barca y cruzaron el lagopara ir a Betsaida (conocida como Betsaida Julias) enla costa noreste del mar de Galilea, en la tetrarquía deFelipe (Lc. 9:10). Ésta no debe confundirse con laciudad de Betsaida mencionada en Marcos 6:45, en el


viaje de regreso, situada en las costas noroccidentales,cerca de Capernaum (ver mapa en la página 47).

Muchas personas vieron a Jesús y a Sus discípulos partir,y los siguieron, llegando a Betsaida antes que ellos.Cuando Cristo los vio reunidos en ese lugar desértico,siendo ya tarde, tuvo compasión de las personas, pueseran como ovejas sin pastor. Esto fue durante el tiempode la tercera Pascua, exactamente un año antes de Sucrucifixión, cuando Él instituiría la conmemoración dela última cena y la celebración de la Cena del Señor. Enese tiempo, Él declararía que se convertiría en el panroto por aquellos que, de ese momento en adelante,creyeran en Su nombre.

Jesús mandó a la multitud, de alrededor de cinco milpersonas (sin incluir mujeres y niños), a sentarse en gruposde cien y cincuenta. Dicho sea de paso, 100 por 50 es lamedida del Atrio Exterior del Tabernáculo de Moisés.Jesús tomó luego los cinco panes (lo que habla de la graciaque nos capacita) y dos pescados (que significantestimonio divino), los bendijo y los dio a Sus discípulospara que los repartieran.

Esto revela a Cristo como Jehová-Jireh, el Señor nuestroProveedor. Él satisfizo las necesidades de la multitud.Debido a este milagro, las personas testificaron que Jesúsera ciertamente el profeta que sería levantado, del cualhabla Moisés en Deuteronomio 18:15.

Durante Su ministerio terrenal, Jesús también cumplió lostipos y símbolos del Tabernáculo de Moisés. En particular,


cumplió las verdades que contenían los panes sobre laMesa de la Proposición, en el Lugar Santo. En Juan 6:35declaró: “Yo soy el pan de vida”. Después que las personascomieron todo lo que quisieron y estuvieron satisfechas,Jesús dijo a Sus discípulos que recogieran lo que habíasobrado; y llenaron doce canastos. Doce, por supuesto,habla de gobierno en la numerología bíblica. Con estemilagro, el Señor Jesús demostró que Él ciertamente es elSeñor y gobernador de todo el universo (comp. Is. 9:6).

Jesús escapa de la multitudque quería hacerlo rey

Marcos 6:45-46; Mateo 14:22-23; Juan 6:14-15

Al percibir que la multitud procuraría hacerlo rey porcausa del milagro, Jesús sacó del lugar a Sus discípulosen una barca, mientras Él se fue solo a una montañapara orar. Mientras escribía este comentario acerca dela vida de Cristo, le pregunté al Señor si quería que yopublicara este libro. Me mostró una visión de sí mismo,ataviado con vestimentas blancas, sentado en lasmontañas que dominan el lago. Se le veía tan joven enesta visión, y la escena era tan pacífica y hermosa queno pude evitar amarlo cada vez más. Esta visiónconfirmó a mi corazón que ciertamente debo publicareste pequeño libro acerca de nuestro maravilloso Señory Salvador, Jesucristo.

Jesús se negó a ser hecho rey sobre la base de premisasequivocadas. La multitud lo quería hacer rey porque Élhabía suplido sus necesidades físicas y había provisto paraellos. Lo querían por lo que Él podía hacer por ellos. Será


por el mismo medio (la provisión económica) que elAnticristo engañará a muchos para que lo hagan su rey.

Además, Jesús no había venido para reclamar Su derechoal trono como rey de los judíos, sino para ser el Corderode Dios, inocente y santo, que cumpliría la ofrenda de lapascua. Esto nos debe servir como advertencia, así comoEliseo reprendió a su siervo Giezi por buscar unarecompensa de Naamán, el general sirio, por la sanidadobrada a través de Eliseo. Eliseo dijo a Giezi: “¿No estabatambién allí mi corazón, cuando el hombre volvió de sucarro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomarvestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos ysiervas?” ( 2 R. 5:26).

El apóstol Pablo escribió a los creyentes de su tiempo en1 de Corintios 4:8: “Ya estáis saciados, ya estáis ricos,sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotrosreinásemos también juntamente con vosotros!” Queaquellos que somos llamados a ser reyes y sacerdotes,recordemos que en este momento de la historia debemosser como nuestro Salvador: sacerdotes que se ofrecen a símismos sin mancha para Dios.

Jesús camina sobre el aguaMarcos 6:47-52; Mateo 14:24-33; Juan 6:16-21

Los discípulos del Señor estaban en una barca, en mediodel mar de Galilea, luchando contra un fuerte viento queazotaba la nave. Estaban a unos cinco kilómetros (24-30estadios) de la orilla y habían recorrido la mitad de ladistancia para llegar a Capernaum, atravesando el lago.


Algo muy interesante aquí, y es que los discípulos salieronal mar en obediencia al Señor. Él les había dicho quefueran. Sin embargo, no todo ocurrió serenamente; unatormenta violenta vino contra ellos.

Creo que esto es algo muy importante que debemosrecordar para nuestra vida. Cuando obedecemos al Señor,no podemos dar por sentado que no habrá problemas. Alcontrario, tendremos oposición, de la misma manera enque los discípulos encontraron la oposición del viento.Algunas personas dicen: “Si estoy en la voluntad de Dios,todo debería ir bien”.

A menudo, cuado busquemos hacer la voluntad de Dios,enfrentaremos problemas y oposición terribles. Nodebemos darnos por vencidos o volver atrás, sinoinsistir y avanzar para completar la voluntad de Él. Sinembargo, es importante señalar que los discípulos noestaban solos. Desde lo alto de la montaña el Señorhabía estado observándolos. Sus ojos, que siemprecuidan y siempre están atentos, estaban puestos sobreellos. El Señor también cuida de nosotros cuandoestamos tratando de hacer Su voluntad; y aun así,enfrentamos pruebas. El Señor ha prometido que nuncanos dejará ni nos abandonará.

Cuando Jesús iba hacía ellos caminando sobre el mar,parecía como que iba a pasar de largo. Ellos clamaroncon temor, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo:“¡T ened ánimo; yo soy, no temáis!” (Mt. 14:27). Pedro,como de costumbre, fue el primero en hablar: “Señor,si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas”


(Mt. 14:28). Aquí tenemos que detenernos para entenderesta verdad. Aun el impetuoso Pedro se dio cuenta deque, a menos que el Señor diera la palabra, él no podríahaber caminado sobre el agua.

Las leyes de la naturaleza dictan que el hombre no puedecaminar sobre el agua. Por eso, para sortear de manerasobrenatural las leyes de la naturaleza y caminar sobreel agua, Pedro tuvo que tener fe. La fe viene del oír unapalabra específica del Señor. Pablo enfatiza esto enRomanos 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír, porla palabra [rëma, palabra hablada] de Dios”. Nosotrosno podemos tener fe a menos que el Señor nos hable.Por eso, antes de hacer algo como lo que Pedro hizo,primero debemos oír claramente del Señor; de otra forma,no habrá fe para lograrlo.

Recuerdo al rey Canuto. Incitado por sus lisonjeroscortesanos y lleno de orgullo, puso su trono a orillas delmar, ordenándole que no se acercara más. Pero el mar seacercó y él tuvo que dejar su trono y correr para salvarse.He oído de otras personas que han tratado de caminarsobre el agua y han quedado vergonzosamenteempapados al tratar, presuntuosamente, de hacer algoque Dios no les había mandado hacer. ¡Por esto, amados,escuchemos atentamente esta lección, para no darnos unbaño indeseado!

El Señor dijo a Pedro: “Ven”. Por fe, Pedro descendió alagua y comenzó a caminar hacia el Señor. La fe lo capacitópara caminar sobre el agua, pero cuando sintió los vientosde la tormenta y vio las olas, tuvo miedo y comenzó a


hundirse, clamando: “¡Señor, sálvame!” Inmediatamente,el Señor extendió Su mano y tomó la de Pedro,reprendiéndolo por su falta de fe. ¿Qué fue lo que pasóaquí? Pedro respondió a una palabra del Señor y comenzóa caminar sobre el agua, pero ¿por qué comenzó ahundirse? Cuando comenzó a poner su vista en latormenta, el temor lo dominó y perdió su fe. Y eso esexactamente lo que el temor hará: nos robará nuestra fe.Por lo tanto, cuando tomamos iniciativas en Dios,necesitamos mantener nuestros ojos enfocados en Jesús yno considerar las circunstancias ni los obstáculos externos.

Estando Él ya dentro del barco, los vientos se detuvieron,y Sus discípulos lo adoraron, diciendo: “Verdaderamenteeres Hijo de Dios” (Mt. 14:33). Aunque los discípulosadoraron al Señor, el Evangelio de Marcos nos dice quetodavía quedaba algo de duda en el corazón de ellos.Leemos en Marcos 6:51-52: “Y subió a ellos en la barca,y se calmó el viento; y ellos se asombraron en granmanera, y se maravillaban. Porque aún no habíanentendido lo de los panes, por cuanto estabanendurecidos sus corazones”.

Los discípulos estaban asombrados por este milagro.Cualquiera pensaría que ellos, después de ver a Jesúsalimentar a 5,000 personas con cinco panes y dospescados, tendrían fe en el poder milagroso de Jesús, perosus corazones estaban endurecidos.

Esto es una tremenda advertencia para nosotros.Podemos ver milagros y tener experiencias con Dios y,aun así, no creer. Y por supuesto, cuando no creemos,


nuestro corazón se endurece (He. 3:12-13). Oremos paraque cuando veamos el poder y los milagros de Diosnuestro corazón sea enternecido y que la fe eche raícesmás firmes en nuestro ser.

Leemos en Juan 6:21: “Ellos entonces con gusto lerecibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierraadonde iban”. El apóstol Juan señala que una vez queJesús entró en la barca, ésta llegó instantáneamente a sudestino (a varios kilómetros de donde estaban). Éste esotro milagro de un viaje sobrenatural, de los que, estoyseguro, veremos más en estos últimos días.

Su llegada a GenesaretMarcos 6:53-56; Mateo 14:34-36

Después de amarrar la barca en la costa, Jesús y Susdiscípulos pronto se vieron rodeados por una multitudde personas que traían a sus enfermos para que fueransanados. El Señor fue rodeado por personas que teníannecesidad. Es un testimonio sorprendente de Su graciay vigor, el que pudiera ministrar en un ambiente deconstantes milagros por un período de tiempo tan largo.Recordemos que Jesús no tenía cultos de dos o treshoras, seguidos por un día de descanso. Dondequieraque Él iba, las multitudes lo buscaban constantemente.A menudo, después de un tiempo de predicar y orarpor los enfermos, nosotros, los ministros, nos sentimosmuy cansados y hasta a veces de mal humor por lasconstantes demandas sobre nuestro tiempo. Procuremostener siempre la misma dulzura que Jesús mostró entoda ocasión.


El discurso sobre “el Pan de Vida”Juan 6:22-71

Al día siguiente que Jesús caminó sobre el agua, laspersonas que recibieron el milagro de los panes y lospeces lo buscaron. Al darse cuenta que el Señor ya noestaba del lado en que ellos se encontraban, cruzaron ellago en barcas para ir hacia Capernaum. Cuando lepreguntaron a Jesús cómo había cruzado el mar, Él ignorópor completo la pregunta y trató directamente con elmotivo por el cual lo buscaban, (Jesús sabía que de todasmaneras no le hubieran creído.)

Ésta es la misma actitud que el Señor adoptó cuando hablócon Nicodemo. No perdió Su tiempo en “charlairrelevante” o conversación casual; inmediatamente tratócon la necesidad en la vida de Nicodemo. Haríamos bienen seguir el ejemplo de Jesús.

Resumiendo este diálogo, podríamos decir que laspersonas no estaban buscando a Jesús por Sus milagros,sino porque Él las había alimentado y había satisfechosus necesidades físicas. Por lo tanto, les exhortó a notrabajar por la comida que perece, sino por aquella quees eterna.

En la sinagoga en Capernaum, el Señor pronunció elmuy conocido discurso sobre el “Pan de Vida”. Dijoen Juan 6:32-33, 35: “No os dio Moisés el pan del cielo,mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque elpan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida almundo... Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca


tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”.Moisés (por el poder de Dios) dio a los israelitas maná enel desierto. Pero Jesús es el Pan de Vida que descendiódel cielo. Aquellos que creen en Él tendrán vida eterna.

En Juan 6:42, los judíos dijeron: “¿No es éste Jesús, elhijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos?¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?” Lacomunidad judía de aquellos días era muy unida; seconocían todos unos a otros. Habían conocido a Jesúsdesde que era un niño y conocían a Su familia. Por estarazón, no creían que hubiera descendido del cielo. Susojos estaban cegados a la verdad.

Jesús continuó diciendo que tenemos que comer Su carney beber Su sangre para poder tener vida eterna. Esto fuedemasiado para los judíos. No solamente se ofendieroncon Él, sino que se enojaron. Jesús hablaba en un sentidoespiritual. Él es el Verbo de Dios hecho carne, y nosotrosdebemos ser partícipes de Su Palabra. En esencia elmensaje de Cristo es:

1. Crean en el Hijo y tendrán vida eterna.

2. Aliméntense cada día de Cristo; es decir, leany mediten diariamente en la Palabra de Dios.

3. Asistan regularmente a la iglesia paraescuchar la Palabra de Dios predicadafielmente.


En este momento, muchos de Sus propios discípulos seofendieron y dejaron de seguirlo. Leemos en Juan 6:66:“Desde entonces muchos de sus discípulos volvieronatrás, y ya no andaban con él”. En lugar de tratar deconvencerlos para que siguieran con Él, Jesús se dirigió aSus doce discípulos y les dijo: “¿Queréis acaso irostambién vosotros?” (Jn. 6:67). Las personas no afectabande ninguna forma a Jesús. Nada lo movía. Pedro respondióen Juan 6:68-69: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienespalabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído yconocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.

En este tiempo crucial de Su ministerio, muchos de losdiscípulos y ayudantes de Jesús lo abandonaron. Solamentetenía once hombres en quienes podía confiar que le seríanfieles y leales (pues Judas lo traicionaría). Estos eran losúnicos en quienes podía confiar la continuidad de Suministerio después de Su muerte y resurrección.

Todo esto sucedió porque Jesús no estaba dispuesto acomprometer Su mensaje. Él podría haber conservado alas multitudes, la fama y el honor del hombre si hubiesediluido Su mensaje, pero estaba consagrado a enseñar todolo que Su Padre le dio para compartir. Jesús perdió Supopularidad a causa de Su mensaje no comprometido: pordecir la verdad tal como es, sin endulzar el Evangelio.

Cada creyente, y especialmente los ministros, seránprobados en esta misma área: elegir entre la voluntad deDios y la popularidad. Uno de los mayores problemas enel ministerio ocurre cuando los ministros tienen unacongregación que no quiere avanzar con Dios. El ministro


se enfrenta a una difícil decisión: ¿Satisface y apacigua alas personas al mantener simple su mensaje, o procurapredicar la verdad y avanzar sin importar lo que laspersonas en su iglesia hagan? Esto de ninguna manera esfácil, pero por medio de la gracia de Dios, debemos tomarla decisión de estar completamente entregados a Él y deavanzar con Él.

Hace muchos años, mi esposa y yo pastoreamos una iglesiaque no quería avanzar con Dios. De hecho, tuvimos unabatalla con muchas personas en la ciudad en cuanto albautismo del Espíritu Santo. Fue una lucha tremenda. ElSeñor se me apareció durante este tiempo y me dijo: “Sécomo son estas personas y lo que vana hacer, pero quiero saber lo que túharás. Quiero saber si predicarás loque quiero que prediques o lo quelas personas quieren oír”. Por Sugracia, elegí predicar todo el consejode Dios y por esto fuimosgrandemente perseguidos.

Amado lector, quiero preguntarle¿está dispuesto a transitar elsendero que eligió Jesús: el senderodel rechazo en lugar del de la famay la popularidad? Dios estábuscando hoy hombres y mujeresque estén dispuestos a defender laverdad y a no diluir Su Palabra. La clave para agradar aDios es estar centrados en Cristo y no en las personas.Queremos agradar a Dios y no a los hombres. Ésta es

Queremosser de

aquellos queinsisten y

avanzan paraconocertodos los

misterios deDios que

estánescondidos

en SuPalabra


una prueba por la cual todos tendremos que atravesar.¡Que seamos de aquellos que son leales a la verdad!

He notado que, como en el ministerio de Cristo, cuandouno predica las verdades elementales de la Palabra de Dios,tales como la salvación, el bautismo en agua, la sanidad, elbautismo en el Espíritu Santo y la liberación, a muchaspersonas les gusta escuchar. Se emocionan con mensajessencillos como estos. Sin embargo, cuando uno comienza apredicar las verdades más profundas de la Palabra de Dios,como lo hizo Jesús en Juan 6, se ofenden, como sucedió conlos seguidores de Jesús en ese tiempo. Esta situación merecuerda a la semilla que cae en tierra pedregosa. Estaspersonas aceptan el Evangelio con gozo y lo reciben de buenagana, pero debido a que nunca afianzaron sus raíces en laverdad, terminan ofendiéndose (Mt. 13:20-21).

Muchas personas no quieren crecer en su vida cristiana.No quieren oír la “carne” de la Palabra de Dios (o lasverdades más profundas). Se conforman con permaneceren su chatura espiritual, negándose a seguir adelante yprogresar en Dios. Sin embargo, todo en la vida debecrecer y progresar.

En el mundo secular, hay una constante progresión delconocimiento. Aquel que está en el campo de la medicinadebe estudiar continuamente para estar al día en cuanto alas últimas técnicas y tecnología. Hace algunos años,cuando mi esposa se encontraba en el hospital, suscardiólogos me dijeron: “No podemos operar los jueves”.Cuando le pregunte por qué, respondieron: “Porque todoslos jueves los dedicamos a estudiar y mantenernos a la


vanguardia en cuanto a los últimos avances en el campode la cardiología”. Aquellos que trabajan en el negocio delas computadoras tienen que estudiar constantemente eincrementar su conocimiento, porque la tecnología cambiamuy rápido en ese campo.

En la vida espiritual, si no progresamos en el conocimientode la Palabra de Dios, nuestro crecimiento se detendrá yquedaremos como bebés espirituales toda nuestra vida, yhasta podríamos ofendernos y darle la espalda al Señor, comoalgunos de los discípulos lo hicieron en Juan 6. Algunasiglesias predican en todos los servicios solamente el mensajede salvación. No hay desarrollo ni progreso. Queremos serde aquellos que insisten y avanzan para conocer todos losmisterios de Dios que están escondidos en Su Palabra.

La enseñanza sobre la contaminaciónMarcos 7:1-23; Mateo 15:1-20

En Capernaum, los fariseos (que habían venido desdeJerusalén) vieron a los discípulos de Jesús comer sin lavarselas manos, y se escandalizaron. Los fariseos tenían reglasmuy estrictas; nunca comerían sin antes lavarse las manos.Por eso, le preguntaron al Señor: “¿Por qué tus discípulosno andan conforme a la tradición de los ancianos, sinoque comen pan con manos inmundas?” (Mr. 7:5).

En respuesta a esta pregunta tan delicada, el Señorpronunció un profundo discurso sobre la verdaderasantidad y pureza. La esencia de Su mensaje es que no eslo que entra al hombre lo que lo contamina, sino lo quesale de él. Uno puede comer algo sin lavarse las manos


y esa comida no lo contaminará a usted ni a su corazón.Lo que realmente contamina a una persona es lo queviene de adentro, desde lo más íntimo de su corazón,cosas tales como pensamientos impuros, fornicación,necedad y otras cosas malas.

La santidad no es una apariencia externa, sino unrevestimiento interno de la pureza de Dios, que limpianuestro corazón y nos envuelve. En realidad, como el Señordijo tan claramente, aquellos líderes religiosos enseñabanordenanzas externas, pero por dentro eran lobos rapaces.Anulaban los mandamientos de Dios. Por ejemplo,enseñaban que una persona que ofrendaba a Dios podíaevadir los deberes filiales en cuanto al cuidado de suspadres; que de esta manera ya no tenían la responsabilidaddel bienestar de sus progenitores. Así, invalidaban elmandamiento de honrar a su padre y su madre.

El Señor resume Su enseñanza al enumerar varias de lascosas que contaminan a un hombre. Sin embargo, comercon las manos sin lavar no lo contamina. Amados, nocaigamos en la misma trampa de la santidad externa,pensando que el hecho de hacer o dejar de hacer nospurificará, reemplazando con esto la circuncisión espiritualdel corazón, que es la que quita todas las impurezas denuestra naturaleza caída.

La sanidad de la hija de la mujer sirofeniciaMarcos 7:24-30; Mateo 15:21-28

El Señor salió de Galilea y entró a la región de Fenicia y a lasciudades de Tiro y Sidón. Entró en una casa, esperando no


haber sido visto, pero la multitud lo vio y vino a Él. Ciertamujer gentil, de raza sirofenicia, imploró al Señor que sanaraa su hija que estaba poseída por un demonio. Jesús le dijo:“No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa deIsrael” (Mt. 15:24), y agregó: “No está bien tomar el pan delos hijos, y echarlo a los perrillos” (Mt. 15:26).

Con gran fe y humildad, esta mujer gentil respondió:“Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajasque caen de la mesa de sus amos” (Mt. 15:27). Estamujer no se ofendió por las duras palabras de Jesús, sinoque continuó rogándole por la sanidad de su hija. Jesúsle dijo, en Mateo 15:28: “Oh mujer, grande es tu fe;hágase contigo como quieres”. Por su fe, el Señor leconcedió su petición. Al regresar a casa, ella descubrióque su hija había sanado.

Vemos aquí que nada debe hacernos desistir de nuestrospedidos lícitos. Elías probó a Eliseo para ver si se ofendíao si continuaba siguiéndolo. Ya que quería recibir la dobleporción, Eliseo rechazó tenazmente toda disuasión conrespecto a permanecer con Elías. En ciertos momentos,el Señor buscará probarnos por medio del desánimo,como hizo Jesús con esta mujer gentil; y nosotros,también, debemos perseverar para recibir todo lo que elSeñor tiene para nosotros.

La sanidad del hombre sordomudoMarcos 7:31-37; Mateo 15:29-31

Con gran cuidado, Jesús cruzó los límites de la ciudad deTiro y caminó al norte hacia Sidón, y luego, a través de la


tetrarquía de Felipe, a lo largo de la parte este del mar deGalilea, a Decápolis. Decápolis es una palabra griega quesignifica “diez ciudades”. Según Plinio, el historiadorromano, las diez ciudades de Decápolis eran: Damasco (alnorte), Filadelfia, Canata, Escitópolis, Pella, Hipos, Gadara,Dion, Rafana y Gerasa. Gadara es la única ciudad deDecápolis mencionada por nombre en el Nuevo Testamento.

Al cruzar por la tetrarquía de Felipe y tomar luego haciael sur, por Decápolis, Jesús evitó el territorio de HerodesAntipas, el asesino de Juan el Bautista. Herodesgobernaba una parte muy grande de Galilea; su capitalera Tiberias. Felipe era el gobernador de los distritos deleste del Mar de Galilea y del Jordán Superior. Felipe eraun mejor hombre que Herodes Antipas y no tenía motivopara temer a Jesús.

En ese lugar, Jesús se sentó en una de las montañas yla multitud vino a Él. Fue en esta ocasión cuando Jesússanó al hombre sordo que también tenía unimpedimento para hablar. El Señor lo llevó aparte, pusoSus dedos en los oídos del hombre, tocó su lengua yclamó: “Sé abierto”. Sus oídos se abrieron, su lenguase soltó y pudo hablar normalmente. Aunque mandó alas personas a no decir nada acerca de este milagro,ellas lo proclamaron por todas partes, pues estabanasombradas ante Su poder. Las personas testificaron:“Bien lo ha hecho todo”(Mr. 7:37). Que testimonio tanmaravilloso, digno de imitar: declarar que el Señor hacetodas las cosas bien. Para que Su testimonio de nosotrossea igual, necesitamos hacer bien lo que Jesús nosmanda hacer.


La alimentación de los cuatro milMarcos 8:1-9; Mateo 15:32-38

Hay dos relatos sobre la alimentación de multitudes porel Señor; anteriormente alimentó a cinco mil y ahoraalimenta a cuatro mil (ver Mc. 8:19-20; Mt. 16:9-10). Alver a la multitud, que había estado con Él por tres días,tuvo compasión de la gente, pensando que podríandesmayarse por el camino, pues muchos venían de lugareslejanos. Teniendo siete panes y unos pequeños pescados,Jesús mandó a la multitud a sentarse. Después de dargracias, partió el pan y los alimentó. Al final, quedaronsiete canastas llenas de las sobras del pan y los pescados.

La pregunta que está ante nosotros es la siguiente: ¿Hayalgún significado espiritual en la alimentación de loscuatro mil, como el que encontramos en la alimentaciónde los cinco mil? ¿Qué verdad espiritual podemos deducirde este milagro?

Ciertamente, la alimentación de los cinco mil presentóa Jesús como el Pan de Vida que cumplió las verdadesde la Mesa de los Panes de la Proposición en elTabernáculo de Moisés. Sin embargo, en este milagrotenemos números diferentes y una ocasión diferente. Laalimentación de los cuatro mil no se menciona en elEvangelio de Juan como una señal.

En consecuencia, por los números de este milagro,debemos concluir que Jesús estaba supliendocompletamente las necesidades de todas las personas. Elnúmero siete representa la condición de completo; el


cuatro, habla de universalidad (los cuatro extremos de latierra); y mil puede hablar de multitud. Las siete canastasque sobraron muestran que el Señor puede satisfacercompletamente todas nuestras necesidades.

Tengamos ánimo, sabiendo que Él es todo lo quenecesitamos y que toda nuestra suficiencia está en Jesús.Él tiene los medios para satisfacer cada una de nuestrasnecesidades. Siempre estamos preocupados acerca de quécomeremos y qué beberemos, pero Él nos dice quebusquemos primeramente el reino de Dios y todas esascosas nos serán añadidas (Mt. 6:33).

Una visita breve a DalmanutaMarcos 8:10-12; Mateo 15:39 – 16:4

El Señor envió lejos a la multitud, subió a una barca conSus discípulos y cruzó las aguas hacia el otro lado, paraentrar a Galilea, a Dalmanuta o Magadán (Magdala). Allílos fariseos le salieron al encuentro, demandándole unaseñal de los cielos para tentarlo. Jesús se negó, diciendoque ninguna señal sería dada a esa generación malvada yadúltera, excepto la señal de Jonás; y se fue.

Jesús regresa a Betsaida JuliasMarcos 8:13-26; Mateo 16:5-12

En la barca, mientras cruzaban de Magdala hacia Betsaida,el Señor advirtió a Sus discípulos acerca de la levadurade los fariseos y saduceos. Debido a que habían traídosolamente un pan, ellos pensaron que se refería a que nohabían traído suficiente pan. Recordándoles los milagros


de la alimentación de los cinco mil y luego de los cuatromil, con unos pocos panes, el Señor Jesús los reprendiópor su dureza de corazón. Después de verlo multiplicarlos panes para miles de personas, no tenían la fe suficienteni siquiera para creer que Él podía multiplicar el pan parasí mismo y Sus discípulos.

Entonces, los discípulos se dieron cuenta de que Jesús lesestaba diciendo que tuvieran cuidado de las falsas doctrinasde los fariseos y saduceos. En la Biblia, la levadurarepresenta la falsa doctrina, la hipocresía (Lc. 12:1) y elpecado (1 Co. 5:8). Nosotros también debemos tenercuidado con estas tres cosas. Permítanme mencionartambién la falsa doctrina de los herodianos. Ellos usaronel Evangelio con propósitos políticos. Hoy, en la Iglesia,hay un gran movimiento político. Necesitamos tenercuidado de no ser atrapados por un evangelio político yhacer naufragar así nuestra fe.

Cuando Jesús llegó al otro lado del mar de Galilea, letrajeron un hombre ciego. Leemos en Marcos 8:23-26:“Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera dela aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manosencima, y le preguntó si veía algo. Él, mirando, dijo: Veolos hombres como árboles, pero los veo que andan. Luegole puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo quemirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente atodos. Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en laaldea, ni lo digas a nadie en la aldea”.

Cuando Jesús oró por la vista del hombre, éste fue sanadoparcialmente. Podía ver a las personas que caminaban


como árboles. En otras palabras, su visión todavía estabamuy borrosa. Cristo no se conformó con una sanidad amedias. Oró otra vez y el hombre fue completamentesano. A menudo necesitamos orar dos veces por laspersonas antes que reciban una sanidad completa.Perseveremos en nuestra oración hasta que veamosmanifiesto el poder de Dios.

En el camino a Cesarea de FilipoMarcos 8:27-30; Mateo 16:13-20: Lucas 9:18-21

Jesús y Sus discípulos partieron de Betsaida y sedirigieron hacia el norte a Cesarea de Filipo, ciudadsituada al norte del lago de Huleh o Merom (el cualalimenta al río Jordán mientras fluye hacia el mar deGalilea). La distancia entre Betsaida y Cesarea de Filipoera de unos cuarenta y dos kilómetros. A lo largo de laruta y cerca de Cesarea, el Señor preguntó a Susdiscípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijodel Hombre?” Ellos respondieron: “Unos, Juan elBautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno delos profetas”. Él les dijo: “Y vosotros, ¿quién decís quesoy yo? Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo delDios viviente”.

Entonces, Jesús dijo a Pedro: “Bienaventurado eres,Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne nisangre, sino mi Padre que está en los cielos”. Por esto,entendemos que es un regalo soberano del Santo Padreque nosotros podamos conocer y reconocer que Jesús esel Hijo de Dios. Qué privilegio es ser conocidos por elPadre y que Él nos revele a Jesús. Sabiendo esto,


deberíamos caminar con una actitud de profundoagradecimiento y humildad hacia el Señor por el resto denuestra vida.

Luego el Señor declara a Pedro: “Y yo también te digo,que tú eres Pedro [gr. Petros], y sobre esta roca [gr. petra]edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades noprevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reinode los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atadoen los cielos; y todo lo que desatares en la tierra serádesatado en los cielos” (Mt. 16:18-19). Sabemos queJesús, en ciertas ocasiones, se refirió a Pedro como unapiedra o roca, pero ¿sería él el fundamento de la Iglesia?¿Quién era esta roca?

En la Biblia, la palabra roca siempre se refiere a Jehováen el Antiguo Testamento y a Cristo en el NuevoTestamento (comp. 1 Co. 10:4; Dt. 32:4). Jesús fue la Rocasólida sobre la cual se fundó la Iglesia. Pablo dijo enEfesios 2:20: “Edificados sobre el fundamento de losapóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ánguloJesucristo mismo”. Cristo es la piedra del ángulo o Rocasobre la cual está fundada la Iglesia; y sobre Éldescansaban los apóstoles y los profetas.

Cristo también prometió que las puertas del infierno noprevalecerían en contra de la Iglesia. A medida que laIglesia avanza bajo la dirección del bendito Espíritu Santo,el poder de las fortalezas del enemigo caerá ante lapoderosa Iglesia del Dios vivo, y las puertas de infiernono prevalecerán contra el pueblo de Dios. Obviamente,las puertas no se mueven; están quietas. ¡La Iglesia de


Dios se moverá como un poderoso ejército contra el reinode las tinieblas, y entonces las puertas del infierno caerán!

Jesús enseña a Sus discípulosque debe ser crucificado


Ahora, Jesús comienza a preparar a Sus discípulos paraSu crucifixión y sufrimiento a manos de los ancianos ysumos sacerdotes. Sin embargo, Pedro reprendió al Señor,diciendo: “Señor, ten compasión de ti; en ninguna maneraesto te acontezca” (Mt. 16:22). Jesús se dirigió a Pedro,lo reprendió y dijo: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!;me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas deDios, sino en las de los hombres” (Mt. 16:23).

Aquí tenemos una lección extraordinaria que nodebemos pasar por alto. Sólo unos momentos antes deesto, Pedro estaba hablando por revelación de Dios yahora, se abrió para ser un canal de Satanás. Pareceque en ese momento Satanás simplemente vino a Pedro,procurando desviar a Jesús de Su camino a la cruz, através del apóstol principal. Si este fue el caso con elapóstol Pedro, cuánto más nos puede suceder a nosotrossi no cuidamos nuestro corazón, mente y boca. Seamossiempre humildes ante el Señor para que no caigamosen este mismo error. A través de Pedro, Satanás hablóestas palabras, buscando desalentar a Jesús de ir a lacruz y dar en Su blanco. Debemos tener mucho cuidadocon las profecías o con las “palabras del Señor” quelas personas nos den; tenemos que estar seguros queprovienen de Dios.


Discurso acerca de la Segunda VenidaMarcos 8:38 - 9:1; Mateo 16:27-28; Lucas 9:26-27

El Señor termina esta conversación con un discursoreferente a Su Segunda Venida, y al mismo tiempo da unaadvertencia, de que cuando Él aparezca, dará a cadahombre de acuerdo a sus obras. Prosiguió diciendo: “Hayalgunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte,hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en sureino” (Mt. 16:28). Esta afirmación requiere de un examenmuy cuidadoso, ya que Cristo obviamente no estabasugiriendo que algunos de Sus discípulos vivirían hastala Segunda Venida. La interpretación es realmente sencilla.Jesús se refería a la experiencia en el monte de laTransfiguración, cuando, pocos días después de esteincidente, tres de los doce discípulos vieron al Señortransfigurado con la gloria de Su Padre.

La TransfiguraciónMarcos 9:2-8; Mateo 17:1-8; Lucas 9:28-36

Mateo nos dice que seis días después que Jesús dijeraestas palabras, llevó consigo a Pedro, a Santiago y a Juana un monte alto (Mt. 17:1). Lucas dice que fueron “comoocho días después” (Lc. 9:28). La diferencia puedeexplicarse por el hecho de que Lucas se refiere al momentocuando ellos alcanzaron la cumbre del monte; mientrasque, posiblemente, Marcos y Mateo se refieran a su llegadaal pie de la falda del monte.

El Espíritu Santo tenía un propósito muy real para registrarde dos formas diferentes el tiempo en que sucedió este


importante evento. El número seis (además de hablar dehumanidad) se refiere a la última dispensación. Sabemosque al hombre se le dieron aproximadamente 6.000 años,unos 4.000 desde la creación hasta Cristo, y unos 2.000años para la Era de la Iglesia. Por esto, la transfiguracióntiene una aplicación especial para la Iglesia de los últimosdías. El número ocho habla de un nuevo día o de la vidaresucitada. Esto habla del hecho que tanto la vidaresucitada de Dios como Su poder vendrán sobre la Iglesiaen nuestros días.

Sin lugar a dudas, la montaña en cuestión fue el monteHermón. El monte Tabor, que es el sitio atribuido por latradición, no pudo haber sido el lugar, pues en la cima deesa montaña había una fortaleza. Además, el monte Taborestaba en el territorio de Herodes Antipas, y sabemos queJesús, en ese tiempo, evitaba el territorio de este hombre.Además, Tabor está muy al sur de Cesarea de Filipo, ellugar de donde el Señor acababa de venir. No tenía sentidohaber ido primero a Cesarea de Filipo si tenía la intenciónde ir al monte Tabor, pues habrían tenido que volver acruzar el mar de Galilea (hecho que no está registrado).

Es interesante que Jesús solamente llevó consigo a tresde Sus discípulos: Pedro, Santiago y Juan. Estos treshombres eran los más cercanos al Señor y parte de Sugrupo más íntimo. Ellos tuvieron el privilegio de sertestigos de la glorificación del Señor en el monte, mientrasque a los otros discípulos no les fue permitido estarpresentes. Existen diferentes grados de comunión. Habíaciertas cosas que Jesús podía compartir con todos; otras,que solamente podía compartir con Sus discípulos; y aun


había otras que solamente podía compartir con Pedro,Santiago y Juan. Consideremos esto: uno no puede hablarde cálculos o álgebra con un niño de cinco años. Lo mismosucede en el reino de Dios. El Señor solamente puedecompartir Sus más preciosas verdades y secretos conaquellos que tienen Su carácter y están cerca de Sucorazón. El secreto del Señor es para aquellos que le temen(Sal. 25:14 RV 1909).

La comunión está basada en las experiencias compartidas.Si usted avanza con Dios y persevera hacia el monte Sionespiritual, no podrá tener una verdadera comunión conun creyente que se contenta con permanecer en el AtrioExterior y con conocer solamente las verdades elementalesde la Palabra de Dios. Hace muchos años, tuve esahermosa comunión con cierto matrimonio en un institutobíblico. Hablábamos del Señor y pasábamos un tiempomaravilloso juntos.

Sin embargo, los vi cinco años después, y ya no había esaapertura para compartir con ellos; no podíamos tenerverdadera comunión. Ellos seguían hablando de lasmismas cosas que hablaban hacía cinco años. No habíanprogresado en Dios o en su andar espiritual. Oremos paraque tengamos el privilegio de estar cerca del Señor comoestuvieron Pedro, Santiago y Juan, para que podamos tenerexperiencias similares con Dios.

Volvamos ahora al relato. Mientras los cuatro oraban, elrostro de Jesús se transformó y Su vestimenta se volviómás blanca que cualquier otra vestidura sobre la tierra.Jesús fue glorificado con la gloria del Padre. Pedro,


Santiago y Juan se habían dormido, pero al despertarsevieron a Moisés y a Elías hablando con Jesús.

Pedro entonces sugirió que edificaran tres tabernáculos:uno para Jesús, otro para Moisés y otro para Elías. Pedroquería quedarse en la cumbre de la montaña. El hecho deque esta propuesta esté específicamente registrada en laBiblia vincula a la Transfiguración de Jesús con elderramamiento espiritual durante la fiesta de losTabernáculos en la Iglesia de los últimos tiempos.

Durante la fiesta de los Tabernáculos, los israelitasedificaban cabañas (o tabernáculos) para vivir en ellasdurante la misma. Por lo tanto, podemos esperar ver quela gloria de Dios que Jesús experimentó en esta montaña,se manifieste en la Iglesia de los últimos tiempos y en elrostro de cada creyente.

Mientras hablaban, una nube brillante los cubrió, y el Padrehabló desde la nube diciendo: “Este es mi Hijo amado,en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mt. 17:5). ElPadre dio testimonio acerca de Su Hijo, de que teníacontentamiento en Él, de manera similar a lo que habíadicho casi tres años antes, cuando Jesús fue bautizadopor Juan en el río Jordán, al inicio de Su ministerio(Mt. 3:17). Sin embargo, esta vez el Padre agregó algo:“a Él oíd”. El Padre puso Su sello de aprobación sobre SuHijo y le concedió una autoridad fresca sobre Sus palabras.Esto es muy importante para nuestras vidas.

Creo que cada uno de nosotros debe demostrar su fidelidada Dios, pero si permanecemos fieles, llegará el momento


en que el Padre nos ungirá y nos dará la autoridad parahablar Sus palabras, de la manera en que “no dejó caer atierra” ninguna de las palabras de Samuel (1 S. 3:19).Queremos que Dios diga de nosotros: “Escuchen a missiervos. Óiganlos”.

Con humildad, sugerimos las siguientes razones del por quéde esta maravillosa experiencia en la cumbre de la montaña:

1. A los ojos de los discípulos estableció a Jesús como elHijo de Dios, pues ellos escucharon la voz del PadreCelestial diciendo: “Éste es mi Hijo amado, en quien tengocomplacencia; a él oíd”. Al final de su vida, Pedro escribiríaalgo con respecto a esta experiencia: “Pues cuando élrecibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desdela magnífica gloria una voz que decía: Éste es mi Hijoamado, en el cual tengo complacencia” (2 P. 1:17).

2. Estos dos ungidos que habían estado a Su derecha y aSu izquierda antes de Su encarnación dieron fortaleza yconfianza a Jesús. Estos son los dos olivos mencionadosen Zacarías 4:3. Ellos también hablaron de la muerte delSeñor en Jerusalén. Jesús fue fortalecido por Moisés yElías en Su decisión de ir a la cruz.

Él sabía que ciertamente era el Cordero de Dios quequitaría el pecado del mundo. Moisés fue la persona através de la cual había sido dada la Ley. La Ley consistíaen numerosos tipos que serían cumplidos por Jesús, elCristo. Elías, el profeta del arrepentimiento, quien hizoque Israel volviera al Señor, contemplaba ahora a aquelcuyo ministerio finalmente reconciliaría a Israel con Dios,


en Su Segunda Venida. El Señor recibió reposo, consuelo,apoyo, fortaleza y comprensión de estos dos grandesprofetas que habían partido antes que Él, y quienes, a Sumanera, fueron Sus precursores. En momentos así ennuestra vida, cuando somos mal interpretados yrechazados como lo fue Jesús por los líderes religiososde Su tiempo, nosotros también necesitamos serconsolados y fortalecidos por aquellos que han pasadopor ese camino antes que nosotros.

3. Esta experiencia también prefigura la gloria quevendrá sobre la Iglesia de los últimos días. A medidaque los días se vuelvan más y más malos, los verdaderoscreyentes experimentarán esta misma gloria de Diosen sus propias vidas, como leemos en Isaías 60:1-2:“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y lagloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquíque tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad lasnaciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre tiserá vista su gloria”.

El apóstol Pablo reitera esta misma verdad en 2 Corintios 3:7-8:“Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedrasfue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieronfijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloriade su rostro, la cual había de perecer, ¿cómo no será másbien con gloria el ministerio del espíritu?”. La gloria dela Iglesia del Nuevo Testamento superará ampliamentela gloria que hubo en el Antiguo Testamento. He podidover muchas visiones de la tremenda gloria del Señor quevendrá sobre Su Iglesia en estos últimos días y puedoafirmar que vale la pena esperarla.


Las preguntas duranteel descenso de la montaña

Marcos 9:9-13; Mateo 17:9-13; Lucas 9:36

Mientras descendían de la montaña, el Señor ordenó aSus discípulos que no hablaran de la experiencia de latransfiguración hasta que Él hubiese sido levantado de lamuerte. Sus discípulos no comprendieron lo que Jesúsquiso decir al hablar de Su resurrección. Ellos, a su vez,preguntaron al Señor: “¿Por qué, pues, dicen los escribasque es necesario que Elías venga primero?” (Mt. 17:10).

El Señor confirmó que Elías debía venir primero yrestaurar todas las cosas. Sus enseñanzas vienen de laprofecía que está en Malaquías 4:5-6: “He aquí, yo osenvío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová,grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padreshacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres,no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.Elías vendrá en persona, juntamente con Moisés, antesde la Segunda Venida del Señor, para restaurar todas lascosas. Juan el Bautista vino en el espíritu de Elías antesde la primera venida de Cristo, para prepararle el camino.

¿Qué fue exactamente lo que Jesús quiso decir cuandoseñaló que Elías restauraría primero todas las cosas? LaBiblia se interpreta a sí misma. Así, leemos en Hechos 3:21:“A quien de cierto es necesario que el cielo reciba hastalos tiempos de la restauración de todas las cosas, de quehabló Dios por boca de sus santos profetas que han sidodesde tiempo antiguo”. A través de toda la Biblia, losprofetas han declarado que en el fin de los tiempos la


Iglesia triunfará y entrará a una gran gloria. Específicamente,Hageo 2:9 dice: “La gloria postrera de esta casa será mayorque la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y darépaz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos”.Espiritualmente, esto significa que la Iglesia de los últimosdías será mayor y más gloriosa que la Iglesia de los primerostiempos. Habacuc 2:14 también confirma que habrá un granavivamiento: “Porque la tierra será llena del conocimientode la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar”.Pablo también nos dice que el Señor viene a buscar unaIglesia gloriosa, sin mancha ni arruga (Ef. 5:27).

Los discípulos y el joven endemoniadoMarcos 9:14-29; Mateo 17:14-20; Lucas 9:37-43

Cuando Jesús y Sus tres discípulos llegaron al pie de lamontaña, una multitud estaba esperándolo. Entre lamuchedumbre, había un hombre cuyo hijo tenía un espíritumudo. Después que Jesús echó fuera al espíritu, losdiscípulos de Jesús (los nueve restantes) preguntaron porqué ellos no habían podido liberar a este joven. Jesúsreplicó en Mateo 17:20-21: “Por vuestra poca fe; porquede cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano demostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y sepasará; y nada os será imposible. Pero este género nosale sino con oración y ayuno”.

Aquí tenemos una lección importante para aprender. Nodebemos dar por sentado que todos los demonios soniguales. En realidad, los hay de diferentes tamaños ydisposiciones. Algunos pueden ser muy tercos y requerirmucha oración y ayuno para ser echados fuera. Por esto,


antes de echar fuera demonios de alguien, es sabio buscaral Señor primero y preguntarle sobre la naturalezaparticular del enemigo al que nos estamos enfrentando,para que nuestros esfuerzos no sean en vano.

Jesús regresa a Galilea con Sus discípulosMarcos 9:30-32; Mateo 17:22-23; Lucas 9:43-45

En esta ocasión, Jesús regresa en forma privada a Galileay habla nuevamente a Sus discípulos acerca de Su muerteen Jerusalén y Su resurrección tres días después. Sinembargo, el significado de esto les fue oculto. Aquítenemos una verdad sobre la cual debemos meditar. Huboun tiempo para que ellos comprendieran, y éste fue despuésde Su muerte y resurrección, no antes.

Algunas veces el Señor desea que conozcamos de antemanoalgunas cosas, pero que solamente las comprendamosdurante o después del tiempo en que suceden. La razón deesto es muy clara. Si todos hubiesen comprendido lo queiba a suceder, ciertamente hubiesen actuado de maneradiferente en Getsemaní. Probablemente hubieran procuradoser crucificados con Él. Esto hubiera arruinado el propósitode Dios para la crucifixión de Cristo. El Señor tambiénnecesitaba que ellos se quedaran para continuar llevandoel mensaje del Evangelio después de Su muerte.

El pago del tributo para el temploMateo 17:24-27

En Capernaum, los que estaban encargados de recolectarel tributo para el templo (medio siclo) preguntaron a Pedro


si su Maestro pagaba el tributo del templo. Pedrorespondió: “Sí” (Mt. 17:25). Debemos detenernos aquípara notar que este impuesto era para mantener el templo,lo cual era muy costoso. El medio siclo eraaproximadamente el salario de dos días de un obrero.

Se recolectaba en base a Éxodo 30:13-16, donde dice:“Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo,conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras.La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová. Todo elque sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda aJehová. Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá delmedio siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacerexpiación por vuestras personas. Y tomarás de los hijosde Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para elservicio del tabernáculo de reunión; y será por memoriala los hijos de Israel delante de Jehová, para hacerexpiación por vuestras personas”.

Aunque el tributo para el templo habría sido unacontribución única, en su tiempo, los fariseos y losancianos aparentemente usaron estas Escrituras comojustificación para recolectarlo anualmente, entre el díaquince y veinticinco de Adar, lo cual habría sido antes dela Pascua. Se colocaban casetas por toda Palestina paraesta colecta. Sin embargo, las personas que vivían en áreasremotas y en otras tierras, tenían tiempo hasta la fiesta dePentecostés para traer sus pagos.

Cuando los judíos trataron de que Jesús pagara el tributopara el templo, ya estaba muy avanzado el año. Quizásabían que Jesús no había estado en el lugar en el tiempo


establecido, y ahora era la oportunidad para recibir supago. También fue una manera de tentar a Jesús. Aquellosque sabían de Su anterior limpieza del templo, así comode Sus enseñanzas acerca de la verdadera santidad yreligión, pudieron aprovechar esta oportunidad para tratarde desacreditar a Jesús.

Después que Pedro dijo “sí” a los cobradores de impuestos,entró a la casa donde Jesús estaba. Jesús le dijo: “¿Qué teparece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobranlos tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de losextraños?” Pedro respondió: “De los extraños”. LuegoJesús le dijo: “Luego los hijos están exentos. Sin embargo,para no ofenderles, vé al mar, y echa el anzuelo, y elprimer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca,hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti”.

Jesús, como Creador y Gobernador del Universo y Reyde reyes, estaba exento de pagar los impuestos. Sinembargo, para tener un buen testimonio y no ofender alos judíos, decidió pagar los impuestos a través de unmilagro. Dijo a Pedro que echara el anzuelo al mar, y queel primer pez que atrapara tendría un estatero en su boca;así, Pedro podría pagar el tributo con ese dinero.

Por lo tanto, este relato aclara, de una vez y por todas, silos cristianos debemos, o no, pagar impuestos. Si Cristopagó (siendo el Rey de todo el Universo), nosotros tambiénlo debemos hacer. El apóstol Pablo confirma esto enRomanos 13:6: “Pues por esto pagáis también los tributos,porque son servidores de Dios que atienden continuamentea esto mismo”. Así, está muy claro en la Biblia que los


cristianos debemos pagar a las autoridades correspondienteslos impuestos establecidos por la ley. Procuremos ser unbuen testimonio en nuestra comunidad pagando losimpuestos y no siendo un reproche al nombre de Cristo.

¿Quién es el mayor en el reino?Marcos 9:33-37; Mateo 18:1-5; Lucas 9:46-48

Al llegar de nuevo a la ciudad de Capernaum Jesús percibióque los discípulos estaban discutiendo acerca de quién sería,entre ellos, el mayor en el reino de los cielos. Entonces, elSeñor tomó a un pequeño niño y dijo: “Si no os volvéis y oshacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése esel mayor en el reino de los cielos” (Mt. 18:3-4).

Los mayores en el reino de Dios y ante los ojos de Él sonlas personas humildes, cuyo espíritu es como el de unniño. El rey David expresó esta misma actitud humilde,como la de un niño: “Jehová, no se ha envanecido micorazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve engrandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí. Enverdad que me he comportado y he acallado mi alma comoun niño destetado de su madre; como un niño destetadoestá mi alma” (Sal. 131:1-2).

Esta actitud está representada en la primera bienaventuranza,que dice: “ Bienaventurados los pobres en espíritu, porquede ellos es el reino de los cielos” (Mt. 5:3). Necesitamosdarnos cuenta que lo que somos es por la gracia de Dios.Pidámosle a Dios que nos vista con humildad, pues Élresiste al altivo, pero da gracia al humilde.


Las relacionesMarcos 9:38-50; Mateo 18:6-35; Lucas 9:49-50

Jesús desarrolla luego varios puntos referentes a lasrelaciones:

1. Nuestras relaciones con cristianos que nopertenecen a nuestra comunidad u organización deiglesia. Leemos en Lucas 9:49-50: “Maestro, hemos vistoa uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se loprohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo:No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros,por nosotros es”. Juan vio a una persona que echaba fuerademonios en el nombre del Señor, y se lo prohibió, puesno era parte del grupo apostólico.

Jesús trata aquí con la actitud exclusivista de Juan, y esalgo de lo que nosotros también debemos cuidarnos.Muchas veces nos sentimos superiores a aquellos que nopertenecen a nuestra comunidad de iglesias odenominación, y el Señor quiere cambiar esta mentalidadsectaria en nosotros. Necesitamos tener amor y apreciodentro de nosotros por todo el cuerpo de Cristo y nosolamente por nuestra comunidad en particular. El Señorquiere que cultivemos relaciones sanas con aquellos quetienen una fe igualmente preciosa.

2. Recompensas en el reino. Jesús dijo en Marcos 9:41:“Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre,porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderásu recompensa”. Cada pequeño gesto de buena voluntadserá recompensado por el Señor en el cielo. Cierta mujer


tuvo una visión del cielo y aprendió que cada saludo,sonrisa y acto de bondad es recompensado allá.

3. Niños pequeños. En Mateo 18:6-10, el Señoradvirtió acerca de ofender a los pequeños: “Ycualquiera que haga tropezar a alguno de estospequeños que creen en mí, mejor le fuera que se lecolgase al cuello una piedra de molino de asno, y quese le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundopor los tropiezos! porque es necesario que vengantropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene eltropiezo! Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasiónde caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en lavida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos piesser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasiónde caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar conun solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echadoen el infierno de fuego. Mirad que no menospreciéis auno de estos pequeños; porque os digo que sus ángelesen los cielos ven siempre el rostro de mi Padre queestá en los cielos”.

El Señor dijo que sería mejor atarse una piedra de molinoal cuello y ahogarse, antes que ofender a uno de lospequeños que creen en Él. Aquellos que hacen tropezar aotros, incurren en la ira y enojo de Dios. Haríamos bienen recordar las palabras de Juan el amado en 1 Juan 2:10:“El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en élno hay tropiezo”. Oremos para que Dios purifique nuestrocorazón, para que no haya en nosotros nada que puedaofender a otros o causar que tropiecen, especialmente alos pequeños.


4. La oveja perdida. El Buen Pastor continuó relatandola parábola de la oveja perdida: “¿Qué os parece? Si unhombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿nodeja las noventa y nueve y va por los montes a buscar laque se había descarriado? Y si acontece que la encuentra,de cierto os digo que se regocija más por aquélla, quepor las noventa y nueve que no se descarriaron. Así, noes la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos,que se pierda uno de estos pequeños” (Mt. 18:12-14).Esto nos muestra que el corazón de Dios es para con losdescarriados, las ovejas perdidas. Procuremos restaurar alos perdidos que una vez estuvieron en el redil de Dios,para verlos restaurados para Él.

5. El trato adecuado para un creyente que ha pecadoo ha hecho mal a otro. En Mateo 18:15-17, el Señor hablóde la disciplina y el trato apropiado que la Iglesia debedar a una hermana o hermano en Cristo que ha pecado:“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndeleestando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, paraque en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Sino los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a laiglesia, tenle por gentil y publicano”.

En este pasaje el Señor nos da el método correcto para tratara alguien que ha pecado. Primero, debemos decirle su faltaen privado. Si la persona no atiende a esto, debemos llevara otro creyente con nosotros para confrontarla. Si todavíano quiere escuchar, debemos llevar el asunto ante el liderazgode nuestra iglesia local. Si en ese caso no quiere escuchar ala iglesia, debe ser tratado como un impío y un pecador.


6. El poder de la unidad en la oración. En Mateo 18:18-20, Cristo habló del poder de la unidad en la oración: “Decierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atadoen el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatadoen el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros sepusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosaque pidieren, les será hecho por mi Padre que está en loscielos. Porque donde están dos o tres congregados en minombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

Siempre que dos o tres (o más) están reunidos en el nombredel Señor, Él está en medio de ellos. Esto nos muestra eltremendo poder de la unidad en la oración. Hay podercuando un creyente ora a solas, pero cuando otroscristianos se unen a él en oración, hay mucho más poderen sus oraciones. Aquí vemos cuán importantes y valiosasson las reuniones de oración de la Iglesia, cuando loscreyentes pueden reunirse y estar de acuerdo en oración.Esto es importante también en el matrimonio. Pedroadvierte a los esposos y esposas a convivir juntos en pazy armonía para que sus oraciones no sean estorbadas (ver1 P. 3:7). Si un matrimonio no vive en armonía, o no seponen de acuerdo entre sí en oración, sus oraciones seránmuy ineficaces. Sin embargo, cuando un esposo y unaesposa tienen un buen matrimonio y están de acuerdo enoración, son guerreros de oración muy eficaces.Procuremos practicar esto para que la obra del reino seaextendida y para que la voluntad de Dios se cumpla en latierra como en el cielo.

7. El perdón. En respuesta a la pregunta de Pedro conrespecto a cuántas veces debemos perdonar a un amigo


creyente si éste nos ofende, el Señor respondió: “Setentaveces siete”. El Señor no quiso decir que solamentetenemos que perdonar a alguien 490 veces y luegopodemos guardar rencor contra él. Su enseñanza es quenunca debemos de dejar de perdonar a los demás. El Señorenseñó luego la parábola del deudor sin misericordia,para ilustrar la importancia del perdón y el peligro de lafalta del mismo. Como en el relato, si nosotros noperdonamos a otros, nuestro Padre en los cielos no nosperdonará. Sin embargo, si perdonamos a otros, el Señornos perdonará.

Uno de los mayores problemas en el campo misionero esque los misioneros no pueden llevarse bien unos con otros.He conocido a misioneros que han soportado tremendaspruebas en el campo misionero y ofensas terribles de losnativos del lugar. Sin embargo, muchos de ellos no puedenperdonar a sus colegas misioneros, y han perdido susministerios por ello. Clamemos para que podamos serpersonas que perdonan, cuyo corazón está libre de faltade perdón y amargura.

Clamemos para que podamosser personas que perdonan,

cuyo corazón está libre de faltade perdón y amargura


El precio del discipuladoMateo 8:19-22; Lucas 9:57-62

Cierto escriba vino a Jesús y le dijo: “Señor, te seguiréadondequiera que vayas” (Lc. 9:57; Mt. 8:19). Jesúsrespondió: “Las zorras tienen guaridas, y las aves de loscielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónderecostar la cabeza” (Lc. 9:58). En otras palabras, hay unprecio que pagar para ser discípulo de Jesús.

No siempre tendremos una casa propia para vivir, peroel Señor promete cuidarnos. Otro hombre quería seguira Jesús, pero preguntó si podía ir primero a enterrar a supadre que había fallecido (Lc. 9:59). Jesús le dijo enLucas 9:60: “Deja que los muertos entierren a susmuertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios”.

En otras palabras, Jesús estaba diciendo que dejara quelos muertos (los que están muertos espiritualmente y queno tienen vida eterna) atendieran el trabajo de enterrar aotros, pues el Señor tenía un propósito para la vida deeste hombre. Es interesante reflexionar sobre el hecho deque en los países paganos se asigna gran importancia alos muertos. Egipto es un ejemplo perfecto de esto.Conservaban a sus faraones en grandes monumentos (laspirámides) llenos de tesoros para la vida posterior.Obviamente, los faraones nunca tuvieron la oportunidadde disfrutar esos tesoros.

Cuando otro hombre preguntó si podía despedirse de susseres queridos antes de seguir al Señor, Jesús le respondió:“Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia


atrás, es apto para el reinode Dios” (Lc. 9:62). Seguira Jesús requiere de unadedicación total quesolamente es posible por Sugracia. Para poder seragradables a los ojos delSeñor, debemos apropiarnosde esa gracia. El Señor nunca prometió a Sus discípulosun camino fácil, pero las recompensas que vienen deseguirlo sobrepasan sobremanera cualquier sacrificioque tengamos que hacer por Él.

La fiesta de los TabernáculosJuan 7:2-9

El tiempo de la preparación para la fiesta de losTabernáculos había llegado. Esta fiesta se celebraba enel otoño, alrededor del mes de octubre en nuestrocalendario. Sucedió apenas unos seis meses antes de lacrucifixión del Señor, la cual sucedería durante laPascua (que se celebraría el año siguiente en el mes deabril). Los hermanos de Jesús, quienes no creían queÉl era el Mesías, lo animaron a ir a Jerusalén y a noesconderse (Jn. 7:3-5).

El Señor respondió: “Mi tiempo aún no ha llegado”(Jn. 7:6). Ésta es una frase que aparece muchas veces enel Evangelio de Juan. Jesús siempre fue muy conscientede que Su vida estaba gobernada por los tiempos perfectosde Su Padre. Por esto, no fue con ellos a la fiesta, y sequedó en Galilea.

Seguir a Jesúsrequiere de unadedicación total

que solamente esposible por Su

gracia.


Su viaje de Galilea a JerusalénLucas 9:51-56; Juan 7:10

Luego, Jesús viajó de Galilea hacia Jerusalén con Susdiscípulos. Envió mensajeros antes que Él a cierta aldeaen Samaria, para que hicieran los preparativos (Lc. 9:52).Sin embargo, los samaritanos rehusaron recibir a Jesúsporque veían en Su rostro Su determinación de ir aJerusalén (Lc. 9:53), y los samaritanos y judíos no teníanuna relación amistosa entre ellos.

Enojados por el rechazo, Jacobo y Juan le preguntaron aJesús si quería que hicieran descender fuego del cielopara consumirlos, como Elías lo había hecho. Jesús losreprendió, diciendo: “Vosotros no sabéis de qué espíritusois; porque el Hijo del Hombre no ha venido paraperder las almas de los hombres, sino para salvarlas”(Lc. 9:55-56). Jesús dijo a Jacobo y Juan que ellos nodiscernían el espíritu que los motivaba. Tenían espíritude dureza. Debemos, mediante la gracia de Dios, controlaren todo momento nuestro espíritu y procurar ser mansos.Jesús les recordó que había venido a salvar las vidas delas personas, no a destruirlas. Nosotros, también, debemosrecordar que no hemos venido a destruir, sino a salvar lasvidas de las personas.


D. El ministerio en Judea

Su llegada y ministerio enla fiesta de los Tabernáculos

Juan 7:11-52

Había gran expectativa entre los judíos que estaban enla fiesta de los Tabernáculos, en Jerusalén. Todosquerían saber si Jesús asistía. El pueblo estaba divididoen su opinión acerca de Él. Algunos pensaban que eraun buen hombre, pero otros pensaban que era unengañador. A mitad de la fiesta, Jesús apareció en eltemplo y comenzó a enseñar. La enseñanza es uno delos atributos más notorios de la f iesta de losTabernáculos. La gente se maravilló por Su tremendoconocimiento y Sus enseñanzas, porque Jesús no habíaasistido a las grandes escuelas rabínicas de Su tiempo.A esto, respondió: “Mi doctrina no es mía, sino de aquelque me envió” (Jn. 7:16).

Entonces, el Señor dio la clave para la interpretacióncorrecta de las Sagradas Escrituras: “El que quiera hacerla voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, osi yo hablo por mi propia cuenta” (Jn. 7:17). El entenderes asunto del corazón, no necesariamente una cuestión decomprensión intelectual. Aquellos que desean hacer lavoluntad de Dios verán claramente y serán capaces dediscernir entre la verdad y las doctrinas falsas. Sinembargo, aquellos que no obedecen al Señor y no guardanSus mandamientos, no serán capaces de discernir entre lasana doctrina y las falsas doctrinas.


En el último día de la fiesta de los Tabernáculos, Jesús sepuso en pie y dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí ybeba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de suinterior correrán ríos de agua viva” (Jn. 7:37-38). Jesússe refería al derramamiento del Espíritu Santo (Jn. 7:39).Esto tiene una aplicación general para todo creyente ygeneración, pero también tiene una aplicación especialpara la Iglesia de los últimos días, la cual será testigo delavivamiento más grande de todos los tiempos. La gloriade Dios y el derramamiento del Espíritu de Dios en laIglesia de nuestros días sobrepasará por mucho lo queexperimentó la Iglesia de los primeros tiempos. Oremospara que Dios nos mantenga fieles y que así podamos serparticipantes activos en este nuevo mover de Dios.

Cuando los principales sacerdotes y fariseos enviaron afuncionarios a arrestar a Jesús, éstos regresaron y les dijeron:“¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!”(Jn. 7:46). Nicodemo, uno de los fariseos, les advirtiódiciendo: “¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primerono le oye, y sabe lo que ha hecho?” (Jn. 7:51). Los otrosrespondieron en tono de burla: “¿Eres tú también galileo?Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantadoprofeta” (Jn. 7:52), y luego cada uno se fue a su casa.

Debido a que Jesús se crió en Nazaret, las personasequivocadamente dieron por sentado que nació en Galilea,cuando, en realidad, nació en Belén, el lugar prometidopara el nacimiento del Mesías (Mi. 5:2). El Padre habíaocultado a su entendimiento esta y muchas otras verdadesconcernientes a Jesús, para que, conforme a Su propósito,ellos ciertamente crucificaran al Señor de la gloria.


La mujer adúlteraJuan 7:53 – 8:11

Mientras todos regresaban a su casa, Jesús fue al montede los Olivos a orar. Aunque la Biblia no nos diceespecíficamente que oraba allí, ya hemos visto que éstaera una forma de vida para Él. Indudablemente, queríaorar a Su Padre para prepararse para los eventos deldía siguiente.

Al día siguiente, temprano por la mañana, Jesús llegó altemplo y de nuevo comenzó a enseñar al pueblo. Losescribas y fariseos le llevaron una mujer que había sidosorprendida en el acto de adulterio. Lo tentarondiciéndole: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendidaen el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandóMoisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?”(Jn. 8: 4-5).

Viendo a través de su hipocresía, Jesús actuó como si nolos hubiese oído, y se inclinó para escribir en la tierra. Seha especulado mucho con respecto a lo que el Señorescribió en la tierra, pero no lo sabemos con certeza. Esmuy probable que escribiera los Diez Mandamientos,como piensa la mayoría de los teólogos.

Entonces Jesús se puso en pie y declaró: “El que devosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar lapiedra contra ella” (Jn. 8:7). Luego, se inclinó de nuevoy continuó escribiendo en la tierra. Sintiendo la acusaciónen sus corazones y convencidos por el Espíritu Santo, unoa uno, comenzando con el mayor, todos se fueron. Cuando


Jesús se levantó de nuevo y no vio a nadie allí, excepto ala mujer adúltera, le dijo: “Mujer, ¿dónde están los que teacusaban? ¿Ninguno te condenó?” (Jn. 8:10). No quedóninguno que la condenara, puesto que la Ley establecíaque nadie podía ser condenado sin dos o tres testigos.

Entonces Jesús le dijo: “Ni yo te condeno; vete, y nopeques más” (Jn. 8:11). Debemos tener muy claro elhecho de que Jesús de ninguna manera, forma o sentido,contradijo la Ley ni aceptó el adulterio. De hecho, dijoa la mujer: “vete y no peques más”, llamando así,claramente, pecado al adulterio. Todos los demáspasajes bíblicos señalan muy claramente que losadúlteros tienen su lugar en el lago de fuego. Sin dudaalguna, el Señor aborrece el terrible pecado deladulterio, pero siendo el Juez de toda la tierra, eligiómostrar misericordia a esta mujer, mientras que la Leyhubiese pedido la pena de muerte.

“Yo soy la luz del mundo”Juan 8:12-20

Ahora, de regreso en el templo, cerca del arca de lasofrendas, el Señor declara a los burlones escribas y fariseosque Él es la luz del mundo (Jn. 8:12). Aquellos que losiguen no caminarán en oscuridad, sino en luz. La luz deCristo debe brillar a través de nosotros como creyentes,para que nosotros también seamos la luz del mundo.

Al analizar muchos de los dichos del Señor, uno tiene lasensación de que no eran tanto para instruir a los que loescuchaban, sino para enseñar a Su pueblo en las


generaciones siguientes. Esencialmente, Él hablaba a nocreyentes que rechazarían Su testimonio. Debemos darnoscuenta que Jesús no hizo absolutamente nada fuera de loque Su Padre le dijo que hiciera y dijera. El Espíritu locontrolaba completamente, y siempre procuró realizarsolamente la voluntad de Su santo Padre.

La disputa del Señor con los escribas y los fariseos

Juan 8:21-59

Advirtiéndoles claramente que morirían en sus pecados amenos que creyeran en Él, Jesús les dijo que después deque lo hubieran crucificado conocerían que había sidoenviado por el Padre. En este momento, muchos judíoscreyeron en Jesús (Jn. 8:30). A éstos, Jesús dijo: “Sivosotros permaneciereis en mi palabra, seréisverdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad,y la verdad os hará libres” (Jn. 8:31-32).

Los judíos incrédulos respondieron con una negacióntípica respecto a su yugo: “Linaje de Abraham somos, yjamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú:Seréis libres? (Jn. 8:33). Jesús les respondió: “De cierto,de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavoes del pecado. Y el esclavo no queda en la casa parasiempre; el hijo sí queda para siempre” . Aquí hay unaverdad muy importante que no debemos pasar por alto.

Los cristianos que permiten que el pecado permanezcaen su vida finalmente serán cortados por el Señor, si seniegan continuamente a cambiar. Ezequiel 3:20 da una


advertencia similar: “Si el justo se apartare de su justicia ehiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él...”.Cuando una persona justa se aparta de los caminos de justiciapara cometer iniquidad y continúa en ese camino, el Señormismo pondrá una piedra de tropiezo delante de ella.

Esta piedra de tropiezo a menudo toma la forma de unaofensa o una enseñanza por medio de la cual la personaencuentra excusa que justifique el abandonar la iglesia;sin darse cuenta que fue el Señor quien le puso delanteesta piedra de tropiezo. Haríamos bien en meditar enSalmos 84:4, que dice: “Bienaventurados los que habitanen tu casa; perpetuamente te alabarán”. Queremosencontrar gracia ante los ojos de Dios para permanecerperpetuamente en Su casa y en Sus caminos de justicia.

Luego, Jesús les dijo que no eran en su corazón hijosde Abraham, sino del diablo, pues procuraban matar alHijo de Dios. Los judíos respondieron: “¿Eres tú acasomayor que nuestro padre Abraham, el cual murió?”(Jn. 8:53). Jesús respondió diciendo: “Abraham vuestropadre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y segozó” (Jn. 8:56). Así, vemos que Abraham tuvo elprivilegio de tener una revelación de la vida de Cristo.Consternados por la declaración de Jesús, los judíosdijeron: “Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto aAbraham?” Jesús, aunque solamente tenía entre treinta ydos o treinta y tres años en ese momento, debió parecermuy joven. Los judíos malinterpretaron totalmente lo queJesús decía; no podían comprender la verdad. Tomaronpiedras para matarlo, pero debido a que aún no era Sutiempo predeterminado para morir, pudo escapar de ellos.


La sanidad del hombre ciego de nacimientoJuan 9:1-41

Mientras Jesús se alejaba de aquellos que procurabanquitarle la vida, vio a un hombre que había nacido ciego.Sus discípulos le preguntaron: “Rabí, ¿quién pecó, éste osus padres, para que haya nacido ciego?” (Jn. 9:2). Jesúsrespondió: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino paraque las obras de Dios se manifiesten en él”.

La pregunta de los discípulos revela una actitud muycomún entre muchas personas: si alguien pasa porsufrimiento o tragedia es porque seguramente hapecado. Cuando Job estaba sufriendo, sus amigospresumieron esto mismo acerca de él. En realidad, Jobfue uno de los hombres más justos que alguna vez hayavivido, y sufrió para ser un ejemplo de paciencia paratodas las generaciones (Stg. 5:10-11). A menudo,atravesamos pruebas para que la gloria de Dios puedamanifestarse a través de nosotros; después de todo, nopueden existir milagros de sanidad si no hayenfermedades.

Jesús, por Su gracia, sanó a este hombre ciego, perodebido a que fue en un día de reposo, los fariseos seopusieron nuevamente a la acción de sanar en este día.Como era su costumbre, trataron de desacreditarlodiciendo: “Ese hombre no procede de Dios, porque noguarda el día de reposo” (Jn. 9:16). Sin embargo, lagente estaba dividida por este milagro, pues otros decían:“¿Cómo puede un hombre pecador hacer estasseñales?” Después de discutir y hablar largamente con


el hombre que había sido sanado y con sus padres, losfariseos lo echaron fuera (o excomulgaron). Luego, estehombre se encontró con Jesús y le entregó su corazón.

Dijo entonces Jesús, en Juan 9:39: “Para juicio hevenido yo a este mundo; para que los que no ven, vean,y los que ven, sean cegados”. Jesús vino para abrir losojos espirituales de aquellos que estaban ciegos y sinconocimiento, y a cerrar los ojos de aquellos que veían(aquellos que creían ver, como los fariseos, quienes erandoctos en las Escrituras). Debido a que los fariseosafirmaban ser capaces de ver y entender las verdadesespirituales, sus pecados les serían contados (Jn. 9:41).El Señor estaba mostrándonos por medio de estadeclaración, que, cuando comprendemos una verdad yno caminamos a la luz de esta, nuestra condenaciónserá grande.

El Buen PastorJuan 10:1-21

Uno de los roles más queridos y mejor conocidos en lavida y ministerio de Jesús es el del buen pastor. Creo quees un rol que Él ama mucho desempeñar. Hace muchosaños, vi al Señor Jesús en una visión, vestido como elPastor de Israel, cargando a un pequeño cordero en Susbrazos. En esta visión, el cuidar de este pequeño corderole daba gran placer. Por el Espíritu Santo comprendí queeste cordero representaba a un miembro de la iglesia queyo pastoreaba en ese tiempo. Me fue de gran consuelosaber que esta alma en particular estaba segura en losbrazos de Jesús.


El Señor Jesús también declaró ser la puerta del redil delas ovejas y, por lo tanto, el único camino por medio delcual el hombre puede ser salvo. Luego, Jesús explicó unade las funciones más importantes de un buen pastor: ponersu vida por el rebaño. Sin duda alguna, esto es así, porqueun pastor, especialmente en el tiempo de Jesús, tenía queproteger a sus ovejas de ladrones, leones, osos y lobos. Através de los años, muchos pastores han sacrificado susvidas por el bien de sus ovejas. Como el Buen Pastor, elSeñor dice que Él pondrá Su vida por Su rebaño, medianteSu muerte en la cruz del Calvario.

Jesús envía a los setentaLucas 10:1-24

Esto es similar a cuando Jesús envió a los doce, perocon una clara diferencia: los setenta representan a losancianos de la Iglesia, mientras que los doce representana aquellos que se desempeñan en el quíntuple ministeriode la Iglesia. Por lo tanto, debemos orar para que Dioslevante personas en nuestras iglesias que puedan ir comolos setenta. La Biblia no da nombres de ninguno de estossetenta discípulos. Fueron investidos con poder yenviados de dos en dos para preparar el camino del Señoren los pueblos que Él visitaría. En una pequeña medida,ellos estaban realizando un ministerio similar al de Juanel Bautista, al ir delante del Señor para preparar elcorazón de las personas para recibir el mensaje de Jesús.Charles Wesley a menudo hacía esto para su hermanoJohn. A menudo, es una gran bendición cuando losancianos pueden ir delante del pastor y los ministros aprepararles el camino.


En estos últimos días, creo que veremos a muchosancianos y ministros laicos predicar el Evangelio en otroslugares y visitar otros países, tal vez por un corto periodode tiempo. La cosecha de almas será tan grande quenecesitaremos a cada miembro calificado de lacongregación para ayudarnos a ministrar.

Nuestro deber de líderes es preparar a muchas personasen nuestras iglesias, para que estén listas para ayudar aministrar cuando venga el avivamiento. Cuando los setentaregresaron, se regocijaban porque hasta los demonios seles sujetaban. Jesús les advirtió que no se regocijaranporque Satanás les estuviera sujeto, sino porque susnombres estuvieran escritos en el cielo (Lc. 10:20).

Esto me recuerda las palabras de Jesús en Mateo 7:21-23:“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reinode los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padreque está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día:Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tunombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimosmuchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca osconocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Nodebemos enfocarnos en el ministerio, sino en el Señor.Procuremos, en todo momento, cultivar asiduamentenuestra relación de amor con Jesús.

Luego Jesús dijo a los setenta que ellos tenían el privilegiode ser testigos del poder de Dios en la persona del Hijo deDios. Muchos hombres justos desearon verlo, pero nopudieron, por no haber nacido en esa generación. Nosotros,también, debemos darnos cuenta del privilegio que


tenemos de conocer al Señor y de vivir en el tiempo enque Su poder será restaurado a la Iglesia. En consecuencia,caminemos en forma digna de Él, para que nuestrosnombres no sean borrados del libro de la vida.

La parábola del buen samaritanoLucas 10:25-37

Cierto intérprete de la Ley vino a Jesús y le preguntó:“Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vidaeterna?” El Señor respondió: “¿Qué está escrito en laley? ¿Cómo lees?” El intérprete de la Ley, quienaparentemente conocía bien las Escrituras, respondiócitando los dos grandes mandamientos deDeuteronomio 6:5 y Levítico 19:18: “Amarás al Señortu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y contodas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimocomo a ti mismo” (Lc. 10:27). El Señor felicitó alintérprete por responder correctamente.

Sin embargo, procurando justificarse, el intérpretepreguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Entonces,el Señor procedió a dar una parábola que se ha convertidoen un pasaje bíblico muy amado, titulado “el buensamaritano”. En esta parábola, el Señor da la ilustraciónde cierto hombre que fue atacado por ladrones en sucamino hacia Jericó, y que fue dejado moribundo.

Sucedió que un sacerdote pasó por allí, pero, en lugar deayudarlo, cruzó al otro lado del camino y pasó de largo.Luego, un levita pasó por allí, y tampoco hizo nada paraayudar al hombre. Estos dos líderes religiosos fallaron en


su deber de ayudar a su prójimo. Su religión era de palabray no de obra. Conocían las Escrituras, pero no vivían sobrela base de ellas, pues no tenían amor en su corazón porlos demás. Sin embargo, un samaritano, que viajaba porese mismo camino, vio al hombre y sintió compasión porél. Vendó sus heridas y derramó sobre ellas aceite y vino.Este buen samaritano lo subió a su propia cabalgadura, lollevó a una posada y pagó al mesonero para que lo cuidara.

El Señor entonces preguntó al intérprete cuál de estos treshombres fue un buen prójimo para con aquel que habíasido atacado por ladrones. El intérprete contestócorrectamente: “El que usó de misericordia con él”. Paracada uno de nosotros hay una poderosa enseñanza en estaparábola. La palabra prójimo no debe ser interpretadasimplemente como aquel que vive cerca de nosotros oalguien que conocemos, sino cualquiera, aun alguien queno conocemos, que está en necesidad y en aflicción.Nuestro prójimo es cualquier ser humano. Procuremosser como el buen samaritano, porque amar a nuestroprójimo como a nosotros mismos es cumplir con la Ley.

En el hogar de Marta y MaríaLucas 10:38-42

Jesús continuó Su viaje y llegó al pueblo donde vivíanMarta y María. Estas dos hermanas simbolizan dos clasesde cristianos. Marta era una ardua trabajadora (unacaracterística admirable) pero estaba tan distraída contantas cosas en la vida que no apartó tiempo para estarcon el Señor. Por otro lado, María se sentó a los pies deJesús y recibió en su corazón Sus enseñanzas. María fue


felicitada por escoger la mejor parte, la cual nunca le seríaquitada, mientras que Marta, por sus distracciones, fuereprendida por Jesús.

Siempre debemos recordar esta exhortación, como asítambién la del apóstol Pablo en 2 Timoteo 2:4: “Ningunoque milita se enreda en los negocios de la vida, a fin deagradar a aquel que lo tomó por soldado”. Estemosatentos ante las distracciones innecesarias, para quepodamos atender aquellas cosas que son eternas, y,especialmente, lo más importante, que es nuestra relacióncon el Señor.

Hace muchos años conocí a un pastor en Francia, quetrabajaba alrededor de catorce horas al día para cubrir lasnecesidades de su congregación. Cuando alguien en suiglesia tenía un cuadro torcido, él iba y se lo enderezaba;cuando alguien necesitaba cambiar sus bombillas, él ibay se las cambiaba. Pasaba todo el día, por lo generalcatorce horas diarias, atendiendo las necesidades deotros. Es muy bueno que un pastor ayude a las personasen su iglesia, pero lo que quiero señalar es que, cuandollegaba el día domingo, estaba completamente exhausto,y debido a que no había tenido tiempo para estudiar, notenía verdades frescas para compartir con su iglesia.

Marta estaba haciendo una buena obra al servir en lasnecesidades físicas. El problema era que, al hacerlo,descuidó lo más importante: pasar tiempo con Jesús. Estonos muestra la importancia de ser capaces decompartimentar [dividir o separar en compartimientos].Ésta ha sido una de las palabras clave en mi vida. Como


pastor y líder de un ministerio mundial, paso mi día en elteléfono, leyendo mensajes de correo electrónico y faxes,y tratando de tomar decisiones. Si me dejara abrumar portodas estas cosas, nunca haría nada.

La clave es compartimentar y asignar prioridad a las cosasmás importantes. Cuando haga algo, ponga en ello todasu energía y hágalo de la mejor manera posible. Sinembargo, no gaste mucho tiempo en cosas que realmenteno valen la pena. Usted debe realizar las tareas servilesque sean necesarias, y cuando las haya terminado, sáquelasde su mente para que poder concentrarse en el estudio dela Palabra de Dios, en la oración y en la comunión con elSeñor. Ésta es una de las lecciones más importantes quelos ministros y líderes deben aprender.

La lección acerca decómo importunar en oración

Lucas 11:1-13

Uno de los principales ministerios de Jesús era la oración.Esto seguramente causó un impacto en los discípulos, puesquerían orar como lo hacía su Maestro. Por eso,anteriormente, en Mateo capítulo 6, le pidieron que lesenseñara a orar. Él ya les había enseñado el Padrenuestro,oración que repite aquí. Sin embargo, ahora los lleva másprofundo en el ámbito de la oración, al enseñarles lanecesidad de importunar en la oración.

Enseñó que debemos perseverar en oración hasta recibirla respuesta a nuestro pedido, y que debemos orar de unamanera que no acepte ninguna negación. El propósito no


solamente es pedir, sino recibir; recibir una respuesta. Unapersona que importuna no es la que golpea la puerta unavez y luego se va si nadie le abre; esta persona golpea ysigue golpeando hasta que alguien abre la puerta. Así escomo debemos ser en la oración: ¡debemos persistir y norendirnos hasta que Dios responda nuestra oración!

Para ilustrar esto, el Señor relata en Lucas 11:5-8 lo que seconoce como la parábola del amigo a medianoche: “¿Quiénde vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y ledice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío havenido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; yaquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes;la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo encama; no puedo levantarme, y dártelos? Os digo, queaunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sinembargo por su importunidad se levantará y le dará todolo que necesite”. Debido a su persistencia e importunidad,el hombre daría a su amigo lo que quería.

Luego, Jesús relaciona esto con la necesidad de importunaren la oración para recibir el Espíritu Santo. Muchas personasdicen: “He orado pidiendo elbautismo en el Espíritu Santo,pero nunca lo recibí. Así que,quiere decir que no es para mí oque Dios no quiere que lo reciba”.Aquí, el Señor nos instruye que,para recibir el Espíritu Santo, amenudo necesitamos orar muchasveces hasta que lo recibimos. Nodebemos cansarnos de orar.

¡Debemospersistir y no

rendirnoshasta que Dios

respondanuestraoración!


Piense en Jacob, quien luchó con el Señor y dijo: “No tedejaré, si no me bendices” (Gn. 32:26). Por lo tanto,oremos hasta que recibamos aquello que está en el corazónde Dios para nosotros.

La acusación blasfema deque Su poder tenía de Satanás

Lucas 11:14-19

Después de echar fuera de un hombre un demonio demudez, el hombre mudo comenzó a hablar y la multitudse maravilló. Algunos afirmaron que Jesús hizo esto porBeelzebú, el príncipe de los demonios. Conociendo suspensamientos, Jesús respondió que, si Satanás echara fueraa sus propios espíritus, entonces su reino se dividiría.Permanentemente, muchos hablaban mal de las buenasobras del Señor, incluidas Sus enseñanzas y Sus milagros.

Discurso acerca de cómo obran los espíritus inmundos

Lucas 11:20-26

El Señor procedió luego a dar una enseñanza acerca de laforma en que obran los espíritus inmundos. En Efesios 6:12,el apóstol Pablo dijo que no luchamos contra carne y sangre,sino contra principados y potestades en los lugarescelestiales. También se nos dice que no ignoremos las“maquinaciones” de Satanás (2 Co. 2:11). Jesús advirtióque cuando un espíritu inmundo es echado fuera de unapersona, buscará otro cuerpo para habitar. Si la persona dequien fue echado no cambia, hay una puerta abierta en suvida para que el demonio regrese. Y si lo hace, traerá consigootros siete espíritus peores que él, y el último estado de la


persona será peor que el primero. Por esto, cuando echamosfuera de una persona un espíritu inmundo, debemos tenermucho cuidado en guiarla a la salvación y el bautismo enagua, y orar para que reciba el bautismo del Espíritu Santo,para que su corazón sea limpiado y fortalecido de maneraque estos espíritus no puedan regresar.

Varias advertencias acercade las verdaderas bendiciones

Lucas 11:27-36

Cierta mujer pronunció una bendición sobre la madrede Jesús, diciendo: “Bienaventurado el vientre que tetrajo, y los senos que mamaste” (Lc. 11:27). Jesúsreplicó: “Antes bienaventurados los que oyen lapalabra de Dios, y la guardan”. Una y otra vez vemosque Jesús no dio ningún lugar destacado a María. Porlo tanto, la práctica católica romana de adorar a Maríaes totalmente contradictoria a la Palabra de Dios, y Diosla considera idolatría.

Entonces Jesús siguió hablando de que la única señal queSu generación recibiría sería la de Jonás, ilustrando elhecho de que Jesús sería crucificado y que descendería alcorazón de la tierra por tres días y tres noches antes de serresucitado. La reina de Sabá recibirá mayor bendición quela generación de Jesús, pues ella viajó desde muy lejospara oír la sabiduría de Salomón; y Jesús, siendo aúnmayor que Salomón, no fue escuchado por esa generación.

Los habitantes de Nínive, también, se levantarán ycondenarán a la generación de Jesús, pues ellos se arrepintieron


cuando Jonás predicó; y Jesús aún fue mayor que Jonás,pero Su generación no se arrepintió cuando lo oyeron.

Esta sección termina con una exhortación: “La lámparadel cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, tambiéntodo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo esmaligno, también tu cuerpo está en tinieblas. Mirapues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendoparte alguna de tinieblas, será todo luminoso, comocuando una lámpara te alumbra con su resplandor”(Lc. 11:34-36). ¡Limpiémonos de las tinieblas de lasobras de la carne, para que podamos tener un corazónsin doble ánimo para el Señor, y lleno de luz!

Jesús come con un fariseoLucas 11:37-54

Cuando Jesús aceptó la invitación de un fariseo para comercon él, éste se asombró al ver que Jesús no cumplieraprimero con el ritual del lavamiento de manos ordenadopor los ancianos. Jesús, conociendo sus pensamientos,reprendió a los fariseos, porque se preocupaban por loslavamientos externos, pero no limpiaban su corazón anteDios, y estaban llenos de toda clase de maldad. El Señorlos exhortó a que limpiaran primero su corazón, y quedieran limosna, y entonces todas las cosas estarían limpias.El dar, en el sentido más verdadero, purifica nuestra almadel amor al dinero, el cual es la raíz de todos los males.

Cuando yo iba a la escuela primaria en Inglaterra, elinstructor de gimnasia era un mayor del ejército, ya


anciano. Era muy meticuloso en cuanto a la higiene.Siempre nos decía: “La higiene es lo más importantedespués de la piedad”. Nos inspeccionaba de arriba abajo,incluidas las uñas, para asegurarse que estuviéramoslimpios. Externamente, era una persona muy pulcra, perointernamente era una persona muy impura. Por eso, Jesúsdijo que es más importante limpiar el interior de una tazaque la parte externa.

Luego, el Señor reprendió a los fariseos, porque ignorabanlas cosas más importantes de la Ley, como, por ejemplo,el juicio de Dios y Su amor, mientras que se preocupabanexcesivamente por diezmar aun de lo más mínimo de losproductos de sus huertos. Los llamó hipócritas y dijo queestaban espiritualmente muertos. En cierto sentido, losfariseos procuraban hacer algo bueno al preservar la Leyde Dios. Sin embargo, el problema era que estaban máspreocupados acerca de los tecnicismos de la Ley y de lastradiciones de los ancianos que del amor por Dios y porlas personas. Al buscar ser los que guardaban la Ley, seconvirtieron en los mayores infractores de la misma. Loslíderes religiosos de la época de Jesús habían hecho de sureligión un dios. Adoraban su religión, no al Señor, puesallí estaba el Hijo de Dios mismo, el que dio la Ley aMoisés, y ellos lo querían matar. ¡Nuestra meta siempredebe de ser Cristo! No cometamos el mismo error quecometieron los fariseos.

En la actualidad, muchos ministros, pastores y misioneroshan cometido este error. Han puesto su ministerio sobretodo; aun sobre el Señor y sus familias. He visto las vidasde tantos hijos de ministros destruidas porque sus padres


no pasaron suficiente tiempo con ellos ni les dieronsuficiente amor (pues estaban demasiado ocupados en elministerio). Nuestro centro de atención en la vida debeser Cristo, no el ministerio. Existe un delicado equilibrioaquí entre ser fiel al ministerio o tarea a la cual Dios nosha llamado, y ser también un buen cónyuge y un buenpadre o madre.

Hace algún tiempo, leía acerca de la hija de un pastor quehabía caído en inmoralidad cuando tenía apenas unosdieciséis o diecisiete años. La razón fue que sus padres estabantan ocupados en la iglesia y en el ministerio que ladescuidaron. ¡Que tragedia! La persona que está centrada enCristo se enfocará más en la justicia y en el amor de Dios(como señaló Cristo a los fariseos), y tendrá buenas relacionesfamiliares. Éste era todo el problema de estos fariseos;enfatizaron las cosas equivocadas. En lugar de poner énfasisen el amor y la justicia, lo pusieron en las reglas y preceptos.Se enredaron en el ritualismo y, como resultado, nopercibieron la venida del Señor cuando estuvo con ellos.

Jesús denuncia a los intérpretes de la leyLucas 11:45-54

Un intérprete de la Ley, que estaba presente, dijo al Señor:“Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas anosotros” (Lc. 11:45). Jesús reprendió a los intérpretesde la Ley de Su tiempo, pues establecían todo tipo derituales y reglas legalistas y exigían a otros que cumplieran,mientras que ellos mismos no lo hacían. Todas estasnormas legalistas eran una carga para el pueblo y noproducían ningún fruto espiritual.


Jesús los llamó “hijos de aquellos que mataron a losprofetas”, ya que ellos, a su vez, matarían a Aquel acercade quien los profetas habían hablado. Luego en términosmuy claros, Jesús declaró que los intérpretes de la Leyhabían quitado al pueblo la llave del conocimiento; y nosolamente no entrarían ellos al reino de los cielos, sinoque además estaban impidiendo que otros lo hicieran.

Pongamos atención a esta advertencia, para no caer enla trampa de las formas externas de religión, comosucedió, en los tiempos de Jesús, con los fariseos eintérpretes de la Ley. Recordemos la exhortación delapóstol Pablo en 1 Timoteo 1:5: “Pues el propósito deeste mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, yde buena conciencia, y de fe no fingida”.

Instrucciones y advertencias a Sus discípulosLucas 12:1-59

Durante este tiempo, la muchedumbre se incrementómucho, tanto que era imposible de contar. Las personasse pisaban unas a otras para poder acercarse a Jesús.Entonces el Señor se dirigió a Sus discípulos en relacióncon los siguientes puntos:

1. La hipocresía (Lc. 12:1-12) En primer lugar, Jesúsles advirtió acerca de la levadura de los fariseos. Conesto, se estaba refiriendo a la hipocresía de ellos, puesexternamente parecían justos, pero por dentro eranextremadamente malvados. Aparentaban amar a Dios,pero en realidad se oponían al Hijo de Dios yprocuraban matarlo.


El Señor advirtió luego acerca del temor a los hombres,que es una trampa (comparar Prov. 29:25), y dijo enLucas 12:4-5: “No temáis a los que matan el cuerpo, ydespués nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quiéndebéis temer: Temed a aquel que después de haber quitadola vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, aéste temed”. No debemos temer a lo que el hombre nospuede hacer, sino a lo que Dios puede hacernos, pues nosechará al infierno si no andamos en Sus caminos. Por eso,busquemos perfeccionar la santidad en el temor del Señor.

2. La avaricia (Lc. 12:13-21) Cierto hombre de lamultitud pidió a Jesús que hablara con su hermano paraque dividiera la herencia con él. Cristo replicó: “Hombre,¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida delhombre no consiste en la abundancia de los bienes queposee” (Lc. 12:14-15). Por lo tanto, no debemos buscarlas riquezas inciertas de este mundo, las que no podemosllevarnos a la eternidad.

Para tratar este problema de la avaricia, el Señor relató laparábola que ha llegado a ser conocida como la paráboladel rico insensato: “También les refirió una parábola,diciendo: La heredad de un hombre rico había producidomucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré,porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Estoharé: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, yallí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mialma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchosaños; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo:Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has


provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro,y no es rico para con Dios” (Lc. 12:16-21).

En esta parábola, un hombre rico quiso vivir su vida concalma, sin hacer otra cosa más que comer, beber y disfrutar.Sin embargo, una noche, Dios reclamó su alma, y perderíatodo aquello que dedicó su vida para obtener. Este riconecio simboliza a todos aquellos que son avaros y no sonricos para con Dios. ¡Busquemos las verdaderas riquezas,para que podamos ser ricos en el cielo!

3. Las preocupaciones mundanas (Lc. 12:22-34)Luego, el Señor advirtió a Sus discípulos que no seafanaran por las cosas de este mundo; en cuanto a quécomerían, beberían o vestirían, porque así como el Señoralimenta a las aves del cielo, alimentará a Su pueblo; ycomo viste la hierba del campo, así también los vestirá.

La lección aquí es que si buscamos primeramente el reinode Dios y Su justicia, Dios se ocupará de todas nuestrasnecesidades naturales, así como cuida de la hierba y delas aves, pues nosotros somos de mucho mayor valor paraÉl que todo esto. Es cierto que nos toma tiempo aprendera descansar en el Señor y empezar a confiar que Él suplirátodas nuestras necesidades. En Filipenses 4:11, Pablo dijo:“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido acontentarme, cualquiera que sea mi situación”. Hasta elapóstol Pablo tuvo que aprender a tener contentamiento.

Necesitamos aprender a confiar en el Señor en relacióncon nuestra provisión y nuestras finanzas. Cuando unodeja de preocuparse por sus finanzas, su fe comienza a


crecer y puede descansar en la abundante provisión delSeñor. Los ministros, en especial, necesitan aprender estalección. He conocido a muchos pastores que tratan derecaudar fondos a través de juegos de bingo en la iglesiay actividades similares; esto es falta de confianza en Dios.Encomendemos al Señor nuestro camino.

El Señor concluye esta sección diciendo que debemos daral pobre para hacer tesoros en el cielo. Donde está nuestrotesoro, allí también estará nuestro corazón. En otraspalabras, no debemos estar apegados a las cosas de estemundo, sino al mundo venidero. El concepto de estemundo es ahorrar todo lo que uno pueda para despuésjubilarse y disfrutar el resto de la vida; y aunque estoy deacuerdo con ahorrar dinero, creo que debemos procurarusar todos nuestros recursos para hacer crecer el reino deDios y no acapararlos egoístamente.

4. Acerca de velar (Lc. 12:35-40) El Señor luego nosexhorta a estar siempre preparados, a estar ocupados yactivos en Su servicio, pues no sabemos cuándo regresará.Una cosa es clara: el Señor regresará después de la cenade las bodas del Cordero: “Y vosotros sed semejantes ahombres que aguardan a que su señor regrese de lasbodas, para que cuando llegue y llame, le abran enseguida” (Lc. 12:36). Por lo tanto, necesitamos estar listosy velando para recibir al Señor en todo tiempo, ya sea quemuramos y partamos hoy hacia el hogar con Él, o queestemos vivos en Su Segunda Venida.

5. La fidelidad (Lc. 12:41-48) En esta serie deenseñanzas el Señor se dirige principalmente a los que


estarán vivos en el tiempo de SuSegunda Venida. La exhortaciónes a ser fieles a la tarea que Diosnos ha encargado, para quecuando venga nos encuentrefieles, haciendo lo que nosmandó que hiciéramos. A MartínLutero le preguntaron: “Sisupiera que el Señor viene estasemana, ¿qué haría?” Él simplemente respondió: “Si Diosme hubiera dado la tarea de plantar árboles frutales, confíoen que a Su venida me encontraría plantando árbolesfrutales”. Aquellos que son infieles serán contados conlos incrédulos, y aquellos que no son diligentes con susdeberes recibirán muchos azotes. Procuremos serencontrados fieles en cada área de nuestra vida.

6. La división en los hogares (Lc. 12:49-53) En estepasaje, el Señor desarrolla el concepto de que Él vino adividir; a traer división en los hogares. Esto parecería sercontradictorio a las enseñanzas de la Biblia. Lo que Cristoquiso decir fue que vino a romper los lazos familiaresque se anteponen a Él. Cuando algunos miembros de lafamilia se rehúsan a caminar en los caminos de Dios habrá,obviamente, cierto grado de separación entre ellos yaquellos que sí quieren caminar con Él.

7. El discernimiento de los tiempos (Lc. 12:54-57) Losjudíos podían discernir los patrones climáticos de aquellosdías, pero ignoraban totalmente el tiempo que estabanviviendo. La mayoría de ellos estaban totalmente ajenosa lo que sucedía espiritualmente a su alrededor. ¡Qué

Procuremosser

encontradosfieles en cada

área denuestra vida


importante es que reconozcamos cuando el Señor nosvisita en el poder del avivamiento, para que así podamosresponder al Espíritu Santo!

8. Reconciliación (Lc. 12:58, 59) El Señor concluyó estegrupo de homilías advirtiéndonos que debemosreconciliarnos con nuestros adversarios tan pronto comonos sea posible. Se nos dice que seamos “diligentes” parareconciliar la situación antes de ser llevados a la corte. Loque se da por entendido aquí es que el acusado tenía uncaso débil, y que no debemos buscar la protección de la leycuando estamos mal. Esto puede interpretarse, en un sentidoespiritual, que necesitamos estar reconciliados con Diosantes de comparecer ante el trono de juicio de Cristo, dondetodos serán encontrados culpables y toda boca será cerrada.

Historia de dos tragediasLucas 13:1-5

En Lucas 13:1-5 encontramos el relato de dos tragedias.La primera, se la relataron a Jesús algunos de los quecaminaban con Él. Se refería a la muerte de variosgalileos cuya sangre Poncio Pilato, el procurador romano,había mezclado con los sacrificios. Lo que antecedió aeste evento fue la insurrección de los judíos en contradel decreto de Pilato de edificar, con el dinero del templo,un nuevo y necesario acueducto. Los judíos consideraronesto un sacrilegio y organizaron una insurrección encontra de Pilato. Pilato ordenó a sus soldados que semezclaran encubiertamente entre la multitud, cubriendosus uniformes con capas y usando, en lugar de armas,garrotes. Su misión era dispersar al pueblo con sus


garrotes, pero algunos soldados fueron demasiadocelosos y mataron a golpes a ciertos galileos destacados,de temperamento violento.

Esto revela la creencia que muchos tenían en el tiempode Jesús: si la tragedia golpeaba la vida de una persona,pensaban que era pecadora. Elifaz, varios siglos antes,expresó esta misma creencia cuando dijo, en Job 4:7:“¿Qué inocente se ha perdido? Y ¿en dónde han sidodestruidos los rectos?” Jesús corrigió este error al aclararque estos no eran más pecadores que cualquier otrapersona, al decir: “¿Pensáis que estos galileos, porquepadecieron tales cosas, eran más pecadores que todoslos galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todospereceréis igualmente” (Lc. 13: 2-3). Jesús les dijo que amenos que ellos se arrepintieran, también perecerían.

Luego, Jesús citó otra tragedia de ese tiempo: la muertede dieciocho galileos sobre quienes cayó la torre de Siloé.Fue un hecho bien conocido localmente, sobre el que Jesúsno necesitó dar detalles. El estanque de Siloé estabasituado cerca del lugar donde se unían los muros orientaly occidental, y, obviamente, la torre también estaba allí.Probablemente fuera parte de un antiguo sistema dedefensa, que colapsó alrededor de ese tiempo. Jesús otravez enfatiza que ellos tampoco eran más pecadores quelos demás. A menos que nosotros nos arrepintamos,también pereceremos eternamente.

En estas tragedias hay también una advertencia implícita,dirigida a toda la nación, pues los judíos, en ese tiempo,vivían en rebelión contra los romanos. Por esta actitud, la


nación fue diezmada en el año 70 d.C., cuando Tito destruyóJerusalén y el templo, y se llevó cautivos a los judíos. Y enel reinado de Adriano, cuando los judíos se rebelaron otravez, la nación recibió el nombre de Cesarea Palestina. Sela llamó Palestina hasta 1948, cuando los judíos regresarona su propia tierra. En esa oportunidad se les dio identidadnacional y la tierra otra vez se llamó Israel.

La parábola de la higuera estérilLucas 13:6-9

Después el Señor relató la parábola de la higuera estéril:“Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, yvino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador:He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en estahiguera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza tambiénla tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjalatodavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, yla abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarásdespués” (Lc. 13:6-9). En esta parábola, el dueño de laviña quería cortar cierto árbol que no daba fruto desdehacía tres años. El viñador le rogó que le diera un añomás, para ver si daba fruto.

A menudo, la higuera se usa simbólicamente para referirsea la nación de Israel (Os. 9:10; Jl. 1:7). Por lo tanto, estaparábola representa la realidad en cuanto a que un Dioslleno de misericordia le daba a Israel una oportunidad máspara arrepentirse. Sin embargo, rechazaron a Jesús, y poresto, su existencia como nación en la tierra prometida cesócomo consecuencia de las guerras romanas que ocurrieronentre los años 66 y 70 d.C., y la destrucción final de


Jerusalén y del templo, en 70 D.C. Esta parábola puedetambién aplicarse a cada creyente en el contexto de Juan 15,donde el Señor advierte que si no producimos frutoseremos cortados y descartados. Así, esta parábola es unatremenda advertencia para aquellos que no producen losfrutos del Espíritu en sus vidas: amor, gozo, paz, paciencia,benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; ni danfruto al ser una buena influencia sobre otros.

La sanidad de la mujeresclavizada por Satanás

Lucas 13:10-17

Éste es el último registro que se tiene de Jesús predicandoen una sinagoga, porque después de este evento lahostilidad de los judíos creció a tal punto, que no podíaentrar más a las sinagogas. La razón de la hostilidad fueque Jesús sanó a una mujer que había sido afligida porSatanás durante dieciocho años. Estaba tan encorvada queno podía pararse recta, pero Jesús la sanó completamentepor el poder de Dios, en un día de reposo.

El principal de la sinagoga se enfureció por esto y dijo:“Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues,venid y sed sanados, y no en día de reposo” (Lc. 13:14).El Señor respondió llamándolos hipócritas, pues ellosdesataban a su buey o asno en el día de reposo para quefueran a beber, pero no querían que esta mujer fueradesatada de su enfermedad en el día de reposo.

Sus adversarios se sintieron avergonzados por estadeclaración y la multitud se regocijó por las cosas gloriosas


que hizo Jesús. Aquí vemos una advertencia contra ellegalismo y las formas externas de santidad, las que nieganlas verdaderas manifestaciones de una vida santa: amor,gozo y paz, misericordia y justicia.

Parábolas del reino de DiosLucas 13:18-21

Jesús inicia esta sección con una pregunta: “¿A qué essemejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?”(Lc. 13:18). Continúa describiendo el reino de Dios condos parábolas.

1. La parábola de la semilla de mostaza (Lc. 13:19) -La semilla de mostaza es la semilla más pequeña conocidapor los sembradores de Palestina, pero crece, en un tiemporelativamente corto, hasta llegar a ser una planta muygrande, donde las aves del cielo encuentran refugio. Estose aplica también al reino de Dios, cuyo Rey fuecrucificado en vil humillación, rechazado y olvidado. LaIglesia comenzó muy pequeña, una nueva y despreciadareligión, pero creció y se multiplicó hasta estar conformadahoy por cientos de miles de personas en cada país delmundo. En el día de Pentecostés, tres mil fueron salvos,pero hoy hay cerca de mil millones de personas queprofesan el cristianismo. Esto nos debería animar en eltrabajo que el Señor nos ha dado. Job 8:7 señala: “Yaunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estadoserá muy grande”.

2. La parábola de la levadura escondida en tresmedidas de harina (Lc. 13:20-21) – En segundo lugar,


el Señor compara el reino de Dios con la levadura. Yahemos señalado que Jesús advirtió a los discípulos quetuvieran cuidado con la levadura de los fariseos, querepresenta la falsa doctrina, la hipocresía y el pecado. Sinembargo, ahora el Señor usa la levadura con unaconnotación positiva. El primer atributo de la levadura esque alcanza a toda la masa, haciendo que se fermente ycrezca (comp. Gá. 5:9).

Solamente hace falta un poco de levadura para leudar unamedida completa de masa. En este sentido, el reino deDios y el Evangelio son como la levadura. Cuando elEvangelio entra a nuestra vida, alcanza todo nuestro ser:cuerpo, alma y espíritu. Oremos para que Su reino esté ennosotros y sature todo nuestro ser.

Jesús en la fiesta de la DedicaciónJuan 10:22-39

El tiempo de la fiesta de la dedicación había llegado enIsrael. En la actualidad, esta fiesta se conoce comoHanukkah, un festival que comenzaba el veinticinco deKislev y duraba ocho días. Esto habría sido alrededor delmes de diciembre del año 29 d.C., apenas tres a tres mesesy medio antes de la crucifixión de Jesús. Josefo se refirióa esta celebración como la fiesta de las Luces, pues seencendía progresivamente una vela cada día hasta alcanzarocho. Esta fiesta conmemora las victorias de JudasMacabeo en el año 167 a.C. En ese tiempo, cuando laadoración en el templo fue restaurada después de unainterrupción de tres años, hubo una celebración de ochodías. Juan destaca que era invierno y que Jesús caminaba


en el pórtico de Salomón, espacio usado por los escribaspara sus escuelas. Aquí, aquel que es mucho más sabio queSalomón, caminaba entre las columnas del templo deHerodes. Durante esta fiesta, los judíos rodearon a Jesús,tratando de forzarlo a que les dijera si era o no el Mesías (elCristo). Cuando Jesús afirmó que era el Hijo de Dios, tomaronpiedras para apedrearlo por lo que consideraban unablasfemia: decir que era Dios. Sin embargo, una vez más,Jesús escapó de ellos, pues Su hora aún no había llegado.

Mientras escribía los comentarios de esta sección, tuveuna visión del Señor en este momento de Su vida aquí enla tierra. Era muy hermoso. Estaba cubierto con Su manto,pues hacía frío. Estaba en control total de la situación. Encierta manera, estaba frustrado, porque estabarespondiendo a las preguntas de estos judíos. Sabía queellos en realidad no lo oirían ni aceptarían lo que decía,pues no eran Sus ovejas.

Oremos para que Su reino esté ennosotros y sature todo nuestro ser


PALESTINA EN EL TIEMPO DE JESÚS


E. El ministerio en Perea

Jesús se aparta de Jerusalén

para ir a Betania, más allá del Jordán.Juan 10:40-42

Después, Jesús se apartó para ir a Betania, más allá delJordán. Con precisión, Juan declara que éste era el lugardonde “primero había estado bautizando Juan”. Muchaspersonas vinieron a Jesús en este tiempo y lo compararoncon Juan el Bautista. Aunque, después de Su muerte, Juanfue profundamente reverenciado como un profeta, no podíacompararse con el Hijo de Dios. Las personas decían:“Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo queJuan dijo de éste, era verdad” (Jn. 10:41). Durante el tiempoque Jesús pasó en Betania, muchos creyeron en Él.

Jesús enseña en las ciudades

de Perea, en Su viaje hacia JerusalénLucas 13:22

Según Lucas 13:22, el Señor Jesús, en Su camino haciaJerusalén, pasó por ciudades y pueblos enseñando. Acontinuación, Lucas nos da un relato de los eventos quesucedieron en el camino.

Una pregunta acerca de la salvaciónLucas 13:23-30

Uno entre la multitud preguntó al Señor: “¿Son pocos losque se salvan?” (Lc. 13:23). En respuesta, el Señor dijo


que la puerta es angosta y que son pocos los que laencuentran, refiriéndose al hecho de que es el camino dejusticia y santidad el que lleva a la vida eterna.

Luego, Jesús da una solemne advertencia, diciendo queDios pone un límite con respecto a cuánto tiempo podemosdemorarnos en responderle. “Después que el padre defamilia se haya levantado y cerrado la puerta, y estandofuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor,Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dóndesois” (Lc. 13:25). Pablo confirma esto en Hebreos 4:7:“Otra vez determina un día: Hoy, diciendo después detanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereishoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”.

Multitudes de personas escuchan el Evangelio en algúnmomento de sus vidas, y muchas de ellas hasta asisten ala iglesia; sin embargo, nunca hacen un compromiso.Jesús dijo, en Lucas 13:26: “Entonces comenzaréis adecir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestrasplazas enseñaste”. En otras palabras, le dirán quecomieron y bebieron en Su presencia, ya sea al haberasistido a un banquete de la iglesia, a un culto especial,o al participar de la cena del Señor. Sin embargo, nuncatuvieron una relación personal con el Señor. Por lo tanto,el Señor Jesús les dirá: “No sé de dónde sois; apartaosde mí” (Lc. 13:27).

Como advertencia al pueblo judío, Cristo dijo entoncesque encontrarían que habían sido excluidos del reino deDios, mientras que otros se sentarían con Abraham, Isaacy Jacob en el reino de los cielos. En Lucas 13:30 dijo: “Y


he aquí hay postreros que serán primeros, y primerosque serán postreros”. En otras palabras, si los queocupan los puestos de preeminencia en la Iglesia noandan en los caminos de Dios, serán a su vezreemplazados por los que son los últimos en la Iglesia, yaquellos que una vez fueron los primeros serán relegadosa los puestos de menor importancia.

Respuesta a la advertencia con respecto a Herodes Antipas

Lucas 13:31-35

El mismo día, un fariseo vino a Jesús y le dijo que huyeradel territorio de Herodes Antipas, pues este quería matarlo.Herodes fue un hombre malvado. Había matado a Juan elBautista y ahora quería matar a Jesús. El Señor respondió:“Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demoniosy hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día terminomi obra. Sin embargo, es necesario que hoy y mañana ypasado mañana siga mi camino; porque no es posible queun profeta muera fuera de Jerusalén” (Lc. 13:32-33). Jesúsestaba diciendo claramente que Él era el Rey de reyes yque Herodes no tenía poder alguno para impedirle cumplirla voluntad de Dios.

Este pasaje ha dado lugar a especulación acerca de laspalabras de Jesús. ¿A qué se refería realmente Jesúscuando dijo: “Echo fuera demonios y hago curacioneshoy y mañana, y al tercer día termino mi obra”? Podemosdeducir que Jesús se estaba refiriendo a que le quedabandos días de ministerio antes de entrar a Jerusalén y Betania,donde levantaría a Lázaro de la muerte. Sin embargo,


¿había algún otro significado oculto en lo que Él dijo?Algunos estudiosos piensan que quiso decir que haríamilagros a través de Su Iglesia durante dos días (ó 2,000años) y que en el tercer día (refiriéndose a los mil añosde reinado de Cristo sobre la tierra, inmediatamentedespués de la Era de la Iglesia) Su Cuerpo (la Iglesia)sería perfeccionado.

Esta interpretación espiritual parece estar de acuerdocon el fluir profético en la Biblia. Luego Jesús dijo enLucas 13:34-35: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a losprofetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántasveces quise juntar a tus hijos, como la gallina a suspolluelos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí,vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no meveréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Benditoel que viene en nombre del Señor”.

El Señor quiso proteger a los judíos de la devastación queles vendría por mano de los romanos, en el 70 d.C.; perono quisieron venir a Él. Sin embargo, una promesa que hasido dada es que, en Su Segunda Venida, la nación deIsrael se volverá al Señor y declarará: “Bendito el queviene en nombre del Señor”.

En la casa de uno delos príncipes de los fariseos

Lucas 14:1-24

Durante esta época, los judíos por lo general comíansolamente dos veces al día, pero en el día de reposo lohacían tres veces. La principal comida se efectuaba


después del culto de la mañana, y era costumbre tenerinvitados. En una ocasión como esta, Jesús fue invitado acomer con uno de los principales fariseos. Sin duda, alentrar a la casa Jesús vio a este hombre hidrópico.

Antes de comenzar a comer, Jesús confrontó a losintérpretes y a los fariseos presentes, diciéndoles: “¿Eslícito sanar en el día de reposo?” (Lc. 14:3). Los fariseossabían que estaban atrapados. Si decían que sí, entoncesdarían licencia a Jesús para sanar, haciendo nulas todassus discusiones anteriores con Él en relación con lassanidades realizadas en el día de reposo.

Sin embargo, si ellos decían “no”, serían atacados porotros, a causa de su actitud inmisericorde y su falta decompasión para con el hombre enfermo que estabasufriendo grandemente. Optaron por guardar silencio, locual, en un sentido, los condenaba por no hacer lo correcto.Entonces, Jesús sanó al hombre enfermo.

El Señor podría haber evitado todas estas confrontacionescon los fariseos si no hubiera sanado en el día de reposo, oal menos, si no lo hubiera hecho en público. Sin embargo,una y otra vez, el Señor calculaba hacer a propósito Sussanidades en días de reposo. Todo esto era intencional.Trataba de quebrantar el espíritu legalista de los fariseospara libertarlos del yugo de la letra de la Ley. Al tratarmeticulosa y escrupulosamente de guardar cada pequeñaletra de la Ley, estaban quebrantando el espíritu de la misma.

Jesús preguntó a estos hipócritas: “¿Quién de vosotros, sisu asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará


inmediatamente, aunque sea en día de reposo?” (Lc. 14:5).Otra vez, no respondieron al Señor. Entonces Jesús relatótres parábolas inspiradas en la ocasión de la fiesta.

La primera parábola se refiere al hábito de los fariseosde buscar los lugares de mayor honra en una fiesta(Lc. 14:7-11). Los invitados que asignaban muchaimportancia a la clase social siempre querían ocupar loslugares de honor en una fiesta. Jesús advirtió a los fariseosque fueran humildes, recordándoles que, en el reino deDios, aquellos que se exaltan a sí mismos seránhumillados, pero los que se humillan serán exaltados.Procuremos que la humildad de Cristo se manifiestenaturalmente en nuestros corazones y vidas, para que noseamos avergonzados en Su venida.

Continuando con el tema de las comidas, el Señor urgea los que celebran fiestas a no invitar a sus amigos yfamiliares, quienes devolverán el favor, sino a lospobres y menesterosos que no podrán pagarles subondad (Lc. 14:12-14). Aquellos que hacen así seránrecompensados en la resurrección de los justos. Esto es algocon respecto a lo cual debemos tener cuidado en la Iglesia.Cuando realizamos banquetes, no solamente debemos invitara los que tienen dinero y que apoyan fuertemente el ministerio,sino también a aquellos que son pobres y necesitados. Nodebemos hacer acepción de personas.

En un momento, uno de los que estaban comiendo conJesús exclamó con obvio contentamiento:“Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios”,pensando que todas las personas religiosas presentes


estarían incluidas. En respuesta a esto, el Señor relató laparábola de la gran cena (Lc. 14:15-24). Como era lacostumbre en aquellos días, un hombre enviabaanticipadamente invitaciones al banquete que daría másadelante. Cuando llegaba el tiempo del banquete, enviaba aun siervo para recordar a los que habían aceptado la invitaciónque el tiempo del banquete había llegado. Sin embargo, enesta parábola, todos aquellos que habían sido invitadospusieron excusas. El primer hombre dijo que había compradoun campo y que necesitaba ir a verlo. Ésta era una excusaridícula, pues nadie compra un campo sin antes verlo.

Otro hombre dijo que había comprado cinco yuntas debueyes y que tenía que ir a probarlas. No es lógico queuna persona inspeccione los bueyes después de haberloscomprado. El tercer hombre también dio una excusa:acababa de casarse y necesitaba tiempo para estar con suesposa. Todas estas excusas carecían de veracidad.Laverdad del asunto es que aquellos que habían sidoinvitados no querían ir al banquete. Estas parábolasestaban dirigidas a los judíos que estaban tan apegados alas cosas terrenales, que no podían aceptar la invitaciónde pertenecer al reino de Dios y ser un invitado al banquetede las bodas del Cordero (Ap. 19:9). Esta parábolaconcluye con las palabras del Señor a uno de Sus siervos:“Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos aentrar, para que se llene mi casa” (Lc. 14:23). El Señordesea que Sus iglesias estén llenas. Que Sus iglesias esténllenas hasta rebosar, es para la gloria de Dios.

Cuando mi esposa y yo fuimos a Nueva Zelanda, el Señornos dijo que quería que realizáramos los cultos en un


auditorio con capacidad para varios miles de personas,pero en ese tiempo la iglesia solamente tenía entrequinientos y seiscientos miembros. Dios dijo: “Es para lagloria de Dios llenar mi casa”. ¡El Señor, por Su gracia,se movió por Su Espíritu y ese edificio se llenó para lagloria de Dios!

Es interesante que el Señor dijo a Su siervo “fuérzalos aentrar”. En otras palabras, hay una parte que noscorresponde hacer para que los perdidos sean ganados parael Señor. Sí, es verdad que Dios atrae a las personas paraque sean salvas, pero también debemos forzarlas. Quisieradestacar brevemente la importancia del evangelismo. Sinevangelismo, una iglesia raramente crece. Por eso,necesitamos ir a los caminos y vallados y forzar a laspersonas a aceptar el Evangelio.

Muy a menudo, aquellos que fueron los primeros invitadosse niegan por una u otra razón. Esto abre el camino paraaquellos que son los despreciados de la humanidad. EnMateo 21:31, Jesús dijo a los líderes religiosos de Sutiempo: “Los publicanos y las rameras van delante devosotros al reino de Dios”.

El precio del discipuladoLucas 14:25-35

Cuando Jesús salió de la casa del fariseo, la multitud losiguió. La mayoría de los líderes de este mundo hubieseacogido tales seguidores, pero Jesús no. Él se volvió aellos y les dijo muy claramente que si querían seguirlotenían que pagar un alto precio. En Lucas 14:26-27 les


habló del precio del discipulado: “ Si alguno viene a mí,y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, yhermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, nopuede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y vieneen pos de mí, no puede ser mi discípulo”.

1. Como los verdaderos discípulos de Jesús debemosaborrecer, de forma santa, nuestra vida, nuestro cónyugey familiares, en el sentido que nunca ocupen el primerlugar en nuestra vida: un lugar que solamente lepertenece al Señor (Lc. 14:26). Esto no nos exime denuestras responsabilidades para con nuestros padres,cónyuges e hijos, como está establecido en Éxodo 20:12y Efesios 5:25.

2. Como seguidores de Cristo, debemos también estardispuestos a tomar y llevar nuestra cruz (Lc. 14:27). Estopuede interpretarse de diversas formas válidas. En unsentido extremo, significa que debemos estar dispuestosa ir concretamente a la cruz y morir por el Señor, en laforma más inhumana y humillante.Sin embargo, hay otroaspecto de tomar diariamente nuestra cruz: es sacrificarnuestros derechos para cumplir la voluntad de Dios. Pablodijo: “Cada día muero” (1 Co. 15:31). Por lo tanto,tenemos que aceptar todas las cosas que vienen a nuestravida y morir diariamente a nuestros deseos.

3. Debemos renunciar a todo por Cristo (Lc. 14:28-33).Para poder hacer esto, primero debemos considerar elprecio. Un constructor no edifica una torre sin antesconsiderar lo que le costará, para asegurarse que tienesuficiente dinero para completar su proyecto. También,


antes que un rey entra en guerra, primero se sienta aconsiderar el precio de la batalla, para ver si tendrásuficiente ejército y finanzas para ganar. En la mismaforma, se nos exhorta a considerar el precio antes dedecidir ser seguidores de Cristo. Amado lector, ¿está usteddispuesto a dejar todo para seguir a Cristo?

La sal de la tierraLucas 14:34-35

Finalmente, el Señor dice en Lucas 14:34-35: “Buena esla sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué sesazonará? Ni para la tierra ni para el muladar es útil; laarrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga”. La sales un agente sazonador y también un preservador paraevitar que los alimentos se descompongan. Sin embargo,si la sal pierde su sabor, ya no sirve para nada. Esta ideacontiene una lección valiosa para los cristianos. El SeñorJesús dijo en Su Sermón del Monte, en Mateo 5:13, quenosotros somos “la sal de la tierra”. La sal, por lo tanto,representa a los cristianos. Debemos ser agentes depreservación para el mundo. Sin embargo, si perdemosnuestra dulzura o pureza, no serviremos para nada ypasaremos nuestra eternidad con aquellos que sonincrédulos e hipócritas.

Luego Jesús advirtió a la multitud que prestara atencióny escuchara lo que decía: “El que tiene oídos para oír,oiga”. Haríamos bien si también nosotros prestáramosatención a estas solemnes enseñanzas, para que ser asíverdaderos seguidores y discípulos de Cristo, elCordero de Dios.


Tres grandes parábolasreferidas a lo perdido y encontrado

Lucas 15:1-32

Mientras Jesús hablaba, todos los publicanos y pecadoresse sintieron atraídos por Sus enseñanzas. Los publicanoseran los odiados recolectores de impuestos que se habíanaliado con las fuerzas romanas de ocupación, en contrade sus propios hermanos, enriqueciéndose por cobrarexcesivamente a la gente. Los pecadores vivían desafiandola Ley de Moisés. Fueron esta clase de personas las quese sintieron atraídas y las que escucharon el mensaje conun corazón abierto. Los fariseos llenos de justicia propiacriticaban a Jesús por aceptar la compañía de talespersonas. Como respuesta, relató tres parábolasrelacionadas con lo perdido y encontrado.

1. La parábola de la oveja perdida (Lc. 15:4-7) - ElSeñor comenzó relatando la historia de un hombre quetenía cien ovejas y había perdido una de ellas.Naturalmente, dejó a las noventa y nueve para salir enbusca de su oveja perdida, y al encontrarla, se regocijó.Las ovejas son los animales menos inteligentes; fácilmentevagan y se pierden.

Esta oveja perdida habla de aquel que por ignorancia seha apartado de los caminos del Señor. Isaías 53:6 nos diceque todos nos hemos perdido como ovejas y hemosbuscado nuestros propios caminos. Jesús, como el BuenPastor, busca a todos los que se han perdido. Él es“paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que éltambién está rodeado de debilidad” (He. 5:2).


2. La parábola de la moneda perdida (Lc. 15:8-10) -Jesús relató otra parábola, esta vez acerca de una mujerque tenía diez piezas (o monedas) de plata y había perdidouna de ellas. La buscó diligentemente por todas partes,hasta que la encontró. Esta parábola tipifica a una personaque se ha perdido por la negligencia de otro, más que porla suya propia.

Existen las personas débiles que no son capaces de resistirlas tentaciones de este mundo, y que necesitan que otroslas fortalezcan. Para ayudar a una planta débil a crecer rectay fortalecerse, un jardinero ata el tallo de la planta débil auna vara fuerte, hasta que finalmente puede sostenerse sola.De manera muy similar, hay creyentes que necesitan creceral lado de otros que son más fuertes en la fe.

En mis primeros tiempos de creyente, el Señor me diopadres y madres espirituales que me fortalecieron y meguiaron a lo largo del viaje de la vida. Sin ellos, es muyposible que hubiera sido como la moneda perdida,regresando a la oscuridad de este mundo, de donde unavez fui rescatado.

Tanto la parábola de la oveja perdida como la parábolade la moneda perdida terminan con la mismadeclaración del Señor en Lucas 15:7, 10: “Os digo queasí habrá más gozo en el cielo por un pecador que searrepiente, que por noventa y nueve justos que nonecesitan de arrepentimiento”. Es claro que el Señorvalora grandemente el alma humana. Hay un gozoinefable en los cielos cuando un alma es rescatada delabismo del infierno.


3. La parábola del hijo pródigo (Lc. 15:11-32) - Latercera parábola que relató Jesús es, tal vez, la másconocida y amada de todas las parábolas. Se la denominala parábola del hijo pródigo. Revela el amor de Dios Padrepara con el descarriado, el camino a la restauración y laactitud que debemos tener hacia los descarriados cuandoson restaurados.

Esta parábola cuenta acerca de un padre que tenía dos hijos.Su hijo menor tomó su herencia y se fue de su casa, gastandoen una vida disoluta todo lo que tenía. Cayó tan bajo quetuvo que alimentar cerdos, no teniendo él nada que comer;gustosamente, se habría comido las algarrobas con las quealimentaba a los animales. Volviendo en sí, decidió regresara la casa de su padre, pues se dio cuenta que aun losjornaleros que trabajaban allí tenían abundante comida.Mientras estaba aún lejos de su casa su padre lo vio venir ycorrió hacia él, lo abrazó y lo besó, y dijo a los siervos queprepararan un banquete en honor a su hijo menor.

Necesitamos darnos cuenta que las parábolas del Señortienen tanto un significado espiritual y celestial, como unsignificado natural. El hijo menor representa a losdescarriados, incluidos aquellos ministros que puedanhaberse descarriado. El padre hizo tres cosas por el hijocuando fue restaurado (ver Lc. 15:22). Lo vistió con el mejorvestido, le puso un anillo en su dedo y calzó sus pies. Estastres cosas hablan de lo que es restaurado a un descarriadocuando éste se arrepiente y se reencuentra con el Señor.

En la Biblia, las vestiduras representan la salvación (Is. 61:10).Por esta razón, si hubiese muerto mientras estaba


descarriado, habría ido al infierno; pero al volver al Señorsu salvación le fue restaurada. El anillo habla de autoridady posición. Así, su autoridad y posición le fueronrestauradas. Las sandalias (o calzado) hablan delministerio de la persona, pues Efesios 6:15 dice: “Ycalzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”.Por esto, la completa restauración de un descarriadoincluye la restauración de su salvación, su posición yautoridad, y su ministerio.

Cuando consideramos al hijo mayor vemos también dosverdades muy importantes. El fiel hijo mayor no abriósu corazón a la restauración de su hermano descarriado(Lc. 15:25-30). Ésta es la actitud equivocada. Debemosdar la bienvenida a aquellos que se han apartado del caminode Dios. Jeremías 3:14 describe la actitud que debemostener hacia los descarriados: “Convertíos, hijos rebeldes,dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo...”. El Señorama a los descarriados y anhela verlos restaurados.

Otra verdad muy importante es que aunque el hijo pródigofue restaurado, desperdició su herencia. En contraste conesto, el Señor dice al hijo mayor, quien siempre habíasido fiel: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas miscosas son tuyas”. En otras palabras, aquellos que son fielesrecibirán la herencia del Señor. Por lo tanto, procuremospermanecer siempre fieles y leales al Señor, por medio deSu gracia. ¡Es maravilloso ser restaurado, pero mejoraún es no caer!

Mientras escribía esto, recibí una llamada telefónica deun hijo pródigo que quería regresar con su familia a nuestra


iglesia. Nuestros corazones literalmente cantaban de gozo.El gozo de Jesús fue muy real para nosotros en esemomento, al ver que este descarriado era restaurado.Compartimos el gozo de los santos ángeles alrededor deltrono celestial mientras ellos, también, se regocijabanporque esta oveja perdida regresaba al redil.

Tres parábolas acerca de la mayordomíaLucas 16:1—17:10

1. La parábola del mayordomo infiel (Lc. 16:1-12) -El Señor continúa enseñando a Sus discípulos en forma deparábolas y les cuenta una historia acerca del mayordomode un hombre rico, que había gastado los bienes de su amoy que, como resultado, tendría que renunciar a su oficio.Cuando el mayordomo se dio cuenta que perdería todo,reunió a los deudores de su amo y arregló sus deudas pormenos de lo que originalmente debían, para que ellos, a suvez, lo recibieran en sus casas cuando fuera despedido. Elamo felicitó a su mayordomo, pues al cuidar de sí mismohabía obrado de manera prudente o astuta.

De esta parábola el Señor deduce dos verdades. La primeraes que aquellos que fallan en alcanzar el cielo debenprocurar hacerse amigos de aquellos que están encondiciones similares a las de ellos, para que estos amigoslos reciban en sus moradas eternas, como dice Jesús enLucas 16:9. La segunda verdad es que nosotros, comocreyentes, debemos hacer amigos, pues la verdaderariqueza se mide por las amistades de aquellos hombres ymujeres de Dios que morarán eternamente con Él en lafelicidad de Su reino. Qué gozo será encontrarnos en el


cielo con aquellos sobre quienes hemos ejercido influenciapara bien durante nuestro corto paso por la tierra.

La esencia de esto es que el Señor no felicita a estemalvado e indolente mayordomo, sino que nos muestraque él pudo ver de antemano sus futuras necesidades y sepreparó prudentemente. No existen dudas sobre la condenadel Señor para con este mayordomo, pues termina dandotres amonestaciones:

1. El que es fiel en las cosas pequeñas de la vidatambién será fiel en las cosas más grandes.

2. Al que es fiel en las cosas terrenales le seránconfiadas aquellas que son eternas.

3. El que es fiel con la propiedad de otro hombrerecibirá su propia herencia.

Recordemos las etapas de la vida, señaladas enApocalipsis 17:14: “Y los que están con él [el Cordero]son llamados y elegidos y fieles”. Muchos son llamados,pero pocos son elegidos y aún menos son encontradosfieles. Por lo general, antes que Dios nos dé un ministerioo una herencia propia tenemos que ser fieles ysubordinados a otro. Si somos fieles, Dios nos ascenderá.Necesitamos ser fieles y leales con aquellos que estánsobre nosotros en autoridad. A menudo, una persona tieneque ser fiel a un pastor antes que el Señor le dé una iglesiapropia. Procuremos ser como el rey David, quien estabaceñido de fidelidad (comparar Is. 11:5).

En Lucas 16:13 el Señor advierte a los fariseos avaros,quienes pensaban que la ganancia era piedad, que nadie


puede servir a dos señores. No podemos servir a las cosasde este mundo o buscarlas, y también servir a Dios. Elamado apóstol Juan escribió en 1 Juan 2:15: “No améis almundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno amaal mundo, el amor del Padre no está en él”. Las riquezas yhonores de este mundo son abominación para Dios.

Otra acusación del Señor contra los fariseos fue queprocuraban justificarse a sí mismos ante los hombres(Lc. 16:15). Muchas veces he sido testigo de que cuandolas personas no son rectas delante de Dios buscan laaprobación del mundo. Pero ¿de qué sirve esto, si el mundono es nuestro juez final? Todos los aplausos del mundono nos salvarán en el día del juicio.

Después, Jesús les recuerda que todos debemos serdiligentes en entrar en el reino de los cielos (Lc. 16:16),así como Pablo dijo en Filipenses 3:14: “Pr osigo a lameta, al premio del supremo llamamiento de Dios enCristo Jesús”.

Otra verdad que nuestro Señor nos presenta se refiere almatrimonio. El divorcio y el volver a casarse constituyenadulterio y, por lo tanto, el quebrantamiento del séptimomandamiento. Jesús condenó el divorcio en Mateo 19:6:“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.

2. La parábola del hombre rico y Lázaro (Lc. 16:19-31)- Jesús entonces relató otra parábola en la cual comparabaal hombre rico y a Lázaro. Cierto hombre rico vivía unavida muy agradable y cómoda. En contraste, había unpobre mendigo que yacía en la puerta de su casa deseando


comer las migajas que caían de la mesa del rico. Cuandoambos murieron, el mendigo fue llevado por los ángelesal paraíso, mientras que el rico fue llevado al infierno.

Al ver a Lázaro en el seno de Abraham, este hombre ricorogó que Lázaro fuera a aliviar su sed. Abraham lerespondió que no había forma alguna de cruzar el abismoentre los salvos y los perdidos. Entonces, el rico le pidióque enviara a Lázaro de regreso a la tierra para advertir asus hermanos. Abraham le respondió que ellos tenían aMoisés y a los profetas, y que si nos les creían a ellos,tampoco creerían aunque llegara uno de entre los muertos.

Así vemos la tremenda obligación que tenemos de estudiarla Palabra de Dios, para que aprendamos y comprendamosSu Palabra antes que sea muy tarde, pues “en el lugarque el árbol cayere, allí quedará” (Ec. 11:3). En otraspalabras, la condición espiritual que tengamos al morirdeterminará nuestra eternidad. La manera en que morimosserá la manera en que estaremos para toda la eternidad.Por esto, procuremos redimir el tiempo, para así cumplirla voluntad y el propósito del Señor para nuestra vida.

Ofensas (Lc. 17:1-4) - Es imposible vivir nuestra vidasin que se den circunstancias en que otros nos ofendan. Atodos se nos dará la oportunidad de recibir ofensas y esaoportunidad nos es dada por el Señor, para ver cómoreaccionamos. No debemos permitir que ninguna ofensanos aleje del camino que Dios tiene para nuestra vida. Estambién muy importante que no tomemos como propiaslas ofensas causadas a otros. Muchos han cometido esteerror, para su propio perjuicio, y se han dejado arrastrar


lejos del camino de los propósitos de Dios para su vida.En cierta ocasión, un pastor me comentó que su iglesiaestaba llena de personas ofendidas. Sin embargo, el Señordijo que esas personas habían fallado por no haberseapropiado de la gracia de Dios para sus pruebas, y comoresultado, se habían llenado de autocompasión.

En esta enseñanza el Señor advierte con respecto aaquellos que causan la ofensa (los ofensores),especialmente los que ofenden a los pequeños.Debemos procurar caminar en amor unos para conotros. La Biblia dice en 1 Juan 2:10: “El que ama a suhermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo”.Vemos, particularmente, el gran amor del Señor hacialos pequeñitos (Lc. 17:2). Muchos de los siervoselegidos por Dios han sido alcanzados por el Señor auna edad temprana. Por esto, debemos ser diligentesen dedicarnos a la instrucción de los niños en la EscuelaDominical y en los cultos de la iglesia, para que ellossean guardados de perderse en los caminos de maldady de perder su pureza.

Después, el Señor habló acerca de tener un espírituperdonador hacia aquellos que pecan contra nosotros. Estainstrucción viene del corazón del amado Padre Celestialy de nuestro precioso Salvador. Por eso, al practicar elperdón hacia otros, a cambio recibiremos, desde lo alto,ese continuo fluir de perdón que tanto necesitamos paranosotros mismos. Los apóstoles vinieron entonces a Jesúsy le pidieron que aumentara la fe de ellos (Lc. 17:5). Jesúsrespondió: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza,podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate


en el mar; y os obedecería” (Lc. 17:6). Si tenemos fe,nada será imposible para nosotros.

3. La parábola del siervo inútil (Lc. 17:7-10) - En elministerio, una de las verdades que no debemos olvidarnunca es que primero debemos hacer todo lo que el Señornos ha ordenado hacer, y después, darnos cuenta queaunque lo hayamos hecho, somos siervos inútiles, puessolamente hemos cumplido con lo que era nuestro deber.Ciertamente, será bueno para nuestra alma darnos cuentade esto; y además, vestirá de humildad nuestro espíritu.

Lázaro es levantadoJuan 11:1-54

El Señor Jesús está ahora en Perea, en las afueras de Judea,a unos dos días de viaje de Betania; fue aquí donde ocurriólo que podríamos considerar el mayor milagro de Suministerio. Betania, que significa “el lugar de los dátiles”,estaba situada en el monte de los Olivos, a unos treskilómetros en las afueras de Jerusalén, y se la recuerdacomo el hogar de María, Marta y Lázaro (una forma griegapara el nombre hebreo “Eleazar”).

El Señor recibió la noticia que Lázaro estaba muy enfermo.Pero en lugar de ir inmediatamente a orar por él, esperóhasta que supo que era el tiempo perfecto de Su Padrepara presentarse en Betania. Jesús fue guiado por elEspíritu en todo momento. Sabía que Lázaro moriría, ytuvo que esperar, para poder levantarlo de la muerte, unmilagro mucho mayor que si solamente lo hubiera sanadopara que no muriera. Cuando Jesús llegó a Betania, Lázaro


ya había muerto y hacía cuatro días que estaba en la tumba.Era tiempo más que suficiente para que se iniciara ladescomposición. Al llegar a la tumba, Jesús ordenó quesacaran la piedra que cubría la entrada a la cueva dondese sepultaba a los muertos.

Después que le obedecieron, Jesús dijo a gran voz:“Lázaro, ven fuera”. Cuando salió, el Señor dijo a los queestaban allí que le quitaran sus vestiduras mortuorias y lodejaran libre. Conocí a un pastor que en cierta ocasióntuvo una visión de la resurrección de Lázaro. Afirmó queantes que Lázaro apareciera, podía oírse cómo subía losescalones, saltando de a uno a la vez. Poco antes, Jesúshabía afirmado a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida...Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.¿Crees esto?” (Jn. 11:25-26). Que podamos ser contadosentre aquellos que creen en el Señor y obtienen vida eterna.

Los líderes religiosos estaban desconcertados por estemilagro, y sin embargo, a través de los labios del sumosacerdote, Dios dijo que era necesario que un hombremuriera por la nación (Jn. 11:49-51). No obstante, ellosno comprendieron lo que en ese momento se decía, puesprocuraron ponerse de acuerdo para matar a Jesús. Poresto, de allí en adelante Jesús no caminó abiertamenteentre los judíos, y se fue a una ciudad llamada Efraín, queestaba en el desierto.


El último viaje de Jesús aJerusalén pasando por Samaria y Galilea

Lucas 17:11—18:14

En Lucas 17:11—18:14, el Señor hace Su último viaje aJerusalén pasando por Samaria y Galilea. Por el caminosanó a diez leprosos, pronunció un discurso sobre laSegunda Venida y enseñó dos parábolas sobre la oración.

La sanidad de los diez leprososLucas 17:11-19

Leemos en Lucas 17:11: “Yendo Jesús a Jerusalén,pasaba entre Samaria y Galilea”. Este período se iniciacon la sanidad de los diez leprosos, en una aldea deSamaria. El Señor sanó a los diez, pero solamente unoregresó para darle gracias. La acción de dar gracias esun ejercicio espiritual que debemos practicar. Nosolamente es natural, correcto y cortés, sino que abre elcamino para que Dios derrame sobre nosotrosbendiciones adicionales. Recordemos la advertencia delsalmista cuando escribió en Salmos 100:4: “Entrad porsus puertas con acción de gracias, por sus atrios conalabanza; alabadle, bendecid su nombre” .

Discurso sobre la Segunda VenidaLucas 17:20-37

Al preguntarle los fariseos cuándo vendría el reino de Dios,el Señor les respondió: “El r eino de Dios no vendrá conadvertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque heaquí el reino de Dios está entre vosotros” (Lc. 17:20-21).


En otras palabras, el reino de Dios está dentro de loscorazones de los que creen en el Señor. Sin embargo, estono significa que no habrá un gobierno literal del reino deDios sobre la tierra.

Jesús dejó muy claro que Su Segunda Venida sería tannotoria como lo es un relámpago. Sin embargo, antesque esto sucediera, sería necesario que el Señor sufrieramuchas cosas y fuera rechazado por Su generación.Vemos muy claro, entonces, que el Señor comprendíaperfectamente el plan de Su Padre Celestial para Su viday ministerio. La cruz era algo central en Su vida, pues Élera el Cordero de Dios por cuya muerte y derramamientode sangre vicarios nosotros hoy podemos ser salvos.Jesús retoma el tema de Su venida, y explica que tomaráal mundo por sorpresa, así como el Diluvio de Noé y ladestrucción de Sodoma en los días de Lot, tomaron asus generaciones por sorpresa.

Hizo también otra advertencia, en cuanto a que aquellosque procuran salvar su vida la perderán, pero los quela pierdan por el Señor la ganarán. Luego dice que losque estén en la azotea no deben descender para sacarnada de sus casas. Esto debe leerse en el contexto deMateo 24:15-21, donde habla de la Gran Tribulaciónque vendrá antes de la Segunda Venida. Lo que Jesúsexpresa aquí es que no debemos estar apegados anuestras posesiones terrenales o a las cosas de estemundo. La esposa de Lot fue destruida porque sucorazón estaba en Sodoma. Esto me fue ilustrado deuna forma muy asombrosa por una joven que tuvo unavisión de la Segunda Venida.


Vio a los santos que subían para encontrarse con el SeñorJesús en el aire. Sin embargo, mientras ella se elevaba yestaba ya muy arriba de la tierra, miró hacia abajo. Lo quesucedió, fue que entonces comenzó a descender hacia latierra. Sus deseos eran mundanos, no celestiales. Por lotanto, pongamos atención a esta advertencia y pidámoslea Dios que nos purifique de todos los deseos y atractivosde este mundo.

Dos parábolas sobre la oraciónLucas 18:1-14

Jesús fue el supremo Maestro; constantemente repetía lasmismas verdades en formas nuevas, para inculcarlas enlos corazones de Sus oyentes. De nuevo, Él enseña sobrela necesidad de perseverar en la oración. La clave paraenseñar efectivamente puede resumirse con las letras IRA:impresión, repetición y asociación.

Un buen maestro hará primero una impresión en la mentey corazón de sus oyentes y lectores. Por eso Jesús ofreciótantas ilustraciones e historias, para que las personaspudieran ser capaces de recordar verdades muy profundasa través de ilustraciones sencillas. Sus historiasimpresionaron a Sus oyentes de una manera que ellosno olvidarían.

El segundo aspecto de un buen maestro es que repiteconceptos: no para aburrir a sus estudiantes con la mismainformación que ya conocen, sino siendo creativo pararepetir las mismas verdades. Las dice de formas diferentespara destacar diversos aspectos y matices de la misma


verdad. Los expertos dicen que debemos usar una palabranueva unas treinta y cinco veces antes de que ésta se hagaparte de nosotros.

Hace muchos años, realicé un viaje con una organizaciónmisionera por toda Centro y Sudamérica con el propósitode impartir seminarios para pastores y líderes. Al principiome aburría, porque algunos de los predicadores repetíanlos mismos mensajes en cada seminario al que asistíamos,y parecía que no tenían nada nuevo. Yo soy diferente;constantemente pido al Señor mensajes nuevos y verdadesnuevas, y generalmente, predicaba un mensaje diferenteen cada país. Cuando terminamos un seminario en Ecuadory fuimos a Colombia, estos ministros volvieron a predicarlos mismos sermones y yo pensé que ya había captadotodo lo que podía aprender de ellos. Sin embargo, cuandonos fuimos a Costa Rica, otra vez volvieron a predicar losmismos mensajes. Pero, ¿saben una cosa?, ¡esta vez,comencé a recibir nuevas verdades de sus mensajes! Lasverdades comenzaron a hacerse vivas en mí. De estaforma, me di cuenta de la importancia de la repetición,especialmente en cuanto a la Palabra de Dios.

El tercer aspecto de un buen maestro es que asocia lasverdades para ayudar a sus oyentes a hacer una conexión yaplicación a sus corazones y sus mentes. Aquí, Jesús, elMaestro por excelencia, otra vez repite el tema de la oración.Queremos considerar estos pasajes y pedirle a Dios que losestablezca firmemente en nuestro corazón y en nuestra mente.

1. La parábola de la viuda inoportuna (Lc. 18:1-8) -En esta parábola el Señor da la ilustración de un juez


injusto que no tenía temor ni de Dios ni del hombre. Sinembargo, cierta mujer que importunó hasta el cansancioal juez con sus peticiones, finalmente logró que élaccediera a concedérselas. De igual forma, debemosbombardear el recinto del trono celestial hasta querecibamos seguridad de que nuestras peticiones seránconcedidas. Jesús dijo en Juan 16:23: “En aquel día nome preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, quetodo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará”.

2. La parábola del fariseo y el publicano (Lc. 18:9-14)- El Señor Jesús relató entonces la historia de dos hombresque oraban: un fariseo, que daba gracias a Dios por no sercomo los demás hombres pecadores (porque él ayunabados veces a la semana y daba diezmos de todo lo queposeía), y un publicano (cuya profesión era famosa porqueentre ellos había muchos extorsionadores). Este publicanose golpeaba el pecho, pidiendo a Dios que tuvieramisericordia de él, pues era un pecador. El Señor Jesúsentonces señaló que este hombre había alcanzadojustificación, pues cualquiera que se exalte será humillado,mientras que aquellos que se humillan serán exaltados.

En consecuencia, aun en nuestra vida de oraciónpresentémonos con toda humildad ante el Señor, dándonoscuenta que es por gracia y sólo por gracia que somos loque somos, y que todos tenemos un largo camino querecorrer para alcanzar el bendito estado de ser perfectoscomo Él es perfecto.

En cierto sentido, tenemos aquí dos ilustraciones delglorioso carácter de nuestro Dios, quien ama habitar con


el humilde y contrito, pues Él, en sí mismo, es la esenciade la humildad. También tenemos el retrato de Sumaravillosa compasión por el pecador y por aquellos quese han apartado del camino.

En PereaMarcos 10:1-45; Mateo 19:1 - 20:28; Lucas 8:15-34

En Perea, el Señor da varias enseñanzas importantes. Lashemos incluido bajo un solo título: “En Perea”, porqueestaba en la región de Perea cuando las impartió.

Más enseñanza en contradel divorcio y el volver a casarse

Marcos 10:1-12; Mateo 19:1-12

Nuevamente en Perea, pasando por la costa de Judea allado este del Jordán, el Señor repite con mayor énfasis Sudesaprobación del divorcio, y da un mandamiento estricto:“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”(Mr. 10:9).

Que Dios pudiera convalidar el divorcio sería incongruentecon Su naturaleza, pues el divorcio es el resultado decorazones endurecidos y un acto de extrema crueldad.Siendo pastor, he sufrido dolor de corazón por el fruto deldivorcio: amargura, enojo, celos, culpabilidad y otrosinnumerables sufrimientos que las parejas se infringenmutuamente, sin mencionar la destrucción que producenen las vidas de sus hijos. Qué importante es para nosotrosmantener nuestro corazón tierno, perdonador y tolerantey caminar en amor uno con el otro. A otra pregunta de Sus


discípulos, Jesús declaró: “Cualquiera que repudia a sumujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; ysi la mujer repudia a su marido y se casa con otro, cometeadulterio” (Mc. 10:11-12).

Su amor por los niños pequeñosMarcos 10:13-16; Mateo 19:13-15; Lucas 18:15-17

En este episodio, los discípulos estaban molestos puesalgunas personas llevaban niños pequeños a Jesús. Sinduda, pensaron que los padres estaban malgastando eltiempo del Señor. Sin embargo, Él usó la ocasión paraenseñar una verdad que adorna las paredes de muchasaulas de Escuelas Dominicales; dijo: “Dejad a los niñosvenir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es elreino de Dios” (Lc. 18:16).

En Lucas 18:17 agregó: “De cierto os digo, que el que norecibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.Estaba ilustrando la primera bienaventuranza, la que enMateo 5:3 dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu,porque de ellos es el reino de los cielos”. Los niñosrepresentan la actitud humilde que el Señor ama. Jesúsdijo en Mateo 18:4: “Así que, cualquiera que se humillecomo este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”.

Un hombre importante, rico y jovenMarcos 10:17-31; Mateo 19:16-30; Lucas 18:18-30

Ésta probablemente sea una de las historias más tristes detoda la Palabra de Dios. Aquí se nos presenta a un joven aquien Jesús amó. Aunque había guardado los


mandamientos desde su juventud, carecía de una cosa: dela disposición para vender todo lo que tenía para seguir aJesús. El amor al dinero le impidió seguir al Señor, por loque se llenó de tristeza y se apartó.

El discipulado exige que demos todo, pero la recompensaes mayor que nuestros sacrificios. Como respuesta a ladeclaración de Pedro, acerca de que él y los otrosdiscípulos habían dejado todo para seguirlo, Jesús diceque no había ni uno que hubiera dejado casa o familia porel bien del reino de Dios, que no recibiría mucho más,tanto aquí en la tierra como en el mundo por venir.

Una de las máximas de la vida cristiana es que si damos, senos dará medida apretada, remecida y rebosante (Lc. 6:38).Nada nos faltará cuando entreguemos todo al Señor, ynuestra recompensa en los cielos será grande.

La parábola de los obreros de la viñaMateo 20:1-6

El Señor termina Sus enseñanzas en Mateo 19:30, acercade las demandas y recompensas del discipulado, con unaadvertencia: “Pero muchos primeros serán postreros, ypostreros, primeros”. Luego amplía esta enseñanza conla parábola del hombre que tenía una viña. Éste contratóa diversos obreros a través del día, prometiéndoles elmismo pago: un denario cada uno. Cuando pagó a sustrabajadores al final del día, aquellos que habíantrabajado el día completo esperaban recibir más queaquellos que sólo habían trabajado una hora. Sinembargo, todos recibieron el mismo pago. El Señor


termina diciendo: “Así, los primeros serán postreros, ylos postreros, primeros”. Ésta es una verdad tremenda.

A menudo, aquellos que son los menos probables dereunir los requisitos reciben las mayores oportunidades.Muchas veces he visto que el Señor, que sabe todas lascosas, da a los ministros precisamente el mensaje oenseñanza que se aplica a su punto más débil, para quecontinuamente enseñen las verdades que puedansalvarlos del pecado que los asedia. Que podamos serde aquellos que aprovechan las oportunidades que nosson dadas por la gracia de Dios, y que diligentementenos dediquemos a la obra del Maestro.

Jesús anuncia Su muerte y resurrecciónMarcos 10:32-34; Mateo 20:17-19; Lucas 18:31-34

Mientras viajaba hacia Jerusalén, Jesús se dirigió a Sustemerosos discípulos y les explicó, basándose en losprofetas, que debía ser entregado en las manos de losprincipales sacerdotes y escribas, quienes se mofaríande Él, lo azotarían y matarían. Pero al tercer día Él selevantaría otra vez. Es claro que Jesús estaba inmersoen las Sagradas Escrituras y particularmente en aquellospasajes que hablaban de Su crucifixión. Estos pasajesfueron la fuerza motivadora que lo llevó a ser el Corderode Dios que cumpliría todos los sacrificios del AntiguoTestamento y quitaría los pecados del mundo. Pero ellosno lo comprendieron hasta después de Su resurrección.


Jesús reprende la ambiciónegoísta de Santiago y Juan

Marcos 10:35-45; Mateo 20:20-28

En este relato vemos que Santiago y Juan, y también sumadre, preguntan a Jesús si en la gloria podían tener elprivilegio de sentarse a Su derecha y a Su izquierda. Antetodo, Jesús les preguntó si podían ser bautizados con elbautismo con el que Él sería bautizado o beber la mismacopa, refiriéndose a Su sufrimiento y muerte. Aquídebemos darnos cuenta que si sufrimos con Él tambiénreinaremos con Él (2 Ti. 2:12). Cierta mujer me dijo enuna carta, no hace mucho tiempo, que cuando lleguemosal cielo Jesús no mirará nuestros títulos y diplomas sinonuestras cicatrices. Jesús señaló que ya estabadeterminado por el Padre quién se sentaría a Su lado.Después, les habló acerca de la humildad. Son losgentiles los que buscan el señorío. Como cristianos,debemos procurar servir a los demás.

La sanidad de Bartimeo el ciegoMarcos 10:46-52; Mateo 20:29-34; Lucas 18:35-43

Ahora el Señor cruza el Río Jordán por última vez ypasa por Jericó. En el camino hacia Jerusalén, en lasafueras de Jericó, lo llamaron a gritos dos ciegos quedecían: “¡Señor, Hijo de David, ten misericordia denosotros!” (Mt. 20:30). Mateo dice que había doshombres ciegos, mientras que Marcos solamentemenciona a Bartimeo. La razón de esto posiblementesea que Bartimeo gritó con más fuerza y fervor que sucompañero. La multitud dijo a estos hombres que se


callaran, pero ellos gritaron más fuerte, pues era unaoportunidad enviada del cielo y ellos no la iban a dejar pasar.

Jesús los oyó y se detuvo, diciéndoles en Mateo 20:32: “¿Quéqueréis que os haga?” Ellos le dijeron: “Señor, que seanabiertos nuestros ojos” (Mt. 20:33). A menudo he usadoeste texto en sermones, como estoy seguro que lo han hechootros pastores, predicadores y evangelistas para ilustrar unaverdad muy importante. Necesitamos ser directos yespecíficos cuando oramos. No debemos simplemente decir:“Oh, Dios, bendíceme”, sino que debemos ser específicos.Diga al Señor lo que necesita, y si lo pide con fe, el Señor selo dará. Jesús dijo luego a uno de los dos ciegos (Bartimeo):“Vete, tu fe te ha salvado” (Mr. 10:52). Porque pidieron enfe, recibieron su sanidad (Mt. 20:34).

La conversión de ZaqueoLucas 19:1-10

Debido a que la multitud que seguía a Jesús era tannumerosa, al salir Él de Jericó un hombre de baja estaturacorrió adelante y se subió a un sicómoro, para poder verlo.Cuando Jesús pasó al lado del árbol levantó Su mirada, lovio y le dijo: “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoyes necesario que pose yo en tu casa” (Lc. 19:5). Zaqueobajó del árbol e invitó a Jesús a su casa. Obviamente,sintiendo convicción por su avaricia, Zaqueo ofreciódevolver todo lo que había obtenido de los demás en formailícita, porque era uno de los principales recolectores deimpuestos para Roma (llamados publicanos). Cuando lamultitud vio que Jesús se había ido a casa con él,murmuraron entre ellos.


Jesús tuvo que recordarles que Él había venido a salvar alos pecadores perdidos. Hace algún tiempo, mientras estabaorando al Señor, dije: “Señor, en el próximo avivamiento,¿de dónde atraerás a las personas?” Sentí que el Señor medecía con fuerza: “De todas clases de vida”, y por esto,debemos estar equipados y preparados para satisfacer lasnecesidades de personas de toda clase de vida: tanto deentre la alta sociedad como de entre los indigentes.

La parábola de las minasLucas 19:11-28

Debido a que la expectativa era grande con respecto aque el reino de Dios pronto aparecería y porque Él estabacerca de Jerusalén donde sería rechazado, despreciado ycrucificado, Jesús enseñó una de las dos parábolasreferidas a la productividad: la parábola de las minas (laotra es la parábola de los talentos). Estas dos parábolasdestacan que cierto noble (que representa al Señor Jesús)se iría por un largo tiempo. Antes de partir, llamó a Sussiervos y les dio a cada uno una mina, significando que acada uno se le dio igual oportunidad.

Esto es algo que el Señor imprimió en mí de una maneramuy real mientras estuve ministrando en Europa, el otoñopasado. Allí me reencontré con algunos de mis antiguosestudiantes de una escuela bíblica de Suiza, a quienes nohabía visto por cuarenta años, y con otros que conozco desdehace mucho tiempo. Lo que me sorprendió fue cómo todoshabían hecho diferentes cosas con sus vidas. Algunostodavía estaban sirviendo al Señor, impactando a miles depersonas a través de sus ministerios. Sin embargo, otros,


finalmente dejaron el ministerio al que Dios los habíallamado y algunos hasta habían comprometido las verdadesque habían conocido. Cierta persona, que era un ejecutivomuy adinerado, me dijo que no era feliz pues no estaba enel llamado de Dios. Me dijo: “No he sido feliz desde quedejé el instituto bíblico en Suiza” .

El Señor puso en mi corazón 1 Corintios 10:3-5, que dice:“Y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todosbebieron la misma bebida espiritual; porque bebían dela roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cualquedaron postrados en el desierto”. Todos los israelitastuvieron la misma oportunidad de comer la misma carneespiritual y beber de la misma Roca espiritual, peromuchos de ellos desperdiciaron sus oportunidades, y comoresultado, el Señor no se agradó de ellos.

Esto es lo que el Señor me dijo para aquellos a quieneshabía enseñado en Suiza, hacía muchos años. Todosbebimos de la misma Roca espiritual; todos oímos lasmismas verdades; todos experimentamos la unción y laatmósfera de avivamiento que allí había; pero muchosdesperdiciaron sus oportunidades.

Esto realmente rompió mi corazón. Es lo mismo que sucedióen la parábola de las minas. Todos los siervos recibieron unamina (o igual oportunidad). Algunos fueron muy productivos,pero otros desperdiciaron sus oportunidades dadas por Dios.

La moraleja de esta parábola es que lo que hacemos en laobra del Señor con las oportunidades que nos da la vida,


determinará nuestro rango y posición espiritual en la eternidad.Procuremos redimir el tiempo que nos es dado aquí en latierra, para que podamos ser fructíferos y productivos parael reino de Dios; y que nunca desperdiciemos lasoportunidades que Dios nos da (comparar Ef. 5:16).

JERUSALÉN EN EL TIEMPO DE JESÚS


F. El último ministerio público en Jerusalén

Ahora Jesús se mueve rápidamente hacia Jerusalén,seguido de una gran multitud. Puso Su rostro comopedernal (una señal de determinación) para ir a Jerusalény completar la voluntad de Dios para Su vida. En estemomento inicia la última semana de Su vida en la tierra.

Su llegada a BetaniaJuan 11:55—12:1, 9-11

Casi seis días antes de la última Pascua de Su vida, Jesúsllegó a Betania. Recordemos que Betania era el hogar deMaría, Marta y Lázaro, a quien Jesús había levantado dela muerte.

La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén como el Mesías

Marcos 11:1-11; Mateo 21:1-17; Lucas 19:29-44;Juan 12:12-19

Esto habría ocurrido el sábado 10 del primer mes delcalendario religioso (Nisán), cuando se elegía el corderopascual (ver Éxodo 12:3). (Nisán corresponde a los mesesentre marzo y abril de nuestro calendario). Aquel quecumplió la Ley, el Cordero de Dios sin mancha, fue recibidocon gozo por la multitud en Jerusalén. Faltando todavía unpoco para llegar a Jerusalén, Jesús envió a dos de Susdiscípulos a Betfagé, que significa “la casa de los higos nomaduros”, que estaba situada en el camino que une Jericó


con Jerusalén, cerca de Betania. Les dijo que allíencontrarían una asna y un pollino atados (Mt. 21:2-3).

Debían desatarlos y decir a los dueños que el Señor losnecesitaba, y entonces ellos se los entregarían. En la Biblia,cuando un asno es montado por un rey, es símbolo de unaautoridad que viene en una atmósfera de paz. David dioorden de que Salomón debía ser puesto sobre su propiamula y proclamado rey (1 Reyes 1:33, 38). Por lo tanto,aquí, aquel que es mayor que Salomón, el verdaderoPríncipe de Paz, estaba preparándose para entrar a Suciudad capital para ser proclamado Rey, así como lo fueSalomón unos mil años antes.

Era necesario que este episodio ocurriera para que secumplieran las Escrituras. Zacarías 9:9 dice: “Alégratemucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén;he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, ycabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”.Cuando el pollino y Su madre fueron traídos a Jesús, losdiscípulos pusieron Sus vestiduras sobre el pollino, quenunca había sido montado antes, y Jesús montó sobre élcon rumbo a Jerusalén.

Cuando oyeron que venía el Señor Jesucristo, muchosde entre la multitud también extendieron sus capassobre el camino, y otros pusieron ramas que habíancortado de los campos, pues habían oído del portentosomilagro de Lázaro que había sido levantado de lamuerte. Marcos 11:9 dice: “Y los que iban delante y losque venían detrás daban voces, diciendo:¡Hosanna!¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”


Esto también cumplió la profecía de Salmos 118:26:“Bendito el que viene en el nombre de Jehová; desde lacasa de Jehová os bendecimos”.

Al aproximarse a la ciudad, Jesús probablemente la viocuando la curva del camino rodeaba el monte de losOlivos. Desde el elevado punto de observación que setiene cuando se mira desde el este, hacia la ciudad abajo,hacia el oeste, Jesús pudo ver Jerusalén. Pero en Él nohabía el mismo gozo que otros peregrinos sentían al verla ciudad santa en esta época del año.

Durante la Pascua, la ciudad se llenaba conaproximadamente un millón de almas devotas que seregocijaban, buscando la presencia del Dios de Israel. Enlugar de regocijarse, Jesús lloró en profunda agonía, alcontemplar la ciudad que lo crucificaría en apenas unospocos días. En Lucas 19:42, Su corazón triste estalló ensollozos y surgió de Él un lamento profético: “¡Oh, sitambién tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que espara tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos”. Aquíestaba el Príncipe de Paz en persona, en medio de ellos, ysin embargo no reconocieron el día de Su visitación.

Por esto, Él describe el futuro sitio y caída de Jerusalénen manos de los romanos, lo que sucedió en el año 70d.C. El Señor Jesús dijo en Lucas 19:43-44: “Porquevendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearáncon vallado, y te sitiarán, y por todas partes teestrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentrode ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuantono conociste el tiempo de tu visitación”.


Seamos sabios y vigilantes para que no perdamos lavisitación del Señor a nuestra iglesia y a nuestra vida. Alentrar a la ciudad, la muchedumbre gritó: “¡Hosanna alHijo de David!” Los fariseos se dijeron entre sí que nopodían prevalecer en contra de Jesús, pues parecía comosi todo el mundo lo siguiera.

Cuando el Señor entró a las instalaciones del templo losciegos y los cojos vinieron a Él, y los sanó. A losindignados fariseos el Señor respondió: “¿Nuncaleísteis: De la boca de los niños y de los que mamanperfeccionaste la alabanza?” Jesús estaba citandoSalmos 8:2, que dice: “De la boca de los niños y de losque maman, fundaste la fortaleza, a causa de tusenemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo”.Así, el Señor Jesús estaba diciendo que los bebésespirituales estaban, a través de sus alabanzas,impidiendo que sus enemigos (los fariseos) cumplieransus propósitos malvados. Jesús regresó entonces aBetania, donde pasó la noche, la cual habría sido la nochedel sábado y la mañana del domingo 11 de Nisán.

La maldición de la higuera estérilMarcos 11:12-14

Por la mañana, al salir de Betania y ver una higuera,Jesús tuvo deseos de comer, pues tenía hambre. Sinembargo, al encontrar solamente hojas en el árbol, Jesúslo maldijo diciendo: “Nunca jamás coma nadie fruto deti”. Desde su inicio como nación, Israel ha sidocomparada en la Biblia con una higuera. Así que en tipo,vemos aquí a la nación representada por un árbol estéril,


maldito por el Señor, pues cuando vino deseandoencontrar una nación que produjera el fruto del Espíritu,no sólo no encontró fruto alguno sino que vio que lanación solamente estaba produciendo espinas y maleza;hablando carnalidad y vanidad.

La segunda limpieza del temploMarcos 11:15-18; Mateo 21:12-13; Lucas 19:45-48

Al llegar a Jerusalén Jesús entró al templo. La nocheanterior no solamente había entrado al templo y sanado alos enfermos, sino que había mirado a Su alrededorobservando a las personas, como si hiciera un resumende la situación en Su mente. Entonces regresó a Betaniapara pasar la noche y tuvo ese tiempo para contemplar lasituación. Así que a la mañana siguiente, sabíaperfectamente lo que debía hacer.

Esto es también una lección para nosotros. Es sabio noapresurarnos al actuar, sino resumir la situación y luegoa través de la oración determinar cuál es el curso deacción señalado por Dios. Así, las acciones de Jesús enel templo no fueron por reacción, frustración, o por unjuicio apresurado y abrupto; Sus acciones estabancalculadas y llevadas a cabo en obediencia a la guía deSu Padre.

En tipo, la limpieza del templo por parte de Jesús es elcumplimiento de Malaquías 3:1-2: “He aquí, yo envío mimensajero, el cual preparará el camino delante de mí; yvendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotrosbuscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros.


He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quiénpodrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podráestar en pie cuando él se manifieste? Porque él es comofuego purificador, y como jabón de lavadores”. Aunqueindudablemente esto se aplica al hecho que el Señorvisitará a Su Iglesia en el poder del avivamiento en losúltimos días, así como cuando venga a Jerusalén en SuSegunda Venida, también tiene un cumplimiento histórico.El Señor procedió a echar fuera a todos aquellos quecompraban y vendían, y volcó las mesas de los cambistas.

Se hace necesaria una explicación aquí para comprenderquiénes eran estas personas. Básicamente, eran los quetrabajaban bajo la licencia de Anás, el sumo sacerdote. Senegaban a aceptar animales que el pueblo común traíapara los sacrificios, y en cambio insistían que compraran,a precios altísimos, animales que habían sido criados porlas personas asociadas con la familia del sumo sacerdote.

También, se negaban a aceptar moneda que no fuera elsiclo del templo, y en esto también usaban tasas decambio excesivamente altas. Así, se enriquecían aexpensas de la gente común. Estos fueron aquellos queel Señor echó fuera del templo, citando Isaías 56:7:“Por que mi casa será llamada casa de oración”, ytambién Jeremías 7:11: “¿Creen acaso que esta casaque lleva mi nombre es una cueva de ladrones?” (NVI).Amados, seamos cuidadosos para no permitir quenuestras iglesias se conviertan en lugares donde elEvangelio sea comercializado. En cambio, pongamosatención a la advertencia del Señor: “De graciarecibisteis, dad de gracia”.


Reiteremos este punto: el hecho que Jesús limpió el temploal inicio y al final de Su ministerio significa que la Iglesia delos primeros tiempos fue conocida por su pureza, como esevidente en Hechos 5:11,13: “Y vino gran temor sobre todala iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas. De losdemás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblolos alababa grandemente”. Solamente los creyentesentregados de todo corazón eran agregados a la Iglesia. Delmismo modo, la Iglesia de los últimos tiempos será purificada“con espíritu de juicio y espíritu abrasador” (Is. 4:4 NVI).

Regresando a nuestro relato, se nos dice en Lucas 19:47 queJesús enseñaba diariamente en el templo, y que los principalessacerdote procuraban matarlo, pero no podían porque elpueblo lo escuchaba con gran interés (Lc. 19:48 NVI).

Los griegos desean ver a Jesús,y la respuesta de Él

Juan 12:20-50

Algunos griegos convertidos que habían venido a la fiestaexpresaron a Felipe su deseo de ver a Jesús, diciéndole:“Señor, quisiéramos ver a Jesús” (Jn. 12:21). Esta fraseestaba en el púlpito de cierta iglesia en la que tuve elprivilegio de ministrar en Australia. Mientras predicaba,no podía evitar ver el versículo: “Señor, quisiéramos vera Jesús”, significando que la congregación quería ver aJesús en el predicador. Esto tuvo un tremendo impacto enmí a medida que ministraba.

La respuesta de Jesús fue muy interesante, pues ahora Éldeclaró que la hora de Su muerte había llegado (Jn. 12:23).


Entonces procede a citar un principio de la naturaleza: “Siel grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo;pero si muere, lleva mucho fruto”. Como en la naturaleza,Cristo tuvo que morir para llevar mucho fruto. El fruto deSu muerte es que una multitud innumerable de personashan alcanzado la salvación alrededor del mundo. En lamisma forma, nosotros debemos perder nuestra vida porÉl, para que podamos llegar a ser fructíferos también, paraque la muerte obre en nosotros y la vida sea obrada enaquellos a quienes ministramos (2 Co. 4:12).

Luego dijo que Su alma estaba turbada, pero que habíavenido a este mundo precisamente con este propósito:morir. Por lo tanto, pidió al Padre que glorificara Sunombre. Una voz de los cielos respondió como un fuertetrueno diciendo: “Lo he glorificado, y lo glorificaré otravez”. En Su muerte sobre la cruz, nuestro precioso Señorestableció que no sólo este mundo fue juzgado sino queel príncipe de este mundo, Satanás, fue echado fuera.

Luego, en una declaración muy importante, Jesús dijo enJuan 12:32: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todosatraeré a mí mismo”. Aunque esto se aplicaba a Su muerteen la cruz, también es verdad que si nosotros exaltáramos aJesús en nuestras vidas e iglesias, entonces Él atraería a laspersonas a sí mismo por medio de nosotros. Jesús entoncesse escondió, pues aunque había hecho todos esos milagros,la mayoría de las personas no creía en Él. Las palabras enIsaías 53:1: “¿Quién ha creído a nuestro anuncio?¿y sobrequién se ha manifestado el brazo de Jehová?” secumplieron completamente, pues la gente no creyó en Él.La razón, como dijo el profeta en Isaías 6:10, fue que Él


había cegado sus ojos para que no pudieran ver y cerradosus oídos para que no pudieran oír.

La higuera maldecida se secaMarcos 11:19-24; Mateo 21:19-22

En ese tiempo Jesús enseñaba en el templo todos los días ypor la noche regresaba a Betania. Es la mañana del lunes12 de Nisán, el último día de ministerio público del Señory el más detallado de todos Sus días de enseñanza. Jesús ySus discípulos pasaron cerca de la higuera que había sidomaldecida y que ahora se había secado. A la pregunta dePedro, Jesús respondió diciendo: “Tened fe en Dios. Porquede cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte:Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sinocreyere que será hecho lo que dice, lo que diga le seráhecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando,creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Mr. 11:22-24).

Si tenemos la fe de Dios, nada nos será imposible.Podemos hasta ordenar a una montaña que se eche al mar.El Señor Jesús se refería, probablemente, al monte de losOlivos junto al cual pasaban.

El cuestionamiento formal delos principales sacerdotes y ancianos,

con respecto a Su autoridad para enseñarMarcos 11:27-12:12;

Mateo 21:23-22:14; Lucas 20:1-9

Mientras Jesús caminaba dentro del templo, los principalessacerdotes se acercaron y le preguntaron con qué autoridad


había limpiado el templo, pues todas las ceremonias yasuntos del templo eran responsabilidad del Sanedrín.Según la Ley, ellos tenían el derecho y quizá hasta el deberde interrogar al Señor en esto. Sin embargo, sus motivoseran sospechables y, de hecho, parece evidente queprocuraban desacreditarlo ante los ojos del pueblo.

Pero, en la sabiduría de Dios, Jesús respondió con unapregunta. En Marcos 11:29-30 dijo: “Os haré yo tambiénuna pregunta; respondedme, y os diré con qué autoridadhago estas cosas. El bautismo de Juan, ¿era del cielo, ode los hombres? Respondedme”.

Ahora estaban atrapados, pues sabían que si respondían:“Del cielo”, Jesús les diría: “¿Entonces por qué nocreísteis en Juan?” Sin embargo, si decían: “De loshombres”, temían a la multitud que aclamaba a Juancomo profeta. Por lo tanto, respondieron: “Nosabemos”. Entonces respondiendo Jesús, les dijo:“Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estascosas” (Mr. 11:33).

Después de vencerlos en su propia trampa, Jesús reforzóSu victoria con tres parábolas en Mateo 21:28 – 22:14.

a. La parábola de los dos hijos

Mateo 21:28-32

En esta parábola, Jesús habló de un hombre que teníados hijos. A su primer hijo dijo: “Ve a trabajar en miviña”, pero él se negó. Sin embargo, después searrepintió y fue y labró la viña de su padre. El segundo


hijo dijo que iría, pero no fue. Jesús entonces preguntóa los sacerdotes: “¿Cuál de los dos hizo la voluntad desu padre?” Y dijeron: “El primero”.

Entonces Jesús les dijo: “De cierto os digo, que lospublicanos y las rameras van delante de vosotros al reinode Dios. Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia,y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras lecreyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis despuéspara creerle” (Mt. 21:31-32). Jesús, en efecto, estabadiciendo que los fariseos no entrarían al reino de los cielos acausa de su incredulidad. Ésta es una solemne advertenciapara los líderes religiosos, de no confiar en su propia justicia.

b. La parábola de los labradores malvados

Mateo 21:33-46

En esta parábola, el Señor Jesús habla del propietario deuna viña que la arrendó a unos labradores, y se fue a otropaís. Cuando vino el tiempo de la cosecha, el dueño envióa sus siervos a recoger el fruto, pero los labradoresgolpearon a unos siervos y mataron a otros. Entonces eldueño envió a su propio hijo, porque creyó que lorespetarían. Sin embargo, los labradores lo matarontambién, pensando que podían así tomar su herencia.Cuando les preguntó qué haría el dueño, los sacerdotesrespondieron: “A los malos destruirá sin misericordia, yarrendará su viña a otros labradores, que le paguen elfruto a su tiempo” (Mt. 21:41).

Jesús les respondió citando Salmos 118:22-23: “La piedraque desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza


del ángulo. De parte de Jehová es esto, y es cosamaravillosa a nuestros ojos”. Su interpretación fue queel reino de Dios sería quitado a los sacerdotes y dado auna nación (refiriéndose a la Iglesia) que daría los frutosde justicia que Dios buscaba. Al darse cuenta que Jesúshabía hablado la parábola en contra de ellos, los sacerdotesprocuraron matarlo, pero temían a la multitud que loestimaba como profeta.

c. La parábola del banquete de bodas

Mateo 22:1-14

En esta parábola Jesús cuenta acerca de un rey que preparóun banquete para su hijo (representando la cena de lasbodas del Cordero). Envió a sus siervos a llamar a losinvitados, pero ellos no prestaron atención a estainvitación. Algunos siguieron con sus asuntos normales,mientras que otros mataron a los siervos. Entonces el rey,enojado, los mató a todos y destruyó su ciudad.

Entonces dijo a sus siervos: “Las bodas a la verdad estánpreparadas; mas los que fueron convidados no erandignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad alas bodas a cuantos halléis” (Mt. 22:8-9). Los siervossalieron e invitaron tanto a buenos como a malos, y elsalón de banquetes se llenó. Al entrar al salón, el rey vio auno que no estaba vestido para el banquete y ordenó quelo echaran fuera, a las tinieblas.

En esta parábola el Señor quiso mostrar que los escribas,fariseos y líderes religiosos fueron los primeros invitadosa la Cena de las Bodas del Cordero. Sin embargo, ellos


no pusieron atención al mensaje de arrepentimiento delEvangelio y lo tomaron a la ligera (Mt. 22:5). EntoncesDios se volvió a la gente común y a los pobres quegustosamente lo escucharon. Pero en la fiesta de bodashabía uno que no estaba vestido apropiadamente, lo cualera un requisito para los invitados a la fiesta. En realidad,esto representa a alguien que no se ha puesto las vestidurasde salvación; y fue echado al infierno. Amados, queseamos contados como dignos, pues Jesús dijo: “Porquemuchos son llamados, y pocos escogidos”.

La pregunta sobre el pago de tributo al CésarMarcos 12:13-17; Mateo 22:15-22; Lucas 20:20-26

Entonces los fariseos enviaron a sus estudiantes másperspicaces junto con algunos herodianos, que era unpartido político, para tratar de ponerle una trampa a Jesúsal preguntarle si era legal pagar impuestos al César. Viendoa través de su hipocresía, Jesús les pidió que le mostraranla moneda de impuesto o tributo. Cuando le dieron unamoneda, les preguntó de quién era la imagen que estabaimpresa allí. “Del César”, dijeron, a lo que Jesúsrespondió: “Dad, pues, a César lo que es de César, y aDios lo que es de Dios”. Toda la gente se maravilló antela sabiduría de Dios y se quedó tranquila.

La pregunta sobre elmatrimonio en la resurrección


Los saduceos, quienes no creían en la resurrección,hicieron a Jesús una pregunta hipotética: Si un hombre se


casa varias veces, ¿a cuál de sus esposas pertenecerá enla resurrección? Jesús replicó: “Erráis, ignorando lasEscrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrecciónni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán comolos ángeles de Dios en el cielo. Pero respecto a laresurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que osfue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios deAbraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios noes Dios de muertos, sino de vivos” (Mt. 22:29-32).

El más grande mandamientoMarcos 12:28-34; Mateo 22:34-40

Luego, cierto fariseo intérprete de la Ley preguntó a Jesúscuál era el más grande mandamiento, a lo que respondiócitando Deuteronomio 6:4-5: “Oye, Israel: Jehová nuestroDios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todotu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”.

Necesitamos comprender que Dios es nuestro Padre y quenos creó para Su propio placer, tal como un padre terrenaltrae al mundo a un hijo para su complacencia. ¿Cómocomplacemos a nuestros padres humanos? Amándolos.¿Qué es el verdadero amor? Hacer siempre las cosas queagradan a la persona que amamos. Lo mismo sucede connuestro Padre Celestial y con el Señor Jesús: paramostrarles que los amamos realmente, debemosobedecerlos y hacer las cosas que les agradan.

El Señor dijo en Juan 14:21: “El que tiene mismandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y elque me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y


me manifestaré a él”. Luego Jesús citó Levítico 19:18:“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tupueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. YoJehová”. Notemos esta advertencia del apóstol Juan en 1Juan 3:18: “Hijitos míos, no amemos de palabra ni delengua, sino de hecho y en verdad”.

El intérprete dijo entonces a Jesús: “Bien, Maestro, verdadhas dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y elamarle con todo el corazón, con todo el entendimiento,con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar alprójimo como a uno mismo, es más que todos losholocaustos y sacrificios” (Mr. 12:32-33). Jesús le dijo:“No estás lejos del reino de Dios”. Después de esto, nadieosó hacer más preguntas a Jesús. Que seamos aquellosque en su corazón y su vida tienen perfeccionados elprimer y segundo mandamientos.

El hijo de DavidMarcos 12:35-37; Mateo 22:41-46; Lucas 20:41-44

Tomando ahora la ofensiva, el Señor mismo hizo unapregunta a los fariseos reunidos en el atrio del templo:“¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?”Respondieron: “De David” (Mt. 22:42). Entonces citóSalmos 110:1: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a midiestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado detus pies”. Luego preguntó a los fariseos: “Pues si Davidle llama Señor, ¿cómo es su hijo?” Parece que aquí elSeñor tenía la intención de mostrar que Cristo era muchomayor que David, y que en realidad era el Hijo de Dios.También nosotros debemos siempre exaltar a Jesús.


Jesús denuncia a los escribas y fariseosMarcos 12:38-40; Mateo 23:1-39; Lucas 20:45-47

En esta disertación sobre las maldades de los escribas yfariseos el Señor primero enfatiza la autoridad de ellos.Dijo en Mateo 23:3: “Así que, todo lo que os digan queguardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conformea sus obras, porque dicen, y no hacen”. En otras palabras,Jesús dijo a las personas comunes que hicieran todo loque los escribas y fariseos les decían que hicieran, peroque no imitaran su ejemplo ni estilo de vida, porque ellosno practicaban lo que predicaban. Son aquellos a quienesel apóstol Pablo condena duramente en Romanos 2:21:“Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?”También nosotros estemos atentos, pues no es por nuestraenseñanza o predicación que seremos salvos sino pornuestra vida de obediencia a la Palabra de Dios.

Entonces el Señor condenó a los fariseos por las siguientesrazones:

1. Porque imponían reglas severas sobre elpueblo, pero ellos mismos no las guardaban.

2. Porque amaban usar vestidos religiosos paraimpresionar a otros con su piedad.

3. Porque amaban los lugares de preeminenciaen los banquetes y en sus sinagogas (oiglesias).


4. Porque amaban ser llamados “maestro” o“padre”.

5. Porque se apropiaban de las casas de las viudasmientras hacían oraciones largas y sin sentido.

Aquí el Señor hace una pausa en Sus acusaciones a losfariseos y nos advierte que busquemos los lugares máshumildes y seamos siervos de los demás.

El Señor pronunció luego seis ayes sobres estos líderesreligiosos:

1. Porque hacían largos viajes misioneros paraganar adeptos, pero en realidad hacían aaquellas personas dos veces más hijos delinfierno de lo que ya eran.

2. Porque eran espiritualmente ciegos e incapacesde verse a sí mismos, y no podían guiar a otrospor el camino de la justicia.

3. Porque eran hipócritas. Diezmaban hasta lomás pequeño del producto de sus huertos, peroignoraban las cosas más importantes de la Ley:el juicio y la misericordia.

4. Porque limpiaban la parte externa de los platosy tazas, pero no su propio corazón.

5. Porque eran hipócritas, aparentando ser justos,pero por dentro estaban llenos de iniquidad.


6. Porque eran los hijos de quienes mataron a losprofetas.

El Señor entonces se lamentó por la ciudad de Jerusalén,donde los profetas habían sido muertos, diciendo:“¡Jer usalén, Jerusalén, que matas a los profetas, yapedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quisejuntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelosdebajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa oses dejada desierta. Porque os digo que desde ahora nome veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en elnombre del Señor” (Mt. 23:37-39).

Por su gran maldad, Jerusalén quedaría desolada y losjudíos, como nación, no volverían a ver al Señor hasta SuSegunda Venida.

El regalo de la viuda pobreMarcos 12:41-44; Lucas 21:1-4

Al observar a los que daban al tesoro del templo, Jesúsvio a una viuda pobre que puso dos blancas (o uncuadrante), que era todo lo que tenía para vivir; y comentó:“De cierto os digo que esta viuda pobre echó más quetodos los que han echado en el arca; porque todos hanechado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echótodo lo que tenía, todo su sustento” (Mr. 12:43-44).

Esta viuda pobre dio más, en relación con lo que tenía,que aquellos que eran extremadamente ricos; ella dio desu necesidad, mientras que ellos daban de su abundancia.Un amado santo tuvo una visión del cielo y vio la hermosa


casa que le fue dada a esta viuda como recompensa. Así,amados, no seamos escasos en dar, pues cosecharemostremendas recompensas eternas.

El discurso en el monte de los Olivos conrespecto a la Segunda Venida

Marcos 13:1-37; Mateo 24 –25; Lucas 21:5-36

Al salir del templo, “algunos de sus discípulos comentabanacerca del templo, de cómo estaba adornado con hermosaspiedras y con ofrendas dedicadas a Dios” (Lc. 21:5 NVI).En lugar de hablar de su belleza, Jesús dijo que vendría eldía en que no quedaría piedra sobre piedra, refiriéndose ala destrucción de Jerusalén y del templo que llevarían acabo los romanos en el año 70 d.C. Después subieron almonte de los Olivos, donde Jesús se sentó. Los discípulosse acercaron y le preguntaron cuándo ocurriría estadestrucción, cuál sería la señal antes de Su venida y cuándosería el fin del mundo. El Señor les dijo que:

1. Falsos cristos se levantarán y confundirán amuchos.

2. Habrá guerras y rumores de guerras.

3. Habrá hambre y terremotos en diferenteslugares, pero esto será sólo el principio de losdolores.

4. Su pueblo será aborrecido por todas lasnaciones por causa de Su nombre.


5. La iniquidad sobreabundará, y por esto el amorde muchos se enfriará.

6. El Evangelio del reino será predicado en todoel mundo y entonces vendrá el fin. La últimade las siete parábolas del reino, la parábola dela red, habla espiritualmente del hecho quehabrá un gran avivamiento y cosecha de almasen los tiempos del fin, y que la Iglesia celebraráespiritualmente la fiesta de los Tabernáculos.En la Biblia, el avivamiento siempre precedeal juicio. Por eso, después de este granavivamiento comenzarán los siguientes juicios.

7. Se llevará a cabo en el templo la abominacióndesoladora, de la cual habló Daniel (Dn. 9:27;11:31; 12:11). Esta abominación serálevantada por el Anticristo, la bestia. Lareferencia al Lugar Santo que hace Cristo,muestra que el templo en Jerusalén debe serreedificado.

8. La Gran Tribulación vendrá después de laabominación desoladora, pero por el bien delos elegidos los días serán más cortos; de otramanera, ninguna persona lo podría soportar.Eso claramente indica que los santos pasaránpor la tribulación.

9. Inmediatamente después de la tribulación deesos días, el sol se oscurecerá y la luna nodará su luz.


10.El Hijo del Hombre vendrá en las nubes delos cielos con poder y gran gloria; unareferencia a Su Segunda Venida.

11. Los ángeles reunirán a los elegidos de Dios conun gran sonar de trompeta (ver 1 Ts. 4:16-17).

El Señor relató entonces la parábola de la higuera: “De lahiguera aprended la parábola: Cuando ya su rama estátierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas,conoced que está cerca, a las puertas” (Mt. 24:32-33).Por eso, cuando veamos suceder todas estas cosas,sabremos que el fin está cercano.

El día del Señor

Mucho se ha escrito diciendo que nuestro Señor vendráen cierta fecha. Eso es ignorar totalmente las palabras delSeñor en Mateo 24:36: “Pero del día y la hora nadie sabe,ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre”.Después de Su resurrección, Jesús nuevamente declara:“No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones,que el Padre puso en su sola potestad” (Hch. 1:7). Por lotanto, no es dado al hombre mortal saber el día ni la horadel regreso del Señor.

Jesús entonces comparó a los últimos tiempos con losdías de Noé, cuando las personas no se dieron cuenta queel Diluvio venía, hasta que fue muy tarde: “Mas como enlos días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre”(Mt. 24:37). El Diluvio los tomó por sorpresa y todos


perecieron, excepto ocho personas. Luego agregó enMateo 24:40-42: “Entonces estarán dos en el campo; eluno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeresestarán moliendo en un molino; la una será tomada, y laotra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a quéhora ha de venir vuestro Señor”. La advertencia es a estarpreparados, pues el Señor vendrá en el momento que nolo esperamos.

El Señor hizo luego varias advertencias acerca de lafidelidad, dirigidas especialmente a los pastores yministros del Evangelio, exhortándolos a ser encontradoscuidando del rebaño cuando el Señor regrese. Habrámuchos que dirán en su corazón que el Señor demoraSu venida, y comenzarán a golpear al pueblo de Dios yse emborracharán. El Señor vendrá en una hora cuandono lo esperan y les dará su parte con los hipócritas en elinfierno. De lo dicho, parece que son los malvadosquienes, desafiando la Palabra de Dios, tratan de calcularel tiempo de la venida del Señor. Cuando se dan cuentaque están equivocados, se apartan en su corazón y sevuelven violentos. El Señor concluye Sus enseñanzaspor este día con tres parábolas: la parábola de las diezvírgenes, la parábola de los talentos y la parábola de lasovejas y las cabras.

La parábola de las diez vírgenesMateo 25:1-13

En esta parábola, nuestro Señor desarrolla otra vez el tema:“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que elHijo del Hombre ha de venir”. Jesús presentó estas


enseñanzas relacionadas con Su Segunda Venida mientrasestaba sobre el monte de los Olivos, el cual ciertamentees el lugar de Su regreso, pues leemos en Zacarías 14:4:“Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte delos Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y elmonte de los Olivos se partirá por en medio, hacia eloriente y hacia el occidente, haciendo un valle muygrande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte,y la otra mitad hacia el sur”. Su intención es enfatizarque nadie sabe cuándo será Su regreso, ya que el Padre loha reservado en Su sabiduría y como Su exclusivaprerrogativa. Si Jesús no lo sabe, ¿cómo nosotros, siendohumanos mortales, podemos presumir de que lo sabemos?

La parábola de los talentosMateo 25:14-30

En esta parábola y para enfatizar otra vez que se iría porun largo tiempo antes de Su regreso, Jesús habla de unhombre que da talentos a sus siervos, de acuerdo a sushabilidades. A su regreso, el señor de estos siervos losllamó para que le rindieran cuentas. El que había recibidocinco talentos había ganado cinco más, y el Señor lofelicitó y lo hizo gobernador sobre muchas cosas, diciendo:“Entra en el gozo de tu señor”. Asimismo, el que habíarecibido dos talentos ganó dos más, y fue igualmentefelicitado. Pero el siervo que sólo había recibido un talentolo enterró, y fue severamente reprendido por su señor,quien lo llamó siervo malo y negligente; mandó entoncesque fuera echado a las tinieblas de afuera. Estemosavisados de antemano acerca de las bases del juicio eterno.Todos tendremos que dar cuenta de las obras que hemos


hecho en la carne y debemos procurar ser diligentes,productivos y fieles en la obra que el Señor nos haencomendado.

La parábola de las ovejas y las cabrasMateo 25:31-46

En la parábola de las ovejas y las cabras, el Señor dio otraperspectiva del juicio eterno. En la Segunda Venida, lasnaciones serán juzgadas en conjunto. Serán divididas ennaciones de ovejas y de cabras. Básicamente, lascaracterísticas de las naciones de ovejas son las siguientes:

1. Alimentan a los hambrientos.2. Dan refugio a los extranjeros.3. Visten a los desnudos.4. Visitan a los enfermos.5. Visitan a los que están encarcelados.

Por lo tanto, hagamos el bien, especialmente a aquellosque son de la familia de la fe (Gá. 6:10).

CUARTA PARTE

LA CRUCIFIXIÓN DE CRISTO

335

4LA CRUCIFIXIÓN

DE CRISTO

La cuarta parte trata sobre los últimos días de Jesús y Sucrucifixión. Esto cubre la última cena, los discursos en elAposento Alto, la traición de Judas y Su arresto en el huertode Getsemaní, Sus juicios y, finalmente, Su crucifixión.

A. Los últimos días de Jesús

Jesús habla de Su inminente crucifixiónMarcos 14:1-2; Mateo 26:1-5; Lucas 22:1-2

En este momento, Jesús y Sus discípulos estaban aún enel camino a Betania. El Señor habla otra vez sobre Sucrucifixión, diciendo que la Pascua tendría lugar en dosdías. Esto sería el jueves 15. Jesús sería entregado paraser crucificado. Al mismo tiempo, los principalessacerdotes estaban reunidos en la corte del sumo sacerdote,planeando matarlo.


Aunque no en la misma escala, yo también heexperimentado la traición por parte de personas queamaba y en quienes confiaba. Hace muchos años, misancianos también me traicionaron y me expulsaron dela iglesia que pastoreaba. Mientras ellos hacían esto, elSeñor me dio una visión de la reunión que tuvieron encasa de uno de ellos.

Ellos tuvieron éxito al echarme de la iglesia, pero su finalno fue nada bueno. Uno murió poco tiempo después y laviuda perdió la casa en donde habían realizado la reunión.Otro tuvo terribles problemas con sus hijos. Otro murióen la miseria y otro me buscó para pedirme perdón unosseis meses antes de morir de cáncer.

La cena en la casa de Simón el leprosoMarcos 14:3-9; Mateo 26:6-13; Juan 12:2-8

La cena en la casa de Simón el leproso habría ocurrido alatardecer del lunes, a la hora del inicio del martes judío(el cual inicia a las 6 p.m. del lunes). En esta cena estabaLázaro, a quien Jesús había levantado de la muerte, asícomo Marta, quien servía. María tomó una libra de costosoperfume de nardo, el cual habla de paz, y ungió loshermosos pies del Príncipe de Paz, que traían buenasnuevas y publicaban la paz.

Judas Iscariote se opuso a la unción derrochadora de Maríasobre Jesús, pues era ladrón y quería el dinero para símismo. La respuesta de Jesús fue que María había hechouna buena obra y ella sería recordada dondequiera que elEvangelio fuera predicado. Que Dios permita que nuestras

337La crucifixión de Cristo

buenas obras también puedan ser recordadas por muchoscomo testimonio de nuestra vida. Esto también muestraun principio de Dios: cuando somos criticadosinjustamente por otros, Dios finalmente transforma el malde ellos en un bien para nosotros.

Por lo tanto, recordemos que Romanos 8:28 o bien funcionatodo el tiempo, o no funciona para nada, como en unaocasión el Señor suavemente se lo recordó a mi queridaesposa, mientras ella sostenía la cabeza de su padre, cuandoél estaba muriendo en sus brazos. Esta trágica situaciónfue para bien, pues esto permitió que ella estuviera librepara ser una misionera en el extranjero, donde me conocióa mí, su futuro esposo. Si su padre no hubiese muerto,probablemente nunca nos hubiéramos conocido.

Judas va a los principalessacerdotes para traicionar a Jesús


Cuando Jesús reprende a Judas por haber protestado porla buena obra de María al ungirlo para Su entierro,evidentemente instó a Judas a traicionarlo, pues ésteabandonó la cena y fue a hablar con los principalessacerdotes y capitanes con respecto a la manera en queles entregaría a Jesús. Ellos consintieron, y estuvieron deacuerdo en pagarle treinta piezas de plata. Esto cumplióla profecía de Zacarías 11:12: “Y les dije: Si os parecebien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron pormi salario treinta piezas de plata”. Fue así que alejadode la multitud, Judas buscó una ocasión para entregar aJesús en manos de los gobernadores.


La cuarta PascuaJuan 13:1

La preparación para la cena pascualMarcos 14:12-16; Mateo 26:17-19; Lucas 22:7-13

Los discípulos de Jesús le preguntaron dónde queríacelebrar la Pascua. En respuesta, envió a dos de ellos ala ciudad de Jerusalén. Los instruyó para que siguierana un hombre que llevaba un cántaro con agua. Esto habríasido en el miércoles judío. Al llegar a la casa, debíanpreguntarle al señor de la casa dónde celebraría Jesús lapascua, y él les mostraría la habitación para huéspedesque estaba lista y preparada.

Cuando vemos esta escena, nos damos cuenta que elEspíritu Santo seguramente habló a este hombre antes deque llegaran los discípulos, y él, en obediencia, preparóla habitación. De todas las personas que habitaban enJerusalén, este hombre fue elegido para este sublimehonor. Solamente una de sus buenas obras está registradaen la Biblia, pero su vida obviamente fue una de bondad.Su bondad hizo que reuniera los requisitos para tener unpapel en este evento histórico. Necesitamos darnos cuentaque nuestra vida puede ser recordada por un solo acto ohecho. Oremos para que seamos recordados por nuestrabondad, como lo fue Ezequías (2 Cr. 32:32).


B. La Última CenaMarcos 14:17; Mateo 26:20;

Lucas 22:14-16; Juan 13:1-2a

Necesitamos apreciar los eventos y enseñanzas de Cristoen la Última Cena, como se la denomina, donde Jesús ySus discípulos comieron la Pascua juntos. En primer lugar,el Señor declaró el gran deseo que tenía de comer conellos esta Pascua. Especialmente en las culturas orientales,la hora de comida era un tiempo donde se establecían yconsolidaban las amistades. Comer juntos era un acto deamistad. Por esto, era un tiempo de unión final entre Jesúsy Sus discípulos antes de Su crucifixión.

Así en un sentido muy real, ésta debía ser una fiesta deamor, donde disfrutarían la compañía de unos con otros,por última vez. Pero aún más, fue el tiempo cuando elSeñor consumó Sus enseñanzas finales. Hubo unaseparación entre los fieles y el traidor. Virtualmente, todoterminaría en esta Última Cena antes del juicio y la muerteen sí. Jesús sabía que había terminado Su camino ycumplido con Su responsabilidad hacia Sus discípulos.Los amó hasta el fin. Luego, la comida fue solemnizadapor la humildad que Jesús mostró hacia Sus discípulos.

El lavamiento de los piesJuan 13:1-20

Cuando se sentaron, se inició una discusión entre elloscon respecto a quién sería el mayor en el reino de loscielos. Para ilustrar la verdadera grandeza, el Señor selevantó de la mesa y se quitó Su capa. Tomó una toalla y


se ciñó, y después de derramar agua en un recipiente comenzóa lavar los pies de Sus discípulos. Ésta era la tarea del siervomás humilde. El Señor Jesús vino para ser el siervo de todosy para ministrar a otros, no para ser ministrado.

El acto de lavar los pies tenía un significado espiritual.Cuando Pedro dijo a Jesús que no quería que lavara suspies, Jesús le respondió: “Lo que yo hago, tú no locomprendes ahora; mas lo entenderás después” (Jn. 13:7).Además de la obvia manifestación externa de la humildaddel Señor, hay un significado espiritual oculto detrás deeste acto. La clave para resolver esto yace en la respuestadel Señor a Pedro: “Si no te lavare, no tendrás parteconmigo”. Claramente, el lavamiento de los pies de losdiscípulos señaló a un lavamiento más profundo que elSeñor deseaba para sus vidas. Por lo tanto, el lavamientode los pies habla del lavamiento espiritual por el agua dela Palabra de Dios (Ef. 5:26-27).

El Señor dijo a Sus discípulos: “No estáis limpios todos”,refiriéndose directamente a Judas (Jn. 13:11) Aunque Judas,al igual que los otros discípulos, había pasado más de tresaños con Jesús y había escuchado las maravillosasenseñanzas que fluyeron de los labios del Maestro, laspalabras de Él nunca penetraron su corazón y nunca cambió.Nunca permitió que la Palabra lo limpiara del amor aldinero. Qué advertencia para nosotros la de no ser solamenteoidores de la Palabra, sino hacedores (ver Ro. 2:13).Recordemos que Judas oyó la Palabra, pero no la obedeció.

Judas cae en la misma categoría que los hijos de Israelen el viaje a través del desierto. Pablo se refiere a ellos


en 1 Corintios 10:1-12. Todos bebieron de la misma rocaespiritual que era Cristo, pero el Señor no se agradó demuchos, y perecieron en el desierto.

Ésta es una advertencia muy solemne para todo creyente.No es suficiente escuchar la predicación de la Palabra deDios en la iglesia y leer la Biblia, sino que debemospermitir que la Palabra de Dios nos cambie y transformea la imagen de Cristo. Concluyamos con las palabras deJesús en Juan 13:17: “Si sabéis estas cosas,bienaventurados seréis si las hiciereis”.

La revelación del traidorMarcos 14:18-21; Mateo 26:21-25; Lucas 22:21-22; Juan 13:18-30

Los cuatro Evangelios mencionan que en esta Última Cenacon Sus discípulos, Cristo claramente declaró que uno deellos lo traicionaría. Este evento ya se había puesto enmarcha cuando Judas fue a los principales sacerdotes lanoche anterior. Aunque este tema se trata en mayor detalleen uno de nuestros libros complementarios titulado “LaCruz y la Resurrección de Cristo”, hay algunas verdadesque debemos mencionar en este punto de nuestra narrativade la vida de nuestro Señor.

El rey David profetizó en el Salmo 109, aproximadamentemil años antes de este evento, que Judas traicionaría aJesús. El Señor también citó Salmos 41:9, en referencia aJudas: “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba,el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar”. Latraición de Judas estaba contemplada en el propósito


predeterminado de Dios para Cristo. Esto está confirmadoen Juan 6:70-71: “Jesús les respondió: ¿No os he escogidoyo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque ésteera el que le iba a entregar, y era uno de los doce”.

La razón de la traición de Judas fue que Jesús tenía queconocer el compañerismo en los sufrimientos de Su Padre.El Padre sufrió la traición de Lucifer. Lucifer dirigió unarebelión en el cielo en contra de Dios. Cerca de una terceraparte de los ángeles del cielo se unieron con Lucifer eneste vil acto. De la misma forma, nosotros tenemos queexperimentar la traición de los más cercanos a nosotrospara que podamos ser participantes de los mismossufrimientos de nuestro Padre Celestial y del Señor.

Regresando a nuestra narrativa, debemos examinar lasactitudes de los discípulos para con la declaración de Jesúscon respecto a que uno de ellos lo traicionaría. Éste fueun sufrimiento universal y, como siempre sucede con losjustos, el autoexamen fue seguido por la pregunta: “ ¿Seréyo?” Las dudas se desvanecieron cuando Pedro hizo señasa Juan, quien estaba recostado sobre el pecho de Jesús,para que le preguntara de quién estaba hablando.

El Señor Jesús respondió: “A quien yo diere el panmojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a JudasIscariote hijo de Simón. Y después del bocado, Satanásentró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer,hazlo más pronto” (Jn. 13:26-27). Aunque Jesús dijoclaramente quién lo traicionaría, los discípulos nopercibieron que era Judas.


Judas, hipócritamente, preguntó: “¿Soy yo, Maestro?” Alo que Jesús respondió: “Tú lo has dicho” (Mt. 26:25).Bien fue escrito de este hombre, que mejor le habría sidonunca haber nacido. No podemos dejar esta escena sincomentar el maravilloso autocontrol de Jesús. Sabiendodesde el principio que Judas lo traicionaría, lo trató contanta gracia y condescendencia que ninguno de losdiscípulos tenía idea alguna del carácter verdadero deJudas, sino hasta el mismo final. ¡Qué maestro por mediodel ejemplo!

La advertencia en cuantoa que todos lo abandonaríanMarcos 14:27-31; Mateo 26:31-35;

Lucas 22:31-38; Juan 13:31-38

Después que Judas se fuera, Jesús advirtió a Sus discípulosque todos se escandalizarían por causa de Él y que lasEscrituras se cumplirían. Se refería a Zacarías 13:7, quedice: “Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra elhombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos.Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y harévolver mi mano contra los pequeñitos”.

Nunca debemos olvidar que esto era necesario, pues losdiscípulos nunca hubieran podido ir a la cruz con Jesús.Si hubiesen ido, el mensaje de la cruz se hubiera opacadoy hecho confuso, ya que solamente Jesús era el Corderosin mancha que podía morir por los pecados del mundo.

Pedro respondió diciendo que permanecería fiel al Señoraunque los otros discípulos lo abandonaran. Con esto,


Pedro no sólo contradecía a Jesús, sino que tambiénconfrontaba a las Escrituras. Empero, lo hizo con una buencorazón. Las intenciones de Pedro eran buenas;desesperadamente quería ser leal a Jesús hasta el fin. Sinembargo, en todo esto hubo en Pedro un elemento deorgullo, pues en efecto estaba diciendo que él era mejorque los otros discípulos. Debió haber clamado a Diospidiéndole misericordia y gracia para permanecer fiel.

Jesús respondió a este arranque de fidelidad de Pedrodiciendo: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedidopara zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti,que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tushermanos” (Lc. 22:31-32).

Después que Pedro nuevamente protestó diciendo queestaba dispuesto a ir a la cárcel y hasta morir por el Señor,Jesús le dijo: “¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, decierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayasnegado tres veces” (Jn. 13:38). (Nota: Los relatos deMateo y Marcos sucedieron un poco después que los deLucas y Juan.)

La institución de la cena del SeñorMarcos 14:22-25; Mateo 26:26-29; Lucas 22:17-20

En esta época del año, durante la celebración de la Pascua,los judíos comían lo que se conocía como “la cenapascual”. Jesús mismo declaró que no tomaría otra vezde la copa de la festividad, indicando que ésta era Su últimacomida sobre la tierra. Durante esta comida, se observabanciertas tradiciones. Había una copa de vino que se bendecía


y compartía al inicio de la comida, lo cual explica queLucas inicie con esta copa su relato en Lucas 22:17-18.

Muchos comentaristas hanmanifestado tener grandificultad en determinar eltiempo y naturaleza de esta cena.Sin embargo, los padres de laIglesia de los primeros tiempos,quienes o bien conocieron a losapóstoles originales o aconocidos de ellos, no tuvieron tal problema. Al parecer,la primera copa, que era bendecida por el que dirigía lacelebración, establecía claramente que se trataba de la cenade la Pascua. En los relatos de los Evangelios que hacenreferencia a la Última Cena no se incluyen todos loseventos que los judíos observaban en la cena de Pascua,porque la Biblia centra la atención en la interpretaciónque Jesús dio a los símbolos.

Respetamos que otros puedan tener diferentesinterpretaciones, pero nosotros sostenemos, tal como otrosmuchos teólogos, que esta cena se celebró la noche delmartes. Éste habría sido el inicio del miércoles judío y,por lo tanto, el día en que fue crucificado. Juan 19:31declara que ese día de reposo era un día de gransolemnidad, y por lo tanto no era un día de reposo regular.Esto daría suficiente tiempo para que el cuerpo de Jesúspermaneciera tres días y tres noches en la tumba.

El que presidía en la comida hablaba sobre el significadode los símbolos. Durante la cena, Jesús instituyó la “Cena

Si meamáis,

guardadmis

mandamientos


del Señor”. Más adelante durante la cena, declaró que elpan representaba Su cuerpo que iba a ser partido pornosotros y que el vino representaba Su sangre, que iba aser derramada por los pecados del mundo. Entre los judíosdevotos, la norma era permanecer varias horas alrededorde la mesa, hablando sobre el significado espiritual de lahistoria de la nación judía. Ésta es la ocasión que Jesúsusó para lo que conocemos como “los discursos delAposento Alto”.

Los discursos del Aposento AltoJuan 14

Estos discursos fluyen del capítulo anterior, y asumimosque otros comentaristas han concluido que la instituciónde la Cena del Señor estaba dándose simultáneamente conotros eventos. Obviamente, la cronología exacta no es tanimportante como las verdades contenidas aquí.

Juan 14:1 fluye de la narrativa de Juan 13. Aquí, Jesúsestá tratando de animar a Sus apóstoles en cuanto a que,aunque Él está a punto de partir, va a prepararles moradasen la casa de Su Padre. (Luego promete regresar pornosotros, lo que habla de que vendrá a buscarnos almomento de nuestra muerte, y no exclusivamente paraSu Segunda Venida).

Luego Jesús declara que Él es el camino, la verdad y lavida, y que nadie llega al Padre excepto a través de Él(Jn. 14:6). Esta verdad debe quedar profundamentegrabada en nuestro corazón, pues en la actualidad haymuchas falsas religiones que afirman ser el camino a la


vida eterna, pero como Pablo declara, no hay otro nombrebajo el cielo por el cual podamos ser salvos. Jesús dijo aFelipe que aquel que ha visto a Jesús ha visto al Padre,porque el Hijo es la imagen misma del Padre (He. 1:3).

Después de esto, el Señor hizo a Sus seguidores unamaravillosa promesa que se aplica especialmente a laIglesia de los últimos tiempos. Su pueblo hará mayoresobras que las que Él hizo. Es un principio bíblico queel discípulo hace más que su maestro, como sucedióen el caso de Elías y Eliseo. Eliseo realizó el doble demilagros que Elías, porque tenía una doble porción dela unción de Elías.

En Juan 14:13-14 el Señor habló del poder de la oración.Recibiremos todo aquello que pidamos en el nombre deJesús. ¡Que nosotros podamos aprender, como Jesús sabía,que el secreto de la vida es la oración! Ésta nos llevará auna dulce unión y comunión con el Señor.

La promesa de otro ConsoladorJuan 14:15-26

Como prólogo a la promesa de otro Consolador, el EspírituSanto, Jesús pone una condición (“Si me amáis, guardadmis mandamientos”) para llevarnos a entender que elrecibir al Espíritu Santo depende de tener una relacióncorrecta con el Señor.

Solamente el Señor Jesús nos puede bautizar con elEspíritu Santo y fuego, como proclamó Juan el Bautista(Mt. 3:11). En Hechos 5:32 Pedro reitera este punto,


diciendo que Dios da el Espíritu Santo a aquellos que leobedecen. Así, la obediencia es una condición básica pararecibir al bendito Consolador en toda Su plenitud.

La evidencia inicial de que hemos recibido el bautismodel Espíritu Santo es hablar en otras lenguas. Ésta fue laforma en que los discípulos recibieron el Espíritu en eldía de Pentecostés (Hch. 2:1-4). Mientras que algunoscristianos podrán poner reparos y sugerir que una personapuede recibir el Espíritu Santo sin la evidencia inicial delas lenguas, hacer esto niega toda la información científicaque existe sobre el tema. Todos los que recibieron elEspíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles, hablaronen otras lenguas.

La única ocasión en que no se menciona específicamentea las lenguas es tal vez la mayor prueba de que hablar enlenguas es la evidencia inicial. En Hechos 8: 9-19, Simón,el mago convertido que estaba acostumbrado a losobrenatural, ofreció dinero a los apóstoles para tener elmismo poder que tenían ellos para imponer las manossobre las personas y que recibieran el Espíritu Santo.

Simón no habría hecho esto a menos que hubiera algunaevidentemente manifestación sobrenatural superior a loque él conocía como mago. Amados, seamos honestoscon nuestro corazón y no permitamos que nuestraincredulidad desaliente en otros esta gloriosa experienciadel bautismo en el Espíritu Santo.


La manifestación de Jesús y del Padre al creyente

Juan 14:21-23

En estos versículos hay una clara promesa para el creyenteen cuanto a que si amamos a Jesús guardando Susmandamientos Él se manifestará abiertamente a nosotros.Pero aún más, el Padre se manifestará a nosotros, y ambos,el Padre y el Hijo, morarán en nosotros. Esto habla de unamuy bendita experiencia que se promete a los que son fielesen Cristo. Al viajar como yo lo hago alrededor del mundo,es realmente sorprendente conocer a tantos queridos hijosde Dios que han tenido el privilegio de recibir visiones delSeñor y de la Deidad. ¡Alabado sea Su maravilloso nombre!

La promesa de pazJn. 14:27

La Biblia revela diversas expresiones de la paz de Dios:

1. La paz con Dios - Romanos 5:1 dice:“Justificados, pues, por la fe, tenemos pazpara con Dios por medio de nuestro SeñorJesucristo”. La paz con Dios viene al serjustificados. Esto es lo que ocurre al momentode la salvación.

2. La paz de Dios - También hay una continuapaz de Dios que viene a través de los ejerciciosy prácticas espirituales mencionados enFilipenses 4:6-8.


3. El don de la paz de Dios (o el pacto de paz) -El don de la paz de Dios es Su paz que Élimparte sobre aquellos a quienes ama. Puededenominarse el pacto de paz, que fue dado aFinees. Números 25:12 dice: “Por tanto diles:He aquí yo establezco mi pacto de paz con él”.

El canto de un salmo o himnoMateo 26:30a; Marcos 14:26a; Lucas 22:39a

Como era costumbre en la Pascua, al final de la comidalos israelitas cantaban los Salmos Hallel (Sal. 116-118),los que generalmente eran cantados por el principal de lafiesta y los demás respondían entonando “Aleluya”. Poresto, al concluir Jesús y Sus discípulos la fiesta,probablemente las palabras de Salmos 118:17-18estuvieron en los labios del Salvador: “ No moriré, sinoque viviré, y contaré las obras de JAH. Me castigógravemente JAH, mas no me entregó a la muerte”.Después de esta disertación a Sus discípulos, los discursosen el Aposento Alto terminan con estas palabras de Jesús:“Levantaos, vamos de aquí” (Jn. 14:31).

C. Las enseñanzas enel camino al Getsemaní

Juan 15-17

Como ya hemos señalado, los rabinos tenían la costumbrede enseñar mientras caminaban. Jesús adoptó estamodalidad cuando salió del Aposento Alto y caminó desdeel monte Sion hasta el torrente de Cedrón. Al meditar en


este último discurso, no podemos evitar sentirnossobrecogidos por la grandeza de nuestro Señor. Enfrentabala inminente crucifixión en el Calvario; sin embargo,todavía tenía la capacidad de hablar a Sus discípulos acercadel amor, el gozo y la paz. ¡Jesús fue el maestro delautocontrol! Utilizó cada minuto de estas últimas horascon Sus apóstoles para darles Sus últimas instruccionesantes de ir a la cruz. Sus pensamientos siempre estabancon aquellos que tanto amaba, y sobre todo, una pasión loconsumía: hacer la voluntad de Su Padre.

La vid verdaderaJuan 15

Estas últimas enseñanzas tienen carácter devocional, conlo cual queremos señalar que tratan nuestra relación connuestro bendito Señor. En este hermoso discurso el Señorda la clave para ser fructíferos, por medio de la ilustraciónde la vid y los pámpanos. Jesús declara que Su Padre esel labrador, Él es la vid y nosotros somos los pámpanos(ramas). El propósito de la vid es producir fruto, másfruto y mucho fruto. Por lo tanto, las ramas que no danfruto se cortan y se echan al fuego. Éste es un solemnerecordatorio que la doctrina de la seguridad eterna estámuy equivocada y es diabólica. El nuevo nacimiento essolamente el inicio de nuestro viaje de la vida. Nacemosde nuevo para llevar fruto para el Señor, y si no lohacemos seremos descartados.

La clave para ser fructíferos es permanecer en Cristo.Morar o permanecer en Cristo significa guardar Susmandamientos. Juan 15:10 dice: “Si guardareis mis


mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yohe guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezcoen su amor”. Otro aspecto de permanecer en Cristo esque Sus palabras moran en nosotros (Jn. 15:7). Al haceresto, permanecemos en Su amor y Su gozo permaneceráen nosotros. El Señor concluye este pasaje recordando aSus discípulos que ellos no lo eligieron a Él, sino que Éllos eligió a ellos y los ordenó para que ellos tambiénsalieran y produjeran fruto permanente.

El ministerio del Espíritu SantoJuan 16:7-14

Ahora el Señor habla de la obra del bendito Espíritu Santoen nuestra vida y corazón.

1. Convencerá al mundo de pecado.2. Convencerá al mundo de justicia.3. Convencerá al mundo de juicio.4. Nos guiará a toda verdad.5. Nos mostrará las cosas venideras.6. Glorificará al Señor Jesucristo.7. Nos revelará las cosas de Cristo, dándonos

una clara revelación de los secretos de Cristo.

El ministerio de Cristo

Hay hermosas verdades acerca del ministerio de Cristo queno debemos pasar ligeramente. Porque hemos creído queJesús vino de Dios, el Padre mismo nos ama y recibiremostodo aquello que pidamos al Padre en el nombre de Jesús.Más aún, Jesús nos mostrará claramente al Padre.


Jesús también advierte a Sus discípulos que no debenescandalizarse cuando son perseguidos por el mundoincrédulo. La persecución es una consecuencia normal deser cristiano. En diferentes grados, todo el pueblo de Diossufrirá por Él. Ese es nuestro llamamiento. Jesús sufriórechazo, y por eso nosotros también sufriremos rechazopor Su nombre. Luego Jesús dijo en Juan 16:33: “Estascosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En elmundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido almundo”. ¡Cristo ha vencido al mundo, y a través de Él,nosotros también podemos hacerlo!

La oración sacerdotalJuan 17

En esta oración encontramos algunas de las verdadesmás profundas que alguna vez se hayan pronunciadosobre esta tierra. En primer lugar, Jesús declara que elPadre le había dado poder sobre toda carne (Jn. 17:2).Esto va de la mano con Su declaración posterior a Suascensión, que todo poder le había sido dado en el cieloy sobre la tierra (Mt. 28:18).

Luego el Señor continúa diciendo en Juan 17:2 que Éldará vida eterna a todos aquellos que el Padre le ha dado.Así vemos que es el Padre quien ha determinado quiénesrecibirán vida eterna. En consecuencia, debemos hacersólo aquellas cosas que agradan al Padre, pues Él es quiendetermina si calificamos o no para entrar en la tierra deesperanza y de gloria, la tierra de la eterna bendición ygozo que nosotros llamamos cielo, el hogar de losredimidos. Cristo también enfatiza que en realidad Sus


ovejas pertenecen al Padre. Esta misma verdad se aplica alos ministros. Los miembros de una iglesia no le pertenecenal pastor, sino al Señor: son Sus ovejas. El Señor entoncesdeclara que ha terminado la obra que le fue dada para haceren la tierra. Qué bendición es poder pronunciar estas mismaspalabras al final de nuestra vida, como también Pablo hizoinmediatamente antes de Su muerte, en 2 Timoteo 4:7: “Hepeleado la buena batalla, he acabado la carrera, heguardado la fe”. También está escrito de Juan el Bautista,que cumplió su misión (Hch. 13:25). Después que hemosterminado una tarea, siempre debemos preguntarle al Señorqué otra tarea quiere que hagamos.

Una de las revelaciones que hizo un impacto profundo enmi vida fue la oportunidad en que morí. Se me mostróque no solamente estaba muriendo antes de mi tiempo,sino que tenía aún muchas cosas por hacer que ni siquierahabía empezado. Ahora, acercándome al final de mi vida,el Señor constantemente me da nuevas misiones, lo queme asombra y me exige. Tengo que clamar al Señorpidiéndole fortaleza y sabiduría para cumplirlas.

El poder guardador del Padre y el Hijo

El Señor dijo en Su oración de Sumo Sacerdote: “Yo ruegopor ellos; no ruego por el mundo, sino por los que mediste; porque tuyos son” (Jn. 17:9). Jesús oró por aquellosque el Padre le había dado, y ninguno se perdió, exceptoJudas. Esto trae ante nosotros otra vez la pavorosa verdadque alguien puede ser salvo y luego perder su salvación.Debido a que Él estaba por dejar el mundo, Jesús le pidióa Su Padre que guardara a Sus discípulos del mal.


Amados, somos guardados por el poder de Dios, comodice Pedro en 1 Pedro 1:5. Por esto, nos convienepermanecer en una actitud de comunión y unión con elSeñor, para que Sus eternos brazos continuamente nosrodeen. También vemos en este pasaje otra maravillosaverdad que a menudo se pasa por alto. El Señor desea queSus discípulos vean Su gloria. Es una faceta de nuestranaturaleza que queramos compartir nuestras alegrías conaquellos a quienes amamos; así como un hijo deseamostrar a Su padre un buen boletín de la escuela. De lamisma manera, el Señor quiso que aquellos que habíanestado con Él durante Su tiempo de humillación vieran larecompensa que le estaba esperando: la gloria de Su Padre.

De manera similar, si cumplimos la voluntad que Dios tienepara nosotros en la tierra, heredaremos gloria en la vidavenidera. Y aquellos a quienes hemos ministrado sobre estatierra nos verán en la gloria. Sin embargo, en el caso queno sigamos completamente al Señor, no seremos exaltadospor el Padre en el cielo. Debemos mantener esta verdad enmente para que procuremos ser excelentes aquí en la tierra.Obviamente, la razón principal es para que el Señor estécomplacido con nosotros, pero también para que otros nose decepcionen y nos vean en nuestra morada celestial.

La perfección

Luego el Señor ora para que Sus discípulos puedan serperfeccionados a través de Jesús morando en ellos y elPadre morando en Jesús. Ésta es la verdadera perfecciónde la unidad; que la Deidad more en los santos en unaplenitud sin límites.


El huerto de GetsemaníMateo 26:36-46; Lucas 22:40-46; Juan 18:1

Getsemaní, que significa “la prensa de olivos”, era unpequeño jardín rodeado de un muro, donde crecíanárboles de olivos. Está situado al lado oeste del montede los Olivos, frente a Jerusalén. Era un lugar al queJesús iba a menudo, y por esto Judas tuvo una buenarazón para creer que Jesús estaría allí cuando trajo a lossoldados para traicionarlo.

Es apropiado que Jesús haya sido traicionado en el huertode Getsemaní (o la prensa de olivos) pues Él fue elMesías Ungido de quien el aceite del Espíritu Santofluiría a todas las naciones. Fue en este jardín que Élestuvo bajo tremenda presión de los poderes de lastinieblas. Jesús llevó consigo a Pedro, Jacobo y Juan. Sefue a orar a solas, a poca distancia de donde ellos estaban.Leemos en Lucas 22:41-44: “Y él se apartó de ellos adistancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillasoró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa;pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le aparecióun ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía,oraba más intensamente; y era su sudor como grandesgotas de sangre que caían hasta la tierra”.

El apóstol Pablo registra esta escena en Hebreos 12:3-4.Dijo que Cristo soportó tan terrible batalla en Su menteque resistió hasta la sangre, luchando contra del pecado.Fue aquí que el Hijo de Dios sin pecado se hizo pecadoal tomar de la copa que contenía los pecados del mundo.Pablo escribió en 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció


pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotrosfuésemos hechos justicia de Dios en él”.

Sabemos cuánto odiamos ser contaminados coninmundicia de cualquier tipo. Ya sea lodo o algo peor quenos salpique la ropa o el rostro cuando un automóvil pasa,o comer cualquier cosa inmunda; ni siquiera podemossoportar ver la inmundicia. Tampoco nos gusta tomar deuna taza que no ha sido lavada.

Podemos imaginarnos entonces cómo el Hijo de Dios,puro y sin pecado, debió sentirse cuando Su Padre le pidióque se identificara con los pecados de este mundo. PeroJesús no podía haber muerto por nosotros y convertirseen nuestro Salvador si no se hubiese hecho pecado pornosotros. Por lo tanto, al estudiar la vida de Cristo, nuncadebemos olvidar que Cristo se hizo pecado y pagó untremendo precio por nosotros.

Observarán también que, durante Su ministerio, Jesúsconstantemente habló acerca de la cruz y ni una sola vezoró pidiendo ser librado de esa muerte vergonzosa ydolorosa. ¡No, Jesús no tenía temor de la cruz! Lo que Élno quería experimentar era el convertirse en pecado. Sualma detestaba el pecado y huía de él. De esta manera, elSanto de Dios se humilló a sí mismo para ser llenado detoda la inmundicia de este mundo pecaminoso. Ésta fuela agonía que enfrentó Jesús en el huerto, pero obtuvo lavictoria a través de la oración. Jesús entonces se levantóde Su lugar de oración y llegó al lugar donde había dejadoa Sus discípulos y los encontró durmiendo. Gentilmente,los reprendió por no haber velado con Él durante esa hora


crucial y regresó a Su lugar de oración; allí dijo a Su Padre:“Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yola beba, hágase tu voluntad” (Mt. 26:42).

Jesús regresó por segunda y tercera vez y encontró a Susdiscípulos durmiendo. La tercera vez les dijo: “Dormidya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijodel Hombre es entregado en manos de pecadores.Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega”(Mt. 26:45-46).

Debemos comprender a los discípulos y no criticarlos.Estaban con el Señor en la primera línea de batalla contratodas las fuerzas de Satanás. Éste fue uno de los últimosintentos de Satanás de desviar a Cristo de la cruz, y enconsecuencia, todo el poder de las fuerzas del infiernoestuvieron en el huerto para tratar de vencer al Señor. Tangrande fue este ataque que un ángel fue enviado parafortalecer a Jesús.

Aquellos de ustedes que oran, saben que una de lasmayores luchas en la oración es dominar lospensamientos que divagan y el sueño. Los discípulossucumbieron a la fuerte inducción al sueño que elenemigo puso sobre ellos. Que esto sea una exhortaciónpara que estemos alerta y no permitamos que nuestramente divague mientras oramos, sino quepermanezcamos enfocados en el Señor Jesucristo.


La traiciónMarcos 14:43-52; Mateo 26:47-56;

Lucas 22:47-53; Juan 18:2-12

Antes de analizar la traición de Jesús por parte de Judasnecesitamos estudiar la vida de este tal como la Biblianos la revela. En tipo, podemos comprenderlo a través dela Biblia por medio de personajes como Caín, Ismael,Esaú, Dan, Abimelec, Ahitofel y Absalón: los más malosentre los hombres. El Salmo 109 está dedicado a Judas, yvemos en ese Salmo que Judas no apreció la unción ni labendición de Dios, sino que amó la maldición. El dinerociertamente fue su dios, y por treinta piezas de plata vendióal Señor y lo entregó en las manos de Sus enemigos. Sinembargo, como ya mencionamos, Judas fue un tipo deLucifer, quien se rebeló contra el Padre. Por lo tanto, parapoder participar de los sufrimientos de Cristo debemosexperimentar la traición y recibirla con una buena actitud.

Judas sabía que Jesús frecuentemente iba al huerto deGetsemaní, para orar por las noches, y por eso dio porsentado que también estaría allí esa noche especial dePascua. Judas llegó con un número importante desoldados, lo cual da testimonio del poder y la autoridadde Cristo. Con este acto, los principales sacerdotes estabanreconociendo que Jesús poseía tremendo poder.

Al verlos acercarse, Jesús se dirigió a ellos sin titubear.No cruzó por Su mente la menor intención de tratar desalvarse, pues precisamente por esa razón había venido aeste mundo, para cumplir las Escrituras. La Biblia habíasido escrita por hombres santos de la antigüedad, movidos


por el Espíritu Santo, para revelar la voluntad de Dios.Profetizaron especialmente sobre la vida y el ministeriode Jesús, el Hijo de Dios. Todo se hizo con el propósitode cumplir las Escrituras. Por eso, cuando Pedro usó suespada para defender a Jesús y cortó la oreja del siervodel sumo sacerdote, Jesús le señaló que si Él no erallevado prisionero no había manera de que se cumplieranlas Escrituras.

Regresando a nuestro relato, vemos que Judas habíaacordado de antemano una señal con los soldados. Aquela quien él besara era a quien debían arrestar. Judas caminóhacia Cristo y lo besó. Jesús le dijo: “Judas, ¿con un besoentregas al Hijo del Hombre?” (Lc. 22:48). Se suponeque un beso es una señal de amistad y amor, pero Judashipócritamente lo usó para traicionar al Señor.

Judas hizo aquello para lo cual había nacido. Dios noshace ya sea vasijas de misericordia o de ira, según ladisposición de nuestro corazón. En Judas, el Padre vio unhombre que estaba empeñado en el mal; una vasijadispuesta, que gustosamente traicionaría al Señor. Comodijo Jesús antes, habría sido mejor si Judas nunca hubiesenacido (Mt. 26:24).

Siento lo mismo con respecto a varias personas que heconocido. Son extremadamente malvadas, y son unamala influencia para otros, haciendo que ellos tambiénse aparten. Ciertamente, hubiera sido mejor para ellos ypara la humanidad en general si sus madres nunca loshubieran dado a luz.


Los matrimonios siempre deberían orar antes de tenerhijos, para determinar la voluntad del Señor. No siemprees la voluntad de Dios que un matrimonio tenga hijos.Debemos buscar al Señor antes de tomar esta decisióntan importante. Una vez que un matrimonio tiene un hijo,es muy tarde para cambiar de parecer. Si no era la voluntadde Dios, sólo les queda orar para que Dios derrame de Sugracia sobre ese niño y lo transforme.

Al estudiar la vida de Jacob, notamos que cada uno desus hijos manifestó una característica diferente de su padre;algunas buenas y otras malas. Necesitamos darnos cuentaque el hijo recibe la naturaleza de sus padres en elmomento de la concepción.

Después que Judas besó a Jesús, el Señor preguntó a lamultitud: “¿A quién buscáis?” (Jn. 18:4). Habían venidocon antorchas, sin duda pensando que Jesús trataría deesconderse de ellos entre las sombras. Seguramente, lossorprendió con Su valentía y Su presencia imponente.Ellos respondieron: “A Jesús nazareno”, y el Señor dijodos veces “Yo soy”. En otras palabras, el Señor Jesúsestaba diciendo: “YO SOY EL QUE SOY”, que fue larevelación del nombre de Jehová que Él dio a Moisés enla zarza ardiente (Ex. 3:14).

Los malvados no pudieron permanecer en pie ante larevelación del nombre del Señor, y cayeron a tierra.Seguramente hubo una tremenda liberación de poder deDios cuando Jesús habló. Y aparentemente, mientras ellosestaban caídos, Él preguntó otra vez a quién buscaban, yles mandó que dejaran libres a Sus discípulos. Jesús


cumplió lo que dijo en Juan 17:12: “A los que me diste,yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió”.

Entonces lo apresaron. En ese momento, una granvalentía tomó control de Pedro y trató de rescatar aJesús. Recordemos que había como mil soldadosarmados allí. Pedro sacó su espada de la vaina y conun certero movimiento cortó la oreja de Malco, el siervodel sumo sacerdote. Era el mayordomo de la casa delsumo sacerdote, y obviamente una persona conocida yde rango.

Jesús reprendió serenamente a Pedro y le recordó queaquel que vive por la espada también morirá por laespada. El Señor dijo en Mateo 26:53-54: “Acaso piensasque no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no medaría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómoentonces se cumplirían las Escrituras, de que esnecesario que así se haga?” Volviéndose entonces a lamultitud, Jesús dijo: “¿Como contra un ladrón habéissalido con espadas y con palos para prenderme? Cadadía me sentaba con vosotros enseñando en el templo, yno me prendisteis” (Mt. 26:55). Entonces todos Susdiscípulos huyeron de Él. Como un vulgar criminal, elSeñor de los cielos fue llevado preso por los soldadosromanos, al palacio de Anás.

D. Los juicios de Jesús

En total, hubo seis juicios que Jesús tuvo que enfrentaren un corto período de tiempo.


Los juicios judíos:

1. Ante Anás.2. Ante Caifás.3. Ante el Sanedrín.

Los juicios romanos:

4. Ante Pilato.5. Ante Herodes.6. La segunda vez ante Pilato.

El juicio ante AnásJuan 18:12-14, 19-23

Debemos detenernos aquí para considerar lapersonalidad de Anás. Era el sumo sacerdote anterior.Bajo las leyes judías, el puesto de sumo sacerdote erapara toda la vida. Por lo tanto, aunque en realidad elsumo sacerdote era Caifás, el yerno de Anás, los judíostodavía consideraban a Anás como la legítimaautoridad. Los romanos habían corrompido el puesto,que se compraba con dinero y el consentimiento de losgobernadores romanos.

A través de su gran riqueza e intrigas, Anás habíaocupado el puesto por siete años. Luego, cinco de sushijos ocuparon ese lugar y luego su yerno, Caifás. ElTalmud dice de este hombre malo: “¡Ay de la casa deAnás! ¡Ay del sonido de la serpiente! Ellos son sumossacerdotes; sus hijos son guardas del tesoro; sus yernosson guardianes del templo; y sus siervos golpean alpueblo con bastones”.


Anás era el que verdaderamente tenía el poder, e hizoque trajeran a Jesús ante él. La razón es que Jesús habíaamenazado los intereses solapados de Anás, quienexplotaba las ventas de los sacrificios del templo aldemandar que todos los adoradores compraran animalesen los lugares que él y sus familiares tenían en el atrio deltemplo, a precios exorbitantes. De modo que, por asídecirlo, el principal juez y el hombre más influyente en lajerarquía religiosa del tiempo de Jesús ya lo habíacondenado antes del juicio.

Pedro y Juan siguieron a Jesús dentro del palacio.Debido a que era conocido del sumo sacerdote, a Juanse le permitió entrar al atrio del palacio. A su vez, Juanconsiguió que Pedro entrara. Debemos reconocer aquíel valor nacido del amor, que demostraron estos dosdiscípulos. Mientras Pedro estaba de pie junto al fuegoque habían encendido porque la noche era fría, unajoven lo confrontó. Pronunció la primera de sus tresnegaciones en cuanto a ser un discípulo de Jesús. Anásentonces interrogó a Jesús con respecto a Sus discípulosy doctrina. Jesús, sin embargo, respondió que habíaenseñado abiertamente en la sinagoga y en el templo yque el sumo sacerdote debería preguntarle a aquellosque lo habían escuchado. La razón de esto es que, bajolas leyes judías, un hombre no podía incriminarse a símismo. Por lo tanto, el sumo sacerdote estuvoequivocado al interrogar a Jesús de esta manera. Aunasí, uno de los oficiales golpeó a Jesús por responderlede esa forma al sumo sacerdote. Jesús respondió: “Sihe hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien,¿por qué me golpeas?” (Jn. 18:23).


Después de ese comentario, Anás envió a Jesúsencadenado a Caifás, quien era el verdadero sumosacerdote ese año. Éste fue el hombre que abiertamenteplanificó la manera en que los principales sacerdotespodían matar a Jesús. En consecuencia, no habíaposibilidad alguna de justicia en estos procedimientos.

En juicio ante CaifásMarcos 14:53, 55-65; Mateo 26:57, 59-68;

Lucas 22:54, 63-65; Juan 18:24

En la casa del sumo sacerdote Caifás, los principalessacerdotes y ancianos se reunieron para pedir a Caifásque hiciera matar a Jesús. Pero los testigos no se pusieronde acuerdo entre sí y sus declaraciones fueroncontradictorias. Vemos aquí que no hay duda con respectoa que el juicio no fue imparcial, pues los mismos juecesque debían haber sido imparciales eran, en realidad, losacusadores de Jesús.

Frustrado, el sumo sacerdote se levantó y preguntódirectamente Jesús si era el Hijo de Dios. El SeñorJesucristo respondió: “Tú lo has dicho; y además os digo,que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a ladiestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes delcielo” (Mt. 26:64).

Furioso por los comentarios de Jesús, el sumo sacerdoterasgó sus vestiduras y dijo: “¡Ha blasfemado! ¿Quémás necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahoramismo habéis oído su blasfemia” (Mt. 26:65). Entoncesplanteó la siguiente pregunta a los que estaban a Su


alrededor: “¿Qué os parece?” y ellos respondieron:“¡Es reo de muerte!” (Mt. 26:66). Entonces aquellosque lo estaban sujetando se mofaron de Jesús y loabofetearon, diciendo: “Pr ofetízanos, Cristo, quién esel que te golpeó” (Mt. 26:68).

Las tres negaciones de Pedro

Los Evangelios no fluyen en orden cronológico en cuantoa las tres negaciones de Pedro. Es posible que las treshayan sucedido en la casa de Caifás, mientras que tambiénparece posible, según el Evangelio de Juan, que la primeranegación ocurrió en el palacio de Anás y las otras dos enel palacio de Caifás. Los lugares exactos no son deimportancia fundamental para el caso. Sin embargo, elregistro es claro en cuanto a que el gallo cantó después dela primera vez que Pedro negó a Jesús y nuevamentedespués de su tercera negación.

La mujer que cuidaba la puerta fue la primera queconfrontó a Pedro, y él negó vehementemente ser uno delos seguidores de Jesús. Luego otra mujer le preguntócuando estaba en el atrio, y Pedro otra vez negó al Señor.Alrededor de una hora después, uno de los siervos delsumo sacerdote, quien resultó ser un familiar de Malco,el hombre a quien Pedro le cortó la oreja, le dijo: “¿No tevi yo en el huerto con él?” (Jn. 18:26). Pedro negó alSeñor nuevamente, y el gallo cantó por segunda vez.

En ese momento Jesús se volvió y miró a Pedro, y Pedrorecordó las palabras del Señor: “Antes que el gallo cante,me negarás tres veces” (Lc. 22:61). Pedro salió corriendo


del palacio y lloró amargamente. Es sorprendente ysignificativo a la vez, que Juan, el discípulo amado, nofuera confrontado en el juicio de Jesús de la misma maneraque Pedro. La razón es que Juan no contradijo al Señorcuando éste afirmó que todos Sus discípulos loabandonarían. Pedro, por su parte, dijo que nunca dejaríaal Señor, y al hacerlo, se predispuso para un gran fracaso.

Hace algunos años, cuando debía hablar acerca de la cruzen una iglesia, no dormí en toda la noche anterior al culto.¡Fue una noche terrible! Aunque estaba en un hotel muybonito y en una cama muy cómoda, no pude dormir ni unmomento. Al día siguiente me sentía completamenteagotado. Le pregunté al Señor por qué había pasado estoy su respuesta fue que Él tampoco había dormido antesde ir a la cruz.

Sumado a esto, estaba encadenado como un criminal y lomantuvieron lejos del fuego que calentaba a los soldadosen esa noche fría. Por lo tanto, antes de los principalesjuicios ante el Sanedrín y Poncio Pilato, Jesús estabaconsiderablemente debilitado, físicamente.

El juicio ante el SanedrínMateo 27:1; Marcos 15:1; Lucas 22:66-71

A la mañana siguiente, los principales sacerdotes, los ancianosy todo el concilio (el Sanedrín), el cual era responsable de lajusticia del país, consultaron entre sí acerca de cómo podíanhacer matar a Jesús. Los romanos habían quitado al Sanedrín(que estaba compuesto por setenta miembros) el derecho deaplicar la pena de muerte. Por esta razón, ellos tenían que


convencer a las autoridades seculares para que llevaran acabo su diabólico plan de crucificar al Señor Jesús.

Para obtener un veredicto de culpable, los judíos teníanque probar que Jesús había cometido blasfemia. Enconsecuencia, otra vez le preguntaron si Él era el Mesías.Jesús respondió: “Si os lo dijere, no creeréis; y tambiénsi os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. Perodesde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestradel poder de Dios” (Lc. 22:67-69).

Jesús confirmó que Él era el Mesías prometido,mencionado en Daniel 7:13: “Miraba yo en la visión dela noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno comoun hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y lehicieron acercarse delante de él”.

Los judíos respondieron en Lucas 22:71: “¿Qué mástestimonio necesitamos? porque nosotros mismos lohemos oído de su boca”. Condenaron al Señor Jesucristopor el pecado de blasfemia: por declarar que Él era quienera. Sin embargo, los líderes judíos sabían que un simplecargo de blasfemia no influenciaría a una autoridad paganacomo Poncio Pilato. Su estrategia fue tratar de convencera las autoridades seculares que se trataba de un caso quemerecía la pena capital.

El suicidio de Judas IscarioteMateo 27:3-10

Al enterarse que Jesús había sido condenado, Judas sellenó de remordimiento y volvió con las treinta piezas de


plata a los principales sacerdotes y los soldados, diciendo:“Yo he pecado entregando sangre inocente”. Ellos senegaron a recibir el dinero pues era el precio pagado porsangre, pero Judas tiró las piezas de plata en el templo.Los principales sacerdotes usaron el dinero que Judasdevolvió para comprar el campo de un alfarero, el cualdesde entonces fue conocido como Aceldama, el campode sangre.

Todo esto sucedió para cumplir la profecía, enZacarías 11:12-13: “Y les dije: Si os parece bien, dadmemi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salariotreinta piezas de plata. Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro;¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé lastreinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová altesoro”.

Después que Judas tiró las piezas de plata en el temploal darse cuenta que se había condenado, fue y se ahorcó.Por lo tanto, aun antes de la crucifixión de Jesús, Judasel traidor recibió su merecido. Como sucede a menudoen la Biblia, a los justos se les permite ver los juicios delSeñor sobre Sus enemigos en la tierra de los vivientes(ver Sal. 52: 5-6). Que esto nos aliente a vivir vidaspiadosas en el mundo presente.

El primer juicio ante PilatoMarcos 15:1-5; Mateo 27:2, 11-14;

Lucas 23:1-5; Juan 18:28-38

Los principales sacerdotes y ancianos ataron a Jesús ylo llevaron desde el palacio de Caifás al palacio de


Poncio Pilato. La tradición dice que éste era la fortalezaAntonia. Era la residencia de Pilato en Jerusalén; suresidencia permanente estaba en Cesarea en la costa delMediterráneo. Los judíos no entraron al palacio de Pilatoporque no querían que la corte pagana los contaminara, yasí podrían estar “ceremonialmente” limpios para la Pascua.

Es un cargo muy triste, señalar que un espíritu religioso puedecegar a los líderes espirituales a creer que las ordenanzasexternas son más importantes que la justicia. Vemos cómoel Señor mismo les advirtió de esto, en Mateo 23:23: “¡A yde vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáisla menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importantede la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto eranecesario hacer, sin dejar de hacer aquello”.

¡Imaginen ustedes esta escena! Los líderes religiosos judíoshabían arrestado injustamente al Señor Jesucristo, el Creadordel universo, y lo habían acusado de blasfemia. Y lo habíanllevado a la corte del gobernador romano, procurando hacerque lo crucificaran. Sin embargo ellos no entrarían a unacorte gentil pues eso los contaminaría. Esto significaba queno hubieran estado limpios por siete días, y de acuerdo a sutradición, esto los descalificaría para tomar parte de la cenade Pascua. No les importó que estaban tratando de matar aun hombre inocente, quien era el Hijo de Dios, pero ellosquerían estar ceremonialmente limpios. ¡Qué hipócritas!

Los romanos estaban muy conscientes de lo problemáticosque eran los judíos y trataron arduamente de no ofendersus susceptibilidades. Por esta razón, Pilato salió arecibirlos. Tal como cualquier otro juez, Pilato preguntó:


“¿Qué acusación traéis contra este hombre?” (Jn. 18:29).Los líderes judíos respondieron: “Si éste no fueramalhechor, no te lo habríamos entregado” (Jn. 18:30).Esta respuesta mostró su confusión. Los judíos dieron porsentado que debido a que los romanos los ayudaron en laaprehensión de Jesús, habría también una sentencia demuerte automática. Así que comenzaron a lanzar todo tipode acusaciones contra Él. Acusaron a Cristo diciendo: “Aéste hemos hallado que pervierte a la nación, y queprohibe dar tributo a César, diciendo que él mismo es elCristo, un rey” (Lc. 23:2).

Ninguno de estos cargos realmente ameritaba la atención dePilato, ya que básicamente eran de naturaleza religiosa. Poreso, Pilato les respondió diciendo que ellos debíanjuzgarlo de acuerdo a sus leyes. Esto iba de acuerdo a latradición romana, como vemos en el caso de Pablo enHechos 18:12-15: “Pero siendo Galión procónsul de Acaya,los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, yle llevaron al tribunal, diciendo: Este persuade a los hombresa honrar a Dios contra la ley. Y al comenzar Pablo a hablar,Galión dijo a los judíos: Si fuera algún agravio o algúncrimen enorme, oh judíos, conforme a derecho yo ostoleraría. Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres,y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero serjuez de estas cosas”. En el curso de sus acusacionescontra Jesús, los judíos declararon que Él era de Galilea,una provincia gobernada por Herodes Antipas el Tetrarca(Lc. 23:6-7). Sabiendo que el rey también estaba enJerusalén en el tiempo de la fiesta de la Pascua, Pilato envióa Jesús a Herodes, como una forma de salir de este dilema.Así, el segundo de los juicios romanos estaba en proceso.


El juicio ante HerodesLucas 23:8-12

En realidad, este fue el cuarto juicio, uno separado delotro por un par de horas. La fortaleza del Señor a travésde todo esto fue fenomenal. Y nunca olvidemos que estabadentro de Su poder el vencer a Sus enemigos con una solapalabra. Sin embargo, en perfecta sumisión a la voluntadde Su Padre, Jesús se sometió a todas las indignidades alas cuales el hombre mortal podía humillarlo.

Aunque la razón aparente del juicio de Herodes eraayudar a Pilato, en realidad todo en la vida de Jesús estabasiendo orquestado por un sabio y amoroso PadreCelestial. Herodes representaba el poder secular de losjudíos. Así Jesús estaba siendo juzgado por los líderesreligiosos de los judíos, por su representante secular ypor Pilato, quien representaba al Imperio Romano.Habiendo oído tanto de Jesús y Su poder milagroso, alprincipio Herodes estaba emocionado de verlo,esperando poder tener la oportunidad de presenciar unmilagro. Sin embargo, la emoción se disipó cuando Jesúspermanecía en completo silencio al ser interrogado porHerodes. Jesús verdaderamente fue Aquel que cumplióIsaías 53:7, que dice: “Angustiado él, y afligido, no abriósu boca; como cordero fue llevado al matadero; y comooveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y noabrió su boca”.

Jesús fue la personificación del autocontrol y la verdaderanobleza. Manifestó las cualidades de un hombre perfecto:No ofendió en palabra (Stg. 3:2). Pedro dijo de Él: “Quien


cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuandopadecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa alque juzga justamente” (1 P. 2:23).

Al darse cuenta de la futilidad de interrogar a Jesús, yaque no respondería, Herodes y sus soldados se mofaronde Él, mientras los principales sacerdotes continuaronacusándolo vehementemente. Herodes hizo vestir al SeñorJesús en ropas reales y lo envió de vuelta a Pilato, sinsentencia alguna con respecto a las acusaciones por partede los principales sacerdotes.

Herodes resentía amargamente a Pilato, pues Pilato habíamatado a judíos inocentes en una revuelta en el territoriode Herodes, pero ahora por la deferencia hecha por Pilatoa Herodes en este asunto, los antes enemigos seconvirtieron en amigos. Es un terrible testimonio quelos hacedores de mal pueden reconciliarse mediante uncrimen cometido contra otra persona. En una pequeñamedida, sé cómo se debió haber sentido Jesús. Hacemuchos años, siendo el pastor de cierta iglesia, hubodos ancianos que eran enemigos acérrimos. Sin embargo,cuando ambos se levantaron contra mí, se hicieronamigos. Su nueva amistad fue fundada sobre su odiomutuo hacia su pastor: yo.

El segundo juicio ante PilatoMarcos 15:6-15; Mateo 27:15-26;

Lucas 23:13-25; Juan 18:39 - 19:16

Jesús fue llevado ante Pilato una segunda vez. Pilatoreunió a los principales sacerdotes, a los gobernadores y


a la multitud del pueblo. Declaró que no encontraba faltaalguna en Jesús y que Herodes tampoco (Lc. 23:14-15).En vista de esto, Pilato debió haber liberadoinmediatamente a Jesús. Sin embargo, Pilato les propusoazotar a Jesús antes de liberarlo. En realidad, esto iba encontra de la ley, pues Pilato lo había declarado inocente.Pilato obviamente quería liberar a Jesús, pero pensó queal azotarlo, dejaría satisfecho al pueblo.

Pilato luego citó la costumbre que el gobernador, cadaaño, dejaba libre a un prisionero durante la época de lafiesta de la Pascua. Les ofreció a Jesús o a Barrabás,asesino y hombre insurrecto. Este hecho simboliza laceremonia celebrada en el día de Expiación, cuando sellevaban dos cabras ante el sumo sacerdote. Se tiraba lasuerte y se elegía a una cabra para ser sacrificada mientrasque la otra llevaba los pecados del pueblo de Israelconfesados sobre sí. Esta cabra era luego llevada aldesierto y liberada allí. Así, Cristo, el inocente, fueasesinado, mientras que Barrabás, el reconocido criminal,fue liberado por la insistencia de los judíos.

La esposa de Pilato le advirtió que no tuviera nada quever con Jesús, a quien llamó un hombre justo. Ella habíasufrido muchas cosas en un sueño por causa de Él. Essorprendente que el Padre concediera esta visitación a laesposa del juez. Sin embargo, Pilato vaciló y preguntó ala multitud qué debía hacer con Jesús. Esta era unasituación insostenible, pues el juez se puso en manos delos acusadores de Jesús. Él era quien debió haber decididosi Jesús era culpable o inocente y debió haber pronunciadouna sentencia apropiada.


Detengámonos aquí para considerar tres aspectos muyimportantes de este evento:

1. El carácter y la vida de Pilato.2. El acto de azotar.3. La actitud y el comportamiento de Jesús.

El carácter y la vida de Pilato

Debido a que algunos queridos santos tienden a sentircompasión por Pilato, en este punto ofrecemos un breveresumen de su vida. El escritor helenista judío Filón,quien murió en el año 50 d.C., describió a Pilato comoun hombre de carácter inflexible, pero corruptible. Pilatoera famoso por su crueldad e insoportable rudeza. Amenudo trataba mal y ejecutaba a las personas sin previasentencia judicial. Era un tirano arbitrario y no respetabalos sentimientos de nadie, excepto cuando sus propiosintereses estaban en peligro.

Josefo, otro famoso historiador, describió el inicio delgobierno de Pilato. Pilato ordenó a sus soldados romanosa ingresar a Jerusalén marchando con sus estandartesmilitares, los cuales eran reconocidos por los judíos comoidolátricos y, como tales, no eran permitidos en la ciudad.Cuando los judíos protestaron violentamente, Pilato losamenazó con asesinarlos en masa, pero los judíospermanecieron inflexibles.

Luego Pilato se vio forzado a retractarse, pues temióuna insurrección sangrienta, la que hubiera traídodesagrado al César. Al hacer esto, mostró a los judíos


que ellos podían manejarlo. Ellos informaron de estehecho al César, y el César lo reprendió.

El Padre, quien orquesta todas las cosas en el cielo y en latierra según Su infinita sabiduría, puso en ese tiempo a unhombre malvado y corrupto en el gobierno por una razónespecífica: para condenar a Jesús a ser crucificado. Todoesto estaba en el plan y propósito de Dios, para que Jesúspudiera convertirse en el Salvador del mundo.

El acto de azotar

El azote era tan cruel y doloroso que ningún ciudadanoromano podía ser azotado, sin importar cuál fuera sucrimen. El criminal era desvestido completamente y luegosu espalda desnuda era azotada con un látigo, que teníavarias tiras con pequeños pedazos de hueso o metalincrustados en ellas. Descripciones de azotes indican quela espalda era despellejada a tal punto que las arteriasquedaban expuestas. Solamente podían administrarsetreinta y nueve azotes.

Un amado ministro, narrando una visión que había tenidode este evento, declaró que Jesús primero fue atado deSus muñecas a un poste de tal manera que escasamentepodía tocar el piso con la punta de Sus pies. Luego untemible soldado romano lleno de odio empuñó el látigocon furia y enojo, disfrutando el dolor que inflingía sobreel Salvador. Luego, con satánico placer, arrastraba el látigoen el polvo después de cada golpe. El dolor era tan intensoque el cuerpo del Señor literalmente se doblaba despuésde cada azote del látigo.


Este castigo se infligía sobre cada malhechor antes dela crucifixión, pero en el caso de Jesús, la intención dePilato era salvarlo de la crucifixión. El azotamiento deJesús fue ordenado, en la sabiduría de Dios, paracumplir las Escrituras. Salmos 129:3 hablaproféticamente del azotamiento de Jesús: “Sobre misespaldas araron los aradores; hicieron largos surcos”.Fue por estas heridas infligidas a nuestro Salvador quenosotros somos sanados (Is. 53:5).

La actitud y el comportamiento de Jesús

En este libro he intentado retratar algunas de lasverdades espirituales manifestadas en la vida de Cristosobre la tierra. Debemos pedirle al bendito EspírituSanto que reproduzca estas verdades en nuestraspropias vidas. Ninguna es más importante que la actituddel Señor durante los tres años y medio de Suministerio. Siempre hubo un sentido de misión queenvolvía todo Su ser. La Biblia describe esto como elcelo de Jehová de los ejércitos. La vida de Jesús fueuna de absoluta sumisión a la voluntad de Su PadreCelestial. Después de beber en Getsemaní la copa llenade los pecados del mundo, el rostro de Jesús estabaafirmado como un pedernal para ir a la cruz.Naturalmente, Él no respondería a los líderes religiosos,a Herodes o a Pilato, excepto para reconocer Su propiadeidad y condición de rey. Defenderse a sí mismo habríadado a Satanás la oportunidad de desviarlo de la cruz.Jesús entregó Su defensa a Dios, como dice Isaías 49:4:“...pero mi causa está delante de Jehová, y mirecompensa con mi Dios” .


Debido a que era la voluntad del Padre que Él fuera a lacruz, los juicios del Señor tuvieron que ser corruptos einjustos. Sin embargo, tanto Herodes como Pilatodeclararon que Jesús era inocente, pero sucumbieron a lapresión de los líderes religiosos judíos. En todos estosjuicios injustos, el comportamiento y la actitud del SeñorJesús fueron perfectos. ¡Procuremos ser como Él!

Los soldados se burlan de JesúsMarcos 15:16-19; Mateo 27:27-30

Jesús no solamente fue azotado y golpeado, sino que debiósoportar la burla de los soldados de Pilato. Le pusieronuna corona de espinas sobre Su cabeza. Debemosdetenernos aquí para considerar el tormento de estaindignidad. Esas espinas debieron haber pinchadodolorosamente Su cabeza. Sumado a la angustia mentalque Jesús experimentó en el Getsemaní, donde sudógrandes gotas de sangre, ahora sufría el tormento físicode esas espinas que traspasaban Su cuero cabelludo.

Luego los soldados pusieron sobre Cristo un manto púrpura,lo que es indicativo de realeza, se inclinaron ante Él y losaludaron con reverencias destinadas para la realeza:“¡Salve, Rey de los judíos!” Este fue similar al saludo queera dado al emperador romano: “Salve César”. Noconformes con esta burla, los soldados abofetearon a Jesús.

Luego lo golpearon en la cabeza con una caña que lehabían dado para que sostuviera, supuestamente comosímbolo de autoridad real. El Señor debió haberse estadoretorciendo por el dolor punzante en Su cabeza, a causa


de los golpes y las espinas que perforaban Su cuerocabelludo. Sumado a esto, Su espalda todavía estabasangrando. Ningún hombre normal hubiera podidosoportar tanto dolor y agonía. Esto dio cumplimiento a laprofecía de Isaías 50:6: “Di mi cuerpo a los heridores, ymis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondími rostro de injurias y de esputos”.

La palabra de Isaías 52:14 también se cumplió: “De talmanera fue desfigurado de los hombres su parecer, y suhermosura más que la de los hijos de los hombres”. Enuna ocasión tuve una visión del rostro del Señor duranteSu juicio. La piel había sido arrancada de Su rostro. ¡Erauna escena horrible! Pero ese fue el precio que Él pagópor usted y por mí.

En ese estado, Pilato mostró a Jesús ante el pueblo,mientras llevaba la corona de espinas y el manto púrpura,y declaró a la multitud: “Mirad, os lo traigo fuera, paraque entendáis que ningún delito hallo en él” (Jn. 19:4).Luego Pilato dijo en Juan 19:5: “¡He aquí el hombre!”Esto en sí fue el cumplimiento de Zacarías 6:12: “Así hahablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí elvarón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de susraíces y edificará el templo de Jehová”. Aquel a quienhabían tratado tan mal era la principal piedra del ángulodel templo: el Señor Jesús (Ef. 2:20).

En esta manera presentó Pilato a Jesús ante el pueblo,esperando despertar su simpatía y así poder liberarlo. Sinembargo, cuando los principales sacerdotes vieron a Jesús,gritaron: “Crucifícale, crucifícale”. Pilato preguntó: “¿Qué


mal ha hecho?” Ellos respondieron: “Nosotros tenemosuna ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo así mismo Hijo de Dios” (Jn. 19:7). Esto hizo que Pilatotuviera aún más temor.

Entonces Pilato regresó dentro del palacio e interrogónuevamente a Jesús, pero Jesús no le respondió ni unasola palabra. “¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengoautoridad para crucificarte, y que tengo autoridad parasoltarte?” (Jn. 19:10). Jesús respondió: “Ningunaautoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba;por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecadotiene” (Jn. 19:11). Pilato entonces trató de liberar a Jesús,pero los manipuladores judíos que habían torcido lavoluntad de Pilato en otras oportunidades le dijeron: “Sia éste sueltas, no eres amigo de César; todo el que sehace rey, a César se opone” (Jn. 19:12). Debido a que sehabían quejado antes con el César, a causa de sus malasacciones, Pilato tuvo temor de perder su puesto si ellos sequejaban nuevamente con el César.

Entonces Pilato sacó a Jesús ante el pueblo y dijo: “¡Heaquí vuestro Rey!” Pero ellos respondieron: “¡Fuera,fuera, crucifícale!... No tenemos más rey que César”(Jn. 19:14-15). Pilato se lavó las manos ante todo el puebloy dijo: “Inocente soy yo de la sangre de este justo; allávosotros” (Mt. 27:24). Sin embargo, este acto no absolvióa Pilato ante los ojos de Dios, pues debió haber liberado aJesús, después de haber declarado que era inocente.

El pueblo replicó en Mateo 27:25: “Su sangre sea sobrenosotros, y sobre nuestros hijos”. Por esto, la sangre de


Cristo yace sobre los hijos de Israel. Ellos han sidorechazados por Dios desde ese momento. Israel no serárestaurado hasta que el Señor regrese otra vez y abra unmanantial para que Israel se purifique (Zac. 13:1).

E. La crucifixión de Jesús

Camino a la cruz (la vía dolorosa)Marcos 15:20-23; Mateo 27:31-34;

Lucas 23:26-33; Juan 19:16-17

Después que Pilato pronunció la sentencia de crucifixión,los soldados despojaron a Jesús del atuendo real y de Suspropias vestiduras. La ley requería que el condenadocargara con Su propia cruz. El crucifijo ha sido descriptoen formas muy pintorescas: en plata labrada o en maderabien lustrada, pero en realidad el antiguo himno se acercamás a la verdad, cuando habla de la tosca y ruda cruz. Lacruz era extremadamente pesada y muy difícil de cargar.La historia sugiere que el acusado solamente tenía quecargar con la parte transversal de la cruz, pues el maderovertical ya estaba emplazado en el lugar de la ejecución.

Esto debió ser demasiado de soportar para Jesús, despuésde todo lo que había sufrido. La ruta que se tomó no fuela más corta. Serpenteaba a través de muchas pequeñascalles y callejones para que sirviera como advertencia paraotros. Jesús cargó Su propia cruz como un tipo de nuestrollamado, el cual es tomar nuestra cruz diariamente yseguirlo. Nuestra cruz podrá no ser necesariamente de esetipo, sino cualquier carga o dificultad que nuestro PadreCelestial haya ordenado para que nosotros soportemos.


El delito por el cual Jesús era crucificado se escribió sobreSu cruz en tres idiomas: hebreo, griego y latín. La razónde estos tres idiomas es que el hebreo era el idioma de losjudíos, el griego era la lengua franca (o lenguaje comúnde esa época) y el latín era el idioma del Imperio Romano.(Estos tres idiomas también representaban a las trescapitales de la época: Jerusalén, Atenas y Roma).

El rótulo sobre la cruz de Jesús decía: JESÚSNAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. Jesús seráreconocido con este título por toda la tierra cuandovuelva. Esto enfureció a los sumos sacerdotes. Ellosquisieron que se cambiara por: “Él dijo: Soy Rey de losjudíos”. Pero Pilato rehusó cambiarlo. Para Pilato, estaera una forma de vengarse de los líderes judíos que lohabían presionado a crucificar a Jesús. Pilato sabía quelos principales sacerdotes querían matar a Jesús porquetenían envidia de Él.

Mientras salían de la ciudad, los soldados se dieron cuentaque Jesús estaba considerablemente débil por la brutalidadde sus tormentos. Encontraron a un hombre, Simón deCirene (la capital de la ciudad de Trípoli, en el Norte deÁfrica), y lo obligaron a cargar la cruz de Jesús. El toqueen el hombro de la lanza de un soldado romano era todolo que hacía falta para que una persona se prestara a servir.Los soldados podían obligar a una persona a cargar suscosas por una milla, de aquí la enseñanza acerca de lasegunda milla.

Vemos así que el Gólgota estaba relativamente cerca delos muros de la ciudad. Simón siguió a Jesús y llevó Su


cruz. Se nos dice que Simón fue el padre de Alejandro yRufo, quienes seguramente eran bien conocidos en laIglesia de los primeros tiempos. Alejandro aparentementefue compañero de Pablo en Éfeso (Hch. 19:33).

Pablo menciona a Rufo como alguien elegido por elSeñor (Ro. 16:13). Una gran multitud siguió a Jesús, asícomo varias mujeres que lloraban y lamentaban a granvoz por Él. Jesús se volvió y les dijo: “Hijas deJerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotrasmismas y por vuestros hijos. Porque he aquí vendrándías en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y losvientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobrenosotros; y a los collados: Cubridnos. Porque si en elárbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no sehará?” (Lc. 23:28-31).

Jesús dijo a estas mujeres que lloraran por ellas mismaspor los terribles juicios que vendrían sobre Jerusalén porcrucificar a su Salvador. Jesús usó la analogía de un árbolverde y un árbol seco, infiriendo que si los romanos habíansido tan crueles con aquel inocente, ellos serían aún máscrueles con aquellos realmente culpables. Cualquiera queha estudiado las guerras judío-romanas sabe cuán terriblesufrimiento pasaron los judíos en manos de los romanosen el año 70 d.C. De los seiscientos mil habitantes quehabía en Jerusalén cuando Tito sitió la ciudad, casi cuatromil hombres jóvenes fueron crucificados, además de losque murieron en batalla. Jesús advirtió a los judíos quemuchas mujeres no tendrían hijos a causa de la muerte desus hombres. Luego, mirando más allá del sitio del año


70 d.C., Jesús citó un pasaje de las Escrituras que se refierea los tiempos del fin, cuando la ira de Dios será derramadasobre la tierra antes de la Segunda Venida. Los malvadosclamarán a las montañas y a las rocas para que caigansobre ellos (comp. Ap. 6:16).

En la cruzMarcos 15:24-37; Mateo 27:35-50;

Lucas 23:33-46; Juan 19:18-30

Jesús fue crucificado en medio de dos criminales. Esto,también, da cumplimiento a las Escrituras. Isaías 53:9 dice:“Y se dispuso con los impíos su sepultura” e Isaías 53:12:“Y fue contado con los pecadores”. En el Salmo 22, elrey David recibió una asombrosa revelación de la cruz deJesús. Bajo la unción del Espíritu Santo, David retratagráficamente no solamente el sufrimiento físico de nuestroSeñor, sino también la angustia de Su alma y espíritu.David describe a aquellos que rodearon a Cristo como“toros de Basán” (Sal. 22:12). Estos toros eran criados enlas colinas fértiles del oeste de Galaad, al otro lado delJordán, y eran conocidos por estar bien alimentados. Estafue una descripción apta para los principales sacerdotesque comían de la grosura de la tierra. Mientras observabana Jesús colgando en la cruz, los sacerdotes, con ojossaltones y estómagos bien llenos, querían desgarrar a Jesúsen pedazos, como leones rapaces que devoran a su presa(Sal. 22:13). Luego David los describe como perros quehoradaron las manos y pies de Cristo (Sal. 22:16).

Los soldados, los gobernadores y el pueblo se burlaronde Jesús todo el tiempo que estuvo colgado sobre la cruz.


Con un lenguaje rudo y vulgar, el guardia romano se mofódel Señor mientras se repartían Sus vestiduras entre ellosy echaban suerte para ver quien se quedaba con Su túnicasin costura (Sal. 22:18). Los principales sacerdotesvituperaron a Jesús. Moviendo sus cabezas decían: “Aotros ha salvado, pero Él no puede salvarse a sí mismo”.Continuaron diciéndole que si descendía de la cruz,creerían en Él, citando Salmos 22:8: “Se encomendó aJehová; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía”.

Las siete palabras de Jesús en la cruz

Las últimas palabras de una persona moribunda por logeneral son muy importantes. Esto no podría ser más ciertoen el caso del Señor Jesús. Mientras colgaba de la cruz, elSeñor pronunció siete últimas palabras que son citasdirectas o indirectas del Antiguo Testamento. Analicemosahora estas siete declaraciones.

1. “Padre, perdónalos, porque no

saben lo que hacen”Lucas 23:34

Del corazón del Señor, quebrantado por el escarnio(Sal. 69:20), fluyó amor, misericordia y perdón paraSus atormentadores. Jesús había venido a mostrar elamor de Dios a un mundo perdido y moribundo, y Élmanifestó amor hasta el fin. No vino a condenar almundo, sino a salvarlo. Por esto, Él rogó a Su Padreque los perdonara. Luego, señaló que ellos no sabíanlo que estaban haciendo.


El apóstol Pablo confirma esto en 1 Corintios 2:8, almencionar la sabiduría de Dios: “La que ninguno de lospríncipes de este siglo conoció; porque si la hubieranconocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria”.En Su infinita sabiduría, el Padre cegó la mente del puebloy de los gobernadores para que crucificaran a Jesús, porquesi no lo hacían, el mundo no tendría un Salvador.

2. “De cierto te digo que hoy estarás

conmigo en el paraíso”Lucas 23:43

Al principio, ambos criminales crucificados juntamentecon Jesús lo maldijeron. Uno de los malhechores dijo:“Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros”(Lc. 23:39). El otro criminal tuvo un cambio de corazón ycreyó en el Señor. Obviamente, fue tocado por la bellezainterna de Jesús. Reprendió al otro criminal por burlarsedel Señor y dijo a Jesús: “Acuérdate de mí cuando vengasen tu reino” (Lc. 23:42). Jesús le dijo: “De cierto te digoque hoy estarás conmigo en el paraíso”. Aun en Su agoníaen la cruz, el Señor ganó un alma.

3. “Mujer, he ahí tu hijo...

he ahí tu madre”Juan 19:26-27

Jesús no fue abandonado completamente por aquellos quelo amaban. Junto a la cruz hubo varias mujeres que lohabían seguido durante Su ministerio. Cuatro de ellas semencionan por nombre:


1. María Su madre.2. Salomé, la hermana de María, esposa de Zebedeo

y madre de Jacobo y Juan (Mr. 15:40).3. María la esposa de Cleofas (o Alfeo), la madre de

Jacobo el menor y José.4. María Magdalena.

Jesús contempló a Su madre, María, y a Juan el amado, ydijo a Su madre: “Mujer, he ahí tu hijo”. Y a Juan le dijo:“He ahí tu madre” . Jesús dijo a María que Juan sería suhijo, y a Juan que María sería su madre. Así, aun sobre lacruz, el Señor se ocupó del futuro bienestar de Su madre,pues este era Su deber como hijo mayor. Con esto, Jesústambién guardaba el quinto mandamiento de honrar ycuidar de Sus padres; en este caso, de Su madre.

Era cerca del mediodía cuando esto sucedió y la luz delsol se oscureció y hubo tinieblas sobre toda la tierra portres horas, hasta las tres de la tarde. Durante este tiempo,se produjo el ataque más encarnizado de las fuerzas delas tinieblas. Satanás introdujo en la batalla todas sus armasmás temibles: dudas, temor y tormentos terribles. Estetiempo de oscuridad puede compararse con la oscuridadque cayó sobre la tierra de Egipto durante la novena plagay la oscuridad que se asocia con la quinta copa de juicioen Apocalipsis 16:10.

Nuestro Señor soportó el “temor de una grande oscuridad”,igual que lo que sucedió a Abraham (Gn. 15:12). Al haberexperimentado esto personalmente, puedo asegurarles quese trata del sentimiento de completa impotencia que nosdomina mientras Dios obra en nosotros. Durante el tiempo


que esta oscuridad cubrió la tierra, Dios estabacompletando Su obra de redención de la humanidad. Losdetalles están velados de los ojos y del entendimiento delhombre mortal.

4. “Dios mío, Dios mío,

¿por qué me has desamparado?”Marcos 15:34; Mateo 27:46

Después de esas terribles horas de oscuridad el Padreapartó Su rostro y no vio más al Hijo, pues Él se habíahecho pecado. Un Dios santo no podía ver el pecado.Esto fue necesario para poder completar la obra deredención. Jesús clamó a gran voz: “Eloi, Eloi, ¿lamasabactani?” que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has desamparado?” Esta es una cita directa deSalmos 22:1. En ese momento la angustia del Señorhabía aumentado pues estaba completamente solo. Parapoder comprender la profundidad de la agonía de lasoledad, hay un precio que debemos pagar. Seexperimenta cuando nuestro cónyuge o un ser amadoparte de este mundo. Uno siente la soledad de serprivado de la compañía que hemos disfrutado por tantosaños. Para Cristo, perder (aunque fueramomentáneamente) la presencia del Padre fue lo peorque pudo experimentar. Usted puede perder a un seramado, pero todavía tendrá el consuelo de la Trinidad;en cambio, Jesús fue abandonado por Su PadreCelestial. En agonía, Jesús clamó con una gran voz dedolor que vino de lo más profundo de Su ser.


5. “Tengo sed”Juan 19:28

Los sufrimientos de la persona crucificada eran tanintensos que se extendían virtualmente a cada parte delcuerpo. La pérdida de sangre privaba a todos los órganosdel oxígeno dador de vida, algo que necesitabandesesperadamente. La pérdida de sangre producíacalambres dolorosísimos en los músculos de las piernas ydel cuerpo. En muchos casos, la lengua también se pegabaal paladar (comp. Sal. 22.15). En Juan 19:28 leemos:“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estabaconsumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese:Tengo sed”. Entonces un soldado llenó una esponja convinagre de una vasija que estaba cerca, la puso en unhisopo y la acercó a la boca de Jesús. Esto diocumplimiento a Salmos 69:21, que dice: “Me pusieronademás hiel por comida, y en mi sed me dieron a bebervinagre”. El hisopo se usaba para esparcir la sangre delos sacrificios en la fiesta de la Pascua (Ex. 12:22). Jesúsaceptó el vinagre para humedecer Su lengua y Sus labios,para así poder dar Su grito de victoria.

6. “Consumado es”Juan 19:30

Después de recibir el vinagre, Jesús dijo: “Consumadoes”. Debemos darnos cuenta que éste fue el momento parael cual había vivido Jesús: el de terminar la obra que SuPadre había ordenado para Él desde antes de la fundacióndel mundo. Por lo tanto, éste no fue un suspiro o un susurro


de resignación, sino un grito que resuena a través de lossiglos y por toda la eternidad. El más poderoso de todoslos guerreros había triunfado sobre el mundo, la carne yel diablo. Filipenses 2:9-10 dice: “Por lo cual Diostambién le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre quees sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesússe doble toda rodilla de los que están en los cielos, y enla tierra, y debajo de la tierra”. ¡Alabado sea Sumaravilloso nombre!

7. “Padre, en tus manos

encomiendo mi espíritu”Lucas 23:46

Entonces, en un acto de santa sumisión, Jesús dirige Susúltimas palabras a Su Padre celestial: “Padre, en tusmanos encomiendo mi espíritu”. Jesús rindió Su espíritual Padre. Más allá de lo que el hombre ha dicho en contrade Él, es el Padre quien será el juez final de Su vida(comp. Is. 49:4).

Por Su resurrección, sabemos que el Señor Jesús obtuvola completa aprobación del Padre de Gloria. Aquí tenemosun anticipo de lo que sucederá al final del reinadomilenario de Cristo en la tierra. El Señor entregará losreinos de este mundo a Su Padre. El Señor entonces inclinóSu cabeza y expiró.


Eventos coincidentes con la muerte de JesúsMarcos 15:38-41; Mateo 27:51-56;

Lucas 23:45, 47-49

En Su muerte, el velo del templo se rasgó en dos, desdearriba hasta abajo. Es muy importante que comprendamoseste fenómeno. Este velo separaba el Lugar Santísimo delLugar Santo en el templo. Originalmente, en el tabernáculode Moisés había tres partes: el Atrio, el Lugar Santo y elLugar Santísimo; a este último, solamente el sumosacerdote podía entrar una vez al año, en el día de laExpiación. Detrás del velo estaba el Arca del Pacto, ydentro de ella estaban las dos tablas de piedra sobre lasque estaban grabados los Diez Mandamientos. ElPropiciatorio (también llamado trono de la misericordia)cubría el Arca.

En su carta a los Hebreos, el apóstol Pablo deja muy claroque la muerte de Jesús introdujo una mejor esperanza, esdecir, un camino nuevo y vivo para entrar al LugarSantísimo (He. 10:19-20). En el tiempo del AntiguoTestamento era imposible que un hombre pecador entraraa la presencia literal de Dios en el Lugar Santísimo. Lasangre de toros y machos cabríos no podía limpiar alhombre de su pecado ni purgar su conciencia. Sin embargo,la sangre de Cristo, que fue derramada por nosotros, abrióel camino para entrar a la presencia de Dios. Dios ahoranos ve a través de la sangre de Cristo, lavados por la sangrede Su Hijo amado.

Hubo un gran terremoto cuando Jesús murió. El centuriónque era responsable de los soldados en la crucifixión


clamó: “Verdaderamente éste era Hijo de Dios” (Mt. 27:54).La multitud que había seguido a Jesús al Calvario comenzóa golpearse el pecho y a llorar (Lc. 23:48). Debido a queera el día de preparación para la Pascua, los judíos pidierona Pilato que hiciese quebrar las piernas de los crucificados,para que sus cuerpos pudieran ser retirados.

Los soldados quebraron las piernas de los dosmalhechores, pero al llegar a Jesús se dieron cuenta queya había muerto. Por esa razón no quebrantaron Sushuesos. Esto también fue para que se cumpliera laEscritura. Salmos 34:20 dice: “El guarda todos sus huesos;ni uno de ellos será quebrantado”. Jesús fue el Corderode Dios, y solamente a las ovejas desobedientes el pastorles quiebra las patas. Uno de los soldados tomó su lanza yatravesó el costado de Jesús, y brotó sangre y agua. Conesto se cumplió Zacarías 12.10, que dice que mirarían alque traspasaron. Esto también sustenta el hecho que Jesúsmurió a causa de un corazón quebrantado, como estáescrito en Salmos 69:20: “El escarnio ha quebrantadomi corazón”. Muchos de los santos elegidos de Dios hanmuerto también a causa de corazones quebrantados, pueshan sido partícipes de los sufrimientos de Cristo.

La sepultura de JesúsMarcos 15:42-46; Mateo 27:57-60;

Lucas 23:50-54; Juan 19:31-42

José de Arimatea, quien era un hombre honorable y justoy también un discípulo secreto de Jesús, pidió permiso aPilato para tomar el cuerpo de Jesús y sepultarlo. Esto ensí fue un acto de gran valentía, ya que abiertamente lo


alineaba con Jesús ante los ojos de los judíos. Pilato semaravilló que Jesús ya hubiera muerto. Llamó al centuriónpara confirmarlo. Entonces dio autorización a José parallevarse el cuerpo de Jesús.

También esto fue excepcional, porque a los que erancrucificados a menudo se les negaba el derecho a sersepultados, a causa de sus crímenes. Nicodemo, quienhabía ido de noche a Jesús (Jn. 3:1), trajo cien librasde una mezcla de mirra y áloes, y ayudó a José a sepultara Jesús. Embalsamaron el cuerpo de Jesús y loenvolvieron en lino limpio. José puso a Jesús en supropia tumba, que nunca había sido usada (Mt. 27:60).Esto dio cumplimiento a Isaías 53:9, que dice: “Y sedispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricosfue en su muerte...”.

Podemos ver varias verdades espirituales en la sepulturade Jesús. La cantidad del precioso ungüento fue laadecuada para embalsamar a un rey, y Jesús ciertamentefue un rey, el Rey de los judíos. La mirra representa lamansedumbre, la cual es la naturaleza de un cordero. Jesúsfue el Cordero manso de Dios (Is. 53:7). Los áloes hablande la templanza (o el dominio propio). Qué majestuosodominio propio mostró Jesús ante Sus acusadores en losjuicios y también sobre la cruz. Los vestidos de lino hablande justicia (Ap. 19:8), y Jesús era el Justo.¡Verdaderamente, Él es digno de ser alabado!

Jesús fue puesto en la tumba de José, preparada en unhuerto. Esto representa a Jesús como el huerto del Padre,lleno de todos los hermosos frutos del Espíritu. Pusieron


a Jesús dentro de la tumba, rodaron una gran piedra paracubrir la entrada y se fueron.

La guardia ante la tumba de JesúsMarcos 15:47; Mateo 27:61-66; Lucas 23:55-56

Las mujeres que acompañaban observaron el lugar enque fue sepultado Jesús. El día después de la preparaciónpara la Pascua, los principales sacerdotes preguntaron aPilato si podían poner un guardia en la tumba de Jesús,para asegurarse que Sus discípulos no sacaran el cuerpo(Mt. 27:62-66), porque recordaron que Jesús había dichoque resucitaría después de tres días. Pilato accedió a supetición y les permitió sellar la tumba y poner una guardiade soldados romanos junto a ella.

El paradero del Señor durante esos tres días y tres noches

Los Evangelios no revelan dónde estuvo Jesús durante eltiempo que Su cuerpo permaneció en la tumba. Sinembargo, el apóstol Pedro nos da una revelación de dóndeestaba. “Porque también Cristo padeció una sola vez porlos pecados, el justo por los injustos, para llevarnos aDios, siendo a la verdad muerto en la carne, perovivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó alos espíritus encarcelados, los que en otro tiempodesobedecieron, cuando una vez esperaba la pacienciade Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca,en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadaspor agua” (1 P. 3:18-20).


Pedro deja muy claro que Jesús descendió a las entrañasde la tierra durante este tiempo y predicó a cierto grupode personas en el infierno, que estaban allí desde el tiempode Noé. Evidentemente, había un número de personas quehabían creído en los mensajes de Noé, pero que por noestar completamente entregadas y no ser totalmenteobedientes, no habían calificado para entrar en el arca yser preservadas del Diluvio. Sin embargo, debemos haceruna diferencia entre estas personas y aquellos que fueronmalvados e inmorales, como lo fue la mayoría de lapoblación en ese tiempo.

QUINTA PARTE

LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

399

5LA RESURRECCIÓN DE

CRISTO

A. Las visitas a la tumba

La visita de las mujeres a la tumba de JesúsMarcos 16:1-8; Mateo 28:1-8;

Lucas 24.1-8; Juan 20:1

Antes del amanecer de ese domingo, el primer día de lasemana, hubo un tremendo terremoto y un ángeldescendió del cielo y quitó la piedra que cubría la tumbade Jesús. El aspecto del ángel era como el de unrelámpago y sus vestidos eran blancos como la nieve.Los guardias romanos tuvieron temor de él y se quedaroncomo muertos (Mt. 28:2-4).

Este terremoto abrió muchas tumbas en Jerusalén. Muchosde los santos que habían muerto resucitaron. Salieron desus tumbas después de la resurrección de Jesús, entraron


en la ciudad y se aparecieron a muchos. Esto cumplióIsaías 26:19, que dice: “Tus muertos vivirán; suscadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradoresdel polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, yla tierra dará sus muertos”.

Varias mujeres vinieron a la tumba temprano ese domingopor la mañana, cuando aún estaba oscuro, y vieron que lapiedra había sido quitada de su lugar. Cuando entraron,se encontraron con dos hombres vestidos con vestidurasresplandecientes. Los ángeles dieron instrucciones a lasmujeres para que fueran a decir a Sus discípulos y a Pedroque el Salvador se había levantado de la muerte.

Pedro fue mencionado específicamente pues el Señorestaba interesado en que Pedro fuera restituido despuésde haberlo negado. Los ángeles dijeron a las mujeres enLucas 24:6-7: “No está aquí, sino que ha resucitado.Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba enGalilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombresea entregado en manos de hombres pecadores, y que seacrucificado, y resucite al tercer día”.

Pedro y Juan visitan la tumba de JesúsLucas 24:9-12; Juan 20:2-10

Las mujeres partieron de allí rápidamente, y con gran gozocorrieron a encontrarse con los discípulos. Les contaronsu experiencia, pero los discípulos no les creyeron. Pedroy Juan se levantaron y corrieron a la tumba. Juan corriómás rápido que Pedro y llegó primero. Miró dentro de latumba y vio las vestiduras de lino del Señor, pero no entró.

401La resurrección de Cristo

Cuando Pedro llegó, se apresuró a entrar en la tumba. Violas vestiduras de lino y se dio cuenta que la tela que habíacubierto la cabeza de Jesús estaba sola, doblada en unlugar aparte. Esto revela una hermosa verdad. La Cabezade la Iglesia, el Señor Jesucristo, había completado Suministerio. Ahora el cuerpo de Cristo, la Iglesia, tenía quecompletar Su llamado y propósito sobre la tierra.

B. Las apariciones de Jesús

Jesús se aparece a María MagdalenaMarcos 16:9-11; Juan 20:11-18

Marcos nos dice que Jesús se apareció primero a MaríaMagdalena, de quien había echado fuera siete demonios.María había sido redimida de una vida de pecado por elSalvador. Ella ilustra hermosamente la parábola de los dosdeudores que relató Jesús y el principio de que aquel a quienmucho se le ha perdonado mucho ama (Lc. 7:41-43). Jesús,en Su compasión, concedió a María la primera aparicióndel Salvador resucitado.

Recordemos que la Iglesia está compuesta básicamentepor dos grupos: los fieles y los descarriados que han sidorestaurados. El Cantar de los Cantares 6:4 habla de laesposa: “Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa; dedesear, como Jerusalén; imponente como ejércitos enorden”. Esto es muy interesante. Tirsa fue la capital deldescarriado reino del Norte (Israel) y Jerusalén fue lacapital de la fiel Judá. La Iglesia está compuesta tanto porlos fieles como por los descarriados que se han arrepentido.


Debemos recordar que el Señor está casado con los“rebeldes” (Jer. 3:14; NVI: los “apóstatas”).

Mientras María estaba llorando frente a la tumba del Señor,vio dos ángeles sentados donde había estado el cuerpo deJesús. Estos le preguntaron por qué lloraba, y ellarespondió: “Porque se han llevado a mi Señor, y no sédónde le han puesto” (Jn. 20:13). Entonces María miróhacia atrás y vio a Jesús parado allí, pero no lo reconoció;pensó que era el hortelano (jardinero). Jesús le dijo:“Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?” Ellarespondió: “Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo haspuesto, y yo lo llevaré”.

Entonces Jesús la llamó por su nombre: “María”. Todolo que necesitó decir fue su nombre y María reconocióla dulce voz de su Señor, esa voz que conocía tan bien.Entonces dijo a Jesús: “Raboni”, que significa“Maestro”. Jesús le dijo: “No me toques, porque aún nohe subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles:Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestroDios” (Jn. 20:17). En otras palabras, Jesús no podía sertocado por manos mortales pues todavía no habíaascendido a Su Padre. Jesús, el sacrificio perfecto, teníaque ser primero recibido y aceptado por Su Padre antesque alguien lo tocara.

Amy Carmichael tuvo una visión sobre la ascensión delSeñor al Padre, en la mañana de la resurrección. Vio alPadre que recibía al Hijo nuevamente en Su presenciacon brazos extendidos. Vio al Padre, al Hijo y al EspírituSanto regocijarse porque habían completado la obra de


salvación para la humanidad. Después de este asombrosoencuentro, María fue y contó a los discípulos que habíavisto al Señor.

Jesús se aparece a otras mujeresMateo 28:9-10

La segunda aparición del Señor en la mañana de laresurrección fue a otras mujeres. Leemos en Mateo 28:9-10:“He aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve!Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas amis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán”.Las mujeres que habían estado junto a la tumba de Jesúsy habían visto al ángel se alejaron del lugar, y fueron acontar lo sucedido a los discípulos. Mientras iban por elcamino el Señor se les apareció. Esto fue después de Suaparición a María Magdalena. Entre Su aparición a Maríay esta aparición el Señor ascendió al cielo, fue aceptadopor el Padre y regresó a la tierra. El Señor permitió queestas mujeres tocaran Sus pies.

El informe de los guardias a losprincipales sacerdotes

Mateo 28:11-15

En Mateo 28:11-15 leemos: “Mientras ellas iban, he aquíunos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso alos principales sacerdotes de todas las cosas que habíanacontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo,dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decidvosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron,


estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere elgobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremosa salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se leshabía instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíoshasta el día de hoy”.

Los guardias que habían sido destacados para cuidar latumba de Jesús fueron y contaron a los sumos sacerdotestodo lo que había sucedido. En lugar de arrepentirse ycreer en el Señor Jesús, ellos endurecieron aún más sucorazón y sobornaron a los guardias para que mintieran ydijeran que los discípulos de Jesús habían robado Sucuerpo. Los judíos creyeron este informe falso, hasta eldía de hoy.

La profundidad del engaño al que un corazón malvadoestá dispuesto a llegar supera toda imaginación. Lossumos sacerdotes estaban empeñados en sustentar susdeseos y doctrina para preservar su credibilidad a losojos del pueblo. No les importaba la verdad. Aún hoy,algunos de entre el pueblo de Dios niegan evidenciairrefutable de ciertas verdades para así mantener supuesto y creencias denominacionales. Debemos obedecera la exhortación del Señor en Éxodo 23:1-2: “Noadmitirás falso rumor. No te concertarás con el impíopara ser testigo falso. No seguirás a los muchos parahacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a losmás para hacer agravios”.


Jesús se aparece a dosdiscípulos en el camino a Emaús

Lucas 24:13-32; Marcos 16:12-13

La siguiente aparición del Señor fue a dos discípulos queiban por el camino a Emaús, una aldea que estaba a unosonce kilómetros de Jerusalén. Solamente a uno de ellosse lo menciona por su nombre: Cleofas; no existen datossobre el nombre del otro discípulo.

Mientras hablaban de todo lo que había sucedido a Jesús,el Señor se les acercó y caminó junto a ellos. Sin embargo,no lo reconocieron, pues les ocultó Su verdadera identidad.Jesús les preguntó de qué hablaban y por qué estaban tantristes. Cleofas respondió: “¿Eres tú el único forasteroen Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella hanacontecido en estos días?” (Lc. 24:18). Luego le contólos detalles del arresto y crucifixión de Jesús, y que variasmujeres habían visto Su tumba vacía. Estabandecepcionados, pues pensaban que Jesús de Nazaret erael Salvador. Jesús los reprendió por su incredulidad y lesexplicó, a partir del Antiguo Testamento, por qué eranecesario que Cristo muriera.

Al acercarse a la aldea Jesús hizo como que iba a seguir,pero los dos discípulos le rogaron que se quedara con ellos,pues ya atardecía. Mientras se sentaban Jesús partió elpan, lo bendijo y les dio.

En ese momento los ojos de ellos fueron abiertos y sedieron cuenta que se trataba de Jesús. ¡Pero Élinmediatamente desapareció de su vista! Ellos se dijeron


uno al otro: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros,mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abríalas Escrituras?” (Lc. 24:32). En ese mismo instante selevantaron y regresaron a Jerusalén. Allí contaron a losonce discípulos que el Señor se les había aparecido.

La aparición a Simón PedroLucas 24:33-35; 1 Corintios 15:5

No se sabe mucho de la aparición del Señor a Pedro, exceptolo que está registrado en dos pasajes. Lucas 24:33-35 dice:“Y levantándose en la misma hora, volvieron aJerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los queestaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señorverdaderamente, y ha aparecido a Simón. Entonces elloscontaban las cosas que les habían acontecido en elcamino, y cómo le habían reconocido al partir el pan”.También leemos en 1 Corintios 15:5: “Y que apareció aCefas, y después a los doce”.

La ultima aparición deJesús en el día de la resurrección

Marcos 16:14; Lucas 24:36-43; Juan 20:19-25

La quinta y última aparición del Señor en el día de laresurrección fue a los discípulos que estaban reunidosen cierto lugar con las puertas cerradas, por temor delos judíos. Todos los discípulos estaban presentes,excepto Tomás. Jesús se apareció en medio de ellos ydijo: “Paz a vosotros”. En lugar de llenarse de gozo alver a su Señor se asustaron, porque pensaron que setrataba de un espíritu. Entonces Jesús les mostró Sus


manos y pies y les dijo: “¿Por qué estáis turbados, yvienen a vuestro corazón estos pensamientos? Miradmis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, yved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, comoveis que yo tengo” (Lc. 24:38-39).

Luego les preguntó si tenían carne, y le dieron un pedazode pescado asado. Jesús comió el pedazo de pescadodelante de ellos. Y según leemos en Juan 20:21 les dijo:“Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yoos envío”. Entonces sopló sobre ellos y dijo: “Recibid elEspíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les sonremitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos”(Jn. 20:22-23).

En cierta manera, esta fue para ellos su experiencia desalvación. Recibieron al Espíritu Santo en suscorazones de la misma manera en que todos lorecibimos cuando pedimos al Señor que entre en nuestrocorazón. Como ministros del Evangelio les fue dada laprerrogativa (bajo la dirección del Señor) de perdonary retener los pecados de las personas. Después que elSeñor partió vino Tomás, y los discípulos le contaronque habían visto a Jesús, pero él no les creyó, y dijo:“Si no viere en sus manos la señal de los clavos, ymetiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mimano en su costado, no creeré” (Jn. 20:25). Aquíconcluyen las apariciones del Señor en el día de laresurrección. Las cinco siguientes apariciones se dierondespués del día de la resurrección.


Jesús se aparece a Susdiscípulos ocho días después

Juan 20:26-31

Ocho días después, Jesús se apareció a Sus discípulosotra vez, y Tomás estaba presente. Jesús le dijo: “Ponaquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, ymétela en mi costado; y no seas incrédulo, sinocreyente” (Jn. 20:27). Esta experiencia fue suficientepara que Tomás creyera. Entonces el Señor lo reprendiópor su incredulidad: “Porque me has visto, Tomás,creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”(Jn. 20:29).

El Señor hizo una distinción entre aquellos que han vistoal Señor y los que no. Dijo que había una mayor bendiciónsobre aquellos que no lo habían visto y que de todos modoscreyeron. En 1 Pedro 1:8 dice: “A quien amáis sin haberlevisto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, osalegráis con gozo inefable y glorioso”. ¡Seamos aquellosque ven con los ojos de la fe y se regocijan en la esperanzade la salvación de Jesucristo!

Jesús se aparece a siete discípulosJuan 21

La séptima aparición del Señor fue a siete de Sus discípulos,junto al mar de Galilea. Los discípulos presentes fueronPedro, Tomás, Natanael, Jacobo, Juan y otros dos discípuloscuyos nombres no se mencionan. Los discípulos habíanechado sus redes toda la noche y no habían pescado nada.Parado en la playa, Jesús les preguntó si habían pescado


algo, y le dijeron que no. Entonces les dijo que echaran lared al lado derecho de la barca. Debido a que una personaparada en la orilla a menudo podía ver mejor que los queestaban en la barca, los discípulos pensaron que Jesús veíapeces del lado derecho.

Arrojaron su red al lado derecho y sacaron ciento cincuentay tres peces. Esta pesca milagrosa merece un comentario.La Biblia usa números para representar verdadesespirituales. Ciento cincuenta y tres es el resultado demultiplicar diecisiete por nueve. Diecisiete es la suma dediez (que habla de perfección de orden) y siete (que hablade compleción espiritual). El número nueve representa lallenura y está asociado con los nueve dones y los nuevefrutos del Espíritu.

Ciento cincuenta y tres también es el número que en laBiblia representa al monte Sion espiritual. La palabra Sionaparece ciento cincuenta y tres veces en la Biblia. Porsupuesto, Sion es el lugar de habitación de Dios y hablade los hijos maduros de Dios. Juan 21:8 señala que losdiscípulos estaban a doscientos codos de la orilla.Doscientos representa a los siervos fieles.

Recordemos que este no es simplemente un estudioacadémico de la vida de Cristo. No queremos simplementesaber todo acerca de la vida de Cristo, también queremosexperimentarla. Por lo tanto, a partir de las verdadesreveladas a través de estos números, podemos decir quequeremos ser siervos fieles y maduros que están llenoscon los dones y frutos del Espíritu que nos califican paraestar entre los preciosos hijos de Sion.


Después de la pesca milagrosa, Juan dijo a Pedro: “Es elSeñor”. Cuando Pedro se dio cuenta que era Jesús el queestaba en la orilla, nadó hacia la costa y los discípulos losiguieron en su barca. Cuando llegaron a la orilla, nosolamente encontraron a Jesús sino también comida que Élhabía preparado para ellos. Jesús es el epítome de laperfección. Además de todas Sus otras característicashermosas, Él es también el anfitrión perfecto. Era muyhospitalario. Se hizo a sí mismo siervo de todos, y sirviócomida a los discípulos. Esto es solamente un preludio albanquete celestial, del que leemos en Lucas 12:37:“Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor,cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá,y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles”.

¡Quién pude medir la humildad del Señor de la gloria ySu naturaleza hospitalaria! Lavó los pies de Sus discípulosen la Última Cena. En el camino a Emaús, humildementeesperó la invitación de Sus discípulos para que comieracon ellos. Y en Apocalipsis 3:20 el Señor gentilmente tocaa la puerta y espera a ser invitado a entrar, en lugar deejercer Su autoridad y poder como Señor y Rey. Que lagracia y mansedumbre del Señor nos sea ejemplo, y nosenseñe a ser menos autoritarios e impetuosos.

En Juan 21:15-24 encontramos la restauración de Pedro. ElSeñor, con dulzura pero con firmeza, restauró al líder delgrupo apostólico. Preguntó tres veces a Pedro si lo amaba.Jesús no interrogó a Pedro de forma casual, sino a la manerade un solemne interrogatorio judicial. Casi fue tan formalcomo un servicio de ordenación o instalación. El Señor sedirigió a Pedro por su nombre completo: Simón, hijo de Jonás.


El Señor dijo a Pedro tres veces: “Simón, hijo de Jonás,¿me amas?” Jesús formuló a Pedro una pregunta muydirecta e incisiva: “¿Me amas?” Jesús usó la palabragriega agapë, que significa amor divino.

Su pregunta estaba armada de manera similar a ladeclaración orgullosa de Pedro en Mateo 26:33: “Aunquetodos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré”.Pedro había declarado orgullosamente que aunque todoslos otros discípulos abandonaran al Señor, él nunca loharía. Al decir esto, estaba diciendo que él era másdedicado que los otros discípulos y que amaba al Señormás que ellos.

Pedro respondió: “Sí, Señor; tú sabes que te amo”. En surespuesta usó el verbo griego philo, que es el amor entreamigos. La primera vez, el Señor respondió comisionandoa Pedro a alimentar a Sus corderos. La segunda y terceravez dijo a Pedro que alimentara a Sus ovejas. La terceravez que el Señor preguntó a Pedro si lo amaba, usó lamisma palabra que había usado Pedro: philo, el amor entreamigos. Quiere decir que hasta ese momento, el amor dePedro por el Señor aún no había sido perfeccionado.

Las tres comisiones o encargos del Señor para Pedropueden compararse con el ministerio de tres niveles decristianos que encontramos en 1 Juan 2:12-14: hijitos(corderos), jóvenes (ovejas) y padres (ovejas). Queremosque nuestro ministerio no solamente sea para los reciénnacidos en Cristo, sino para los jóvenes y para los padresespirituales. No debemos limitar nuestro ministerio a ungrupo de personas.


Leemos en Juan 21:18, 19: “De cierto, de cierto te digo:Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías;mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y teceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo,dando a entender con qué muerte había de glorificar aDios. Y dicho esto, añadió: Sígueme”. El Señor le dijo aPedro que cuando fuera mayor sería llevado a donde noquería ir, hablando de su muerte, supuestamente porcrucifixión. De acuerdo con la historia de la Iglesia, Pedropidió ser crucificado cabeza abajo, porque no se sintiódigno de ser crucificado en la misma manera que su Señory Salvador, Jesucristo.

Entonces Pedro preguntó al Señor qué pasaría con Juanel amado, y el Señor le dijo muy firmemente: “Si quieroque él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú”(Jn. 21:22). Jesús estaba diciendo a Pedro que el plan deÉl para la vida de Juan no era de su incumbencia.

Pedro no tenía que ocuparse de lo que otras personas eranllamadas a hacer, sino concentrarse en el plan que Diostenía para su vida y seguir al Señor con todo su corazón.Así, nosotros no debemos preocuparnos con respecto a lavoluntad de Dios para otros, pues al hacerlo, podríamosdejar de ver lo más importante: ¡El plan y propósito deDios para nuestras propias vidas!


Jesús se aparece a quinientosy la gran comisión

Marcos 16:15-18; Mateo 28: 16-20

El Señor Jesús se apareció luego a los once discípulosjunto con unos quinientos discípulos más, en una montañaen Galilea (1 Co. 15:6). Jesús se les apareció y ellos loadoraron, pero algunos dudaron. Entonces el Señor asignólo que llamamos “la gran comisión”. Incluiremos aquí losrelatos de Marcos y Mateo, pues hay algunas diferenciasentre ambos.

El primer registro está en Marcos 16:15-18: “Y lesdijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio atoda criatura. El que creyere y fuere bautizado, serásalvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estasseñales seguirán a los que creen: En mi nombreecharán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosamortífera, no les hará daño; sobre los enfermospondrán sus manos, y sanarán”.

Leemos en Mateo 28:18-20: “Toda potestad me es dadaen el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulosa todas las naciones bautizándolos en el nombre delPadre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándolesque guarden todas las cosas que os he mandado; y heaquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el findel mundo. Amén”.


La aparición de Jesús a Su hermano Jacobo1 Corintios 15:7

El apóstol Pablo escribe en 1 Corintios 15:7 que elSeñor también se apareció a Su hermano Jacobo:“Después apareció a Jacobo; después a todos losapóstoles”. No hay registro en la Biblia acerca de loque sucedió en este encuentro.

La última aparición de Jesús y Su ascensiónMarcos 16:19-20; Lucas 24:44-53; Hechos 1:3-12

La última aparición de Jesús fue en Jerusalén. Abrió elentendimiento de Sus discípulos con respecto a Su muertey resurrección (Lc. 24:45). Les dijo que esperaran enJerusalén hasta que recibieran el Espíritu Santo. Entonceslos guió fuera de la ciudad al monte de los Olivos.

Leemos en Hechos 1:9-11: “Y habiendo dicho estas cosas,viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que leocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestosen el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieronjunto a ellos dos varones con vestiduras blancas, loscuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por quéestáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sidotomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéisvisto ir al cielo”.

Y así, de pronto, el Señor ascendió al cielo para sentarsea la diestra de Su Padre, la Majestad de las Alturas. EnSu Segunda Venida regresará al monte de los Olivos(Zac. 14:4).


Apariciones posteriores

Después de Su ascensión al cielo, el Señor se apareciómuchas veces a los santos a través de los siglos. Se aparecióal apóstol Pablo en el camino a Damasco (Hch. 9:1-9) ytambién en Jerusalén (Hch. 23:11). Jesús también seapareció a Ananías en visión (Hch. 9:10).

No debemos pensar que es extraño que el Señor seaparezca de tanto en tanto a algunos de Sus preciosossantos, pues Él mismo prometió en Juan 14:21-23 que serevelaría a aquellos que lo aman. “El que tiene mismandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y elque me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, yme manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor,¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabraguardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, yharemos morada con él”. El Señor se aparece a aquellosque lo aman, en ciertos momentos de su vida, para darlesánimo. Oremos para que el Señor en Su gracia semanifieste a nosotros también, para que podamoscontemplar Su hermoso rostro.

417

EPÍLOGO

Al procurar resumir la hermosa vida del Señor Jesucristosobre esta tierra, he escogido la palabra disciplinado. Jesúsestaba consumido por el celo del Señor para cumplir cadaaspecto y detalle de la voluntad del Padre para Su vida yministerio.

La fragancia de los frutos de una vida disciplinada se hacíamanifiesta en Su carácter. El Cantar de los Cantares 1:9-17da una hermosa descripción de la esposa y del SeñorJesucristo. En Cantar de los Cantares 1:9, la sulamita escomparada con una yegua de los carros de Faraón. ElFaraón tenía los mejores caballos del mundo, y estabandisciplinados y entrenados para responder a todomandamiento de su Señor.

Luego se mencionan diversas virtudes y rasgos deseables,representados por varias especias: nardo, mirra y flor dealheña. El nardo habla de la paz de Dios que sobrepasatodo entendimiento. Jesús es el Príncipe de Paz. Élmantuvo Su paz y serenidad en toda situación. Nada loalteró, ni siquiera Su juicio y crucifixión.

En la Biblia, la mirra representa la mansedumbre. Jesúses el Cordero manso de Dios. Cuando fue vituperado noreaccionó. Jesús nunca hizo nada por una reacción. Nuncadejó que las burlas de otros provocaran a Su espíritu y lollevaran a decir o hacer algo malo. La alheña habla delgozo. El gozo fue la fortaleza de Cristo en el tiempo de


Su más profundo dolor, sabiendo que Su Padre estabaen control de todo. Su vida prefiguró la victoriosadeclaración del apóstol Pablo en Romanos 8:28: “Ysabemos que a los que aman a Dios, todas las cosasles ayudan a bien, esto es, a los que conforme a supropósito son llamados”.

El Señor también tiene ojos de paloma, que hablan de unsolo propósito (Cnt. 1:15). Jesús tuvo sólo un propósitoen la vida: hacer la voluntad de Su Padre. A la edad dedoce años, en el templo, dijo a Sus padres: “¿No sabíaisque en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”Cumplir la voluntad de Su Padre era la pasión de Su vida.El Cantar de los Cantares 1:16 dice: “Una alfombra deverdor es nuestro lecho” (NVI). El lecho habla de la unióny comunión del Padre con el Hijo. El color verde, que esel color del pasto, habla de la fertilidad, como vemos enJob 5:25: “Asimismo echarás de ver que tu descendenciaes mucha, y tu prole como la hierba de la tierra”.

Leemos en Cantar de los Cantares 1:17: “Las vigas denuestra casa son de cedro, y de ciprés los artesonados”.Las vigas de cedro hablan de fortaleza; en este caso,fortaleza de visión y propósito. El Señor estaba decididoa terminar la obra que Su Padre le había dado para hacer.Cada momento de Cristo fue significativo, como unhábil comerciante. Para apreciar la belleza del carácterdel Señor observe a un cocinero profesional en sutrabajo, produciendo con toda gracia comidas muyfinas. Cada palabra de Cristo, cada gesto y acciónfluyeron de una vida totalmente rendida a la voluntadde Su Padre.

419La vida de Cristo

En conclusión, luego de analizar la vida más bendita detodas, permítanme decir que debemos procurar caminarcomo Él caminó cuando estuvo en esta tierra. 1 Juan 2:6dice: “El que dice que permanece en él, debe andar comoél anduvo”. ¡Queremos ser como Jesús, para que otros lovean en nosotros!

Para que esto sea una realidad, debemos orar como Davidlo hizo en Salmos 27:4: “Una cosa he demandado aJehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehovátodos los días de mi vida, para contemplar la hermosurade Jehová, y para inquirir en su templo”. Al contemplara Cristo en persona, en visión o a través de los ojos de lafe, somos transformados a Su imagen (1 Jn. 3:2).

En la medida en que tengamos una revelación progresivade Su belleza, en esa misma medida seremos cambiadosde gloria en gloria a Su imagen (2 Co. 3:18). Oramos paraque este libro haya sido una bendición para usted, y quele anime a perseverar en conocer al Señor Jesucristo enuna forma muy personal e íntima, y que al hacerlo, ¡ustedsea transformado a su semejanza!

421

APÉNDICE

Bosquejo detallado de la vida de Cristo

1. LA PREEXISTENCIA DE CRISTOA. Cristo no tiene principioB. Cristo es eternamente el mismoC. Cristo siempre existióD. Cristo existía antes de la creaciónE. Cristo es el co-CreadorF. Cristo era antes que AbrahamG. Cristo es el Jehová del Antiguo Testamento

2. EL NACIMIENT O DE CRISTO Y SUSPRIMEROS AÑOS

A. Eventos preliminaresEl anuncio de Gabriel a Zacarías acercadel nacimiento de Juan.El anuncio del nacimiento de Jesús aMaría.La visita de María a Elisabet y el canto deElisabet.El cántico de María.El nacimiento de Juan el Bautista.El anuncio del ángel Gabriel a José, acercadel nacimiento de Jesús.Las dos genealogías de Jesús.

422

B. La infancia de CristoEl nacimiento de Jesús.La visita de los pastores y la adoraciónde los ángeles.La circuncisión de Jesús.La presentación de Jesús en el templo.Simeón y Ana dan honra a Jesús.La visita de los magos.José, María y Jesús huyen a Egipto.La matanza de los niños en Belén.El regreso a Nazaret.La infancia de Jesús en Nazaret.

C. Su juventudJesús visita el templo a la edad de doce años.Dieciocho años de silencio en Nazaret.

3. EL MINISTERIO DE CRIST OA. El precursor de Cristo: Juan el BautistaB. El principio del ministerio público de Cristo

El bautismo de Jesús.La tentación de Jesús.La presentación de Jesús como elMesías.El llamamiento de los primerosdiscípulos.El primer milagro de Cristo.La primera estadía de Jesús enCapernaum.LA PRIMERA PASCUALa primera limpieza del templo.Muchos creen en Jesús.La visita nocturna de Nicodemo.

423

Los dos bautismos.Jesús se va de Judea.Jesús en Samaria: El agua de vida.La llegada de Jesús a Galilea.

C. El gran ministerio en GalileaLa sanidad del hijo del noble en Caná.El primer rechazo de Jesús en Nazaret.Jesús establece Su nuevo hogar enCapernaum.Jesús llama a los cuatro pescadores.La liberación en la sinagoga.En la casa de Pedro.La primera gira por Galilea.La sanidad del leproso.Cristo regresa a Capernaum.El llamamiento de Mateo.Tres parábolas acerca del ayuno.La parábola del esposo.La parábola del vestido viejo.La parábola de los odres viejos.LA SEGUNDA PASCUALa sanidad del paralítico en el día dereposo.Un día de reposo en los sembrados.La tercera controversia por un día dereposo.La sanidad de las multitudes a orillas delMar de Galilea.La elección de los doce apóstoles.El Sermón del Monte.Las Bienaventuranzas.La hipocresía de los fariseos.

424

Una devoción sincera a Dios.Buscad primeramente el reino de Dios.Una advertencia en contra de la crítica.La oración.La regla de oro.Exhortación a vivir prudentemente.La sanidad del siervo del centurión enCapernaum.El hijo de la viuda es revivido.La pregunta de Juan el Bautista y larespuesta llena de gracia de Jesús.Jesús pronuncia juicio sobre las ciudadesde Su tiempo.El reposo de Dios.Una mujer pecadora unge a Jesús.La segunda gira por Galilea.Un día ajetreado.La tarde del mismo día.Su madre y hermanos procuran llevarlo acasa.Las parábolas del Reino.Al anochecer en el mar de Galilea.La sanidad del endemoniado gadareno.Jesús regresa a Capernaum.La sanidad de dos ciegos.Su última visita a Nazaret.La tercera gira por Galilea.La comisión de los doce.El precio del verdadero discipulado.El cumplimiento del ministerio.El asesinato de Juan el Bautista y lostemores del culpable rey Herodes Antipas.

425

LA TERCERA PASCUALa alimentación de los cinco mil.Jesús escapa de la multitud que queríahacerlo rey.Jesús camina sobre el agua.Su llegada a Genesaret.El discurso sobre “el Pan de Vida”.La enseñanza sobre la contaminación.La sanidad de la hija de la mujersirofenicia.La sanidad del hombre sordomudo.La alimentación de los cuatro mil.Una visita breve a Dalmanuta.Jesús regresa a Betsaida Julias.En el camino a Cesarea de Filipo.Jesús enseña a Sus discípulos que debe sercrucificado.Discurso acerca de la Segunda Venida.La Transfiguración.Las preguntas durante el descenso de lamontaña.Los discípulos y el joven endemoniado.Jesús regresa a Galilea con Sus discípulosEl pago del tributo para el templo.¿Quién es el mayor en el reino?.Las relaciones.El precio del discipulado.La fiesta de los Tabernáculos.Su viaje de Galilea a Jerusalén.

D. El ministerio en JudeaSu llegada y ministerio en la fiesta de losTabernáculos.

426

La mujer adúltera.“Yo soy la luz del mundo”.La disputa del Señor con los escribas y losfariseos.La sanidad del hombre ciego denacimiento.El Buen pastor.Jesús envía a los setenta.La parábola del buen samaritano.En el hogar de Marta y María.La lección acerca de cómo importunar enoración.La acusación blasfema de que Su podervenía de Satanás.Discurso acerca de cómo obran losespíritus inmundos.Varias advertencias acerca de lasverdaderas bendiciones.Jesús come con un fariseo.Instrucciones y advertencias a Susdiscípulos.Historia de dos tragedias.La parábola de la higuera estéril .La sanidad de la mujer esclavizada porSatanás.Parábolas del reino de Dios.Jesús en la fiesta de la Dedicación.

E. El ministerio en PereaJesús se aparta de Jerusalén para ir aBetania, más allá del Jordán.Jesús enseña en las ciudades de Perea, enSu viaje hacia Jerusalén.

427

Una pregunta acerca de la salvación.Respuesta a la advertencia con respecto aHerodes Antipas.En la casa de uno de los príncipes de losfariseos.El precio del discipulado.La sal de la tierra.Tres grandes parábolas referidas a loperdido y encontrado.Tres parábolas acerca de la mayordomía.Lázaro es levantado.El último viaje de Jesús a Jerusalénpasando por Samaria y Galilea.La sanidad de los diez leprosos.Discurso sobre la Segunda Venida.Dos parábolas sobre la oración.En Perea.Más enseñanza en contra del divorcio y elvolver a casarse.Su amor por los niños pequeños.Un hombre importante, rico y joven.La parábola de los obreros de la viña.Jesús anuncia Su muerte y resurrección.Jesús reprende la ambición egoísta deSantiago y Juan.La sanidad de Bartimeo el ciego.La conversión de Zaqueo.La parábola de las minas.

F. El último ministerio público en JerusalénSu llegada a Betania.La entrada triunfal de Jesús a Jerusaléncomo el Mesías.

428

La maldición de la higuera estéril.La segunda limpieza del templo.Los griegos desean ver a Jesús, y larespuesta de Él.La higuera maldecida se seca.El cuestionamiento formal de losprincipales sacerdotes y ancianos, conrespecto a Su autoridad para enseñar.La parábola de los dos hijos.La parábola de los labradores malvados.La parábola del banquete de bodas.La pregunta sobre el pago de tributo alCésar.La pregunta sobre el matrimonio en laresurrección.El más grande mandamiento.El hijo de David.Jesús denuncia a los escribas y fariseos.El regalo de la viuda pobre.El discurso en el monte de los Olivos conrespecto a la Segunda Venida.El día del Señor.La parábola de las diez vírgenes.La parábola de los talentos.La parábola de las ovejas y las cabras.

4. LA CRUCIFIXIÓN DE CRIST OA. Los últimos días de Jesús

Jesús habla de Su inminente crucifixión.La cena en la casa de Simón el leproso.Judas va a los principales sacerdotes paratraicionar a Jesús.

429

LA CUARTA PASCUAB. La crucifixión de Jesús

Camino a la cruz (la vía dolorosa).En la cruz.Las siete palabras de Jesús en la cruz.Eventos coincidentes con la muerte de Jesús.La sepultura de Jesús.La guardia ante la tumba de Jesús.El paradero del Señor durante esos tres díasy tres noches.

5. LA RESURRECCIÓN DE CRISTOA. Las visitas a la tumbaB. Las apariciones de Jesús

Jesús se aparece a María Magdalena.Jesús se aparece a otras mujeres.El informe de los guardias a los principalessacerdotes.Jesús se aparece a dos discípulos en elcamino a Emaús.La aparición a Simón Pedro.La ultima aparición de Jesús en el día dela resurrección.Jesús se aparece a Sus discípulos ocho díasdespués.Jesús se aparece a siete discípulos.Jesús se aparece a quinientos, y la grancomisión.La aparición de Jesús a Su hermano Jacobo.La última aparición de Jesús y Su ascensión.Apariciones posteriores.

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