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La tergiversación de los mandatos de Jesús La tergiversación de los mandatos de Jesús Pocos pensadores negarían hoy en día que el fracaso de la Iglesia para perpetuar una fe viva se debe en gran parte a su abandono de la cristiandad a favor de la iglesiandad. Y muchas personas jóvenes en particular considerarían que la principal acusación contra la enseñanza religiosa ortodoxa es que la teología, el dogma y el ritual han substituido y eclipsado los sencillos mandatos morales y espirituales de Jesucristo. Esto es muy importante para nuestro tema. La tergiversación más evidente que han hecho las iglesias de los mandatos de Jesús se ha presentado en el ámbito de la violencia. Así lo escribió Henry Salt en su enérgico libro Setenta años entre salvajes: La religión nunca ha favorecido la causa humanitaria. Su monstruosa doctrina del castigo eterno y la tortura de los condenados es la base de gran parte de la barbaridad con la que el hombre ha tratado al hombre; y la profunda división creada por la Iglesia entre el ser humano, con su alma

La Tergiversación de Los Mandatos de Jesús

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La tergiversacin de los mandatos de Jess

La tergiversacin de los mandatos de JessPocos pensadores negaran hoy en da que el fracaso de la Iglesia para perpetuar una fe viva se debe en gran parte a su abandono de la cristiandad a favor de la iglesiandad. Y muchas personas jvenes en particular consideraran que la principal acusacin contra la enseanza religiosa ortodoxa es que la teologa, el dogma y el ritual han substituido y eclipsado los sencillos mandatos morales y espirituales de Jesucristo.Esto es muy importante para nuestro tema. La tergiversacin ms evidente que han hecho las iglesias de los mandatos de Jess se ha presentado en el mbito de la violencia. As lo escribi Henry Salt en su enrgico libroSetenta aos entre salvajes:

La religin nunca ha favorecido la causa humanitaria. Su monstruosa doctrina del castigo eterno y la tortura de los condenados es la base de gran parte de la barbaridad con la que el hombre ha tratado al hombre; y la profunda divisin creada por la Iglesia entre el ser humano, con su alma inmortal, y las bestias carentes de alma, ha sido responsable de una cantidad incalculable de crueldad.

Sin embargo, ste no es el lugar para discutir la materia con profundidad. Pero incluso la Biblia (y digo incluso porque al seleccionar textos de esa fuente uno puede encontrar aprobacin para prcticamente todo lo bueno o malo que hay bajo el sol) comienza con esta afirmacin de Dios a los hombres: Yo les entrego, para que ustedes se alimenten, toda clase de hierbas, de semilla y toda clase de rboles frutales (Gnesis 1,29). Y ms adelante, con ms nfasis an: Lo nico que no deben comer es la carne con su alma, es decir, con su sangre (Gnesis 9,4).

EnEl Evangelio Esenio de la Paz, una traduccin directa de los textos arameos originales, el propio Jess no escatim palabras: Y la carne de los animales muertos en su cuerpo se convertir en su propia tumba. Pues en verdad os digo que quien mata se mata a s mismo, y quien come la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte.

En su libroEl Evangelio de los Doce Santos, el fallecido G. J. Ousley ofrece una traduccin del evangelio original que los miembros de la comunidad esenia protegieron de la corrupcin general. Aqu se encuentra una versin de las enseanzas de Jess que no fue manipulada por los correctores designados por las autoridades eclesisticas de Nicea. Estos editores eliminaron con minucioso cuidado las enseanzas que no estaban dispuestos a destacar o a seguir, especialmente todo lo que pudiera servir como argumento contra el consumo de carne. Por ejemplo, la historia de la intervencin de Jess en varias ocasiones para evitar el maltrato de los animales, y tambin aquella interesante e importante enseanza que sobresale siempre en las escrituras orientales de la unidad esencial de toda vida.

En la comunidad donde vivieron Jos y Mara no se mataba un cordero para celebrar la Fiesta de la Pascua. Jos y Mara, sus padres, suban a Jerusaln todos los aos a la fiesta de la Pascua, y celebraban la fiesta segn la costumbre de sus hermanos, que se abstenan de derramar sangre, de comer carne y de licores.

El texto esenio indica que Jess amaba y protega a los animales y a las aves desde su infancia: Y l se dirigi a todos dicindoles: "Absteneos de la sangre de los estrangulados, de los cuerpos muertos de las aves y otros animales, y guardaos de toda accin cruel y de toda injusticia. Pues creis que la sangre de pjaros y otros animales puede lavar pecados?". La comida de Juan el Bautista eran los frutos del guisante y miel silvestre, y a los discpulos se les prohibi comer carne: Comed lo que os pongan delante, pero no toquis lo que haya costado vidas, porque esto no es legtimo para vosotros. Y en cualquier ciudad que entris y os acojan, comed lo que os pongan delante, que no haya sido muerto Y permaneced en esa casa y comed y bebed lo que os sirvan, que no implique derramamiento de sangre Sed por eso considerados, bondadosos, compasivos y amables, no solamente con vuestros semejantes sino tambin con todas las criaturas a vuestro cuidado; pues para ellas sois como dioses a los que alzan la vista en sus necesidades.

Algo muy interesante es que en esta traduccin no aparece la historia del milagro de los panes y los peces. En su lugar, hay un relato sobre el milagro del pan, la fruta y un cntaro de agua: Y Jess coloc el pan y la fruta delante de ellos, y tambin el agua. Y comieron y bebieron todos hasta que se saciaron. Y se maravillaron; pues cada uno tuvo suficiente y aun se qued con sobras, y eran en nmero de unos cuatro mil. Y cuando Judas llev un cordero para matarlo en la Pascua, Jess lo reprende: No derramando sangre inocente, sino mediante una vida honesta encontraris la paz de Dios Benditos sois los que cumpls este mandamiento; pues Dios es manifiesto en todas las criaturas. Todas las criaturas viven en Dios, y Dios est oculto en ellas Aquellos de cada pueblo que no se manchan con crueldad, que practican la justicia, que aman la misericordia y honran las obras de Dios, que prestan ayuda a los dbiles y oprimidos, sos son el Israel de Dios.

Jess fue acusado de hablar contra la ley cuando cit las palabras de Jeremas en contra de las ofrendas de sangre y los sacrificios, y respondi a quienes lo criticaban: En verdad, no hablo contra la Ley [de Moiss], sino contra los que han corrompido su Ley, que l os permiti a causa de la dureza de vuestros corazones, continuando:

Pues Yo solamente tomo los frutos de los rboles y las semillas de las plantas, y stos son transformados por el Espritu en Mi carne y en Mi sangre. Solamente de esto y de similares cosas comeris vosotros, que creis en M y sois Mis discpulos, pues de esto, en el Espritu, vienen a los hombres vida, salud y sanacin

Si estos extractos se aceptan solamente como prueba, confirman por lo menos que la Biblia era originalmente un documento mucho ms completo que el que tenemos actualmente. Segn parece, no existen diferencias entre las enseanzas de Jess y la filosofa del vegetarianismo humanitario, y es ilgico esperar que las hubiera, pues se sabe que Jess fue Nazareno, una secta precristiana de judos sirios similares a los Esenios cuya obediencia a las leyes de Moiss tomaba particularmente en cuenta el mandamiento No matars. Sus rdenes internas se abstenan de la carne y el alcohol.

Pero siempre que se recurre a inspiradores pasajes fuera de su contexto se patina sobre hielo frgil. Lo que debe influenciar a cualquier estudiante responsable interesado especficamente en la actitud cristiana hacia la crueldad, no es qu prrafos de la Biblia se puedan citar ni cules sean las interpretaciones de los sacerdotes, sino el espritu y el contenido completos de la vida de Jess hasta donde nos sea posible juzgarlos de los textos que nos han llegado. Jesucristo fue claramente un hombre que predic la no-violencia, sin importar cules hayan sido sus fallas e inconsistencias personales. No sabemos hasta qu punto l pudo prestarle atencin al tema de la violencia del hombre hacia otras especies, pero quizs estuvo muy ocupado en su corta vida convenciendo a los seres humanos de los fundamentos de una mejor conducta entre s mismos. Dos mil aos ms tarde, con el arduo trabajo de la teora terminado desde hace tiempo, es ms fcil ampliar nuestra preocupacin, que es quiz precisamente lo que siempre han esperado Jess y otros grandes maestros de sus rebaos. No tenemos ningn derecho a asumir que las rdenes ms bajas de la creacin se encuentran excluidas de su compasin por el hecho de que slo unos cuantos hayan elaborado unos estatutos especficos para los animales. Cunto ms extrao sera que se hubiera dado este caso: Yo os digo que si deseis infligir cualquier crueldad o sufrimiento a los animales, podis hacerlo. De algn modo suena inverosmil.