LA SINAGOGA EN ESPAÑA

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LA SINAGOGA _EN ESPAA

CARLOS ALBALADEJO MOLINA CARLOS CHAMORRO CUENCA ANDREA CUEVAS CALVO

HISTORIA DEL ARTE GRADO EN ARQUITECTURA UAH MAYO 2011

Carlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo

LA SINAGOGA EN ESPAA Universidad de Alcal

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NDICE_1_INTRODUCCIN HISTRICA AL PUEBLO JUDO 1.1_Introduccin 1.2_Los judos en la pennsula. Ocupacin sefard 1.2.1_Primeros asentamientos 1.2.2_La Hispania romana 1.2.3_Invasin visigoda 1.2.4_Al-ndalus 1.2.5_Los judos en los reinos cristianos 1.3_Cultura y religin 1.3.1_Expresin arquitectnica 1.3.2_Sabidura juda 1.3.3_Religin y costumbres 2_TIPOLOGAS URBANAS EN EL JUDASMO 2.1_La primera judera 2.2_Expansin y caractersticas del entorno urbano 2.3_Las juderas en Espaa 2.4_Estudio de un espacio urbano. La judera de Crdoba. 2.4.1_Estructura urbana externa 2.4.2_Estructura urbana interna 2.4.3_Estructura social 3_ARQUITECTURA DE LA SINAGOGA 3.1_Orgenes primitivos. Narraciones del xodo 3.2_ El templo de Salomn. La sinagoga en el antiguo Israel. Imperio romano y dispora. 3.3_La dispora en Europa 3.4_La sinagoga como espacio arquitectnico. Formalizacin ideal. 3.5_Realizacin constructiva. Mudjar toledano. Formalizacin material. 4_LAS SINAGOGAS EN ESPAA 4.1_Introduccin Historiogrfica 4.2_Sinagoga de Crdoba 4.3_Sinagoga de Segovia 4.4_Sinagoga de Santa Mara la Blanca 4.5_Caractersticas comunes 5_ESTUDIO DE UN ESPACIO ARQUITECTNICO. LA SINAGOGA DEL TRNSITO BIBLIOGRAFA Y EPLOGO 2 3

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1_INTRODUCCIN HISTRICA AL PUEBLO JUDO_1.1_IntroduccinLos orgenes de la cultura juda se construyen en un primer momento a partir de las escrituras bblicas, identificndose con el Antiguo Testamento. Al no existir texto histrico referente solo cabe estimar la versin bblica del periodo concerniente al xodo y conquista de Canaan, aun siendo puramente pico dicho relato. Hacia el 1200 a.C. Dios liber a Israel (nombre que identifica al pueblo de Abraham) de la fuerza opresora egipcia mediante la intervencin de Moiss, caudillo popular. l les condujo a travs del desierto hacia Palestina, la tierra prometida (Canaan) y sell el pacto entre Dios y su pueblo al recoger su ley, revelada en el monte Sina. Moiss predic la significacin del pueblo de Israel como nacin escogida por Dios para llevar acabo sus propsitos y dar testimonio de su nombre. En el siglo XIII a.C. surgi as en Palestina, Israel como entidad poltica. A este periodo se le conoce como el xodo y abarca aproximadamente 140 aos. En una primera etapa, la comunidad en proceso de sedentarizacin se gobern a travs de jueces. En el siglo XI a.C. este pueblo sufri la ocupacin filistea. Tras los jueces, la direccin recay en manos de una serie de reyes, como Sal o David. Este ltimo fue el responsable de la unificacin de su pueblo y de la conquista de Jerusaln. Su sucesor, Salomn, construy el primer templo propiamente dicho ya que los lugares dirigidos al culto previamente usados no eran ms que cabaas, debido al carcter nmada del pueblo judo. All se colocaban las mayores riquezas que posean y el centro de culto, el Arca de la Alianza. ste era un arcn grande, hecho de madera y cubierta con planchas de oro. Su gran valor se encuentra en el contenido, se trata del lugar donde guardaron las tablas de la ley, entregadas por el mismo Dios a Moiss. En estas Tablas se grabaron los diez mandamientos, sirviendo de conexin entre Dios e Israel.

Templo de Salomn

El Templo, era un edificio pequeo, orientado sobre un eje longitudinal en direccin Este-Oeste, reuna la vida social, poltica, e incluso comercial a medida que se desarrollaba la ciudad Israel. El culto se haca desde su exterior ya que el interior se reservaba al rey y sacerdotes. A la muerte de Salomn se formaron dos reinos, Israel al norte, pronto conquistado por los asirios, y Jud, al sur, con capital en Jerusaln, que se mantuvo independiente. Simultneamente, numerosos profetas desarrollaron una importante labor de instauracin del judasmo. Predicaban la obediencia a la ley tratando de imponer unas exigencias morales mnimas. En el siglo VI a.C. Nabucodonosor, soberano de Babilonia, invadi Jerusaln destruyendo el templo y deportando su poblacin. La cautividad de Babilonia marc el fin de la independencia poltica del antiguo Israel, hasta el 539 a.C., cuando el fundador del Imperio Persa, Ciro II el Grande, conquist Babilonia y public un edicto en el que otorgaba la libertad a los judos. En el exilio se fueron asentando las bases del judasmo a partir del cumplimiento de la ley dirigida por los sacerdotes. Se cree que es entonces cuando Esdras, responsable de un importante renacimiento religioso en la poca, redact el Pentateuco a partir de la ley. Su obra fija las pautas de la religin hasta el periodo histrico de Alejandro Magno. Con el imperio de Alejandrino, Judea pas a ser una provincia ms. Bajo el nuevo imperio, y con el incremento de las oportunidades comerciales, los judos emigraron a diversas colonias repartidas por todo el mundo conocido. Esta migracin fue de tales proporciones que comenz a ser designada con el trmino Dispora. A la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.), la hegemona de la cultura y civilizacin griegas seCarlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo LA SINAGOGA EN ESPAA Universidad de Alcal 2

convirti en una amenaza para los judos. El imperio de Alejandro se dividi y Judea fue objeto de conflictos por su estratgica posicin comercial, as, fue conquistada por Siria, quienes remplazaron el judasmo por el helenismo. En 168 a.C. se ilegaliz la religin juda, lo que provoc una rebelin y termin en la derrota de los sirios. Bajo su reinado, los judos se centraron en mantener su religin pura, libre de influencias extranjeras. Los dos grupos ms importantes del momento, saduceos y fariseos, diferan entre s, tanto en los aspectos polticos como religiosos. Hubo conflictos internos por el poder que finalmente se saldaron recibiendo ayuda del Imperio Romano, el que a cambio incluy este territorio en su imperio. Durante el siglo I d.C. los conflictos religiosos aumentaron causando sangrientas batallas. Hacia el ao 70 d.C. El emperador Nern puso fin al conflicto, destruy el Templo y arras Jerusaln. La cada de Judea acrecent an ms la brecha entre judos y cristianos. Con una popularidad creciente, los cristianos lograron su reconocimiento con el emperador romano Constantino I el Grande (313) generalizndose la expansin del cristianismo y la persecucin de los judos.

1.2_Los judos en la pennsula. Ocupacin sefard. 1.2.1_Primeros asentamientosExisten distintas hiptesis de cmo llegaron los judos a la pennsula. Una de ellas afirma que llegaron en expediciones martimas hacia las costas peninsulares en poca de Salomn junto con las fenicias de Hiram por motivos comerciales. Otra tradicin afirma que su llegada tuvo lugar tras la destruccin de Jerusaln por Nabucodonosor el ao 587 a.C. en calidad de refugiados, apoyndose all en sus predecesores mercaderes que haban asentados sus bases durante el comercio fenicio. Si bien, todo ello es posible, aunque no existe documentacin que lo pruebe. Es ms aceptada la idea de que los primeros asentamientos judos en la Pennsula Ibrica tuvieron lugar tras la destruccin de Jerusaln por Tito el ao 70. La guerra contra Roma y la desaparicin del Templo abrieron la gran Dispora hebrea por el Mediterrneo que pudo alcanzar Hispania en el siglo I.

1.2.2_La Hispania romanaLos judos eran trabajadores a su servicio o incluso esclavos y con el tiempo fueron medrando poco a poco en las ricas ciudades comerciales de la costa. La importancia de las comunidades judas era tal en el siglo IV que el Concilio de Elbira (Granada), se pronuncia en algunos de sus cnones contra ellos. Es la primera vez que la Iglesia se preocupa por el peligro que los judos representan para los nuevos cristianos que, con la convivencia, pueden judaizar. Al mismo tiempo haban participado en la vida poltica de la ciudad con los mismos derechos que los dems habitantes, hasta que la nueva legislacin cristiana vino a romper la armona. El jefe de la comunidad juda estaba exento de las tareas que llevaba consigo un asiento en la curia o concejo municipal y desempeaba el cargo de Defensor, de alto honor y muy codiciado. Muchos ciudadanos gozaban de su patrimonio (patrocinium). Otro judo ostentaba el ttulo de Comes provinciae. Las primeras invasiones brbaras de la Pennsula supusieron notables convulsiones tanto en la sociedad hispano-romana como en la juda. Los hebreos haban ido creando una tmida explotacin agraria para subsistir, pero el enfrentamiento con la Iglesia se acentu. En Magona (Mahn) y por instigacin del obispo estallaron de repente violentas luchas callejeras entre judos y cristianos. La sinagoga fue presa de las llamas, y los intentos de huida fueron en vano. Los miembros ms distinguidos de la comunidad acabaron por rendirse, producindose as una conversin forzosa.

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1.2.3_Invasin visigodaSe produce una poca de tolerancia del poder hacia los judos. La monarqua Arriana, pese a su inestabilidad poltica, fue complaciente con sus sbditos judos. Durante esta etapa, judos y cristianos no se diferenciaban ms que por su religin. Los judos eran pequeos propietarios y se dedicaban al comercio Los judos cultivaban sus tierras por s mismos o con ayuda de esclavos. Algunos desempeaban el puesto de administradores (villici) de haciendas propiedad de cristianos. Otros se dedicaban al comercio con otros pases. Los documentos encontrados denotan que los judos habitaban sobre todo en los ncleos culturalmente avanzados: la capital, Toledo, y las regiones costeras mediterrneas. En desarrollo de los pueblos germnicos invasores, la ley y trato hacia los judos se orient al pensamiento romano. En los tribunales civiles se juzgaba a los judos segn el Derecho Romano. Sin embargo, no se les consideraba ciudadanos romanos con plenitud de derechos, pues el primer cdigo visigodo (Lex Romana Visigothorum ) por influencia cristiana haba cercenado los derechos de los judos. En este se exclua a los judos de los cargos pblicos, proscriba los matrimonios entre cristianos y judos y prohiba a stos construir sinagogas nuevas, poseer esclavos cristianos, perseguir a los judos apstatas, etc. Pero en la prctica no siempre se cumplieron estas disposiciones. En su modo de vivir los judos estaban ms cerca de los hispano-romanos que de los visigodos, pero el fanatismo religioso levantaba una barrera entre ellos. Los judos pagaban un impuesto especial y en las grandes ciudades estaban organizados en comunidades separadas El ao 589 el rey visigodo cambi su fe Arriana por la catlica romana y comenz a perseguir a los judos tal como era usual en todo el orbe catlico, y forzar su conversin cristiana. El judo que convirtiera a un cristiano sufrira pena de muerte y confiscacin de bienes. Los hijos nacidos a los judos de sus esclavas cristianas habran de ser criados y educados como cristianos. Los judos que se convirtieran al cristianismo retendran sus bienes. Ms tarde la ley se fue endureciendo para con penas desde la penitencia religiosa, los azotes, amputacin de un miembro, confiscacin de bienes y hasta la hoguera para aquellos que la incumpliesen. Pero la Iglesia no logr nunca convertir a todos los judos del pas, ya que estos mantenan su fe en secreto y no podan vigilar a todos.

1.2.4_Al-ndalusLa invasin musulmana liber a los judos de la opresin visigtica. El gobierno rabe trajo una poca de florecimiento para la judera espaola. La cultura y el poder estaban representadas por el califa Abd ar-Rahman III, quien hizo de Crdoba la capital cultural del Oeste. Fue esta una Edad de Oro para los judos; estudiaron rabe y erigieron prosperas comunidades en Sevilla, Granada y Crdoba, la capital. Bajo el Califato, los judos podan preservar sus ritos y tradiciones. La coexistencia pacfica condujo a su florecimiento econmico y social. Poco a poco comenzaron a obtener posiciones importantes en la administracin del Califato y tambin se distinguieron como hbiles artesanos. La cada del Califato condujo a la aparicin de los reinados Taifa y a la persecucin de los judos. Pese a ello, los judos eran valorados como consejeros, mdicos y polticos. Con las invasiones Almorvide y Almohade, los judos comenzaron a buscar refugio en los reinos cristianos del Norte. La Edad de Oro de Al-Andalus haba concluido.

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1.2.5_Los judos en los reinos cristianosLa poltica de favor iniciada por Alfonso VI tuvo como consecuencia la participacin de numerosos judos en la administracin del reino. Los reyes cristianos del siglo XIII fueron generalmente favorables a los judos, pero la presin de la Iglesia, que pretenda su conversin, fue tal que en 1232 se estableci en Aragn el Tribunal de la Inquisicin. En 1348, los estragos de la Peste Negra fomentan el odio antisemita y los judos son acusados falsamente de su propagacin. En adelante aument la presin sobre ellos, avivada por un ambiente de hostilidad que desemboc en las matanzas de 1391. La presin antisemita se concreta con violencia en el siglo XV. Asaltan las juderas y dan muerte a miles de judos. En 1476 se establece el Tribunal de la Inquisicin en Sevilla. Las persecuciones haban producido una oleada de conversiones forzosas. La Inquisicin actu con dureza contra estos y acentu la presin sobre los judos. Los Reyes Catlicos, ocupados en la guerra de Granada (ultimo ncleo islmico), haban aceptado la financiacin ofrecida por el Contador Mayor de Castilla y el Rabino Mayor del reino para sufragar los gastos de la guerra. An as el 31 de marzo de 1492 se firma el Edicto de expulsin.. La poltica real basada en la unidad dinstica, el poder real y la unidad religiosa se apoy en la inquisicin para conseguir la conversin de los judos. Todos aquellos que no aceptasen el bautismo deberan abandonar Espaa en el plazo de 4 meses dejando todos sus bienes. Unos 100.000 judos abandonaron Espaa. Se distribuyeron principalmente por Grecia, Palestina, Egipto y Norte de frica.

1.3_Cultura y religin 1.3.1_Expresin arquitectnicaDebido a un general rechazo social (en poca medieval especialmente), la comunidad juda conviva en barrios propios, las juderas. Caractersticas de estas son las estrechas callejuelas que las componen, algunas de ellas sin salidas (los adarves).Una de las juderas ms importantes fue la de Crdoba. La sinagoga es y ha sido el lugar de culto. All la comunidad juda se reuna para las oraciones diarias y especialmente la del sbado. La arquitectura de las sinagogas es muy diversa, se ha adaptado a las zonas y barrios donde se edificaron, y a los estilos dominantes en cada momento. Generalmente son discretas y de tamao reducido, su estructura constructiva se detallar mas adelante, pero de momento destacar dos espacios singulares: en el centro se sita el Arca donde se colocan copias de la Tor, y las tribunas en la parte superior dirigidas a la separacin de mujeres y hombres. La decoracin interior de atauriques con arcos polilobulados e inscripciones hebraicas en los muros demuestra una preocupacin estilstica y un desarrollo artstico ligado al estilo islmico en especial. Esta estrecha relacin pudo deberse a la tolerancia del pueblo musulmn hacia el judo.

1.3.2_Sabidura judaLa prosperidad de la que haban disfrutado los judos bajo el Califato Cordobs y la influencia de la cultura rabe sobre ellos, les haba permitido destacarse como hombres de ciencia y como figuras literarias, pero especialmente como mdicos. El contacto abierto con el Oriente y el Occidente produjo un tipo de judo con conocimientos amplios y que poda ser simultneamente poeta, medico, cientfico y filsofo.

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Toledo fue crisol de tres culturas y tres religiones: cristiana, musulmana y juda. A partir de 1125 se pone en funcionamiento la llamada Escuela de Traductores que contar con importantes intelectuales judos. stos traducirn el rabe al romance y luego los clrigos harn la versin latina. En la Escuela de Traductores se produjo el encuentro entre la cultura clsica y el pensamiento cristiano. La cima del pensamiento judo de todas las pocas fue la figura cordobesa de Rabbi Moshe ben Maimon, Maimnides (el Rambam). Tambin fue el autor de los famosos Trece artculos de fe, y un experto mdico.

1.3.3_Religin y costumbresPara un judo, el ritual religioso comienza casi con el nacimiento: a los ocho das el nio es circuncidado segn el pacto establecido entre Ha-Shem y Abraham. A los trece aos, el muchacho celebra en la sinagoga su Bar-Mitzb, ceremonia por la que es admitido como miembro de la comunidad con sus derechos y obligaciones. Las nias celebran una ceremonia a los doce aos pero de carcter privado (Bat-Mitzb). Otra fiesta religiosa importante es sin duda el matrimonio, que consta de dos partes: el nissm o ceremonia y la Ketub o contrato. La sinagoga no es slo casa de oracin, sino tambin centro de instruccin, ya que en ellas suelen funcionar las escuelas talmdicas. En las ceremonias se lee la Tor y el oficio est dirigido por los rabinos ayudados por el cohen. Las fiestas tienen gran importancia para los hebreos y conservan una significacin religiosa. El Rosh ha Shan (da de Ao Nuevo, en otoo) el Yom Kipur (da del Perdn), Hanuk (festival de la luz), o la ms importante el Pesah o Pascua. En ella se recuerda la salida de los hebreos de Egipto mandados por Moiss. Objetos de uso ritual son el candelabro de 7 brazos (empleado en el Hanuk), el shofar (cuerno que se hace sonar en el Rosh ha Shan), o la estrella de David smbolo del judasmo. La comida juda sigue un complicado ritual. En la Tor se especifica cules son los animales puros o impuros, los que no se deben comer, como la liebre o el cerdo. La prohibicin de comer sangre obliga a desangrar a los animales en la carnicera y tambin est prohibido mezclar la carne con la leche.

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2_TIPOLOGAS URBANAS EN EL JUDAISMO_2.1_La primera juderaEsencialmente, la tipologa urbana de la judera se puede considerar como el resultado de una exclusin social, principalmente por parte de la Iglesia catlica. La primera referencia de este hecho que contemplamos es la bula cum nimis absurdum dictada por el papa Pablo IV el 18 de Julio de 1555. Hasta la fecha los asentamientos urbanos judos se haban caracterizaban por una dualidad. En algunas ciudades estaban dispersos, y en otros organizados en un barrio concreto. Era comn encontrar la figura del judo en un barrio concreto, y la tipologa de vivienda sola contener un comercio en la planta de calle, debido a su ocupacin profesional mayoritaria, el comercio. As mismo, tampoco era extrao encontrar espacios de reunin colectiva. O incluso algunos de estos judos enriquecidos no dudaban en hacer gala de su poder en sus viviendas, aunque nunca hacan ostentacin de ellas por conveniencia social o por su costumbre discreta. Pero volvamos al punto de inflexin. El Papa Pablo IV, acosado por una fuerte demanda de los cristianos en Roma movidos tal vez por envidias y por miedo a sus relaciones con los protestantes, acept e implant una nueva forma de exclusin. Al cercar a los judos en un barrio concreto, se lograba controlar su principal fuente de ingresos, el comercio, y dicho sea de paso se lograba un mayor control de sus actividades. La bula tambin inclua elementos xenfobos y distintivos que incrementaron su escisin de la sociedad cristiana, tales como el despojo de sus propiedades, la obligacin a llevar una seal distintiva que consisti sombreros amarillos para los hombres y velos o mantones para las mujeres. El texto remarc a su vez que desde que los judos haban matado a Cristo, slo estaban en condiciones de ser esclavos. Quizs la frase que mejor resuma la bula es uno de sus preceptos, el sptimo: Y no presumirn de ninguna manera, ni jugarn, comern o fraternizarn con Cristianos. Es as como surgi la primera judera propiamente dicha en Roma.

El Papa Pablo IV en 1555

La judera de Roma adquiri la categora de gueto. Sus inquilinos rondaban los 4000 y se encontraron hacinados en un recinto de forma trapezoidal con permetro de 500 metros situado al ro Tber y al teatro de Marcelo. Como distincin se cre un elemento arquitectnico que alzaron los propios judos, como defensa contra posibles ataques cristianos, como es la muralla o las tres puertas que daban acceso al recinto. En su interior no haba prcticamente ningn edificio notable. En cuanto a la estructura urbana, se organiz en torno a una nica plaza, de la que salan las tres calles que llevaron a las puertas. Se cre tambin unos espacios tipolgicos muy comunes formados por las antiguas iglesias que quedaron dentro de la judera que fueron desconsagradas y demolidas, convirtindose rpido en espacios abandonados e insalubres, debido a la imposibilidad de sacar los desechos fuera de la judera.

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2.2_Expansin y caractersticas del entorno urbanoEsta nueva tipologa urbana no se estableci nicamente en Roma, sino que la red de juderas se expandi por Europa en pocos aos transformando las ciudades. El proceso de creacin sola obedecer una serie de pasos, en los que se tomaba una forma urbana concreta, generalmente de los suburbios. Como segundo paso se demolan los objetos urbanos intiles para el nuevo gueto, generalmente edificios cristianos o sedes de la nobleza local. Con estas demoliciones, que ya vimos anteriormente su prctica en Roma, dan lugar a nuevos espacios que los judos aprovecharn de diversas formas, desde nuevas plazas comerciales hasta zonas de reunin, pasando por las escombreras vistas anteriormente. Por ltimo, en los espacios sin red urbana predefinida, establecan nuevas calles adecundose a sus necesidades de reunin y comercio. Esta nueva estructura urbana sola constar de calles estrechas y con una tipologa urbana concreta.

Casa de Samuel Lev en Toledo

Por lo general las casas constaban de varios espacios que se organizaban de ms pblico a ms privado, herederos de la tradicin que un da contemplaron los egipcios. En la fachada orientada a la calle era comn encontrar la dependencia comercial que daba sustento a los habitantes de la vivienda, o un taller de artesana. Si nos vamos adentrando, observaremos un patio que comunica todas las dependencias de la casa, sin necesidad de pasillos. Por norma general no superaban las dos alturas y se pueden clasificar desde un punto de vista socioeconmico. Por un lado tendremos las casas seoriales, las casas de poblacin burguesa de clase media, las casas de nueva construccin (cuya estructura interna y externa imita la de las casas antiguas), y las casas modestas con abundantes problemas de conservacin, incluso en los aos prximos a su construccin. Esta clasificacin evidencia las desigualdades sociales y de renta que se generaban incluso entre una misma comunidad, aunque dentro de la propia judera no es comn encontrar una divisin de nivel econmico por barrios. En Europa las principales juderas se desarrollaron en diversas ciudades, y adaptaron la nomenclatura del lugar. As, podemos encontrar: -La Juddenplatz en Viena, donde los judos se organizaron en torno a una plaza que tomaron como eje de sus interacciones sociales y comerciales. En sus alrededores se asentaron las zonas residenciales, pero no tenan una delimitacin urbana concreta. Ms que un barrio, se podra hablar de una plaza juda. -El Josefov en Praga, uno de los ms tempranos asentamientos urbanos judos de la Europa medieval. En l se evidenci un abismo entre clases altas y bajas de la judera, siendo las primeras las que poco a poco tomaron el control de la ciudad, hasta que el judo Mordecai Maisel lleg a alcalde. -Old Jewry en Londres, se convirti en la primera judera desmantelada por la expulsin de los judos en Inglaterra en 1290. En la actualidad es, curiosamente, el principal centro financiero del Reino Unido. -Otros asentamientos judos eran comunes en ciudades como Venecia, Stuttgart, Colonia, Frankfurt, o incluso Estambul con su famoso barrio judo de Balat.

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2.3_Las juderas en EspaaLa tradicin cristiana en la pennsula ibrica condicion los hbitos de vida de la comunidad sefard. Llamados a una discrecin absoluta debido a los tribunales de la santa inquisicin, los judos desarrollaron su actividad urbana en un cierto marco de ostracismo ante la sociedad cristiana. Y este hecho se ve reflejado en las principales juderas del pas, como las de Alcal de Henares, vila, Barcelona, Besal, Cceres, Calahorra, Crdoba, Estella, Gerona, Hervs, Jan, Len, Monforte de Lemos, Oviedo, Palma, Plasencia, Ribadavia, Segovia, Tarazona, Toledo, Tortosa y Tudela. Como elemento nuevo, aparece una tipologa de

Las juderas en Espaa estn dispersas

judera en Catalua, los calls. stos surgen como resultado de unas caractersticas urbanas propias del noreste de Espaa, como es la orografa del terreno, o las abundantes relaciones comerciales con el mediterrneo. Los calls se caracterizaban por una red urbana de calles largas y estrechas, y unas viviendas de ms de dos plantas, como se puede observar en la Judera de Barcelona, prxima al barrio gtico. Las zonas comerciales tambin cambiaron de ubicacin y se acercaron a la zona portuaria de las ciudades costeras.

2.4_ Estudio de un espacio urbano. La judera de Crdoba.Como estudio de un entorno urbano concreto dentro de la red de juderas espaolas, trataremos la de crdoba, desde varios ngulos distintos. Su delimitacin espacial responde a un criterio bsico y diferenciador, que es el hecho de haber sido durante ms de cinco siglos un barrio homogneo en cuanto a cultura y sociedad.

2.4.1_Estructura urbana externaLas calles se caracterizan por ser sinuosas y estrechas debido a razones defensivas, de proteccin (debido a la existencia de numerosos delincuentes y saqueadores en la Crdoba Califal), climticas (debido a sus altas temperaturas estivales) o de tipo social, al considerarse la calle como una prolongacin de las viviendas en los barrios ms populares. En cuanto a la disposicin de las calles, siguiendo el modo islmico, la judera presenta dos calles transversales por un lado, que comunican las entradas ms importantes (Puerta de Almodvar y calle Deanes). De estas calles arrancaban otras ms estrechas, que en algunos casos estaban cortadas en su parte alta por cobertizos que unan los segundos pisos de las casas situadas a ambos lados de la calle. Estas tipologas tienen origen en la poca islmica, ya que debido a la imposibilidad de ampliar las casas, se prolongaban sus pisos altos sobre la calle, con el vuelo de las fachadas o la continuacin de las fachadas. Los arquillos en el primer caso eran comunes, tenan funcin de cierre y sostenan muros poco consistentes.

Mapa de la judera de Crdoba

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Podemos encontrar a su vez en la pared de algunas calles unas entradas semicirculares de alrededor de medio metro de dimetro, que servan para facilitar el trnsito de carros. stos entrantes, junto con los salientes de las fachadas, eran comunes en las calles que hacen que su estructura nunca se uniforme. Las calles se agrupaban formando manzanas de formas irregulares. Los nombres de las calles reflejan la existencia de las tres culturas. El frecuente y caprichoso ensanchamiento o el cambio de direccin de una calle formaban plazoletas, con funcin comercial en la poca califal. Por ejemplo, la Plaza de Maimnides, donde era frecuente la venta de bulas, constituye el corazn de la judera. Con forma de trapecio y pavimento de cantos rodados, la plaza sirve de ejemplo para comprobar la desigualdad existente en las diversas zonas de la judera.

2.4.2_Estructura urbana internaLas casas de la judera presentan una estructura y distribucin idnticas a las de las zonas cristianas o musulmanas. Los muros exteriores cuentan con paredes pulcramente encaladas que no suelen tener formas rectas. En la planta baja abundan las ventanas con postigos, y en la alta los balcones con verjas voladas de hierro. Las puertas tambin cuentan con postigos de madera. De los 137 edificios de la judera, 60 tienen un patio, 30 dos o ms patios y 40 carecen de l, pero 28 se dedican exclusivamente al comercio o edificios oficiales. En los patios predominan las formas rectangulares y cuadradas. La vida en la casa transcurre en torno al patio, que adquiere una gran importancia social. Aparecen elementos como el zagun, un ancho y corto pasillo cubierto entre la puerta de acceso a la casa y el patio, que tena una funcin parecida al nrtex de las iglesias cristianas, de transicin. La distribucin de espacios tiene unos rasgos comunes, como el dormitorio principal alejado de la puerta de acceso a la casa, habitaciones articuladas en torno a pasillos, y cuartos de aseo junto a la cocina. Los tabiques son gruesos, y hay una abundancia de azoteas que se explican por razones climticas. Los tejados son a dos aguas.

Casa tipo en la judera

2.4.3_Estructura socialEs difcil establecer si existe en la sociedad juda cordobesa una mentalidad de barrio. Por un lado, la judera se puede considerar la esencia de la realidad urbana juda, un espacio que ellos mismos adaptan y modifican, y que sienten suyo propio. Pero por otro lado, se puede considerar a la judera como una asociacin basada en la supervivencia, mantenida por pura inercia, donde la estructura de barrio depende de otras estructuras superiores. Lo que s parece claro es que la judera contaba con graves problemas sociolgicos, debido a la nula participacin de sus habitantes en la vida poltica de Crdoba.

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3_ARQUITECTURA DE LA SINAGOGA_Determinar de forma historiogrfica las caractersticas arquitectnicas y constructivas de la sinagoga o templo judo no resulta en modo alguno una tarea sencilla, puesto que debido a la historia y circunstancias del pueblo judo y al propio carcter de la religin, no se desarroll un estilo arquitectnico para sus sinagogas que pudiramos considerar como propio, a diferencia de las otras dos religiones monotestas.

3.1_ Orgenes primitivos. Narraciones del xodo.El judasmo es, como ya se ha visto, la ms antigua de las religiones monotestas. Los nicos documentos escritos existentes sobre sus primeros tiempos son los reunidos en el Pentateuco, los cinco libros de la Tor: Gnesis, xodo, Levtico, Nmeros y Deuteronomio. La primera mencin al templo judo la encontramos por tanto en el libro del xodo, captulos 25 a 27, en los que se describe la cabaa votiva que Yahv ordena construir a su pueblo elegido.

Tomando por real la migracin de los judos desde Egipto hasta Canan, el primer tabernculo, que podemos considerar una suerte de sinagoga, es el producto cultural de un pueblo migratorio; una comunidad en desplazamiento que crea un santuario mvil en el que ponen lo mejor de sus riquezas. En esta primera manifestacin empieza a ponerse en claro la organizacin del espacio del templo judo en torno a sus objetos de culto. En efecto, la cabaa se concibe para albergar el arca de la alianza, cuya elaboracin es tambin descrita profusamente en xodo 25, 1-22, as como otros elementos del culto: el servicio ritual de oro (xodo 25, 23-30) y el candelabro ritual de siete brazos (xodo 25, 31-40). Igualmente, como muestran los diagramas, tambin se establece la proporcin que rige el conjunto, definiendo una especialidad determinada por los elementos del culto. As pues, como vemos, desde su primera manifestacin, el espacio de la sinagoga viene formulado en funcin de albergar unos determinados elementos en su interior. Esto nos llevar, por supuesto, al problema de no encontrar una tipologa arquitectnica propia de la sinagoga, para la que se presentaran diferentes soluciones a dicha necesidad de acoger. Incluso una casa privada podra ejercer de sinagoga si surga la necesidad.

3.2_ El templo de Salomn. La sinagoga en el antiguo Israel. Imperio Romano y Dispora.La primera construccin religiosa permanente juda fue el templo de Salomn, en Jerusaln. Se concibe igualmente como un receptculo para albergar el Arca, guiado por el sentido de una rgida proporcin. Su realizacin constructiva se describe con precisin y se puede sintetizar en la planimetra siguiente.

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Planta y seccin longitudinal del Templo Sus dimensiones originales eran relativamente reducidas (60 x 20 x 30 codos); el pueblo realizaba el culto en el exterior y al templo slo accedan el rey y los sacerdotes. Cuanto ms elevada la posicin en la escala religiosa, ms posible era acercarse al sanctasanctorum. Exterior Vestbulo (Mesam) Sala (Hajal) Sanctasanctorum (Pemir) El templo fue ampliado magramente en los tiempos del rey asmoneo Herodes I el Grande, monarca de Judea, Galilea, Samara e Idumea desde el ao 40 A.C., en calidad de vasallo de Roma. La superficie del templo aument hasta ocupar una explanada de unos 500 x 300 metros. Se gener una estructura de patios sucesivos que mantenan la idea de accesibilidad restringida en diferentes niveles. Estos patios tuvieron tambin la singularidad de acoger de forma arquitectnicamente clara el conjunto de actos propios de la vida cotidiana juda, articulados en torno al culto participativo. As, el gran templo era mucho ms que una caja santuario hermtica al exterior: era un centro sociocultural donde se llevaban a cabo enseanzas regulares, festividades y vida comn en general, actuando como nexo de unin de los judos, tanto los de Jerusaln como los de las aldeas ms o menos alejadas. Como nos recuerda el episodio evanglico, tambin era un centro de comercio. ste fue, en efecto, el Templo que conoci Jesucristo y en el cual se desarrollaron eventos como la discusin con los escribas. Por precepto de la religin mosaica slo existe, en todos sus territorios, un santuario que reciba el calificativo de templo. En cuanto a las sinagogas, cada poblacin tena una por lo menos, de tamao acorde a la poblacin. Las primeras sinagogas parecen datar del deportamiento de los judos a Babilonia. En cualquier caso, centrndonos en tiempos ms documentados, las sinagogas tenan la particularidad de ser centros comunales que aglutinaban la oracin y el culto, la enseanza y la vida colectiva. Encontramos excelentes ejemplos de este modelo social en las Escrituras, de las cuales, si bien no se puede afirmar la exactitud historiogrfica, s pueden extraerse ideas generales sobre cultura y sociedad. Pronto se establece la lectura pblica de la Tor como elemento central del culto. Igualmente, se definiran ms por su contenido que por su tipologa arquitectnica. Los datos sobre estos recintos en poca temprana son escasos; en todo caso, se puede distinguir una sala comn con bancos corridos donde se verificaba la lectura y un recinto al aire libre o patio como lugar de abluciones rituales y vida comunitaria. Las sinagogas alojaban tambin las funciones escolares, que solan llevarse a cabo de forma integrada con el culto.

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3.3_ La dispora en Europa.El hecho definitivo que lleva al inicio de la configuracin de la sinagoga en la Edad Media europea es la dispora del pueblo judo. Se produjo especialmente en dos momentos durante el dominio romano, tras dos revueltas brutalmente sofocadas. Estos acontecimientos se produjeron en los aos 70 y 135 d.C., con la destruccin del Templo. Desde entonces los judos se dispersaron por todo el Imperio Romano y despus por todo el mundo. Los judos expatriados siguieron considerando el Templo de Jerusaln como el centro de su cultura y religin, pese a haber sido destruido. Por esta razn, una caracterstica comn y constante de las sinagogas es que tienen orientado el eje de la hornacina de la Tor hacia Jerusaln. Para la Edad Media, se haban definido dos grupos culturales entre los judos de la dispora: asquenazes y sefardes. Los asquenazes eran los judos asentados en el norte, centro y este de Europa, especialmente en Alemania, Polonia y Rusia. Los sefardes estaban asentados en la Pennsula Ibrica; el contacto con la cultura andalus los convirti en los ms refinados y cultos entre los judos de la dispora. Su vinculacin con el estilo mudjar sera clave para la arquitectura de sinagogas en toda Europa. Durante la Edad Media, segn el momento y el lugar, los judos fueron objeto de persecucin y acoso, ms o menos intensos, debido a su condicin de comunidad cerrada y ajena al cristianismo, una suerte de eternos extranjeros, y, en parte, a su papel de banqueros y comerciantes, con el consiguiente rencor que su riqueza generaba. Esto desembocaba, evidentemente, en que las relativamente minoritarias comunidades judas no pudieran ni necesitaran construir grandes sinagogas monumentales, lo que seguramente les podra haber llevado a desarrollar un estilo propio; en los casos ms frecuentes tendan a la discrecin. As, cuando las comunidades judas medievales realizaban obras de riqueza y envergadura era siempre por la especial vinculacin de uno de sus miembros con la realeza, cosa por otra parte frecuente, ya que no era extrao que los judos, bien formados, industriosos y ricos, ocuparan los puestos de tesorero o consejero real. No debe minusvalorarse el papel de los consejeros y ministros judos en el proceso de empoderamiento de los monarquas. Con frecuencia no era sino un permiso real especial lo que permita que las sinagogas se erigieran como edificios singulares. Como veremos, la Pennsula Ibrica fue un escenario especialmente destacado en la asociacin de los judos y la realeza. En el periodo central de la Edad Media hispana y lejos de las regiones fronterizas, se dio una coexistencia ms o menos pacfica de las tres culturas. Los judos formaron importantes comunidades en las principales ciudades hispanas, tanto por su extensin como por su riqueza y papel cultural. Ejemplo de ello es la Escuela de Traductores de Toledo.

3.4_ La sinagoga como espacio arquitectnico. Formalizacin idealUna vez hechas estas aclaraciones sobre las circunstancias de construccin de las sinagogas, volvamos a la anteriormente citada divisin cultural entre asquenazes y sefardes en Europa, y pasemos a analizar las caractersticas generales, arquitectnicas y constructivas, de las sinagogas europeas. En principio, todas las sinagogas tienen o deberan tener una serie de elementos comunes. El componente principal de estos templos no es un altar, sino el estrado elevado para predicar (bimah o almenar), situado en el centro, con dos asientos, para el rabino y el chantre, desde el se lee la Tor. La sinagoga se orienta a Jerusaln, como ya hemos visto, y en su cabecera se sita un armario o nicho para guardar los rollos de la Tor, que es unipartito en las salas asquenazes y tripartito en las salas sefardes.Carlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo

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As pues, desde el punto de vista de la composicin arquitectnica ideal, la sinagoga plantea el problema de conjugar un espacio definido por un elemento longitudinal y otro central, asociar un eje y un foco de atencin. Tambin podra verse como la sntesis geomtrica de un rectngulo y un cuadrado o un crculo.

El diagrama superior muestra los conflictos formales en planta de los elementos principales de una sinagoga: un elemento axial y otro central. A la derecha, vemos la solucin ms frecuente: el espacio entre el nicho de la Tor y el almenar se convierte en un pasillo ceremonial en el que se realiza la presentacin de los textos sagrados. Ya se ha sealado que, desde antiguo, las sinagogas fueron no solamente espacios de culto, sino centros de la vida social cotidiana de las comunidades. Por ello la sinagoga suele estar unida a algn tipo de centro comunitario. En el caso, ms frecuente, de que la comunidad juda de la dispora no pudiera proceder a la construccin de un edificio especialmente diseado como sinagoga, estas funciones se llevaran a cabo en una casa particular, distribuyndose el culto y las funciones educativas en diferentes estancias. Si se daba la posibilidad de construir una sinagoga formal, era comn que dicho recinto pblico se articulase en una serie de salas en torno a un patio con una pila para abluciones rituales. Tambin era frecuente en estos casos disponer de instalaciones en el stano para el bao ritual por inmersin de las mujeres. Por ltimo, como gran rasgo arquitectnico debemos sealar la divisin espacial que la ley religiosa juda exiga entre mujeres y hombre, siendo sta tal que los hombres no pudieran establecer contacto visual con las mujeres. La solucin tipo para ello era disponer un estrado elevado para ellas. Las caractersticas espaciales bsicas de las sinagogas pueden sintetizarse en: - doble o triple altura - iluminacin por altas ventanas - composicin que conjuga un elemento central con otro longitudinal - espacio interior-exterior

Diagrama de una sinagoga tipoCarlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo

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3.5_ Realizacin constructiva. Mudjar toledano. Formalizacin material.Establecida la forma arquitectnica tipo en sus aspectos morfolgico y funcional, queda por tratar la resolucin constructiva de la sinagoga, sus elementos constructivos y estilos. Resulta innegable que en la construccin europea de sinagogas el peso del mundo sefard es determinante. Esto se debe a que, a la hora de elegir el aspecto de sus templos, los burgueses judos europeos de todas las pocas volvieron sus ojos a Sefarad, ya que fue en la Pennsula Ibrica donde, por su vinculacin con Al Andalus, los judos expatriados alcanzaron mayor grado de cultura, refinamiento y prosperidad, de modo que sta es considerada una edad de oro por los judos europeos. Como consecuencia, encontramos por toda Europa el estilo propio de las sinagogas hispanas: el mudjar. Los judos sefardes, en su condicin de pueblo expatriado y de comunidad minoritaria frecuentemente recelada, careca de un estilo arquitectnico propio. Adems, por tradicin desempeaban profesiones como banquero, comerciante u orfebre, no arquitecto ni constructor. En la poca de mayor construccin de sinagogas de la Sinagoga de Crdoba a la Sinagoga del Trnsito la influencia andalus y mudjar es enorme en todos los territorios hispanos. Hasta los reyes cristianos sienten admiracin por este estilo, como qued demostrado en un amplio periodo de tiempo, desde la toma de Toledo hasta la de Granada. Adems, un hecho de gran relevancia es que las profesiones relacionadas con la construccin y decoracin de edificios estaban tradicionalmente asociadas a la poblacin musulmana. La habilidad de albailes, yeseros y carpinteros moriscos fue el mejor valedor del estilo mudjar, que los judos adoptaron para sus sinagogas. Se trata de responder a la pregunta de por qu el estilo mudjar se confirma como propio de la sinagoga espaola, cuya pregunta puede ampliarse teniendo en cuenta las construcciones de la misma poca y lugar. Podemos hablar de Toledo como foco de creacin y difusin de este estilo. Su conquista en 1085 supuso para los castellanos la primera ocasin de conocer una verdadera ciudad islmica. En este contexto, en el que convivan en la ciudad musulmanes, judos y mozrabes con los nuevos repobladores castellanos, el mudjar se fortalecer como el estilo aglutinante de la esencia cultural hispnica medieval. Dos puntos sintetizan las principales razones por las cuales el mudjar se sita como realizacin material de la sinagoga: - Utilizacin en la poca de dicho estilo como representativo de la cultura hispnica a nivel civil y popular. Si bien las grandes catedrales que expresaban el poder de la Iglesia eran gticas, los edificios residenciales (casas, palacios) y los centros de culto popular (parroquias, sinagogas) eran mudjares. - Por tradicin, los profesionales ms hbiles de la construccin eran musulmanes, de modo que sus tipos arquitectnicos son los ms realizados (aparejo de ladrillo, carpintera de armar) Este ser, pues, el estilo que adoptarn palacios, parroquias y sinagogas. Sus caractersticas principales son: - Aparejo de mampostera encintada en exteriores - Reiterada repeticin de determinadas organizaciones decorativas de ladrillo - Combinacin de sistemas de arco de herradura y lobulado, arcos entrecruzadosCarlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo LA SINAGOGA EN ESPAA Universidad de Alcal 15

- Decoracin de yeseras en los interiores, con motivos geomtricos, vegetales y caligrficos. Islam y judasmo coinciden, como vemos, en limitar la decoracin a estos motivos, proscribiendo la figura humana. - Cubiertas de carpintera de armar - Riqueza de los temas vegetales que adornan la viguera de techumbres y aleros Resulta un hecho llamativo que tambin en estas expresiones del mudjar propias de las sinagogas aparezcan rasgos y elementos artsticos pertenecientes a las culturas almorvide y almohade como el aparejo geomtrico de ladrillo que generan los dibujos de sebka a pesar de que ninguno de estos movimientos musulmanes consigui tomar Toledo de nuevo. La explicacin de este fenmeno sera la siguiente: durante los periodos almorvide y almohade, caracterizados por el fanatismo islmico y la intolerancia, grandes grupos de cristianos, acaudillados por sus sacerdotes y obispos, haban emigrado hacia el norte, a la Meseta Central, trayendo consigo estos estilos. A modo de suma y sntesis, y de conclusin, diremos que la sinagoga es el producto cultural y arquitectnico de un pueblo autodefinido por su religin (vinculacin ancestral de la religin) y siempre en un cierto estado de movimiento, un edificio configurado para albergar en su interior los smbolos de una fe. No deja de ser una relacin singular la analoga entre el edificio que contiene los objetos de fe en recuerdo de aquel Templo de Jerusaln que, a modo de gran contenedor, albergaba el Arca de la Alianza, a su vez receptculo del don ms sagrado de Yahv. La naturaleza de la sinagoga es una sucesin de contenedores que, uno tras otro, en recorrido inicitico, llevan hasta el mismo corazn de la fe. Este fue un concepto universal para los judos dispersos, que llevaron consigo a todas partes su fe, sus ideas y sus objetos de culto, persecucin tras persecucin. El concepto de la sinagoga se realizaba de forma adaptada al entorno; y la sinagoga mudjar espaola es, entre todas, una muestra de excelente adecuacin; y recuerdo de una poca fructfera en lo cultural y de repercusiones en todo el mundo, una poca que los judos de todas partes rememoran como su era dorada.

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4_LA SINAGOGA EN ESPAA4.1_ Introduccin historiogrficaLas sinagogas constituyen sin duda el legado ms espectacular de la cultura material de Sefarad. La comunidad hebrea, al no haber ostentado el poder poltico en ningn momento en la Pennsula, a diferencia de cristianos y musulmanes, ha imposibilitado la existencia de construcciones comparables a las realizadas por aquellos. De la misma forma que no podemos hablar de importantes edificios cristianos realizados bajo el poder andalus ni de mezquitas de especial inters arquitectnico erigidas en territorio cristiano, no podemos presentar ms que unos pocos ejemplos conservados de destacadas construcciones religiosas sefardes. Otro tema es que edificios musulmanes, como la mtica mezquita cordobesa, por ejemplo, o cristianos, (recurdese la arquitectura hispanovisigoda y casos destacados como el de Santa Mara de Melque), hayan podido pervivir gracias a su reutilizacin bajo un poder distinto al que los vio nacer. A lo largo de la Edad Media fue frecuente la existencia de una rigurosa normativa que limitaba al mximo todos los aspectos de la arquitectura realizada por las comunidades religiosas minoritarias. A pesar de todo ello hemos conservado dos de las sinagogas ms importantes de Sefarad, como son las toledanas de Santa Mara la Blanca y del Trnsito, incluyendo otras como la sinagoga de Crdoba o la de Segovia.

4.2_ Sinagoga de CrdobaLa sinagoga est compuesta por un pequeo patio y un vestbulo rectangular, que a su vez dan paso a la sala de oracin (6,95 m x 6,37 m) por su flanco meridional. En sus cuatro paramentos se disponen frisos de yesera decorativa, muy deteriorados, en los que se observan motivos geomtricos, vegetales y epigrficos, al igual que en los palacios nazares del momento. En el Muro Sur encontramos un fragmento del libro de los proverbios, y en los listones que enmarcan las puertas hay fragmentos del salmo 122. En los En el Muro Norte encontramos versos muy completos del verso 4 del cantar de los cantares. En el muro oriental, junto a los restos de lo que fuera el acceso al nicho donde se hallaba el arca con los textos sagrados de la ley juda o Tor, se conserva la lpida fundacional de la sinagoga, en la que se dice en caracteres hebreos que fue construida por Isaac Moheb en el ao de 5075, segn el calendario judo, o lo que es lo mismo entre los aos de 1314 y 1315 de la era cristiana. En el muro sur del oratorio se conservan, en alto, los tres vanos que abren al matroneum o galera destinada para las mujeres. En el paramento occidental un arco polilobulado da paso a un pequeo nicho, posible ubicacin de la bimah, pequeo estrado desde donde se realizara la lectura de los textos sagrados. Reconvertida en ermita de San Crispn y San Crispiniano en el siglo XVI, en el siguiente sufri una intervencin muy importante (introduccin de una bveda de can, cambio de su acceso primitivo, etc.), lo que explica la destruccin de sus decoraciones y epgrafes, y el mal estado en que se encontraba en 1884 cuando fue redescubierta

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4.3_ Sinagoga de SegoviaPoco es lo que se conserva de la antigua Sinagoga Mayor de Segovia, ya que se destruy por un incendio en 1899. Aunque su reconstruccin ha respetado en gran medida su articulacin primitiva, esta es bien conocida gracias a las fotografas y descripciones realizadas con anterioridad a tal suceso. Cuenta con tres naves separadas por dos arqueras de cinco grandes arcos de herradura, que apeaban sobre capiteles de yeso decorados con volutas y pias, similares a los que hoy vemos en la sinagoga toledana de Santa Mara la Blanca. Dichas arqueras se remataban superiormente por galeras de 26 arquillos ciegos, de perfil de herradura unos, alternados con otros pentalobulado. Poco se puede decir de la parte principal de la sinagoga, donde se custodiaban los rollos de la Tor, pues la zona de la cabecera fue transformada en el siglo XVII al introducirse un presbiterio clasicista de planta de cruz griega rematado con una cpula. No se conservan documentos que puedan ayudarnos a su datacin, si bien todo hace pensar que fue construida en el siglo XIV atendiendo a sus elementos decorativos. Se sabe que fue consagrada en parroquia antes de la expulsin. Aparece citada como sinagoga por ltima vez en 1410, en 1419 aparece nombrada como iglesia nueva, y en 1428 se la conoce ya bajo la advocacin del Corpus Christi.

4.4_ Sinagoga de Santa Mara la Blanca (Toledo)Se trata de la sinagoga espaola que ms inters ha suscitado entre los investigadores, ante la divergencia cronolgica que han mantenido en su datacin. De orgenes confusos se ha vinculado con diversos personajes hebreos de los siglos XII y XIII tomados de inscripciones y poemas ajenos al edificio, aunque un anlisis detallado de sus elementos decorativos aconseja retrasar su construccin a la centuria siguiente. De planta irregular oscila entre los 26 y 28 m de longitud, y los 19 y 23 m de anchura. Se articula en cinco naves, de 12,50 m de altura la central, 10 m las intermedias y 7 m las extremas. Estas estn separadas por cuatro arqueras de siete grandes vanos de herradura que apean sobre unos caractersticos capiteles de yeso, decorados con volutas y pias, que cargan a su vez sobre pilares octogonales. Sobre dichos arcos se disponen paramentos decorados con yeseras, entre las que destacan los grandes medallones de las enjutas, con variada decoracin geomtrica en su interior, y las arqueras ciegas de arcos polilobulados bajo las armaduras de madera que cubren las naves. Las reformas introducidas en su cabecera a mediados del siglo XVI por el arquitecto Covarrubias, el maltrato y abandono que sufre entre los siglos XVII y XVIII, la prdida de su policroma e inscripciones, o la radical restauracin acometida a mediados del siglo XIX, complican sobremanera el estudio de esta construccin, sin duda singular, de nuestra Edad Media.

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4.5_ Caractersticas comunesPodemos extraer unas caractersticas tipolgicas que se repiten en las sinagogas espaolas, como son la aparicin de un eje axial constituido por una nave central, y varias laterales, que culminan en un foco de atencin que a veces es resuelto por un bside o por . La columnata suele estar compuesta por arcos de herradura, y la planta del edificio se condiciona por el espacio urbano adyacente, ya que no existe una tipologa concreta, y la yesera adquiere un desarrollo especial de los motivos geomtricos adaptados de la cultura mozrabe. Los triforios se decoran con arcos polilobulados. Los techos estn formados por carpintera de armar, y el juego de luces recuerda a las baslicas paleocristianas, en los que se quedaba a oscuras la nave central pala iluminar los dos extremos en planta. La necesidad de crear un espacio aparte para que las mujeres participen en los arcos litrgicos se puede solucionar mediante un aumento de las naves laterales o unos vanos a altura superior, el matroneum. Estos temas ya han sido tratados con anterioridad, aunque ya somos capaces de diferenciarlos en ejemplos prcticos.

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5_ESTUDIO DE UN ESPACIO ARQUITECTNICO. LA SINAGOGA DEL TRNSITOCentraremos un estudio algo ms extenso en las Sinagoga del Trnsito de Toledo, por ser una de las ms bellas realizaciones en lo que a sinagogas medievales espaolas se refiere, as como por ser buen ejemplo del perfil tipo de sinagoga que se trat en apartados anteriores de este documento. Como primer paso, marcaremos una serie de objetivos a cumplir en el desarrollo del tema, asociados cada uno a una pregunta general a la que responder: - Cmo es la sinagoga? Descripcin de los rasgos arquitectnicos y artsticos encuadrndolos dentro del estilo mudjar. - Por qu se configura as? Anlisis de la respuesta dada en un plano geomtrico ideal a los requerimientos espaciales de la sinagoga. Insercin en el entorno urbano y definicin de espacios. - Por qu se construye as? Anlisis de las formas constructivas. Relacin entre forma material y funcin arquitectnica. Para explicar estos tres aspectos, fundamentales en la comprensin de un edificio como la Sinagoga del Trnsito, emplearemos una serie de medios escritos y grficos: - Breve historia y descripcin del edificio. - Planimetra constructiva. - Fotografas de espacios y detalles arquitectnicos. - Planimetra diagramtica. - Fotografas aereas y plano de emplazamiento Ya sin ms prembulos, pasamos a la discusin sobre el edificio que nos ocupa. Samuel Ha-Lev, tesorero judo del rey Pedro I de Castilla, erigi a principios de la dcada de los sesenta del siglo XIV una de las mejores sinagogas medievales conservadas en Espaa, concebida al igual que los salones palatinos de la Castilla coetnea. Bajo una espectacular armadura de madera, su sala de oracin (23 m de largo, 9,50 m de ancho, 17 m de altura) se encuentra bellamente ornamentada mediante arquillos que permiten la entrada de la luz exterior y frisos de yeseras hispanomusulmanas, policromadas y de muy rica factura, en las que predominan los motivos vegetales de gran naturalismo junto a otros geomtricos y epigrficos, todos ellos presididos por la herldica de la Corona de Castilla y de Len. Destacan por su factura los de la tribuna de mujeres (matroneum), dispuesta en alto en el flanco meridional de la sinagoga, y las que adornan el muro principal de la sala de oracin, en su lado oriental, donde se hallaban los rollos sagrados de la ley o Tor, en el tabernculo, ubicado tras los tres arquillos polilobulados que an se conservan. Flanqueando estos ltimos se disponen las inscripciones hebreas que aluden a la fundacin del edificio por Samuel Ha-Lev en el ao de 5122, segn el cmputo judo, o lo que es lo mismo entre 1361 y 1362. Tras la expulsin fue donada a la Orden de Calatrava y consagrada bajo la advocacin de Nuestra Seora del Trnsito. A continuacin, adjuntamos la planimetra constructiva de la Sinagoga del Trnsito y una serie de vistas, para aproximarnos a la comprensin del edificio.

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Seccin transversal

Planta bajaCarlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo LA SINAGOGA EN ESPAA Universidad de Alcal 21

Alzado SW

Alzado SE

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Interior de la sala de oracin. La fotografa muestra la resolucin del espacio geomtrico puro, el tratamiento de la luz y el ritmo generado por la repeticin de elementos (axialidad).

Dos de los rasgos arquitectnicos ms distintivos del edificio y del mudjar toledano: la labor ornamental de yesera y el artesonado de tonos rojizos. Ambos elementos tienen un papel importante en el tratamiento lumnico y la creacin de la atmsfera.

Vista exterior de la Sinagoga del TrnsitoCarlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo

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Una vez concluida esta aproximacin a las caractersticas formales y constructivas del edificio, podemos pasar a analizar cmo se resuelven los requerimientos espaciales de la sinagoga que se investigan en la seccin tercera del trabajo. Estudiando la Sinagoga del Trnsito, podemos sintetizar en tres los problemas arquitectnicos planteados por las condiciones del proyecto a los que se da solucin: - Insercin en el tejido urbano - Definicin de los diferentes espacios de la sinagoga, buscando la optimizacin del solar limitado e irregular disponible en la antigua judera. - Solucin del problema del matroneum o galera elevada para las mujeres Comenzaremos, pues, por identificar la Sinagoga dentro del tejido urbano de la antigua judera, emitiendo una hiptesis sobre la posible forma original del solar al que se enfrent el arquitecto.

Fotografas areas de la zona (Trnsito rodeado en rojo) e hiptesis sobre la forma del solar original.

El solar est incrustado en la judera toledana, a poca distancia del ro. Dada su forma irregular, parece plausible que proceda de un conjunto de edificaciones menores derribadas para hacer sitio a la sinagoga. El solar est determinado por el trazado de las calles. Las edificaciones que sobreviven en la esquina norte probablemente alojaran ya funciones comunitarias para los judos, y tras la construccin de la sinagoga alojaran algunas de sus actividades docentes y sociales. Dadas las condiciones de este solar, se tuvo que descartar una sinagoga axialmente orientada al este, en tanto que esto hubiera supuesto un muy mal aprovechamiento del terreno, que a efectos prcticos habra quedado completamente ocupado solo por la sala de oracin, con salas muy estrechas y poco funcionales a su alrededor.

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Por tanto, se recurre a un eje acorde a la forma del solar, con una orientacin SW-NE. Este eje rige la direccin de la sala de oracin, y permite disponer de un amplio vestbulo, dos patios (uno de ello en altura), un corredor amplio de funcin variable al NW y espacio suficiente para el matroneum.

Rojo - sala de oracin Azul - vestbulo (planta matroneum (planta primera) Amarillo - corredor Verde- patio bajo Prpura - patio alto Como ya se indic anteriormente, el grupo de casas de la esquina norte probablemente fuera integrado en las funciones de la sinagoga. baja) y

Con lo que se ha dicho hasta ahora damos por concluido esta explicacin acerca de los aspectos ms inmediatos de la insercin del edificio en su solar. Pasamos pues ahora a un tema de vital importancia en la percepcin y el funcionamiento de esta sinagoga: la resolucin del matroneum, la tarima elevada para las mujeres que la ley juda exiga, de modo que no pudiera darse el contacto visual entre ambos sexos durante las ceremonias. La seccin transversal incluida en la planimetra de la Sinagoga del Trnsito que se emplaz al principio del captulo nos adelanta ya cmo se resuelve este elemento; trataremos ahora de descifrar por qu se recurre a esta solucin y en qu aspectos resulta acertada. Cul es exactamente el problema del matroneum? Es lo primero a lo que debemos responder si queremos saber las motivaciones que llevaron a las decisiones tomadas. Para identificarlo, propongo partir de una fotografa que muestre el carcter general de la nave de oracin:

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Nos encontramos, sin duda, ante un espacio de una gran potencia perceptiva: an no sabemos que decisiones se han tomado, pero parecen acertadas en cuanto a percepcin. Por tanto, para identificarlas, veamos a qu se debe esta potencia perceptiva: - El tratamiento lumnico y la luz cenital - La morfologa general de la sala, un volumen ortogonal y purista que configura un espacio difano en combinacin con la iluminacin natural suave. Sabemos ya entonces por qu la sinagoga funciona perceptivamente; es ms, podemos saber inmediatamente qu papel tiene la configuracin del matroneum en esa percepcin. Una tarima elevada para las mujeres no es ms que una mera condicin de programa, y por s misma no define ninguna solucin concreta ni mucho menos toda una tipologa de edificio. En la Sinagoga del Trnsito, se ha interpretado la tradicin cultural de la sinagoga (axialidad, ventanas, matroneum) y se tiene muy claro el efecto perceptivo que se quiere conseguir. La resolucin de la galera busca adaptarse al modelo concebido.

Vista de la sala con matroneum exento

Vista de la sala con matroneum integrado

En efecto, podemos ver que la imagen de este bello espacio difano y equilibrado, con luz que se derrama suavemente desde el claristorio se vera distorsionada irreparablemente por la introduccin de un elemento sobresaliente que rompera la pureza del volumen; en este caso, una tarima elevada de madera sobre postes, al estilo de los coros elevados presentes en los pies de muchas iglesias catlicas. Adems, razones de iluminacin sustentan tambin la decisin de integrar el matroneum en el muro: esa estructura sobresaliente interferira con la iluminacin cenital suave que se derrama desde el claristorio.

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Por todo lo expuesto, se recurre a integrar la plataforma en la estructura general del edificio, generndola como una segunda altura sobre el forjado del vestbulo, a la cual se accede rodeando la sala de oracin por los lados NW y SE y subiendo las correspondientes escaleras. La resolucin puede apreciarse con claridad en la planimetra adjunta al principio de la seccin, y presenta como ventajas: - Cumple efectivamente como barrera entre los dos sexos - Agiliza las circulaciones de acceso al matroneum - No arruina la pureza del volumen de la sala de oracin ni su iluminacin. - Los vanos que abre a la sala de oracin se integran bien en ella, aportando paredes. ritmo a sus

- Desde el matroneum se consigue una buena percepcin de la sala de oracin. Tras esta exposicin sobre la resolucin del programa espacial de la sinagoga, podemos ir un paso adelante y afrontar la ltima parte de este captulo final, donde trataremos la realizacin material de las formas arquitectnicas. Qu queremos decir con esto? Hasta ahora, hemos hablado de la Sinagoga del Trnsito como un conjunto de espacios abstractos, una serie de ideas formales muy conceptuales. Sin embargo, el edificio est construido en un estilo determinado, el mudjar toledano; se emplean unos materiales y no otros, la cubierta es una armadura de madera y no una bveda de piedra, se emplean relieves decorativos de yeso y no pinturas al fresco, etc. No buscamos ahora tanto explicar las razones culturales que sustentan la eleccin de estas formas constructivas, aspecto que creemos qued claramente explicado en la seccin 3, sino ms bien exponer que beneficios arquitectnicos (perceptivos, funcionales y climticos) aportan a la edificacin; cmo podramos justificar su eleccin desde el punto de vista de un arquitecto. De esta manera, podemos hablar de tres bloques a tratar: - Cierre del espacio - Tratamiento y entrada de la luz - Ritmo arquitectnico Estos tres aspectos de la obra nos remiten a su vez a una serie de elementos constructivos: la cubierta de carpintera de armar, la tracera de las ventanas, las filigranas de la yesera y la repeticin de elementos. Puestos a establecer un orden en el discurso, seguiremos el establecido en la prrafo superior.Carlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo

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A la hora de hablar del cierre del espacio quisiramos, como en otras ocasiones, comenzar con una fotografa:

El artesonado de madera es una de las partes ms bellas y sin duda ms impresionantes de la Sinagoga del Trnsito. Est elaborado en la tcnica (o, mejor dicho, conjunto de tcnicas) conocida como carpintera de armar mudjar. Exponer siquiera los mnimos de este arte, nos llevara una extensin que sin duda sobredimensionara tanto este anlisis, que ha de buscar la concisin; como todo el trabajo.

Fotografa de maqueta de la cubierta.

Este tipo de cubierta tiene adems la peculiaridad de ser unitaria al exterior y al interior, y mostrar en ambos espacios su estructura interna, lo cual le confiere una naturalidad que perceptivamente resulta muy potente.

No debemos olvidarnos de mencionar que, adems de sus cualidades perceptivas, estamos ante un tipo de cubierta de uso muy flexible, que permite cubrir de forma eficaz grandes luces; una cubierta en cuya realizacin la abundante mano de obra morisca est avezada y de coste moderado. La nave de oracin de la sinagoga del trnsito tiene, como ya hemos dicho, un potencial perceptivo enorme, logra una presencia mstica que realmente llega a sobrecoger, si uno es capaz de abstraerse de los grupos de turistas y las visitas de instituto. Esto se debe, desde luego, a su configuracin geomtrica y sus volmenes puros, magnficamente coronados por el artesonado, que cierra el espacio de forma espectacular.Carlos Albaladejo Molina Carlos Chamorro Cuenca Andrea Cuevas Calvo LA SINAGOGA EN ESPAA Universidad de Alcal 28

Sin embargo, todo esto nos sera nada sin la luz. La arquitectura es el sabio juego de los volmenes bajo la luz del sol, deca el maestro Le Corbusier. Esto era algo que el arquitecto de la Sinagoga del Trnsito ya conoca bien. Como se ha visto, la iluminacin se produce de forma cenital, a travs de una claristorio situado en la parte alta de la nave (diagrama simplificado):

Las ventanas abiertas en la parte alta de la nave derraman una luz suave sobre los volmenes puros de la nave, creando un efecto armonioso, sereno y de indudable potencial mstico.

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En el tratamiento luminoso de este espacio influyen enormemente dos aspectos muy propios del mudjar toledano: - Las celosas de tracera de las ventanas - Los relieves de las yeseras de los muros Las traceras de las ventanas tamizan de una forma magnfica la luz que derraman sobre la sala y mirarlas directamente es una experiencia perceptiva muy recomendable para el visitante. Cumplen adems funciones climticas, limitando la cantidad de luz que entra y evitando as el calentamiento excesivo de la sala, que de otra manera sera incmodo en los veranos castellanos. Este uso es bien conocido en toda la arquitectura musulmana. En cuanto a las yeseras de los muros, reciben la luz que se arroja desde el claristorio y la convierten en todo un juego de sombras, vida a los muros interiores. Finalmente, en cuanto al ritmo arquitectnico, podemos claramente ver en todas las fotografas anteriores como los elementos arquitectnicos direccionan la mirada del visitante hacia los paos ms cortos de la sala, que a su vez centran la atencin en las ventanas. De esta manera, se nos presenta la percepcin excelente de una fisura de luz que impacta pero no hiere la vista ni deslumbra (gracias a la tracera), dominado todo el conjunto por el impresionante artesonado... este recorrido de la mirada es el que verdaderamente explota la percepcin de este espacio. Recordamos fotografas anteriores con el objetivo de reconocer esta idea.

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Esta vista del flanco del matroneum, si bien no recoge tan bien como otras anteriores ese efecto de direccionamiento de la mirada, s muestra los elementos que contribuyen a ello: - Franjas horizontales de yesera. Los elementos horizontales que recorren una nave direccionan la mirada hacia su fondo. - Prticos del matroneum - Arquillos polilobulados del claristorio, en una sucesin ciego-vano, con dos ciegos al final. Sucesin de focos de luz Vemos pues que el estilo mudjar, utilizado por razones culturales e histricas, ha sido explotado al mximo para la realizacin de los ideales de la sinagoga; tomando y empleando los elementos y tcnicas que ms se adecuaban a los efectos deseados. Con estos prrafos cerramos el anlisis de los elementos constructivos, y tambin el de la Sinagoga del Trnsito, que nos ha llevado, en sucesin lgica, desde la forma de los espacios ideales hasta su realizacin concreta: del replanteo a las filigranas de la yesera, mostrando en ltima instancia, que en arquitectura no existe parte si no hay pertenencia a un todo.

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BIBLIOGRAFA_-VV.AA. Gran enciclopedia universal. Biblioteca el Mundo. Barcelona, ed. Espasa, 2004. -NEUFER, Ernst. El arte de proyectar en arquitectura. Barcelona, ed. Gustavo Gili, 1992. -VV.AA. Arquitecturas de Toledo. Servicio de publicaciones de Castilla la Mancha, 1992. -MOISES. xodo -CANTERA Y BURGOS, Francisco. Sinagogas de Toledo, Segovia y Crdoba. Madrid, servicio de publicaciones CSIC, 1973. -VV.AA. Luces y sombras de la judera europea. Pamplona, fondo de publicaciones del gobierno de Navarra, 1996. -CENTELLA Gmez, Rafael. La judera de Crdoba. Crdoba, ed. El Almendro, 1992. -es.wikipedia.org -cvc.cervantes.es El legado de Sefarad

EPLOGO_El hecho de recorrer toda la historia de un pueblo, para poder entender un espacio arquitectnico concreto nos muestra la veracidad de la mxima La arquitectura es el libro en el que los pueblos escriben su historia. Se puede relacionar la tipologa y la forma de la sinagoga con las costumbres sociales e idiosincrasia de los judos. As la configuracin de dicho espacio en una serie de volmenes sucesivos que albergan los objetos de culto nos remite a una fe que es llevada en lo ms profundo de la intimidad. A ttulo personal, lo ms remarcable de la elaboracin del trabajo (apartando las discusiones por maquetar la portada) fue la experiencia del viaje a Toledo. Poder vivir de cerca algo que habamos visto slo en los libros, o alguna foto y planta espordica, nos ayud a comprender mejor lo que estudiamos, e incluso nos hizo replantearnos muchos aspectos. En conclusin, la arquitectura en general, y la juda en particular, se tiene que vivir de cerca. De nada sirve escribir mil folios de un tema, si el autor no ha experimentado los espacios arquitectnicos de los que est tratando. En la bibliografa, faltara aadir entonces: Viaje a Toledo, 12 de Abril.

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