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E yr-U!\DO Náni. 4 LA SIGNIFICACIÓN DEL ATEÍSMO CONTEMPORÁNEO JESÚS NUÑEZ grvn proídior por I -tlculo del número anterior se quedi el pórtico del planteamiento del probleí ateísmo, en el momento de pedirli denciales a la posición atea.. Dos ci níai mírente: La rític ilnoi te- de la Ideológica atea y el mentos teoréticos de la "desligación", preaupuea- tu ton tico ate lamo. Examinemos, hoy, el primero, a nos lleva palpablemente a la doble in- consistencia de la posición atea en las formas contempo- ráneas revestida» por los últimos pensadores de nuestra tiempo. Bata doble inconsistencia es: a) Inconsistencia de su posición, por no ser tal, sino un& seudo• po&lclón o más claramente una substitución. b) Inconsistencia de BUS razones objetivas. En efecto, el hombre moderno no abraza el ateísmo como resultado de una anulación do la existencia de Dios por raaonea ontológlcas. No es que al preguntarse por ia existencia de Dtos poderosas razones filosóficas le hayan convencido, a pesar de él mismo, de que no existe. Por el contrario, abraza las criticas poal— tlvistas y materialistaa antiguas para ratificarse en su posición y para defenderse, pero no para convercerse. El punto de partida de la posición atea no es más que un acto fundamental de elección moral. Claro está que no ea un acto puro, sino que en él tienen su influencia asi- mismo la crisis de las pruebas tradicionales da la existencia de Dios y la moral de nuestro tiempo, o mejor la "forma de vida" que exige la preferencia por las técnicas mecánicas y la moral pragmatista -—en sentido práctico— que hoy sufrimos. Pero este acto de elección moral en lo que consiste esencialmente- es en ser una especie de "acto de fé ai revés" por el que el ateo decide, no ya apartarse del teismo, sino pasarse a un ajititelwno activo. Por ello 1 el ateiamo absoluto que estamos sufriendo en la actualidad es un ateísmo positivo, de lucha contra Dios, que Into nta de esta forma ahogar todos los vestiglos po- sibles de trascendencia que acucian conatantem ente la conciencia aun de los liombres más apar- tados de una practica, de religión positiva. Estos vestiglos de trascendencia son la idea natural de un fin último, el deseo natura] de este fin o una ansiedad metafísica cualquiera. Obsérvese que la vocación filosófica que constituye la base de dedicación de los filósofos ateos contempo- ráneos no es más que una cristalización de esa Inquietud por la trascendencia que natural- mente postula algo que la llene. El ateo, si ea consecuente, debe acabar toda discusión meta- física, axlológica o existencia!- Por !o tanto et ateísmo tiene una graviaoma contradicción in- terna: proclama la inexitencio. de la Religión y es él mimo un fenómero religioso. Nos encon- tramos ante una forma más del "puro amor mí utico", del que hablaremos enseguida. Única- mente desde el punto de vista de gobierno, no personalmente, deberían molestar al ateo laa manifestaciones religiosas do loa otros hombres. El hecho de enrolarse en un movimiento "anti" poae al ateo en lo misma Unes de élan religioso que al teiata. La genulna posición atea es ne- cesariamente y ünicamento negativa, y no cabe colocar en el vacio de esta negativldad una realidad positiva que IB sustituya, . . l^íft 0 . •-«„./?. Barcelona, Junio 1950 " EFICACIA EN LA ENSEÑANZA on n d ec /in e porque el es- p rit inquieto q -e no an ma, no ha de ce- tra nos has a hacer que perdamos ¡a serena b e dad en el cío— formulamos un e o examen del de arrollo de la fuñ- ón educado a de E paña entre 19tf> y 1950, I balance ha de es 1 a netamente posi. o Co ¡o cual entenddmono»— no qute- dec e que pueda con iderarse aatisfao- P tea cuando el alnu» revienta de am- bvco as ex genckts es a difícil de aa~ E dentemente hoy en nuestras Uni- ade y Esc elas E p dales, Institutos V Coleg os e e fudia nos que antes, en ntens dad y en e ten ion Y, se estudia nás po que e e xge mucho más, también. N huelgas n alga odas ni discusiones po- l ca n ot as eleidade extra-untversiUt- as El e t diante con na malsana am- \ctón po s- tua se bien y pronto en los iad o que la sociedad le ofrece, estudia ucho estudia eriamente Lo aprende to- ig tal —todo c tanto puede— y, al mismo íe- po le dá gual odo también. Le im- po ta nicamente ¡a oposición, el "enchu- e" el escalafón y la plantilla. Y de este esp tu o nejor, de esta po- eza e es a ha po a ndigencia espiri- ta!— rf t-stf tante on responsables quello tomos p feso &s que, con su alosa ex gencta e am nadora, hacen qu« hoy se e t de más i pe o no cuidan de ue se formen más estos jóvenes, de Q«a puedan alcanza la píen tu-d de hombría q e la da e pe a de eüo (Y no se pre- nda desf gurar este auténtico escamoteo, con el a aumento de* que el nivel apiri- tual del un ersitario o del joven eetudian- e e pañol es sup io al de antes, porque to que es verdad tiene también su lado pelig o o Pue bajo formas aparente» do p áct cas ptadosas ¡ate un tremendo egoit- mo del q -e no se hallan exentos ni aun aquello n tsmos que creen que ¡a adscrip- ción mS tante a una determinada agrupa- ción el g osa ha de ayudarles en el logra e objet -v Esto defe to q e se observan en ¡a men- talidad de los alumnos, son reflejo del erróneo criterio de algunos profesionales de la enseñanza —a los que no puede catífi- carse de educadores, mucho menos de maestros, aunque sean catedráticos— quie- nes 'con -manifiesta ausencia de valor cívico y de moral profesional, prefieren mantener el tono monocorde de la recitación de un programa de curso, a definirse, poniendo de manifiesto sus gustos, opiniones, y preferevr- cias, e incitando a los alumnos a qu* a su, vez se definan y manifiesten íomWen aun proferencio.1 por esta o aquella escualo, por tal o cual autor, por la doctrina X *u contraria... En una palabra, provocando que se discuta y se dispute. Que se suscita en. la juventud una aptitud para el diálogo, do la que hoy carece en absoluto. Aún a riesgo de "desviarse" y de "comprometerán". Todo antes que seguir manteniendo este hipilcrí- ta silencio encubridor de tanta incapacidad y cómplice detasmds sordos apetencias. Aligerémonos de tanta cautela y ganare* mos en eficacia. '.

LA SIGNIFICACIÓN DEL ATEÍSMO CONTEMPORÁNEOunav.pdf · de escalas en el Escalafón do ... dra de «Fundamentos de Fi-losofía e Historia d e los sis-icmas filosóficos» de la Fa-cultad

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Eyr-U!\DO

Náni. 4

LA S I G N I F I C A C I Ó N DELATEÍSMO CONTEMPORÁNEO

JESÚS NUÑEZ

grvn proídior por I

-tlculo del número anterior se quediel pórtico del planteamiento del probleíateísmo, en el momento de pedirlidenciales a la posición atea.. Dos ciníai mírente: La rític

ilnoi te-de la

Ideológica atea y elmentos teoréticos de la "desligación", preaupuea-tu ton tico ate lamo. Examinemos, hoy, el primero,

a nos lleva palpablemente a la doble in-consistencia de la posición atea en las formas contempo-ráneas revestida» por los últimos pensadores de nuestratiempo. Bata doble inconsistencia es:

a) Inconsistencia de su posición, por no ser tal, sinoun& seudo• po&lclón o más claramente una substitución.

b) Inconsistencia de BUS razones objetivas.En efecto, el hombre moderno no abraza el ateísmo

como resultado de una anulación do la existencia de Diospor raaonea ontológlcas. No es que al preguntarse por iaexistencia de Dtos poderosas razones filosóficas le hayanconvencido, a pesar de él mismo, de que no existe. Por el contrario, abraza las criticas poal—tlvistas y materialistaa antiguas para ratificarse en su posición y para defenderse, pero no paraconvercerse. El punto de partida de la posición atea no es más que un acto fundamental deelección moral. Claro está que no ea un acto puro, sino que en él tienen su influencia asi-mismo la crisis de las pruebas tradicionales da la existencia de Dios y la moral de nuestrotiempo, o mejor la "forma de vida" que exige la preferencia por las técnicas mecánicas y lamoral pragmatista -—en sentido práctico— que hoy sufrimos.

Pero este acto de elección moral en lo que consiste esencialmente- es en ser una especie de"acto de fé ai revés" por el que el ateo decide, no ya apartarse del teismo, sino pasarse a unajititelwno activo. Por ello1 el ateiamo absoluto que estamos sufriendo en la actualidad es unateísmo positivo, de lucha contra Dios, que Into nta de esta forma ahogar todos los vestiglos po-sibles de trascendencia que acucian conatantem ente la conciencia aun de los liombres más apar-tados de una practica, de religión positiva. Estos vestiglos de trascendencia son la idea naturalde un fin último, el deseo natura] de este fin o una ansiedad metafísica cualquiera. Obsérveseque la vocación filosófica que constituye la base de dedicación de los filósofos ateos contempo-ráneos no es más que una cristalización de esa Inquietud por la trascendencia que natural-mente postula algo que la llene. El ateo, si ea consecuente, debe acabar toda discusión meta-física, axlológica o existencia!- Por !o tanto et ateísmo tiene una graviaoma contradicción in-terna: proclama la inexitencio. de la Religión y es él mimo un fenómero religioso. Nos encon-tramos ante una forma más del "puro amor mí utico", del que hablaremos enseguida. Única-mente desde el punto de vista de gobierno, no personalmente, deberían molestar al ateo laamanifestaciones religiosas do loa otros hombres. El hecho de enrolarse en un movimiento "anti"poae al ateo en lo misma Unes de élan religioso que al teiata. La genulna posición atea es ne-cesariamente y ünicamento negativa, y no cabe colocar en el vacio de esta negativldad unarealidad positiva que IB sustituya, . . l ^ í f t 0 . •-«„./?.

Barcelona, Junio 1950 "

E F I C A C I A ENLA ENSEÑANZA

on n d ec /in e — porque el es-p rit inquieto q -e no an ma, no ha de ce-tra nos has a hacer que perdamos ¡a serenab e dad en el cío— formulamos un

e o examen del de arrollo de la fuñ-ón educado a de E paña entre 19tf> y 1950,I balance ha de es 1 a netamente posi.

o Co ¡o cual entenddmono»— no qute-dec e que pueda con iderarse aatisfao-

P tea cuando el alnu» revienta de am-bvco as ex genckts es a difícil de aa~

E dentemente hoy en nuestras Uni-ade y Esc elas E p dales, Institutos

V Coleg os e e fudia nos que antes, enntens dad y en e ten ion Y, se estudianás po que e e xge mucho más, también.

N huelgas n alga odas ni discusiones po-l ca n ot as eleidade extra-untversiUt-

as El e t diante con na malsana am-\ctón po s- tua se bien y pronto en losiad o que la sociedad le ofrece, estudiaucho estudia eriamente Lo aprende to-

ig tal —todo c tanto puede— y, al mismoíe- po le dá gual odo también. Le im-

po ta nicamente ¡a oposición, el "enchu-e" el escalafón y la plantilla.Y de este esp tu o nejor, de esta po-eza e es a ha po a ndigencia espiri-

ta!— rf t-stf tante on responsablesquello tomos p feso &s que, con sualosa ex gencta e am nadora, hacen qu«

hoy se e t de más i pe o no cuidan deue se formen más estos jóvenes, de Q«a

puedan alcanza la píen tu-d de hombríaq e la da e pe a de eüo (Y no se pre-

nda desf gurar este auténtico escamoteo,con el a aumento de* que el nivel apiri-tual del un ersitario o del joven eetudian-e e pañol es sup io al de antes, porqueto que es verdad tiene también su lado

pelig o o Pue bajo formas aparente» dop áct cas ptadosas ¡ate un tremendo egoit-mo del q -e no se hallan exentos ni aunaquello n tsmos que creen que ¡a adscrip-ción mS tante a una determinada agrupa-ción el g osa ha de ayudarles en el logra

e objet -v

Esto defe to q e se observan en ¡a men-talidad de los alumnos, son reflejo delerróneo criterio de algunos profesionales dela enseñanza —a los que no puede catífi-carse de educadores, ní mucho menos demaestros, aunque sean catedráticos— quie-nes 'con -manifiesta ausencia de valor cívicoy de moral profesional, prefieren mantenerel tono monocorde de la recitación de unprograma de curso, a definirse, poniendo demanifiesto sus gustos, opiniones, y preferevr-cias, e incitando a los alumnos a qu* a su,vez se definan y manifiesten íomWen aunproferencio.1 por esta o aquella escualo, portal o cual autor, por la doctrina X • *ucontraria... En una palabra, provocando quese discuta y se dispute. Que se suscita en.la juventud una aptitud para el diálogo, dola que hoy carece en absoluto. Aún a riesgode "desviarse" y de "comprometerán". Todoantes que seguir manteniendo este hipilcrí-ta silencio encubridor de tanta incapacidady cómplice de tas mds sordos apetencias.

Aligerémonos de tanta cautela y ganare*mos en eficacia. '.

En mis de una ocasión, se ha aludidoya desde estas mismas pagina» a la cues-tión de loa intelectuales y su relación conla política. Y se nos ocurre pensar que,si lo que se pretende es analizar has tilqu*1 punto existe una — más o menos radical — Incompatibilidad entre ambas dodilaciones, seria Interesante estudiar 1'peculiar manera de plantearse — y resol-verse — el "dilema" en una personalidadtan firme y clara como José Antonio Pri-mo de Rivera, en quien se aunaba la &.ble condición de intelectual por vocacióny ile político iwr misión.

En verdad, se olvida con demasiada fre-cuencia la profunda formación inteleetui,,de José Antonio, que nos explica Himplemente — sin necesidad de acudir a tópleos adulatorlos — esa fecundidad de Ideasy esta seria y honrada preocupación doc-trinal que, en la obra de José Antonio, es-tá siempre por encima del oportunismopolítico.

José Antonio, untes de "hacerse" políti-co, fue intelectual y como tal — no hayque escandalizarse — de temperamento yformación netamente liberal, no en el sentfdo político habitual, de la palabra — yaque precisamente se proclamó desde unprincipio radicalmente antlllberal — sinoen cuanto a intelectual. Sigamos ahorasu propio razonamiento, en lo que puedavalemos como autodeflntelón.

"Yo fui de los que aspiraron a vivir ensu celda. No se de privilegio más atrac-tivo que éste de haber encontrada la vo-cación. De haberse encontrado uno mis-mo" (1). Ahora bien: "Específicamente lapolítica no es función de intelectuales"."Los valores en cuya busca se afanan losintelectuales son de naturaleza Intempo-ral. En cambio, la política es, ante todo,temporal. La política es una partida conel tiempo, en la que no es licito demorarninguna jugada. En política hay obliga-ción de llegar y de llegar a la hora jus-ta". Pero, "un hombre educado en la bus-ca de los valores intemporales — es declr, un intelectual — puede cualquier di:isentirse llamado por la política. En oca«Iones, no es siquiera moral, resistirse alllamamiento. Pero si se acude al llama-miento de la política, no se puede acudira medias; el paso de la ciencia a la po-lítica. Implica una tragedla: la asunciónde un nuevo destino y la ruptura con elanterior" (2). El transito del intelectual ala política exige, antes que otra cosa, unarenuncia a la propia intimidad; para José Antonio, "pocas cosas resultan másamargas que tener que gritar en públie ,y sufrir el rubor de las exhibiciones" (3).Pero esto no es, todavía, lo peor: "Alechar sobre mi una misión política, el i»telectual renuncia a la mas rara de suslibertades; la de revisar constantementesus propias conclusiones; la de conferir aMU* conclusiones la condición de provisio-nales..." (4).

Frente a los mecanismos visionarios ehistéricos, cuyas estridencias tanto hancontribuido a desfigurar el limpio perfilhumano de José Antonio, ¿cabe una ver-Rían mas sincera y auténtica, rotundamente "antldogmatica y antlcarlsmática"que la que él nos dio de si mismo?

I N F O R M A C I Ó NP R O F E S I O N A L

) b e O n , P l « a a , p í s . Mi.) Obras completan, p in . 583.[ 0b>M ccmpltuí, £ ¿ a . 583l> Obru completas, p ig . 564

B. Ü, E. de 1." de mayo <\v1950:

Orden de 12 do abril de1ÍKJ0, por la que se da corridade escalas en el Escalafón doCatedráticos numerarios ciéUniversidad.

Orden de 22 de abril de1950, por la que se apruebanobras de instalaciones su !aBiblioteca de la Universidadde Barcelona.

B. O. E. de 11 de mayo de1950:

Orden de 25 de abril de1950, por la que se convocaconcurso oposición para cu-brir una plaza de Profesor ad-junto en la Facultad de Filo-sofía y Letras de la Universi-dad de Salamanca.

B. O. E. de 18 de mayo de1950:

Orden de 22 de abril de1950, por la que se convocana oposición turno libre, cáte-dras de Geografía e Historia,Alemán y Física y Químicade Institutos Nacionales deEnseñanza Media.

Orden de 11 de mayo de1950. por la que se nombracatedrático de la Universidadde Barcelona a don RamónSarro Barbano.

* * *

B O. E. de 28 de mayo de1950:

Orden de 3 de mayo de1950, por la que se convoca aconcurso de traslado ia cáte-dra de «Fundamentos de Fi-losofía e Historia de los sis-icmas filosóficos» de la Fa-cultad de Filosofía y letrasde la Universidad de Granada.

Orden de 9 de mayo de1950, por la que se convoca aoposición la cátedra de «Fun-damentos de la Filosofía eHistoria de los sistemas filo-sóficos* de las Universidadesde Santiago y Zaragoza.

B. O. E. de 11 de junio do1950:

Orden de 11 de mayo de1950, por la que se convoca aoposición la cátedra de «Geo-logía con nociones de Geoquí-mica* de la Facultad de Cien-cias de la Universidad de Gra-nada.

Orden de 31 de mayo de1950, por la que se convoca aoposición la cátedra de Filo-sofía Griega (2.' Cátedra) dela Facultad de Filosofía y Le-tras de la Universidad de Bar-celona.

Orden de 30 de mayo de1950, por la que se convocaconcurso oposición para cu-

Aunquc luí deber ele-mental de cortesía y respe-to, obliga a un acto deofrecimiento bada la supe-rior jerarquía, bajo cuyarectoría nace una publica-ción, por modesta que sea,de proposito hemos qnori-do eludir, desde el primermomento, este formalismo,para escapar a dos posiblesriesgos: el de que pudierainterpretarse como un ges-to de vana adulación ,v elde que la obra no llegaraa cuajar en empresa dura-dera y digna del alto pa-tronazgo que se Invoca. Vsólo ahora, cuando estecuarto número de nuestroBoletfn cultura] va a en-trar en maquinas, respal-dado por la excelente aco-gida que se lia dispensadoa los números anteriores,queremos testimoniar aquiel reconocimiento de laDelegación de EducaciónNacional al c a m a r a d aEduardo Baeza Alegría,Gobernador civil y JefeProvincial del Movimientode Barcelona, gradan a cu-yo estimulo y aliento, esuna realidad este deseo,hondamente sentido, de to-dos los profesionales de laenseñanza, de disponer deun dlgnio vehículo de ex-presión de sus afanes ynecesidades. La Redacciónde «LAYE», puede ahorasaludar al Jefe Fro\fncial,con la satisfacción del de-ber cumplido, reiterándoledisciplinadamente su lim-pia voluntad de servicio.

brir una plaza de Profesoradjunto en la Facultad deCiencias de la Universidad deMadrid.

B. O. E. de 17 de junio de1950:

Orden de 12 de junio do1950, por la que se nombracatedrático de la Universidadde Barcelona a don Migue)Sales Vázquez.

Orden de 6 de junio de1950, por la que se convocaconcurso oposición para cu-brir dos plazas de profesoradjunto en la Facultad ciéCiencias de la Universidad deMadrid.

Ante la petición de algunosde nuestros lectores y colabo-radores, nos vemos obligadosa publicar una aclaración so-bre el significado del nombrede nuestra Revista. No hemos

puesto "LAYE" porque su ñushaya antojado, no señores.LAYE era el lugar de convi-vencia de los iberos catalanes.El lugar de LAYE era el asen-tamiento de los Lacetanos deque habla Tito Livio, que qui-zá sean los mismos llamadospor Plinio Laletanos. Teníancomo emblema una punta de

. El i

posteriormente por el de Bar-cino.

Ningún nombre, pues, másconveniente para nuestra pu-blicación. El LAYE ibérico,lugar de lucha y de trabajoen común permanece el mis-mo. Tan sólo han cambiadolos medios de combale, y sehan trocado ia lanza y espadacorta por o! estilo. No nosmovemos, sin embargo, de las

Por su extraordinario inte-rés publicamos un extracto delas becas otorgadas por el Co-legio Oficial de Doctores y Li-cenciados de nuestra ciudadpara sufragar títulos de ba-chiller, colegiaciones y curde verano. Se anuncia contso para provisión de dos be-cas para la asistencia a cursos de verano organizados porias Universidades y el Conse-jo Superior de Investigacio-nes Científicas, otro para 1Íadjudicación de cinco títulosde bachiller entre hijos de li-cenciados y de cinco colegia-ciones entre licenciados quehayan acabado la Licenciatu-ra en el presente curso. Elplazo hábil para la admisiónde instancias es hasta el 10del próximo me» de julio. Fe-licitamos a nuestro ColegioOficial por sus desvelos en fa-cilitar a ¡os licenciados nece-sitados y con méritos su cole-giación, la obtención del títu-lo de bachiller de sus hijos yla asistencia a cursos necesa-rios para su especializaclón.

BOLETÍN CL „ .TADO POR LA DELEGACION Dt EDUCACIÓN NA-CIONAL D E L DISTRITOUNIVERSITARIO DE CATA-

LURA Y BALF.ARKS

GACION DE EDUCACIÓNN A C I O N A L ; JEFATUKAPROVINCIAL DEL MOVI-MIENTO. PASEO DE <1RA

CÍA. 38, BARCELONA.

- I -

D R E N S E Ñ A N Z A M E D I AHace unos días leímos la nota que sobro

el folleto "La Verdad rte España", publicalo por el Instituto Nacional de Estadística,

re ume así la prensa diaria: "Nada menosque un 57 por 100 de los estudiantes, noinsigue aprobar el Examen de Estado. LasUniversidades donde aprueba e! mayor porcentaje de alumnos son, por orden: Oviedo, Zaragoza, Murcia, Barcelona, La Lagiia Madrid, Salamanca, Granada, SantiagoValladolld, Sevilla y Valencia. En Valencias o el 22 por 100 logra salir adelante

El árido lenguaje con el que lo; numto hablan en las estadísticas, convence mi

olio más que cualquier florido discurso oretorcido articulo, en los que se intenteprobar lo contrario que aquéllos señala iPor este motivo, la nota anterior, que ecomenta por sí sola, no hace sino reforzarel eco que tiempo ha se viene escuchandosobre la preocupación que en el ambientenacional va causando e] estado cultural enque llegan a la Universidad, nuestros ecolares

Resulta altamente significativo el hechode que, en la pasada polémica revisionistade hace tres años, a lasi consideraciones quee hadan por parte de) profesorado oiici¡ 1

sobre la vigente Ley de Enseñanza Mediase respondiera con denyestos y violenciadesde determinados sectores a falta de otiasrazones de carácter técnico, pedagógico oultural con que replicarEn cambio, cuando ahora el fracaso de

la Ley 1938 es ya del dominio público enla prensa aparecen artículos de inspiraciónajena al elemento profesional oficial, peroque acusan los resultados de aquellos de-fectos que entonces se señalaron, se obsera un silencio sepulcral en Jos críticos ha

bituales y se prescinde de hacer un* anáhsi objetivo en la exposición de la; cau arelegando los motivos a términos secundano como "la incomprensión entre el o\en\ cu ambiente familiar" o a que "el des-prendimiento del hogar paterno a los veinte años se hace con una naturalidad encíntadora", etc., etc

Siempre han abandonado la casa paternabuen número de estudiantes para seguir uertudlos y en otras épocas, no muy lejañas en edad más temprana que en la actiltil; por consiguiente estos motivos no sonluevos. Además, nuestra novela que ha abido lecoger las escenas salpicadas de humorismo estudiantil que desde antaño conocemos y que todos en mayor o menorgrado hemos .vivido, nos muestra claramente que los estudiantes, en el fondo, 11 igutles en todas las épocas, a pesar de que hoyalgunas de sus modalidades de ser, ]le\eel moderno marchamo del deporte.

Pero lo acuciante del caso, la preocupacion actual que en algunos medios univeisitarlos se siente, surge al observar que enivel cultural con que llegan a estos lobachilleres, es cada año más bajo. Precisa-mente por eso la Universidad no rinde enellos el fruto que debiera, y así cuando noía mucho escuchábamos estas afirmacionesde labios de un Catedrático de cierta Facuitad de Medicina, no pensábamos comocau as próximas de tales defectos, en eambiente familiar", "guerra internacional''desorden económico", etc., etc., que tantoe can a relucir y que afectan, no cabe

duda, en otro orden de cosas, sino en loexiguos conocimientos que aquellos alunio p idieran tener.

¡Quien sabe si la Química orgánica, 1;íece atia para entender la Fisiología, se la•iprobaron compensando con las asignatur ts

ie Lileratura, Religión o Geografía e His-toria!

Si esto fue asi, la cosa es fácilmente subtnable: hilar más delgado en los exáme-

nes, utilizar otros procedimientos de califi-cación menos absurdos que los actuales yelevar el nivel de la Enseñanza en todos susgrados; pues vamos camino de convertir laUniversidad, en un mal centro de Enseñan-a Media y a los Institutos en un colegio

ele niños grandes.

lista afirmación no es gratuita, pues yaen otras ocasiones hemos escrito sobre ladeficiencia de loa conocimientos que se exi-gen en i-I actual Examen de Ingreso paraeguir después los cuestionarios del plan

\igente de Enseñanza Media, y que sóloun 3(i por 100 de los aprobados puede con-tinuar con un mediano aprovechamiento enlos primeros cursos del Bachillerato. Pues,mientras éste que en su contenido no di-fiere fundamentalmente de otros Bachille-ratos europeos que para su iniciación exi-gen un riguroso método de selección en elalumnado, contrasta sin embargo notable-mente con ellos, en la excesiva facilidad delas pruebas para su Ingreso.

Sólo a titulo de información pasamos areierli- los temas que han sido objeto deexamen para el ingreso en el Bachilleratode un Liceo que en Barcelona tiene estable-cido una nación extranjera:

I. Diez lineas de dictado; realizando ade-más el análisis morfológico de algunas deellas; explicación del significado de ciertaspalabras y comentario en pocas líneas so-bre dicho dictado. Cinco faltas de ortogra-í eliminan al examinando.

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III. Redacción por escrito de un tema de-terminado.

IV. Dos problemas, de los cuales es pre-ciso resolver bien uno de ellos para no sereliminado del examen.

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El primero para demostrar la destreza enel cálculo numérico y el conocimiento delsistema métrico decimal; el segunda comoprueba de discurrir, y que han sido respec-tivamente los siguientes:

1.' Un cilindro recto circular tiene .11,98m. de circunferencia en la base y 95 cm.de altura. Calcular su volumen en m J y sucapacidad en litros.

2." No sé el dinero que llevo, pero si alos 2/7 del que llevo, añado 50 francos, ten-dré entonces 330 francos. ¿Cuánto dinerollevo?

Las pruebas de examen no se hacen enun solo día y la edad mínima de admisiónes los DIEZ años,

No cabe la menor duda de que el alum-no que felizmente realice estas pruebas, po-see un cierto dominio de ios principios dela Gramática y bastante más que la sim-ple mecánica del cálculo numérico, conoci-mientos todos ellos verdaderamente indis-pensables para asimilar después las nuevasnociones de los primeros cursos y el afian-zamiento de los que ya conocen.

Asi no es extraño ver que, alumnos quecomienzan con esa solidez sus estudios, seancapaces de preparar, siquiera elemental-mente, temas para pruebas intermedias deeximen en el Bachillerato, como éste: "Losrecursos dramáticos del teatro de Plauto",exigido en otro Liceo extranjero, tambiéninstalado en Barcelona, a los alumnos de

Véase, pues, que el caso que citamos noes único y su comprobación, más sencillade realizar que cuanto hablábamos de lasAufbauschule. A propio intento nos calla-mos por no hacer más comentarios, perotampoco queremos dejar pasar por alto, elhecho comprobado en nuestros alumnosque por falta de conocimientos básicos seven precisados a realizar un gran esfuerzomental en los primeros cursos, fiando a lamemoria todo aquello que no alcanza a suentendimiento o que encuentran difícil porcarecer de habilidad práctica en su ejecu-ción.

De aquí nace junto con el intrusismo, elcarácter memorístico de nuestra enseñanza,su bajo nivel cultural, el fracaso de muchosde nuestros escolares en los primeros cur-sos acrecentado por la enorme extensión delos cuestionarios y por ende, el principiode la ineficacia de nuestra Enseñanza Me-dia como tal.

los medios con que la Ley vigente cuenta,inadecuados, y el íin que se logra con elExamen de Estado, constituye un íracasodel 57 por 10U en total y hasta el 78 por 100en particular, en alguna Universidad. ¿Quéqueda de aprovechable en nuestra Enseñan-za Media?

Pues que como las oposiciones a Cáte-dras &e siguen celebrando paulatinamente,cubriéndose las vacantes, queda un escala-fón de gente joven casi en su totalidad, lomás completo en cuanto al número dentrode lo que son otros escalafones docentes delEstado y preparados para el ejercicio de suprofesión, sí las necesidades imperiosas riohoy dta no les hacen tomar después otrosrumbos diferentes que el de la Enseñanza,para caer en la rutina.

Esto al fin y al cabo algo es; pues conmenos se contaba a principios del pasadosiglo, cuando el Estado tuvo que hacersecargo de la lamentable situación de la En-señanza en aquel entonces.

A. C. T.

Los Institutos no son laicos, son colegios de la IglesiaEn la famosísima Ley que le ha

inmortalisado, dijo el ex catedrá-tico aefior Sáinz Rodríguez; "Elcatolicismo es la médula de la His-toria de España. Por eao es im-prescindible una sólida instrucciónreligiosa que comprenda desde elCatecismo, el Evangelio y la Mo-ral hasta la Liturgia, la Historiade la Iglesia y una adecuada Apo-logética". Es imprescindible todoesto, decimos nosotros, pero nosólo porque España sea sustan-cialmente católica, sino porque laReligión Católica es la única ver-dadera, el único camino moral desalvación para todos los hombres.

Por Real Decreto de 20 de ene-ro de 18B0 habla sido establecidala cátedra de Religión en los Ins-titutos; y el Real Decreto de 17de agosto de 1901 creó el Cuerpode Capellanes de Instituto quedebían explicar las cátedras de Re-ligión, Historia Sagrada e Histo-ria de la Religión. En el plan de1903 la asignatura de Religión te-nía carácter de voluntaria y en losplanes de la República fue elimi-nada por aquello de la libertad deconciencia y por si la Religión eso no es el opio del pueblo. El Glo-rioso Movimiento Nacional seapresuró a encargar a los claus-tros, en 22 de septiembre de 1936,que requiriesen a los profesoresde Religión, que la República ha-bla dejado excedentes, o a otroeclesiástico, debidamente autori-zado por el Prelado, para que re-gentara estas cátedras» No obstan-te su interinidad, el profesoradoparticiparla en las di tr i tuicionesreglamentarias de los derechos deprácticas. Por Orden de 7 de octu-bre de 1939 se declaraba obliga-toria Ja enseñanza de la Religión,

la ordinaria correspondiente y su-frirían los exámenes en igual for-ma que los de las restantes disci-plinas, haciendo los estudios conarreglo a los textos elegidos por elrespectivo profesor. Posteriormen-te se aclaró que los derechos dematricula por la asignatura deReligión estaban englobados enlos que se satisiacen por la totali-dad de cada curso; la asignaturade Reügión quedó incujK rarli alrégimen de pruebas de todas lasdemás, debiendo por tanto su ti-tular formar parte de las JuntasCalificadoras; y se encomendó alepiscopado la censura de libros detexto de Religión, asi como la fi-jación del precio de los mismos.La Orden de 27 de julio de 1S39sometía directamente a la autori-dad del Ordinario la enseñanzade la Religión y todo lo referentea la vida cristiana de los CentrosOficiales y privados, asi como elnombramiento de los Profesores,que se hace por el Ministerio con-

la Jefatura Eclesiástica.

La remuneración del antiguoprofesorado de Religión está fija-da en 10.000 pesetas; la de los in-terinos en 6.600, 4.000 ó 2.000 segíinsean Numerarios, Adjuntos o Su-plentes. Los profesores de Reü-gión de Institutos situados en po-blaciones no capitales perciben co-mo indemnización de residencia2.000 ó 1.600 pesetas. Entran ade-más en el percibo de derechos ob-vencionales y de permanenciastanto IOB Numerarios como los Ad-juntos con el mismo coeficienteque el resto del personal docenteque no es catedrático.

La Orden de 31 de octubre de1940 desea que los profesores deReligión sean a la vez directoresespirituales del aJumno; deja a aucompetencia la organización de lasprácticas cotidianas de piedad y lacelebración de las fiestas religio-sas y ejercicios espirituales, deacuerdo con las autoridades aca-démicas del Centro. Todos los Ins-titutos están dotados de capilla yes mente del Ministerio que enella se celebre dlariamante la San-ta Misa, que se inicien la? tareasescolares con la diaria oración encomún y que se erijan en todoslos institutos la respectiva Asocia-ción de Jóvenes de Acción Cató-lica.

La Orden de 19 de agosto de1939 distribuyó el cuestionario deReligión en los siete cursos del ba-chillerato de modo siguiente: No-ciones elementales de Dogma; Je-sucristo según los Evangelios; LaIglesia de Jesucristo: su historiay su liturgia; Apologética ele-mental; Dogma Católico; MoralCatólica, y Vida Sobrenatural.

La lectura de las conclusionetC A Congreso Catequístico de Gra-nada, celebrado recientemente,nos ha sugerido el tema de la en-señanza de la Reügión en nues-tros queridos Institutos, tan ve-dados a menudo, esgrimiendo to-davía el trasnochado argumentode su laicismo. Hay interés enpresentarnos como si aún vistiera"mos el uniforme de la República;pero a los que antes que catedrá-ticos somos católicos, apostólicosy romanos nos duele la invectiva.

facultades que en muchos cole-gios, incluso regentado por losmismos religiosos. Los Institutosdeben ser hoy colegios de la Igle-sia tanto como de] Estado. SI al-guien hubiera que no pudiera sercatalogado en Jos anteriores apar-tados no duraria muchas horasen el cargo, si la Jerarquía ecle-siástica denunciase el hecho al Mi-nisterio. Son pues los sacerdotes,nombrados por los señores Obis-pos, quienes tienen en materia deformación religiosa en los Institu-tos, toda la autoridad junto contoda la responsabilidad. Esta ver-

tos religiosos, tanto obligatorioscomo voluntarios, deben prestarlos alumnos la mayor atención ydevoción". Hasta aq|uí la disposi-ción rcglament aria. Por nuestraparte podemos añadir que noa

to do la misma,

s y alutíul gato rio,

nadie

> frevisiten al £ ntí-

los

rata. Los Institutos

A guisa de ejemplo cop Saínos ti elreglamento de un desconocido Ins-tituto provinciano: •'Educaciónreligiosa. — Cada día se celebrala Santa Misa a las ocho y cuartoen la Capilla del Instituto, en laque se guarda reservado siempreel Santísimo Sacramento. Se ad-ministra la Sagrada Comunión alos asistentes que lo desean. Laconcurrencia a este acto es públi-ca y voluntaria, pero la Dirección

mienda ecidaí

dia

a la mejor formación del alunComo norma directiva de asi

icía cada curso tiene fijado iia. Las t

! inicial

o de personas que profesa:tamente nuestro mismo <trabajan con nosotros en

abiet

El paciente lector noa perdona-rá el fárrago de disposiciones quehemos citado casi a la letra, si conellas a la vista podemos poner enboca del nuevo Estado español laqueja del profeta Isaías: "Quidest quod debui ultra faceré etnon fací?". Los Institutos son losColegios de los ReverendísimosPrelados en los que puede inter-

nteniente, que

ciases, que son contadisiiescolares que abandonan el Ins-tituto sin haber practicado, por lomenos una vez, los ejercicios en

llegaron al Instituto sin sa-ber apenas trazar la señal dela Cruz, han salido de élconvertidos en propagandistas deAcción Católica o en directivos deCentros parroquiales o han ingre-

Pero hemos de volver a las Con-clusiones del Congreso Catequísti-co de Granada, para suscribiríanplenamente, sobre todo la que serefiere al traslado de la Apotoge-llca muy Jejos del cuarto curso ya otra del empleo de la intuiciónen los primeros cursos. Todos losInstitutos disponen de proyectoresfijos cuyo complemento seránunas cajas de diapositivas religio-sas que ningún Instituto so nega-rá a adquirir, al han de ser usa-das por los Profesores de Religión,lo mismo que cualquier otro ma-terial pedagógico que se precise.

mbién cribim mto r

oración en común. Los alumnos de

cada dia el Santo Rosario en laCapilla a las dieciocho y media

dos clases semanales de Religión.La Santa Misa reviste solemnidadexterna, predicándose la palabrade Dios, los primeros viernes demes y en las festividades de aper-tura y fin de curso, Santo Tomásde Aqufno, Fiesta del Reservado,del Libro, etc. EstA erigido elApostolado de la Oración y elCentro Interno de loa Jóvenes deAcción Católica que desarrollansus actividades conforme a los Re-glamentos nacionales respectivos.Las principales actividades delCentro de Acción Católica, al quopueden pertenecer todos los alum-nos y exalumnos cuya conductamerezca tal distinción, son laReunión de Estudio semanal, laComunión y el Retiro Espiritualmensuales y la publicación de unboletín y un periódico mural.Anualmente organiza el Institutouna tanda de Ejercicios espiritua-les en completo retiro para los

mente desen practicarlos. Para elresto del alumnado se predica otratanda de Ejercicios espiritualesabiertos. Se reza el Mes de Mariay otras devociones. A todos los ac-

del profesorado de Religión y S>-Jentrega a cargo tan necesario pa-ra la alta misión que se les con-fia". Auméntense sua cmitiuinen-tos' si es preciso para la entregay el prestigio, pero modifiqúese elrégimen de calificación de la asig-natura de Religión, precisamentepara el prestigio del Profesor y dela materia tan importante, la musimportante de todas.

Nos duele el siguiente dial

de la Junta Calificadora de cuto curso en un Instituto Nnclcde Barcelona.

Pregunta el Director Zas cacaoiones de las respectivas a.naturas; —¿Religión?

Prof. de Religión:—Diez.Director:—¿Latín?Prof. de Latin:—Pues cero.-¿El "pues" quiere decir

diez? ,-Asi es, efecto.-Pues no hay derecho.—A lo que no hay derecho e

que usted califique de diez a

—Pero es muy buen chico.

apologética con calificación rt.

—Sin embargo mantengo mi

—Y yo mantengo mi cero.El Director cerró el diálogo so-

carronamente: —Qué gusto da

Y siguió adelante la sesión enla que nada se había prestigiadoni la Religión ni su profesorado.Que tales escenas no se repiten amenudo ya lo sé, pero tampoco ig-

mlvan can Ion wtxiUo» de la Re.-tlgión.

últí-

Quiero terminar aludiendoInstitutos laborales, a los qRevista "Educación", en sunio numero, jaleaba comocreación predilecta del RéginieAtenderán también ellos a la femación religiosa. La calífic&cí'de la asignatura de Religión, tmo la de las restantes matcriiserá independiente. La formacireligiosa será obligatoria y tendpor objeto l ñ d ' " "~

s de la Fepráctica de la Moral Católica., Laautoridad eclesiástica propondráal Ministerio de Educación Nacio-nal, para su aprobación, la exten-sión de los estudios y los progra-mas y orientaciones para la For-mación Religiosa, Para tomar par-te en el examen final, inuiapuna^-ble para la obtención del Titulo deBachiller profesional, sera necesu-rla la previa declaración en ladisciplina de Formación Religiosa.

También aqui nos gustan maslos Institutos i abo ral es que losprestigiosos de Enseñanza Media.La Religión no ea una asignaturamás como las Matemáticas o ciLatín. Está por encima de todas

regateI últlm a hacer

ristlai . A esta fi-nalidad han de supeditarse pro-gramas, textos, exámenes y califi-caciones. Para que ta.1 íilt se reali-ce queremos, con el Congreso deGranada, que "el cargo de Direc-tor de Formación Religiosa tengatodas las atribu

echos qu dispen».„•- * - j . _ -.n la máxi-ma eficacia y fecundo apostola-do". Y como doctores tiene laIglesia para marcar pautas quelogren tal eficiencia y fecundidad,nosotros, simples fíeles, nos li-mitamos a rogar al Señor de lamies que envié operarlos a au he*redad y que dé al fruto el nece-

Í> planta

CARTA DIRIGIDA POR LA JUNTA DEL CO-LEGIO DE DOCTORES Y LICENCIADOS DEBARCELONA AL REVDMO. Y ECXMO. SR.

ARZOBISPO DE VALENCIAEXCMO. Y RVDMO. SEÑOR:

Es una preocupación cons-tante de la Junta de Gobier-no de este Colegio Oíiciai deDoctores y Licenciados en Ki-lo soíía y Letras y en Cienciasde Barcelona, como de los de-más organismos similares deEspaña,' el aumento constantedel paro de nuestros afilia-dos, y su situación profesional económica, que ha moti-vado que el Consejo Nacionalde Colegios Oficiales, y nues-tro Procurador en Cortes, ha-ciéndose eco de nuestras la-mentaciones, inicien una seriede gestiones cerca de nues-tras Jerarquías Docentes yLaborales, con el fin de re-mediar en Jo posible tan la-mentable situación.

Por lo que a este ColegioOficial se refiere, la últimaestadística confeccionada arro-ja el siguiente resultado:

Licenciados Colegiados . 800Trabajan 6 horas . . . . 78Más de 4 y menos de 6

horas 117De 1 a 4 horas 339

cas fundam

Total . . . .En paro total: 266

534

De ella se deduce que nollega al 10 por 100 el núme-ro de Licenciados que tienencubierto el cupo de trabajo

Jornada normal. Que en parutotal se encuentra una terce-ra parte, y con menos de lamitad de la jornada normal,un 45 por 100 aproximada-mente.

O b l i g a esto, Excmo. yRdmo, Señor, a buscar lascausas determinantes de estasituación, e indicar a la Su-perioridad el modo de supri-mirlas. Un meditado estudiode la cuestión, permite seña-lar como mfis inmediatas lassiguientes:

1.' INTRUSISMO. — En-tiende esta Junta de Gobier-no, no debe equipararse enderechos al personal tituladoy al no titulado.

Los títulos precisos para las

i de lo; tudiofes del

dos en ias Facultades de Fi-losofía y Letras y Cienciasde las Universidades del Rei-no, según se determina en JaLey de Ordenación Universi-taria de 29 de Julio de 1943,en los Decretos ordenadoresde dichas Facultades, y en elEstatuto vigente de Enseñan-za Media, en su base XV, queestablece la necesidad del ti-tulo oficial, con la sola excep-ción de los Profesores de Re-ligión, idiomas modernos yDibujo, y en ciertos casos losIngenieros.

2." PROPORCIONALIDADDE PROFESORES Y ALUMNADO: „

Aspiramos a que se aumen-te el número de ProfesoresTitulados lo suficiente paraatender las enseñanzas fun-damentales de cada Centro.Entendiendo con esto, queaquellos Colegios que por sumatricula numerosa tengannecesidad de desdoblar loscursos, deben poner al frentede cada sección el Profesortitulado correspondiente, deacuerdo también con lo esta-blecido en la base XV del Es-tatuto de Enseñanza Media.

3" ESTABILIDAD D E LPROFESORADO, para quesin merma de las garantíasque la; Ley establece para lasEmpresas, los Profesores en-cuentren asimismo aseguradasu continuidad en la funcióndocente, lo que redundará enbeneficio de la enseñanza.

4.* EMOLUMENTOS DELPROFESORADO:

1.' Clasificación de l o sCentros en proporción al cos-te de vida en las poblacionesdonde radican.

2.» Elevación hasta un 40por 100 del plus de carestíade vida, sobre los sueldos bá-sicos.

Estas son, Excmo. y Rvdo.Señor, las aspiraciones mini-mas que el Consejo Nacionalha elevado a las Jerarquías

Docentes y Laborales, debien-do poner en conocimiento deBachilléralo, son ios expedi-dos por el Estado como resul-V. E. Rvdma., que esta Juntade Gobierno, inspirándose enun hondo sentido de herman-dad cristiana, y valorandoexactamente las dificultadesde orden económico que afec-tan a los afiliados, ha creídodeber suyo establecer ciertosauxilios benéficos, tales comopréstamos sin interés, servi-cio farmacéutico, becas, etcé-tera, a pesar de los escasosingresos con que cuentan losColegios Oficiales, teniendoademás el propósito de solici-tar de la Superioridad la im-plantación de otras mejoras,entre las que se pueden citar:

a) Participación en los be-neficios del Centro de Ense-ñanza.

b> Determinación de loshonorarios máximos que hande satisfacer los alumnos, deacuerdo con la categoría delCentro, estableciendo la pro-porción que debe existir conel sueldo del Profesorado.

c) Derogación de la dispo-sición laboral que estableceuna reducción en el sueldo delos Profesores que prestansus servicios durante el má-ximo legal de horas en elmismo Centro.

Y para rogar a V. E. Reve-rendísima en nombre de estaJunta de Gobierno y de losafiliados todos, preste su va-lioso apoyo a tales peticiones,como Presidente de la Comi-sión de Prelados de las Cor-tes en cuestiones Docentes,elevo a V. E. Rvdma. este es-crito, suplicándole su pater-nal bendición, para este Cole-gio Oficial.

Beso reverentemente s uPastoral Anillo.

Dios guarde a V. E. Rvdma.muchos años.

Barcelona, 4 de marzo de1950.

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a

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VI

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de

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ta, desp

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del

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poesía

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la

poesía

de

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nte

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de can

ción

de la

realid

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ad.

>

El

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del

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plicid

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Decía

q

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la

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ida,

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barg

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ía q

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Hay

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siglo

XIX

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ciden

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modo

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re

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Qu

iero

decir,

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necesario

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ar

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satisfecho

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ella.

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o.

Es

el tiem

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la

novela:

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Gal-

dós,

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ran

novela

del

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. La

poesía

desap

arece

(Cam

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or,

Nüñez

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jor,

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lo.

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La

poesía,

po

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lado,

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lín

ea que llev

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la

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o». P

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Su

rge

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de

bazar

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La e

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fan

til de

Rim

bau

d,

el ab

-su

rdo

de

las

ciudad

es, de

laex

istencia

tritu

rad

a,

la

pap

ill.»su

perre

alista

: la

«resid

encia

en

la

tierra

»,

de N

eru

da;

o la

«pa-

sión

de la

tierra

s, de A

leixan

dre.

El

sup

erre

alism

o

no

es

sólo

,ni

prin

cip

alm

en

te,

el su

bco

ns-

ciente.

(Agudísim

a, dich

o sea

de

iid.a

u,

es \n

observ

ación

de A

ran-

gu

ren

, <le

que

el co

ncep

to

de

«m

ala

íé»

, en

S

artre

, vien

e

;isu

stituir

el freu

dian

o

de

«su

b-

conscien

cia»). Ju

zg

o q

ue so

n co

n-

tad

ísimas

(y,

en

últim

o

térmi-

no

, un

fracaso

) la

s ob

ras q

ue se

insp

iran

estric

tam

en

te

en

los

prin

cipio

s de

la

esc

ritura

au

to-

mátic

a.

Aun

p

ara

que

ex

ista

elcao

s tiene que in

terv

en

ir la

con-

ciencia. E

n to

do

caso, e

s en esia

linea q

ue se

inse

rta

la p

oesía

de

lo co

tidian

o

a

la

que,

en

sum

a,

se re

fiere

A

ran

gu

ren

.

Rilk

e

pro

cede

del

simbolism

o.

Es

un

caso

de

gen

ial

inco

nse-

cuen

cia

que sea

p

recisa

men

te

élquien

h

ay

a dich

o q

ue «poesía

es

experien

cia».

Sin

em

barg

o,

lasen

sibilid

ad

para

lo

co

tidian

oirru

mp

e

en

tre

no

sotro

s p

or

ob

ras

de

Aleix

andre

Esp

adas

com

o la

bio

s»), G

. Lo

rca

(«P

oeta

en

Nuev

a Y

ork

»)

y A

lonso

(«H

i-jo

s de

la

Ira»

); sin

h

ab

lar

de

Alb

erti

y

Cern

uda,

au

nq

ue

enésto

s sea e

sta lín

ea «acaso

» m

ás

ocasio

nal.

Lo

o

tro,

Rilk

e,

es

un

erro

r. S

u

mundo

co

tidian

o,

un

mundo

de

éx

tasis,

sin

posib

lt-co

ntin

uid

ad.

Gra

n p

oesía, sin

du-

da;

no

es é

sta la

cu

estión.

Tam

-bién

Valéry

esc

ribió

:

Un

an

ge

met

sur

ma

table

le p

ain

te

nd

ré,

le la

it p

lat,

y

acaso

sólo

R

ilke

mism

o

ha

visto

en

ello

o

tra

cosa

que

loq

ue

el pro

pio

V

alé

ry:

un

a

alte-ra

ció

n d

e d

en

tale

s y la

bia

les.

LO

S P

OE

TA

S.

— S

ea de

elloJo

que q

uie

ra,

Ara

ng

ure

n

ha es-

crito

un

bello

artic

ulo

, y a

la v

eznos

ha

pre

sen

tad

o,

ah

ora

en

lí-

nea

de co

mbate,

a

un

os

cu

an

tos

po

eta

s, to

dos

conocid

os,

alg

un

os

ya

no

m

uy

ven

es,

pero

que

por

este

tiem

po

h

an

co

incid

ido

en

pu

blic

ar:

Leo

pold

o

Pan

ero

,L

uis

Rosales, L

uis

Felip

e V

ivan

-co,

José

M

." V

alverd

e.

Del p

rimero

co

nocíam

os y

a al-

n

que

otro

poem

a, publicad

oen

re

vista

s, p

rincip

alm

en

te

los

frag

men

tos

de

«L

a

esta

ncia

va-

cia» ap

arecidos en

«E

scorial»

(di-

jo

ento

nces

Rid

ruejo

que

era

nlo

m

ejor

aparecid

o

en

Esp

a,

en p

oesía, d

espués d

el 391. E

l ha

trad

ucid

o d

e m

odo

esplén

did

o lo

s«P

reludio

s»,

de E

llot:

'C

ae

la

tard

e

inv

ern

al

con

un

secre

to de co

cinas

por

la calle.

Las

seis en p

un

to.

La

jorn

ad

a

qued

aco

mo

la

b

rasa

de un

cig

arro

Nad

a

mejo

r que

estos

verso

spued

e

ilustra

r el

concep

to

de

poesía

de lo

co

tidian

o.

Ha p

ubli-

cado

ah

ora

su

p

rimer

iibro

, «E

s-crito

a

cada

insta

nte

»,

en

las

Edicio

nes

Cu

ltura

H

ispán

ica,E

n

la

mism

a

colecció

n

(«L

aen

cina y

el man

-, lleva p

or n

om

-b

re)

sale

«L

a

casa

en

cendid

a»,

de L

uis

Rosales,

y

«L

a esp

era

s,de

José

M

." V

alverd

e. R

osales

publicó

ya su

famoso

«A

bril»

an-

tes

del

36 y

desp

ués

un

to

mito

de

med

iocres

verso

s relig

ioso

s,

Un m

anifiesto y u

npoco de buena poesía

Pti

odirio

nes

«V

acunal <•. E

n esta

rev

ista

ap

are

cie

ron

dos

espiar-

did

os

frag

men

tos

de

un

lib

ro,

según

m

is n

otic

ias

no

publicad

oto

dav

ía, de

pro

sa

po

étic

a:

«E

lco

nten

ido

del

corazó

n»,

y

algu-

no

s po

em

as. R

osa

les e

s un

buen

critico

y

eru

dito

.V

alverd

e

es

un

jo

ven

poeta,

que «

va a

mes»

. Poco

o n

ad

a m

eatre

vo

a d

ecir do

él en e

stas cir-

cu

nsta

ncia

s.V

ivan

co p

ublicó

ya un

buen

li-b

ra:

«T

iempo

de

dolo

r».

Ahora

ha salid

o en

«A

donaisi,

«C

onti-

nuació

n

de

la

vid

as-, del

que

Ara

ng

ure

n

se h

a ocu

pad

o ex

ten-

sam

en

te

en

«A

rriba»

. P

or

ciertoque el

artíc

ulo

te

rmin

a

con

tre

-m

en

das

pala

bra

s: la

poesía

que

cultiv

a

Viv

anco

es

«palab

ra

que

no

se

ad

ela

nta

, que

no

an

uncia

lo q

ue v

iene, q

ue n

o ilu

min

a, va-

ticin

an

te y

co

mo

em

bria

gad

a

de

¡ K

tUJE

q

tit: N

ap

oleó

nxcla

ma

ra,

ytt e

n g

an

-H

elena

, «ti. fa

mo

soá

n

qu

e m

avie!"

ha

va

riad

o

mu

-ch

o e

l con

cepto

de n

o-

vela.

Ya

no

es preo

iso rela

tar g

ran

-d

os

hech

os,

hero

icida

des,

aven

tu-

ras

ma

ravillo

sas,

pa

ra

Hen

ar la

strescien

tas

gin

as

de

un

lib

ro.

Co

mo

ob

edecien

do a

l replieg

ue in

-d

ividu

al

del

ho

mb

re m

od

erno

, la

ovcla

Im

od

oció

n y

pro

fun

did

ad

lo q

ue h

a p

er-

did

o en

riq

ueza

a

necd

ótica

. Y

es

curio

so

ob

servar

qu

e a

esta

co

n-

centra

ción en

la a

cción

corresp

on

-

dantch

as

io

entra

el tiem

po

. N

o e

s preciso

men

cionar

el

"Ulyses' 1

de

Joyce;

* lo

s d

os

no

i'elos

qu

e

tenem

os

nte n

oso

tros -—

y qu

e h

an

ob

teni-

o lo

s má

ximo

s p

remio

s d

e n

ovela

t su

s p

aíses

rep

ctivos—

In

ac-

miste

rioso

s sab

ero

s, la

s tin

ieb

las

del

mundo,

sino

que

rep

asa

lo

viv

ido, lo

med

ita, lo

pasa

desp

a-cio

po

r el alma,

y lo

cu

en

ta lu

e-go». P

oesía

herm

osa

y

necesaria,

Esto

d

em

uestra

, en

su

ma,

lalib

erta

d q

ue el a

uto

r de n

uestro

«m

anifiesto

s sig

ue

gu

ard

an

do

fuerza

de su

inm

ensa

a

uto

rida

d-

van

o

es u

n

filóso

fo.

Lo

m

ismo

ha

ocu

rrido

co

n

aquella

fam

osa

«D

eshum

anizació

n dol A

rte», q

ue

Orte

ga

pare

cía

en

tonces

pro

po-

ner

— e

im

poner

con

to

da

lafu

erza

de su

inm

ensa

auto

ridad

—a to

do

esc

ritor d

ei tiempo, y

que,

¡mora,

a

nad

ie

se

le

ocu

rre

ya

soste

ner

que

conten

ga

la

estéti-ca

del

Maestro

(acaso

lo

A.

Mach

ado

vio

claro

en

esto

).

Po

rqu

e hay

que d

eja

r bien

cla-ro

que lo

de «m

anifiesto

»

se m

eha

ocu

rrido

a

mí.

Nad

a

hay

de

tal p

ala

bra

en

el

artíc

ulo

di?

Ara

ng

ure

n.

por

JUA

N

FE

RR

AT

ER

ción

tra

nscu

rra

du

ran

te u

na

s pa

-ca

a h

ora

s. E

n

este sen

tido

ta

nto

"Weck-en

d

a

Zu

ydco

ote"

de

Ro

-bert

Merle

—G

on

cou

rt 49

co

mo

"La

s ú

ltima

s h

ora

s' 1 de Jo

sé Su

á-

rex Ca

rreño

—N

adal 49—

sup

on

enu

n

esfuerzo

técn

ico

con

sidera

ble

qu

e, si bien

Merle

lo h

a co

ron

ad

oro

n

éxito,

Su

árez

Ca

rreño n

o h

ap

od

ido

su

pera

r. P

or

ello,

cata

so

bra

s resulta

n

represen

tativa

s d

ela

no

velística 4

e su

s patrio

s. A u

nco

no

cimien

to

y a

simila

ción d

e la

stécn

icas

mo

dern

as

de n

ovela

y a

un

a p

reocu

pa

ción

ética y

, aú

n m

e-

tafísica

p

or e

l h

om

bre

con

sidera

-.

do

com

o

ind

ividu

o,

qu

e en

con

tra-

mo

s en

ta o

bra

de M

erle -ten

den

-cia

s q

ue in

tegra

n

él

mo

men

to

li-tera

rio

fran

cés a

ctua

l—

corres-

po

nd

e, en

la o

bra

d

e S

rez C

a-

rreño,

un

co

no

cimien

to

imp

erfec-to

y

un

a co

nfu

sa

asim

ilació

n

de

la técn

ica, ju

nto

co

n u

na

con

side-

rab

le o

bsesió

n

socia

l p

artid

ista,

integ

ran

te, ta

mb

ién,

del

mu

nd

o

¡¡ino

cup

ad

o, íu

t-iti., ma

cizo,

mi e

lq

ue

tod

avía

ae d

esenvu

elve la

•no-velística

esp

ola

.-W

eek-end

a Z

uyd

coo

te", sin se

ru

na

o

bra

g

enia

l, cu

mp

le co

n la

sexig

encia

s q

ue

pa

recen

ind

ispen

-sa

bles e

n la

no

vela a

ctua

l: un

co

n-

tenid

o

vital

sincero

, u

no

s p

erso-

na

jes p

sicoló

gica

men

te co

nsecu

en-

tes y u

na

técnica

estrictam

ente

li-tera

ria q

ue lo

gra

sus m

ejores

efec-to

s en

la su

geren

cia

y el d

iálo

go

.L

a o

bra

enfren

ta,

ad

emá

s, directa

-m

ente

al

lector

co

n lo

s perso

na

-jes

y

am

bien

tes, sin

la

pa

rticipa

-ció

n

del a

uto

r co

mo

"exp

licad

or"

corn

o su

cedía

, en

g

enera

l, en

¡an

ovela

an

terior a

Joyce, q

uien

co

n••U

lyses", destierra

d

efinitiva

men

-te a

l escritor d

e su

ob

ra. L

oa

per-

son

ajes

deja

n

de se

r mu

ñeco

s so-

metid

os a

l even

to d

e cu

alq

uier, a

r-b

itraried

ad

de su

a

uto

r. L

a o

bra

escrita

pa

ra

ha

cer u

n

mu

nd

o in

-d

epen

dien

te en

el q

ue y

a n

o a

e a

l-za

la v

oz d

el A

uto

r p

ara

co

m-

pa

recer o reg

ocija

rse co

n su

» cria

-tu

ras

ni, a

un

, pa

ra

com

enta

r lo

sh

echo

s q

ue a

caecen

en

la

n

arra

-o

n

Po

rqu

e, p

recisam

ente,

sun

ica fu

nció

n

ha

de se

r la d

e n

a-

•a

relata

r ob

jetivam

ente

los h

e-

cho

s externo

s o

el p

ensa

mien

to d

eu

p

erson

ajes.

Su

s no

rma

s exp

re-as

se

redu

cirán

, p

or

tan

to,

atu

d

mp

le na

rració

n

directa

d

e lo

sh

echo

s, co

mo lo

h

aría

el

ob

jetivo1

la cá

ma

ra

cinem

ato

grá

fica,

yiU

mo

log

o in

terior.

Y d

e su

ha

-b

ilida

d,

de

su

técnica,

dep

end

í:1 e

a

l en

frenta

r a

l lecto

r d

irec-ta

men

te co

n lo

s perso

na

jes y a

m-

bien

tes d

e la

ob

ra, lo

gre lo

s má

xi-o

efecto

s expresivo

s, En

"W

eek-en

d a

Z

uyd

coo

te" ésto

s se

co

nsi-

gu

en p

or sim

ple

na

rració

n

ob

jeti-a

de lo

s acto

s d

el

pro

tag

on

istad

ura

nte

las trein

ta y

tan

tas h

ora

-tq

ue v

an

de u

n sá

ba

do p

or la

ma

an

a a

u

n

do

min

go

po

r la

tard

el

el d

iálo

go

extraord

inaria

men

-it

-ealista

y efica

z— co

ad

yuva

po

-d

erosa

men

te a fija

r «I ca

ráctej

de

loa

perso

na

jes. Esto

? so

n so

lda

do

sfra

nceses

llega

do

s, en

su h

uid

a, a

llím

ite q

ue su

po

ne

el m

ar. Y

a

lli(a

pera

n,

s o

m

eno

s p

acien

te-m

ente,

¡a m

uerte

o e

i ca

mp

o d

t.co

ncen

tració

n.

Acep

tad

a

la d

erro-

ta

—co

n excep

ción

del

ma

gn

ifico¡i p

ara

jico

pa

cifista

Pin

ot

qu

eco

n la

espera

nza

d

e p

od

er d

ent-

ba

r a

lgú

n

avió

n

enem

igo

ca

rga

du

ran

te to

da ¡a

retirad

a

co

n

sufu

sil a

metra

llad

or

qu

e

pesa

sd

e d

iet kilo

s—

pa

san

las

ho

ras

com

enta

nd

o

o m

edita

nd

o

y lleg

an

a o

rga

niza

r su vid

a, co

mo el g

i w-

¡JO so

bre

el q

ue se

centra

la

no

-u

ela

qu

e lo

h

ace

utiliza

nd

o

un

aa

mb

ula

ncia

co

mo

h

og

ar.

De

esteg

rup

o

solo

d

os

ho

mb

res tien

enco

nsd

encia

p

lena d

el ca

ótico

mo

-m

ento

q

ue viven

: M

aiU

at —

el p

ro-

tag

on

ista—

y

Píerso

n —

un

saca

-d

ote ca

tólico

. Este

acep

ta co

n re

-sig

na

ción

los

aco

ntecim

iento

sM

aiU

at,

no

. S

u

rebelió

n

no

es,

stn

emb

arg

o,

violen

ta,

sino

sb

ien d

e tip

o

neg

ativo

: n

o d

ejarse

ai ra

strar

po

r el

con

form

ismo

de

los d

emá

s qu

e n

o e

s sino

estu

po

ra

nte

el

ab

surd

o

de su

situ

ació

n.

cxlif.po

' 1 d

esviad

o

iiat'ta

itn

a

inh

i-b

ición q

ue p

rovo

ca u

n tip

o d

e vid

aa

uto

tico, sí»

presen

tí; /in

merg

i-d

o e

n la

inercia

del p

asa

do ti o

ca

-sio

na

lmen

te p

royecta

do

so

bre

el

futu

ro.

Pa

ra M

ailla

t, emp

ero, exis-

te ei p

resente

com

o

realid

ad p

ri-m

aria

exig

ente.

Y si

es u

n extra

o

enm

edio

d

e

sus

cam

pa

nero

s,n

o lo

es

de

nin

n

mo

do

co

mo

Mersa

ult

—"L

'Etra

ng

er" d

e C

a-

ttius—

q

ue e

s u

n

psicó

pa

ta,

un

esqu

izoid

e, u

n

hip

oa

/ectivo.

Ta

m-

po

co e

s u

n

héro

e; le

falta

fe

en

ios h

om

bres, e

n é

l mism

o, e

n D

ios,

üu

in

qu

ietud

, su

d

iscon

form

ida

d,

no so

n m

ás q

ue su

reacció

n in

di-

ridu

at

an

te la

inercia

d

el m

un

do

qu

e te

rod

ea. B

u co

nversa

ción c

on

Pierso

n

no

vien

t: a

so

lucio

na

rlen

ad

a:

Ma

illat

no

p

ued

e —

y sa

be

qu

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Dos prem

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CONTRAPUNTODiriase que con la termina-

ción de ia guerra, habían des-aparecido del mundo de las de-cisiones políticas y hasta de lasmanifestaciones callejeras, lasformaciones uniformadas, pura-mente civiles, que en organiza-ción miméticamente militar, fue-ron dueñas, en los años anterio-res a 1945, de los destinos pú-blicos de casi toda Europa.

Los mitos que electrizaban aaquellos hombres fueron de-rrumbados estrepitosamente, yel mundo quiso convencerse deque se había disipado en un ho-rizonte cargado de humo y aris-lado de escombros los secos ta-conazos y el monótono ritmo detantas botas herradas.

La democracia — eso que al-guien ha llamado la esencia deEuropa — descansaba tranquila.Había olvidado todo lo que decerca o de lejos pudiera referir-se a los uniformes políticos. Suspropias escaramuzas en el terre-no de las paradas vistosas y lossaludos más o menos llamativosfueron anatematizadas.

¡Occidente estaba ya desfas-cistizado! Los colores de tantai

inteai los

muy poco las fronteras estable-cidas, tanto para reñir, como pa-ra abrazarse. Cierto que las exi-gencias económicas reclaman larotura de tantas trabas sin ra-zón; pero. . . lo otro, la esencia(ie todo, lo que dio vida a esoque nos quieren hacer tomarpor un pasado muerto, ha veni-do a ser suplantado por una pa-labra: ¡Occidente!

Las conciencias iban embotán-dose, a pesar de los esfuerzos

>do el monte — do lamañana - se había* orégano.

rican. termundo en pie de gue

El hombre no puede vivir si

peranza. La que sea.

Y como según los cánones dela nueva ética todo lo vencido esmalo, su esperanza, su nueva es-peranza, se encauzó sin angustiaapenas, en los moldes sin már-genes de los vencedores.

El hábito - - o el disfrazque antes fue garantía de altose insobornables sentimientos, sedejó sin pena. Había florecido lanueva esperanza. Hasta los quenada se jugaron y nada perdie-ron en el gran desafío, fueronrelegando a segundo termino los

Ahí están. Quinientos mil jó-venes alemanes otra vez proyec-tando su silueta sobre Europa.Como si nada huhiera pasado, opeor aún, después de todo lo queha pasado.

Son los mismos. Ha cambiadoel mito y ha dado media vueltala aguja de marear. Cuando mi-raban hacia el Este quisieron losdemás pueblos remedar sus mar-chas y copiar sus canciones en-tonces, que ellos solos pudieronser el muro que contuviese, elaluvión moscovita. Cuan era fá-cil jugar a la guerra que otroshacían: Porque cuando les tocóhacerla, no supieron ni sucumbirdignamente. Fue el alocado en-cauzamiento de la esperanzala esperanza anterior - en lasnormas auteras para unos y aie-gremente deportivas para otros.Fue cuando sólo hacían falta elaliento y el calor de los demás,en vez de la traición y la em-boscada. Y. . . ahi están. Ha cam-biado el color de sus camisas y

por Luis G. de Santamaríatcrialismo peor, porque va dis-írazado con la cultura cristiana,con las palabras — ya sin vida -dr las civilizaciones más firmesde la historia. Y como ayer conla esperanza en otros esfuerzos,con la fé en otras potencia que• - ilusos — impedirán el barri-do a que su ausencia de almales condena.

pueblos prebélicos, fueron deco-lorándose poco a poco, en rin-cones de añoranza. Y la vida, es-ta vida hueca, que sólo conservalos nombres, parecía haber vuel-to a sus cauces «normales*-.

Volvió a imponerse el galima-tías. Cada hombre y cada pue-blo lleva consigo su propio dic-cionario para explicar a caiíapaso lo que él en'iende por loque los otros oyen, o para aña-dir nuevas y peregrinas acepcirnes a los más simples vocablosde la jerga universal.

¡Occidente! ¿Y eso qué es? Nolo entenderéis nunca si vuestrosintereses no están concordes conlos de quienes empleen ¡a paln-bra. Para Inglaterra es su mer-cado. Para Francia la obsesióndel resurgimiento alemán. ParaAlemania la necesidad de vivir.Para Italia un nuevo malabarismo en manos de sus sagaces.Para Rusia un peón de su enemigo. Para Yanquilandia unasdivisiones de Infantería. ParaEspaña un concepto nebuloso,aun sin contornear...

¡Occidente! Ha querido substituit él solo a tantas ideas na-cionales como naciones pretendeacoger en su seno. Ha escamo-teado lo tangible, lo sólido, y hapuesto en su lugar su nombre,que no es más que una entele-quía.

Cierto que las nacionalidadesde viejo estilo están en crisis.Cierto que los hombres tienen en

signos que ya sólo - - con rde moda pasada exhibíatcontadas solemnidades.

Cada tiempo tiene su norncada circunstanciaguaje y una postura.

Pero no hay tiempo ni circuns-tancia que requiera perder lamemoria, o embriagarse de ilu-siones fatalmente destinadas aser interrumpidas por el másmerecido de los «batacazos»...

Y el medio millón de camisasazules desfilando por un Berlínroto y sangriento vino a airearla modorra de los soñadores queelucubran a favor de la corrien-te, y a recordar a los ilusos que

la dirección de sus miradas. Pe-

En el panorama del mundo só-lo ha cambiado una cosa. Elenemigo de ayer, era la Rusiacoherente y apretada, unida almaterialismo diabólico del so-viet, Y con ella todos los capita-lismos deJ mundo. El enemigo dehoy es Occidente. Pero ellos, consus camisas y sus formaciones,sus canciones y sus paradas sonlos mismos. Desengañados, «za-heridos* y condenados por todos.

Ahí están. Amigos y aliados decus vencedores.

Aqui Occidente. Sin coheren-CL<ir. sin unión, pero con un míi-

1 Las juventudes — casi todaslas juventudes de Europa — yano marchan al compás — ni porimitación siquiera — porque suspadres fueron malditos, si inten-taron ponerse a tono con las exi-gencias de su hora y la llama-da de su dignidad.. .

Y cerrando el Occidente, Espa-ña. Las juventudes españolasirrumpieron también con ímpetu

- el propio de su estirpe — enla vida nacionaJ. De este signo odel otro, estuvieron presentescuando su pueblo y el mundonecesitaron do ellas. Pero somosOccidente. Y por nosotros tam-bién ha pasado la ola del rubory hasta el momento del reniegoy la vergüenza. Las promocionesque se fueron han ido reempla-zándose cada día con menos es-píritu, con menos decisión, enproporciones cada día más exi-guas.

Nuestra esperanza son ellos.No queremos encauzarla en lalácil alegría del esfuerzo ajeno.

esto o frente a aquello. Peroqueremos que estén. Que no trai-cionen nuestra ejecutoria. Quesepa el Occidente dónde encon-trará la coherencia que le falta,la unidad que anhela, el espíri-tu que ha perdido, dejándoloahogarse en el materialismo sintó que le domina.

Pero las juventudes españolasestán en nuestras manos. Desfi-lan por nuestras aulas, viven denuestras lecciones y hablan elvocabulario seco o jugoso donuestras palabras.

Somos nosotros, los forjado-res del acero con que han dealancear la vida y los pilotos quehan de mover el timón — su ti-món - - de acuerdo con la agu-ja de marear de Espafta.

Son los miamos, y lo» miamossus enemigos. Queremos que es-tén donde estuvimos — o debi-mos estar nosotros - - con lamisma lé y hasta con el mismogarbo con que hicimos de nues-tros días su historia.

Sobre nosotros, ellos, y sobreellos, el futuro, Ese futuro quepuede ser, o no, el de Occidente.

Porque somos puerta o muro...Y cerrando el Occidente, Es-

pana.

C A P A C I D A D JURÍDICA EN ELEJERCICIO DE LA E N S E Ñ A N Z A

En el número de este Boletín cultural co-rrespondiente a mayo apareció tin articuloque firma José Díaa en contestación a otrodel P. Guerrero S. 1-, publicado en la revista «Razón y Fe».

El artículo del señor Díaz, claro, vallenle y ponderado, da una réplica adecuada "muchas de las afirmaciones del p . Guerre-ro. Pero tal vez, no ha aclarado suflcle"temen te IUI punto trascendental: La capa«¡dad jurídica para el ejercicio de la Enscñanza y su relación con el agobiante pro-blema <H'i paro de graduados.

Con respecto a la competencia o capacidadcreo absolutamente necesario distinguir cu-tre la competencia o capacidad en sentidodocente y en sentido jurídico.

En sentido docente, reconocemos con elP. Rute Amado S. I. (Teoría de la Ense-ñanza o Didáctica Genera), 3.' edición, páftlna 17, nüm. 38, "I,") que «no hasta saber,para saber enseñar, ni se requiere para es-to saber mucho, sino "saber bien" la ma-teria de la enseñanza». Creo que no son dis-cutibles las palabras del P. Buíz Amado, atodas luces evidentes. Pero también lo es laafirmación de que, humanamente, sólo e-sposible creer que sabe bien la materia d<<cualquier enseñanza quien haya acreditadosuficiencia en la misma por medio de prue-bas realizadas ante tribunales oficialmentecompetentes.

Sin embargo, reconocemos que pedagógicamente es posible adquirir competencia enalguna ciencia o arto, no ya cursando estu-dios en centros no estatales, sino hasta sincursarlos en ningún centro; por un proce-dimiento autodidáctico. Mas con la mismaconvicción afirmamos que los estudios se-guidos por cualquiera de dichos procedi-mientos, «no permiten adquirir la capacidadjurídica» requerida por las Leyes para elejercicio de la Enseñanba Media (grado dela enseñanza que nos interesa ahora) enninguna de sus modalidades. En la oficial,porque para opositar a cátedras es necesa-rio, entre otras condiciones, poseer el titu-lo de Licenciado o Doctor obtenido tras la*,oportunas pruebas de suficiencia realizadasen algunas de las Universidades del Esta-do. En la privada, porque par» ello son In-dispensables estos requisitos que marea laLey: acreditar la posesión del Título, me-diante Inscripción del mismo en e] ColegioOficial de Doctores y Licenciados del D, 17.y haber obtenido de dicho organismo laoportuna autorización profesional, Indispen-sable para el ejercicio de la función docen-te piivada. Y como estas obligaciones (delas que correlativamente emana un dere-cho) únicamente las exige la ley a los tí-tulos oficiales y no a los de la Iglesia notras asociaciones privadas, se sigue deaqui que únicamente puede tener el dere-cho de dedicarse con plena capacidad ju-rídica al ejercido de la enseñanza privada,quien esta obligado al cumplimiento de lo*deberes establecidos por la legislación, c«te es, quien posee el título de Licenciado oDoctor expedido por el Ministerio de Edilcaclón Nacional. Y que, por ello, están almargen de la Ley quienes ejercen sin poseerlo. Corrobora esta afirmación el hecho

su Base XV, señale tres únicas excepelones: los profesores de Religión, en dichamateria; los de Idiomas modernos, en lasuya, y, en ciertos casos, los Ingeniero».

I,o que ocurre en que el Estatuto pin-que se rige la Enseñanza Media está pidíendo a voces nnn revisión, una reglamen-tación definitiva que lo prive de la tara deprovisionalidad con que fue concebido, co-sa lógica teniendo en cuenta la fecha (K'ide septiembre de 1938. III año triunfal), onque fue promulgado.

Dado el Estatuto en los momentos en•tue España había confiado a la juventudla defensa de su independencia y de suexistencia futura, es natural c:ue el nacien-te Estado español comprendiera que la ma-yor parte del profesorado, combatiendo enlos campos de la Patria, no podía dedicarse a Ja función docente; por lo cual, tuvonecesidad el Estado de facultar a ciertaspersonas para que ejerciesen función edu-cadora durante ese tiempo en el que cr ,

voluntad; otra, r;uc ¡os .134 friadimilo» qn.'trabajan, sohre un total de 814 no son tan[)ocos. De acuerdo con la primera objeci<':i.Pero veamos como se distribuye la cifra il.134 Licenciados:

punto menos que imposible hallar quien [ni-diera dedicarse a la enseñanza con plercapacidad legal. Pero es Indudable <;ue su-perada ai-uella dificultad, al extremo de ha-iwrse producido en todo el reino un angnstioso y creciente paro de graduados univer-sitarios en Ciencias y Letras, no se puedenseguir manteniendo las facultades cae seconcedieron provisionalmente, una vez des-aparecida la causa ijue motivó acuella concesión graciosa y eventual.

Posiblemente el P. Guerrero, tan afielonado a la hipérbole, creerá <<ue también loes calificar de angustioso el paro de Lice>iciados. Sin duda saldrá de su error si exa-mina con atención los números euc a cont¡miacion damos relativos ai Colegio Oficialde Doctores y Licenciados de Barcelona, or-ganismo al que agradecemos esta colaboración:

Licenciados Colegiados 811Declaraciones presentadas 534

Licenciados «u<- no ejercen . . • • 280

Es posible poner dos objeciones: una, qiii'de los 380 Licenciados que no ejercen hay<;ue deducir los que lo hacen ñor propia

_ 9 —

Totales 64 27 443 534

De todo elio se sigue que sólo trabajanla jornada legal completa (seis horas) 48Licenciados, es decir, el 5 ñor 100 del totalinscrito en el Colegio; que los demás, o seael 95 por 100, están en paro parcial; que el37 por 100 de los Licenciados seglares noempresarios Llene una jornada de trabajode tres o menos horas (es decir, la mitado menos del mínimo legal) y que de dichosLicenciados seglares sólo trabaja un núme-ro equivalente al BO por 100 del censo «to-tal» de Colegiados.

Dow aclaraciones. Primera: todos estosporcentajes son aproximados. Segunda: na-turalmente, se excluye tle estos porcentaje!)a los dos sectores (religiosos y empresa-rios), no afectados (Kir el paro, y sólo poresta razón.

Vistos los datos que anteceden, ¿es po-sible tolerar el intrusismo? ¿Puede nadie,en justicia, intentar defender a quien notiene título alguno, condenando automática-mente al itaro y u una vida misera a todoslos que a costa de esfuerzos, privaciones ysacrificios han seguido la actividad profe-sional por la cual sentían una vocación de-cidida" Medite esto el P. Guerrero y creaque ni Licenciados, ni Doctores pretendenser comltres de imaginarias galeras, ni con-sideran a los que en días ya lejanos fue-ron sns primeros Maestros, como galeotes.Entre otras razones, porque al oír esta pa-labra no podemos por menos que recordarcon amargura tantas páginas de nuestro te-soro literario > asociamos el vocablo galeo-te no sólo al que cumple condena «siempreal remo condenado», sino también a los Gi-neslllos de Pasamonte que corresponden conpedradas y burlas a las conductas genero-samente idealistas y quijotescas.

Pero en fui, como no sé si todas y cadauna de las razones expuestas más arribaserán suficientes para modificar la opiniónde lo» detractores de la titularidad en laEnseñanza (desde luego lo creo difícil), adu-ciré otra cuya autoridad no creo que dis-cuta el muy reverendo Padre: el artículo331 (que se relaciona con el 572) del vigen-te Código penal, artículo que copiado lite-ralmente dice: «El que atribuyéndose la cua-lidad de Profesor, ejerciere públicamente ac-

(Pasa a la pdg. IV

Cine español estivalCon Eos primeros calores so pro-

ducc en tas carteleras de los cinesuna profusa floración de películasespañolas. Las causas del fenóme-

irlas: ¡nto •público, inefable organizanómica de la industria cinemato-gráfica nacional, etc. Sin pro fu n-

Y pasemos a "Noventa minu-tos , de Antonio del Amo. Tampo—co en esta película ha fallado elKuión, pero si el director, ia am-bientación y la interpretación. Yasi, al refugio londinense que pa-

cindad de Chamartín se une lagesticulación y el griterío de unosintérpretes que no aciertan - c r eoque ni siquiera intentan— dar vi-

con la obligada limitación de es-

Hitchckoo también- - y la pobre-za de medioa.

He aqui el resumen de quincedías de cine español. ;, Dónde aca-bará por llevar al desmanteladobajel do nuestra cinematografía el

" ' " permisos de ¡m-

•¡ jugar

dize ista atas ccapan de los limites estrictamenteartísticos— analizaremos tres deestas cintas, escogidas al azar, pe-estado real de la producción me-dia española.

Quince días en total han perma-necido en las pantallas barcelo-nesas "Historia de una escalera",de Iquino; "Noventa minutos", deAntonio del Amo, y "Un solterodifícil", de Manuel Tamayo. No esmucho, verdad. Se me objetaráque "Pequeneces" ha computadomuchos meses de cartel entre Ma-drid y Barcelona. Cierto también.

de tan insólito éxito."Historia de una escalera", de

Iquino, es la antología del máspuro desvario cinematográfico. Elfotógrafo —buen fotógrafo— quees su director, se ha sentido ten-tado por la Técnica, asi con ma-yúscula, y ha jugado a ser un Or-son Welles español. El resultadoha sido desastroso. Las planifica-clones al buen tun tun, las movi-lidades injustificadas de la cáma-ra y las limitaciones de escena-rios ("handicap" voluntario quesólo puede autoimponerse y resol-ver un Hitchckoc» deslumhrarona criticos de patriotismo mal en-tendido, pero nunca constituiránel meollo de una película. Hayotras cosas en un film; la inter-pretación, el argumento, el guión.Y todo eso brilla por

i "Hist i de u scaletEn cambio, "Un soltero difícil"

lo posee en parte. Su guión esbueno, sobre todo en el arranquey el final, su argumento —prescin-diendo del andalucismo— ea acep-table y su interpretación puedfcatalogarse en buen lugar, por lomenos en lo que se refiere a Con-rado San Martin. Pero le falla latécnica, aquí con minúscula. "Unsoltero difícil" es una cinta en"Cinofotot:olor" o color nacional yel procedimiento perece ser, porahora, bastante deficiente. Parajustificar ias chillonas tonalida-

determinados planos y los verdesque se enseñorean de casi todaslas panorámicas, alguien ha reve-lado que la cámara con que se ro-dó "Un soltero difícil" es de cons-trucción nacional y estaba des-ajustada. Ante tan poderosa raaón

que ésta: o se ajustan las cáma-

se prescinde del color que, porotra parte, ni aqui ni en el propioHollywood añade nada a una cin-t4 del corte de "Un soltero difí-cil".

clon?J. R.

Nulas de un espectadorSi "cada uno de nosotros es un

ómnibus en que viajan nuestos an-tepasados", como afirma un pen-sador} americano, en el tranvía delsuburbio se amotona, cuelga deloa estribos la apetencia, el deseoo en el lenguaje culto la "libido".El tema del tranvía para Edmun-do WAmicis quedó reducido a un"cuadro de costumbre»" —"La ca-irozza de tutti"—; en manos deOrtega fue objeto de meditación.De Nueva Orleans arranca el"tranvía llamado deseo-'' y su ter-minal desemboca en el Mediterrá-neo. Ss una nueva marcha sobreEuropa; una doble corriente deinmigración caracteriza nuestraApoca: los americanos abandonanloa bienes materiales, la abundan-cia, la seguridad de un coeficienteeconómico que respalda cuanto losfranceses denominan 'min*mo vi-tal". Tienta Europa que fue y esun camino. Un sinfin d>.' caminoscon un fin. Con un fin de univer-salidad y unanimidad, progresiva,según define Eugenio Montes. Elcamino del descubrimiento tuvosu origen adivinatorio, de vatici-nio; el camino de vuelta penosa-mente se traza en el subsuelo, enel mundo subterráneo. Los euro-peos han perdido los eslabones de¡as postrimerías y borrada la co*-secumda lógica que engarza lavida terrena con la trascendental,pensamientos, circunstancias, elmundo "por de dentro" y su con-torno sei ha hecho problema y portanto, angustia, perturbación.

Este doble viaje está representa-do —arranquemos de los particu-lares para un ensayo de lo uni-versal— por dos obras: "El tercerhombre" y "Un tranvía llamadodeseo".,Sobre el paisaje urbano deViena destrozada un hombre in-tenta mantenerse en equilibrio;recordail la conversación sostenidadentro de la barquita de larueda giratoria del "Prater".Aquel hombre europeo lia roto elorden moral y hace suya la frasede Kierkegaard citada por Una-

Cristiandad no hace; Cristianismo". Euro-e la fuga arrojando

ideas, normas; juega un ensueñode juventud ante las ruinas de laoficina de Fausto. No entona him-nos que el metrotono de un posi-ble Wagner mida; pretende la ju-ventud alejarse, huyendo a lasAméricas.

Una revista hogareña de Madridha interrogado sobre la idea de lamuerte. Palabra y tema que asal-ta conciencia, actualidad y moda."La muerte está ahí". Y ahora re-sulta que está mucho peoí- queantes, mucho más pavorosa e in-quietante, al faltarle el apoyo delos otros tres enunciados que lacontinuaban". El hombre al huirno busca salida sino refugio; alcerrarse el círculo del instinto, sutrayeotoria, se halla en el obscuroaposento de su origen. La psicolo-gía lo denomina "hombre del sub-nuelo". Y el tercer hombre inten-ta perderse por las cloacas de Vie-na soñando, tal vnx, con playasde otro continente.

El tranvia descarga* lo morb-jsode la vida cotidiana, de la vidatras las cuatro paredes, allí dondeel hombre se desnuda de su re-presentación. Cuando se mete vncasa aflora lo individual primarioy se subleva "contra ésto y aque-llo".

América transporta en el tran-vía los residuos de Europa, el oru-jo prensado en las aglomeracionesdel suburbio; sí el europeo inten-ta renacer el hombre de Américapadece un sobrante de vida. Jue-ga a los bolos, bebe y se baña re-petidas veces comportándose conarreglo ai pían, mecanizado de lavida. Suprema justificación será elconcepto de libertad, el "me da lagana" con que el pueblo españolexpresa tantas cosas, totalmentediferentes de la irresponsabilidaddel americano.

Cuando el tranvía- llega al finalde su trayecto ¿qué queda de lapresencia del hombret La huella

nta yTibia Une • "Na-

die me quitará mi fe de quelos pueblo» morigerados son capa'cea de Henar un glorioso y noblepapel humano en la Historia, quesólo ellos pueden llevar a caboobras de duradera civilización. Lalujuria, el juego, la embriaguez,entontecen a los pueblos y acercanel hombre al bruto''. El tranviavacío es una destartalada jaulasin defensas que separa a ¡oshombres; descarga sobre Europauna humanidad sin contornos, pri-maría; una humanidad que nos-otros alejamos para refutar elpuente del hombre al bruto quetrazara en el aire Darwin.

"El tercer hombre" purga su de-lito derrumbándose sobre lasaguas muertas de la cloaca; losviajeros del tranvía continúan in-diferentes, jugando al poker,mientras la locura arranca del su-burbio a una otoñal menopáusica.Y Europa, en su magnifico cre-púsculo, aún acota y limita loscampos, los campos de concentra'ción preparados para contener lainvasión de América. Donde stdice campos, léase tercetos delDante, teoremas de Descartes,, las1

Mete colinas de Roma repicandomediodías...

J. F. A.

Arte j frivolidadLle\

hablando del Arte Moderno.Y con eilo corremos el peligrode una gran confusión. Porque si

los rincones nuestra ftlíaclón In-

nos hemos hecho eco de los queutilizan Jas fórmulas de lo nuevotomo escudo tras el que ocultarsu impericia y completa falta deseriedad y de competencia. Por-que existen muchos que así lo ha-cen. Y cuando la crítica les "poneverdes", vuelven a salvarse a simismos huyendo de la critica yconsiderándola "académica".

Pero se dan aún criticas y crí-ticas. Existe una critica Intransi-gente que pretende dogmatizar enArte imponiéndose un credo ín-tangible y exlate una critica cen-

lizada por gente Joven de espírituy cuyo veto va para lo que hon-radamente consideran ina7o. V.esa critica es la que creenincluso académica esos fariseosdel Arte, cuya ambición desmedi-da y su vanidad inconmensurablesoto son comparables a su abso-luta falta de potencia creadora,de personalidad y de originalidad.Hoy, desgraciadamente, ya no isnada original ser "snob", y todapersona inteligente ae ha aparta-do del plano de snobismo. Hoy

ria Eugenio d'Ora— en una cua-resma de Arte, en un período enque la frivolidad artística no tie-ne cabida. Y en absoluta discon-tinuidad con !o que pregona elmundo entero después de estaépoca desesperada en que Europa

gímiento y devoción, apare-cen todavía en España unos cuan-tos frivolos de] Arte.

Un buen ejemplo de, esta frivo-lidad lo manifiesta el grupo "AR-TE NUEVO", de nuestra ciudad,que ha cerrado su "ciclo" con unaexposición colectiva, realmente de-mostrativa de las escasas posibi-lidades artísticas de ese grupo, Asu sombra su halla asentadootro, el del "Arte Negro", cuyoabsurdo e irrisorio "manifiestonegro" hemos tenido el gusto deleer. Unidos estos grupos con elúnico fin de desorientar incautosy "épater" a la gente poco ente-rada no han conseguido hasta elpresento reunir elementos cuyavalia haga dispensar la pomposi-

sas así se le puede» permitir —ya duras penas - a un Picasso.Pero a iin Sr. Aleu do ningunamanera. Digamos solamente quede nuestra quema se salva exclu-sivamente el nombre DE SUCRE,PORNELLS - PLA y SANDALI-NAS, que pudieran ser utilízablesai trabajasen seriamente y en-contrasen una fórmula mas au-téntica.

J, N.

MAS SOBRE LOS INTELECTUALESVamos a tratar de centrar el tan manido

lema de los intelectuales, su papel y su "trai-ción". Cuando digo centrar el tema me re-fiero a su actualización, pites advierto que en<:l último recrudecimiento de su estimacióncomo vigencia o vivencia, iodos cuantos deél so ocupan ¡o hacen manejando conceptosy situaciones abiertamente trasnochadas. Sehace historia del papel que cupo a tos inte-lectuaes en épocas más o menos lejanas ysobre el supuesto cultural y político de aque-llas épocas se razona anacrónicamente, sir-viéndolo de una experiencia cuyo límite finalno rebasa los quince años.

Una de las características más defmUuiiasdel tiempo actual es el radical encuadramicn-to político de todo valor trascendente. Vivi-mos una época "crucial" de "ser o no ser"y Ion posturas abstencionistas o ya no seproducen porque vi propio ambiente no espropicio a ellas, o si se dan aisladamente,quien tos propugna pierde toda probabilidadde adhesión. La política se ha simplificado

tra forzada elección de caminos políticos unaque los intelectuales deben saber discenir me-}or que nadie; están obligados a proponerlo.

Rusia —a quien todo podrá reprochárselemenos hipocresía en ¡a actuación de su poli-tica- - no ha hecho en este sentido mus queponer ¡as cartas boca arriba y hacer definirsea sus intelectuales en una actitud congruentecon el destino de la U. R. 8. S. Esto mismo seestá haciendo actualmente en Codos- ¡os países,con menos o más rigor, según sea más o mr-nos miope la visión política, y la concienciade la critica coyuntura en que nos ha tocadovivir.

Apuntaba hace anos Montero Vía: en Inconferencia que tituló "En presencia de lamuerte" como no debía darse valor alguno aaquéllas construcciones intelectuales cuyosadalides no supieron mantenerlas, llegado elmomento, con el hierro y con ¡a sangre. Ynegaba la condición de intelectuales a todoslos que en el instante decisivo, se escurríanen electidsmos cobades o en inoperantes abs-

cru»; en la actual encrucijada europea, seacual sea su matiz, pueden determinarse susúltimas consecuencias respecto al capital pro-blema de la continuidad de lo que hemos dadoen llamar civilización occidental. Aquella po-lítica cominera, de bandazos y transacciones,que hizo copioso el anecdotario cuyos1 expo-nentes finales todavía cupo ver a nuestra ge-neración, ya no es posible, Bn muchos casos,la "traición" de los intelectuales fue traiciónde buena fé al no poder implica)' su activi-dad en ninguno de los vehículos que el sis-tema político ponia a su disposición. No era

—evtraño que entonces se refugiasen en su to-rre de marfil y se diese el fenómeno del "in-tolcctuai puro , como consecuencia de ladeseperación política.

Al intelectual puede ¡altarle —casi siemprele falta— vocación- fundacional política. Perolo que no puede ni debe faltarle es una ca-pacidad de aprehensión que pudiéramos Ha-mar "patriótica" y que haga revestir a suaproducciones de un sentido constructivo acor-de con el interés del grupo nacional en elque está inserto. Todo divorcio de este sen-tir constituiría, en nuestros dios moa que.nunca, una traición que esta vez si seria muydifícil de disculpar.

El "enrolamiento" intelectual fue tambiénconsecuencia del esquema de política liberalque hay que llamar decimonónico aunquemuerda con su presencia una buena tajadade. nuestro siglo. Era entonces el intelectualun valor en bolsa y en la quiebra total delas sanas intenciones políticas, stempre cons-tituía una buena propaganda al contar con¡a adhesión de quien, al margen de la poli-tica, había logrado consagrar un valor indis-cutible.

La política es en nuestros dios, más quenunca, existencia. La actitud de "intelectua-lidad pura", entendiéndola como desasimien-to total de la política, es hoy inconcebible,Si antaño era cruel el pretender 101a vincu-lación concreta del intelectual a cualquier delos grupitos en discordia, hoy, el definirse en-tre dos actitudes que sintéticamente pudiéra-mos extremar como el Bien y el Mal, es quisael fundamental deber de los intelectuales, yal propio tiempo, requisito esencial para latrascendencia de l|stt obra. Si intelectual quierodecir una integra dedicación de la inteligenciaal esclarecimiento de la verdad, hay en núes-

es una categoría, impone una actitud "elegan-te" ante el peligro, de la que Sócrates es para-digma filosofando en la agonía.

En esta coyuntura de crisis <•« la pérdidade ¡a neutralidad, otra de las característicasesenciales, que bien contrastada hemos vistoen los últimos tiempos. Llevado esto al terrenode ¡a política —más aún. al terreno de la po-lítica que sigue siendo en todos los paites "na-cional"— impone a los intelectuales, por latrascendencia social que hay que conceder asu obra, el "definirse", tanto porque exigen larealidad de las circimstancias, como por qitvvá en eUo mi propia existencia como tales.

Indudablemente, el intelectual "puro" hamuerto. No podemos calificar su obra ni suexistencia dé buena ni de mala, en término*absolutos. Soy ese tipo de intelectual es yaprehistoria. Concebida la política nacional co-mo la exteriorización .de una manera de serque en resumidas cuentas nos cataloga comoadherido» o adversarios de la continuidad dela vieja civilización occidental cristiana —entrance ¿sía de desaparición o subsistencia—no interesan, "no nos sirven", las especulacio-nes intelectuales que orillen el gran problema,No sin razón señala Ayala que el aconteci-miento intelectual, se vé actualmente reducidode antemano en sus posibilidades de eficaciasocial y condenado a luchar no .tolo con tasresistencias especificas nacidas de sus pecu-liaridades concretas, sino contra "una generalatmósfera det desvío y hasta de desestimaciónrespecto de cuanto signifique un esfuerzo y unlogro en el campo de la especulación pura".De ahí que el intelectual, si quiere mantenersu tradicional rectoría del espíritu, debe ha-cer una inmersión en ía política, que dará elmarchamo de "sugestivas" a sus creaciones.Hoy puede existir él político no intelectual;por el contrario, la realidad social repele alintelectual no político. Quisa en tiempo» veni-dero* en que la tarea encomendada a la po-lítica no sea, como en los nuestros, existen-cial y total, puedan desglosarse de nuevo am-bas actividades, y el intelectual vuelva a sutorre de marfil. Esa torre de marfil, requi-nada actualmente por la política, en la abso-luta movilización de valores que es forzosaoponer a la mas que nunca amenazadora ne-gación de las construcciones del rapiritu.Sirwpir "primun vivere"...

JUAN EUüENIO Bl.ANCU

CAPACIDAD JURÍDICA...< Viene, de la pág. 9'

los propios de iuit) Facultad que no se pue-da ejercer sin titulo oficial. Incurrirá en lajwsna de prisión menor». La cosa está cíara. Pero por ni acaso no será malo trans-cribir también el final del primer párrafode la nota 321:1 del mencionado cuerpo le-jtal. I>iw así: «Este DELITO se carácter!ra por la concurrencia de los requisitos M-giilentes: 1/ Ejercicio público de ION actospropios de una Facultad; %." Atribución d<:la cualidad de Profesor sin serlo; 3." Caren-cía del TITULO O F I C I A L IMPRESCINDIBLE PARA REALIZAR LEGALMENTKLOS ACTOS PROPIOS DE LA PROFfcSION QUE I,O EXIJA». V como precisamentó para poder ejercer la enseñanza SEEXIGE (como queda dicho antes) haberefectuado lu inscripción del TITULO OFI-CIAL en t-1 Colegio Oficial de Doctores yLicenciados del Distrito correspondiente, esinnegable que cuantos ejercen SIN TITULOOFICIAL vulneran el artículo 321 del Có-digo Penal en vigor.

Si los Licenciados pidiésemos que se apli-case el Código, parece seguro que no pocosmiembros de ciertas comunidades dedicadasa «empresas p u r a m e n t e apostólicas», *;•verían (al menos temporalmente) libres ele«vivir como galeotes remando siempre sudoi'oso& para que naveguen Licenciados >Doctores» (con mayúscula, reverendo Pa-dre, si no le molesta) y vivirían más des-cansadamente a la sombra. Porque ahoraya no se condena » galeras, Claro, que pen-sando en cierto fuero, no nos ciueda másremedio que sentirnos Quijotes una ve?,más y repetir la frase que el hidalgo de laMancha dijo a su escudero, estando ambosen el Toboso... G. Roldan

SIGNIFICACIÓN DEL ATEÍSMO...< Viene de la 1." pág.i

Pero veamos la segunda gran contradicciónde la posición atea contemporánea. Maritaln,en su libro "La Significación de l'athéismeContemporaln" dice, refiriéndose principalmen-te a Jean Paul Sartre, que hace profesión deateísmo en "L'Exi tendal lame cst un Hutnanls-me", que el ateísmo absoluto comienza por seruna reivindicación para que el hombre sorila a si mismo, liberado de todo fin último yde toda ley eterna. El ateo positivo contem-poráneo afirma que nada hay que salvar enel hombre. La moral humana no puede

s heter i. Cons ínte-

en creación constante, su propia norma moral.En esta creación consiste la Ética y el encuen-tro definitivo del hombre con su "genuinidad 'o *'autenticidad". El ser autén ti canden te honi-

Pero con esta liberación el hombre se inte-gra en el flujo del todo, en el orden real deluniverso, en la realidad constantemente Hu-yen te de su autenticidad existencia!. Y estaposición, en lugar de una liberación, es unenrolamiento. El ser ateo positivo no es másque una dedicación al fetiche de la Historia,del Devenir.

Las dos contradicciones del ateísmo contem-poráneo vemos. puesT que confluyen genero-samente en un "puro amor". En efecto, tantoel teista como el ateo pertenecen al mismotipo, son "nomines religiosi", hombres cuyoespíritu tiende amorosamente hacia la tras-cendencia. Sólo que el primero exige la posi-tividad y existencia de la trascendencia, eadecir la posibilidad del acceso del hombre aella de un modo natural o sobrenatural, eneste mundo o en otro. El segundo, sin embar-go, niega esa existencia y se queda, solo, conun amor sin objeto y con una norma sin san-ción, sacando fuerzas de su propia nada. Peroesta posición hemos visto que es imposible do

una trascendencia disfrazada y esa autonomíauna heteronomin. del devenir.

COMENTARIO A UN GESTO INTRASCENDENTEPareo. vida

especiales, conversiones sorprendentes,cates metánoias rebautizadas. Y esto tanto enlas vidas individuales como en las colectivas.

Hace ya algunos meses que los políticos seafanan con visible ansiedad en torro u. lacadavérica y despedazada Alemania, conside-rándola pieza imprescindible de la realidadgeopolítica e histórica que poco a poco vaabriéndose paso como encarnación del tal vez

obrero. Pero se aprecia enseguida que si todolo que se intenta con el intercambio es unacompensación placentera el gesto ae deshaceen el vacio de la inconaecuencía: porque, pesea él, pasado el tiempo, el obrero volverá a sutaller y el eatudiante a su banco.

Hay otras explicaciones insatlsfactorias. Lasiguiente, por ejemplo: que los estudiantes

ícreta.total alcaí sable por la pers

único y gcomún" para el hombre de Occidente: Jfiuro-pa. {Eugenio d'Ors, por cierto, ha maniíes-tado valientemente hace poco hallarse escan-dalizado por ver postulando Europa a quíe-nea más han hecho por destruirla.)

"¿Pueblo de músicos y pensadores?" ¿"Urebaño de cábelas cuadradas?" (Cojamosnuestra pasión, lector, por tranquila que sea,y desnudémonos de ella. Sólo as! podremos

ir adelante.) El hecho Al h

Es cierto que la disociación del cuerpo y lacabeza de la sociedad ha sido el principio dala crisis y la rebelión de aquél contra ésta,como ha visto Ortega, el signo de su apogeo.Pero acaso no podía menos de suceder asi:porque la aplicación habitual de la imagenorgánica a la sociedad constituye una false-

itológica. Nunca i

otivLas persd l

puede istitul n cuerrp

de la sociedad. Lasy

razón profunda de las cosas, nunca las fun-damentan. Por otra parte, considerando es-ta explicación desde el lado opuesto, ¿queutilidad económica reportaría a los obreros auestancia en la Universidad? Por último, si porobtener en ella estudios técnicoa especiales

ibi lid i l d

man los miembros,lAlindic

mpociales

tales, forman la cabróaos" de todas esasización activa, for*po de la sociedad.

principio, lasi tp

de ir

lejadag q , q jpolarizado en las dos postguerras la atención de los estudiantea toda sospecha de interés.d l d f l i A t d id ( Q d l d i l ú i ddel iambas ocasiones ha superado un corto perio-do de vituperios parí acallar volviendo a ha-cerse oír. ¿Se deberá esto tan sólo a las ra-zones geopolíticas sumariamente aludidas an-tes? Puede ser, si se considera el asunto ensu totalidad. Pero en determinados aspectos—aparición de fórmulas artísticas en 1819,

—el profes

ntajado

ado— essitios algod

i pare L la i

hoy ni en AUenvidiable partdiable desde el punto de vista económico,entiende.) Tiene que haber, pues, algo más i

cho, crean unos universitarios que en su vi-da hay algo que falta en la de los que no loson —perogrullesco— y que esta falta —y es-

acial. No espejar

íticidad. Cuandosu aspecto meramente jurídico, las rei-vindicaciones sociales parecían reclamarlibertad especial e igualdad codificada.Hoy estos estudiantes alemanes otorgannuevo sentido a estas reclamaciones i li-bertad de crecimiento personal, e igualdadde condiciones sociales para ese crecimiento.Ambas convergen hacia el ideal tácito nautahoy y —hoy apenáis expreso— y aún contra-dicho: que la sociedad organizada tengacomo fin la garantía material del floreci-miento autónomo de la personal como tal.

Resulta en sustancia indiferente lo que ha-gan \a& "manos" del hombre y se presentacomo decisivo lo que ese hombre pueda ha-cer de si mismo. Dicho de otro modo: preci-sa que al cabo de los sigloa, el status social

trias

ina Universidad de Alemania los estutes han decidido establecer un intercamcon los obreros de determinadas indus

de la ciudad. Los obreros acudirán ¡Lulas en el periodo de vacaciones de lo.

estudiaires. La medida, por último, <bajo permanente a los profesadherido a ella.

No faltará lector, a quien hintrascendente parezca desprcseriedad <

tudiantes alemanes se nos ofrece ya esto: eluniversitario, por la posibilidad que el estu-dio desinteresado le ofrece de abrir au mentejde ampliar su conciencia, puede —ceteris pa-vada que la del fcorr.rtre sujeto durante lamayor parte de su vela al poco instructivo

I limite de t

indi»uits hai

msiderjnsidei

tuación de sus posibilidades óntlcepicando estos términos tradicionales pretendoescapar a cierto fácil encasitlamiento filosó-fico.)

He aqui, pues, que el intercambio entreobreros y estudiantes se articula sobre estarótula sociológica fundamental: la sociedaddebe poner al alcance de todos los hombrestu cuanto toles, al margen de toda especíali-zacíón, los medios adecuados para la profun-dIlación de la existencia. La dorada utopiadiría aai, cargando intencionadamente la ro-sada tinta: cuando un metalúrgico vea abrir-se ante él con toda naturalidad las viaa deloapiritu objetivo —no quiero recordar a He-

pre estaidistai cía

por

apreciarse la insondabilidad de la

do a lo largo de toda la historia e

> todo lo espiritual < íateria de

profei niversitario

_ue elegimos para el asunto:sociológico, psicológico, religioso... El hazproyector es también blanco, pero complica-do, y nos resulta Imposible definirle por unsolo dato, como hemos hecho con la pantalla.La luz blanca se compone de una conocidagama de vibraciones simples. Del mismo mo-do, nuestro ojo espiritual, que es el foco lu-minoso «ue realiza la proyección de los asun-tos, no tiene vista simple, sino compuesta.Su tuz resulta de un complicado manojo demotivos, desde los somáticos y temperamen-tales hasta tos que llegan envueltos en elsereno ritmo de la tradición cultural. Es fá-cil quedar de acuerdo acerca de la distanciaa que colocaremos la pantalla: bastan ciertabuena fe y algún deseo de entenderse. Muydiíicil, por el contrario, lanzar sobre ella un

i de luz al gusto de todo el mundo.

indo, siglo dieciocho,

bríll.

les toda:

lestra proyección. Pero en el gesto de nues-eatu di antea palpita también una conse-ja del principio que le informa. Pues

• dicho,lejoi lerán

en un pozctodas las ventajas materiales que se ofrezcanal obrero, mientras siga operando el princi-pio que condensa en s! la más perfecta in-justicia posible entre hombres: que el statussocial-económlco determine, con tanta o ma-

Nui i luces

.ferencia socialra de un carpintero, a sa-

ber, la necesaria especialización profesional.He aquí to que nos ha ofrecido una. proyec-

ción más o menos prospectiva de aquella es-per amador a imagen. Unos obreros del espíri-tu —"perfectum opus ratlonis"— y unoa obe-ros de la materia han sabido cederse mutua-mente sus ventanas sobre la vida. Aquello»han cedido el amplio ventanal abierto duran-te cincuenta siglos mal contados, desde Te-bas del Nllo y Ur de Akkad. Estos han prea-

rado por la costra de ciegos sudores mile-narios, pero permite hundir la vista en insos-pechadas profundidades vitales. Asi ha empe-zado el derribo que puede unir ambas aber-

turas hasta lograr un horizontesin otro marco que el natu-ralmente impuesto a nuestrapersona limitada. Obrero» 7 es-tudiantes se han cruzado, <

simple. Por ello, ea preciso comunicar núestraa impresiones desconfiando de que ti&lleí

cura ta proyección y a quien se le oírezcten exceso contrastada. Inevitable. Pero conviene que antes de rechazar cualquier sugerencia los lectores examinen la sensibilidatde au vista para ciertas radiación es-limite.

Admitamos que la pantalla adecuada panproyectar el hecho que nos ocupa sea la dila consideración sociológica.

ilas, <

Ocui ? al pri. ;ipio pensar que

el precise

PAYSANS TRAV,

> lasinto del

mismo de la tormenta. ¿Seráque la luz del rayo es !a únicaque ilumina para el hombrelos caminos del porvenir?

MANUEL SACRISTÁN LUZON

H8U0IK» DE CIENCIAS GEGffiJtfiaS t «KIÍIB