13
V Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, Bs. As. 2014 LA PARRHESÍA CÍNICA COMO FORMAS DE VIDA Jimmy Ortiz Palacios 1 (Universidad Distrital Francisco José de Caldas) Resumen En este texto me propongo, en primer lugar, identificar algunos gestos 2 cínicos para analizar aquello que los caracteriza. En segundo lugar, intentaré aproximarme a la parrhesía cínica como espacio de posibilidad en términos de formas de vida que transvalora los valores establecidos. En la tercera parte, haré una lectura de lo que me parecen algunos gestos de la parrhesía cínica presentes en el personaje revolucionario Subcomandante Marcos aunque no es el únicoa quien presentaré en este escrito. Finalmente, de la mano del anterior análisis realizado apostaré por la importancia de formas de vida como vida política 3 , como terreno posible de re-existencia 4 que fisura el campo de la política y lo políticoestablecida, cambiando de este modo el “valor de la moneda” de algunos procesos de producción de subjetivaciones políticas en la actualidad. Pues creo que lo anterior permite pensar nuevos espacios de re-configuración de lo político donde será la vida misma la que se pone en juego al momento cuestionar los límites actuales del escenario político. 1 Estudiante de Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Participante del núcleo de lectura de la Línea de Investigación “Genealogía de las Subjetividades Contemporáneas”. E-mail: [email protected] 2 El gesto lo entenderé aquí como la expresión de una acción en sí misma. 3 En este trabajo seguiré la apuesta de Giorgio Agamben (2010) por una “forma-de-vida” como vida política. Esta vida política, me parece, puede leerse como posibilidad pensable que no se rige por prescripciones impuestas (codificadas), sino por espacios de posibilidad donde se habita, donde puede que algo pase o no. Entonces, vida no separable de su forma; nada se puede aislar y en su vivir se juega el vivir mismo. 4 Esta es la apuesta a la que Camilo Rios le empieza a dar forma a partir del 2012. Para ampliar lo que se entiende por re-existencia, cf. RIOS, Camilo (2012). “Configuración de subjetividades en sociedades de control”. Tesis de maestría no publicada. Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM). Instituto de Altos Estudios (IDAES). Sobre todo el capítulo 6, llamado “Un nuevo terreno de lucha”. Allí se esboza lo que puede llegar a ser una re-existencia, y ésta, como apuesta ético-estético-política.

La Parrhesía Cínica Como Formas de Vida_Estética y Política_Ortiz

Embed Size (px)

Citation preview

V Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, Bs. As. 2014

LA PARRHESÍA CÍNICA COMO FORMAS DE VIDA

Jimmy Ortiz Palacios1(Universidad Distrital Francisco José de Caldas)

Resumen

En este texto me propongo, en primer lugar, identificar algunos gestos2 cínicos para

analizar aquello que los caracteriza. En segundo lugar, intentaré aproximarme a la

parrhesía cínica como espacio de posibilidad en términos de formas de vida que

transvalora los valores establecidos. En la tercera parte, haré una lectura de lo que me

parecen algunos gestos de la parrhesía cínica presentes en el personaje revolucionario

Subcomandante Marcos –aunque no es el único– a quien presentaré en este escrito.

Finalmente, de la mano del anterior análisis realizado apostaré por la importancia de formas

de vida como vida política3, como terreno posible de re-existencia

4 que fisura el campo de

la política –y lo político– establecida, cambiando de este modo el “valor de la moneda” de

algunos procesos de producción de subjetivaciones políticas en la actualidad. Pues creo que

lo anterior permite pensar nuevos espacios de re-configuración de lo político donde será la

vida misma la que se pone en juego al momento cuestionar los límites actuales del

escenario político.

1 Estudiante de Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana en la

Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Participante del núcleo de lectura de la Línea de Investigación

“Genealogía de las Subjetividades Contemporáneas”. E-mail: [email protected]

2 El gesto lo entenderé aquí como la expresión de una acción en sí misma.

3 En este trabajo seguiré la apuesta de Giorgio Agamben (2010) por una “forma-de-vida” como vida política.

Esta vida política, me parece, puede leerse como posibilidad pensable que no se rige por prescripciones

impuestas (codificadas), sino por espacios de posibilidad donde se habita, donde puede que algo pase o no.

Entonces, vida no separable de su forma; nada se puede aislar y en su vivir se juega el vivir mismo.

4 Esta es la apuesta a la que Camilo Rios le empieza a dar forma a partir del 2012. Para ampliar lo que se

entiende por re-existencia, cf. RIOS, Camilo (2012). “Configuración de subjetividades en sociedades de

control”. Tesis de maestría no publicada. Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM). Instituto

de Altos Estudios (IDAES). Sobre todo el capítulo 6, llamado “Un nuevo terreno de lucha”. Allí se esboza lo

que puede llegar a ser una re-existencia, y ésta, como apuesta ético-estético-política.

Dentro del amplio campo de las Ciencias Sociales, las investigaciones de Michel

Foucault han ampliado los análisis sobre el saber, el poder y los procesos de subjetivación

en la actualidad. Sus análisis arqueo-genealógicos actualizaron las propuestas hasta ese

momento vigentes. Ahora bien, en su último curso en el Collège de France, titulado El

Coraje de la verdad (1984), Foucault continúa sus investigaciones sobre la parrhesía

(“decir veraz”), iniciados en su curso El gobierno de sí y de los otros (1983). Pero en esta

ocasión, mostrando cómo en los cínicos el “hablar franco” se inscribe en el cuerpo y se

pone en juego en la existencia misma; es decir, en las acciones –el vivir mismo– y no sólo

en los discursos. De esta manera, se adopta una actitud (ethos) como modo de vida frente a

lo convencional, lo reglamentario, lo legislativo, etc.

1. Breve acercamiento al cinismo en la antigüedad

En el siglo IV a.c, se sabe que existió un personaje llamado Diógenes de Sínope,

mejor conocido como Diógenes el perro. De lo anterior dan cuenta algunas de las fuentes

que tenemos de la época y otras posteriores: los Diálogos de Platón, la referencia que

aparece en algunos libros de Aristóteles, la Vida de los filósofos más ilustres de Diógenes

Laercio, los Discursos de Dión de Prusa, los Discursos de Juliano, entre otros. Por medio

de estas fuentes también sabemos que fue discípulo de Antístenes, quien es considerado el

primer cínico.

Entonces, tenemos algunas anécdotas y comentarios sobre la vida de Diógenes, pero

ningún escrito que le podamos atribuir; pues no era de mucha importancia para los cínicos

la escritura, ya que lo importante para éstos era el vivir mismo. Diógenes el cínico no tenía

una “Academia” como Platón donde enseñar, tampoco era un Político como Alejandro de

Macedonia; por el contrario, era alguien que vivía en un tonel, que no se aseaba, que

andaba siempre con sus túnicas sucias, rotas y siempre acompañado de un bastón que, entre

otras cosas, usaba para golpear a los demás cuando lo creía conveniente.

Diógenes realmente incomodaba a los atenienses, aquella sociedad que se jactaba de

ser mejor que las otras. Algunos de sus gestos eran comer o masturbarse en el Ágora si

sentía la necesidad, apalear con su bastón a los ciudadanos, cagar u orinar en cualquier

espacio público de la gran ciudad si su cuerpo así lo requería. Veamos una de las anécdotas

contada por Diógenes Laercio: Estando en una cena hubo algunos que le echaron los

huesos como á perro, y él, acercándose á los tales, se les meó encima, como hacen los

perros (Laercio, 1792: 27). Este es sólo uno de sus gestos, aquellos que tanto molestaban a

los atenienses y que en varias ocasiones estuvieron a punto de costarle la vida.

En este sentido, tenemos otros encuentros en los que Diógenes, con su carcajada

cínica, dejaba mal plantados a personajes importantes de la Polis como Platón o Alejandro

de Macedonia. Frente al primero, habiendo definido Platón al hombre como un animal

bípedo de dos patas sin plumas, entró un día Diógenes en su “Academia” con un gallo

desplumado y soltándolo en el lugar, exclamó: ¡Aquí está el hombre de Platón! Esta fue

sólo una de las veces en las que Diógenes hizo quedar en ridículo a Platón. Ahora bien, en

cuanto a Alejandro de Macedonia, un día éste se acercó a Diógenes –quien estaba a las

afueras de su tonel tomando el sol– y le dijo que le pidiera cualquier cosa que deseara; a lo

que Diógenes contestó: Deseo que me dejes tomar el sol, hazte a un lado porque lo estás

tapando (Laercio, 1792). Leamos lo que nos cuenta Dión de Prusa en sus Discursos:

Y se alegraban al ver confundidos a los otros, pues los interpelantes temían por sí

mismos y se marchaban lejos de él. Además, se regocijaban sobremanera

siempre que se mofaba y bromeaba, como solía hacer de vez en cuando,

pero no podían soportar su franqueza cuando se acaloraba y hablaba en serio.

Igual que los niños, creo, se divierten cuando juegan con perros de raza,

pero cuando los animales se enfadan y comienzan a ladrar más fuerte, se

asustan y se marchan. (Dión de Prusa, 1988: 427).

Diógenes el cínico se erige de esta manera en perro que ladra y muerde, perro

siempre al acecho, en guardia. Así pues, mientras los demás celebran, apologizan, se

pavonean, etc.: él, el cínico, el perro, se ocupa de sí mismo y de los demás. Sin embargo,

este can no se ocupa de sí mismo ni de los otros enseñando, ni alabando, ni arrullando; sino

viviendo, haciendo de su propia vida un gesto de veracidad, de hablar franco. Con su forma

de vida, que tanto incomodaba a los atenienses, Diógenes dice y hace cuanto considera

imprescindible. Asimismo, para vivir no necesita más que lo estrictamente necesario: come

y bebe con la mano, duerme y descansa en un tonel, se masturba, caga y orina donde y

cuando su cuerpo así lo reclama.

De este modo, el perro (Diógenes) vive de acuerdo a un cierto ethos5, hace de su

vida una creación. El cínico como aquel que incomoda y pone en riesgo la “zona de

comodidad” de sí mismo y de los otros, dado que al hacer corresponder su decir con su

hacer, hace visible los “excesos” en el vivir y la falta de coraje de los otros. Estos otros son

los que sienten el peligro y huyen a esconderse, a diferencia del modo de vida cínico que

siempre se está jugando su propia vida. Vida siempre puesta en el campo de batalla, porque

vivir es vivir con coraje. Por esto, el cínico no huye, enfrenta; el cínico no ladra, muerde; el

cínico no duerme, vigila y está siempre alerta. Aquí, en estas formas de vida, me parece ver

en juego otro gesto cínico; la “inversión de la moneda”: Diógenes hace lo contrario de lo

que hacen todos, y al hacerlo, les muestra sus contradicciones, o lo estúpido de sus reglas,

de sus costumbres, de sus vidas. Hace visible que es posible crear nuevos modos de vida,

nuevas formas de vivir.

2. Aproximación a la parrhesía cínica

Michel Foucault, en sus dos últimos cursos en el Collège de France; El gobierno de

sí y de los otros 1983) y El coraje de la verdad (1984), estudió el problema de la parrhesía;

“decir veraz” y “hablar franco” en la antigüedad. No obstante, será en su último curso

(1984) donde el autor profundizará en la parrhesía cínica. En una de las definiciones que da

de la palabra parrhesía, nos dice Foucault que ésta es una actitud, una cierta manera de

vivir y de hacer; uno de los modos del decir veraz, siempre dirigiéndose hacia un fin

preciso (Foucault, 2011).

5 Michel Foucault, en su artículo de 1983 titulado ¿Qué es la ilustración?, escribe al respecto lo siguiente:

“Por actitud quiero decir un modo de relación con respecto a la actualidad, una elección voluntaria efectuada

por algunos, así como una manera de obrar y de conducirse que, a la vez, marca una pertenencia y se presenta

como una tarea. Un poco, sin duda, como lo que los griegos llamaban un éthos (Foucault, 2010: 981).

A diferencia de la parrhesía de personajes como Sócrates, quien siempre estaba

interpelando a la gente, diciéndoles la verdad así ésta los disgustara; el cínico no sólo tenía

en su discurso el decir veraz o el hablar franco, sino que su propia vida era ya un gesto

parresiástico. Veamos lo que nos dice Foucault:

[…] el cínico es el hombre que vive a plena luz del día, y vive a plena luz del día

porque es un hombre libre, que no tiene nada que temer del exterior. Es, en su

vida, la verdad en estado manifiesto […] para decir la verdad, está dispuesto a

dirigirse aun a los poderosos, aun a quienes son de temer, sin considerar, por su

parte, que sea un peligro desastroso perder la vida si su decir veraz irrita a las

personas a las que se dirige (Foucault, 2009: 352).

El decir veraz no consiste en decir a la política o al gobernante qué hacer, cómo

hacerlo, etc., sino que debe decir la verdad respecto de la acción política, de la acción del

gobernante. No se trata de decir “debe hacer esto y aquello”; el problema aquí es que “esto

y aquello” de la acción del gobernante o de quien sea, no es lo mejor, está siendo injusto,

violando los derechos, abusando de la posición de sujeto (Alcalde, Presidente, Profesor,

Jefe, etc.). En suma, no se trata de decirle a una forma de gobierno cómo debe hacer las

cosas, cuál es la “verdadera” forma de gobierno, sino que el problema es señalar lo que no

es tolerable y aceptable de tal o cual forma de gobierno. De lo que se trata en el decir

parresiástico, al parecer, es el del ser del gobernante, del modo de ser del gobernante o el

gobierno, el modo de ser de la política o el político, del amigo, del profesor, etc. La

parrhesía aparece como práctica que da formas a la propia vida, a la existencia del alguien.

De acuerdo con las investigaciones presentadas por Foucault, hay tres tipos principales

de prácticas parresiásticas utilizadas por los cínicos: la primera es la “prédica cínica”, que

tiene como fin una forma continua del discurso; sea este público o no (ibíd., 157). El

segundo tipo de práctica cínica es el escándalo, la puesta en tela de juicio de los hábitos

colectivos, de las opiniones, de los modelos de comportamiento, de las reglas

institucionales, etc. (ibíd., 159). Finalmente, tenemos el diálogo provocativo; por ejemplo,

el diálogo que Diógenes sostuvo con Alejandro de Macedonia. Tres tipos de prácticas que

hacen parte de la vida misma del cínico, de sus formas de vida.

La parreshía cínica, como he querido presentarles hasta el momento –muy al modo

del correcaminos–, se constituye como creación de formas de vida. Pero permítanme decir

lo siguiente: el cínico –el perro– no busca imitadores, su intención no es enseñar nada a

nadie; quizás, de lo que se trata es de des-enseñar. Por consiguiente, creo que no sería

cínico quien imitando a Diógenes de Sínope entre a masturbarse a un Congreso, museo,

escuela, universidad, etc. ¿Por qué digo esto? Porque me parece que en el cinismo también

podemos encontrar el siguiente llamado de atención: ser cínico es tener el coraje de crear

los propios gestos, el propio ethos de vida, el propio decir y ser veraz. Por eso no hay nada

que enseñar, pero sí formas de vida por crear. Digo entonces que los gestos cínicos no se

enseñan ni se imitan, sino que son potencia creadora; y al ser creación, resuenan en unos

más que en otros. Resonancias que abren un espacio de posibilidad para crear los propios

gestos, para crear un vivir cínico particular, singular, veraz, potente, parresiástico. Todo lo

que el cínico tiene son sus propias formas de vida, su propio cuerpo y nada más. El cínico

no escribe, no vive de proclamar discursos como sí de hacer y decir con sus formas de vida.

Con todo, esto no quiere decir que, de manera inexorable, se debe dejar de escribir y de

proclamar discursos, o que en la escritura y en los discursos no se vean gestos

parresiásticos; puesto que los hay. Pero sí, que para el cínico es más importante crear

formas de vida.

3. Formas de vida Zapatista

El primero de enero de1994, en el estado de Chiapas (México) se lleva a cabo una

lucha armada donde varias comunidades indígenas, cansadas de “tolerar” la forma de ser

gobernados, deciden dejar de tolerar y luchar por otras formas políticas de gobierno. Es

aquí donde podemos decir que emerge de manera colectiva lo que conocemos como el

“Ejercito Zapatista de Liberación Nacional” (EZLN), desde el cual nace, al mismo tiempo,

el personaje conocido desde entonces como el Subcomandante Marcos.

Ahora deseo pasar a la parte de esta ponencia donde apuesto por la vida

revolucionaria del Subcomandante Marcos (EZLN) como formas de vida cínica. En el

Subcomandante Marcos me parece encontrar los tres tipos principales de prácticas

parresiásticas que Foucault veía en los cínicos: primero, la “prédica cínica”; segundo, el

escándalo; y tercero, el diálogo provocativo. Veamos.

3.1 Prédica cínica en los discursos del Subcomandante Marcos

Contra la muerte, nosotros demandamos vida.

Contra el silencio, exigimos la palabra y el respeto.

Contra el olvido, la memoria.

Contra la humillación y el desprecio, la dignidad.

Contra la opresión, la rebeldía.

Contra la esclavitud, la libertad.

Contra la imposición, la democracia.

Contra el crimen, la justicia (Subcomandante Marcos, 2014)6

Las anteriores líneas forman parte del discurso dado por el Subcomandante Marcos

el 25 de Mayo del 2014. El SubMarcos va a la verdad, la manifiesta, la lleva hasta los

límites donde se puede morir o llevar a la muerte de otros. Su discurso es veraz, dice lo que

tiene que decir, lo que quiere decir; pero además, en ese decir se está jugando la vida

misma, las formas mismas del ser. Aquí no se trata sólo de decir que se demanda la vida,

sino que realmente se crean nuevos modos de vida. La vida se presenta como posibilidad de

ser de un cierto modo: “contra la esclavitud la libertad” no se queda sólo en eso; en decirlo,

se piensan nuevas formas de ser –siempre siendo– y se viven.

Pero claro, se puede decir que tal “libertad” no se ejerce ni se practica del todo

porque sus prácticas en sí mismas continúan codificadas; está bien, estamos de acuerdo en

esto. No obstante, el problema, creo, no es este, el punto aquí es que teniendo el coraje de

vivir en la diferencia –en tanto constituyente y no constitutiva–, fisuran lo establecido al

6 Esta y todas las citas que usaré en este acápite (“3. Formas de vida Zapatista”), las tomo del discurso

pronunciado por el Subcomandante Marcos el 25 de Mayo de este año, llamado Entre la luz y la sombra,

donde el Sub anuncia que el personaje deja de existir. El discurso se publicó –entre otros medios- en el blog

Enlace Zapatista. En http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2014/05/25/entre-la-luz-y-la-sombra/. El audio con el

discurso completo lo pueden encontrar en el siguiente enlace del blog Lobo suelto!

http://anarquiacoronada.blogspot.com/2014/05/audio-completo-del-sub-marcos.html

estar creando siempre sus formas de vida, pues son estas formas en sí mismas el terreno de

lucha. Por eso no es suficiente con decir las cosas, también lo dicho debe habitar-se con el

estilo mismo de vida. Sigamos.

Por fin, alguien que entendía que no buscábamos ni pastores que nos guiaran, ni

rebaños a los cuales conducir a la tierra prometida. Ni amos ni esclavos. Ni

caudillos ni masas sin cabeza.

[…]

Si me permiten un consejo: deberían cultivar un poco el sentido del humor, no

sólo por salud mental y física, también porque sin sentido del humor no van a

entender al zapatismo. Y el que no entiende, juzga; y el que juzga, condena

(ibíd).

La política, digo, no se agota en el papel de la representación. El SubMarcos no

“representa” al pueblo mexicano, ni a las comunidades indígenas, ni al EZLN. Habla en

nombre propio. Pero, su nombre propio no es uno, porque el SubMarcos no es un uno, no

es un solipsismo; no es un singular. Es un personaje que es muchos, un ser-en-plural: es

pueblo mexicano, es EZLN, es indígena. Siempre está siendo, en tanto los contenidos y

enunciados de la política –pero sobre todo de lo político– no están dados en sí mismos,

éstos están abiertos. El ejercicio político re-define, des-sacraliza el campo político para

crear cosas, modos-de-ser, ethos, nuevos modos de vida que siempre están actualizándose.

Se trata de enfrentar las propias luchas en la lucha misma –que no necesariamente debe ser

armada– ya que es en este espacio donde se hace visible el objetivo. Por consiguiente, no se

trata de saber si esto o aquello está mal o bien, sino de tener una actitud (ethos) frente a lo

que implica el hacer algo; es decir, la ética como formas de vida política, que a su vez,

requieren de una estética, dado que se hace necesario desplegar potencia creadora de

nuevos modos de existencia.

3.2 Escándalo en el ser-Subcomandante Marcos

Y en lugar de dedicarnos a formar guerrilleros, soldados y escuadrones,

preparamos promotores de educación, de salud, y se fueron levantando las bases

de la autonomía que hoy maravilla al mundo.

En lugar de construir cuarteles, mejorar nuestro armamento, levantar muros y

trincheras, se levantaron escuelas, se construyeron hospitales y centros de salud,

mejoramos nuestras condiciones de vida.

En lugar de luchar por ocupar en el Partenón de las muertes individualizadas de

abajo, elegimos construir la vida.

Esto en medio de una guerra que no por sorda era menos letal.

Porque, compas, una cosa es gritar “no están solos” y otra enfrentar sólo con el

cuerpo una columna blindada de tropas federales, como ocurrió en la zona de Los

Altos de Chiapas, y a ver si hay suerte y alguien se entera, y a ver si hay un poco

más de suerte y el que se entera se indigna, y otro poco más de suerte y el que se

indigna hace algo.

En el entretanto, las tanquetas son frenadas por las mujeres zapatistas, y a falta de

parque fue con mentadas de madre y piedras que la serpiente de acero tuvo que

echarse para atrás (ibíd).

El estilo de vida del SubMarcos (EZLN), aparece como escándalo veraz de verdades

inaceptables. El pasamontañas no como una manera de “no dar la cara”, de ocultarse, sino

como mueca, como gesto al gobierno mexicano el cual siempre está enmascarado. Por eso

el ser-pasamontañas dejará de ser cuando el gobierno mexicano se desenmascare y hable

verazmente; cuando ponga sobre la mesa las cartas necesarias para jugar. Con el personaje

del SubMarcos se cambia el “valor de la moneda”. En el escándalo no sólo se arriesga la

vida por decir la verdad, por la manera como se dice, a quien se dice, etc., también, por el

modo mismo de vivir, por la manera como se vive. El vivir zapatista es afirmación de la

vida, decir y vivir veraz, siempre yendo a contra-corriente de la convención, de la manera

“como se debe vivir”; y al hacerlo, hacen visible que se puede habitar la diferencia –en sí

misma, en tanto constituyente del ser–, que se puede ser de otro modo de como se es.

3.3 El diálogo provocativo del Subcomandante Marcos

Tal vez nos equivocamos al elegir cultivar la vida en lugar de adorar a la muerte.

Pero nosotros elegimos no escuchando a los de afuera. No a quienes siempre

demandan y exigen la lucha a muerte, mientras los muertos los pongan otros.

Elegimos mirándonos y escuchándonos, siendo el Votán colectivo que somos.

Elegimos la rebeldía, es decir, la vida.

Eso no quiere decir que no supiéramos que la guerra de arriba trataría y trata de

imponer de nuevo su dominio sobre nosotros.

Supimos y sabemos que una y otra vez habremos de defender lo que somos y

como somos.

Supimos y sabemos que seguirá habiendo muerte para que haya vida.

Supimos y sabemos que para vivir, morimos (ibíd).

Cabe anotar otro gesto que me parece importante. El Subcomandante Marcos es

Subcomandante justamente porque no está ahí para comandar, para guiar a las masas, para

ser el abanderado del pueblo mexicano o indígena. Él no está ahí para cambiar el mundo.

Es ahí –el personaje– como uno más de los de “abajo”, luchando junto con ellas y ellos,

para cambiar la propia vida, para vivir de otra manera. No se trata de luchar “como” él,

tampoco se trata de luchar para él, porque “él” es un impersonal. El SubMarcos se

encuentra entre ellas y ellos, formando parte del cuerpo solidario que se ha ido

constituyendo, que está en constante re-construcción, creando formas de vida. ¿Qué formas

de vida? Las que el terreno de posibilidad hace emerger, porque no es “una” forma de vida

sino formas, en plural; son formas posibles de habitar.

4. Formas de vida cínica como vida política

Aunque me podrán decir en este punto que es una mala lectura creer que en la

militancia del SubMarcos (EZLN) hay algo así como una parrhesía cínica en tanto formas

de vida, me parece que hay algunos gestos del personaje Subcomandante Marcos donde se

puede leer la revolución no únicamente como proyecto político, sino más precisamente,

como formas de vida. Por eso, insisto en ello, me parece leer en el SubMarcos una

parrhesía; no sólo en lo que dice o escribe, también, en lo que se hace, en sus formas

mismas de vida. En el modo como es la vida misma la que es veraz, la que “habla franco” y

se pone en riesgo. Es en el vivir mismo que se cambia el “valor de la moneda”.

Formas de vida política no tanto porque sea vida en comunidad, sino porque el vivir

mismo es político, y siendo de este modo, lleva la política al límite. Vida que no ladra;

muerde, hinca el diente hasta la médula. Existencia perruna que con su vida misma encara

al gobernante, al amigo, al ciudadano, a quien cree “tener” el poder sobre los otros. El

cínico, pues, como aquel que cambia el “valor de la moneda” y transfigura un espacio

político. No adula sino que “habla franco”, con veracidad. Hace lo que considera

pertinente, despliega su acción en lo que no le parece tolerable. En un momento donde

tolerar parece convertirse en bandera de comprensión, de entendimiento, etc., el gesto de no

tolerar se constituye en crítica, en indocilidad de la vida sobre cómo no ser gobernados,

cómo no vivir de cierto modo, cómo no callarse.

Pero estos modos de existencia no se reducen en una resistencia; me parece, que de

lo que se trata es de una re-existencia; es decir, un modo de existencia que siempre se está

creando, que está siendo siempre, que está aumentando siempre su potencia; potencia en

composición con otras. Existencia que en su existir mismo fisura el código, la cuadrícula

(Rios, 2012). Re-existencia que piensa su existencia como posibilidad de ser en-diferencia.

Existencia siempre actualizándose, haciendo de la existencia misma escenario de

posibilidad donde habitar, espacio sobre el cual actuar. Re-existencia porque no es una

existencia fija sino cambio continuo de las condiciones mismas de producción de la vida.

Referencias bibliográficas

AGAMBEN, Giorgio (2010). Medios sin fin. Notas sobre la política. Valencia: Pre-Textos.

DELEUZE, Gilles (1995). “La vida como obra de arte”. En Conversaciones: 1972-1990.

Valencia: Pre-Textos.

LAERCIO, Diógenes (1792). “Diógenes”. En Los diez libros de Diógenes Laercio sobre

las vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres. Tomo II. Madrid: Imprenta

Real.

Dión de Prusa (1988). “Discurso IX, Diógenes o Discurso Ístmico”. En: Discursos: I-XI.

Madrid: Editorial Gredos.

FOUCAULT, Michel (2003). “¿Qué es la crítica?”. En Sobre la Ilustración. Madrid:

Editorial Tecnos.

___________. (2004). Discurso y verdad en la antigua Grecia. Barcelona: Ediciones

Paidós.

___________. (2009). El gobierno de sí y de los otros. Buenos Aires: Fondo de Cultura

Económica.

___________. (2010). “Qué es la ilustración”. En Obras Esenciales. Introducción,

traducción y edición a cargo de Ángel Gabilondo. Barcelona: Paidós Básica.

___________. (2011). El coraje de la verdad. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Juliano (1979-1980). “Contra los cínicos incultos”. En Discursos. Madrid: Editorial

Gredos.

ONFRAY Michel (2002). Cinismos. Retratos de los filósofos llamados perros. Barcelona:

Paidós.

___________. (2007). “¿Por qué no os masturbais en el patio del instituto?” En Antimanual

de filosofía. Madrid: Edaf.

RIOS, Camilo (2012). “Un nuevo terreno de lucha”. En Configuración de subjetividades en

sociedades de control. Tesis de maestría no publicada. Universidad Nacional de General

San Martín (UNSAM). Instituto de Altos Estudios (IDAES).

SLOTERDIJK, Peter (2003). “Diógenes de Sínope. Hombre-perro, filósofo, vagabundo”.

En Crítica de la razón cínica. Madrid: Ediciones Siruela.

Páginas web

Subcomandante Marcos (2014). Entre la luz y la sombra. Recuperado el 20 de junio de

2014, de: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2014/05/25/entre-la-luz-y-la-sombra/

___________. (2014). Entre la luz y la sombra. [Archivo de audio]. Recuperado el 20 de

junio de 2014, de: http://anarquiacoronada.blogspot.com/2014/05/audio-completo-del-sub-

marcos.html