9
LA NATURALEZA MISIONERA DE DIOS Lección 11 para el 4 de julio de 2015

LA NATURALEZA MISIONERA DE DIOS

Embed Size (px)

DESCRIPTION

UN RESUMEN ILUSTRADO DE LA PRIMERA LECCION DE ES III TRIMESTRE 2015

Citation preview

Presentacin de PowerPoint

LA NATURALEZA MISIONERADE DIOSLeccin 11 para el 4 de julio de 2015MISIN: RESCATAR AL HOMBRE DEL PECADO

LA CREACIN DEL HOMBREY cre Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre; varn y hembra los cre (Gnesis 1:27)La raza humana no es el producto del azar, nuestra vida no es una vida sin sentido. Dios nos ha revelado nuestro origen y nuestro destino; la razn de nuestro existir y cmo hemos de vivir.El hombre es la corona de la Creacin. Todo lo anteriormente creado fue creado pensando en l.Dios cre al hombre de forma distinta a todo lo dems: Hagamos.Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, como seres moralmente libres.Se nos dio dominio sobre toda la creacin, para cuidarla como mayordomos de Dios.

LA LIBERTAD DE ELECCINY mand Jehov Dios al hombre, diciendo: De todo rbol del huerto podrs comer; mas del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers; porque el da que de l comieres, ciertamente morirs (Gnesis 2:16-17)Dios nos cre libres para elegir: amar o no amar; obedecer o desobedecer.Si solo pudisemos amar y obedecer, dnde quedara nuestra libertad?Dios desea de todas sus criaturas el servicio que nace del amor, de la comprensin y del aprecio de su carcter. No halla placer en una obediencia forzada, y otorga a todos libre albedro para que puedan servirle voluntariamente E.G.W. (Patriarcas y profetas, pg. 12)

EL PECADOY vio la mujer que el rbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y rbol codiciable para alcanzar la sabidura; y tom de su fruto, y comi; y dio tambin a su marido, el cual comi as como ella (Gnesis 3:6)Usando su libertad de eleccin, Adn y Eva desobedecieron el claro mandato de Dios: No comeris.Al pecar, tambin perdieron su libertad. El pecado transform la naturaleza humana. Es por ello que no podemos (por nosotros mismos) dejar de pecar.Los deseos de la carne.Los deseos de los ojos.La vanagloria de la vida.Solo con la ayuda divina podemos elegir, cada da, obedecer.1 de Juan 2:16 nos recuerda las elecciones que, con respecto al pecado, debemos realizar cada da:EL PRIMER MISIONEROMs Jehov Dios llam al hombre, y le dijo: Dnde ests t? (Gnesis 3:9)Con hojas de higuera, intentaron resolver sus problemas por s mismos. Al sentir la presencia de Dios, prefirieron rehuirla.Dios tom la iniciativa, convirtindose en el primer misionero.

Cristo podra haberse apartado de nosotros a causa de nuestra culpabilidad. Pero en vez de hacerlo, vino y habit entre nosotros, lleno de toda la plenitud de la Deidad, para ser uno con nosotros, a fin de que por medio de su gracia pudiramos obtener la perfeccin. Deponiendo su vida, en una muerte de vergenza y sufrimiento pag el rescate del hombre. Qu amor abnegado! Descendi de la excelsitud, revisti su divinidad con humanidad, y fue bajando paso a paso a las profundidades mismas de la humillacin. No hay sonda que pueda medir la profundidad de este amorE.G.W. (Alza tus ojos, 26 de junio)

MISIONEROSVosotros sois la sal de la tierra Vosotros sois la luz del mundo (Mateo 5:13-14)Dios nos ha pasado el testigo de su iniciativa misionera: Como me envi el Padre, as tambin yo os envo (Juan 20:21).A travs de dos metforas, Jess nos expuso cmo desea que sea nuestra misin:Sal de la tierra.El cristiano debe mezclarse con las personas y contagiarles con su ejemplo.Luz del mundo.El cristiano debe iluminar a un mundo sumido en las tinieblas espirituales, instruyndole acerca del plan de Salvacin.

Vosotros sois la sal de la tierra, dijo Jess. No os apartis del mundo a fin de escapar a la persecucin. Habis de morar entre los hombres, para que el sabor del amor divino pueda ser como sal que preserve al mundo de la corrupcin.Los corazones que responden a la influencia del Espritu Santo, son los conductos por medio de los cuales fluye la bendicin de Dios. Si los que sirven a Dios fuesen quitados de la tierra, y su Espritu se retirase de entre los hombres, este mundo quedara en desolacin y destruccin, como fruto del dominio de Satans. Aunque los impos no lo saben, deben aun las bendiciones de esta vida a la presencia, en el mundo, del pueblo de Dios, al cual desprecian y oprimenE.G.W. (El Deseado de todas las gentes, pg. 272)