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La mujer en el antiguo EgiptoVania M. Martinez
Javier RiveraHist 221-41
Prof. Hector E. Vissepo
“ Egipto fue durante la Antigüedad, la
única civilización que dotó a la mujer de un estado legal igual al
hombre”
Christiane Desroches Noblecourt
Egiptóloga francesa
En el antiguo Egipto se nos ha
presentado tradicionalmente
como uno masculino cuando la
realidad es que siempre estuvo la presencia de un respetado
mundo femenino.
Objetivos Infancia y EducaciónOcupaciones Matrimonio y DivorcioSu lugar en la Familia Su situación ante la LeySu rol en:
La Vida Religiosa La MagiaLa Muerte
Su representación en las diversas formas
del Arte.
Infancia y Educación Las niñas comenzaban su crianza en igualdad de condiciones
que los niños, disfrutando de los mismos privilegios ante la
sociedad y sus padres.
A partir de los cuatro años, aproximadamente, es que se
producía la mayor y más profunda de las diferencias entre los
sexos.
A esa edad era natural que un niño de clase media o alta
comenzara su educación, pocas niñas de esas clases sociales
podían acceder a este beneficio.
No era costumbre educar a las niñas, a pesar de que las
pertenecientes a la clases media o alta, con el tiempo,
tuvieran mayores oportunidades de recibir educación.
Ocupaciones
Médico EscribaFuncionaria administrativaEmpresariaPropietaria ruralNodriza Comadrona
Las antiguas egipcias también tuvieron la oportunidad de ejercer diversas profesiones y
ocupaciones de gran variedad.Ejemplos:
Perfumista Tejedora Plañidera Instrumentista Bailarina o cantora Peluquera
Ocupaciones Muchas mujeres, especialmente aquellas
que no podían elegir ninguna profesión u
ocupación, se desempeñaban como
ayudantes de sus esposos.
Sus tareas dependían del trabajo que ellos
realizaran como por ejemplo:
Vender pescado
Cosechar en el campo
Ocupaciones
Las profesiones destinadas a las mujeres no fueron la misma a lo
largo del Antiguo Egipto, ya que si bien hubieron períodos en los que abundó la mujer trabajadora, en
otros se prefirió el papel de ama de casa o “Dueña de la Casa” o
“Señora de la Casa”
Matrimonio y Divorcio
El matrimonio no tenía nada que ver con el amor.El momento de casarse consistía en un contrato que losa padres decidían, generalmente por motivos económicos o la consolidación de alianzas. Igualmente la joven tenía la última palabra a la hora de elegir a su futuro esposo. Entraban al mundo del matrimonio con doce o catorce años de edad, y habiendo sido educada para ello durante toda su corta vida.
Matrimonio y Divorcio
Lo más importante para la mujer en el momento del contrato matrimonial, era asegurar su protección en caso de divorcio o fallecimiento del cónyuge.El divorcio dejaba, generalmente, bien parada a la mujer, ya que podía aducir incompatibilidad, que su esposo se dedicaba demasiado al trabajo y desatendía su hogar, o incluso declarar estar enamorada de otra persona. Todas estas cláusulas eran bien aceptadas, excepto que el divorcio debiera llevarse a cabo por esterilidad de la mujer.Esto la hacía caer en desgracia y ser absolutamente despreciada por la sociedad, ya que la fertilidad de las familias era una de las premisas de la civilización Egipcia.
Matrimonio y Divorcio Lo más importante para la mujer en el momento del contrato matrimonial, era asegurar su protección en caso de divorcio o fallecimiento del cónyuge.
El divorcio dejaba, generalmente, bien parada a la mujer, ya que podía aducir incompatibilidad, que su esposo se dedicaba demasiado al trabajo y desatendía su hogar, o incluso declarar estar enamorada de otra persona. Todas estas cláusulas eran bien aceptadas, excepto que el divorcio debiera llevarse a cabo por esterilidad de la mujer.
Esto la hacía caer en desgracia y ser absolutamente despreciada por la sociedad, ya que la fertilidad de las familias era una de las premisas de la civilización Egipcia.
en caso de que la mujer enviudara, se convertía en heredera de una tercera parte de los bienes familiares (el resto se repartía entre los hijos), teniendo la libertad de administrarlos como lo deseara, aún en el caso de que volviera a casarse.
La familiaPara la mujer egipcia, el galardón más codiciado era el título de "señora de su casa", es decir “ama de casa”, la mujer que dirigiera un hogar, ya que significaba mucho prestigio social y numerosos privilegios en una sociedad que realzaba la maternidad.A vida familiar egipcia se caracterizaba por ser armoniosa, con numerosos hijos, tratando la “señora de su casa” de estar siempre alegre, y de cuidar con esmero su apariencia. Pero debido a la alta tasa de mortalidad egipcia, era también común que la familia debiera hacer frente a la pérdida de un ser querido. Cuando esto acontecía correspondía a las mujeres unirse al cortejo de plañideras y manifestar su dolor, como una “obligación moral” que en su rol era sumamente importante.
La leyEl género femenino gozaba de numerosos derechos y condiciones de igualdad ante los hombres, disfrutando de una significativa independencia y libertad. Entre sus beneficios legales podemos enumerar los derechos a heredar, a actuar como fiduciarias, a plantear una demanda ante los tribunales de justicia, a comprar bienes y esclavos, así como también el derecho a hacer un contrato legal válido, a tomar un préstamo o a prestar bienes. Quizá lo más importante a destacar es que la mujer egipcia podía vivir sola sin la protección de un hombre.Su igualdad respecto al hombre podría interpretarse como producto de una cultura evolucionada, una cultura que al mismo tiempo podía volverse en su contra si cometía cualquier delito o falta ante la ley, ya que el hecho de ser mujer no se convertía en un atenuante al momento de recibir el castigo y era penada de la misma forma que los hombres.
La vida religiosa y la magia
El clero fue otro de los ámbitos en que las mujeres del Antiguo Egipto ocuparon puestos de relevancia, con una jerarquía estructurada cuya competencia fue variando según la época, desde su ascenso a cargos importantes en el Reino Antiguo, pasando por una merma de su participación en el Reino Medio, para resurgir durante el Reino Nuevo.La evolución más importante que benefició al papel y la importancia de la mujer en el clero se debe a la remuneración de los puestos de niveles más altos, que en un principio eran considerados honorarios.
La vida religiosa y la magiaAl comienzo, las mujeres sólo
participaban en el contexto del culto funerario y en general se trataba de las esposas de altos funcionarios u oficiales. Dos
figuras muy importantes de este culto son universalmente
reconocidas por el “Ritual de la Apertura de la Boca”, y se las
llamaba “La Grande y la Pequeña Enterradora”. Estas dos figuras
femeninas aparecen representadas en multitud de tumbas y papiros, de pie o arrodilladas al lado del
féretro.
La vida religiosa y la magiaA pesar de estos comienzos casi silenciosos, las mujeres pasaron luego a formar parte del culto a los dioses y diosas, como músicas y bailarinas.A partir de ese punto, la mujer, aunque bajo la supervisión de los hombres, se convirtió en un miembro activo del clero, llegando, en muchos casos, a oficiar ritos junto a los sacerdotes.El puesto de sacerdotisa no era exclusivo para el servicio a un solo dios, sino que podía participar en diferentes cultos, e incluso ocupar puestos en distintos templos y localidades.
La vida religiosa y la magiaLa escala jerárquica
descendía de estos puestos altos, a los más bajos, que
consistían en tareas simples y eran ocupados por mujeres de clases sociales más bajas.Entre los diferentes puestos de la jerarquía religiosa, uno de los más importantes era el de “Esposa del Dios”, que
con el tiempo fue adquiriendo mayor poder y
llegó a incluso ser llamado la “Divina Adoratriz de Amón-
Ra”.
La vida religiosa y la magiaOtro de los puestos más importantes suponía formar parte del “Harén del Dios”, que consistía en un conjunto de sacerdotisas cuya función era la de celebrar y participar en el culto de un dios, desarrollando actividades relacionadas con el mundo de la música básicamente, u otras funciones específicas, como la presentación de ofrendas, fumigaciones de incienso, etc. Generalmente este “Harén del Dios” estaba formado por mujeres de alta sociedad, aunque cabe la posibilidad de que cierto número de ellas fuera reclutado entre los estratos sociales más bajos. A estas mujeres se les exigía el celibato y se las instruía en los misterios del dios, por lo que estaban preparadas para participar en los rituales de representación de las deidades, así como también cuidar de las pertenencias sagradas.
La vida religiosa y la magiaAdemás de formar parte activa del mundo religioso, la mujer también hacía lo propio con el mundo de la magia. Datos de antiguos papiros confirman varios aspectos esotéricos en la mujer del Antiguo Egipto. Algunos nos muestran que, a pesar de ser un pueblo profundamente religioso, el Egipcio también era un pueblo muy supersticioso. Es sabido que existía en todas las comunidades, tanto grandes como pequeñas, una “Mujer Sabia y Conocedora” a la que los vecinos solían acudir para resolver sus problemas cotidianos. Los “poderes” de esta mujer la hacían curandera y adivina, y a la vez que aliviaba los males físicos también lo hacía con los psíquicos.
La muerteLa muerte fue uno de los grandes pilares de la sociedad egipcia, dado el significado y la importancia que le eran concedidos. Sucedido el fallecimiento, y respecto al tratamiento de los cuerpos, encontramos diferencias profundas entre las mujeres de diferentes clases sociales. Para comenzar, en el caso de las nobles y hermosas, sus familiares tomaban la precaución de no entregarlas inmediatamente para embalsamar, sino que esperaban hasta el tercer o cuarto día después del fallecimiento, para impedir que los embalsamadores abusasen criminalmente de la belleza de las difuntas.
La muerteLas mujeres de clases sociales más bajas no podían contar con esa suerte, ni tampoco con la posibilidad de tener un lugar digno como morada eterna. A la mayoría de las mujeres del pueblo se les enterraba en tumbas individuales, excavadas en las arenas del desierto. Algunas otras de clase social más alta eran incluidas en las tumbas de sus esposos o bien en tumbas secundarias, de menor importancia que las anteriores. En el caso de las tumbas compartidas, la decoración hace referencia casi exclusiva al hombre, mostrando a la mujer muy dolida por la muerte de su esposo. Sin embargo, no se han encontrado escenas que muestren lo contrario, es decir al marido expresar dolor por el fallecimiento de su mujer.
Arte Las diversas formas del arte
egipcio y sus artistas han tenido visiones muy diversas de la mujer en el transcurso
del tiempo antiguo.En el caso del arte funerario,
fue muy difundida la representación de figuras
femeninas casi exclusivamente como
esposas o hijas de la clase alta, incluidas en un contexto
masculino, es decir asociadas a su padre o
esposo.
Arte En las esculturas, la mujer era representada por el
artista siempre con una gran belleza física, de aspecto esbelto y senos marcados, de piel más clara que la del hombre. Era ataviada con ropas
ceñidas que corresponden a la moda de la época y con una gran cantidad de hermosas joyas y
pelucas.
Referencias
• http://www.reocities.com/juancast/index38.html• http://www.grupoencuentros.es/Miembros/
PepeAceituno/MujerEgiptoFaraones.htm• http://www.ibericadeegiptologia.com/index.php?
option=com_content&task=view&id=99&Itemid=525
• http://books.google.es/books?id=xkM_V89ihCcC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false