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El Una ventana abierta al mundo

[Julio 1972 (año XXV) - España: 26 pesetas - México: 4,5 pesos

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El toro de San Lucas

f~\ p) /^v Q El Libro de Kells, inigualable por su preciosa ornamentación, es un evangeliarioV^r^rx v^ O celta que data probablemente de fines del siglo VIII o comienzos del IX y consti-

A DTC^ tuye una de las obras más notables de los monjes irlandeses. Actualmente sef\ \\ I t conserva en el Trinity College de Dublin. Las capitales, al comienzo de cada ,

párrafo, están ricamente decoradas en color con figuras entrelazadas de ani-,males o sores humanos que luchan o realizan proezas acrobáticas. Ofrece¬mos aquí un detalle de una de las iluminaciones del libro, con la figura delVitulus. el toro que, según la tradición oriental, simboliza «I evangelista SanLuqks. La ilustración de esta página está tomada de la serie Manuscritos irrlandeses primitivos de la Colección Unesco de diapositivas «Pinturas y escul¬turas», que se publica en inglés, francés y español (Ediciones Rencontre,Lausana-París, 1970). Existe también en la «Colección Bolsilibros de Arte»,publicada por la Editorial Hermes, de México, en colaboración con la Unesco»J"

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ElÍES Correo

JULIO 1972

AÑO XXV

PUBLICADO EN 12 IDIOMAS

Español

InglésFrancés

Ruso

Alemán

Arabe

JaponésItaliano

Hindi

Tamul

Hebreo

Persa

Publicación mensual de la UNESCO

(Organización de las Naciones Unidas parala Educación, la Ciencia y la Cultura).

Venta y distribuciónUnesco, Place de Fontenoy, Parls-7".

Tarifa de suscripción anual : 17 francos.Bienal : 30 francos.

Número suelto : 1,70 francos; España :26 pesetas.

Los artículos y fotograflas de este número que llevan elsigno © (copyright) no pueden ser reproducidos. Todoslos demás textos e ilustraciones pueden reproducirse, siempreque se mencione su origen de la siguiente manera : "DeEL CORREO DE LA UNESCO", y se agregue su fecha

de publicación. Al reproducirse los artículos y las fotos deberáhacerse constar el nombre del autor. Por lo que respecta a las

fotograflas reproducibles, serán facilitadas por la Redacciónsiempre que el director de otra publicación las solicitepor escrito. Una vez utilizados estos materiales, deberánenviarse a la Redacción tres ejemplares del periódico o revista

que los publique. Los artículos firmados expresan la opiniónde sus autores y no representan forzosamente el punto devista de la Unesco o de la Redacción de la revista.

Redacción y AdministraciónUnesco, Place de Fontenoy, París-7»

Director y Jefe de RedacciónSandy Koffler

Subjefe de RedacciónRené Caloz

Asistente del Jefe de Redacción

Olga Rodel

Redactores PrincipalesEspañol : Francisco Fernández-SantosFrancés : Jane Albert Hesse

Inglés : Ronald FentonRuso : Georgi StetsenkoAlemán : Hans Rieben (Berna)Arabe : Abdel Moneim El Sawi (El Cairo)Japonés : Kazuo Akao (Tokio)Italiano : Maria Remiddi (Roma)Hindi : Kartar Singh Duggal (Delhi)Tamul : N.D. Sundaravadivelu (Madras)Hebreo : Alexander Peli (Jerusalén)Persa : Fereydun Ardalan (Teherán)

Redactores

Español : Jorge Enrique AdoumInglés : Howard BrabynFrancés : Philippe Ouannès

Ilustración : Anne-Marie Maillard

Documentación : Zoé Allix

Composición gráficaRobert Jacquemin

La correspondencia deba dirigirse al Director da la revista.

1972

Año

Internacional

del LibroPágina

4 BAJO EL SIGNO DEL LIBRO

por Julian Behrstock ,

5 LA MILENARIA JUVENTUD DEL LIBRO

por Jorge Enrique Adoum

11 VIEJOS LIBROS RUSOSEN CORTEZA DE ABEDUL

Fotos

12 LO QUE SE LEE EN EL MUNDO ACTUAL

Una encuesta de la Unesco

por Edward Wegman

16 COMO DESPERTAR LA PASIÓN DE LA LECTURA

Un experimento tunecino

por Chadly Fiturí

18 EL MARAVILLOSO PAIS DE LA INFANCIA

Fotos

22 RENACIMIENTO DEL LIBRO ARABE

por Philippe Ouannès

26 CUANDO LOS LIBROS LLEVAN GAFAS

por Howard Brabyn

28 AL SERVICIO DEL SABER LAS EDITORIALESUNIVERSITARIAS SE MULTIPLICAN

por Maurice English

32 EL DERECHO DE AUTORY EL MUNDO EN DESARROLLO

por Georges Ravelonanosy

33 NOTICIAS SOBRE EL LIBRO

34 LOS LECTORES NOS ESCRIBEN

TESOROS DEL ARTE MUNDIAL

El toro de San Lucas (Irlanda)

LA MILENARIA JUVENTUDDEL LIBRO

La multitud de carteles que hanaparecido en todos loscontinentes demuestran la repercusiónmundial que ha tenido el AñoInternacional del Libro. La portadadel presente número de El Correo elsegundo que dedicamos en 1972a la campaña de promocióndel libro emprendida por la Unescopresenta a un lector sumido en lalectura. Se trata de una reproducción delcartel concebido y realizado porClaude Hayon (C.R.P., París)para la Asociación de *Libreros Franceses.

BAJO EL SIGNO DEL LIBROEl ser humano es producto deuna cultura que, en su mayorparte, se transmite por medio delos libros, los cuales a su vez

influyen en ella. Directa o indi¬rectamente, el hombre está for¬

mado por los libros. A la derecha.El bibliotecario, cuadro del artista

italiano Giuseppe Arcimboldo(1527-1593).

por Julian Behrstock

«TÁPENAS concluido el pri¬mer semestre del Año Internacional

del Libro, puede afirmarse que haobtenido considerables éxitos en todo

el mundo. Más de 100 paises estánponiendo en práctica diversos planesnacionales. Los editores, autores,bibliotecarios y libreros, así como susorganizaciones nacionales e interna¬cionales, se han unido, en un acto sinprecedentes, en torno a los objetivosdel Año Internacional.

Así, iglesias, sindicatos y asocia¬ciones juveniles invitan a sus miem¬bros a participar en diversas activi¬dades relacionadas con el libro. La

prensa, la radío y la televisión se ocu¬pan preferentemente de los problemasde éste. Y las cartas que afluyen a laUnesco dan testimonio del respaldodecidido que el público brinda a estacampaña.

¿Cuáles son los principales proble¬mas a que debe hacer frente el AñoInternacional del Libro? En primer'lugar, la escasez de libros es tangrande en muchas regiones del mundoque bien puede hablarse de «hambrede libros». En segundo lugar, no haysuficientes autores para satisfacer esaenorme hambre de lectura. En tercer

lugar, los libros no podrán desempe¬ñar plenamente la función que lescorresponde en el desarrollo econó¬mico y social mientras el hábito de lalectura no llegue a echar raíces en lapoblación. Finalmente, existe una pre¬ocupación cada vez más acentuada conrespecto al contenido de los libros ya su adecuación al progreso educa¬tivo y a la comprensión internacional.

Estos cuatro problemas fueron,precisamente, puestos de relieve porla Conferencia General de la Unesco

cuando decidió, por unanimidad,declarar 1972 Año Internacional del

libro. Asimismo, constituyen los temasprincipales del presente número deEl Correo.

JULIAN BEHRSTOCK es Director de la Ofi¬cina de Libre Circulación de la Informa¬

ción y de Intercambios Internacionales dela Unesco, a la que se ha encomendado lacoordinación de las actividades relacionadascon el Año Internacional del Libro. El

Sr. Behrstock ha orqanízado la serie dereuniones que la Unesco ha dedicado alfomento del libro en Asia (1966), en Africa(1968), en América Latina (1969) y en lospaíses árabes (1972). Anteriormente dirigióla sección de historia contemporánea deuna enciclopedia editada en Estados Unidos.

Son numerosos los ejemplos de laacción emprendida en el mundo enteroen respuesta a esta iniciativa de laUnesco.

Así, Tailandia ha iniciado la distribu¬

ción gratuita de textos escolares entrelos alumnos de las zonas rurales.

Malasia y Ruanda están construyendobibliotecas nacionales. Brasil instala

bibliotecas públicas en todas laspoblaciones. Dahomey, Etiopía, Indone¬sia, Kenia y Nepal han creado conse¬jos nacionales para el fomento dellibro. Japón y la República Arabe deEgipto han convocado conferenciasregionales con el mismo fin.

El PEN Club Internacional ha

emprendido un programa de publica¬ción de libros para niños en diferentespaíses. El Centro de Fomento delLibro, de Tokio, ha iniciado un «pro¬yecto sobre material de lectura» quecontempla la publicación simultáneade libros para niños en varias lenguasasiáticas. Más de una decena de

paises han creado premios especialesde literatura y de traducción.

El gobierno francés ofrece seisobras clásicas de literatura como

regalo a cada pareja que contraigamatrimonio en el año en curso. Una

fundación norteamericana hará en 1972

una donación total de un millón de

libros a los estudiantes y a las biblio¬tecas de Asia. La República Federalde Alemania fomenta el hábito de la

lectura entre los estudiantes fijandocarteles especíales en cada aula delos establecimientos de enseñanza de

todo el país.

La URSS ha convocado en Moscú,con los auspicios de la Unesco, unsimposio sobre el tema « Los librosal servicio de la paz, la humanidad yel progreso». En Canadá se celebraráune reunión previa a la creación deuna Asociación Internacional de Edito¬

riales Universitarias. Dentro de su

programa para celebrar el Año Inter¬nacional, la India ha emprendido entodo el país una campaña bajo el lemade «Libros para millones de hombres».

¿Cómo se explica este impulsoextraordinario, este fervor, el tono casiemotivo de la mayoría de las reaccio¬nes? Después de todo, los libros hanexistido desde hace siglos, y los añosinternacionales son empresas decarácter tan amplio que tienden, demodo casi inevitable, a volverse im¬personales.

SIGUE EN LA PÄG. 6

iU'WiiOTi

del libro

por

Jorge Enrique Adoum

JORGE ENRIQUE ADOUM, ¡poeta y ensayista.ecuatoriano, fue en su país profesor deliteratura, director de la Editorial de la Casade la Cultura Ecuatoriana y Director Nacio¬nal de Cultura en el Ministerio de Educación.

Forma parte de la redacción española deEl Correo de la Unesco.

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l%AY Bradbury, cuyas predic¬ciones son de temer (un personajesuyo se paseaba por un parque conun radio a transistores muchos años

antes de que se lo Inventara), nos hadado la Imagen de un mundo atrozen el que un régimen policiaco decretala sentencia de muerte del libro. Pero

lejos de la ficción científica y literaria,e interpretando ciertos datos estadís¬ticos, algunos sociólogos, humanistasy especialistas en tecnología han vati¬cinado también su desaparición anteel auge que han cobrado los mediosmodernos de comunicación.

El sobresalto no es nuevo: cada

época ha experimentado temor frente

a los inventos e innovaciones quepodían poner en peligro la supervi¬vencia de lo que hasta entonces erasu cultura, sin comprender que setrataba, a su vez, de otros productosde una cultura en movimiento.

Cuando se inventó el gramófono, sepensó que tendrían que cerrarse lassalas de conciertos, pero el resultadofue que la obra de los grandes maes¬tros entró en las habitaciones y queese aparato contribuyó a formar aman¬tes de la música que de otro modo nola habrían buscado jamás en una sala.

Cuando el cine se fue convírtiendo

en algo como un sitio de reunión ritualde la población de las ciudades, se

pensó que significaría el fin del teatro,pero después de casi un siglo deexistencia de ese «arte del siglo XX»,el teatro se ha renovado gracias, enparte, a la adopción de una técnicacinematográfica que influyó también enla literatura, como lo atestiguan lasnovelas de John Dos Passos.

La radio, después de haberse confor¬mado con la adaptación de textos lite¬rarios, creó un nuevo género radio¬fónico que supo aprovechar con grantalento poético Dylan Thomas.

Se creyó que la televisión ocasio¬naría un desapego por el cine, pero ladisminución relativa de la producciónde películas no guarda proporción

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BAJO EL SIGNO DEL LIBRO

(viene de la pág. 4)

Resulta difícil responder con unasola razón. Sin embargo, la impresiónpredominante es la de que el AñoInternacional del Libro ha despertadoun sentimiento latente, mucho másdifundido y profundo de lo que podíaimaginarse, acerca de la importanciadel libro.

En un mundo en el que los librosson moneda corriente, se ha compren¬dido de pronto la importancia de lalectura. Como dijo un legisladorcuando el Parlamento de su país pro¬clamó el Año Internacional del Libro,

«casi no existe hoy día un hombreo una mujer que, sabiendo leer, nopueda señalar por lo menos un libroque haya influido de alguna maneraen su vida».

Esta apreciación individual reflejael tema constante de multitud de decla¬

raciones que van desde los editorialesde la prensa hasta los mensajes dedirigentes nacionales. Monarcas, pre¬sidentes, primeros ministros y minis¬tros de educación y de cultura señalanlos efectos de la lectura en el

desarrollo de sus propios países.

La celebración del Año Internacional

adopta muy variadas formas. En todoslos continentes tienen lugar ferias dellibro. Carteles bellamente concebidos

adornan los escaparates de tiendas,almacenes, quioscos y librerías yocupan un lugar de importancia en losmuros destinados a la publicidad. Seestán emitiendo sellos conmemora¬

tivos en un número considerable de

países, mientras otros emplean entoda la correspondencia un mataselloscon frases relativas al Año Interna¬

cional del Libro.

A más de los sellos de correos yde los carteles, hay forros de libros,membretes de papel de cartas, seña-ladores y bolsas que reproducen elsímbolo del Año Internacional: dos

siluetas humanas que se dan la manodentro de un libro. Este símbolo se

ha convertido en el signo distintivo dela campaña en. todo el mundo.

Diversas organizaciones internacio¬nales no gubernamentales colaboraroncon la Unesco en la planificación delAño del Libro y esta cooperación seha mantenido posteriormente graciasa la creación de un Comité Interna¬

cional de Apoyo integrado por repre¬sentantes de los autores, editores,libreros, bibliotecarios y documenta¬listas.

Una de sus primeras actividades fueaprobar una declaración de diezartículos en los que se señalan losprincipios que deben observarse enla publicación de libros. Esta Cartadel Libro, que figura en el orden deldía de las reuniones pertinentes quese celebran en todo el mundo, consti¬tuye uno de los logros más duraderosdel Año Internacional.

Sin lugar a dudas, el año 1972puede constituir una fecha decisiva

en la larga historia del libro alcontribuir a convertir en realidad el

lema del Año Internacional: «Libros

para todos »

LA JUVENTUD DEL LIBRO (viene de la pág. 5)

Venerado y odiado

alguna con el aumento descomunal delnúmero de receptores de televisiónen todo el mundo.

Las cintas magnetofónicas sirvieronde material esencial para las obrasfundamentales de Oscar Lewis sobre

la cultura de la pobreza, de una novelade Truman Capote y algunos repor¬tajes sociológicos del cubano MiguelBarnet. Y no es excesivo esperar quecon el desarrollo de la electrónica la

poesía vuelva a ser lo que fue pordefinición en sus Inicios, un canto, yque la imprenta y nuestra civilizaciónconvirtieron en texto, obligando aMallarmé, entre otros, a sustituir lossilencios por grandes espacios blan¬cos y las entonaciones de la vozpor diversos caracteres tipográficos.

Se teme por el libro debido a queel cine, la radio, la televisión, las histo¬rietas ¡lustradas y los periódicos ocu¬pan la mayor parte del tiempo libre.Pero siempre hubo esparcimientosque, según las clases sociales, loslugares y las épocas eran los deportes,los cuentos relatados en torno a un

fogón, las visitas, los juegos denaipes y de azar, las citas en el club.En cambio, los medios de comunica¬ción fomentan la difusión del libro.

Es incontable el número de novelas,

cualquiera que fuere su calidad, quese han convertido en "best-sellers"

mundiales después del éxito comer¬cial de las películas que se filmaronbasándose en ellas: citadas al acaso

son El proceso, de Kafka, Cumbresborrascosas, de Emíly Brontë, Eldoctor Zivago, de Pasternak, Los des¬nudos y los muertos, de NormanMailer, así como el conocimiento nosólo universal sino popular de Sha-

A la izquierda, una estampa japonesa de Torii Kiyonobu II, artista del siglo XVIII, en la que figura unavendedora ambulante de libros. En la parte superior de su cargamento puede verse un cofre con unacolección de cuentos y novelas clásicos de la literatura japonesa. Abajo, una escena de Fahrenheit451. película de François Truffaut basada en la novela de Ray Bradbury en la que la destrucción de loslibros recuerda el incendio de bibliotecas como las de Padua, Ferrara, Córdoba, Amsterdam, Bruselasy otros autos de fe de más reciente recordación, en una larga y siniestra sucesión que se remonta al año600 antes de nuestra era. Ya en el Libro Primero de los Macabeos se lee: « Rasgaron el libro de la leyy arrojaron sus hojas a las llamas».

Foto © Films du Carosse, París

kespeare. Una emisión de televisiónen Francia obligó a editar en libro debolsillo la tetralogía de La saga de losForsyte, de Galsworthy, y una seriesobre el surrealismo triplicó la de¬manda de obras sobre ese movimiento.

Hace muchos años, cuando OrsonWelles era aun el «niño terrible» de

Hollywood, su ingeniosa y peligrosaadaptación radiofónica de La guerrade los mundos hizo vender los libros

¿°. su casi homónimo H. G. Wells en

tiraaas similares a las de algunos dia¬rios.

Resulta paradójico, frente a esaspredicciones pesimistas, el hecho deque solamente en 1970 se hubieraneditado en todo el mundo más de me¬

dio millón de títulos, cuya mayor parteaparecieron en los países de Europa,la Unión Soviética y los Estados Uni¬dos, que son precisamente los lugaresdonde los medios modernos de comu¬

nicación se encuentran más difundidos,

porque son también un índice deldesarrollo económico y cultural. Por¬que en ese año América Latina publicóapenas 15.000 títulos para cerca de280 millones de. habitantes.

Pese a la exasperación de ciertascontradicciones y el agravamiento dediversos problemas colectivos, nuestraépoca no es peor que las anteriores.En los últimos veinte años se ha alfa¬

betizado a 800 millones de personaspara quienes el libro, que era unobjeto prohibido, comienza a serel objeto de veneración que fue alcomienzo, cualquiera que fuese la civi¬lización de que se trate. Era la Torade los judíos, la Biblia de los cristia¬nos, el Corán de los musulmanes, elPopo/ Vuh o Los Libros de Chilam-Balam de los indios maya-quichés. Setrataba de un objeto único para trans¬mitir algo sagrado de generación engeneración.

Aun hoy día el libro sigue siendo

eso. Los egipcios que se preocupabantenazmente de preservar sus papiroscontra la acción de los insectos y de lahumedad, acaso pensaban en noso¬tros, y en los hombres de mañanapensaban los países que emprendieronla generosa labor de restaurar y salvarlos documentos dañados hace pocopor las inundaciones de Florencia.

Los libros eran sagrados por sucontenido y como objetos: en un tra¬tado de moral titulado «Tabla de mé¬

ritos y deméritos en advertencia almundo» de la dinastía Yuan (1297-1367), se contaban 5 puntos menos portirar un papel en el que se habíaescrito y 3 por leer un libro con lasmanos sucias (causar la muerte de unser humano u ofender a las divini¬

dades significaba 1.000 puntos menos,y beber hasta embriargarse. uno).

Aun despojado de su contenidoreligioso, el libro sigue siendo unobjeto sagrado. Los viejos campesinos

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LA JUVENTUD DEL LIBRO (cont.)

paraguayos conservan junto a una ima¬gen de la Virgen su libro de lectura dela escuela. Aldous Huxley ha ex¬plicado en «Si mi bíbliote'ca se que¬mara» las razones por las cuales vol¬vería a adquirir esos libros sin loscuales no se puede vivir, y cada unode nosotros elaboraría tal vez una

lista diferente, pero la actitud haciael objeto seguiría siendo la misma.

Todavía hoy la quema o destrucciónde libros es tal vez el crimen que

más repugna a la humanidad despuésdel genocidio, y la historia estádesgraciadamente llena de ejemplos.Ya en el año 213 antes de nuestra

era, el emperador Tsin Shi-huantiordenó que se quemaran todas lastablillas de madera los libros de la

época como castigo a los autoresque habían criticado su política o,según la leyenda, para que no sehablara sino de él. Pero algunastabletas se salvaron: esos fueron

seguramente los primeros librosclandestinos de que se tiene noticiay quienes los guardaron las primeraspersonas de la humanidad dispuestasa arriesgar su vida por un libro.

Los medos destruyeron la bibliotecade Asurbanípal, los cristianos la de Ale¬jandría, los emisarios del rey Eduar¬do VI, la famosa biblioteca de la Uni¬versidad de Oxford que databa delsiglo XIV, la Reforma destruyó lasbibliotecas monásticas y los siniestros«autos de fe» han perdurado comosímbolos de la Edad Medía y deuna mentalidad medieval. «La Carma¬

gnole» recuerda que se quemaron loslibros de Juan Jacobo Rousseau y enlas colonias españolas se quemabala «Declaración de los Derechos del

Hombre y del Ciudadano».

Pero como después de la invenciónde la imprenta resulta imposible hacerdesaparecer completamente un libro,se halló más útil quemar a los autores.Lutero había recomendado a los conse¬

jeros de todas las ciudades no esca¬timar diligencias ni gastos a fin dedisponer de «buenas librerías y biblio¬tecas», pero Calvíno hacía quemar aMiguel Servet; las bibliotecas papa¬les albergaban los tesoros del saberhumano, pero un concilio condenó aGiordano Bruno y otro a Juan Husa la hoguera.

Hoy día, en muchos países «subde-sarroílados» que emprenden campañasde alfabetización, la quema de librosen las plazas públicas ha sido susti¬tuida por pequeñas fogatas en lasoficinas de correos y de aduanas ypor el decomiso de libros en las biblio¬tecas particulares. El exceso de celode algunos agentes encargados decumplir la orden de destruir toda la«literatura roja» que encontraren, losha llevado, en ciertos casos, a quemarEl imperio socialista de los Incas deLouis Baudin, La insignia roja del valorde Stephen Crane y, por si acaso,incluso Pimpinela Escarlata de la Baro¬nesa de Orczy. Y la sirvienta deDon Quijote que decía que habíaque quemar los libros de la bibliotecade su amo, sin salvar ninguno, pues

Este grabado de Cornells Woudhanus representa la biblioteca de lacélebre universidad de Leyden, Holanda, en 1610. Obsérvese cómo,igual que en las demás bibliotecas de la época, los libros estabanasegurados con cadenas. La de Leyden contaba con 22 anaqueles,cada uno de los cuales contenía, aproximadamente, 40 volúmenes. Laprioridad que se atribula entonces a las diversas materias puedejuzgarse por el hecho de que las obras de teología ocupaban seis

todos ellos eran culpables de su locuralúcida, prefigura ya a la buena madrede familia que atribuye a los libros,en general, la rebeldía de su hijocontra la sociedad de consumo.

BhN principio, la función deleditor se asemeja a la del director deorquesta o de teatro: hace que la obrade creación individual llegue a los de¬más, pero con mayor alcance aún: através de los océanos (Horacio seenorgullecía de que sus poemas eranleídos en las costas del Mar Negroasí como en las riberas del Ródano ydel Ebro) y a través de los siglos (ahoraexisten ediciones de bolsillo del Libro

de los Vedas y de los Uppanishadasque hasta antes de la Segunda GuerraMundial eran conocidos en occidente

sólo por algunas sociedades inglesascasi secretas; Basho, que llevó a laperfección ese género típico y tradi¬cional de la poesía japonesa que esel haiku, llegó en español a AméricaLatina y allí tuvo imitadores hacia1930).

La imprenta reemplazó el arte de lacaligrafía, que tanta importancia tieneen las civilizaciones orientales reli¬

giosa en Persia, decorativa al igualque la pintura en China donde a vecesse conoce el nombre del calígrafo aun¬que se haya olvidado el del autor delpoema por el de la tipografía, susti¬tuyó la iluminación gótica por los gra¬bados de madera y de cobre, se apro¬vechó de la pintura y hasta de laarquitectura, dio origen a las encua¬demaciones de orfebrería y de espejo,y hoy día se ha comenzado a convertirel objeto libro en libro-objeto, cercano

a la escultura. Las artes gráficas, enplena mayoría de edad, ocupan unasección especial del Museo de ArteModerno de Nueva York.

Pero, al Igual que todas las crea¬ciones del espíritu humano, el librofue convertido, casi desde sus comien¬zos, en mercancía. Egipto comerciabacon el Libro de los muertos (que debíaacompañar a la momia incluso en suviaje a las sombras), Jenofonte cita enAnabasis el tráfico de libros entre

Grecia y sus colonias, se dice queAlejandro obsequió a Cleopatra con200.000 rollos de la biblioteca de

Pérgamo, los libros formaban partedel botín de guerra de los romanos, lasimpresiones fraudulentas alemanas delsiglo XVI (de las que fueron víctima,fundamentalmente, los daneses) cons¬tituyen el origen de muchas fortunas,las colecciones de lujo establecen unacategoría de privilegiados dentro deuna capa ya privilegiada. El buen caba¬llero que pide «libros empastados»(que se trate de la Anatomía de Testuto de las memorias de un estadista da

lo mismo) tiene su antecedente en losromanos ricos para quienes era debuen tono poseer una biblioteca, perode quienes decía Séneca que eranmucho más Ignorantes que algunos desus esclavos comprados para dedicar¬los a copiar libros.

La imprenta llevó la obra escrita aun mayor número de personas, perohizo también que un mayor númerode personas tuvieran acceso a la escri¬tura de libros. Convertida posterior¬mente en industria, entró a calculargastos, posibilidades del mercado,márgenes de utilidad, y por ello puedeimponer una obra como se Impone unamarca de dentífrico.

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anaqueles, las de jurisprudencia cinco, las de historia cuatro y las defilosofía, literatura y medicina dos cada una, en tanto que las de ma¬temáticas y ciencia no llenaban sino un anaquel. Según las encuestasrealizadas por la Unesco sobre los libros que se publican actualmenteen todo el mundo (véase el artículo de la página 12), el primer lugarcorresponde a las obras de literatura; le siguen las de carácter téc¬nico e industrial y luego las de cuestiones políticas.

El escritor norteamericano Saul

Bellow ha dicho que se puede escribirun buen libro sobre la pobreza en losEstados Unidos y volverse millonario,para no hablar del editor. Claro esque también se fabrican y se vendendrogas y venenos (en 1925 aparecióen Alemania un libro que causó lamuerte de 40 millones de personas) yque hay autores que tienen muchomás talento para hacer dinero consubproductos de la cultura que paraescribir un buen libro.

Cierto es que siempre hubo autoresbuenos y malos. En su Historia delLibro, Sven Dahl cuenta que comoera costumbre generalizada que losescritores leyesen sus obras recientesa un grupo de amigos, como ocurriócon la obra histórica de Herodoto,

«esta práctica degeneró hasta con¬vertirse en una molestia, ya quelos más mediocres eran también los

más ansiosos de recitar en cualquiermomento sus producciones». La indus¬tria de la edición, mediante una ade¬cuada publicidad y cuando sólo tieneen cuenta su afán de lucro, ha llevadojuntamente con los otros medios decomunicación a una trivíalizacíón de la

literatura y ha confundido la difusiónde los conocimientos con la vulgariza¬ción. Basada en el consumo, se orienta

según las preferencias del «granpúblico». Pero sabido es que no hayun público sino lectores que, deacuerdo con numerosas encuestas,

buscan un libro por el comentario deun crítico o un amigo, por el nombredel autor, por el título o la carátula.La diversidad de los «gustos» delpúblico está expresada en las esta¬dísticas sobre los autores más traduci¬

dos en el mundo en 1969: Lenin, Julio

Verne, Shakespeare y Simenon (pri¬mera victoria del Inspector Maigretsobre James Bond).

Los asirios utilizaban las tabletas

de arcilla cuyo contenido había dejadode tener interés para pavimentar cami¬nos o suelos; ahora, las amas de casaemplean los libros de valor transitorioo de ningún valor para nivelar unamesa coja o encender un fuego de chi¬menea. Pero cuando se ve, en nues¬tros países del «tercer mundo», unavendedora que lee una novela rosa oun ascensorista con un relato del

oeste, uno piensa que ya han dado,por lo menos, el primer paso y que talvez logren dar el segundo: de amar lalectura a buscar los buenos libros.

términos «diario», «se¬

manario», que indican la periodicidadde su aparición, califican también laperdurabilidad de su interés: infor¬man sobre la actualidad y las noticiascambian aun antes de que se hubieresecado la tinta con que están, im¬presos. El medio de comunicaciónno es el mensaje sino que determinasu duración: la pareja de amantes quegraba un signo con sus nombres en unárbol (y los términos griego y latinobyblos y liber con que se designa ellibro, lo duradero, significaban inicial-mente corteza de árbol) obedece nosolamente al impulso de comunicaralgo a los demás sino el secreto anhelode que perdure para siempre, exacta¬mente como un escritor. En cambio, elautor de «graffiti» en los muros de laciudad, sabe que la consigna sobrela actualidad pasará de boca en bocaen el curso de un día, perdurará en

"Maestros que no

duermen cuando se

les interroga..."

Erasmo

la conciencia de quien la lee, perono durará como signo o escritura.

No son los nuevos medios de comu¬

nicación los que amenazan la vida dellibro sino el empleo que se hace deellos. Hay en Europa revistas queequivalen a un libro de ensayos. Lashistorietas ilustradas existieron en

México antes de la llegada de losespañoles y en China se utilizan pararelatar la vida de sus héroes.

Si el peligro estuviera en los mediosen sí, las sociedades planificadashabrían sabido impedir su prolifera¬ción. Porque no cabe duda de que elcine, la radio, la prensa, la televisión,si no son la cultura, como tampoco loson los libros, forman parte de ella.No es por casualidad que las másgrandes bibliotecas del mundo seencuentran en Washington, Londres,Moscú, París. No es por casualidadque en los teatros de la Unión Sovié¬tica se venden libros en el sitio en que,en los teatros de occidente, suelen

venderse helados y caramelos; que seaprácticamente inconcebible encontrarun viajero de tren en Inglaterra que novaya leyendo un libro; que casi todoslos comités de empresa de Franciadispongan de una biblioteca.

La intención de la Unesco al haber

proclamado 1972 Año Internacional delLibro no es la de salvar su vida: su

objetivo está claramente expresadoen el lema de la campaña: «Libros paratodos.» Porque de lo que tienen con¬ciencia todas las instituciones que

participan en esta cruzada, no es de Äque vaya a desaparecer el hábito de la Qlectura, èino de que no ha aparecido *»todavía, como una necesidad que espreciso satisfacer diariamente, en mu¬chas poblaciones del globo. Eso se

SIGUE A LA VUELTA

10

LA JUVENTUD DEL LIBRO (cont.)

debe al analfabetismo, a la falta derecursos para comprar libros, al odioa la lectura que se inculca en muchoscolegios que conservan la manía de laenseñanza cronológica y obligan a losadolescentes a leer comenzando porla IHada, la Odisea, la Divina Comediao la Eneida. Porque si la definiciónde la obra clásica como «la obra

madura en la edad madura» rige parael autor, también se aplica al lector.

Los dirigentes más lúcidos de cier¬tas sociedades aspiran a la maravillosautopía de hacer de cada campesino uobrero un artista, un escritor o unsabio; en el polo opuesto del desarro¬llo histórico, se aspira a lograr quecada persona lea lo que otros hanescrito. Desde 1959 y después de lacampaña de alfabetización de Cuba,que se llevó a cabo bajo el lema«Nosotros no le decimos al pueblocree sino lee», el Instituto Nacionaldel Libro ha publicado un promedioanual de 13,5 millones de ejemplarespara una población de 8,5 millones.

En cambio, en mi país, el Ecuador,los muchachitos descalzos pagan unamoneda para leer revistas viejas yusadas en el zaguán de una casa con¬vertido en librería de alquiler.

Gracias a los adelantos de la tec¬

nología el libro será de más fácilacceso, acupará menos espacio, peroseguirá siendo escritura en forma demicrofilms, microlibros o libros-fichas.Pero si llegara a desaparecer despuésde cinco mil años de historia, si lacatastrófica visión de ese mundo meca¬

nizado e inhumano entrevisto por Brad¬bury llegara a convertirse en realidad,será porque la humanidad habrá dejadode merecer ese objeto al cual se puedevolver en cualquier momento, que essiempre un viaje al sitio o a la época enque no vivimos, a la compañía de seresextraordinarios que no habíamos cono¬cido, a las ideas que jamás habríamospodido descubrir por nuestra cuenta, aldiccionario que uno hojea golosamentemetiéndose entre los vericuetos del

lenguaje, a ese pieza de arte que noprestaríamos a nadie, en cuyos már¬genes a veces no nos atrevemos ahacer anotaciones, a ese gozo quecuando fuimos adolescentes nos costó

tres semanas de ir a pie al colegio oprivarnos dos veces del cine y hastade cigarrillos.

Sí ese día llega, seguramente seescuchará por los altavoces «E me2».Pero conociendo el espíritu humano ysu tenaz forcejeo por la libertad y lacultura, es innegable que habrá emi¬siones clandestinas que desde algúnlugar seguirán repitiendo, por lo menoscomo tradición oral, el pensamiento delos grandes autores del «pasado»: «Lavida es un cuento lleno de ruido yfuria, dicho por un loco, y que no signi¬fica nada», o tal vez:' «La felicidad esla realización postergada, de'un anheloprehistórico; por eso la riqueza pro¬porciona tan poca felicidad: el dinerono es un deseo de la infancia», o,acaso con mayor razón que nunca:«Hasta ahora no hemos vivido sino la

prehistoria del hombre.»

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Recientemente se han descubierto en la Unión Soviética varios impor¬tantes manuscritos medievales en corteza de abedul. El primer documento

apareció en 1951, en Novgorod, una de las ciudades más antiguas deRusia. Posteriormente se descubrieron en diversos lugares más de500 documentos que datan del siglo XI al XV. Finalmente, en 1963 fuedesenterrado el primer libro escrito en corteza de abedul (foto de arriba).Se trata de un libro de oraciones del siglo XIII formado por tres hojas.En la Rusia medieval, la corteza de abedul era el material más barato,por lo que se siguió empleando durante más de un siglo después de lainvención del papel. El fuerte grado de humedad del suelo en Novgorodha permitido que se conservara la corteza de árbol en que se habiatallado o grabado la escritura con un instrumento punzante. En generalse trata de escritos sobre cuestiones personales que esclarecen diversosaspectos de la vida medieval no mencionados ni en las crónicas ni enlos documentos oficiales.

Arriba a la izquierda, un arqueólogo soviético (que lleva la barba y loscabellos a la manera de los antiguos habitantes de Novgorod) examinaun fragmento de los manuscritos. Se ha logrado descifrar parcialmenteun escrito en eslavo antiguo (arriba, en primer término), en el que puedeleerse: «... durante un momento a Moisés. Ven y ayúdame... aunque

pierdas... mi ser en esto. Mientras tanto en el hogar...». A la izquierda,el emplazamiento de un antiguo mercado de Novgorod donde en 1971 sedescubrió un manuscrito en latín de los Salmos de David que data del

siglo XV. Según el profesor Valentin Yanin, director adjunto de la expe¬dición arqueológica a Novgorod, cabe esperar que se descubran otrosmanuscritos en corteza de abedul en la Europa septentrional.

fflL*** -^ Fotos Y. Trankvillitsky © APN - Revista .Unión Soviética-, Moscú

E»N 197Q se publicó en todoel mundo un libro por minuto: 546.000títulos en total, es decir, el doble de laproducción de 20 años antes.

De cada cinco títulos, cuatro proce¬den de un pequeño número de países.A Europa corresponde casi la mitad dela producción mundial. Sumando, ade¬más, la de Japón, los Estados Unidosde América y la URSS, se obtieneprácticamente el 80 por ciento de to¬dos los títulos publicados en un año.El resto del mundo esto es, las dos

terceras partes de la humanidad nointerviene, pues, excesivamente en lotocante a escoger los libros que de¬searían leer. En la mayoría de los ca¬sos quien decide sobre sus gustos ynecesidades es un editor extranjero.

¿Qué es lo que lee la gente? Conharta frecuencia, los libros que tienenmás a su alcance y, cuando no en¬cuentran ningún libro a mano, no leennada en absoluto. Es, pues, evidenteque la clase de obras que se editantiene tanta Importancia como la meraproducción de un número cada vezmayor de libros. El tema tiene la mis-

. ma importancia o quizá más parasaciar el hambre de lectura en el

mundo.

Como los libros se editan para serleídos, examinando los títulos selec¬

cionados para la publicación se puedesaber cuáles son los temas que, ajuicio de los editores nacionales, inte¬resarán a sus lectores. Esta informa¬

ción se obtiene gracias a las respues¬tas que los Estados Miembros de laUnesco dan a los cuestionarios queles envía todos los años la Organiza¬ción sobre la cantidad y los temas delos libros editados. Los datos más re¬

cientes, relativos a 1970, figuran en elAnuario Estadístico de la Unesco,que aparecerá en octubre-noviembrepróximos en versión francesa e in¬glesa.

El cuestionario de la Unesco clasi¬

fica los libros en 23 grandes cate¬gorías. No existe una clasificación dis¬tinta para los libros de texto, que enla inmensa mayoría de los casos que¬dan incluidos en los principales enca¬bezamientos por materias : esto es,un manual de geografía figurará en elepígrafe «Geografía, viajes» y uno dearitmética en el de «Matemáticas».

El tema predilecto de los editoresde todo el mundo es la literatura, quecomprende no solamente las obras denarrativa y poesía sino además las decrítica literaria. Más del 14 por cientode todos los libros y folletos editadosen 1970 se referían a la literatura de

un modo o de otro, y esto equivalecasi al doble del número de libros

de la segunda categoría más difun¬dida: «Tecnología e industria». En ter¬cer lugar vienen las publicaciones deciencias políticas. Hay luego un des¬censo muy neto de los libros corres-

Una encuesta de la Unesco

LO QUE SE LEE

ACTUALMENTE

EN EL MUN

por Edward Wegman

III

12 EDWARD WEGMAN, periodista norteameri¬cano, experto en cuestiones relativas alfomento del libro, dirige actualmente lasección especial de la Unesco encargadadel Año Internacional del Libro.

pondíentes a las categorías siguientes:ciencias naturales, educación, historiay biografía, derecho, y arte.

Ocho de los diez más importantespaíses editores figuran en la lista delos que dan preferencia a la literatura:Estados Unidos de América, Repú¬blica Federal de Alemania, Reino Uni¬do, Japón, Francia, España, India y Paí¬ses Bajos por orden de importanciacomo productores). En los otros dosgrandes paises editores URSS yPolonia corresponde el primer lugara la categoría de libros de tecnología.Aun estando en el segundo grupo depaíses productores, México quetiene una de las industrias editoriales

más importantes de América Latinaasigna también el primer puesto a esacategoría.

Los países más interesados por losproblemas jurídicos son Botswana,Ceilán, Chile, Hong-Kong, Luxemburgo,Perú y Turquía, al paso que Jamaicaproduce el mismo número de títulosde derecho y de ciencias políticas.Este último tema es el preferido enBolivia y en Irlanda. Los libros religio¬sos ocupan un lugar preeminente enGhana, Líbano, Madagascar y Mauri¬cio y comparten el primer puestocon los de educación en Kenia.

Tailandia produce más libros sobreeducación que sobre cualquier otrotema; Jordania y Tanzania prefieren lasmatemáticas; en Camerún, Panamá yKuwait ocupan el primer lugar lasobras de carácter general (en las queestán comprendidas las publicacionesoficiales), y los editores de NuevaZelandia muestran predilección por laagronomía. La cuarta parte de loslibros editados en Qatar versan sobretemas de lingüística, que ocupa tam¬bién el primer puesto en Malasia.

Analizando más detenidamente la

producción de distintos Estados, setiene una visión más clara del tema.

Recorriendo los datos de los produc¬tores más importantes y de los másmodestos de cada región del mundo,se observan grandes diferencias.

I AN sólo seis de los 23 paí¬ses que participaron en la reuniónde la Unesco sobre el fomento del li¬

bro en Africa que se celebró en Accra(Ghana) en 1968, han presentado lainformación detallada en la cual se

basa este análisis. Según datos ante¬riores, en 1969 Nigeria era con muchoel productor más importante, pero en1970 correspondía a Kenia el mayornúmero de libros publicados, de entrelos países que respondieron al cues¬tionario de la Unesco. La producciónde Nigeria en 1969 fue de más de 1.000títulos, siendo la de Kenia la décimaparte de esa cifra. En todos los paísesafricanos el número de títulos fue rela¬

tivamente pequeño, muy en consonan¬cia con una de las conclusiones de la

reunión de Accra, a saber, que existehambre de libros en el continente.

Kenia publicó 43 libros y folletossobre religión y teología y otros43 sobre educación. Es quizá signifi¬cativo que en toda el Africa de expre¬sión inglesa hayan sido las sociedadesmisioneras las primeras en crear edi¬toriales locales, lo cual explica quizáel importante lugar que ocupa la reli¬gión. Muy por detrás de esos temasvienen, con 20 títulos, los juegos ydeportes, en un país célebre por suscorredores. Vienen a continuación la

historia y las biografías (16 títulos) ylas ciencias políticas (8), que son unoy otro temas de interés capital para

\m-*m ama ijUirisLcU/;«

De cada siete libros que sepublican en la Unión Sovié¬tica, dos tratan de cues¬tiones científicas, técnicaso industriales. En la foto

puede verse cómo las estan¬terías que cubren todo unmuro de una librería de

Moscú están llenas de obras

técnicas. El cartel del esca¬

parate con el símbolo delAño Internacional del Libro

es visible actualmente en

todas las librerías e incluso

en otras tiendas y alma¬cenes de la Unión Soviética.

los países que han obtenido reciente¬mente la independencia. Hubo asi¬mismo 8 títulos de literatura y 6 deciencias naturales publicados por edi¬tores de Kenia. Cabe señalar, porquees tan indicativo como la lista de títu¬

los publicados, los sectores en loscuales no se publioó ningún libro:filosofía, comercio, etnografía, lingüís¬tica, artes y técnicas comerciales.

Uno de los países africanos quemenos libros editan es Botswana. Casi

la mitad de los 20 títulos publicadosen ese país versaban sobre temasjurídicos: cuatro libros y cuatro folle¬tos. Hubo cuatro folletos sobre temas

de carácter general y un libro y unfolleto sobre ciencias políticas. A ellosse sumaron un libro de historia y bio¬grafía y otro sobre técnicas comer¬ciales, así como dos de geografía ydos de agronomía.

Aunque una cierta cantidad de librospublicados en los dos países citadoscomo ejemplos africanos estabanescritos en idiomas locales, influyedecididamente en la producción elhecho de que gran parte de la ense¬ñanza se dispensa en inglés, por loque las necesidades básicas son aten¬didas con libros importados.

En los países africanos de expre¬sión francesa se da una situación aná¬

loga. Madagascar es uno de los paísescon mayor volumen de edición (158títulos). Treinta y tres de ellos eranlibros religiosos y de teología, y elsegundo puesto correspondía a los31 títulos de literatura. Tras ellos

venían las ciencias políticas, la educa¬ción y la agronomía.

El interés por la etnografía y elfolklore fue relativamente grande yaque los libros sobre estos temascomparten el sexto puesto con las

publicaciones jurídicas. Al igual queen los países de expresión inglesa deAfrica, se importan los libros necesa¬rios para satisfacer las principalesnecesidades en materia de libros de

texto, así como la demanda de mate¬

rial de lectura general.

Cinco Estados árabes han enviado

información sobre la producción delibros en 1970, de conformidad con laRecomendación de la Unesco. Egiptoeditó 1.872 títulos en 1969, pero enlas respuestas recibidas al cuestio¬nario sobre la producción en 1970 nofiguran estadísticas sobre ese país.

En 1970, 135 de los 594 títulos publi¬cados en Líbano, que en 1969 fue elsegundo productor por orden deimportancia, versaban sobre temasreligiosos o de teología.

Qatar, que ocupa el último puestode la región en materia de edición,publicó en 1970 noventa y nueve librossobre 14 materias.

«repesar de que en Asia hayun hambre general de libros, existenen ese continente dos colosos de la

industria editorial: Japón, con 31.249 tí¬tulos publicados en 1970, y la India, queeditó 14.141. La producción de estosdos paises tiene ciertas semejanzaspero también diferencias muy signifi¬cativas. En uno y otro, por ejemplo,figura en cabeza la literatura y ocupanel segundo lugar las obras de cienciapolítica. Pero en Japón los libros dearte (2.168) se acercan mucho a es¬tas últimas (2.752). No es de extrañarque en la India el tercer puesto co¬rresponda a los libros de religión yteología, que quedan muy por detrás

de los de ciencia política (942 y 2.717,respectivamente).

En el otro extremo de la clasifica¬

ción nos encontramos en Asía con

Singapur, que publicó 520 libros yfolletos en 1970. La literatura ocupa elprimer puesto, seguida sin embargomuy de cerca por la lingüística (78 y68 títulos, respectivamente), lo cual noes de sorprender en un país cuyoshabitantes hablan malayo, chino oinglés. Vienen después las cienciasnaturales con 45 títulos, la religióncon 43 y la geografía con 40.

Aunque hay una escasez de librosen América Latina, la situación esligeramente distinta en comparacióncon las regiones del mundo antes exa¬minadas. Hablando en términos gene¬rales, no se trata tanto de producirun número suficiente de libros paraesa región como de estimular el inter¬cambio interno, que puede reducir lasituación de dependencia en que seencuentran actualmente los paíseslatinoamericanos con respecto a laimportación de libros. Pero tambiénresulta evidente, en cuanto se echauna ojeada a las estadísticas edito¬riales de los distintos países de Amé¬rica latina, que si bien algunos deellos, como México y Argentina, pro¬ducen muchos libros, otros satisfacen

apenas sus necesidades mínimas y uncierto número de países en especiallos que son geográficamente peque¬ños no están en condiciones de

sufragar una industria editorial efi¬caz. Por esa razón, en la reunión de la

Unesco sobre fomento del libro quese celebró en Bogotá en 1969, seabogó por que todos estos paísespuedan disponer fácilmente de loslibros publicados en esa región delmundo.

Entre los países que participaron en

SIGUE A LA VUELTA

13

MARCH 18-24

BOOK WEEK 1972POR LA IMAGEN AL LIBRO

El Año Internacional del Libro ha suscitado en el

mundo entero una gran floración de carteles que

cubren los muros y vitrinas de las ciudades. En

esta página reproducimos algunos de ellos. A laizquierda, un cartel de la India que presenta, bajoel lema "Un buen libro es un buen amigo" y en el

mismo estante, diversas obras en las diferentes

lenguas que se hablan en su vasto territorio. "Los

14

LO QUE SE LEE EN EL MUNDO (cont.)

la reunión de Bogotá, México es elprincipal productor de los que hanpresentado sus estadísticas de 1970con arreglo a la Recomendación de laUnesco, aunque según los datos de1969 Brasil, con casi 6.400 títulos,era el primer país productor y Argen¬tina ocupaba el segundo puesto.

En 1970, se publicaron en Méxicounos 5.000 títulos, la sexta parte de loscuales (857) versaban sobre te¬mas relacionados con la tecnologíay la industria. En todas las estadísticasdel libro en ese país se advierte ungran interés por los problemas dedesarrollo. Figuran en segundo lugarlas ciencias médicas, con 401 títulos,y en tercero la educación. Vienen des¬pués los libros de derecho y de cien¬cia política, con poco menos de300 títulos en ambos casos, y tras elloslos que versan sobre técnicas comer¬ciales. A continuación están las obras

de literatura, historia, biografía y dearte. Al gual que ocurre en la inmensamayoría de los países en desarrollo,

los libros dedicados a las amas de

casa, incluidos en el encabezamientode la economía doméstica (o enseñan¬zas del hogar), llegan en último lugar.

La isla de Jamaica, de lenguainglesa, figura en el último puesto dela clasificación latinoamericana. Habida

cuenta de su pequeño número de habi¬tantes, su producción de 159 librosy folletos no es en modo alguno des¬deñable. Ocupan el primer puesto lasobras de derecho y ciencia política(21 títulos en ambos casos), seguidaspor 13 de historia y biografía, y la lite¬ratura, la filosofía y las técnicas comer¬ciales se disputan el tercer puestocon 12 títulos cada una de ellas. Quizáresulte más interesante todavía seña¬

lar las categorías que brillan por suausencia en esa clasificación: filosofía

o psicología, lingüística o filología ymatemáticas.

Entre los demás países del mundo,los productores más importantes sonlos Estados Unidos de América, elReino Unido y la URSS. Las estadís

ticas de los Estados Unidos resultan

algo difíciles de evaluar, ya que eldesglose por materias se limita a laspublicaciones no oficiales, que equi¬valen a la mitad más o menos del

total, y tienden a seguir la misma pautade otros grandes países productores,los europeos, al corresponder el pri¬mer puesto a la literatura (8.246 títu¬los), seguida de lejos (3.121) por lasciencias políticas, y a continuación lahistoria y la biografía, la religión, lasciencias naturales, la sociología, lageografía, las ciencias médicas, lafilosofía y la psicología.

La educación figura en el undécimopuesto con unos 1.273 títulos, y latecnología en el duodécimo. Lasdemás categorías quedan por debajode los 1.000 títulos. Figuran en elútimo lugar la agronomía y el comer¬cio y el transporte.

También en el Reino Unido va en

cabeza la literatura con casi 9.000 títu¬

los, de una producción total de 33.441.Le siguen la historia y la biografía

libros aproximan a los seres humanos", dicen eltexto y la imagen del cartel de Estados Unidos(abajo a la izquierda). El de Cuba (foto de abajo)reproduce el lema del Año Internacional, "Libros

para todos". A la derecha, el cartel de Francia queanuncia la exposición organizada por la BibliotecaNacional como uno de los actos de celebración del

Año internacional. Esta exposición, una de las másimportantes en su género, revela al público obrassumamente antiguas que constituyen el tesoro desus colecciones y que han marcado hitos en la his¬toria secular del libro.

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AÑO INTERNACIONAL DEL LIBRO 1972

"LIBROS PARA TODOS""'Vi 1 1 NACIONAL CUBANO

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Année

Internationale

du Livre

600 trésors

et documents rares

de la BibliothèqueNationale

mai-octobre 1972

58. ruede Richelieu

tous les joursde 11 h à 18 h.

EA.au rií/í

LEUVBEBIBLIOTHEQUE NATIONALE

con un número apenas superior al delas obras de ciencias políticas: pocomenos de 3.000. A continuación vienen

las ciencias naturales. Ocupan elquinto puesto, lo cual es muy notable,los libros de arte con casi 2.000 títu¬

los. En el extremo inferior, las cate¬

gorías menos populares son, por esteorden, la agronomía, las enseñanzasdel hogar, el comercio y el transporte,los temas militares, y la etnografía yel folklore.

En Francia la producción de libroses muy similar a la de los EstadosUnidos y el Reino Unido, y tambiénlo es la elección de temas en la Repú¬blica Federal de Alemania, sí bien eneste último país la educación figuraen segundo lugar.

La Unión Soviética publica casi elmismo número de títulos que los Esta¬dos Unidos: 78.899 en comparacióncon 79.530. La elección de los temas

es muy distinta. Dos de cada sietelibros se refieren a la industria. Vienen

después un título de cada siete

las ciencias políticas y, en tercer lugar,la literatura con casi 8.000 títulos, ydespués las ciencias naturales, lastécnicas comerciales, la agronomía,las ciencias médicas, la educación ylas obras de carácter general, segui¬das por la lingüística. La categoríaolvidada es la etnografía, ya que no sepublioó ningún libro sobre esta mate¬ria. Hubo 170 obras de religión, 375sobre las enseñanzas del hogar y 548de geografía y viajes.

Hay ciertas diferencias entre laUnión Soviética y Polonia, si bien enuno y otro país van en cabeza loslibros de tecnología. En Polonia figu¬ra en segundo lugar la literatura, conun número de obras apenas inferior,y después las ciencias políticas. En elextremo inferior de la clasificación

están el comercio y el transporte, lafilosofía y la psicología, los juegos ydeportes, las enseñanzas del hogary la etnografía y el folklore.

Dentro de Oceania, Australia es

un país de importancia media encuanto a producción de libros. En 1970se publicaron en ese país unos5.000 libros y folletos. Aunque se tratade un país desarrollado, está pasandopoco a poco de una producción pre¬dominantemente agrícola a la indus¬trialización. La categoría que va encabeza es la literatura, a la que corres¬ponde la décima parte de la produc¬ción anual de libros. En segundo lugarfiguran los libros de tecnología y entercero los de ciencias políticas y losde derecho, ex aequo. Hubo tan sólo55 títulos sobre juegos y deportes, locual es sorprendentemente poco enun país célebre por sus atletas.

¿Qué conclusionese cabe sacar detodos estos datos? Tal vez ninguna.De todos modos, un sociólogo escri¬bía hace poco: «Es imposible adivinarel contenido de un libro por su «i rcubierta, pero siempre se puede defi- I JJnir a una persona por sus libros. »Bien puede ocurrir que esto mismoresulte aplicable a las naciones. '

Un experimento tunecino

COMO DESPERTAR

LA PASIÓN

DE LA LECTURApor Chad/y Fituri

A menudo los hábitos de lec¬

tura se forman o se defor¬

man en la escuela. Los espe¬cialistas del Instituto de

Ciencias de la Educación de

Túnez han elaborado recien¬

temente técnicas de moti¬

vación para la lectura cuyafinalidad es no sólo inculcar a

los escolares tunecinos una

afición duradera a la lectura

sino mejorar su expresión oraly escrita. A la derecha, unavista general de la ciudad deTúnez. En primer plano, laCalle de los Tintoreros.

16

IhOS adultos de hoy pare¬cen juzgar con indiscriminada durezala capacidad de expresión de la ju¬ventud: la expresión de los jóvenesles parece titubeante, sincopada e in¬cluso afásica, y esta pobreza de ex¬presión no es, a juicio de los adultos,sino un reflejo de la pobreza de suvida interior.

Ya se trate de sus reuniones rui¬

dosas, de sus canciones o de cual¬quier otra forma de expresión verbal oartística, lo que domina es la frasehecha, lo estereotipado, la onomato-peya, el gesto inarticulado, el pensa¬miento inconcluso.

Este deterioro de la expresión notiene al parecer para los educadoresmás que una explicación: el desapegode los jóvenes por la lectura.

¿Es legitimo considerar tal fenó¬meno como un mal inherente a nues¬

tra época? ¿Basta incriminar a los me¬dios modernos de comunicación paraexplicar esta degradación de la expre¬sión? Ello sería optar por una soluciónde facilidad.

En efecto, sin llegar hasta el extre¬mo de invocar el conflicto entre gene¬raciones para explicar la posición delos adultos de hoy con respecto a lajuventud, puede sin embargo afir¬marse, sólo como uno de los variosfactores susceptibles de esclarecer elproblema, que el descenso general delnivel de la educación (y no solamentedel nivel de expresión de los alumnos)se debe en gran parte a la democra¬tización de la enseñanza.

En realidad, cuando los adultos de

hoy se entregan al placer narcisísta decomparar al estudiante de su genera-

CHADLY FITURI, profesor de la Facultadde Letras de Túnez, es fundador del Institutode Ciencias de la Educación de ese país.Autor de estudios en árabe y en francéssobre los problemas de la educación enTúnez, ha sido en varias ocasiones consul¬

tor de la Unesco. Desde septiembre de1971 desempeña el cargo de ¡efe de laDivisión de Documentación, Estudios eInvestigaciones de la Oficina Internacionalde Educación de Ginebra.

ción con el de hoy, parecen perder devista, lo mismo en Túnez que en mu¬chos otros países, que la escuela deayer, como la de antaño, era muchomás selectiva que la de hoy. Actual¬mente, los establecimientos de ense¬

ñanza acogen a una mayoría de alum¬nos venidos de las clases sociales

más desfavorecidas, cuya única tra¬dición cultural sigue siendo una tra¬dición oral de carácter folklórico.

Por ello, decir que los niños de lasclases desheredadas no aman la lec¬

tura no debe constituir en modo algunoun juicio: se trata más bien de unacomprobación de hecho. Si no leen, síno les gusta leer, es porque su mediono les ha brindado ni les brinda nin¬

guna incitación a la lectura.En lo que respecta a las bibliotecas

escolares, una encuesta realizada enlos años 1967 y 1968 en Túneznos permitió comprobar que, en suconjunto, eran excesivamente pobres(incluso inexistentes en el caso de losliceos recientement construidos) o ¡nú-tiles debido a que la selección de loslibros que las integran no se basa enningún criterio pedagógico.

Así, lejos de compensar las deficien¬cias del medio, la escuela no hace fre¬cuentemente más que agravarlas alconsiderar la lectura como una materia

del programa, que incluye un ejerci¬cio bisemanal llamado «clase de lec¬

tura». Y tanto los alumnos como los

maestros han denunciado siempre laclase de lectura como una prácticafastidiosa por artificial, dogmática yobligatoria.

La frecuentación de los buenos au¬

tores, además de ofrecernos la oca¬

sión de vivir aspectos múltiples y va¬riados de la aventura humana, tienela ventaja de proponer en cada lec¬tura, y hasta en cada página o párrafo,ejemplos de virtuosidad en la elabora¬ción de un discurso que, a partir deun sentimiento o de una idea, no so¬lo esbozan sus contornos sino que ledan un relieve y una intensidad querevierten sobre la idea o el sentimiento

y los vuelven más. profundos.Cuando esta frecuentación se con

vierte en un hábito, da lugar a la lec¬tura-participación que Henry Millerdescribe en los siguientes términos:«La esperanza que todos tenemos altomar un libro es encontrar un hom¬

bre que coincida con nuestro modo deser, vivir tragedias y alegrías que notenemos el valor de provocar nosotrosmismos, soñar sueños que vuelvan lavida más apasionante, quizá tambiéndescubrir una filosofía de la existencia

que nos haga más capaces de afron¬tar los problemas y las pruebas quenos asaltan».

Esta «participación», por lo demás,nunca es pasiva. La edad del roman¬ticismo y de la exaltación que es laadolescencia es también la edad pri¬vilegiada de la lectura. Sin entrar aanalizar los efectos de la lectura en

esa edad, se puede sin embargo seña¬lar, por una parte, que son raros losadultos cultos que no conservan unrecuerdo vivo de las lecturas de su

adolescencia y que, por otra parte, laelección de la carrera e incluso la

orientación de la personalidad globaldel individuo están a menudo deter¬

minadas en lo fundamental por laslecturas de esa edad.

I ERO ¿no es doloroso com¬probar que la escuela, en tanto queinstitución cuya tarea fundamental eshacer descubrir al alumno toda su

humanidad en una época en la queel sentido de lo humano está desapa¬reciendo permanece completamenteciega a todo lo que la lectura inteli¬gente tiene de riqueza y de posibili¬dades de reencuentro entre el

educador, el educando y el autor?La lectura no es sino un medio.

En la elaboración del proyecto«Técnicas de motivación de la lec¬

tura» nos guiamos por tres cues¬tiones principales: ¿Por qué leer?¿Qué leer? ¿Cómo leer?

La pregunta que nos planteá¬bamos en aquel entonces era la si¬guiente : ¿No sería posible utilizar lospropios medios audiovisuales queapartan a la juventud de la lectura para

crear la necesidad de lectura en elalumno? Dicho de otra manera, ¿no

sería posible partir de aquello que ensí mismo constituye un poderosoatractivo para impulsar a los jóveneshacia otras actividades y, en estecaso concreto, hacia la lectura deobras literarias de valor? Tal fue la

primera etapa de nuestra empresa.

En una segunda etapa, una vezobtenida la motivación para la lectura,se trata de saber si es posible utili¬zar esos mismos medios para suscitarla reflexión, la indagación, la discu¬sión y el intercambio de ideas entrelos jóvenes acerca de lo que hanleído, con el fin de que descubranpor sí mismos nuevas perspectivas delectura, de reflexión y de discusión.

En 1968 decidimos someter esta hi¬

pótesis de trabajo a la consideraciónde las autoridades competentes de Tú¬nez, es decir, al conjunto de los ins¬pectores y consejeros pedagógicos. Ypara elucidar mejor el problema peda¬gógico, me correspondió presen¬tar une exposición sobre las tres cues¬tiones siguientes.

¿Por qué leer? No basta con reco¬mendar ciertas lecturas a los alum¬

nos para tener la seguridad de quevan a cumplir la consigna, dado que-ésta se les presenta en forma de or¬den imperativa o de consejo bonda¬doso. Ni siquiera el espantapájaros delos exámenes puede lograrlo. Por ellopensamos que había que romper conla tradición escolar y hacer que el

alumno se sienta impulsado por unanecesidad real y personal de empren¬der la lectura de tal o cual obra, deexperimentar efectivamente la nece¬sidad de leer.

Entonces nos colocamos en el caso

de quien reuniera las peores condi¬ciones, a saber, el del alumno flojo,perezoso, que jamás ha leído depunta a cabo un libro de 150 o 200páginas, y concebímos el plansiguiente:

El ejercicio debe tener lugar lo máslejos posible del marco escolar tra¬dicional. Queríamos incluso situarlofuera de la escuela, pero debido ala falta de medios tuvimos que renun¬ciar al proyecto. Finalmente nos deci¬dimos a trabajar en una sala de un

SIGUE EN LA PÄG. 20

17

A la izquierda, TioAño Nuevo, cuento

popular persa, texto deFarideh Fardjam,ilustrado por Farshid .Messghali, publicadopor el Instituto parael Desarrollo Intelectual

de los Niños y losJóvenes, Teherán, 1967.

A la derecha,

ilustración para uncuento de Pushkin,

publicado por la editorialLiteratura Infantil,

Moscú, 1971.

& ÍP Sí 3

*ffíEl maravilloso pais de la InfanciaNo es tarea fácil publicar un libro para niños. El dibujante suizo Heiri Steiner losabe. He aquí lo que dice, «a modo de prefacio», en el número especial de la revistaGraphis (Zurich, enero de 1972) dedicado íntegramente a la ilustración de librospara niños : «¿Por qué a un niño le gusta un libro que otro ni siquiera mira ? He ahílo que habría que averiguar. ¿Es por el tema? ¿Por el color? ¿Por los dibujos? ¿Porla presentación? ¿O hay algo misterioso que no se puede analizar? Nosotros, losilustradores, sabemos que nunca se llega a conocer la razón de las preferenciasinfantiles y que no hay recetas infalibles ni reglas aplicables a la creación en estaesfera. (...) Cuando una imagen lograda sale de nuestras manos y queda ahí, sobrela mesa, mirándonos, nos parece que nuestras manos más o menos hábiles nohan hecho sino sacarla a la luz, volverla visible dentro de su dinámica propia,repatriarla de un país que nos es familiar desde la infancia pero al cual no se llegasino a través de las imágenes. Los niños lo sienten así. Ese país, en el que se muevencon facilidad, es el suyo, el de los 'niños a partir de 3 años.» A la izquierda, la portadade la revista Graphis realizada por Walter Grieder. Esta publicación nos hapermitido gentilmente reproducir otras dos ilustraciones del número especial.

A la izquierda. La gallinaY el huevo, cuentoitaliano para niños,ilustrado por lela y EnzoMari, Ediciones Emme,

Milán, 1969.

A la derecha.

La casita de cubos,

libro yugoslavo paraniños, texto de Ela Peroci,

ilustraciones de LidijaOsterc, publicado por

Mladinska Knjiga, 1964.

Jelka se je kokosi zahvalila. Z druge kocke je stopilacma macka. Zelene oci so se ji prijazno svetüe. »Spredla

sem svetlo mt. Vzemi jo! Ko bos fila na pot. jo nosi s seboj

in }o sproti odvijaj, da bos nasla nazaj.« ji je rekla. nato pa

je stekla po mokri travi v gozd. Jelka se ji niti zahvalitini utegmla.

LA PASION DE LA LECTURA

(viene de la pág. 17)

Hacer que la lectura de

Esta estatuilla de Tanzania simboliza el mundo de los libros que se abrea los pueblos africanos. Fue ofrecida al Director General de la Unesco,Sr. René Maheu, por las alumnas de la Escuela Secundaria Femeninade Tabora, Tanzania, a quienes se otorgó por primera vez el PremioMohammed Reza Pahlevi, en 1967. por su labor como alfabetizadorasvoluntarias.

Foto Dominique Roger Unesco

centro de enseñanza, pero introdu¬ciendo transformaciones profundas enla organización del ambiente. Colo¬cábamos tableros para la fijación de"carteles y material impreso, y paracada reunión utilizábamos un proyec¬tor, una pantalla portátil y una gra¬badora.

Sólo podían asistir los alumnos querealmente deseaban hacerlo. La única

condición que se imponía era quefueran del mismo nivel escolar y, enconsecuencia, prácticamente de lamisma edad. Las reuniones de motiva¬

ción para la lectura se celebrabansiempre fuera de las horas de clasey duraban tanto cuanto querían lamayoría de los alumnos. La únicarestricción era la de que el grupo noexcediera de 25 o 30.

¿Qué leer? Al comienzo constituimosun pequeño comité de lectura con elfin de que escogiera un nivel escolarde participantes (el 5° año) y una obra.Pero se trataba sólo de una solución

provisional, desde el momento en queno se había efectuado aun encuesta

alguna sobre los intereses reales delos alumnos tunecinos. Únicamente

cuando multiplicamos las experiencias,que se referían en especial a ciertasobras (como el Diario de Ana Franck),pudimos darnos cuenta de lo queinteresaba a los alumnos.

El Instituto de Ciencias de la Educa¬

ción ha llevado a cabo desde entonces

una serie de encuestas sobre la lec¬

tura en el ambiente escolar, basán¬dose en los resultados obtenidos paraelegir los títulos propuestos a losalumnos.

De tal elección depende no sólola motivación real de éstos para lalectura sino toda su formación inte¬

lectual, moral y social.

¿Cómo leer? Henry Miller tiene razónal decir que «un libro, como cualquierotro objeto, sirve a menudo de pre¬texto para aquello que estamos bus¬cando en realidad». Así, la lecturapuede ser simple entretenimiento(revistas ¡lustradas, novelas policiales)o un medio de información (prensa,obras de divulgación relacionadas conla profesión que se ejerce) que puedeser objeto de una lectura rápida oservir de ocasión para instruirse,educarse y reflexionar.

A esta manera de leer se refieren

los proyectos de «Tánicas de Motiva¬ción para la Lectura» (T.M.L.).

El trabajo comprende dos etapascon dos semanas "de intervalo a fin

de que los alumnos dispongan deltiempo necesario para leer el libroque se les ha propuesto.

Una vez elegido el libro, procede¬mos a lo que llamamos selección ymontaje.

La selección consiste en tomar los

pasajes más importantes, los máshermosos (tanto desde el punto de

in libro se convierta en una "aventura" sugestiva

vista de la forma como del fondo) ylos que pueden conmover en mayormedida a los alumnos interesados.

Esos pasajes sirven asimismo paraefectuar un montaje sonoro, grabadoen cinta magnetofónica, de una lec¬tura en la que intervienen varias voces(masculinas y femeninas) y sin res¬petar forzosamente el orden en queaparecen en el libro.

Lo que se pretende por medio delmontaje sonoro es crear una atmósferaque suscite el interés, sin revelar laclave del enigma. En otras palabras,no se trata en absoluto de ofrecer

un resumen sonoro de una obra lite¬

raria, puesto que eso sería precisa¬mente lo contrario del objetivo quenos fijamos al comienzo. Se trata másbien, para emplear una expresiónpopular, de conseguir que «se leshaga agua la boca», dejando al auditorcon su expectación e inclusive exci¬tándola.

m ENSAMOS que era inte¬resante, por más de una razón, intro¬ducir entre los diversos pasajes trozosde música clásica, escogidos enfunción del tema literario y suscepti¬bles de reforzar, por una parte, lacomprensión del texto en sí (ya que lamúsica puede sugerir, particularmentecuando se trata de expresar senti¬mientos o estados de ánimo, lo queun .alumno de nivel lingüístico másbien bajo no advierte inmediatamenteen el texto) y, por otra parte, dedespertar un sentimiento de simpatíapor la obra y por el autor.

Recordemos que se trata de alum¬nos bilingües (hablan árabe y francés),que comenzaron el aprendizaje delfrancés apenas en el tercer curso dela escuela primaria y cuyo nivel deexpresión es igualmente bajo enambas lenguas. Por eso el proyectoT.M.L. comprende la lectura en ambosidiomas.

La publicación especial que el Ins¬tituto de Ciencias de la Educación

proyecta dedicar a este estudio in¬cluirá una lista completa de las obrasy los autores franceses y árabes quehan servido de base para la expe¬riencia.

Lo que acabamos de exponer serefiere a la parte sonora. Existeademás la parte visual que sirve parapreparar y reforzar el efecto produ¬cido por el documento sonoro. Elaspecto visual comprende dos ele¬mentos: los tableros de exposición ylas diapositivas.

Los tableros de exposición sirvenpara exhibir fotografías del autor, delambiente en que vivió, ilustracionesde la obra, etc.

Un animador, que por lo general esmiembro del Instituto de Ciencias de

la Educación o un profesor que ha

recibido formación en dicho Instituto,

acoge a los alumnos, les permitecontemplar la exposición, los colocaen semicírculo frente a él, hace unapresentación de la obra desde elpunto de vista material y dice algunaspalabras sobre el autor. Uno de losasistentes proyecta una o dos diapo¬sitivas (retratos del autor, etc.). Lapresentación no dura más de cincominutos. Seguidamente se pone enmarcha el magnetófono y los alumnosescuchan el montaje sonoro, que noexcede de 25 o 30 minutos.

Mientras se escucha la grabación,se proyectan otras diapositivas, a finde crear una «presencia» que puedaintrigar o provocar una tensión en elalumno.

De esta manera, en la presentaciónde Po/7 de Carotte, de Jules Renard, seve la imagen de un adolescente cris¬pado en una actitud de desobedienciaen el momento en que se escuchaun pasaje del último capítulo titula¬do «La rebelión».

Cuando realizamos la primera expe¬riencia de este tipo, que se referíaprecisamente a Poil de Carotte, nosconformamos con fijar sobre el tablerode exposición algunos ejemplares dela obra, cuya portada en coloresrepresentaba una hermosa cabeza deadolescente.

Una vez terminada esta primeraetapa, se invita a los alumnos que lodesean a tomar un ejemplar del libroy a fijar con el animador la fecha dela próxima reunión en la que se pro¬cederá a un debate sobre los temas

esenciales de la obra.

Una semana o quince días despuésse organiza la segunda etapa delexperimento. Los alumnos agrupadosen semicírculo frente al animador eli¬

gen un director de la reunión, unsecretario y dos o más observadores.La función del animador disminuyea medida que la experiencia avanza.Los alumnos aprenden a someterse alas reglas de la democracia y de laresponsabilidad y aceptan sin recrimi¬nación las observaciones que se leshagan sobre su falta de atención osus expresiones defectuosas, sinconsiderarlas como críticas hirientes.

Cuando se celebraron las reuniones

relativas a Poil de Carotte y al Diariode Ana Franck, los alumnos se agru¬paron espontáneamente para estudiarlos problemas de la adolescencia, dela paz y de la guerra, del matrimonio,del divorcio, del dinero, la importan¬cia de un «diario íntimo», etc. La lec¬tura de un libro se convierte así en

una «aventura» o un «acontecimiento»,

.según Henry Miller.

La duración del debate se deja a laapreciación de los alumnos. El debatey las encuestas constituyen una ver¬dadera ganga para los alumnos bilin¬gües que no tienen muchas oportu¬nidades de expresarse en francés, ya

que su medio familiar es esencial¬mente de habla árabe.

Además y ésta es seguramentela mejor perspectiva del proyectoT.M.L. esos debates y encuestascrean nuevas necesidades de lectura

y orientan a los alumnos hacia laelección de nuevos libros. Una lectura

suscita otra y cada libro leído consti¬tuye un punto de partida de múltiplesindagaciones, de animadas discusio¬nes, de diálogos y de actividadescreadores.

Nos fue dable asistir a un debate

de ese tipo con un grupo del 5o añode primaria, a propósito del episodiode Cosette, en Los Miserables, deVíctor Hugo. Entre esos alumnos queapenas habían estudiado dos años defrancés, la discusión tenaz y apasio¬nada duró hora y media. Ello demues¬tra que los muchachos de 10 a 11 añostienen fuertes motivaciones y puedenno solamente dar muestras de una

atención constante sino de su capa¬cidad para expresarse en una lenguaque apenas comienzan a aprender.

Por otra parte, ciertas lecturas hanimpulsado a los alumnos a utilizar lapintura como medio de expresión paratrazar los rasgos de tal o cual per¬sonaje o para representar ciertassituaciones tal como las sintieron a

través de sus lecturas y sus dis¬cusiones. Estos documentos entran aformar parte de la documentaciónvisual y nos permiten trabajar conotros alumnos para enriquecer nues¬tros tableros de exposición.

H,lENOS así muy lejos delmarco fastidioso y de la atmósferadeprimente que conocimos cuandoéramos alumnos y que millares deniños conocen todavía, marco yatmósfera que caracterizan la lecturaimpuesta por los maestros y las famo¬sas clases de resúmenes de lecturas

que exigen los programas oficiales.

La experiencia tunecina permite,para bien de los alumnos, prepararlos programas de enseñanza adaptán¬dolos a las exigencias de unos méto¬dos pedagógicos vivos y eficaces, yno a la Inversa, como sucede dema-'siado a menudo.

Los lectores pueden encontrarun informe mucho más completo so¬bre este tema en el último número

(verano de 1972) de la nueva revistatrimestral de la Unesco Prospects-Perspectives, en el que el profesorFituri colabora con un articulo titu¬

lado «Un experimento sobre lastécnicas de motivación para la lec¬tura». En el mismo número se pu¬blican trabajos de Margaret Mead,Felipe Herrera y Paulo Freiré, entreotros. La revista se edita en francés

y en inglés.

21

RENACIMIENTO

DEL LIBRO ARABEpor Philippe Ouannès

CiL mundo árabe cuentaactualmente con cerca de 130 millones

de hombres y mujeres. Casi todoshablan el mismo idioma, poseen en

su gran mayoría los mismos modelosculturales y conservan las mismas tra¬diciones. En éstas, el libro ocupa unlugar de suma importancia. En efecto,el Islam se origina en un libro, elCorán, palabra que en sí misma signi¬fica «lectura».

Entre las costas del Atlántico y lasdel Golfo Pérsico se extiende una de

las raras regiones geográficas delglobo en la que la unidad lingüísticava unida a la coherencia cultural yreligiosa, lo cual permite la com¬prensión inmediata entre sus habi¬tantes.

La civilización árabe ha fertilizado

las civilizaciones mediterráneas y occi¬dentales haciendo posible que sedesarrollaran sobre la base de aportesoriginales y suscitando una creaciónliteraria y científica abundante. Desdeel siglo VIII circulaban por toda laregión árabe-islámica, que iba de laIndia a los Pirineos, obras de todaíndole, desde la poesía hasta la astro¬nomía, puesto que a más de nom¬bres célebres como los de Abu Nuwas

y Averroes, de los que se enorgullecela tradición literaria árabe, hay quetener presentes a aquellos hombres¡lustres o anónimos que se interesabanpor las cosas del extranjero y queiban «en busca de la ciencia» difun¬

diendo por el mundo las obras y losinventos de las culturas orientales.

Es gracias a los árabes, a sus librosy sus traducciones, como el mundo y,particularmente, el Occidente tuvieronconocimiento de la filosofía y de lacosmología griegas, de la brújula y delpapel chinos, de los números indios(llamados números arábigos), etc.

Sabido es también que sin la civili¬zación árabe-andaluza y sus poetas,como Ibn Hazm (El collar de la paloma),la Europa medieval no habría tenido lamisma visión del amor cortés ni habría

tal vez tratado de sus temas y susmitos como lo hizo en Tristan e Isolda.

Escritores como Ibn al-Muqaffa (au¬tor de Kalila y Dimna), Ibn Sina (más

22 PHILIPPE SALIM OUANNES, iranio, ha sidoprofesor de sociología y de literatura árabede la Universidad de Vincennes, en Paris.Ensayista de lengua francesa, pertenece ala redacción de El Correo de la Unesco.

conocido por Avicena) o Abenjaldúnen lo que respecta a las «cienciashumanas», y pensadores como Alch-warismi, Albiruni, Rhazés o Alfarabien lo que toca a las «ciencias exactas»,presidieron el nacimiento o suscitaron

la propagación de obras, de teoríasy de realizaciones científicas que fue¬ron transmitidas por medio del libro ygracias a las copias que circulabande un extremo al otro del imperioárabe e incluso en Europa.

El presente artículo no se proponeestablecer el balance del legado cul¬tural y de la contribución del mundoárabe al florecimiento de las diversascivilizaciones del mundo medieval. Sin

embargo, esa contribución y las tradi¬ciones a que dio origen han dejadouna huella y ciertas constantes socio-culturales que se perpetúan en nuestraépoca gracias a una actividad intelec¬tual intensa y a escritores de catego¬ría universal, como el egipcio TahaHussein.

Pero lo cierto es que la posibilidadde expresión de esos escritores y pen¬sadores se halla limitada por los pro¬blemas que plantean el libro y el pro¬ceso de su fabricación.

En realidad, el libro árabe no ocupaen nuestros días el lugar que le asig¬nan los factores culturales y lingüís¬ticos a que nos hemos referido. Sonmúltiples las causas de ese fenómenoy para tratar de examinarlas y deaportar soluciones al problema, losdiferentes gobiernos de los paísesinteresados decidieron elaborar, conayuda de la Unesco, una política co¬mún para la promoción del libro.

Esta armonización de programas sellevó a cabo en una conferencia quese celebró en El Cairo, en mayo de1972, con los auspicios de la Unesco,y en la que participaron expertos yrepresentantes de quince países ára¬bes. La Conferencia recomendó crear

en El Cairo un Centro Regional delLibro, cuya labor será en el futurodecisiva para establecer una políticadel libro y demás materiales impresosasí como para acelerar su circulaciónen toda la región de habla árabe.

Esta tarea se ve ya facilitada engran medida por la larga tradicióncultural del mundo árabe-islámico, porla comodidad que constituye la existen¬cia de un idioma común y, sobre todo,por los esfuerzos recientes que se hanrealizado con miras a una escolariza-

ción masiva. Además, esta promocióndel libro se llevará a cabo teniendo

en cuenta los problemas específicosde la creación y de la producción delibros y basándose en un análisis pre¬ciso de la realidad actual.

Una primera evaluación de la pro¬ducción de libros en el mundo árabe,basada en los datos de que dispone laUnesco, arroja un total aproximado de5.000 títulos al año, cerca del uno porciento de la produción mundial, queen 1969 fué de unos 500.000.

«¿ las estimaciones delDr. M. I. Shush, presidente y directorde las Ediciones Universitarias de Jar-

tún (Sudán), se calcula que la tiradade textos escolares, incluidos en esetotal, representa, como promedio,50.000 ejemplares por título, en tantoque la de los libros de lectura generaloscila entre 3.000 y 5.000 ejemplares.

Teniendo además en consideración

que las novelas, y sobre todo las no¬velas por entregas, los libros de temasreligiosos y algunos «best-sellers» al¬canzan tiradas más importantes, segúnafirma S.M. El-Sheniti, presidente dela Organización General del Libro dela República Arabe de Egipto y Vice-ministro de Cultura, no sería erróneocalcular una producción global de unos50 millones de ejemplares por año conuna tirada media de 10.000 ejem¬plares por título.

Esta cifra ha sido sobrepasada conmucho en el caso del novelista egip¬cio Naguib Majfuz con su famosa tri¬logía, cada uno de cuyos volúmenestiene por título el nombre de un barriode El Cairo. En ella se describe la his¬

toria de tres generaciones de unafamilia cairota a través de su existen¬

cia y de los acontecimientos políticosde su país entre 1917 y 1944. Lo mismoha sucedido con la mayoría de lasobras de este escritor y en particularcon su novela La calleja de los mila¬gros.

De todos modos, esta producciónadolece de un doble desequilibrio.En primer lugar, el hecho de que ElCairo y Beirut sean los dos únicoscentros de la industria del libro. Ensegundo lugar, las variaciones de laproducción de un año al otro. El Líba¬no, por ejemplo, publicó 427 títulos en

Esta figura caligráfica simétrica o «en espejo» puede leerse en árabe (escritura cuadran¬glar) en ambos sentidos con relación a un eje central. La frase expresa la profesiónde fe musulmana: «No hay más Dios que Alá y Mahoma es su Profeta». La inscripciónestá adornada con minaretes y cúpulas de La Meca, ciudad santa del Islam.

1967 y 685 en 1969. Por el contrario,la producción de Kuweit descendió de153 títulos en 1967 a 80 en 1969.

A todo ello conviene agregar lasdiferencias de tirada según la índolede los libros publicados, puesto quesi las ciencias sociales representan el24 por ciento de la producción, la lite¬ratura el 20 por ciento y la religiónel 11,5 por ciento, las ciencias puras yaplicadas apenas llegan al 15,5 porciento.

Si se tiene en cuenta que, por logeneral, se considera que las cienciasdeberían alcanzar el mismo nivel quela literatura, es decir el 20 por ciento,existe una carencia que habría quecolmar, tanto más cuanto que la pro¬ducción científica, que equivale a400 obras técnicas por año, esinsuficiente para satisfacer las nece¬sidades de países cuyo desarrollose efectúa a un ritmo acelerado y enlos que las exigencias de la ense¬ñanza son cada vez más imperiosas.

La producción anual de libros en

el mundo árabe es, pues, de 40 títulospor cada millón de habitantes (el pro¬medio mundial es de 140 títulos) y de0,40 ejemplares por habitante (elpromedio mundial es de 2,3).

Las primeras conclusiones que sepueden extraer de estas cifras y de lasevaluaciones hechas más arriba son

que en el mundo árabe el retraso esmenor en lo que concierne a la pro¬ducción de títulos que a la producciónde ejemplares. En ello se refleja lasituación de unos países que cuentandesde hace mucho tiempo con unavida intelectual activa y una largatradición cultural. En cambio, las vici¬situdes históricas, las dificultades

económicas y el alto índice de analfa¬betismo que esa situación lleva empa¬rejados limitan enormemente el desa¬rrollo y la circulación del libro.

Cabe preguntarse en seguida aquiénes se dirigen esas publicacionesy cuál es la composición del público.Si se divide a los lectores en dos

grupos, los adultos y los niños, para

responder a tal pregunta se puedeescoger tres ejemplos particularmentesignificativos: los libros de lecturageneral, los textos escolares y loslibros para niños.

En cuanto a los de lectura general,los especialistas están de acuerdo enque la norma deseable en todo elmundo sería un ejemplar de libro porlector y por año y seis títulos porcada 30.000 lectores. Pero si en 1970

el mundo árabe contaba 18 millones

de adultos alfabetizados, actualmentese ha sobrepasado de manera consi¬derable esta cifra debido a la alfabe¬

tización intensiva que se ha llevado acabo en todos los países de la región.

La categoría de libros de lectura ge¬neral abarca por igual la novela, lapoesía y el teatro. Taufik Al-Hakim,uno de los dramaturgos árabes másconocidos, suscita en él público un t\ninterés constante con piezas en las ¿«Jque introduce un simbolismo pleno dedesesperación y fatalismo («Los hom¬bres de la caverna») o héroes en lucha

SIGUE A LA VUELTA

EL LIBRO ARABE (cont.)

con su destino («Viaje al porvenir»).

Además, y en lugar de citar nom¬bres de poetas como Adonis, NizarQabbani o Alchabbi, cabe recordar ellugar primordial que ocupa la poesíaentre los árabes y el recurso a la me¬moria para conservarla. Son frecuen¬tes las reuniones en que se recitanpoemas y raras las personas, inclusoanalfabetas, que no puedan declamaralgunos versos. La transmisión oral dela poesía constituye en esos pueblosun factor digno de tenerse en cuenta.

Como se ha dicho ya, la producciónde obras de literatura y de lecturageneral alcanzó el 20 por ciento deltotal publicado, es decir cerca de unmillar de títulos en 1970, cuya tiradaglobal fue de 3 millones de ejem¬plares. De conformidad con la norma

antes citada, las necesidades seríande 4.000 títulos, aproximadamente, y18 millones de ejemplares.

Sobremanera conscientes de la

disparidad que existe entre la realidady las necesidades, los gobiernos ára¬bes realizan grandes esfuerzos por es¬tablecer el equilibrio en esta materia,mediante una política de planificacióny de previsión cuyo rasgo más evi¬dente, entre otros, es la creación delCentro Regional de El Cairo.

EL MINARETE DE LOS LIBREROS

Abajo, una página de un tratado de astronomía y matemáticas del año 358de la Hégira, que corresponde al 969 de nuestra era. De puño y letra de IbnAbd al-Jalib al-Sidjistani, científico del siglo X, este manuscrito originalcontiene ilustraciones de asombrosa precisión. A la derecha, puesto de unvendedor de libros en la célebre plaza Djamaa al Fna, de Marrakech. Al

fondo el minarete de la mezquita principal de esta ciudad, llamado al-Ku-tubiyya («de los libreros»), obra maestra del arte almohada (siglo XII).

E

<

24

texto escolar presentacaracterísticas particulares, ya que laproducción satisface aproximadamentefas necesidades de la población. Losproblemas que se plantean en estepunto son los mismos que en otrasregiones del mundo: se trata de plani¬ficar la producción en concordanciacon el aumento de la matrícula a fin

de que los textos escolares sean másatractivos y, sobre todo, de adaptarlosa las diferentes regiones del paísgracias a una diversificación suficien¬temente amplia para que el niño deuna aldea remota no tenga que seguirestudiando en un libro cuyos ejem¬plos se refieren a las aceras, losedificios, los automóviles y, en suma,la vida de una gran ciudad.

Si se recuerda, como indica Mah¬mud Al-Sheniti, que en las escue¬las de Egipto se distribuyeron en 1968cerca de 26 millones de ejemplaresde 370 textos, uno puede percatarsede los problemas que se plantean enla aplicación de tales medidas y delas consecuencias que pueden tener.

En 1970 había en el mundo árabe

54 millones de niños de menos de

15 años, que representaban el 45 porciento de la población total. Pero elnúmero de los que tenían de 5 a14 años, es decir de los lectorespotenciales, se elevaba a 32 millones.Ateniéndonos a la norma ya citada, lasnecesidades serian de 1.500 títulos y32 millones de ejemplares.

No hace falta demostrar la impor¬tancia que tiene el libro infantil:él inculca los hábitos permanentes

de lectura y familiariza al niño conla «cosa impresa», él le abre elmundo de las «imágenes», del dibujoy de las representaciones gráficas y lepermite soñar mientras descubre eluniverso. Por ello es indispensable queen la concepción de tales libros cola¬boren psicólogos, artistas y edu¬cadores.

Este problema es capital dado queen el mundo árabe no existen editores

especializados en libros para, niños.Casi todas las grandes editorialescuentan con una sección destinada

a la juventud y publican algunos librosque, pese al cuidado con que se losfabrica, no siempre tienen en cuentalas necesidades del lector joven.

No se dispone de cifras globalessobre este tipo de libros y sólo puedetenerse una idea de su importancianumérica basándonos en el ejemplode Dar Al-Mahar¡f, el gran editor deEl Cairo. Su sección de libros paraniños comprende 588 títulos destina¬dos a lectores de 6 a 14 años de

edad: cerca de una cuarta parte deesas obras, exactamente 136 títulos,

son para niños menores de 8 años.

De todo lo anterior se deduce quela producción intelectual del libro noplantea ningún problema de concep¬ción. Ya hemos visto que el mundoárabe posee una tradición culturalsuficientemente rica y antigua para queen él surjan constantemente escritores,creadores y artistas. Las limitacionesque existen se refieren, entre otrasal escaso atractivo de la «profesión»

La carrera de escritor no parece ren¬table, ante todo por las tiradasdemasiado reducidas para que permi¬tan al autor vivir de su trabajo yconsagrarle todo su tiempo.

Además, pese a que numerosospaíses de la región han iniciado elproceso de ratificación de los conve¬nios internacionales sobre el derecho

de autor, en la mayor parte de lospaíses árabes no hay ninguna leynacional que lo proteja. De ahí quepuedan proliferar las ediciones piratasque constituyen un verdadero azotetanto para los editores como para losautores. Cabe, pues, esperar que larevisión de la Convención Universal

sobre Derecho de Autor y de laConvención de Berna, - tendiente afavorecer a los países en vías dedesarrollo, sea rápidamente suscritapor éstos.

Las editoriales, en las que se ori¬gina la producción material del libro,están a menudo constituidas en el

mundo árabe por libreros o impre¬sores, antiguamente agrupados entorno a la mezquita o el tribunal, quehan ¡do cambiando gradualmente elcarácter de su empresa. En reaccióna esta situación. Marruecos tomó la

iniciativa de crear editoriales moder¬

nas, con capitales públicos o privados,en los principales centros intelectualesdel país (Fez, Casablanca, Rabat).Este ejemplo debería ser Imitado nosólo por los principales productoresde libros, como Egipto y Líbano, sinopor todos los países árabes.

Esas editoriales, y su agrupa-

miento en asociaciones, nacionales al

comienzo y regionales depués, facili¬tarían la adopción de soluciones comu¬nes para los problemas similares,trátese de la selección de manus¬

critos, de la planificación de la pro¬ducción con respecto a las necesi¬dades, de la financiación, etc.

En cuanto a la impresión propia¬mente dicha, los países árabescuentan con dos realizaciones impor¬tantes. La primera es la Escuela Marro¬quí del Libro. Única en su génerodentro del mundo árabe, permitea Marruecos resolver uno de los

problemas más agudos de la impre¬sión, a saber, el relativo a la forma¬ción de un personal calificado, que enlos demás países se lleva a cabode manera empírica, sobre la base dela experiencia profesional adquirida, omediante cursillos en el extranjero.

La segunda es la imprenta de Al-Ahram, la más moderna de Africa, quedispone del equipo más reciente yutiliza la mayor parte de los proce¬dimientos de impresión modernos.

Estas dos realizaciones son pruebade los esfuerzos realizados para lapromoción del libro en los paísesdeseosos de dotarse de los medios

que se requieren, después del enormeesfuerzo inicial de la alfabetización

y la escolarización, para suministrara los lectores los libros y demásmaterial impreso necesarios paraampliar sus conocimientos.

En este gran empeño de los gobier¬nos de los países árabes, el problema

más delicado y complejo que subsistehasta ahora es el de los precios. Ladecisión de la Unión Postal Arabe,

adoptada en marzo de 1971, de consi¬derar toda la región árabe como unasola en materia postal constituye unprimer paso hacia la reducción de lastarifas de correos, pero éstas siguensiendo elevadas. Su reducción en fa¬

vor del libro contribuiría a que elprecio de los envíos postales dejarade ser prohibitivo.

Es obvio que los precios frenan ladistribución, puesto que apartan dellibro a numerosos lectores potenciales.

La distribución va pareja con la pro¬moción, que debe diversificarse y tra¬tar de llegar a las capas más amplias ynumerosas de la población.

1 ARA lograrlo se ha re¬currido a diversos medios, desde lasbibliotecas ambulantes hasta los pues¬tos de venta en los barrios populares,incluso en los cafés y en los mer¬cados de las aldeas, que llevan ellibro hasta los lectores potencialesque hasta ahora se habían mantenidoal margen de este «producto».

La vasta campaña de promocióndel libro emprendida en todos lospaíses árabes permitirá, por consi¬guiente, ensanchar aun más el círculode los beneficiarios del saber y am¬pliar el acceso a la cultura.

Hoy día se sabe que el aprendizaje

de una lengua transmite al mismotiempo los modelos culturales de unasociedad. El hábito y la oportunidadde la lectura hace posible que quienesla practican se integren en la corrientecivilizadora que representa todo pen¬samiento expresado en una lengua.

A los países árabes les correspondedesempeñar un papel muy importanteen la evolución de las civilizaciones,

tal como nos lo enseña el pasado ynos lo demuestra el presente. Sucultura y sus producciones intelec¬tuales no han podido beneficiarse delos medios modernos de difusión yde información a causa de circunstan¬

cias políticas que los han tenido apar¬tados de las grandes corrientes de lacomunicación. Hoy han desaparecidoesas circunstancias y el resurgimientodel pensamiento y de las letras árabes,iniciado a mediados del siglo XIX,alcanza en nuestros días su plenitud.

Esta vasta campaña de promocióndel libro hará posible, en una primeraetapa, que los mismos países árabestomen conciencia de la amplitud y dela calidad de las obras del espíritucreadas en su propio suelo.

Cabe esperar que, en una segundaetapa, esas obras sean accesiblesa los lectores de otras civilizaciones

y de otras culturas gracias a unacampaña de estilo y amplitud similarescon miras a su traducción a lenguasde gran difusión. Porque ya es hora deque el público conozca las obras maes¬tras que están produciendo los pensa¬dores, escritores y poetas árabescontemporáneos.

25

Cuando los libros

llevan gafas por Howard Brabyn

U N libro de bolsillo cuyaextensión equivalga a la de diez libroscorrientes (unas 3.000 páginas de 35por 43 centímetros), una biblioteca per¬sonal que contenga tantos volúme¬nes como una biblioteca municipal biensurtida, y bibliotecas municipales quedispongan de un fondo similar aldel British Museum (más de 6 millonesde volúmenes que actualmente ocupanunos 257 kilómetros y medio de estan¬tes): he aquí algo que puede parecer

HOWARD BRABYN, escritor y periodistainglés especializado en la divulgación decuestiones científicas, forma parte de laredacción de El Correo de la Unesco.

un sueño de los amantes de la lectura.

Sin embargo, gracias al trabajo pre¬cursor de dos inventores de las Islas

Anglonormandas, ese sueño se estáconvirtiendo en realidad.

La idea básica de reducir la exten¬

sión de un libro, revista o diario o lasmontañas de documentos de consulta

no es nueva. Desde hace mucho

los hospitales utilizan el método de lamicrofotografía para archivar las his¬torias clínicas de los pacientes dadosde alta, y desde 1930 pueden obte¬nerse reproducciones microfotografia-das de algunas páginas de periódicosde los Estados Unidos.

Desde la Segunda Guerra Mun¬dial las bibliotecas emplean ediciones

microfotografiadas para completar suscolecciones de libros raros que no

han vuelto a imprimirse. Actualmente,la industria del automóvil suministra

a sus vendedores y agentes gran can¬tidad de microcatálogos y microma-nuales para el mantenimiento de losvehículos. Muchas revistas, en parti¬cular las de carácter técnico, puedenpublicar ahora, en forma de micro-fichas, hasta 70 páginas en una placano mayor que una tarjeta postal.

Desgraciadamente, para que lasfichas sean legibles es preciso dispo¬ner de aparatos de lectura que resul¬tan incómodos por su tamaño. Por logeneral se asemejan a un pequeñoreceptor de televisión, y aunque ya

26

En la foto de derecha

los 24 volúmenes de la

Enciclopedia Británica.Gracias a un nuevo

procedimiento foto¬gráfico, sus 24.000 pá¬ginas caben en la placade 25 cm2 que apareceen el centro de la foto.

«Hemos quitado lasgafas de la nariz y lashemos puesto en ellibro», dice George Da-vies, inventor de un

nuevo tipo de micro-libro que se basa enla microimpresión y noen la reducción foto¬

gráfica. En el extremoizquierda, una primeraversión del microlibro

con los lentes binocu¬

lares que se mantienenmagnéticamente en ellugar correspondiente.El aparato que lo sos¬tiene no es indispen¬sable y puede mante¬nerse el libro normal¬

mente en las rodi¬

llas. A la izquierda, los36 microlibros que ve¬mos colocados en su

microestante equiva¬len a cerca de 360 li¬

bros ordinarios en edi¬

ción de bolsillo. Inútil

insistir en la enorme

economía de espacio yde papel que ello repre¬senta. El consumo mun¬

dial de papel para pe¬riódicos e impresos, asícomo de papel paraescribir, asciende ac¬tualmente a 50 millones

de toneladas métricas

por año. Anualmentehay que talar 500.000árboles para obtener lapulpa que requiere lafabricación del papelconsumido por un grandiario inglés sólo en suedición dominical. A la

derecha, un curioso

cartel japonés de Ryui-chi Yamashiro desti¬

nado a una campañade repoblación forestal 1y basado en el hermoso -ideograma que signi- ;fica "árbol". La agru- jpación de dos o tres :de estos ideogramas :significa «bosque» o '.«selva». J:

». n

existen en el mercado aparatos quepueden sostenerse sobre las rodillas,siguen siendo difíciles de manejar y noson precisamente el objeto que elbibliófilo quisiera tener a su disposi¬ción para arrellanarse con él junto alfuego en una noche de invierno.

Es entonces cuando aparecen enescena George Davies y Hedda Wert-heimer, de las Islas Anglonormandas.Los dos inventores comprendieron quela solución para producir un microlibrode fácil manejo debía encontrarse enun sistema de microimpresión y no enla microfotografía de libros impresossegún las normas corrientes. Susexperimentos demostraron la posibili¬dad de efectuar microimpresiones queredujeran en una proporción de 10 a1 el tamaño normal de un libro, en

las prensas «offset» de uso ordinario.Además, decidieron emplear en sus

libros papel de polipropileno ya que, sibien su espesor es la tercera partedel de una microficha, puede ser im¬preso en ambas caras, con lo cual unlibro de dimensiones normales se

reduce a 10 páginas de 12 X 14 cen¬tímetros. De esta manera, una colec¬ción de diez microlibros, con una

portada más o menos gruesa, ocupaaproximadamente el mismo espacioque un libro corriente de bolsillo.

Para leerlo se necesita un binóculo

plegable, cuyo espesor es ligera¬mente mayor que el de un marcador delibros. Una banda de acero magneti¬zado colocada debajo de la páginaque va a leerse, levanta los lentes ala altura necesaria.

Dado que el anteojo es binocular,hay que imprimir una doble imagen yaunque este procedimiento obliga aocupar un espacio adicional, tiene laventaja de que pueden emplearse ilus¬traciones en tres dimensiones. Además,los lentes pueden graduarse a volun¬tad, lo cual permite que las personasde cualquier edad lean las microim¬presiones sin gran esfuerzo.

El mayor problema con que tro¬pieza este procedimiento es lograr suaceptación general. Es lógico que lagente no esté dispuesta a comprar loslentes mientras no esté segura de quedispondrá de microlibros para leer; y,por otro lado, los editores quierenestar seguros de que contarán con unpúblico lector antes de lanzarse a lamicroimpresión.

27

THE ACTORS' ANALECTS

Edited, 1 r.inU.ttcii .nul vsiiii .m introduction .uni Not« bjCHARLES J. DUNN and BUNZÖ TORIGOE

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UNIVERSITY OF TOKYO PRESS

es el único objetivo de las editorialesuniversitarias que han proliferado por doquier en los últimos años,permitiendo a los investigadores publicar trabajos que ningúneditor comercial aceptaría. A la izquierda. Florilegio del actor,libro publicado por la editorial universitaria de Tokio en la Colecciónde Obras Representativas, de la Unesco. Se trata de una ediciónbilingüe (inglés y japonés) traducida y anotada por Charles J. Dunny Bunzo Torigoe. Abajo, Introducción a la economía social delTercer Mundo de Arthur Doucy y Paule Bouvier, obra publicada porel Instituto de Sociología de la Universidad Libre de Bruselas.A la derecha. Introducción

a la teoría de probabili¬dades de Octavio A. Rascón

(Universidad Nacional Au¬tónoma de México). En elextremo derecho. Primer

Correo al Oeste de Morris

F. Taylor (editorial de laUniversidad de Nuevo Méxi¬

co, en los Estados Unidos).

por Maurice English

Al servicio del saberlas editoriales universitarias

se multiplican

28

regreso a los EstadosUnidos en 1966, el profesor Peter Vor¬zimmer se sentía optimista a propósitodel manuscrito que traía de Cambridge,donde había pasado seis años dedi¬cado a estudiar y sondear los orígenesde El origen de las especies, de Char¬les Darwin.

Es cierto que su optimismo estabaalgo empañado, ya que la publicaciónen forma de libro de su trabajo no

MAURICE ENGLISH, escritor y periodistanorteamericano, posee una amplia experien¬cia en materia de ediciones universitarias.

Actualmente es director de la Temple Uni¬versity Press, de Filadelfia. De 1961 a 1969

dirigió la editorial universitaria de Chicago.Ha publicado numerosas obras entre las

que se cuentan una colección de poemas,una pieza de teatro y una traducción alinglés del poeta italiano Eugenio Móntale.

parecía atraer a ningún editor britá¬nico. Pero siempre podía revisarlo unavez más, y entonces interesaría contoda seguridad a alguna de las edito¬riales norteamericanas.

Tres o cuatro años después, Vorzim¬mer no era ya tan optimista. Ni unosolo de los editores comerciales de

Nueva York o del resto del país sehabía mostrado dispuesto ni siquieraa leer el manuscrito. La idea de inves¬

tigación exhaustiva y rigurosa queentrañaba su mismo título Charles

Darwin y la polémica de 1859 a 1892sobre el origen de las especiesno podía menos que descora¬zonar a cualquier editor que sesintiera atraído por el libro pero tam¬bién por la posibilidad de vender mu¬chos ejemplares. Nadie ponía en telade juicio la importancia de la obra perotodo el mundo daba por supuesto queera Imposible obtener beneficios consu venta.

Llegados a este punto, el lectoradvertirá ya claramente la, razón deque en los Estados Unidos de Américahaya progresado una modalidad rigu¬rosamente no comercial de publicaciónde libros, paralela al desarrollo dela industria editorial norteamericana.

Se trata de las editoriales universi¬

tarias que, aun desafiando los postu¬lados del capitalismo al servicio dela ciencia y de la investigación, soncada vez mas pujantes, y han llegadoa colmar un vacío en lo tocante a

la difusión del saber.

De ahí que, pese a las repercusionesde la actual recesión en los Estados

Unidos, sigan creciendo el número deeditoriales universitarias y el volumeny la calidad de sus publicaciones.Últimamente, también otros países hanempezado a comprender las ventajasde estas instituciones que puedenpublicar obras de erudición y de inves¬tigación científica sin estar sometidas

INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA

a niguna forma de presión económica,política o social.

Antes de seguir adelante, pareceoportuno aclarar ciertos puntos esen¬ciales. En primer lugar, la expre¬sión «editorial universitaria» (universitypress) no es de origen norteamericano,y en ocasiones se ha llegado a incluiren ella ediciones que son esencial¬mente comerciales (aunque abastezcana veces el mercado de la educación).

Al igual que otros fenómenos norte¬americanos, se trata de la transforma¬

ción de algo que tiene un origen inglés.Las primeras editoras universitariasfueron las de Oxford (1478) y Cam¬bridge (1521), cuya finalidad inicialconsistía en publicar libros piadososy de enseñanza.

El ejemplo de ambas Institucionesincitó a otras editoras comerciales,desprovistas de su justificación histó¬rica, a incluir la palabra «universitario»en sus títulos, incluso sin tener vínculoalguno con una institución docente.Con ello, pretenden simplemente con¬quistar un mercado lucrativo en el quevender sus libros de texto y otraspublicaciones educativas. Aunque hayexcepciones, en principio a esos edi¬tores no les interesa publicar obrasde erudición pura o de investigacióncientífica básica, que sólo serán leídas,a lo largo de muchos años, por unpequeño número de personas.

Ahora bien, además de su cometidoeducativo, la razón de ser de las uni¬versidades consiste en fomentar el

espíritu de estudio desinteresado y enpromover el intercambio mundial de

conocimientos especializados, no sóloentre los estudiosos de diferentes

países sino también entre los que sededican a disciplinas distintas.

Un etnólogo colombiano, por ejem¬plo, puede aprender cosas que leserán de gran provecho gracias a lostrabajos de un estructuralista de París,y viceversa: véase, por ejemplo, ellibro de Gerardo Reichel-Dolmatoff

Amazonian Cosmos: Sexual and Reli¬

gious Symbolism of the Tukano Indian(University of Chicago Press, 1971) yla cita que lleva en su sobrecubierta,de Claude Lévi-Strauss, muchas decuyas importantes obras han sidopublicadas en inglés en forma de edi¬ciones universitarias.

Cabe decir, en síntesis, que «el estu¬dio desinteresado» no lleva a nada

positivo sí no reviste una forma tan¬gible. En nuestra sociedad actual esaforma consiste normalmente en un

libro. Y de lo que se trata es de con¬seguir publicar libros que no tendránsino una difusión limitada por versarsobre temas muy especializados.

W OLVAMOS al caso del

profesor Vorzimmer, que es muy per¬tinente. Su obra fue publicada en 1970por la editora de la Temple University,de la que es profesor... pero solamentedespués de que cinco de los más¡lustres evolucionistas del país hubie¬ron recomendado su publicación yexpuesto por escrito sus razones.Además y esto puede interesar alas casas comerciales que rechaza

ron el manuscrito una editorial de

Londres adquirió rápidamente el dere¬cho a publicarla en la Comunidad Bri¬tánica. Desde entonces, la obra deVorzimmer sobre Darwin Charles

Darwin: Years of Controversy no hatenido sino críticas favorables.

Cuando se publicó el libro de Vor¬zimmer, se pensaba que la universidadno recuperaría el dinero invertido en

su fabricación y distribución. Pero eneste caso concreto ya no puededecirse eso. Es cierto, sin embargo,que la decisión fundamental de publi¬car la obra no se inspiró en modoalguno en criterios comerciales. Y estoes también forzosamente cierto apli¬cado a casi todas las decisiones de

publicación de un manuscrito quetoman a diario los responsables delas editoriales universitarias en Norte¬américa.

Estas editoras están subvencio¬

nadas por las universidades cuyonombre llevan. A veces no siempredesde luego esas subvenciones pro¬ceden en parte de una fuente pública(quizá de uno de los cincuenta esta¬dos, que, junto con el Gobierno Fede¬ral, prestan un apoyo creciente a la.enseñanza superior en los EstadosUnidos). Pero muchas editoriales uni¬versitarias obtienen una gran parte desus fondos gracias a la venta de unoslibros que se van vendiendo modesta¬mente a lo largo de los años; otrascuentan con una librería o una im¬

prenta universitarias cuyos beneficiosvan a parar a las actividades de edi¬ción, y también las hay que recibendonaciones de benefactores privados.

SIGUE A LA VUELTA

29

LAS EDITORIALES UNIVERSITARIAS (cont.)

Criterio último: el valor intelectual de las obras

30

Cualquiera que sea el origen deesos fondos, la universidad madreimpone un solo requisito: el único cri¬terio para la publicación debe ser lacalidad de la obra, la calidad del tra¬bajo original estimada por unos espe¬cialistas sobremanera competentes (iyanónimos!) y de la que da fe una«Junta de lectura» integrada por losestudiosos de esa universidad cuyasobras haya publicado ésta.

Para comprender cómo surgió y evo¬lucionó este sistema, hemos de saltarcasi cuatro siglos y pasar de Oxforda Ithaca (en el estado de Nueva York),que fue donde empezó a funcionar laeditora de la Cornell University, en1869. Tras ella vinieron la Universidad

Johns Hopkins de Baltimore en 1878y mucho después, pero todavía en elsiglo XIX, la de Chicago.

Con posterioridad a las fechas cita¬das, las ediciones universitarias hanpasado por tres fases en los EstadosUnidos de América. Hasta 1930, máso menos, eran iniciadas a menudo porun rector de universidad, un individuo

emprendedor, un estudioso propensoa publicar o cualquier otra personali¬dad universitaria.

Más tarde, hasta 1950, las edicionesuniversitarias empezaron a organizarsecon arreglo a criterios más profesio¬nales debido a la expansión de la lla¬mada «industria del saber», y se de¬dicó más atención a la fabricación ypresentación de las obras y a la orga¬nización de programas de venta basa¬dos principalmente en hojas volantesenviadas por correo a los miembrosde asociaciones de profesionales o deestudiosos, y a la aplicación de unosmétodos comerciales más eficaces.

Debido a la legislación fiscal de losEstados Unidos pero no tiene porqué ocurrir lo mismo en otros paíseslas editoriales universitarias no están

en condiciones de dedicarse a la publi¬cación de libros de texto, con lo cualpodrían obtener unos modestos bene¬ficios o por ló menos compensar laspérdidas que les acarrea la publicaciónde monografías más especializadas.

La existencia de estos problemas yla proliferación de nuevas iniciativasde edición universitaria llevaron a lacreación en 1937 de la Association of

American University Presses. A partirde entonces, todas esas empresasdiseminadas por el territorio contaroncon un centro común gracias al cualpodían ponerse de acuerdo sobre unasnormas, comunicarse su experienciaeditorial y establecer unos programasde formación de preparadores de tex¬tos, confeccionadores y demás espe¬cialistas que trabajan hoy en el campode las ediciones universitarias.

En 1948 había ya 35 miembros de laAAUP, que en ese año publicaron 727libros inéditos. En el momento de

redactar estas líneas son más de 70

los miembros de la Asociación, entreellos algunos de otros países, quetienen la calidad de miembros corres¬

pondientes.

La importancia de su producciónoscila entre siete y casi 200 librosal año. Según datos de la industria dellibro, de las editoras universitariassalieron 2.700 libros en 1970, que es elúltimo año para el que se han compi¬lado estadísticas. Esa cifra equivalíaal 7,5 % del total de los 36.000 libroseditados en los Estados Unidos*. Y su

venta ascendió a 37 millones de dóla¬

res, esto es, el 1,3 % del total de los2.750 millones de dólares que ese añogastaron en libros los lectores norte¬americanos.

Como actualmente existen en los

Estados Unidos más de 1.500 univer¬

sidades y centros de enseñanza supe¬rior, resulta evidente que las edito¬riales universitarias no constituyen unfenómeno universal. Esas editoras

suelen estar vinculadas con las prin¬cipales universidades y con centrosmundialmente famosos de investiga¬ción tales como los de Berkeley yChicago. El hecho de tener unasediciones propias, sobre todo si sonde calidad, constituye para una univer¬sidad norteamericana una manifesta¬

ción de prestigio intelectual.

Hay otro método para evaluar lacalidad de las ediciones universitarias.

Hoy en día se afirma que el 10 % detodos los títulos excluidas las obras

de imaginación publicados cada añoen los Estados Unidos lo son por unaeditorial universitaria. Pero esta esta¬

dística sólo cobra todo su sentido

cuando se considera que el 15 % delos títulos que siguen en venta (porqueexiste para ellos una demanda que semantiene año tras año) han sido edi¬tados por una editora universitaria.

La diferencia de porcentaje indicael grado de eficacia que logran losresponsables de las ediciones univer¬sitarias cuando se trata de buscar

manuscritos sobre temas importantes,que expresen ideas originales o pre¬senten una información inédita, conun estilo claro y, de ser posible,ameno, en vez de publicar libros quesólo tengan calidades más efímeras.

a este punto,faltaríamos a la sinceridad si no reco¬

nociéramos que ciertas editoriales uni¬versitarias no están en una situación

financiera saneada. Esto es fácil de

comprender. Al no poder editar el tipode libros de enseñanza (libros de texto,en particular) que tienen un gran mer¬cado, han de dedicarse a obras quepor sus características mismas resul¬

tan caras de producir y, por tanto,caras a la hora de vender. Están

además respaldadas por unas univer

sidades que a veces andan necesita¬das de fondos para poder sufragarmuchos y muy Importantes programaseducativos.

Y sin embargo, como ya hemosdicho, no solamente sobreviven sinoque Incluso su número ha aumentado.Hay además un aspecto muy estimu¬lante para las editoriales universitariasde otros países: no todos estos tienenesa estructura fiscal de los Estados

Unidos, que impide de hecho que delas prensas universitarias salganlibros de texto y otras obras educati¬vas, las cuales podrían contribuir acostear las monografías más especia¬lizadas.

Dicho sea de paso, esto se debe aque en los Estados Unidos los centrosde enseñanza están siempre exentosde Impuestos. Y, como consecuenciade esa exención, se presupone que nodeben competir con las empresascomerciales entre ellas las editoria¬

les , que sí pagan impuestos.

Probablemente, no hay razón algunapara que una editora universitaria deun país que tenga una estructurafiscal distinta no pueda aprovecharambos tipos de ventajas, esto es,pagar sus facturas e incluso reem¬bolsar parte de sus ingresos a launiversidad madre a la vez que semantiene fiel a su propósito básico,a saber, publicar obras sobresalientes,sin tener en cuenta ningún otro factor.

Cabe señalar, en todo caso, quese ha empezado ya a adoptar estaforma de edición especializada enotros países, entre ellos en la GranBretaña, donde, además de las edito¬ras comerciales de Oxford y Cam¬bridge vinculadas con las universi¬dades, han surgido editoriales uni¬versitarias más pequeñas, al estilonorteamericano. Las hay ya en lasUniversidades de Gales, Edimburgo,Manchester, Liverpool, Leicester yLondres.

En Canadá han surgido cuatro insti¬tuciones de este tipo, las de Montreal(McGill-Queens), Toronto, Laval y,últimamente, la de la Columbia Bri¬tánica. En el Japón, la de la Univer¬sidad de Tokio es la más conocida

de las diez actualmente existentes; enAustralia, la Australian National Pressde Canberra es sólo una más de un

total de seis, a pesar de su ambiciosonombre.

En otros países cabe citar las dela Universidad Nacional de México, laUniversitetsforlaget de Noruega y lasEditions de l'Institut de Sociologie del'Université Libre, de Bruselas. EnCorea hay cinco editoras universita¬rias agrupadas en una asociación.Están además la University of Mala¬sia Press de Kuala Lumpur, así como

* N.D L.R. En este total no figuran las publi¬caciones oficiales, que sumaron más de40.000 títulos.

la Hongkong University Press y la dela Universidad de Singapur.

Periódicamente se reciben en laAssociation of American UniversityPresses (1000 Park Avenue, NuevaYork, NY) solicitudes de información,procedentes de todos los continentes,sobre las condiciones para la publi¬cación de las muchas obras de estudio

e investigación de los países jóvenesy viejos.

La Asociación ha tomado iniciativas

propias para entrar en contacto conesos estudiosos e investigadores ylas universidades en las que trabajan.Últimamente, una delegación visitóMoscú y Leningrado y presentó uninforme preliminar, muy positivo,sobre la evolución de las editorialesuniversitarias de la Unión Soviética.

Algunas de ellas están adscritas a uni¬versidades, pero hay otras quedependen de centros científicos y deinvestigación especializada unos50 en total, actualmente enclavadosen Moscú. Parece posible que seinicie una era de cooperación eincluso de coedición entre los edito¬

res soviéticos y los norteamericanos.

Los países africanos han tenidounos comienzos muy pujantes en esecampo, con la Editorial de la Universi¬dad de Haile Selassie en Etiopía, laGhana University Press de Ghana ydos editoriales de Nigeria, una de ellasen la Universidad de Ibadán y la otraen la de Ife. Está también la Press of

the University of Witwatersrand deSudáfrica.

EXISTE otro aspecto de laedición universitaria que podría teneren otros países el mismo valor que haalcanzado ya en los Estados Unidos.Se trata de la edición «regional», quepublica obras que perpetúan o defien¬den la cultura de minorías étnicas yde otra índole, o bien viejas culturaso modos de vida, muchos de loscuales están desapareciendo por obrade la industrialización. Así, por ejem¬plo, la University of Oklahoma Presses desde hace tiempo famosa por laserie de libros que ha publicado sobreel Oeste norteamericano, sus indios yla historia de la «frontera».

La University of California Press seencontró con que tenía un «best-seller» cuando publicó Ishi in TwoWorlds: A Biography of the Last WildIndian in North America (de TheodoraKroeber, editado en Berkeley, Cali¬fornia, en 1961). La University of NewMexico Press ha prestado un granservicio a las disciplinas históricas, aligual que otras muchas casas regio¬nales de edición, con títulos talescomo First Mail West: StagecoachLines on the Santa Fe Trail (de MorrisF. Taylor, editado en Albuquerque,Nuevo México, en 1971).

En este campo, la utilidad de laseditoriales universitarias estriba en el

hecho de que las principales casaseditoras suelen estar concentradas

en las grandes urbes, por lo cualpueden fácilmente pasar por alto lavigorosa vida del país, tal como sevive en sus provincias y regiones másremotas y se expresa a veces en

formas y lenguas tribales. A las uni¬versidades situadas como ocurre

a menudo en los Estados Unidos de

América muy lejos de las dos o tresciudades más importantes les Incum¬be un papel capital en lo que tocaa salvar antes de que desaparezcapara siempre el patrimonio culturalde la raza humana.

Al ir progresando el saber en unsector dado se va especializandocada vez más. Pero, debido a esamisma especialización, resulta másurgente que las diferentes disciplinasse mantengan en contacto mutuo yque los estudiosos y científicos esténsiempre al corriente de lo que hacensus colegas en otros países.

La experiencia norteamericana ponede manifiesto que a quienes editanesas obras de investigación les con¬viene ampararse en una universidadque, por supuesto, les proporcionarácosas tan importantes como espaciopara sus oficinas, electricidad y cale¬facción y fondos para pagar lossalarios de impresores y encuader¬nadores. Pero, sobre todo, les ofre¬cerá la competencia y las aptitudesque se necesitan en el mundo de laedición, así como la compañía de loshombres y mujeres que crean su pro¬ducto y que comparten sus ideales.

Puede tratarse de un elemento

único de solidaridad en nuestro mundo

contemporáneo y constituir un idealque todas las editoriales universitariasdeberían tener presente para elfuturo. Hasta el momento, las grandesobras seminales del espíritu humanohan sido publicadas inevitablementepor empresas comerciales. Pero algu¬nas de ellas han llevado al pie elnombre de una editora universitaria,

a partir de las obras de John Dewey,y su número está aumentando.

Herbert Bailey, gerente de la Prince¬ton University Press, .decía hace, pocoque cuando la obra maestra de HenryDavid Thoreau, Waiden, fue publicadaen 1854 por la gran editorial Ticknorand Fields de Boston, el público laignoró. Y el editor envió 700 ejempla¬res no vendidos a su autor.

Como hombre de negocios Ticknorno podía hacer otra cosa pero, comodice el Sr. Bailey, de haber existidoentonces una editora universitaria

hubiera conservado esos 700 ejem¬plares sin dejar de promover su venta,con lo que la audiencia y la influen¬cia que no tuvo entonces Thoreaupodría haber llegado a ser una reali¬dad, quizás incluso mientras vivió.

Si mantienen sus criterios de granrigor, y habida cuenta de que la cali¬dad de sus libros empieza a serampliamente conocida, no es Imposi¬ble que las editoriales universitarias dediversos países sean un día las quepubliquen las obras de los Thoreau ylos Dewey de mañana. ^

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: IÏTERIATIOIAL I ; TBAR1Í72 :

Los países del mundo entero

están distribuyendo carteles,

forros y marcadores de libros,

papel de cartas y sellos decorreos con el símbolo del

Año Internacional del Libro y

su lema "Libros para todos".

Los dibujos de esta serie desellos de Ghana hacen hin¬

capié en la necesidad de libros

para los niños, los estudiantes

y los ciegos así como en elplacer personal de la lectura.

En la página 33 se informasobre otros sellos conmemo¬

rativos del Año Internacional.

Cl.l

32

ermitir que los países envías de desarrollo tengan acceso, en lasmejores condiciones posibles, a la pro¬ducción intelectual de los paises desarro¬llados: tal es el espíritu de la nueva legis¬lación del derecho de autor, después delos trabajos que el pasado año se llevarona cabo con el fin de revisar la ConvenciónUniversal sobre la materia.

Las posibilidades de aplicación de estaConvención revisada deberían dar como

resultado un incremento de la produccióny de la difusión del libro en los paises delTercer Mundo.

Prácticamente, se trata de satisfacer lasnecesidades de las naciones menos favo¬

recidas facilitándoles el acceso a las obras

educativas, científicas y técnicas, sin debi¬litar por ello la concepción ni el alcance dela protección del derecho de autor garanti¬zada por la Convención Universal de Gi¬nebra, de 1952, y por la Convención deBerna, adoptada en 1886 y revisada yacuatro veces entre 1908 y 1967.

En esos trabajos de revisión, que sedesarrollaron del 5 al 24 de julio de 1971 enla Casa de la Unesco, en París, participa¬ron 45 de los 60 Estados partes en laConvención de 1952, así como observa¬dores de 30 países y de numerosas orga¬nizaciones gubernamentales y no guberna¬mentales interesadas en la cuestión.

Paralelamente se celebró una conferencia

para revisar la Convención de Berna.

En efecto, en materia de producción delibros, existe un enorme desequilibrio entrelos países en vías de desarrollo y lospaises industrializados. Por ejemplo enAsia, Africa y América Latina, que abarcanel 70 por ciento de la población de latierra, no se publica sino una mínima partede los cinco mil millones de ejemplaresque cada año se imprimen en el mundo:aproximadamente el 2,5 por ciento en Asiay menos del 0,15 por ciento en Africa.La situación es relativamente mejor enAmérica Latina, aunque sigue siendoimportante la desproporción entre lasnecesidades y la producción. Sabido estambién que los Estados árabes sufrenpenuria en materia de libros.

Igual sucede en lo que concierne alnúmero de titulos: los 18 paises asiáticosen vías de desarrollo, que abarcan el 28por ciento de la población mundial, noproducen sino el 7,3 por ciento de lostitulos publicados en el mundo; Africa,cuya población representa el 9,6 por cientodel total, el 1,7 por ciento; y América Latina,con el 6,1 por ciento de la población delmundo, produce el 3,8 por ciento.

Asimismo se advierte que las materiasa las que se refieren los libros no siempreresponden a los imperativos del desarrollo.En Asia, por ejemplo, las obras científicasy técnicas no constituyen sino el 10,6 porciento de los títulos publicados, o seamenos de la mitad del porcentaje corres¬pondiente a los países más avanzados.

Para hacer frente a la insuficiencia de

la producción, los paises en vías dedesarrollo recurren a la importación delibros. En Africa, por ejemplo, tres de cadacuatro obras provienen del extranjero.

El resultado de las negociaciones ha sido

GEORGES RAVELONANOSY, periodistamalgache, fue en 1962 el primer ¡efe deredacción de Le Courrier de Madagascar,diario en lengua francesa publicado enTananarive. Autor de un estudio sobre lapoesia de su pais, desde 1970 es miembrode la División de Prensa de la Unesco.

El derecho

de autor

el mundo

desarrollo

Georges Ravelonanosy

hacer más flexible la legislación existentesobre el derecho de autor.

Se han redactado tres artículos nuevos.

El primero define lo que debe entendersepor paises en vías de desarrollo. Elsegundo se refiere al derecho de tra¬ducción. Un pais en vias de desarrollo quequiera traducir a su lengua nacional obrasdestinadas a la enseñanza escolar o uni¬

versitaria o a la investigación no estaráobligado a observar se disponíaanteriormente un plazo reglamentario desiete años a partir de la publicación dela obra. Dicho plazo se ha reducido atres años cuando se trata de una lenguade uso general, como el francés, el ingléso el español, y a un año en los otroscasos.

En tercer lugar, la Convención revisadaestipula que si en los cinco años siguien¬tes a la fecha de la primera edición deun libro éste no ha sido puesto a la ventaen un Estado contratante, cualquier ciuda¬dano de ese Estado puede obtener unaautorización para reproducirlo a fin desatisfacer las necesidades de la educa¬

ción escolar y universitaria. Este períodose reduce a tres años en lo que conciernea las obras sobre ciencias exactas y natura¬les y tecnología y se eleva a siete tratán¬dose de obras que pertenecen a la esferade la imaginación (novelas, poemas, piezasde teatro, música, arte, etc.).

Las disposiciones referentes a los dere¬chos de traducción y de reproducciónvan acompañadas de dos condiciones:por una parte, la prohibición de exportarejemplares de los libros traducidos o repro¬ducidos y, por otra, la obligación de remu

nerar de manera equitativa al autor. Ade¬más, en lo que toca al derecho de tra¬ducción, se ha previsto un plazo comple¬mentario de seis o de nueve meses, segúnel caso, y en cuanto al derecho de repro¬ducción un plazo concomitante de seismeses. Estas disposiciones tienen porobjeto permitir las negociaciones perti¬nentes entre los editores de los paisesindustrializados y sus colegas de los paisesen vías de desarrollo.

Se han previsto, asimismo, diversas mo¬dalidades en lo que respecta a las pro¬ducciones audiovisuales (películas para latelevisión y grabaciones sonoras) conce¬bidas y publicadas con fines educativos.La importancia de los nuevos artículosaparece claramente cuando se advierte el

papel cada vez mayor que desempeñanlas «emisiones escolares» en el sentidomás amplio del término en los métodospedagógicos de numerosos paises en viasde desarrollo.

Finalmente, los negociadores convinieronen suavizar las disposiciones del arti¬culo XVII de la Convención Universal, envirtud del cual un Estado miembro de la

Unión de Berna no podía renunciar a éstapara adherir a la Convención Universal

sin perder su derecho de protección enlos paises que son miembros de ambasconvenciones. La conferencia aceptó supri¬mir esta «cláusula de defensa», a fin defavorecer a los países en vias de desarro¬llo, habida cuenta de la necesidad transi¬

toria que éstos tienen de «adaptar el gradode protección del derecho de autor a su

nivel de desarrollo cultural, social y eco¬nómico».

tarea de estudiar los pro¬blemas relativos a^la aplicación y funcio¬namiento de la Convención revisada se

encomendó a un Comité Intergubernamentalcuyos miembros fueron designados tomandoen consideración «un justo equilibrio entrelos intereses nacionales sobre la base de

la ubicación geográfica de la población, delas lenguas y del grado de desarrollo».Este Comité, que habrá de constituirse encuanto entre en vigor la Convención revi¬sada, estará integrado por los 12 EstadosMiembros del Comité de la Convenciónde 1952, 'a saber: República Federal deAlemania, Brasil, España, Estados Unidos,Francia, India, Israel, Italia, Kenia, ReinoUnido, Argentina y Túnez, y por 6 Estadoselegidos por la Conferencia de revisión,que son Argelia, Australia, Japón, México,Senegal y Yugoslavia.

De esta manera se ha llegado a uncompromiso cuidadosamente, equilibrado.Al mismo tiempo que se protegen losintereses, tanto morales como materiales,de los autores (la Convención reconoceexpresamente los «derechos patrimonialesque garantizan la protección de los inte¬reses patrimoniales del autor»), la nuevalegislación debe favorecer el desarrollo delas letras, las ciencias y las artes y contri¬buir a una mejor comprensión internacional.

El propósito es ambicioso y su campode acción muy vasto. Por tanto, la Con¬vención revisada no constituirá un instru¬mento jurídico verdaderamente eficaz sino es ampliamente ratificada y aplicada.

Como hemos dicho al comienzo, en lamisma fecha y en el mismo lugar se cele¬bró la Conferencia de los paises miem¬bros de la Unión de Berna, que introdujoen la Convención de Berna modificaciones

de idéntico carácter y del mismo alcanceque las establecidas por la Convenciónrevisada en favor de los países en víasde desarrollo.

El Año Internacional del

Libro en el mundo entero

I Un sello de correos de España, conmemorativo del Año Inter¬nacional del Libro, reproduce la portada de la primera edicióndel «Quijote», publicada en 1605 (véanse a la derecha los sellosconmemorativos del Año Internacional).

I Guatemala ha preparado una edición especial del antiguo libroquiche «Popol-Vuh», que es seguramente la fuente más importantepara el estudio de la mitología precolombina.

I La Universidad de Antioquía, de Medellín (Colombia), ha orga¬nizado una Feria del Libro Universitario.

I El Salvador está preparando una Feria Popular del Libro dedi¬cada al Año Internacional.

I «Libro abierto», la película en color para la televisión realizadapor la Unesco en ocasión del Año Internacional del Libro, existehablada en español, árabe, Inglés y francés. (Para mayoresdetalles puede dirigirse la correspondencia a: División de Radioe Información Visual, Unesco, Place de Fontenoy, París.)

Recientemente tuvo lugar en Moscú una exposición de librospublicados por las Ediciones del Progreso, la más grande editorialsoviética, que exporta libros a 102 países.

La República Federal de Alemania suministrará asistencia téc¬nica y financiera a los países en vías de desarrollo con destino ala creación de instalaciones editoriales.

I La Unesco ha preparado una documentación periodística rela¬tiva al Año Internacional del Libro, que puede solicitarse a laUnidad encargada de su celebración.

I En toda Polonia se están realizando ferias del libro. En Var-

sovia se llevó a cabo recientemente una exposición titulada«El arte del libro», sobre la aplicación de las artes gráficas ala edición de libros.

[ Hungría está publicando una nueva colección de libros de bol¬sillo con obras de la literatura húngara contemporánea.

Irán prepara un plan quinquenal del libro que formará parte desu Quinto Programa Nacional de Desarrollo.

Por cada libro pedido en préstamo a las bibliotecas o compradoen las librerías de Canadá, se solicita una contribución de algunoscentavos destinados a adquirir libros para los países en víasde desarrollo. El Instituto Internacional de Literatura Juvenil y Popular de Vienaestá preparando una bibliografía mundial de libros para niños.

Malasia está construyendo una Biblioteca Nacional en Kuala

Lumpur. La República de Zaire prepara planes para la conservación de laliteratura oral en cintas magnetofónicas y en libros.

I La Comisión Nacional Etíope de la Unesco está publicando unabibliografía de las publicaciones en lengua amárica.

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REPÚBLICA DE COREA

REPUSUQUE TUNISIENNE

SULTANATO DE OMÁN

REPÚBLICA KHMER

Este libro de canciones (más pequeño que un dedal) escrito porel rey Bhumiphol Adulyadej de Tailandia fue editado especial¬mente con ocasión del Año Internacional del Libro y ofrecidocomo regalo a los visitantes de una exposición de artes gráficascon que ese pais inauguró su ambicioso programa de celebra¬ciones. Entre las actividades del Año Internacional, Tailandiarealizará una encuesta nacional sobre el libro, inaugurará unabiblioteca modelo para la promoción de los hábitos de lecturay distribuirá gratuitamente textos escolares a los niños de lasregiones más remotas del país. Ya en abril pasado, durante unaSemana Nacional del Libro, los editores y libreros redujeronlos precios de todos los volúmenes.

S UNESCO \m\m. um. HWMunuii n um

COSTA DE MARFIL

Numerosos países están emitiendo sellos de correosespeciales en conmemoración del Año Internacional delLibro. Otros utilizan matasellos con inscripciones alu¬sivas a éste. Ofrecemos aquí una selección de los sellosaparecidos en el mundo con tal motivo (véase también lapágina 31 .)

Los lectores nos escriben

HACIA LA IDENTIDAD

CULTURAL DE AMERICA LATINA

Al leer el número sobre América

Latina me ha llamado la atención el

hecho de que cinco autores de dife¬rentes países latinoamericanos, estu¬diando diversas manifestaciones artísti¬

cas y culturales, y partiendo para ellode perspectivas también diferentes,hayan logrado ver tan coherentementeel complejo fenómeno de la culturalatinoamericana. Tanto como esta cohe¬rencia también me ha sido exaltante

comprobar a través de la lectura deestos artículos el que al fin Latinoamé¬rica, librándose paulatinamente de lasdependencias y complejos a que hacenalusión Fernández Moreno, Cándido yBareiro, comience ese largo caminohacia su propia identidad cultural, esdecir hacia el conocimiento de su pro¬pia esencia, según afirma Adoum en suexcelente reflexión sobre el arte pictó¬rico.

Si en el plano social ya este caminoestá abierto en Cuba, me he reafir¬mado en la creencia de que prontoserá Igual en lo que concierne al artey la cultura latinoamericanos.

Mis felicitaciones por un número enel que han podido entregarnos unavisión precisa no sólo de la historiade la cultura latinoamericana, sino inclu¬so del nuevo panorama que se habráabierto al trabajo artístico cuando selogre la liberación social del hombreamericano.

María Luisa Calvo

Estudiante

París

PARA CONOCER LA CULTURA

IBEROAMERICANA

Tras la lectura del número dedicado

a América Latina he podido reafirmarmi admiración por los autores de losartículos y he comprobado la calidady oportunidad de los mismos. Recibanmi vehemente felicitación por ese nú¬mero de la revista que, al ser El Correouna publicación de tanta difusión, harásin duda mucho bien por el conoci¬miento y el desarrollo de las culturasiberoamericanas.

Félix Grande

Jefe de Redacción de

«Cuadernos Hispanoamericanos»Madrid

CONTRA EL RACISMO

Mil felicitaciones por el número denoviembre último, titulado «Respuestasal racismo». Verdaderamente son mag¬níficos todos los artículos y en micondición de cristiano no puedo hacerotra cosa que condenar el racismo entodas sus formas, ya que es inhumanopensar que por el solo hecho del colorde la piel se pueda ser diferente anteDios y los hombres.

El régimen de gobierno de la Repú¬blica Sudafricana dista mucho de ser

el que corresponde a un Estado librey a mi juicio ningún país debería man¬tener relaciones con él mientras no

cambie su forma de gobierno recono¬ciendo los legítimos derechos de susprimeros pobladores.

Les reitero mis felicitaciones exhor¬

tándoles a que continúen denunciandocon mayor ahinco el carácter inhumanodel apartheid.

Juan A. TrujilloSantiago de Cuba

SOBRE LA HISTORIA DEL PAPEL

He leído con particular interés elhermoso número de enero último dedi¬

cado al Año Internacional del Libro, yme permito señalarles algunas rectifica¬ciones en lo que respecta a «La rutadel papel» que aparece en la página 18.

La mención de la manufactura de

papel en Hérault, en 1189, se basa enla existencia de una supuesta fábricaen Lodève, y se la sigue citando desdeque fue mencionada por primera vezen 1840. Pero después del trabajo defi¬nitivo sobre la materia, publicado en1906 por Berthelé, se sabe que elacta a la cual solía referirse para citarla existencia de una papelería data de1269 y no de 1189. Ojalá El Correo dela Unesco contribuya a la destrucciónde esta leyenda.

En lo que concierne a Italia, en lugarde Montefano y de Venecia había quecitar la ¡lustre ciudad papelera de Fabria-no al referirse al año 1276. Finalmente,aun cuando hayan agregado un signode interrogación, la fecha de 1320 juntoal nombre de Colonia no tiene ningunarazón de ser. Habría que sustituir laleyenda con el nombre de Nurembergy el año con el de 1390 o 1391.

Henri Gachet

Miembro de la Asociación

Internacional de Historiadores

del PapelParís

A CORTO Y A LARGO PLAZO

No voy a detenerme en las opinionesexpresadas por Norman E. Borlaug,cuyo tono exagerado entristece. Frentea un problema de tal amplitud, eslamentable dejarse arrastrar a una polé¬mica como la que plantea en su «De¬fensa del DDT y otros plaguicidas».

La Organización Mundial de la Saludconsidera que sería catastrófico para lahumanidad prohibir a corto plazo di¬chos productos, y esa es también laopinión de numerosos defensores de lanaturaleza. Pero pretender que sola¬mente los «maniáticos ambientalistas»

y «otros histéricos» se inquietan porlas consecuencias a largo plazo de losplaguicidas es simplemente ridículo.

Norman E. Borlaug sólo se refiere depasada al control de las plagas medianteprocedimientos biológicos, y se burlade ellos. Pero un control integrado, queaproveche el antagonismo entre las es¬pecies e Introduzca en las plagas genesenemigos, ¿no permitiría limitar lasconsecuencias perjudiciales de uncontrol exclusivamente químico?

Aparte de la Organización Mundialde la Salud, otros organismos han lle¬vado a cabo estudios sobre la materia,entre ellos el Instituto Nacional de

Investigaciones Agronómicas de Francia.¿No podría El Correo de la Unescodarles cabida en sus páginas?

P. KergadallanComité de Defensa de la Naturaleza

de Val d'Yerres

Brunoy, Francia

NO SOMOS HISTÉRICOS

El alegato de Norman E. Borlaugque publican en el número de febreroparece expresión de un pensamientohumano y justo. Sin embargo, trasreflexionar sobre el asunto, nos quedauna viva inquietud.

No cabe la menor duda de que, sitoda la productividad agrícola, que lainvestigación moderna acrecienta, seutilizara realmente con fines humanos yno sólo especulativos, hace tiempo quela idea de Borlaug crear graneros dealimentos se habría puesto en prác¬tica.

Pero entre los defensores del medio

no figuran sólo «histéricos» que conde¬nan el empleo del DDT y demás pla¬guicidas y abonos químicos; entre ellosse cuentan también quienes ven como lanaturaleza se degrada cada vez más aresultas de la difusión generalizada dedesechos de todo tipo, como se gene¬ralizan en el mercado toda una gamade productos nocivos (desodorizantes,productos de limpieza, etc.) y como losorganismos encargados de proteger lasalud pública cierran a menudo los ojos.

¿Puede calificarse de «histéricos» aestos ambientalistas que se enfrentancon semejantes estragos?

Temo mucho que un alegato como elde Norman E. Borlaug sirva para quetranquilicen su conciencia quienes, des¬provistos de escrúpulos, vuelven lasespadas a los problemas sociales queenvenenan nuestro siglo y para quecontinúen adelante en nombre de la

técnica, escamoteando las verdaderascuestiones.

M. J Goldmann

Maestra

París

IMÁGENES CONTRADICTORIAS

He leido con sumo interés la «De¬

fensa del DDT» de Norman E. Borlaug.Es posible que, al escribir su artículo,el autor no se diera cuenta de que es¬taba librando simplemente un combatede retaguardia. No obstante, algunas delas fotografías que acompañan el artí¬culo son significativas.

Por ejemplo,' en la página 8 se nosmuestra un mosquito transmisor delpaludismo, mosquito que hay que des¬truir con el DDT. Pero en la página 13aparecen unas «gambusias» o pecesque devoran las larvas de los mosqui¬tos resistentes al DDT...

Cabe admitir que los «ambientalistas»se muestran a veces demasiado rígidos,pero siempre que, al mismo tiempo, sereconozca que son ellos quienes hanabierto el camino para un anténticoprogreso en esta esfera.

M. Joubert

Angers, Francia

Acaba de aparecer

Novena

edición

revisada

y aumentada

del

Catálogo de

reproduccionesen color de

pinturas

anteriores a 1860, publicado por la Unesco

Presenta series actualizadas de las mejoresreproducciones en color de casi 1.400 obras

maestras pertenecientes a los más diversos

países.

Cada obra se reproduce en blanco y negro yva acompañada de datos en español, francése inglés acerca de la pintura original y de lareproducción (tamaño, precio, nombre deleditor).

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LA CIENCIA,LOS CIENTÍFICOS...

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Número doble

especialde la revista

trimestral de

la Unesco

ImpactoCiencia

y sociedad

enero-junio de 1972

...Y LOS

GOBIERNOS

Farah Pahlevi

Emperatriz de Irán

Salvador Allende Gossens

Presidente de Chile

Luis Echeverría

Presidente de México

Yakubu Gowon

Jefe del Estado de Nigeria

Olof Palme

Primer Ministro de Suecia

Este número acaba de aparecer en francés y en inglés. La edición

en español, que publica la Oficina de Educación Iberoamericana

de Madrid, saldrá próximamente.

Distribución general : Oficina de Educación Iberoameri¬

cana, Avenida de los Reyes Católicos, Ciudad Universitaria,Madrid-3, España.

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Pueden pedirse las publicaciones de la Unesco

en todas las librerías o directamente al agente

general de ésta. Los nombres de los agentes que no

Figuren en esta lista se comunicarán al que los

pida por escrito. Los pagos pueden efectuarse en

la moneda de cada país, y los precios señalados

después de las direcciones de los agentes corres¬

ponden a una suscripción anual a «EL CORREO

DE LA UNESCO».

ANTILLAS HOLANDESAS. C.G.T. Van Dorp &

Co. (Ned. Ant.) N.V. Willemstad, Curaçao, N.A. (Fl. 5,25).

- ARGENTINA. Editorial Losada, S.A., Alsina 1131,

Buenos Aires. ALEMANIA. Todas las publicaciones:

Verlag Dokumentation Postfach 1 48, Jaiserstrasse 1 3,

8023 München-Pullach. Para «UNESCO KURIER»

{edición alemana) únicamente: Vertrieb Bahrenfelder-

Chaussee 1 60, Hamburg-Bahrenfeld, C.C.P. 276650.

(DM 16). BOLIVIA. Librería Universitaria, Univer¬

sidad San Francisco Xavier, apartado 212, Sucre.

BRASIL. Fundaçao GetuÜo Vargas, Serviço de Publica-

cóes, caixa postal 21120, Praia de Botafogo 188, Río

de Janeiro, GB (Crs.20). COLOMBIA. Librería Buch-

holz Galería, avenida Jiménez de Quesada 8-40, apartado

aéreo 49-56, Bogotá; Distnlibros Ltda., Pío Alfonso Gar

cía, carrera 4a, Nos. 36-119 y 36-125, Cartagena;

J. Germán Rodríguez N., oficina 201, Edificio Banco de

Bogotá, apartado nacional 83, Gírardot, Cundinamarca ;

Editorial Losada, calle 18 A Nos. 7-37, apartado aéreo

5829, apartado nacional 931, Bogotí; y sucur¬

sales: Edificio La Ceiba, Oficina 804, Medellín; calle

37 Nos. 14-73, oficina 305, Bucaramanga; Edificio

Zaccour, oficina 736, Cali. COSTA RICA. Librería

Trejos S.A., Apartado 1 31 3, San José. CUBA. Distri¬

buidora Nacional de Publicaciones, Neptuno 674, La

Habana. CHILE. Editorial Universitaria S.A., casilla

10 220, Santiago. (145 E*) ECUADOR. Casa de la

Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro Moncayo

y 9 de Octubre, casilla de correo 3542, Guayaquil.

EL SALVADOR. Librería Cultural Salvadoreña, S.A.,

Edificio San Martin, 6a calle Oriente No. 118, San

Salvador. ESPAÑA. Todas las publicaciones incluso «El

Correo»: Ediciones Iberoamericanas, S.A., calle de Oñate

1 5, Madrid 20; Distribución de Publicaciones del Consejo

Superior de Investigaciones Científicas, Vitrubio 1 6,

Madrid 6; Librería del Consejo Superior de Investiga¬

ciones Científicas, Egipcíacas 1 5, Barcelona. Para «El

Correo» solamente: Ediciones Liber, apartado 1 7,

Ondárroa (Vizcaya) (260 ptas). ESTADOS UNIDOS

DE AMERICA. Unesco Publications Center, P.O.Box 433, Nueva York N.Y. 10016 (US 85.00). FILI¬

PINAS. The Modern Book Co., 926 Rizal Avenue,

P.O. Box 632, Manila. D-404. FRANCIA. Librairie de

PUnesco, 7-9, Place de Fontenoy, 75-Paris 7', C.C.P. Paris

12.598-48(1 7 F).-GUATEMALA.Comisión Nacional de

la Unesco, 6a calle 9.27 Zona 1 , Guatemala (Quetzal 3,20).

JAMAICA. Sangster's Book Stores Ltd., P.O. Box 366;

101, Water Lane, Kingston. MARRUECOS. Librairie

« Aux belles images », 281, avenue Mohammed V, Rabat.

«El Correo de la Unesco» para el personal docente:

Comisión Marroquí para la Unesco, 20, Zenkat Moura-

bitine, Rabat (CCP 324-45). MÉXICO. CILA (CentroInteramericano de Libros Académicos), Sullivan 31 -Bis

México 4 D. F. (45 pesos) MOZAMBIQUE. Salema &

Carvalho Ltda., caixa Postal 1 92, Beira. NICARAGUA.

Librería Cultural Nicaragüense, calle 1 5 de Septiembre y

avenida Bolívar, apartado No. 807, Managua. PARA¬

GUAY. Melchor García, Eligió Ayala 1650, Asunción.

PERU. Unicamente «El Correo»: Editorial Losada Peruana,

apartado 472, Lima. Otras publicaciones : Distribuidora

Inca S.A. Emilio Althaus 470, Lince, casilla 31 1 5, Lima.

PORTUGAL. Dias & Andrade Ltda., Livraria Portugal, rua

doCarmo70,Lisboa(Esc.105). REINO UNIDO.H.M.

Stationery Office, P.O. Box 569. Londres S.E.I. (£1,30).

REPÚBLICA DOMINICANA. Librería Dominicana.

Mercedes 49, apartado de correos 656, Santo Domingo.

URUGUAY. Editorial Losada Uruguaya, S.A. Librería

Losada, Maldonado 1092, Colonia 1340, Montevideo.

VENEZUELA. Librería Historia, Monjas a Padre

Sierra, Edificio Oeste 2, No. 6 (frente al Capitolio),

apartado de correos 7320-101, Caracas (Bs. 20).

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Foto IBM-France, Paris

LIBROS PARA TODOSCada minuto sa publica un libro en alguna parte del mundo, o sea cerca de 500.000 títulosanuales, lo que equivale al doble de la producción de hace veinte años. Pero cuatrode cada cinco títulos provienen todavía de un puñado de naciones (véase la página 12).El Año Internacional del Libro (1972), con su lema "Libros para todos", ha incitado atodos los países a estudiar el grave desequilibrio que existe en la producción y distri¬bución mundial del libro. En la fotografía, un técnico examina la calidad de las pruebasen celofán para una impresión en offset.