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LA MEDITACION
¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN?
El término meditación se utiliza para describir diversas disciplinas meditativas.
El objetivo principal de todas ellas es reducir los niveles de estrés y modificar las emociones de la persona. Se cree que si se logra un estado profundo de
relajación, se puede mejorar la salud y el bienestar de una persona.
La meditación es una práctica en la que una persona entrena la mente o induce un
modo de conciencia, ya sea para realizar algún beneficio o como un fin en sí mismo.
La variedad de prácticas que incluye técnicas diseñadas para promover la relajación,
la construcción interior de la energía o fuerza de vida y desarrollar la compasión, el
amor, la paciencia, la generosidad y el perdón.
MEDIANTE LA MEDITACIÓN SE REORGANIZA LA VIDA PSÍQUICA DE LA PERSONA
¿Cómo meditar? 1.- Elige un ambiente tranquilo. La meditación debe practicarse en un lugar tranquilo y
silencioso. Esto te permitirá enfocarte exclusivamente en esta tarea y evitará que los estímulos externos invadan tu mente. Busca un lugar donde no vayas a ser interrumpido durante tu
meditación; ya sea durante 5 minutos o media hora. No es necesario que el lugar sea tan grande, el vestidor de tu habitación o incluso tu oficina pueden servir este fin, siempre y cuando sea un
lugar privado.
El altar o los objetos de
decoración para realizar la
meditación se realizan a la
medida de cada uno o a su estilo
bien con fotos familiares, con
budas o con objetos y fotos de la
naturaleza, lo más importante es
que sirva para nuestra atención y
el ambiente adecuado es
importante, cambiar cada cierto
tiempo fotos y objetos para que la
mente no se acostumbre a la
misma atención de observación.
2.- Utiliza ropa cómoda. Uno de los principales objetivos de la
meditación es tranquilizar la mente y bloquear los factores
externos; y esto podría ser difícil si no estás cómodo debido a
que llevas puesta ropa ajustada o incómoda.
3.- Decide durante cuánto tiempo deseas meditar. Debes
decidir durante cuánto tiempo meditarás. Aunque las personas
que ya practican la meditación hace algún tiempo recomiendan
tener sesiones de meditación de 20 minutos, dos veces al día
o una de 30 a 45 minutos una vez al día.
4.- Realiza estiramientos. La
meditación implica sentarse en cierto
lugar durante un periodo de tiempo, así
que es importante minimizar la tensión
o presión antes de comenzar. Hacer
estiramientos ligeros durante algunos
minutos ayudará mucho a que te relajes
y preparará tanto tu mente como tu
cuerpo para la meditación.
5.- Siéntate en una posición cómoda. Como se mencionó antes,
es muy importante que estés cómodo mientras meditas, por lo
que es esencial que encuentres la mejor posición.
Generalmente, se practica la meditación sentándose sobre un
cojín en el suelo, en posición de loto, o medio loto. A menos
que tus piernas, caderas, y espalada baja sean muy flexibles, la
postura de loto tiende a doblar la espalda baja y evita que haya
un balance en el torso por la parte de la columna. Elije una
postura que te permita tener el balance necesario para que
permanezcas derecho.
.- Sin embargo, puedes sentarte sin cruzar las piernas, sobre un cojín, una silla, o una
banca de meditación. Tu pelvis deberá estar lo suficientemente inclinada hacia adelante
para que tu columna esté centrada sobre las dos zonas óseas de tus glúteos, este punto sostendrá tu peso. Para inclinar la pelvis en la posición adecuada, siéntate en el borde
delantero de un cojín grueso, o coloca algo de aproximadamente 8 cm de grosor debajo de las patas posteriores de una silla. Las bancas de meditación generalmente son hechas con
un asiento inclinado. Si tu banca no es inclinada, coloca algo debajo para inclinarla hacia adelante aproximadamente 1 cm.
Lo más importante es que estés cómodo, relajado, y que tu torso esté balanceado de modo
que tu columna soporte todo tu peso desde la cintura.
Inclina la pelvis hacia adelante. Luego, comenzando desde la parte baja, coloca las
vértebras de tu columna de forma que descansen una sobre otra y soporten todo el peso de tu torso, cuello y cabeza. Se necesita práctica para encontrar la posición que te permita
relajar el torso casi completamente, y solo un leve esfuerzo para mantener tu equilibrio. Cuando sientas tensión, relaja esa zona. Si no puedes relajarla sin dejar la postura, verifica
la alineación de tu postura e intenta retomar el balance de tu torso de modo que el área afectada se relaje.
La posición tradicional de las manos consiste en colocar las manos sobre tu regazo, con
las palmas hacia arriba, con la mano derecha encima de la izquierda. Sin embargo, también
puedes dejar reposar las manos sobre las rodillas o dejarlas sueltas a ambos lados. Elige la posición que prefieras.
6.- Cierra los ojos. La meditación puede realizarse con los ojos abiertos o cerrados, aunque como principiante lo mejor sería que intentes meditar con los ojos cerrados. Esto bloqueará
cualquier estímulo visual externo y evitará que te distraigas, ya que estarás enfocado en la tranquilidad de tu mente.
Una vez que te acostumbres a la meditación, podrás probar meditar con los ojos abiertos. Esto puede ser muy útil si sientes que te estás quedando dormido o que te estás concentrando
demasiado con los ojos cerrados, o si vienen imágenes. Cuando mantengas los ojos abiertos, deberás hacerlo "suavemente"; es decir, sin enfocarte en
nada en particular, el objetivo es sentirse relajado pero alerta.
7.- Meditar.
Sigue tu respiración. Lo más básico y universal de todas las técnicas de meditación es la
respiración. La meditación con respiración es un gran punto con el que empezar tu práctica.
Elige un punto sobre tu ombligo y enfócate en ese punto con la mente. Siente cómo crece y se
encoge tu abdomen al inhalar y exhalar. No hagas un esfuerzo consciente para cambiar tu patrón
de respiración, simplemente respira normalmente.
Intenta enfocarte únicamente en tu respiración. No pienses en tu respiración ni la evalúes de alguna manera (como por ejemplo pensar que una respiración fue más corta que la anterior);
simplemente intenta saberlo y estar consciente de ella.
.
Algunas imágenes mentales que
pueden ayudarte son: imaginar una moneda colocada en el punto sobre tu
ombligo, subiendo y bajando con tu respiración; o una boya flotando en el
océano, subiendo y bajando al ritmo de tu respiración; o una flor de loto
posada sobre tu vientre, abriendo sus pétalos cada vez que tomas aire o una
bola de color rojo, verde o amarillo.
No te preocupes si tu mente comienza a divagar, eres todavía principiante y, como en todo,
llegar a ser bueno para meditar requiere de práctica. Solo haz un esfuerzo para volver a concentrarte en tu respiración e intenta no pensar en nada más. Elimina todo pensamiento
y despeja tu mente. 8.- Repite un mantra. La meditación con repetición de un mantra es otra forma común de
meditación, que consiste en repetir un mantra (un sonido, palabra o frase) una y otra vez, hasta que cree un silencio en tu mente y te permita entrar a un estado de meditación
profunda. El mantra puede ser cualquiera que tú elijas, siempre y cuando sea fácil de recordar.
Algunos mantras buenos para comenzar incluyen palabras como uno, paz, calma,
tranquilidad, y silencio. Puedes utilizar la palabra "Om", que significa "Yo soy" en sanscrito.
En sanscrito, la palabra mantra significa "instrumento de la mente". El mantra es un
instrumento que crea vibraciones en la mente, permitiéndote desconectarte de tus
pensamientos y entrar en un estado profundo de conciencia.
Al meditar repite una y otra vez el mantra en
silencio, dejando que la palabra o frase
susurre en tu mente. No te preocupes si tu mente divaga, simplemente retoma la
concentración y vuelve a repetir la palabra.
A medida que entres a un grado de conciencia más profundo, repetir el mantra podría dejar
de ser necesario.
El objeto visual puede ser el que desees, incluso a muchas personas les agrada mirar la llama de
una vela. Otros posibles objetos son los cristales, las flores, y las imágenes o estatuas de divinidades o piedras o una foto del mar.
Coloca el objeto a la altura de los ojos, de modo que no tengas que esforzar el cuello y la cabeza
para verlo. Mira solo el objeto hasta que tu visión periférica comience a atenuarse y el objeto absorba tu visión.
Una vez que estés totalmente concentrado en el objeto, sin otro estímulo que llegue a tu cerebro,
deberás sentir una sensación de profunda serenidad.
9.- Concéntrate en un objeto visual
simple. De modo similar al mantra, puedes utilizar un objeto visual simple
para llenar tu mente y poder alcanzar un nivel de conciencia más profundo.
Esta es una forma de meditación con los ojos abiertos que mucha gente
considera más sencilla cuando encuentran algo en lo que enfocar la
mirada.
10.- Practica la visualización. Esta es otra conocida técnica de meditación, que consiste en crear
un lugar tranquilo en tu mente y explorarlo, hasta llegar a un estado de completa calma. Puede ser cualquier lugar que te agrade; sin embargo, no tiene que ser totalmente real, puede ser único
y personalizado.
El lugar que visualices puede ser cálido, una playa de arena fina, una pradera llena de flores, un bosque tranquilo, o incluso una habitación cómoda con una chimenea. Deja que el lugar
que elijas sea tu santuario.
Una vez que hayas entrado a tu santuario, explóralo. No es necesario que "crees" tu entorno, ya está ahí. Permite que se presente en tu mente.
Da a tu visualización sonidos y
aromas de tu entorno; siente la
refrescante brisa en tu rostro, o el calor de las llamas calentando tu
cuerpo. Disfruta del espacio todo el tiempo que desees, permitiendo
que se expanda naturalmente y que se torne más real. Cuando estés
listo para concluir, respira profundamente unas cuantas veces
y abre los ojos. Recuerda que puedes volver al
mismo lugar la siguiente vez que medites con visualizaciones, o
simplemente puedes crear un nuevo lugar. Cualquier espacio que
crees será único para ti y será un
reflejo de tu personalidad.
11.- Explora tu cuerpo. Este procedimiento implica enfocarse en cada parte del cuerpo
individualmente y relajarla de forma consciente. Esta es una técnica de meditación sencilla
que te permite relajar la mente mientras relajas el cuerpo.
Cierra los ojos y elije un punto inicial en tu cuerpo, generalmente son los dedos de los pies. Concéntrate en la sensación que percibas en los dedos de los pies, y haz un
esfuerzo consciente por relajar cualquier músculo que esté contraído, y libera cualquier tensión o presión. Una vez que tus dedos estén completamente relajados, ve a los pies
y repite el proceso de relajación.
Continúa con el procedimiento por todo el cuerpo, yendo
hacia arriba, desde los pies, pasando por las pantorrillas, las rodillas, los muslos, los glúteos, las caderas, el abdomen, el
pecho, la espalda, los hombros, los brazos, las manos, los dedos, el cuello, el rostro, las orejas y la parte superior de
la cabeza. Tómate todo el tiempo que desees.
Una vez que hayas completado la relajación de cada parte
de tu cuerpo, concéntrate en tu cuerpo como un todo y disfruta de la sensación de calma y relajación que has
logrado. Enfócate en tu respiración durante algunos
minutos antes de concluir tu meditación.
12.- Prueba la meditación al caminar. Este tipo de meditación es una forma de meditación alternada que consiste en observar el movimiento de los pies e ir tomando consciencia de la
conexión entre tu cuerpo y la tierra. Si planeas llevar a cabo sesiones largas de meditación sentado, es una buena idea hacer una pausa con una medicación caminando.
Elige un lugar tranquilo para practicar tu meditación al caminar, donde haya la menor cantidad de distracciones posible. El espacio no tiene que ser muy amplio, pero deberás
poder caminar por lo menos siete pasos en línea recta antes de tener que voltear. Si es posible, quítate los zapatos.
Mantén la cabeza erguida y la mirada hacia el frente, y las manos juntas frente a ti; da
un paso lento con el pie derecho. Olvídate de toda sensación en el pie e intenta concentrarte en el movimiento. Después de dar el primer paso, detente por un momento
antes de dar el siguiente paso. Solo un pie deberá estar en movimiento cada vez.
Cuando llegues al final del camino, detente completamente, con
los pies juntos. Luego, gira sobre el pie derecho y da la vuelta. Continúa caminando en dirección contraria, con los mismos
movimientos pausados de antes.
Mientras practiques la meditación caminando, intenta concentrarte únicamente en el movimiento de tus pies, del mismo
modo que te concentraste en el movimiento de tu respiración durante la meditación con respiraciones. Intenta despejar tu
mente y concentrarte en la conexión entre tus pies y la tierra
13.- Prueba la meditación del chakra del corazón. El chakra del corazón es uno de los siete
chakras, o centros de energía ubicados en el cuerpo. El chakra del corazón se localiza en el
centro del pecho y está relacionado con el amor, la compasión, la paz y la aceptación. La meditación del chakra del corazón consiste en ponerse en contacto tus sentimientos y
enviarlos al mundo.
Para comenzar, cierra los ojos y frota las palmas de las manos una contra otra para conseguir calidez y energía. Luego, coloca tu mano derecha en el centro de tu pecho,
sobre tu chakra del corazón, y coloca la mano izquierda encima.
Respira profundamente y a medida que exhales, di la palabra "yum", que es la vibración relacionada con el chakra del corazón. Mientras haces esto, imagina que tu pecho
irradia una energía verde brillante en la palma de tus manos.
La energía verde es el amor, la vida, y todas las emociones positivas que sientas en ese momento. Cuando estés listo, aleja las manos de tu pecho y deja que la energía se
libere de las palmas de tus manos, enviando tu amor a tus seres amados y al mundo.
Obstáculos de la meditación
14.- 1.1*- Aburrimiento
La meditación (que consiste en no hacer nada, más que prestar atención)
rápidamente desemboca en “aburrimiento” para la mente súper activa, la cual recurre enseguida a distintas soluciones que la liberen del
aburrimiento.
Consejos.
Aceptar el aburrimiento y, al menos temporalmente, hacer del mismo el centro de la atención.
1.2*- Sueño
Muchos principiantes sucumben al sueño porque de forma inconsciente se asocia con una ralentización de los procesos mentales durante la
meditación.
Consejos.
Comprobar que la postura es la correcta.
Mantener los ojos más abiertos.
Si es preciso, levantarse y practicar meditación caminando (o uno o dos asanas de estiramiento apropiados) durante unos
minutos, antes de sentarse de nuevo.
1.3*- Malestar físico
A menudo, desde el mismo momento en que se adopta la postura, la conciencia del cuerpo se
magnifica ante la más mínima sensación corporal. Incluso un insignificante picor puede constituir el mayor de los inconvenientes.
Consejos.
Sentir el picor, respirar a través de él y continuar con la meditación. De hecho, la sensación de picor puede dotar de
energía adicional para concentrarse mejor.
Si la sensación se escapa de control, sencillamente ¡rascarse!. No hay que hacer una montaña de un grano de arena.
1.4*- Pensamientos negativos
La meditación puede destapar las tendencias negativas que
residen en el subconsciente. Enfrentarse cara a cara con nuestra negatividad puede ser realmente molesto.
Consejos.
No retener conscientemente los pensamientos o sensaciones negativas que puedan surgir.
Recordar que uno no es sólo las sensaciones y
pensamientos que surgen.
Optar por cultivar el opuesto exacto de cualquier pensamiento o sensación negativa que
aparezca en la pantalla mental. Por ejemplo, si de repente aparecen pensamientos oscuros,
de resentimiento sobre alguien, simplemente hay que hacer surgir pensamientos de amor y amistad proyectándolos a todo lo que nos rodea.
1.5*- Prisa
Nada resulta más peligroso en la vía del yoga que “correr para
ver lo que pasa”. Ciertamente, no se puede ir con prisas en meditación.
Consejos.
Cultivar la paciencia. Dar suficiente tiempo al cuerpo y a la
mente para cambiar. No forzar en absoluto.
1.6*- Santurronería
En el zen, a quienes entran en este estado de pretendida santidad se les dice coloquialmente que “apestan a zen”.
Desgraciadamente, este estado no solo se da en el zen; en todos los sistemas espirituales y místicos se pueden
encontrar personajes de este tipo.
Tales “iluminados” pregonan continuamente a los demás que experimentan una poderosa meditación y que poseen el
conocimiento verdadero — bajo su punto de vista, son una especie de maestros. Este error de principiante es como una
autoalabanza que desemboca en sentimientos de superioridad.
Consejos.
Ser realista y modesto respecto a los primeros logros.
Es normal alegrarse del progreso natural a lo largo del camino pero no debe pregonarse.
Si el progreso interior es correcto, los demás lo notarán más tarde o más temprano.
1.7*- Cazafenómenos
Algunos principiantes ven la meditación como si se
tratase de una cacería de poderes paranormales. Esperan todo tipo de experiencias, luces destellantes, visiones
espectaculares, sonidos extraordinarios, etc. Cuando no aparecen tales efectos especiales, los practicantes
novatos se desilusionan con la meditación y suelen caer en la fantasía.
Consejos.
Comprender el objetivo y la naturaleza de la
meditación, que consiste en acostumbrar la mente a la
sensación de paz y recogimiento, a fin de facilitar el crecimiento interior. Así de simple.
1.8*- Ilusionismo
Hay que tener cuidado con la actitud que sugiere que nada
importa realmente porque en el fondo todo es ilusorio. La
meditación muestra exactamente cuánto de nuestra realidad ordinaria se halla construida por la mente, pero eso no
significa que nada sea importante. A menudo esta actitud tiene que ver con falta de madurez.
Consejos.
Comprender que el yoga se aplica a todos los aspectos de la
vida.
Continuar con el trabajo, con la atención a la familia y
a los amigos.
Ser responsable y consciente de los beneficios de la
práctica del yoga.
1.9*- Síntomas de kundalini
Los síntomas del despertar de kundalini se han hecho
últimamente más populares entre los meditadores tras la publicación de determinados libros sobre la materia.
Estos síntomas incluyen fenómenos psicosomáticos como corrientes de energía por el cuerpo, temblores
en los miembros, movimientos corporales involuntarios, alucinaciones, etc. Realmente, los
síntomas de un verdadero despertar de la kundalini son muy raros. La mayoría de los casos registrados son
solo síntomas de enfermedad mental, pura imaginación, o simples precursores de un despertar de
la kundalini.
Consejos.
Si los síntomas son suaves, se pueden tratar
con una dieta apropiada, estilo de vida natural y
terapias médicas alternativas como la homeopatía o la acupuntura.
Si los síntomas son más severos, resulta
aconsejable buscar un experto en fenómenos provocados por kundalini.