En el campo, en una casita blanca muy bien arreglada, vivía la gallina Marcelina con sus hijitos, tres pollitos amarillos preciosos.

Por allí también vivían un gato, un ganso, un cerdo

Todos eran amigos.

Un día de verano, la gallina Marcelina fue paseando por el campo. Encontró un grano de trigo en el suelo y dijo: < Voy a sembrarlo y nacerá una hermosa planta de trigo>

La gallina Marcelina preguntó al gato, que pasaba por allí:

< ¿Quieres ayudarme a sembrar el grano de trigo?>

< Yo no>, respondió el gato.

La gallina Marcelina preguntó al ganso, que pasaba por allí:

< ¿Quieres ayudarme a sembrar el grano de trigo?>

< Yo no>, respondió el ganso.

La gallina Marcelina preguntó al cerdo, que pasaba por allí:

< ¿Quieres ayudarme a sembrar el grano de trigo?>

< Yo no>, respondió el cerdo.

<Pues la sembraré yo sola>, dijo Marcelina.

Cavó un agujero en la tierra y sembró el grano de trigo. Pocos días después la simiente germinó y la planta de trigo fue creciendo, hasta que dio una bonita espiga.

La gallina preguntó al gato, al ganso y al cerdo:

< ¿Quién quiere ayudarme a recoger la espiga de trigo?>

<yo no>, dijeron los tres.

<Entonces la recogeré yo sola>, dijo ella.

La gallina Marcelina recogió la espiga y pregunto:

< ¿Quién quiere ayudarme a llevar el trigo al molino?>

<yo no>, dijeron los tres.

<Entonces iré yo sola>, dijo ella.

Puso el trigo en una cesta, llamó a sus tres pollitos y se fueron hacia el molino.

El molinero molió los granos de trigo e hizo harina. La metió en un saquito y la entregó a Marcelina.

La gallina Marcelina y los tres pollitos volvieron a casa. Ella cargaba con el saquito de harina en la cesta.

A medio camino la gallina estaba cansada y se sentó a descansar a la sombra de un árbol.

El gato el ganso y el cerdo, que estaban allí cerca, vinieron a reírse y hacer burla de la gallina.

La gallina preguntó al gato, al ganso y al cerdo:

< ¿Quién quiere ayudarme a hacer el pan?>

<yo no>, dijeron los tres.

<Entonces cocinaré el pan yo solita>, dijo ella.

Marcelina se fue a casa e hizo pan dulce, mezcló un poco de leche, azúcar, mantequilla y levadura. Después añadió la harina e hizo la masa. La amasó bien y la dejó reposar en un molde para que se levantase.

< ¿Quién quiere ayudarme a cocer el pan?>,<yo no>, respondió el gato.

< Yo tampoco> dijo el ganso.

<Ni yo> dijo el cerdo.

< Pues la coceré yo sola>, dijo Marcelina.Encendió el horno y, cuando estuvo bien caliente, metió en él el molde con el pan para cocer. Los tres pollitos estaban junto a ella, mirando con curiosidad.

Cuando el pan estuvo cocido, Marcelina lo saco del horno y lo puso en el alfeizar de la ventana a enfriar. El pan dulce estaba dorado y apetitoso. ¡Se les hacia la boca agua!

Los pollitos esperaban impacientes para probarlo.

< ¡Yo quiero! >Respondió el gato< ¡Yo también quiero!> dijo el ganso.< ¡Y yo también!> grito el cerdo.

Los tres andaban cerca del delicioso aroma del pan recién cocido.

Marcelina apareció en la ventana y pregunto:

¿Quién quiere ayudarme a comer el pan?

Y ya iban los tres a entrar en casa cuando Marcelina cerró la puerta y dijo:

<No me ayudasteis a sembrar el trigo, ni a recogerlo ni a llevarlo al molino>

<tampoco m ayudaron a hacer el pan ni a cocerlo> <yo lo hice todo sola y ahora m lo comeré sola con mis pollitos>

Y eso fue lo que hizo…. Uuhhhh!!!!!