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El documento describe las manifestaciones macroeconómicas del avance que había alcanzado el proceso de financiarización mexicano al iniciar el nuevo milenio, al tiempo que resume esas manifestaciones para descubrir sus perspectiva.
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Ponencia “La financiarización mexicana durante el
nuevo milenio. Avance y perspectivas”
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS
13 de marzo de 2013
Por: Violeta Rodríguez del Villar , [email protected]
Investigadora en la Unidad de Estudios Hacendarios
XIII SEMINARIO DE ECONOMÍA FISCAL Y FINANCIERA
Circuitos monetarios, fragilidad financiera y cambio estructural
Sesión VI “Mercados de capital, nuevos circuitos y financiarización
desde la perspectiva heterodoxa”
OBJETIVO
Describir las manifestaciones macroeconómicas del avance que había
alcanzado el proceso de financiarización mexicano al iniciar el nuevo
milenio y resumir sus rasgos macroeconómicos para descubrir sus
perspectiva.
Para sistematizar el análisis, la ponencia:
• Adopta el enfoque que define a la financiarización como: “…un
patrón de acumulación en el cual la ganancia se genera
crecientemente mediante canales financieros, más que a través del
intercambio y la producción de mercancías” (Krippner, 2005, p.
174).
•Retoma la hipótesis de que ese patrón de acumulación sustituyó al
que estuvo vigente durante el capitalismo industrial, mediante un
proceso por etapas de desarrollo (Palley, 2009, p. 34), el cual puede
resumirse como describe el siguiente esquema.
Antes de que iniciara la financiarización de México:
La tasa de crecimiento de la producción era creciente
Resultado de un proceso productivo dependiente
de las importaciones y del financiamiento público
Déficit comercial + déficit público + deuda pública
Pero ninguno de esos indicadores fue creciente ni mucho menos explosivo
En términos de flujos y acervos los agentes privados no financieros eran
superavitarios frente al sector financiero, el gobierno y el exterior,
volviendo evidente que el proceso productivo
generaba ganancias y, por consiguiente, ahorros suficientes para evitar
endeudamiento creciente
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Tasa de Crecimiento Real del Producto Interno Bruto,
1926-2012 (Porcentajes)
25-30
-1.9%
30-40
3.1% 40-50
6.0-%
50-60
6.1%
60-70
7.0%
70-80
7.3%
80-90
1.9%
90-00
3.4% 00-10
1.6%
Nota: Los porcentajes señalados son las tasas de crecimiento promedio anual real del PIB del período referido en la etiqueta.
FUENTE: Elaboración propia con la información del Cuadro 3 del Anexo de Datos .
Antes de 1940
=
Período pos-
revolucionario
40-70
=
Desarrollo estabilizador
=
Época de oro del capitalismo
mexicano
71-88
=
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 en adelante
=
Economía
plenamente
financiarizada
-20
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25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76 79 82 85 88 91 94 97 00 03 06 09
Saldo del balance de flujos, 1925-2011 (% del PIB)
B. Presupuestal
Cta.Corriente
Balance Privado
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y15 del Anexo de Datos.
Antes de 1940
= Período
pos-
revolucionario
40-70
=
Desarrollo estabilizador
71-88 = Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 – 12 =
Economía
plenamente
financiarizada
-160
-140
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-80
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25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76 79 82 85 88 91 94 97 00 03 06 09
Saldo del balance de acervos financieros, 1925-2011 (% del PIB)
Gobierno
Sector Privado no
Financiero
Bancos
Resto del mundo
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y 34 del Anexo de Datos de la Tesis.
Antes de 1940
=
Período pos-
revolucionario
40-70
=
Desarrollo estabilizador
=
Época de oro del capitalismo
mexicano
71-88
=
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 = Deuda
del consumidor
99 en adelante =
Economía
plenamente
financiarizada
0
20
40
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80
100
120
140
160
25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76 79 82 85 88 91 94 97 00 03 06 09
Saldo de la deuda, 1925-2011 (% del PIB)
Privada
Pública interna
Pública interna envalores
Pública externa
Total
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y18 del Anexo de Datos .
Período pos-
revolucionario 40-70 = Desarrollo
estabilizador
71-88 =
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 -12=
Economía
Financ.
El comportamiento estable de la deuda derivó de que, con excepción de los
bienes importados, que eran los que causaban la mencionada deuda, el
proceso productivo podía autofinanciarse, haciendo que dicho déficit no
creciera; además, porque el costo de la mencionada deuda no era creciente.
Ese resultado estuvo ampliamente influido por la política económica del
período, la cual incluyó el uso de los siguientes instrumentos:
Estrategia de sustitución de importaciones
Encaje legal en sustitución de la creación monetaria como medio de
financiamiento del déficit
Control directo de precios (decretos sobre los precios oficiales) con fines
anti-inflacionarios y de crecimiento
Definición oficial, por decreto, de tasas de interés, que no fueron crecientes
Estrategia de tipo de cambio fijo
Palley (2009) Financiarización estadounidense
Primera etapa = Capitalismo conflictual de principios de los setenta
EUA “experimentó el final de su era de oro y un cambio de régimen
económico conforme… (la) expansión de los sesenta … (se convirtió) en
estanflación y acentuado conflicto sobre la distribución del ingreso”
Expresiones macroeconómicas de la etapa:
Estancamiento económico
Espirales inflacionarias
= Conflicto sobre la distribución del ingreso
En el caso de México el capitalismo conflictual:
Inició en los setenta Sin embargo, el conflicto distributivo se manifestó
hasta los ochenta, con el fenómeno estan-flacionario de esa década, porque
hasta entonces el país dispuso de la infraestructura física e institucional que
incubó dicho conflicto.
No surgió como el resultado natural de la evolución del capitalismo
industrial mexicano, sino que tuvo origen externo, porque el desarrollo del
sistema financiero del país fue tardío
Inició y avanzó gracias al financiamiento y participación activa del
gobierno.
La política económica inició la financiarización mexicana, no solamente por
la coincidencia ideológica y de intereses que tenían los políticos mexicanos
con los agentes beneficiarios de la financiarización mundial, que conforman
al denominado capital financiero global, sino porque el país requirió
recursos para salir de la quiebra en que lo dejó el inicio de la mencionada
financiarización mundial, y esos recursos provinieron del capital financiero
global
¿Cuál fue la causa de la quiebra?
La deuda contratada a los capitales financieros internacionales más
poderosos del mundo, justo en la transición hacia la financiarización del
capitalismo mundial y por efecto de esa transición
La deuda contratada a los capitales financieros internacionales más
poderosos del mundo fue la semilla de la financiarización mexicana
En México el capitalismo conflictual y la financiarización iniciaron a
principios de los setenta
detonados por la caída del acuerdo de Bretton Woods en 1971
=
Estados Unidos dejó de indizar el dólar al oro, provocando que el valor de
esa divisa fluctuara frente al de las otras monedas del mundo desarrollado.
Las fluctuaciones del precio del dólar se detuvieron en 1973
=
Al alcanzarse un nuevo acuerdo en materia cambiaria,
que se volvió de aplicación generalizada con la modificación de 1978
al Convenio Constitutivo del FMI.
En general, el Convenio de 1978 del FMI:
Liberó a los países miembros del Fondo, de su obligación de sostener el
régimen de tipo de cambio fijo
Mantuvo al dólar como la moneda patrón pero no le asoció un valor
preestablecido en oro.
Decretó la canasta de divisas mundialmente reconocidas como de alta
convertibilidad.
Instó a los miembros del FMI, a reducir su dependencia hacia los
recursos que les proporcionaba el propio Fondo, en el marco de la
restricción monetaria que adoptó Estados Unidos en ese período, porque la
oferta mundial de dólares había crecido por encima de las reservas
auríferas internacionales.
Para México, la caída del Bretton Woods:
Generó presiones devaluatorias asociadas a la inestabilidad del dólar
Porque el dólar era el referente de valor para el peso
A pesar de la inestabilidad, México mantuvo fijo su tipo de cambio y, al
mismo tiempo, la completa convertibilidad del peso, lo que le implicó
pagar todos sus depósitos en divisas al tipo de cambio vigente.
Para cumplir ese compromiso, en 1972 y 1973, aceptó disminuir el
contenido de (valor en) oro de su Reserva, lo que le significó pagar con
sus tenencias de ese metal, el efecto devaluatorio que tuvo sobre el peso, la
caída mundial del precio del dólar.
Propició que grandes cantidades de capitales internacionales buscaran
inversiones con altas tasas de ganancia y cortos períodos de maduración
Fue por ello que desde 1973 México tuvo a su disposición una línea de crédito
extraordinaria en eurodólares del FMI, la cual se sumó a las líneas de crédito
especiales que tenía México desde 1967 (de la Tesorería y Reserva Federal
estadounidenses, en el marco de los convenios bilaterales de ayuda recíproca
signados entre México y su vecino del norte).
Significó el abandono del patrón oro a nivel mundial:
México no pudo seguir ajustando sus cuentas externas, mediante los cambios
del valor en oro de su reserva.
Al perder ese mecanismo, el país se quedó sin medios propios para pagar, en
el corto plazo, el déficit en exceso a su reserva internacional que había
resultado de la inestabilidad cambiaria mundial en que derivó la propia caída
del Sistema Bretton Woods, en 1975.
Ese año México tuvo que ejercer sus líneas de crédito extraordinarias (las
cuales conformaron sus líneas secundarias de Reserva)
Pero:
Las líneas secundarias, cobraban intereses capitalizables y para finales de
1976 se habían vuelto impagables para el país.
Con esa incapacidad de pago,
el saldo y costo de la deuda externa
se multiplicó todavía más, llevando a México
a abandonar definitivamente el régimen de tipo de cambio fijo
Pero:
El nuevo esquema cambiario agravó la salida de capitales y la devaluación
La inestabilidad no se detuvo
hasta que el gobierno congeló las cuentas en dólares
que todavía estaban en manos de los bancos
Para entonces, sin embargo, la ganancia de los acreedores del país
por los préstamos que le facilitaron en 1975,
había aumentado a niveles nunca antes vistos,
poniendo en evidencia que:
Los recursos de esos créditos,
conformaron el primer conjunto de inversiones recibidas por México
a la manera de economía financiarizada, porque se colocaron:
En el principal negocio de ese tipo de economía que es el de la deuda
Con vistas a valorizarse como es característico en ese negocio
por el simple empuje de indicadores financieros.
Debido al desarrollo tardío del sistema financiero, sin embargo, esos
indicadores fueron externos
=
tasas de los eurodólares
pues no existían referentes domésticos
En 1976 México no podía pagar su deuda
Porque:
Los vencimientos de las líneas secundarias tuvieron plazos menores a los que
tradicionalmente tenía la deuda externa mexicana La deuda externa redujo sus
plazos Se desfasó respecto a los períodos de recuperación de ganancias que tenía
el ciclo industrial mexicano
+
El costo de las líneas secundarias fue más alto que el que tradicionalmente tenía
la deuda externa mexicana El rendimiento del proceso productivo fue
insuficiente para cubrir el más alto costo del crédito externo.
+
El endeudamiento era excedente al que tradicionalmente había tenido México por
efecto de su dependencia tecnológica Fue artificialmente creado cuando el oro
dejó de tener reconocimiento como respaldo de valor, porque ello significó que el
resto del mundo dejó de aceptar el oro de México como pago por su déficit; o bien,
que lo aceptó a un precio devaluado. El déficit que ello le dejó a México se vio
multiplicado por la burbuja especulativa que derivó de esa falta de reconocimiento
Por consiguiente, para 1976 es claro que México había iniciado su
financiarización. Entre ese año y 1988 la primera etapa de ese proceso,
denominada “capitalismo conflictual” llegó a su auge la economía
mexicana exhibe plenamente los dos rasgos característicos de dicha etapa:
El agotamiento del crecimiento económico del desarrollo estabilizador
el PIB reduce su tasa de crecimiento de un promedio superior a siete por
ciento a poco menos de dos por ciento
El conflicto distributivo: expresado en un violento proceso inflacionario
amplificado al instalarse espirales de precios y salarios
Las tasas de crecimiento de los precios y los salarios experimentan las
mas violentas fluctuaciones de las últimas tres décadas
Evidenciando que el capitalismo conflictual había alcanzado su auge
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Tasa de Crecimiento Real del Producto Interno Bruto,
1926-2012 (Porcentajes)
25-30
-1.9%
30-40
3.1% 40-50
6.0-%
50-60
6.1%
60-70
7.0%
70-80
7.3%
80-90
1.9%
90-00
3.4% 00-10
1.6%
Nota: Los porcentajes señalados son las tasas de crecimiento promedio anual real del PIB del período referido en la etiqueta.
FUENTE: Elaboración propia con la información del Cuadro 3 del Anexo de Datos .
Antes de 1940
=
Período pos-
revolucionario
40-70
=
Desarrollo estabilizador
=
Época de oro del capitalismo
mexicano
71-88
=
Capitalismo
conflictual
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 en adelante
=
Economía
plenamente
financiarizada
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65 67 69 71 73 75 77 79 81 83 85 87 89 91 93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Tasas de crecimiento del Salario Mínimo General Promedio y del
Índice Nacional de Precios al Consumidor,
1970-2011 (Porcentajes y pesos diarios de 1993)
Salario (%)
INPC (%)
Salario real (Pesos diarios de
1993)
Fuente: Elaboración propia con la información de los Cuadros 39 , 40 y 45del Anexo de Datos.
El avance que tuvo durante el capitalismo conflictual el proceso de
financiarización mexicano, fue posible porque contó con el
financiamiento y participación activa del gobierno y su política
económica.
Específicamente, al iniciar su financiarización, México no tenía:
Un mercado financiero doméstico desarrollado = las condiciones de la
valorización de los capitales financieros estuvieron sujetas a variables
definidas en el exterior (intereses de los eurobonos).
Fue durante la crisis de 1988 que la valorización de las inversiones
financieras dependieron de variables financieras domésticas (precios,
intereses y volumen de ventas de valores públicos domésticos), lo cual
ocurrió porque México logró desarrollar su mercado financiero lo
suficiente para atraer la demanda doméstica y externa requerida para
satisfacer una oferta de valores que financiara el déficit externo que le
quedó al país de la crisis que siguió a la caída del sistema Bretton Woods
y también la modernización bancaria que aplicó el gobierno durante el
período de la banca nacionalizada.
Por consiguiente, al final del capitalismo conflictual, esas condiciones ya se
definían internamente, pero aún se requería que tuvieran el estándar
internacional el país requería un mercado financiero doméstico globalizado.
También era necesario disminuir la dependencia que tenían las operaciones
financieras hacia la rectoría e intermediación del gobierno Era necesario
proporcionarles una fuente de pagos privada y estable era necesaria la
aportación directa del sector privado no financiero
En ese contexto:
La política económica de los ochenta garantizó la rentabilidad del
negocio financiero + le abrió un espacio en la riqueza doméstica a los
inversionistas financieros;
La política económica de los noventa garantizó las fuentes de pago para
las inversiones financieras = forzó la participación masiva del sector privado
doméstico no financiero en el negocio del endeudamiento + llevó a su estándar
internacional, la rentabilidad del negocio financiero, al extranjerizar a las
unidades económicas encargadas del mismo.
Garantizar la rentabilidad del negocio del endeudamiento:
Nacionalización bancaria = modernización de la infraestructura, prácticas y
estándares del sistema financiero de México financiada con recursos públicos
Política monetaria restrictiva Sostuvo tasas de interés reales crecientes
para los bonos públicos Ese comportamiento pudo transmitirse al resto de
tasas de interés al liberalizar las tasas bancarias, indexandolas temporalmente
(mientras la banca estuvo nacionalizada) a las tasas de los bonos públicos
Tipo de cambio administrado Garantizando el pago de ganancia
creciente, inmediata y en divisas líquidas, a los inversionistas financieros
internacionales.
Abrirle un espacio en la distribución del ingreso doméstico a los
inversionistas financieros Políticas que redujeron la participación en el
ingreso doméstico a los agentes no financieros; específicamente, las estrategias
de gobierno pequeño (recorte del gasto y privatización de empresas públicas),
control de precios (ajuste de precios oficiales a sus estándares internacionales)
y salarios (pactos y concertación para la determinación del salario mínimo) y
apertura comercial (acuerdos comerciales)
El resultado neto del último grupo de políticas
durante el capitalismo conflictual fue
La reducción de la participación en el ingreso y la riqueza
de los agentes económicos no financieros
Porque esos ajustes implicaron:
La caída tendencial de los salarios reales en un ambiente de empleo restringido
aumento de la ganancia no financiera
Pero como las tasas de interés crecieron más que los precios, en un ambiente de tasa
de producción restringida
Se verificó la concentración del ingreso y la riqueza a los empresarios financieros
Pero como el tipo de cambio creció más que las tasas de interés
Se verificó el traslado del ingreso y la riqueza del capital financiero doméstico al
exterior por la vía financiera, porque ocurrió en un ambiente de clara tendencia al
equilibrio comercial y, por tanto, de reducción de transferencias al exterior por el
intercambio de bienes y servicios
Durante la década de los ochenta:
al tiempo que la etapa del conflicto distributivo llega a su auge,
surge y toma fuerza uno de los rasgos característicos de la etapa de las
compras apalancadas, la segunda del proceso de financiarización:
el aumento sin precedentes del endeudamiento
Pero para entonces aún no se verifican dos de los aspectos que
caracterizaron a la financiarización estadounidense (Palley, 2009):
Que la deuda no llegara a su techo
La recuperación del crecimiento económico
0
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Saldo de la deuda, 1925-2011 (% del PIB)
Privada
Pública interna
Pública interna envalores
Pública externa
Total
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y18 del Anexo de Datos .
Período pos-
revolucionario 40-70 = Desarrollo
estabilizador
71-88 =
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 -12=
Economía
Financ.
-20
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26 29 32 35 38 41 44 47 50 53 56 59 62 65 68 71 74 77 80 83 86 89 92 95 98 01 04 07 10
Tasa de Crecimiento Real del Producto Interno Bruto,
1926-2012 (Porcentajes)
25-30
-1.9%
30-40
3.1% 40-50
6.0-%
50-60
6.1%
60-70
7.0%
70-80
7.3%
80-90
1.9%
90-00
3.4% 00-10
1.6%
Nota: Los porcentajes señalados son las tasas de crecimiento promedio anual real del PIB del período referido en la etiqueta.
FUENTE: Elaboración propia con la información del Cuadro 3 del Anexo de Datos .
Antes de 1940
=
Período pos-
revolucionario
40-70
=
Desarrollo estabilizador
=
Época de oro del capitalismo
mexicano
71-88
=
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 en adelante
=
Economía
plenamente
financiarizada
Lo anterior implica que si bien había iniciado de manera traslapada al
apogeo del conflicto distributivo, en la década de los ochenta, la etapa de
las compras apalancadas no alcanzó su auge en ese período
Aún peor:
el proceso de financiarización corría el riesgo de estancarse,
porque el país estaba quebrado
no tenía recursos para completar la segunda etapa
pero, principalmente,
no podía hacerlo avanzar hacia su terccera etapa,
de la deuda del consumidor
¿Hasta dónde había avanzado el proceso de financiarización mexicano a
finales de los ochenta?
El avance más importante que había tenido es el apalancamiento de las
hojas de balance del sector público
Se habían vuelto altamente dependientes del endeudamiento
a pesar de su rápida tendencia al equilibrio presupuestal
La dependencia tendía a reproducirse meramente por canales financieros
Adicionalmente:
El país había ensanchado su mercado financiero lo suficiente para sostener
el volumen de operaciones financieras definido desde el inicio de la
financiarización mexicana
Ese mercado financiero había sido modernizado y basaba su operación en
prácticas internacionales; adicionalmente, contaba con referentes
domésticos, de determinación automática (a través de “mecanismos de
mercado” sui-géneris), para la definición de la valorización de los
instrumentos financieros
¿Qué faltaba?
El mercado financiero estaba descapitalizado (crisis de 1988)
requería recursos para fortalecerse y lograr llevar sus referentes y
estándares a niveles internacionales necesitaba financiar su tránsito a la
globalización
Las inversiones financieras tenían que disminuir su dependencia hacia la
intervención y regencia del gobierno Era indispensable financiarizar las
hojas de balance del sector privado no financiero
La financiarización del sector privado no financiero, por su parte, era
necesaria para que las inversiones financieras contaran con:
una fuente de pagos estable y suficiente con recursos de origen doméstico
era necesaria la aportación masiva y directa del sector privado no
financiero a la valorización de las inversiones financieras
Para conseguirla, había que empezar por re-capitalizar a México
Con el fracaso del acuerdo de ventas de hidrocarburos mexicanos a EUA:
Los PETROBONOS habían dejado de ser instrumentos seguros y
rentables
El gobierno no pudo seguir ofreciendo ningún precio de garantía
Aún más, las ventas de petróleo no tenían una garantía de compra = eran
inestables
Pero: los acreedores de México, poseedores de los PETROBONOS,
querían una fuente estable que garantizara el pago de la deuda involucrada
por los PETROBONOS, la cual involucraba el principal y la capitalización
de las ganancias (pérdidas para México) que habían dejado esos títulos
El gobierno comenzó a emitir los PAGAFES y realizó un proceso de
intercambio de PETROBONOS por los nuevos títulos, aceptando
capitalizar la ganancia financiera de los PETROBONOS
La deuda mexicana volvió a multiplicarse
La crisis que experimentaron las Bolsas de Valores de las economías
desarrolladas en noviembre de 1987, sin embargo, volvió insostenibles
los PAGAFES para México, porque provocó que el país volviera a
quedarse sin dólares
Volvió a instalarse en el país un escenario de crisis: fuga de capitales,
devaluación y estan-flación que volvieron a multiplicar su deuda
=
Durante esta crisis, por primera vez, la valorización del capital
financiero invertido en la economía doméstica se basó en referentes
financieros domésticos, cuyo indicador líder fue el spread de tasas
interés EUA-México
=
La valorización de la deuda pública mexicana fue proporcional al
spread
El programa de re-capitalización fracasó y México perdió su acceso al
mercado internacional de capitales
México tuvo que aceptar la renegociación de la deuda que le propuso
Estados Unidos en el marco del Plan Brady, implicándole intercambiar su
deuda externa por deuda interna, usando los recursos que provinieron de:
Préstamos especiales que el país obtuvo del Banco Mundial, del FMI y
del gobierno de Japón;
Recursos domésticos
Como para ese entonces las reservas internacionales se habían agotado, el
gobierno obtuvo los recursos domésticos de:
Los ingresos presupuestales adicionales por el mayor cobro de
impuestos y ventas de petróleo que hizo entre 1988 y 1991
Superávit que registraron las finanzas públicas entre 1990 y 1992 por la
privatización de las empresas públicas no financieras que todavía eran
propiedad gubernamental y también de la reprivatización de los bancos
Emisiones de bonos públicos efectuadas al amparo de la restricción
monetaria
Es claro entonces por qué México no pudo crecer en los ochenta pese al
aumento sin precedentes que tuvo su endeudamiento
Porque tuvo que aplicar una política económica contraria a la promoción
del crecimiento económico:
En lugar de re-financiar las paraestatales, el gobierno las vendió y usó el
producto de la venta para:
Pagar la deuda externa que le dejó la caída del Bretton Woods y
sufragar la deuda que le dejó la recapitalización y modernización de las
instituciones bancarias
=
Principal destino de los préstamos provenientes de los PETROBONOS,
(puesto que el gobierno sumó a la deuda que ya tenía, por la caída del
Bretton Woods, la deuda bancaria tanto al nacionalizar como al re-
privatizar a dichas instituciones)
Adicional a ello México aplicó una restricción monetaria que tuvo un claro efecto
contractivo, pero además, redistributivo
¿De dónde provinieron los recursos de la restricción monetaria?
Justamente del sector privado no financiero que había concentrado el ingreso
generado por el proceso inflacionario
¿A quién afecto la restricción monetaria?
A los asalariados, que fueron los que reflejaron en sus ingresos globales, la caída
de los salarios reales, el empleo y la producción de los ochenta
Con todo ello, el gobierno pudo llevar a cero su deuda externa; sin embargo, esa
reducción no significó que el país se hubiese desendeudado:
Especialmente la última estrategia implicó que, en realidad, el gobierno efectuó la
conversión de deuda externa por interna
Pero también, que llevó a cabo la conversión de deuda pública por deuda privada:
el deterioro de los ingresos salariales junto con el deterioro de los ingresos
empresariales, propició el aumento del déficit del sector privado no financiero
Ese déficit fue la semilla que inició la financiarización de dicho sector y con ello,
las últimas dos etapas del proceso de financiarización mexicano, de las compras
apalancadas y de la deuda del consumidor
Para liberar recursos suficientes que le permitieran llevar al nivel requerido
por el plan Brady la restricción monetaria, el gobierno tuvo que profundizar
el control salarial y ejercer controles directos de precios
La combinación de ambas estrategias pudo administrarlas con su estrategia
de los Pactos
En efecto, además de permitirle intervenir directamente en la determinación
de los salarios, la figura de los pactos le permitió al gobierno definir la
mayoría de los precios, sin asumir la responsabilidad que involucraba la
determinación de precios oficiales, al implicar que los empresarios
aceptaran apegarse al objetivo inflacionario en sus decisiones de aumentos a
los precios de los bienes que producían.
Con los pactos el gobierno pudo administrar los precios y los salarios con gran
precisión, vinculando su comportamiento a su objetivo cambiario y de intereses
Por el comportamiento de esas variables, es evidente que las alineo para
garantizarse los recursos necesarios para pagar su deuda externa con cargo a:
La deuda pública interna
La deuda privada
0
20
40
60
80
100
120
140
160
25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76 79 82 85 88 91 94 97 00 03 06 09
Saldo de la deuda, 1925-2011 (% del PIB)
Privada
Pública interna
Pública interna envalores
Pública externa
Total
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y18 del Anexo de Datos .
Período pos-
revolucionario 40-70 = Desarrollo
estabilizador
71-88 =
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 -12=
Economía
Financ.
La combinación de políticas aplicadas en la etapa de los pactos, tuvo el efecto
menos evidente pero fundamental para hacer avanzar la financiarización
mexicana, de:
Llevar a su auge la etapa del capitalismo conflictual Generó la espiral de
precios-salarios característico de esa etapa
Cerrar el círculo de transferencia de ingresos: de asalariados a empresarios no
financieros (mediante un control salarial que implicó DSalarios<DPrecios), de
empresarios no financieros a empresarios financieros domésticos (mediante un
control de precios que implicó Dprecios<Dintereses) y de empresarios
financieros domésticos a capital financiero internacional (mediante políticas de
restricción monetaria y control cambiario que implicaron Dintereses<Dtipo de
cambio)
Para Palley el período de las compras apalancadas se caracteriza porque
las firmas adoptaron una estrategia corporativa para resolver los retos del
capitalismo conflictual. Específicamente, las firmas se endeudaron con
tres propósitos; primero, satisfacer a Wall Street devolviendo fondos a los
accionistas; segundo, financiar sus planes de inversión deseada y tercero,
reducir las demandas de aumentos salariales, acción que pudieron llevar a
cabo porque los cambios estructurales que experimentó el mercado de
trabajo durante el capitalismo conflictual, debilitaron la posición
negociadora de los sindicatos, facilitando que los fondos para pagos a los
trabajadores se administraran para favorecer a los gerentes y a la
ganancias.
En resumen, la etapa de las compras apalancadas estuvo caracterizada por:
Expansión del financiamiento del sector privado no financiero
empresarial, especialmente del utilizado para financiar la inversión, sin
que el sector mencionado experimentara insuficiencia de pagos.
Control de las espirales de precios-salarios
Satisfacción de la expectativa de ingresos de los accionistas
Reducción del estándar salarial
Aumento del estándar de ganancia
Mejora del crecimiento económico sin llegar al nivel de la época de oro
En el caso de la economía mexicana, de las características anteriores que
pueden mesurarse, enre 1989 y 1993 , se verificaron las siguientes:
Expansión del endeudamiento del sector privado no financiero sin que
este último experimentara insuficiencia de pagos
Control de las espirales de precios y salarios
Reducción del estándar salarial
Mejora del crecimiento económico sin llegar al nivel del desarrollo
estabilizador
La etapa de las compras apalancadas alcanzó y se mantuvo en su auge
durante ese período
0
20
40
60
80
100
120
140
160
25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76 79 82 85 88 91 94 97 00 03 06 09
Saldo de la deuda, 1925-2011 (% del PIB)
Privada
Pública interna
Pública interna envalores
Pública externa
Total
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y18 del Anexo de Datos .
Período pos-
revolucionario 40-70 = Desarrollo
estabilizador
71-88 =
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 -12=
Economía
Financ.
Expansión del endeudamiento del sector privado no financiero sin que
este último experimentara insuficiencia de pagos
-20
0
20
40
60
80
100
120
140
65 67 69 71 73 75 77 79 81 83 85 87 89 91 93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Tasas de crecimiento del Salario Mínimo General Promedio y del
Índice Nacional de Precios al Consumidor,
1970-2011 (Porcentajes y pesos diarios de 1993)
Salario (%)
INPC (%)
Salario real (Pesos diarios de
1993)
Fuente: Elaboración propia con la información de los Cuadros 39 , 40 y 45del Anexo de Datos.
Control de las espirales de precios y salarios
Reducción del estándar salarial
-20
-15
-10
-5
0
5
10
15
20
25
26 29 32 35 38 41 44 47 50 53 56 59 62 65 68 71 74 77 80 83 86 89 92 95 98 01 04 07 10
Tasa de Crecimiento Real del Producto Interno Bruto,
1926-2012 (Porcentajes)
25-30
-1.9%
30-40
3.1% 40-50
6.0-%
50-60
6.1%
60-70
7.0%
70-80
7.3%
80-90
1.9%
90-00
3.4% 00-10
1.6%
Nota: Los porcentajes señalados son las tasas de crecimiento promedio anual real del PIB del período referido en la etiqueta.
FUENTE: Elaboración propia con la información del Cuadro 3 del Anexo de Datos .
Antes de 1940
=
Período pos-
revolucionario
40-70
=
Desarrollo estabilizador
=
Época de oro del capitalismo
mexicano
71-88
=
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 en adelante
=
Economía
plenamente
financiarizada
Mejora del crecimiento económico sin llegar al nivel del desarrollo
estabilizador
Si bien es claro que las características generales de la etapa de las compras
apalancadas se cumplieron para el caso de México, tuvieron matices que las
diferenciaron del caso estadounidense; específicamente porque:
No existe evidencia de que la tendencia creciente de la deuda del sector
privado no financiero, haya formado parte de una estrategia corporativa
orientada a mejorar la tasa de crecimiento de la producción; primero, porque
la mejora de la producción se concentró exclusivamente en el sector
petrolero, que es operado y administrado por el gobierno; segundo, porque
el crecimiento de la deuda del sector privado no financiero, fue sostenida
porque el gobierno no abandonó sino que hasta refinó, las medidas de
política económica que provocaron su surgimiento, que fueron las de
control de precios, salarios, restricción monetaria, control cambiario,
equilibrio presupuestal y equilibrio comercial.
No existe evidencia de que la desaparición de las espirales inflacionarias
haya derivado del cumplimiento de la expectativa de ganancia no financiera,
porque el crecimiento del producto no fue impulsado por el sector
financiero y porque la ganancia no financiera no mostró indicios de
recuperación.
El control de las espirales de precios-salarios y la deuda del sector privado
no financiero, estuvieron fuertemente vinculados a:
El control de la inflación tanto a través de la concertación social como a
través de otros mecanismos, como el control de los precios de los insumos
usados por la industria, por ejemplo Porque en el contexto de producción
no petrolera estancada o, inclusive, decreciente, el ajuste a la baja de la
variación de precios, implicó la caída de la ganancia no financiera.
La concertación social para la determinación de los salarios Que por
decreto deprimió los salarios reales
El control de la inflación y de los ajustes salariales, por su parte,
significaron la desaparición automática de las espirales inflacionarias,
puesto que significaron que ambas variables simplemente detuvieran su
crecimiento.
En el contexto de:
Reducción de los subsidios tanto al sector empresarial como a los
trabajadores, derivado del programa de reducción del gasto público que el
gobierno implementó como parte de la estrategia de gobierno pequeño que
inició con la privatización de las paraestatales
Ajuste de los impuestos a sus estándares internacionales, aplicado en el
marco de las políticas de gobierno pequeño y apertura comercial
Estancamiento de la producción no petrolera y del empleo
La caída de la ganancia no financiera y de los salarios reales:
Colocó en situación deficitaria a todo el sector privado no empresarial
Generó y sostuvo la tendencia creciente de la deuda del mencionado
sector
Una medida de política económica que profundizó severamente el déficit
del sector privado no financiero y que comenzó a configurarse en el apogeo
de la etapa de las compras apalancadas, fue la creación del Sistema de
Ahorro para el retiro, en 1991. Profundizó severmente el déficit privado no
financiero porque significó una carga creciente tanto para la ganancia no
financiera como para los salarios, al involucrar aportaciones crecientes por
ese concepto de empresarios no financieros y trabajadores.
En su creación, el Sistema de Ahorro para los trabajadores fue anunciado
como como una prestación adicional a las que ya tenían. Esa prestación, sin
embargo, se transformó en un verdadero sistema de ahorro forzoso con las
reformas de 1992 a las Leyes del Seguro Social, del Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, y del Instituto de Seguridad
y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, cuya cualidad más
importante, desde el punto de vista de la intermediación financiera, es que
obligó a los patrones, gobierno y trabajadores, a constituir depósitos
líquidos en cuentas individuales a favor de los propios trabajadores, en el
sistema bancario nacional.
Durante los dos primeros años de vigencia del nuevo Sistema de Ahorro
para el Retiro y la Vivienda, la acelerada incoroporación al mismo de
nuevos trabajadores, permitió que su saldo tuviera un crecimiento sostenido
que lo llevó a representar alrededor de la tercera parte de los depósitos
recibidos por el sistema bancario.
Esos recursos, por su parte, sirvieron para financiar el capital de trabajo y
ganancias del sistema financiero del país, al tiempo que le permitieron al
gobierno, cumplir con sus compromisos de corto plazo, específicamente sus
pagos de intereses y principal por los bonos públicos que había venido
colocando entre bancos, para ejercer la restricción monetaria, y entre no
residentes, como parte de su política cambiaria y de reservas
internacionales.
Todo ello convirtió a los fondos de ahorro para el Retiro, por un lado, en
uno de los sostenes más importantes del sistema financiero de México y, por
otro, en la causa de que el sector privado no alcanzara su techo de
endeudamiento, pues mantuvieron el superávit de acervos privado; como
contraparte, sin embargo, las crecientes aportaciones que, como grupo,
hicieron los particulares a ese sistema, deterioraron toda vía más sus ya de
por sí exiguos ingresos corrientes.
La desaceleración que experimentó la expansión de los recursos en el
sistema de ahorro para el retiro en 1994:
no solamente fue la semilla de la crisis de finales de ese año, sino que
precipitó el tránsito de la financiarización mexicana a su última etapa, de la
deuda del consumidor, porque significó llevó a su techo a la deuda del
sector privado no financiero.
ocurrió simplemente porque la mayoría de trabajadores habían sido
incorporados al sistema. A partir de entonces, los ahorros mostraron una
resistencia a crecer incompatible con la expectativa de recuperación de
ganancias que tenían los tenedores de valores públicos mexicanos.
Esa expectativa, por su parte, había crecido a niveles nunca antes vistos
porque la diversificación de los plazos que habían experimentado ese tipo
de instrumentos, los convirtió en los más líquidos de los países emergentes,
característica que, sumada a la solidez que derivó de su respaldo por la
Reserva del Banco de México, permitió también que fueran los más
atractivos para los inversionistas internacionales, posibilitando una entrada
de divisas al país nunca antes vista; no obstante, la desregulación y apertura
del mercado de capitales facilitó la salida masiva de los capitales invertidos
en ese tipo de instrumentos, por la creciente expectativa de insolvencia en
que se reflejó la falta de crecimiento de los ahorros del país y,
específicamente de los ahorros para el retiro.
De lo anterior queda claro que la creación del Sistema de Ahorro para el
Retiro fue la pieza fundamental que llevó al proceso de financiarización
mexicano a su última etapa; sin embargo, durante el período de las
compras apalancadas, otras medidas de política económica abonaron a
ese mismo objetivo y tuvieron dos efectos:
Homologaron la operación y ganancia del negocio financiero
doméstico a sus estándares internacionales extranjerización bancaria
(privatización, modernización administrativa y legal y venta a
extranjeros)
Renovaron los mecanismos para la determinación automática del
rendimiento bancario bursatilización de la deuda pública
(nacionalización, plan brady, restricción monetaria), adopción de la
estrategia de cortos a la oferta monetaria y ejercicio del control
cambiario.
Ambos fueron requisitos indispensables para que la financiarización
mexicana transitara a su última etapa.
Como indica su nombre, la última etapa del proceso de financiarización tiene
como su característica más importante el aumento del endeudamiento de los
consumidores y significa la financiarización de ese tipo de agentes.
La hipótesis de la argumentación que aquí se presenta, es que la
financiarización mexicana brincó a esa etapa a mediados de los noventa,
precisamente al atestiguar el aumento sin precedentes del crédito al consumo.
Ese aumento fue la consecuencia más significativa que tuvo la crisis que
enfrentó el país a finales de 1994 y que tuvo su semilla en la resistencia a crecer
que, a partir de ese año, registraron los ahorros para el retiro.
El aumento sin precedentes que registró la deuda del consumidor, por su parte,
con la crisis, fue el resultado más dramático de esta última, estando fuertemente
influido por la política económica aplicada para resolver la crisis, pues fueron
las que llevaron a niveles sin precedentes la situación deficitaria del sector
privado no financiero y también las que concretaron la conversión de deuda
pública en privada
La explosión de la deuda del consumidor
Para finales de 1994 había revertido la tendencia decreciente que había logrado la
deuda pública la primera mitad de la década. En el caso de la interna, porque los
programas de rescate a bancos y ahorradores en que se tradujo la estrategia de
recapitalización, convirtieron en deuda pública los enormes pasivos bancarios que
resultaron de la fuga de capitales que experimentó el país el año antes mencionado. Por
su parte, la deuda externa aumentó por los créditos especiales que México recibió de
Estados Unidos para enfrentar la crisis. Pese a lo anterior, conforme el gobierno fue
liquidando esos títulos, la conversión de deuda externa en interna volvió a acelerarse,
con la evidente estabilización de la deuda interna.
El aumento de la deuda pública no fue, por consiguiente, el resultado dramático de la
crisis de 1994 y de la administración que hizo el gobierno de sus instrumentos de
política económica durante la misma. El resultado dramático fue el aumento histórico
que tuvo la deuda del sector privado no financiero, cuyo saldo llegó a su nivel más alto
de las últimas tres décadas en 1995, al crecer en 162% en términos reales solamente de
un año a otro.
Si bien, hasta 1990 el sector privado no financiero había mantenido balances de flujos
superavitarios, esa situación se revirtió el año mencionado, lo cual puede verse como el
resultado del avance que había tenido hasta entonces el proceso de financiarización del
país y las políticas y tendencias económicas involucradas por ese avance;
particularmente, por el sostenido aumento que en ese contexto habían venido
experimentando la tasas de interés por efecto de la restricción monetaria; también, por
la pérdida de poder adquisitivo que habían tenido los ingresos de ese sector, debido la
fijación de salarios y precios que derivó de la concertación social que todavía estaba
vigente para entonces, también del paulatino endurecimiento que habían tenido las
medidas fiscales que afectaban los ingresos corrientes del mencionado sector, como la
incorporación masiva de trabajadores al sistema de ahorro para el retiro, así como los
aumentos acelerados de los impuestos menos progresivos y las reducciones en picada
de los subsidios públicos al sector privado no financiero.
Pese a lo anterior, sin embargo, el aumento que experimentó la deuda del sector privado
no financiero de 1994 a 1995, duplicó el déficit acumulado por el balance de flujos del
mismo sector entre 1990 y 1994, indicando que los recursos adicionales no habían sido
ni solicitados ni utilizados por los deudores.
El aumento sin precedentes que experimentaron las tasas de interés
bancarias en 1994 y la existencia de contratos de préstamos bancarios
leoninos antes de la crisis, sugiere que la mayor parte de esa deuda estuvo
constituida precisamente por meros intereses, cuyo cargo aceptaron
formalmente los agentes privados al signar los acuerdos involucrados por
programas de apoyo a deudores que le ofreció el gobierno.
Así pues, pese a que dichos programas instaron a los deudores a aceptar la
responsabilidad de pagar una deuda acrecentada al doble, la cual
evidentemente no habían solicitado ni utilizado, los deudores aceptaron
participar, porque la deuda estaba amparada, en su mayoría, por sus
viviendas y prefirieron proteger sus bienes.
Los nuevos modelos de endeudamiento introducidos con la aplicación de
los programas de salvamento bancario iniciaron un nuevo estándar para el
endeudamiento privado, específicamente para el endeudamiento del
consumidor, inaugurando la financiarización de las hojas de balance de ese
grupo.
El otro conjunto de medidas que fue decisivo para empujar al proceso de
financiarización mexicano de su etapa de las compras apalancadas a la etapa de
la deuda del consumidor, estuvo constituido por las políticas que garantizaron
que esa situación deficitaria se volviera permanente. Finalmente, el tercer
conjunto, estuvo integrado por las medidas que terminaron de llevar a la
ganancia financiera a sus estándares internacionales.
Así pues, el otro conjunto de medidas que empujaron a la financiarización a su
tercera etapa incluye la modernización de los sistemas de ahorro para el retiro
de los trabajadores que, como ya se describió, se convirtió en el pilar de la
financiarización del sector privado no empresarial. En efecto, gracias a todo ello
desde 2001, los fondos de pensiones y vivienda de los trabajadores aportan alrededor de
la cuarta parte de la captación del sistema bancario doméstico, habiendo sustituido a la
inversión extranjera en el papel de agente institucional clave para la generación del
ahorro nacional.
Se cuentan también las estrategias que no abandonó el gobierno y que adoptó
con anterioridad que tuvieron el efecto de restringir los ingresos corrientes del
sector privado no financiero, como la determinación de salarios mediante
concertación, el control inflacionario, el aumento de los impuestos regresivos y
la contracción del gasto público no financiero.
Por último, un tercer grupo de medidas está conformado por las estrategias que
terminaron de llevar a la ganancia financiera a su estándar internacional, como
es el caso de la apertura financiera del país, la extranjerización de los bancos y,
finalmente, la política de objetivos de inflación.
0
5
10
15
20
25
85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11
Depósitos bancarios de trabajadores y de no residentes , 1985-
2011 (% del PIB)
Ahorro de no residentes
Ahorro para el retiro
Fuente: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y 15del Anexo de Datos.
Durante el período de la deuda del consumidor, el gobierno aplicó la medida que
terminó de llevar de una vez por todas a su estándar internacional a la ganancia
financiera, que consistió en abrir completa y definitivamente a la competencia
internacional al sistema financiero del país, al autorizar la inversión extranjera en las
instituciones financieras domésticas en 1995 para personas morales y en 1998 para
todo tipo de inversionistas.
La apertura financiera, sin embargo, llegó a su punto final durante el nuevo milenio, con
la adquisición de prácticamente todos los bancos domésticos por inversionistas
internacionales, realizada con base en las autorizaciones antes descritas.
Con adición a lo anterior, el gobierno continuó refinando su estrategia de acercar más al
concepto de “mecanismos de mercado” la determinación de las variables que definen al
rendimiento financiero. Específicamente, al garantizar que las tasas bancarias
continuaran indexadas a las tasas de los valores públicos, pero principalmente al poner
en marcha el régimen de encaje promedio cero, con el cual no solamente garantizó la
restricción automática de la oferta monetaria sino que profundizó dicha restricción,
impulsando todavía más la ganancia financiera.
Lo anterior, porque determinó que los intereses de castigo, se aplicarían a
todo saldo acumulado negativo en las cuentas únicas que superara el límite
establecido de antemano por el propio Banco de México, denominado corto
a la oferta monetaria y no solamente los excesos al límite que considerara
cuantiosos, como lo había hecho en el pasado.
Ese régimen estuvo vigente los siguientes diez años, con modificaciones
que no cambiaron sus efectos. En 2005, el Banco de México sustituyó los
cortos por sus decretos sobre las condiciones de liquidez de la economía y
en 2008 por la estrategia de establecer la tasa de fondeo bancario, en
sustitución del corto.
Esas medidas, por su parte, le permitieron al gobierno conseguir su
propósito de propiciar el crecimiento ordenado del costo de oportunidad del
circulante y, por consiguiente, del rendimiento de los bonos públicos frente
al rendimiento de los saldos monetarios, para estimular la demanda de
dichos bonos públicos y, con ello, la restricción monetaria y
refinanciamiento de los propios bonos públicos, derivada de su adquisición.
Como esos bonos están nominados en pesos y son negociados en el
territorio nacional, constituyen deuda interna, la cual sustituyó por completo
a la deuda externa en un ambiente de tasas reales de interés domésticas
crecientes e internacionales decrecientes.
Para lograr la conversión mencionada, el gobierno intercambió por bonos
públicos domésticos, principalmente por CETES y BONDES, el aumento
que, a diferencia de la base monetaria y los depósitos líquidos en el sistema
bancario, así como los depósitos de no residentes, tuvo en ese entonces el
saldo de los depósitos bancarios domésticos constituido principalmente por
los fondos de los ahorros para el retiro.
La reducción que al mismo tiempo experimentó la deuda externa, permite
concluir que, en el saldo, los fondos que obtuvo de esa forma el gobierno y
que aumentaron su deuda interna, se destinaron a pagar la deuda externa
conforme esta última iba experimentando vencimientos, después de
permanecer atesorados en la Reserva Internacional.
A partir de 2000, la tendencia creciente de la deuda interna se aceleró,
llegando en el nuevo milenio, a un nivel real superior al que tenía la deuda
externa antes de la crisis de 1982; es decir, antes de que se privatizaran las
empresas públicas. Ese aumento coincidió con la creación de los Bonos a
Tasa Fija, los cuales han sido los instrumentos de mayor crecimiento desde
el año mencionado. Si bien esas emisiones le han permitido al gobierno
mejorar los términos de contratación de su endeudamiento y, además,
aumentar la base monetaria a la misma tasa que la suma de los crecimientos
de la producción y la inflación, como ocurría antes de 1982, su destino
principal ha sido la acumulación de reservas internacionales
A partir de 1995 y hasta antes de 2000, el saldo de la deuda privada fue
cayendo como reflejo de las amortizaciones que realizaron los deudores,
aprovechando que en ese período su déficit de flujos iba a la baja. El último
año mencionado, sin embargo, revirtió su tendencia, colocando al sector
privado en la paradoja de haber aumentado el saldo de su deuda en un
contexto en el que sus balances de flujos y acervos tendían al equilibrio. La
deuda privada volvió a llegar al saldo más alto de su historia en 2007 y
2008, años en los cuales el balance de acervos del sector privado era
superavitario, lo que indicaba que ese sector no requería endeudarse.
El equilibrio y superávit que tuvo el saldo del balance de acervos
financieros del sector privado desde 1995, se explica por los ahorros para el
retiro; de omitirse ese rubro, el resultado se convierte en endeudamiento
neto desde 2000, el cual aumenta todavía más, si la base monetaria
tampoco se trata como un activo privado. Lo anterior justifica que el
crecimiento del saldo de la deuda privada, tenga el mismo comportamiento
y casi el mismo nivel que la tasa resultante de sumarle al crecimiento del
ahorro para el retiro la tasa de reducción de la base monetaria ponderada
por el promedio anual de la tasa de cetes a 28 días .
Esa observación empírica indica que el crecimiento de la deuda privada no
es el resultado de una cultura consumista, pues en los últimos años el gasto
privado ha tendido a colocarse en el mismo nivel que los ingresos privados.
El aumento de la deuda privada puede explicarse, más bien, por el éxito
que ha tenido la política pública para lograr la “estabilidad
macroeconómica”, pues ha dado lugar también a los siguientes factores que
explican el mayor endeudamiento privado:
La tendencia creciente que ha tenido el costo del financiamiento bancario,
como resultado de que el gobierno logró su objetivo de mantener al alza el
costo de oportunidad del dinero.
La prohibición a los trabajadores de utilizar sus ahorros para el retiro a
pagar su gasto corriente.
La reducción a cero del déficit público, el cual canceló al gasto público
como un medio de provisión de base monetaria gratuita a la sociedad. Lo
anterior al convertir a los bancos en el único canal para distribuir la base
monetaria, cuyos aumentos pueden tomarse como pasivos privados porque
los bancos proporcionan a la sociedad esa base monetaria solamente en la
forma de endeudamiento.
La contraparte del aumento de la deuda privada, ha sido la reducción del
déficit del balance de acervos financieros del sector bancario, el cual se
ubicó en su equilibrio desde 2000.
Ese año se movieron también a su equilibrio los balances público y privado,
como ya lo había hecho el externo con anterioridad. Esos equilibrios, sin
embargo, son frágiles pues tienen asociadas deudas pública y privada que
llegaron a los niveles que tenían antes de la crisis de 1982 y muestran clara
tendencia creciente. Ello deja una fuerte posibilidad de obtener ganancias
extraordinarias al sistema financiero, porque le deja abierta la oportunidad
de apropiarse por lo menos de una parte de los fondos de ahorro para el
retiro de los trabajadores. Ese potencial es, quizás, el signo más evidente de
que México opera como una economía plenamente financiarizada.
Desde que se volvió evidente la financiarización de México, el
sector financiero es el único que mejoró tendencialmente su posición
activa frente al resto de los sectores institucionales, pues la situación
francamente deficitaria que tuvo su balance de acervos durante el
desarrollo estabilizador, que alcanzó hasta 20% del PIB, entró en un
período de franca recuperación, logrando volverse superavitario con
la crisis de 1988; es decir, al término de la etapa del conflicto
distributivo e inicio de la etapa de las compras apalancadas. El
balance de acervos bancario inició una sostenida tendencia a
equilibrarse después de la crisis de 1994, después de alcanzar uno de
sus máximos históricos, comportamiento que no había tenido desde
1941. La cuenta de capitales de México con el exterior también
tendió a su equilibrio a partir de la segunda mitad de los ochenta, en
concordancia con el desenvolvimiento de la cuenta ccorriente.
El reflejo de la recuperación que tuvieron los saldos de balance de
acervos bancario y de la tendencia al equilibrio del balance de
acervos de México frente al exterior, fue que:
•Desde 1988 el saldo del balance de la acervos del sector privado no
financiero, inició un período de franca caída, la cual alcanzó su
máximo en 1994, provocando que el balance de acervos del
mencionado sector se volviera deficitario.
•Desde 1986, el saldo del balance de acervos del gobierno inició una
sostenida tendencia a equilibrarse.
-160
-140
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Saldo del balance de acervos financieros, 1925-2011 (% del PIB)
Gobierno
Sector Privado no
Financiero
Bancos
Resto del mundo
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y 34 del Anexo de Datos de la Tesis.
Antes de 1940
=
Período pos-
revolucionario
40-70
=
Desarrollo estabilizador
=
Época de oro del capitalismo
mexicano
71-88
=
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 = Deuda
del consumidor
99 en adelante =
Economía
plenamente
financiarizada
El superávit del sector privado no financiero, sin embargo, es frágil, porque
ocurre en un marco en que la deuda de ese sector llegó a niveles nunca
antes vistos. Por otra parte, la presencia de esa deuda, es incompatible con
el equilibrio de los balances de flujos y acervos del propio sector privado no
financiero y se explica principalmente porque no puede utilizar sus ahorros
para el retiro en el financiamiento de su gasto corriente, los cuales
constituyen el ahorro forzoso que ampara su deuda y le dejan al sector
financiero, por consiguiente, amplia posibilidad de “realizar” ganancias
extraordinarias. Ello significa que los ahorros para el retiro, que constituyen
la fuente institucional más grande de depósitos bancarios, no solamente son
utilizados para financiar el capital de trabajo y ganancia del sector
financiero, sino que se han convertido en un tipo de ingeniería financiera
porque que ocultan, precisamente, la fragilidad de las hojas de balance del
sector privado no financiero.
0
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25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76 79 82 85 88 91 94 97 00 03 06 09
Saldo de la deuda, 1925-2011 (% del PIB)
Privada
Pública interna
Pública interna envalores
Pública externa
Total
FUENTE: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y18 del Anexo de Datos .
Período pos-
revolucionario 40-70 = Desarrollo
estabilizador
71-88 =
Conflicto
distributivo
89-92 =
Compras
apalancadas
93-98 =
Deuda del
consumidor
99 -12=
Economía
Financ.
0
5
10
15
20
25
85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11
Depósitos bancarios de trabajadores y de no residentes , 1985-
2011 (% del PIB)
Ahorro de no residentes
Ahorro para el retiro
Fuente: Elaboración propia con la información de los Cuadros 3 y 15del Anexo de Datos.
La situación deficitaria del balance de acervos del gobierno, por su parte,
vuelve evidente que la acumulación de reservas internacionales es
insuficiente para cubrir su deuda, a pesar de la caída que tuvo ese indicador
después de la crisis de 1994. Todavía peor, pese a la mencionada caída, la
deuda pública llegó en 2011 a niveles similares a los que tenía antes de la
crisis de 1982, con la diferenccia de que ahora el gobierno no cuenta con
empresas paraestatales que pueda vender para pagarla, como lo hizo en la
década de los ochenta, revelando la fragilidad que también exhiben las hojas
de balance del gobierno. El desenvolvimiento de la deuda del gobierno, por
su parte, especialmente el de la deuda interna, que es la más grande en la
actualidad, se explica por estrategia monetaria restrictiva, pues esta última
le ha significado tener que emitir cada vez más bonos públicos a cambio de
tasas de interés positivas, precisamente como el medio para restringir los
medios de pago disponibles en la economía y, al mismo tiempo, fortalecer la
Reserva, pues el circulante que no es convertido en crédito interno neto, se
vuelve Reserva. Es por ello que el crédito interno neto es la imagen espejo
de la reserva internacional.
Las políticas tributaria y de gasto y, en general, las prácticas y
desenvolvimiento de las finanzas públicas, han contribuido a generar y sostener
ese estado de fragilidad del gobierno y sector privado no financiero y también
la oportunidad para el sector financiero de realizar ganancias extraordinarias.
Han contribuido porque han significado la restricción de ingresos y ahorro
corrientes del sector privado no financiero; también, la restricción de
transferencias gubernamentales ya dicho sector, con ello, la liquidez
gratuitamente distribuida a ese grupo poblacional, reflejando que las estrategias
de finanzas públicas equilibradas y de fortalecimiento de los ingresos públicos
no petroleros que han guiado a dichas políticas, constituyen la contraparte
hacendaria de la contracción monetaria, que es la causa directa de la deuda
pública e indirecta de la privada.
Dichas políticas de finanzas públicas equilibradas y de fortalecimiento de los
ingresos públicos no petroleros, por su parte, instalaron y garantizaron que se
mantuvieran las tres tendencias que han caracterizado al comportamiento de las
finanzas públicas mexicanas durante los últimos treinta años:
Esas tendencias son:
a) Reducción sostenida del gasto público y, específicamente, del que genera
flujos de ingresos para los agentes económicos no financieros;
específicamente, el que se destina a financiar la inversión que crea
infraestructura y empleos;
b) Redistribución de las erogaciones del gobierno, para incrementar la
participación en el gasto total, de los rubros que tienen mayor probabilidad
de convertirse en capital de trabajo o fuente de ganancia del sistema
financiero y, finalmente,
c) Aumento, sostenido también, de los impuestos y tarifas menos progresivos.