La ensayificación de todo

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Un lúcido ensayo de Christy Wampole

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  • Ensayo

    La ensayificacin de todo

    Por Christy Wampole Traduccin del ingls de Patricia Torres

    Un gnero literario surgido en el siglo XVI revive con particular fuerza un medio de la laxa

    atmsfera intelectual del XXI.Qu nos puede decir la proliferacin del ensayo sobre el

    espritu de la poca en que vivimos?

    Es posible que ltimamente hayan notado la avalancha de artculos y libros que se interesan por el ensayo como una forma literaria flexible y muy humana. Entre estos se encuentran

    The Wayward Essay y las reflexiones de Phillip Lopate sobre las relaciones entre el ensayo

    y la duda; libros tales como How to Live, la singular semblanza de Sarah Bakewell sobre

    Montaigne, el patriarca del gnero nacido en el siglo XVI, y un volumen editado por Carl

    H. Klaus y Ned Stuckey-French bajo el ttulo Essayists on the Essay: Montaigne to Our

    Time.

    Parece como si, aun en medio de la proliferacin de nuevas formas de escritura y

    comunicacin que tenemos ante nosotros, el ensayo se hubiese convertido en un talismn

    de nuestros tiempos. Qu se esconde detrs de nuestra atraccin por l? Sern acaso las

    propiedades teraputicas del ensayo? Ser porque el ensayo brinda pequeos placeres a

    quien lo escribe y a quien lo lee? Porque es lo suficientemente pequeo para que quepa en

    nuestro bolsillo y es fcil de transportar, como nuestras propias experiencias?

    Creo que el ensayo debe su longevidad hasta hoy principalmente a este hecho: el gnero y

    su espritu constituyen una alternativa al pensamiento dogmtico que domina gran parte de

    la vida social y poltica en la sociedad norteamericana contempornea. De hecho, quisiera

    abogar por una utilizacin consciente y ms reflexiva del espritu del ensayo en todos los

    aspectos de la vida, como una resistencia contra la fervorosa intransigencia de las mentes

    rgidas. Y a esta utilizacin le dar el nombre de la ensayificacin de todo.

    *

    Pero, qu quiero decir con esta expresin tan rimbombante?

    Empecemos por el inicio de la forma. La palabra que Michel de Montaigne eligi para

    describir sus reflexiones en prosa publicadas en 1580 fue essais, la cual, en esa poca, significaba solo tentativas, en la medida en que el gnero an no haba sido codificado. Esta etimologa es significativa pues apunta hacia la naturaleza experimental de la escritura

    ensaystica: una escritura que supone el complejo proceso de tratar de poner algo a prueba.

    Ms tarde, a finales del siglo XVI, Francis Bacon import al ingls el trmino francs, a

    manera de ttulo para su prosa ms formal y solemne. Y as fue como se acu el trmino:

    esos escritos eran ensayos y como ensayos se quedaran. Solo haba un problema: la

    discrepancia en estilo y asunto entre los textos de Montaigne y Bacon era, al igual que el

  • Canal de la Mancha que los separaba, lo suficientemente profunda como para ahogarse en

    ella. Yo siempre he militado en el equipo de Montaigne, ese tipo que poda mostrarte su

    desazn, echarte un par de chistes subidos de tono y preguntarte qu pensabas sobre la

    muerte. Me imagino, tal vez equivocadamente, que el equipo de Bacon tiende a atraer una

    base de seguidores ms reservados y seguros de s mismos, con todo aquello de Quien posee mujer e hijos ha entregado rehenes a la fortuna, pues ellos son impedimentos para las

    grandes empresas y otras cosas por el estilo.

    Con progenitores tan divergentes, el ensayo nunca se ha recuperado de esa vaguedad

    crnica. Siendo un gnero que surgi para acoger las necesidades expresivas del hombre

    del Renacimiento, el ensayo mantiene necesariamente a su disposicin todas las

    herramientas y habilidades. El ensayista mezcla ms que un dj: un bucle pico aqu, una

    pequea remembranza lrica all, una pausa polivocal y citas del magnfico pasado, todo

    eso recubierto por unos cuantos rayones caractersticos.

    Sin duda, el asunto de qu es un ensayo, y qu no, constituye un tema controversial. En

    general, he descubierto que para cada regla que logro establecer a propsito del ensayo

    aparecen enseguida una docena de excepciones. Recientemente dict un seminario sobre el

    tema y, al final del curso, ante la pregunta Qu podemos decir sobre el ensayo con absoluta certeza?, todos, armados con nuestra panoplia de teoras cannicas sobre el ensayo y nuestras propias conjeturas, tuvimos que admitir que la respuesta era: Casi nada. Pero esa es la potencia del ensayo: te fuerza a enfrentar lo que no se puede establecer ni refutar. Te pide que aprendas a sentirte cmodo con la ambivalencia.

    Cuando digo ensayo me refiero a un texto breve de no ficcin, escrito en prosa, que tiene como ncleo central un tema de reflexin y muestra una tendencia a huir de la certeza.

    Muchos de los textos que encontramos hoy clasificados como ensayos, o especie de ensayos, son todo menos eso. Esos textos incluyen la clase de escritura que esperas encontrar en los exmenes de admisin a la universidad, en trabajos para seminarios,

    disertaciones, crticas profesionales y otros escritos acadmicos; textos comprometidos

    polticamente u otras formas de escritura perentoria que insisten en sus tesis y no dejan

    espacio alguno para la incertidumbre; u otra clase de textos breves en prosa en los cuales la

    subjetividad del autor ha sido deliberadamente borrada o camuflada. Lo que estos textos

    suelen tener en comn es, en primer lugar, la tmida ocultacin del yo bajo un velo de

    objetividad. Se supone que uno pretenda que sus opiniones o hallazgos han emanado de

    alguna agencia con acceso a una verdad irrefutable, en la cual el rigor y la ciencia son los

    gerentes encargados.

    En segundo lugar, estos textos son lo contrario de una tentativa: estos textos saben lo que

    quieren argumentar desde antes de comenzar y presentan sus razones habilidosamente,

    anticipndose a cualquier objecin y buscando el hermetismo. Estos textos no son

    bsquedas, son la exposicin de ideas obstinadas. Son fortalezas. Y al dejar al lector por

    fuera del banquete textual, el escritor aclara que l o ella prefieren beber solos.

    Quizs lo ms interesante del ensayo es lo que sucede cuando desborda sus lmites

    genricos y se extiende, ms all de su forma de texto breve en prosa, hacia otros formatos

    tales como la novela ensaystica, la pelcula-ensayo, la fotografa-ensayo y la vida misma.

  • En su novela inconclusa El hombre sin atributos, el escritor austraco de comienzos del

    siglo XX, Robert Musil, acu un trmino para este desbordamiento. Lo llam

    ensayismo (essayismus en alemn), y a quienes viven segn el ensayismo los denomin posibilitaristas (mglichkeitsmenschen). Una forma de vida definida por la contingencia y la tendencia a probar las cosas por medio de divagaciones, siguiendo este u

    otro camino, tanteando la vida sin tener una ambicin especfica: no con el fin de hacer un

    descubrimiento ni una conquista, ni de demostrar algo, sino simplemente por el gusto de

    intentarlo.

    El posibilitarista es un virtuoso de lo hipottico. Uno de los consejeros para mi disertacin,

    Thomas Harrison, escribi un atractivo libro sobre el tema titulado Essayism: Conrad,

    Musil and Pirandello, en el cual argumenta que el ensayismo que Musil quera describir era

    una solucin para problemas sin solucin, una vaga respuesta a la precariedad de Europa durante los aos en que l trabaj en su interminable obra maestra. Yo dira que en nuestra

    sociedad contempornea somos muchos los que tenemos proclividad hacia el ensayismo, en

    distintas formas, pero siempre animados por el espritu de la exploracin abierta e ilimitada,

    y manteniendo serias reservas hacia la posibilidad de comprometernos con una sola cosa,

    cualquiera que sea.

    El ensayismo consiste en un sentimiento subjetivo y ensimismado acerca de la vida, en

    ejercer lo que Theodor Adorno llam la intencin tanteadora del ensayo, en acercarse a todo de manera tentativa y dedicndole una atencin limitada, en establecer analogas entre

    lo particular y lo universal. Fenmenos banales y cotidianos: lo que comemos, las cosas con

    que nos cruzamos, las cosas que nos interesan, se codean implcitamente con las grandes

    preguntas: cules son las implicaciones de la experiencia humana?, cul es el significado

    de la vida?, por qu es mejor algo que nada? Al igual que el padre del ensayo, dejamos

    que la mente y el cuerpo revoloteen de una cosa a la otra, haciendo clic de un hipervnculo

    mental a otro: si Montaigne viviera hoy, tal vez l tambin sera diagnosticado con un

    sndrome de dficit de atencin.

    Al ensayista le interesa pensar en l mismo mientras piensa sobre las cosas. Creemos que

    nuestras opiniones sobre todo, desde la poltica hasta las pizzeras, son de gran importancia.

    Esto explica nuestra generosidad al ofrecrselas a absolutos desconocidos. Y as como la

    cultura del hgalo usted mismo encuentra hoy su propio lenguaje, podemos reconocer en esta la afirmacin que hizo Arthur Benson en 1922, segn la cual un ensayo es algo que alguien hace por s mismo.

    En italiano, la palabra para decir ensayo es saggio y contiene la misma raz que el vocablo assaggiare, que significa picar, probar o mordisquear algo de comer. Hoy da nos gusta picar, probar o mordisquear experiencias: buscar pareja por internet, hacer citas

    rpidas o mediante el sistema de multicita, comprar por internet o amparados en el sistema

    de garanta de satisfaccin, las aplicaciones web hbridas y el muestreo digital, la

    satisfaccin total o la devolucin de nuestro dinero, los tatuajes temporales, las pruebas de

    conduccin, la posibilidad de utilizar gratuitamente un programa para probarlo. Si no

    estamos satisfechos con nuestro producto, nuestra escritura, nuestro cnyuge, podemos

    devolverlo / borrarla / divorciarnos. Al igual que muchos de nosotros, el ensayo es

    definitivamente evasivo.

  • Ciertamente no quiero afirmar que nadie se comprometa en estos das; solo se necesitan

    unos pocos momentos de exposicin al discurso poltico norteamericano contemporneo

    para darse cuenta de la magnitud del compromiso que algunos tienen con este u otro

    partido, con esta u otra plataforma. Sin embargo, para muchos, la certeza con la que los

    dogmticos hacen sus pronunciamientos se siente cada vez ms como un fatigoso vestigio

    del pasado. Podemos aferrarnos rgidamente a la disolucin de las categoras, o podemos

    dejarnos baar por la ambivalencia y permitir que su marea nos lleve hacia nuevas

    configuraciones vitales que eran inconcebibles hace solo veinte aos. El ensayismo, cuando

    se concibe como una aproximacin constructiva hacia la existencia, es una manta de

    posibilidades que recubre conscientemente el mundo.

    *

    El ensayismo se basa al menos en tres cosas: la estabilidad personal, la estabilidad

    tecnocrtica y la inestabilidad social.

    Montaigne ciertamente gozaba de la primera. Creci en una familia privilegiada, habl latn

    antes que francs y tena los medios educativos, econmicos y sociales para llevar una vida

    de compromiso cvico, dedicada a la escritura. Mientras que la mayora de nosotros no

    hablbamos con fluidez el latn cuando pequeos (y nunca lo haremos) y no nos hallamos

    en una posicin que favorezca el que nos convirtamos en servidores pblicos de alto rango,

    s tenemos una tasa de alfabetismo relativamente alta y contamos con un acceso sin

    precedentes a las tecnologas de la comunicacin y las reservas del conocimiento. Adems,

    a manera de contrarrelato a nuestra supuesta saturacin de actividades, existe abundante

    evidencia de que tenemos mucho tiempo libre en nuestras manos. A pesar de nuestra

    bsqueda de cualquier forma de distraccin, esas horas ociosas nos brindan tiempo para

    contemplar las dificultades de la vida contempornea. Si les damos los medios, las ideas

    simplemente surgen.

    En cuanto a la tecnocracia, el desarrollo de la cultura de la imprenta en el Renacimiento

    signific que los grandes textos de la Antigedad y escritos filosficos, literarios y

    cientficos ms recientes podan llegar a una audiencia ms amplia, aunque compuesta

    principalmente por gentes privilegiadas. Los expertos en ciencia y tecnologa de aquella

    poca se apropiaron de parte del poder que hasta el momento haba sido monopolizado por

    la Iglesia y la Corona. Hoy da podramos hacer la misma analoga: Silicon Valley y las

    compaas de tecnologa siguen forzando a la Iglesia y el Estado a compartir gran parte de

    su poder cultural. El ensayo prospera bajo esas condiciones.

    En cuando a la inestabilidad social, la vida afuera del castillo de Montaigne no era color de

    rosa: las guerras religiosas entre catlicos y protestantes arrasaron a Francia a partir de la

    dcada de 1560. Agitacin e incertidumbre, dogmatismo y sangre: esas circunstancias

    hacen que uno tienda a reflexionar sobre el significado de la vida, pero a veces es muy

    difcil abordar esa pregunta directamente. En lugar de eso, uno se hace la pregunta

    indirectamente reflexionando sobre aquellas pequeeces que constituyen la experiencia

    humana. Hoy da, asuntos sin resolver en temas como las clases sociales, la raza, el gnero,

    la orientacin sexual, la afiliacin poltica y otras categoras han creado una dinmica social

    voltil y, adems con nuestra inestabilidad econmica actual, no es ninguna sorpresa que el

  • hecho de lanzarnos ciegamente a la defensa de cualquier idea o empresa en particular nos

    parezca a muchos una propuesta arriesgada. Por ltimo, las terribles guerras en torno a la

    religin y la ideologa siguen arrasando al mundo aun hoy. A comienzos del siglo XX,

    cuando el escritor francs Andr Malraux predijo que el siglo XXI sera un siglo de

    renovado misticismo, Malraux quizs no se imagin que la bsqueda de Dios terminara

    tomando una forma poltica tan voltil.

    El ensayismo, como modo de expresin y forma de vida, es capaz de albergar nuestras

    inseguridades, nuestro egocentrismo, nuestros placeres sencillos, nuestras enervantes

    preguntas y la necesidad de comparar y compartir nuestras experiencias con otros humanos.

    Dira que el componente ms dbil en el ensayismo no textual actual es su deficiencia

    meditativa. Sin el aspecto meditativo, el ensayismo deriva hacia el egosmo vaco y hacia

    una falta de voluntad o incapacidad de comprometerse, un tmido aplazamiento del

    momento particular. Nuestra rapidez con frecuencia irreflexiva significa que pasamos poco

    tiempo interrogando cosas que hemos mencionado de pasada. Sencillamente tenemos

    experiencias que despus abandonamos. El verdadero ensayista prefiere un enfoque ms

    acumulativo; nunca abandona realmente nada, solo lo hace a un lado temporalmente, hasta

    que su mente vagabunda vuelve a convocarlo para mirarlo de una forma y de otra, bajo una

    luz distinta, para ver qu sentido tiene. El verdadero ensayista ofrece un modelo de

    humanismo que no busca ganancias ni progresos y no propone una solucin para la vida

    sino que ms bien le plantea una lista interminable de preguntas.

    Necesitamos una respuesta convincente al renovado dogmatismo del escenario poltico y

    social contemporneo, y nuestra atraccin instintiva hacia el ensayo puede estarnos

    encaminando hacia este gnero y su espritu como una solucin provisional. La tendencia

    ensaystica de hoy una serie de intentos a menudo superficiales y relativamente carentes de pensamientono est a la altura de este potencial en su manifestacin actual, pero una versin ms reflexiva y moderada, la Montaigne, nos empujara hacia un tranquilo

    reconocimiento de la vida sin el reflejo automtico de tener siempre la razn. La

    ensayificacin de todo significa convertir la vida misma en una tentativa ampliada.

    El ensayo, como este, es una forma de poner a prueba lo que hasta ahora no se ha puesto a

    prueba. Su espritu se opone al pensamiento intransigente y jerrquico y estimula tanto al

    escritor como al lector a posponer su veredicto sobre la vida. Es una invitacin a mantener

    la elasticidad de la mente y a sentirnos cmodos con la ambivalencia inherente al mundo.

    Y, lo ms importante, es un imaginativo intento de pensar en lo que no es pero podra ser.

    2013 The New York Times Company