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LA ECONOMÍA MUNDIAL EN EL

SIGLO XXI

TERCERA EDICIÓN ACTUALIZADA

GUSTAVO ARCE

La economía mundial en el siglo XXI

Tercera edición actualizada

Gustavo arce

FUNDACIÓN DE CULTURA UNIVERSITARIA

GUSTAVO ARCE Licienciatura, Maestría y Doctorado en Economía. Universidad de París 8. Profesor Titular de Economía. Facultad de Derecho, UdelaR. Coordinador Sala

Docente de Economía (2015-2017). Coordinador Licenciatura en Relaciones In-ternacionales (2005-2014).

[email protected]

3ª edición, 2018

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Introducción

En el último tercio del siglo XX los núcleos más poderosos del capitalismo, del Norte “rico” y desarrollado como del Sur “pobre” y subdesarrollado, se lanzaron a superar los límites –económicos, so-ciales, técnicos y políticos– de la matriz taylorfordista mediante la transformación de las condiciones en las cuales se producen las mer-cancías o los bienes económicos.

El proceso de mutación fue y es posible debido a la posibilidad que poseían y poseen algunas grandes Empresas y Estados de aso-ciar la producción de los bienes con la producción del Conocimiento. El desarrollo desigual y conflictivo de una economía capitalista de la información comenzó alrededor de los años 80 y prosigue actualmen-te, provocando modificaciones considerables en la división social y técnica del trabajo, en la organización de la oferta y de la demanda, en las formas y modalidades de la competencia, y en la relación del Estado con el mercado y la sociedad civil.

Por estas razones, entre otras, el capitalismo y la Humanidad están en una fase de sus evoluciones históricas notoriamente dife-rentes a las conocidas desde 1600. En la primera parte de este libro se presentan y se analizan el objeto de estudio de la Economía Mun-dial, sus actores, sus flujos y las tres primeras fases de su evolución histórica.

En la segunda parte se examinan las mutaciones que conocen la Economía Mundial y las Relaciones Internacionales en los últimos cincuenta años.

En ella el objetivo específico es el de presentar y analizar la nue-va matriz productiva mundial que instaura el capitalismo de la in-formación, los cambios y evoluciones del trabajo humano como fun-damento de la Riqueza y de dominio sobre las leyes de la Naturaleza y de las relaciones sociales que emanan de ello, la recomposición en la organización de las Empresas, ahora transformadas en una plataforma, que asegura y permite la conectividad universal de las

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informaciones de la cosas y de las personas, resumidas en el internet de las cosas, realidades y símbolos del actual proceso de reconfigura-ción de los centros de poder en la economía mundial.

Sin desconocer la importancia de la moneda para el funciona-miento y financiamiento de la economía en el espacio económico del mundo, no nos detuvimos en el análisis de los posibles impactos que las relaciones monetarias y financieras internacionales conocen, también como consecuencia de la mutación hacia el capitalismo de la información. La relativa pérdida de poder productivo y comercial de la economía de EE.UU. en los últimos 50 años no tiene aún un correlato en el ámbito de su moneda y del mundo: el dólar estadu-nidense es todavía la primera moneda mundial y aquellos capitalis-mos que emergen en la jerarquía mundial no detentan, por ahora, los atributos para que alguna de sus monedas lo reemplace como moneda nacional y mundial.

Este texto está destinado fundamentalmente a los estudiantes que cursan la asignatura Economía Mundial y Relaciones Interna-cionales, de la Licenciatura en Relaciones Internacionales (Plan 2013) de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (UdelaR), sin embargo, puede ser leído por todos aquellos que por diferentes razones estén preocupados por discernir y aprehender la estructura y organización de la economía mundial en el siglo XXI.

Algunos de los temas que son tratados en este trabajo fueron también presentados y discutidos en los seminarios de posgrado en la Escuela de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UdelaR (2011) en Brasil, en el Programa de Posgraduação da Universidade de São Paulo (2012 y 2015), en el Centro Universitário de Brasilia (UNICEUB, 2014 y 2017) y en la Maestría Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en Bolivia (2016).

Quiero expresar mi reconocimiento, por una parte a todos aque-llos que discutieron los temas tratados en este texto, y a quienes le-yeron y corrigieron este trabajo, asumiendo in totum las deficiencias que aún persisten en él y, por otra parte, a la Fundación de Cultura Universitaria por haber aceptado su publicación.

Montevideo, diciembre 2017.

Parte I

Los actores, los flujos y las fases de la economía mundial

El objeto de estudio de la Economía Mundial consiste en apre-hender y explicar las relaciones entre la economía de los pueblos de las Naciones –economía nacional o interna–, la economía entre las Naciones y los Estados –economía internacional–, y la economía en y del Mundo.

El análisis de la Economía Mundial implica y exige que se reali-ce mediante el abordaje de los principales actores y de los flujos. Los actores son: los Estados; los actores no estatales que intervienen en actividades reputadas lícitas (las empresas multinacionales globa-les –EMG–), los actores que representan a la sociedad civil mundial (las Organizaciones No Gubernamentales –ONG–) y otras organiza-ciones privadas que representan al mundo asociativo y, finalmente, los actores privados, que desarrollan una amplia y poderosa gama de actividades económicas ilícitas que conforman la llamada econo-mía y sociedad delictivas.

Los flujos son la producción y el comercio mundiales, la pobla-ción y su desplazamiento a través de las diversas fronteras, la in-versión directa extranjera, los flujos monetarios y financieros. De la acción combinada de los actores y de los flujos, surgen y se estructu-ran las relaciones internacionales que transcurren en un espacio je-rarquizado, diversificado, que atraviesa a los pueblos, a las Naciones y a los Estados, y que es la Economía Mundial.

Podemos definir, junto a Michel Beaud, a la Economía Mun-dial como el conjunto de actividades económicas (materiales e in-materiales, lícitas e ilícitas1, productivas, comerciales, financieras,

1 Sobre el vasto, múltiple y generalizado universo de la economía delictiva: Index

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tecnológicas) que se desarrollan a escala planetaria, tanto a escala local, como regional, nacional e internacional y que son unificadas y gobernadas por la lógica de producción y reproducción capitalista.

En los últimos 50 años, la economía mundial y las relaciones internacionales –económicas, jurídicas y políticas– no sólo se han vuelto más densas y complejas de lo que fueron en el período de-nominado del orden europeo (1780-1870) y del llamado período an-glo-ruso/soviético-estadounidense (1870-1917/1918-1989) sino que se encuentra en plena mutación.

En efecto, en las tres últimas décadas poderosos oligopolios, fun-damentalmente estadounidenses, europeos y japoneses (ver 2ª Par-te) han aumentado exponencialmente su capacidad de apropiación, uso y comercialización de la Información que contiene la materia2.

Desde entonces, el desarrollo desigual y conflictivo de una eco-nomía capitalista de la información, que transforma todo conoci-miento en un bien económico, o, mercancía, no sólo está explicando el histórico cambio en el fundamento de la riqueza de las sociedades humanas, sino también en las nuevas relaciones entre las perso-nas y de éstas con los objetos y las cosas, así como, en la progresiva sustitución del mercado por la red y el Ciberespacio3 dónde circula la información y se efectúan las transacciones económicas y, últi-mamente, con el desarrollo disruptivo de la Empresa-Plataforma4, fenómenos que simbolizan que el Capitalismo y la Humanidad están en una fase de sus evoluciones históricas notoriamente diferentes a las conocidas desde el año 1600.

Mondial de la Corruption 2017. Trasparance.org. Confronting Corruption, Ed Oxford. Prefacio de Jimmy Carter. Ed:Oxford. 2017. Corruption: Revue Interna-tionale et Sstratégique. Nº 101. Ed: IRIS. Paris. 2017. Véase emisión Geopolitis del 3/12/17 www.rts.ch

2 Entendemos por Economía de la Información o Capitalismo de la Información a la información que contiene la materia, es decir, todo lo que posee masa (reu-nión de moléculas y atómos), ocupa un lugar en el espacio (un área en la cual se suceden los diferentes estados por los que pasa la materia) y que es cuantificable en un bit.

3 Rifkin, Jeremy: La révolution de la nouvelle économie. Ed. La Découverte. Pa-ris. Francia, 2000.

4 Puede verse en el portal de la Facultad de Derecho UdelaR “La economía digital y los mercados doble o multicara”, video del 29/08/17, http://wold.fder.edu.uy/economia-digital/

La Economía Mundial en el Siglo XXI 9

Para apreciar mejor los cambios de la Economía Mundial del úl-timo medio siglo, es pertinente recordar y precisar algunos concep-tos centrales, como lo son los de reproducción social, el de economía y el de capitalismo.

Reproducción social, economía, capitalismo

No se trata en este trabajo de bosquejar una pretendida Teoría del Hombre ni de la evolución de las Sociedades Humanas. Pero, la superviviencia social de cualquier grupo humano sobre nuestro planeta implica que él se organice de forma tal, que él mismo pueda perdurar, es decir, reproducirse, sea, tanto biológicamente como eco-nómicamente, culturalmente y políticamente.

En el proceso y en los mecanismos de la reproducción social, el componente económico estuvo, está y estará presente, en cualquier forma o modo de producción que una sociedad humana se dote de cómo organizar sus recursos para producir y reproducir las lógicas que permiten crear y distribuir la Riqueza o los bienes destinados, justamente, a satisfacer las necesidades del grupo y asegurar su re-producción. Por ello, es necesario disociar los conceptos de economía y de capitalismo: la economía es una actividad inherente a cualquier grupo humano con pretensiones de sobrevivir y perdurar en el tiem-po; el capitalismo es una de las lógicas posibles de organizar y repro-ducir la actividad económica.

En efecto, la dimensión económica de la reproducción social reconoce históricamente, al menos desde el neolítico, cinco lógicas de producir y reproducir la Riqueza: la doméstica, la tributaria, la mercantil simple, la estatal y la capitalista. En todas ellas hay co-mercio y producción, pero, solamente en las dos últimas se reúnen las condiciones para que el comercio se desarrolle plenamente, y que también, entonces, se conformen las relaciones económicas interna-cionales y la economía internacional.

• En la lógica de producción doméstica, el trabajo de los miem-bros de la comunidad, la tribu o el clan, por ejemplo, alcanza para sostener el consumo de sus miembros, asegurándose la reproduc-ción. Los recursos son de propiedad de la comunidad; la división del trabajo social técnico es casi nula y la innovación tecnológica casi irrelevante. El ámbito geográfico de esta forma de producción no ex-cede el ámbito familiar.

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• En la tributaria, una parte del trabajo de un grupo de perso-nas (agricultores, artesanos), es apropiado bajo forma de tributo (en especie, en dinero, en trabajo) por otro grupo que detiene, además del económico, el poder político, el judicial y el religioso. En la lógica tributaria, la propiedad de los recursos es privada, la división del trabajo es importante y el desarrollo tecnológico es de poca significa-ción. El espacio geográfico de la producción tributaria no supera el de la sociedad dominial.

• En la mercantil simple, los productores independientes –propietarios de los recursos– producen bienes para ser vendidos en un mercado; el consumo y la reproducción social se satisfacen del intercambio; si se logra una diferencia entre los precios o valores de los insumos (consumo) y los precios o valores finales (el producto), el excedente permite una acumulación privada. Esta lógica comenzó a funcionar como consecuencia del desmembramiento de la produc-ción tributaria, a partir del siglo XII en Europa occidental, y conlle-vó la lenta formación de la propiedad privada agrícola y la del tra-bajo libre. C. Marx trabajó y analizó esta forma de producción en su capítulo inédito del Capital, bajo el concepto de subsunción formal y de plusvalía absoluta.

• La estatal en ella la comunidad nacional, a través de su Es-tado, decide controlar varias actividades a los efectos de: a) preser-var o aumentar, en el ámbito de la Nación, su autonomía con rela-ción a otros estados, b) organizar la producción de bienes bajo otros criterios que no sean los de rentabilidad y competitividad capitalista y alcanzar así un cierto nivel de desarrollo social para los miembros de la comunidad.

La producción económica estatal puede organizarse bajo distin-tas modalidades, por ejemplo: produciendo y ofertando mercancías individuales que compiten con productos similares provenientes de empresas capitalistas, produciendo y ofertando bienes colectivos fuera de la racionalidad del mercado capitalista, es decir, gratui-tamente, o mediante el pago parcial de un precio –tarifa, impues-to– (educación pública, salud pública, defensa nacional, seguridad ciudadana, sistema público de información).

En esta lógica, el Estado es el propietario de prácticamente to-dos los medios de producción, la división del trabajo puede ser in-tensa en algunos segmentos del aparato productivo –investigación


y desarrollo, defensa y seguridad nacional, innovación científica–. Una clase de funcionarios produce mucho más de lo que consume la sociedad; otra clase, que conoce y controla el funcionamiento de los mecanismos de los aparatos estatales, dirige y decide sobre las gran-des orientaciones en materia económica, política, justicia, defensa y seguridad ciudadana, la política exterior y las relaciones internacio-nales.

Esta lógica de organizar la sociedad y este modo de producir bienes han tenido, históricamente, una presencia geográfica que comprende territorialmente y culturalmente a la Nación. Las socie-dades del Antiguo Egipto, o, las precolombinas de América Latina, se edificaron al impulso de la lógica estatal; ésta funcionó también, en paralelo, con el surgimiento de la capitalista, en el caso de las ma-nufacturas reales impulsadas por Richelieu y Colbert en la Francia mercantilista, manufacturera y colonial; y hoy, convive, tanto en los capitalismos más avanzados como en los de menor desarrollo, cuan-do el Estado interviene para asegurar la creación o la expansión de las grandes vías de comunicación y de transporte (grandes carrete-ras, nuevas vías férreas para los trenes de alta velocidad, nuevos aeropuertos, la investigación en la nueva economía, etc.).

La lógica estatal cuando coexistió con la capitalista, lo hizo en una posición de subsidiaridad y de complementariedad –produccio-nes y economías mixtas–; y, cuando logró desplazar y someter a la capitalista, demostró que puede alcanzar un importante grado de desarrollo económico, político, tecnológico, miliar, transformándose en un verdadero challenger para la capitalista: la sociedad y la eco-nomía de la URSS (1917-1991) es un claro ejemplo de ello, así como las actuales transformaciones que acaecen en China.

• La Lógica capitalista, la que, notablemente describió y defi-nió Turgot, desarrolló A. Smith, y, retomó C. Marx. En ella la pro-piedad de los recursos es fundamentalmente privada, la fuerza de trabajo se vende libremente en el mercado, existe una fuerte e in-tensa división y extensión social y técnica del trabajo y la innovación científica y tecnológica es casi permanente.

Un fabricante o una clase de empresarios pone en valor las ri-quezas del trabajo humano, tanto las del asalariado (trabajo vivo) como aquél incorporado en los instrumentos de trabajo (trabajo muerto). Como el trabajo vivo produce más de lo que necesita para

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reproducirse biológicamente, se forma un excedente, un plus valor, la plusvalía, cuyo destino es la acumulación ampliada, es decir, la reproducción del capital.

La lógica capitalista, forma específica de organizar las activi-dades económicas, se diferencia de sus pares por tres razones: ab origine, de las cinco lógicas es la que operó sobre lo local, lo regional, lo nacional y, fundamentalmente, sobre lo internacional; en segundo término, destruyó o destruye en algunos casos, reconstruye en otros, las otras formas de producción; finalmente, es la única con capaci-dad de auto reproducción, y, actualmente, con el ingreso a la era de la información, a la economía del saber y a la sociedad del conoci-miento, sus posibilidades de reproducción se amplifican aun más, pues, puede realizarse cada vez más, con mayor prescindencia de la reproducción de la propia Tierra (ver supra 2ª Parte).

Estas cinco lógicas de organizar los recursos, que una comu-nidad humana dispone para producir/reproducir bienes económicos o mercancías, han coexistido históricamente en lo que llamamos, después de Marx los debates que le sucedieron caros a la economía política, a la antropología y a la sociología económica: una formación económica y social (ökonomie gesollsclafts formation), es decir, una sociedad en la cual conviven varias formas de producir la Riqueza, bajo la tutela y el dominio de una de ellas.

La producción doméstica se restringe al grupo familiar o al clan; la tributaria no sobrepasa el territorio dominial donde es inexpug-nable; la mercantil simple funcionó y funciona, tanto en regiones alejadas como cercanas, pero el volumen de producción que puede realizar es limitado, entonces, solamente la estatal y la capitalista necesitan, para su funcionamiento, espacios cada vez más amplios: sobre todo la capitalista, que nació, se desarrolló y se reproduce en el cuadro territorial de la Nación y del Estado y en el Mundo.

Entonces, las relaciones económicas internacionales y la econo-mía internacional se forjaron a la par del desarrollo del capitalismo y del estatismo, únicas lógicas de producción con necesidad y vo-cación a funcionar en grandes territorios, el de la Nación y el del Mundo. Por ello, las relaciones económicas internacionales y la eco-nomía internacional transcurren y conforman un complejo sistema de relaciones, estatales como privadas, animadas por una desigual e intensa competencia, en la cual, una o varias formaciones sociales


dominantes orienta(n) y da(n) razón de ser a los flujos socio econó-micos internacionales en su favor, generando así, un espacio jerar-quizado, diversificado y polarizado que atraviesa a los pueblos, a las naciones y a los Estados: el de la Economía Mundial.

En consecuencia la Economía Mundial podría definirse como el conjunto de actividades económicas, materiales e inmateriales, lí-citas e ilícitas, productivas, comerciales, financieras, tecnológicas, que se desarrollan a escala planetaria, que se realizan tanto a es-cala local, regional, nacional e internacional y que son unificadas y gobernadas por la lógica de producción y reproducción capitalista. Desde los siglos XV y XVI, las formaciones capitalistas dominantes, por medio de sus relaciones internacionales, de la acción de sus em-presas y Estados, han construido espacios multinacionales donde transcurren los densos flujos de la economía del Mundo.5

La Economía Mundial: breve análisis de la formación de un concepto

Estas definiciones de la Economía Mundial son el fruto de una convergencia de escuelas o doctrinas económicas, sociológicas y jurí-dicas diferentes, así como de autores provenientes de los más diver-sos horizontes filosóficos, políticos e ideológicos.

El primer autor en tener una visión de la existencia de una rea-lidad, con dimensiones distintas a la que se forma y funciona en los territorios de una nación y de un Estado, fue Carlos Marx.

Discutiendo las tesis de Feuerbach sobre la materialidad o no de la historia, en la Ideología Alemana6 de 1845, luego de analizar el concepto de sociedad civil y las diferentes formas que asume la pro-piedad de los recursos en una sociedad humana7, Marx observa que “(…) las relaciones entre las naciones (es decir las RRII, subraya-

5 Véase Beaud Michel: Une nouvelle du capitalisme mondial. Édition La Décou-verte, Paris, 1987; L´économie mondiale dans les années 80. La Découverte, Pa-ris, 1989; Face au pire des mondes. Éditions du Seuil, Paris, 2011; e Histoire du capitalisme - 1500-2010. 6me édition, Éditions du Seuil, Paris, 2010.

6 Ed. Editions Sociales. París. Trance, 1981.

7 En ese texto Marx estudia tres formas de propiedad: a) la propiedad de la tribu, la comuna/estatal y la Feudal. En El Manifiesto del Partido Comunista agrega la propiedad capitalista y la socialista. Véase infra: Las lógicas de reproducción social.

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do G. Arce) dependen del grado de desarrollo en que se encuentran cada una de ellas en lo que concierne a sus fuerzas productivas, a la intensidad de la división del trabajo y a sus relaciones interiores (…)”8. Dicho en otros términos: la economía “interna” o “nacional” en un territorio o en un Estado, no es más que una parte de una unidad que funciona a escala planetaria, la cual es la suma de las partes pero con una racionalidad propia y diferente a la de sus elementos constitutivos.

Como ejemplo de ello, Marx relaciona el hecho de que el aisla-miento primitivo de varias naciones es destruido por la expansión universal del modo de producción capitalista, por la circulación y la división del trajo entre las naciones9, de manera que “(…) la inven-ción de una máquina en Inglaterra y su introducción en la India o en China, privarán de pan a millones de trabajadores y cambiarán completamente la forma de vivir de esos Imperios (…), de la misma manera que el azúcar o el café han demostrado su importancia para la historia universal en el siglo XIX, por el hecho que la carencia de esos productos, como resultado del bloqueo continental dispuesto por Napoleón, provocaron la sublevación de los Alemanes contra Na-poleón y coadyuvaron a las gloriosas guerras de liberación de 1813 (…). Se desprende de estos acontecimientos que la transformación de la historia en historia universal no es, digamos, un simple hecho abstracto de la “conciencia en sí” del Espíritu del mundo (…). En verdad, en la historia pasada es un hecho perfectamente empírico que con la extensión de la actividad al plano universal, los indivi-duos han estado de más en más, dominados por una potencia que les es extraña y ajena (…) una potencia que es cada vez dominante y que se revela ser, en última instancia el mercado mundial (…)”10.

Esta visión de Marx tiene, en algunos de sus continuadores y discípulos, nuevos desarrollos que van a precisar la idea de pensar a la economía mundial como un sistema, como una estructura je-rarquizada y dinámica atravesando territorios, pueblos, naciones y Estados.

En el último tercio del siglo XIX, se anidan y se procesan cam-bios importantes, tanto en el ámbito de la producción capitalista

8 La ideología Alemana. Op. cit., pág. 44.

9 Ídem. Pág. 72.

10 Ibídem. Págs. 72-73.


como en la configuración misma de la economía mundial y del Sis-tema internacional que explicarán los tumultuosos acontecimientos que acaecerán a lo largo de todo el siglo XX, el “siglo de los extremos” al decir del historiador Eric Hobsbawm11.

En el torbellino de la gran depresión (1873) y del inicio de los impactos de la Segunda Revolución Industrial, el pensamiento so-cialista (marxista y no marxista) se ve obligado a repensar el fun-cionamiento del capitalismo, sea a nivel de la nación como entre las naciones. El primer esfuerzo teórico lo realiza Rodolfo Hilferding. En 1910 publica El Capital Financiero12; es un denso estudio de 498 páginas sobre el desarrollo reciente del capitalismo, como reza el subtítulo del libro. Luego de analizar minuciosamente el papel del dinero en el proceso de producción, Hilferding, continuando la lec-tura que Marx había registrado sobre las leyes de la acumulación capitalista, pone de manifiesto el notable proceso de concentración y centralización del capital en los trust y en los cárteles, el fin de la libre competencia y el inicio de una fase económica gobernada por los monopolios13, la competencia imperfecta, y, un nuevo y poderoso proceso de internacionalización del capital, por medio de la inver-sión directa y el endeudamiento internacional.

Contemporánea, y militante socialista como Hilferding, Rosa Luxemburgo publica en 1913 La Acumulación del Capital14. Traba-jando sobre los sistemas de reproducción de Marx, Luxemburgo sos-tiene que la crisis del capitalismo de ese fin de siglo y su expansión internacional (el imperialismo) se explican porque en una economía cerrada, es decir, sin comercio exterior, y compuesta exclusivamente de capitalistas y trabajadores, es imposible que toda la plusvalía generada en ella pueda realizarse in totum. En consecuencia, es ne-

11 Age of Extremes. The Short Twentieht Century 1914-1991. En español, octubre de 1995, Ed. Grijalbo, Barcelona. España.

12 Das Finanz Kapital. Traducción en lengua francesa. Ed. Les Éditions de Minuit, Paris, 1970.

13 (…) toda la producción capitalista es regulada por un organismo que fija las dimensiones de la producción en todas sus esferas. La fijación de los precios es puramente teórica y no es más que la distribución del producto global entre las manos de los magnates de un cartel, por un lado, y la masa de los otros miem-bros de la sociedad, por otro. (…)”. El Capital Financiero. Op. cit., Capítulo XIV. Pág. 316.

14 Ed. François Maspero. París, 1967.

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cesario que el capitalismo busque una “tercera” demanda, es decir, nuevos mercados “exteriores”; demanda que sea externa a la propia esfera capitalista, pero a su vez dentro de la economía nacional o, que sea fuera de dicha economía, mediante un proceso de internacio-nalización de la producción y de los intercambios.

Para el primer caso, Luxemburgo analiza el aumento del gasto público en el sector militar y, por ende, el crecimiento del militaris-mo. En los capitalismos de la Primera Industrialización (Inglaterra, Francia, Alemania), por causa de la gran depresión los gobiernos envueltos en la crisis primero acuden al proteccionismo y luego co-mienzan a aumentar los gastos en armamento y a prepararse para la guerra contra sus competidores en Europa y sus colonias, como se verificó en la primera Guerra Mundial (1914-1918).

El rol económico del militarismo15 es, según esta autora, el de absorber una parte de la plusvalía que no puede realizarse en el mercado “civil”, o, en un campo “exterior” a la producción destinada al consumo, tanto de los capitalistas como de los trabajadores, en-contrando así, para la oferta global, un mercado “nuevo” y “exterior” a la esfera capitalista, pero al interior de la economía nacional.

En el segundo caso, es decir, encontrar una demanda “externa”, tanto a la esfera capitalista como a la economía nacional, Rosa Lu-xemburgo considera que puede encontrarse en aquellas sociedades donde la reproducción social es posible por medio de lo que la autora llama, la “economía natural”, es decir, formas o modos de producción no capitalistas.

Mediante la inversión directa extranjera, y, el préstamos inter-nacional16, los grandes y poderosos monopolios de los “viejos capi-talismos” (Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica) se implantan en Egipto, Estados Unidos, América del Sur y en Asia, desintegrando allí las relaciones sociales y los modos de producción de la economía “natural”, lográndose entonces la construcción de los “nuevos capi-talismos” que ampliarán entonces el mercado capitalista nacional e internacional.

15 El tema es analizado en La Acumulación del Capital. Op. cit., 2ª parte, Capítulo 32, págs. 123-135.

16 La Acumulación del Capital, op. cit., 2ª parte. Capítulo 30. Págs. 91-114.


La internacionalización de la producción capitalista, y el im-perialismo económico y político que emerge por la IDE y el endeu-damiento internacional hacen que se establezcan relaciones eco-nómicas internacionales entre los “viejos países capitalistas” y los “nuevos” capitalismos. Entre ellos, el “(…) comercio internacional es en consecuencia, del punto de vista de la realización de la plusva-lía como desde el punto de vista de la adquisición de los elementos materiales del capital constante, una condición histórica vital del capitalismo, el comercio internacional se presenta en la situación concreta actual, como intercambio entre las formas de producción capitalistas y las formas de producción no capitalista (…)”17. Como veremos, las teorías del desarrollo-subdesarrollo, sean las ortodo-xas como las críticas, de manera implícita o explícita, comenzarán analizando y buscando explicar los mecanismos de la reproducción social18 en el capitalismo de reproducirse a nivel nacional e interna-cional.

En 1915, Nicolás Bujarín escribe La economía Mundial y el Im-perialismo19. Las ideas bosquejadas por Marx, Hilferding y Luxem-burgo se precisan, se ordenan y con mayor claridad se lee: “(…) el capitalismo mundial, el sistema productivo mundial, se conforma con grandes cuerpos económicos organizados y coherentes (algunas grandes potencias civilizadas) y una periferia de países atrasados viviendo en un régimen agrario o cuasi agrario (…)”, y, “(…) cada una de esas economías nacionales está integrada en el sistema de la economía mundial en el cuadro de una división internacional del trabajo desarrollada a escala mundial (…)”.

En Bujarín, entonces, las relaciones entre las economías de las naciones se asocian en una extensa división del trabajo que vincula a los pueblos y a los Estados y que se asienta en un sistema producti-vo mundial. En ese sistema mundial, en un polo están las economías sistematizadas en “grandes cuerpos organizados y coherentes” (los capitalismos dominantes); y en el otro polo está la mayoría de las formaciones sociales colonizadas, dominadas, penetradas por la IDE y el crédito internacional, integradas al Sistema Mundial en función

17 La Acumulación del Capital. Op. cit. 2a parte. Capítulo 25. Les contradictions du schéma de la reproduction élargie. Pág. 35.

18 Ver infra, en Reproducción social, economía, capitalismo.

19 Traducción del francés. Ed. Anthropos París. France 1969.

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de los intereses (económicos, políticos, militares, financieros y tecno-lógicos) de las “grandes potencias civilizadas”.

En este texto de Bujarín, también es importante tener presente lo que el autor destaca en la segunda parte de su libro, y que, de-nomina “la economía mundial y el proceso de nacionalización del capital”.

Las economías nacionales estructuradas alrededor de los “gran-des cuerpos organizados y coherentes” son dominantes, porque, a la par de internacionalizarse en el espacio mundial, refuerzan la economía en la Nación, consolidan la economía nacional mediante el accionar de los monopolios, los trust, los cárteles y holdings, lo que conlleva a la “(…) transformación de toda la economía nacional en una gigantesca empresa bajo la égida de los magnates de las finan-zas y del Estado (…)”20.

En 1947, François Perroux un economista y pensador francés formado en los cánones del equilibrio general fundado por León Wal-ras, presenta en Oxford su trabajo titulado: Esbozo de una Teoría Económica Dominante. En dicho trabajo, se pone de manifiesto que las relaciones mercantiles entre los individuos como entre las Na-ciones y los Estados se edifican sobre elementos asimétricos y de influencias no intencionales, fenómenos que explican y reproducen lo que F. Perroux llamó: las economías nacionales dominantes, las empresas dominantes, los polos de crecimiento y los efectos de de-mostración.

En 1954, este mismo autor publica L´Europe sans Rivages21, y en 1958, la Coexistence Pacifique22. En estos dos trabajos, las rela-ciones internacionales y la economía mundial crean un espacio di-ferente al que surge de adicionar las actividades económicas que se procesan al interior de las fronteras territoriales de los Estados23, es “(…) el espacio económico del mundo, una red de intercambios y de

20 El Imperialismo y la Economía… Op. cit. Página 67, nótese que los términos son similares a los de Hilferding.

21 Europa sin fronteras.

22 Existe versión en español: La Coexistencia Pacífica. Fondo Cultura Económica. México, 1960.

23 La idea también está presente en las reflexiones de J. Schumpeter en: Capita-lisme, Socialisme et Démocratie. Ed. Petite Bibliothéque Payot. Paris. France. 1967.


fuerzas irradiadas por los polos económicos de la vieja Europa (…). Es en ese espacio donde se anidan las relaciones internacionales y se forma la economía mundial, conformándose, así, una estructura jerarquizada, entre lo que Perroux analiza como economías domi-nantes, economías intermedias y economías dominadas.

Para este autor una economía llega a ser dominante cuando lo-gra poseer: a) un elemento de dimensión; b) un elemento de Poder de Negociación; c) un elemento relativo a la naturaleza de las activi-dades que desarrolla.

El elemento de dimensión hace referencia a la parte que una economía nacional representa en el producto, en el comercio, en la población, en la IDE mundial; el Poder de Negociación es la mayor o menor capacidad de dominación que una economía y sociedad ejer-cen sobre otras; y el elemento relativo a la naturaleza de las activi-dades que desarrollan, indica la capacidad que poseen una econo-mía y una sociedad de irradiar su influencia, no sólo económica sino también, y fundamentalmente, política y cultural, imponiendo sus valores sociales y modos de vida sobre las sociedades intermedias y las economías dominadas.

Con este enfoque, en los años 1950, Perroux define como econo-mías dominantes las de los Estados Unidos, la URSS y la Europa occidental. Para él, las zonas de influencias son, fundamentalmente: para los EE.UU., América Latina, Canadá, Israel, Arabia Saudita, Filipinas, Liberia; y, para la URSS, Europa del Este.

Discípulo del historiador francés, el norteamericano, economis-ta y sociólogo, Inmanuel Wallerstein, prolonga el análisis en térmi-nos de economía mundo y sistemas mundo, y sostiene que “(…) bajo el concepto de redes mercantiles designamos una forma de división social que, con el desarrollo del capitalismo histórico, se ha extendi-do cada vez más. Esta forma de jerarquizar el espacio, ha provocado una profunda polarización entre las zonas centrales y las periféricas de la economía-mundo, tanto a nivel de las riquezas como en la pro-pia dinámica de la acumulación del capital (…). Ser hegemónico sig-nifica poder imponerse política y económicamente tanto sobre países débiles como, y sobre todo sobre los fuertes. Es una situación histó-ricamente rara: Las Provincias Unidas en el siglo XV, Inglaterra

20 Gustavo Arce

en el siglo XIX, los Estados Unidos, a partir de la Segunda Guerra Mundial (…)”24.

Luego de haber hecho una investigación del concepto “economía mundial” en el pensamiento económico, trabajo que le permitió, a su vez, realizar una “nueva lectura del capitalismo mundial”25. Michel Beaud define a la economía mundial como “(…) el conjunto de las ac-tividades económicas planetarias, coordinadas y estructuradas por la dinámica del capitalismo a nivel nacional y mundial, la economía mundial, no es, en consecuencia una “totalidad”, en el sentido de que no tiene una coherencia de autorreproducción, ella se sitúa en la confluencia de dos lógicas de reproducción: la de la humanidad en sus múltiples grupos humanos y la del propio capitalismo (…)”26.

Para el autor, la economía mundial es un sistema nacional y mundial. Aunque la lógica capitalista está en el centro de su consti-tución y transformación, ella no operó inmediatamente a escala pla-netaria. El capitalismo nace en territorios que se circunscribieron a lo local y a lo regional. Es recién en el siglo XIX que, junto al Estado y a la nación, el capitalismo, para continuar reproduciéndose, nece-sitará operar a escala nacional e internacional.

En Beaud, el desarrollo capitalista y el reforzamiento del Esta-do-nación contribuyeron a la formación de las economías nacionales capitalistas dominantes; a causa de la lógica de reproducción am-pliada del capital, esas economías desbordaron sus territorios nacio-nales, y por medio de las relaciones económicas internacionales y de la acción de sus empresas, crearon sus propios espacios multinacio-nales, espacios que el autor denomina nacional-mundial.

Es por ello que Beaud precisa los conceptos de nacional, inter-nacional y multinacional. Lo nacional, se refiere principalmente al Estado-nación y a la formación social que se constituye en su en-torno; lo Internacional, se aplica a las relaciones entre dos Estados distintos; lo Multinacional comprende los espacios que las empresas,

24 El Moderno Sistema Mundial: La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el siglo XVI. Editorial Siglo XXI.

25 Beaud, Michel: Le Sistème National/Mondial hiéerarchisè. Une nouvelle lecture du capitalisme mondial. Ed. La Découverte. Paris, France, 1987, 128 páginas.

26 L’Économie mondial. Op. cit., pág. 28.


los bancos, los organismos internacionales, construyen sobre la base –y a través– de varios Estados-naciones.

En consecuencia, el concepto internacional puede comprender tanto a:

1. la relación que establece entre dos actores distintos y situados en dos Estados-Naciones.

2. la relación entre Estados-Naciones internos al espacio multina-cional de una empresa, de un banco, etc.

Ese espacio nacional-mundial está gobernado y ordenado por un principio de jerarquía. En su cima, las economías nacionales do-minantes; aquéllas que despliegan su poder en su territorio y fuera de él, impulsando una dinámica que modela el espacio donde ellas predominan –el multinacional–; en la base de la pirámide, las eco-nomías nacionales dominadas: que son penetradas y sometidas por las dominantes y que tienen dificultades crecientes en asegurar su propia reproducción social; entre los dos extremos, se sitúan las eco-nomías nacionales intermedias: que forman o pueden formar parte de las dos categorías, realidad en la cual existió y existe una gama muy variada de economías y sociedades.

En los últimos 50 años, la autorreproducción de la lógica capi-talista ha ingresado en la Economía de la Información y en la So-ciedad del Conocimiento, por ello la Economía Mundial está en un traumático proceso de su reconfiguración27 sin parangón en su secu-lar evolución histórica. Para apreciar dicha mutación, es pertinente recordar brevemente sus fases anteriores.

Las fases históricas de la evolución de la Economía Mundial

Considerando las formas de manifestación de la competencia intercapitalista, las fuentes de energía utilizadas, las innovaciones científicas y técnicas, las monedas que, circunstancialmente, impu-sieron su hegemonía en el ámbito financiero y monetario, podemos

27 Arce, Gustavo. “La Reconfiguración de los Centros del Poder Mundial. ¿Hacia la paz sinoestadounidense? América Latina: entre EE.UU., China”. En: Política, Cultura y Sociedades en América Latina. Estudios interdisciplinarios y com-parativos. V. 3. Lidia de Olivencia Xavier, Carlos Federico Domínguez Ávila. Organizadores. Editora CRV. Curitiba, 2016. Págs 261-285.

22 Gustavo Arce

presentar –grosso modo– las fases históricas de la Economía Mun-dial que precedieron a la actual fase.

Primera fase: formación del mercado mundial y del establecimiento de las bases económicas y políticas del “orden” europeo (1600-1750/70)

Mediante la conquista colonial,desde Holanda primero, Inglate-rra y Francia después, el capitalismo mercantil comienza lenta pero inexorablemente a emanciparse de las lógicas de producción no capi-talistas y, a la par de iniciar el largo y lento proceso de forjar las eco-nomías nacionales dominantes, conquista otros territorios, pueblos y recursos, así tejiendo las bases de la primera división mundial del tra-bajo en la medida en que Asia, África, las Américas y Europa quedan integradas por relaciones fundamentalmente comerciales (especias, oro, plata y otros metales, esclavos, valiosas obras de arte, etc.).

Esquema 1


En esta fase, la Riqueza se materializa no sólo en la apropiación directa y violenta de productos elaborados por lógicas de producción tributaria, sino, principalmente, por las ganancias que genera el co-mercio. La relación privilegiada de los Estados reales con las gran-des compañías de comercio (quienes poseen el monopolio del comer-cio exterior), hacen de ellos los principales actores de la emergente economía mundial. La economía política es la que fundan y teorizan los mercantilistas. Las regiones y las economías dominantes son Ho-landa, Francia e Inglaterra. España y Portugal serán, de más en más, economías intermedias, en declive relativo pero irreversible. Las relaciones económicas y políticas son las de dominación-explo-tación que los imperios ejercen sobre sus colonias.

Segunda fase: el orden Europeo (1750/70-1870)

Este segundo período es el que se caracteriza por ser el de la consolidación del mercado mundial y el del ingreso de la lógica ca-pitalista a la manufactura y, con la Primera Revolución Industrial (simbolizada en la máquina de vapor de Watts), a la Era Industrial. Es la fase de la “occidentalización” del mundo, del “orden europeo” y de la “pax británica”.

La región epicentro de la economía mundial es Europa occiden-tal; en su interior Inglaterra y Francia prosiguen el esfuerzo de sus clases –las burguesías financieras e industriales, los noveles prole-tarios y otros sectores explotados–, tanto por afianzar su “economía nacional” como por controlar y modelar la economía mundial.

En ella, la actividad comercial sigue liderando el crecimiento y el desarrollo del capitalismo: entre 1730 y 1830 el valor del comercio mundial se multiplicó por tres, pero lo hizo por veinte entre 1830 y 1913. El comercio, que representaba el 3% del Producto Mundial a fines de 1700, pasa al 33% en 191328. En 1850, Europa Occidental es la región hegemónica –productiva, comercial, militar, tecnológica y financiera– de la economía mundial: controla el 70% de los inter-cambios comerciales mundiales y lidera la producción mundial total como la industrial. Inglaterra, Francia y Alemania son las econo-

28 Mucchielli, Jean-Louis: Les Relations Économiques Internationales. Ed. Hache-tte, París, Francia, 2ª edición, 1994, p. 11.

24 Gustavo Arce

mías nacionales capitalistas que ordenan y estructuran las reglas de juego de la economía-mundo.

Cuadro 1

Cuadro 2

En esta fase, y hasta el presente, la energía fundamental será el petróleo. Los adelantos en la química y la física definirán el desarro-llo económico-político que hará de la industria y la industrialización el paradigma del Progreso y del Desarrollo durante todo ese siglo y gran parte del siglo XX.


En ella también se consolidan las relaciones monetarias inter-nacionales que transcurren en un jerarquizado sistema de Bancos Centrales. En él, la Moneda (bien económico, simultáneamente, pú-blico y privado) extiende a nivel internacional dos de sus tres fun-ciones: unidad de cuenta y medio de pago. Según las fases de la economía mundial, una moneda adviene universal y hegemónica asegurando desde la cúspide del sistema, la necesaria oferta de lí-quidez internacional y la imprescindible convertibilidad de todas las monedas en el mercado mundial.

Las relaciones monetarias internacionales han conocido históri-camente dos tipos de sistema monetario: con y sin patrón monetario. El sistema monetario internacional con patrón metálico organizó el intercambio internacional entre 1821 y 1971 y tuvo 3 versiones: el bimetalismo internacional (1821-1873), el patrón oro (1873-1931) y el sistema de Bretton Woods (1944-1971).

A su vez la Moneda se utiliza, por Actores privados, para com-petir en el mercado mundial y obtener el máximo beneficio del ren-dimiento del capital-dinero, en el mercado de cambios y de crédito, lo que constituye el Sistema Financiero Internacional29.

En el ámbito de las ideas, al racionalismo y al positivismo se sumará el liberalismo económico y político que desplazará progre-sivamente al mercantilismo, que consolidará, disciplinariamente, a la Economía Política con un objeto y un método de estudio propios, y que la emancipará, parcialmente, de la Ética, del Derecho y de la Religión. La visión clásica fundada por los fisiócratas se profundiza con los trabajos de A. Smith, D. Ricardo, T. Malthus y de J. B. Say.

En el “orden europeo”, dos principios de autoridad se enfrentan: el de los “príncipes” y de las dinastías basadas en el orden y el dere-cho natural y divino30, estos, seducidos por la filosofía de las Luces y el despotismo ilustrado, tratan de congeniar el orden providencial

29 Sobre el tema: Philom, Dominique: La monnaie et ses mecanismes. 5 emme édition.Ed: La Découverte.Paris 2008. Aglietta, Michel: Le dollar et le systéme monetaire international Ed: La Découverte. Paris. 2013. Agileta, Michel: “La régulation du systéme monetaire international dans l histoire du capitalisme”, en: Beaujard, Philippe, Berger, Laurent, Norel, Phillipe: Histoire global, Mon-dialisation et Capitalisme. Ed. La Découverte. Paris.2008. Págs 262-296.

30 En Prusia, Federico II (1740-1786); María Teresa (1740-1780) y José II (1780-1790) en Austria; Catalina II (1762-1796) en Rusia.

26 Gustavo Arce

con la “modernidad económica”, y, de lograr la transformación de las sociedades donde el capitalismo es, todavía, de escaso desarrollo. Pero, con la Revolución de las Trece Colonias americanas (4 de julio de 1776), y, con la Revolución Francesa, en la que se proclaman los Derechos del Hombre y del Ciudadano (26 de agosto de 1789), se afirma el Principio de la Autodeterminación de los pueblos, es decir, el segundo principio de autoridad. Así los fundamentos liberales, republicanos y democráticos ganan terreno en Europa. Frente al avance del liberalismo, el “concierto europeo”31 del canciller austría-co, Metternich, y de la Santa Alianza32 (Austria, Prusia y Rusia) no podrán impedir, ni el desarrollo de las nuevas ideas, ni la presencia de nuevos actores en la escena internacional.

En América Latina, en la primera mitad del siglo XIX, las colo-nias españolas y portuguesas se sublevan y el proceso de indepen-dencia engendra nuevos Estados y economías que ingresan al siste-ma internacional. Simultáneamente en Europa, las aspiraciones de algunos pueblos (polacos, checos, eslavos, etc.) a vivir en “su nación” atisban los movimientos revolucionarios; en Alemania y en Italia, los procesos de unificación transformarán esos pueblos-naciones en Estados-naciones, y estos últimos junto a Inglaterra, a Francia, y a los imperios austrohúngaro, ruso y otomano, hacen que al finali-zar este período, el “orden europeo” se vea en plena transformación (política, económica, tecnológica) que desembocará en una nueva y traumática fase en la evolución y en la estructura de la economía mundial y del sistema internacional.

Tercera fase: el orden anglo-ruso-soviético-estadounidense (1870-1980/99)

En este tercer período transcurre una serie de acontecimientos conflictivos que modificará profundamente la estructura y el funcio-namiento de la economía mundial. Este siglo es el de la gran fractu-ra de las relaciones internacionales; en él se procesan convulsiones políticas, ideológicas, económicas y geopolíticas, entre las que con-viene –grosso modo– recordar:

31 Creado en el Congreso de Viena (1815).

32 Fundada el 26.9.1816.


A. Cambio en las regiones y en los Estados-naciones líderes y dominantes

En efecto, es desde Europa occidental, particularmente desde Inglaterra, y hacia América del Norte, especialmente a los Estados Unidos, que se trasladará el epicentro de la lógica capitalista que gobierna y reproduce la economía mundial.

El declive de la hegemonía inglesa se inicia claramente a partir de 1913. Gran Bretaña cede permanentemente posiciones en la pro-ducción industrial mundial, en el comercio mundial y en la inversión directa extranjera.

El relevo británico a favor de los Estados Unidos en la cúspide de las economías nacionales dominantes y la configuración de una nueva carta geopolítica mundial, ya a mediados de este período, fue-ron posibles a través de la “Guerra de los 30 años”33 que se desarrolló en dos momentos: 1914-1918 y 1939-1945.

Cuadro 3

33 La expresión de “Guerra de los 30 años” es de François Fourquet, en: Une His-toire de la Mondialisation. Ed. Université de Paris 8, Saint-Denis, París, 2000, p. 83.

28 Gustavo Arce

Cuadro 4

Cuadro 5

El aumento de las tensiones internacionales al interior del sis-tema europeo diseñado por Bismark (entre 1871-1890) y la bipolari-dad entre la Triple Alianza (Alemania, Imperio Austro-Húngaro, e Italia) y la Triple Entente (Inglaterra, Francia y Rusia) desencade-narán una crisis del equilibrio de poderes interestatales que desem-bocará justamente en la “Guerra de los 30 años”, la cual, a su vez, reconfigurará el espacio (y el poder) económico mundial, pues hacia


la década 1940-1950 se bosquejan y se consolidan dos grandes ten-dencias en la economía mundial: a) el desmembramiento de los Im-perios34; b) la constitución del estatismo como lógica de producción y de organización sociopolítica alternativa, y en competencia con la capitalista: primero en la URSS (1917), después en China (1949) y en Cuba (1960-61).

Los acuerdos entre los soviéticos, los estadunidenses y los ingle-ses35 instituyeron un orden mundial gobernado por la bipolaridad y la guerra fría entre la URSS y EE.UU. Así, lo que comenzó con y en la “Guerra de los 30 años” terminó en una gran fractura del sistema

34 Solo para recordar: el Gran Imperio Británico (Canadá, Australia, Nueva Zelan-da, Unión Sudafricana, India) conoce los primeros embates nacionalistas e inde-pendentistas desde 1920. En India, la larga lucha anticolonialista simbolizada en la figura de Gandhi desemboca en la Independencia de la India y la creación de Pakistán en 1947; pero ya el 11/12/1931 los británicos habían establecido el Commonwealth; el 20/08/1932, habían creado el sistema de Preferencia Impe-rial (Acuerdo de Otawa); cuestión de dotar de mayor autonomía a sus súbditos y evitar así la propagación de las ideas independentistas. El Imperio Otomano, que ya había perdido Belgrado, Albania, Dalmacia y Herzegovina (Tratado de Passarowitz, 1778) y cedido a Prusia su dominio sobre el Mar Negro (1774), reconoció en 1828 la independencia de Grecia, la de Rumania en 1856, la de Serbia y Bulgaria en 1878 por el Tratado de Berlín, el cual dispuso el estatuto de Turquía bajo garantía de los “grandes” (Alemania, Francia, Inglaterra). En 1808, el Imperio Otomano perdió Tripolitania en la Guerra contra Italia (1911-1912) y las guerras Balcánicas 1912-1913, lo privaron de la mayor parte de sus territorios. Por su parte el Imperio Francés se mantuvo unido durante la Gran Guerra, pero ya finalizada la Segunda Guerra Mundial, perdió la Guerra de Indochina (1946-1954) y después la de Argelia (1954-1961). La descolonización se puso en marcha.

35 Primero fue la firma de la “Carta del Atlántico” (Churchill-Roosevelt, del 9 al 12/08/1941), después el Pacto Británico-Soviético (26/05/1942), luego la Confe-rencia de Casablanca (enero de 1943) y, en Teherán (28/11 al 1º/12/1943) los tres grandes confirman el desembarco en Normandía y bosquejan las futuras Naciones Unidas, y, en Malta (del 4 al 11/02/1945) pactan construir un orden mundial inspirado en los ideales de la paz y gobernado por los principios del derecho internacional. Aceptan el principio del derecho de los pueblos a elegir la forma de gobierno que desean adoptar y confirman la creación de las Nacio-nes Unidas y, reparten y transforman los territorios, los pueblos, las Naciones que quedaron bajo la influencia de la URSS y de EE.UU. Último encuentro: la Conferencia de Potsdam (del 17/07 al 2/08/1945), allí se decide el desarme y la “desnazificación” de Alemania. El 5/03/1946, Sir Winston Churchill, frente a la presencia irreversible de la URSS en Checoslovaquia, declaró: “(…) Una cortina de hierro se instaló en Europa (…)”; fue el comienzo de la “Guerra Fría”, en: Histoire du XXe siécle. 1900-1945. Tome 1, Ed. Haitier, París, Francia, 1996, pp. 465-469.

30 Gustavo Arce

productivo mundial, de los flujos internacionales (económicos, finan-cieros, poblacionales) y del sistema internacional.

La segunda descolonización acaecida, fundamentalmente en África y en el Sudeste asiático, y la formación del “Tercer Mundo” (grupo de países y de Estados reunidos en la ciudad de Bandung en 1955, representando a más de la mitad de la población del mundo, que proclaman y aspiran a la autodeterminación de sus pueblos, al crecimiento económico y al desarrollo social) constituyen un colosal desafío frente a un orden internacional bipolar, pues los noveles Es-tados-Naciones deberán tomar sus grandes decisiones en materia de desarrollo económico y de relacionamiento internacional, siempre obligados a elegir entre capitalismo o estatismo, entre Democracia o Totalitarismo, entre el Mercado o la Planificación, entre Occidente u Oriente, entre el Oeste o el Este…

B. Crecimiento económico basado en la matriz industrial taylorfordista

En el terreno económico, es en esta fase donde se inicia y se ge-neraliza la Segunda Revolución Industrial: la electricidad, el motor a explosión, la química, la electrometalúrgica sientan las bases para una transformación de las formas de producción de la mercancía capitalista.

Los cambios se operan fundamentalmente por el lado de la oferta. La electricidad permitirá el desarrollo, progresivo e ininte-rrumpido, de los principios organizacionales del proceso de trabajo propuesto por Taylor y Fayol. Con la “organización científica” del trabajo, el capital invertido en la producción podrá generar nuevos y considerables aumentos en la productividad de los recursos uti-lizados. En consecuencia, desde ese fin de siglo, y en plena crisis y recesión, es que comienzan a engendrarse las estructuras del capita-lismo monopólico y de la competencia imperfecta, con producciones gobernadas por las economías de escala en serie y masificadas. El progresivo e incesante aumento de la oferta capitalista, sin la con-secuente redistribución de los ingresos sobre todo los salariales, y por ende, la reducida demanda efectiva explican los fundamentos económicos, tecnológicos y sociales de la gran crisis de sobreproduc-ción de 1930.


Cuadro 6

La organización de los procesos económicos, principalmente los industriales, sobre la base de la matriz “tayloriana” de división del trabajo se “internacionalizará” de manera desigual por todas las es-tructuras de la economía mundial, la cual conocerá desde entonces una segunda matriz productiva, esta última funcionará simultánea y paradójicamente entre 1920 y 1990, en espacios territoriales y sis-temas político-ideológicos rivales y en pugna, en el ámbito de las relaciones internacionales y del sistema internacional.

En efecto, en los Estados Unidos, desde 1900 en los frigoríficos de Chicago y luego en los años 20 y, sobre todo, con el new deal de la Administración del presidente Franklin D. Roosevelt, el capitalismo estadunidense recuperará vigor y crecimiento institucionalizando el método Taylor, que tuvo un enorme éxito en la industria del acero,

32 Gustavo Arce

fundamentalmente la automovilística, donde el empresario Henry Ford aplica dicho método e implanta la “semana de los cinco dóla-res”36. Así nacerá lo que se denomina el método “taylorfordista” o círculo virtuoso del crecimiento (del producto y del consumo) y dis-tribución (del ingreso), o más precisamente, un crecimiento econó-mico basado en la expansión simultánea y paralela de los sectores productores de los bienes de producción y aquellos que producen los bienes de consumo.

Una de las más importantes razones del desarrollo de la econo-mía del capitalismo estadunidense y de su ascenso en la jerarquía de la economía mundial fue, desde 1920, la implantación y extensión del modelo taylorfordista en prácticamente todos los sectores de su sistema productivo.

En Europa Occidental, Inglaterra, Francia, pero sobre todo, en la vencida Alemania (tras la guerra de 1914-18), es que el taylorismo en comunión con el totalitarismo hitleriano y nazista podrá sostener e impulsar el notable crecimiento y el armamentismo de la economía del Tercer Reich37.

En Rusia, en los albores de la Revolución bolchevique, en 1913, luego de asistir a un seminario en un instituto de ingenieros en la ciudad de San Petersburgo, Lenín denuncia en el diario Pravda al taylorismo como “(…) un sistema científico destinado a someter al obrero a las peores condiciones de trabajo (…)”38; pero ya en el poder, en 1918, frente a la contrarrevolución prozarista, al hostigamiento de los imperialismos occidentales y a las necesidades de implemen-tar la economía socialista, su juicio sobre el taylorismo cambia; y en su trabajo: “Las tareas inmediatas del poder”, Lenín sostiene que “(…) la tarea que incumbe a la república socialista soviética se pue-de resumir así: debemos introducir en Rusia, el sistema Taylor, a

36 Con ella se aplicaba un viejo principio teorizado ya desde Malthus, retomado por Keynes en esos años: las crisis de realización sólo pueden superarse si, al mismo tiempo en que se incrementa la oferta, se crea un poder de compra que permita un consumo relativamente proporcional al del producto realizado.

37 Léase Bettelheim, Charles: L’Économie allemande sous le nazisme. Tomos I y II, Petite collection nº 72 y nº 73, Ed. François Maspero, París, Francia, 1971.

38 Citado por Beaud, Michel: Le Socialisme à L’Épreuve de L’Histoire. 1800-1981. 1ª éd., Éditions du Seuil, París, 1982, pp. 106-107.


la americana, de la productividad del trabajo, acompañándolo de la reducción de la jornada de trabajo (…)”39.

Desde 1930, frente a los magros resultados de la Nueva Política Económica (NEP) y de la alianza entre el Partido Bolchevique con los pequeños propietarios agrícolas, la URSS de Stalin se lanza en la gran industrialización, base del notable crecimiento económico de la economía soviética en esta fase.

En América Latina, la crisis de los años 30 fue enfrentada por los gobiernos y las élites de entonces mediante la industrialización sustitutiva de importaciones. La creación de una oferta interna (in-dustrial y agrícola) fue posible gracias al proteccionismo arancela-rio, al intervencionismo estatal y al desarrollo del taylorismo en la producción de la incipiente industrialización.

Cuadro 7

39 Linhart, Robert: “Lénine, les paysans, et Taylor”. Éditions du Seuil, 1976; en Beaud, Michel: Le socialisme à L’Épreuve de L’Histoire. 1800-1981. Éditions du Seuil, 1982, París, pp. 107-108.

34 Gustavo Arce

Como consecuencia de la “gran fractura”, el sistema productivo mundial se dislocó y, los circuitos comerciales y financieros tejidos en las fases anteriores se desarticularon: entre 1913 y 1945, el pro-ducto mundial solo creció 1,8% y el comercio internacional 1% (con-tra 2,2% y 4,2% entre 1870 y 1913, respectivamente).

Desde 1945, bajo las condiciones y el equilibrio geopolítico pac-tados entre la URSS y EE.UU., se inicia un excepcional período de expansión económica que beneficia, fundamentalmente, a las econo-mías capitalistas, en menor medidas a las estatales y al emergente “Tercer Mundo”.

La prosperidad (el crecimiento de posguerra) fue la más fuerte que se haya registrado históricamente en el espacio económico del mundo: el producto mundial creció a una tasa de 5% y el comercio de casi 10% entre 1945 y 1975. El crecimiento se basó fundamen-talmente en el aumento de la productividad del trabajo vivo y, en menor medida, en la de los bienes del capital fijo a disposición de cada trabajador. En los EE.UU., Europa Occidental y Japón –ambos en plena reconstrucción–, en la URSS y sus aliados del Este europeo, y en la vasta gama de países del “Tercer Mundo”, el taylorfodismo o taylorismo “sanguinario”, o “taylorfordismo periférico”40, mostró su eficacia para organizar los recursos, animar la acumulación y soste-ner el crecimiento económico de posguerra.

En un contexto de crecimiento económico en los “tres mundos” nace la “Economía del Desarrollo”. En el ámbito de las ideas econó-micas, el pensamiento keynesiano se impone claramente sobre el neoclásico y se difunde triunfalmente en la Academia impregnando el discurso de las élites políticas y sociales de entonces.

En el orden bipolar, otra gran crisis y trastorno no parecen tener probabilidades de acontecer. Aquí en la Tierra, las superpotencias vigilan férreamente sus territorios y zonas de influencia. La URSS invade Hungría (1954), Checoslovaquia (1968), Afganistán (1980) para controlar y frenar los movimientos libertarios y antiestatales. Estados Unidos, desde fines de los años 60, se deslizan en la larga y costosa guerra de Vietnam que perderán definitivamente en 1974;

40 Sobre las diversas modalidades que asumió, y/o asume, la “mundialización del taylorismo y del fordismo”, se puede ver: Lipietz, Alain: Mirages et Miracles: Problèmes de l’industrialisation dans le Tiers Monde. Ed. La Découverte, París, 1985.


en Latinoamérica, a través de los misiles de Cuba, se enfrentan con la URSS41; sostienen el golpe militar: en Brasil (1964), Uruguay y Chile (1973), y en Argentina (1976); estos acontecimientos políticos no pudieron ser evitados a pesar del el esfuerzo que EE.UU. inten-taron en la región por medio de la “Alianza para el Progreso” que el presidente John F. Kennedy lanzó en la década de los 6042.

Mientras las superpotencias compiten y se enfrentan, apenas transcurridos unos años después de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial, mediante el Tratado de París del 18/04/1951: Bél-gica, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda y la República Federal de Alemania crean la Comunidad Europea del Carbón y del Acero; en 1957, con el Tratado de Roma, constituyen la Comunidad Econó-mica Europea (CEE), y en 1962, ponen en marcha la Política Agrí-cola Común.

41 A fines del período de gobierno del presidente Eisenhower, cubanos residentes en Estados Unidos, apoyados por el gobierno y la Agencia de Inteligencia (CIA), decidieron invadir y derrocar el novel gobierno revolucionario encabezado por Fidel Castro. La invasión en la Bahía de Cochinos (04/1961) fue un proceso militar y político, la tensión ruso-estadounidense volvió a exacerbarse, máxime cuando, en represalia de esa operación, Fidel Castro se declaró: “(…) marxis-ta-leninista hasta el fin de mis días (…)”. La guerra fría se localizó definitiva-mente en nuestro continente, cuando a fines del verano de 1962, los estaduni-denses tomaron conocimiento y conciencia de que en Cuba los rusos estaban ins-talando plataformas para operar y lanzar misiles de alcance intermedio. Luego de un bloqueo (la cuarentena) a Cuba, y de intensas negociaciones, la crisis se desactivó cuando los soviéticos aceptaron desmontar dichas instalaciones y Es-tados Unidos desecharon invadir Cuba. Tomado de: Documentos de la Historia. Ed. El País, Tomo II (1958-1998), Montevideo, Uruguay, p. 36.

42 El 13/03/1961, el presidente de EE.UU. anunció ante la Sociedad Interameri-cana de la Prensa una serie de propuestas de su gobierno hacia América La-tina, que llamó: “La Alianza para el Progreso”. Sus principales compromisos eran: a) canalizar durante una década 20.000 millones de dólares para ayudar al desarrollo de la región; b) apoyo a la industrialización y diversificación de sus explotaciones; c) modernización del sector agrícola y realización de refor-mas agrarias; d) expansión de la infraestructura física: energía, transporte y comunicaciones; e) promoción del desarrollo social: vivienda, salud y educación; f) la modernización de las universidades; g) creación de sistemas nacionales de desarrollo científico y tecnológico; h) establecimiento de Oficinas Nacionales de Planificación; i) apoyo a la integración regional; j) estudio caso por caso de medidas para estabilizar los precios de las exportaciones primarias en América Latina. Tomado de: Enrique Iglesias: Reflexiones sobre el Desarrollo Económico. Hacia un nuevo Consenso Latinoamericano. Ed. BID, New York, 1992, p. 8.

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Envueltos en una guerra económica, geopolítica e ideológica sin cuartel, en todos los confines del planeta, los “grandes” reafirman la bipolaridad y el orden pactado en las Conferencias de Casablanca, Teherán y Malta, lo que quedó demostrado cuando la URSS, para impedir el pasaje de los alemanes del Este al Oeste, edificó el muro de Berlín en 1962 (12-13 de agosto), cobrando total vigencia la frase que en 1946 pronunció Winston Churchill: “(…) una cortina de hie-rro se instaló en Europa (…)”43.

La guerra fría se intensificó. No solo se librará aquí en la Tie-rra, sino que también se desarrollará en el Espacio: el 1º/10/1957, la URSS pone en órbita el primer satélite artificial (el Sputnik) con un ser no humano (la perra Laika); el 12 de abril de 1960, el cosmo-nauta Yuri Gagarin es el primer ser humano en dar una vuelta a la Tierra en 180 minutos. Estados Unidos replica rápidamente: luego de fracasado el viaje suborbital de Alain Sheppard (12/05/1960), los estadunidenses organizan su estrategia tecnológica y espacial a tra-vés de las misiones Mercurio y Apolo; en 1962, John Glenn logra dar tres vueltas alrededor de la Tierra; y en 1969, Neil Armstrong y Edwin Aldrin pisan la luna. En 2012, el robot Curiosity logró des-cender en el planeta Marte para iniciar investigaciones acerca de la existencia de vida en él.

Hacia 1970 en las “grandes economías”44, luego de treinta años de crecimiento sostenido del producto, del empleo y de la inversión, se inicia la “estanflación” (estancamiento con inflación); el gobierno de los Estados Unidos dirigido por el entonces presidente Richard Nixon, envuelto en el escándalo del caso Watergate45, pacta con los

43 Ver nota 30 del presente texto.

44 Barou, Yves y Keizen, Bernard: Les Grandes Economies. États Unis, Japon, Allemagne Fédérale, France, Royaume Uni, Italie. Éditions du Seuil, Paris, 1984.

45 El 17/06/1972 en Washington, la policía descubrió que en la sede del Partido Demócrata se habían instalado micrófonos. Dos periodistas: Bob Woodward y Carl Bernstein, del diario Washington Post, iniciaron una larga, tenaz y eficaz investigación periodística que puso al descubierto una operación política dirigi-da desde la Presidencia destinada a violar las libertades fundamentales de los ciudadanos: redactadas las “listas de los enemigos” se intervenían sus teléfonos sin orden judicial, grupos clandestinos de seguridad violaban la libertad indivi-dual o la privacidad de la información, etc. Frente al aumento de las denuncias, la Casa Blanca organizó un grupo de asesores jurídicos y ordenó que algunos presuntos testigos confundieran y/o ocultaran información a la justicia. La crea-


rusos dos tratados de limitación de armas estratégicas y la creación de un programa espacial común (el Apolo-Soyuz). En 1972, el presi-dente Nixon viaja a China y se entrevista con el líder Mao Tse-Tung. En ese mismo año, frente al déficit de la balanza comercial america-na –que se ha iniciado en los años 60–, a la existencia de una suma considerable de dólares fuera de EE.UU. y al aumento del precio del petróleo, el gobierno de Richard Nixon decreta la inconvertibilidad del dólar y su devaluación.

El rompimiento de uno de los mecanismos clave del orden bipo-lar y de la estabilidad del crecimiento económico de posguerra (los Acuerdos de Bretton Woods) dio señales claras de que otra vez la crisis (económica, política, ideológica) se instalaba en la agenda de los Estados y de los organismos internacionales. Pero en EE.UU. y en las principales capitales del capitalismo desarrollado, las nuevas generaciones, que crecieron bajo la paz bipolar y en la prosperidad económica, manifestaron su descontento y su aspiración a “una nue-va y mejor vida”, pretensiones simbolizadas en las 34 jornadas del mayo francés (1968), y en los 3 días y 2 noches que, en una granja cercana a la localidad de Bethel al norte de Nueva York, la genera-ción hippy realizó lo que se llamó el Festival de Woodstock (1969).

Del otro lado de la “cortina de hierro”, luego de reprimir y con-trolar la “primavera de Praga”–que aspiraba a conciliar socialismo y libertad en Checoslovaquia– (1968), en 1974 el gobierno de la URSS expulsa a Alexander Solzhenitsyne, Premio Nobel de Literatura (1970) y uno de los pocos sobrevivientes de los trabajos forzados y de los campos de concentración (el Gulag), donde los críticos y oposito-res al régimen soviético purgaban su condena.

Como a fines del siglo XIX en el último tercio del siglo XX, el capitalismo y ahora también el estatismo muestran signos evidentes de bloqueo en su reproducción social. En los capitalismos occidenta-les se inicia un período de crisis caracterizado por la caída importan-te del nivel de actividad, el aumento del desempleo y, el desarrollo de la inflación y del endeudamiento –público y privado–. Así y desde

ción de una Comisión Investigadora senatorial y el nombramiento de un Fiscal Especial para ese caso culminarían en un juicio político y a la destitución del presidente; para evitarlo, el 8/08/1974, Richard Nixon se convirtió en el primer presidente en renuncia a su cargo. Le sucedió su vicepresidente Gerald Ford. Tomado de: Documento de la Historia. Ed. El País, Tomo II (1958-1998), op. cit.

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entonces, el capitalismo occidental comienza a ceder posiciones en el producto y el comercio mundiales.

Esquema 2

En la economía soviética también en la misma época, la crisis económica se manifestó a través de una caída de alrededor un 40% de la producción industrial, descensos notorios en la productividad del trabajo y en el rendimiento del capital invertido. La crisis eco-nómica desembocará en una crisis política y social, y en la autodi-solución de la URSS (1990-2000) a pesar de los intentos de reforma económica y política que fueron el glasnost y la perestroika.


Gráfica 1

A partir de 1970, se abre entonces un período de crisis y de mu-taciones para los sistemas económicos y para la Humanidad: del ca-pitalismo industrial al de la información y del conocimiento; de la Era de la Propiedad a la del Acceso: es la cuarta fase o período en la evolución de la economía mundial, como lo veremos en la segunda parte de este trabajo.

Parte II

El capitalismo de la información

La cuarta fase de la economía Mundial

PRIMER MOMENTO 1980-2000

I. La gran mutación y el giro civilizacional

Cuando poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial los ingenieros de la empresa Bell Corporation lograron transmitir se-ñales hacia Europa, imperceptibles para los cuerpos de inteligencia del Eje, denominaron al novel sistema Información y a su unidad de medida Bit. Rápidamente, el profesor C. Shannon elabora su teoría46; Norbert Wiener, uno de los fundadores de la cibernética, declara que la “información no es ni la masa ni la energía”, y en la Academia de Ciencias de Estados Unidos, Boulding afirma que “la información es la tercera dimensión de la materia”47.

Así se pusieron las bases y las técnicas de la actual fuente de Riqueza de las sociedades humanas: el Conocimiento, su producción y vertiginosa incorporación en los más diversos e inimaginables pro-cesos productivos. Así nace, entonces, la Economía de la Información y la Sociedad del Conocimiento, que conoce dos momentos: su puesta en marcha (1980-2000) y un segundo momento, que es el de su desa-rrollo digital (2001-2017).

Teniendo la posibilidad de aprehender la Materia gracias a la información que ella contiene, es posible recoger y censar datos uti-

46 Shannon, C.E: “A Mathematical Theory of Information”. Bell System Techno-logy Journal, Nº 27, 1948; también Shannon, C.E., y Weawer, W: “A Mathema-tical Theory of Communication. University of Illinois Press”, Urbana III, 1949. Citado por Robin, Jacques: Mutation technologique, stagnation de la pensée. En: Le Monde Diplomatique, marzo de 1993, París, p. 12.

47 Robin, Jacques: Mutation technologique, stagnation de la pensée. op. cit. p. 12.

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lizando el mínimo de energía. La información puede ser almacenada en máquinas (computadoras), y tratamiento mediante, transforma-da en programas, los cuales funcionan en una computadora como un comando automático, es decir, los robots.

Disponiendo del control de la nueva fuente de energía, la tec-nociencia se dedica, desde fines de los años 50, a producir de ma-nera creciente las tecnologías que van, una vez más, a revolucionar el capitalismo: la informática, los robots, las telecomunicaciones, la biotecnología que, utilizando los adelantos en la biología molecular y la genética, penetra y cambia diversos sectores de la producción, como es el caso de la agroalimentación y las llamadas “bioindus-trias” que producen o copian la propia vida (clonación). Del control de estas cuatro tecnologías fundamentales, conectables entre sí y con el sector energético tradicional, depende ahora, en esta cuarta fase, el grado de riqueza y de poder de una economía, de un Estado, de una empresa, en el capitalismo de la información.

Con la revolución informática se amplía, casi ilimitadamente, la capacidad del sistema para producir mercancías, materiales e inma-teriales, para poder satisfacer prácticamente cualquier necesidad humana, y se procesa nuevamente una mutación espectacular en la división social y técnica del trabajo, en los procesos productivos, en la organización del propio trabajo y en el conocimiento que de la nueva realidad se puede producir.

Los antecedentes sobre las transformaciones del capitalismo en su fase industrial se encuentran en los trabajos de Colin Clark48, quien en los años 1930-1940 ya observaba cómo en pleno auge del capitalismo industrial, las actividades inmateriales (el sector ter-ciario) cobraban un lugar destacado en una lógica de producción de mercancías, fundamentalmente tangibles. En las décadas siguien-tes, en pleno apogeo del método de producción taylor-fordista49, los trabajos y las investigaciones sobre el irresistible aumento de bienes económicos intangibles forjaron la idea según la cual el capitalis-

48 Clarck, Colin: The Conditions of Economic Progress. Ed. Macmillan, Londres, Inglaterra, 1940.

49 Boyer, Robert y Durand, Jean-Pierre: L’après fordisme. Ed. Syros, París, Fran-cia, 1993; y, Arce, Gustavo y Ferro, Lilia: La Mutación del Capitalismo y las Relaciones Internacionales. Ficha n° 78, op. cit.


mo ingresaba en una era “posindustrial”50, en una “economía invi-sible”51, “inmaterial”52, de “servicios”53, de la “información”54 y “del conocimiento”55.

En 1993, Peter Drucker escribía en su célebre trabajo Post Ca-pitalist Society56, que el Conocimiento sustituía progresivamente el capital; la humanidad asistía, entonces, al fin del capitalismo y se estaba edificando una nueva sociedad. Casi veinte años después de las afirmaciones de P. Drucker, es innegable que la introducción de innovaciones científicas y técnicas en los años 70 han inducido la reorganización completa de las condiciones de producción de la mer-cancía capitalista, de las reglas de competencia intercapitalista, de la relación del Estado con el mercado y con la Sociedad Civil. Re-sulta más opinable, en cambio, que la nueva sociedad en proceso de construcción sea el fin del capitalismo.

Nadie duda tampoco que la mutación capitalista en curso está en el origen de un “giro civilizacional”57 en el cual emergen la Cibe-reconomía y el Ciberespacio, se instaura la Sociedad de la Informa-ción y se forja la del Conocimiento. Alteraciones profundas y revo-lucionarias de la relación del Hombre con la naturaleza y la vida; nuevas teorías y explicaciones sobre la naturaleza de la materia y de la energía; profundización y crítica de las leyes de Newton; cues-tionamiento de los fundamentos filosóficos y políticos del Siglo de las Luces que cimentaron la Era Moderna. Sin duda, un cambio cualita-tivo en la historia del capitalismo; una mutación civilizacional en la historia de la Humanidad… Un Nuevo Mundo, como en el siglo XV.

50 Touraine, Alain: La Société Post-industrielle. Naissance d’une société. Ed. De-noël, París, Francia, 1969.

51 Liston, D. y Reeves, N.: The Invisible Economy. Ed. Pitman. Londres, 1988.

52 Goldfinger, Charles: L’Utile et le futile. L’Économie de l’immatériel. Ed. Odile Jacob, París, 1994.

53 Gadrey, Jean: L’Économie des Services. Ed. La Découverte, Paris, 1996.

54 Radovan, Richta: Trad. Francesa: La Civilisation au carrefour. Ed. Anthropos, París, 1972.

55 Porat, M.: The Information Economy. Ed. Stanford University Press, 1976; y Drucker, Peter: Post-Capitalist Society. Ed. Harper Business, New York, 1993.

56 Drucker, Peter: Post-Capitalist Society, op. cit.

57 Arce, Gustavo y Ferro, Lilia: “La Mutación del Capitalismo y las Relaciones Internacionales”. Ficha n° 78, Ed. FCU, Montevideo, 1992.

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Como en aquel en este también se produce Riqueza, pero ella asume formas cada vez más inmateriales. Casi todo acto humano forma parte del reino de la mercancía y de la lógica del beneficio. Los monopolios, públicos y/o privados, nacionales y/o multinacionales, como sus ancestros de los siglos XIV, XV y XVI, compiten a escala planetaria, en donde se libra una feroz guerra comercial, para pre-servar o conquistar su lugar en la “nueva economía”.

II. Oikonomos de la Información y la Sociedad del Conocimiento: la simbiosis entre producción de mercancías y producción del Saber

La posibilidad de aprehender la Materia gracias a la informa-ción que ella contiene permite descifrar datos utilizando un mínimo de Energía. La informatización de los procesos productivos (mate-riales e inmateriales) revoluciona la oferta y modifica los cimientos de la división social y técnica del trabajo, teorizada desde Aristóte-les hasta Emilio Durkheim. A diferencia del modelo taylor-fordista, pensado y estructurado desde la producción (la oferta) hacia el mer-cado, en el método inventado por el ingeniero japonés Taiichi Ohno, la producción se organiza desde el mercado (la demanda) hacia la producción y ello simboliza, nítidamente, la nueva arquitectura de los procesos productivos que engendra y posibilita el manejo del co-nocimiento y la información.

En efecto, la capacidad de poseer el conocimiento y el saber ex ante de la producción de las mercancías está revolucionando el pro-ceso productivo capitalista, puesto que ahora se producirá lo que el consumidor “quiera” y “pueda” comprar. En la economía de la in-formación y en la sociedad del conocimiento, el capitalismo tiende, de más en más, a producir (en tiempo real y “online”) lo que previa-mente vendió. El método Ohno –a diferencia del taylorista–, al or-ganizar el trabajo desde la demanda hacia la oferta, permite que se puedan lograr nuevos aumentos de productividad (del trabajo vivo y del capital), por procedimientos que eliminan tanto los tiempos muertos como los gestos inútiles de los trabajadores. Esto se conoce popularmente como el método de los cinco ceros: la empresa reduce o elimina el stock (primer cero); reduce o elimina los defectos en la pro-ducción de los bienes (segundo cero); reduce o elimina las probables averías de los bienes (tercer cero); reduce o elimina la burocracia propia al sistema compartimentado entre los diferentes servicios de


una empresa taylorista (cuarto cero); finalmente la entrega del pro-ducto al consumidor en tiempo real (quinto cero). El método Ohno se materializa en los llamados círculos de calidad de los trabajadores, lo que implica su polivalencia y flexibilidad, en el proceso de trabajo. En consecuencia, a diferencia del taylorismo, el ohnismo reintrodu-ce la inteligencia y la creatividad del obrero en la producción de los bienes.

La progresiva y exitosa introducción del ohnismo en los más variados procesos productivos (desde el fast-food Mc Donald’s a la producción del conocimiento y del saber) no implicó la desaparición del método taylorista de producción. La generalización del método Ohno exige una profundización del método taylorista de la división del trabajo. Este método se aplicará no sólo en los procesos indus-triales, sino ahora, asociado al método Ohno, el taylorismo ingresará en la esfera inmaterial de la producción –la oficina administrativa, el laboratorio de investigación científica, en los sistemas de salud, la enseñanza, los medios de comunicación, la producción de contenidos audiovisuales y de multimedia–58. Esta transformación en la matriz productiva es uno de los principales indicadores de la mutación del capitalismo y del cambio de civilización propio de la economía mun-dial y del sistema internacional del Siglo XXI.

En 1972, el sociólogo y físico Lucien Karpik publicó en Socio-logie du Travail59 un trabajo sobre lo que él llamó “el capitalismo tecnológico”. Según Karpik, en las primeras fases del desarrollo ca-pitalista (mercantilismo, manufacturas) hay un dualismo, un divor-cio, entre Producción de Mercancías y Producción del Conocimiento. En este dualismo, el genio, el creador, el investigador, el artista con-sidera que su misión es la de desentrañar las leyes de la Naturaleza y de la materia; Karpik llama a esta instancia la “ciencia del descu-brimiento”. En la segunda mitad del siglo XlX, al impulso del desa-rrollo industrial, ese dualismo tiende a desaparecer. La Producción

58 Sobre estas transformaciones se puede leer, entre otros autores, a Rifkin, Jere-my: L’âge de l’accès. La révolution de la nouvelle économie. Ed. La Découverte, París, 2000; (versión en español, editorial Paidós). Duval, Guillaume: L’entre-prise efficace à l’heure de Swatch et Mc Donald’s. La seconde vie du taylorisme. Ed. La Découverte & Syros, París, 1998.

59 Karpik, Lucien: “Le capitalisme technologique. En Sociologie du Travail”, París, Janvier/Mars 1972; Citado por Beaud, Michel, en: Sur l’émergence d’un capita-lisme post-industriel. Vézelay-Paris, 1996.

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del Saber comienza a asociarse a la Industria, y nace lo que él llama la “ciencia productora del conocimiento orientada hacia el mercado”.

Alrededor de 1970, una parte importante de la producción in-dustrial sigue dominada por la “ciencia del descubrimiento” (en el sector energético, en el automóvil, en la metalúrgica); en la indus-tria química, farmacéutica, electrónica, en la biología, en la medi-cina, la “ciencia orientada hacia el mercado” es el verdadero motor del desarrollo industrial y del éxito de las empresas. La ciencia, la producción del conocimiento, es a la vez un bien de uso intermedio y un bien de uso final en prácticamente todos los procesos produc-tivos.

La simbiosis entre Ciencia y Producción funda lo que Karpik denominó el “capitalismo tecnológico”. En él, la renovación rápida y permanente de los productos exige que la investigación científica esté integrada a los sistemas productivos; la producción del saber es parte constitutiva de la estrategia industrial. En ella prevalecen los nuevos productos sobre los procesos y métodos de producción y la competencia oligopólica se centra en la producción de nuevos cono-cimientos, es decir, en la innovación tecnológica60. En consecuencia, “el capitalismo tecnológico” se define por su capacidad de transfor-mar las invenciones en bienes económicos, capacidad aplicable a la conquista del espacio, al armamento, a la construcción de ciudades, a la biología, etc. La innovación transforma y renueva al Capital y a la fuerza de trabajo hacia la inmaterialidad y la movilidad; el ca-pital, como el Conocimiento y la Producción, ya no tiene expresión tangible y estable. Es por ello, que para Karpik: “el capitalismo tec-nológico es, a la vez, un modo de producción de bienes económicos y una forma de organización de la producción científica”61.

Karpik trazó las grandes tendencias que el capitalismo cum-plió en los últimos 50 años: notable avance científico y técnico con-ducido por las macrocorporaciones, su introducción y utilización en todos los dominios de la vida individual y colectiva, modernización de productos “antiguos” y creación de nuevas mercancías; presencia y competencia planetaria de los grandes monopolios. En suma, el capitalismo tecnológico en los términos de Karpik o el capitalismo

60 Karpik, Lucien: Le capitalisme technologique. Op. cit.

61 Karpik, Lucien: Le capitalisme technologique. Op. cit.


de la información según Manuel Castells62 produce lo que Michel Beaud llama “la Mercancía Compleja”: ni solo producto material (como un martillo, una máquina de escribir, un auto o un PC) útil per se, ni simple “servicio” (una consulta a un médico, a un arqui-tecto, o a un electricista); la mercancía compleja es por lo tanto una combinación de productos materiales e inmateriales, asociados e incorporados en un sistema técnico que le impone su estructura, su lógica y sus normas63. La producción del conocimiento y su control han dado lugar a la emergencia de un grupo social denominado “tecnociencia”. El término quiere expresar la idea según la cual las múltiples formas de los diversos trabajos científicos son concebidas y desarrolladas bajo el impulso de poderosas empresas oligopóli-cas, quienes disponen, en exclusividad, de productos o de métodos y/o técnicas de producción.

III. La Economía de la Información

A. La producción en flujos

El acto de producir una mercancía es pensado y organizado como un río, al cual se suman en un determinado momento los diferentes servicios de una Empresa, o las diferentes Empresas que copartici-pan en una cadena de Empresas. Los tiempos muertos inherentes al taylorismo, primera versión64, se reducen o se eliminan por la puesta en marcha de una unidad polivalente y flexible que produce y vende just in time, a través de las redes interactivas (Internet-Intranet) y online (e-commerce, e-business). La clásica cadena lineal de pro-ducción se sustituye por una circular, que conectada a otras, juntas tejen una densa red de operadores económicos que funcionan en el ciberespacio.

62 Castells, Manuel: The Rise of the Network Society. The Information Age: Eco-nomy, Society and Culture. Vol. 1, Ed. Blackwell Publishers, Cambridge, 1996.

63 Beaud, Michel: Le basculement du monde. 1è édition, Ed. La Découverte, París, 1997, p. 196.

64 Duval, Guillaume: L’entreprise efficace à l’heure de Swatch et Mc Donald’s. La seconde vie du taylorisme. Op. cit.

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Esquema 3

Esquema 4


Es a través de las redes que se expanden vertiginosamente el comercio y los negocios electrónicos, siendo estos últimos el segmen-to más visible de la cibereconomía.

La producción en flujos revoluciona la organización de la oferta y de la empresa. Permite producir en tiempo real para una demanda extremadamente volátil y personalizada; aumenta la productividad, sobre todo la del trabajo vivo, por una reducción casi absoluta de su despilfarro. Además, la producción en flujos está en el origen de la eliminación o reducción de los stocks (lo que implica ipso facto un aumento o mejoramiento de la rentabilidad financiera de una empresa), y sobre todo, también reduce o elimina el consumo de ca-pital fijo, lo que hace que la empresa utilice solo los variables. Ana-lizando el comportamiento de los grandes oligopolios de la tríade en los últimos veinte años, G. Duval logró demostrar que mediante la inversión inmaterial esas macrocorporaciones lograron y logran aumentar la productividad y desarrollar procedimientos de produc-ción en flujos a la par de disminuir la intensidad capitalística de sus empresas. En el mismo sentido J. Rifkin observa que el capitalismo estadunidense ya se encuentra en un fuerte proceso de desmateria-lización, de eliminación de los stocks y del capital fijo: “…El mundo de las empresas está ya involucrado en esa transición de la era de la propiedad a la edad del acceso. Las empresas venden su patrimonio inmobiliario, reducen sus stocks, alquilan sus equipos, en una ca-rrera para sobrevivir que pasa por la eliminación de su patrimonio material”65.

El cambio en la estructura de los costos y además la importan-cia creciente y decisiva de los activos inmateriales, el Saber (como variable clave del éxito productivo-empresarial), están desplazando paulatinamente la esencialidad de disponer en propiedad los recur-sos físicos de una empresa para poder producir una mercancía en la Cibereconomía. La transformación del conocimiento en mercancía, el saber integrado y parte constitutiva de la Producción, y la prescin-dencia creciente de los derechos de propiedad física sobre los bienes que se intercambian en el mercado son algunos de los fundamentos que diferencian la Cibereconomía, la “nueva” de la “vieja” Economía

65 Rifkin Jeremy: L’age de l’acces. La révolution de la nouvelle économie. Op. cit., p. 11.

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que caracterizó las anteriores fases del capitalismo manufacturero e industrial.

B. El control y la circulación de la Información

El control y la circulación de la información son variables clave de la Cibereconomía, y son también un indicador relevante del salto cualitativo y de la expansión, física y temporal, del capitalismo.

En sus fases anteriores de acumulación, sobre todo desde la primera revolución industrial, el capitalismo funcionó de acuerdo con los principios de la división del trabajo descrita por Turgot66 y por A. Smith en su famoso ejemplo de la fábrica de alfileres. Allí, el agrupamiento de los recursos -capital, trabajo, tierra- en un lugar geográfico preciso y restringido era la conditio sine qua non, para que la Información circulara entre los trabajadores, los capataces, los ingenieros, etc.

En la Cibereconomía, el capitalismo procesa una nueva división del trabajo. El proceso de producción puede fraccionarse y desconec-tarse geográficamente a escala planetaria. Gracias a la Informática y a las telecomunicaciones, los flujos de Información que circulan en los diferentes territorios (que forman parte de la economía mundial), alimentando uno o varios procesos productivos, son controlados uní-vocamente por un productor o prestatario. En la Cibereconomía el espacio no tiene un equivalente físico, la información circula en y por las redes telemáticamente conectadas.

En el Ciberespacio, en donde transcurre la Cibereconomía, Ma-nuel Castells identificó cinco tipos de redes:

1. Las redes de cooperación tecnológica: algunas grandes em-presas comparten recursos para producir Conocimiento y técni-cas en el campo de la Investigación y el Desarrollo para nuevos productos;

2. Las redes de coalición: construidas por un grupo de empresas de una misma rama de actividad que se asocian para unificar las nuevas técnicas definidas por una empresa líder;

66 Arce Gustavo: “Del mercantilismo a los clásicos”. Ficha n° 76, Ed. FCU, Monte-video, 1999.


3. Las redes de productores: conformadas por aquellas empre-sas que comparten sus sitios de producción, sus recursos finan-cieros y humanos para conservar y/o conquistar mercados e im-poner sus productos, abaratando sus respectivos costos;

4. Las redes de prestatarios: las empresas tejen una densa red en la cual, a través de la subcontratación, leasing, franchising, descentralizan y deslocalizan actividades del ciclo productivo, desde la concepción de un producto, pasando por su fabricación y finalmente su venta;

5. Las redes de clientes: los distribuidores, los concesionarios, los publicistas, las agencias y consultores de análisis de merca-do y las asociaciones de consumidores finales se agrupan en red y se conectan al “Nuevo Mundo”.

C. La inversión inmaterial y los activos inmateriales

En la Cibereconomía, la Producción continúa exigiendo y combi-nando capital y trabajo. Pero de más en más, bajo diferentes moda-lidades se necesita incorporar Conocimiento y Saber.

En la Cibereconomía, la competencia guiada por la constante innovación se expresa por la renovación permanente y diferenciada de productos, por la calidad del mensaje publicitario, por el prestigio o la reputación del producto que se ofrece, por su grado de partici-pación en una determinada cadena de valor agregado, por la anti-cipación de las preferencias del consumidor, etc. Si la empresa no sabe cómo acceder a una red, no posee un departamento jurídico y contable, no conoce el marco reglamentario y las normas técnicas de comercialización de su producto, no conoce con precisión las tenden-cias de su mercado, no tiene un departamento de publicidad, no sabe organizar y hacer óptima su producción, la empresa deberá pagar a otra empresa que le venda el acceso a una red; a otra, el debido asesoramiento jurídico y contable; a otra, la información y el ase-soramiento de las normas técnicas; a otra, el marketing; a otra, el servicio publicitario; y a otra, el saber de cómo producir.

La compra de todos esos conocimientos e ideas forma parte de la Inversión Inmaterial. En la Cibereconomía, el patrimonio ma-terial de una empresa será, paulatinamente, anotado en la columna de su pasivo como un costo más de funcionamiento, mientras que las formas inmateriales del capital –el saber– se registran en su activo.

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IV. La Matriz productiva del Capitalismo de la Información: la Relación Social de Servicio

En el capitalismo de la información y en la sociedad del conoci-miento, las mutaciones en la estructura productiva heredada de la primera y segunda revolución industrial (taylorismo y sus diferen-tes versiones) se plasman en una nueva matriz (ohnotaylorista) que, a su vez, cobra realidad técnica, económica y social, en una nueva relación social de producción: la Relación Social de Servicio.

Es una relación social de producción que vincula tres actores: un demandante/consumidor/usuario (B) contrata los servicios de un oferente/prestatario (A), para realizar la transformación de una rea-lidad/objeto (C), en su beneficio.

Esquema 5

Independientemente de la escala que se analice –micro/macro, local/nacional/internacional–, o del sector de actividad estudiado –material (agrícola, industrial), inmaterial (seguridad, defensa, lim-pieza, justicia, enseñanza, salud, multimedia, etc.)–, la relación so-cial de servicio reorganiza la clásica relación bilateral y contractual de intercambio en el mercado, forjada por los pensadores griegos y retomada por los clásicos de la economía política de los siglos XVIII y


XIX. La trilateralidad, propia de la relación social de servicio, vuel-ve a dividir y a modificar las bases organizacionales de los procesos de producción, afectando tanto a las relaciones entre las empresas: subcontratación/tercerización/flexibilización, como de las empresas con los trabajadores: subcontratación/tercerización/flexibilización67.

La instauración de una nueva matriz productiva y el estableci-miento de la relación social de servicio expresan claramente el in-greso y la reproducción del capitalismo, bajo las reglas propias del oikonomos de la información.

La mutación en la forma misma de producir la mercancía com-pleja68 se manifiesta claramente (al menos) por cuatro razones: a. la producción en flujos; b. la producción/control de la información (producir el Conocimiento); c. la inversión inmaterial y los activos inmateriales (I+D); d. la constitución de densas redes telemáticas (ciberespacio), en donde circula la información y en las cuales los usuarios acceden en un tiempo determinado y mediante el pago de un precio, fundamentalmente, a través de contratos de adhesión.

V. El Comercio del Conocimiento: la Propiedad Intelectual

En efecto, desde Aristóteles y Platón, el fundamento del oiko-nomos es explicar el intercambio de los derechos de propiedad que sobre los bienes detentan las personas que concurren al mercado para satisfacer así sus necesidades (do ut des). Sobre este principio del intercambio en el mercado de los derechos de propiedad, el ca-pitalismo edificó la Economía y la Política del mundo moderno. El ingreso del Saber al reino de la mercancía y al mercado es una pri-mera manifestación del cambio cualitativo y del giro civilizacional que implica el surgimiento de la Sociedad de la Información. Para los Enciclopedistas, el acto de saber y de conocer era un derecho in-herente a la condición humana, inalienable e imprescriptible, como la vida y la libertad. Thomas Jefferson definió con precisión “(…) Si en la naturaleza existe algo menos susceptible que cualquier otra cosa de ser objeto de propiedad exclusiva, es la acción del poder pen-

67 Ejemplo de las mutaciones propias a la relación social de servicio y su impacto sobre las relaciones laborales, para el caso uruguayo véase Rosembaum, Jorge y Castello, Alejandro: Régimen jurídico de la subcontratación e intermediación laboral. Ed. FCU, Montevideo, 2007.

68 Véase Beaud, Michel: Le basculement du monde. Op. cit., p. 196.

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sante llamado idea (…). Nadie tiene menos que los demás, porque los demás tienen todo Quien recibe una idea proveniente de mí, se instruye sin disminuir mi idea, igual que quien enciende su vela de la mía recibe luz sin dejarme en las tinieblas (…)”69.

En el capitalismo de la información y en la sociedad del cono-cimiento, el Saber continúa siendo un derecho inherente a las per-sonas, pero también es un bien económico o mercancía y, contraria-mente a lo señalado por Thomas Jefferson y los enciclopedistas, el Saber no es un bien colectivo puro: el conocimiento solo se alquila y su uso se cede por un período de tiempo preciso y en condiciones severamente reglamentadas por el Instituto de la Propiedad Intelec-tual. Mediante el pago de un precio, un productor/prestatario de un saber, o información cualquiera, permite a un demandante/usuario el ingreso a una red (ciberespacio), y por ende, acceder al usufructo de ese saber o información.

Continuando los esfuerzos de F. Braudel y I. Wallerstein, F. Perroux, K. Polanyi, M. Beaud, R. Bonnaud, Thurrow, entre otros, J. Rifkin en su trabajo L’âge de l’accès. La révolution de la nouvelle économie. Ed. La Découverte. París. Francia. 2000 (del cual hay una versión en español, editorial Paidós) busca comprender y explicar lo que el capitalismo de la información tiene de “nuevo” y diferente con el “viejo” e industrial. La gran diferencia consiste en que la categoría de Mercado está siendo progresivamente sustituida por la de Red, y la categoría de Intercambio (de los derechos de propiedad física sobre los bienes) por la de poder o no acceder al usufructo temporal de la mercancía compleja.

“Por una extraña paradoja de la historia, el sistema capitalista que funcionaba sobre la expansión de los mercados y el intercambio de los derechos de propiedad entre compradores y vendedores, está actualmente en proceso de desconstrucción sistemática de sus princi-pios y de sus instituciones fundamentales. El capitalismo está rein-ventándose y abandona progresivamente la tradicional economía de mercado en beneficio de la economía en red. (…) No olvidemos que en una economía en red, la propiedad continúa existiendo, pero se intercambia cada vez menos. A los compradores y vendedores les sus-tituyen los prestatarios y los usuarios. (…) En una economía en red

69 “The Economist: ¿Quién es el Propietario de la Economía del Conocimiento?” Diario El País, 30 de abril de 2000, Montevideo, p. 7.


la sustitución de la lógica del acceso a la de la adquisición concier-ne todas las formas de la propiedad. Sin embargo, insistimos sobre el hecho de que el patrimonio material tangible es cada vez menos importante para el ejercicio efectivo del poder, mientras que las pro-piedades inmateriales son el corazón de la edad del acceso. Son las ideas, bajo forma de brevets, marcas registradas, derechos de repro-ducción, secretos de fabricación y redes de relaciones que permiten de definir una nueva forma de poder económico, el de los super presta-tarios que controlan vastas redes de usuarios. Esas redes de presta-tarios usuarios favorecen la concentración de poder en manos de un reducido número de organizaciones. (…) Desde el momento que ellos controlan las ideas claves que regulan la actividad económica (…), estos super prestatarios se benefician de una ventaja sin precedente en la historia de la economía. Las empresas que logran asegurarse el monopolio de las ideas en algún sector de actividad (…) obligarán a sus clientes a depender de sus stocks de ideas para poder sobrevivir”70 en la cibereconomía. “En la nueva economía el intercambio de bienes entre vendedores y compradores es reemplazado por un sistema de acceso a corto plazo que opera entre prestatarios y usuarios organiza-dos en redes. En la nueva economía en red en lugar de intercambiar bienes, las empresas controlan y regulan el acceso”71 a los bienes.

El pasaje a la economía de la información y a la sociedad del co-nocimiento engendra también desafíos teóricos y prácticos sobre los fundamentos de la Riqueza, la naturaleza de los precios y el propio objeto de estudio de la economía política.

En efecto, como para otras disciplinas (el derecho, la ingeniería, la biología, la matemática, la estadística, etc.) el “oikonomos” deberá explicar ahora las leyes de la casa que gobiernan el funcionamien-to de la producción, distribución, circulación y consumo del saber y del conocimiento. En un primer esfuerzo analítico, el objeto de estu-dio de la Economía del Conocimiento es el análisis del proceso por el cual, se transforman en mercancías las invenciones, las innova-ciones, la creación intelectual, el conocer y el saber. En los nuevos manuales donde se enseña Administración y Gestión de Empresas,

70 Rifkin, Jeremy: L’age de l’acces. La révolution de la nouvelle économie. Op. cit. pp. 78-79.

71 Rifkin, Jeremy: L’age de l’acces. La révolution de la nouvelle économie. Op. cit. p. 11.

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ya se ha sustituido la clásica definición de Empresa en tanto que institución donde combinando recursos escasos se producen bienes económicos (también útiles y escasos), por la de: “(…) centro de inno-vación, entendiendo por innovación el proceso de transformación del conocimiento en riqueza (…)”72.

Ab initio, conviene recordar que la economía del Conocimiento y del Saber se refiere a lo inmaterial. Desde la Antigüedad, en la Edad Media, y fundamentalmente con los padres fundadores de la econo-mía (De Montchrestien, Quesnay, Turgot, Smith, Ricardo, Malthus, Stuart Mill, Say, Marx), lo inmaterial se definió como una actividad noble y necesaria pero opuesta a lo “material” y a lo “productivo”, es decir, a aquellas cosas útiles y necesarias para la vida, fuente y símbolo de la Riqueza. El estudio de esas Riquezas era objeto de estudio de la Economía. Excepto para De Boisguilbert, Saint-Simon, Bastiat, Colson, Walras, lo inmaterial es sinónimo de improductivo e imposible de aprehender cuantitativamente. Dicho de otro modo, para la teoría económica y los partidarios de los enfoques cuantitati-vos lo inmaterial era (¿y es?) un “problema”.

Es a partir de los años 1930, cuando lo inmaterial se asocia a las actividades del sector “terciario”, que su estudio accede a las preocu-paciones teóricas y analíticas de los investigadores y de otros profe-sionales de la Economía y de la Política. El fulgurante ascenso de las producciones inmateriales y de los bienes intangibles a partir de los años 50, en todas las sociedades y economías del planeta, comenzó a ser analizado bajo el ángulo de los “servicios” (del Latín, Servitium: esclavitud, servidumbre); ese término comprende actividades tan diversas como es el caso de los servicios personales, financieros, cul-turales, turísticos, comerciales, transporte, sistemas de salud, segu-ridad pública y nacional, la educación, etc. Con los trabajos de Colin Clark (1941), J. Forestier (1949), V. Fuchus (1968), D. Bell (1974), J, Singelman (1974), A. Tofler (1990), A. De Toledo (1993 y 2000), A. Goldfinger (1994), J. Gadrey (1994, 1996 y 2000), L. Bensahel (1997) y J. Rifkin (2000) es que lo inmaterial se vuelve productivo y gene-rador de Riqueza. Un nuevo campo de análisis para la Economía73. Una nueva oportunidad para renovar y/o crear nuevas categorías e instrumentos analíticos que permitan desentrañar las leyes del

72 Catálogo Nuevas Tecnologías. Conecta 2000, Nº 165, mayo 2000, p. 3.

73 Ver bibliografía.


Oikonomos de la sociedad de la información. En cuanto a los profe-sionales aplicados a aprehender la realidad cuantitativamente, al-gunos ya se han lanzado a la difícil tarea de aprehender y medir lo invisible e intangible.

SEGUNDO MOMENTO 2000-2017

I. La economía digital y el Internet de las cosas 2000-2017

En la última década del siglo pasado, algunos poderosos oligo-polios lograron descifrar toda la información contenida en el geno-ma humano. Ello significó no solo el corolario de varias décadas de investigación fundamental, sino también el inicio de un segundo momento de la expansión de la economía de la información. Desde entonces, el desarrollo sinergético de la física, la química, las mate-máticas, la genética, la biología, la biología sintética y (mediante las nanotecnologías) los oligopolios “bio-massters”74 comenzaron a pro-ducir y ofertar los green technology goods and services o les services ecosistémes: de materias primas a bienes finales “biológicos” o bioin-dustriales, es decir, producidos en un laboratorio artificialmente.

Un ejemplo emblemático de la simbiosis entre producción de conocimiento y producción de bienes económicos, en su segundo mo-mento, es la técnica de edición del ADN, el CRISPR 9, que “(…) per-mite instalar directamente una enzima en una célula y, desde ella, alcanzar una cantidad mayor de células, lo que, a su vez, favorece un aumento en la capacidad de manipulación genética (que va desde la posibilidad de combatir específicamente las células en el origen de enfermedades degenerativas, al tratamiento del SIDA y hasta la posibilidad de producir plantas para captar el carbono y contribuir a contener el calentamiento global del planeta (…)”75.

La recolección y el almacenamiento de la materia prima fun-damental en el Internet de la mensajería se incrementaron y se in-crementarán exponencialmente en los próximos años con el pasaje

74 Fusión de los vocablos ingleses “biomass” y “masters”, los dueños de la biomasa, según ETC Group y Heinrich Böll Foundation en “La lutte des biomassters pour le contrôle de la Green Economy”. “Économie verte: marchandiser la planète pur la sauver?” Ed. Syllepse. Louvain-la-Neuve, Bélgique, 2013, págs. 145-172.

75 En Folha de São Paulo del 24 de junio de 2016, edición digital. El patentamiento de dicha innovación es fuente de un litigio entre investigadores de M. I. T. Jen-nifer Doudina y de la Universidad de California, en Berkeley.

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al Internet de las cosas. En efecto, con la biología sintética se puede producir la vida artificialmente. Con el pasaje de un sistema analó-gico a uno digital se logra registrar y reproducir fiel e ilimitadamen-te y simultáneamente el sonido, la imagen y el texto (la multimedia), lo que constituye una fusión numérica, la cual contiene informacio-nes de las personas y de las cosas que se conectan en y por el llamado Internet de las cosas.

La capacidad de apropiarse de las informaciones de las perso-nas y de las cosas aumenta con la introducción de sensores y, trans-formadas en magnitudes físicas y eléctricas respectivamente, son comunicables mediante la multimedia. La conexión de todas esas informaciones relativas a las personas y a las cosas, su tratamiento, cruzamiento y análisis –el dato numérico– mediante la incesante creación de algoritmos, crea la economía digital o numérica, cuya materia prima es la información y su bien final es, también, la infor-mación de y sobre las personas y las cosas.

En la economía digital, los crecientes volúmenes de la informa-ción se concentran en los “big data”. Los megabancos de datos adi-cionan y combinan los datos personales, comerciales, geográficos y comportamentales que, mediante la navegación satelital en las re-des digitales y la telefonía celular, son utilizados y explotados como materia prima y, a través de los algoritmos, de las plataformas y aplicaciones, se transforman en productos materiales e inmateriales que se comercializan en el ciberespacio76.

El sector “big data” ha crecido 40% anualmente en 2015 y 201677. Según Cisco, el tráfico mundial de datos varió positivamente 78% entre 2011 y 201678; la cantidad de dispositivos móviles conec-tados es mayor que la población mundial (18 millardos contra 7,5 respectivamente); el tráfico de máquina a máquina fue, en 2016, de 30 millones de sensores interconectados, y se prevé que crezca 30% por año79; finalmente, según Ericsson, en el año 2020 existirán 50 millones de objetos conectados80.

76 Degryse, Christophe: “Digitalisation of the economy and its impact on labour markets”. Working paper 2016.02; ETUI, pág. 10.

77 Degryse, Christophe, op. cit. pág. 9.

78 Cisco: www.cisco.com - Internet será cuatro veces más grande en 2016.

79 Dico des métiers de demain. Ed. Propulseurs, Paris, France, pág. 32.

80 “IBM Developer Work”, ver nota 9.


Los principales actores del mercado digital y fundadores de la economía digital son las plataformas estadunidenses aglutinadas en el acrónimo GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple), IBM/Cisco, la NSA. Todos ellos poseen los “big data” con mayor volumen de in-formación en el mundo. La tétrada GAFA registra un valor de cifras de venta de bienes finales que varía positiva y anualmente alrededor de 12%81; en la capitalización bursátil, en 2016, ocupan un privile-giado lugar entre las diez empresas más poderosas, sea por factura-ción, por resultado neto y por capitalización82.

En la oligopólica tétrada GAFA, Google se destaca notoriamen-te por los recursos que ostenta: su cifra de ventas es casi equivalente al PBI de Suiza; controla 90% y 77% de las búsquedas en línea en la Unión Europea y en los Estados Unidos, respectivamente. Re-cibe tres millardos por año de visitas y, con sus 15 mil ingenieros abocados a la producción de algoritmos, Google lidera y controla el mercado numérico de la mensajería mundial y posee una cantidad de usuarios igual o mayor que la población de la China y de la India, sin contar que, en la China, Google está prohibido83. La emblemáti-ca empresa californiana, fundada en 1998 por Larry Page y Sergey Brin, ya se reestructuró para enfrentar los desafíos del capitalismo de la información en su fase digital.

A fines de 2015 la empresa constituyó un holding llamado Al-phabet, del cual dependen las nuevas filiales con autonomía admi-nistrativa de gestión: la ya clásica Google (Android, Youtube, Apps, Gmail, Drive, Fotos, Maps…), la nueva filial Google X (creador de los famosos Google Glass, pero también laboratorio de investigación sobre algoritmos, sobre la innovación en los sistemas de educación, comercio electrónico, data management, entre muchos otros), la re-cientemente creada filial Life Sciences (en la que produjo el auto autónomo y que está trabajando para la producción de lentes de con-

81 Guarismo que ningún PBI de la economía mundial registra. Ver ARCE, Gusta-vo: La reconfiguración del poder mundial, op. cit. pág. 268.

82 En expansion.com/economía digital, citado por MIRANDA, Selene: “La econo-mía verde: ¿el devenir para la economía mundial para el siglo XXI?” Tesis de grado. Licenciatura en Relaciones Internacionales. Plan 2013. Facultad de De-recho. UdelaR. Montevideo. Uruguay, págs. 44 y 46.

83 Véase el artículo: “Everything you need to know about Alphabet, Google’s new holding company”, por Ruth Reader, 12/08/2015, en ARCE, Gustavo: La reconfi-guración del poder mundial, op. cit. págs. 268 y 269.

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tacto para diabéticos, las pulseras digitales para el chequeo médico y las investigaciones destinadas para la constitución de una platafor-ma de nanopartículas que permita detectar enfermedades), la filial Calico (laboratorio de biotecnologías fundamentalmente destinado a resolver el misterio del envejecimiento humano y a investigaciones sobre la inmortalidad), la filial Nest (start up adquirida en 2014 y cuyo giro empresarial son las tecnologías inteligentes para el hogar –la casa inteligente–), la filial Sidewalk (gigantesco proyecto sobre la planificación urbana inteligente: tráfico, construcción urbana, transporte, etc.), la filial Fiber (poderosa red de fibra óptica de ban-da ancha de alta velocidad y definición que permitirá en el futuro próximo conectar la casa inteligente con la ciudad inteligente, pro-yecto que ya está en marcha en Atlanta, Austin, Charlotte, Kansas City, Nashville, Provo y San Antonio) y, finalmente, las filiales Goo-gle Ventures (para financiar las nuevas start ups) y Google Capital (para financiar las start ups ya consolidadas)84.

II. Las plataformas y los mercados bi o multicaras

Las informaciones de y sobre las personas y de y sobre las co-sas, recolectadas a reducido costo o gratuitamente, son poseídas en ¿exclusividad? o en ¿propiedad? por los oligopolios de la economía numérica (GAFA, NSA, IBM, Cisco)85.

Mediante una plataforma, una empresa pone en contacto una multitud de usuarios diferentes e interdependientes –pero con inte-reses complementarios–, estableciéndose una cadena de valor digi-tal en la cual cohabitan eslabones gratuitos con otros con precios-ta-rifas diferenciados en los llamados “mercados bi o multicaras”.

84 Véase el artículo: “Everything you need to know about Alphabet, Google’s new holding company”, por Ruth Reader, 12/08/2015, en ARCE, Gustavo: La reconfi-guración del poder mundial, op. cit. pág. 269.

85 Sobre el tema, véase: ROCHET, J. C. y TIROLE, Jean: “Platform competition in two-sided markets (2003). “Two-sided markets: a progress report”. The RAND Journal of Economics, vol. 35, n. 3, 2006, pp. 645-667. TIROLE, Jean: Économie du bien commun. Ed. PUF, Paris, 2016, particularmente el capítulo 6: “Quand le digital modifie la châine de valeur”. CHANTAL, Valerie y PARENT, Romain: “Quels business models pour les plateformes Web 2.0: les apports de la théorie des marchés bi-faces” (en www.strategie-aims.com). DUTHOIT, Aurélien: “Les stratégies de marché bi-faces”. Xerfi Canal TV. Vimeo.com.


Cuadro 8

Plataformas y mercados bicaras

Jugador Juegos de video Productor de juegos

Usuario Sistema de explotación Productor de juegos

Usuario Motores de búsqueda Anunciantes

Usuario Tarjetas de crédito/débito Comercios

Cliente Colaboración (Uber, Airbnb, Opentable, etc.) Proveedores

Fuente: Tirole, Jean - Économie du bien commun. Ed. PUF, París, 2016, pág. 499.

La lógica de organización de la producción capitalista digi-tal-numérica se funda en los principios que animan a una economía en red. En ella, a contrariis del pensamiento marginalista y neo-clásico, existe una relación directa entre el valor, el uso de un bien económico y la magnitud de la población involucrada en la cadena digital (los usuarios)86.

En una economía en red existen los llamados efectos directos e indirectos entre valor, uso y cantidad de usuarios; a saber:• el valor de un bien económico aumenta con la cantidad de perso-

nas que lo utilizan (efecto directo);• el aumento del uso de un bien económico incrementa el valor de

un bien complementario (efecto directo);• el valor de un bien económico aumenta cuando también se in-

crementa la cantidad de usuarios de un bien económico en la red (efecto indirecto cruzado);

86 A la inversa del fundamento de la revolución marginalista, según el cual hay una relación inversa entre el valor de un bien económico y su cantidad (su ra-reza) en el mercado, relación simbolizada en la célebre tabla de Carl Menger y de los principios de los rendimientos decrecientes y de la utilidad marginal decreciente para la oferta y la demanda respectivamente, que organiza el com-portamiento del “Homo economicus” en el mercado.

62 Gustavo Arce

En la red, un usuario es influenciado para que use un bien eco-nómico por otro usuario87.

En la cadena digital organizada de y por una plataforma, la in-terdependencia y competencia entre los usuarios se realiza sobre bienes económicos complementarios que se encadenan debido a la búsqueda irremediable de externalidades positivas y de elasticida-des de las demandas en ambos lados de los mercados multicaras. Así, en posesión monopólica de una gran cantidad de informaciones –de y sobre las personas y las cosas– una empresa-plataforma puede incidir y determinar su volumen de transacciones posibles, cobrando un precio mayor de un lado del mercado y otro menor del otro lado de él, lo que implica y exige que la competencia intraplataformas se centre en atraer y captar siempre una mayor cantidad de usuarios de ambos lados del mercado.

La economía digital y los “mercados bi o multicaras” producen una disrupción tecnológica y social que modifica, de manera brusca e irreversible, la lógica de organizar y combinar los recursos (físicos, inmateriales, fijos y variables) hasta ahora conocidos en el capitalis-mo predigital.

El histórico conflicto entre el capital y el trabajo simbolizado en la relación salarial se reproduce ahora, de más en más, en relaciones laborales que se expresan en la subcontratación, la tercerización y otras formas de flexibilización laboral, las cuales transcurren en la relación social de servicio, reabriendo el debate sobre cómo proteger y regular estas formas del trabajo humano en la producción de la riqueza.

Al mismo tiempo, no solo se generalizan otras relaciones labo-rales junto a las salariales, sino que la economía digital crea nuevos puestos de trabajo y nuevas profesiones.

Como se desprende del trabajo de Christophe Degryse88, la de-manda en el mercado trabajo en la economía numérica es muy im-portante en las llamadas profesiones de elite, a saber, en el sector

87 Sobre el concepto de economía en red, ver en otros autores: Lévêque, François: Économie de la réglementation, Collection Repères, Ed. La Découverte, Paris, 2004.

88 Degryse, Christophe: “Digitalisation of the economy and its impact on labour markets”. Working paper 2016.02; ETUI, pág. 10.


de los big data, donde se produce el análisis de los datos –los ana-listas e ingenieros, los productores de software y aplicaciones, los que desarrollan la inteligencia artificial y las máquinas inteligentes, los robots, las impresoras 3D, los gestores de redes inteligentes, los profesionales en el marketing digital y en el comercio–. A contrariis, las tareas mecánicas en las empresas-plataformas demandan traba-jadores con menor calificación (los que clasifican los datos, y otras tareas manuales, choferes en los vehículos de transporte colectivo, el cuidado de animales). La transformación del mercado de trabajo reproduciría esta nueva estructura a medida que la digitalización progrese en sectores como los trabajos de oficina y administración, el comercio, la construcción, los servicios como las consultorías o la traducción.

A su vez, los fundamentos de las múltiples modalidades de la competencia capitalista se ven conmovidos y contestados por el ful-gurante desarrollo de la economía digital y la presencia omnímoda y casi incontrolable de las plataformas. Ellas, controlando mono-pólicamente la información de las personas y de las cosas, hacen obsoletos los criterios marginalistas y neoclásicos del costo e ingre-so marginal como parámetros para racionalizar las decisiones del homo economicus así como para justificar las medidas y políticas reguladoras de la competencia monopolista. Ahora, en la economía numérica, deben tener en cuenta que en el capitalismo de la infor-mación, el valor, el uso y la utilidad de un bien económico se incre-mentan con el mayor número-cantidad de personas-usuarios que lo desean y lo demandan.

Disruptivo per se, el capitalismo de la información, ahora en su fase digital, irrumpe y modifica al capital y al trabajo, así como en sus relaciones de intercambio; crea y destruye oficios y profesio-nes; reanima y renueva la competencia; cuestiona los sistemas de educación y de formación profesional y desafía algunas de las fun-ciones regalianas de los Estados, modificando las economías de las Naciones, así como las relaciones entre las naciones y los Estados, reconfigurando sus posiciones en la economía mundial.

64 Gustavo Arce

Cuadro 9El empleo en la economía digital

Profesiones con mayor riego de automatización/

digitalización

Profesiones con menor riesgo de automatización/

digitalización

Nuevas profesiones

Trabajo de oficina y tareas administrativas.

Educación, artes y medios de comunicación. Profesionales de elite.

Ventas y comercio. Servicios jurídicos.Analistas de data, “mineros” de data, arquitectos de data.

Transporte, logística. Gestión, administración, recursos humanos.

Desarrolladores de software y aplicaciones.

Industria manufacturara. Negocios.

Especialistas en gestiones de redes, inteligencia artificial, etc.

Construcción.Algunos aspectos de los servicios financierosDiseñadores y productores de máquinas inteligentes, robots e impresoras 3D.

Algunos aspectos de los servicios financieros.

Proveedores de los servicios de salud.

Especialistas en marketing digital y e-commerce.

Algunos servicios (traducción, consultoría fiscal, etc.).

Computer workers, ingenieros científicos.

Trabajadores con menores destrezas.

Algunos servicios (trabajo social, peluquería, belleza, etc.

Galerianos digitales (data entry o de clasificación de data) y otras tareas mecánicas en las plataformas digitalesChoferes Uber, tarea casual y específica (arreglos, trabajos manuales, cuidado de animales, etc.) dentro de la economía colaborativa

Fuente: Christophe Degryse (ETUI 2016) sobre la base de datos de Frey & Osborne, Ford, Valsamis, Irani, Head, Babinet.


III. La economía digital y la economía mundial: la reconfiguración de los centros del poder mundial ¿hacia la pax sinoestadounidense?

En la actual fase de su evolución histórica, la economía mundial y las relaciones internacionales deberían expresar la distribución del poder mundial que los polos occidental –liderado por los Estados Unidos y la Unión Europea– y oriental –liderado por China y, en menor grado, por India– logren acordar y establecer en los próxi-mos años. Hacia 2050, el valor del Producto Bruto Interno Mundial (PBIM) se repartirá casi en mitades entre esas dos regiones, mien-tras que las dos terceras partes de la población mundial se localizará en el polo oriental.

Cuadro 10

Proyecciones del Producto Bruto Mundial (2025-2050) - en %

2025 2050

EE.UU. 27 52% China 28 45%

Unión Europea 25 India 17

China 15 20% EE.UU. 26 41%

India 5 Unión Europea 15 Fuente: tomado de “Bilan du Monde 2007”. L’Atlas de 174 pays. Ed. Le Monde. SA, París, 2007, p. 12.

Cuadro 11

Proyecciones de la población mundial (2050) - en %

América del Norte 4,9 Asia del Sur 24,8

Unión Europea 7,0 África 19,0

Asia del Este 18,4

Total 11,9 Total 62,2Fuente: Raisson, Virginie: 2033. Atlas des Futurs du Monde. Ed. Robert Laffont, París, 2010, pp. 18-19.

66 Gustavo Arce

A su vez, en 2050 es posible que los capitalismos hoy emergen-tes dupliquen en términos de PBI, a los occidentales.

Cuadro 12

El producto de las diez economías más poderosas(en millardos, PPC)

2006 20501) EE.UU. 13.245 1) China 70.7102) Unión Europea* 9.164 2) EE.UU. 38.5143) Japón 4.336 3) India 37.6684) China 2.682 4) Unión Europea* 17.6995) Canadá 1.260 5) Brasil 11.3666) Brasil 1.064 6) México 9.3407) Rusia 982 7) Rusia 8.5808) India 909 8) Japón 6.6779) Corea del Sur 887 9) Corea del Sur 4.08310) México 851 10) Canadá 3.149* Solamente Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.Fuente: World Economic Database. 2010. En: Raisson, Virginie: Atlas des Futurs du Monde. Ed. Robert LAFFONT, París, 2010, pp. 22-23.

El irresistible ascenso del capitalismo en Asia, especialmente el chino, a las primeras posiciones de la jerarquizada economía mun-dial se observó primero en el año 2013, cuando alcanzó el primer lugar en las exportaciones mundiales y se consolidó luego en 2014, año en que desplazó (después de 142 años) a los Estados Unidos del primer lugar en el PBIM: 18.100 millardos de los chinos contra 17.400 de los estadounidenses89.

89 En paridad de poder de compra y no si se calcula por tasa de cambio. Los valores son de Etats Unis/Chine: Puissances Comparées. Le Dessous des Cartes. Arte-HD Television, France, 2015. Emisión del 02/05/2015.

Sobre el debate ¿Qué es la Riqueza y Cómo la Cuantificamos? (PBI, PN, Índi-ce de Bienestar Económico, Índice de Osberg y Sharp), véase, Gadrey, Jean y Jany-Catrice, Florence: Les Nouveaux Indicateurs de richesse. Ed. La Découver-te, Coll. Repères, Paris, 2005. También puede consultarse: “Rapport de la Com-mission sur la Mesure des Performances Économiques et du Progrès Social”. Publicado el 14/09/2009. www.stiglitz-sen.fitousi.fr

A su vez, sobre las desigualdades, sean ellas en término de PBI, de la distri-


El actual proceso de transferencia de poder desde Occidente ha-cia Asia consolida el coliderazgo sinoestadounidense en el epicen-tro de la economía mundial y, es innegable que de la pugna y de la competencia sinoestadounidense para preservar o aumentar sus cuotas de poder en la economía mundial del siglo XXI surja el mapa geopolítico de la economía de la Información y de la Sociedad del Conocimiento. Luego de la pax británica y de la anglo-ruso-soviéti-ca-estadounidense, ¿será la pax sinoestadounidense?

La pugna de los actuales colíderes de la economía mundial, en el proceso de reconfiguración de los centros del poder mundial, se vi-sualiza –grosso modo– en tres grandes temas en negociación, a saber:a. las especializaciones productivas que sendos capitalismos lo-

gren alcanzar en la economía de la Información en su segun-da fase, caracterizada por la fusión numérica y la posibilidad de lograr integrar en una red mundial no solo la producción y la circulación de los bienes económicos, sino también los flujos energéticos y la logística mediante el internet de las cosas90.

b. la división mundial del trabajo, del comercio y de la inversión que surgiría de las iniciativas multilaterales, plurilaterales, regionales y unilaterales. Los megaacuerdos más significativos son el gran acuerdo del Atlántico –en inglés: Transatlantic Tra-de and Investment Partnership (TTIP), y en francés: Partena-riat transatlantique de commerce et d’investissement (PTCI)91–;

bución del ingreso mundial entre las naciones, del ingreso entre las familias a nivel mundial y nacional, o ecológicas, o sobre el acceso de las personas a nivel nacional y mundial a la salud y a la educación, se puede ver: Badie, Bertrand y Vidal Dominique: Un monde d’inégalités. L’état du monde 2016. Ed. La Décou-verte, Paris, 2015.

90 Véase: - Joël de Rosnay con la colaboración de Fabrice Papillon: Et l´Homme créa la vie…

La folle aventure des architectes et des bricoleurs du vivant. Ed. Les liens qui li-bèrent, ISBN-13: 978-2-918597-15-5, Paris, 2010,versión digital: www.agoravox.fr/et-l-homme-crea-la-vie/Et-l-Homme-crea-la-vie Joel-de-Rosnay.pdf.

- Joël de Rosnay y Carlo Revelli: La révolte du pronétariat - Des mass média aux média des masses. Ed. Fayard, Paris, 2006.

- Joël de Rosnay: 2020: Les Scénarios du futur - Comprendre le monde qui vient. Ed. Des Idées et des Hommes, Paris. 2007.

- Rifkin, Jeremy: La sociedad de coste marginal cero. El Internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo. Ed. Paidós, Estado y Socie-dad, Barcelona, 2014.

91 Partidarios y críticos de esta iniciativa han utilizado el acrónimo de TAFTA

68 Gustavo Arce

el acuerdo del Pacífico –en inglés: Trans-Pacific Partnership (TPP), y en francés: Partenariat Transpacifique (PTP o TPP)–; el de Japón, China y Corea: Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP); y el de China y Taiwán: Economic Coope-ration Framework Agreement (ECFA).

El cuadro siguiente resume las meganegociaciones y los posi-bles impactos en el Producto, el Comercio y las Inversiones de los principales Estados.

Cuadro 13

Los megaacuerdos en abril 2014

APEC 1986

C.I.-C.O.2004

T.P.P.2008

ECFA 2012

RCEP 2012

Ja-UE 2012 TTP Japón

TaiwánPre-

sencia

Japón X X X X X X 6

China X X X X 4

Corea del Sur X X X X 4

EE.UU. X X X 3

Taiwán X X X 3

UE X X 2

Otros 15 0 10 0 13 0 0 0Parte de los megaacuerdos

PBI 0,57 0,21 0,38 0,12 0,30 0,31 0,45 0,09

Inter-cambios 0,41 0,16 0,27 0,26 0,39 0,45

Inver-siones 0,36 0,09 0,27 0,13 0,43 0,58

Fuente: Ramses 2015. Le Défis des émergents. Sous la direction de Thierry de Montbrial et Philippe Moreau Defarges. IFRI. Ed. Dunod, Paris, 2014. Tableau 1 - Chapitre: Questions continentales et mondiales, partie 3.

(Transatlantic Free Trade Agreement, o, Accord de Libre-Echange Transatlan-tique, en inglés y francés respectivamente), guerra terminológica que ha hecho aun más complejo el debate y la comprensión de la nueva geografía del comercio mundial y de la posible reformulación de su regulación en la economía de la información y sociedad del conocimiento.


c. el progresivo y diferenciado proceso de implementación del acuerdo de París sobre el cambio climático y el calentamiento global del planeta (12/12/2015).

A continuación analizaremos en más detalle cada uno de estos grandes temas de negociación, de los cuales surgirán las fronteras y las zonas de influencias que podrían caracterizar la pax sino-esta-dunidense.

III.1. Las especializaciones productivas en el capitalismo de la información y en la sociedad del conocimiento

El capitalismo chino desplazó de los primeros lugares en el pro-ducto y el comercio mundiales al estadounidense pero aún es muy débil en la economía de la información y en lo monetario y financiero.

Los indicadores más consensualmente admitidos y utilizados para medir la capacidad creativa de las energías del pensamiento humano92 lo demuestran claramente a pesar del considerable incre-mento que registran en la economía china en las últimas décadas.

El capitalismo estadounidense representa aún casi un tercio de la inversión mundial en I+D, mientras que China alcanza solo 13%, y no figura todavía en los PBI con mayor razón I+D/PBI.

92 A saber: los gastos en I+D como parte del PBI, los recursos y capacidades hu-manas dedicados a las actividades de investigación e innovación (cantidades de investigadores en I+D por cada millón de personas, cantidades de estudiantes de grado, posgrado y con doctorados), cantidad de patentes otorgadas a residen-tes por millón de personas y/o la recaudación de royalties y derechos exclusivos y de explotación por habitante. Véase “III. La División Internacional del Trabajo en el Capitalismo de la Información”, en: Arce, Gustavo: La Economía Mundial en el Siglo XXI. Ed. FCU, Montevideo, 2ª edición digital, www.fcu.com.uy.

70 Gustavo Arce

Cuadro 14

Gastos en I+D: Distribución mundial e Intensidad - 2011 (datos porcentuales)

Distribución mundial Intensidad en I+D1. EE.UU. 29,6 1. Israel 4,402. China 13,0 2. Finlandia 3,873. Japón 10,1 3. Corea del Sur 3,784. Alemania 6,3 4. Suecia 3,455. Corea del Sur 3,8 5. Japón 3,336. Reino Unido 2,8 6. Dinamarca

Taiwán 3,117. Rusia 2,58. Italia Canadá Brasil

1,87. Suiza 2,878. EE.UU. Alemania 2,84

9. India 1,7 9. Austria 2,75Fuente: con datos del Observatoire des Sciences et des Techniques. Les Rapports et les Analyses de l’OST, Setiembre 2014, http://www.obs-ost.fr/

Los poderosos oligopolios estadounidenses, europeos y japone-ses lideran la economía de la información y, sobre todo, la innova-ción que surge del dominio de la Información que contiene la Mate-ria y que les permite crear bienes fruto de la manipulación del átomo y de las moléculas, la creación de la inteligencia artificial, la vida sintética (elementos no vivos que operan sobre el agua, el suelo, la humedad, el oxígeno), la biología sintética, y la producción de orga-nismos programables que hacen posible elaborar materias primas biológicas, insumos para la producción sea de alimentos, de quími-cos, de medicamentos y/o de aparatos y técnicas para la explotación de energías renovables93.

93 MIRANDA, Selene. “La economía verde: ¿el devenir para la economía mundial para el siglo XXI?” Tesis de grado. Licenciatura en Relaciones Internacionales. Plan 2013. Facultad de Derecho. UdelaR. Montevideo, op. cit., págs. 38-39.


Cuadro 15

Índice de Innovación 2017 (entre 0 y 100)

1. Suiza 67.69 7. Singapur 58.69

2. Suecia 63.82 8. Finlandia 58.49

3. Países Bajos 63.36 9. Alemania 58.39

4. EE.UU. 61.40 10. Irlanda 58.13

5. Reino Unido 60.89 …

6. Dinamarca 58.70 China 52.24

Fuente: WIPO The Global Innovation Index. 2017. Rankings, pág. viii.

El liderazgo tecnológico, fruto del dominio y la capacidad de pro-ducir conocimiento y bienes económicos, que ostentan los oligopolios estadunidenses, europeos y japoneses en la economía de la informa-ción, forja los centros y las periferias que estructuran la división-es-pecialización de la producción y del comercio en la era digital del capitalismo de la información.

La participación y la competitividad de las economías y de las regiones en la economía mundial se fundarán cada vez más en la ventaja tecnológica, es decir, en aquella que refleje y traduzca los niveles de la simbiosis entre la producción del conocimiento y la de los bienes económicos que cada sistema económico logre o pueda al-canzar.

Actualmente, surgen como economías centrales en la economía digital Suiza, Suecia, Israel, Japón, Finlandia, Singapur y Estados Unidos, y una numerosa periferia en la cual China, Brasil, Austra-lia, Nueva Zelanda e India muestran indicadores de un cierto desa-rrollo tecnológico que permiten calificarlas como econimías interme-dias, utilizando la expresión de F. Perroux (infra Parte I).

El capitalismo estadounidense, si bien ha cedido posiciones en el producto y comercio mundiales, lidera la economía de la infor-mación, la digitalización y la innovación que intrínsicamente ella contiene. Los EE.UU. poseen las principales empresas-plataforma

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(GAFA, IBM, etc.) y junto a este liderazgo tecnológico posee otro ele-mento decisivo de poder en la economía mundial, que lo utilizará en actual proceso de reconfiguración de los centros de poder mundial: la moneda; su dólar es aún moneda nacional e internacional y es decisiva en los intercambios internacionales y en el funcionamiento de la economía mundial.

En 2014, 87% de las transacciones internacionales se realizaron en dólares estadounidenses, 33% en euros y 23% en yenes; 57% de los préstamos bancarios se otorgaron en dólares, 20% en euros y 3% en yenes; en el mercado de las obligaciones internacionales, 39% y 38% son en dólares y euros respectivamente, y solo 3% en yenes. De las reservas de la economía mundial, 61% son en dólares, 24% en euros, y apenas 4% en yenes94. En 2017, el dólar asegura el 64% de las reservas de cambio de los bancos centrales y 88% de las transac-ciones en el mercado de cambios95.

A contraris, el capitalismo chino alcanzó los primeros lugares en el producto y comercio mundiales pero, además de mostrar un lugar aún no destacado en la economía de la información, es muy débil y frágil en el terreno monetario y financiero. El renmibi es utilizado por los chinos para las transacciones internacionales y su partici-pación en ellas ha descendido desde julio de 2015 a 15% del total mundial. Por otra parte, a pesar de la incorporación del renmibi a la canasta de monedas que constituyen los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, el signo monetario chino sólo representa 1% de las resevas de cambio mundiales y 4% de las operaciones mundiales de cambio96.

Las oligopólicas empresas-plataformas occidentales producto-ras de los bienes surgidos de la revolución digital y numérica y la bioindustria –los green technology goods and services o, en francés, les services ecosistèmes– pugnan, también por establecer las bases y las reglas de su producción y comercialización internacional en

94 Con datos del Banco de Reglamento y Pagos (BRI), FMI, McKinsey Global Ins-titute y Banco Central Europeo (BCE) en AGLIETTA, Michel; y COUDERT, Virginie: Le dollar et le système monétaire international, Ed. La Découverte, Paris, 2014, p. 54.

95 Sébastien, Jean. “La demondialisation n’aura pas lieu”. En: L’economie mondia-le 2018. La Découverte Ed., Paris, 2017. Págs. 55-71.

96 Ibídem.


las negociaciones sobre los “megaacuerdos”, incluido el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.

El nuevo marco jurídico, político y técnico que subyace en dichos instrumentos busca reorganizar la localización productiva y comer-cial en la economía mundial del siglo XXI, promoviendo y habilitan-do la transición hacia el capitalismo de la información, ahora en su versión digital y del internet de las cosas.

III.2. Los megaacuerdos comerciales en el capitalismo de la información

En efecto, el desarrollo del Internet de las Cosas permitirá una conectividad total de las informaciones de y sobre las personas, de la naturaleza de las cosas y de los objetos y la disrupción que implican las aplicaciones y plataformas virtuales en casi todos los dominios de la vida económica y social, consolidará y generalizará la conecti-vidad global y la vida artificial.

A su vez, el desarrollo de la biología sintética y el complejo bioindustrial (los servicios ecosistémicos y los green technologies goods and services) reflejarán no solo la consolidación de la relación social de servicio97 –expresión social y técnica de organización de la producción en el capitalismo de la Información–, sino también obligará a la necesaria y no menos conflictiva negociación sobre la adecuación de las reglas del comercio internacional a estos nuevos bienes propios a la economía de la Información.

En las últimas décadas, las discusiones sobre estos temas en el seno de la OMC (ronda Doha), enfrentó a los Estados unidos con su colíder y portavoz del G20, es decir, China. Las fricciones se centra-ron sobre los derechos de la propiedad intelectual, las reglamenta-ciones y los derechos de la competencia, el acceso a los mercados pú-blicos, a la reglamentación de los servicios financieros, los derechos del trabajo, los servicios públicos y la tributación, entre otros.

El proceso de liberalización del comercio mundial se instrumen-taba entonces a través de los tratados de libre comercio (TLC), me-diante los cuales casi todas las economías del mundo competían por acceder al primer mercado mundial: el estadounidense. En contra-

97 Véase: GADREY, Jean: L’Économie des Services. Ed. La Découverte, París, 1996.

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partida, los EE.UU. exigían que se instrumentara en las economías, sobre todo en las emergentes, los temas de la agenda de Doha. El bloqueo de dichas negociaciones alimentó la idea y puso en marcha la estrategia llamada de “liberalización competitiva”98 de y entre to-dos los grandes bloques de acuerdos de integración existentes al mo-mento (véase ut infra cuadro 4). Esta estrategia supone que un Es-tado, con el fin de evitar los efectos negativos de una liberalización comercial entre terceros países, solicite e ingrese a la competencia procesando también nuevas aperturas comerciales para no quedar excluido de la reconfiguración de las relaciones comerciales.

Desde los primeros años del nuevo milenio se multiplicaron las iniciativas multilaterales, plurilaterales, regionales y unilaterales. Es decir, una competencia de todos contra todos, o utilizando la ex-presión de David Gantz99 un “spaghetti bowling”. El cuadro 4 (ut infra) presenta y resume las iniciativas más importantes en dicho proceso, y de concretarse todas ellas se puede configurar una imagen más nítida de la arquitectura y morfología de la economía mundial y relaciones internacionales del siglo XXI.

Según el embajador de los EE.UU. en Bruselas, Anthony L. Gardner, “(…) existen razones geoestratégicas para concluir los acuerdos. Nosotros tenemos necesidad de concretar la relación tran-satlántica, para crear un equivalente económico de la OTAN (…)”100. Las especializaciones comerciales entre los capitales estadouniden-ses y chinos comenzaron a concretarse el 5 de noviembre de 2015, cuando la iniciativa del TTP se convirtió en un tratado, esperando ahora su ratificación101.

El TTP es un clásico tratado de desgravación arancelaria; se establece la necesidad de un marco común a los temas de la agenda de Doha y contiene un capítulo sobre el mecanismo de solución de

98 Sébastien, Jean y ÜNAL, Deniz: “Les échanges transatlantiques dans la con-currence mondiale”, en CEPII, L’Économie Mondiale 2014, Ed. La Découverte, París, 2013, pp. 77-89.

99 Ver GANTZ, David A.: Liberalizing International Trade after Doha: Multilate-ral, plurilateral, regional, and unilateral initiatives. Ed. Cambridge University Press, New York, 2013.

100 Citado por VAUDANO, Maxime en: Docteur TTIP et Mister TAFTA: Les deux visages du traité transatlantique. Ed. Les Petits Matins, Paris, 2015, p. 121.

101 Son miembros del tratado: EE.UU., Japón, Australia, Nueva Zelanda, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Perú, Singapur y Vietnam.


diferendos entre inversores y Estados (ISDS), es decir, en jurisdic-ciones no estatales. En la ocasión de su firma, el ex presidente Ba-rack Obama definió con precisión los objetivos del TTP: “(…) con más de 95% de nuestros potenciales clientes viviendo fuera de nuestras fronteras, no podemos dejar que China escriba las normas de la eco-nomía mundial (…)”102.

Cuadro 16

Composición del Comercio Exterior chino 2014Composición de las exportaciones e importaciones por tipo de comercio y

de firmas 2014 (en %) y brecha en comparación a 2007 (en puntos)

Grupos chinos

Grupos extranjeros

Todos los grupos

Exportaciones

Ordinarias 44 (+10) 14 (+1) 58 (+11)

Processing 8 (0) 35 (-11) 42 (-11)

Total 52 (+10) 48 (-10) 100

Importaciones

Ordinarias 45 (+10) 23 (+5) 68 (+14)

Processing 8 (0) 24 (-15) 32 (-14)

Total 53 (+10) 47 (-10) 100

Expo + Impo

Ordinarias 44 (+10) 18 (+2) 62 (+13)

Processing 8 (0) 30 (-13) 38 (-13)

Total 52 (+10) 48 (-10) 100

Fuente: LEMOINE Françoise y ÜNAL Deniz, Mutations du commerce extérieur chinois, La Lettre du CEPII, n° 352 - Marzo 2015, le blog du CEPII, www.cepii.fr.

El emergente capitalismo chino no solo es aún débil frente al es-tadounidense en la economía de la información, sino que ahora, por medio del TTP, queda excluido de su zona de influencia en el preciso

102 Diario El País, 6/10/2015, Montevideo, Uruguay, versión digital.

76 Gustavo Arce

momento en el cual su inserción regional e internacional conoce una inflexión de notoria significación. En los últimos años, mientras que las exportaciones chinas de ensamblado (processing) que lideraron el crecimiento económico durante los últimos 30 años han descen-dido, el comercio “ordinario” (o sea las exportaciones chinas con in-sumos locales) y las importaciones han aumentado su participación en el comercio exterior chino; sobre todo las importaciones de bienes de consumo duradero a los sectores de ingresos medios y altos de la sociedad china, monopolizados por las potencias extranjeras103.

A su vez, en lo que concierne al gran acuerdo del Atlántico, el 12 de enero de 2013 el ex presidente Barack Obama oficializó el inicio de negociaciones entre EE.UU. y la UE para crear una asociación transatlántica de comercio e inversiones (el TTIP)104. A diferencia del TTP, el TTIP es fundamentalmente la búsqueda de un acuerdo sobre las reglamentaciones técnicas y administrativas que deberían permitir a las empresas estadounidenses y europeas producir de manera relativamente similar de ambos lados del Atlántico. Según Martin Mullin, negociador en la Comisión Europea para la coordina-ción reglamentaria para los servicios financieros: “(…) este acuerdo de última generación puede tener una influencia mundial y nos per-mitirá imponer nuestros parámetros en el futuro (…)”105.

Entonces, de concretarse el TTIP, los monopolios occidentales líderes en la economía de la información en su segunda fase, exclui-rían no solo a sus competidores chinos, sino también a todos aquellos que no tuvieran o no pudieran cumplir con las nuevas normas, sean ellas ambientales o las relativas a los nuevos bienes de la economía de la información (Internet de las Cosas, servicios ecosistémicos y los green technologies goods and services).

103 LEMOINE, Françoise; y ÜNAL, Deniz: Mutations du commerce extérieur chi-nois, La Lettre du CEPII, n° 352, marzo 2015, le blog du CEPII, www.cepii.fr. Véase también: LEMOINE, Françoise; PONCET, Sandra; ÜNAL, Deniz; y CASSÉ, Clément: L’Usine du monde au ralenti ou le changement de régime du commerce extérieur chinois, CEPII, Working Paper, n° 2015-04, marzo, www.cepii.fr

104 Véase el sitio oficial de la Comisión Europea: http://ec.europa.eu/trade/policy/in-focus/ttip/about-ttip/index_fr.htm

105 Citado por VAUDANO, Maxime en: Docteur TTIP et Mister TAFTA: les deux visages du traité transatlantique. Ed., Les Petits Matins, Paris, 2015, p. 24.


Finalmente, y “creando el equivalente económico de la OTAN” según lo ya expresado por el embajador Anthony L. Gardner, el TISA (Trade In Services Agreement) es otro acuerdo que participa de este proceso de reformulación de las normas del comercio mun-dial106. Teniendo en cuenta que un servicio se define como tal según la forma en que es producido107, su presencia en el comercio mundial ha tenido una evolución creciente en las últimas décadas, y por lo tanto constituye también un campo de negociación extremadamente delicado y sensible en el proceso de reconfiguración de poder en la economía mundial. Como el TTP y el TTIP, el TISA contiene un capí-tulo sobre la solución privada de las controversias que pudieran sur-gir entre inversores y Estado y otro capítulo en el cual se definen los sectores de actividad en los cuales se debe explicitar cuáles de ellos deberán ser liberalizados (las famosas listas positivas) y cuáles que-dan excluidos de esa liberalización (las llamadas listas negativas).

Teniendo en cuenta el notable rezago en la capacidad de inno-vación y de destreza en la economía de la información en su segunda fase, las élites económicas, políticas, sindicales, científica-técnicas de América Latina, parecen manifestar una enorme dificultar para participar en estas negociaciones comerciales, pues ellas –así como la sociedad civil– no tienen muchos fundamentos ni razones para decidir si los aparatos productivos latinoamericanos podrían produ-cir en un futuro próximo los bienes del Internet de las Cosas y del complejo bioindustrial, y en consecuencia decidir, estratégicamente, qué bienes y sectores incluir o excluir en el TISA.

III.3. El acuerdo de París: un consenso hacia la “economía verde”: ¿el triunfo del Capitalismo de la Información?

El 12 de diciembre de 2015, un acuerdo universal sobre el cli-ma fue adoptado en París por 195 Estados. El acuerdo contiene un preámbulo y 29 artículos y es un Tratado internacional que sustitu-ye y extiende el Protocolo de Kyoto, sobre la responsabilidad diferen-ciada de los Estados en la emisión de gases de efecto invernadero. Se inscribe en un compromiso que los Estados asumen para todo el siglo XXI; es dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante, se-

106 Véase: http://ec.europa.eu/trade/policy/in-focus/tisa/index_fr.htm

107 GADREY, Jean: L’Économie des Services, Ed. La Découverte, París, 1996. op. cit.

78 Gustavo Arce

gún las expresiones el Ministro francés de Relaciones Exteriores, y Presidente de la COP 21, Laurent Fabius.

En el preámbulo, se reconoce que los cambios climáticos repre-sentan una grave amenaza inmediata y potencialmente irreversible para las sociedades humanas y el planeta, y para enfrentarlas es necesario la más amplia cooperación108 de todos los países que parti-cipan en una respuesta internacional eficaz y apropiada en aras de acelerar la reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

En el artículo 2 del Tratado, los 195 Estados se comprometen a reforzar la respuesta mundial contra la amenaza de los cambios climáticos, en el contexto del desarrollo duradero y de la lucha con-tra la pobreza, a contener el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de 2°C comparado a los niveles preindustriales e incluso lograr el objetivo de 1,5°C; a reforzar las capacidades de adaptación a los nefastos efectos de los cambios climáticos, promo-viendo la resiliencia a ellos y a un desarrollo de baja emisión de gas de efecto invernadero, sin que ello amenace la producción de ali-mentos, y a hacer compatibles los flujos financieros con sus destinos hacia un desarrollo que emita la menor cantidad de CO2.

El acuerdo será aplicado de acuerdo a los principios de igualdad y de responsabilidad común, pero diferenciada según las respectivas capacidades de los Estados, vistos los diversos contextos naciona-les. El acuerdo entrará en vigor a los 30 días que sigan a la fecha del depósito de los instrumentos de ratificación, de aceptación, de aprobación o de adhesión de 55% de las partes de la Convención que representen al menos 55% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero109.

108 Sin ingresar en un análisis exhaustivo del Tratado en sí mismo, ni sobre el con-tenido del concepto de “desarrollo duradero”, el acuerdo de París se asienta so-bre el consenso y la cooperación internacional para reducir y mitigar los efectos de los cambios climáticos. Ello refleja claramente el triunfo de los enfoques del desarrollo duradero de “baja intensidad”. Véase: ARCE Gustavo, La Economía Mundial en el siglo XXI, 2ª edición, op. cit.

109 Por otra parte, en el Tratado se acuerda que: - en el año 2018 se realizará una primera evaluación sobre el avance de la lucha

por reducir la emisión de CO2 y atenuar el calentamiento global y se permitirá a los Estados que lo soliciten aumentar sus compromisos de atenuar la emisión de gases de efecto invernadero.

- en el año 2019 se publicará un Informe del GIEC sobre la trayectoria compatible


La fórmula de un “desarrollo duradero” de baja emisión de ga-ses de efecto invernadero significa reconocer que el capitalismo de la información tiene –ahora– los conocimientos y las técnicas para producir bienes en el Planeta, aunque de manera extremadamente desigual, según los continentes y las regiones, reduciendo la ya enor-me huella ecológica, al origen, en definitiva, de la crisis ambiental que se conoce y de la cual se tomó consciencia desde 1970.

Cuadro 17

Del petróleo a la biología sintética

Firmas Socios en la biotecnología

Royal Dutch Shell Amyris, Codexis, Iogen

ExxonMobil Synthetic Genomics

BP Synthetic Genomics, Verenium, DuPont, Amyris, Qteros.

Chevron Solazyme, Is9, Catchlight, Mascoma

Total SA Amyris, Gevo

Petrobras KL energy, Amyris, Novozymes

BASF Evolva, Verenium, Allylix

Dow Solazyme, Sangamo, Opx, Biotechologies, Algenol

DuPont Bio Architecture Lab, Butamax

Fuente: La lutte des biomasters pour le contrôle de la green economy. ETC Group et Heinnich Böll Foundation. En: Économie verte: marchandiser la planète pour la sauver? Point de vue du Sud. Ed. CETRI Syllepse, Louvain-la-Neuve, 2013, p. 151.

con la limitación de un calentamiento del clima de 1,5°C.- todos los 5 años se publicarán las nuevas contribuciones de las partes, que debe-

rán ser siempre más ambiciosas en cuanto a aumentar las reducciones de CO2, sin retorno. Véase: Convention – Cadre sur les changements climatiques: Paris, COP 21, del 30 de noviembre al 11 de diciembre 2015. www.diplomatie.gouv.fr

80 Gustavo Arce

Considerando la capacidad científico-técnica en la Innovación que disponen los oligopolios occidentales de apropiarse de la infor-mación de las personas, de las cosas, de descifrarla, manipularla y comercializarla y, recientemente, la posibilidad de modificar los pro-cesos naturales de la Tierra, del agua y producir y comercializar las materias primas biológicas –los “servicios ecosistémicos” o los “green technology goods and services”110–, los oligopolios occidentales pue-den producir y comercializar bienes económicos, desde las energías renovables a bienes finales (de consumo y/o de inversión) sin CO2 o con una cantidad casi nula.

En la Conferencia de Copenhague, “saliendo” de la gran crisis bancaria y financiera de 2008, el ex presidente Barack Obama de-clara que “(…) el país que pueda conducir el mundo hacia una nueva economía basada en las energías limpias, será el país que dirigirá la economía mundial en el siglo XXI (…)”111. En 2015, el capitalismo de la Información en su segunda fase tiene las capacidades científicas y técnicas para organizar las economías y las sociedades con energías limpias y con el Internet de las Cosas.

En 2015 los capitalismos “emergentes” muestran signos de re-ducción de sus niveles de actividad (caída del Producto, aumento del desempleto, inflación, etc.)112 a la vez que desde 2008 sus economías han aumentado sus cuotas de emisión de gas de efecto invernadero, sobre todo China, que alcanzó los primeros lugares en el Producto y Comercio mundiales, pero se transformó en el primer Estado emisor de CO2.

En 2015, en la Conferencia de París, la dirigencia China, colíder de la economía mundial en el siglo XXI, no pudo reiterar su estrate-gia como lo hizo en la de Copenhague y en Rio+20, que consistió en formar parte de los Estados y economías del Anexo I (los “desarro-llados”) obligados a comprometerse a reducir sus emisiones de CO2 y al mismo tiempo reivindicar las ayudas para mitigar los efectos

110 Luego de descifrar la información del genoma humano, la biología sintética per-mite producir y reproducir la Vida, es decir, se pueden obtener moléculas “lim-pias” sin CO2. Véase: La lutte des biomasters, op. cit.

111 Oficina de prensa de la Casa Blanca, 29 de junio de 2009, en ARCE Gustavo: La economía mundial…, op. cit., p. 39.

112 Véase: PATAT, Jean-Pierre: “Effritement des BRICS”, en: Le Bloq de CEPII, www.cepii.fr, 11/09/2015.


nefastos del calentamiento global que padecen los Estados “subde-sarrollados” (los del Anexo 2).

El acuerdo de París bajo el signo de la cooperación internacio-nal y del compromiso diferenciado de los Estados para enfrentar los efectos nefastos de los cambios climáticos, impone, en primer lugar, a los colíderes de la economía mundial la obligación de adaptar y transformar sus aparatos productivos y sus sociedades en general, a la producción y consumo de y con energías limpias, descarbonizadas, proceso en el cual los oligopolios occidentales, fundamentalmente los estadounidenses, han logrado tener adelanto y liderazgo, no solo sobre los capitales chinos, sino también sobre los occidentales y el resto de las economías que forman parte de la economía mundial.

Los compromisos de la COP 21 de París de reducir la emisión de los gases de efecto invernadero implican establecer las bases de polí-ticas industriales que asienten un régimen de crecimiento económi-co y de organización social, que tienen en la innovación el epicentro de las decisiones públicas y privadas para estimular y orientar las inversiones para producir-comercializar bienes económicos en cuya producción se evite la mayor cantidad posible de toneladas de CO2. El artículo 2 del Tratado y el numeral 137 del Preámbulo atestiguan dicha orientación en materia de financiamiento a la economía con energías limpias. Dicho de otra manera: los poderosos oligopolios oc-cidentales parecen haber logrado un amplio consenso internacional en la lucha por instaurar un nuevo “modelo” de crecimiento econó-mico y de organización internacional de la producción y del comercio de bienes o mercancías “limpias”.

Es lo que los principales actores públicos y privados de la eco-nomía digital, bioindustrial y líderes de la innovación, vienen reali-zando en EE.UU., Alemania, Francia, Italia, Suiza, Suecia, Japón y, en menor medida, en China e India. Allí, los poderosos oligopolios, innovadores por el dominio de las informaciones que ostentan del Conocimiento de la Materia y de la Naturaleza, vienen desarrollan-do la inteligencia artificial y la vida sintética. La conectividad total de las personas y de las cosas exigirá una transición-reconversión en la producción y consumo de esos “bienes verdes” porque, de más en más, son y serán producidos por las energías no fósiles, renovables, frutos ellas también de la innovación. Tales esos nuevos bienes, son

82 Gustavo Arce

creadores de nuevos empleos y viveros de nuevas fuentes de produc-tividad y de inversión.

La difusión internacional de un capitalismo productor de los green technology godos and services o les services ecosistémes podrá hacer compatible la reproducción económica con la necesidad de ase-gurar, en este siglo, la perdurabilidad del planeta.

Recapitulando en el coliderazgo de la economía mundial, en su cuarta fase, se destaca y se observa que :

• los oligopolios norteamericanos líderes de la economía de la in-formación, han logrado imponer una nueva matriz productiva mundial, que está sustituyendo a la de la primera y segunda revolución industrial. Además de su liderazgo científico y de la innovación, el capitalismo estadounidense es aún poderoso en lo monetario/financiero y en lo militar113.

• el emergente capitalismo chino, se ha consolidado en el centro manufacturero mundial, recreando la especialización interna-cional y de la división internacional del trabajo del siglo XIX y XX. El capitalismo chino alcanzó los primeros lugares en el producto y el comercio mundiales, sus gastos militares han cre-cido en los últimos años114 pero, es todavía débil en el terreno monetario y financiero y se ha convertido en el primer emisor mundial de los gases efecto invernadero115.

En el año 2017 esta relación y especialización entre los lideres de la economía mundial y con sus aliados competidores, la UE y Ja-pón, conoce y enfrenta una peculiar situación luego de la asunción a la presidencia de los EE.UU. de Donald Trump.

Como lo había anunciado durante su campaña electoral, el Pte Trump, guiado por el principio America First, aisla los EE.UU. del Mundo, abandona el multilateralismo por el proteccionismo, reexa-mina la contribución financiera americana a los organismos de las Naciones Unidas, a la Otan, en fin, parece querer reconocer que los fundamentos del orden mundial que los EE.UU. y la URSS pactaron en el acuerdo del Atlántico y en las Conferencias de Casablanca y

113 Sébastien Jean: La demondialisation… Op. cit., pág. 65 y Aglietta Michel y Cou-dart, Virginie: Le dóllar et… Op. cit., pág 54.

114 Sébastien, Jean: La demondialisation… Op. cit., págs. 65 y 66.

115 Geopolitis del 12/11/17 www.rst.ch


Teherán han perimido y, a la vez, con su aislacionismo, la admi-nistración Trump se niega a participar activamente en el proceso de reconfiguración del Poder mundial propio al capitalismo de la información.

Símbolo del aislacionismo del siglo XXI, la Administración Trump, retiran a los EE.UU. del Acuerdo del Pacífico, del Atlántico y del Acuerdo de París (1/06/17). El alejamiento del Acuerdo del Pa-cífico, habilitaría el ingreso de China, que aumentaría su influencia en Asia y en el Pacífico, aunque Japón ha manifestado su voluntad de mantenerse activo en dicho Acuerdo.

En lo que concierne al retiro del Acuerdo de París, ello significa que a) el segundo Estado emisor mundial de C02 se desentiende de cooperar y contribuir a salvaguardar el bien común de la Humani-dad que es la Atmósfera y de su responsabilidad en el liderazgo en la economía mundial, b) pone un freno al proyecto productivo, comer-cial y normativo de transición hacia un capitalismo basado en ener-gías limpias y de innovación, producto de la economía de la informa-ción y de la digitalización. En consecuencia, es obvio preguntarse, si entonces, en los próximos años, las relaciones y las especializaciones entre los colíderes podría volverse favorables al capitalismo chino que aumentaría su cuota de poder en la economía mundial.

El retiro de los EE.UU. del Acuerdo de París será recién noti-ficado antes de 4/11/19 y será efectivo antes de la próxima elección presidencial (2020). En el interín, 15 de los 50 Estados de la Unión, California, Nueva York, Virginia, Minnesota, Washignton, Massa-chusetts, Maryland, Oregon, Connectictut, Hawai, Nueva Hamphsi-re, Maine, Delaware, Rhode Island y Vermont, continuarán con sus políticas de sustitución de las energías fósiles por las renovables y con los bienes que le son complementarios, la casa y ciudad inteli-gente y el internet de las cosas. Esos 15 Estados representan 31% del PBI estadounidense y el 18% de las emisiones totales de CO2 de los EE.UU. En otros términos: la adminstración Trump, se aisla del Mundo y genera incertidumbre sobre su cuota de liderazgo mundial y, además, aumenta la fractura de la economía y sociedad america-na entre aquellos Estados que continúan ingresando al capitalismo de la información y los que se quedan o regresan al capitalismo in-dustrial de los siglos XIX y XX116.

116 Retrait des Etats Unies de l Accord de Paris: le relais econgurageant des initia-

84 Gustavo Arce

En oposición a lo decidido por la administración Trump, la que dirige el presidente XI Jimping ha proclamado su adhesión al libre cambio universal y al multilateralisno como principios rectores de su coliderazgo mundial, mientras que, al interior de su economía y sociedad, los mercados públicos, los derechos de propiedad intelec-tual, las reglas de la competencia y el ingreso de los gigantes de la economía de la información y de la digitalización (GAFA) no tienen acceso a las virtudes proclamadas del capitalismo liberal que patro-cina, para le resto del Mundo, el presidente Xi Jimping.

Confirmando su adhesión al Acuerdo de París, la administra-ción actual de China, invertirá 360 millardos de dólares en el desa-rrollo de las energías renovables, lo que representará que en China se asiente la mitad de la energía eólica del mundo; en la provincia de Zinc Chiang se está construyendo la ciudad verde, símbolo del capitalismo siglo XXI117. Pero la economía primera en PBI y Comer-cio mundiales, segunda en gastos militares y primera en emitir ga-ses con energías fósiles (10,3 millones de toneladas y 7,4 por habi-tante), continúa desarrollando su industria y economía en general, con energías fósiles y ostenta ser el primer productor y consumidor mundial de carbón118. Así lo confirma el proyecto de revalorización de la denominada “ nueva” ruta de la seda, ahora el Puente Terres-tre Euroasiático, que unirá Euroasia, Africa y Europa, por un parte, y el mega proyecto Biociánico, que atravesaría Brasil (del Oeste al este) e incorporaría a Perú y Bolivia, lo que permitiría al comercio chino latinoamericano de realizarse sin pasar por el canal de Pana-má, por otra parte119.

En este contexto de divergencia entre los colíderes de la econo-mía mundial sobre los criterios y las orientaciones sobre la adminis-tración y el gobierno de la globalización de la economía mundial, en transición hacia la economía de la información, de la digitalización y del internet de las cosas, los capitalismos de segundo rango que conforman la Unión Europea buscan no perder posiciones en el ac-

tives locales en: La letrre de CEPII. Nº 380, setiembre 2017. www cepii.fr

117 Geopoloitis del 12/11717, ídem nota 3.

118 Ídem.

119 Véase Folha de São Paulo, versión digital del 26/11/17 y Déclaration d intention entre la Suisse et la Bolivie pour un project ferroviare en: www.rts.ch, emisión del 14/12/17.


tual proceso de reconfiguración del Poder Mundial ni en la economía de la información. Frente al retiro de los EE.UU. del Acuerdo de París y ante el escaso resultado de la COP 23, reunida en Bonn, en Alemania en noviembre 2107, al impulso del Presidente francés Emmanuel Macron, se realizó el 12/12/17, la Cumbre de París sobre el Clima (One Planet Summit).

Con el apoyo de la Naciones Unidas y del Banco Mundial, sin la presencia de los Presidentes y Jefes de los Estados con mayor res-ponsabilidad en la emisión de los gases CO2, cincuenta líderes mun-diales en la economía digital y de la innovación y en las finanzas in-ternacionales, se comprometieron a trasformar y trasferir, hacia la economía digital los fondos “verdes”, y financiar la transición ener-gética, pilar y condición esencial para una economía descarbonizada e intentar alcanzar, entonces, los objetivos del Acuerdo de París.

A su vez, la UE ha confirmado dos acuerdos comerciales, de la segunda generación, en el marco del “spaghetti bowling”: uno con Canadá (CETA) y otro con Japón.

El CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreement), es el segundo mercado para las exportaciones de la U.E y para Canadá la UE es su décimo mercado de destino de sus exportaciones. Como sus pares TTP, TTIP y TISA, en él no solo se reducen los ya bajos aranceles (de 4% para las exportaciones de la UE y de 3% para las canadienses) sino fundamentalmente se pretende harmonizar nor-mas técnicas para las la producción y comercio en sendos mercados; se protegen ciertos indicadores de localización geográfica –la propie-dad intelectual– y los servicios son abordados y tratados en términos de las listas negativas, es decir; los gobiernos actuales deben, ahora, señalar que sectores de actividad quedarán explícitamente excluídos de la competencia y de una futura liberalización. Las controversias entre los inversores y los Estados, serán dilucidadas en un tribunal especial de 15 miembros a crearse próximamente120.

A su vez, negociado desde 2013, la UE y Japón firmaron un acuerdo, también de segunda generación, a pocas horas de inagurar-se el G8 en Hanburgo (7 y 8 de junio 2017). Así la dupla Japón-UE representará 40% del comercio mundial; examinando los sectores y productos del Acuerdo, aparece claramente que son aquellos en

120 Japan-Europe, The unnoticed megadeal en: Le blog CEPII. 26/10/17.

86 Gustavo Arce

los cuales la innovación, la que es producto de la simbiosis de la producción de conocimiento y producción de bienes económicos y por ende, que contiene en sus valores agregados un alto componente de conocimiento y tecnología.

El acuerdo Japón-UE permitirá que los oligopolios nipoeuropeos controlen 72,7 de industria aeronáutica, 71,7 en la farmaceútica, 62,1 en la de los bienes de capital fijo, 58% en las bebidas, 57% en la producción de máquinas para la agricultura, 56% en la industria de bienes de precisión, 56% en la automovilística del total mundial121.

Mientras los colíderes muestran reacciones disímiles en las mega negociaciones sobre cómo concertar la transición hacia el capi-talismo de la información, mediante éstos acuerdos, la UE, Japón y Canadá, consolidan espacios de producción y comercio, que protegen mas por la harmonización y la ventaja tecnológica que por mecanis-mos arancelarios y para arancelarios y consolidan sus lugares en la nueva jerarquía que emana del capitalismo de la información.

Conclusión

En el último medio siglo la economía mundial y las relaciones internacionales se tornaron más densas y complejas de lo que lo ha-bían sido en las fases anteriores. Un número mayor de actores, es-tatales y no estatales, desarrollando actividades lícitas e ilícitas, así como el advenimiento de nuevos temas en la agenda internacional, caracterizan a estos últimos cincuenta años como aquellos que defi-nen una realidad económica y geopolítica propia del siglo XXI.

La gran mutación y el giro civilizacional que implica la Econo-mía de la Información y la Sociedad del Conocimiento conllevan y explican las nuevas teorías sobre la naturaleza de la Materia y de la Energía, así como las alteraciones profundas de los cimientos econó-micos y políticos que heredamos de la Edad Moderna.

El pasaje a una economía y una sociedad organizadas de acuer-do con la lógica capitalista que logró asociar la producción de mer-cancías con la producción del conocimiento, no solo está modifican-do las condiciones clásicas de la producción de las mercancías, sino también los fundamentos de la Riqueza y del Poder, sea a nivel de los individuos, de las familias, de las Empresas o de los Estados.

121 Ídem.


Es sobre esta realidad que impone el capitalismo de la informa-ción que deben ser aprehendidas, en esta cuarta fase de su evolución histórica de la economía mundial, las relaciones de los pueblos y de las naciones –economías internas o nacionales– como aquellas que se tejen entre las naciones y los Estados –economías internaciona-les– y que forman la economía del Mundo.

El ingreso a la economía de la información se está procesando de manera extremadamente desigual, porque la producción del Saber es un proceso fuertemente concentrado y oligopolizado, caracterís-ticas verificadas tanto a nivel geográfico –según las Regiones y los Estados– como en los dominios tecnológicos o en el ámbito de las capacidades científicas y técnicas que poseen las economías y los Estados en la economía mundial.

La tétrada dominante y líder en el capitalismo de la información (EE.UU., UE, Japón y el grupo de las economías nórdicas) parece constituir el centro desde el cual se forja la división mundial tecno-lógica- ambiental del trabajo, propia del capitalismo de la informa-ción, y del cual las nuevas y antiguas periferias dependen científica y técnicamente, sea para continuar produciendo manufacturas con escasa incorporación de conocimiento, sea para intentar nuevas pro-ducciones que consuman “energías limpias” y ocupar mejores luga-res en la economía mundial del siglo XXI.

88 Gustavo Arce

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ANEXO

Distribución mundial del Producto, la Población y el Comercio

Grandes regiones PBI % Población (millones) Comercio (%)

PBI Mundial en 2016 (millardos dólares base 2011)

Total mundial = 111.509%

Total mundial 2016: 7.432 millones de

personas

Total mundial: 15.261

millardos de dólares en

2015

América del Norte 21.051 18,8 493 13,5

China 19.857 17,8 1.378 14,3

Unión Europea (a 28) 18.555 16,6 512 33,9

Asia del Sur y Pacífico 10.278 9,2 1.863 3,8

Asia del Norte y Sureste 9.768 8,7 666 12,4

África del Norte y Medio Oriente 7.531 6,7 431 7,2

América del Sur 6.853 6,1 493 3,7

CEI 4.994 4,5 289 3,3

Japón 4.856 4,4 127 4,1

África Subhariana 3.561 3,2 1.026 0

Resto de Europa 2.919 2,6 110 0

Australia y Nueva Zelanda 1.286 1,1 29 0

Con datos de fuentes: CEPII: l’économie mondiale 2018: Base de données. Ed. La Découverte, París. Págs. 119-124.

94 Gustavo Arce

Índice

Parte ILos actores, los flujos y las fases de la economía mundial ........ 7Reproducción social, economía, capitalismo .............................. 9La Economía Mundial: breve análisis de la formación de un concepto ....................................................................................... 13Las fases históricas de la evolución de la Economía Mundial .. 21Primera fase: formación del mercado mundial y del establecimiento de las bases económicas y políticas del “orden” europeo (1600-1750/70) .................................................. 22Segunda fase: el orden Europeo (1750/70-1870)........................ 23Tercera fase: el orden anglo-ruso-soviético-estadounidense (1870-1980/99) ............................................................................. 26A. Cambio en las regiones y en los Estados-naciones líderes

y dominantes ........................................................................ 27B. Crecimiento económico basado en la matriz industrial

taylorfordista ........................................................................ 30

Parte IIEl capitalismo de la información

La cuarta fase de la economía Mundial ..................................... 41

PRIMER MOMENTO 1980-2000I. La gran mutación y el giro civilizacional ............................ 41II. Oikonomos de la Información y la Sociedad del

Conocimiento: la simbiosis entre producción de mercancías y producción del Saber ..................................... 44

III. La Economía de la Información ......................................... 47A. La producción en flujos ................................................ 47B. El control y la circulación de la Información ............... 50C. La inversión inmaterial y los activos inmateriales ..... 51

96 Gustavo Arce

IV. La Matriz productiva del Capitalismo de la Información: la Relación Social de Servicio .............................................. 52

V. El Comercio del Conocimiento: la Propiedad Intelectual .. 53

SEGUNDO MOMENTO 2000-2017I. La economía digital y el Internet de las cosas 2000-2017 . 57II. Las plataformas y los mercados bi o multicaras ................ 60III. La economía digital y la economía mundial: la

reconfiguración de los centros del poder mundial ¿hacia la pax sinoestadounidense? ................................................. 65III.1. Las especializaciones productivas en el capitalismo

de la información y en la sociedad del conocimiento... 69III.2. Los megaacuerdos comerciales en el capitalismo de

la información ............................................................... 73III.3. El acuerdo de París: un consenso hacia la “economía

verde”: ¿el triunfo del Capitalismo de la Información? 77Conclusión ................................................................................... 86Bibliografía ................................................................................. 88ANEXO ........................................................................................ 93

Índice de cuadros

Cuadro 1 ...................................................................................... 24Cuadro 2 ...................................................................................... 24Cuadro 3 ...................................................................................... 27Cuadro 4 ...................................................................................... 28Cuadro 5 ...................................................................................... 28Cuadro 6 ...................................................................................... 31Cuadro 7 ...................................................................................... 33Cuadro 8 ...................................................................................... 61Cuadro 9 ...................................................................................... 64Cuadro 10 .................................................................................... 65Cuadro 11 .................................................................................... 65Cuadro 12 .................................................................................... 66Cuadro 13 .................................................................................... 68Cuadro 14 .................................................................................... 70Cuadro 15 .................................................................................... 71Cuadro 16 .................................................................................... 75Cuadro 17 .................................................................................... 79

Índice de esquemas

Esquema 1 ................................................................................... 22Esquema 2 ................................................................................... 38Esquema 3 ................................................................................... 48Esquema 4 ................................................................................... 48Esquema 5 ................................................................................... 52

Índice de gráficas

Gráfica 1 ...................................................................................... 39

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