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Mª del Pilar Iracheta Cenecorta* La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) Aprovisionamiento, distribución, usos, higiene y desecho 11 En la colección Documentos de Investigación se difunden avances de trabajo realizados por investigadores de El Colegio Mexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicación definitiva de sus textos. Se agradecerá que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). Los editores han mantenido fielmente el texto original del presente documento, por lo que su contenido, estilo y redacción son responsabilidad exclusiva del(de los) autor(es). D.R. c El Colegio Mexiquense, A.C., Ex hacienda Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec, México. Teléfonos: (72) 18-01-00 y 18-00-56; fax: 18-03-58; E-mail: [email protected] Correspondencia: Apartado postal 48-D, Toluca 50120, México. 1997 *E-mail: [email protected]

La ciudad y el agua en Toluca

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Descripción histórica de las fuentes de agua en la ciudad de Toluca

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  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 1

    M del Pilar Iracheta Cenecorta*

    La ciudad y el agua:Toluca (1830-1897)

    Aprovisionamiento, distribucin, usos, higiene ydesecho

    11

    En la coleccin Documentos de Investigacin se difunden avances de trabajo realizados por investigadores de El ColegioMexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicacin definitiva de sus textos. Seagradecer que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). Los editores han mantenido fielmente eltexto original del presente documento, por lo que su contenido, estilo y redaccin son responsabilidad exclusivadel(de los) autor(es). D.R. c El Colegio Mexiquense, A.C., Ex hacienda Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec, Mxico.Telfonos: (72) 18-01-00 y 18-00-56; fax: 18-03-58; E-mail: [email protected] Correspondencia: Apartado postal 48-D,Toluca 50120, Mxico.

    1997

    *E-mail: [email protected]

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  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 3

    CONTENIDO

    INTRODUCCIN

    1) LAS FUENTES DE AGUA

    2) EL APROVISIONAMIENTO DEL AGUA

    3) LA DISTRIBUCIN DEL AGUA3.1) El agua para (casi) todos: las

    nuevas redes de caeras.3.2) Las fuentes pblicas y privadas.3.3) Los aguadores: una alternativa para

    el aseo de las fuentes pblicas.3.4) Servicios municipales de agua: el

    taln de Aquiles del Ayuntamiento.3.5) El problema de las redes de agua

    potable.3.6) Las fuentes pblicas y los conflictos

    para su abastecimiento.3.7) La ineficiencia en la distribucin

    de agua potable.3.8) La medicin defectuosa, otra causa

    de la desigualdad en la distribucindel agua.

    4) LA CONTAMINACIN Y EL DESECHO DELAS AGUAS4.1) La contaminacin industrial del

    agua4.2) La contaminacin domstica

    5) LA HIGIENE PBLICA DE LAS AGUAS5.1) El desarrollo de Toluca como

    ciudad moderna.5.2) La aparicin de la poltica higienista

    y el uso del agua en la higiene de laciudad.

    5.3) Qu hacer con los desechos.5.4) Atarjeas y drenajes.5.5) La evacuacin de las aguas usadas.

    CONCLUSIONES

    FUENTES CONSULTADAS

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    INTRODUCCIN

    En no pocos cambios decisivos para lahistoria de la humanidad -como el paso delestado de subsistencia al de excedente dealimentos o el cambio del pueblo a la ciudad-el agua ha sido esencial: agua para hacer crecerla cosecha, para la crianza de animales, para eluso personal y el acarreo de desechos. En suma,el agua est ntimamente unida al desarollo yfuncionamiento de una sociedad.

    En este sentido existe una preocupacinpersonal en torno al agua como recurso vitalmismo que permite la existencia y continuidadde la vida humana, as como las actividadesproductivas, sociales y domsticas. Me he per-catado de que el abastecimiento y distribucindel lquido en la ciudad de Toluca, ha tenidodificultades a lo largo de la historia de la ciudad.Este fue el punto de partida para conocer cmose dio el proceso histrico de las formas deaprovisionamiento y abasto a la urbe, a las quese sumaron las de los usos del lquido, su higieney desechos.

    Con este trabajo pretendo demostrar queel abastecimiento de agua a la ciudad estuvocondicionado social y polticamente. El beneficiopara la poblacin se recibi de manera desiguala lo largo del siglo XIX, situacin que pareceprolongarse en nuestros tiempos. Tambin pre-tendo dejar establecido que el agua, vista comoun recurso esencial, estuvo casi siempre en disputaentre los diferentes grupos sociales que habitaban

    la ciudad de Toluca. El agua era bsica para lasactividades de los tolucenses, sobre todo desdemediados y a finales del siglo XIX, periodo enque la ciudad crece y empieza a conformarsecomo un ncleo urbano y funcional, Tambin esimportante destacar el papel toral que el procesode modernizacin urbana le dio al agua.

    En efecto, el perfil urbano de la ciudad deToluca cambia radicalmente con el desarrollo deactividades comerciales, financieras, de servicios,etc. As con el constante crecimiento urbano-poblacional, la consolidacin de la burguesa lo-cal, entre otros elementos, el agua es un recursoque se incorpora de manera manifiesta al desarrollomoderno de la ciudad.

    El estudiar el tema del agua en la ciudadde Toluca nos inst a realizar una bsqueda bi-bliogrfica en torno a dicho tema. Notamos queexiste una laguna en la historiografa local. Lo quepudimos localizar fueron referencias aisladas enalgunos libros sobre el estado de Mxico y es-pecficamente sobre la ciudad de Toluca. Todosellos fueron utilizados para reforzar algunossubtemas del trabajo que se realiz bsicamentecon la consulta de documentos del ArchivoMunicipal de Toluca, el de la notara No.1 de laciudad de Toluca, localizado en el Archivo Generalde Notaras del Estado de Mxico y algunos otrosarchivos.

    Dada la escasez de trabajos sobre el aguaen Toluca, acud a algunas lecturas sobre estudiosparecidos, tales como Land and water in Mexicoand New Mexico 1700-1821 en New Mexico

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    Historical Review, Vol. XLVII; 2,april, 1972 pp.85-112, que es un trabajo con una perspectivaregional sobre el agua y su abastecimiento.Asimismo consult los trabajos contenidos en ellibro colectivo coordinado por Rosalva Loreto yFrancisco J. Cervantes B., Limpiar y obedecer. Labasura, el agua y la muerte en la Puebla de losAngeles, 1650-1925, Mxico, Claves Latinoameri-canas, S.A de C:V:-Universidad Autnoma dePuebla-Centro de Estudios Mexicanos y Centro-americanos-Colegio de Puebla, A.C., 1994, en estelibro se incluyen todas las problemticas abor-dadas en mi trabajo, mismas que no son otras quelas de las relaciones hombre-naturaleza en laciudad de Toluca, es decir, Para qu se utilizabael agua; cmo se deshacan los hombres de la in-mundicia; Cules eran los conceptos de higieney qu influencia tuvieron en las prcticas sanita-rias en el abatimiento de enfermedades,etc.

    El trabajo pionero desde una perspectivaglobal del problema del agua es el de Alain Musset,De leau uss a leau morte. Enjeux techniques etculturels dans la Valle de Mexico (XVI-XIX) (1492-1992), Paris, Recherche sur les civilisations, 1991,420 pp., fue ste un trabajo de gran utilidad y queme dio una perspectiva amplia e integral sobreel agua como un recurso social e inserto en unentorno urbano.

    Si bien en el trabajo se desarrollan lospuntos claves en torno a la historia del agua enToluca, es preciso profundizar en cada uno deellos. Existe la intencin de continuar con el temarealizando una exploracin en los archivos, sobretodo en el municipal de Toluca y en de Notarasdel Estado de Mxico. Pensamos que la docu-mentacin de estos archivos nos pueden permitirprofundizar en esta temtica, enriqueciendopuntos como la proyeccin del agua en la vidacotidiana de los habitantes de Toluca, la men-talidad de los tolucenses en torno al uso delagua, etc.

    En cuanto al trabajo que se presenta, sedivide en cinco apartados. El primero intentadescribir un breve panorama de los abundantesrecursos acuferos del Valle de Toluca. Uno deellos, los manantiales, surtieron a la ciudad du-rante prcticamente cuatro siglos.

    El aprovisionamiento del agua, segundoapartado de la investigacin, expone la forma enque, en principio, la ciudad pudo procurarse elagua, a travs de acueductos y caeras construi-dos por los religiosos franciscanos y carmelitas,cuyo control de abasto del lquido, les dara unpoder y prestigio agregados al que ya disfruta-ban debido a su labor misionera. Posteriormentesurgen otras fuentes de abastecimiento, logradaspor el Ayuntamiento de Toluca, con lo cual el pa-pel de esta corporacin viene a ser capital no sloen el rengln de la provisin del agua, sino entodos los dems elementos que constituyen elciclo completo: aprovisionamiento, distribucin,control, aprovechamiento y desecho.

    Si consideramos que el agua, por s sola,no podra contribuir al desarrollo y funciona-miento de las sociedades y las ciudades, es precisoconsiderar la capacidad del hombre para realizarinstalaciones tcnicas que permitan el aprovisio-namiento, distribucin y control del lquido, ascomo el mejoramiento constante de esos aspec-tos, que incluyen el de higiene y salubridad.

    Es as que en este trabajo, el aspecto tcnicoest necesariamente presente. Sin l no habrauna explicacin satisfactoria de cmo se modi-ficaron las maneras de abastecer, distribuir ycontrolar el agua y de limpiar la ciudad (y allquido mismo), mismas que permitieron eldesarrollo y funcionamiento de actividadeseconmicas y domsticas.

    Pero al desarrollo de la tcnica, corres-pondern una serie de prcticas culturales ysociales. Se establece as un interjuego entre latcnica y las prcticas culturales y sociales. Talesaspectos estn presentes en el apartado tercero.

    La cuestin relativa a la contaminacin ydesecho de las aguas mereci un apartado es-pecial, el cuarto. En l se trata de analizar el usodel lquido en las distintas actividades de laciudad y que, al final del ciclo, debe ser dese-chado. Se detectaron tipos de prcticas conta-minantes del agua de la ciudad,que incidantambin en la contaminacin del ambiente: laseconmicas y las domsticas.

    En resupuesta a esta problemtica, a finesdel siglo XIX, surgir la poltica higienista, en

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 7

    el contexto del positivismo cientfico y el ordensocial caractersticos de la era porfirista.

    El tema del apartado quinto se aboca adesarrollar el surgimiento de tal poltica higie-nista en la ciudad de Toluca, que se inaugura conel nombramiento del Consejo Superior de Salu-bridad, integrado exclusivamente por mdicos,quienes aplican sus saberes para normar la higienepblica de Toluca.

    Es notorio aqu el prurito por desodorizar,higienizar y hacer estticos los espacios de laciudad, a la par de dotar a sus vecinos de aguasuficiente y limpia.

    Aparece de nuevo la tcnica, elementoesencial para hacer realidad los ideales higienistas.Se aplican los sistemas de atarjeas y finalmente,como la innovacin ms importante, la cons-truccin del drenaje para la ciudad.

    1) LAS FUENTES DE AGUA

    La zona sur del Valle de Toluca, a la cual perteneceel municipio y la ciudad del mismo nombre,form una zona lacustre, ubicada entre la cuencade Mxico y la regin purpecha.1

    La abundante precipitacin pluvial en lazona sur del Valle, debido a la presencia de zo-nas elevadas, en particular, el Nevado de Tolucafavorece el surgimiento de manantiales ymltiples arroyos, formados algunos con el aguadel deshielo del Nevado, en tanto que otrascorrientes y el propio ro Lerma, se originan enojos de agua. Hasta 1942, ao en que se inicila construccin del acueducto al Distrito Federal,existan incontables manantiales en la zona.2

    A mayor abundamiento, el escurrimiento delas aguas subterrneas comienza en las montaasque circundan al Valle de Toluca. La parte norestede la falda del Nevado le proporciona el agua,as como el rea que se marca por el Ro deToluca y que est limitada al oeste por las lomas

    de Cacalomacn y los otros pequeos montes quese hallan en las inmediaciones de la actual Ha-cienda de La Pila (situada al poniente de laciudad de Toluca y que, como se ver fungicomo fuente de abasto de la ciudad duranteprcticamente cuatro siglos); por el norte laTeresona y sus ramales occidentales, as comolos cerros de San Bernardino, San Miguel, Coporito,el Toloche, San Juan y Huitzila; por el sur, laslomas de San Felipe. Esta cuenca abierta al estey noreste deja escurrir sus aguas hacia el valle,recorrido por el ro Lerma que deposita ah unagran parte del agua.3

    Por tanto, durante la poca prehispnica,en la zona sur del valle, las fuentes de agua utili-zadas eran casi exclusivamente las perennes,esto es, las dimanadas de ros, arroyos y manan-tiales, que llevaban agua durante todo el ao.

    En suma exista abundancia de recursosacuferos para abastecer al lugar que andandoel tiempo se convertira en la ciudad de Toluca.Debido entonces no a la escasez de recursosacuferos sino a factores humanos, fue dificilabastecer el agua a la ciudad ante el problemade una autoridad municipal dbil en principio;a la falta de presupuesto, una tecnologa atrasada.Todos estos factores contribuyeron a que el ciclodel agua en la ciudad no pudiera desarrollarsesatisfactoriamente todava a finales del siglo XIX.

    2) EL APROVISIONAMIENTO DEL AGUA

    Con la conquista, la necesidad de agua se hizomayor con el objeto de satisfacer las necesi-dades econmicas de los nuevos pobladoresespaoles y sus empresas instaladas en el Vallede Toluca, y por supuesto, en la villa de Toluca,que lleg a constituir el principal ncleo urbanodel Valle.

    1 Albores, Beatriz, Ambiente lacustre e industrializacin en

    el alto Lerma en Blancarte Roberto, (coord.) Estado de Mxico.Perspectivas para la dcada de los noventa, p.41.

    2 Albores, Beatriz, Tules y Sirenas. El impacto ecolgico ycultural de la industrializacin en el Alto Lerma, pp. 71-72.

    3 Archivo Municipal de Toluca, Ramo 39, Seccin 1,Cuadernillo 1, ao 1892, Expediente 6, Batera 7, Entrepao7, En adelante se citarn solamente las siglas del Archivo (AMT)y los nmeros del ramo, cuadernillo, ao, expediente, batera,entrepao. Las fojas se citarn de acuerdo a como stas aparezcanen el expediente: nmero especfico de foja, fojas totales delexpediente o sin foja.

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    Asimismo las poblaciones indias dispersasfueron reagrupadas en nuevos poblados cons-truidos alrededor de un convento. Esta poltica,conocida como congregacin fue desarrollada afines del siglo XVI y principios del XVII, con elfin de controlar a los indios, facilitar la percepcindel tributo y permitir la evangelizacin de lastierras recin conquistadas.4

    Dentro de estas mismas aglomeracionesurbanas, como fue Toluca, congregada entre1560 y 1564,5en torno al convento de NuestroPadre San Francisco, los frailes franciscanos sevieron en la necesidad de hacer venir el aguapara alimentar al nuevo asentamiento.

    Los religiosos trajeron el agua del manantialsituado al poniente de la ciudad, que luegopertenecera a la Hacienda de La Pila. Ainstancias de los franciscanos fueron construidaslas paredes laterales para albergar el manantial,se puso un acueducto, (reacondicionado en1827), muy rstico, cerrado y subterrneo, casien todo su tramo, que llegaba a una fuente o pilaque estaba enmedio de la Plaza principal, de laque se tomaba el agua para el convento y parael uso de una parte del vecindario de la entoncesvilla de Toluca,6 que poco a poco se haba cons-tituido en un asentamiento de espaoles, quieneshaban empujado a la poblacin indgena a losbarrios perifricos. La villa de Toluca sera con-vertida en ciudad en el siglo XVII.

    Ya a mediados del siglo XIX, conformefue creciendo la ciudad, el convento sloabasteci la parte suroriente, desde la Alamedahasta los Portales, en el corazn de de Toluca.7

    Pero lo importante fue que el agua que surtael convento fue considerada como particular,independiente del control del ayuntamiento y delas aguas que esta corporacin posea paraabastecer a los otros sectores de Toluca.8

    Es claro que la posesin del agua por losfranciscanos les otorg, a lo largo de la pocacolonial y principios del siglo XIX, el control enla distribucin del lquido vital, aadiendo estehecho mayor preeminencia de la que ya gozabanlos franciscanos, no slo en la ciudad, sino en todala regin del Valle de Toluca. Tal preeminenciaen relacin con el control del agua, se vera com-partida, y en ocasiones confrontada, con la delayuntamiento de Toluca.

    De otro convento, el de la Pursima Con-cepcin de los Carmelitas Descalzos, provendraotra fuente de abastecimiento para la ciudad deToluca. En 1698 el acto de fundacin incluy elagua donada al convento por el Marquesado delValle. Fue trada de un ojo de agua llamadoAtotonilco y de los terrenos pantanosos del surdel pueblo de Oxtotitln,9 y canalizada por lafalda sur del cerro de la Teresona, el de SanBernardino y San Miguel,10 poniendo la caja deagua en el cerro del Cporo, situado al surorientede la plaza principal de la ciudad de Toluca.

    El convento goz de la merced de aguadesde 1699 y cedi una parte a la ciudad. As,esta agua abasteca el centro de la ciudad, atravs de una pequea pila pblica. Parte dellquido llegaba al convento, a la huerta quedespus se llam Del Carmen.11 Sin embargo,por provenir parte del lquido de los pantanosde Oxtotitln, el agua no era muy potable, porlo que se inutiliz una seccin del acueducto delCarmen para conducir el lquido.

    Si bien la presencia de los acueductosabasteca a los habitantes, aunque no de maneraregular ni satisfactoria. Conforme el ncleo urba-no fue creciendo, se hicieron necesarias nuevasfuentes de aprovisionamiento para intentar laconformacin de un verdadero sistema de distri-bucin de agua, como veremos adelante.

    4 Musset, Alain, De leau use a leau morte. Enjeux tech-niques et culturels dans la Valle de Mxico (XVI-XIX)(1492-1992), p. 111.

    5 Menegus, Margarita, Del seoro indgena a la Repblicade Indios. El Caso de Toluca (1500-1600), p. 176.

    6 AMT/39/1/1/1828-1873/1/7/7/f.5.7 Venegas, Aurelio J., Gua del viajero en Toluca, p. 19.8 AMT/39/1/1/1854/13/7/7/s.n.de f.

    9 Victoria Moreno, Dionisio,(Paleografa y Notas) El conventode la Pursima Concepcin de los Carmelitas Descalzos enToluca, p. 5.

    10 Venegas, op.cit. p.18.11 Correa, Humberto Evolucin urbana de Toluca en Snchez

    Garca,Alfonso, Garca Gutirrez, Rodolfo, et.al., Siglo y Medio.Sumaria Tolucense, p. 270.

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    3) LA DISTRIBUCIN DEL AGUA

    El consumo creciente del lquido en el siglo XIX,llev a las autoridades al intento de establecer uncontrol ms riguroso de la distribucin del agua.

    Con este contexto, trataremos aqu unaproblemtica urbana, que concierne a la ciudadde Toluca, en el transcurso de casi todo el sigloXIX (si bien en ocasiones abarcamos fechasanteriores a este periodo). Analizaremos cmo seorganiz la distribucin del agua, y cules fueronsus principales carencias. Asimismo se vern losproblemas que presentaban la polucin de lasaguas y la evacuacin de las aguas servidas.12

    La ciudad de Toluca, erigida en capital delEstado de Mxico en 1830 fue, hasta ya entradoel siglo XIX, un pequeo conjunto de casas. (vermapas 1 y 2). Destacaban los cuatro conventosestablecidos ah, por orden cronolgico: NuestroPadre San Francisco, ubicado en el corazn de laciudad, que despus quedara bordeado por losPortales, ocupaba la manzana donde stos fueronconstruidos y colindaban al oriente con el callejnllamado Medrano y con la Plaza del Maz.13 El delCarmen tambin en el centro pero hacia eloriente, el del Hospital de San Juan de Dios (hoyla Iglesia de Santa Mara de Guadalupe),erigindose ah la calle de San Juan (hoy Av.Independencia), hacia el sur y La Merced haciael poniente.

    La ciudad contaba con las Plazuelas deAlva, la del Carmen y la de la Merced o Plaza delMaz o del Tianguis, ubicada en la parteseptentrional del Convento de San Francisco,donde hoy se encuentra el zcalo de Toluca.14

    Atravesaba la traza antigua de Toluca deoeste a este el ro Xihualtenco o Xihualtengo,llamado despus el Verdiguel. Naca este ro (quehoy est entubado) de las vertientes del Nevado,aumentando su caudal con las escurrideras de lospueblos de Cacalomacn y San Buenaventura,pantanos y pozos artesianos de la Hacienda deLa Pila, veneros y pozos de la Hacienda de la

    Garcesa y veneros superficiales del pueblo deSan Mateo Oxtotitln.

    Despus de cruzar la ciudad, faldeaba loscerros de Huitzila y San Cruz, regando parte delas Haciendas de San Juan de la Cruz y la Mag-dalena, continuaba su curso en las inmediacionesdel pueblo de San Andrs hasta los lmites dela Hacienda de San Jos, unindose ms abajoal ro Lerma. El ro, adems de imprimir movi-miento al molino de San Miguel, (situado alponiente, cerca de la Alameda, que existeactualmente), fertilizaba los campos que recorray contribua poderosamente a la limpieza de laciudad.15 En efecto, el ro tuvo el papel de colectorde aguas negras y pluviales, fungiendo comodesage de la ciudad. A la vera del ro Verdiguelse insalaron teneras, gracias precisamente al fcilacceso a las aguas del ro.16

    Nueve puentes conservaban la comunica-cin entre las dos partes de la ciudad divididaspor el ro: San Bernardino, San Fernando, el deSurez, Lavaderos, el del callejn del Carmen,el del callejn de la Aduana Vieja, el del callejnde la Fbrica, el del callejn Sor Juana Ins dela Cruz y el del barrio de Huitzila.17

    Un escritor local nos da una visin tristepero quiz no muy alejada de la Toluca de losaos treinta del siglo XIX:

    Las calles, pocas, estrechas y chaparras,presentaban un aspecto muy gris; malempedaradas, sin banquetas, oscuras ytenebrosas [..]cuando llova se inundabatodo el centro de la ciudad, especialmen-te los barrios de San Juan de Dios (dondeestaba el hospital), de la Merced, etc. in-vadiendo el agua las casas de los indios.No haba diversiones ni paseos notables.18

    Si bien era el ncleo ms importante en eluniverso del Valle de Toluca, la ciudad no contabacon la belleza y relevancia urbana de Mxico,Puebla o Morelia.

    12 Trmino para designar el agua utilizada, usada.13 Correa, op. cit. p. 266.14 Velzquez, Gustavo, Jos Ma.Gonzlez Arratia, p. 27.

    15 Venegas, op.cit. pp. 16-17.16 Correa, op.cit. p. 266.17 Venegas, op.cit. p. 16.18 Velzquez, Gustavo, op.cit. p.28.

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  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 11

    Mapa 2Plano de la ciudad de Toluca (1854)

  • M del Pilar Iracheta Cenecorta 12

    Como sealamos, los habitantes de lapequea ciudad se abastecieron durante la pocade la colonia y parte de la independiente conel agua proveniente del manantial de la haciendaLa Pila, a travs del acueducto construido por losfranciscanos y por el que llegaba al convento delos carmelitas.

    Sin embargo, como lo seala Alain Mussetpara el caso de la ciudad de Mxico,que seabasteca a travs de los acueductos,19 no podradecirse que el aprovisionamiento de agua a laciudad de Toluca se hiciera de manera lineal,siguiendo el trazado de los acueductos. Hay queconsiderar que llegada el agua a la ciudad, stase distribua a travs de caeras conectadas alas tomas de agua de los conventos, que surtana las calles principales y alimentaban las fuentespblicas y privadas existentes en Toluca.

    La ciudad de Toluca, estaba dividida ensectores y barrios diferenciados social y espacial-mente,20 ya que mientras en el corazn de lapequea ciudad se concentraba la lite, en el sury la periferia se agrupaban los grupos menosfavorecidos, entre ellos los indios habitantes dedichos barrrios. Esta situacin impidi, durantebuen tiempo, extender un verdadero y eficazsistema de distribucin de agua. A pesar de lastentativas del Ayuntamiento por atenuar elesquema lineal de aprovisionamiento de aguapotable, los habitantes de Toluca, los ms despo-sedos, preferan establecerse en el trayecto delos acueductos.

    En 1847 se observaba que algunas casastenan abastecimiento de agua gracias a que porellas pasaban las caeras conduciendo el lquidovertido de la toma del convento del Carmen.21

    Los habitantes del barrio del Calvario, si-tuado al sureste de la ciudad, y que sufra de faltade agua, se ubicaron en el trayecto del acueductoque traa el agua de la Pila. Por el centro del barrio

    pasaba el cao proveniente de ese lugar. Tantoestas personas, como otros vecinos de la ciudad,menos afortunados en el abasto de agua, busca-ron otras alternativas para proveerse del lquido.

    La desigualdad espacial y social en la distri-bucin del agua, poda observarse hacia 1849:existan sectores en los que abundaba el agua,como en el Callejn del Rosario (situado haciael nororiente, a unas tres cuadras de la Plaza deArmas, hoy Zcalo). Lo mismo suceda con elCallejn del Cenizo, las calles de Zavala y Lavan-deros y con la Plazuela de Alva y la esquina delos Portales, lugares situados al norponiente ycentro de Toluca.22 Sin embargo, en general, lacaera de la ciudad estaba muy ensasolvadadesde el recibimiento del agua, y diversoslugares de abastecimiento estaban secos ante lamala situacin de las caeras.23

    El agua fue, sin duda, un elemento defi-nitorio en la organizacin espacial y social de laciudad de Toluca. Uno de los primeros sectoresde la ciudad que estuvo equipado con una redde canalizacin subterrnea fue la situada alre-dedor del convento de San Francisco. Los frailesfacilitaban el agua del convento, a travs de variascaeras conectadas a varios callejones, de don-de se surtan las casas.

    Alrededor del convento de San Franciscofueron construidos los Portales que albergabancomercios y casas habitacin. En esa zona se diouna concentracin de vecinos, beneficiados porel agua de la caera del convento Franciscano,quienes constituan, en su mayora, la lite co-mercial, pblica y profesional de la ciudad, la cual,como declar en 1862 la Comisin de Aguas delAyuntamiento, haba monopolizado siempre elagua de la poblacin.24 No es exagerado entoncessealar que el poblamiento de esta zona nortede Toluca tuvo mucho que ver con la abundanciade agua que exista ah para el abasto de parti-culares y sus negocios.

    Otro ncleo de poblacin, establecido alnororiente de la ciudad, se beneficiaba con el aguaque llegaba del cercano convento del Carmen.

    19 Musset, Op.cit.p. 14120 La ciudad de Toluca estuvo conformada por lo que

    propiamente se conoca como el centro y de los Barrios de SantaBrbara, San Miguel, San Luis Obispo, San Bernardino, Calvario,San Sebastin, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, Huitzila yTlacopa. Ya en 1883 constaba de ocho cuarteles, subdivididos ennoventa y una manzanas. Garrido, La ciudad de Toluca p. 21.

    21 AMT/39/1/1/1847/5/7/7/30 fs.

    22 AMT 39/1/1//1847/8/7/7/30 fs.23 Idem.24 AMT/39/1/1/1862/18/7/7/f. 44, 44 v.

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 13

    Por lo regular, las fuentes pblicas construidastanto en las paredes de los conventos de SanFrancisco y el Carmen y en varias plazuelas p-blicas, permitan un acceso ms fcil al agua.Asimismo, los individuos ms ricos, situados,como lo mencionamos, en los Portales y la zonadel Carmen, podan obtener mercedes de aguas,mismas que implicaban tener agua a domicilio,a travs de fuentes particulares, instaladas en lospatios de las residencias, lo cual constitua unsmbolo de xito social.

    Al observar los mapas de la ciudad puedeverse que la zona sur se pobl mucho mslentamente que el norte. De nuevo, nuestra hip-tesis es que el abastecimiento del agua tuvo muchoque ver en ese patrn de poblamiento ms lentoy disperso que el del norte de la ciudad.

    En suma, la zona norte de la ciudad estuvosiempre bien abastecida de agua mientras quela zona sur, en la que primero habitaban losintegrantes del barrio del Calvario, gente depobre condicin y que luego se fue extendiendoy poblando poco a poco, aparece, a lo largo delsiglo XIX, con deficiente abastecimiento de agua.25

    3.1) El agua para (casi) todos: las nuevas redesde caeras

    Para equilibrar el reparto de agua potable quela localizacin de los acueductos y caerasexistentes hacan desigual, el Ayuntamiento pusoen marcha, a lo largo del siglo XIX, una seriede programas de construccin para llevar el aguaa los sectores menos favorecidos.

    En 1849 Corporacin municipal intent laconstruccin de caeras de plomo paraabastecer a toda la ciudad. El valor del plomo sepagara a cuenta de la renta de las casas queocupaba el Congreso del Estado.26 Sin embargo,todava en 1850 no se llevaba a cabo la obra pordificultades en la formacin del presupuesto.

    La Comisin de Aguas del Ayuntamientode Toluca retom el proyecto de introduccin

    de caeras de plomo en 1851, con el objeto decortar de raz el mal estado de ellas, y acabarcon la escasez de agua que haba en la ciudad,derivada de la compostura y descompostura delas caeras. El asunto se turn al Prefecto delDistrito de Toluca, quien solicit un informe sobreel estado del suministro de aguas a la ciudad.27

    La construccin de caeras de plomo paradistribuir el agua en varias calles de la ciudad, secristaliz entre 1861 y 1862.28

    Fue esta una de las primeras obrasimportantes del ayuntamiento para dotar de aguaa una mayor parte de la poblacin, extendiendola red de caeras a un radio que abarcaba mscalles.29 Junto con esta nueva red, seguan surtiendode agua a la ciudad el acueducto de mamposterade la Hacienda de La Pila, los derrames de laAlameda a los que se agregaron los derrames delInstituto Cientfico y Literario de Toluca.30

    Con la nacionalizacin de los bienes de laIglesia en 1856, los conventos del Carmen y SanFrancisco pasaron a manos del Gobierno del Es-tado. En el caso del de San Francisco, la caeradel convento haba sufrido roturas, entorpeciendoel abastecimiento del agua a los vecinos. Esta fue

    25 AMT/39/1/1/13/1886/7/7/s.n de f.26 AMT/39/1/1/8/1847/7/30 Fs.

    27 AMT/39/1/1/1831-1874/7/7/38 fs.28 El proyecto de red de caeras fue sufragado con las

    transferencias del peaje del camino a Lerma. Asimismo se exentdel pago de alcabala al plomo con que se fabricaban los caones.AMT/39/1/1/1862/18/7/7/f. 2.

    29 La caera de plomo iniciaba en la fuente pblica de laesquina de las calles de Chapitel y Vctimas (hacia el sureste),de ah suba hacia el centro, por la primera y segunda calle deCenizo,las casas de esta calle y la de Archundia y la de Jcome.Con un tubo de bajada continuaba por el frente del portalprimero y en su esquina se bifurcaba en un ramal, continuabaen la misma direccin hasta la alcantarilla sur del Callejn deNavarrete, volviendo a bajar a la alcantarilla del Callejn de laCampana, donde terminaba un primer tramo. Otro tramo seguapor el frente del portal segundo en pleno centro de la ciudad,doblando por la calle de Independencia, e iba a derramarse enla alcantarilla norte del Callejn de Navarrete, de donde bajabapara continuar en la misma direccin hasta la alcantarilla de lacalle del Rosario; de aqu continuaba a la calle del Puente deAlva; la calle de Toros y bajaba para terminar en la fuente pblicadel Mesn de San Jos. De la misma alcantarilla del Mesn dela primera calle del Cenizo, bajaba otra caera que doblabafrente al mercado pblico, surtiendo las fuentes de ste ysubiendo a la alcantarilla de la esquina para seguir de bajada ala fuente pblica de la Plaza de los Mrtires (el Zcalo actual)que surta al Palacio Municipal. Por ltimo, de la esquina delPortal e Independencia, parta otro ramal para surtir dos tomasparticulares. AMT/39/1/1/1868/24/7/7/fs.6-9 v.

    30 AMT 39/1/1/1868/24/7/7/fs. 6-9 v.

  • M del Pilar Iracheta Cenecorta 14

    una de las causas por las que el Ayuntamientodecidi emprender la obra de red de caerasde plomo y agilizar el abasto del lquido.

    Sin embargo, el dueo de la finca en 1861,el licenciado Pascual Gmez Fuentes31 no estuvoconforme con el proyecto de la caera de plomo,que desviaba el agua que llegaba a la huerta delconvento, a los baos y los lavaderos, negociospropiedad del licenciado Fuentes. El arreglo conel Ayuntamiento incluy la cesin por parte deFuentes del agua de su finca, reteniendo diezpajas de agua para sus negocios. El ayuntamientopondra un tubo conductor de plomo para darentrada a las diez pajas a la huerta del convento.32

    Si bien al parecer se logr una mayor distribucindel agua, el proyecto de caeras de plomo,inserto en un esquema preestablecido de dispa-ridades espaciales, entre los sectores del centroy los barrios de la ciudad, no hara ms quereforzarlas. Este hecho puede ejemplificarse conel caso de los usuarios de agua de los portales,quienes, como ya se haba mencionado, mono-polizaron el agua de la ciudad, durante casi todoel siglo XIX.

    Aunque contaban con un abasto ms queregular de agua, los habitantes de las casas delos Portales recibieron tambin el beneficio dela instalacin de la caera de plomo en el frentede sus viviendas. Mientras que en otros sectoresde la ciudad, el agua llegaba por primera vezcerca de las casas de los vecinos.

    Aduciendo la propiedad previa de una pajade agua de que gozaban, los habitantes del portalse negaron a acatar la disposicin del Ayuntamien-to, merced a la cual, los propietarios de fincas porcuya frente pasara la caera de plomo deberantomar forzosamente dos pajas de agua, duranteel tiempo necesario para pagar la caera deplomo. La presin de los vecinos modific laorden del Ayuntamiento, disponiendo ahora quelos usuarios que tuvieran una propiedad previade agua pagaran una pensin mientras se cubra

    el costo de la caera, cesando el impuesto encuanto aquello ocurriera, dejando a salvo los de-rechos particulares sobre el agua.33 Todava en1894, 16 casas del portal disfrutaban sin pagar unapaja de agua, pagando slo una al Ayuntamiento.34

    3.2) Las fuentes pblicas y privadas

    Como lo describe A. Musset para el caso de laciudad de Mxico, en el trayecto de los conductosprincipales, destinados a los conventos y casas,edificios pblicos, etc. se instalaron fuentes parael uso de los habitantes de los distintos sectoresde la ciudad.35 Aparte existieron grandes fuentesque cumplan la doble funcin de proveer aguay adornar el paisaje urbano de la ciudad.

    Desde la Colonia, las autoridades muni-cipales de la ciudad de Mxico, haban tomadouna decisin trascedental para el aprovisiona-miento del agua: las personas que disponan deella deban colocar una fuente en la calle, cercade sus puertas, para que los vecinos espaolesy los indios pudieran aprovechar tambin elagua. Tal modalidad reflejaba la intencin de laautoridad municipal de hacer del agua un biencomn.36

    Smbolo de la ciudad colonial, pero tam-bin de la decimonnica, la fuente era un puntode encuentro por excelencia, un polo de reuniny de organizacin del espacio. La poblacindispersa en busca de agua, hallaba un lugar deunin en la fuente pblica.37 Algunos testimoniosdocumentales nos indican que en Toluca el aguade las fuentes pblicas serva para abastecer alos vecinos, pero, tambin tena otros usosheterodoxos, como el lavado de la ropa o elbao diario.38

    Si bien en las primeras dcadas del siglo XIXlas concesiones de agua otorgadas por el Ayun-

    31 El dueo original de la finca fue el seor Jos Z. GmezGallardo, a quien fue vendida por el Gobierno del Estado deMxico. Gmez Gallardo la vendi al licenciado GmezFuentes, AMT 39/1/1/1861/17/7/7/fs 1,1,v-2v.

    32 AMT/39/1/1/1861/17/7/7/f. 1,1v,2v, 5,9.

    33 AMT/39/1/1/1862/18/7/7/fs 2,44-45 v.,200.34 Venegas, op.cit. p. 19.35 Musset, op.cit. p. 148.36 Idem. Estas concesiones fueron llamadas mercedes de

    aguas, y fueron otorgadas desde el siglo XVI y, en Toluca, hastaprcticamente el siglo XX.

    37 Idem. p. 112.38 AMT/1/1/1847/8/7/7/30 fs.

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 15

    tamiento llevaban implcita la obligacin del titularde instalar su fuente en un entorno abierto a todos,con el fin de que los vecinos tuvieran un accesodirecto al agua potable, en 1847 la corporacinmunicipal propuso que los concesionarios de unapaja deban pagar un real mensual, mientras quequienes disfrutaban de hasta diez pajas se veanobligados a surtir de agua al pblico.39

    Bajo este contexto se dieron diversidad desituaciones: concesionarios de pajas de agua quese limitaban a disfrutar del lquido, o beneficiadoscon una o dos pajas que construan fuentes parael vecindario.

    Don Jos Gonzlez Arratia, dueo de la ca-sa del Coliseo, gozaba de todas las derramas dela fuente de la Plazuela de Alva, pero haba cons-truido una fuente pblica para el vecindario.40

    En 1851 el presbtero Pedro Guadarrama,quien solicit dos pajas de agua para su casa enla calle Victoria esquina con el Callejn de Cor-tabrazos, ofreci a cambio la construccin de unafuente pblica.41 Por su parte el licenciado FelipeSnchez Sols, quien haba sido director delInstituto Cientfico y Literario en 1847, solicitabauna merced de agua para su casa en la calle deOsorno, obligndose a construir una fuente parael abastecimiento del vecindario circunvecino.42

    Tambin en establecimientos pblicos co-mo en el Mesn de San Rafael, el dueo, RafaelPastrana, solicit dos pajas de agua provenientesdel abundante lquido que corra de la caeraque abasteca la fuente de la calle del Rosario. Elagua alimentara el negocio y se construira unafuente para surtir a los numerosos vecinos de losalrededores, quienes slo obtenan agua pro-veniente de la fuente del callejn del Rosario ydel Mesn de San Jos, surtidas con el agua pro-veniente de La Pila. El ayuntamiento le hizo laconcesin a Pastrana, por parte de quien corrie-ron los gastos de la fuente, caeras, tomas ylevantamiento de las alcantarillas.43

    La construccin de fuentes por los conce-sionarios de agua fue irregular adems que enrealidad, por lo menos de 1847 a 1870, los par-ticulares beneficiados eran pocos en relacin conla poblacin total del centro de la ciudad y susbarrios aledaos.

    Por tanto, el Ayuntamiento construy fuen-tes pblicas, y les procur el suministro de agua.

    Ya desde la poca de la Guerra de Inde-pendencia de Nueva Espaa, el sndico NicolsGutirrez, que como Jos Gonzlez Arratia fueconsiderado benemrito de la ciudad de Toluca,haba mandado construir las fuentes pblicas co-nocidas como el morito y la mulita, instaladasen las tapias del convento de San Francisco y quesurtan el vecindario alrededor de la Plaza de Ar-mas (el zcalo).44

    En 1847 haba once casas que tenan aguay cuatro casas particulares con fuentes para elabastecimiento pblico.45 Para el ao de 1853 semenciona que en la ciudad de Toluca existan34 fuentes particulares y diez pblicas, as comopozos para surtir a la poblacin y sus barrios.46

    La cifra de fuentes particulares me parece exa-gerada, pues los registros del Ayuntamiento, enun periodo comprendido de 1847 a 1870 impidenapreciar, como lo indiqu, un nmero mayor defuentes privadas sobre las pblicas.

    Algunas de estas fuentes se localizaron enel Callejn del Cenizo, el Callejn del Carmen,la Plazuela de Alva, el Callejn del Rosario; en laAlameda, en la esquina sur de los Portales, enuna esquina de la Crcel de la Penitenciara yen el Corral de Matanzas. En la segunda mitaddel siglo XIX se construyeron otras fuentes en laPlaza de la Merced, en la calle de Santa Ana,Zavala, Lavaderos, Tenera, en la esquina delHospital de San Juan de Dios y Aldama.

    Hacia mediados del siglo XIX existan fuentespblicas en la Plaza de Armas a las que seagregaron dos fuentes de ladrillo en 1872,construidas mediante un contrato del Ayunta-miento con la Sociedad Progresista de Artesanos

    39 Idem.40 AMT/39/1/1/1847/6/7/7/3/30 fs.41 AMT/39/1/1/1851/10/7/7/s.n de f.42 Idem.43 AMT/39/1/1/1847/5/7/7/30 fs.

    44 Salinas, Miguel, Datos para la historia de Toluca, p. 170.45 AMT/39/1/1/1847/6/7/3/30 fs.46 Noriega, Joaqun(Coord.) Estadstica del Departamento de

    Mxico, p. 172.

  • M del Pilar Iracheta Cenecorta 16

    de Toluca, que deban tener (segn el contrato)un tamao igual a las construidas en la Alameda.La sociedad de Artesanos se obligaba a instalarun cao de desage que se conectaba con el queya figuraba en la Plaza de Armas.47

    Ya en 1889 Toluca contaba con 27 fuentespblicas, que junto con el agua de la Pila y lade los pozos abastecan las necesidades de aguade la poblacin.48

    Junto con los fines utilitarios, las fuentestuvieron un papel importante en el ornato de laciudad, cuando sta, como lugar de asiento delos poderes estatales y como centro poltico,econmico y social, habr de combinar, en elcontexto de una modernizacin creciente, elurbanismo con la esttica. En efecto, desde quefue erigida en ciudad capital, Toluca fue objeto,en varios periodos de su historia, de diversosproyectos que intentaban hacer de ella unaverdadera capital del Estado de Mxico. Entreellos se contaban los paseos y jardines pblicosen algunos de los cuales se instalaron fuentes.

    Entre 1842 y 1844 don Jos Ma. GonzlezArratia concibi otra de las obras que leg a laciudad de Toluca, aparte de los portales y el Tea-tro Principal: la Alameda. Junto con varios vecinosque apoyaron con fondos, Gonzlez Arratia seaboc a la construccin de este parque al ponientede la ciudad, el cual ha sido, junto con losportales, uno de los centros de reunin y vidasocial de los tolucenses. Hacia 1880 RiveraCambas describa a la Alameda como un parquepequeo, que contaba con cinco fuentes de agua,aprovechando los derrames existentes en el lugar,de los cuales se surta parte de la poblacin, talesfuentes estaban distribuidas en cinco glorietas.49

    Estas fuentes fueron sustituidas por otras quequedaron al nivel del piso, con centros de zincy pantallas de fierro para limitar los prados desus bordes.50

    El jardn que por tanto aos adorn la Plazade los Mrtires (el zcalo actual) se debi al

    coronel Juan H. Preciado quien en 1881 dispusoque los soldados del tercer Batalln construyeranla obra, en el centro de la cual existi una roton-da central adornada con ocho macetones y otrasdos pequeas, cuyo ornato eran dos fuentes concentro de zinc.51

    La antigua Plazuela de Alva se convirti,en 1887, en el Jardn Zaragoza, para mejorar elaspecto desagradable que presentaba esa partede la ciudad. En el centro del parque se construyuna fuente pblica a la que se acceda por unaescalinata de forma octagonal. La fuente rodeabaun pedestal en el cual descansaba una columnade ms de dos metros,coronada con el busto delgeneral Ignacio Zaragoza, realizado en bronce.52

    En 1889, la caera de la antigua Plaza dela Merced, que haba contribuido al abastecimientode la ciudad, se haba constituido, al decir delcronista Aurelio J. Venegas, en un cao inmundoque atravesaba la Plazuela de la Merced, pro-pagando infecciones. En ese ao, el ayuntamientodecidi convertirla en el Jardn de los HombresIlustres que an existe. Como ornato tena dosfuentes pequeas (hoy desparecidas), situadasal este y oeste del monumento.53 En la antiguaplaza del Tequesquite, hoy Rivapalacio, comoen el Jardn de la Plaza de Armas fueron losoficiales de la Gendarmera del Estado quienesestablecieron un jardn, inaugurado en 1890. Enel centro haba una gran fuente de ladrillo queserva de ornato, aunque tambin sus aguas eranutilizadas a beneficio del numeroso vecindariode aquel rumbo.54 Como comentara agudamenteDaniel Coso Villegas:

    El Paseo Coln [al suroeste de la ciudad]naturalmente pretenda ser un Paseo dela Reforma, es decir, un lugar selecto,55

    En efecto,ah se estableci una parte de laburguesa financiera, comercial e industrial de

    47 AMT/39/1/1/1872/27/7/7/f.2.48 Velazco, Alfonso Luis, Geografa y Estadstica del Estado

    de Mxico,p. 10549 Rivera Cambas, op.cit. p. 52.50 Venegas, op.cit. p. 36.

    51 Idem. p. 37.52 Idem. p. 39.53 Idem. p. 40.54 Idem. p. 38.55 Coso Villegas, Daniel (1976) Cit. en Gobierno del Estado

    de Mxico (ed.) El Ayer de Toluca, p. 84.

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 17

    Toluca. Fue construido entre 1892 y 1900.Enmedio del Paseo se erigi una fuente monu-mental, llamada del Aguila o del Centenario, yaque fue construida para las fiestas del PrimerCentenario de la Independencia aunque no setermin y fue estrenada aos despus. Tanto lafuente del Aguila, como la estatua de Coln, sonlos dos monumentos ms rescatables de la ciudadde Toluca.

    3.3) Los aguadores: una alternativa para el aseode las fuentes pblicas

    Las fuentes pblicas no se salvaban de la con-taminacin y suciedad de que eran vctimas porparte de los usuarios, mismos que lavaban ropao se baaban en ellas. Como las fuentes pblicasde la ciudad eran vitales para el abasto del agua,el Ayuntamiento hall una alternativa para su hi-giene en los aguadores pblicos, esos personajestpicos de la Colonia pero que todava, hacia fi-nales del siglo XIX, existan en la ciudad de Toluca,donde no fungieron como abastecedores de agua,sino como trabajadores de limpia de las fuentespblicas.

    Los aguadores eran controlados por elAyuntamiento. Conformaban prcticamente ungremio. Quienes deseaban ingresar a l debancubrir una serie de requisitos. En 1883 un expe-diente abierto por el Ayuntamiento, muestra queel aspirante a aguador en Toluca, deba tener unfiador que respondiera por l. Cubierto esterequisito, la persona quedaba inscrita en lamatrcula de aguadores, recibiendo un nmerode orden y una patente. Posteriormente se leasignaba la fuente o fuentes pblicas que debanconservar aseadas.56

    Exista una jerarqua entre los aguadoresde la ciudad, dividida en tres categoras: el capitn,quien supervisaba a todos los dems aguadores,los cabos, que se hacan cargo de varias fuentesy los aguadores de nmero, que slo trabajan enuna.57

    En 1883 se haban matriculado 21 agua-dores en Toluca, el capitn que supervisaba algrupo, un cabo primero que se haca cargo delas fuentes del Callejn del Cenizo, Pajaritos yla de la Plazuela de Alva, 12 aguadores quetrabajaban en la fuente ubicada en la calle de SanJuan de Dios, un cabo segundo asignado a lasfuentes de las calles de Tenera, Puente deJurez y el Carmen. El cabo tercero trabajaba enlas fuentes del Chapitel y en la de la esquina delos dos portales. Al cabo cuarto le tocaron lasfuentes del Instituto, de la calle de Ocampo yla del Portal de la Constitucin. Finalmente lasfuentes de Puente de Alva, Zaragoza y el Rosariofueron asignadas al cabo quinto.58

    3.4) Servicios municipales de agua: el taln deAquiles del Ayuntamiento

    A pesar de los esfuerzos para abastecer de aguaa la poblacin de Toluca, a lo largo del siglo XIXfueron constantes las quejas de los vecinos (conexcepcin quiz de los dueos de casas de losPortales) por la deficiencia en el suministro o lacarencia del lquido. Asimismo, el Ayuntamientoreconoci en algunas ocasiones tales problemas.

    En 1847 la Comisin de Polica, encargadade determinar el estado del ramo de aguas enToluca, manifestaba que:

    resulta comprobado el desorden y aban-dono con que se ha visto este ramo demuchos aos, hasta ahora y la arbitrarie-dad con que algunos particulares han to-mado el agua de que disfrutan, sin conoci-miento del Ayuntamiento y con notoriodesprecio de esta corporacin.59

    Aunado a los problemas de distribucin,que manifestaban las disparidades sociales yespaciales, se debe incluir la calidad deficientede los servicios ofrecidos por el Ayuntamiento:conductos defectuosos, fuentes pblicas malsituadas, tardanza en las reparaciones y una me-

    56 AMT/39/1/2//1883/10/7/7/21 fs.57 Idem.

    58 Idem.59 AMT/1/1/1847/6/7/3/30 fs.

  • M del Pilar Iracheta Cenecorta 18

    dicin desigual del agua, circunstancia esta quepermita la apropiacin del lquido por unoscuantos en detrimento de la mayora.

    3.5) EL problema de las redes de agua potable

    En el transcurso del siglo XIX, los conductos ydepsitos de agua (atarjeas), fueron objeto decuidados constantes, que no siempre tuvieronxito. Los trabajos constantes de reparacin delas caeras, por lo menos hasta antes de 1861,en el que, como sealamos, se instalaron lascaeras de plomo, muestran que stas sedeterioraban rpidamente.60

    A la falta de especializacin de los cons-tructores de estas caeras, se agregaba la malacalidad de los materiales. El estado de las caerasoblig al Ayuntamiento a reunirse varias veces ya considerar la necesidad de una solucin urgente,pues la escasez de agua en la ciudad se originabaen buena parte por la [constante] composturay descompostura de las caeras.61

    El abasto era, pues, irregular, y no llegabaen ocasiones a las fuentes pblicas. Cuandoocurra la estacin de lluvias, el aumento del cau-dal de aguas poda de alguna manera aliviar lasituacin, pero a veces resultaba contrapro-ducente, pues las instalaciones deficientes im-pedan defenderse de los torrentes. Tal situacinse dio en marzo de 1847, cuando las aguas delas lluvias, provenientes de la Hacienda de SanPablo y los pueblos de Tlacotepec y Capultitln,que se reunan en la hacienda de Panzacola,formaron una gran corriente que no fue capazde detener ni el bordo del frente de la casa delInstituto Cientfico y Literario de Toluca, situadoen el antiguo Beaterio del Carmen,62 ni la zanjaabierta ni los potreros del arco de la haciendade Panzacola.

    El torrente destruy el camino y casas, si-tuados rumbo a Tenancingo, en la parte de la lneade pueblo de Yancuitlalpan a Toluca. Uno de losderrames, como el que sala del Beaterio, tom sucorriente por la calle del mismo nombre (que en1847 ya se llamaba del Chapitel) y se introdujoen el centro de Toluca, derribando algunas casas.63

    Pero en la estacin de secas la situacinempeoraba, pues la escasez de agua se haca msnotoria an.64

    Una solucin que funcion durante algunosaos, aunque no de manera perfecta, fue laintroduccin de la caera de plomo en 1861, a laque ya nos hemos referido repetidamente. Perotambin haba que hacer constantes retoques alsistema de distribucin para abastecer al pblicode agua, respondiendo a la demanda de losvecinos, descontentos por la ubicacin de ciertasfuentes. En este sentido la historia de las fuentesde Toluca podra referirse a su construccin,reparacin, localizacin y relocalizacin, segnse iban presentando las necesidades. Por ejem-plo, la calle de la Tenera, que a pesar de seruna de las situadas en el centro (atrs de la Plazade Armas) y ser una de las ms largas de laciudad, no contaba con una fuente sin saber[como lo comentaba la Comisin de Polica delayuntamiento] a qu atribuir esta omisin.65

    En 1849 se decidi la construccin de estafuente, cuyo presupuesto qued a cargo de losvecinos del rumbo, gracias a cuya cooperacinse llevara a cabo la obra. El caudal de la fuenteprovendra del agua del convento del Carmen,pues ya desde 1841 el padre Guardin habacedido la necesaria.66

    En ese mismo ao se hicieron nuevasconstrucciones de fuentes emprendidas por elayuntamiento en los parajes en los que las aguas

    60 En 1836 se mand reparar la caera de la calle de Beaterio,pagando a Francisco Pealoza $74.00 por su trabajo AMT/39/1/1/1831-1874/s.n de Exp./7/7/38 fs; en 1839 hubieron de repararselas caeras de varias calles, entre ellas las de Zavala, Elecciones,Beaterio, Callejn del Cenizo, y la Plaza de la Merced. Idem.

    61 Idem.62 Institucin fundada en 1736 por varias doncellas con el

    objeto de vivir en comunidad y estar a resguardo de los riesgos

    del siglo, Archivo Histrico del Estado de Mxico, Ramo Pue-blos del Estado de Mxico, Seccin Manuscritos, volmen 6,expediente 3, fojas 63 v. En 1833 el Beaterio fue destinadopor el gobernador Lorenzo de Zavala para constituir en l elInstituto Cientfico y Literario de la ciudad de Toluca.

    63 AMT/39/1/1//1847/15/7/7/30 fs.64 AMT/39/1/2/1880/7/7/7/s.n de f.65 AMT 39/1/1/1847/5/7/7/30 fs.66 AMT 39/1/1/1847/8/7/30 fs.

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 19

    estn a distancia, como en la esquina de San Juande Dios (hoy Villada).67

    En 1880 y a peticin de los vecinos delbarrio del Calvario, quienes por lo regular sufrandesabasto de agua, al estar situados al sureste dela ciudad, solicitaron la construccin de unafuente entre las calles de Vctimas (hoy Villada,hacia el sur). Los vecinos aportaban la mitad dela obra, 15 pesos, corriendo la otra mitad a cargodel ayuntamiento.68

    3.6) Las fuentes pblicas y los conflictos para suabastecimiento

    A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento poradministrar el agua para distribuirla equitativa-mente a la poblacin, los resultados no eransatisfactorios. Haba luchas por la apropiacin delabasto de las fuentes, o por prohibir su cons-truccin. Algunas llevaron a conflictos entre elayuntamiento, y los particulares, o entre stosy los religiosos.

    As, por ejemplo, en 1851, cuando la fuentesituada en la casa del Corral de Matanzas (elantecedente del Rastro municipal) requiri deagua para tener saneado el establecimiento,careca del lquido necesario porque ste surtaprimero la fuente de la esquina del Callejn delCarmen que era propiedad de Ignacio Orive, cuyamerced de aguas era anterior a la del Corral deMatanzas. Para dirimir el conflicto, el Ayun-tamiento logr la construccin de dos tomas deagua, una para el Corral y otra para Orive.69

    Un ejemplo puede ilustrar el conflicto entrelas tres esferas, poltica, civil y religiosa, a causadel agua.

    En enero de 1842, el presbtero GernimoBadillo, administrador de las propiedades deJuan Francisco Man, reivindicaba la propiedadde dos pajas de agua, pertenecientes al seorMan, mismas que provenan de una toma desu domicilio. La regidura de aguas del Ayun-

    tamiento solicit a Man la construccin de unaalcantarilla a la mitad de la pared de la casa.

    Badillo solicitaba que la toma de agua dela alcantarilla pblica, pegada a la casa, se diri-giera a la misma alcantarilla, pero que de ahsaliese a la fuente pblica que se pondra en elprimer patio de la casa. El Ayuntamiento denegla peticin porque se perjudicaba al pblico porbeneficiar a un particular y el concederlo supon-dra que primero se cerrara el acceso, como afir-maba el Ayuntamiento (basado quiz en expe-riencias anteriores); el dueo dira que no eratoma pblica, procediendo despus a aduearsedel agua, que era una concesin de la corpo-racin municipal.70

    En mayo de ese mismo ao, Antonio Ma-n, hermano de Juan Francisco y domiciliadoen la casa No. 2 de la Calle Morelos frente a losPortales, solicit una paja de agua provenientedel Convento, para poner una fuente en el pa-tio de su casa para uso pblico. La Comisin delAyuntamiento deneg tal solicitud, ya que unavez que su hermano Juan Francisco pusiera otrafuente en su casa (contigua a la de Antonio) paraabastecer al pblico, ste no podra hacer usodel lquido, ya que al cerrarse los zahuanes,nadie entrara por el agua.

    Se consideraba que esto era un desperdicioa beneficio de un particular en detrimento delbeneficio comn. El apoderado del Convento deSan Francisco tambin se neg a esta solicitud,aduciendo los mismos argumentos que el ayun-tamiento, agregando que la obra de los hermanosMan pretenda hacerse sin obtener la licenciadel Ayuntamiento y la del apoderado delconvento.71

    El robo de agua que dejaba a las fuentespblicas de Toluca sin el lquido, era otra causade conflicto. Estaban quienes usaban tomas clan-destinas, quienes desviaban el agua a sus casaso negocios, etctera.

    En estos usos ilegales del agua tuvieronparticipacin los mismos religiosos del conventode San Francisco. En 1856 el Ayuntamiento llam

    67 AMT 39/1/1/1847/8/7/7/30 fs.68 AMT 39/1/2/1880/7/7/7/s.n de f.69 AMT/39/1/1/1851/10/7/7/10 fs.

    70 AMT 39/1/1/1831-1874/4/7/7/11 fs.71 Idem.

  • M del Pilar Iracheta Cenecorta 20

    la atencin al Padre Guardin del Convento. Ha-ciendo notar que su deber era atender el abastode agua de las fuentes pblicas, entre ellas lasde las esquinas del Portal y la calle de Aldama,la corporacin municipal sealaba al convento quetal abasto era entorpecido a causa de que la tomadel lquido que exista en el edificio era usadoirregularmente para el reparto del agua, mismoque se verificaba por medio de dos pedazos deladrillo, que se interponan para aumentar odisminuir el caudal surtidor.

    El Ayuntamiento expresamente hablaba deconciliar los derechos del convento con los delbeneficio pblico, ofreciendo al padre guardinun arreglo consistente en instalar una toma deagua en el lugar donde se reciba la pertenen-ciente al convento.

    Esta toma, contruida de bronce, llevara lacantidad de agua necesaria, a los lugares nece-sitados. Apoyndose en el clima poltico existente,el de la Reforma que en ese ao de 1856 expidila ley de desamortizacin de las corporacionesciviles y religiosas, el Ayuntamiento subray lanecesidad de separar de ambas autoridades lascuestiones que trae consigo el desorden, instandoa los franciscanos a acatar la orden de lacorporacin municipal, la cual no implicaba lacancelacin del agua para el convento.72

    Pero tambin otros usuarios prracticaron elfraude en el uso del agua. En 1847 el reporte delperito del Ayuntamiento Carlos del Moral ates-tiguaba el robo del lquido que se registraba enla fuente pblica de la Plazuela de Alva y de sualcantarilla de uso pblico, el que iba a dar, me-diante una toma clandestina, a una casa de baos.

    En 1857 era generalizada la escasez de aguaen las fuentes pblicas de Toluca. Gracias a laspesquisas del Ayuntamiento, se descubri consorpresa, que el molino, propiedad del seorRamn Solares, estaba robndose el agua pblica,poniendo obstculos de piedras en la toma queperteneca a la ciudad, dejando tan slo unatercera parte del total del lquido.73

    3.7) La ineficiencia en la distribucin de aguapotable

    Para el Ayuntamiento, pero sobre todo para losvecinos de la ciudad result cierto que hasta latercera o cuarta dcada del siglo XIX la presenciade los acueductos de los conventos habapermitido a los habitantes de ciertos sectores dela ciudad un aprovisionamiento ms o menosregular de agua. Sin embargo, la insuficienciaestructural en el abasto total a las casas, porllamarla de alguna manera, era reconocida porla propia corporacin municipal.

    Todava en 1883, Manuel Rivera Cambasmencionaba que aparte del agua proporcionadapor los conventos de San Francisco y el Carmen,existan pozos para abastecer a las familias, datoque pudiera llevar a colegir que las fuentesprivadas y pblicas no eran suficientes para elabasto del agua.74

    En efecto, en ese ao Toluca contaba con1004 pajas de agua distribuidas as: 560 pajas en25 fuentes y edificios pblicos; en casas y esta-blecimientos pblicos, 86 pajas. Pero restaban 358pajas que no eran distribuidas. aunque existanpozos surtidores para complementar el abasto.75

    Otras fuentes de abastecimiento fueronbuscadas por el Ayuntamiento con el objeto deconformar un sistema real de distribucin dellquido. Por principio de cuentas, ya en el periodoindependiente, el Ayuntamiento de Toluca searrog la propiedad de las aguas del manantialde La Pila, respetando, sin embargo, las aguasde esa misma fuente pertenecientes al Conventode San Francisco, consideradas como aguas parti-culares y no sujetas, por tanto, a la inspeccin dela corporacin municipal.76

    Como podr notarse, el abasto de agua dela ciudad dependi de varios particulares con losque el Ayuntamiento realiz diversos tipos decontrato. Ante el ocaso del dominio religioso sobreel agua, emerge el nuevo poder de los particulares,

    72 AMT 39/1/1/1856-14/7/7/s.n de f.73 AMT 39/1/1/2/1831-1874/7/7/38 fs.

    74 Rivera Cambas, Manuel, Viaje a travs del Estado de Mxico,p. 50.

    75 Garrido, Isauro, Manuel, op. cit., p. 19.76 Idem.

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 21

    derivado del control de ese recurso esencialpara la vida de la ciudad.

    Como miembro casi permanente del Ayun-tamiento y dueo, desde 1812, de la HaciendaLa Pila, Jos Ma. Gonzlez Arratia, benefactor deToluca, permiti el abasto de agua por losfranciscanos y el Ayuntamiento, reacondicionandoel antiguo acueducto franciscano. Por estas accionesrecibi a cambio cuatro mercedes de aguas paralos corrales de cerdos que tena en la Plazuelade Alva.77

    En 1874, ante una escasez notoria delagua en la ciudad, debido al enzolve y rotura dela caera de la hacienda de La Pila, el ayun-tamiento hubo de proponer una estructura gen-eral del abasto del agua con los concesionariosdel lquido para hacer una nueva distribucin.La corporacin municipal tambin firm unacuerdo con el nuevo dueo de la hacienda LaPila, Guillermo Gonzlez, para que, por unosdas, se incorporara en una sola la corriente dela Hacienda perteneciente al Ayuntamiento y laque correponda a Gonzlez, con el objeto dedar fuerza al caudal y poder abastecer a la ciudad.78

    Tres aos despus, en 1877, el Ayun-tamiento de Toluca celebr un contrato de arren-damiento con el doctor Mximo Hernndez parael uso del agua que brotaba de la Huerta de supropiedad, llamada Jerusalem,79 que surti delquido desde la Alameda hasta el Portal.80

    Otra fuente de abastecimiento fue lalograda gracias a la permuta que hizo el Ayun-tamiento con el propietario de la casa conocidacomo el Paraso, mediante la cual disfrut delmanantial que exista en esa finca, situada en laPlazuela de la Merced. Esa agua, conducida porun cao de mampostera, llegaba hasta el callejnde Pajaritos, desde donde continuaba paraabastecer varias casas del rumbo.81

    A fines del siglo XIX, en 1880, la carenciade agua lleg a su punto crtico en la ciudad, atal grado que el Ayuntamiento acept el contrato

    que le ofreci un particular, Jos Gonzlez yGonzlez, quien tena abundancia de agua paraabastecer a Toluca. El contrato oblig a Gonzleza conectar el agua con algunos ramales de lacaera pblica ubicada al occidente de la ciudad.La cantidad de lquido deba ser igual a la mitado ms de la que en ese momento vena de lahacienda de La Pila, cuya calidad deba tener elagua surtida por Gonzlez. El precio del aguaproporcionada sera determinada por los peritosnombrados por cada parte. De no poder pagarel Ayuntamiento el precio del agua, le reconoce-ra a Gonzlez la deuda hipotecando las rentasmunicipales, en especial del ramo de aguas, alinters del seis por ciento anual.82

    Por ello, el ayuntamiento busc, de nuevo,alguna otra fuente de aprovisionamiento, reci-biendo, en 1881 el apoyo del gobierno del Estadode Mxico. En efecto, el gobernador, licenciadoJos Ma. Zubieta puso en vigor el decreto nmero6, expedido por la legislatura del estado, pormedio del cual el ejecutivo de la entidad quedautorizado para dotar de agua a la ciudad deToluca, tomando de los fondos estatales la can-tidad necesaria. Con dicho dinero, que provinopor cierto no de las arcas estatales sino de la tesoradel Instituto Cientfico y Literario del Estado deMxico, el gobierno compr a la seora CarlotaHinojosa, viuda de Gonzlez, la mitad del ma-nantial de la hacienda La Pila, el cual sala paralos terrenos de la misma hacienda y el Molinode San Miguel. La cantidad reclamada por la seoraHinojosa fue de $5,500.00 plata, aunque primerorecibi de contado $4,187.00, y el resto se pagaracuando feneciese el arrendamiento del molinohecho al seor Gonzlez, donde el gobiernopermitira que dispusiese de media naranja deagua.83 Asimismo, el gobierno del Estado de Mxicotraspas al ayuntamiento de Toluca la propiedadde las aguas compradas a la seora Hinojosa conel objeto de que esa institucin las explotara,misma que se comprometa a pagar al InstitutoCientfico y Literario del Estado de Mxico los

    77 Idem.78 Idem.79 AMT/39/1/2/13/1886/7//7/s.n de f.80 Venegas, op.cit. p. 19.81 Idem. p. 18.

    82 AMT/39/1/2/7/1880/7/7/s.n de f.83 Archivo General de Notaras del Estado de Mxico, Notara

    1 de Toluca, abril 25 de 1881/Not. Manuel Otal y Pia/Escritura124/D-14/Fs. 90v-92v.

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    $4,187.00 en un trmino de seis aos, con hipo-teca del agua potable que surta a la poblacintoluquea.84

    Tambin en 1883 la Comisin del Ayun-tamiento encargada del ramo de aguas y fontaneratermin la construccin de un cao entubado delagua de un pozo situado en el camino hacia laHacienda de la Garcesa, al suroeste de la ciudad,con lo cual trataba de resolverse, al menos enparte, la escasez de agua que se manifestaba enToluca, en esa zona, sobre todo en los meses deabril y mayo.85

    As,las aguas de la Hacienda de la Garceza,junto con los manantiales de la de La Pila seconvirtieron en una fuente indispensable deprovisin de agua. A fines del siglo XIX, en 1895la escasez de lluvias haba casi secado losmanantiales que surtan de agua a la ciudad.

    El Ayuntamiento tema una escasez casi totaldel lquido en los meses de mayo y junio de 1896,hecho que pona a la corporacin municipal enel entredicho de no poder dar respuestaafirmativa al creciente nmero de peticiones demercedes de agua por parte de los particulares,con lo cual la tesorera municipal se veramermada en sus ingresos. La nueva fuente deaprovisionamiento de agua se busc en una delas haciendas cercanas a la ciudad, que, para estapoca, acaparaban no slo la tierra laborable, sinotambin los manantiales de agua disponibles.

    A efecto de aumentar el caudal de agua enla ciudad, la Comisin de Aguas contrat con elseor Jos Pliego Prez, dueo de la hacienda dela Garceza, a perpetuidad, la apertura de pozos yobras hidrulicas en el paraje denominado LlanoGrande comprendido entre el camino de SanAntonio Buenavista, en su lmite sur, y el deZinacantepec, a la altura del paraje Lodo Prietoen su lmite norte, cuyos derrames se uniran hastalas caeras que surtan la ciudad, construyndosenuevas caeras cubiertas en donde se requiriera.Asimismo por esos acueductos o por otrosconstruidos por la hacienda de la Garceza, podrael Ayuntamiento conducir las aguas que posea,construyendo para ello los caos indispensables.

    A cambio, el seor Pliego recibi por veinteaos la concesin de limpia de la ciudad, usandopara ello un carro de dos ruedas con una mulade arns, que sirviera para acarrear los escombrosde las obras pblicas de la ciudad. Para efectuarla limpieza de las calles Pliego se valdra de docecarros chicos, los cuales quedaran exentos delpago de la pensin municipal. Se le concedatambin las lamas del Rastro de la ciudad, unavez que feneciera el contrato concedido al li-cenciado Margarito Garca Rendn, y las de loscuarteles de Toluca y del Estado de Mxico.86

    3.8) La medicin defectuosa, otra causa de ladesigualdad en la distribucin del agua

    Las deficiencias y desigualdades en la distribucindel agua en Toluca, tenan tambin orgenes enla medida deficiente del agua que se otorgabaa los particulares.

    En 1868 la Comisin de Aguas del Ayun-tamiento de Toluca se vio plagada de quejas porparte de los vecinos, relativas a la falta de abas-tecimiento de agua en las casas que disfrutabande mercedes en el ramal de la Calle Real, as comoen la fuente pblica situada en la calle de Al-quisiras. La Comisin hizo una revisin de la can-tidad de pajas de agua que el Ayuntamiento habamercedado, comparndola con la medicin delagua desde donde sala para surtirse.

    El resultado arroj que el agua suministradaera ms que suficiente para el abasto de laciudad. La ciudad reciba 1,004 pajas, o sea 56jarras, y haba concedidas 486 pajas, sobrando518. Pero medidas las mercedes, propiedadesy fuentes, result que para esas tomas nobastaban 3,000 pajas, es decir 168 jarras, o lo queera lo mismo, toda el agua de la Pila.87

    La escasez de agua estaba en el hecho deque la mayor parte de las mercedes o tomas quese haban otorgado en el ramal de la Calle Realse hacan al pie de las alcantarillas, donde el aguallegaba con una presin ms fuerte y con mayor

    84 Ibid,22 de agosto de 1881/Escritura 238/Fs. 3-4.85 AMT/39/1/16/1883/7/7/s.n de f.

    86 AMT/39/1/4/1896/13/7/7/fs. 2v-3v.87 AMT/39/1/3/1892/S.N de Exp./7/7/20 fs.

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 23

    velocidad, por lo que los dueos de mercedesde esa zona se llevaban a sus casas no dos ni cuatropajas que tenan concedidas, sino hasta el cu-druple de esa medida. Como el Ayuntamientohizo notar, en beneficio de tres o cuatro se dejabasin agua a una mayora del pblico. Por tanto,la corporacin municipal nombr al ingenierohidromensor Julin Nava, para que realizara unainspeccin sobre los caudales del agua de lahacienda de La Pila.

    Entre otras observaciones, Nava seal quelas Ordenanzas de agua fijaban slo los tamaosde las aberturas correspondientes a las diferentesunidades que deban servir a las diversas medidasde las aguas, sin tomar en cuenta la menor omayor velocidad con que el lquido pasaba porellas, por lo que era imposible designar exacta-mente la medida real de la paja mercedada porel Ayuntamiento.

    Asimismo Nava agregaba que los tramosexistentes entre las diversas alcantarillas, proveancada uno, por medio de cruceros,a algunas delas casas de las calles por donde pasaban. Por loque el agua que iba de una alcantarilla a otra,llegaba disminuida, no slo por la cantidad delas tomas que ya haba surtido antes, sino por lapresin o altura de subida por los diversas fugasque haba. En la estacin de lluvias el agua subasu nivel, aumentando la presin, por lo que podaderramarse en todas las alcantarillas, pero en laestacin de secas suceda al contrario, suscitan-dose entonces la escasez. Contaba tambin elfactor de la desigualdad del suelo de la ciudad, porlo que en lugares ms altos era menor la distribu-cin de agua y mayor en los lugares bajos.88

    En suma, de estos factores proceda ladistribucin desigual en las casas y las fuentespblicas. Dado que en las Ordenanzas de Aguasslo se haba cuidado de designar las medidasde las aberturas de los caos y no la presin yaltura, estos dos elementos eran definitivos paraexplicar la deficiencia en la distribucin del agua.89

    4 ) LA CONTAMINACIN Y EL DESECHO DE LASAGUAS

    El incomensurable aumentode suciedad, pestilencia ycorrupcin que resulta delacercamiento de los hombres

    Thouret, Rapport sur la voiriede Montfaucon, Once denoviembre de 1788, ledo enla Societ Royale de Mdecine,p. 13. Cit. por Alan Corbin, ElPerfume o el miasma. El olfatoy lo imaginario social. SiglosXVII y XIX, p. 41.

    En las dos primeras dcadas del siglo XIX, la ciudad,como ya se ha dicho era pequea y no contabacon un servicio organizado de higiene. GustavoVelzquez comenta al respecto

    [...] las calles eran una ver-dadera inmundicia y nadie se cuidaba dela limpieza de la ciudad, que careca dedrenaje, agua y luz...90 El ro Verdiguelcorra a flor de tierra llevando en sus aguasturbias y hediondas, hilachos, basura ypedazos de petate; en sus orillas habapestilentes zahurdas que llenaban el am-biente de un olor desagradable.91

    Ya erigida como capital en 1830, Tolucaera motivo de preocupacin por parte del Ayun-tamiento, quien observaba la suciedad de laciudad, sin tener como respuesta un sistema dehigiene, ni un presupuesto para el mantenimientode la naciente capital.

    En 1836 la Corporacin municipal no sehaba hecho casi ninguna obra en Toluca por faltade presupuesto, suscitando el malestar ciudadano.Deca la corporacin municipal,

    a los ojos del vecindario parece que hahabido una criminal desatencin y laspblicas invectivas y los ms amargosdicterios se han dirijido injustamente

    88 AMT/39/1/1/1868/24/7/7/ fs 1-2; 6-9 v.89 Idem.

    90 Velzquez, op. cit. p. 28.91 Idem. p.48.

  • M del Pilar Iracheta Cenecorta 24

    contra la integridad [del presidente muni-cipal]92

    Por tanto, era patente la falta de un sistemaorganizado de higiene y limpieza de la ciudad,lo que puede observarse en las medidas aisladasque el Ayuntamiento aplicaba, como poner unguardia para evitar el mal uso del agua por losvecinos,93 o poner una puerta con llaves en laalcantarilla del Barrio de la Merced, para evitarla cada de inmundicias y que se lavara ah laropa, o construir ah una fuente para abastecera los usuarios.94

    Estas circunstancias dificiles para Toluca sedaban en el contexto de confusin y desordenpoltico y econmico que vivi el pas a lo largode casi todo el siglo XIX. Como resultado de estasituacin la ciudad,

    se mantuvo en estado embrionario en loreferente a mejores materiales: calles sinbuen pavimento, sus banquetas viejas depiedras carcomidas; las casas y los edifi-cios pblicos en general, de aspecto rui-noso y feo; los acueductos en tal estadode abandono que el lquido se derramabaa ambos lados. La hierba creca con tal li-bertad, que las calles, plazas y azoteasquedaban convertidas en praderas en don-de se oa el silbido de los reptiles.95

    No fue sino hasta finales de siglo XIX yprincipios del actual que el Ayuntamiento, y elmismo Gobierno de la entidad establecieronmedidas para mejorar la salubridad e higienepblica de la ciudad, as como para controlar elproblema de la contaminacin de las aguas.

    Pero los responsables de la degradacindel ambiente eran varios. Pueden clasificarse endos grupos, los que hacan uso del agua paraactividades industriales y los usuarios del aguapara uso domstico.

    4.1)La contaminacin industrial del agua

    Como lo seala Alain Musset, la contaminacinindustrial del agua era aqulla

    ...causada por las actividades econmicasconsumidoras de agua o que utilizaban elagua en un momento u otro de su ciclode produccin, fuera de manera directa(en la agricultura, los molinos, las teneras)[o en las industrias] o fuera para evacuarsus desechos96

    Para la Toluca de la segunda mitad del sigloXIX nos interesa resaltar la contaminacin del aguaque producan las llamadas teneras, instaladasdesde la poca de la Colonia. Estas volcaban susdesechos en el ro Verdiguel, sin entubar en esaspocas, el cual constitua un foco de infeccionesy malos olores.97

    El corral de matanzas colindaba con elconvento del Carmen, casi en pleno centro dela ciudad. El olor a estircol y a los desechosorgnicos de los animales se mezclaba con el dela sangre que corra por las caeras abiertas quecruzaban la superficie de las calles. Tambin losdesechos del corral eran vertidos al roVerdiguel.

    No fue sino hasta 1874 que se construyun rastro municipal que en 1891 fue totalmentereacondicionado, utilizndose caeras y tubosespeciales para conducir los desechos al ro.98

    Las industrias importantes instaladas en laciudad, como la compaa cervecera Toluca yMxico y la Industria Nacional, podan utilizarservicios higinicos dentro de sus instalaciones,pero tenan que participar del sistema que existaen la ciudad para los desechos, y sigui siendo,prcticamente hasta finales del siglo, el decanalizarlos al ro Verdiguel.

    92 AMT/39/1/1/2/1831-1874/7/7/fs. 7-8.93 Idem.94 AMT/39/1/1/8/1847/7/7/30 fs95 Juan Pedro Didapp (1901) cit. en Garca Luna, Toluca en

    el porfiriato p. 12.

    96 Musset, op. cit. p. 159.97 Correa, op. cit. p. 266.98 Venegas op.cit. pp. 25-26.

  • La ciudad y el agua: Toluca (1830-1897) 25

    4.2) La contaminacin domstica

    Los usuarios de aguas para fines domsticos erantambin causantes de la contaminacin de lasaguas. Algunos datos hablan de esta situacin amediados del siglo XIX.

    Las caeras de la ciudad, sealadamentela de la Plazuela de la Merced, cuyas aguas,todava en 1847 corran por la calle, eranensuciadas continuamente por los vecinos, sobretodo mujeres humildes que naturalmentecarecan de agua potable y drenaje y quieneslavaban ah la ropa. Aparte de las personas quetiraban basura y excrementos.99 El Ayuntamientotrataba de limitar las prcticas que daaban a todoel vecindario de la ciudad.

    A esta polucin hay que agregar la pro-ducida por los particulares que mantenan corralesde animales en sus casas, algunas de ellas, comola del mismo Jos Gonzlez Arratia, se situabaen la Plazuela de Alva, en pleno centro de laciudad.100

    El muy contaminado ro Verdiguel por losdesechos producto de las actividades econmi-cas de la ciudad, reciba tamben las descargasde los usuarios domsticos del agua. Ahora bien,a pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento, muyprecarios para un problema creciente, la tras-misin de enfermedades a travs de las aguascontaminadas, no era un problema resuelto.

    Por ejemplo est el caso del clera mor-bus. Segn lo seala Lilia Oliver Snchez:

    Las fuentes de infeccin de esta enfer-medad se constituyen por las heces y losvmitos de los enfermos. stos excretanvibriones, mismos que sobrevien por pe-riodos hasta de 7 das fuera del organis-mo, especialmente en ambienteshmdedos y templados. En el agua sobre-viven unas cuantas horas y por algunassemanas si stas se encuentran contami-nadas por materia orgnica.101

    De este modo, la enfermedad puede pro-pagarse en forma epidmica por dos condiciones,el abastecimiento del agua y el tratamiento de lasheces fecales en la ciudad,102 circunstancias graciasa las cuales podemos entender que esta patologase haya expandido en Toluca primero en 1833y luego en 1850, ao para el que contamos condatos de defunciones en la ciudad y sus barrios.

    Para esos aos la ciudad contaba con unared de agua entubada que se descomponafrecuentemente. Los caos ocupaban la mitad delas calles. Como la mayora estaban descubiertosconstituan un foco de infeccin, alimentado porlos desechos de las cocinas, lavado de ropassucias. Es ms esa misma agua se usaba para lavarlas calles. La ciudadana obtena el agua de lasfuentes pblicas, de las fuentes de los conventosy edificios pblicos conectadas a los acueductosque se surtan, a su vez, de manantiales, comoeran los del convento de San Francisco y el delCarmen. Como ya se seal, una parte de dichoacueducto fue inutilizado, pues el agua queconduca provena de los pantanos de Oxtotitln,la cual no era potable, circunstancia que debehaber propiciado la propagacin de enfermedades.En lo tocante al tratamiento de las heces fecales,y como se ver adelante con ms detalle, la gentearrojaba los excrementos a la calle, los mismosque eran recogidos por unos individuos -loscomuneros- en unos barriles que eran llevados avaciar a las milpas, muy cerca de la parte pobladade la ciudad. Por otro lado, el pueblo, confinadoen su mayora en los barrios, simplemente hacasus necesidades fisiolgicas al aire libre, en corraleso lugares poco frecuentados, que constituantambin un foco de infeccin.

    Otra forma de solucionar el problema dela materia fecal en Toluca era por medio de lasletrinas o cloacas, mismas que consista en exca-vaciones ms o menos profundas practicadas enel suelo. Pero la mayora de ellas eran fosas fijas,sin paredes revestidas. Algunas de ellas estabancomunicadas con las atarjeas y se encontraban en

    99 AMT/39/1/1/1847/6/7/7/70 fs.100 AMT/1/1/1831-1874/2/7/7/3 f.1.101 Lilia Oliver Snchez Una nueva forma de morir en

    Guadalajara: el clera de 1833 en Elsa Malvido, Concepcin

    Lugo, et.al. El clera de 1833: una nueva patologa en Mxico.Causas y efectos, p.98

    102 Idem.

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    la mayor parte de las casas ubicadas en dondepasaban dichas atarjeas. De este modo esas letri-nas resultaban muy peligrosas porque alterabanel aire y viciaban el agua de los pozos que enocasiones eran usados por los vecinos como aguapotable, situacin a la que se atribua la propa-gacin de enfermedades. En suma, la ciudad deToluca contaba con las condiciones antihigini-cas que permitan la contaminacin del agua, elelemento donde el vibrin del clera podasobrevivir.

    Con este contexto, en 1850 la epidemiadel clera morbus, que por segunda ocasin azotla Repblica Mxicana, tuvo menos repercu-siones que la de 1833, pero de todas maneras,la enfermedad no dej de causar estragos en lapoblacin. En 1850 la ciudad de Toluca se con-formaba por una cabecera (el casco urbano) ysus barrios. Entre los dos se registraron 2,154defunciones durante los meses de junio, julio,agosto y hasta noviembre de dicho ao. De esetotal, 1498 muertes (el 69.54%) se debi al azotedel clera, el resto, 656 defunciones (el 30.46%)fueron causadas por enfermedades varias. Deese total de 1498 muertes por clera morbusregistradas en Toluca y sus barrios perifricos,el mayor nmero, 1147 (el 76.56 %) correspon-di a los barrios, mientras que en la ciudad pro-piamente dicha se registraron 351 defunciones(el 23.44%).103 El nmero de muertes en los bar-rios fue ms alto porque su poblacin eraaproximadamente tres cuartas partes mayor quela de la ciudad de Toluca. Sin embargo ese altonmero de defunciones pudo deberse a lasprecarias condiciones de higiene en los barriosperifricos. Ya explicamos que las letrinas no exis-tan en esos lugares. Las heces fecales se encon-traban regadas a cielo abierto. Por otro lado lared de agua entubada no llegaba en esos aos alos barrios. A ello hay que agregar el muy proba-ble hacinamiento de sus habitantes, cuya den-sidad era mucho mayor que en el rea cntricade Toluca. Todos estos factores ms otros comouna alimentacin posiblemente escasa, debieron

    incidir en la propagacin masiva del clera enla periferia de la ciudad.

    5) LA HIGIENE PBLICA DE LAS AGUAS

    5.1) El desarrollo de Toluca como una ciudadmoderna.

    Como lo hemos sealado ya, Toluca adquiere unaidentidad y una conformacin como una ciudadmoderna a fines del siglo XIX y principios del XX,extendindose por los cuatro puntos cardinales(ver mapas 3 y 4).

    Por lo que el crecimiento de la poblacinde la ciudad, y la introduccin de nuevas acti-vidades econmicas, sobre todo las de tipo in-dustrial, implicaron un mayor consumo dellquido.104 El agua se incorpor como un elementoesencial del desarrollo urbano. Este hecho puedeverse reflejado en una de las clusulas del proyectode Reglamento de Aguas del Ayuntamiento deToluca, realizado en 1879, el cual apoyaba expl-citamente las actividades econmicas e industri-ales en Toluca, al acordar la concesin de hastaseis pajas105 de agua (cuando a los particularesse les otorgaban dos) a establecimientos comercialese industriales como baos, cerveceras, tenerasy otros semejantes si as lo permitiere el estadoy abundancia del lquido.106

    Hacia fines de siglo el municipio de Tolucaera el asiento de haciendas muy importantes,productoras de maz y ganado, que sumabanalrededor de unas treinta.107 Varias de ellas, comomencionamos, acaparaban prcticamente el agua

    103 Archivo Parroquial de Toluca, libros de defunciones deindios mexicanos y otomes, 1849-1850; libro de defuncionesde gente de razn, 1849,1850.

    104 Para ilustrar esta situacin,tenemos las solicitudes de dospajas de agua para la panadera situada en la calle de Hidalgo,frente a los Portales. La duea del establecimiento requera elagua como recurso indispensable para poder elaborar el pan.El lquido se tomara de un ramal de la caera colocada en laesquina del Portal y de la calle de Riva Palacio. AMT/39/1/1/1862/18/7/7/f. 78. Tambin el dueo de los baos GranSociedad solicit cuatro pajas ms de agua para que pudierafuncionar bien el establecimiento. AMT/39/1/1/1862/187/7/7/f.70.

    105 La paja de agua representaba una superficie de 1/16 depulgada cuadrada o 1/9 de dedo cuadrado, Musset, op.cit. p. 144.

    106 AMT/39/1/2/1879/6/7/7/s.n de f.107 Correa.op.cit. p. 49

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    Mapa 4Plano topogrfico oficial de la ciudad de Toluca (1904)

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    del Valle. Dos de ellas, La Pila y La Garceza, surtie-ron con sus manantiales a la ciudad.

    La produccin agrcola y ganadera deToluca fue, como ya se indic, muy importantedesde la poca colonial, Se mandaba trigo y mazsobre todo a la ciudad de Mxico y se fabricabanexcelentes jamones y chorizos.

    Pero hacia finales del siglo XIX, con-cretamente en 1882, con la inauguracin delferrocarril Toluca-Mxico, la ciudad recibe unimportante impulso industrial y comercial,

    La construccin de la va frrea agiliz lasrelaciones comerciales de Toluca con otrasentidades federativas y especialmente conla ciudad de Mxico. Durante esos aosToluca es el centro comercial de la enti-dad, y los productos que vende a otrosestados y a la ciudad de Mxico son espe-cialmente harinas, artculos de tocinera,quesos, mantequillas, pieles de reses, teji-dos de lana y algodn, raz de zacatn ycerveza.108

    Lgicamente la vida de Toluca registrcambios importantes en la medida en que eramayor su desarrollo. Se empedraron las calles dela ciudad y se instalaron aparatos telfonicos; llegtambin el alumbrado elctrico, inversin departiculares, cuya planta de luz funcionaba conbase en unas pequeas calderas de vapor queproducan el movimiento y que accionaban losgeneradores. Los dnamos de esta pequea plantade luz daban alumbrado a 100 lmparas elctricasen el centro de la ciudad y unas 300 de alumbradodomstico. El resto de las casas, todava a princi-pios del siglo XX, se alumbraban con lmparasde gas.109

    Ya este desarrollo econmico correspondiuna diferenciacin de clases muy marcada, porcierto. Aparte de la distancia social debida alingreso, en la ciudad existan espacios y lugaresfrecuentados por la clase alta y otros por la baja.Las instituciones pblicas, como las escuelas,procuraban la separacin entre las seoritas y las

    inditas. En el Hospital General el pabelln paraenfermos distinguidos contaba con la comodidady privacidad de las que carecan los dos salonespara enfermos protegidos por la BeneficenciaPblica. Las clases sociales slo se mezclabanen celebraciones pblicas, cvicas y religiosas.110

    La burguesa habitante de la ciudad secompona grupos extranjeros, alemanes, quehaban invertido, sobre todo, en la industriacervecera, y espaoles que lo haban hecho enla industria alimenticia. La burguesa nacionalestaba asociada con la extranjera en la inversinindustrial. Junto a la burguesa y a la clase obreraque vena formndose en Toluca gracias a lainstalacin de industras, exista otro grupoprivilegiado, el de los hacendados, grupo de razcolonial. Frente a su nmero reducido, se alzabaun gran nmero de jornaleros agrcolas que eranclasificados como indios. Tambin formaba partedel tejido social de la ciudad el grupo que ejercaprofesiones liberales, sobre todo abogados ymdicos formados en el Instituto Cientfico yLiterario de Toluca. Tal y como haba sucedidoen el transcurso del siglo pasado, los hacendados,industriales, extranjeros y nacionales, as como losprofesionistas se concentraba en algunas calles dela ciudad, la mayora situadas en el corazn deToluca: Avenida Jos Vicente Villada, AvenidaLibertad, Jurez, Independencia, etc.111

    Tambin la vida econmica de Toluca seconcentraba fundamentalmente en el centro de laciudad, en los Portales y en la estacin delFerrocarril Nacional Mexicano. En 1894 la ciudadcontaba ya con una considerable cantidad deestablecimientos comerciales: veinte cajones deropa, doscientas diecinueve tiendas de abarrotes,cantinas y tendajones, un molino de trigo, dos deaceite, catorce panaderas, cincuenta y trespeluqueras, nueve ferreteras, dos tabaqueras,diez boticas, cinco sombrereras, tres expendios decajas mortuorias y veinticinco mesones y hoteles,112

    asi como con algunas fbricas pequeas.Pero hubo dos de ellas que tuvieron mucha

    importancia para la ciudad: la Industria Nacional

    108 Garca Luna, Toluca en el Porfiriato, p. 46.109 Correa, op. cit. p. 272.

    110 Garca Luna, op.cit. p. 59111 Idem. pp. 59,63,65,68.112 Idem. pp. 53, 58.

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    que produca tejidos de algodn y la fbrica decerveza Toluca y Mxico, en la que predominabael capital alemn. Esta empresa contaba con variasfuentes de abastecimiento de agua. Tena cincojarras por minuto, que eran propiedad de lacervecera, y otras diez arrendadas al Ayun-tamiento. La importancia econmica que la Com-paa Cervecera Toluca y Mxico tena para laciudad, y el mismo Estado de Mxico, se reflejen las concesiones que recibi del Gobierno.

    En 1896 el Ayuntamiento celebr un con-trato con la cervecera, por medio del cual se levendi a la compaa en $6,500.00 la cuarta partedel agua comprada a la seora Carlota HinojosaVda. de Gonzlez, duea de la Hacienda de LaPila, as como la cuarta parte del lquido queprodujeran cuatro pozos artesianos en la Haci-enda de La Garceza.

    Como el Ayuntamiento tena celebrado uncontrato con el dueo de la Garceza, el Sr.Pliego, la cervecera pagara a la Corporacinmunicipal $75.00.00 anuales como cuarta partedel precio de $300.00 anuales que el Ayun-tamiento deba pagar a la Hacienda de laGarceza. La cervecera obtuvo el libre uso de loscaos que llevaban el agua de las haciendashasta la esquina de las calles de Santa Ana yVctimas, pagando un derecho al Ayuntamientode $3,500.00. 113

    Aparte extraa el lquido de las profun-didades con unas bombas que lo elevaban hastaun gran tinaco ubicado en la azotea, con lo quese obtena una circulacin completa y abundante.Situadas de manera prxima a las calderas seencontraban las bombas de alimentacin quetomaban el agua arrendada al Ayuntamiento114.

    Tambin la Industria Nacional utilizaba,naturalmente, el agua. Los 48 telares con quecontaba en 1894 se movan con vapor, as comotambin se haca con vapor el teido de la hilaza.Suceda lo mismo con mquinas como las decarda, estiradores veloces, trziles, trameros,etctera.115

    5.2) La aparicin de la poltica higienista y el usodel agua en la higiene de la ciudad

    Con la conformacin de la ciudad deToluca como un centro funcional,

    la estrategia sanitaria que se estructura[deja de ser episdica y casustica] preten-de la permanencia, opera una sntesis,coordina sus decisiones dentro de unaperspectiva edilicia.116

    Acorde con la nueva ciudad, centropoltico, econmico y social del Estado deMxico, la higiene pblica en la ciudad se vuelvems coherente. El gobierno estatal, animado porun espritu progresista e ilustrado, como gustabande decir las crnicas de la poca, decidi que ungrupo de mdicos expresara los derroteros en laestrategia sanitaria. El nuevo organismocontribuira a crear, en palabras de Alain Corbin,la fisiologa del orden social117 en el Estado deMxico y, en particular, en la ciudad de Toluca.

    El 25 de abril de 1883, el gobernador delEstado de Mxi