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N o 97 ABRIL 2015 ISSN 1995-1086 NIKKEI cocina Pedro Makabe Jose Watanabe Nuevo presidente de la APJ El album de familia de Unidos para difundir la

Kaikan97

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En la revista Kaikan 97 conoce las actividades del 2° Festival Cultural Nikkei y a la recién creada Asociación Gastronómica Nikkei. Asimismo, la historia de Chieko Kamisato, antigua residente de Crystal City; el manifiesto de Jorge Miyagui, artista plástico; un acercamiento al poeta José Watanabe Varas a través del libro del Dr. José Li Ning; una mirada a la obra del escritor Augusto Higa y una entrevista a Pedro Makabe, presidente de la Asociación Peruano Japonesa.

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No 97 ABRIL 2015ISSN 1995-1086

NIKKEIcocina

Pedro Makabe Jose Watanabe Nuevo presidente de la APJ El album de familia de

Unidos para difundir la

SUMARIO

KAIKAN ABRIL 2015 3

DirectoraSuzie Sato Uesu

EditoraHarumi Nako Fuentes

CoeditorEnrique Higa Sakuda

Editor gráficoÓscar Chambi Echegaray

ImpresiónGráfica Lima

ISSN 1995-1086. Depósito Legal: 98-3235

Somos los nikkei peruanos

En abril celebramos 116 años de la llegada de los primeros inmigrantes japoneses a nuestro país, aquellos que dieron inicio a la formación de lo que es hoy la comunidad nikkei peruana.

Luego de más de un siglo y de cinco generaciones, la integración de los japoneses y sus descendientes forma parte del paisaje multicultural y diverso del Perú. Los nikkei somos peruanos de ascendencia japonesa orgullosos de esta identidad que se nutre de dos culturas.

Por ello hoy queremos recordar y rendir homenaje a nuestros pioneros, cuya herencia de valores como el respeto, la solidaridad y la disciplina siguen guiando nuestro diario quehacer. A ellos, nuestro eterno agradecimiento por su ejemplo y valor.

Pedro Makabe ItoPresidente Asociación Peruano Japonesa

KAIKAN INFORMATIVO. AÑO XX Nº 97 - ABRIL 2015Revista de la Asociación Peruano Japonesa editada por el Departamento de Comunicaciones y Marketing. Teléfono (51 1) 518 7450anexos 1022, 1023, 1061. E-mail: [email protected]. Web: www.apj.org.pe/kaikan. : Revista Kaikan

ASOCIACIÓN PERUANO JAPONESADirección: Centro Cultural Peruano Japonés, Av. Gregorio Escobedo 803,Residencial San Felipe, Jesús María, Lima 11 – Perú. Teléfonos: (511) 518-7450,518-7500. E-mail: [email protected]. Web: www.apj.org.pe

No 97 ABRIL 2015ISSN 1995-1086

NIKKEIcocina

Pedro Makabe Jose Watanabe Nuevo presidente de la APJ El album de familia de

Unidos para difundir la

Rafael Matsufuji, Hajime Kasuga, Mitsuharu Tsumura, Roger Arakaki e Iván Matsufuji son parte de la Asociación Gastronómica Nikkei. Foto: Óscar Chambi.

Foto: Óscar ChambiFoto: Difusión / Edi Hirose

[ 32 arte ]

[ 24 historia ][ 8 sabores ]

[ 6 especial ]2.º Festival Cultural Nikkei

El manifiesto de Jorge Miyagui

Los sueños de Chieko Kamisato

Guardianes de la cocina nikkei

Foto: José VidalFoto: Jaime Takuma

ESPECIAL

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Día de la Amistad Peruano Japonesa

a Asociación Peruano Japo-nesa celebró los 116 años de la inmigra-ción japonesa al Perú con

una ceremonia en el Puente de la Amistad Peruano Japo-nesa ubicado en el Campo de Marte de Jesús María, donde rindió homenaje a los 790 pioneros inmigrantes, cuyos nombres están escritos en este monumento conmemo-rativo.

A través de esta celebración se destaca el inicio de una his-toria signada por el esfuerzo y sacrificio de quienes, ajenos al idioma y las costumbres del país que los acogió, supieron labrarse un camino gracias a su capacidad de trabajo, dis-ciplina, solidaridad y ayuda mutua.

Los sinsabores de esos pri-meros años –el incumpli-miento de los contratos de trabajo, las enfermedades, las malas condiciones labo-rales– así como las injusticias sufridas durante la Segun-da Guerra Mundial, lejos de amilanarlos, los fortaleció en su deseo de hacer del Perú su país, en el que decidieron quedarse.

Hoy, la colectividad nikkei peruana es una de las más numerosas y antiguas de las comunidades de inmigrantes y sus descendientes, está to-talmente integrada al país y tiene el firme compromiso de contribuir con su desarrollo.

RECONOCIMIENTOSComo parte de las celebracio-nes, en el Centro Cultural Pe-ruano Japonés se organizó un oficio budista y ceremonia del té, además del reconocimien-to a las señoras Kimiyo Ishii y Kami Kohatsu, inmigrantes japonesas de 90 años.

El Congreso de la República, a través de la Liga Parlamen-taria de Amistad Perú-Japón

L Ceremonia en el monumento conmemorativo del Campo de Marte, Jesús María, en la que participaron el embajador de Japón, Tatsuya Kabutan; la congresista Aurelia Tan de Inafuku, presidenta de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Japón; el teniente alcalde de Jesús María, Enrique Delhone; el presidente de la APJ, Pedro Makabe, entre otros representantes de diversas instituciones.

Ahorro y Crédito Pacífico. Asi-mismo, se entregó diplomas a las señoras Harue Shinoha-ra, Asako Yoshida, Kamado Arakaki, Maki Ichikawa, Tokie Suzuki y Asayo Kawasaki.

realizó también un homenaje, en el que se reconoció como “Nikkei destacado” al recono-cido pintor Venancio Shinki, y como “Institución Nikkei destacada” a la Cooperativa de

ESPECIAL

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Día de la Amistad Peruano Japonesa

Foto: Jaime Takum

a

n El 3 de abril fue declarado Día de la Amistad Peruano Japonesa mediante el Decreto Supremo N.° 05-89-RE del 20 de agosto de 1989, promovido por el ministro de Trabajo y Promoción Social Orestes Rodríguez. El Perú es el único país que ha instituido oficialmente una fecha para celebrar la amistad con Japón.

n La llegada de los 790 japoneses en el barco Sakura Maru, el 3 de abril de 1899, es considerada como la primera inmigración masiva japonesa a nuestro país.

n Hasta 1923 llegaron 18.727 inmigrantes bajo la modalidad de contrato. Su destino fueron las haciendas de la costa peruana. Hasta 1941, los inmigrantes sumaban alrededor de 35 mil personas.

n En la actualidad se calcula en 80 mil el número de integrantes de la comunidad peruano japonesa, incluidos los aproximadamente 40 mil nikkei que emigraron a Japón en en las décadas de 1980 y 1990.

n Los nikkei suman ya cinco generaciones: Los issei (primera generación inmigrante), nisei (segunda, hijos), sansei (tercera, nietos), yonsei (cuarta, bisnietos) y gosei (quinta, tataranietos).

Datos

Más fotos en: www.apj.org.pe

PERSONAJE

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Del 19 al 25 de abril se realizará el 2.° Festival Cultural Nikkei en el Centro Cultural Peruano Japonés. Conciertos, conferencias, exposiciones, un encuentro gastronómico, entre otras actividades, serán parte del programa. El ingreso es libre.

Festival culturalace 116 años arri-baron al Perú los primeros inmi-grantes japone-ses, quienes ges-taron lo que es

hoy la comunidad nikkei perua-na, compuesta por los descen-dientes de aquellos inmigrantes y que ya cuenta con cinco gene-raciones. En un país multiétnico y pluricultural como el nuestro, ¿cuáles han sido los aportes de los nikkei?, ¿cuál es el sello que los caracteriza?

En este 2.° Festival Cultural Nikkei, la Asociación Perua-no Japonesa celebra diversos aspectos del quehacer de los nikkei, desde su afamada coci-na hasta su presencia en diver-

H sos escenarios artísticos, como la música y la literatura. Ade-más, recuerda a los pioneros inmigrantes y a la larga amis-tad que une al Perú y Japón.

Conciertos, exposiciones, conversatorios, narración de cuentos y un encuentro gastro-nómico, entre otras actividades, serán parte de este festival que se realizará del 19 al 25 de abril en el Centro Cultural Peruano Japonés. El ingreso es libre.

ACTIVIDADESEl festival se iniciará el domingo 19 de abril con el espectáculo fa-miliar “Raymi Kamishibai, una fiesta peruano-japonesa desde el teatro de papel”, a cargo del reconocido narrador Pepe Kaba-

Pauchi Sasaki ofrecerá el concierto audiovisual Gama XIII.

PERSONAJE

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Foto: Difusión / Janice Sm

ith-Palliser

Foto: Archivo César YchikawaEl artista japonés Ryuho Hamano realizará un homenaje a los inmigrantes japoneses a través de la exposición “Sakigake”.

posición que recorre sus obras. Asimismo, la Miniferia del Li-bro ofrecerá diversas publica-ciones de autores nikkei.

La cocina nikkei, una de las expresiones más visibles de la presencia de los japoneses y sus descendientes en el Perú, formará parte del festival a través del Coloquio sobre la Cocina Peruano Japonesa y su legado (jueves 23), que presen-tará la recién creada Asocia-ción Gastronómica Nikkei y en la que participarán Hajime Kasuga, Mitsuharu Tsumura,

Rafael Matsufuji, Iván Matsu-fuji, Roger Arakaki, Francisco Miyagi, Octavio Otani y Toshiro Konishi.

Asimismo, el sábado 25, como cierre del festival, se realizará el Encuentro Gastronómico de la Cocina Peruano Japonesa “Sa-bores Nikkei”, en el que los asis-tentes podrán disfrutar de la sa-zón de platos como el ya clásico maki acebichado o el innovador cebiche nikkei, y participar ade-más en las demostraciones que ofrecerán los más reconocidos itamaes nikkei.

Cantantes nikkei rendirán homenaje a César Ychikawa, voz principal de Los Doltons.

Mira el programa completo en la web de APJ: www.apj.org.pe

na Kojachi. El lunes 20 se inau-gurará la exposición “Sakigake”, en la que el artista japonés Ryu-ho Hamano rendirá homenaje a los inmigrantes japoneses con una muestra del arte del shodo o caligrafía japonesa.

La música estará presente gracias a la afamada violinista y compositora Pauchi Sasaki, que presentará el concierto audiovisual Gama XIII (mar-tes 21). Asimismo, se ofrecerá el Concierto de Charango y Sans-hin “Cuerdas del Perú y Japón” (jueves 23) y un homenaje al cantante César Ychikawa, quien fuera voz principal de Los Dol-tons, y cuyas inolvidables can-ciones serán interpretadas por cantantes nikkei (viernes 24).

En el ámbito literario se realizarán dos conversatorios (martes 21) sobre el escritor Augusto Higa Oshiro y una ex-

SABORES

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Ya era hora”, dice Mitsuharu Tsumu-ra, chef de Maido. Se refiere a la crea-ción de la Asocia-ción Gastronómica

Nikkei, que nació para promo-ver la cocina nikkei en el Perú y el mundo.

Ya era hora de que los cocine-ros y, en general, todos los que forman parte de esta cocina sumaran esfuerzos, era “algo como flotando en el ambien-te, había que tomar nada más la iniciativa de organizarse y crearla. La idea fue de un grupo de amigos. Parte del interés y la necesidad de difundir la co-cina nikkei, interna y externa-mente, de una manera mucho más unida y eficiente”, explica Francisco Miyagi, director de la revista Proveedor a la carta y presidente de la flamante orga-nización.

También forman parte de la asociación Rafael Matsufuji (Edo Teppan), Roger Arakaki (Sushi Ito), Hajime Kasuga y David Sakihama (Hanzo), Kike Matsufuji (Omatsu) e Iván Matsufuji (Edo).

COCINA DE CASA PARA EL MUNDODavid Sakihama, socio de Han-zo, recuerda que cuando era chi-co creía que el cebiche llevaba kiuri (pepino). Así lo comían en su casa, donde –como en mu-chos hogares nikkei– la comida era fruto de una fusión peruano japonesa. Era una mezcla natu-ral, sin recetas ni impuesta por la moda. Un sincretismo culi-nario, como persignarse ante el butsudan.

“Es la comida que hemos te-nido toda la vida”, dice Rafael Matsufuji, que espera que aque-llo que ha formado parte de su dieta diaria desde siempre alcance el estatus y la popula-ridad que tienen otras cocinas, como la china.

Francisco Miyagi opta por la brevedad para definirla: “Sashi-mi con limón y rocoto”.

[texto Enrique Higa]

Chefs y dueños de restaurantes se unen para formar una asociación

Guardianes de la cocina

De izquierda a derecha: David Sakihama, Kike Matsufuji, Iván Matsufuji, Rafael Matsufuji, Mitsuharu Tsumura, Roger Arakaki, Hajime Kasuga y Francisco Miyagi.

SABORES

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[texto Enrique Higa]

Guardianes de la cocina

Foto: Jaime Takuma

SABORES

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Foto: Difusión

Foto: Óscar Chambi

La cocina nikkei existía mu-cho antes de que el término fue-ra acuñado por el poeta Rodol-fo Hinostroza en la década de 1980. No empieza con los makis, como algunos creen.

“La cocina nikkei empieza como una cocina criolla, los ma-kis vienen mucho después. Si te pones a ver lo que hacían Ro-sita Yimura y Augusto Kague, lo que hace Octavio Otani, no tiene nada que ver con sushi. Es más, en esos momentos no ha-bía restaurantes de sushi en el Perú, estamos hablando de hace 50 o 60 años. Minoru Kunigami en La buena muerte fue uno de los pioneros de la cocina nikkei. ¿Qué hacía él? Cebiche, saltados, chaufas, tacu tacu con mariscos. Estamos hablando básicamen-te de cocina peruana, pero con sus toques japoneses”, detalla Mitsuharu Tsumura.

La asociación se ha propuesto hacer justicia con los pioneros, rescatar y mantener su lega-do porque sin ellos no existiría nada de lo que hoy se celebra.

La cocina nikkei también es identidad. Para Hajime Kasuga, es su cultura representada en un plato. “Nuestra identidad, nuestro corazón, están en cada plato que hacemos. Eso es lo que el cliente se lleva, esa ale-gría que nosotros los cocineros sentimos al preparar cada pla-to”, dice.

Por eso, la asociación apun-ta lejos. “Es contarle al Perú y

n “La cocina nikkei recién está empezando, no sabemos hasta dónde pueda llegar, se van a seguir creando platos nuevos. Como cultura gastronómica es algo nuevo”, dice Rafael Matsufuji. David Sakihama piensa, por ejemplo, en el potencial del temaki y el ramen, y corrobora: “Tiene mucho para desarrollarse, mucho por crecer”.

n La agenda de la asociación es tan vasta como el horizonte de la cocina nikkei. Los eventos que se van a realizar en el Centro Cultural Peruano Japonés son el primer hito de los muchos que la asociación anhela alcanzar. Kike Matsufuji, socio de Omatsu, revela que planean organizar una feria gastronómica en la Asociación Estadio La Unión, una especie de Mistura, para que todos los negocios de comida nikkei presenten sus propuestas.

n Además, piensan crear una escuela para enseñar no solo cocina, sino también gestión y temas afines. Otra de las metas, remata Francisco Miyagi, es “un gran libro sobre cocina nikkei”.

Mucho por delante

Francisco Miyagi“La misma popularización de la cocina nikkei hace que de pronto se puedan dar ciertas tergiversaciones. La co-cina nikkei, a partir de una tradición de cocina japonesa, es muy exacta en sus técnicas y, sobre todo, en el cuidado de la calidad de los insumos, que es algo fundamental. Ese tipo de mensaje es el que queremos llevar a partir de la Asociación Gastronómica Nikkei. La cocina es libre, pero hay fundamentos que hay que cuidar”.

Fusión sí, confusión noLa Asociación Gastronómica Nikkei también se ha formado para corregir las distorsiones o desviaciones que, según sus integrantes, han surgido alrededor de la cocina nikkei.

SABORES

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Foto: Jaime Takuma

Foto: Difusión

Foto: Óscar Cham

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Foto: Óscar Cham

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Foto: Jaime Takuma

“LA COCINA NIKKEI EMPIEZA COMO UNA COCINA CRIOLLA, LOS MAKIS VIENEN MUCHO DESPUÉS. SI TE PONES A VER LO QUE HACÍAN ROSITA YIMURA Y AUGUSTO KAGUE, LO QUE HACE OCTAVIO OTANI, NO TIENE NADA QUE VER CON SUSHI”, DICE MITSUHARU TSUMURA.

Roger Arakaki“Hay que saber manejar el tema de la co-cina nikkei, porque tú puedes combinar distintos insumos y llegar a una buena fusión y llamarlo cocina nikkei, como puedes llegar a una confusión. Hay que saber respetar ciertos parámetros, como el uso de los insumos principales de la cocina japonesa. Hay que ir guardando cierto respeto”.

Rafael Matsufuji“Mientras más restaurantes haya, mu-cho mejor, porque difundimos, hacemos conocer la comida japonesa con mayor rapidez. Pero que se haga bien. Hay mu-cha gente que ve el tema comercial (es una comida que está de moda), y piensa que hacer comida nikkei es hacer lo que quiere. Hay que tener una buena base. Realmente es eso, que la gente entienda que no todos los restaurantes de comida japonesa que dicen tener platos nikkei son nikkei”.

David Sakihama“A veces se ven como aberraciones, hay muchos empresarios que tienen res-taurantes y empiezan a hacer fusiones, en maki sobre todo, y yo pienso que de verdad se pierde un poco el respeto a la cocina japonesa. La cocina nikkei no es mezclar por mezclar, tiene que haber una base, un sustento, que tiene mucho que ver con la cultura, con los sabores de la infancia. (Hay que) usar los insumos ja-poneses con respeto, respetando las tra-diciones”.

al mundo lo que es ser nikkei”, afirma Mitsuharu Tsumura.

“En el mundo el tema nikkei está tomando mucha fuerza, más aún asociándose con el Perú. Todos los países tienen una comunidad nikkei, pero lo que ha sucedido acá, cómo nuestra comunidad nikkei se ha compenetrado con la socie-dad peruana, en realidad no lo he visto en otros países. Eres pe-ruano, como todos los peruanos, pero tienes una cultura distinta, una cultura que te hace único y que creo que ha aportado mu-cho a la sociedad peruana”.

Identidad y cultura se articu-lan en su discurso:

“Como todos los nikkei, si ca-minamos por la calle podemos parecer japoneses, pero somos recontra peruanos. Pero muy aparte de eso, es un estilo de vida, una manera de ser, que un nikkei lo va a entender: lo que comes en tu casa, cómo pa-sas Año Nuevo, lo que cocina la obaachan”.

INSTITUCIONAL

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iene 20 años participando en la Asocia-ción Peruano Japonesa (APJ) y desde que llegó de Ica no

ha dejado de interesarse por la comunidad nikkei y por los valo-res que difunde. Ahora, en la pre-sidencia, Pedro Makabe buscará dirigir a una gran familia como lo hace en los cursos de coaching y terapia familiar que realiza como médico psiquiatra.

Pedro Makabe es un hombre de primeros puestos. En el co-legio, y luego en la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica, donde estudió Medicina Humana, alcanzó las máximas calificaciones motivado por un padre que le inculcó desde chico el deseo de sobresalir. Es así que llegó a Lima, para especializarse en psiquiatría, donde descubriría

T

Pedro Makabe, presidente de la Asociación Peruano Japonesa

“Trabajaremos para fortalecer la identidad nikkei”[texto Javier García Wong Kit / Fotos: José Vidal]

que ese anhelo de ser mejor era parte de su identidad nikkei.

“En Ica mi única relación con lo nikkei era en mi casa porque no había muchas familias nikkei. Mis padres eran tradicionales, tuve una crianza a la japonesa, pero con muchas de las costum-bres peruanas. En Lima fue que me integré a la Asociación Perua-no Japonesa y descubrí que esos valores que me habían inculca-do, como el respeto, la austeridad y la responsabilidad, eran parte de mi identidad”.

Makabe pasó por el Hospital Materno Infantil San José de Villa El Salvador, el Instituto Na-cional de Salud Mental “Hono-rio Delgado-Hideyo Noguchi” y el Policlínico Peruano Japonés, donde trabaja hasta hoy. Allí lo recibió Elena Kohatsu, que era presidenta de la APJ, y quien lo introdujo a la directiva de la ins-titución en la que se encuentra

por más de 20 años.

CULTURA Y GESTIÓNPedro Makabe dice ser un músi-co frustrado y un aficionado de la labor de maestro de ceremonias, que ha venido realizando en dis-tintos eventos de la asociación. De joven tocaba el violín en la Or-questa Sinfónica, por eso cuando se integra al Departamento de Cultura de APJ sintió que podía revivir su espíritu por las artes. Luego pasó por el Departamento de Idiomas y por el Consejo Direc-tivo hasta llegar a ser presidente.

“Ha sido un paso que he alcan-zado luego de estar en diversos cargos directivos que me han permitido conocer la institución en sus diversas áreas, de la mis-ma forma que lo fue oficiar de maestro de ceremonias porque presentar a cada persona y cada evento me ha llevado a saber más de la comunidad nikkei”,

ENTREVISTA

KAIKAN ABRIL 2015 13

INSTITUCIONAL

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sostiene Makabe, quien asume el puesto como un desafío y un compromiso.

Dentro de los objetivos traza-dos por su directiva está el de implementar el plan estratégico alineando a todas las institu-ciones que forman parte de la estructura organizacional de la institución, siguiendo el lema que han acogido: “El fortaleci-miento de la identidad nikkei”. A partir de allí se proponen li-derar la comunidad nikkei para contribuir al desarrollo del Perú.

IDENTIDAD Y VALORES“Tenemos un decálogo de va-lores y pensamos darle mucho énfasis a programas donde se puedan resaltar”, dice el presi-dente, quien se ha trazado la meta de crear una Escuela de Liderazgo Nikkei. “Iniciaremos el estudio para su implementa-ción con un programa de varios años donde los jóvenes reciban una formación integral y pue-dan conocer nuestra historia y las instituciones nikkei, de ma-nera que tengamos en años fu-turos a jóvenes preparados para asumir cargos directivos”.

Impulsar el Fondo Editorial, mediante nuevas publicaciones y un fondo de fomento para es-tudios de investigación relacio-nados con temas nikkei, crear una red social nikkei, invertir en las instalaciones y equipos del teatro y de los auditorios del Centro Cultural, y reforzar la di-fusión de las artes marciales y deportes vinculados con la cul-tura japonesa forman parte de sus objetivos estratégicos.

Otra área de suma importan-cia es la de servicios asistencia-les y bienestar social, a través de la cual continuarán con las campañas de solidaridad, do-naciones y coordinación con los kenjinkai, así como con el Centro de Asistencia y Bienes-tar Social y el Centro Recrea-cional Ryoichi Jinnai, buscando descentralizar sus servicios. Del mismo modo con el programa del Departamento de Crédito

“TENEMOS UN DECÁLOGO DE VALORES Y PENSAMOS DARLE MUCHO ÉNFASIS A PROGRAMAS DONDE SE PUEDAN RESALTAR”, DICE PEDRO MAKABE, QUIEN SE HA TRAZADO LA META DE CREAR UNA ESCUELA DE LIDERAZGO NIKKEI.

INSTITUCIONAL

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Educativo y Becas que, hace 13 años, le permitió a Makabe via-jar a Japón y estudiar becado.

EXPERIENCIA JAPONESADe 1992 a 1994, Pedro Makabe llevó un posgrado en Neuro-psiquiatría en la Universidad de Keio, en Tokio, Japón, la más antigua de ese país. “Buena par-te del tiempo que estuve allá lo dediqué a aprender el funcio-namiento social y cultural japo-nés”, cuenta Pedro, a quien dicha experiencia le ha servido de ins-piración para ser directivo de la Asociación Peruano Japonesa.

“Al principio tuve dificultades para adaptarme. Antes de viajar a Japón yo me sentía un extran-jero en Perú y pensé que me iba a sentir en casa, pero allá me sentí más extranjero. Esos años tuve un problema de identidad por mi nihongo mal hablado y mis costumbres peruanas, pero luego aprendí que mi identi-dad es la nikkei, que incluye dos grandes culturas y que tenerlas te enriquece”.

Aún recuerda como anécdo-tas la puntualidad japonesa que llevó a uno de sus maestros a llamarlo por teléfono, a las seis de la mañana, para decirle que no iba a poder llegar a las 7:58 a. m. a la estación, como habían acordado, que lo disculpara, sino a las 8:01 a. m. Esas nociones de respeto o las formas de cortesía (“es una costumbre rechazar el alimento que te ofrecen porque la otra persona va a seguir in-sistiendo, no se debe tomar a la primera”) han sido lecciones de por vida.

En los últimos años, Pedro Makabe se ha dedicado al coaching, una actividad que busca el desarrollo personal y humano, un factor al que él espera darle énfasis en este pe-riodo. “Es una nueva disciplina que ayuda a plantearse obje-tivos y a cumplirlos. El coach ayuda a que las personas se conviertan en agentes de cam-bio y eso es lo que queremos para nuestra institución”.

INSTITUCIONAL

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Renovación dirigencialEl 13 de marzo juramentaron el Consejo Directivo y los Directores de la Asociación Peruano Japonesa para el periodo marzo 2015-febrero 2016, presidido por Pedro Maka-bae Ito, quien sucede en el cargo a Francisco Okada Tooyama.

El presidente del Comité Electo-ral, Alberto Tomioka, fue el encar-gado de tomar juramento al fla-mante presidente de la APJ, quien hizo lo propio con los nuevos direc-tivos y con los integrantes del Con-sejo de Fiscales.

Durante la ceremonia, realiza-da en el Teatro Peruano Japonés,

Makabe ofreció un sentido discur-so, en el que reveló su acercamiento muy temprano a la institución, el agradecimiento y recuerdo de sus padres, y los objetivos y retos que se ha planteado para su gestión, que tendrá como lema el “Fortale-cimiento de la Identidad Nikkei”.

Por su parte, el presidente salien-te Francisco Okada, tras entregar las llaves de la institución, recibió un presente recordatorio y agra-deció a todos quienes lo apoyaron en su periodo, en el que se cristali-zaron diversos proyectos y se buscó crear mayor sinergia entre las ins-

tituciones nikkei. Masahiro Takagi, encargado de

negocios a.i. de la Embajada de Ja-pón, felicitó a la nueva directiva, la instó a continuar colaborando mu-tuamente en diversas actividades, y agradeció a la gestión saliente, de la que destacó su compromiso y dedicación a los diversos proyectos emprendidos.

Luego de la ceremonia protoco-lar, se realizó el brindis de honor en la explanada del Teatro, a cargo de la presidenta de la Asociación Femenina Peruano Japonesa, Car-men Hayashi.

INSTITUCIONAL

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Renovación dirigencial

CONSEJO DIRECTIVO

Presidente: Pedro Makabe ItoVicepresidente: Víctor García Toma Secretario: Jorge Kunigami KunigamiTesorero: Ricardo Toyama KawazaProsecretario: Antonio Yzena ShinzatoProtesorero: Andrés Miyashiro Tokashiki

DIRECTORES DE DEPARTAMENTOS

Asistencia Social: Maritza Higa TairaCentro Recreacional Ryoichi Jinnai: Rosa Arashiro de NakamatsuCrédito Educativo y Becas: Christian Endo KikushimaCultura: Miyuki Ikeho NakandakariDeporte: Fernando Noda DatekyuIdioma Japonés: María Luisa Kohatsu AlocillaMuseo de la Inmigración: Jorge Igei IkeharaTeatro: Juan Carlos Nakasone OshiroOrganización: Juan Carlos Yoshioka ChacónJuventudes: Kenneth Fukusaki MontComunicaciones y Marketing: Suzie Sato UesuRelaciones Nacionales e Internacionales: Harumi Momota MuerasClínica Centenario: Norberto Hosaka OshiroPoliclínico: Ernesto Oka KuriharaUnidad de Cursos: Jorge Guillermo Nakamura Flores

Consejo de Fiscales: Pedro Komatsudani Sakuma, Miguel Azama Azama, Fernando Suenaga Pinillos, Ricardo Sugajara Sugajara y Juan Raúl Nishii Ono.

Más fotos en: www.apj.org.pe

Fotos: Jaime Takum

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LITERATURA

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ugusto Higa Oshiro (Lima, 1946) es un es-critor que pal-pita firmemen-te, más allá de los reconoci-

mientos literarios. Con un espíritu templado y una pluma cargada de vehemencia, el narrador nikkei ha configurado de manera trascenden-tal la literatura peruana última.

Higa goza en estos últimos tiem-pos de una fama labrada a punta de esfuerzo y talento. Lamentablemen-te esta no le sonrió durante muchos años, menos cuando se le reconocía como uno de los principales escri-tores que publicaron en la revista Narración, vale decir, en donde figu-raron los más talentosos narradores que ha dado la literatura peruana en el siglo XX.

El lustre que ha recibido su trabajo, más allá de los premios de la Asocia-ción Peruano Japonesa, en 2013, y el más reciente Premio Novela Breve de la Cámara Peruana del Libro, en 2014, ha servido para que más lecto-res lleguen a su obra y se confirme lo que los jurados distinguieron al premiar sus libros Okinawa existe (APJ, 2013) y Saber matar, saber morir (Caja Negra, 2014): que estamos ante

A un gran escritor, en la plenitud de su trabajo creativo.

Higa es un virtuoso orfebre de la palabra, un hombre de espíritu so-segado que todavía escribe a mano y guarda el hábito de trabajar sus tex-tos de 8 a. m. a 1 p. m. todos los días. A pesar de que dice que se siente un escritor otoñal, hoy por hoy ha de-mostrado tener más vitalidad que muchos jóvenes, manteniendo, ade-más, una vigorosa y prolífica obra publicada en los últimos ocho años (un libro de cuentos, tres novelas y, como si fuera poco, el conjunto de sus cuentos completos).

LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDADLa obra de Augusto gira alrededor de una profunda reflexión social, aterrizada en personajes margina-les y finamente urdida en los barrios más populares de Lima. Esta mira-da, que busca revalorar la humildad del hombre común y explorar sus tragedias cotidianas, es la que nos atrapa en sus cuentos y novelas. Es quizás esta forma desacralizada de retratar a la capital la que nos con-mueve, porque vierte ante nuestros ojos una muestra de la idiosincrasia capitalina.

Ya desde su primer libro de cuen-

[texto Diego Alonso Sánchez*]

Augusto Higa, obra e identidad

Un escritor de corazón sencillo

tos, Que te coma el tigre (1978), nos cautiva su manejo minucioso del len-guaje y la exploración de las técnicas narrativas. En este conjunto inicial de relatos, el trato de los ambientes y las situaciones urbanas nos mues-tran a un escritor muy preocupado por la expresión popular.

Esta tendencia sería ratificada con su segundo libro, La casa de Albace-leste (1987), en donde la apropiación de la óptica criolla haría patente la búsqueda de la identidad que sufren sus personajes, siempre teñida de incertidumbre. Como bien anotaba José Watanabe, amigo cercano de nuestro autor, ya se vislumbraba en estos primeros escritos cierta esen-cia nikkei, aunque esta identidad todavía transpiraba con poca fuerza.

EL PERSONAJE NIKKEI EN EL MUNDO CRIOLLONunca antes el trato literario de la comunidad peruano japonesa fue tan detallado y puesto en alto por un escritor peruano. Nunca antes los personajes de ascendencia nipo-na estuvieron tan presentes en his-torias que retratan el mundo criollo, mucho menos protagónicamente. El trabajo de Augusto Higa, en este sentido, tiene un valor superlativo para la configuración del mapa lite-

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* Diego Alonso Sánchez es poeta. Ganó el premio José Watanabe Varas de la APJ 2013 con el poemario Se inicia un camino sin saberlo.

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rario de nuestra sociedad pluri-cultural.

Si bien nuestro autor también ha trabajado con personajes de diferente origen étnico, siem-pre ha tenido especial atención por aquellos que conforman los estratos más populares. El espíritu andino y la naturaleza del afroperuano son temas que también aparecen retratados en la obra de Higa, pero de una manera tal que todos siempre se vinculan en esencia, incluso con los de ascendencia japonesa. En este sentido, en la obra de Higa trasciende a sus personajes el ánimo de denuncia, el análisis duro de la sociedad peruana.

El interés de Augusto por el tratamiento literario de la so-

ciedad peruano japonesa tam-bién responde a su experiencia personal. Resulta que el escritor, tratando de explorar sus raíces y de ultimar su mirada sobre la identidad, decide viajar a Japón. Allí, el fenómeno dekasegi le dio de golpe en la cara. Producto de esta experiencia es su libro testi-monial Japón no da dos oportu-nidades (1994).

La siguiente incursión edito-rial de Augusto Higa fue La ilu-minación de Katzuo Nakamatsu (San Marcos, 2008), pequeña novela que generaría en su mo-mento un revuelo en los predios literarios, no solo por mostrar a un autor que había guardado muchos años de silencio, sino porque este entregaba una no-

AUGUSTO HIGA ES UN VIRTUOSO ORFEBRE DE LA PALABRA, UN HOMBRE DE ESPÍRITU SOSEGADO QUE TODAVÍA ESCRIBE A MANO Y GUARDA EL HÁBITO DE TRABAJAR SUS TEXTOS DE 8 A. M. A 1 P. M. TODOS LOS DÍAS.

vela muy exigente, que nos pre-sentaba una historia inédita en la tradición narrativa del Perú.

Podría bastar decir que el pro-tagonista de la novela era un nikkei. Pero más allá de los fun-damentos culturales (incluso narrativos), esta historia trata en paralelo la desdicha de dos per-sonajes que vivieron dos épocas distintas, pero con la misma desventura por su identidad: Katzuo Nakamatsu y Etsuko Unten. El primero es un ser an-tisocial y enfermo que camina sobre una Lima moderna, vio-lenta y caótica; el segundo es un héroe frustrado y delirante, que entabló una lucha silenciosa contra la sociedad antijapone-sa de Lima durante la Segunda

Guerra Mundial.Luego de la buena acogida

de esta novela, se empezaron a esbozar diferentes tesis sobre la participación del descendien-te de japonés en la literatura peruana y cómo este tema ya estaba prefigurado en nuestra sociedad, a pesar de que, como bien menciona el propio Higa, hasta antes de la década de los 1980 los nikkei eran considera-dos extranjeros.

Ya cuando gana el primer puesto del Premio José Wata-nabe Varas de cuento 2013, a nadie le sorprendía la calidad de nuestro escritor. Okinawa existe, el libro ganador, ratificó esto y, dada la calidad y temática pre-sentada, el análisis iniciado con

LITERATURA

KAIKAN ABRIL 2015 21

novela durísima y especialmen-te sentida.

En Gaijin, nos encontramos con Sentei Nakandakari, otro personaje de porte y cuajo estoi-co, que a pesar de sus aspiracio-nes materiales, siempre llevó el espíritu templado, sino de las lu-chas internas y personales que lo atormentaban. Otra vez el autor nos ubica en la década del 40, antes de que Perú le declara-ra la guerra a Japón, durante la Segunda Guerra Mundial.

Sentei Nakandakari había errado por Lima, buscando su beneficio, tomando distintos trabajos y surgiendo como un emprendedor comerciante. Pero aun así era un personaje oscuro, que generaba la desconfianza hasta de sus paisanos. Pero en este ascenso hacia lo que él que-ría, se va a dar de topes con una realidad adversa que lo conver-tirá en víctima y victimario de su propia gente, un agente que prefigura lo más espantoso de una época terrible. Es la historia del descenso a lo más oscuro del alma humana.

n Como parte del 2.° Festival Cultural Nikkei, la Asociación Peruano Japonesa organiza el evento literario “La Victoria de Augusto Higa”. Esta celebración de la obra del autor nikkei consta de dos conversatorios y una muestra acerca de la vida y obra del escritor.

n En dichos conversatorios jóvenes investigadores mostrarán la importancia y vigencia de Higa para nuestras letras. También participarán amigos y compañeros de oficio de Augusto, que contarán anécdotas y otros datos de interés de su vida.

n Martes 21 de abril, 7:30 p. m. Auditorio Dai Hall del Centro Cultural Peruano Japonés. Ingreso libre. La muestra se inaugura el mismo día y va hasta el 8 de mayo.

A manera de celebración

su libro anterior se enriqueció, dando nuevas luces sobre el tra-tamiento especial del peruano japonés por el autor.

En este libro se vuelven a tocar los funestos hechos que sufrió la colectividad nikkei du-rante la Segunda Guerra Mun-dial en el Perú, la persecución que padecieron sus integrantes y que los llevó a la quiebra no solo económica y social, sino también psicológica. El cuento que da nombre al libro trata so-bre la obaachan Miyagui, una señora de edad avanzada que tiene delirios con una Okinawa soñada, que contrastan con las tragedias que han caído sobre su familia, en una ciudad como Lima, cercada por el odio al fo-rastero nipón.

En el cuento “Extranjero” se muestra la lucha entre dos ni-ños, Masaharu Murakami y el abusivo Kanashiro, disputa que acentúa la esquizofrenia social entre dos representantes de una misma colectividad. “Te co-nozco, japonés. Así te escondas, ni hables, ni te muevas” le dice Kanashiro a Masaharu, antes de humillarlo a golpes y enros-trarle las diferencias que había entre ellos, aun siendo pares. Y dice: “No te olvides, somos de la misma raza. Somos nisei, tram-poso, farsante”.

Pero quizás el cuento más logrado de este conjunto sea “Polvo enamorado”, en donde el personaje Kinshiro Nagatani deambula bajo un tropel de ig-nominias, propias de la época, pero siempre estoico y decidido, incluso ante la actitud intimi-dante de América Linares, su esposa peruana y –quizás— el motor y motivo de sus frustra-ciones.

El libro Okinawa existe es la piedra angular del autor, en donde desarrolla la temática nikkei de manera literaria, pero con visos históricos innegables. Luego de este, la publicación de Gaijin (Animal de invierno, 2014) llega con el territorio pre-dispuesto para comprender esta

DE INTERÉS

22 ABRIL 2015 KAIKAN

Nueva oficina de AELUCOOP En el marco de su 35.° ani-versario, la Cooperativa de Ahorro y Crédito AELU-COOP inauguró su décima oficina. Ubicada en el sóta-no de la Clínica Centena-rio Peruano Japonesa, en Pueblo Libre, esta nueva sede brindará diversos ser-vicios a sus asociados.

Donación a Chosica Como parte de su labor de apoyo social, la Asociación Peruano Japonesa se sumó a las campañas de solidaridad con los pobladores damnificados por los huaicos que afectaron en días pasados diversas zonas de Chosica y Santa Eulalia.

La APJ donó botellas de agua y enla-

La entrega de los víveres al padre José

Chuquillanqui fue realizada por

Maritza Higa, directora de

Asistencia Social de la APJ; Paul

Aniya, gerente de la APJ; y

Roberto Higa, asesor de la presidencia.

tados, que fueron llevados a los lugares señalados el jueves 2 de abril por inter-medio del vicario episcopal de acción social del Arzobispado de Lima, padre José Chuquillanqui Yamamoto, párroco de la iglesia El Espíritu Santo de Man-chay.

Foto: Cristina Arakaki

Pedro Makabe, presidente de la APJ, y Pedro Miyasato, presidente de AELUCOOP, junto con directivos e invitados.

Foto: Jorge Fernández

DE INTERÉS

KAIKAN ABRIL 2015 23

No 93 NOVIEMBRE 2014

ISSN 1995-1086

JAPÓNArte, cultura y tradición

No 94 DICIEMBRE 2014ISSN 1995-1086

Un año paracelebrar

e-mail: [email protected]

T. 5187450anexo 1061

Tienda japonesa en Lima El retail japonés Komonoya, que pertenece al grupo Watts Co., con sede en Osaka, inició sus operacio-nes en el Perú al inaugurar su pri-mera tienda en el centro comer-cial Megaplaza de Independencia.

El ingreso a nuestro país repre-senta también el inicio de las re-laciones comerciales con Latino-américa. En Asia, el grupo cuenta con más de mil tiendas de produc-tos y soluciones innovadoras para el hogar y la oficina.

Komonoya tiene previsto abrir dos tiendas más en Lima al cierre del primer año y contar con 30 tiendas a nivel nacional para el 2018.

Foto: Difusión

HISTORIA

24 ABRIL 2015 KAIKAN

sueñosCristaliza ndoTestimonio de Chieko Kamisato, antigua residente de Crystal City[texto Milagros Tsukayama / fotos: José Vidal]

HISTORIA

KAIKAN ABRIL 2015 25

Cristaliza ndo Chieko Kamisato es una nisei pe-ruano-estadouni-dense que vivió en el campo de con-centración Crystal City en Estados

Unidos entre 1944 y 1946. Hace poco llegó de visita al Perú, para reencontrarse con algunos ami-gos y también con el pasado. Sus recuerdos reflejan una vida llena de dificultades y de superación, que merecen ser compartidos.

La historia comienza con su pa-dre Junken. En 1915 llegó al Perú, proveniente de Okinawa. Aquí ya lo esperaban sus dos hermanos mayores, con quienes trabajó en diferentes oficios. Siete años des-pués, trae a su esposa Kami, la madre de Chieko.

Junken y sus hermanos reco-rrían las calles vendiendo emo-liente en una carretilla. Pasó el tiempo y dejaron de ser ambulan-tes. Abrieron una licorería y luego una pastelería en la Av. Arica en Breña.

Sobre esa época, Chieko recuer-da poco. Apenas recuerda el ba-rrio y la escuela japonesa Lima Nikko, donde estudió hasta 2.° grado. “Yo era muy chica”, afirma. Hasta ahora sus recuerdos son di-fusos. Pero se vuelven más claros cuando recuerda la época del sa-queo, las deportaciones y Crystal City.

En mayo de 1940 ocurrió un sa-queo que afectó a muchos japo-neses de Lima y Callao. “Recuerdo bien el saqueo”, cuenta Chieko. “Nosotros tuvimos suerte, porque teníamos la panadería. Detrás de la panadería, estaba la trastienda. Cuando ellos (los saqueadores) entraron a la casa, nosotros su-bimos al techo y ahí nos escon-dimos, mientras ellos seguían saqueando el primer piso. Por eso, no nos afectó mucho (ya que no nos hicieron daño). Se llevaron todo”.

La calma llegó después de un par de días. Recibieron la ayuda de los empleados de la pastele-ría, quienes les facilitaron comi-da, ropa y todo lo que pudieran

E

HISTORIA

26 ABRIL 2015 KAIKAN

necesitar. Pero era una calma aparente.

LA DEPORTACIÓNUn par de años después, su padre tuvo que esconderse en una chacra durante un tiempo, para evitar ser detenido. Se en-teró de que figuraba en una de las famosas “listas negras” (de japoneses para ser deporta-dos). Pasó un tiempo y regresó a casa, cuando aún el peligro no había pasado. En diciembre de 1943, dos detectives llegaron a la casa y se lo llevaron.

“Estuvo detenido en una cárcel. Creo que era en Alfonso Ugarte. Lo visitábamos todos los días, llevándole ropa y tam-bién comida, porque la comida era pésima”, recuerda Chieko. Un día, ya no lo encontraron en la cárcel. Lo habían depor-tado.

Ser japonés, tener éxito en los negocios y participar acti-vamente en la colonia japone-sa, fueron motivos suficientes para detenerlo y deportarlo hacia Estados Unidos.

Durante 3 meses, la familia de Chieko estuvo separada. Chie-ko recuerda que si no hubiera sido por la ayuda de una vecina inglesa que actuó como inter-mediaria ante el consulado es-tadounidense, el reencuentro habría tomado más tiempo.

En marzo de 1944, Kami y sus tres hijos salen del Callao, junto con otras familias de deportados, rumbo a Estados Unidos. Querían reencontrarse con Junken. Hicieron una pa-rada en Panamá para recoger a otros prisioneros de guerra. Grande fue la sorpresa al en-contrarlo como prisionero de guerra en Panamá. Junken abordó el barco y se reencontró con su familia.

En Panamá, el padre de Chie-ko pasaba los días haciendo trabajos pesados y cavando hoyos en la tierra. Hasta llegó a pensar que esos hoyos eran su propia tumba.

Chieko recuerda que ese día

La familia de Chieko Kamisato fue una de las 365 familias peruanas de ascendencia japonesa que se quedaron en EE. UU. tras el fin de la guerra.

hubo como una docena de barcos de guerra y torpedos escoltándolos. Después de 21 días, llegaron a Nueva Orleans, Estados Unidos. Les quitaron los documentos, las joyas y el dinero. En un cuarto, tuvieron que desnudarse y bañarse. Pri-mero entraron las mujeres y los niños, luego los hombres.

Antes de entregarles la ropa, los rociaron con DDT (insectici-da). Les devolvieron el dinero y las joyas, pero no los documen-tos. Ya listos, abordaron el tren que los llevaría a Crystal City.

LA VIDA EN EL CAMPO“Crystal City era muy bueno”, comenta Chieko. “No faltaba nada”, recalca. Había barracas con 4 divisiones y en cada una de ellas vivía una familia. Cada división tenía camas, kerose-ne, una cocina, cajas de hie-lo, mesas, sillas, sábanas, etc. “Hasta nos daban fichas con los que podíamos comprar co-mida, ropa, medicinas o lo que hiciera falta dentro de Crystal City”, recuerda.

HISTORIA

KAIKAN ABRIL 2015 27

podían trabajar en el hospital o realizar tareas de carpintería, huerto o jardinería. Era como una pequeña ciudad, en donde el trato era “bueno, educado y organizado”, según cuenta.

EMPEZANDO DESDE CEROEn 1945 terminó la guerra. Mu-chas familias de Crystal City regresaron a Japón. Pero 365 familias peruanas de ascen-dencia japonesa, entre ellas la de Chieko, decidieron quedar-se en Crystal City. No querían ser deportados a Japón y el Perú no los aceptaba de regre-so. Además, sin documentos, eran ilegales dentro de Estados Unidos. No tenían a dónde ir.

Al año siguiente, Wayne Co-llins, abogado de San Francisco y miembro de la Unión Ameri-cana para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) escuchó la historia de estas 365 familias y quiso ayudarlas. Les encontró un trabajo en Sea-brook Farm en Nueva Jersey. Con este trabajo, consiguieron el permiso que les permitiría abandonar Crystal City para siempre. Era agosto de 1946.

En Seabrook Farm, los padres de Chieko enlataban vegetales y congelaban los alimentos, al igual que los otros japoneses. Había mucho trabajo. Ellos tra-bajaban en turnos diferentes para no dejar solos a los hijos. Mientras Junken trabajaba en el día, Kami lo hacía en la no-che. Cada turno duraba 12 ho-ras y era rotativo cada 2 días.

El comienzo era difícil para todos. Cuando salieron de Crystal City, tenían poco di-nero. Tenían que trabajar mu-cho. “Vivíamos en una barraca donde apenas había agua po-table y una estufa de carbón. Así que había que comenzar (otra vez) desde cero”. En Sea-brook también había tiendas y una escuela donde Chieko estudió. Esa fue su primera ex-periencia en una escuela esta-dounidense.

Aun así, faltaba dinero en

casa, porque el trabajo era es-tacional. Después de dos años en Seabrook Farm, los Kami-sato se mudan a Los Ángeles, donde tenían unos amigos.

Chieko recuerda los inicios de su nueva vida en Los Án-geles, que es donde actual-mente reside: “El lugar donde vivíamos no era muy bueno, era como un barrio bajo. Mi padre trabajaba como lavador de platos o conserje y mi ma-dre, como mucama, limpiando cuartos de hoteles”. Sin tener papeles y desconociendo el idioma, no podían encontrar otro trabajo.

Tiempo después, sus padres se independizaron y abrieron una casa de huéspedes para japoneses en 1951. Les ofrecían comida, alojamiento y ayuda. Cuando estaban desemplea-dos, el padre de Chieko les con-seguía trabajos esporádicos como jardineros en la zona. Esta casa de huéspedes estu-vo funcionando durante 8 o 9 años. “Era un trabajo duro, pero mucho más fácil, ya que era dentro de la casa y no era trabajando afuera”, recuerda Chieko.

Poco tiempo después, en 1962, fallece el padre de Chie-ko. En 1978, fallece su madre. Tiempo después, Chieko recibe una indemnización y discul-pas del gobierno estadouni-dense como antigua interna de Crystal City.

Chieko se graduó como di-señadora de modas en 1952 y luego de dos años, recibe la nacionalidad estadounidense. Trabajó en la industria de la moda en Los Ángeles, Nueva York y Kansas durante más de 10 años, antes de abrir su pro-pio negocio de modas junto con su hermana. Estuvo traba-jando durante 30 años.

En los últimos años, se ha dedicado a compartir su tes-timonio de vida en diferentes entrevistas. Su mensaje es cla-ro: el pasado no le impidió cris-talizar sus sueños.

Chieko conserva un cuadernillo con dibujos y frases de despedida

que sus compañeros

realizaron en 1945, antes

de abandonar Crystal

City (foto izquierda).

Solo el área de lavandería y los baños eran comunitarios. Tuvieron que aprender a con-vivir con un calor insoporta-ble en verano y el agua fría en invierno. Todo el lugar estaba cercado con alambres de púas y resguardado por guardias ar-mados. Nadie podía salir.

Chieko recuerda que la es-cuela japonesa del campo de concentración era “una de las mejores, incluso mejor que las escuelas japonesas de Lima”, porque había profesores espe-cializados y personajes influ-yentes de la comunidad –como sacerdotes– que no solo eran del Perú, sino que venían de otros países como Estados Uni-dos y Japón. Todos eran depor-tados como ellos.

En la escuela japonesa les enseñaban el japonés, por-que las autoridades creyeron conveniente que aprendieran el idioma cuando acabara la guerra y fueran deportados a Japón. Los niños y jóvenes po-dían practicar béisbol, judo o tenis, mientras que los adultos

LIBROS

28 ABRIL 2015 KAIKAN

José Li Ning estudia la obra del poeta nikkei desde la psiquiatría

La metáfora familiar de José Watanabe

osé Li Ning Anti-cona fue amigo de José Watana-be, pero ha que-rido estudiar su poética desde la psiquiatría (y la

terapia familiar, específicamen-te) para entender los vínculos que llevaron al poeta de Lare-do a mitificar a algunos de sus parientes en sus versos. Afecto, tradiciones y heridas transitan por Cosas de familia (Murrup, 2014) y por los recuerdos del in-vestigador.

Quizá se hicieron amigos por-que ambos tenían ascendencia asiática (uno de China y el otro de Japón). Quizá porque los dos crecieron lejos de la ciudad, en

J distritos de provincia (uno en Paiján, el otro en Laredo). Quizá porque a ambos les interesaban las ciencias y el arte (el primero se hizo doctor y el segundo poe-ta). De hecho, se conocieron en una escuela de pintura donde los dos fueron alumnos de Pe-dro Azabache, discípulo de José Sabogal.

José Li Ning Anticona y José Watanabe Varas compartían eso (y el primer nombre) que ahora el médico cirujano, gra-duado de la Universidad Na-cional de Trujillo y egresado de la Escuela de Bellas Artes de la misma ciudad, recuerda entre otras cosas más. “Visitábamos a nuestras familias juntos. Creo que durmió en mi casa y puede

que yo también en la suya, pero no estoy del todo seguro, fue hace mucho tiempo”.

Por eso, José Li Ning decidió hacer un libro científico sobre su amigo de la juventud, aquel con el que compartía su pasión por la pintura y la poesía (en espe-cial la china y la japonesa) y con el que después se reunía para charlar (“era un gran conversa-dor, muy divertido”) en Lima o cuando el vate regresaba al nor-te para visitar a la familia de la que tanto escribió, especialmen-te en su primer poemario Álbum de familia, de 1970.

FAMILIA POÉTICALi Ning llevó una maestría en Ciencias Familiares y Sexológi-

[textos Javier García Wong Kit / fotos: José Vidal]

LIBROS

KAIKAN ABRIL 2015 29

cas en la Universidad de Lovaina, en Bélgica, y a su regreso al Perú elaboró la tesis “La familia en la poesía de José Watanabe Varas. Interpretación desde la teoría de la terapia familiar sistémica”, en 2010, para la Universidad Alas Peruanas. Ese estudio cuantita-tivo y objetivo fue el que dio ori-gen al libro Cosas de familia.

“Quería aplicar la terapia fa-miliar en un documento, en un testimonio escrito como son los poemas de Watanabe. Ahí está la familia poética de Watanabe, se basa en la real pero está ma-quillada o desmaquillada”. Los abuelos, el padre y la madre, y los hermanos están muy presentes en su obra, ya sea de forma me-tafórica (como ocurre con los

hijos y la esposa) o de forma casi vivencial, lo que le permite al in-vestigador rastrear los vínculos con lo real.

A través de libros, entrevistas y otros artículos periodísticos y digitales, Li Ning lleva al lector de lo poético (analizando ver-sos) a lo científico, buscando el origen y las vivencias que mar-caron al autor, como cuenta el mismo Watanabe en “Elogio del refrenamiento”, texto que se pu-blicó en una antología editada en Sevilla: “Mi padre era lector de haikus (…). En medio de los pollos y patos del corral de mi casa, me traducía, entre grandes pausas reflexivas, esos breves poemas que entonces yo no en-tendía claramente”.

LO JAPONÉS Y ANDINOJosé Li Ning señala, citando al poeta, que a José Watanabe no le gustaba que dijeran que su estilo tenía la influencia de los haikus, aunque reconocía que esa poéti-ca oriental estaba en su tempe-ramento. Él se consideraba un poeta de dos mundos, el japo-nés y el andino, de los que tomó técnicas y espíritu. Del primero por la concepción estructural de sus versos y la cosmovisión (que el investigador llama “efec-to haiku”) y del segundo por los mitos y el habla.

La confluencia mágica de dos culturas, que resalta Li Ning, se manifiesta en esta mezcla de per-sonajes japoneses (el poeta Ma-tsuo Basho o el pintor Katsushika

José Li Ning Anticona ha publicado Cosas de Familia. Metáfora de la identidad en la poética de José Watanabe.

LIBROS

30 ABRIL 2015 KAIKAN

Hokusai) y escenarios (Chicama, Chanchamayo, la calle de las com-pras, las orillas de Santa Eulalia) por los que transitan, entre otros referentes de Watanabe, persona-jes más familiares y cotidianos.

La harina Santa Rosa, los ani-males de cocina (“tiernos ca-britos o conejos, despellejados sobre la tabla”), la máquina de coser, la playa y esos giros del habla (“el pescuezo deja ver el triste tragar”, “más arrugas hay en tus compañones que en mi majoma, carajo”, “ojalá te den el Nobel, hermanito”) muestran ese espíritu liberteño que ha hecho que se le asocie a César Vallejo, a quien Watanabe dice deberle tanto.

PADRES EN VERSOLos valores familiares (en es-pecial los japoneses, que están presentes en el poeta) ayudan a entender esa aproximación a los familiares ausentes (falleci-dos, como sus hermanos, o que Watanabe no pudo conocer), a la enfermedad y a la muerte (que proponía enfrentar con dignidad, como los samuráis) y a la madre y el padre, quienes tienen roles protagónicos en-tre los poemas dedicados a sus familiares.

La antología Tu nombre viene lento ya muestra el homenaje literario de José Watanabe a su madre. En esos dieciséis poemas está mostrada la relación que tuvo con su progenitora y que Li Ning analiza en la temática que aborda (la vejez, la enfermedad y el fallecimiento). “A la familia se le puede encontrar en varios niveles”, dice el investigador, quien ha escrito que “en cuanto al carácter, el padre es compren-sivo y tolerante; la madre severa y enérgica”.

Para el psiquiatra, la convi-vencia con la madre la muestra más real, “con una personalidad rica en matices, generadora de emociones encontradas”, mien-tras que el padre está más idea-lizado. Ella es protectora y crítica, está asociada a los sentimientos

más vitales. El padre aparece en lo estético y, aunque está solo en siete poemas, está internalizado, es inspirador y aparece dotado solo de cualidades positivas.

CIENCIA Y FAMILIAEl autor recalca que, pese a co-nocer personalmente a José Watanabe (con quien compartió comidas japonesas y con quien solía escribirse), el libro es com-pletamente objetivo y busca es-tudiar la poesía desde un enfo-que científico. Por ello ha escrito tanto de la familia natural a la que conoció (“mi hermano está en la cooperativa donde estaba Laredo y el hermano de José, Va-lentín, sigue viviendo allá”, cuen-ta Li Ning), como a la conyugal a la que no pudo conocer (“cuando se casó por segunda vez yo esta-ba en Bélgica”) y a la que el poeta dedica varios poemas.

Los amigos también apare-

cen entre versos y dedicatorias (como Lorenzo Osores, con quien Watanabe recorría las galerías de arte en Lima, donde ambos conocieron a Tilsa Tsuchiya) y ahí también figura Li Ning. El poema “En el bosque de espinos” está dedicado al autor de Cosas de familia.

“Mi lector ideal son los estu-diantes de terapia familiar”, dice en referencia a sus alumnos del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Marcos. “En el simbolismo de los versos está la dinámica de esta familia”, dice José Li Ning quien, puesto a analizar el poema que le dedica su amigo de Laredo, cree que en las cabras (“hay que tener lengua de cabra para se-parar con resignación pasto de espinas y engordar”) está la me-táfora de la locura que el investi-gador sigue estudiando.

WATANABE SE CONSIDERABA UN POETA DE DOS MUNDOS, EL JAPONÉS Y EL ANDINO, DE LOS QUE TOMÓ TÉCNICAS Y ESPÍRITU. DEL PRIMERO POR LA CONCEPCIÓN ESTRUCTURAL DE SUS VERSOS Y LA COSMOVISIÓN Y DEL SEGUNDO POR LOS MITOS Y EL HABLA.

LIBROS

KAIKAN ABRIL 2015 31

El 25 de abril se cumplen 8 años de la partida del entrañable poeta José Watanabe Varas (Laredo 1945 - Lima 2007). En 2015 cumpliría 70 años. Aquí recordamos parte de su vida.

José Watanabe Varas nació en Laredo (La Libertad) en 1945, aunque fue regis-trado recién en 1946.

Sus padres fueron don Harumi Wata-nabe, quien llegó al Perú en 1919; y doña Paula Vargas, quien vivió desde muy pe-queña en Trujillo. Tuvieron once hijos: Juan, Valentín, Dora, Justo, Alicia, Jesús, José, Luis, Teresa, Matilde y Enrique.

Con la Segunda Guerra Mundial llegó la persecución, pero protegido por vecinos y cañaverales don Harumi eva-dió la deportación. Las cosas eran muy difíciles y llegó la pandemia de viruela y tos ferina; Alicia y Jesús fallecieron siendo aún niños. Muy afectada por la tragedia, la familia se muda a Laredo, hacienda azucarera que albergaba a una decena de familias japonesas y que habrá de ser fuente de inspiración inagotable para José.

Desde niño, el poeta mostró notables

inclinaciones artísticas –modelaba figu-ritas de barro y dibujaba con tiza en las paredes– y le deslumbraban los haikus que le leía su padre.

Una gran sorpresa vendría en octubre de 1956. Su padre ganó la lotería de Lima y Callao y la familia se mudó a Huanchaco para los veranos y durante los inviernos vivían en Trujillo. A los 66 años falleció don Harumi, dejando un vacío muy profundo en la familia, especialmente en José, que lo define así: “Cuando mi papá murió, se había muerto todo. No moría todo porque él fuera todo, sino porque detrás de él no había nada”.

Su madre, doña Paula, falleció en 1993. José la recordaría como una persona austera y endurecida por la vida, pues casada con un japonés perseguido durante la guerra, crio y alimentó once hijos, perdió dos en una semana y en su viudez afrontó duros golpes para educar a los otros nueve. José sabía del amor que ella le profesaba y está siempre presente –a veces con claro afecto, a veces de modo áspero– en muchos de sus poemas.

Después de una primaria laredina y una secundaria en el glorioso San Juan de Trujillo, en 1962 José y su familia llegan a Lima. José estudia arquitectura, pero la pasión por la poesía ganó.

Poeta, dramaturgo, guionista cinema-tográfico, director artístico, gerente de televisión, escritor de cuentos infantiles y canciones, así fue José. Al decir de los críticos, su obra poética es una de las “más bellas y cautivantes de la poesía contemporánea en lengua castella-na”, fusión precursora de sensibilidad oriental y tradición hispana en el uso de la palabra.

Su poesía sorprende por la singular mirada que puede animar objetos impensables o arrancar una sonrisa porque toca y revela fibras guardadas en la intimidad, lo que hace a su poesía accesible a un público amplio y joven que lo reconoce por su lenguaje sencillo y su sabiduría.

De salud frágil, pero ganador dos veces de la batalla contra el cáncer, el 25 de abril de 2007 a las 11:30 de la noche, José Watanabe Varas falleció en Lima a la edad de 61 años.

Los 70 del poeta

(Texto adaptado de la exposición “José Watanabe Varas: El guardián del hielo” que presentó en abril de 2014 el Museo de la Inmigración Japonesa al Perú “Carlos Chiyoteru Hiraoka”).

Fotos: Archivo Familia W

atanabe Varas

Lea en la siguiente edición:

José Watanabe, acerca de la libertad

ARTE

32 ABRIL 2015 KAIKAN

ARTE

KAIKAN ABRIL 2015 33

El manifiesto de Jorge Miyagui

orge Miyagui Oshiro vuelve el ruedo. En “Manifiesto”, su más reciente individual, se reafirma en las con-vicciones que impul-saron su debut artísti-

co hace trece años. “Yo no pinto por pintar”, dice parafraseando a Víc-tor Jara. Pinta para conmover, para agitar, para remover entrañas. En-tiende el arte como producción de sentidos.

En sus obras, exhibidas en Eu-roidiomas, confluyen luchadores sociales como María Elena Moya-no, íconos del deporte y la religión como Lolo Fernández y Santa Rosa de Lima, personajes de la cultura popular como Leysi Suárez, y el grupo disidente ruso Pussy Riot, entre otros elementos de un vario-pinto universo que lo nutre.

“En mis cuadros tú puedes ver un collage de distintas tradiciones culturales, de distintas partes de la historia del Perú y del mundo, de mi historia familiar. En fin, mi-

J les de cosas mezcladas, es una construcción a partir de retazos. Creo que todos los seres hu-manos de alguna manera nos construimos así. Cogemos lo que nos parece más chévere, lo que nos dice más de una perso-na que conocimos, de la historia de nuestras familias, de la his-toria del Perú, etc., y nos vamos armando con esas pequeñas historias”.

Hay muchos elementos re-ligiosos en la obra de Jorge Miyagui. “Yo no me considero un hombre religioso, pero sí un hombre de fe”, aclara. Su fe está anclada en la tierra, no en una existencia etérea. Fe en un mundo mejor. La fe como una fuerza interna que impulsa.

“Nadie se mueve sin fe. Es una fe laica, una fe en que vale la pena vivir, en que uno le da sentido a su vida en la conexión con los otros, con la naturaleza, en el trabajo solidario por ha-cer de este mundo un mundo

[texto Enrique Higa / fotos Óscar Chambi]

ARTE

34 ABRIL 2015 KAIKAN

mejor y más justo. Para mí ese concepto es hermoso y se aplica a lo religioso, pero también a lo laico”.

Su trabajo artístico vincula lo sagrado al aquí y ahora.

TODO COMENZÓ CON VAN GOGHJorge no descubrió su vocación hasta que conoció a Van Gogh en la adolescencia. Antes de lle-gar a él, aspiraba a ser historie-tista. “Cómo alguien puede con materia, con colores, expresar tanto mundo interno”, se dijo admirado, y decidió dedicar su vida a la pintura.

En sus primeros años en la universidad, creía que el arte era coto privado, “una apuesta más intimista, para curar los demonios internos, todo el rollo existencialista de la angustia”, y que el compromiso político y social discurría por otro cauce. Dos líneas paralelas que viajan juntas sin tocarse jamás, dos facetas cohabitando en una misma persona: el artista y el activista. El tiempo le enseñó, sin embargo, que no existen fronteras entre uno y otro, que él es una totalidad, un río en el que todos los afluentes se en-cuentran.

Jorge se avergüenza de sus primeras obras. “Siento que mi trabajo actual es mucho más maduro, más sólido concep-tualmente, hasta técnicamente también. Encuentro gente que

adora mi etapa antigua, la de Pikachú y todo eso (risas), pero yo les siento un montón de ca-rencias, jugaba con las imáge-nes de manera muy gratuita. En cambio, ahora mis cuadros son mucho más pensados”, dice.

Avergonzarse, ojo, no signifi-ca renegar. Cuando muestra su obra, tanto en el Perú como en el extranjero, no esconde nada. “Muestro todo el proceso en una línea cronológica porque me parece interesante mostrar que un proceso artístico es un proceso de búsqueda, de ensa-yo-error, de acción-reflexión”, explica.

LA MISMA APUESTA VITALCuando recién egresó de la uni-versidad, Jorge no encontraba trabajo y las galerías lo ignora-ban. Pensó que había estudiado seis años en vano. Fue la única vez que cuestionó su vocación.

En 2002 inauguró su pri-mera muestra, que tuvo una amplia repercusión mediática y lo hizo conocido como el Sr. Miyagui (en alusión al sensei de Karate Kid. “Es chévere ape-llidarse Miyagui, lo he apro-vechado mucho”, confiesa), y desde entonces ha persevera-do sin volver a poner en entre-dicho su carrera.

“Uno crece, pasan los años, y te encuentras con personas que cuando les dices que te dedicas al arte, te dicen ‘yo siempre soñé con eso’, gente que te dice que

“SIENTO QUE MI TRABAJO ACTUAL ES MUCHO MÁS MADURO, MÁS SÓLIDO CONCEPTUALMENTE, HASTA TÉCNICAMENTE TAMBIÉN. ENCUENTRO GENTE QUE ADORA MI ETAPA ANTIGUA, LA DE PIKACHÚ Y TODO ESO (RISAS), PERO YO LES SIENTO UN MONTÓN DE CARENCIAS”.

“Mi abuelo por parte de madre tenía un restaurante en el jirón Moquegua, a dos cuadras de la Plaza Dos de Mayo. Antes los futbolistas no ganaban la plata que ganan ahora, y Lolo Fernández iba caminando al estadio, al Lolo, que estaba ahí cerca. Y siempre paraba en el restaurante a conversar con mi abuelo. Y mi abuelo que era japonés se hizo hincha de la U por Lolo, porque era su amigo. Mi madre me cuenta que cuando perdía la U los nueve hermanos se tenían que esconder porque paraba de un humor bravo. Lolo tenía dos hermanos más que jugaban en la U. Me contaban que eran unos caballeros, muy buenas personas, saludaban a todo el mundo. Llegaban caminando al estadio y un montón de niñitos iban detrás de ellos, muy distinto de cómo son los jugadores de ahora que van con carrazos. Había más cercanía con la gente. Eran gente más asequible, los podías parar en la calle y conversar”.

El abuelo Oshiro y su amigo Lolo Fernández

ARTE

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n ¿Tres libros favoritos? El primero que Jorge Miyagui menciona es uno que acaba de leer: La serpiente cósmica, una inmersión del antropólogo canadiense Jeremy Narby en el mundo amazónico.

n El segundo título lo tiene en la punta de la lengua, pero da vueltas, se demora para decirlo. “Sin avergonzarme, sin que me acusen de cualquier cosa (¿tanto rodeo?, ¿dirá 50 sombras de Grey?)… El Principito es una genialidad”, dice riéndose. El tercero, en realidad, son tres: El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, de Ernesto Sabato, que lo marcaron mucho en la adolescencia. n¿Películas? Nombra dos sin titubear: Nos habíamos amado tanto y Novecento. Para la tercera hurga en la memoria, piensa y dice: Ojos negros.

Libros y películas para el recuerdo

quiso ser artista, músico, poeta, pero que no tomaron el riesgo. Y en muchos casos tú sientes esos arrepentimientos profun-dos, porque uno solo tiene una oportunidad en la vida, solo se vive una vez. Yo creo que es mejor arrepentirse de las cosas que uno hace que arrepentirse de las cosas que uno no hace. Una de las cosas de las que me siento más orgulloso es de ha-ber seguido apostando por ser artista”.

Su arte lo ha llevado varias veces al extranjero. Este año estuvo en el Trinity College, en Connecticut, para exponer su obra y hablar sobre su trabajo en espacios públicos (pertenece a tres colectivos que pintan mu-rales), y en 2012 voló a Finlandia para inaugurar su primera indi-vidual en el extranjero.

El compromiso social de Mi-

yagui también se mantiene in-tacto. El tránsito de la juventud a la adultez no lo ha aborregado. Nos habíamos amado tanto, de Ettore Scola, es una de sus pelí-culas preferidas. En ella, uno de los personajes, doblegado por los años, dice: “Nosotros pensá-bamos que íbamos a cambiar el mundo, pero el mundo nos cambió a nosotros”. Jorge se siente a años luz del idealista desengañado del filme: “Cuan-do tenía 13 o 14 años y empecé a definirme como una persona de izquierda, la gente me decía ‘vas a crecer y vas a cambiar’, pero ya tengo 37 y no he cam-biado. Es más, creo que me sien-to más maduro en esa apuesta. He cambiado en el sentido de que uno aprende más, tal vez eres más abierto, menos dog-mático, pero la apuesta vital la sigo manteniendo”.

TRADICIONES

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DOMINGO 26Festival de Títeres: Cuenticos del arco irisPresenta: Agrupación Teatro la Musaraña Hora: 4:00 p. m. Lugar: Auditorio Dai Hall

LUNES 27 Ciclo Voces, charlas de apreciación musicalPresenta los videos de Los claveles y El barberillo de LavapiésHora: 7:00 p. m. Lugar: Auditorio Jinnai

MIÉRCOLES 29Festival de Música Independiente: Serto Mercurio y The SpiraclesSexta fecha.Hora: 8:00 p. m. Lugar: Auditorio Dai Hall

CONTINÚA EN ABRILPerú Ehime Kenjinkai al reencuentro de sus raíces A través de fotografías, documentos, piezas históri-cas y recopilación de testimonios, esta muestra nos presenta la historia de los 183 primeros inmigrantes de la prefectura de Ehime que llegaron a nuestro país en 1903 en el buque Duke of Fire. Asimismo, los esfuerzos de Perú Ehime Kenjinkai por reencontrarse con sus raíces y fortalecer los lazos entre sus inte-grantes.

Lugar: Museo de la Inmigración Japonesa al Perú “Carlos Chiyoteru Hiraoka”Horario: De lunes a viernes de 10:00 a. m. a 6:00 p. m. y sábados de 10:00 a. m. a 1:00 p. m.

VIERNES 17Conversatorio. Literatura japonesa: Un esbozo de tres libros fundamentales escritos por mujeresLos destacados escritores Ri-cardo González Vigil, Carmen Ollé y Giovanna Pollarolo abordarán la importancia de la literatura japonesa escrita por mujeres, a través de un acercamiento a tres obras: El relato de Genji (Genji monogatari), de Murasaki Shikibu; El Libro de la almohada (Makura no soshi), de Sei Shonagon; y Aguas turbulentas (Nigorie), de Ichiyo Higuchi.Hora: 6:30 p. m. Lugar: Biblioteca Elena Kohatsu

MIÉRCOLES 29Charla: Nutrición en el deporteA cargo de la licenciada Reyna Izaguirre. Presenta: Fundación Ajinomoto.Hora: 7:00 p. m. Lugar: Auditorio Jinnai

JUEVES 30Conferencia: Japoneses en Lima de inicios del siglo XVIIEl establecimiento de relaciones comerciales entre el Perú y el sudeste asiático se sitúa en el siglo XX y la migración de población asiática al Perú en el siglo XIX. Sorprende entonces encontrar 114 asiáticos en un censo de Lima de 1613, así como otros documentos en los que la presencia de asiáticos aparece desde 1535, año en que es fundada la ciudad de Lima.

¿Cuándo, cómo y por qué vinieron al Perú desde tan lejanos países?

El Dr. José Javier Vega Loyola brindará respuesta a estas cuestiones desarrollando como líneas de in-vestigación el triángulo comercial Macao-Nagasaki-Manila; el “Galeón de Manila” y el triángulo comercial Manila-Acapulco-Callao; Francisco Xapón y el primer registro de un japonés en el virreinato del Perú del siglo XVI; “Padrón y lista de los yndios e yndias de la China, el Xapón e Yndia de Portugal; entre otras.

Organizan: APJ y el Grupo de estudio e investigación “Presencia de los japoneses en el Perú. Siglos XVII-XX” del Instituto Riva Agüero.Hora: 7:30 p. m. Lugar: Auditorio Dai Hall

*AGENDARevise la agenda completa del Centro Cultural Peruano Ja-

ponés en: www.apj.org.pe. Si desea recibir la agenda men-

sual a través del e-mail, escríbanos a: comunicaciones2@

apj.org.pe con el asunto Suscripción boletín cultural.

Infantil

Ciclo Voces

Música

Museo

Conferencias SÍGANOS TAMBIÉN EN: Centro Cultural Peruano Japonés

zoomEn abril*

TRADICIONES

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GALERÍA

El 29 de marzo la comunidad nikkei peruana celebró la tradicional festividad del Ohigan –a través de la cual se rinde homenaje y se recuerda a los antepasados– con una romería al cementerio japonés de Casablanca y al cementerio de San Vicente, en Cañete, así como de la realización de un oficio budista en el Templo Jionji, que estuvo a cargo de Keizo Doi de la Comunidade Sul-americana Budista Shinshu Jodo Hongwanji Ha, quien llegó desde Sao Paulo, Brasil.

[ Ohigan ]

Fotos: Jaime Takuma

MUSEO

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GALERÍA

Los elencos infantil, juvenil, mayores y exalumnos de la agrupación Perú Nikkei Ritmos y Colores rindieron homenaje a la Fiesta de la Candelaria llevando al escenario del auditorio Dai Hall danzas del folclore puneño.

A través de un “programa radial en vivo” conducido por Pedro Makabe, se revivieron las décadas de 1960 y 1970, marcadas por inolvidables canciones. Anécdotas relacionadas con el mundo de la radio y un show dirigido por Yoshi y los Blue Stars deleitaron a los asistentes.

[ La reina del carnaval ]

[ Días de radio ]Fotos: Jaime Takuma