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UNIVERSIDAD DEL VALLE FACULTAD DE ARTES INTEGRADAS ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL PROYECTO OFEI Violación de expectativas off line o de la vida ordinaria Imaginemos por un instante que al recinto en que nos encontramos entre un gigante, una persona de cuatro metros, voluminoso, enorme. El Hagrid de Harry Potter. Experimentamos una suerte de sobrecogimiento derivado de la violación de nuestras expectativas acerca del tamaño normal o habitual de los objetos. Es interesante que experimentemos este estremecimiento teniendo en cuenta que nos desenvolvemos en entornos afectados por toda suerte de gigantismos: edificios, montañas, árboles, buses, camiones, plazoletas. Lo que sobrecoge no es el tamaño en sí mismo, sino la alteración de las escalas. Un objeto 1:1, de repente se ha convertido en un objeto 1:7. He visto a personas observar, fascinados, el tamaño de los camiones transportadores de carbón en el Cerrejón, con llantas tan altas como un bus. Los efectos derivados de las grandes escalas, del gigantismo, también se advierten en la eficacia comunicativa del cine. En las salas de cine, la escala de las imágenes de personas hace parte de la magia visual. En las ciudades, también la escala de las palabras y letras experimenta gigantismos de todo tipo. En estos momentos veo una valla en que cada letra mide, al menos, dos metros. La descolocación emocional que produce el gigantismo –esto es, desafiar las escalas esperadas, naturalizadas, de los objetos- ha sido aprovechado por algunos escultores recientemente como en el hiperrealismo de Ron Mueck (Figura 1).

Julián González, Violación de Expectativas de La Vida Ordinaria

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Notas Observatorio OFEI

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UNIVERSIDAD DEL VALLEFACULTAD DE ARTES INTEGRADASESCUELA DE COMUNICACIN SOCIALPROYECTO OFEIViolacin de expectativas off line o de la vida ordinariaImaginemos por un instante que al recinto en que nos encontramos entre un gigante, una persona de cuatro metros, voluminoso, enorme. El Hagrid de Harry Potter. Experimentamosuna suerte de sobrecogimiento derivado de la violacin de nuestras expectativas acerca del tamao normal o habitual de los obetos. Es interesante que experimentemos este estremecimiento teniendo en cuenta que nos desenvolvemos en entornos afectados por toda suerte de gigantismos! edificios, montaas, "rboles, buses, camiones, pla#oletas. $o que sobrecoge no es el tamao en s% mismo, sino la alteracin de las escalas. &n obeto '!', de repente se (a convertido en un obeto '!). He visto a personas observar, fascinados, el tamao de los camiones transportadores de carbn en el *erren, con llantas tan altas como un bus. $os efectos derivados de las grandes escalas, del gigantismo, tambi+n se advierten en la eficacia comunicativa del cine. En las salas de cine, la escala de las im"genes de personas (ace parte de la magia visual. En las ciudades, tambi+n la escala de las palabras y letras experimenta gigantismos de todo tipo. En estos momentos veo una valla en que cada letra mide, al menos, dos metros. $a descolocacin emocional que produce el gigantismo ,esto es, desafiar las escalas esperadas, naturali#adas, de los obetos- (a sido aprovec(ado por algunos escultores recientemente como en el (iperrealismo de .on /uec0 12igura '3. Figura 1 Obras de Ron Mueck4$as esculturas gigantes (an comen#ado a incorporarse al espacio urbano como pie#as no permanentes, transitorias, y espectaculares como puede apreciarse a continuacin! Figura 2 Ejemplos del gigantismo hiperrealista.

Figura 3 Dos ejemplos ms de gigantismo hiperrealista5 Figura!igantismo hiperrealistaEn *ali 1*olombia3 este tipo de experiencia6espect"culo pudo apreciarse en el *entro *omercial *(ipic(ape. 7 diferencia de los casos anteriores, en el caso caleo se apel a esculturas gigantes del start system 12igura 8 y 93. Figura " Esculturas gigantes en #ali:Figura $ Esculturas gigantes en #aliPero la violacin de las escalas naturali#adas para provocar efectos est+ticos y emocionales tambi+n opera mediante diversas formas de miniaturi#acin. 7lgunas c"maras fotogr"ficas actuales, por eemplo, permiten filmar escenas oper"ndolas como miniaturas 1ver 2igura )3. Figura % Filmaciones &ikon en modo miniatura.8Figura ' E(ecto de miniaturi)aci*n$as miniaturas en esculturas 12igura ;3 y uguetes (an sido un recurso frecuente y un modo recurrente de violacin de las expectativas respecto a nuestras escalas naturali#adas.Figura + Miniaturas esculpidas.Hay otra experiencia est+tica y art%stica en que apreciar la violacin de expectativas como motor de tal experiencia. >.nytimes.com64?':6'?6496maga#ine6>(at-if-age-is-not(ing-but-a-mind-set.(tml@smidAt>-nytimesBCrA?3. 9Figuras 1, Fotoilustraciones de -achar. /cott.)eb o fuera de ella3 que nos resultan rpidamente desconcertantes. El desconcierto rpido es un dispositivo clave en una diversidad de pie#as medi"ticas en la >eb y fuera de ellas! algunos tipos de c(istes, algunos microcuentos, los uegos de (umor, las caricaturas, algunos tipos de memes0 el periodismo p(is(ing de Ea(oo. Entender las din"micas del desconcierto puede ayudar a comprender la virali#acin de ciertos tipos de pie#as >eb, en particular aquellas que demandan r"pida lectura y comprensin.