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DiCiembre CATÓLICA TRIBUNA Un Uruguay de opereta. - H. T. A. ................ :; El Padre Lombardi: - Juan L. Segundo, S. J. 6 La Iglesia Católica y la Revolución francesa. - MoHo Silva Delgad() 10 Sábado y Domingo. A propósito de la prédica adventista. - Carlos Parteli, Pbro. .,. . :... 21 La vocación burguesa. - Juan Pablo Terra 25 Un nuevo libro sobre Federico Ozanam. - Julio C. Pandolio 34 Los ejercicios de S. Ignacio, instrumento de renovación individual, familiar y social. - Isidro Griful, S. J. 39 Las Artes- El "Apostolado Litúrgico del Uruguay": Un seguro gusto de la claridad. _ J()sé Pedro Argul , 47 Arte y liturgia .- Pbro.. Agustín Rom 53 Congreso InternaCional de Juventudes Femeninas Católicas. - Esther Dell' Aequa ." 59 Temas del Congrego, Internacional de la F.M.J.F.. C. Apertura. - Christine de Hemptinne 60 La Acción Católica yel deber de apostolado. - Mons. AntonioM.a Barbieri . 64 Sobre el protestantismo. - Mons. A. C. Ramselaar 72 El problema de las vocaciones sacerdotales en América Latina. - Mons. Nicolás Fasolino . , 75 La -Acción Católica y los problemas sociales. - Pbro. B. Piñera C. 81 Toma de conciencia de las realidades y problemas de nuestros países, de nuestros medios de vida. - Susana Lastra 84 El sacerdote y el renacimiento católico. - Mons. A. C. Ramselaar 92 Corrientes adversas al catolicismo. (Protestantismo. Laicismo. nismo). - Horacio Terra Arocena ...................... 95 Documentos Discurso de S.S. Pío XII del Apostolado de los seglares 106 Conclusiones del Congreso Mundial del Apostolado de los seglares .. 112 Mensaje de Navidad , 116 Alocución del Sumo Pontífice a los padres de familia 125 Discurso del Papa en el Congreso de Educadoras Religiosas 128 Radiomensaje a los peregrinos .................. .. 132 Bibliográficas Introducción general a la Sagrada Biblia. - El sacrificio de la Misa. - Historia de María, la Virgen Madre. - Partición de Mediodía ... 134 Ilnstraciones: Obras de "A.L.D.U.", págs. 49 a 52. Año XVII·· Pág. SUMARIO

Juan Luis Segundo - El Padre Lombardi (Tribuna Católica, 1951)

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DiCiembre

CATÓLICATRIBUNA

Un Uruguay de opereta. - H. T. A. . . . . . . . . . . . . . . . . :;El Padre Lombardi: - Juan L. Segundo, S. J. 6La Iglesia Católica y la Revolución francesa. - MoHo Silva Delgad() 10Sábado y Domingo. A propósito de la prédica adventista. - Carlos

Parteli, Pbro. .,. . :... 21La vocación burguesa. - Juan Pablo Terra 25Un nuevo libro sobre Federico Ozanam. - Julio C. Pandolio 34Los ejercicios de S. Ignacio, instrumento de renovación individual,

familiar y social. - Isidro Griful, S. J. 39

Las Artes-El "Apostolado Litúrgico del Uruguay": Un seguro gusto de la claridad.

_ J()sé Pedro Argul , 47Arte y liturgia . - Pbro..Agustín Rom 53

Congreso InternaCional de Juventudes Femeninas Católicas. - EstherDell'Aequa . " 59

Temas del Congrego, Internacional de la F.M.J.F..C.Apertura. - Christine de Hemptinne 60La Acción Católica yel deber de apostolado. - Mons. AntonioM.a

Barbieri . 64Sobre el protestantismo. - Mons. A. C. Ramselaar 72El problema de las vocaciones sacerdotales en América Latina. - Mons.

Nicolás Fasolino . , 75La -Acción Católica y los problemas sociales. - Pbro. B. Piñera C. 81Toma de conciencia de las realidades y problemas de nuestros países,

de nuestros medios de vida. - Susana Lastra 84El sacerdote y el renacimiento católico. - Mons. A. C. Ramselaar 92Corrientes adversas al catolicismo. (Protestantismo. Laicismo. Comu~

nismo). - Horacio Terra Arocena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

DocumentosDiscurso de S.S. Pío XII del Apostolado

de los seglares 106Conclusiones del Congreso Mundial del Apostolado de los seglares .. 112Mensaje de Navidad , 116Alocución del Sumo Pontífice a los padres de familia 125Discurso del Papa en el Congreso de Educadoras Religiosas 128Radiomensaje a los peregrinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 132

BibliográficasIntroducción general a la Sagrada Biblia. - El sacrificio de la Misa. -

Historia de María, la Virgen Madre. - Partición de Mediodía . . . 134

Ilnstraciones: Obras de "A.L.D.U.", págs. 49 a 52.

Año XVII··

Pág.

SUMARIO

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maca a la sombra de los pinos. Pero el que al salir del refugio. antiaéreovió su casa destruída hasta los cimientos, quizás ése espere un salvador.

Consecuenci8: lógica: sólo un mundo trágico, im mundo desgarradopor la desesperacIón puede comprender este mensaje: "Cristo salvación delmundo de hoy".

Pues bien, en estos términos hay que comprender la Cruzada de laBondad. Está radicada, afianzada, en una concepción de la historia, dela historia que vivimos y de la historia que ya ocurrió. Solamente en esemarco histórico y únicamente para aquellos que sienten esa realidad his­tórica, puede tener sentido su mensaje.

Esa "situación histórica" de la Cruzada de la Bondad. podría resu­mirse así, utilizando las mismas palabras que tanto nos repitió el P. Lom­bardi: "nunca como. hoy ha estado tan preparado el mundo para recibir aCristo como solución a los problemas que padece",

y lo que ha preparado la ruta, lo que hoy, como el Bautista, ha en­derezado los caminos del Señor, es la tragedia de nuestro mundo a quienel Padre, con designios y con corazón de Padre, ha cerrado todas las po­sibilidades de salvación, todas las fuentes de confianza, para que se decuenta de que sin Cristo no puede vivir.

La multitud de personas que en toda Italia, Francia, Alemania·· Aus­tria, han escuchado al P. Lombardi, lo han escuchado en medio de unprofundo recogimiento. Basta ver las fotografías que nos muestran a loshombres sentados en las plazas con las manos cubriéndose el rostro, ypensando. . . Decididamente se ve en esos rostros la comprensión clarade la situación angustiosa en que se encuentran, la comprensión· clara deque es un mensaje lo que les llega a través de esa palabra que parecetie­ne en su acento algo de la palabra de Dios.

y ese hombre que está allí oyendo y pensando eselllOmbre que hizola guerra, el hombre que vió morir junto a sí, hecho pédazos al Ínejórde sus compañeros;· el que se· encontró. al .volver del campo de 'concentra­ción con su casa deshecha; el que a la vuelta del combate éncontró quesu esposa ya no era suya; el que además. de sus propias desgraciascaminóentre desgracias, y hubo de contraer el rostro y quizás· el corazón anteesa destrucción de todas las cosas queridas, de todas las cosas en quean­tes había puesto su confianza. Y ese hombre podríahaher sido. comunista,o socialista, o fascista, o cualquier cosa. Hoy, mientras está escuchandocon las manos en el rostro esa Cruzada de la Bondad, lo que lequeda,lo que sabe, es que todo lo anterior no vale nada, que. hay· quecambiarIotodo, y que, al fin de cuentas, no existe otra posibilidad de salvación quevolver a vivir la· doctrina de aquel Hombre-Dios que desde hace veintesiglos ya dijo que esto iba a ocurrir y por eso ahora es el único qUe pue­de decir con fundamento: "Venid a mí los que andáis trabajados y car­gados, y Yo os aliviaré".

Desde el Renacimiento, los hombres se dedicaron a la construcciélndesu ciudad terrena, y en la embriaguez de esa construcción olvidaron laverdad de Cristo. Y fué un tremendo optimismo el de aquellos primerostiempos de la construcción renacentista, y pareció que por fin el hombrepodría vivir en la tierra como encasa propia, y ser en ella verdaderamen­te el amo y señor. Y Dios, para emplear la expresión de la Sagrada Es­critura, "se dió vuelta y los miró". Mirada no de indignación; mirada comola del Padre del Pródigo que lo ve marcharse. Sabe que ha de volver y,para ello, ha de poner obstáculos dolorosos en ese camino desatentado.

Pero el Pródigo nova tranquilo. Todo el siglo XVIII, bajo su aparien­cia de frivolidad y de diversión, deja aparecer portadas partes síntomasde desilusión y de temor. La casa de tierra que se ha construído el hom­bre quizás no sea tan sólida para tanta danza.

El siglo XIX comienza el retorno; o, por mejor decir, el llamado alretorno empieza a dejarse oir. Aquellas palabras de Mme.de Stael: "Lomás grande que el hombre ha hecho lo debe al sentimiento de lo incom-

EL PADRE LOMBARDIHace ya meses que estuvo en el Uruguay. Y, ¿ha quedado entre nosotros

algo como resultado de su mensaje?La impresión gen.eral, la 9ue todos sentimos, es algo pesimista. Fué

para nosotros un prédIcador mas. Un buen predicador un hombre entera­mente de Dios - eso se veía - que nos sacudió c~n su llamado a laseternas verdades de nuestra fe cristiana. Fué quizás un momento de exal­tación en nuestra vida espiritual, en nuestra vida apostólica... Y luego,como todos esos momentos intensos, pasó.

EIl. par~e es ~so le,y de la n~turaleza h~ana. Pero en este caso haymas. SI hubIera SIdo cualqUIer otro, esa lmpresión pesimista no ocu­

. o ~o dominaría; per~ ciertamente esperábamos más del P. Lombardi.Erttermmos exactos, esperabamos su mensaje. Parece que la misma palabralleyaensí esa sensación de expectativa ante algo que personalmente nosatañe y que ignoramos a pesar de la importancia que tiene. No se nos mandaun mensaje, seguramente, para advertirnos que ha salido el sol. Será elhecho muy importante, pero su expectativa no existe.

Y esa es la paradoja del P. Lombardi. Se: nos dijo que poseía un men­saje para nosotros, un mensaje de Dios. Por otro lado, enormes multitudesde Europa han testimoniado que así era, que ese mensaje era real y quevalía la pena escucharlo. Eso en 'Europa. Aquí en el Uruguay creo no exa­gerar diciendo que el 90 % de los que escucharon al P. Lo~bardi obtuvola impresión bastante clara de que ese mensaje no existía. No había en susideas, por más importancia que tengan las eternas verdades del Evanaelioesa novedad práctica, esa importancia palpitante que justifica el no~br~de mensaje, el nombre de Cruzada.

Por todo esto, la Cruzada de la Bondad no encontró eco en nosotros.Resonó fuertemente su predicación, fuimos sensibles al atractivo de su per­sona en la que se vislumbraba continua y fuertemente la santidad. Perocreo que sería engañarnos el creer que, hasta ahora su Cruzada como talhaya prendido entre nosotros. ",

Quizás él no pretendía más que ese interés personal y esa amistad queconquistó en nosotros, preparando así de lejos una obra más lenta y másprofunda. No importa; en todo caso es deber nuestro examinar ese hechoparadójico de nuestra insensibilidad al mensaje, preguntarnos sobre esacaracterística nuestra que nos impidió ver lo que otros han visto y sentirlo que otros han setnido. Probablemente será la mejor iniciación para llegarun día a comprender y luego a realizar el contenido de la Cruzada dela Bondad.

1

Co~o. ~eciamos, un mensaje sólo cumple con su propia esencia cuan­.va dIrIgIdo a aquellas personas para quienes su contenido puede sig­

al' una necesidad, una importancia decisiva.contenido de la Cruzada de la Bondad consiste, en pocas palabras.entar a Cristo como el Esperado, el Deseado del momento actual;

hoy. Cristo solución al problema del mundo, Cristo salva-do.

, ¿para quiénes puede significar este contenido una nece­ortancia decisiva? Claro está que sólo para aquellos que

inencia del peligro o la ruina del mundo actual. Probable­vador el que se balancea suavemente en una 11a-

EL PADRE LOMBARDI 7

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II

9EL PADRE LOMBA.-"F\DI

Es una realidad humana, experimental, tangible, que olvidamos des­pués de una buena digestión, pero que reaparece siempre: el desequilibrioque todo 10 humano lleva en sí y que hace imposible que el hombre pue­da disfrutar de este mundo como de su propia y conveniente mansión.

Habrá pueblos, quizás v. gr. el pueblo inglés, que parecen resistir mása esta ley de desequilibrio, pueblos a los cuales se les puede exigir, ycolectivamente, un programa de "sangre, sudor y lágrimas". (¿Qué políti­co osaría proponer este programa en nuestro país?). Pero todos los impe­rios humanos finalmente se derrumban bajo el peso, no de bárbaros, sinode sus propios desequil;brios internos.

y esto, en la Providencia, tiene la misión de hacernos acordar de queel hombre no es nada sin el complemento esencial de la gracia; de queel mundo se desploma si Cristo no lo tiene de su mano.

y precisamente porque estamos satisfechos de nosotros mismos, noviene a nuestra mente esa imagen de Cristo como sostén necesario, ur­gente, imprescindible.

Por eso aceptamos tranquilamente el pecado público de negar la ado­ración oficial a Dios. Y el pecado público del divorcio. Y el pecado pú­blico de negar educación religiosa a nuestro pueblo. Yno nos parece nadaaterradora la perspectiva de que cada vez más, cada dia más, hoy másque ayer, y mañana más que hoy, nuestros niños ignoran quién es Dios,y pasan su vida ignorándolo, y una madre se enorgullece de que su hijograndecito le pregunte al ver a un sacerdote: "MaIná, ¿qué es "eso"?

Tenemos un buen núcleo católico, y de católicos excelentes. Tenemosun excelente clero. Y a pesar de esos católicos y de ese clero, a pesar delapostolado que efectivamente se realiza entre nosotros por clérigos. y laicos,el Uruguay, día tras día, en una proporción, abrumadora, ignora más y mása Dios.

Deberíamos trabajar desesperados, y, en realidad, no podemos negarque estamos satisfechos.

De ahí que no sintamos.1a urgencia práctica del mensaje del P.Lom­bardi como la sienten otros pueblos. De ahi que lo más importante qui­zás de lo que él nos dijo es esto: lo que para otros pueblos es ya una so­lución tiene que empezar a convertirse en problema para nosotros. SiFrancia lo escucha, es porque se aterrorizó un día de encontrarse "paísde Misión", con respecto al Cristianismo.

Por eso, será quizás 10 más práctico del mensaje delP. Lombardi para.nGwtros el comprender y sentir estas dos cosas:

Primera: No hay para qué tentar la repetición de esa evolucíónhis­tórica que Europa ha realizado, para venir a fracasar en una ruina tanesuantosa: la construcción de la mansión definitiva del hombre en estemundo. El Uruguay debe vivir la historia del mundo y aprender de ella,que es "maestra de vida".

Segunda: Tenemos que despertar a la urgente necesidad de lo sobre­natural y mirar con ojos sobrenaturales la realidad de nuestra Patria. Senos contagia ese optimismo materialista y laico, y nos acomoda la visióna su manera. Hay que reaccionar, hasta sentir lo punzante y terrible dela verdadera realidad.

Con estas dos condiciones, podremos realizar aquel hermoso progra­ma que el P. Lombardi nos proponía: unidos en torno al Pastor que Diosnos ha dado, emprender la obra grandiosa y divina de implantar total ydefinitivamente a Cristo en la realidad uruguaya.

Juan L. SEGUND{) S. J.

TRIB1.iNACATOLICA8

pleto .de su destino", revelan, a la vez, la grandeza y la. debilidad del Ro­manticismo; la confesión de 01 incompleto del destino del hombre en latierra, y el pueril orgullo con que se queda saeisfecho de experimentar latristeza sin solucionar su problema.

y le tocó a nuestro siglo sentir la acción de Dios. Como decía el poetaespañol en paráfrasis del canto de Moisés,

y los dejó, y cayó en despeñaderoel carro y el caballo y caballero.

El mundo, nuestro mundo actual, ha caído. Esta verdad tan difícil decomprender para nosotros, es una realidad para todos los q{¡e han sufridolos grandes estremecimientos últimos que han terminado por derribar lacasa que el hombre construyó para vivir tranquila y definitivamente aquí.

Por eso el mundo de hoy recibe con profunda seriedad y profundag.ratitud el mensaje de Jesús. Y cree en Jesús, porque ha. perdido su con­fIanza en todo 10 humano.

El Uruguay es un caso anacrónico dentro de esta evolución del Occi­dente. Cuando ese mundo vuelve a sentir la necesidad de lo divino, vuel­ve a sentir la exigencia de construír este mundo de la tierra con elemen­tos de cielo, el Uruguay presencia .en plena euforia la construcción de laciudad terrena sin Dios.

No es, por lo tanto, extraño, que ese mensaje del P. Lombardi nohaya sido, no digo aceptado, sino comprendido por nosotros. Oímos suspalab:as, meditamos en esas verdades evangélicas que él nos trajo y quec0J.1CX:Iamos por lo menos en general, pero no comprendimos el mensajepractICO, urgente, trascendente, porque no estábamos en disposición de com­prenderlo.

No es sólo el habernos librado de la guerra, sino un conjunto de fac­tores los que presiden esa satisfacción ingenua que nos impide pensar enalgo real cuando oímos hablar de Cristo como salvador del mundo actual.

Estam 1 momento de auge de la ciudad terrena. No hemos sidotocadoS' po guerra. Si comparamos nuestro nivel de vida medio con elde otras . n~s, podemos decir que pese a todas nuestras quejas, y alabandono. optImIsta con que nos gobernamos, nuestra vida es fácil, y quelos dos mIllones y medio de nuestra población pueden vivir pasablemente.

'cosa no digo única, pero sí rara en el mundo de hoy. '~ en 10 materia.!. ~ero tenemos también fama de pueblo culto y

hasta. CIerto punto y baJO ~I~rtOS aspectos es indudable que la merecemos.Nos Jactamos de los benefIcIOs de una democracia que la mitad del mun­do d~ h?y no posee y de una libertad que dificilmente podría ser, en laaparIenCIa, mayor.

No es raro, pues, que nuestro pueblo sea en cuanto al pre-sente y al :ñ:turo. No es extraño que, en el fa llá de las quejaspor los precIOS y los alquileres, el uruguayo ab1emente no cambiaríasu situación por la de muchos países en el o.

. Pero para llegar a este optimismo ya sido necesario cerrar losoJo~ a muchos factores que no son tan prósperos, a factores de ruina ma­terIal y mo::al que hay entre nosotros; ha habido que cerrar los ojos antela demagogIa, ante la desorganización, ante los politiqueos ante las pers­pectivas de la situación financiera nacional, ante el estad~ y el porvenirde nuestra campaña, ante la prop.agación de vicios morales, ante el pési­~o uso que se hace de algunas lIbertades, y ante la violación descaradaoe otras.

y ésta es la realidad innegable. También nosotros vamos. más tardeo más temprano, hacia el mismo punto por el que Europa atraviesa hoy.Tenemos en nuestro cuerpo social los mismos gérmenes que hoy llevan aEuropa a escuchar con la cara entre las manos el mensaje del P Lom­bardi, pero después de la catástrofe. Y ese germen se llam·a. con p~labrasuIl; J?oco desconocidas para nuestra política y nuestra economía. "pecadoongmal". '