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Juan, el arbolito viajero Juan era un arbolito pequeño que vivía con sus padres en un hermoso bosque desde el que veía salir el sol. El bosque estaba en una colina suavemente inclinada, que miraba a un valle en el que había un pueblo casi tan pequeño como el mismo Juan. Como el bosque no quedaba lejos de las casas, a menudo los niños del pueblo subían a jugar entre los árboles al escondite o a contarse sus secretos y llenarlo todo de risas que estallaban en el aire como alegres fuegos artificiales. También iban enamorados a contar estrellas por la noche. Juan, además de pequeño, era rebelde y travieso, pero sus padres, dos encinas majestuosas y pacientes, lo adoraban. La vida de la familia de árboles transcurría tranquila. Se divertían viendo a los animales correr, buscar comida o esconderse entre la variedad de plantas que formaban el bosque. Y al caer la noche dormían arrullados por el sonido del agua de un río cercano. Sin embargo, un día Juan se despertó de muy mal humor, estiró sus ramas, bostezó y se quejó a sus padres: —¡No me gusta este sitio! ¡Quiero vivir en otro lugar! Aquí me aburro mucho. —Pero, Juan —le respondió su madre—, vivimos en un sitio precioso en el que no nos falta nada. ¿Qué le ves de malo a estar aquí?

Juan El Arbolito Viajero Jueves No Olvidar

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Page 1: Juan El Arbolito Viajero Jueves No Olvidar

Juan, el arbolito viajeroJuan era un arbolito pequeño que vivía con sus padres en un hermoso bosque desde el que veía salir el sol. El bosque estaba en una colina suavemente inclinada, que miraba a un valle en el que había un pueblo casi tan pequeño como el mismo Juan.Como el bosque no quedaba lejos de las casas, a menudo los niños del pueblo subían a jugar entre los árboles al escondite o a contarse sus secretos y llenarlo todo de risas que estallaban en el aire como alegres fuegos artificiales. También iban enamorados a contar estrellas por la noche.Juan, además de pequeño, era rebelde y travieso, pero sus padres, dos encinas majestuosas y pacientes, lo adoraban. La vida de la familia de árboles transcurría tranquila. Se divertían viendo a los animales correr, buscar comida o esconderse entre la variedad de plantas que formaban el bosque. Y al caer la noche dormían arrullados por el sonido del agua de un río cercano. Sin embargo, un día Juan se despertó de muy mal humor, estiró sus ramas, bostezó y se quejó a sus padres:—¡No me gusta este sitio! ¡Quiero vivir en otro lugar! Aquí me aburro mucho.—Pero, Juan —le respondió su madre—, vivimos en un sitio precioso en el que no nos falta nada. ¿Qué le ves de malo a estar aquí?

Méndez, G. (2006). Juan, el arbolito viajero y otros cuentos. Barcelona: Ediciones B. (Fragmento).

1 ¿Qué significa que Juan sea rebelde y travieso?

2 ¿Qué piensas de la actitud de Juan sobre vivir en otro lugar?

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3 dibuja a Juan el arbolito viajero