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Aversión al Riesgo
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Aversión al Riesgo y Respuesta Emocional Bajo el Encuadre de Incremento de Precios
Juan Camilo Salcedo García
Director: William Jiménez Leal, PhD
Departamento de Psicología
Universidad de los Andes
Aversión al Riesgo
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Tabla de Contenidos
Resumen ............................................................................................................. 3
1. Introducción ..................................................................................................... 3
2. Marco Teórico .................................................................................................. 5
2.1. La aversión al riesgo en la maximización de utilidad esperada ........... 5
2.2. El encuadren en la aversión al riesgo .................................................. 7
2.3. Las emociones y la aversión al riesgo ................................................. 9
2.4. Comportamiento de rebaño: modelos convencionales ...................... 11
2.5. Aversión al riesgo como resultado de la relación entre encuadre,
emoción y comportamiento de rebaño ...................................................... 12
3. Abordaje y Diseño Experimental ................................................................... 14
3.1. Aproximación experimental ................................................................ 14
3.2. Prueba del efecto del encuadre sobre la aversión al riesgo .............. 16
4. Primera Etapa ................................................................................................ 18
4.1. Participantes ...................................................................................... 18
4.2. Procedimiento .................................................................................... 18
4.3. Resultados ......................................................................................... 19
4.4. Discusión ............................................................................................ 23
5. Segunda Etapa .............................................................................................. 24
5.1. Participantes ...................................................................................... 24
5.2. Procedimiento .................................................................................... 25
5.3. Resultados ......................................................................................... 26
5.4. Discusión ............................................................................................ 29
6. Discusión General ......................................................................................... 31
7. Conclusiones ................................................................................................. 34
8. Consideraciones Éticas ................................................................................. 37
9. Referencias ................................................................................................... 39
10. Anexos ......................................................................................................... 43
10.1. Anexo 1 Datos aproximación experimental ...................................... 43
10.2. Anexo 2 Probabilidades y pagos en las diez rondas ....................... 44
10.3. Anexo 3 Instrucciones y encuadres ................................................. 45
10.4. Anexo 4 Preguntas de Respuesta Emocional Auto-reportada ........ 47
10.5. Anexo 5 Instrumento de Valencia Emocional Auto-reportada ......... 48
Aversión al Riesgo
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Resumen
El propósito de esta tesis es evaluar el efecto que tiene la justificación para el
incremento en los precios, vista como un encuadre, sobre la aversión al riesgo y la
respuesta emocional de las personas. Por medio de dos experimentos encuentro
que los participantes se tornan comparativamente menos aversos al riesgo y
presentan una repuesta emocional comparativamente mayor cuando toman
decisiones secuenciales bajo el encuadre de justificación para el incremento en los
precios lo cual es típico de una burbuja económica (i.e. el aumento en la demanda).
1. Introducción
Las causas de las burbujas económicas y los procesos que conllevan a su
expansión son enigmáticos y presentan hoy en día un desafío para la teoría
económica. No obstante, los efectos nocivos de cualquier burbuja especulativa en
los ámbitos económico y social son evidentes. La característica prominente de las
burbujas económicas más perniciosas es un crecimiento desenfrenado e irracional.
Por lo tanto, no solo es relevante investigar los diferentes mecanismos que originan
dichos fenómenos económicos, sino también es sumamente importante indagar
sobre los procesos que contribuyen al crecimiento de los mismos. Mi investigación
pretende esclarecer los factores que contribuyen al crecimiento irracional de las
burbujas económicas desde una perspectiva psicosocial.
La esencia de una burbuja económica es un círculo vicioso de incrementos
en los precios, que dan lugar a incrementos en el entusiasmo de los inversores, que
a su vez dan lugar a incrementos en la demanda y por ende un nuevo incremento
en los precios (Shiller, 2001). El enfoque econométrico que se le ha dado a las
burbujas especulativas ha sido complementado recientemente por el estudio del
papel que juega el comportamiento de las personas que participan e inflan dichas
burbujas. Sin embargo, no se ha estudiado la manera en que influyen estos
contextos económicos, una vez creados, sobre ese mismo comportamiento. La
pregunta de investigación que pretendo responder es si el incremento en la
demanda que conlleva al incremento en los precios, termina por influenciar
sustancialmente a los inversores de tal manera que estos presenten una menor
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aversión al riesgo en ese mismo contexto. Esta es la justificación para el incremento
en los precios típica de una burbuja económica.
Este trabajo parte de la presentación de los conceptos del efecto del contexto
y el encuadre sobre la toma de decisiones. Posteriormente, se toma en
consideración el efecto de las emociones sobre la toma de decisiones y sobre la
aversión al riesgo. Finalmente, se incorpora la teoría alusiva al comportamiento de
rebaño y toma de decisiones. Consecuentemente la investigación emplea
metodología experimental para atender dos interrogantes específicos de esta
problemática general: (1) ¿Presentan menor aversión al riesgo las personas bajo
una justificación de incremento en los precios por un aumento en la demanda que
bajo circunstancias de inversión matemáticamente idénticas pero en donde la
justificación por el incremento en los precios no se debe al aumento en la demanda?
(2) ¿Presentan las personas una mayor respuesta emocional cuando invierten bajo
una justificación de incremento en los precios por un aumento en la demanda que
cuando invierten en situaciones equivalentes con justificaciones por incremento en
los precios diferentes?
El estudio se llevó a cabo en dos fases para atender a estos interrogantes.
En la primera fase se evaluó la primera pregunta de investigación a través de
internet. En la segunda fase del proyecto se valoraron los resultados de la primera
fase y se sometió a prueba las segunda pregunta de investigación con el apoyo de
instrumentos de medición fisiológica en el laboratorio.
La aproximación experimental usada para este estudio trae consigo ventajas
de tipo logístico y metodológico en comparación con un estudio etnográfico pues
resulta imposible predecir este tipo de fenómenos económicos y además son
extremadamente difíciles de cuantificar tomando en cuenta variables de control
pertinentes. Sin embargo cabe aclarar que la desventaja que acompaña este
enfoque experimental son las limitaciones a la extrapolación que permitan afirmar
validez externa de los resultados del proyecto. No obstante, la fortaleza del presente
estudio, como el de la mayoría de aproximaciones experimentales en la economía
conductual, radica en su capacidad para contribuir evidencia acerca de la forma
general en la que las características individuales y las características situacionales
influyen sobre el comportamiento económico (Camerer, 2011).
El objetivo de este proyecto de investigación es dar luces a un fenómeno
económico de alto impacto social desde el punto de vista psicológico del individuo.
Aversión al Riesgo
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En primera instancia, el tipo de información que pretende obtener la investigación
sirve para informar a las entidades públicas y organizaciones estatales que elaboran
políticas públicas o ejercen influencia sobre las mismas. Lo anterior con el fin de
guiar la creación o modificación de dichas políticas de tal forma que estas se ajusten
de manera más adecuada a la realidad económica del país y logren disminuir los
efectos perjudiciales de las burbujas especulativas. En segunda instancia los
resultados que arroje la investigación sirven como plataforma para que instituciones
educativas y académicas realicen estudios adicionales con base en estos datos y
amplíen el conocimiento sobre las burbujas económicas desde perspectivas
multidisciplinarias.
A continuación se presenta el marco teórico sobre el cual reposa el proyecto.
Posteriormente se plantea la metodología para abordar el problema, seguido del
diseño experimental y los resultados obtenidos. Finalmente se presentarán las
conclusiones y las consideraciones éticas.
2. Marco Teórico
2.1. La aversión al riesgo en la maximización de utilidad esperada
El riesgo es un concepto de indiscutible importancia ya que juega un papel
crucial a la hora de maximizar nuestra utilidad cuando tomamos decisiones en el día
a día. Ya sean de carácter social, profesional o financiero, las decisiones que
tomamos están dictaminadas en buena parte por la aversión al riesgo que sentimos
frente a una situación determinada. Riesgo se entiende aquí como la probabilidad
de perder algo de valor monetario en contraprestación a la probabilidad de ganar
algo de valor monetario. Cuando se toman decisiones bajo riesgo, las
probabilidades correspondientes se encuentran claramente explicitas o son fáciles y
rápidas de inferir para los sujetos que eligen. Comenzando con el trabajo
transcendental de Markowitz (1952) y luego con la Teoría de la Prospección de
Kahneman y Tversky (1979), el fenómeno de aversión al riesgo ha sido estudiado
ampliamente en el rango de las ganancias y se ha encontrado que el
comportamiento de aversión al riesgo se acomoda a las predicciones de la Teoría
de la Prospección. La Teoría de la Prospección es una teoría de la economía
conductual que describe la forma en que las personas escogen entre alternativas
que involucran probabilidades que se saben (o que se pueden inferir rápida y
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fácilmente). La forma cóncava de la curva de utilidad en el rango de ganancias
descrita por dicha teoría, indica que las personas se tornan más aversas al riesgo a
medida que aumentan las cantidades en juego (ver Figura 1). Esta creciente
aversión al riesgo a medida que aumentan las cantidades es intuitiva y aplica para
todo tipo de decisiones. Es la razón por la cual la mayoría de personas preferirían
gastar $100 en una lotería que tiene un 20% de probabilidad de ganar $1.000 y un
80% de probabilidad de obtener $0, que gastar $10.000 en una lotería con un 20%
de probabilidad de ganar $100.000 y un 80% de probabilidad de obtener $0 a pesar
de ser estadísticamente equivalentes. Adicionalmente, la característica cóncava de
la curva de utilidad de la Teoría de la Prospección predice que dicha aversión al
riesgo eventualmente se estabiliza y permanece neutral una vez se llega a una
cantidad en juego determinada. Es decir que a partir de cierta cantidad de dinero las
Figura 1. El eje vertical indica el valor subjetivo (psicológico) y el eje horizontal
indica el valor objetivo (monetario)
personas no se vuelven ni más ni menos aversas al riesgo. Este comportamiento
descrito por la Teoría de la Prospección ha recibido sustento sólido en los ámbitos
teórico (Rabin, 2000) y empírico (Binswanger, 1981; Kachelmeir & Shehata, 1992;
Holt & Laury, 2002; Fehr-Duda et al., 2010 entre otros). De esta forma, la aversión al
riesgo es un componente intrínseco de las preferencias de los individuos y un factor
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primordial en la maximización de utilidad esperada mediante la toma de decisiones
bajo riesgo en modelos descriptivos.
Sin embargo este efecto de creciente aversión al riesgo y eventual
neutralidad a medida que aumentan las magnitudes parece ir en contra del
comportamiento observado durante burbujas económicas. En este caso, la creciente
demanda, ya sea racional o irracional, por un activo determinado dispara los precios
de dicho activo y desencadena en un círculo vicioso de retroalimentación positiva en
el cual un número cada vez mayor de sujetos invierten en el activo a pesar del
incremento en el precio (Shiller, 2001). De hecho, en una revisión de más de setenta
experimentos en los que se examina el comportamiento de inversores en mercados
bursátiles bajo condiciones controladas en el laboratorio, Porter y Smith (2003)
encuentran una fuerte tendencia a invertir de forma incremental en activos
sobrevalorados cuyo precio aumenta progresivamente y a la consecuente creación
de grandes burbujas financieras aún cuando el valor fundamental de los activos es
información pública. Esto apunta, desde el punto de vista del individuo, a una
disminución en la aversión al riesgo a medida que aumentan las cantidades en
juego (que nunca se estabiliza sino que se invierte por completo una vez la burbuja
llega a su máxima expresión y explota), lo cual resulta paradójico dada la predicción
del efecto opuesto sobre aversión al riesgo a medida que aumentan las magnitudes
de la Teoría de la Prospección, y cuyo efecto ha sido comprobado en varios
estudios (Binswanger, 1981; Kachelmeir & Shehata, 1992; Holt & Laury, 2002; Fehr-
Duda et al., 2010).
2.2. El encuadre en la aversión al riesgo Otro de los trabajos de Tversky y Kahneman (1981) fue fundamental al poner
en evidencia que el contexto o el encuadre de un problema puede influenciar las
decisiones que se toman frente a éste. Aunque la aversión al riesgo descrita por la
curva cóncava de utilidad en el rango de ganancias propuesta en la Teoría de la
Prospección ha recibido un amplio soporte, la aversión al riesgo parece ser un
concepto flexible y estructurado de tal forma que explica satisfactoriamente el
comportamiento en diferentes circunstancias. De hecho hay evidencia de que en el
entorno experimental, el encuadre con el que se presenta la información
(Greenberg, 2013) y el método con el que se obtienen los datos pertinentes al grado
de aversión al riesgo de los participantes de un estudio tienen un efecto significativo
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sobre el mismo (Beauchamp et al, 2012). Adicionalmente hay evidencia de que el
contexto con el cual se presenta un problema en el que se debe tomar una decisión
bajo riesgo puede afectar de manera sustancial la aversión al riesgo. De particular
interés resulta el estudio de Hershey y Schoemaker (1980), en el cual un problema
estadísticamente idéntico, con valores y probabilidades iguales fue presentado bajo
un contexto tradicional de lotería a un grupo de participantes y bajo un contexto
alternativo de compra de seguros a un segundo grupo de participantes. A pesar de
ser equivalentes matemáticamente y de contener la misma información básica
necesaria para tomar la decisión, el problema formulado bajo el contexto de compra
de seguros llevó a un comportamiento significativamente más averso al riesgo. En
otros dos estudios se confirma el efecto poderoso y sistemático del encuadre con el
que se presentan opciones sobre decisiones financieras y el riesgo percibido de
dichas opciones (Hershey et al., 1982; Johnson et al., 1993).
En su trabajo sobre preferencias endógenas, Bowles (1998) hace énfasis en
el efecto que tienen los mercados, las situaciones y el encuadre sobre las
preferencias y por ende sobre el comportamiento de los individuos. Con base en un
gran número de estudios de laboratorio y de campo, Bowles (1998) ofrece evidencia
de la característica endógena de las preferencias, las cuales pueden llegar a diferir
significativamente dependiendo del entorno y el contexto. Así mismo resulta de
particular relevancia el esfuerzo por parte de Palacios-Huerta y Santos (2004) en el
que establecen un modelo analítico a partir del marco teórico de las preferencias
endógenas en el cual las actitudes sobre riesgo a nivel individual se construyen en
función de la exposición al riesgo del mercado, qué tan incompleto es el mercado e
incertidumbres no relacionadas a los mercados. Al adoptar la aversión al riesgo
como un concepto endógeno, se puede llevar a cabo un estudio más exhaustivo
para poder lograr una mejor comprensión de fenómenos que se no se pueden
explicar mediante el supuesto de preferencias exógenas, tal y como afirman
Palacios-Huerta y Santos: “Aunque se ha logrado un progreso sustancial en
economía al tomar las preferencias como constantes y asumir que son estables, hay
muchas situaciones que no se pueden explicar sin abordar la endogeneidad
fundamental de los gustos.” (Palacios-Huerta & Santos, 2004, p.625). Esto sugiere
que la situación y su contexto determinan en buena parte la aversión al riesgo de los
individuos, lo cual tiene un efecto directo sobre las preferencias y decisiones de
dichos individuos. Por lo tanto, en este modelo la aversión al riesgo es parcialmente
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de carácter endógeno, es decir inducida por el entorno y no completamente
exógena, constante y estable como se asume tradicionalmente en economía. A
pesar de que el concepto de preferencias y gustos endógenos no ha sido adoptado
plenamente en economía, esta cualidad de las preferencias, analizada
tradicionalmente por otras disciplinas de las ciencias sociales como la psicología,
sociología y antropología parece ser tan ubicua que ha empezado a ser estudiada
formalmente en el ámbito económico ya que ofrece una vía alterna para explicar las
desviaciones de un modelo de actores racionales tal y como se observan
comúnmente en el mundo real.
No obstante, el mecanismo de acción mediante el cual el encuadre influye
sobre la percepción de riesgo y consecuentemente sobre la toma de decisiones no
es del todo claro. Una posibilidad se presenta en el modelo elaborado por
Loewenstein y Lerner (2003) en el que describen el efecto que las llamadas
influencias incidentales y en particular el afecto situacional tienen sobre la toma de
decisiones. De acuerdo a este modelo, las influencias incidentales y aquellas
emociones inducidas por un contexto, encuadre o situación determinada ejercen un
efecto sobre las decisiones y el comportamiento vía las emociones inmediatas. Las
emociones pueden entonces llegar a jugar un rol fundamental en la toma de
decisiones bajo riesgo.
2.3. Las emociones y la aversión al riesgo
La teoría del riesgo como un fenómeno afectivo ha surgido recientemente
como una alternativa para explicar comportamientos aparentemente irracionales
desde el punto de vista tradicional en el estudio de toma de decisiones. La Teoría
del Riesgo como Emoción (la cual no asume que el riesgo en sí es una emoción,
sino que el comportamiento asociado al riesgo incluye componentes emocionales)
(Loewenstein et al., 2001) sugiere por ejemplo, que las personas conciben y
responden al riesgo desde una perspectiva racional al igual que desde una
perspectiva afectiva. Incluso postula que cuando existe una disparidad entre la
reacción racional y la emocional frente a situaciones de riesgo, son las emociones
las que dictaminan el comportamiento. Específicamente hacen referencia a las
llamadas emociones anticipatorias que se experimentan en el momento de tomar la
decisión (a diferencia de las emociones anticipadas que el individuo asocia con las
posibles consecuencias de la decisión). Lowenstein y colegas (2001) hacen hincapié
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en emociones negativas tales como la ansiedad y el miedo, pero las emociones
positivas, como la euforia que se siente al conducir por encima del límite de
velocidad, o al esperar que caiga la bola de la ruleta (Schonberg et al., 2011)
también pueden llegar a tener un efecto sustancial en la aversión al riesgo y se
basan en modelos psicológicos como el de Figner y colegas (2009) en donde el
llamado need-for-arousal, una variable de motivación en situaciones de riesgo, es
influenciado tanto por la situación como por el individuo. De igual manera, el
heurístico afectivo formulado por Slovic y colegas (2002) propone que las
reacciones de carácter afectivo y emocional proveen información sustancial a los
individuos para tomar decisiones bajo riesgo. En particular, las impresiones
afectivas positivas de los individuos con respecto a una opción parecen estar
relacionadas no sólo con percepciones más bajas de riesgo sino también con
percepciones más altas de beneficios (Slovic et al., 2004). De manera similar,
Norbert Schwarz (2011) formula la Teoría de las Emociones como Información
basado en un gran número de estudios. Esta teoría propone que las personas
prestan atención a las emociones que surgen incidentalmente en una situación
determinada y que las personas utilizan dichas emociones como insumo informativo
para tomar decisiones respecto a esa situación. El marco parece indicar que en
aquellas situaciones en las que las personas deben tomar decisiones bajo riesgo, la
evaluación subjetiva de las opciones está guiada, al menos en una buena parte, por
la respuesta emocional y afectiva a dicha situación. En muchos casos incluso por
emociones que ocurren de forma incidental (Lerner et al., 2007; Schwarz, 2010).
En el caso particular de las burbujas, es posible que el encuadre inherente al
contexto de este fenómeno económico logre una respuesta emocional determinada
que a su vez informe las decisiones de los individuos que deciden invertir en dicha
burbuja. En la literatura se ha especulado que factores emocionales tales como el
nerviosismo y la euforia pueden inducir cambios en la demanda agregada de tal
forma que esta no puede ser explicada utilizando un análisis económico tradicional
por si sólo (Katona, 1951), que la llamada exuberancia irracional observada en
mercados alcistas refleja una interacción entre las emociones de codicia y
esperanza (Loewenstein et al., 2001), y que la codicia, la esperanza y el miedo son
emociones que juegan un papel tremendamente relevante para la toma de
decisiones financieras cuando se selecciona un portafolios de inversión (Shefrin,
2002). Concretamente, la explicación que se proporciona para una burbuja
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económica (y que eventualmente se hace pública, ya sea a través de los medios,
del voz a voz, o la inferencia a nivel individual) sobre el aumento en el precio del
activo protagonista de la misma, se establece específicamente como el incremento
en la demanda de dicho activo. Es decir que el aumento en el precio se justifica por
el hecho de que un número cada vez mayor de personas se encuentren comprando
ese activo, haciendo alusión directa al llamado comportamiento de rebaño.
2.4. Comportamiento de rebaño: modelos convencionales El comportamiento de rebaño o comportamiento gregario es un fenómeno
que consiste en que las personas deciden seguir a otras e imitar comportamientos
grupales en vez de tomar decisiones de forma individual y atomística en base a su
propia información privada (Baddeley, 2010). Dicho comportamiento de rebaño en
los mercados financieros genera inestabilidad y episodios de especulación que se
pueden transformar en burbujas (Baddeley, 2010). La concepción de
comportamiento de rebaño del economista John Maynard Keynes como una
respuesta de las personas a su propia ignorancia (i.e. la gente sigue al grupo porque
piensan que el resto del grupo está mejor informado) involucra tres motivaciones
potenciales para que un sujeto adopte dicho comportamiento: aprendizaje,
reputación e iteración (Keynes, 1930). En términos de aprendizaje, en la literatura se
pueden encontrar modelos basados en actualización Bayesiana, en la cual las
personas revisan sus juicios probabilísticos de acuerdo a las acciones de otros, lo
cual genera cascadas de información y comportamiento de rebaño (Schaferstein &
Stein, 1990; Banerjee, 1992; Bikhchanani et al., 1992, Avery & Zemsky, 1998;
Chamley, 2004). En términos de reputación, las personas optan por proteger su
propia reputación al preferir errar igual que los demás en vez de arriesgarse a
acertar individualmente (Keynes, 1930). Schaferstein y Stein (1990) evidencian este
comportamiento en el caso de los administradores de fondos de inversión, quienes
deben convencer a sus clientes actuales y potenciales que están invirtiendo
efectivamente y la única forma de hacer esto en el corto plazo radica en copiar el
comportamiento financiero de sus pares en lugar de utilizar su propia información
para tomar decisiones financieras acertadas, con el fin de proteger sus propias
reputaciones. La iteración hace referencia al comportamiento de repetición que
caracteriza la especulación financiera, en la que las personas no deciden invertir en
un producto o bien determinado a un precio exorbitante porque piensan de forma
Aversión al Riesgo
12
independiente que el costo refleja una valorización precisa del bien, sino porque
piensan que las otras personas en el mercado sí lo valoran de esta manera
(Camerer & Weigelt, 1991; Camerer, 1997; Ho et al., 1998; Bhatt & Camerer, 2005)
o porque anticipan que las demás personas actuarán de forma irracional con
respecto a dicho producto (Porter & Smith, 1995).
Estos modelos convencionales concuerdan con las categorías de
razonamiento definidas por Herbert Simon (1979) como racionalidad substantiva, en
la que el comportamiento de rebaño es el resultado de un proceso racional
algorítmico (tal como se hace a través de la actualización Bayesiana) o racionalidad
procesal, en la que el comportamiento de rebaño es el resultado de un proceso de
deliberación apropiada por medio de heurísticos e intuición (tal como se hace a
través de la iteración). El problema con estos modelos es que se tiende a encasillar
el comportamiento de rebaño en términos de procesos cognitivos y a categorizarlo
como racional o irracional. Crucialmente, este enfoque limita sustancialmente la
influencia que pueden llegar a ejercer factores emocionales y contextuales sobre el
comportamiento de rebaño y por ende restringe el poder explicativo de una u otra
aproximación y abre la posibilidad de contemplar una interacción entre procesos
racionales e irracionales que dan lugar al comportamiento de rebaño.
2.5. Aversión al riesgo como resultado de la relación entre encuadre, emoción y comportamiento de rebaño
Los experimentos de influencia social realizados por el pionero Solomon Asch
(1956) han sido replicados en una gran variedad de ámbitos (Bond & Smith, 1996) y
en general apuntan al hecho de que las personas tienden a seguir e imitar las
decisiones incorrectas de los demás en vez de tomar la decisión correcta inclusive
cuando la información respecto a las opciones es clara y sin ambigüedades.
Adicionalmente, Petty y Cacioppo (1984) proponen que las emociones de valencia
positiva promueven procesamiento periférico de información (en comparación con
procesamiento central típicamente inducido por emociones de valencia negativa) y
que este tipo de procesamiento periférico hace que las personas presten menos
atención al contenido y la calidad de un mensaje y le presten más atención a
factores externos tales como la fuente de la información. Consecuentemente, bajo la
influencia de emociones de valencia positiva, la personas se ven persuadidas
igualmente por argumentos sólidos (e.g. riesgo explícito de una inversión) como por
Aversión al Riesgo
13
argumentos débiles (e.g. otras personas están comprando ese producto). De forma
complementaria, Lerner y Loewenstein (2003) plantean que las emociones
inmediatas, es decir aquellas generadas en el momento en el que se toma una
decisión, tienden a negar la probabilidad explicita de un resultado determinado.
Según estos autores, esta es la razón por la cual una emoción como el miedo a
volar puede llevar a una persona a elegir viajar por carro en vez de viajar por avión
incluso cuando esta conoce las estadísticas de accidentalidad y entiende
perfectamente que es más seguro realizar el viaje en avión. En cuanto al concepto
de influencia social, Shiller y Akerloff (2009) retoman la idea de los llamados
espíritus animales que utilizaba Keynes (1936) como analogía para referirse a los
componentes psicológicos que urgen a las personas a comportarse de determinada
manera en el ámbito económico en vista de que resulta imposible calcular de forma
precisa el valor esperado de sus decisiones financieras (por limitaciones cognitivas y
la complejidad del sistema). Para Shiller y Akerloff (2009) las personas son
susceptibles a olas de euforia y excesos de optimismo las cuales precipitan el
comportamiento de rebaño en los mercados e inducen burbujas especulativas. De
acuerdo a estos autores, estas olas de emociones positivas se dispersan a través
de narrativas, voz a voz e inferencias falsas (tales como que los precios no pueden
bajar). En el contexto de una burbuja, la narrativa de base, la cual se dispersa a
través de los medios o del voz a voz, consiste en que un número cada vez mayor de
personas va adquiriendo el activo en cuestión. Ya que esta narrativa es necesaria e
intrínseca de las burbujas no se suele considerar como un encuadre. Sin embargo,
es posible que esta narrativa ejerza un efecto sustancial sobre la toma de
decisiones si se considera como un encuadre determinado. En particular, es posible
que la justificación del incremento en los precios que se presenta en una burbuja
(i.e. por incremento en la demanda) induzca una respuesta emocional
comparativamente pronunciada. Esta respuesta emocional puede servir como
insumo para la toma de decisiones y consecuentemente generar un comportamiento
de rebaño. En el contexto de una burbuja creciente, el comportamiento de rebaño
consiste en la compra del activo que los demás están adquiriendo. Uno de los
síntomas de comprar más de un activo cuyo precio incrementa exponencialmente a
través del tiempo (i.e. una burbuja) es una disminución correspondiente de la
aversión al riesgo con respecto a dicho activo. Es decir, que el comportamiento de
rebaño (i.e. la narrativa) es un encuadre que sirve como una señal de tipo social (i.e.
Aversión al Riesgo
14
influencia social) que induce aún más comportamiento de rebaño a través de
canales emocionales de valencia positiva (e.g. euforia), los cuales a su vez
promueven un procesamiento periférico de la información y una consecuente
negación de las probabilidades en la toma de decisiones financieras en las que las
personas disminuyen progresivamente su aversión al riesgo (ver Figura 2).
3. Abordaje y Diseño Experimental
3.1. Aproximación experimental En una primera instancia se corrió un piloto en línea (por medio de Amazon
Mechanical Turk1) en el que los participantes tomaban decisiones de inversión con
una dotación inicial de dinero bajo dos contextos en los que el producto y la
justificación para el incremento en los precios variaba pero en el que las cantidades
y las probabilidades eran idénticas. La interfaz computarizada elegía aleatoriamente
1 Este método permitía hacer uso de una muestra más representativa tanto de
la población americana como de los acostumbrados estudiantes de pregrado de
universidad (Polacci et al., 2010) Igualmente, permitía reclutar un número mucho
mayor de participantes – hasta de 1.000 individuos en tan solo dos días (Rand, 2012)
– comparado con métodos convencionales de reclutamiento de participantes para
este tipo de tareas. El pago de incentivos monetarios también se simplificó
radicalmente mediante el uso de este método, ya que permitía depositar los fondos
correspondientes en la cuenta de Amazon de los participantes de manera directa e
inmediata. La calidad de los datos obtenidos por medio de Amazon Mechanical Turk
(AMT) es, en el peor de los casos, comparable con la de los datos obtenidos de
manera más convencional y en la mayoría de los casos indistinguible a la de estos
últimos. (Buhrmester et al., 2011; Sprouse, 2011; Polacci et al., 2010). Así mismo, la
replicación de datos obtenidos mediante AMT es bastante fiable y comparable a la
obtenida por métodos tradicionales (Rand, 2012). De igual manera, el riesgo de
obtener sesgos por motivación de los participantes, de no respuesta, de una muestra
contaminada, de respuestas deshonestas y efectos causados por el experimentador
son menores con AMT que con obtención de datos en el laboratorio u otros métodos
en línea (Polacci et al., 2010).
Aversión al Riesgo
15
el resultado de la inversión en cada ronda de acuerdo a los parámetros de riesgo
especificados. En este experimento contamos con un total de 70 participantes
asignados aleatoriamente a uno de los dos contextos y cada participante tomó las
decisiones de inversión a lo largo de diez rondas. Los resultados preliminares
indicaban que las personas invertían una cantidad significativamente mayor de
dinero e invertían con mayor frecuencia bajo el contexto de un producto concreto
(i.e. fresas) con justificaciones de demanda típicos de burbujas que bajo el contexto
de un producto menos concreto (i.e. cupones) sin justificación para el incremento en
el precio. No obstante, estos resultados (ver anexo 1) fueron rápidamente
descartados para el propósito del presente estudio dados los problemas de
emparejamiento entre los dos grupos de tratamiento en esta aproximación
experimental. En particular, no era posible discernir si el tipo de producto, la
justificación o una interacción entre ambos factores era lo que estaba causando la
diferencia en las decisiones de inversión observadas.
Figura 2. Ciclo de retroalimentación que da lugar al crecimiento de burbujas pero
que también explica la explosión de burbujas (a través de emociones de valencia
negativa).
Comportamiento de Rebaño
Respuesta Emocional de Valencia Positva
Negación o infra-‐ponderación de
las probabilidades
Disminucion en la Aversion al Riesgo
Aversión al Riesgo
16
Por estos motivos se optó por una aproximación conceptualmente más sencilla y
basada en la literatura que pudiera esclarecer las preferencias de riesgo de los
participantes con el mismo tipo de producto y en el que la variable independiente
fuera únicamente el encuadre (i.e. la justificación para el incremento en el precio) y
sin resultados en cada ronda que pudieran sesgar las decisiones en rondas
posteriores.
3.2. Prueba del efecto del encuadre sobre la aversión al riesgo
En este estudio se evaluó el grado de aversión al riesgo por medio de una
serie de decisiones dicotómicas, con parámetros de riesgo establecidos que se
mantienen constantes y que son comunicados explícitamente a los participantes. La
tarea del presente estudio se basa en la tarea sobre preferencias de riesgo
inicialmente elaborada por Holt y Laury (2002) y que ha sido utilizada con
variaciones sustanciales (Beuchamp et al., 2012) con diferentes encuadres
(Greenberg, 2013) y en diferentes contextos culturales (Fehr-Duda et al., 2010).
Concretamente, la tarea consiste en la decisión entre dos productos, uno que ofrece
una cantidad de dinero con completa certeza (cien por ciento de probabilidad) y otro
que ofrece una cantidad de dinero sustancialmente mayor con un alto grado de
riesgo (veinte por ciento de probabilidad). Cada decisión involucra magnitudes de
ganancia mayores que la anterior, de tal forma que las cantidades en juego siempre
aumentan secuencialmente a pesar de que las probabilidades siempre se
mantienen iguales. Crucialmente, la opción segura siempre ofrece un valor
esperado mayor que el valor esperado de la opción riesgosa, de tal forma que la
decisión racional es escoger la opción segura en cada una de las diez rondas (ver
anexo 2)
La serie de decisiones se presentó bajo tres encuadres diferentes pero
manteniendo una equivalencia matemática con el fin de que las tres series fueran
estadísticamente idénticas. El encuadre de tratamiento consiste en presentar la
justificación del incremento en los precios por el incremento correspondiente de la
demanda del producto riesgoso. En uno de los encuadres de control se proporciona
una justificación alterna del incremento en los precios que no está relacionada con
la demanda del producto riesgoso y en el otro encuadre de control no se
proporciona encuadre alguno.
Aversión al Riesgo
17
Así pues, la primera hipótesis del estudio es que ceteris paribus, el encuadre
con el que se presenta una serie de decisiones bajo riesgo en el cual las
magnitudes de pago aumentan secuencialmente cambia significativamente la
aversión al riesgo de los individuos con respecto a dicho problema. De acuerdo con
el trabajo de Hershey y Schoemaker (1980) en el que el encuadre ejerce un efecto
significativo sobre la aversión al riesgo en decisiones financieras matemáticamente
idénticas; y teniendo en cuenta los resultados obtenidos en un gran número de
estudios con mercados bursátiles simulados en el laboratorio (Porter & Smith, 2003)
en el que las personas exhiben una decreciente aversión al riesgo durante burbujas,
(comportamiento similar al observado en la vida real donde las personas parecen
ser menos aversas al riesgo durante burbujas económicas reales), la conjetura
lógica que se espera comprobar es que cuando se mantiene todo lo demás igual, el
encuadre de incremento en los precios justificado por un aumento en la demanda
conlleva a una menor aversión al riesgo que los encuadres de control.
Adicionalmente se pretende evaluar el grado de respuesta emocional en las
decisiones bajo los tres encuadres mediante auto-reportes de respuesta emocional
luego de tomar las decisiones en las diez rondas, y en la segunda etapa del estudio,
a través de una medición de conductividad dermo-galvanica, la cual indica cambios
en el sistema nervioso autónomo que demuestran el nivel emocional con el que los
individuos toman decisiones (Figner & Murphy, 2010). Esta medida permite evaluar
los niveles de respuesta emocional con los que los participantes del estudio toman
las decisiones secuenciales. La segunda hipótesis del estudio entonces es que el
encuadre con el que se presenta una serie de decisiones bajo riesgo en el cual las
magnitudes de pago aumentan secuencialmente cambia significativamente el grado
de respuesta emocional de los individuos frente a dicho problema. Teniendo en
cuenta el comportamiento de riesgo aparentemente irracional observado durante
burbujas económicas y centrado en el marco de referencia del riesgo como emoción
(Loewenstein et al., 2001), del efecto de las emociones de valencia positiva sobre el
procesamiento de la información (Petty & cacioppo, 1984), de las emociones como
insumo informativo para la toma de decisiones (Slovic et al., 2004; Schwarz, 2011),
del efecto negatorio de las emociones sobre las probabilidades explícitas
(Loewenstein & Lerner, 2003) y del efecto de las emociones sobre la tendencia a
exhibir comportamiento de rebaño (Shiller & Akerloff, 2009), la conjetura
correspondiente es que el encuadre de incremento en los precios justificado por un
Aversión al Riesgo
18
aumento en la demanda induce una respuesta emocional más marcada que los
encuadres de control.
4. Primera Etapa 4.1 Participantes
En la primera etapa del estudio contamos con un total de 162 participantes
estudiantes de pregrado y posgrado de la Universidad de los Andes, La Corporación
Universitaria Minuto de Dios, La Universidad Nacional de Colombia y La Universidad
Externado de Colombia. El 84% de los participantes tenía entre 18 y 25 años de
edad y el 58% fueron mujeres.
4.2. Procedimiento Esta etapa del estudio se corrió en línea con la interface de Qualtrics en un
periodo de tres semanas. En las instrucciones de la tarea (ver anexo 3) se les
informaba a las personas que uno de los participantes sería elegido aleatoriamente
al final del estudio y a esta persona se le pagaría el dinero de una de sus diez
rondas (elegida también aleatoriamente). Al asumir este protocolo de incentivos
monetarios reales se aseguraba que los participantes tomaran las decisiones con
seriedad y bajo condiciones de recompensa que elucidaran preferencias de riesgo
reales. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos de
tratamiento en los que se variaba el encuadre. En todos los grupos se presentaban
las decisiones a lo largo de diez rondas con una matriz de pagos que aumentaban
secuencialmente de acuerdo a una función exponencial y los participantes debían
escoger entre el producto riesgoso y el producto seguro. En el grupo de tratamiento
el incremento en el precio del producto riesgoso se presentaba como causado por
que más personas compraban dicho producto (que en la ronda anterior) y por ende
se incrementaba la demanda por el mismo. En el primer grupo de control el
incremento en el precio del producto riesgoso se presentaba como causado por que
el gobierno le gravaba un impuesto mayor al producto que en la ronda anterior. Esta
justificación se escogió para el grupo de control ya que no representa un aumento
explícito en la demanda (como en el grupo de tratamiento) ni un aumento implícito
que pueda ser inferido por los participantes como puede llegar a ser en el caso de
una aumento en los precios por inflación, o una reducción en la oferta (la cual indica
que a pesar de no haber más compradores en términos absolutos, si hay
Aversión al Riesgo
19
relativamente más compradores que antes dada la cantidad reducida de producto).
En el segundo grupo de control no se presentaba razón alguna para el incremento
en el precio del producto riesgoso (ver anexo 3). Luego de las diez rondas, los
participantes daban su auto-reporte acerca de la respuesta emocional durante la
toma de decisiones en ocho preguntas por medio de escalas Likert. Se excluyeron
seis participantes del análisis porque no completaron la tarea.
4.3 Resultados Para medir el grado de aversión al riesgo se observó cuantas veces cada uno
de los participantes escogió el producto riesgoso en vez del producto seguro. Esto
se denominó una decisión riesgosa. Luego se comparó el número de decisiones
riesgosas que los participantes tomaron bajo cada uno de los tres encuadres.
En la Tabla 1 se reporta el número de decisiones riesgosas (de 10 posibles)
que los participantes tomaron bajo cada uno de los encuadres. Los participantes
que tomaron las decisiones bajo el encuadre de demanda tomaron en promedio
4.21 decisiones riesgosas mientras que los participantes que tomaron las decisiones
bajo el encuadre de impuesto tomaron en promedio 2.77 decisiones riesgosas y los
que tomaron las decisiones bajo el encuadre sin justificación alguna tomaron en
promedio 2.09 decisiones riesgosas. Un test de Levene confirmó que se violó el
supuesto de homogeneidad de varianza (F = 4.39, p = .014) y por lo tanto se decidió
reportar el estadístico de Brown-Forsythe en el análisis de varianza y realizar de
contrastes planeados.
Tabla 1 Decisiones Riesgosas
Encuadre
Media
Mediana
DE
N
Demanda 4.21 4 3.41 52
Impuesto 2.77 1 3.05 53
Nada 2.09 1 2.46 57
Nota: DE = Desviación Estándar, N = Número de participantes
El ANOVA correspondiente indica un efecto principal del encuadre sobre el
número de decisiones riesgosas F(2, 145.10) = 6.98, p = .001, η2 = .08. Un test de
Aversión al Riesgo
20
contrastes posterior indica que añadir una justificación (demanda o impuesto)
aumenta significativamente el número de decisiones riesgosas que los participantes
toman t(159) = 3.09, p = .002. Crucialmente, el encuadre de demanda incrementa el
número de decisiones riesgosas comparado con el encuadre de impuesto t(159) =
2.27, p = .025. Adicionalmente, la tendencia lineal que indica que el encuadre incide
sobre el número de decisiones riesgosas es significativa y en la dirección esperada
F(1, 159) = 13.61, p = .000 (ver Figura 3).
Figura 3. Tendencia lineal donde el encuadre influye sobre la aversión al riesgo.
Barras de error = +/- 1 error estándar.
En la Tabla 2 se reporta el promedio de los participantes que tomaron decisiones
riesgosas en las diez rondas para cada uno de los tres encuadres. Bajo el encuadre
de demanda un promedio de 21.9 participantes tomaron decisiones riesgosas,
mientras que bajo el encuadre de impuestos un promedio de 14.7 participantes
Aversión al Riesgo
21
tomaron decisiones riesgosas y en promedio 11.9 participantes tomaron decisiones
riesgosas bajo el encuadre que no contenía justificación alguna para el incremento
en los precios. El análisis de varianza (ANOVA) correspondiente indicó un efecto
principal del encuadre sobre el porcentaje de participantes que tomaron decisiones
riesgosas F(2, 27) = 20.54, p = .000, η2 = .60. Un test comparativo post hoc de
Tukey indicó que el porcentaje de los participantes que tomaron decisiones
riesgosas bajo el encuadre de demanda (M = 21.9, DE = 3.60) resultó ser
significativamente mayor que el porcentaje de los participantes
Tabla 2 Número de Inversores de Riesgo
Encuadre
Media
Mediana
DE
N
Demanda 21.9 22 3.60 10
Impuesto 14.7 15 2.58 10
Nada 11.9 11 4.38 10
Nota: DE = Desviación Estándar, N = Número de rondas
que tomaron decisiones riesgosas bajo el encuadre de impuesto (M = 14.7, DE =
2.58) y del porcentaje de los participantes que tomaron decisiones riesgosas bajo el
encuadre sin justificación alguna (M = 11.9, DE = 4.38). De igual forma se notó una
clara diferencia en la tendencia a invertir en la opción riesgosa a través del tiempo.
(ver Figura 4). En particular, en cada una de las rondas, el número absoluto de
participantes que seleccionó la opción riesgosa bajo el encuadre de demanda fue
mayor que bajo los otros dos encuadres. Esto es aún más sobresaliente si se tiene
en cuenta que el encuadre de demanda fue el que contó con el menor número total
de participantes (N = 52) comparado con el número total de participantes que tomó
las decisiones bajo el encuadre de impuesto (N = 53) y sin justificación (N = 57). Así
mismo, se puede observar que bajo el encuadre de demanda el porcentaje de
participantes que seleccionaron la opción riesgosa incrementó en 4 rondas seguidas
(entre la ronda 4 y la ronda 8), una ronda más que cualquiera de las rachas alcistas
exhibidas bajo los otros dos encuadres.
Las preguntas sobre respuesta emocional auto-reportada que los
participantes respondieron posterior a la toma de decisiones (ver anexo 4) fueron
Aversión al Riesgo
22
analizadas en conjunto y un indicador de respuesta emocional fue construido en
base a 5 de ellas (α de Cronbach = .69). Tal como se puede observar en la Figura 5,
el indicador reflejó una tendencia en la dirección esperada (i.e. mayor respuesta
emocional para los participantes que tomaron las decisiones bajo el encuadre de
demanda que bajo los otros dos encuadres) pero el análisis de varianza
correspondiente no resultó significativo F(2, 159) = 1.52, p = .223, η2 = .02. Sin
embargo, se encontró una diferencia notable en el porcentaje de participantes que
estuvieron de acuerdo con sentir una emoción de entusiasmo al tomar las
decisiones bajo los encuadres con justificación (demanda = 54%, impuesto = 51%)
comparado con el
Figura 4. Número absoluto de participantes seleccionando la opción riesgosa en
cada ronda.
encuadre sin justificación (33%) y con sentir una emoción placentera bajo los
encuadres con justificación (demanda = 40%, impuesto = 45%) comparado con el
Aversión al Riesgo
23
encuadre sin justificación (32%) lo cual sugiere que si de hecho existe una repuesta
emocional, esta puede ser de valencia positiva.
4.4. Discusión Los resultados obtenidos en la primera etapa proporcionan evidencia robusta
que indica que el encuadre influye sustancialmente sobre la aversión al riesgo,
Figura 5. Respuesta emocional auto-reportada.
Barras de error = +/- 1 error estándar.
respaldando de esta manera la primera hipótesis planteada en el presente estudio.
Específicamente, la evidencia demuestra que bajo el encuadre de demanda, el cual
tipifica la justificación para el incremento en los precios durante una burbuja
económica, las personas se tornan menos aversas al riesgo que bajo encuadres
que incluyen justificaciones alternativas o que no incluyen justificación alguna. El
hecho de que el encuadre de demanda en esencia narre comportamiento de rebaño
Aversión al Riesgo
24
brinda apoyo a la idea de que éste funciona como señal de influencia social y
genere un ciclo vicioso de retroalimentación positiva en el cual las personas se
tornan progresivamente menos aversos al riesgo. Este efecto podría ser inclusive
mucho mayor en burbujas reales o simuladas en las que los protagonistas del
comportamiento de rebaño sean personas reales y la información acerca del
comportamiento de rebaño pueda ser comprobada por los participantes (en este
experimento simplemente se les informó que esa era la justificación para el
incremento en el precio de la opción riesgosa, pero es posible que una buena parte
de los participantes no creyeran en dicha información o que la percibieran como un
dispositivo de manipulación propio del experimento) o en las que la información
sobre el producto en cuestión y sobre las personas que lo están comprando sea
más detallada. De igual manera, la cantidad de participantes que exhibieron
comportamiento de riesgo a través de las diez rondas fue mucho mayor bajo el
encuadre de incremento en los precios justificado por un aumento en la demanda lo
cual indica que no solo disminuyó significativamente la aversión al riesgo de forma
individual sino que más personas también decidieron apostarle a la opción riesgosa
bajo este encuadre.
Dado que la tendencia sobre respuesta emocional resulto no ser significativa
(a pesar de presentarse en la dirección esperada) por medio del auto-reporte, en la
segunda etapa del estudio se prosiguió a verificar la relación entre el encuadre y la
respuesta emocional a través de medición fisiológica. Adicionalmente, es posible
que el auto-reporte no capture el correlato emocional de la tarea, pero si el estado
posterior (ya que las preguntas para este auto-reporte se presentaron siempre al
final). Esto implicaría que un registro post hoc podría estar ocultando el mecanismo
en acción durante la tarea.
5. Segunda Etapa
5.1. Participantes En la segunda etapa del estudio contamos con un total de 39 participantes
estudiantes de pregrado de la Universidades de los Andes. El 92% de los
participantes tenía entre 18 y 25 años de edad y el 59% fueron mujeres.
Aversión al Riesgo
25
5.2. Procedimiento La segunda etapa del experimento se llevó a cabo en el laboratorio para
poder medir la respuesta dermo-galvanica la cual se utilizó como indicador de
repuesta emocional. La respuesta dermo-galvanica indica cambios en el sistema
nervioso autónomo que demuestran el nivel emocional con el que los individuos
toman decisiones (Figner & Murphy, 2010). Esta medida permite evaluar los niveles
de respuesta emocional con los que los participantes del estudio toman las
decisiones secuenciales. La tarea de decisiones fue idéntica a la utilizada en la
primera etapa, con los mismos parámetros de probabilidad, los mismos precios y
número de rondas. De igual manera, los participantes fueron asignados
aleatoriamente a los tres grupos experimentales, los cuales diferían en el encuadre
de forma idéntica a los tres grupos de la primera etapa (i.e. demanda, impuesto y
nada). Los participantes recibieron una chocolatina por participar en el experimento
e igual que en la primera etapa, se les informó que uno de los participantes sería
elegido aleatoriamente al final del estudio y a esta persona se le pagaría el dinero
de una de sus diez rondas (elegida también aleatoriamente) con el fin de asegurar
incentivos monetarios reales para esta etapa. Posteriormente se le explicó a cada
participante el proceso de medición fisiológica y luego se les preparó para la misma.
Los participantes realizaron la tarea individualmente en un computador en el
laboratorio mientras su actividad eléctrica cutánea fue medida por medio de dos
electrodos en su mano izquierda para que pudieran manipular el ratón y el teclado
con su mano derecha (sólo dos del total de los participantes reportaron ser zurdos
pero ambos solicitaron utilizar el ratón y el teclado con la mano derecha). Con el fin
de establecer una línea de base, los participantes vieron primero un video relajante
sobre paisajes de tres minutos y medio. Luego leyeron las mismas instrucciones que
les fueron presentadas a los participantes de la primera etapa y prosiguieron a
tomar sus decisiones a lo largo de las diez rondas. Al finalizar la tarea de decisiones
los participantes respondieron una pregunta adicional sobre su estado emocional
actual con el propósito de obtener información acerca de la valencia de sus
emociones. Esta pregunta, basada en el Self Assesment Manikin elaborado por
Bradley y Lang (1994) que ha sido utilizada previamente en un estudio sobre
aversión al riesgo en profesionales de las finanzas (Cohn et al., 2014), les pedía
indicar su estado emocional en una representación esquemática de una cara (ver
Aversión al Riesgo
26
anexo 5). Los datos obtenidos con este instrumento fueron codificados
numéricamente en una escala de -2 (correspondiente a la cara más triste), -1, 0, 1, y
2 (correspondiente a la cara más feliz). 5.3. Resultados En línea con los resultados de la primera etapa, en la segunda etapa los
participantes bajo el encuadre de demanda parecen haber tomado un mayor
número de decisiones riesgosas (M = 5.31, DE = 2.93) que los participantes bajo el
encuadre de impuesto (M = 2.77, DE = 1.64) y que los participantes bajo el
encuadre sin justificación alguna (M = 4.0, DE = 1.68). El análisis de varianza
correspondiente (para el cual dada la no homogeneidad de varianza se reporta el
estadístico de Brown-Forsythe) indicó un efecto principal del encuadre sobre el
número de decisiones riesgosas F(2, 26.88) = 4.46, p < .05, η2 = .20. Sin embargo,
a pesar de que el test post hoc indicó una diferencia significativa entre el número de
decisiones riesgosas bajo el encuadre de demanda y el de impuestos, este no arrojó
una diferencia significativa en el número de decisiones riesgosas entre el encuadre
de demanda y el encuadre sin justificación alguna. No obstante, este análisis
estadístico no contradice los resultados obtenidos en la primera etapa dado el
número reducido de participantes por encuadre en esta segunda etapa (N = 13). Así
mismo, los datos correspondientes al auto-reporte de valencia de estado emocional
parecen indicar una valencia positiva de la emoción de los participantes que
tomaron las decisiones bajo el encuadre de demanda marginalmente mayor (M =
0.85, DE = .8) que bajo el encuadre de impuesto (M = 0.69, DE = .95) y bajo el
encuadre sin justificación alguna (M = 0.69, DE = .75). Igualmente, estas diferencias
no se analizaron estadísticamente por el número reducido de participantes en cada
encuadre (N = 13).
Para el análisis fisiológico, los protocolos preestablecidos por el paquete de
análisis AcqKnowledge fueron utilizados con el fin de calcular la respuesta dermo-
galvanica a partir de los datos brutos de actividad eléctrica cutánea. Luego, la
magnitud de la respuesta dermo-galvanica fue establecida midiendo el área bajo la
curva de la respuesta dermo-galvanica (Figner & Murphy, 2010). Cada sesión de
datos de respuesta dermo-galvanica fue dividida en dos fases: una fase de línea de
base (establecida por medio del video previamente descrito) con una duración de
Aversión al Riesgo
27
120 segundos y una fase de toma de decisiones con una duración promedio de 200
segundos. En la tabla 3 se reporta el área bajo la curva (µS/segundo) para cada uno
Tabla 3
Respuesta Dermo-Galvanica
Encuadre
Línea de
Base
DE
Decisiones
DE
N
Demanda 154.06 236.41 1083.59 562.67 13
Impuesto 272.82 266.01 728.03 465.77 13
Nada 242.63 290.12 660.48 602.72 13
Nota: DE = Desviación Estándar, N = Número de participantes
de los tres encuadres en ambas fases. Un ANOVA de medias repetidas con fase
(línea de base, decisiones) como factor intra-sujetos, encuadre (demanda, impuesto,
nada) como factor entre sujetos, y respuesta dermo-galvanica (área bajo la curva,
estandarizada por segundo) como variable dependiente arrojó un efecto significativo
para fase F (1, 37) = 83.45, p <.01, η2 = .70; y para Fase x Encuadre F (1, 37) =
6.27, p <.01, η2 = .26. Este último efecto de interacción puede ser visualizado en la
figura 6.
Tres análisis independientes de varianza ANOVA indicaron que no hubo una
diferencia significativa en la respuesta dermo-galvanica entre los tres encuadres
durante la fase de línea de base F(2, 36) = 0.71, p = .50, η2 = .04, ni durante la fase
de decisiones F(2, 36) = 2.25, p = .12, η2 = .11, pero sí se encontró una diferencia
significativa en la diferencia en la respuesta dermo-galvanica entre la fase de
decisiones y la fase de línea de base para los tres encuadres F(2, 36) = 6.27, p =
.005, η2 = .26. En particular, un test post hoc de Tukey indicó que el incremento en
respuesta dermo-galvanica bajo el encuadre de demanda (M = 929.53, DE =
477.17) resultó significativamente mayor que el incremento en respuesta dermo-
galvanica bajo el encuadre de impuesto (M = 455.21, DE = 383.47) y bajo el
encuadre sin justificación alguna (M = 417.85, DE = 362.56) tal como se puede ver
en la figura 7.
Con base en estos resultados y en la correlación significativa entre el
incremento en la respuesta dermo-galvanica y el número de decisiones riesgosas (r
= .58, p < .05) (ver figura 8), se calculó una regresión lineal para predecir el número
Aversión al Riesgo
28
de decisiones riesgosas en base al incremento en la respuesta dermo-galvanica
para el grupo de participantes que tomó las decisiones bajo el encuadre de
demanda. Se encontró una ecuación de regresión significativa (F (1,11) = 5.55, p
<.05), con un R2 de .34. En particular, el número de decisiones riesgosas predicho
es igual a 2.01 +.004*(incremento en la respuesta dermo-galvanica) cuando la
respuesta dermo-galvanica es medida en microsiemenes por segundo
(µS/segundo). El número de decisiones riesgosas aumentó en .004 por cada
µS/segundo de la respuesta dermo-galvanica.
Figura 6. Efecto de interacción sobre respuesta dermo-galvanica en ambas fases
para cada uno de los tres encuadres
No se encontró relación significativa alguna entre el incremento en la respuesta
dermo-galvanica y el número de decisiones riesgosas para el grupo de participantes
que tomaron las decisiones bajo el encuadre de impuesto (r = -.04, p = .90) ni para
el grupo que tomó las decisiones bajo el encuadre sin justificación (r = -.01, p = .97)
(ver figura 9).
Aversión al Riesgo
29
5.4. Discusión
Los resultados obtenidos en la segunda etapa proporcionan evidencia robusta que
indica que el encuadre influye sustancialmente sobre el grado de respuesta
emocional, respaldando de esta manera la segunda hipótesis propuesta en el
estudio. Específicamente, la evidencia demuestra que bajo el encuadre de
demanda, el cual tipifica la justificación para el incremento en los precios durante
una burbuja económica, las personas presentan una respuesta emocional mayor
que bajo encuadres que incluyen justificaciones alternativas o que no incluyen
justificación alguna.
Aversión al Riesgo
30
Figura 7. Incremento en respuesta dermo-galvanica entre la línea de base y
la fase de decisiones para los tres grupos. Barras de error = +/- 1 error
estándar.
Adicionalmente, los resultados de esta etapa son consistentes con un modelo en el
que el encuadre de demanda genera una respuesta emocional comparativamente
mayor que otros encuadres, y esta respuesta emocional a su vez induce la
reducción en la aversión al riesgo observada. En este modelo, la respuesta
emocional cumpliría la función de variable mediadora. Sin embargo, a pesar de que
la correlación entre encuadre y número de decisiones riesgosas fue significativa
durante la primera etapa del estudio (r = -.28, p < .01), la correlación entre encuadre
Figura 8. Relación positiva entre el incremento en la respuesta dermo-galvanica y el
número de decisiones riesgosas bajo el encuadre de demanda
y número de decisiones riesgosas no fue significativa en esta segunda etapa (r = -
.23, p = .16) dado el número reducido de participantes por encuadre, lo cual no
permite realizar el análisis estadístico que evidencie un efecto mediador. No
obstante, la evidencia nos permite afirmar que el encuadre de demanda genera una
Aversión al Riesgo
31
respuesta emocional mayor que los otros dos encuadres, y que las personas
presentan una menor aversión al riesgo cuando toman las decisiones bajo el
encuadre de demanda que bajo los otros dos encuadres. Finalmente, los resultados
de esta segunda etapa no lograron establecer conclusivamente si la valencia de la
respuesta emocional es positiva, ni sí la valencia es comparativamente más positiva
para el encuadre de demanda. Es posible que esto se deba al instrumento utilizado
para medir la valencia (ya que contaba con 5 opciones posibles, comparado con 9
del Self Assesment Manikin original) o por una posible incongruencia entre la
valencia de la emoción sentida en el momento y las opciones disponibles para el
auto-reporte por medio del instrumento (e.g. una emoción relacionada a la codicia
puede no ser calificada con una cara feliz ni con una cara triste).
Figura 9. Relaciones no significativas entre el incremento en la respuesta dermo-
galvanica y el número de decisiones riesgosas bajo los encuadres de control
6. Discusión General
Los resultados de la primera y segunda etapa del presente estudio indican
que la incremento en los precios justificado por un aumento en la demanda puede
entenderse como un encuadre bajo el cual las personas se tornan
comparativamente menos aversas al riesgo, específicamente para el bien
involucrado en cuestión. De igual forma, esta justificación induce una respuesta
emocional mayor que la inducida por una justificación para el incremento en los
Aversión al Riesgo
32
precios no relacionada con burbujas económicas (i.e. un impuesto) y con
incrementos en los precios sin justificación alguna. Estos resultados son
consistentes con el ciclo de retroalimentación propuesto anteriormente (figura 2), en
el que la justificación de demanda se constituye como una señal de comportamiento
social que genera una respuesta emocional marcada, la cual a su vez reduce la
aversión al riesgo. A pesar de que el presente estudio no puede confirmar la
valencia de la emoción en cuestión ni el proceso cognitivo mediante el cual la
respuesta emocional induce una reducción en la aversión al riesgo (negación o
infra-ponderación de las probabilidades), el efecto es suficientemente sustancial
como para tenerlo en consideración.
En primer lugar la magnitud del efecto dada la sencillez del mensaje sobre
comportamiento de rebaño es interesante. En particular, dado que el mensaje no
especificaba ni el incremento en el número de personas que demandaban el
producto riesgoso en cada ronda, ni la razón por la que estas personas decidían
comprarlo, la evidencia apunta a que el sólo hecho de un aumento en la demanda
de un bien (por ilógica o irracional que esta pueda llegar a ser) ejerce un efecto
importante en la deseabilidad de dicho bien independientemente del riesgo
financiero que este involucre. Adicionalmente, cabe retomar la importancia de que el
mensaje de comportamiento de rebaño utilizado en los experimentos no haya
podido ser validado por los participantes. En la vida real las personas pueden
verificar el comportamiento de rebaño durante una burbuja de varias formas. Es
posible que dicha verificación fortalezca la confianza de las personas respecto al
bien responsable de la burbuja y por ende su deseabilidad y la correspondiente
reducción en la aversión al riesgo sean aún más pronunciadas durante una burbuja
real.
En segundo lugar, este estudio ayuda a esclarecer las razones por las que
las burbujas crecen de forma desenfrenada. Durante una burbuja económica real,
un factor que podría catalizar la reducción en la aversión al riesgo son las ganancias
obtenidas a medida que esta se expande (en cada ronda). En una burbuja todos
ganan cuando esta se encuentra en el periodo de expansión y por ende el efecto del
encuadre observado en este estudio se vería multiplicado en una burbuja real por
las ganancias realizadas tanto por el individuo como por las ganancias realizadas
por el resto de personas que dicho individuo conoce directa e indirectamente (como
influencia social a través de los medios, el voz a voz, redes sociales, etc.). En este
Aversión al Riesgo
33
sentido, el presente estudio logra discernir entre el efecto del encuadre y el efecto
de las ganancias, ya que los participantes no conocían el resultado de sus
decisiones y, sin importar cuales habían sido sus decisiones en cada ronda (i.e.
comprar el producto riesgoso vs comprar el producto seguro), los precios
continuaban aumentando exponencialmente a través del tiempo. Luego se puede
inferir que la justificación para el incremento en los precios, por sí sola, logra
influenciar sustancialmente las decisiones de los inversores de tal forma que
colabora en buena parte al rápido crecimiento de una burbuja.
En tercer lugar, los resultados del estudio colaboran a esclarecer el vínculo
entre el comportamiento de rebaño como señal de tipo social y la reducción en la
aversión al riesgo a través de la respuesta emocional que dicha señal ejerce sobre
las personas. Así pues, se establece la justificación para el incremento en los
precios durante una burbuja (i.e. el aumento en la demanda) como un factor
contextual de suma importancia para el comportamiento financiero de las personas,
e igualmente se identifica un factor emocional relevante directamente relacionado
con dicho comportamiento. De esta forma, los modelos cognitivos clásicos de
comportamiento de rebaño en los mercados pueden ser revisados para incorporar
dichos factores.
Finalmente, los resultados del estudio no parecen encajar perfectamente con
la Teoría de la Prospección (Kahneman & Tversky, 1979) la cual predice que en el
rango de las ganancias, la aversión al riesgo debe aumentar progresivamente y
eventualmente neutralizarse a medida que aumentan las cantidades en juego. En la
primera etapa del estudio el número de decisiones riesgosas que los participantes
tomaron aumentó en tres rondas seguidas para los encuadres de control y en cuatro
rondas seguidas para el encuadre de demanda (rondas en las que las cantidades en
juego aumentaban exponencialmente) (figura 4). Es posible que este
comportamiento se deba a una combinación del monto insignificante de dinero de
ganancia con el que iniciaban las decisiones en la primera ronda (dos mil pesos
para la opción riesgosa y quinientos pesos para la opción segura) y un número
relativamente corto de rondas. Es decir que cabe la posibilidad de que al aumentar
el número de rondas y el monto inicial, eventualmente los participantes se tornen
aversos al riesgo. En este caso, los resultados del experimento se estarían
enfocando en una ventana temporal de comportamiento relativamente limitada y lo
que estaría analizando sería una versión del llamado peanuts effect (Prelec &
Aversión al Riesgo
34
Loewenstein, 1991) en el que las personas buscan riesgo (Markowitz, 1952) o por lo
menos son menos aversas al riesgo (Prelec & Loewenstein, 1991) cuando se juega
por sumas pequeñas en comparación con sumas mayores de dinero. Aún teniendo
en cuenta por ejemplo la ronda ocho (en la cual el número de decisiones riesgosas
aumentó para los tres encuadres) en la que se contaba con sumas de dinero no
insignificantes (ciento cincuenta mil pesos para la opción riesgosa y treinta y un mil
pesos para la opción segura) esta posible interpretación de los resultados no
contradice el efecto del encuadre sobre la aversión al riesgo que se encontró en la
primera etapa, ni el efecto del encuadre sobre la respuesta emocional observado en
la segunda etapa.
7. Conclusiones
Las limitaciones del presente estudio son múltiples. En primera instancia, la
población utilizada para los experimentos no es representativa de la población
general que podría invertir en una burbuja real. En segunda instancia, en una
burbuja real las personas no tienen a su disposición las probabilidades exactas ni
las cantidades precisas de dinero que se pueden ganar al invertir en un bien
determinado. En estas situaciones las personas deben tomar las decisiones en
escenarios de incertidumbre en vez de escenarios de riesgo. De igual manera,
durante una burbuja real (o en cualquier escenario de inversión), las personas
deben decidir no solo en qué tipo de bien invertir (riesgoso o seguro), sino qué
cantidad de su dinero invertir. Finalmente, los experimentos realizados en el
presente estudio únicamente contemplan la compra del bien y no tienen en cuenta
la venta de dicho bien, lo cual constituye una parte igualmente importante de una
inversión. No obstante, el propósito del estudio es contribuir evidencia acerca de la
forma general en la que las características situacionales (el encuadre) y las
características individuales (la respuesta emocional) influyen sobre el
comportamiento económico. Por lo tanto, las limitaciones del estudio sirven también
para poder analizar un sistema complejo en una forma simplificada con el fin de que
los resultados ayuden a lograr un mejor entendimiento de un fenómeno económico
particular. También sugieren líneas de experimentación futuras para complementar
este trabajo. Este estudio ha logrado identificar un efecto significativo de la
justificación para el incremento en los precios (i.e. aumento en la demanda) en una
Aversión al Riesgo
35
serie de decisiones secuenciales sobre la aversión al riesgo (i.e. reducción en la
aversión al riesgo). Igualmente, ha logrado identificar un efecto significativo de ese
encuadre en particular (i.e. aumento en la demanda) sobre la respuesta emocional
de las personas que toman las decisiones (i.e. mayor incremento en la respuesta
emocional) y encontró una relación significativa entre el grado de respuesta
emocional y la aversión al riesgo bajo el encuadre de demanda (i.e. a mayor
respuesta emocional, mayor número de decisiones riesgosas).
El importante rol que aparentemente juegan las emociones en la toma de
decisiones en escenarios de comportamiento de rebaño (como en las burbujas
económicas) puede resultar paradójico desde el marco teórico tradicional. Sin
embargo, desde una perspectiva evolutiva el comportamiento de rebaño funciona
como un heurístico relativamente rápido y de frugalidad cognitiva (Gigerenzer &
Goldstein, 1996) el cual provee beneficios adaptativos de varias formas. Por
ejemplo, la imitación de comportamiento permite aprendizaje de conductas en una
forma más rápida y efectiva que el aprendizaje individual en ámbitos sociales
(Baddeley, 2010). El comportamiento de rebaño también puede servir como un
instrumento para la difusión rápida de información sobre la localización y
disponibilidad de recursos (Danchin et al., 2004; Surowiecki, 2004) e inclusive
permite cohesión social lo cual el propio Herbert Simon (1990) consideraba como
una ventaja evolutiva. En este sentido, la receptividad a la influencia social permite
que un grupo de individuos se comporte de manera altruista y promueve la empatía,
mientras se evita comportamiento egoísta. Todo esto contribuiría a la resolución de
conflictos sociales y facilitaría la superación de obstáculos del entorno. Esta idea
hace alusión a la controversial idea de selección grupal que ha ido recobrando
fuerza en años recientes (Sober & Wilson, 1999). Las emociones jugarían un papel
fundamental en la preservación del comportamiento de rebaño y por lo tanto
tendrían valor desde el punto de vista evolutivo. Tal como propone Robert Frank
(1988), las emociones funcionarían como dispositivos estratégicos de compromiso
que fuerzan al individuo a actuar de forma aparentemente irracional pero que
cumplen una función adaptativa importante.
De acuerdo a esto, propongo dos posibles vías de acción por medio de la
cuales las emociones podrían ejercer su influencia durante una burbuja económica y
que promovería el comportamiento de rebaño. Ambas vías funcionarían en base a
un posible heurístico hipotético que denomino el heurístico-de-precios-como-
Aversión al Riesgo
36
personas. Los individuos utilizarían este heurístico para inferir el número relativo de
personas que compran un bien basados únicamente en el cambio en el precio de
dicho bien. Durante una burbuja las personas utilizarían la información sobre el
incremento progresivo de los precios de un bien determinado para inferir un
incremento en el número de personas que compran dicho bien. Por ende, el
incremento progresivo en los precios de un bien generaría una respuesta emocional
(dada la importancia evolutiva del comportamiento de rebaño) sin importar si este va
acompañado de información sobre la justificación para dicho incremento. La
justificación actuaría como información adicional para corroborar o refutar el
comportamiento de rebaño. Esta información moderaría la respuesta emocional y la
correspondiente reducción en la aversión al riesgo. En efecto, este heurístico podría
explicar el incremento en la respuesta emocional de los tres grupos del presente
estudio (demanda, impuesto y nada) mientras tomaban las decisiones comparados
con la línea de base. De igual forma explicaría la irracional reducción en la aversión
al riesgo durante las tres rachas alcistas consecutivas observadas para los dos
grupos de control y las cuatro rachas alcistas consecutivas observadas para el
grupo de tratamiento. La justificación de demanda confirmaría el comportamiento de
rebaño inferido y aumentaría la respuesta emocional y la reducción en la aversión al
riesgo. Así pues, la primera vía de acción consiste en una deliberación racional de la
situación que involucra un cálculo del valor esperado (cuando dicho calculo sea
posible en términos de limitaciones cognitivas y temporales) y este cálculo haría que
las personas optaran preliminarmente por la opción menos popular (y menos
riesgosa). Sin embargo, las emociones generadas por el comportamiento de rebaño
inferido (mediante el heurístico-de-precios-como-personas) jalarían en la dirección
opuesta y harían que las personas se comprometieran con las decisiones del grupo
(la más riesgosa). En este caso las emociones presionarían la toma de decisiones y
dominarían el procesamiento racional inicial. La segunda vía consiste en una
inferencia acerca del número creciente de personas que compran el bien en
cuestión (mediante el heurístico-de-precios-como-personas) y un correspondiente
proceso racional de actualización bayesiana en base a esta información a medida
que se expande la burbuja. Las emociones comprometen al individuo a otorgarle
mayor validez a esta creencia obtenida racionalmente a través de la actualización
bayesiana (dada la importancia evolutiva del comportamiento de rebaño
subyacente) que a las probabilidades descritas explícitamente (bajo incertidumbre
Aversión al Riesgo
37
no tendría que hacer comparación alguna y las probabilidades estarían dadas
directamente por la actualización bayesiana). En este caso, el procesamiento
racional se realizaría en base a la información adquirida por medio del heurístico-de-
precios-como-personas.
El campo de acción para futuras investigaciones es supremamente amplio e
incluye el análisis de este tipo de decisiones bajo incertidumbre en vez de bajo
riesgo, con un mayor número de rondas y mayores sumas de dinero en juego y con
dinero inicial para invertir y vender el bien adquirido. En particular, sería muy
importante corroborar el efecto del encuadre de comportamiento de rebaño en un
experimento similar pero en el que se asigne la justificación de incremento en los
precios (i.e. el aumento en la demanda) al producto seguro en vez del riesgoso. Si el
comportamiento de rebaño está funcionando como una señal de influencia social, en
ese caso se debería ver un incremento en la aversión al riesgo en vez de una
reducción en la aversión al riesgo. Esto colaboraría a mejorar el entendimiento del
comportamiento y la toma de decisiones durante burbujas financieras y empezaría a
dar luces a posibles políticas públicas que ayuden a contrarrestar los efectos
nocivos de estos fenómenos económicos.
8. Consideraciones Éticas
Conforme a la resolución No. 8430 de 1993 del Ministerio de Salud este estudio
se considera de riesgo mínimo. La participación fue absolutamente voluntaria y el
participante podía retirarse en cualquier momento. Únicamente los participantes que
estaban de acuerdo con participar en el estudio proveyeron su correo electrónico
como confirmación personal de su consentimiento. Luego de leer el siguiente
enunciado los participantes decidían si participaban en el estudio: “Al proveer su
dirección de correo electrónico acepta participar en el estudio y su información se
utilizará en el análisis de los datos.” La participación en este estudio fue totalmente
anónima y los datos de los participantes fueron identificados únicamente gracias al
correo electrónico de cada uno. Sólo los encargados del estudio (Juan Camilo
Salcedo y William Jiménez) tuvieron acceso a los correos electrónicos y a los datos
brutos. La información pertinente al experimento, incluyendo correo electrónico y
datos de los participantes están guardados en los servidores de Qualtrics, y
únicamente han tenido acceso a estos los encargados del estudio (Juan Camilo
Aversión al Riesgo
38
Salcedo y William Jiménez) mediante contraseña para salvaguardar el anonimato y
privacidad de los participantes. Las mediciones fisiológicas se realizaron de acuerdo a
metodología establecida (Figner & Murphy, 2010) con el objetivo de que no
representara riesgo alguno y se realizó con el consentimiento (mediante correo
electrónico a modo de firma) de los participantes. No se presentaron imágenes o
textos chocantes, ni se realizaron preguntas que pudieran ser consideradas íntimas o
personales.
De acuerdo con la resolución citada, y con los títulos 8 y 9 del Código
Deontológico y Ético del Psicólogo Colombiano, el estudio puede considerarse de
riesgo mínimo. La secuencia de decisiones involucró respuestas discretas sobre
escenarios hipotéticos que no comprometieron la dignidad, creencias, intimidad o
pudor de los participantes. La tarea con medición fisiológica no constituyó riesgo
alguno por que no generó daños permanentes ni pasajeros y a los sujetos se les
informó clara y repetidamente que podían renunciar en cualquier momento a la tarea
sin consecuencia alguna.
El día 6 de mayo de 2015 en presencia del director de la tesis William
Jiménez y del estudiante de pregrado Nicolás García como testigo, se realizó el
sorteo del dinero de recompensa. Los 201 participantes totales del estudio (162 de
la primera etapa y 39 de la segunda etapa) fueron numerados de 1 a 201 de
acuerdo al orden con que el sistema Qualtrics recolectó y archivó la información de
cada sujeto. La selección se realizó mediante la función de aleatorización de Excel
(Microsoft Office). Luego se realizó la selección aleatoria de una de las diez rondas
de este participante ganador de la misma forma (función aleatoria entre 1 y 10 de
Excel). En la ronda elegida al azar (la ronda 6) el participante optó por la opción
riesgosa, la cual ofrecía una suma de $70.000.00 pesos con un 20% de probabilidad
y una suma de $0 pesos con un 80% de probabilidad. Para realizar el cálculo
correspondiente a estos parámetros de probabilidad se volvió a utilizar la función
aleatoria de Excel (primero a las casillas 1 a la 20 se les asignó el valor de 70.000 y
a las casillas 21 a la 100 el valor de 0, y luego se realizó una aleatorización por
medio de la función mencionada entre 1 y 100). El valor obtenido fue de $0 pesos.
Por lo tanto no se prosiguió a entregar dinero alguno, pero si se informó a todos los
participantes acerca del sorteo y al participante ganador sobre el sorteo, el
procedimiento realizado para la selección aleatoria de una de sus diez rondas y el
cálculo de probabilidades correspondiente (descrito arriba).
Aversión al Riesgo
39
Referencias
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43
ANEXO 1 Datos Aproximación Experimental
Metodología Los participantes tomaron decisiones secuenciales de inversión en un contexto
hipotético de burbuja donde los costos y los precios incrementaban
exponencialmente en cada ronda sin importar cuales fueran las decisiones y donde
las probabilidades eran descritas de forma explícita. El valor esperado de la
inversión siempre era negativo.
El grupo de tratamiento invirtió en kilogramos de fresas que aumentaban en precio
en cada ronda por el aumento en la demanda. En cada ronda los participantes
tenían un 50% de probabilidad de vender a un precio alto (para exportación) y un
50% de probabilidad de vender a un precio bajo (mercado nacional).
El grupo de control invirtió en cupones sin justificación alguna para el aumento en el
precio. En cada ronda los participantes tenían un 50% de probabilidad de redimir
sus cupones por un monto de dinero alto y un 50% de probabilidad de redimirlos por
un monto de dinero bajo.
Ambas condiciones eran matemáticamente idénticas.
Resultados Los participantes en el grupo de tratamiento compraron cantidades de kilos
significativamente mayores (M = 9.67) que los cupones que compraron los del grupo
de control (M = 5.91) t(57.80) = 3.10, p < .01 e invirtieron una suma absoluta de
dinero mayor (M = 45.53) que el grupo de control (M = 32.02) t(68) = 2.22, p < .05
Aversión al Riesgo
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ANEXO 2 Probabilidades y Pagos en las 10 Rondas
RONDA OPCIÓN RIESGOSA
(Producto X)
OPCIÓN SEGURA
(Producto W)
1 “20% de probabilidad de
obtener $2.000
80% de probabilidad de
obtener $0”
“100% de probabilidad de
obtener $500”
2 $5.000 (20%) $1.500 (100%)
3 $10.000 (20%) $3.000 (100%)
4 $20.000 (20%) $5.000 (100%)
5 $40.000 (20%) $9.000 (100%)
6 $70.000 (20%) $15.000 (100%)
7 $100.000 (20%) $21.000 (100%)
8 $150.000 (20%) $31.000 (100%)
9 $200.000 (20%) $41.000 (100%)
10 $300.000 (20%) $61.000 (100%) 2
2 En la primera ronda las probabilidades y pagos se describen tal como se les presentaron a los participantes en todas las rondas.
Aversión al Riesgo
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ANEXO 3 Instrucciones y Encuadres3
Instrucciones A continuación deberá tomar una serie de decisiones con consecuencias monetarias a lo largo de 10 rondas. Por favor lea cuidadosamente la información en cada ronda para tomar sus decisiones. Al finalizar el estudio elegiremos un participante al azar. Este participante recibirá la cantidad de dinero real de una de sus diez rondas (seleccionada de forma aleatoria), por lo tanto sus decisiones conllevan consecuencias monetarias potencialmente reales. Todas las cantidades son en pesos Colombianos Encuadre de Demanda ENTRE LA RONDA 1 Y LA RONDA 2: Más personas están comprando el producto X. La demanda del producto X ha aumentado y los precios han subido para la ronda 2. ENTRE LAS DEMÁS RONDAS: Aún más personas están comprando el producto X. La demanda del producto X sigue aumentando y los precios han subido para la ronda 3. Encuadre de Impuesto ENTRE LA RONDA 1 Y LA RONDA 2: El gobierno ha decidido imponer un impuesto al producto X. El costo del producto X ha aumentado y los precios han subido para la ronda 2. ENTRE LAS DEMÁS RONDAS: El gobierno ha elevado el impuesto al producto X. El costo del producto X sigue aumentando y los precios han subido para la ronda 3.
3 El segundo encuadre de control no incluía justificación alguna entre las rondas
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4
5
4 Instrucciones exactamente como las veían los participantes. 5 Sección de la tarea bajo el encuadre de impuesto, exactamente como la veían los participantes.
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ANEXO 4 Preguntas de Respuesta Emocional Auto-reportada
• Tomé las decisiones de forma intuitiva
• Tomé las decisiones de forma matemática
• Sentí entusiasmo tomando las decisiones
• Sentí euforia tomando las decisiones
• La sensación al tomar las decisiones fue similar a la de conducir un automóvil
a alta velocidad
• La sensación al tomar las decisiones fue similar a la de apostar en un casino
• La toma de decisiones fue una experiencia placentera
• La toma de decisiones fue difícil
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ANEXO 5 Instrumento de Valencia Emocional Auto-reportada
¿Cómo se siente en este momento?