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E n 1987 asistimos a un curso de Francisco Rico en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander en el que se relacionaba la literatura medieval con la contemporánea, en ese curso junto a medievalistas, romanistas e hispanistas como Francisco Rico o Alberto Várvaro se encon- traban poetas como Jaime Gil de Biedma o directores de cine como Fer- nando Fernán Gómez. El curso nos mostró la existencia de una continui- dad temática en una literatura, la española, en la que la tradición literaria siempre ha estado presente hasta nuestros días. El gran referente estético y literario español es el Barroco. No sólo por- que a través de los pintores, novelistas, escritores de comedias y autosacra- mentales, y poetas se manifestó lo que se ha venido en llamar el Siglo de oro español sino también porque el barroco es una acumulación de estilos y una recuperación de temas medievales. En el cuadro del discípulo de Zurbarán, Ignacio Ríes, El árbol de la vida (1653) 1 que inicia este artículo vemos un ejemplo de cómo un artista utiliza la pintura de la época para mostrar de forma persuasiva una idea moral asentada en principios religio- sos siguiendo los modelos éticos del barroco, de lo bello y la bondad. El cuadro hace alusión a la brevedad del placer terrenal y a la inexorable lle- gada de la muerte. Su argumento nos muestra a ésta talando un árbol en JOSÉ MARÍA IZQUIERDO

JOSÉ MARÍA IZQUIERDO - folk.uio.nofolk.uio.no/jmaria/lund/2002/textos/izquierdo.pdf · 2003-04-28 · demos que mientras en la Francia del siglo XVII René Descartes escribía su

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En 1987 asistimos a un curso de Francisco Rico en la UniversidadMenéndez Pelayo de Santander en el que se relacionaba la literaturamedieval con la contemporánea, en ese curso junto a medievalistas,

romanistas e hispanistas como Francisco Rico o Alberto Várvaro se encon-traban poetas como Jaime Gil de Biedma o directores de cine como Fer-nando Fernán Gómez. El curso nos mostró la existencia de una continui-dad temática en una literatura, la española, en la que la tradición literariasiempre ha estado presente hasta nuestros días.

El gran referente estético y literario español es el Barroco. No sólo por-que a través de los pintores, novelistas, escritores de comedias y autosacra-mentales, y poetas se manifestó lo que se ha venido en llamar el Siglo deoro español sino también porque el barroco es una acumulación de estilosy una recuperación de temas medievales. En el cuadro del discípulo deZurbarán, Ignacio Ríes, El árbol de la vida (1653)1 que inicia este artículovemos un ejemplo de cómo un artista utiliza la pintura de la época paramostrar de forma persuasiva una idea moral asentada en principios religio-sos siguiendo los modelos éticos del barroco, de lo bello y la bondad. Elcuadro hace alusión a la brevedad del placer terrenal y a la inexorable lle-gada de la muerte. Su argumento nos muestra a ésta talando un árbol en

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cuya copa se encuentra un grupo de personas disfrutando de los pecadoscapitales, el ruido de la fiesta les impide oír la voz de Cristo que tañe lacampana avisándoles del pecado, mientras la muerte corta el árbol de lavida física y espiritual. En las discalias2 del cuadro podemos leer dos textosMira que vas a morir/Mira que no sabes quando. Mira que te mira Dios/Miraque te está mirando.

El argumento del cuadro nos remite a un contexto escatológico quesiguiendo los parámetros medievales y barrocos de la exégesis cristianacombinaba el Antiguo con el Nuevo testamento y así vemos cómo se basaen Amós 6,3:

¡Vosotros que creéis alejar el día funesto, y hacéis que se acerque un estadode violencia!Acostados en camas de marfil, arrellados en sus lechos, comen corderos delrebaño y becerros sacados del establo, canturrean al son del arpa, seinventan, como David, instrumentos de música, beben vino en anchascopas, con los mejores aceites se ungen, mas no se aflijen por el desastre deJosé.

Y en Mateo 3,10:

Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no débuen fruto será cortado y arrojado al fuego.

Este cuadro es un ejemplo de cómo la estética estuvo al servicio del dis-curso ético-religioso en el barroco de una forma acrítica y mostrando elideario totalizador de la teología católica contrerreformista. En otras pala-bras de cómo una obra artística se constituye en vehículo de transmisiónde un mensaje de carácter moral-religioso.

Una reflexión histórico-literaria

La literatura clásica del siglo de oro español, como su pintura, tiene unafortísima vertiente moral basada en el espíritu contrarreformista, y tam-bién en el carácter moralizador y didáctico de la literatura medieval que elBarroco reactualiza a través de la ideología y teología contrarreformistas de

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la propagación de valores y costumbres de una sociedad estamental entransformación y de la defensa de una monarquía en situación precaria. Asípues, refiriéndonos a la literatura medieval en lengua castellana, no descu-brimos nada nuevo cuando comentamos el carácter propagandístico ymoralizante del Cantar de mio Cid en su defensa de las virtudes de un caba-llero obediente a su rey3, prestigiador y por ende legitimizador de lamonarquía española.

¡Ved quál ondra creçe al que en buen ora naçióquando señoras son sus fijas de Navarra e de Aragón!Oy los rreyes d’España sos parientes son,a todos alcança ondra por el que en buen ora naçió.4

La función propagandística se manifestará en este caso vinculada a la defi-nición de la nueva nobleza castellana emergente en la época en la que sesitúa el mencionado Cantar frente al “antiguo” estamento aristocráticoleonés que será caracterizado de inmoral, arrogante, etc…

Ya varones, ¿quién vio nunca tal mal?¿Quién nos darié nuevas de Mio Çid el de Bivar?¡Fuesse a Río d’Orvina los molinos picare prender maquilas, commo lo suele far!¿Quíl’ darié con los de Carrión a casar? 5

Otro caso concreto de lo mismo, pero en el campo de lo religioso, loencontramos en Gonzalo de Berceo y sus obras hagiográficas de santoslocales como las vidas de Santo Domingo de Silos y Santa Oria, o su obramás célebre Los milagros de Nuestra Señora. Milagros en los que la defensa ypropagación de la iconografía mariana la de “Nueva Eva” mediadora entrelos hombres y Dios6 (ver cuaderna vía 621)7 servirá para publicitar al pro-pio Monasterio de San Millán de la Cogolla (Según Brian Dutton8 yMichael Gerli9). Esa iconografía de la paranomasia AVE/EVA la encontra-remos de nuevo en la iconografía barroca de la Inmaculada Concepción,dogma defendido a lo largo del tiempo por la Iglesia española. En lanómina de obras y autores interesados en la utilización de la literaturacomo sistema comunicativo de transmisión de discursos éticos con finespropagandísticos no podemos olvidarnos, ya en el siglo XIV, de Don JuanManuel (1282-1348) y su libro El conde Lucanor en el que, en su prólogo,el príncipe de Villena nos dice que pretende Et fazervos he algunos enxiem-

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plos porque lo entendades mejor10o lo que es lo mismo, escribir unos ejem-plos didácticos en los que de forma entretenida, siguiendo la perceptivaaristotélica del enseñar deleitando, se defienden los principios morales delestamento caballeresco de la Castilla de la época. En cuanto al uso de otrostemas, junto a los recogidos en las obras mencionadas, nos encontramoscon la idea de la muerte como inicio de la vida en una obra tan conocidacomo las Coplas de Jorge Manrique (1440-1479)11, tema que reactualiza-rán Miguel de Mañara (1627-1679) y Francisco de Quevedo (1580-1645)en pleno Barroco, con la defensa del igualitarismo de la muerte, presenteen Miguel de Mañara y su Discurso de la verdad (1679), con el tema de lavida como representación y sueño, idea central en la Vida es sueño de PedroCalderón de la Barca (1600-1681) o con el del nacer para la muerte,replanteado en la obra de Francisco de Quevedo, La cuna y la sepultura(1630), por mencionar algunos.

En ese ir y venir de la literatura en la historia, en ese remitirse constantede una a otra obra de forma intertextual tampoco podemos olvidar la ten-dencia crítica contra la intolerancia y la hipocresía presentada irónica-mente por autores como el Arcipreste de Hita autor del Libro de BuenAmor12 (1343), el Fernando de Rojas de la Celestina (1499) y el autor de lavida del destrón Lázaro de Tormes. En esa última obra el autor de La vidade Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (1554) nos dice canó-nicamente13 que no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosabuena, para a partir de ahí escribir una falsa autobiografía plagada de críti-cas contra los diferentes estamentos de la sociedad española de la época ymostrando la imposibilidad, entonces, de prosperar en la misma sin unorigen estamental claro o sin la limpieza de sangre del cristiano viejo, con-tradiciendo así el modelo humanista de la nobleza por la virtud.

España es un país culturalmente católico en el que su historia ha estadomarcada por la visión católica de la realidad. El imaginario conformado encontra o a favor del catolicismo se ha materializado en el arte y en la litera-tura de muchas formas, pero manteniéndose a lo largo de la historia undiálogo, no exento de conflictos.

La elaboración de obras de pensamiento independiente precisa de mar-cos complejos de libertad donde pueda desarrollarse y articularse la socie-dad civil, de conyunturas políticas de carácter extraordinario y de sistemaseducativos que propicien la libertad de pensamiento. En España a lo largode su historia no se han dado con suficiente consistencia ni el primero, niel tercero de los factores mencionados, y aunque pudieran mencionarseotros, son éstos los elementos fundamentales para la formación de pensa-

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dores y la de elaboración y difusion de pensamiento. La historia de Españaes la historia de la intolerancia doctrinal ya sea ésta religiosa o política, sal-picada por brevísimos períodos de precaria democracia. La historia de laeducación en España está vinculada a la de la política conservadora y alpropio poder de la Iglesia católica, institución que hasta la década de losaños ochenta del siglo veinte monopolizaba sus planes de estudio y suinfraestructura. Tan sólo el modelo de la Institución Libre de Enseñanza,ya en el siglo XX, puede ser caracterizado como modelo educativo de cali-dad proclive a la elaboración de pensamiento independiente del estado yde la Iglesia católica. Es decir un modelo capaz de hacer pensar a sus parti-cipantes. En esas circunstancias no nos debe de extrañar el gran nivel de lateología española de los siglos XVI y XVII, el alto nivel de sus filólogoshumanistas14 al servicio de la propagación del catolicismo en América, desus pintores y sobre todo de sus literatos, pero no de sus filósofos. Recor-demos que mientras en la Francia del siglo XVII René Descartes escribía suDiscours de la méthode (1637) iniciando el racionalismo filosófico enEspaña se mantenía el modelo analógico de pensamiento para no cuestio-nar en ningún momento lo que se consideraba como obra de Dios, elabo-rando ingeniosas agudezas. En esa misma época España era el baluarte de lareacción y de la unicidad de pensamiento frente al surgimiento de unaforma de pensar independiente de la teología católica.

Sólo en ámbitos de libertad puede desarrollarse el pensamiento deforma sistemática y en España, recordemos, el periodo más largo de liber-tad ha sido el que se inauguró con la aprobación de la Constitución de1978.

Los siglos XVIII y XIX, salvo las excepciones de Jovellanos (1744-1811), el Padre Feijoo (1726-1760), José María Blanco White (1775-1841), Mariano José de Larra (1809-1837) y pocos más, pueden, en lo querespecta a la filosofía, pasarse de “puntillas” a causa de la debilidad del pen-samiento ilustrado moderno en España15. En cambio la literatura del sigloXIX será de una gran riqueza con autores como Gustavo Adolfo Bécquer(1836-1870), José de Espronceda (1808-1842), Benito Pérez Galdós(1843-1920), Leopoldo Alas Clarín (1852-1901), Emilia Pardo-Bazán(1851-1921) etc... escritores que literaturizarán, entre otras, las ideas delliberalismo político y de la rebeldía radicalizada frente a la Restauraciónborbónica.

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Dialogismo literario

Durante el siglo XX y a causa de la excepcionalidad vivida antes, en y des-pués de la Guerra civil surgieron algunos filósofos que tuvieron algunaresonancia en la vida de los españoles pertenecientes a la clase media lec-tora a través de sus obras literarias no filosóficas, en el caso de Miguel deUnamuno (1864-1936), y en el caso de Ortega (1883-1955), a través desus conferencias. Muchos de ellos fueron silenciados por el régimen fran-quista como María Zambrano (1904-1991), otros trataron aspectos meta-físicos ajenos a la circunstancia del país como Xavier Zubiri (1898-1983),Paulino Garagorri (1916), Manuel García Morente (1886-1942) o JuliánMarías (1914). Algunos, en su defensa de modelos alternativos al pensa-miento católico o al dietario franquista, cayeron en continuismos acríticosdel pensamiento marxista incrementando su dosis de dogmatismo y cons-tituyendo una corriente marxiana muy mediocre en un país donde el pen-samiento siempre era de urgencia. Además el marxismo español supusouna cortapisa más para la propia elaboración de pensamiento al subordi-narse muchas veces a las disciplinas de los partidos. En esa perspectiva sepuede decir que, salvo Gustavo Bueno16 (1924), que es la excepción a laregla de lo que Manuel Vázquez Montalbán (1939) caracterizó de ”mar-xismo de veinte duros”17 y que podría ampliarse a todos los “ismos” quehan asolado el pensamiento en los últimos años, el pensamiento filosóficoespañol se ha caracterizado por su debilidad y su falta de originalidad. Elpanorama no mejoró durante los años ochenta y sólo ahora, tras veintitrésaños de democracia y un sistema educativo laico (aunque el sector religiosoeducativo, concertado o no, es aún excesivamente amplio), se puede empe-zar a hablar de la aparición de una filosofía española, por su ámbito geo-gráfico, con nombres y apellidos (y soy consciente de que no especifico nitendencias ni escuelas) como José Luis L. Aranguren (1926-1996), Gus-tavo Bueno, Eugenio Trías (1942), Fernando Savater (1947), Adela Cor-tina (1933), Eduardo Subirats (1947), Paco Fernández Buey, GabrielAlbiac, etc… que va a tratar temas de ética y política. Temas que habíansido durante la segunda mitad del siglo XX tratados, fundamentalmente,por sociólogos como Manuel Castells (1942), ecólogos como Mario Gavi-ria (1938), periodistas como Ignacio Ramonet, Juan Luis Cebrián, Joa-quín Estefanía, políticos, artistas, poetas y novelistas.

En la transición a la democracia España sufrió, en la década iniciada en1975 el proceso de pasar de la premodernidad a la posmodernidad sin el

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estadio ilustrado de la Modernidad, es decir sin la consolidadción de laépoca de la muerte de Dios, de la defenestración de la inmutabilidad delorden establecido frente a la realidad cambiante de la Historia, de la des-trucción de los valores tradicionales basados en el orden religioso dandopaso al relativismo moral. Ese proceso que se abre en Inglaterra con lalucha de Oliver Cromwell (1649-1658) y con el filósofo John Locke(1632-1704) tendrá poca significación en la sociedad española del sigloXVIII o en la del ”Viva las cadenas” del siglo XIX.

En España, en las cuestiones relacionadas con la propagación de debatesde carácter ético, hemos heredado modelos de la Edad Media tamizadospor sucesivas actualizaciones siendo fundamentalmente los autores litera-rios los encargados de su divulgación por las razones anteriormente apun-tadas de ausencia de libertad y de ausencia o debilidad de un aparato edu-cativo nacional de carácter laico. En ese sentido la obra literaria españolasumará a la dialogía que caracteriza toda obra narrativa y poética, la ins-taurada por la doble lectura, la ironía, la metáfora y la analogía ocultadorade un discurso crítico que resultaría peligroso si se estructurara de formaabierta. Por otra parte será también a través de la literatura como se trans-mitan tanto la ideología política como la religiosa dominantes durante unperíodo histórico. Dicho ésto quiero dejar claro que no pienso que el arteo la literatura en su totalidad sean meros soportes de debates ideológicos,aunque sí defiendo que en toda obra humana y por ende artística nosencontramos con elementos ideológicos expresados de forma consciente oinconsciente. Como planteaba Bajtín: El hablante en la novela siempre es,en una u otra medida, un ideólogo, y sus palabras siempre son ideologemas. Unlenguaje especial en la novela es siempre un punto de vista especial acerca delmundo, un punto de vista que pretende una significación social18. Tambiénquiero dejar claro que el arte no es sólo un sistema comunicativo complejoy mediato en terminos lotmianos19 sino que también es un modelo deconocimiento reconocido desde las filosofías platónica y aristotélica. No esmi intención volver a incurrir en los errores de la célebre discusión entreBousoño y Barral al respecto20.

Cuando nos preguntamos acerca de la presencia de la ética en la litera-tura española contemporánea nos vemos obligados a referirnos a una poé-tica que se ha constituido en los últimos años como la tradición literaria.Tradición que podrá evidentemente situarse desde una óptica continuistao bien rupturista. Nos referimos a los autores de la llamada “Generacióndel cincuenta” o del medio siglo. Serán autores que se formarán en la dic-tadura de Franco siendo opositores contra el régimen instaurado por el

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dictador. En la España en que estos autores, todos de clase media y conestudios académicos salvo Juan Marsé, se van a educar resultaba casi impo-sible la lectura de las obras literarias de la llamada “Generación perdida”norteamericana o del neorrealismo italiano, que materializaban en aque-llos años la renovación en la literatura. Los autores del cincuenta se forma-rán fundamentalmente leyendo a los clásicos españoles21 prestigiados porla Generación del 27 y a los de una redescubierta Generación del 98 fun-damentalmente protagonizada por Antonio Machado (1875-1939),Ramón del Valle-Inclán (1866-1936) y Pío Baroja (1872-1956). En con-creto tendrán como maestro al Machado defensor del diálogo consigomismo y con el otro, del diálogo elaborador, socráticamente, de pensa-miento.

A distinguir me paro las voces de los ecos,y escucho solamente, entre las voces, una. …Converso con el hombre que siempre va conmigo-quien habla solo espera hablar con Dios un día-;mi soliloquio es plática con este buen amigoque me enseñó el secreto de la filantropía

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito22…

La relación de los autores del cincuenta ya fueran éstos miembros delgrupo de los llamados “neorrealistas”, ya del de los “sociales” con la reali-dad será siempre crítica. Crítica con la inmoralidad de un régimen dehecho, pero no de derecho, con la inmoralidad de la existencia de una grandesigualdad social y con la corrupción e hipocresía moral existentes a todoslos niveles de la sociedad. Obras como El Jarama (1955) de Rafael SánchezFerlosio (1927), Nuevas amistades (1959) o Tormenta de verano (1961) deGarcía Hortelano (1928-1992), Contactos furtivos23 (1956) de AntonioRabinad (1927), Entre visillos (1957) de Carmen Martín-Gaite (1925-2000), etc… situaron su denuncia en un plano moral continuador delestablecido por el Juan de Mairena (1936) de Antonio Machado en el quese renunciaba a verdades objetivas y totales24, para entrar en el juego de lasrelaciones sociales, los puntos de vista, las tomas de posición y la inclusióndel otro en el debate moral.

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La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.Agamenón. -Conforme.El porquero. -No me convence.255

Entre todos los autores de la nómina de los narradores del medio siglo y susobras literarias ya sean de aquella época, ya de épocas posteriores revisio-nistas del modelo literario mencionado26, nos encontramos con una figuraliteraria, un poeta, que se convertirá en elemento fundamental de lamodernización de la lírica española contemporánea27 y de la literatura engeneral, así como del reingreso de la ética dialógica en la literatura. Nosreferimos a Jaime Gil de Biedma.

La poesía de Jaime Gil de Biedma: Un modelo dialógico y moral

Jaime Gil de Biedma (1929-1990) pertenece al grupo de poetas conocidopor el término acuñado por Carme Riera como Escuela de Barcelona28 esdecir: Jaime Ferrán, Carlos Barral, Lorenzo Gomis, Alfonso Costafreda,José Agustín Goytisolo, Enrique Badosa, Jorge Folch y el mecionado Gilde Biedma. Característica del grupo será el uso de la poesía como reflexióny como reelaboración de una nueva moral ajena a la tradicional existenteen la época, fundamentalmente en las obras de Barral, Biedma y Goyti-solo. Un buen ejemplo de civilidad, de relación constante con el otro seráun poema de José Agustín Goytisolo (1928-1999) muy popular en Españagracias a su versión cantada realizada por el cantautor Paco Ibáñez29: Pala-bras para Julia. Estos versos en los que la voz poemática se estiliza en formade consejos paternales a su hija son un verdadero compendio de ética cívicadialogante pensando siempre en el otro:

Un hombre solo una mujer así tomados de uno en uno son como polvo no son nada.(…) Tu destino está en los demás tu futuro es tu propia vida tu dignidad es la de todos.

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Otros esperan que resistas que les ayude tu alegría tu canción entre sus canciones.30

Gil de Biedma es la expresión máxima de esa nueva forma de hacer litera-tura basada en el diálogo de voces, de ideas y elaborada por medio delcollage intertextual. Su obra se caracteriza por la filtración de la experien-cia del poeta a través de modelos literarios anteriores a los que se le confiereotro sentido y que supone un diálogo de voces entre los diferentes discur-sos utilizados, tal y como definiera Bajtin.

La forma más característica y clara de tal iluminación internamentedialogizada de los lenguajes, es la estilización (...) En ella están presentes,obligatoriamente, las dos conciencias lingüísticas individualizadas: laque representa (la conciencia lingüística del estilista) y la representada, laque se está estilizando.31

Biedma se planteará que el poeta moderno se ve sumido en la relatividadde los valores, es decir, elaborar un discurso estético/ético válido en tiem-pos en los que ya no existen visiones cerradas, totalizadoras del universo.Gil de Biedma nos lo dirá, haciéndonos recordar de nuevo al Juan de Mai-rena machadiano32, con estas palabras:

Pensaba yo que la fundamental experiencia del vivir está en la ambiva-lencia de la identidad, en esa doble conciencia que hace que me reco-nozca -simultánea o alternativamente- uno, unigénito, hijo de dios(poeta), y uno entre otros tantos, un hijo de vecino. El juego de esas con-trapuestas dimensiones de la identidad, que sólo en momentos excepcio-nales logran reposar una en otra, que incesantemente se espían y se tien-den mutuas trampas, cuando no se hallan en guerra abierta, configuradecisivamente nuestra relación con nosotros mismos y nuestras relacionescon los demás.33

Durante largo tiempo el carácter autoritario e intolerante de la cultura dela posguerra española se manifestó en forma de elaboración de discursos,ya fueran éstos románticos, realistas, sociales en lo literario o marxistas,estructuralistas etc… en cuanto al pensamiento, en los que nunca seponían en cuestión a ellos mismos o a la validez objetiva de su experiencia.En ese sentido la literatura de los años cuarenta y también de algunos auto-

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res de la década siguiente será un buen ejemplo de cómo autores de corteprogresista elaborarán discursos literarios, morales y políticos de caráctertotalizador ajenos al uso de la ironía distanciadora34, ajenos al sentirse hijosde vecino y cercanos a la imagen de hijos de dios, de intelectuales poseedoresde la Verdad. Será en la segunda promoción del cincuenta donde seempiece a superar esa posición retomando a un Luis Cernuda (1902-1963) poco habituado al uso de la ironía, pero en cuya poesía aparece unaplurifonía de voces internas que facilitará esa relación entre el hijo de dios yel de vecino que conforma la propia experiencia vital materializada a travésdel juego de hacer versos biedmiano, es decir:

Aprender a pensarEn renglones contados-y no en los sentimientoscon que nos exaltamos-,…Luego está el instrumentoEn su punto afinado:La mejor poesíaEs el Verbo hecho tango35

La posición de Biedma no sólo se limitará al campo de la poesía; su obra,su actitud dialogística e irónica propiciarán la elaboración de discursos éti-cos basados en la reflexión, en el diálogo con el otro, siendo éstos aprove-chados por muchos novelistas que realizarán homenajes a esa actitud ética-civil del que no se sabe portador de verdades absolutas, ni discursos totali-zadores de largo alcance, sino más bien verdades relativas y discursos par-ciales. Discursos cívicos siempre en relación con el otro apoyados en él ysin presentar sistemas únicos.

Dos casos a resaltar son Manuel Vázquez Montalbán y Jesús Ferrero. DeManuel Vázquez Montalbán selecciono sólo dos ejemplos de su obranarrativa de una larga lista36:

-Suelo inspirarme por la memoria. Mi cultura es mi memoria.- Coño. Habla usted como un poeta de la generación del cincuenta. Cojaaquel libro de allí, el de color gris. Son los poemas completos de Jaime Gilde Biedma. Quémelo y no se preocupe, tengo otro ejemplar. ¿Ha leídousted a Jaime Gil de Biedma?-Eso sólo lo confesaré en presencia de mi abogado.

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Quemó el libro de Jaime Gil de Biedma en la chimenea ante la miradaatenta de Sánchez Bolín. Los labios del escritor susurraron:-Nada hay tan triste como una habitación para dos, cuando ya nonos queremos demasiado... Son dos versos de desamor de uno de losmejores poemas amorosos contemporáneos. 37

¿Y ese fuego?Señaló la intrusa la chimenea. Y, sin esperar respuesta, recitó:

De mi pequeño reino afortunadome quedó esta costumbre de calory una propensión al mito.38

Y otro ejemplo extraído de su obra poética.

plenamente europeos no hay bromasmarxistas ni contactos furtivos

en cambiocon lógica interna Jaime Gil de Biedmasonríe y hace honores a alguienque nunca vendrá a Bocaccio Boite...39

Ferrero parafrasea en su novela Amador o la narración de un hombre afortu-nado (1996) dos versos de Biedma. Amador, el protagonista nacido en lacárcel donde penaba una condena penitenciaria su madre, al reflexionarsobre su segunda infancia, en la frontera de la adolescencia, pasada en uncementerio de coches de Pueblo Nuevo, nos dice:

De sobra sé cómo pintan en la Biblia el paraíso. El autor bíblico habla deríos, de jardines, de oro, de bedelio y de ónice, pero jamás nombra nin-gún cementerio de automóviles que estuviese limitado por el ferrocarrildel litoral y el mar, al este por un erial poblado de hogueras en las quearden los plásticos y los detritus, al oeste por los depósitos de la compañíade gas, y al norte por la última calle de Pueblo Nuevo, en la que se alter-nan las chabolas y las casas. Ahora que lo pienso, creo que fue allí dondegerminó mi costumbre del calor y mi propensión al mito.40

Más adelante hará lo mismo al reflexionar sobre su pasado:

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No niego que en aquel espacio se notaba una cierta sensación de encierro,pero para mí, sabedlo, no dejó de ser un reino afortunado.41

En realidad Amador o la narración de un hombre afortunado redunda en unuso tan tadical de la ironía que ésta transpasa sus fronteras cayendo en elsarcasmo.

Evidentemente la influencia de Biedma en la literatura española con-temporánea no es ajena a la relativización del discurso ético y político, aldesconcierto generado, en una sociedad hasta hace poco tradicional, por laausencia de referentes ideológicos productores de ideas globalizadoras y ala creciente focalización del individualismo posesivo42 egoísta, hedonista yconsumista como único modelo moral. La salida ética a esta situación dedesconcierto se situará en algunos ensayos políticos en forma de negati-vismo crítico, por temor a una traumática reinvención del Gulag, o a travésde alternativas parciales. En poesía y literatura aparecerá una crítica decarácter ético contra esta situación en forma de ironía más o menos desen-cantada, más o menos sarcástica, en forma dialogística y desde la parciali-dad de los personajes.

En resumen diremos que el pensamiento ético en España ha brillado enmanifestaciones artísticas y literarias desde la época del Barroco, cuando seelaboraron en España artefactos artísticos43 cuya funcionalidad ideológicafue la defensa de una unidad de pensamiento imposible, cubriendo susvacíos con la profusión de formas en los que el pesimismo le dio la mano aun cierto anhelo de búsqueda de unos orígenes perdidos que tiene ciertassemejanzas con nuestro tiempo actual. En tiempos de la Modernidad delos grandes sistemas filosóficos no se dieron las condiciones necesarias enEspaña para la elaboración sistemática de pensamiento filosófico y tan sólose manifestó éste a través de obras artísticas literarias tal y como vinierasucediendo en épocas anteriores. A partir de la crisis del 1898 apareceránatisbos de una activación del pensamiento ético en autores que combina-rán la literatura de ficción y la poesía con la ensayística alcanzando popula-ridad por medio de sus obras literarias siendo la única gran excepción, yaen la primera mitad del siglo XX, José Ortega y Gasset. Hoy, en la Españademocrática, el pensamiento ético, que no se ciñe a la simple docencia aca-démica, se expresa, cuando le dejan, en los medios de comunicación y endiversas manifestaciones artísticas y literarias desde la fragmentación, laparcialidad, de forma crítica y casi siempre desde planteamientos en nega-tivo sin pretensiones, por su imposibilidad, sistémicas y enfrentándose a la

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tendencia neoliberal de implantación de la unidad y unicidad de pensa-miento

Notas1 Este cuadro se encuentra en la capilla de la Concepción de la catedral de Segovia. Ríes,

de origen alemán, era un buen conocedor de la pintura flamenca de la época y anteriora su tiempo. El cuadro a todo color puede verse en:http://www.ub.uio.no/uhs/sok/fag/RomSpr/kri/mellomfag/izquierdo/liricasigloro/tareas/3.2.html (consultado el 8.3.2)

2 Nos hemos orientado gracias a los comentarios de Santiago Sebastián en su Sebastián,Santiago (1989:123-4) Contrarreforma y barroco. Madrid: Alianza Forma.

3 Lo que tiene poco que ver con el Cid histórico.4 (1981:308-9) Poema de mio Cid. Madrid: Castalia, vv.3722-3725.5 (1981: 291-2) Ídem, (vv 3377-3381).6 “Los que por Eva fuemos en perdición caídos,/por ella recombramos los solares perdi-

dos;/si por ella non fuesse yazriémos amortidos,/mas el so sancto fructo nos ovo rede-midos.” Cuaderna 621. Berceo, Gonzalo de (1995) Milagros de Nuestra Señora. Madrid:Cátedra.

7 “Madre del tu Golzalvo seï remembrador/que de los tos miraclos fue enterpretador;/túfes por él, Sennora, prexes al Criador,/ca el tu privilegio vale a peccador,/tú li gana la gra-cia de Dios, Nuestro Sennor. (Amen).” Berceo, Gonzalo de (1995:219).

8 Brian Dutton plantea ésto en su estudio introductorio de su edición de Berceo, Gonzalode (1980:34-35) Milagros de Nuestra Señora. London: Tamesis Books limited.

9 Michael Gerli redunda en el tema en su estudio introductorio de su edición de Berceo,Gonzalo de (1995:14).

10 Don Juan Manuel (1997:49) El conde Lucanor. Madrid: Austral.11 “Este mundo es el camino/Para el otro, qu’es morada/Sin pesar;/Mas cumple tener

buen tino/Para andar esta jornada/Sin errar./Partimos cuando nascemos,/Andamosmientra vivimos,/E llegamos/Al tiempo que feneçemos;/Assí que cuandomorimos,/Descansamos” Manrique, Jorge (1976:146) Poesía. Madrid: Cátedra.

12 Un ejemplo sería el que recogemos de la ”Cantiga de los clérigos de Talavera” en sus cua-dernas 1694 y 1698:

“Cartas eran venidas que dizen en esta manera:/Que clérigos nin cassado de todaTalavera,/Que non toviesse mançeba, cassada nin soltera;/Qual quier que lativiese descomulgado era. (…)¿Qué yo dexe a Orabuena, la que cobré antaño?/En dexar yo a ella rresçibiera yogrand dapño;/Di le luego de mano doze varas de paño;/E aun, para la mi coronaanoche fue al baño”. Arcipreste de Hita (1988:463) Libro de Buen Amor.Madrid: Castalia.

13 “Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengana noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser quealguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleite. Ya este propósito dice Plinio que ‘no hay libro, por malo que sea, que no tenga algunacosa buena’”(1987:3-4) Lazarillo de Tormes. Madrid: Cátedra, 1987, pp. 3-4.

14 Antonio de Nebrija (1441-1522) y Juan Valdés (1509-1541)

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15 Izquierdo, José María (Fall/Winter 1997:147-170) “Aspectos ideológicos de la obra deJuan Goytisolo/Ideological Artistic Aspects in the Work of Juan Goytisolo”. Portales,New Mexico: Readerly/Writerly Texts: essays on literature, literary/textual criticism andpedagogy (USA). Vol. 5, Núm. 1, pp. 147-170

16 Proyecto de filosofía en español. Ver: http://www.filosofia.org/ (consultado el 8.3.2)17 “El escepticismo juvenil en España no alimenta una nueva conciencia crítica como en

Italia, nutridora de experiencias como la de la autonomía obrera o de las filas de un terro-rismo doctrinario. Hubo intentos de españolizar el autonomismo obrero italiano y enBarcelona se detectó una reunión de representantes italianos, franceses, portugueses yespañoles en abril de 1979. El grito de los autónomos italianos ‘¿Qué queremos?¡Todo!’apenas si resonó por las calles de España. Aquí, por pasar, se pasaba incluso de la radica-lidad y no teníamos un Toni Negri que ordenara racionalmente el caos que relacionabala realidad y el deseo de la izquierda española más impaciente. No andaba la izquierdasobrada de teóricos ni de líderes. Con veinte duros de marxismo se trataba de ir consoli-dando la democracia, mientras en la otra punta del mundo, con veinte duros de mar-xismo, los comunistas sorbonianos de Pol Pot habían llenado Camboya de fosas comu-nes de supuestos contrarrevolucionarios.” Vázquez Montalbán, Manuel (1985:160)Crónica sentimental de la transición. Barcelona: Planeta. Subrayado nuestro.

18 Bajtin, Mijail (1989:150) Teoría y estética de la novela. Madrid: Taurus19 Lotman, Juri (1988). La estuctura del texto artístico. Madrid: Istmo.20 Barral escribiría “Poesía no es comunicación” (Barcelona, Laye, 1954, nr. 24, pp 84-88.

Y Bousoño formularía su posición en Carlos Bousoño: Teoría de la expresión poética(Madrid, 1976).

21 El Renacimiento español estará marcado por el humanismo de los hermanos Valdés yde un Erasmo de Rotterdam que marcará a parte de una generación literaria cuatrosiglos después inculcándoles una relación no institucional con la Iglesia y una lecturaindividual de la Biblia como encontramos en el intelectual liberal de Cinco horas conMario (1966), lector de cariz cristiano progresista de la Biblia y elemento clave de laestructura irónica de la obra en cuestión.

22 Machado, Antonio (1962:76-77) Poesías completas. Madrid: Espasa-Calpe.23 Rabinad, Antonio (1956) Los contactos furtivos. Barcelona: Seix Barral.24 “La libertad, señores (habla Mairena a sus alumnos), es un problema metafísico. Hay,

además, el liberalismo, una invención de los ingleses, gran pueblo de marinos, boxeado-res e ironistas”. Machado, Antonio (1971:52) Juan de Mairena. Sentencias, donaires,apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo. Madrid: Castalia.

25 Machado, Antonio (1971).26 El mejor ejemplo sería el proceso vivido por Carmen Martín Gaite de Entre visillos

(1957) a El cuarto de atrás (1978), La búsqueda de interlocutor y otras búsquedas (1982) yEl cuento de nunca acabar (1983).

27 La poética de la experiencia.28 Riera Carme (1988) La escuela de Barcelona. Barcelona: Anagrama.29 Paco Ibáñez (1970) Los unos por los otros. Madrid: Polydor. 30 Goytisolo, José Agustín (1999:211-212). Poesía. Madrid: Cátedra.31 Bajtin, Mijail (1989:178) Teoría y estética de la novela. Madrid: Taurus.32 ”La poesía es -decía Mairena- el diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo. Eso

es lo que el poeta pretende eternizar, sacándolo fuera del tiempo, labor difícil y querequiere mucho tiempo, casi todo el tiempo de que el poeta dispone.” Machado, Anto-nio (1971:41).

33 Gil de Biedma, Jaime (1994:341). El pie de la letra. Barcelona: Crítica. Subrayado nues-tro.

34 Se reintroducirá la ironía a partir de Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos.

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35 Gil de Biedma, Jaime (1975). Las personas del verbo. Barcelona: Seix Barral.36 Traté este asunto en (1996:67-85) ”La poética del tiempo de Jaime Gil de Biedma en la

narrativa de Manuel Vázquez Montalbán”, Romansk forum. Oslo: Universitetet i Oslo.http://www.digbib.uio.no/roman/Art/Rf3-96-1/Izquierdo.pdf (consultado 8.3.2).

37 Vázquez Montalbán, Manuel (1987:46) Asesinato en Prado del Rey y otras historias sórdi-das. Barcelona: Planeta. El poema de Biedma es “Vals del aniversario” de Por vivir aquí,en Gil de Biedma, Jaime (1975:45-46). Montalbán o sufre un lapsus o modifica iróni-camente el ”dulce” del poema por un ”triste”. Subrayado nuestro

38 Poema de Jaime Gil de Biedma, ”Infancia y confesiones” de Por vivir aquí en Gil deBiedma, Jaime (1975:47-48). Vázquez Montalbán, Manuel Sabotaje olímpico. Barce-lona: Planeta, 1993, p. 42. Subrayado nuestro

39 Vázquez Montalbán, Manuel (1996:101) Memoria y deseo. Obra poética (1963-1990.Barcelona: Grijalbo. Subrayado nuestro.

40 Ferrero, Jesús (1996:11) Amador o la narración de un hombre afortunado. Barcelona: Pla-neta. Subrayado nuestro.

41 Ferrero, Jesús (1996:8). Subrayado nuestro. El autor cita aquí uno de los tres últimos ver-sos del poema dedicado a Juan Goytisolo Infancia y confesiones: “De mi pequeño reinoafortunado, me quedó esta costumbre de calor/y una imposible propensión al mito.”Gil de Biedma, Jaime (1975:50).

42 Tal y como planteara Macpherson, C. B. (1964) The political theory of possessive indivi-dualism: Hobbes to Locke. Oxford: Oxford University Press.

43 Basados en la hegemonía del sentido de la vista : El Transparente de la catedral de Toledoes un buen ejemplo de cómo desde distintas artes se elabora un objeto artístico siendoéste un antecesor de lo que hoy llamamos multimedia.

Bibliografía(1987:3-4) Lazarillo de Tormes. Madrid: Cátedra.(1981) Poema de mio Cid. Madrid: Castalia.Arcipreste de Hita (1988) Libro de Buen Amor. Madrid: Castalia.Bajtin, Mijail (1989) Teoría y estética de la novela. Madrid: Taurus.Barral, Carlos (1954) ”Poesía no es comunicación”. Barcelona: Laye. Núm. 24, pp. 84-88Berceo, Gonzalo de (1995) Milagros de Nuestra Señora. Madrid: Cátedra.Bonet, Laureano (1988) La revista Laye. Barcelona: Península.Bousoño, Carlos (1976) Teoría de la expresión poética. Madrid: Gredos.Delibes, Miguel (1966) Cinco horas con Mario. Barcelona: Destino.Don Juan Manuel (1997) El conde Lucanor. Madrid: Austral.Dutton, Brian en Berceo, Gonzalo de (1971:3-12) Milagros de Nuestra Señora. London: Tamesis Books limited.Ferrero, Jesús (1996) Amador o la narración de un hombre afortunado. Barcelona: Planeta. Gerli, Michael Gerli en Berceo, Gonzalo de (1995:14) Milagros de Nuestra Señora.

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