Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    1/30

    Jahrbuch fr Geschichte Lateinamerikas 46 Bhlau Verlag Kln/Weimar/Wien 2009

    La incorporacin de los indios desnaturalizadosdel valle Calchaqu y de la regin del Chacoa la jurisdiccin de Crdoba del Tucumn.

    Una mirada desde la visita del oidor AntonioMartines Luxan de Vargas, 16921693

    por Constanza Gonzlez Navarro

    Abstract. This work is framed in the ethnohistorical perspective and attempts to showthe alterations produced in the inter-ethnic relations due to the process of denaturaliza-tion and movements of the peoples from the valle Calchaquand the Chaco region

    towards the jurisdiction of Crdoba city part of the Viceroyalty of Peru in the secondhalf of the 17th century. This investigation takes as the main source the visitaof AntonioMartines Luxan de Vargas (16921693), to which other judicial and capitulary sourceshave been included. The sources show the changes produced in the economy and localsociety due to the incorporation of foreign people into the jurisdiction. One of the mostimportant changes we can see in this process is the alteration of the inter-ethnic relationsprevailing since then, where the autochthonous population manifested submission to thesystem, showing few examples and signs of resistance to the local power. In this sense,the Calchaqu and Chaco population offered a more obvious resistance which, in excep-tional cases as it is the case of the La Toma natives contributed to improve the

    social cohesion.

    La ciudad de Crdoba, perteneciente a la antigua gobernacin delTucumn y virreinato del Per, fue fundada en 1573 a orillas del RoSan Juan, en un territorio ocupado por una poblacin indgena, queposea una economa agrcola complementada por la caza y la recolec-

    Este trabajo se inserta dentro de un proyecto general de investigacin trianual quefinancia el CONICET (PIP n 6519, 2005), dirigido por el Dr. Eduardo Berberin y la

    Dra. Beatriz Bixio.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 231P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 231 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    2/30

    232 Constanza Gonzlez Navarro

    cin y un desarrollo poltico similar a la tribu, aunque con diferentes

    grados de sujecin (caciques principales y secundarios). Las fuentestempranas y la arqueologa en general dan cuenta de una constantemovilidad espacial de la poblacin, de la explotacin de ambientesdiferentes y un sistema de alianzas para la guerra entre los diferentesgrupos. No obstante lo sealado, estos pueblos no lograron articular yorganizar una resistencia armada efectiva y de larga duracin contra elespaol invasor. La poblacin autctona sufri rpidamente el procesode desestructuracin por efecto de la Conquista, del sistema de enco-miendas, del trabajo excesivo, de la saca de indios de la jurisdiccin,de la desnaturalizacin y descomposicin de las unidades tnicas ori-ginales y la extendida prctica del servicio personal.

    La baja demogrfica de los indgenas autctonos que se habavenido dando desde fines del siglo XVI se present especialmenteaguda a partir de 1620, y desde entonces se empez a producir laincorporacin de esclavos de origen africano a la actividad productivalocal a fin de reemplazar la poblacin autctona en descenso. Durantela segunda mitad del siglo XVII, el mapa tnico de la jurisdiccin secomplejiz an ms con el aporte de indgenas provenientes de dife-rentes jurisdicciones como consecuencia de desnaturalizaciones, tras-

    lados de pueblos o bien de la llegada cada vez ms importante deindios forasteros que se movan con el objeto de evadir el pago deltributo o el servicio personal en otras jurisdicciones. Tal como hasealado Lorandi, una vez desnaturalizados los indgenas, se iniciabauna nueva vida. Mientras que algunos indios lograron mantener sucarcter comunitario y su identidad, otros en su mayora se vieronsometidos a cambios sumamente traumticos como traslados, readap-taciones ecolgicas y culturales y la recomposicin de su unidad deinteraccin inmediata.1

    En el presente artculo el objetivo estar puesto especficamente enlos indgenas desnaturalizados provenientes del valle Calchaqu y laregin del Chaco asentados en la jurisdiccin cordobesa, con el objetode observar especficamente cmo se insertaron en el mbito local yde qu manera este proceso modific las relaciones intertnicas pre-existentes. El abordaje se efectuar utilizando fundamentalmente la

    1 Ana Mara Lorandi, Ni tradicin ni modernidad. El mestizaje en contextos sociales

    desestructurados:Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropologa18 (199092), pp.

    108109.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 232P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 232 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    3/30

    233La incorporacin de los indios desnaturalizados

    visita de Antonio Martines Luxan de Vargas a la jurisdiccin (1692

    1693)2

    y algunas otras fuentes complementarias como las judiciales,autos de los gobernadores, actas capitulares, etc.

    LOSINDIOSDESNATURALIZADOS

    Segn determin oportunamente Anbal Montes,3las primeras desna-turalizaciones del valle Calchaqu, en las que Crdoba se vio benefi-ciada, se produjeron en la primera mitad del siglo XVII luego del granalzamiento. El valle Calchaqu constituye un segmento geogrfico,comprendido entre Pompona al norte y Colalao al sur, que desde ladcada de 1630 se convirti en el centro de la resistencia indgena dela gobernacin del Tucumn, atravesando diferentes periodos demayor o menor conflictividad hasta los inicios de la dcada de 1670,

    2 Se puede decir que los trabajos de Gastn Doucet fueron el inicio y disparador deotras investigaciones sobre del Tucumn. Gastn Doucet, Los autos del Visitador DonAntonio Martnez Lujn de Vargas:Revista de Historia del Derecho8 (1980), pp. 123154; idem, Introduccin al estudio de la visita del Oidor Don Antonio Martnez Lujn

    de Vargas a las encomiendas del Tucumn:Boletn del Instituto de Historia Argentinay Americana Dr. E. Ravignani26 (1980), pp. 205246. Estudios ms especficos yrecientes son Beatriz Bixio, La visita del Oidor Luxan de Vargas a la jurisdiccin deCrdoba del Tucumn, 16921693: prctica de la justicia y disputa de valores: Revistaespaola de etnologa americana37, 2 (2007), pp. 6179; eadem, Procesos de confi-guracin identitaria: la mirada de la elite encomendera sobre los indgenas del Chacoasentados en estancias cordobesas a fines del siglo XVII: Primeras Jornadas Naciona-les de Historia Social(La Falda/Crdoba del Tucumn 2007), soporte digital; RoxanaBoixads/Carlos Eduardo Zanolli,La visita de Lujn de Vargas a las encomiendas de La

    Rioja y Jujuy, 16931694(Buenos Aires 2003); Judith Farberman, Indgenas, enco-menderos y mercaderes: los pueblos de indios santiagueos durante la visita de Lujan de

    Vargas 1693:Anuario IEHS4 (1991), pp. 4357; eadem, Feudatarios y tributarios afines del siglo XVII. Tierra, tributo y servicio personal en la Visita de Lujn de Vargas aSantiago del Estero 1693: eadem/Raquel Gil Montero, Pueblos de indios del Tucumncolonial: pervivencia y desestructuracin(Buenos Aires 2002), pp. 148157; eadem/Roxana Boixads, Sociedades indgenas y encomienda en el Tucumn colonial. Unanlisis comparado de la visita de Lujn de Vargas:Revista de Indias66, 238 (2006),pp. 601628; Estela Noli, Los pueblos de indios, indios sin pueblos: Los calchaquesen la visita de Lujn de Vargas de 1693 a San Miguel de Tucumn: Anales Nueva

    poca6 (Goteborg 2003), pp. 329364.3 Anbal Montes,El gran alzamiento diaguitacalchaqu. Aos 16301640(Cr-

    doba del Tucumn 1952). Tambin publicado enRevista Antropolgica de la Universi-

    dad Nacional del Litoral1 (1961), pp. 81159.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 233P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 233 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    4/30

    234 Constanza Gonzlez Navarro

    en que pudo ser sojuzgado. En dicho territorio convivan diversos

    pueblos y parcialidades que, aunque no estaban plenamente integra-dos al sistema tributario incaico, se vieron con frecuencia influidospor la cultura incaica. Los pueblos del valle Calchaqu posean undesarrollo aldeano importante, practicaban la agricultura de regado, ymientras que algunos de ellos entablaron alianzas con el espaol(pulares), otros ofrecieron una acrrima resistencia hasta fines de lasguerras calchaques (vgr. quilmes).4

    Por su parte, los pueblos del Chaco constituan bandas de cazado-resrecolectores que slo de forma excepcional practicaron la agricul-tura. Se trataba de pueblos con una importante movilidad espacial queno pudieron ser sometidos sino hasta el periodo independiente. Elcontacto con el espaol fue ms espordico y se caracteriz por laincursin de pequeos grupos que azolaban las estancias, reduccionesy ciudades fronterizas. Uno de los primeros y ms cruentos ataquesfue el efectuado sobre la reduccin de los indios ocloyas en 1647, quedej un saldo de 72 muertos con la prdida de cautivos, caballada yganado.5 Pero no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XVII,durante el gobierno de Villacorta, en que se iniciaron las primerascampaas espaolas oficiales y organizadas al Chaco con la intencin

    de retrotraer lo ms posible la frontera caliente y procurar un nuevoaporte de mano de obra para las economas de las ciudades del Tucu-mn con una decreciente poblacin indgena tributaria.

    Crdoba, como jurisdiccin mediterrnea, tuvo una participacinsecundaria tanto en las guerras calchaques como en las posteriorescampaas al Chaco. Fue a partir de mediados del siglo XVII cuandolos vecinos cordobeses empezaron a participar decididamente conhombres armados o con dinero en las guerras calchaques y durante elgobierno de ngelo de Peredo en las campaas del Chaco.6Las razo-

    4 Ana Mara Lorandi/Roxana Boixads, Etnohistoria de los valles calchaques enlos siglos XVI y XVII:Runa1718 (19871988), pp. 263419.

    5 Gabriel Tommasini,La civilizacin cristiana del Chaco, segunda parte,15541810 (Buenos Aires 1937), p. 9.

    6 Ver para este tema Pedro Lozano,Historia de la conquista del Paraguay, Ro dela Plata y Tucumn(Buenos Aires 18741875); Tommasini,La civilizacin cristiana

    (nota 5).

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 234P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 234 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    5/30

    235La incorporacin de los indios desnaturalizados

    nes de este cambio de actitud de los vecinos de Crdoba no estn an

    del todo estudiadas y mereceran nuestra atencin futura.7

    En 1646 el cabildo de Crdoba anunciaba la pronta recepcin devarias familias de malfines y abaucanes.8En el acta del 3 de enero de1647 se transcriben dos misivas del gobernador don Gutierre deAcosta y Padilla, donde ste informaba sobre el traslado de indiosmalfines y abaucanes desde el fuerte del Pantano a la jurisdiccin deCrdoba, donde se les deban asignar tierras.9El cabildo de Crdobaacordaba acomodarlos en los parajes de Cabinda y Nabosacate,10dis-tantes entre s quince leguas. Segn Anbal Montes, para 1650 variosindios malfines, encomendados en Pedro de Villafae, se encontrabansituados a media legua de la ciudad.11No obstante, ignoramos si estosindios eran una escisin de aqul grupo inicial, o bien si se trataba delmismo grupo de malfines cuyo lugar de reduccin inicial haba sidoalterado.

    7 Para Garavaglia la participacin de los vecinos de Crdoba en las campaas delChaco se vio impulsada por la necesidad de obtener indios como fuerza de trabajo parala produccin local. Gastn Doucet ha puesto en cuestin esta afirmacin sugiriendo

    una mayor profundizacin del asunto. Nosotros estimamos la posicin de Garavagliacomo vlida, pero creemos que es importante indagar en otros factores que sealan lasfuentes, como por ejemplo la amenaza e interrupcin de las comunicaciones y delcomercio. Esto ltimo, entendemos que eran problemas de significativa magnitud paralos vecinos de Crdoba, muchos de los cuales posean intereses econmicos interregio-nales y podran haber justificado su participacin en las guerras. Ver Juan Carlos Gara-vaglia, La guerra en el Tucumn colonial: sociedad y economa en un rea de frontera,16601760:HISLA. Revista Latinoamericana de Historia econmica y socialIV (Lima1984), pp. 2134, aqu: p. 29; Gastn Doucet, Sobre los cautivos de guerra y esclavosindios en el Tucumn. Notas en torno a un fichero documental salteo del siglo XVIII:

    Revista de Historia del Derecho16 (1988), pp. 98100. 8

    Carlos Luque Columbres,Actas capitulares, Archivo Municipal, tomo IX, (Cr-doba del Tucumn 1952), Acta de 22/XII/1646, p. 363; ver tambin Acta de 3/I/1647,p. 396.

    9 Ibidem, p. 394.10 Nabosacate, segn las actas, se encontraba situado a su vez a diez leguas de la

    ciudad.11 Montes sostiene que estos indios malfines corresponden al pueblo de La Toma,

    pero no presenta elementos suficientes para sostener tal afirmacin. Montes, El granalzamiento(nota 3), p. 155. La visita de Luxan de Vargas seala que los indios de LaToma eran quilmes trados luego de las desnaturalizaciones de Mercado y Villacorta en1667. Una hiptesis que habra que contrastar sera que en La Toma fueron asentados

    consecutivamente malfines y quilmes en dos momentos diferentes.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 235P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 235 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    6/30

    236 Constanza Gonzlez Navarro

    Durante el segundo gobierno de Alonso de Mercado y Villacorta

    (16641670), Crdoba tuvo una mayor participacin en las campaaspara doblegar el valle Calchaqu. En una misiva del ao 1666, el gober-

    nador Villacorta afirmaba que a Crdoba tocaron distribuidos entre

    los capitanes y oficiales de guerra de la conquista y el cabildo y reli-

    giones hasta 70 indios y familias del resto de dicha parcialidad de los

    quilmes.12Esta cifra vara relativamente con la que figura en el auto

    del mismo gobernador de fecha 24 de junio de 166713donde se realiza

    una descripcin ms ajustada de los indios y familias de nacin quilme:

    DISTRIBUCINDEFAMILIASQUILMES

    Beneficiarios de indios quilmes Nmero de familias

    otorgadas

    * A la iglesia parroquial y a los seis conventos (4 de

    religiosos y 2 de religiosas)

    1 familia a cada

    uno = 7 familias

    * Para el servicio y conservacin de la acequia de la ciudad 18 familias

    * Al maestre de campo Gernimo de Funes y Luduea 8 familias* A los cuatro capitanes de tercio, don Francisco de Texeda

    y Gusman, don Pedro de Carransa y Cabrera, Sebastian

    de Argello y don Antonio Selis de Burgos

    5 familias a cada

    uno = 20 familias

    * A los dos ayudantes de tercio, Pedro de Quiroga y Pedro

    de Susnauas

    1 familia a cada

    uno = 2 familias

    12 Citado por Miguel ngel Palermo/Roxana Boixads, Transformaciones en unacomunidad desnaturalizada: Los Quilmes, del valle Calchaqu a Buenos Aires:Anuario

    IEHS6 (1991), pp. 1341, aqu: p. 21.13 Archivo Histrico de la Provincia de Crdoba (en adelante AHPC), Esc. 1, leg.136, Exp. 1, fs. 3v4v. Este documento fue citado en primera instancia por Palermo/Boixads, Transformaciones (nota 12), p. 21. En la carta del gobernador D. Alonso deMercado y Villacorta de fecha 20 de diciembre de 1669 se dan cifras similares a lasanteriores, citando algunas de las personas benemritas de Crdoba que participaron enla pacificacin y conquista de Calchaqu con las armas de las ciudades de Tucumn, lastres campaas de 59, de 65 y de 66, en que se consigui la faccin y de los de la guerrapendiente y frontera del Chaco. Carta del Gobernador D. Alonso de Mercado sobre losbenemritos en la guerra de Calchaqu con su nmina: Antonio Larrouy, Documentosdel Archivo de Indias para la Historia del Tucumn, tomo I: 15911700(Buenos Aires

    1923), pp. 276297.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 236P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 236 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    7/30

    237La incorporacin de los indios desnaturalizados

    * A cuatro alfrez Pedro de Funes, Juan de Aguirre, Pedro

    Selis de Quiroga y Diego Ferreyra de Aguiar

    1 familia a cada

    uno = 4 familias

    * A Gaspar de Bilches y Montoia por composicin de100 mulas que aport para la campaa. Queda pendiente

    resolucin de la Real Audiencia de Buenos Aires.

    3 familias

    * A don Juan de Texeda Garay por 400 pesos de composi-

    cin

    2 familias

    Totales 64 familias =

    256 indios aprox.

    Segn Villacorta el reparto de indios deba hacerse[...] proporsionando con igualdad de reserua dos hijos y chusma lo que a cada unade dichas partidas respetiuamente pertenesiere y atendiendo sobre todo a la coue-niensia de dichos indios y familias y a que no vaian diuididos los deudos y parientesunos de otros sino agregados en un cuerpo las familias de hermanos y padres y consercana uesindad.

    Si tenemos en cuenta el auto del gobernador, sobre un total de cinco fami-

    lias al beneficiario, podan corresponderle 20 indios en total, tal como

    ocurre con don Antonio Selis de Burgos, a quien se le asignaron cinco

    familias que incluan: cinco indios varones casados entre 25 y 50 aos,dos hijos varones y ocho hijas mujeres. En total sumaban 20 indios. Sobre

    esta base podemos decir que de las 64 familias quilmes asignadas para

    Crdoba haba una cifra aproximada de 256 indios en total.

    Si bien la visita efectuada por ngelo de Peredo en 167314podraser de utilidad para confirmar estos nmeros, nos encontramos conque esta fuente presenta un sub-registro de los indgenas de la juris-diccin cordobesa. Las campaas al Chaco tambin trajeron comoconsecuencia la incorporacin de poblacin fornea a la regin cordo-

    besa. El gobernador ngelo de Peredo (16701674) emprendi suce-sivas ofensivas a dicha regin con el objeto de detener los ataques alnorte de la jurisdiccin particularmente Jujuy, Salta y Esteco. Elsaldo de esta campaa para Crdoba fue de 57 indios de tasa, dosreservados (en total 224 personas que incluyen hombres, mujeres ynios) y once piezas.15

    14 Archivo General de Indias (en adelante AGI), Contadura 1876: Cartas y testimo-nios de autos de los oficiales reales y del gobernador de Tucumn (1676).

    15 AHPC, Esc. 1, leg. 139, Exp. 2, Ao 1673. Los datos corresponden al juicio de

    residencia de ngelo de Peredo, por lo que estimamos que los nmeros son fiables.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 237P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 237 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    8/30

    238 Constanza Gonzlez Navarro

    Segn la visita de Luxan de Vargas, para 1693 el nmero total de

    encomiendas cordobesas que tenan algn componente indgena deprocedencia calchaqu y chaquea era 14 incluyendo los indiosadministrados por el cabildo de las cuales, tres eran de origen cha-queo y once de origen calchaqu. En total reunan el nmero de 72indios de tasa, sin contar huidos y ausentes, y una totalidad de 314indgenas entre hombres, mujeres y nios.16

    Cabe sealar que estas cifras son muy relativas, ya que varias de lasencomiendas sealadas se encontraban tambin integradas por indiosoriginarios, de manera que en el padrn no siempre es posible diferen-ciarlos con claridad.17Al momento de la visita del oidor Antonio Mar-tines Luxan de Vargas, los indios desnaturalizados del valle Calchaquy del Chaco (a excepcin de los indios quilmes administrados por elcabildo) se encontraban reducidos en establecimientos espaoles,rasgo que era compartido por la mayora de las encomiendas de lajurisdiccin cordobesa.

    Slo una pequea minora de indgenas haban conservado ciertaautonoma de sus pueblos respecto de las tierras de los encomenderos:en el noroeste cordobs, Ungamira, Cabinda, Quilino y Soto; en Tras-lasierra, Salsacate y Nono. Ellos contrastaban porque se trataba de

    grupos de indios originarios18que haban guardado el acceso a la tierray, en la mayora de los casos, la autoridad cacical.19

    Sobre la definicin de pieza el Diccionario de Autoridades la define como pedazo porcion de que se compone una cosa mayor.Diccionario de Autoridades(nota 14),p. 268. Adems por el contexto en que se encuentra utilizado el trmino, se trata deindios sueltos, apresados en guerra, pero desvinculados de sus familias a diferencia deotros indios otorgados en encomiendas.

    16 AGI, Escribana 864 B.17 Sobre los problemas de adscripcin tnica puede verse Lorandi/Boixads, Etno-

    historia (nota 4), pp. 263273.18 Cuando nos referimos a indios originarios, no queremos significar que los indge-nas no fueron afectados por ningn desmembramiento, movimiento o recomposicintnica. Queremos decir que se trata de grupos autctonos de la jurisdiccin cordobesa yque no sufrieron luego de su reduccin la incorporacin de grandes grupos de poblacinfornea. De los pueblos originarios slo Salsacate parece haber recibido alguna agrega-cin de desnaturalizados que ms tarde perdieron su filiacin tnica asimilndose a lospreexistentes.

    19 Para un desarrollo ms detallado ver Constanza Gonzlez Navarro, Los pueblosde indios de la jurisdiccin cordobesa a la luz de la visita de Antonio Martines Luxan deVargas, 16921693: Primeras Jornadas de Historia Social (La Falda/Crdoba del

    Tucumn 2007), soporte electrnico.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 238P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 238 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    9/30

    239La incorporacin de los indios desnaturalizados

    Por su parte, las 29 encomiendas restantes, reducidas en estableci-

    mientos espaoles, haban sido sometidas a fuertes procesos de deses-tructuracin y tambin mestizaje. Sus autoridades tnicas en el casode poseerlas gozaban de escaso prestigio y su acceso a la tierra erarestringido o nulo. Dentro de este segundo grupo encontramos tam-bin diferencias entre los indgenas de largo arraigo en la jurisdiccin sometidos a servicio personal y considerados ahora indios domsti-cos y aquellos indios desnaturalizados en la segunda mitad del sigloXVII cuya relacin con su encomendero era inestable y escasamenteconsolidada y cuya situacin social era muy similar al de los yanaco-nas.

    Finalmente, el grupo que no puede ser incluido dentro de ningunode los dos anteriores es el de los indios calchaques de La Toma, acargo del cabildo de la ciudad, rgano para el que cumpla funcionesdiversas como el mantenimiento de la acequia de la ciudad, limpiezade calles, cercamiento de la plaza para las corridas de toros, activida-des diversas durante las fiestas de Corpus Cristi y Semana Santa, etc.Los indios de La Toma tenan un administrador que asignaba lastareas, pero no hay denuncias por abusos ni maltrato fsico a losindios. Si bien estos ltimos denunciaron ante el visitador no tener

    tierras asignadas para sembrar y no gozar de un pago fijo por su tra-bajo, su situacin era considerablemente mejor que la de otros indios.Posean cacique y tenan adems un mayor acceso a la doctrina por sucercana a los conventos de la ciudad.

    La llegada del visitador Luxan de Vargas (1692) gener una altera-cin del orden vigente en tanto se produjeron denuncias masivas delos indgenas en contra de sus encomenderos y administradores, algoque era excepcional en la regin. Sin duda, los 80 aos que mediabanentre esta visita y la del oidor Francisco de Alfaro efectuada en 1611

    y que haba dado por resultado un cuerpo de ordenanzas especficas no haban producido un mejoramiento sustancial de la situacin delas poblaciones indgenas. El servicio personal segua vigente, laevangelizacin de los indgenas no haba tenido grandes progresos,muy pocos indios estaban reducidos a pueblo y aquellos que habansido establecidos en estancias espaolas no contaban con tierras decomunidad demarcadas para sus sementeras. Aquel ideal de crear larepblica de espaoles y la repblica de indios, donde estos ltimosvivieran en buena puliia no haba logrado concretarse definitiva-

    mente.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 239P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 239 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    10/30

    240 Constanza Gonzlez Navarro

    SITUACINYDEFINICINDELOSINDGENASDESNATURALIZADOS

    ElDiccionario de Autoridadesdefine desnaturalizar como privar alguno del drecho de naturalza y patria, extraarle de ella.20Natu-raleza es a su vez

    la essencia y proprio ser de cada cosa [...]; se toma tambien por el instinto propen-sion inclinacin de las cosas, con que pretenden su conservacin y aumento; otambin se define como la virtud, calidad y propiedad de las cosas.21

    Desnaturalizar a los indgenas implicaba, por lo tanto, no slo sacarlos

    de su asiento original, sino quitarles su naturaleza indmita y rebelde y

    propender a que vivieran en buena puliia y bajo el dominio espaol.

    No est, sin embargo, del todo analizada la condicin (jurdica for-mal y real) que revestan estos indios desnaturalizados una vez asenta-dos. Gastn Doucet ha destacado detalladamente la legislacin indianaque procuraba salvaguardar los intereses de los indgenas reforzandosu carcter de libres y no susceptibles de ser esclavizados. Doucetexpresa, adems, que tanto los proyectos del gobernador Villarcortacomo los de Cabrera y Peredo pretendieron lograr la aprobacin delservicio personal para los indios calchaques y chaqueos por el plazo

    de diez aos o de forma perpetua segn el caso, apoyndose principal-mente en la crueldad, rebelda y ensaamiento que haban tenido estosindios con los cristianos y nefitos. Muy a pesar de estas autoridades,la Corona nunca aval legalmente la esclavizacin indgena ni otraforma de servidumbre.22

    No obstante, el ejercicio de hecho del servicio personal no era cosanueva en la jurisdiccin, y los indios desnaturalizados no fueron en laprctica una excepcin a la regla. Un expediente de 1688 constituyeuna documentacin significativa a la hora de establecer la situacin de

    la poblacin indgena desnaturalizada.23Por un lado pone de mani-fiesto que para 1688 se hallaban vigentes y se aplicaban los autos dic-tados por Villacorta en 1667 y 1671. El primero estableca una serie

    20Diccionario de Autoridades(nota 14), tomo III (Madrid 1732), p. 200.21 Ibidem, p. 651.22 Gastn Doucet, Sobre los cautivos de guerra y esclavos indios en el Tucumn.

    Notas en torno a un fichero documental salteo del siglo XVIII:Revista de Historia delDerecho16 (1988), pp. 98100.

    23 AHPC, Esc. 1, leg. 173, Exp. 7, Ao 1692: Clemente de Baigorr demanda la

    entrega de unos indios calchaques.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 240P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 240 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    11/30

    241La incorporacin de los indios desnaturalizados

    de disposiciones especialmente para La Rioja y Catamarca, y el

    segundo las haca extensibles a todas las jurisdicciones del Tucumn.A partir de estos autos se estableca que los indios desnaturalizadosdel valle Calchaqu se encontraban exentos de tributo por diez aos,periodo que luego fue ampliado a 20 por real cedula del 20 de diciem-bre de 1674.24Esta eximicin permitira a los indios ir introducin-dose paulatinamente en las pautas de convivencia hispnicas. Losautos establecan tambin que estos indgenas estaran sujetos al rgi-men de encomienda por dos vidas y no al servicio personal, aspectoque fue ratificado tambin por la real cedula de 1674. Transcurridaslas dos vidas, las encomiendas volveran a cabeza de su Majestad paraser slo administradas por una persona benemrita que se encargarade cobrar los tributos y entregarlos a los oficiales reales. Si bien ni losautos ni la real cedula de 1674 daban precisiones respecto a la personabenemrita que deba administrar los tributos indgenas, esto quedaexplicitado en algunas cdulas de encomienda como, por ejemplo, laotorgada por ngelo de Peredo a Pedro Diez Gomes respecto de algu-nas familias y piezas sueltas de indios del Chaco, donde se especificaque

    [...] los susesores legitimos del dicho Alferes Pedro Diez Gmes y de su legitimosucsesor an de quedar por administradores de dichos yndios con solo la obligacionde pagar por ellos los sinco pesos corrientes de tributo en cada un ao [...].25

    Aqu se dejaba claro que, transcurrida la segunda vida de la encomien-da, los herederos legtimos del ltimo encomendero quedaran comoadministradores. Ahora bien, qu herederos?

    La cdula otorgada a Diez Gomes estableca que los indios desna-turalizados deban ser asentados en tierras asignadas para tales efec-tos, a partir de lo cual podra entenderse que se les reconoca el dere-

    cho a dichas tierras, ya que dichos yndios sus muxeres y hixos yfamiliasquedaban naturalisados y perpetuados en las tierras dondeal pressente se sitiaren y repusieren. No obstante, este derecho noimplicaba una propiedad absoluta del bien, sino que se acercaba ms

    24 Real cdula al gobernador de Tucumn:Revista de la Biblioteca Nacional, tomoIII, n 12 (1939), p. 679.

    25 AHPC, Gobierno, Caja 2, Expediente 3, f. 45r. En la cdula de encomienda tam-

    bin queda de manifiesto que los indios familias, cacique y piezas sueltas fueron

    otorgados a Diez Gomes en encomienda por dos vidas para pasar luego a cabeza de la

    Corona.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 241P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 241 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    12/30

    242 Constanza Gonzlez Navarro

    al sentido posesin e incluso de adscripcin de los indios a la tie-

    rra. Esto ltimo se advierte en el mismo documento, cuando se sealaque las tierras a donde fueran reducidos los indios chcaras, estan-cias u otros sitios se les declara por este gouierno por propia natu-ralesa y como si fueran yanaconas de dichas tierras [...].26Si bien lacdula no usa el calificativo directo de yanaconas ya que la frase vaprecedida de un como si asimila la situacin de estos indios des-naturalizados a aquella de los indgenas yanaconas del Per. En estesentido, si bien el yanaconazgo haba sido abolido por las ordenanzasdictadas por Francisco de Alfaro en 1612, continu teniendo vigenciaen Crdoba y en el Tucumn en general.27

    Esta situacin queda claramente expresada, adems, en el expe-diente de 1688, donde Juan Clemente de Baigorr reclama la adminis-tracin de la encomienda de los indios calchaques y nogolmas agre-gados, asentados en la hacienda de Calamuchita, alegando ser personabenemrita y particularmente afirmando que su suegro (encomenderoen primera vida28de los indios) haba dejado sealado expresamentepor testamento que le legaba su hacienda de Calamuchita, donde sehallaban asentados los indios. En 1685 el gobernador don FernandoMendossa Mate de Luna mandaba a Juan Clemente de Baigorr a ocu-

    rrir ante el teniente de gobernador que resida en Crdoba,[...] ante quien justifique estar poseiendo las tierras de que haze relassion y cons-tando usse del derecho que le asiste en virtud de los auttos generales que fueronproueidos al tiempo que se desnaturalisaron los yndios del valle de Calchaqui obli-gandose en la Real Caja de la ciudad de Cordoua a pagar los tributos de los yndiosque poseyo el dicho su suegro los quales con todas sus familias los recojera sacando-los de poder de quien los tubiere en esta prouincia [...] (Salta, 7 de junio de 1685).

    26 Ibidem.27 Sobre esta situacin ha sealado oportunamente Gastn Doucet, inclusive haci-

    endo referencia a los indios calchaques y del Chaco, aunque sin hacer un desarrolloespecfico del tema. Ver Gastn Doucet, Notas sobre el yanaconazgo en el Tucumn:Revista de Investigaciones jurdicas6, 6 (Mxico, D.F. 1982), p. 298300. TambinMiguel ngel Palermo y Roxana Boixads citan un trabajo indito de Doucet donde sepone de manifiesto que el presidente de la Real Audiencia de Buenos Aires, don JosMartnez de Salazar, autoriz a Alonso de Mercado a repartir en encomiendas u otraforma de servicio las familias y parcialidades desnaturalizadas. Palermo/Boixads,Transformaciones (nota 12), p. 18.

    28 Cabe aclarar que la segunda vida de la encomienda tambin haba caducado envirtud de que el hijo varn del primer encomendero y depositario en segunda vida habafallecido tambin. La encomienda que recibi Juan de Texeda Garay fue otorgada por

    Peredo el 20 de mayo de 1672. AHPC, Esc. 1, leg. 173, Exp. 7, fs. 210r213v.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 242P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 242 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    13/30

    243La incorporacin de los indios desnaturalizados

    En el mismo expediente se expresaba que los indios se encontraban

    concertados con otros vecinos irregularmente y que deban volver amanos de Baigorr, quien realizara la administracin de sus tributos.A lo largo de todo el juicio queda claro que los indgenas en cuestinse encontraban adscritos a la tierra, ya que en teora no deban moversede la estancia de Calamuchita, donde haban sido reducidos.

    Gastn Doucet, al referirse a uno de los tipos de yanaconazgovigentes en el Tucumn, seala que los yanaconas de chacras estabanperpetuamente adscriptos a la propiedad donde residan, y permane-can en ella al pasar la misma a un nuevo propietario.29De esta afir-macin de Doucet inferimos que los indgenas de esta calidad estabansujetos tambin a la ley de sucesin como si fueran parte inescindiblede la propiedad estancia o chcara. Por esta razn vemos en el expe-diente antes citado que Juan Clemente de Baigorr apela a sus dere-chos de herencia de la hacienda de Calamuchita donde estaban situa-dos los indios calchaques otorgados en encomienda a su suegro y alsusodicho en administracin:

    [...] y por testamento de dicho mi ssuegro y eredero en segunda vida 30como pos-seedor que soi en las tierras en que fueron asimentados en cumplimiento de losautos que fueron probeidos al tiempo de su desnaturalisaion me toca su adminis-

    tracion pagando las tassas a su Magestad.31

    El propio Matienzo haba observado que en los reinos del Per

    [...] el que tiene chacaras y yanaconas en ella los suele vender juntamente con lachacara y asi dar mas por ello, lo cual no es inconveniente, y aunque el nuevo amolos quisiesse hechar de alli y quietarles las tierras que labran para si, no se les con-sentiria, ni es esto cosa nueva, pues lo mismo hazen en Espaa los seores que tie-nen vasallos solariegos, venderlos, pero no por esso son esclavos [...]. 32

    Matienzo aclaraba que no por tener estrechos vnculos con la tierra los

    indios eran considerados esclavos, no obstante, tambin afirmaba queen Espaa los vecinos solariegos podan salir libremente de sus tie-rras, mientras que los yanaconas no. Esto ltimo no constitua unadiferencia menor en una jurisdiccin como Crdoba, donde an segua

    29 Doucet, Notas sobre el yanaconazgo (nota 28), p. 280.30 Cabe sealar que aqu Baigorr dice errneamente que es heredero en segunda

    vida, pero en realidad la segunda vida corresponda a su cuado ya difunto. A Baigorrslo le caba la administracin y no la encomienda.

    31 AHPC, Esc. 1, leg. 173, Exp. 7, Ao 1692, f. 214r.32

    Juan Matienzo, Gobierno del Per(Buenos Aires 1910), pp. 2122.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 243P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 243 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    14/30

    244 Constanza Gonzlez Navarro

    teniendo vigencia el servicio personal. Sucesivos testimonios que apa-

    recen en la visita de 16921693 lo ponen de manifiesto. Testimonioscomo el de Ignacio, indio mocov, se repiten indefinidamente:

    [...] no sauen de tributo porque estan siruiendo a su encomendero todo el ao y enmuchos tiempos y quando ay que hacer en los sembrados no se reserba el dia defiesta de suerte que continuamente estan en el seruicio personal.33

    Los testimonios de los encomenderos y administradores contrastanconsiderablemente por cuanto siempre alegan tener los indios bienvestidos y pagos.34

    Otros encomenderos, en cambio, no se esforzaron en disfrazar la

    prctica del servicio personal, sino que, por el contrario, intentaronlegitimarlo cuando se trataba de los indgenas desnaturalizados. Aspor ejemplo, Antonio de Selis de Burgos Quiroga afirmaba que cuandose adjudicaron las familias calchaques a los vecinos benemritos fue

    [...] en seruisio personal para labransas concurrieron atento a los delitos cometidospor los dichos indios muertes rrobos y atrosidades insinuados en dichos autos con-pensando el delito de muerte en la dicha seruidumbre y asignacion de labranzas enlas familias de esta calidad que parece tolero su magestad y aprouo por sedula parti-cular para la gratificasion y reclucion de la adjudicacion que a corrido.35

    En el mismo sentido afirmaba ms adelante que don Joseph de Garroadjudic estas familias para chacras y labransas y no para la mera

    tassa como militan encomiendas pingues y las que corren en el rreino

    del Peru.36Con estas afirmaciones Burgos Seliz pretenda dejar asen-

    tado que la situacin de los indgenas desnaturalizados era diferente a

    la de otros indios. No obstante, el visitador procur a travs de sus

    autos dejar en claro que el servicio personal era una prctica conde-

    nada por la Corona en todos los casos y que las obligaciones de los

    encomenderos y administradores deban cumplirse por ms pequeo

    que fuera el nmero de indios encomendados. Cabe aclarar en estepunto, que la situacin de estos indios desnaturalizados y yanaconiza-

    dos en la segunda mitad del siglo XVII no era igual a la de los indios

    denominados yanaconas en los primeros tiempos de la colonizacin

    33 AGI, Escribana, 864 B, f. 62r.34 Vgr. Testimonio de Ramn Quiroga administrador perpetuo de una encomienda

    de indios quilmes. Ibidem, f. 391r.35 AGI, Escribana 864 B, f. 167r.36

    Ibidem, f. 168r.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 244P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 244 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    15/30

    245La incorporacin de los indios desnaturalizados

    espaola en la jurisdiccin cordobesa fines del siglo XVI y princi-

    pios del XVII.

    37

    Por otro lado, otra distincin que cabe realizar es la situacin de losindgenas desnaturalizados del valle Calchaqu y del Chaco respectode aquellos indios locales tambin naturalizados en establecimientosespaoles. En principio, segn pudo constatar Alfaro en 1612, granparte de los indgenas de origen local haban sido sacados de susasientos originales y reducidos por sus encomenderos en tierras espa-olas perdiendo sus antiguos vnculos con la tierra. El principal incon-veniente que haban sufrido estos indgenas era el desmembramientodel pueblo y muchas veces la recomposicin tnica. Adems estabansometidos al servicio personal y con frecuencia los hombres en edadproductiva eran mudados por sus encomenderos de un establecimientoproductivo a otro38para cumplir diferentes funciones, mientras lasmujeres eran llevadas a la ciudad como servicio de las casas. Estasituacin, lejos de adscribirlos a un espacio determinado, los convertaen servidores itinerantes que se repartan entre la ciudad y el campo,entre un establecimiento y otro, particularmente en los casos de losencomenderos pudientes que posean ms de una estancia y tenanvnculos comerciales interregionales.39Alfaro, por esta razn, busc

    evitar estos permanentes movimientos que atentaban contra la fecun-didad y subsistencia de estos indgenas y orden la naturalizacin delos indios en los establecimientos espaoles. Esta disposicin conte-nida en la Ord. 19 estableca que los indios reducidos en estancias ychcaras no fueran mudados, pero que en ninguna manera se puedaentender corren por quenta y ordenanas de los que llaman yanaconasen el distrito de los charcas [...]. Alfaro sealaba claramente que losindgenas naturalizados en estancias y chcaras no se encuadrabanbajo la categora de yanaconas, sino de llactarunas. Con esto pre-

    37 Por entonces, segn ha determinado Piana, los indios yanaconas generalmenteeran de origen peruano, chileno o santiagueo, y lejos de gozar de una situacin de infe-rioridad social eran aliados del encomendero, con amplias prerrogativas y tenan respon-sabilidades tales como ser pobleros o mayordomos de encomienda. Esta situacin no esun dato menor, en tanto el mismo concepto ha sido utilizado para definir situacionesdiferentes a lo largo del tiempo. Josefina Piana,Los indgenas de Crdoba bajo el rgi-men colonial, 15701620(Crdoba del Tucumn 1992), p. 246.

    38 Constanza Gonzlez Navarro,Espacios coloniales(Crdoba 1999).39 Sobre estas prcticas puede verse Constanza Gonzlez Navarro, Construccin

    social del espacio en las sierras y planicies cordobesas, 15731673(tesis doctoral, Cr-

    doba del Tucumn 2005).

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 245P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 245 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    16/30

    246 Constanza Gonzlez Navarro

    tenda establecer la diferencia entre adscripcin a la tierra y pertenen-

    cia a un pueblo. Diego Gonalez Holguin en su Vocabulario de lalengua general de todo el Perv(1608) define el vocablo llacta comopueblo y runa como persona, hombre o mujer.40Es decir que launin de ambas palabras significaba hombre o persona del pueblo.

    De este anlisis se deriva que la situacin en la que se encontrabanlos indgenas desnaturalizados del Chaco y del valle Calchaqu eradiferente a la de los indgenas locales, ya que estos ltimos desde elorigen haban sido claramente diferenciados de los yanaconas adscri-tos a la tierra. Sobre la situacin particular de los indgenas localeshemos profundizado en contribuciones anteriores.41

    Por su parte, Luxan de Vargas en su visita de 16921693 a la juris-diccin cordobesa discrimin claramente las encomiendas de indge-nas originarios y aquellas de desnaturalizados que Peredo no habalogrado distinguir con total nitidez en su anterior visita de 1673 ,aquellas que se encontraban en posesin de un encomendero y aque-llas que se encontraban en manos de un administrador, cuyas impli-cancias eran por cierto diferentes segn veremos.

    VARIANTESDERELACIONESINTERTNICASENTRELOSINDGENASDESNATURALIZADOS

    Para 1693 las encomiendas que haba otorgado Villacorta y la mayora

    de las encomiendas que haba otorgado Peredo en 1673 ya haban

    superado las dos vidas. Igualmente los 20 aos de eximicin de tri-

    buto que haba dispuesto la real cedula de 1674 ya se haban cum-

    plido, por lo cual los indgenas deban ser tributarios de la Corona. En

    Crdoba entre las 36 encomiendas visitadas con seguridad 13 estaban

    integradas por indgenas desnaturalizados tres de indios chaqueos ydiez calchaques.42De ellas slo cuatro estaban en manos de adminis-

    40 Diego Gonalez Holguin, Vocabulario de la lengva general de todo el Perv lla-mada lengva Qquichua o del Inca(Lima 1952, original de 1608), pp. 207 y 320.

    41 Constanza Gonzlez Navarro, Los pueblos indgenas de la sierra y los pueblosindgenas de la llanura, Crdoba, 15731650: Farberman/Gil, Los pueblos de indios(nota 2), pp.139174. Sobre las particularidades de los indios originarios en la visita deLuxan de Vargas puede verse otra contribucin de eadem, Los pueblos de indios de la

    jurisdiccin cordobesa (nota 20).42

    AGI, Escribana 864 B.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 246P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 246 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    17/30

    247La incorporacin de los indios desnaturalizados

    tradores43 incluyendo el grupo de indios asignados al cabildo entre

    los cuales haba diferentes variantes en las relaciones intertnicas,debido al origen de los indgenas reducidos y tambin a los diferentes

    grados de sujecin y sometimiento que sufran respecto de sus admi-

    nistradores y encomenderos. Hemos de sealar que los desnaturaliza-

    dos no fueron meros actores pasivos del sistema de dominacin, sino

    que, por el contrario, pusieron en marcha diferentes mecanismos de

    resistencia. Tambin debemos dar cuenta de cierta disimilitud con res-

    pecto a los indgenas locales cuya capacidad de resistencia fue mnima

    y acotada.44Tal como lo ha sealado oportunamente Beatriz Bixio,45

    los indgenas locales no encabezaron grandes rebeliones armadas y sus

    caciques tuvieron escaso poder cohesionador y articulador de una

    resistencia al sistema colonial. Hasta 1693 la resistencia haba sido

    apenas individual y excepcional. La visita constituy un quiebre en

    este sentido, ya que represent al igual que la llegada del visitador

    Alfaro en 1611 una oportunidad de poner al descubierto las irregulari-

    dades del sistema encomendil.46

    1) LOSINDIOSCALCHAQUES

    En 1693 Crdoba contaba con diez encomiendas compuestas por ind-genas de origen calchaqu ms el grupo de indios administrado por elcabildo de la ciudad. Si bien contamos con referencias sobre contin-

    43 Poco despus de que Luxan de Vargas termin la visita a la jurisdiccin de Cr-doba, el gobernador Martn de Juregui mand a su lugarteniente Juan de Perochena queexigiera a los vecinos de Crdoba la exhibicin de sus ttulos de encomienda a fin de

    verificar si ya estaban cumplidas las dos vidas y si haban recibido confirmacin real. Elauto determinaba que, de no haber una autorizacin expresa del rey, las encomiendasdeban pasar a cabeza de la Corona. Este auto se difunde por pregones el 27 de agosto de1693. Norma Galvn, Contribucin al estudio de la reparticin de los indios cal-chaques en la jurisdiccin de Crdoba: Segundas Jornadas de Historia de Crdoba,

    JPHC(1981), pp. 1516.44 Beatriz Bixio/Constanza Gonzlez Navarro, Prctica de la justicia y resistencia

    indgena. Crdoba del Tucumn, siglo XVII: Colonial Latinamerican HistoricalReview(2003), pp. 2559.

    45 Beatriz Bixio, Construcciones tnicas en Crdoba del Tucumn(tesis doctoral,Crdoba 1998).

    46

    Ver para esto Bixio, La visita del oidor (nota 2).

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 247P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 247 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    18/30

    248 Constanza Gonzlez Navarro

    gentes de abaucanes y malfines que vinieron en la dcada de 1640,47la

    mayor parte de los indgenas de origen calchaqu fueron trados luegode las campaas de Alonso de Villacorta en la dcada de 1660. Talcomo lo han sealado Lorandi y Boixads,48 el valle Calchaqu seencontraba habitado por numerosos grupos con diferentes tipos deorganizacin, lengua y relacin con el incario en tiempos prehispni-cos, lo cual condicion los diferentes tipos de relacin entablados conel espaol. As como los pulares fueron aliados de los espaoles, losindios quilmes fueron casi los ltimos grupos calchaques en resistir alconquistador y debieron sufrir el castigo del ostracismo.49

    Dentro de los indgenas calchaques encomendados en la jurisdic-cin cordobesa, pueden observarse algunos rasgos comunes y algunosotros rasgos diferenciales. En principio, todos los indios de origen cal-chaqu encomendados eran agricultores, y esto les daba a los benefi-ciarios ciertas ventajas comparativas respecto a las encomiendas delos indios desnaturalizados del Chaco, en tanto podan insertarse fcil-mente en el esquema productivo colonial. Eran, sin embargo, califica-dos como rebeldes y susceptibles de volverse a su natural. Tanto lasactas capitulares de la primera mitad del siglo XVII como los testimo-nios de los encomenderos en la visita de 16931694 ponen de mani-

    fiesto que exista cierto temor a que los indios desnaturalizados delvalle Calchaqu pudieran juntarse y acordar una rebelin contra laautoridad. Cabe sealar un acta de cabildo 1646dondese adverta queel asiento de los indios desnaturalizados malfines y abaucanes deba ser en dos lugares diferentes y distantes uno a diez leguas de laciudad y otro a 15 leguas en la direccin contraria. De esa forma noestaran tan a mano para sus consultas.50

    Este temor a posibles alianzas se mantena tambin durante lasegunda mitad del siglo XVII, segn se desprende de diferentes testi-

    monios referidos a los indios quilmes asentados en La Toma de la47 Estos primeros contingentes parecen haberse integrado totalmente al sistema

    colonial perdiendo sus adscripciones tnicas, ya que no hemos localizado estos gruposen referencias posteriores de la documentacin colonial. La visita de Luxan de Vargasslo individualiz los ltimos contingentes de indios quilmes.

    48 Lorandi/Boixads, Etnohistoria (nota 4).49 Recurdese que los quilmes fueron el grupo ms aguerrido que resisti con la fuerza

    de las armas. Luego de su rendicin, otros grupos fueron doblegados, como las parciali-

    dades del valle de Aguinahao y de Yocavil que lo hicieron con rapidz conociendo intil

    su resistencia contra el espaol. Lozano,Historia de la conquista(nota 6), vol. 5, p. 239.50

    Luque,Actas Capitulares(nota 8), tomo IX, Acta del 3/I/1647, p. 396.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 248P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 248 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    19/30

    249La incorporacin de los indios desnaturalizados

    ciudad para mantenimiento de la acequia y otros servicios. El cacique

    de La Toma, don Francisco Chillamai,51

    habra sido un sujeto pococonfiable ante los ojos de algunos encomenderos. Estos indios asigna-dos al mantenimiento de La Toma de la acequia de la ciudad y otrosservicios pblicos contaban con mayor autonoma que otros indge-nas. En principio, la visita de Luxan de Vargas da cuenta de que lasituacin de este grupo era comparativamente mejor a la de otrosindios calchaques asentados en la jurisdiccin, por cuanto no habadenuncias de malos tratamientos contra su administrador. No tenanun salario fijo, pero los indios declaraban que haban recibido 200vacas en tres aos de trabajo. Si bien se quejaron ante Luxan por notener tierras sealadas para cultivar y porque coman slo carne y nin-gn maz, su situacin no pareca ser precaria, segn surge de otraserie documental. En el expediente ya referido de Clemente de Baigo-rr por entrega de unos indios quilmes (16881692), uno de los ind-genas reclamado por Baigorr alegaba a travs del cacique de La Tomay del protector de naturales que no era indio de la encomienda de Bai-gorr y que ste lo haba sacado con violencia de su asiento en LaToma, junto con la familia. En principio el gobernador haba ampa-rado a los indios, no obstante, el indio Juanchillo debi reclamar suce-

    sivamente la devolucin de una serie de bienes que deca le habaquitado Baigorr. Entre los bienes reclamados se encontraban:40 yeguas de cra con tres padres hechores, once mulitas con dosmulas mansas, doce caballos, el maz y todo el hato de Juancho Han-cay y su mujer.52Segn se advierte, el indio Juanchillo, a diferencia dela mayora de los indios de Crdoba, haba accedido a bienes propios.La condicin diferencial de los indios de La Toma se refuerza con elhecho de que los indios quilmes reducidos en estancias de la jurisdic-cin sentan cierta tentacin de huir hacia la reduccin. As por ejem-

    plo, la india Mara declaraba que su hija se haba ido para casarse conun indio de La Toma y que por esta razn el administrador Fadrique lahaba hecho azotar, dejndola casi muerta.53Aqu se advierte que elmatrimonio poda resultar una variante de la huida para procurarse

    51 Don Francisco era to de don Luis Yquin, heredero al cacicazgo de La Toma, peroque al momento de la visita de 16921693 an no ejerca el cargo por ser menor.

    52 AHPC, Esc. 1, leg. 173, Exp. 7, Ao 1692, f. 228v.53

    AGI, Escribana 864 B, f. 141r.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 249P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 249 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    20/30

    250 Constanza Gonzlez Navarro

    una situacin mejor, ya que, como sabemos, las indias estaban obliga-

    das a residir con sus maridos.54

    Por otro lado, el grupo de quilmes de La Toma tambin contabacon un cacique cuya autoridad an no haba sido del todo desarticu-lada. De hecho, los testimonios de los encomenderos denunciaban enla visita de Luxan que el cacique de La Toma, don Francisco Chilla-mai cacique inteligente en la lengua castellana alentaba a losindios de su misma nacin a declarar contra los encomenderos.55Sibien esto podra ser un argumento ms dentro de la lgica de los des-cargos de los encomenderos, no resulta un dato menor ni contradicto-rio con otros testimonios y fuentes colaterales.

    Francisco Chillamai aparece en el pleito con Juan Clemente de Bai-

    gorr, defendiendo al indio Juancho Hancay y firmando una serie de

    demandas para su resarcimiento. Si bien la nota y la firma de Chillamai

    no son o no sabemos si son autgrafas, llama la atencin la actitud

    activa que toma el cacique frente a los atropellos de Clemente de Bai-

    gorr. Chillamai acudi ante las autoridades locales y ante el propio

    gobernador Feliz de Argandoa, quien le otorg un amparo (18 de

    junio de 1688) hasta tanto pudiera viajar a Crdoba a oir a las partes.56

    Desgraciadamente el pleito est inconcluso, pero todo hace pensar que

    la actitud de los indios de La Toma y particularmente de su caciquemarca una diferencia respecto a las relaciones intertnicas que se

    venan dando entre los indgenas locales y los espaoles. El conoci-

    miento de los quilmes de La Toma y de su cacique de los mecanis-

    mos de negociacin ante la justicia espaola parece haber sido mayor,

    as como tambin su capacidad para enfrentar los atropellos de la

    lite local. El mismo Baigorr, buscando descalificar a Francisco

    Chillamai, lo llama indio mitaio, mandn y no cacique, mal acon-

    sejado, y lo acusa de pretender con siniestras relaiones adquirir

    yndios y piesas repartidas en diferentes perssonas agregandolos a losde la dicha Toma de esta dicha ciudad a quienes gobierna.57En reali-dad, esta acusacin falsa o no no hace ms que confirmar que el

    54 Ver un desarrollo ms amplio del tema en Valeria Iarza/Romina Grana,La mujerindgena segn la Visita del oidor Antonio Martines Luxan de Vargas: ponencia presen-tada en las V Jornadas de Encuentro Interdisciplinario. Las ciencias sociales y humanasen Crdoba, Crdoba 10 y 11 de mayo de 2007.

    55 AGI, Escribana 864 B, f. 492r y v.56 AHPC, Esc. 1, leg. 173, Exp. 7, Ao 1692, f. 230r.57

    Ibidem, f. 226r.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 250P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 250 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    21/30

    251La incorporacin de los indios desnaturalizados

    cacique gozaba de cierta reputacin entre los pares de su misma

    nacin y que la situacin de los indios de La Toma era envidiada yapetecida por el resto de los indgenas desnaturalizados de la jurisdic-cin.

    A diferencia de otros pleitos del siglo XVII donde participan loscaciques locales en calidad de parte, en el caso del cacique Chillamai,el recurso a la justicia parece constituir una tctica relativamente aut-noma de los intereses de la lite.

    El visitador Luxan de Vargas se encarg de devolver a los indios deLa Toma aquellos derechos que todava no haban podido ejercer,como el de tener tierras asignadas y demarcadas para sembrar. Lasituacin privilegiada de estos indios les permiti conservar relati-vamente su cohesin grupal a travs del tiempo, manteniendo sus tie-rras de comunidad hasta el siglo XIX, cuando recin entonces la gene-racin del 80 los obligara a parcelarlas.58

    Por oposicin, y en el otro extremo, el resto de los indgenas desna-turalizados del valle Calchaqu sufran una autonoma casi nula y per-manentes abusos a manos de sus encomenderos y administradores. Uncaso extremo de abusos fue el de los indios reducidos por Juan Cle-mente de Baigorr en la estancia de Calamuchita y cuya encomienda

    fue suspendida por el visitador por el lapso de quatro aos, ms500 pesos de multa para la Cmara Real. Otros casos no tan evidentesy agudos de servicio personal, malos tratamientos, caciques dbiles yescasa cohesin grupal se advierten tambin en las encomiendas deSebastin de Argello, Ramn Quiroga, Miguel de Vilches y Mon-toya, Cristbal de Funes, Pedro Susnabas y Francisco de Toledo yGusmn difunto.59

    Coincidiendo con la posicin de Boixads, afirmamos que los ind-genas asentados en estancias espaolas se encontraban en una situa-

    cin de mayor dependencia de sus encomenderos para quienes traba-jaban en la mayora de los casos por comida y ropa.60As como lasreducciones en pueblos y el acceso a la tierra facilitaban la cohesin

    58 Cristina Boixads, Expropiacin de tierras comunales indgenas en la provinciade Crdoba a fines del siglo XIX. El caso del pueblo de La Toma: Cuadernos de Histo-ria. Serie Ec. y Soc. 2 (Crdoba del Tucumn 1999).

    59 AGI, Escribana 864 B.60 Roxana Boixads, La visita de Lujn de Vargas a las encomiendas riojanas 1693:

    comentarios, notas y lecturas posibles: Boixads/Zanolli,La visita de Lujn(nota 2), pp.

    2730.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 251P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 251 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    22/30

    252 Constanza Gonzlez Navarro

    del grupo y la continuidad de las autoridades tnicas, por el contrario,

    los indios reducidos en estancias eran ms permeables a los cambios,a los intercambios culturales y a las uniones entre personas de diferen-tes orgenes. La visita en este sentido muestra que son muy pocosindios que tienen una segura adscripcin tnica malfin o quilme , lamayora son definidos por las propias autoridades coloniales comocalchaques, remitiendo a un origen geogrfico. El anlisis de lospadrones tambin indica que haba uniones mixtas que incluan indi-viduos de diferentes orgenes: indios domsticos locales, calchaques,peruanos, chilenos y negros. No se advierten, sin embargo, unionesformales ni de hecho entre indgenas calchaques y chaqueos. Talcomo ha sealado Lorandi en el estudio de contextos desestructura-dos, el cambio de residencia, la situacin de aislamiento del resto de lacomunidad de origen y la sobre-explotacin hicieron imposible con-servar la filiacin. A la larga, para la mayora de los indios el mesti-zaje fue la nica respuesta posible para asegurar la reproduccin bio-lgica.61

    La estancia, en este sentido, representaba el mbito ms apropiadopara el mestizaje biolgico y cultural. Un caso quizs excepcional,pero que merece mencionarse, es el de la estancia de Sebastin de

    Argello, quien posea indios quilmes desnaturalizados, pero tambintena algunos indios concertados provenientes de otras jurisdiccio-nes , esclavos y mestizos que interactuaban entre s y podan llegar atejer alianzas. Al momento de la visita, se pone al descubierto que tresindios Francisco de 15 aos nacido en el lugar, pero de familiaquilme, su to, tambin llamado Francisco de nacin quilme, y el indioconcertado Christobal, apodado el chileno huyeron de la estanciade Sebastin de Argello, llevando consigo una india y una mestiza.Esta ltima, segn surge de los testimonios, era mujer del mayordomo

    de la estancia Juan Gomes , lo cual sin duda agravaba an ms lasituacin de los huidos. Si bien el indio Christobal y las dos mujeresaparentemente no fueron hallados, los dos Franciscos fueron apresa-dos y sufrieron tremendos castigos fsicos por parte del encomenderoy del mayordomo, entre otras cosas para que confesaran el paraderode los dems indios huidos.62Este caso llama la atencin por la parti-

    61 Ana Mara Lorandi, Ni tradicin ni modernidad. El mestizaje en contextos soci-ales desestructurados:Relaciones de la sociedad Argentina de Antropologa 8 (199092), pp. 93120, aqu: p. 112.

    62

    AGI, Escribana 864 B. Ver declaracin de la india Lucia, fs. 443r445r.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 252P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 252 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    23/30

    253La incorporacin de los indios desnaturalizados

    cular alianza entablada entre los cinco individuos huidos cuya prove-

    niencia tnica era diferente. Por otro lado, tomar la mujer del mayor-domo la mestiza Bartolina no era una falta menor en el contexto dela sociedad colonial y sin duda rompa con la prctica de sumisin,ms difundida entre los indgenas autctonos. La afrenta era grave yas lo entendieron el encomendero, el mayordomo Juan Gomes y otrosmayordomos de estancia como Antonio Pinero y Joseph Quevedo,quienes contribuyeron coordinadamente en el apresamiento de dos delos indios.63La situacin fue resuelta sin llegar a manos de la justicia,y aunque en otros casos Luxan de Vargas insisti en que los encomen-deros no podan aplicar justicia por mano propia, en este caso particu-lar hubo un gran silencio del visitador y no se impuso pena alguna.

    2) LOSINDIOSDESNATURALIZADOSDELCHACO

    Los indgenas del Chaco que ingresaron a la jurisdiccin cordobesaprovenan de las desnaturalizaciones efectuadas por ngelo de Peredoen sus incursiones blicas de la dcada de 1670. La visita de Luxan deVargas revela que eran de origen toba y mocov, aunque esta adscrip-

    cin tnica era bastante arbitraria. Seguramente las caractersticassimilares de estos dos grupos tales como ser de origen chaqueo,hermanos lingsticos, con prcticas ecuestres comunes y aliados en laguerra contra el espaol64 por momentos pueden haber hecho con-fusa su distincin para el endogrupo de origen hispnico.

    Estos indios chaqueos eran cazadores-recolectores con una horti-cultura de menor importancia que en las economas amaznicas.65Elpadre Jos Cadriel, en su relacin del Chaco, haca referencia a lascostumbres de sus habitantes, que se sustentaban de pescado, races,

    frutas, miel y animales de caza como el jabal o el tigre. La recolec-cin de la algarroba cumpla un papel importante en la dieta, pero laprecaria agricultura que practicaban, sostena Cadriel, no les servapara sobrevivir en las pocas de escasez, ya que cuando el maz llega sazn, comen como si no se hubiera de acabar y lo que pudiera

    63 AGI, Escribana 864 B. Ver testimonio del indio Francisco fs. 444v445v.64 Daniel Santamara, Chaco Gualamba. Del monte salvaje al desierto ilustrado

    (San Salvador de Jujuy 2007), p. 47.65

    Ibidem, p. 71.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 253P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 253 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    24/30

    254 Constanza Gonzlez Navarro

    durarles dos tres meses bien repartido no les dura dos semanas.66

    Por su parte, Daniel Santamara ha sealado la recurrente alternanciade sequas e inundaciones de la zona chaquea que sometan a estosgrupos a permanentes crisis de subsistencia, donde el consumo delganado vacuno fugitivo y la incursin a las haciendas espaolas cons-tituy un mecanismo alternativo al intercambio pacfico y el modo enque se superaba la endeblez productiva de las tolderas.67Los ataquesa las misiones y haciendas tambin son interpretados por el autorcomo episodios de resistencia anticolonial en respuesta a la invasineuropea.68

    Beatriz Bixio ha sealado especialmente que dentro del ordensocial colonial, donde los indgenas eran asignados a una identidad enfuncin de su posicin de mayor alejamiento o cercana al ideal civi-lizatorio, los mocoves y tobas ocupaban el punto de mayor extraa-miento. Eran los indios fronterizos, aquellos a quienes los encomen-deros siempre les asignaban rasgos identitarios de carcter negativo:brbaros, ociosos, con odio al espaol, crueles, con inclinacin a hacerla guerra y equiparados a la nacin caribe.69

    De las 36 encomiendas visitadas por Luxan de Vargas en 16921693, incluyendo los indios asignados al cabildo de la ciudad, slo

    tres eran de indios chaqueos, cuyos encomenderos eran Enrique deCeballos Neto Estrada, Pedro Diez Gmes y Gernimo de Luxan.Estas encomiendas fueron otorgadas por ngelo de Peredo en ladcada de 1670 y, aunque durante la visita Luxan de Vargas no dis-puso que pasaran a cabeza de la Corona, poco despus de su partida elgobernador Martn de Juregui mand exhibir ttulos y confirmacio-nes a fin de determinar las encomiendas de Crdoba que tenan venci-das las dos vidas y deban pasar a cabeza de su Majestad.70

    El anlisis de los padrones y testimonios indica que no haba o al

    menos no eran frecuentes uniones mixtas. stas eran ms bien endo-gmicas, o bien, entre indios tobas y mocoves o entre indias de estas

    66 Pablo Pastells,Historia de la Compaa de Jess en la Provincia del Paraguay,tomo II (Madrid 1915), p. 48, doc. 635.

    67 Santamara, Chaco Gualamba (nota 65), p. 77.68 Ibidem, p. 79.69 Bixio, Procesos de configuracin identitaria (nota 2).70 Ver auto de Martn de Juregui del 29 de julio de 1693. Galvn, Contribucin al

    estudio (nota 4).

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 254P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 254 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    25/30

    255La incorporacin de los indios desnaturalizados

    naciones y esclavos.71Esta situacin llama la atencin y se advierte

    como un rasgo diferencial respecto a los indgenas calchaques tam-bin naturalizados en estancias espaolas.Los testimonios de la visita indican que los indios chaqueos pre-

    sentaban dificultades para incorporarse al sistema productivo espaolen tanto no estaban tan habituados a las prcticas agrcolas como losindios calchaques. El encomendero Enrique de Ceballos sostena quelos indios tobas estaban

    [...] mas ynclinados al oio que al trauajo por ser jente hecha a no tener ranchos ni

    labranas contentandose solo para el moderado sustento de rayzes terrestres, anima-

    les ponoosos y pescado de los rios andando bagando de una parte a otra hechos a

    urtar y a la embriaguez sin que quieran entrar al trauajo, ni otra aplicazion ynsistiendo

    solo en haer fuga para boluerse a sus tierras aun los que salieron en tierna hedad. 72

    Por esta razn Ceballos prefera tener en sus haciendas dos esclavos yotros indios calchaques y domsticos de la jurisdiccin para realizarlas tareas agrcolas.73

    Siempre que los encomenderos efectuaban descargos ante el visita-dor, los apelativos de los indios chaqueos tobas o mocoves erannegativos. Estos apelativos generalmente iban de la mano con la nece-sidad de justificar los malos tratamientos o el incumplimiento de

    determinadas ordenanzas, como la fijacin de tierras y la construccinde capilla. No obstante, y a pesar de que somos conscientes de quesiempre los discursos de los encomenderos son autojustificativos,advertimos tambin cierto temor y desconfianza real ante los indioschaqueos. Esta desconfianza se fundaba en el hecho de que los enco-menderos nunca llegaban a estar seguros de cun sujetos estaban estosindios. Exista no slo el temor a que regresaran a su natural, sino aque utilizaran los conocimientos adquiridos en contacto con el espa-ol para fortalecer la guerra en el Chaco.

    Pedro Diez Gomes afirmaba que solo asen la aparienia por bus-car la coyuntura de ausentarse a biuir como los demas de su nassionguerreando al espaol.74 En el mismo sentido, Enrique Ceballosdeca que es notorio en esta prouincia y estos [indios mocoves] con

    71 Ver encomienda de Enrique Seballos, AGI, Escribana 864 B, fs. 133r134r. Nosabemos hasta qu punto la filiacin que figura en los padrones corresponda a una auto-adscripcin o bien a una adscripcin colonial arbitraria.

    72 AGI, Escribana 864 B, f. 122v.73 Ibidem, f. 111r y v.74

    Ibidem, f. 77r.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 255P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 255 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    26/30

    256 Constanza Gonzlez Navarro

    el conocimiento que adquirieron de los vezinos de ella y caminos dan

    guerra al espaol.75

    Gernimo Luxn ms expresamente identificabaa los culpables de la guerra al espaol diciendo que eran las prinsipa-les cabesas dellos los mas ladinos criados desde su tierna edad porpajes y bautisados y doctrinados en nuestra santa fee.76

    Es decir que para estos espaoles nada era garanta de fidelidad, yante cualquier coyuntura favorable, estos indios ladinos podan vol-verse en contra. La utilizacin del conocimiento como arma de guerrano era poco comn en la historia de las rebeliones americanas.

    Los indgenas chaqueos mocoves y tobas si bien aprovecha-ron la venida del visitador para hacer sus denuncias, no destacarondentro de la historia local como grandes negociadores conocedores delos mecanismos legales de la justicia espaola. Antes bien, parecenhaber utilizado con mayor frecuencia otro tipo de respuesta a la opre-sin del sistema, como fue retornar a sus lugares de origen con elconocimiento necesario para seguir haciendo la guerra al espaol. Lahuida, si bien aparece en ciertos casos como un mecanismo individualde evasin, en determinados contextos se convierte en un arma para laresistencia colectiva, ya que el huido no siempre se iba al monte, sinoque retornaba a su comunidad de origen. En esta tctica, los indios

    ladinos como portadores de informacin resultaron un elemento clave.Tal como lo ha sealado Giudicelli para el caso de la guerra de los

    tepehuanes en la Nueva Vizcaya, la apropiacin de saberes, de tcni-cas y prcticas de origen colonial fueron autonomizados e integradosen la prctica de la guerra, que es la punta de lanza de un proceso derecreacin identitaria.77Tanto los neovizcanos como los cordobesesdel siglo XVII estaban conscientes del saqueo cultural al que estabansiendo sometidos, de all su temor.

    Este temor que percibimos en los discursos de los encomenderos

    cordobeses tambin aparece en otro tipo de fuentes coloniales delTucumn donde la referencia a los atropellos que cometan los indios

    del Chaco fue recurrente antes y despus de las entradas de Peredo. 78

    Luego de su campaa persisti el temor a que se reprodujeran los efec-

    75 Ibidem, f. 110v.76 Ibidem, f. 461r.77 Christophe Giudicelli, El miedo a los monstruos. Indios ladinos y mestizos en

    la guerra de los Tepehuanes de 1616: publicado en lnea en http://nuevomundo.revues.org/index614.html .

    78

    Junta de guerra. AHPC, Esc. 1, leg. 139, Exp. 3, f. 23r.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 256P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 256 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    27/30

    257La incorporacin de los indios desnaturalizados

    tos negativos de la entrada de 1673, cuando Peredo reparti los indios

    en encomiendas, pero las consecuencias no fueron las esperadas, entanto muchos indgenas murieron al ser mudados de su natural y otros

    tantos huyeron para seguir guerreando an con mayor fuerza y ensaa-

    miento con el espaol.79Las consecuencias temidas y ms directas de

    este estado de guerra, donde no se alcanzaba la consolidacin defini-

    tiva del territorio chaqueo ni menos an la fidelidad absoluta de los

    indios ladinos y bautizados, eran la muerte de espaoles e indios

    domsticos, la toma de cautivos, la profanacin de iglesias y el saqueo

    de estancias y ciudades.80Asimismo, otras consecuencias negativas y

    no menos importantes para la consolidacin del imperio colonial eran

    el desbaratamiento de las misiones, la turbacin de los indios ya

    reducidos,81el avance de los portugueses sobre la frontera espaola82y

    la obstruccin de las comunicaciones, especialmente del Tucumn con

    el norte del virreinato del Per y el resto de las jurisdicciones. 83

    Los vecinos de Crdoba estaban plenamente conscientes de lospeligros que poda implicar el retorno de los indios no sometidos a sulugar de origen. El recurso a la violencia en el mbito de las estanciasera sin duda una prctica que desde la ptica hispnica tena plenajustificacin.

    CONSIDERACIONESFINALES: ELVISITADORYLOSINDIOSDESNATURALIZADOS

    El oidor Antonio Martines Luxan de Vargas pretendi en la medida delo posible poner coto a las irregularidades con las que se haba encon-trado, para lo cual trat de combatir aquellas prcticas ilegales, comola del servicio personal y reemplazarlo por el libre concierto y el pagode tasa. Sin embargo, una de las medidas que consider de sustancial

    importancia fue la de delimitar claramente las tierras de uso exclusivo79 Pastells,Historia de la Compaa(nota 67), tomo 4, doc. 2374, p. 75.80 Ver Relacin ajustada de lo que resulta de los papeles puestos en poder del relator

    del Consejo Licenciado D. Juan de Vallejo y Baraona (12/VII/1679): Pastells, Historiade la Compaa(nota 67), tomo III (1918), doc. 1825, pp. 218219. El texto recoge uninforme de la ciudad de Jujuy de fecha de 4 de enero de 1677.

    81 Ibidem.82 En una real cedula de 21 de mayo de 1684 se hace referencia a la importancia de

    las misiones de la Compaa de Jesus para que los portugueses no sigan adelantando suspoblaciones. Pastells,Historia de la Compaa(nota 67), tomo IV, doc. 2334, p. 41.

    83

    AGI, Escribana 864 B, f. 110v.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 257P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 257 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    28/30

    258 Constanza Gonzlez Navarro

    de los indios para garantizar que pudieran procurarse su sustento y la

    construccin de una iglesia que asegurara su evangelizacin. Despusde varios lustros, el pueblo de indios cuyos antecedentes podemosrastrear hasta las Leyes de Burgos de 1512 segua siendo para cier-tas autoridades y entre ellas Luxan de Vargas la mejor forma parareforzar el control colonial, detener la cada demogrfica de las pobla-ciones indgenas y lograr que estas ltimas fueran incorporadas a laspautas de convivencia de origen peninsular.

    Entre las disposiciones de Luxan se estableca que la asignacin detierras por parte de los encomenderos tomando parte de las propiaso adquiriendo nuevas para tales efectos deba hacerse conforme alnmero de indios: un cuarto de legua en cuadro para menos de seisindios, media legua para seis indios, tres cuartos de legua para gruposde seis a diez indios y una legua para grupos de diez a 16 indios tribu-tarios.84

    A los nicos seis pueblos producto de reducciones de indios ori-ginarios que haba logrado identificar Luxan en su visita, se suma-ron otros pueblos de nueva factura pueblos nuevos que surgie-ron a partir de las disposiciones del visitador. Estas demarcacionestuvieron en cuenta la particular situacin de cada grupo indgena:

    1) Los indgenas que an contaban con las tierras de comunidad, aun-que en una situacin irregular invadidas parcialmente por elencomendero u ocupadas slo por el cacique , pudieron ser nueva-mente reducidos en dichos sitios a partir del fallo interpuesto por elvisitador caso Nogolma, Mazmorras, Guamacha, Guayascate.Las reducciones que tenan componentes originarios y desnatura-lizados del valle Calchaqu, como era el caso de Nogolma, con eltiempo fueron homogeneizados y los indios calchaques perdieronsu filiacin tnica.

    2) En los casos en que las tierras de comunidad haban sido invadidas,vendidas o transferidas siendo por tanto irrecuperables el visita-dor mand a los respectivos encomenderos que a su propia costasealaran tierras adecuadas a los indios, de modo que la mayora delos encomenderos asignaron tierras de su propiedad para demarcarel sitio. As surgieron los pueblos de San Joseph, Ministalalo,Pichana, Cosqun, Ro Seco y San Antonio de Nonsacate.85

    84 Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, EC 15, 1694, f. 2r.85

    AGI, Escribana 864 B.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 258P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 258 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    29/30

    259La incorporacin de los indios desnaturalizados

    3) Los indios desnaturalizados del valle Calchaqu y del Chaco que

    haban sido naturalizados o yanaconizados en estancias y chca-ras recibieron tambin la posesin de tierras para sementeras en lamayora de los casos en la cercana o en el interior de la estancia,pero lo ms alejado posible de las casas del encomendero.86As porejemplo, las tierras de tres indios de nacin calchaqu, encomiendade Antonio de Burgos, fueron asignadas a cinco cuadras de lascasas del encomendero, por ser una chcara de pequea dimensin.El cuarto de legua en cuadro asignado fue declarado tierra deredusion de los dichos yndios [] para que las ayan y tengan porsuyas propias y usen de ellas los dichos yndios de esta redussion.Igualmente se les aseguraba el acceso al agua que ubieren menes-ter durante la vida de su encomendero y la de sus legtimos here-deros.87

    Si bien sera necesario un estudio especfico sobre el siglo XVIII paraobservar la continuidad de la posesin y el usufructo de estas tierras,es importante sealar que diez aos despus, cuando se efectu elpadrn de 1705, la mayora de estas demarcaciones de tierras parareduccin an existan.88

    A manera de hiptesis final, que exigira un anlisis especial,

    podramos decir que estas demarcaciones de las tierras de comunidad,si bien sirvieron para ajustar el sistema y promover el ejercicio de losderechos indgenas a la tierra y al libre concierto, no pudieron ya dete-ner el proceso de desestructuracin de la sociedad indgena. Crdobadel Tucumn representa, en este sentido, el caso extremo de este pro-ceso, donde el mestizaje se fue convirtiendo paulatinamente en una delas pocas vas de supervivencia en el marco del sistema colonial.

    86 Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, EC, 15, 1694.87 Ibidem, f. 6v.88 Fondo Documental de la Biblioteca Monseor Pablo Cabrera, UNC, Crdoba,

    Doc. 3357.

    P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 259P9199_412_20369_JBLA46_12_Navarro 259 25 03 10 17:0825.03.10 17:08

  • 7/21/2019 Jbla Cordoba Indios Trasladados Visita Luxan de Vargas

    30/30