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NUMERO 31 JULIO 1969 "QUE A TODOS QUIERAN AYUDAR" (San Ignacio de Loyola, patrono de JAUJA: "Ejercicios Espiritua- les: Meditación de las Dos Banderas". REVISTA MENSUAL PRECIO $ 200.»

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  • NUMERO 31 JULIO 1969

    "QUE A TODOS QUIERAN AYUDAR" (San Ignacio de Loyola, patrono de JAUJA: "Ejercicios Espiritua-

    les: Meditacin de las Dos Banderas".

    REVISTA MENSUAL PRECIO $ 200.

  • Yo sal de mis puertos, tres galeras a vela Y a remo, a la procura de la Isla Afortunada Que son 200 islas, mas la flor de canela De todas, es la incgnita denominada JAUJA Ignota, impervia al paso de toda carabela La don el Rey de Rodas a su primo el de Len. Solo se alcanza al precio de naufragio y procela Y no la vieron Vasco de Gama ni Coln. . .

    i NOVEDAD! SAN MARTIN, ROSAS Y LA FALSIFICACION DE LA

    HISTORIA, de Luis Soler Caas.

    Las inexactitudes del Dr. Ricardo Rojas. Contestacin a los trabajos de Ricardo Rojas sobre la cuestin del legado del sable hecho por el Liber-tador al Jefe de la Confederacin Argentina. Se in-cluye un notable trabajo de Ramn Doll acerca del libro, titulado : "El problema del legado sanmartiniano".

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  • JAUJA Revista Mensual de Inters General

    N? 31 JULIO 1969

    Registro Nacional de la Propiedad Intelectual N- 923.068

    DIRECTOR : Leonardo Castellani

    CONSEJO ASESOR: R. P. Amancio Gon-zlez Paz - Dr. Carlos Stefens Soler - Dr. Juan Pablo Oliver - Dr. Federico Ib argu-yen - Dra. Ignacia Moyano - Dr. Jorge Martorell - D. Juan Mario Collins - D. Dalmiro Atienza - D. Hilario Lafuente.

    ADMINISTRADOR: Cruz y Fierro

    DIRECCION Y ADMINISTRACION:

    Avenida de Mayo 560, 5?, Of. 6 Caseros 796, 5?, E.

    T. E. 34- 1934

    Cheques y Giros a nombre de Leonardo Castellani o Cruz y Fierro, Editores.

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    SUSCRIPCION: Anual (12 nmeros) $ 2.000.-

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    Semestral: $ 1.100.- Exterior: 5 dlares Ejemplar: % 200.- Exterior 1 dlar Nmero atrasado: $ 220.-

    S U M A R I O

    Pg.

    DIRECTORIAL 3 CESAR TIEMPO

    Baldomero Snchez 6 LA ULTIMA REBELION

    Juan Carlos Moreno 11 LAS INSIDIAS DE

    "PRIMERA PLANA" 20 APUNTES SOBRE

    UN TRIUNFO Daro Carlos Mosso 22

    IDIOMAS y DIALECTOS Irene Enriqueta Caminos . . . 24

    EL CASO DEL FANTASMA Y LA LECHUZA 27

    EL MISTERIO DE LA ENCAR-NACION EN RAHNER Julio Meinvielle 38

    VISTO PARA USTED Vctor Beita 43

    LEIDO PARA USTED 45 PERISCOPIO 50 EL RUISEOR FUSILADO

    (Folletn) 56

    Dra. IGNACIA MOYANO Abogado

    San Martin 551, Depto 70 Tetefono 32-6260

    Consultas: de 18 a 20 horas

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    CRUZ Y FIERRO EDITORES

    Avenida de Mayo 560, V, Oficina 6, izquierda

    UNA MEDITACION SOBRE LA REALIDAD NACIONAL.

    R E F L E X I O N E S S O B R E Y D E S D E L A P A M P A

    I. El escenario y los smbolos - La tierra - La Cruz y la Espada. II . Los verdaderos nobles. I I I . Embriaguez de sangre. IV. Civilizacin y barbarie. V. Rane en La Paimpa. VI. Las contradicciones del cristia-nismo. VII. Tango y pampa. VIII. Fatalidad y esperanza. IX. Un poeta olvidado - La vctima. X. Hacia una nueva conquista.

    Dice el P. Leonardo Castellani:

    " . . . Por eso con todo gusto he prologado estos apuntes del Inspector Mayor Schoo, referidos al escenario de nuestra pampa. Constituyen un libro vital; es decir, nacido de experiencias o vivencias, fecundadas por la posesin de los pr incipios. . .

    En todas las buenas Libreras o enviando cheque o giro por $ 400 a :

    de Jorge Vicente Schoo Prlogo de Leonardo Castellani

    e Ilustrado por Jorge D. Campos

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  • ir

    4.

    I

    D I R E C T O R I A L

    El sitio de iniquidad y desorden que nos cerca en el pas es tan tupido que muchos no pueden casi respirar, y no se acos-tumbrarn nunca. A m la sensacin de desorden se me hace viva y carnienta, cada jueves y cada viernes, no slo tocando co-sas gruesas como la batalla de Crdoba, pero an cosas muy leves, como un nmero de SUR, un "pantallazo" de Canal 13, un peatn atropellado por un auto, un soneto o des-soneto de Borges, los avisos de cine de La Nacin diario, la crtica de cine de Clarn diario, una conferencia por Radio Nacional de Miss Cloris Tilnguez, un manifiesto del CUDAG, un discurso de Daz Colodrero. . . y una revista de kiosco con su portada prostitutal.

    Me dicen publique como "Directorio!" en este nmero una de las clases sobre PROFECIAS que pronunci este mes y el pa-sado; que son poca cosa y me dieron mucho trabajo. Considero mejor escribir un resumen afeitado dellas ; y despus imprimir-las tal cual estn, si resulta posible.

    Las profecas de Cristo y sus Apstoles nos han sido da-das para admonicin y consolacin, crase o no. Borges dijo por ah que el Apokolypsis es un libro de terror religioso y que. . .

    "Habl en su libro de feroces Prodigios y de jbilos atroces"

    y sin duda es as para l; porque las profecas no son con-solacin para los protervos sino lo contrario; y es natural que a nuestro Apstata oficial le parezcan truculentas y temerosas. No han sido hechas para mantener en su camino a los desvia-dos ; porque el Evangelio es ciertamente la Buena Nueva, pero no para los republicanos espaoles y los panzones argentinos, sino para los desconsolados. Pues el yugo de Cristo es leve y

    3

  • ligero solamente para los que ya llevan yugo para "los que estn fatigados y atribulados" dijo el Seor. Pidmosle que llegue a ser as para Borges que no deja de estar fatigado y atri-bulad exv
  • -X-

    que cuando uno conoce los males los puede esquivar; pues eso es lo que dijo Jesucristo, que despus de anunciar con su voz infalible los ms temerosos males, que no perdonarn al cielo ni a la tierra, al mar ni a la armada yanqui, ni a la luna ni a los astrosonautas, ni a piante ni a mamante, concluye muy tran-quilo que cuando veamos venir los moros ( que no es lo mismo que decir "moros vienen") entonces justamente levantemos las cabezas porque nuestra salvacin est cerca. Y lo mismo hace San Juan, mehercle!

    Me dirn que en vez de resumir las conferencias no he hecho ms que festonear el comienzo dellas. Sea, pero all est todo. Entonces usted nos aconseja leer el Apokalypsis? No a to-dos ; pues en la Argentina muchos somos un si es no es bor-gianos, y esa lectura en seco puede producir el mismo retorcijn que a nuestro Excelso Bate. El ideal general del argentino de hoy es "una esclavitud confortable"; y la Escritura Sacra al querer quitarnos la esclavitud, a lo mejor nos quita solamente el confort, ponindonos al tiro como a los energmenos de Cr-doba. Por eso dijo el gran filsofo alemn Josef Pieper que qui-zs la Iglesia hara bien en restaurar respecto a 1 o s ltimos tiempos la antigua "disciplina del arcano" ; y no desear ni dejar que todos los fieles conozcan esas cosas antes de tiempo, sagra-das como ellas sean. Y en realidad no es eso lo que hace? Dnde y en qu templo se predica hoy da la esjatologa? En ninguna parte se predica el Apokalypsis. Por lo dems, tampoco el Evangelio.

    Y entonces por qu lo predico yo en esta azarada revista? Pues porque tengo autorizacin especial de. . . digamos de San Anselmo de Aosta.

    L. C. C. P.

    E P I G R A M A S

    Con el gobierno de Espaa comparo yo a la muje r : ni nacidos ni que nazcan lo han llegado a comprender.

    (Envi RODRIGUEZ MARIN)

  • LOS QUIENES Y LOS CUANDOS: ^

    Csar Tiempo

    DE LEJOS

    El seor Csar Tiempo? S, el habla. Mire, le habla Snchez. Quin? . . .de la revista JAUJA. Ah, cmo est el Padre Caste-llani? Muy bien, le manda muchos saludos.

    Miento como un vizcano ,el P. Castellani no manda saludos ni esas cosas, a nadie, jams. Sin embargo, me consta que le tiene verdadero afecto. Y eso, aunque rigurosa verdad, no se lo digo. Simplemente por-que no viene al caso. Con estos y otros minueses introductorios hemos concertado la primera entrevista ("para el prximo sbado por la tarde") en su departamento de la calle Medrano al quinientos.

    "Tuve que dejar el de Tinogasta, no tena ascensor y ya no poda aguantar la escalera, sobre todo luego del modesto infarto de los otros meses", dir ms tarde, quitando importancia a la cosa con una son-risa y un adjetivo.

    Pero eso ser despus. Ahora Csar Tiempo es slo una voz bien limbrada, profunda, y un montn de cosas ledas desordenadamente en contratapas varias: que si naci en Ucrania, el 3 de marzo d 1906: que si sus padres lo trajeron a la Argentina en diciembre de ese mismo ao; que noms bajar del Cap Roca (o poco menos) ya empez a escri-bir como un forzado ; da tras da, sano y enfermo, con ganas, y sin ganas. De todo: poesa, teatro, ensayos biogrficos. Y como quiera que hasta los poetas comen: periodismo, guiones de cine, de radio, de tev. As es, de lejos, Csar Tiempo, a quien algunos conocen tambin por Israel Zeitlin.

    DE CERCA

    La talla es menguada, tendiendo a una razonable esfericidad all por el Ecuador. Sobre el tronco, slidamente implantada ,una cabezota de oso jovial. El parecido es notable; sobre todo de perfil, sobre todo cuan-do re. El aire lo debe sin duda a su nariz, tpicamente rusa (respin-gada y ancha en la base quiero decir), a |los ojos saltones, a los labios algo gruesos, a las orejas grandes y pegadas al crneo.

    Usa anteojos. Y los aprcwecha para mirar por encima de ellos con expresin socarrona de Viejo Vizcacha.

    Tambin est ese otro gesto recogiendo la barbilla, avanzando la frente- con el que lo pint su amigo Manuel ,Eichelbaum. Un gesto as, de topar juguetonamente al mundo y a las cosas.

    6

  • Posee el arte de la conversacin en grado de Doctor Emrito. Y esa forma de la bondad que consiste en saber escuchar al prjimo y atender a sus razones.

    DE DMIEPOPETROVSK A VILLA CRESPO

    Hemos charlado un rato de esto y de aquello. Por ah, como al azar, he dejado caer la pregunta: Usted es religioso? Creo que no. Creo? Bueno, creo que no creo. Sin embargo su poesa es, en muchos aspectos, religiosa. (Le cito algunas de "Sabadomingo"). Csar Tiempo me escucha con expresin ambigua. Se defiende: "Son poesas de hace treinta aos. De joven era muy rezador y muy creyente . . . (Pienso en la influencia de su padre, a quien l lo ha escrito la pre-sencia de Dios le golpeaba el rostro como una lluvia) . . . ahora no s. Tal vez siga siendo religioso en la medida en que la religin supone amor al prjimo".

    Eso es filantropa, no religin. Tal vez. Lo cierto es que no soy religioso en el sentido de adherir

    a un dogma determinado. Estuve por preguntarle qu es lo que le queda a un judo si pierde

    su fe. No lo hice. Prefer pasar por el tema de puntillas. Aquello hubiera sido como caminar por un tejado de vidrio con zapatones de buzo.

    Prefer decirle: Hbleme de su padre. Mi padre, "San" Gregorio Zeitlin,, era molinero. Hombre suma-

    mente piadoso. Cantaba en las ceremonias con una hermosa voz de chantre y conoca a fondo Las Escrituras. Podra decirse de l que crea en Dios y esperaba en los hombres. Era confiado y generoso hasta lo increble. Cuando lleg a la Argentina, en lugar de ir al campo como Jos dems inmigrantes, eligi la ciudad y, qu iba a hacer un molinero en la ciudad sino morirse de hambre? Para evitarlo, se agarr al co-mercio como a un clavo ardiente, luego de haber tentado suerte como lavador de sifones en "La Argentina" (as se llamaba la fbrica) y en varios oficios ms, entre los cuales, profesor de hebreo de muchachos distrados. Tuvo negocios que invariablemente se le fundan, por su total ausencia de sentido comercial ya que senta un desprecio olmpico por el dinero. Cuando tent mis primeras salidas en el teatro, se alegr mu-cho. En Rusia, mi padre haba tratado a Scholem Aleijen y a Mximo Gorki, al primero hasta le notific por carta mi nacimiento y e Igran escritor le contest' a vuelta de correo: "tu hijo ser rey". Evidentemen-te Scholem Aleijem era mejor humorista que profeta, porque aqu me tiene, ni siquiera llegu a Rey del Comps, como Darienzo.

    Desparrama la boca en una ancha sonrisa y contina: Pero volviendo a la historia; bueno, a la prehistoria; la idea de

    que un hijo suyo escribiera no le disgustaba en absoluto, en el fondo lo halagaba, ya que tena de la literatura un concepto elevado y ro-mntico. La cosa fue cuando empez a sospechar que con eso se poda

  • bueno, es un decir ganar dinero. Simplemente le pareca una aberracin. Fjese, hasta se alegraba

    cuando no vena gente a las funciones. "Mejor, deca si no vas a ganar demasiada plata y vas a terminar siendo miserable como todos".

    Concluye: "en esto de despreciar el dinero mi padre era tambin tpicamente judo".

    ENITRE DULCINEA DEL TOBOSO Y LA SIRENA DE LOS MARES

    Ahora quiero saber cmo era el pibe de Villacrespo que iba a aquella escuela de la calle Cnning "que estaba justo a la vuelta de la Librera de Gleizer, al lado de la casa de Nicols Olivari", redundo.

    Bastante atorrante, contesta. Cuente. Como no. Pero antes de dnde sac esos detalles? Los le por ah. Ah, claro. . . Pues s, la primaria la empec en esa escuela que usted dice y la termin en la parroquial de Santa Clara, en Adrogu. Mi padre decidi que la ense-anza que all se imparta era buena, sobre todo en el aspecto huma-nstico. Por supuesto hasta entonces yo haba recibido una educacin hebrea or todoxa . . .

    Cmo no preguntarle si considera que ese paso por una escuela catlica influy en l en algn sentido? Me contesta (en serio! o en broma?) :

    Quien sabe..-. A lo mejor es por eso que yo sal as, medio sbadominical. . . Volviendo a Villacrespo. Como le deca, a ratos era la desesperacin de mi padre que, agotada su largusima paciencia, me persegua cinto en mano por todo el Maldonado. Luego de innumerables gambetas dejaba que me diera alcance, un poco porque me daba ls-tima hacerlo cansar. . . y otro poco, porque as cansado, la apocalptica paliza prometida se reduca a un acto simblico de autoridad paternal y nada ms. Los chicos estn en todo.

    (Busca infructuosamente por todos los bolsillos, el tabaco que la previsin de doa Helena, su esposa, en complicidad con el mdico, le na requisado'. Se resigna con una vaga sonrisa y retoma el hilo. . . )

    Cuantas veces poda me escapaba al Cine Villa Crespo, en la calle Triunvirato. All vi las primeras cintas en episodios, de la Path, que llegaron al pas.

    Quien le dice si no naci all mi vocacin de guionista de cine. Mis favoritas eran "La Sirena de los Mares" y "El apache de Pars".

    Tambin lea mucho. Salgari sobre todo. Los muchachos de hoy da casi no lo leen. Es una lstima.

    La Secundaria?, la hice en el Nacional Rivadavia, luego anduve por la Escuela Superior de Bellas Artes.

    Recuerda especialmente algn profesor del Rivadavia? A varios. . . Djeme ver . . . Estaba Carlos Muzio Senz Pea, mi pro-

    fesor de ingls, que fue quien lanz a Roberto Arlt, escriba historias policiales y traduca a Omar Kanyyam. Tambin, Vicente Martnez Cui-tio. Y Gimnez Pastor, que consegua hacernos leer, comentar e inte-

  • resarnos por el Quijote. Jos Antonio Oria. Y mi profesor de Historia, Juan Pablo Echage, que tuvo la ocurrencia de hacer publicar mis pri-meros versos en La Razn. Que Dios no se lo tenga en cuenta el Da del Juicio. Fue all por 1922.

    Qu materia le interesaba menos? Fsica. No entenda ni medio. Despus, de grande, lleg a apa-

    sionarme. Pero lo que ms me gustaba, era aprender idiomas. Habla hebreo? Algo. Nunca escribi poesas en sa lengua?

    Nunca. Por qu? Hombre, porque no me da para tanto lo que s. Pregunto por preguntar: Hay otros poetas judos que se expresen

    corrientemente en espaol? Claro, muchos y adems buenos. En ia Argentina? Carlos Grnberg por ejemplo. Es un poeta valioso. Castellani coincide con usted en esa apreciacin. Vaya. . .

    PERIPATECIA Y ERUDICION

    Usted fue un alumno de Bellas Artes cuya vocacin por hache o por b se fue a pique, no salv nada del naufragio?

    Efectivamente, me gustaba mucho dibujar. En Bellas Artes fui alumno de Centurin y de Jorge Larco. Mi vocacin ha venido a sobre-vivir en mis dos hijos varones, Vctor Csar y Enrique Martn, que pintan.

    Abandon por la literatura? Qu esperanza! Abandon por el atorrantismo. En vez de concurrir a las clases, rae iba a la tertulia de "El Globo", en Salta y Victoria. La presida Alberto Hidalgo y con-curran Borges, Bernrdez, los Gonzlez Tun . . . Adems haba llegado la hora de trabajar, las cosas no andaban del todo bien en casa. Co-menc a escribir. Lo haca en la calle, en los bancos de las plazas, en los cafs. Todava hoy concibo el Paraso como un inmenso caf vaco ein victrolas ni msicas, donde pueda escribir lo que quiera y sobre todo, sin que me apuren.

    Despus de trotar por todo Buenos Aires, contina, siempre en-contraba a mano alguna Biblioteca donde tirarme a< chanta. A veces, pienso que la cultura que haya podido adquirir se la debo a mis pies. Son testigos: la Nacional, en tiempos de Groussac, la Biblioteca Obrera, de Mjico al dos mil, presidida por don Enrique Dicckman, la "Yunque Civilizador", de la calle Vlez Srsfield y que s yo cuntas ms.

    Otras veces, caa por las tardes a la librera "La Invencible", en cuyos stanos funcionaba la imprenta de los hermanos Porter, mis tos. All conoc a la flor y nata de la literatura nacional desde Leopoldo Lugones a la gente del "Martn Fierro". Casualmente, al lado de la li-'^rera estaba el almacn de don Luiggi Malinverno, a cuya hija visitaba como novio oficial, Enrique Banchs.

    LA MUSA DE SUNCHALES

    Csar Tiempo suele decir que l empez su tarea literaria donde la mayora la termina: como antologo. Su primer libro, en colabora-

  • cin con Pedro Juan Vignale, se llam ".Exposicin de la Actual Poesa Argentina" y es del ao 1927. Result agudamente proftico: la inmensa mayora de los autores recopilados estn todava literariamente hablan-do, vivos. (Ha de ser por eso que una editorial portea promete su reimpresin para dentro de muy poco). El segundo, "Versos de una. . ." , la obra de una supuesta Clara Beter, que ejerca simultneamente los dos oficios ms viejos del mundo: la poesa y la prostitucin, en la ciudad de Rosario. Una broma de Csar Tiempo, cuyo cmplice que c manuscriba los "originales" era el graflogo Manuel Kirschbaum y cuyas "vctimas" resultaron ser Elias Castelnuovo, Mariani y la gente de Boedo, en primer trmino. Pero la cosa no par all:

    Hubo amigos de Rosario el escritor Abel Rodrguez, el escultor Blotta que terminaron por recorrer Snchales, el barrio de los pros-tbulos, con la esperanza de encontrar a "Clara Beter", que por cierto ya no saba como salir del enredo ; sobre todo cuando Carlos Serfetti habl de presentar al Municipal los poemas de "la hetaira", como bien mostrenco. . .

    La broma enciende todava .una chispa de malicia en los ojos de Tiempo.

    . . . Pero quien bati todos los rcords prosigue fue Zum Felde, que public dos artculos sobre el libro incluyendo.. . una biografa de la autora!

    Ahora re francamente. Lo lindo fue que, por una especie de rebote pirandeliano termin

    por darle vida a la dichosa Clara Beter. En la escena, claro. "Clara Beter vive", estrenada por Camila Quiroga, creo que en 1941. Efectivamente, en 1941. Obtuvo un Premio Municipal, no? No. Usted se confunde seguramente con "Pan Criollo", que s fue

    premiada, pero eso fue unos cinco aos antes. No me confunda. Es decir, me confunda a propsito. "Clara Beter

    \ ive" o'btuvo el segundo premio, pero alguien hizo anular el fallo. Que-ra darle la oportunidad de que nos dijera quin. Pero Csar Tiempo tiene la mejor de las buenas memorias: aquella que olvida siempre los agravios.

    Despus volvimos otra vez a hablar de Carlos Grngberg pero ya eJ ovillo de la conversacin se nos haba enredado tanto y adems era ^ an tarde que de mutuo acuerdo decidimos dejarlo "para la prxima semana" como los folletines de antes.

    BALDOMERO SANCHEZ Morn, Octubre de 19689

    vo

  • La ltima rebelin

    Una de las seales de que la humanidad ha entrado en la era apocalptica (aparte de los prodigios tecnolgicos) es la rebelda general. Esta infraccin tiene grados de gravedad, segn los autores, y se manifiesta en la desobediencia del subalterno al superior. Hoy nadie quiere parecer inferior o dependiente, aunque lo sea en orden a los valores de la naturaleza. Cuando no hay jerarqua, cuando no se acata a la autoridad, en lo temporal o en lo espiritual, sobreviene el des-orden, que conduce a la anarqua y al caos, y al caos marcha hoy el mundo.

    El hombre ha sido puesto por Dios sobre todos los seres creados. El varn es la cabeza de la mujer y de los hijos. Est en el Gnesis y San Pablo lo con-firma en su Epstola a los Efesios. La desobediencia se manifiesta en la mujer respecto del marido, en los hijos respecto de los padres, en los discpulos res-pecto de los maestros, en los subordinados respecto de los jefes. Una vez de-atada la rebelin en la sociedad primaria, avanza el frente hacia los grupos so-ciales : se produce la sublevacin de los gremios, de las profesiones, de las fuerzas civiles, de las fuerzas armadas.

    Qu sublevacin faltaba? Faltaba la ltima, la principal, la casta elegida, la sal de la tierra. . . Hoy se est cumpliendo la grave admonicin de Jess: Vosotros sois la sal de la tierra. Pues, si la sal se torna inspida, con qu se le volver el sabor? (Para nada sirve ya, sino para ser arrojada y pisada por los hombres.

    EL CONCILIO ECUMENICO

    Algunos piensan que la desobediencia clerical tuvo origen en el Concilio Ecu-mnico Vaticano II. Esto indica desconocimiento de la historia eclesistica. El Concilio Ecumnico fue promovido por el Papa Juan XXIII precisamente para levantar el estado declinante en que se encontraba la Iglesia y, consecuentemente, la sociedad cristiana.

    No entro ahora a opinar sobre la autenticidad de las apariciones de la Virgen en Garabandal. Que unas nias candorosas hayan dicho en el mensaje que "mu-chos sacerdotes van por mal camino y arrastran consigo a muchas almas" resulta una verdad que desgarra el Cuerpo Mstico de Cristo. La desercin cobarde de unos, el abandono del celibato comprometido de otros, el desacato a los supe-riores inmediatos de muchos, y la oposicin de los apstatas y sacrilegos, con-firman desgraciadamente el mensaje maano. -

    Mucho antes de la asamblea conciliar se observaba el abandono pastoral de superiores, el alzamiento de subordinados y la desacralizacin de la liturgia; pero los hechos se deslizaban casi ocultamente. El Concilio fue el toque "para que se manifestaran los corazones de muchos", y surgiera a la luz lo que estaba escon-dido. No habamos escuchado en secreto murmuraciones de sacerdotes contra sus prelados y de religiosos contra sus directores? No provenan estos juicios de los que haban hecho solemne profesin de obediencia, pobreza y castidad? Y sabiendo ellos, ms que nadie, que Dios escruta los corazones y juzga por las intenciones, se excusaban, sin embargo, para abandonar a Cristo (para rechazar al Dios que los llam!) alegando que sufran crisis de fe, que erraron la vocacin, que los Obispos no los escuchaban... cuando detrs haba una pasin culpable, el hasto de la vida sacrificada, la repulsa a la obediencia profesada libremente.

  • Por qu no se retiraron antes de recibir las Ordenes Sagradas, antes de profesar los votos solemnes? Eran mayores, tuvieron tiempo, gozaban de preparacin idnea.

    Slo Oios puede ver los grados de responsabilidad de cada uno. Yo no juzgo. Pero amo a la Iglesia de Cristo, me duele la crisis que padece y me UXLO a los sufrimientos del Sumo Pontfice, por la declinacin de la fe y el escndalo de los hermanos. Por eso escribo, con nimo edif i cativo. Desde hace ms de treinta aos milito en la Accin Catlica y siempre he defendido los Evangelios, aun en perjuicio del mi comodidad. Nada ganar con este artculo, y es hasta posible que algo pierda en el orden humano.

    Cierto clero ha tomado como bandera, los decretos conciliares y ahora enar-bola las resoluciones del congjreso episcopal de Medelln. Mas la lectura atenta de estos documentos demuestra que muchas de las declaraciones escritas y de las manifestaciones ostensibles marginan aquellas directivas sanas y constructi-vas, que el Papa Paulo VI aprob con la asistencia del Espritu Santo. Da la impresin de que este brote de manifestaciones espordicas, en todo el mundo, est dirigido hacia otro punto distinto del que se aparenta.

    LA "HUMANAE VITAE" El brote nefasto de la rebelin se manifest en la Holanda protestantizada

    y judaizada, con sus reticencias acerca de la presencia real de Jesucristo en la Eucarista, la discusin de la encclica Humanae vitae, de Paulo VI, y la publi-cacin de un catecismo semihertico, censurado por la Santa Sede. (El proce-dimiento es clsico: primero se bordea la hereja, luego se penetra en ella. Ejem-plo: Theilard de Chardin).

    Ya se estn viendo los frutos de la accin disolvente en Holanda. Los cincuenta seminarios que haba se han reducido a cinco escuelas teolgicas. El agustino sub-versivo Robert Adolfs, autor del desacralizante libro La tumba de Dios, ha ofendido pblicamente al Papa, y auspicia, como el criptojudo Ivn Illich, la disidencia con la Iglesia Romana.

    Jams se haba debatido pblicamente entre telogos la tradicional posicin de la Iglesia Catlica sobre la natalidad. La prohibicin de los mtodos anticoncep-tivos artificiales fue mantenida por todos los Papas, incluso por los dos anteriores: Po XII y Juan XXIII. Por qu, pues, se descartaban ahora contra el magnfico y santo documento de Paulo VI? Porque la hora de las tinieblas se acerca, porque las fuerzas del mal han madurado y se han introducido en el seno de la Iglesia y ha sido quitado el estorbo que impeda la accin del misterio de iniquidad, de que habla San Pablo. El que tiene ojos que vea y el que tiene entendimiento que entienda. Muchos ven y entienden lo que no deben; y ,aqu se aplica lo que escriba para estos tiempos el Apstol a Timoteo: Porque vendr tiempo en que los hom-bres no podrn sufrir la sana doctrina, sino que acudirn a una caterva de docto-res segn su gusto, que halaguen ios odos y se amolden a sus desordenados deseos.

    No bast que, en la Argentina, el cardenal Caggiano ireafirmara la posicin de la Iglesia contra las prcticas anticonceptivas, para que algunos directores de con-ciencia volvieran sobre su error; ni bast que el "Cardenal Cushing, de Bostn, despus de la Humanae vitae, expresara: "Roma ha hablado; la causa ha conclu-do"; ni bast que el Episcopado Latinoamericano se pronunciara a favor de la encclica papal, al igual que varios gobiernos de pases catlicos, entre ellos la Argentina; ni siquiera bast que haya pedido acatamiento al Magisterio eclesistico el propio Vicario de Cristo, quien por s solo tiene mayor autoridad que todos los Obispos y telogos, para que ciertos ncleos sospechosos mantuvieran sus titubeos o sus oposiciones al luminoso documento pontificio.

    LAS DESERCIONES Qu sucede? Hoy, ms que nunca, es abundante la mies y escasos los ope-

    rarios. Hay notable escasez de clero, y los documentos conciliares reclaman con

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  • urgencia Misioneros para evangelizar ,a los infieles, curas para recristianizar a los bautizados, catequistas para ensear la doctrina cristiana, sacerdotes para celebrar la Misa y administrar los sacramentos salvadores.

    Y cuando los hombres claman por el pan espiritual, ms necesario que el pan corporal; por la asistencia de los enfermos y moribundos, ms urgente que la de los obreros y desocupados; y por guas orientadores que preserven a la juventud de doctrinas ponzoozas y de la inmoralidad imperante, ms necesarios que la accin poltica, econmica y social... muchos sacerdotes desperdician sus horas preciosas, que son horas de Dios, en reuniones, en dilogos, en declara-ciones, en marchas espectaculares, en ostentaciones periodsticas y televisadas, dejando de lado los medios sobrenaturales, que son precisamente por los cuales podrn tener y dar al prjimo la paz, la verdad y la alegra espiritual.

    En el fondo del presunto descontento clerical est el orgullo, que abati a Lucifer y a sus huestes por no querer servir, y que deterior a Adn y a Eva, por no querer obedecer. Es la rebelda satnica, poderosamente armada ahora, porque los das estn contados y el Tentador sabe que le queda poco tiempo, segn el Apocalipsis, y Dios le ha dado permiso para que acte con mayor desenfreno.

    Acontece algo semejante a lo que aconteca con el pueblo judo en la venida de Jess. Haba prevaricado y cado bajo el dominio extranjero, y cuando lleg el Mesas, anunciado por dos Profetas, lo rechazaron, perdiendo la herencia de la promesa ;l y la gracia del Redentor pas a los gentiles, y slo una porcin del pueblo elegido sigui al Salvador. Y ,as parece aproximarse la hora del falso Mesas, que los judos todava esperan, el cual se opondr a Cristo, estableciendo un nuevo reino terrenal, hasta la lucha decisiva, cuando venga por segunda vez el Cristo verdadero, triunfante, con su reino santo y perdurable.

    No es slo el pobre novicio, desorientado, el que huye del sosegado encierro, sino el sacerdote de Cristo que aspira a "realizarse" en el mundo, y el Obispo, que desprecia su .sagrado vestidura por amor de otra profana vestidura.

    La antigua abada benedictina de Cuernavaca, Mxico, ha quedado desolada. El prior Gregorio Lemercier hizo psicoanalizar a los monjes de la comunidad, con la colaboracin de una psicloga juda argentina, la doctora Frida Zmud. Los monjes psicoanalizados (lavado de cerebros) se dispersaron. La Santa Sede in-tervino y disolvi la abada. Despus de engaar a los monjes, Lemercier se cas y fund el Centro Psicoanaltico de Emas, donde prosigue su obra de embau-camiento. El hombre sensato piensa que con esto 'se acab Lemercier. No es as. Y an hay tontos que creen que todo eso est bien. Hay quienes lo promueven, y los necios y los incautos son legiones.

    ERRORES Y DESORIENTACION

    Entre los errores metidos en noviciados y en seminarios estn las experien-cias psicoanalticas y las confidencias psicolgicas, ejercidas por hombres y muje-res profanos, en detrimento de la honestidad,'de la regla monstica, de la vida sobrenatural y de los sacramentos saludables, como la 'Penitencia y la Eucarista. Ciertos telogos y directores de conciencia han subestimado los medios sacra-mentales con los cuales debsn orientar sabiamente a las almas en la verdad, en la disciplina y en el conocimiento de la voluntad de 'Dios.

    De all surgen dudas y desrdenes en Parroquias y Congregaciones respecto de las celebraciones litrgicas y la administracin de los sacramentos, de la utili-zacin de los templos en exhibiciones de artes profanas, y de la ocupacin de monjes y monjas en tareas ajenas a las suyas propias, que son aquellas destinadas a la gloria de Dios y a la salvacin de las almas, por medio del trabajo y de la contemplacin.

    En su proftica novela 666, el agudo escritor catlico Hugo Wast, prevea

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  • para estos tiempos apocalpticos la desacralizacin de la Iglesia, la apostasa de las masas, la desercin del clero y el culto del satanismo. Hacia esa meta marcha la sociedad a pasos agigantados. No nos espantemos, sin embargo, porque todo est anunciado en las Sagradas Escrituras, y la victoria final es de Dios. Estemos alertas, sin embargo, velando y orando, como manda el Seor.

    La tensin es grande y acaso se agravar en lo sucesivo. Todo se confabula contia el bien: el cine demoledor, la televisin incontrolada que penetra por los ojos y afloja el corazn y los sentidos; los libros y revistas impactantes y des-honestos; la ropa inmodesta de las mujeres; las costumbres licenciosas; el auge de los seudosabios que extravan a los jvenes con nocivos consejos; los psic-logos liberales, que han entrado en los claustros, so pretexto de orientar a monjas y a monjes y los confunden y apartan de sus vocaciones. Es la "caterva de doc-tores", de que hablaba San Pablo, "que halaguen los odos y se amolden a sus desordenados deseos" Terrible responsabilidad de los superiores ante el juicio de Dios!

    Unense a la confabulacin general los telogos engredos que sostienen, con-tra la verdad, que la castidad es imposible; que la masturbacin, el beso y los manoseos de los novios no son pecados, olvidando que la naturaleza humana est cada. Y los curas que elogian pelculas inmorales, y hablan con despar-pajo de la entrega amorosa! La Oficina Internacional del Cine Catlico, cedida a los enemigos de las almas, ha premiado la pelcula ms demoledora que se haya rodado, para desorientar al pueblo cristiano, ofender la virtud y blasfemar contra todo lo sagrado!

    Con el fin de facilitar sus tareas apostlicas en el mundo, se permiti a los sacerdotes usar saco y cuello "cleyman". Pero se van a los extremos; muchos dejaron el austero cuello blanco, y andan con overoles y en mangas de camisa. Nadie duda que el militar con uniforme tiene ms autoridad que el vestido de civil. De igual modo el cura con hbito inspira mayor respeto en el pueblo. Si es verdad que "el hbito no hace al monje", tambin es verdad que lo distingue. Ya se quejaba San Antonio Mara Claret de los que deseaban quitarse la sotana: "Deponer insignia tan propia de su estado es una especie de apostasa". Hasta hay quienes pretenden celebrar sin ornamentos sagrados, con pan no cimo y dar la Hostia consagrada en la mano del fiel. Y sustituyen unas palabras por otras de los ritos prescriptos, y cantan en el momento de dar la Comunin, en lugar de pronunciar las palabras rituales: "El Cuerpo de Cristo". Otrai forma de desacralizar la liturgia es el empleo, en el templo, de instrumentos msicos profanos, como la guitarra y el bombo, y las canciones folklricas.

    Encuentro sospechosa la repentina invocacin en favor de los pobres. Es pre-ferible que practiquen la caridad en silencio, como proceden los Vicentinos y mandaba el Seor. Se ve all un designio de los mangoneadores. Saben que cla-mando contra la miseria, la desocupacin y el hambre exaltan a las masas, incli-nndolas hacia el odio y la malicia. Si el pueblo tuviera fe, no resultara peli-groso; pero no la tiene. Los marxdstas saben que la voz de los curas tiene ms fuerza que la de ellos. Hacen su trabajo de zapa y esperan a retaguardia. Una palabra dicha a un catlico firme tiene una repercusin; la misma a los vaci-lantes, acaba por desanimarlos, y al que odia a la sociedad, lo convierte en un instrumento de violencia.

    Hablan de su amor a la pobreza, pero les gusta el veraneo, el cigarrillo, la buena comida, el auto de lujo. Conozco a ms de uno que con pretexto de mayor tiempo para "darse a las almas", descuida el despacho parroquial, abandona el confesionario y la administracin de los sacramentos, y dedica las horas de Cristo a conferencias profanas, a "dilogos", a visitas con msica y libaciones. Un fla-mante teniente cura preconizaba la pobreza de la Iglesia y la ayuda de los po-bres. Cuando un da se present a la parroquia, en demanda de socorro, una viuda con tres hijos, el prroco la envi al teniente cura, el cual, despus de escucharla,

  • la despidi amablemente dicindole que no poda ayudarla. Entonces el prroco prest ayuda a la viuda (a veces hay que molestarse para hacerlo) y luego en-rostr al teniente cura su vano palabrero de intenciones sin obras.

    Claman contra la pobreza, contra las villas miserias; pero no claman contra la inmoralidad, contra los corruptores de menores, contra los comunistas des-credos y disolventes. Siempre tendris a los pobres, dijo el Seor, (para que se manifieste la caridad de los hombres). Siempre habr escndalo, pero ay! de aqul por quien viene el escndalo. Ms le valiera que le ataran una piedra al cuello y lo arrojaran en lo profundo del mar.

    LAS FUERZAS OCULTAS

    En este conglomerado de clrigos rebeldes existe mucha confusin: muy pocos saben lo que hacen; otros navegan'entre dos aguas y se dejan arrastrar, y son muchos los "idiotas tiles", colaboradores inconscientes del diablo. Los que saben lo que quieren manejan la batuta ocultamente. Son pocos, pero ellos aprietan los botones para que las piezas mecnicas se muevan hacia donde quieren con-ducirlas. Ellos planean, sugieren, ilustran,; los "idealistas" marchan adelante. A veces ni dan sus nombres ni aparecen en las marchas. Entre stos, cuntanse los marxistas que usan la dialctica del "trasbordo ideolgico inadvertido", acerca del que tan minuciosamente ha escrito Plinio Correa de Oliveira.

    Durante una disertacin parroquial un sacerdote manifest que a veces l no vea bien y no saba lo que deba hacer. Por eso propiciaba el cambio. "Hay que Cambiarlo todo", repeta. Dijo tambin, entre otros despropsitos, que "la Iglesia es la Madre del mundo", cuando Cristo nos ense que el mundo es el enemigo del alma! (He aqu un ciego que gua a otros ciegos). Se han escrito muchos libros, pronunciado muchas conferencias y realizado muchos "dilogos" haciendo en las mentes el "trasbordo" ideolgico. Y existe un sector muy grande que ya responde inconscientemente.

    Los curas rebeldes no se dedican a ensear el Evangelio como les orden el Seor. No claman contra la inmoralidad reinante ni contra el carcoma del comunismo, "'intrnsecamente perverso", como lo estigmatiz Po XI, y que mar-cha victoriosamente hacia sus funestos fines.

    "La religin pura e inmaculada est en ayudar al hurfano y la viuda en su tribulacin y mantenerse inmaculado de este siglo" escribi Santiago Apstol. , , .No lo ven. No lo haban pensado, dicen los ingenuos. Para ellos est primero "el .capitalismo imperialista", la pobreza de la Iglesia, la justicia social... No advierten que es la cortina de humo con que les tapan lo que deben hacer, y los mueven a servir al marxismo. Los progresistas aspiran a independizarse del su-perior, a obtener buenos salarios, a la socializacin de la Iglesia, a la desacra-lizacin de la liturgia, a "realizarse" con una mujer.

    No ven que detrs de todo eso est el demonio con sus secuaces: la maso-nera y el comunismo. No advierten que si los curas oamilistas no atacan a Rusia, ni a China, ni a Cuba, es porque se han puesto de ese sector. No atacan al lobo, sino al perro guardin. No ven al dragn, sino al cordero. Los rebeldes estn dirigidos por curas masones, marxists y judos.

    Los intereses de los masones y de los marxistas difieren en el orden tem-poral, pero se unen para combatir a la Iglesia Catlica, porque el autor de ambas fuerzas disolventes es el mismo Satans, que usa de muchos medios para perder a las almas. En el fondo, los errores, las herejas y los cismas tienen por autor al Padre de la mentira. Han hecho creer a esta pobre generacin de jvenes que ellos tienen la razn, aunque ignoran cul esl su razn, para que estimulando sus vanidades y sus apetitos puedan ms fcilmente ser manejados.

    Pero es necesario dar pruebas de lo que se afirma. Dice Suzane Labn en su libro Falta 5 minutos: "En 1955 un ex miembro del Partido Comunista Francs, Albeit Vassart, revel que en 1936 Mosc orden introducir miembros seguros y

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  • bien elegidos de las juventudes comunistas en los seminarios para que se hicieran sacerdotes. Otros penetraron en las congregaciones religiosas".

    En la revista Tierra nueva, pueblicada el ao 1966 en Buenos Aires, firmemen-te censurada por el Cardenal Caggiano escriban varios criptojudos, casi todos los cuales mantienen todava sus licencias sacerdotales.

    En la Argentina han atrapado a muchos incautos los dirigentes del llamado "sacerdotes del tercer mundo". Tienen un peridico que envan a sus simpatizantes y a quienes desean ganar para su causa. Cul es el tercer mundo? Expresin del "trasbordo ideolgico", apropiada para ablandar cerebros. Yo no conozco ms que dos mundos : el celeste, donde mora Dios con sus ngeles y sus santos, y el terreno donde lucha la Iglesia militante, compuesta por los seres humanos bau-tizados. A no ser que por tercer mundo quieran denominar al dominio del diablo y de las tinieblas. Es demasiada sutileza? No tanta, porque Lucifer fue el primer rebelde, y cuando cay, envidioso de la dicha de Adn, lo hizo tambin caer, y luego, envidioso de los herederos de Cristo, desea tambin hacerlos caer.

    "Enlace", el peridico del tercer mundo, dirigido por Alberto Carbone, da normas y directivas a sus proslitos, casi todos sacerdotes jvenes. El nmero de enero de 1969 contiene una carta del Secretariado, con esta frase elegida: "Por su propia vocacin, Amrica Latina intentar su liberacin a costa de cualquier sacrifcio": En otra fija tres objetivos: "concretizar" y capacitar en todos los niveles sobre la situacin de explotacin en que vive la mayora de nuestro pue-blo; denunciar los abusos y las injusticias de una sociedad sujeta al capitalismo y aadir la fuerza de los (hechos. Ni una palabra contra el comunismo y la in-moralidad que pudre a la juventud!

    El peridico propona el "compromiso de Navidad": ayuno de protesta, sus-pensin de la Misa de Nochebuena, "para significar que nuestra sociedad actual, como aquella de Beln, no hace lugar a Cristo". Hbil dialctica, de lobos cu-biertos con piel de oveja. Suspender la Misa de Nochebuena, el amado Sacrificio de Cristo, con el que nos dio la redencin? Y as no hicieron, verdaderamente, lugar a Cristo. Varios sacerdotes cayeron en la trampa y el obispo de Goya se adhiri, dejando de ofrecer a Cristo el homenaje que le deba, para ofrecrselo a los curas del tercer mundo!.

    "Enlace" tambin denunciaba el hambre, la desocupacin, la injusta distri-bucin de la tierra. Todo ello es verdad; pero omitan lo ms necesario: la evan-gelizacin de las masas, a la que Cristo les mand expresamente: Id y ensead a todas las gentes, bautizndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo.

    Prosegua el lobo marxista : "Este gesto, humilde en s mismo, adems de un llamado a los obispos de nuestra patr ia". . . y aada: "Creemos que la "hora de la accin" supone tambin la "hora de las definiciones". La hora de las defi-niciones no es otra cosa que la que se est produciendo: contra la autoridad, contra la tradicin, contra el Vicario de Cristo, que ser finalmente, contra Cristo mismo.

    En el peridico hay tambin una carta dirigida al Presidente Ongana y otra al Gobernador de Tucumn, dndoles instrucciones de cmo deben gobernar. Hay una reflexin suscripto por un cura criptojudo y otra de un "idiota til", una carta pastoral del Obispo de iGoya, y, finalmente... in cauda venenum: un extenso artculo sobre la situacin de Cuba, que concluye as: "Castro no es un terico; antes de ser marxista es un revolucionarioi. Su pensamiento adquiere fuerza per-suasiva extraordinaria por el hecho de permanecer en contacto directo con la realidad cotidiana que sabe captar en profundidad.. . Castro no es un (Padre o un Gua esclarecido, sino un "concientizador" de su pueblo. (Las expresiones "captar en profundidad" y "concientizador de su pueblo" son propias del tras-bordo ideolgico marxista). Lol firma un sacerdote francs marxista: Charles Riviere !

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  • No niego que haya demandas justas en las reclamaciones. Eso est en el plan para ganarse voluntades. Pero entre ellas figuran las ambiguas, las que pro-pician la subversin, las que preparan la revolucin sangrienta. El hambriento, el holgazn, el enconado las aprovechar cuando llegue la hora para lanzarse contra sus superiores, contra los ricos, contra la Iglesia, contra todo lo santo. Recurdense la revolucin de Rusia y la guerra civil espaola. El procedimiento es de neto corte comunista. Muchos giros son tomados de su dialctica. Con ellos dirigen seuelos a los polticos desplazados, a los militares descontentos, al sector peronista, al clero ansioso. Los comunistas no tienen mayora, pero ellos saben que "a ro revuelto, ganancia de pescadores". Con sus manejos y la adhesin de los simpatizantes castristas, unidos a los masones y a los cripto-judos, envan instrucciones veladas para plegarse a la lucha universal, que se avecina.

    Los incautos, los inexpertos, los "idiotas tiles", dirn que son exageracio-nes. Algunos recapacitarn y darn marcha atrs. Y es preferible hacerlo a tiempo antes que mantenerse obstinados en el error. Los obcecados y los renegados tra-tarn, con estudiada dialctica, de persuadirlos y de confirmarlos. Hay muchos dbiles que estn seriamente comprometidos, tanto sacerdotes como religiosos y laicos.

    Tampoco es toda la responsabilidad de los clrigos y de los prelados. Existen muchas acechanzasi. El diablo trabaja activamente secundado por legiones de es-pritus malignos "dispersos por el mundo para la perdicin de las almas". Desde que dejaron de rezarse las preces del Papa Len XIII al Arcngel San Miguel, los demonios trabajan ms desenvueltamente. Esta es la hora, segn el Apoca-lipsis, pn que hasta los elegidos, si fuera posible, seran engaados.

    Y con los demonios actan de consumo sus fautores: los falsos profetas, las masones, los criptojudos, los que estn dentro de la Iglesia trabajando contra la Iglesia. El misterio de iniquidad ya ha sido denunciado en dos libros formi-dables: Complot contra la Iglesia, de Mauricio Pinay, y La Masonera dentro de la Iglesia, de Pierre Virin. El mismo Paulo VI, ms recientemente, denunci la obra de "autodemolicin" y la proximidad de un cisma. Es el trabajo interno, en el cual colaboran, curas renegados y sacerdotes marxistas. Y este aviso tan grave del Sumo Pontfice ha pasado casi inadvertido para muchos responsables.

    Es posible que haya gente que an siga al criptojudo Ivn Illich, de Cuer-navaca, Mxico, el cual despus de haber blasfemado y de haber injuriado a la Jerarqua Romana, y de haber sido exonerado, se obstina en su campaa difa-matoria? Es posible que aun haya clero que mantenga su indecisin y su des-obediencia despus de las escandalosas deserciones del prelado peruano y del cura guitarrero? Si, es posible; eso ocurre desgraciadamente.

    Quin es Ivn Illich? Es un sacerdote hijo de juda austraca, que siguiendo las instrucciones de la Sinagoga, entr en el seminario, estudi en Roma, se orden sacerdote en 1947, se radic en Nueva York; en 1950 se granje una mi-sin del gobierno norteamericano para visitar los pases tras la Cortina de Hie-rro, pases comunistas, para sus fines.. Se luc-r un certificado de "camarero secreto" del Papa para lucir el ttulo de monseor. Es un hbil propagador del mtodo psiaconaltico del mdico judo Freud, viens como l, que le sirve para practicar el trasbordo ideolgico. Dict conferencias en Puerto Rico, de donde fue echado por el gobernador Muoz Marn. En 1961 viaj a Cuernavaca, se hizo amigo del dudoso obispo monseor Mndez Arceo, y fund el Instituto Inter-cultural de Documentacin, donde acudan laicos, religiosos y religiosas! A causa de sus errores fue llamado al orden por la Jerarqua. Por sus reicidencias debi comparecer ante un tribunal de la Santa Sede.

    Se burl de los procedimientos de la Sagrada Congregacin para la Defensa de la Fe. Por obcecado y recalcitrante le despojaron de sus cargos, obligndolo a renunciar, y lo degradaron. A pesar de todo, persiste en una obra embaucadora

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  • I contra la Iglesia de Roma. En un discurso pronunciado en la Universidad de Fordham, de Nueva York, atac a la Santa Sede, al celibato, a los sacramentos, llegando a decir, refirindose a la Iglesia: '"El coloso empieza a tambalear, signo del prximo colapso". Su discurso, con los medios de difusin de que dispone, lo hizo traducir a todos los idomas y reproducir en muchos pases.

    EL CASO DE ROSARIO'

    Hay pastores que se sacrifican por sus ovejas y hay pastores que sacrifican a sus ovejas. El mercenario, el que no es verdadero pastor, huye cuando llega el peligro.

    No entro a discutir si tenan o no razn los treinta sacerdotes de la Arqui-dicesis de Rosario que renunciaron a sus cargos por disidencia con su prelado. Considero que, aunque tuvieran motivos de queja, no era el que usaron ei pro-cedimiento adecuado, la campaa no era a la postre contra el Arzobispo, sino contra la Jerarqua, no slo la de Rosario, sino de la Argentina, y an ms all la universal. De los trescientos sacerdotes de la Arquidicesis de Rosario slo el 10 por ciento protest, seal de que se trata de una minora descontenta, pro-gresista, y, en parte, conducida.

    Y para que se vea que no es cuestin de prelado y que el plan apunta ms lejos, aprovecharon esa oportunidad clrigos de todo el pas, ms de trescientos, para manifestarse en la fronda del conjunto. En la declaracin de solidaridad con los rebeldes de Rosario dicen que se trata de un problema de todo el pas. Si hubo causa con determinado Obispo, por qu firmaron ese documento sacer-dotes de otra Dicesis, por ejemplo, de Morn, donde no habra motivos de queja, pues est regida por un Obispo dignsimo, apostlico y misionero? Porque los progresistas, los disconformes y los "idiotas tiles" hallaron all una oportunidad para manifestarse. i,

    La nutrida publicidad, la reiteracin de protestas, las declaraciones periods-ticas de solidaridad con los pobres y contra el capitalismo, el sospechoso apoyo de sacerdotes de diversas Dicesis, donde se mezcla, marxistas, criptojudos e "idiotas tiles", todo indica Ique se apunta ms arriba. Los fautores han conse-guido lo que queran: el debilitamiento de la fe y el desprestigio de la Iglesia. Emplean todos los medios, inclusos ios ilcitos, para sus fines. Por ejemplo, entre los grupos adheridos a los curas rebeldes de Rosario aparecieron miembros de la Accin Catlica. Pero la Accin Catlica de Rosario desminti que se hubiera adherido a los rebeldes. Otra asociacin de laicos, con ms cordura que el clero dscolo, declar cual era el verdadero sentido de esa lucha. Y los diarios liberales, que retacean las naticias catlicas edificantes, dieron amplitud a las informaciones y fotografas, con visos escandalosos, en desmedro de nuestra cultura, de nuestra tradicin y de nuestras almas.

    LAS RESERVAS DE DIOS

    Dios saca bienes de los males. Tal vez todo esto contribuya a que los prela-dos se desprendan poco a poco de sus comodidades. El Papa ha dado ejemplo disminuyendo el boato del Vaticano y donando un milln de dlares a los pases necesitados de la Amrica Latina. Un Arzobispo norteamericano renunci a su Arquidicesis para consagrarse a las misiones del Africa. Otros prelados y sa-cerdotes estn volviendo al redil, desengaados de los ardides del demonio.

    Esta maquinacin universal est preparando los caminos del Anticristo, e indica su cercano advenimiento. Pero tengamos confianza, pues Cristo venci al mundo y a la muerte, y El derrotar al Anticristo y a sus huestes. Su Segunda Venida est prxima; ya se advierten las seales. En vez de afligirnos, debemos alegrarnos, los que deseamos su Segunda Venida. Providencialmente se ha aa-dido al canon de la Misa el clamor de San Juan al final de su Apocalipsis: Ven,

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  • Seor Jess. El vendr y reinar por siempre, y su reino no tendr trmino. Y dar la tierra y la gloria a los que perseveren con El, a los que vivan con El y a los que venzan con El.

    Vivamos en estado de alerta, porque no sabemos ni el da ni la hora. Nu-trmonos de la Verdad divina, contenida en la Biblia, sobre todo en el Nuevo Testamento; no en la seudociencia, en la vana ciencia del mundo, de los que se tienen por sabios y prudentes, y han engaado a muchedumbres. No desechemos a los Padres Apostlicos ni a los Doctores de la Iglesia, para quedarnos con la hojarasca de los telogos modernistas y progresistas, muchos de ellos falsos pro-fetas, rboles de frutos nocivos, como estamos viendo en esta generacin de sacer-odtes y laicos subversivos.

    El ao pasado, en Santiago de Chile, un grupo reducido de clrigos acompa-ados de laicos progresistas, ocuparon la Catedral protestando contra el Congreso Eucarstico de Bogot, tratando de que Paulo VI no acudiera a la asamblea reli-giosa. porque elfo respaldaba al capitalismo, decan. Recientemente, otro grupo, que se autodenomina "Iglesia Joven" provoc un tumulto, interrumpiendo la con-sagracin episcopal de monseor Ismael Errzuriz, sosteniendo que el pueblo debe intervenir en la designacin de sus prelados. Lo que buscan es crear ambiente contra la Iglesia y el Papado, y democratizar la Iglesia al estilo poltico electo-ralista. El ao pasado hubo tambin na manifestacin frente al Vaticano, que-jndos elos protestadores contra la medida de un Arzobispo italiano que haba quitado las dispensas, dejando cesante a n cura progresista, autor de un cate-cismo arbitrario.

    La consigna de los buenos cristianos es seguir al Vicario de Cristo, cueste lo que cueste, contra viento y marea, porque l es el representante de Dios en la tierra, y a l est prometida la asistencia divina, contra quien no prevalecern las puertas del infierno. Los Obispos, los sacerdotes y los laicos que deseen man-tenerse en la verdad y en la fidelidad, deben estar con el P'apa, aunque presuman que est equivocado. A quin iremos, sino a l? A quin iremos, sino a T? dijo admirablemente Pedro a Cristo. A l le dio Cristo toda potestad en el cielo y en la tierra. Lo que ate y desate en la tierra ser atado y desatado en el cielo. Es el mismo San Pedro, quien, dirigindose a sus sacerdotes y a sus rebaos mand: Sometos, pues, a toda humana criatura por Dios; ya sea al rey, como soberano que es; ya a los gobernadores, colmo enviados por El". .. Hablaba del poder tem-poral y con mayor razn de poder espiritual, cuya sagrada jerarqua fue deter-minada por Jess.

    Gracias a Dios, todava hay genuina sal sobre la tie rra. Todava existen exce-lentes sacerdotes, y ms de lo que se piensa, porque ellos no hacen ruido. Conozco a sacerdotes jvenes, gracias a Dios tambin verdaderos ministros del Seor, limpios, humildes, apostlicos, que obedecen alegre y respetuosamente a sus su-periores. Usan los medios de comunicacin modernos, pero se mantienen en la lnea tradicional de la Iglesia. Su trabajo es fructfero y gozan de la estima y de la alabanza del pueblo.

    Y as como hay una juventud laica descaminada, y gran parte de ella extra-viada, porque no tienen guas, sobre todo directores de conciencia hbiles y pru-dentes, as tambin hay una juventud, no muy numerosa, ciertamente, pero mag-nfica, sensata, pura y valiente, altamente inspirada, verdadera reserva de fuerza moral y espiritual. Esos jvenes estudian, reflexionan, se nutren de la sana doc-trina y del Pan supersustancial, oran, trabajan y esperan en el Seor. Son los destinados a encauzar a la sociedad tambaleante, que se sumerge y se quema, los destinados a levantarla, a repararla, a conducirla por los senderos del heros-mo y de la gloria.

    Juan Carlos Moreno

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  • Las insidias de "Primera Plana"

    Al principio pareca una revista informativa, destinada a hacer co-mentarios polticos, sociales y econmicos; una revista objetiva e im-parcial, hasta simptica y con cierta inclinacin religiosa. Comenz as para poder penetrar en la sociedad, incluso en las esferas catlicas, cuasi parroquiales. Deseaba captarse lectores de todas las capas y, si fuera posible, curas y religiosos. Y cuando logr introducirse, empez a mostrar la zarpa, es decir, lo que era.

    Y ahora estamos viendo lo que es: un instrumento hbil de diso-lucin. Ahora ya sabemos que es una publicacin con director judo, con capitales judaicos y con orientacin judaizante. Sospechamos que :uo gana dinero con la venta y los avisos. La costosa propaganda que hace en diarios y los onerosos viajes en avin de sus cronistas, sin duda arrojan un dficit que debe cubrirlo la fuente. . .

    Ahora se lanza con impunidad, aprovechando cualquier conteci-miento religioso1, para mentir, tergiversar y blasfemar. Uno de sus fines es disolver la sociedad cristiana y denigrar a la Iglesia Catlica. No se mete con protestantes, judos, ortodoxos, mormones, y eso que est vi-viendo en un pas oficialmente catlico y de inmensa mayora catlica.

    En agosto del ao pasado viajaron a Bogot dos corresponsales de Primera Plana para comentar el Congreso Eucarstico Internacional. Public dos notas llenas de mentiras e infamias, ridiculizando a los prelados y menoscabando las magnficas asambleas religiosas, como no hubo otras en Amrica, excepto en el Congreso Eucarstico de Buenos Aires,-de 1934.

    En el nmero 329, de Mayo, al comentar la Semana Santa en Tandil, "distorsiona la autntica realidad, hiere los sentimientos cristianos de uestra sociedad y slo puede haber sido laborado por quien imbuido de preconceptos intent desprestigiar sus magnficas realizaciones", dice en parte de su queja monseor Luis J. Actis, Obispo de Tandil.

    Monseor Actis atribuye benvolamente a "preconceptos" la blas-femia del redactor. Tal vez ignora que no es el redactor el responsable, sino la direccin, la orientacin especfica del peridico. La realidad es que all escriben as porque quieren hacerlo exprofesamente as.

    En ese mismo nmero hay una extensa nota, donde los correspon-sales que haban viajado antes a Bogot, escriben sobre "Iglesia: Revo-lucin en Cuernavaca". Refirindose al extrao obispo monseor Sergio Mndez Arceo, observado por el Vaticano, y a los dos apstatas Ivn lilich y Gregorio Lemercier, ambos criptojudos, que engaaron a los

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  • monjes benedictinos de la Abada de Cuernavaca, Mxico, y escandali-zaron y siguen escandalizando al pueblo. Intencionalmente ambos aps-tatas estn tratados con simpata y presentadas sus actitudes y sus pa-labras de modo que resulten agraviantes a la Jerarqua romana.

    El infeliz Lemercier, despus de ser arrojado de la Abada, casse con otra infeliz, y fund el Instituto Psicoanaltico de Emas. La Santa Sede prohibi el funcionamiento del centro por sus perniciosos efectos y Lemercier se fue con su msica a otra parte, con su reincidente con-sultorio y su cara de "hipnotizado". No necesita aqu la revista injuriar a la Iglesia, pues nadie puede hacerlo mejor que los dos traidores. Los epgrafes de las fotos muestran, empero, las insidias: Mndez Arceo: "Soy el esposo de Cuernavaca"; Ivn Illich: "Pararrayos de iras"; y Lemercier: "Amor es libertad". En cambio, al cardenal Saper, que juz-{.; a Illich, le endilgan el ttulo de "inquisidor".

    Cualquiera que no tenga el cerebro alterado, viendo y leyendo Primera Plana, descubre hacia dnde apunta: hacia la demolicin de !a Iglesia, en unin con la masonera y el comunismo. Y comprende cun necesaria fue en un tiempo la Inquisicin y cun bien les cuadrara a Dalle Nogare y compaa.

    J. C. M.

    * E P I G R A M A S

    Este escritor de pega y de barullo Que traduce, delira o no hace nada Subir quiere del Genio a la morada, De sus autolisonjas al arrullo.

    Fltale ciencia pero tiene orgullo. La paz lo ofende y la virtud lo enfada: Es ciego admirador de Torquemada Y enemigo mortal de Perogrullo.

    Tal en resumen es mi pensamiento Acerca dese autor que lleva el nombre O apellido o apodo de SARMIENTO

    Nada hay en l que agrade ni que asombre; Carece de instruccin y de talento. . . En todo lo dems, es un gran hombre.

    MARTINEZ VILLERGAS Enva : Luca Enriqueta

    ( Capital )

    X 21

  • un triunfo

    Un anlisis desapasionado de la realidad del nacionalismo argen-tino, demuestra que cuando consigui ingerencia en el poder, ste le fue arrebatado, y que cuando quiso arrebatarlo, fracas. Mas lo peor es que muchos que se dijeron nacionalistas, ante la oportunidad de go-zar de las prebendas de la burocracia, claudicaron, convirtindose en adherentes vergonzantes de las lacras del liberalismo. ^

    Esto sirve para ver claro el camino a seguir: lo nacional tiene que sembrarse en profundidad, no slo en las mentes individuales, sino en el campo social. Toda pretensin de tomar el poder sin cuerpos inter-medios sanos, en manos de hombres que vean claro, est condenado al fracaso, sino al principio, por lo menos al final del intento. Colocar un hombre o un grupo de hombres en la Casa Rosada, no es imposible. Lo improbable es en la actual circunstancia, embadurnado el pas de pornografa, macaneo libre y delincuencia, que aquel hombre o aque- ^ lios hombres, con los solos poderes polticos, pueden transformar y res-taurar esta Argentina en crisis.

    Entonces el panorama, con su cruda y fea realidad, nos dice que es por la reforma de las instituciones bsicas por donde tiene que co-menzar el MOVIMIENTO que todos ansian. En el campo familiar, pro-fesional, municipal, educativo, all es donde hay que trabajar, coordi-

    Si'la USA. fuese realmente una nacin imperial, procurara de inmediato las siguientes medidas :

    "Disolucin real y eficaz de la Masonera en todo el mundo . . . "Disolucin real y eficaz de los partidos comunistas, socia-

    listas marxistas y de control masnico en todo el mundo. "Celebracin inmediata de elecciones libres en Rusia, Polonia,

    Cuba, Checoslovakia y dems Estados cristianos tiranizados. . . "Reforma inmediata de las Constituciones de dichos Estado,

    restaurando las libertados, entre ellas la religiosa. . . "Retiro inmediata de las propias judaico-comunistas de Euro-

    pa Oriental

    (De "COMPLOT CONTRA LA IGLESIA", tomo II, al fin. Org. San Jos - Bs. As., 1968).

  • nada, paciente, incansablemente. Cuando la restauracin argentina se sienta como una necesidad en grandes sectores del pas, entonces ya es-tar lograda. YA HABRA TRIUNFADO.

    Trabajo celular y jerrquico; trabajo coordinado y eficiente. Esas son las consignas. Y ortodoxia, total ortodoxia en los procedimientos y en los hombres. La unidad de fuerzas puede y debe darse en la accin; en el planteo y la deliberacin, nunca. Cuanto ms exigentes seamos en el cuadro de hombres que tomen responsabilidades directivas, ms xito tendr la tarea.

    Cuando la lucha se emprenda para predicar verdades, sanear ins-tituciones, preparar juventudes, combatir conjuras de usureros y de ogias contra la P'atria, y no para ocupar Ministerios, asesoras y direc-ciones (sin pensar por eso que hay que rechazarlos si el destino lo pone en nuestras manos), entonces, automticamente, cesarn muchas ambi-ciones, y mucho talento hoy ocupado en trepar o esperar, podr dar fruto.

    El plan que se esboza no p o d r cumplirse si en cada planteo y objetivo no brilla la CARIDAD. Caridad para acoger, dentro de las filas nacionales a los que se equivocaron de buena fe y aceptar las naturales divergencias en los temas accidentales. Caridad para postrarse mutuo auxilio en las necesidades morales y materiales. Porque la vida es dura y difcil para el que "no es del mundo".

    Y as, liberados de todo "ismo" que no sea el cristianismo ARGEN-tino, (porque no olvidemos que somos argentinos y en Argentina esta-mos), podremos vislumbrar el sendero de la Restauracin Nacional.

    DARIO CARLOS MOSSO

    E P I G R A M A S

    Su madre dijo a Torcuato un da al irse a baar Como te llegus augar cuanti y que volvs, te mato.

    ANONIMO SANTAFESINO (.Envi A. Arnaz, Santa Fe)

    * *

    Aquel correntino viejo que se enferm, rez as: "Virgen Madre de Itat si curaste a mi cochino, curme tambin a m que tambin soy correntino".

    ANOMIMO SANTAFESINO (Envi A. Arnaz, Santa Fe)

    23

  • Idiomas y dialectos

    i

    "El que interroga a la historia para servir intereses o pasiones cir-cunstanciales la desfigura. El que pide a la ciencia servicios de opor-tunidad en vez de verdades generales se engaa a s mismo y engaa a los dems", estas palabras del filsofo racionalista Littr, se inspiran en un genuino espritu cientfico, por eso deseo encabezar con ellas este artculo encaminado a desvirtuar falsas acusaciones que muchas veces aparecen impresas.

    La historia debe ser austera, imparcial y equitativa. Caso contrario deja de ser historia por dejar de ser cientfica.

    Cuando Espaa dilat las fronteras del mundo por Amrica, ensan-ch tambin el radio de los estudios lingsticos generales. El mismo da que los descubridores espaoles pisaron tierras americanas, comenz una iecunda e inteligente actividad lingstica impulsada casi exclusivamente por los misioneros catlicos. Fue esa actividad incesante la que posi-bilit la posterior clasificacin de idiomas y pueblos que planearon Hervs, Adelung-Vate, Humboldt, Du Poncau, Klaproth y otros eruditos.

    La clasificacin de pueblos indgenas hechas por J. W. Powell, para ios Estados Unidos; la de K. von Stein, para el Xirg, Brasil y Sud-amrica, se fundan en principios lingsticos lo mismo que la de Lafone Quevedo para los indgenas de la Repblica Argentina. Los textos, la base misma del vocabulario primigenio en que se apoyan todos estos interesantes estudios fueron elaborados, ntegramente, por los misione-ros catlicos del Nuevo Mundo. No resulta aventurado afirmar pues, que la lingstica americana, sin excepcin, brota y depende de la actividad desplegada por los misioneros catlicos.

    De los 117 idiomas que se hablaban al producirse el hecho del des-cubrimiento1, slo dos: el azteca y el maya posean escritura.

    Ambas eran de las denominadas "figuradas" y sumamente rudi-mentarias.

    Para representar tanto las palabras aisladas como las slabas se va-lan del recurso de pintar los objetos cuyos nombres presentaban idn-tica sonoridad. Se escriba sobre piel de ciervo o papel de fibras vege-tales. En la actualidad existen siete manuscritos mexicano-aztecas y cuatro mayas que se conservan desde la poca de la conquista. Todos

    24

  • fueron rescatados de la destruccin y del olvido gracias al celo cientfico de los misioneros catlicos.

    En la Biblioteca Bodleiana de Oxford se guarda el Cdice Mendoza compuesto veinte aos despus de la conquista del Reino de Mxico por encargo del Virrey Don Antonio de Mendoza. El ilustre gobernante lo mand componer, despus fue robado por los piratas y tras un largo peregrinar ingres a enriquecer las colecciones britnicas de viejos documentos.

    El guaran del Sur hablado antiguamente en la zona Norte de nues-tro pas no fue sino un dialecto de la gran familia lingstica Tup gua-ran. Pese a ser muy rudimentario pues carece de trminos abstractos y su numeracin slo llega hasta 5, gracias al celo cientfico de los mi-sioneros jesutas, tuvo gramtica propia, y en l se escribieron un cate-cismo y varios otros importantes libros espaoles.

    Si no se hubiera consumado la expulsin en 1767, quin sabe qu lengua tan rica, flexible, natural y hermosa hubiera devenido el guaran en manos de aquellos sabios.

    II

    Las palabras DIALECTO e IDIOMA sirven para designar un mismo hecho real o natural considerado en momentos diferentes de su desarro-llo evolutivo. Por eso, el fillogo Witney afirma en su libro "La vida del lenguaje" que: Lengua y dialecto son dos formas de una misma cosa, y se emplean segn se mire a sta desde un punto de vista u otro.

    De un lenguaje regional se dice que es DIALECTO cuando an est en el perodo inicial de formacin, en esa faz de su desarrollo en que nicamente se habla. Por eso carece de independencia propia, y no le es dado persistir separado del hecho de constituir la manera especfica de entenderse de los individuos de una colectividad determinada. Sobre este particular, afirma Max Mller en "Ciencia del lenguaje": "El dia-

    E P I G R A M A S

    Un cura liberal, breviario en mano, Se fue al infierno andando a contramano. Y esto es un sucedido y no es un cuento.

    No te extraes, lector, deste portento, Pues en esta estramblica figura O sobra el liberal, o sobra el cura. . . Y el resto de los curas liberales? Fueron al limbo de los animales.

    Annimo espaol Siglo XX Enva Rododndron

    (Capital)

  • lecto no tiene existencia independiente en s, existe en el hombre, vive al ser hablado, muere cuando la palabra ya ha sido pronunciada y nadie la oye".

    Las grandes y hermosas lenguas muertas como el griego y el latn pueden resucitar con fijeza en cualquier momento, debido a la inmor-talidad que les asignan los monumentos literarios que en ella se escribieron.

    Cuando los signos del lenguaje sirven para crear una literatura y hay genios que la hacen nacer, el dialecto deviene idioma propiamente dicho. Se trata de un proceso de evolucin generalmente lento en el que el elemento natural y popular interviene de manera predominante. Los idiomas son expresiones vivas de un espritu que slo en formas pro-pias puede desenvolverse con plenitud de riqueza. Toda gran cultura es en su origen la evolucin de un idioma popular convertido en instru-mento expresivo de todo lo que el pueblo siente y piensa.

    Los dialectos son formas espontneas del habla regional en los que Ja vida real se manifiesta con mayor vigor, neutralidad y frescura que en las maneras cultas de crculos preciosistas o pretenciosos en los que el idioma se acartona, se momifica, esclerotiza y muere. Muere al des-interesarse de los grandes y graves problemas que pesan sobre una na-cin, agitan los intereses e impulsan entusiasmos colectivos. Es curioso y oportuno recordar aqu cmo la actividad literaria de los g r a n d e s msticos, dirigida por lo general a gente muy modesta, emple siempre la lengua popular cuando quiso ser algo ms que un tema erudito.

    Impulsores, creadores, verdaderos mantenedores de la cultura e idioma de los pueblos son los escritores como el Padre Castellani. Su pensamiento se aparta de las rutinas, de los cliss acuados por inte-reses de grupos tanto clericales como anticlericales. El pensamiento tan-to como el estilo cuando son libres se complacen en hacer una enrgica acentuacin de lo perenne porque es antiguo y verdadero ; de io popu-lar marcado siempre con el sello de lo histrico y actual a la vez; y en mostrar una alegra originalsimamente renovadora de la letra que mata a fin de que prime el espritu que vivifica.

    Irene Enriqueta Caminos

    E P I G R A M A S Contra el poeta Alarcn.

    Tanto de corcova tienes por delante y por detrs Alarcn, que no s ms de dnde te corcovienes o adonde te corcovs.

    Q U E V E D O (Envi J. M. M. - San Rafael)

    26

  • El cato Jel fantasma y la leck uza (Cuentos del "Tro")

    Haba un poco de lo en el "Tro". El cura haba contado un cuento de fantasmas que le haba sucedido; y sus dos compinches se haban redo de l. ,E1 cura se haba puesto de mal humor y haba rechazado dos asuntos que se presentaron; y haba puesto de mal humor a los otros; una viuda Langloise que haba encargado una vigilancia que San Pablo poda hacer como jugando, y Ducadelia dijo era "turbia"; y una compaa de seguros de vida que quera probar que no era accidente sino suicidio la muerte de un tipo asegurado en medio milln. Ofrecan 50.000 de honorarios. El cura dijo que era "inmoral". Por qu inmoral, si no estamos seguros de lo que ha sido, deca Alarcn Por eso mis-mo: probar que se ha suicidado un hombre que NO se ha suicidado, es inmoral. El suicidio es un mal ejemplo para la gente.

    'Estuvo buscndolo a ust esa mujer espiritista. Para esa no estoy. Estuvo el padre de ella, que quiere que la curemos del espiritismo. Tampoco estoy para ese beatn. Yo no curo a nadie. Ella quera que ust asistiese a una "sence" de esta noche. No asisto. Est prohibido por la Iglesia. Ust no tiene permiso? Aunque tuviera no asistira. El espiritismo es una imbecilidad. Por eso mismo debe ser divertido dijo Alarcn. Ust no es espiritista, Patrilec? Yo? Y cmo entonces le pas so la otra siesta que ust cont? dijo

    el indio y los dos socios se echaron a rer. Ducadelia les haba contado que estaba solo un da poco despus

    de haber alquilado la casita y se haba suicidado una vieja en ella poco antes que estaba durmiendo la siesta, y que lo despert un gol-pecito en la puerta. " Ent re!" dijo, olvidando que la puerta estaba a llave, como era su maldita costumbre. Se durmi de nuevo y de nuevo lo despertaron los golpecitos, y una voz, que deca despacito: "Padre". Crey que haba entrado el indio, pero era una voz de m u j e r y el indio ..on Alarcn estaban en Salta para "El caso del Obispo asesinado". Se asust, "j Entre!, si Dios le da permiso" dijo. Oy otra vez la voz suavecita "Padre!". Se levant de un salto y abri la puerta. No haba nadie.

    Cuando volvieron los compinches les cont el caso y ellos rieron muchsimo: "So, Patrilec!" le decan. Pero aquel da pas una

    27

  • cosa que les quit las ganas de rer. Estaban discutiendo el suceso y oyeron un ruido de latas en la cocina ; las ollas se movan. Se quedaron silenciosos y oyeron claramente el golpe de un hervidor que se vena al suelo. "Quin est en la cocina?" grit Alarcn And a ver! dijo el cura. Alarcn no se movi. Otro estremecimiento de las ollas que estaban en el armario: la puerta del armario golpeaba como loca. El indio se santigu. "Es el temblor del piso cuando pasa un tranva..." dijo Alarcn. "Pero ahora no pasa n i n g u n o . . . " observ el indio. El ruido aumentaba. Pareca que por la cocina pasara un viento impe-tuoso. El cura dio dos pasos adelante, escuch en la puerta, y de golpe asi el pestillo y la abri de par en par. En la cocina no haba nadie. El ruido ces. Pero el hervidor estaba en el suelo.

    En este ambiente cargado fue cuando se present el Doctor Toms Rasesac, un personaje de la Avenida Quintana, que el fraile conoca de nombre y quin no lo conoca? y haba estado el da anterior. Su pro-verbial pose haba desaparecido y tena las facciones plidas y estiradas. Despus de una introduccin muy catlica, a la que el fraile no hizo caso, abord el asunto:

    Ust cree en los fantasmas, Reverendo Padre? pregunt cere-moniosamente.

    Creo en los fantasmas solamente como fantasmas. N como realidades? Como realidades subjet ivas . . . Qu entiende por realidades subjetivas? Dgame, doctor ust viene a examinarme de filosofa? Hace

    tiempo que la olvid. . . Perdone, pero se trata dq un asunto vital para m. Le habrn

    contado sus compaeros. . . Mi hija Malena. . . Estuvo aqu y creo que me "infest" la casa dijo el fraile son-

    riendo. Supongo sabe lo que significa "infestar"? No "infectar", eso pertenece a Salud Pblica. Infestar!

    Hay un fantasma en mi piso. Hace como quince das.. Yo mismo lo he visto. Djese de bromas, Reverendo, porque para m es un asunto vital. Yo soy hijo fiel de la Iglesia, como usted sabe ("una columna de la Iglesia" quiso decir con el tono) y nunca so que una cosa as, me poda pasar A M dijo con acento de ofendido. Mi hija menor va y se hace a mis insabiendas de esa escuela Basilio de una manera obsti-nada; y al poco tiempo me comienzan a suceder en mi piso EN MI PISO no cosas raras, porque so es poco, sino cosas atroces, literal-mente atroces, se lo aseguro. El Reverendo Monseor Espinedi, a quien consult, me sale con q u e . . . ; < . ..

    Djelo a se dijo Ducadelia. Ni me nuembre ese sendo bicho. Cunteme rpido y sin digresiones lo que ha visto. - =

    El magnate hizo un gestito de picado y pausadamente sac un so-bre del bolsillo con unos billetes y lo puso sobre la mesa,

    Los exorcismos, bendicin de la casa, y todo lo dems. K> intil.

    30

  • Monseor. . . perdn: quiero decir que ahora estamos peor que antes: y mi casa est consagrada al Corazn de Jess y cuando el Congreso Lucarstico hosped en ella al Arzobispo de Goa. No se ofenda, pero quiero decir que, naturalmente, lo compensaremos a usted de su mo-lestia y prdida de tiempo, si nos consigue ayudar con xito.

    Por qu me voy a ofender? Al contrario, me ofendera si me hiciese perder con macanas el tiempo conque me gano a a las duras penas la vida. Se dice as? A las duras penas? A las gatas, vamos. Pero en cuanto al xito.. . todava no s de qu tratamos. Al italiano le daba por usar modismos espaoles o refranes criollos, y siempre los chingaba a lo cocoliche.

    El otro reprimi una sonrisa. Supongo que no pretende que yo le "desconvierta" su hija de los

    espritus prosigui el fraile. A eso no soy bueno. Soy un msero f i lsofo . . . No convierto gente. No "salvo a lmas" . . . como Espinedi.

    Pero no hay espritus? Qu dice usted? Existen? Los griegos crean que haba espritus buenos y malos y los lla-

    maban "genios" dijo el fraile "not-coimsnittedly". En cuanto a los hebreos hasta les conocan los nombres, "Mikael,, Azrael, Astaroth". . . y qu,e sj yo. Cmo los averiguaron, yo no s. Me hace acordar a un gobernador de Santa Fe que fue un atardecer al Observatorio y le mos-traron las estrellas con el telescopio: "Esta es Aldebarn, sta es Sirio, sta es Orion y aquella es Alfa del Centauro. . . que est a 48 miles de millones de leguas de la t ier ra . . . la ms prxima de todas. . . A 1?. pucha! :dijo el gaucho Aldao, el gobernador. Y estando tan lejos cmo harn para saberles los nombres?

    S, pero nosotros los catlicos. . . dijo el potentado. Nosotros los catlicos conocemos a Satans y al Angel Custodio.

    Pero yo no he visto jams a Satans ni al Angel de la Guarda; que a m parecera me hubiera abandonao. Si ust los ha visto, es mucho ms catlico quevyo. Pero dificulto que los haya visto.

    A pesar del calor, anoche cerramos todas las ventanas; y el fan-tasma entr lo mismo. Lo vi yo mismo.

    Qu facha tiene? Cerr los ojos y me tap con las sbanas. . . Mejor hubiese sido empuar el revlver. . . No u s o . . . pero como le deca, antes de cerrar los ojos alcanc

    a ver como un fantasmn blanco grandsimo con ojos de fuego ama-rillos, que agitaba los brazos haciendo un ruido suave. Mi hija una vez encendi la luz y lo vio salir volando por la ventana y agitando los brazos. Una mujer enorme vestida de b lanco . . . con un silbido demo-naco, un chis t ido. . . chist!

    Dnde estaba? Qu se yo. Llenaba todo el cuarto. Le alcanc a ver su boca, que

    era como un hoyo negro y se estremeci. Mi hija lo ha visto mu-chsimas veces, noche a noche, y ella me avis. Est enferma ahora.

    29

  • La servidumbre, ninguno lo ha visto y me toman el pelo. Por supuesto que llam al valet con el timbre y despus a gritos; pero como estaba yo con llave, no poda entrar. Cuando le abr y encendi la l u z . . . no haba nada.

    A m me pasa lo mismo cada dos por tres y no me asusto; quiero decir, que sueo con el diablo cojuelo y la diablesa Fermina y sus hijos, y enciendo la luz y no hay nada. . .

    Sueos? Quisiera verlo a u s t ed . . . Yo no sueo nunca. Cmprese un revlver y pguele un tiro al fantasma: ver cmo

    no retorna. Un tiro en mi barrio? Estara fresco y o . . .

    Dnde vive usted? Quintana 86, 1er. piso, el palacete de los Glvez que le dicen. Probablemente lo que quiere el fantasma es que usted dispare un

    t i ro . . . Los otros vecinos? No ven ni oyen nada. En el 2? piso vive el diputado Quarresco. Qu va a ver se! A lo mejor, se es el f an t a sma . . . No embrome. Todas son personas de dist incin. . . En el 5? piso

    vive el casero que es el dueo de la cadena de cines ms grande de Sud-Amrica ,una persona muy bien educada, dejando los los de fa-milia, que todos los tenemos. Se ha divorciado tres veces.. .

    Tengo un asunto urgente ahora. Dentro de una semana o dos ir a su casa, y desaparecern los duendes. A lo mejor desaparecen hoy mismo, de miedo que a m me tienen nada ms. . . Cuide a su hija. Vyase tranquilo. Queda por mi cuenta. Si dispara un barrign Es al "noetgen" que d ispare . . . dijo, citando mal el "Martn Fierro".

    Usted cree que yo sueo dijo el otro algo ofendido pero yo tengo p ruebas . . . Usted no me ha dejado mostrarle las pruebas. Mire dijo, poniendo sobre la mesa unos recortes de d iar ios . . .

    Era un suelto del diario "Altivez" de la Capital, y varios de pro-vincia. El de "Altivez" llevaba por ttulo "Recuerdos del tiempo viejo" y por firma "Porteo viejo". Era una narracin muy bien hecha de un crimen que haba ocurrido por los tiempos del Centenario "en un petit hotel" de la avenida Quintana, sin mencin del nmero. Era una adl-tera que haba envenenado a su marido en complicidad con su barra-gn; y despus se haban suicidado los dos ante la inminencia del des-cubrimiento por la pesquisa, con varios pormenores horripilantes y es-peluznantes. Un diario de provincia traa el nmero de la casa y los dems narraban ms "in-extenso". El fraile musit: "Es claro: en estas casas es donde ocurre . . ." y luego alzando los ojos, d i jo :

    Se ha fijado en el nombre de la criminal? No. Qu tiene? Es natural musit el f r a i l e . . . Conoce a Marie Besnard? No. Quin es? Y usted es juez! Yo que soy cura he ledo mucha literatura cri-

    minolgica, y conozco todos los crmenes famosos de la Argentina. Le

    30

  • aconsejo que lea literatura criminolgica a ratos, perdidos. No sabe el epitafio de Lucrecia Borgia? En Ferrara, sobre la tumba de Lucrecia riorgia, un chusco grab una noche este epitafio:

    Aqu yace LUCRECIA BORGIA

    injustamente acusada de envenenar a sus comensales. . .

    No fue as. Ella fue dulce y buena,

    Solamente NO SABA COCINAR

    NADA El otro mir aturdido. Usted me aconseja que l e a . . . ? Usted

    lo toma por su cuenta? Vaya tranquilo. Hay una obra muy buena del comisario Manuel

    C. Montserrat, que le recomiendo. Su caso est resuelto, caro amigo; intelectualmente, digo. Por so sinj escrpulo maldito, me quedo con estos billetes; pero cuando yo le espante la fantasma, me dar usted otro tanto. Tengo dos socios, estimado doctor . . . "los hermanos sean _nidos, como potrillito zarco".

    El cura charl con sus socios, y se rieron mucho. Despus hoje libros y llam por telfono a varias redacciones de diarios. Finalmente un da que iba en "col" a la "Deutsche-Buch-Gemeinchaft" de Belgra-no, se baj precipitadamente a grandes codazos en la calle Quintana, y se puso a contemplar atentamente una casa desde la vereda enfrente. Al fin cruz la calle y comenz a subir escaleras hasta el 5 piso, mi-rndolo todo atentamente. Cuando volva de su ascensin, lo par uno de uniforme y le di jo:

    Qu hay? Qu busca usted aqu? Vive aqu el doctor Lo Grasso? Ninguno de ese apelativo. . . -^Yo crea que viva el Doctor Lo Grasso . . . Hay portero y hay ascensor . . . si ust permite. Se pregunta . . . El Dr. Lo Grasso, uno que se ocupa de aves; vamos, de paja-

    r racos . . . !Lo Grasso! Pueden tener todas las aves que quieran, que eso a m no me

    "adeca" dijo el gallego. No hay ningn doctor como ust dice. Si lo sabr yo, hombre!

    El fraile le pas un billete de banco. Pero usted habr visto bajar aqu una jaula. . . o varias. Una jaula

    grande con un cacata del Bras i l . . . Hombre, a decir verd dijo el gallego s. Pero no es adecuado

    a mi oficio decirle a us ted. . . No me lo diga dijo el fraile. Ya s quin es dijo mirando

    la puerta que tenan enfrente. El portero puso una cara afirmativa y el

    3

  • raile se despidi con una gran reverencia. Haba visto bajar al doctor Rasesac y lo esquiv con el bulto, como deca l; y no sali hasta que desapareci el magnate y su auto.

    Al otro da el fraile se present al anochecer en el palacete, esquiv ele nuevo al portero, y llam en el entresuelo.

    Le abri un hombre rengo y un poco jorobado, de edad indefinible, joven con cabellos blancos, muy robusto. Apenas lo vio, barri el suelo con la gorra en un gran saludo y grit alegremente:

    Ducadeiia! Pase! Esperaba su v is i ta . . . Tanto honor! Qu quiere? Vermut? Ans? Gin? Curazao? Jerez?

    Un t de boldo. . . Se lo har. Un momento. . . No, deje. Mate! dijo el fraile, viendo una pavita hirviendo y

    dos mates preparados. Lo esperaba. No lo conozco sino1 de nombre, por supuesto. He

    ledo su libro sobre Rosmini. Por supuesto que cuando vi que el cas-carudo de arriba fue( a verlo a usted, di mi asunto por descubierto. A usted no se le iba a escapar . . .

    Ah s? pregunt el fraile aturdido. Supo us ted . . . ? Naturalmente. Ya no hay ms fantasmas. . . Quin es usted? Soy el poeta ms grande del mundo. . . El fraile se aturdi ms. El otro larg el trapo a reir. . . Bueno, si ese ttulo lo ofusca. . . no estoy loco, no del todo al

    menos . . . le dir el ttulo que ms me enorgullece: tengo muchos. Est hablando usted con el fundador y presidente de la "Liga de la Humanidad contra los Inconscientes". Soy tambin un poeta de la ac-cin, ya que no me dejan serlo de la pluma. Si yo hubiese nacido en Espaa en tiempo de Felipe II, hoy da mi nombre de poeta sera ms conocido que el de Cervantes, modestia apa r t e . . .

    O te hubiese quemado la Inquisicin. . . Razn de m s . . . Pero nac en la Argentina, 1899. No reniego,

    sin embxgo. Aqu, naturalmente, tengo que ocultar lo que escribo, que de n, me quemaran. . . Inquisicin hay siempre. Pero lo que Dios me dio quin me lo puede a m quitar? Escribo para m y basta. Pero he fundado tres ligas. . .

    El cura empez a sentirse divert ido. . . He venido expresamen-t e . . . dijo Ms vale pjaro volando que cien pjaros en la mano!

    Ya lo s. Cenemos primero. Le he preparado una buena cena. Soy buen cocinero. . . y se dirigi rengueando a la cocina . . .

    El mejor cocinero del mundo, por supuesto! musit el fraile. Pero mientras el otro estaba bochinchando adentro con platos y cace-rolas, tom un pliego borroneado, y sin acabar, que estaba all y ley.. . : "El Silencio" Cspita! exclam al acabar.

    Buena poesa parece sta. . . aunque no sea la mejor del mun-do. . . Un poco dif ci l . . . Lamos de nuevo . . . Qu letra, Santo Dios! Este es un calgrafo.

  • t El jorobadillo entraba con una fuente humeante y lo miraba son-

    riente : j Un simple estudio, Patrilec! Tengo que versificarlo en octa-vas rea les . . .

    Aqu hay un verso estupendo dijo el fraile; y ley: Tranquilo como un sabio, dulce como una planta, Con mi deber sangriento con dura independencia Como un perfecto qumico y como un alma santa Cumpl del Universo sacar la quintaesencia. . .

    No los conoce? Son de Baudelaire. . . bah. Un indito de Bau-delaire . . . Ya le digo que es un estudio. Son para mi poema "Benve-nuto Cellini" . . . q u e nunca acabar. Qu importa? Bendiga la mesa, "Patriplec".

    Pasaron toda la mesa hablando de Cellini. El enano reconstrua el Renacimiento, como si hubiese vivido entonces, con toda tranquilidad. Haba estado en Florencia varios aos, "cuando su padre era rico" dijo. En Florencia compr un manuscrito de Baudelaire y muchos libros. El cuartito estaba lleno de libros, en estantes de pinotea, pulcramente or-denados. Los haba forrado de cartn rojo, azul y blanco ("literatura, historia, filosofa" dijo l) y los haba combinado con perfecto arte decorativo. "Son mis compaeros, mi nica fortuna. Hago un poco de periodismo y tengo un empleto para ganarme la vida. Trabajo lo me-nos que puedo, como buen empleado nacional, qu quiere? Si mi pa-dre no hubiese ido a la quiebra, y me hubiese dejado unos millon-cejos, Se me oira en la Argentina dijo el jorobado simplemente Pero as no hay-caso: no hay ambiente, no hay crtica y no hay pedesta l . . . Me voy a poner YO a discutir con Rega Molina, seguro! . . .

    Lame un poema suyo acabado dijo Ducadelia con sencillez. El enano rebusc entre sus papeles y Bueno, sto le puede gustar

    dijo displicentemente "Oracin a Santa Sofa" -y empez: Para despreocuparse de mujer (dice el clebre histlogo Cajal) precisa hartarse de mujer.

    - Hay que agotar el mgico animal sed entraable que entra por los ojos, prurito inmenso y atraccin vital . . .

    Prosaico observ Ducadelia. Espere! dijo el otro con voz armoniosa. El cura comenz a sentirse hamacado armoniosamente por los ter-

    cetos. El otro lea muy bien, con pronunciacin espaola perfecta. El poema era largo, y terminaba de tanto en tanto en un cuarteto rotun-do; y volva a empezar, y pareca que iba subiendo y subiendo. Al fin con un suspiro, el poeta tir los papeles sobre la mesa.

    Una poesa ertica dijo el cura. Mstica dijo el otro. No he ledo la cuarta parte, el final. El

    final mstico. Claro que no es mstica de Bernrdez. Santa Sofa es la Sabidura.

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  • Lala.. . la ltima parte. Tmela. Se la regalo dijo el p o e t a . . . Hay algo, hay algo,, hay a lgo . . . ! deca el fraile. Poesa, hay. Poca cosa. Es un poema de juventud. Es puer i l . . .

    y equivocado. Ya no escribo ms en tercetos. . . Verso libre uso ahora. El de Blaise Cendrars. . . Conoce?

    El cura guardaba los papeles en su amplia tasca. . . Cuntas poesas ha escrito usted? Un centenar . . . Pero no las tengo todas. He roto muchas. Esa,

    estaba por romperla hoy. Sacramento! dijo el cura. No rompa nada. Y djese de ha-

    cer bromas a los vecinos. Dos vasos de ponche ardan sobre la mesa una llamita azul. El enano se levant y abri la ventana y suspir. Haba empezado

    a llover brbaramente, y el cura no se haba dado! cuenta. El enano sac una larga percha que estaba contra la pared por la ventana y la iz para arriba, en la noche. El cura r i:

    iPor ah sacabas un cacata blanco y lo metas en