11
/ . Seminario Concordia /. C. Corroo- 5 . *fc**-* x 1655 J; L. Euáre¿ Bs. As;- Arg. * ' ' irv OZ LUTERANA $ Revista Trimestral de Teología y Horallética. Luterana, Editor: Dlr. .^r, Lange, - ., Núm, 2 Segundo Trimestre - 1954 Año 1 CONTENIDO P Agina La Iglesia 'Evangélica Lu terana, , .,• * » * •• « ••« « Alocución de apertura en el Seminario Concordia el 17 de Marzo de 1954.,.. Pr. Lange 10 >p Material nomi lético» 19. ; La teología del cielo > 56 Sabia Usted cjue 40 '"‘¿¿ijl Jesds el juez del mundo Pr* Lange 41 ^Jgp Historia ae la Iglesia Cristiana. ......... .E.J.Keller 51 EL OBSERVADOR - Pro se ly ti simia? •'•vX'Sfl Pr. Lange 57 Einigungsbestrebungen der "• - - " lutherischen Ki rehén in •••'.> Australien. ................. .^r * Lange . 60 Lv||| Tr at ado s. «.«.». •«.•*. ^r , Lanera 62 Nota. . * * «, ,* «««* .... ... . S . H #Boo -'Cmann 63. . . - Dr.P. Dente 1 m >mr ***m Publicado por La Junta Misionera de la Iglesia Evangélica , Luterana Argentina

J; L. Arg. LUTERANA - ctsfw.net · 41 yqueestepaléhatenidounacantidad de nombres,comoCanaán,'tierradePromisión,T_i erradelosHebreos,TierradeIsrael,yTi-erraSanta? JesúselJuezdelmundo

  • Upload
    lamhanh

  • View
    213

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

/ . Seminario Concordia /.

C. Corroo- 5 '§ .

*fc**-* x 1655 J; L. Euáre¿

Bs. As;- Arg. * ' '

irv O Z LUTERANA $

Revista Trimestral de Teología y Horallética.Luterana, — Editor: Dlr. .^r, Lange, -

.,

Núm, 2 Segundo Trimestre - 1954 Año 1

CONTENIDO

PAgina

La Iglesia 'EvangélicaLuterana, , . , • • * » * •• « ••« •

«

Alocución de apertura enel Seminario Concordia el17 de Marzo de 1954.,.. Pr. Lange 10 >pMaterial nomi lético» 19.

;

La teología del cielo > 56 •

Sabia Usted cjue 40'"‘¿¿ijl

Jesds el juez del mundo Pr* Lange 41 ^JgpHistoria ae laIglesia Cristiana. ......... .E.J.Keller 51EL OBSERVADOR - Pro se lyti simia? •'•vX'Sfl

Pr. Lange 57Einigungsbestrebungen der "• -

-"

lutherischen Kirehén in •••'.>

Australien. ................. .^r * Lange . 60 Lv|||Tratado s. «.«.». •«.•*. ^r

,

Lanera 62Nota.

.

* .« * «, , * «««* . . . . ... . S . H#Boo -'Cmann 63.'

. .

-

Dr.P. Dente 1

m >mr***m

Publicado porLa Junta Misionera de la Iglesia Evangélica

,Luterana Argentina

41y que este palé ha tenido una cantidad denombres, como Canaán, 'tierra de Promisión ,

T_i

erra de los Hebreos, Tierra de Israel, y Ti-erra Santa?

Jesús el Juez del mundo

La siguiente conferencia fuó dictada porel pastor H.Willkomm en la reunión de pasto-res de Bnd boíl convocada tambión en el añopasado por la Iglesia Luterana-Slnodo de ¿v» i

suri. En vista de la próxima reunión de lasiglesias protestantes adheridas al movimien-to de la Ecumene en Evanston,EE,UTT.

, que pr* incipalmente versará sobre el tema escatológi-co: H

Cf>i*tHo es la esperanza del mundo" nos pareció oportuno publicar las siguientes tesisdel pastor Vvillkomm.

En todas nuestras dicusiones teológicassobre el fin de todas las cosas tenemos quedirigir nuestras miradas hacia el Señor dequien confesamos u Idem Christus palam redi-turus est, ut. judicet vivos et mortuos ' 1 Debe,mos hablar aquí de realidades rué de una ma-nera particular sobrepasan el limito Estodestaca I orst Stofan en su dogmática escribi^endo: "Porque la esperanza se concentra enun hecho de Jilos que escapa a nuestras expe-riencias terrestres y es inmensamente sunerior a todos nuestros deseos o postulados lórieos, céntre en función aquí en una medida es-pecial el misterio de Dios, que es el eternoy no obstante como Dios vivo crea tiempo e

historia. Debemos aceptar con toda seriedadque el conocimiento de salvación no se rigesegún los d< seos del hombre angustiado sinosegún el conocimiento de Dios". Se impone lamayor discreción en este asunto (Zurueckhal -

tung) . Sobre la obra final de Dios podemos hablar sólo con el respeto profundo que nos cprresponde frente a Dios, ve ahí se explicatambién la fuerte antipatía de los autoresde nuestras confe si en es y de Lutero a gozar

se ( achwelgen) de figuras y nómero3 escatoló-gicos. Tenemos que atenernos a las renlida -

des presentadas por la Escritura y usar nadamis que aquellas figuras que pueden ser in -

terpretadas correctamente sólo ñor las afir-maciones claras de las Escrituras.

_I__

Te sis.,

1 • A la venida del Señor para el jui -

ció precede el asalto de sus enemigos contrala Iglesia. La lucha se agudiza hasta el punto de constituir una cierta señal del Día postrero. Cada individuo está amenazado y debeenfrentar la lucha mirando con un corazón contrito sólo al Señor que viene.

Jesucristo como el Señor de su Iglesia se-ñala a los enemigos que amenazan a su con -

gregación. Ya el Bautista vió el tamo entreel trigo. En el comienzo del sermón de lamontaña están juntas en un versículo las pa-labras " Padecen persecución por causa de lajusticia" y ‘‘de ellos 63 el reino de los cié.

los". En el final del mismo sermón encontra-mos ya la advertencia contra los falsos pro-fetas que por dentro 3on como lobos rapaces.Entre las parábolas del cap. 4 del evangeliode San Marcos figura como nrimora la parábo-la del sembrador. La interpretación comienzacon las palabras i "El sembrador siembra lapalabra, y estos son aquellos a lo largo delcamino, en quienes la palabra es sembrada ,

más cuando han oído enseguida viene Satanásy se lleva la palabra que en ellos fuá sem -

brada.' 1 Sabemos que San Lucas agrega la te -

rrible palabra "Para que no crean y se sal-ven" (Luc. 8,12) Ya se avecina el tono que enlos discusiones e scatológicas casi parece indicar el triunfo de los enemigos: "Porque habrá entonces grande tribulación cual no hahabido..... y si no se abreviasen aquellos djL

as, ninguna carne podría salvarse' 1

(táat .24.21,22) No podemos esperar que cese o disminuyala enemistad antes que venga el beñor mismo.Bel fin del Anticristo se dice 2. Tes. 2,8 :

"A quien el Señor Jesós destruirá con el re,s

plandor de su advenimiento' 1

.

43Siempre debemos contar con el enemigo 7

tener presente que el poder de la oposicióny de 1 a amenaza crece. A la pregunta de susdiscípulos 0,i é señal habrá de tu venida y dela consumación del siglo? El Señor contestano llamando la atención a la superioridad yel poder de su Iglesia que paulatinamente sehará más visible, sino que habla de la in -

tranquilidad en la vida de los pueblos , deconmociones en la naturaleza, de persecucióny odio contra ’ los suyo.?, como si quisiera des,

cribir con estas señales exteriores la prepoteñe i a del enemigo, del diablo. El hecho quedetrás de toda esta intranquilidad y de taldesorden en la naturaleza y de la vida públi.

ca está realmente el diablo de quien Lucas 3,12 dice que "Quita de sus corazones la palabra para que no crean y se salven.' 1

, se hacevisible por la circunstancia de que al comi-enzo, en el medio y al fin de sus discusio -

nes el Señor advierte contra los falsos pro-fe tas (Mat .24 ,5,11, 15,23,24-20 )

.

Fuera de las conmociones cósmicas y poLi-tices, sociales e teológicas, forma partede las señales del día postrero el hecho deque la herejía ya no es conocida en su peli-grosidad, sea que se presente en lo. Corma defalso entusiasmo o idolatría, o pi opugnadorade una posición fuerte de la Iglesia en elmundo. En las advertencias del Señor frentea lo 3 falsos profetas se repite muchas vecesla palabra "planaoo" { Mat .42 ,25) . La usa SanPedro (1. Pe ó. 2,25) "Erais como ovejas desea*rriadas (próba 1. a PlanoomÓnoi ) ; mas ahora oshabéis tornado al Pastor y Obispo de vues-tras almas" . De esto se trata en toda doctrina falsa: apartar las ovejas de su Pastor yseducirlas asi. Esto es lo característico delAnticristo "uuién es el mentiroso sino aqaélque niega que Jesús es el Cristo? Este es elAnticristo ll

Porque los padres se vieron apartados deCristo, su buen Pastor, por el papa y despo-jados del tesoro más grande de su corazón, lagracia libre de Dios que consiste en el per-dón de los pecados, por eso no se cansaron

44de advertir contra el Pepa como el verdaderoAnticristo. Puesto que el Papa condena el corazón del evangelio, la doctrina de la remi-sión de los pecados a causa de Cristo por lafe, y porque la descripción de San Pablo enla segunda epístola a los tesalonicenses "elAnticristo se sienta en el templo de Dios o_s

tentando que 41 sólo es Dios", por eso nues-tros padres confesaron y nosotros confesamoscon ellos basta el día de boy "que el pipadoes el verdadero Antier! sto" ( Árt . de Esnnlcal-da) .

De entienda, como lo dicen también los libros simbólicos de nuestra fe, que tambiénfuera del pf . lo existen muchos anticristos.Pero cómo podría conmoverse la Iglesia quevive sólo de la libre gracia de su Señor, contra cualquier poder y tiranía anticristiana,tanto como centra la falsificación de la. parte central de su fe? Además nunca debemos oj.

vidar que el Anticristo, precisamente porquequiere nada meno3 que destruir la Iglesia deCristo, se presentará en el camouflago m¿3seductor y más engañador.

Forma parte de las señales citano s por elSeñor el hecho de que peso a toda la tensiónsiempre creciente en su aspecto formal, eltiempo se asemeja exteirormente a cualoulcrotro tiempo. Más aún, los hombres exclama -

rán de un modo más acentuado: "Paz, paz, nohay peligro". Asi también dada uno que per-tenece a la congregación cristiana ,

o

r,.t 4 personalmente amenazado según la pn labra doDios. Nos amenaza el peligro más extremoNingún muro de iglesias, ninguna ortodoxiaexterior, ninguna actividad eclesiástica puede proteger al hombre. No es posible quepermanezcamos en &cti*Fñ. pasiva contentándono con los informes de la guerra. Todosestamos en la primera linea de combate, to-dos hemos escuchado el llamado del comandante y hasta el último momento nos afrontemoscon el peligro de que la fe salvadera ¡r nierda, que el amor se enfríe y que nuestroscorazones sean enotrpecidas con le glotone-ría, la embriaguez y los cuidados de esta

45vida. El deñor advierte a loa suyos tanto cori

tra falsa seguridad o indiferencia como con-tra el temor y el calculo ilusorio de la ho-ra y el correr por aquí y por allá. La llamada: "Sed vo; otros mismos como hombres que n-guardan a su Señor," so escucho en todas lasaxhort acione s y en todos los sermones de C3-to último tiempo. La advertencia contra elAnticristo l.Juan 2,28 termina amonestando :

“Y ahora, hijltos, permaneced en éljparo míecuando 51 fuere manifestado, tengamos con-fianza, y no seamos avergonzados delante deél on su venida''. Del mismo tenor son losmensajes dirigidos a las siete iglesias consu impresionante: "Quién tiene oidos, oigalo que el espíritu dice a las igle sias" Igualmente han Pablo (Ef,6) y -San Pedro ( 1 . Pedro5jno tienen ningún otro consejo que creer enla palabra y atenerse al Señor* La confesión:"Creo que Jesucristo, .. .es mi Señor “ es laúnica ayuda y salvación señalada por Cristoa su Iglesia, Esta roca e3 el único pero tamt¿ én sólido fundamento sobre ei cual el Se -

ñor edificaré su Iglesia, de modo que las puertas del Infierno no prevalecerán contra el.

la.

_II_2 . Te s 1 s

:

La edificación de la Iglesia conti-núa no obstante toda oposición por parte delos enemigos. Sin embargo este edificio serácompletado y revelado en su gloria solamenteen el día postrero, al presentarse finalmen-te el Hijo ó r \ hombre como juez de todo elmundo en la gloria de su Padre delante de todos los pueblos.

El Señor conoce el asalto formidable delas puertas del infierno. Pero le opone su u

e^

dificaré mi Iglesia". También en medio ce laspalabras referentes a los terrores del diapostrero se encuentra la palabra: "Y este e-vangelio del reina será predicado en toda latierra habitada, para testimonio de todas lasnaciones, y entonces vendrá el fin' 1

. El fines determinado por el Señor de 3U IglesiaAntes debe ser cumplido su plan y edificado

4 bsu reino. Esto incluye también la promesaRom. 11,25,2b sobre la salvación de todo Israel. Aunque sea alarmante en sentido esc a t o 16^ico la fundación do L nuevo estado de IsraelÍMat .2a , 34

) , no puede deducirse de tom.llque todo Israel, s e r/m la c arne como tal de-biera ser revestido de sus prerrogp tivos dolAntiguo Testamento.

Un pueblo nunca C3 aceptado por Dios a base de su origen exterior o por medio de in -

fluencias exteriores en masa (¡las sen-Einwir -

kungen) . Queda inmutable el hecho de oue se-remos salvados do gracia a causa de Cristomediante la fe, y esto no os el camino delas masas. Hasta el gran día del apocalipsisel fundamento d e Dios 3e; mantiene firme te-niendo este sollo i Conoce el Señor a los queson suyos. Hasta el último momento tenemosque testimoniar el evangelio do ia gracia dedios en Cristo Jesús delante de los gentilesy judíos, y debernos estar seguros do que nofaltar ó ninguno.

Con esto estamos frente al milenio. Da I -

glesia Luterana no puede pasar por alto asino más las doxo logias del milenio dejándolassimplemente en manos de las sectas. Nos hacefalta algo del agallas! 3 de ia Iglesia primitiva (Hech.2,4b; Mt .5,12; Luc. 1,44,47; dech.Ib, 34) Nuestros padres 1 han tenido. Es cierto que falta una doctrina explícita dol mileni. El atft. 17 de la Augustana rechaza elquiliasmo grosero. Pero} cómo soben glorifi-car nuestros padres en las confesiones y ensus himnos el reino de Cristo.’ Lo anrendie -

ron de -San Pahlo(2 .Cor. 6, 9-10; Rom. 3, 31 y s.

1. Cor. 1,407) y de los Salmos

(

r, 46, 96 , 99) . A-

lli se interprete Arce. 20 mucho más profundo:mente que los partid:! arios del milenio de todos los tiempos.

Voy a citar solamente un párrafo de loslibros simbólicos en que notamos tales ala -

banzas. La tpologia, después de admitir queparece predominar la impresión de que lo I -

glesia haya sucumbido, confiesa el evangeliof ...el evangelio predicado en la Iglesia trae consigo no sólo la sombra de los bienes e-

47ternes, sino cada verdadero cristiano y aquíen la tierra hace sujos los bienes, consueloeterno, la vids eterna, el Espíritu Santo, y lajusticia proveniente de Dios hasta que allásea completamente bienaventurado! Apoc •V'll, 15)Podría citarse también el articulo 3. de laAugustana que se refiere al reino de Cristoentre aquellos que creen en él. Tal es el rei.

no milenario de la Iglesia Luteranaíla glo -

ria espiritual de la Iglesia que posee en elEvangelio y en los sacramentos todos los te-soros de Dios y aue a pesar de la furia delos enemigos puede gozarse y gloriarse de lapromesa : “edj ficaré mi iglesia” sive sit tec-tum cruce (Apon. VII , 18) .En la dogmática cris-tiana de Bancr 19,21 editada por von Deinzerque en la pág. 410 critica a los padres lute-ranos culpándolos de quepór ' tais interpreté -

ción del milenio es abandonado el significa-do literal de las Sagradas Escrituras en ladoctrina de la escatologla uen desmedro parael todo 1

' leemos en la pág. 45o en la descrip-ción del supuesto milenio real. “La interpre-tación de las profecías referentes al reinodo la paz se ve obstaculizado por una difi -

cuitad, Lo que según el sentlfo literal delos profetas sucederá en el reino de la paz.Los apóstoles ya lo ven cumplido cotí la pri-mera venida del beñor..."

Creo que deberíamos aprender siempre denuevo de nuestros padres, de los apóstoles ydel Señor Jesucristo, el realismo verdaderodesprovisto de toda falsa ilusión, en la espe.ranza del sia postrerp. Podemos dar razón alVilraar y Loche quienes afirman que a causa delos hec v os históricos ocurridos y por nuestrapropia experiencia sabemos má3 de los últi -

mos tiempos que la iglesia al comienzo de sucamino y que los padres de nuestras confesiones.Pero respecto de lo que traerá el futuro,la próxima hora, sabemos tan poco como 0 II03 yestamos en peligro de subestimar la claridady realidad de los dones del Evangelio a cau-sa de lo apremiante de las señales de núes -

tros tiempos. En el Orden litúrgico del duqueEnrique de bajonia del año

1539 se loe "londo el onnto Evangelio lleguea una ciudad o aldea, expulsando allá a datanás o al papa, debemos gozarnos profundamen-te de que tenemos de nuosvo y en su forma pura estas partes; el evangelio, el bautismo ,

el sacramento, la absolución etc., pues dondequiera que existan estas cosas, allí se harenovado el paraíso, allá está el reino delos cielos como Cristo mismo dice.' 1

Es cierto que nunca debemos olvidar quesegún el 7. articulo de la Apología, "en tanto no ba sido revelado todavía el reino deCristo r los impíos que son del reino dol di-ablo, están nr- zulados en esta vida con lo 3

verdaderos cristianos dentro de la Iglesia ,

desempeñando ellos mismos funciones del ofi-cio de la Palabra y de otros oficios". Másaún no hay nadie entre nosotros que pudieragloriarse de tales dones sin la Palabra sinoque todo es por la Palabra. Basta citar unasola palabra exhortatoria de Cutero: "Esto tedigo: Arinque supieras proclamarlo de lo máslindo y fueras maestro de todas las cosos, 63.

tés sin embargo diariamente bajo el r< ir?.* dodel diablo, que día y noche ruge contra tipara sorprenderte, para encender en tu cora-zón la incredulidad y malos pensamientos . Poreso debes conferir continuamente la Palabrade Dios en corazón, boca y oidos. Poro alquedar ocioso el corazón y no estar en bogala Palabra, el diablo irrumpe haciendo dañoantes que te puedas dar cuenta."

Asi, además de la gratitud por el evange-lio que nos trae el eterno Dios, siempre que.

da despierto también el anhelo y el ruego porel querido dia postrero. No nos hoce fa3.ta deningún don y solamente esperamos la revela -

ción de nuestro -Señor Jesucristo. Como los" si,

muí Justi et peccntores" anhelamos la salva-ción de nuestro cuerpo, la liberación dol pe-cado y de toda debilidad dentro y alrededorde nosotros. Po esperamos un reino milenariode gloria exterior para la Iglesia en la tie,

rra ; esperamos al salvador que nos libre dopecados.

49Para el día de su llegada( upar-i c.i ón) pode-

mos, y más aún, debemos estar preparados i-

gual como I03 apóstoles y como nuestros pad-res, cada día y cada hora. Sabemos que en loque el Señor dice de las señales del día po_s

trero se ocultara asombrosas posibilidades ysorpresas, 'iodo osto no hay que pasarlo poralto. Esto nos lo recuerdan las visionevS grandio3a3 del apocalipsis que demuestran bienclaro la r r ' lidad y la seriedad de la resis-tencia, pero también la seguridad de la revelación de la gloria de Jesucristo. 3e nos presenta en ellas un impresionante cuadro de lapalabra: "Edificaré mi Iglesia , y las puer-tas del infierno no prevalecerán contra el -

las". Estando preparados para lo casi inima-ginable, sin embargo, no debemos privar desu libertad a nuestro Señor que ha prometidovenir. Tomemos completamente en serio cadadía sus promesas y advertencias, no póster -

gando de ninguna manera nuestra propia deci-sión... Y aún más: no obstruyamos con tentativas dialécticas de interpretación la oraciónmatutina: Ayúdame a que pueda resucitar espi.ritualmente y cuidar de mi alma para que nosea sorprendido por el advenimiento de tugran dia y del juicio. No sabemos cuando vendrá el Señor, pero si sabemos puede venir oada hora y en esto esperamos.

Idem Christus palam rediturus est. Estoes el polo opuesto a las palabras ‘'Edificarémi Iglesia, y las puertas del infierno noprevalecerán contra ella". El que como Hijodel Hombre ha salvado a su Iglesia y la ha edificado por su Palabra, se presentará juntocon los santos ángeles repentinamente comoel rayo delante de todos y será visto en sugloria aue es la de su padre en el cielo.

Hablamos aq^i, como lo dice la Solida De-claratio, de una articulo "aue no puede sercomprendido por lo rozón y los cinco s^nti -

dos, dondr solamente debemos creer y atener-nos a la Palabra " Debemos permanecer contodo respeto y toda humildad en las Palabrasde las Escrituras. Con la palabra "Idem Christus" el credo señala a aquél que nació hom-

50bre y subió después al cielo. Se nos hace a-cordar aquí la palabra del ángel: “Este mis-mo Jesús, que ha sido tomado de vosotros alcielo, así vendrá del mismo modo que le ha-béis v

i

3 1 o ir al cielo*' . (Hechos 1 , 11 ).

HerS pues íeconocldo como aquél que antesestuvo con sus discípulos. Con lo. apariciónde este Hijo dol Hombre en la gloria de suPadre que es a la vez su propia gloria, se i,

luminar á claramente el misterio de la encar-nación. Aquello que "de tal manera amó Diosal mundo eme di 6 a su hijo unigénito'' será manifestado en aquél día de tal manera, que toda reacción de lo incredulidad tiene que desaparecer eompeltamcnte , pero la alearía delos salvadoo será entonces completa y eterna.

El juicio comienza con la maní fe si -*'ci óndel Hijo del Hombre, aue es Dios Jehová.Alláse hará pública la autoridad de que habló Pe,

dro: "En ningún otro hay salvación" (Hechos4,12). Y el que antes ordenó que su e van,ge -

lio sea predicado a toda3 las naciones, in -

terrumpirá y terminará súbitamente el furorde los enemigos y reunirá n todos los pueb -

los delante de su trono. Que viene él, y nin-gún otro, esto ya es el juicio. El "Idem ' 1 esinterpretado según sus dos aspectos en Apoc.1,7 y 1 Ped. 1,7-8* Por eso plañirán todaslas tribus do la tierra, porque deben reconocer a este que viene como a aquél que traspasaron y que de apreciaron. Y por eso los cre-yentes se regocijarán con gozo inefable y lie,

no de gloria porque Cristo, que se manifiestaentonces, es aquél en quién creyeron sin ha-berle visto. Vogel dice en su Dogmática í EnAquél so manifiesta en la evidencia palpablede la gloria, divina se hará pública l n exis-tencia do Dios en la glorni de todo su per -

fección sustancial de tal manara que a dife-rencia de este tiempo de fe, no habrá ningu-na posibilidad de negación o resistencia. Laúltima revelación de su gloria será para losunos el juicio de su ejecución implacable ,para los otros la salvación en el cumplimientode todas las procesas" ( Dios en Cristo

, pág,245/44). Trad. P.L. (Continuará)