Invitado Por Sorpresa - Philippe Delerm

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  • 8/17/2019 Invitado Por Sorpresa - Philippe Delerm

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    Invitado por sorpresa

    A decir verdad, no estaba previsto. Aún nos quedaba trabajo que hacer para el día siguiente.

    Únicamente habíamos pasado para informarnos de algo. Y de repente:

     —!e quedas a cenar" #Algo sencillo, a lo que salga$

    %on deliciosos los pocos segundos en los que presentimos que la proposici&n va a llegar. 's

    la idea de prolongar un buen momento, desde luego, pero tambi(n la de trastornar el

    tiempo. 'l día había sido tan previsible) la noche se anunciaba tan segura * programada+

    Y de pronto, en dos segundos, nos sorprende la novedad: podemos cambiar el curso de las

    cosas en un abrir * cerrar de ojos. esde luego, nos dejaremos invitar.

    'n este caso, sobran los cumplidos: no nos van a colocar en un sill&n del sal&n para tomar 

    un aperitivo como es debido. -o, la conversaci&n se cocer en la cocina —#mira, si quieres

     puedes a*udarme a pelar patatas$ /on un mondador en la mano, se dicen cosas ms profundas * naturales. -os comemos un rbano al pasar. 0nvitados por sorpresa, somos un

     poco como de la familia, casi de la casa. 1os despla2amientos no estn limitados. !enemos

    acceso a todos los rincones, a los armarios. &nde pones la mosta2a" 3a* perfumes de

    echalonia * de perejil que parecen llegar de otro tiempo, de una confraternidad lejana — 

    qui2 la de aquellas tardes en las que hacíamos los deberes en la mesa de la cocina"

    1a conversaci&n se espacia. Ya no son necesarias todas esas palabras que flu*en sin parar.

    1o mejor ahora son esas suaves pausas entre las palabras. %in preocupaciones. 3ojeamos al

    a2ar un libro de la biblioteca. 4na vo2 dice: 5creo que *a est todo listo6 * recha2aremos el

    aperitivo —de verdad. Antes de cenar, nos sentaremos para charlar alrededor de la mesa

     puesta, los pies en el barrote un tanto alto de la silla de enea. -os sentimos bien siendo el

    invitado por sorpresa, libres, ligeros. /on el gato negro de la casa acurrucado en las

    rodillas, nos sentimos adoptados. 1a vida *a no se mueve: se ha dejado invitar por sorpresa.

    Phillipe Delerm