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FUNDACIÓN UNIVERSITRIA CLARETIANA - FUCLA INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T. PALESTINA, UN TERRITORIO ADECUADO PARA UN BELLO PROYECTO DE ETICA LIBERADORA Coordinación: Gonzalo de la Torre Guerrero Virgilio Bueno Rubio Textos básicos: Herbert Haag González Echegaray Milton Schwantes Virgilio Bueno Rubio Con la colaboración del Equipo del Centro Camino Quibdó (Chocó) Año 2.000

INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

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Page 1: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

FUNDACIÓN UNIVERSITRIA CLARETIANA - FUCLA

INTRODUCCION A LA

GEOGRAFIA DEL A. T.

PALESTINA, UN TERRITORIO ADECUADO

PARA UN BELLO PROYECTO

DE ETICA LIBERADORA

Coordinación:

Gonzalo de la Torre Guerrero

Virgilio Bueno Rubio

Textos básicos:

Herbert Haag

González Echegaray

Milton Schwantes

Virgilio Bueno Rubio

Con la colaboración del

Equipo del Centro Camino

Quibdó (Chocó)

Año 2.000

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Unidad 1

LA GEOGRAFÍA DE PALESTINA Y SU LEN-

GUAJE TEOLÓGICO-BÍBLICO

Objetivos de esta unidad

1. Darle un primer vistazo a la ubicación geográfica

de Canaán y relacionarla con la geografía de la

Media Luna Fértil.

2. Conocer los diversos nombres de Palestina a lo

largo de la Historia y la razón de ser de cada uno

de ellos.

3. Tratar de percibir, de una manera general, la in-

fluencia que tuvo la geografía de Palestina en la

teología del Pueblo de Israel.

Fuentes bibliográficas:

- Para algunas ideas y textos básicos: H. Haag, El País de la Biblia, Herder, Barcelona, 1.992, p. 15-16. –

V. Bueno, Apuntes personales. - G. E. Wright, Atlas Histórico Westminster, Casa Bautista de Publica-

ciones, 1.992 - Enciclopedia Larousse, Editorial Planeta, Barcelona, 1981-84.

- Para la división, titulación, organización y nuevos textos complementarios, G. M. de la Torre, Apuntes

personales.

1. El territorio y su ubicación

1.1 Una geografía que afectó hondamente la historia

1.1.1 Una posición geográfica que, en parte, condicionó la historia de Israel. La histo-

ria de Palestina1 ha estado determinada, en gran parte, por su posición geográfica. El des-

envolvimiento de esta historia y su comprensión no se logran debidamente sin correlacio-

narlos con su propio escenario geográfico. La Biblia es el único Libro Sagrado que necesita

de la geografía para poder ser correctamente comprendido. La razón es simple: la Biblia,

por ser una interpretación religiosa de la Historia, necesita ser enmarcada en su propio con-

texto geográfico-histórico.

1.1.2 Una posición geográfica que provocó la permanente intervención de las nacio-

nes dominadoras. En el mapa Nº 1 (apéndice 1), podemos apreciar la posición que ocupa la

pequeña franja de tierra que está al lado occidental del río Jordán y que es el puente entre

Egipto y Mesopotamia. Esta posición convirtió a Canaán, a lo largo de la historia, en una

tierra permanentemente disputada, ya que cada potencia dominante quería hacerla un terri-

torio conquistado que le protegiera las espaldas en relación a su enemigo. Las naciones

1 Véase en el numeral (1.2) la discusión sobre los nombres que ha tenido este terrritorio.

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dominadoras tenían los ojos puestos en Canaán como lugar estratégico, para su respectiva

seguridad.

1.1.3 Una posición geográfica que atrajo a muchos excluidos que estaban fuera. En

realidad, son múltiples los escenarios para una misma historia: El escenario de los relatos

bíblicos no se limita exclusivamente a Palestina. Esta era más bien el centro de atracción y

de convergencia de personas y acontecimientos que empezaban fuera de ella, pero que ter-

minaban y se robustecían dentro de ella. Muchos de los acontecimientos que marcan la

identidad del Israel del Antiguo Testamento ocurren en regiones vecinas a Palestina, fuera

de sus fronteras naturales:

- La llamada y partida de Abrahán (Gn 12,1.4) tiene lugar al norte de Mesopotamia.

- El llamado a Moisés ocurre en Horeb cerca al territorio de los madianitas(Ex 3,1,6)

donde recibe la revelación del nombre de Dios.

- También el paso del Mar de las Cañas (Mar Rojo) es tierra egipcia y se sitúa fuera de

las fronteras de Palestina (Ex 14,1-2) etc..

1.1.4 Una posición geográfica que se convirtió en el centro de la llamada "Media Lu-

na Fértil". Así, la geografía bíblica debe referirse no sólo a Palestina sino a una amplia re-

gión del mundo antiguo llamada la Media Luna Fértil, en cuyo centro se encontraba Canaán

(v. mapa Nº 2). Esta Media Luna Fértil es la figura aproximada que se logra con estas tres

cuencas: Valle de Mesopotamia (ríos Eufrates y Tigris, Valle del río Jordán y Valle del río

Nilo).

1.1.5 Una posición geográfica que, a pesar de todo, se convirtió en centro de la histo-

ria bíblica. A pesar de todo lo dicho, la historia bíblica se centra en Palestina. Pese a la di-

versidad de escenarios no hay duda que los relatos bíblicos confluyen en Palestina o al me-

nos está en el horizonte de los escritores sagrados. Pero a Palestina hay que ponerle límites.

El límite más concreto es el que señala la Biblia como "desde Dan hasta Beerseba" (Jc 20,1;

1S 3,20; 2S 3,10). Tenía una extensión de más de 240 Kilómetros; su área total era de unos

25.124 Kilómetros cuadrados (Cisjordania 15.643 + Transjordania 9.481= 25.124); algo así

como el 53.9 %, algo más que la mitad de la superficie del departamento del Chocó (que es

de 46.530 Kilómetros cuadrados). La Biblia habla de otros dos límites. En primer lugar, los

del tiempo posterior de las conquistas de los reyes de Judá y de Israel (a partir del s. X aec.)

que hicieron llegar los límites hasta Hamat, en el norte (1R 8,65). En segundo lugar, la Bi-

blia habla también de unos límites que parecen más bien ideales y que los señala con la ex-

presión "desde el torrente de Egipto hasta el río Éufrates" (Gn 15,18; Nm 34; Ez 47,13-20;

Nm 32,11).

1.2 Los extraños nombres de esta tierra

Este territorio ha tenido diversos nombres en el transcurso de los siglos:

1.2.1 Canaán, nombre "maldito" original.

a) La Biblia interpreta este nombre desde presupuestos teológicos negativos. Según la tradición

Bíblica, este es el nombre del cuarto hijo de Cam y nieto de Noé (Gn 9,18; 10,6; 1Cro 1,8),

progenitor de once tribus que con el tiempo poblaron la región del Mediterráneo oriental,

entre Egipto y Siria, por lo que a esta zona se le llamó "La Tierra de Canaán" (Gn 10,15-19;

12,5; Num 35,10; 1Cro 16,18) y el mismo nombre se aplicó a los habitantes. Para la Biblia

el nombre de Canaán no es positivo. Es prácticamente un nombre "maldito", pues es hijo de

Cam, maldecido por Yahvéh, por haber mirado la desnudez de su padre (Gn 9,20-25). Re-

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cordemos que esta es una narración "etiológica", encargada de guardar en la memoria algún

contenido teológico. Aquí se trata de recordarle a los israelitas el hecho de que muchos

grupos cananeos no quisieron incorporarse al proceso de la nueva nación, puesta en marcha

por los grupos "Hápiru" que se revelaron contra Egipto. Estos Hápiru no fueron respaldados

por muchos cananeos que prefirieron seguir su modelo de religión, adaptados a los cultos

de fertilidad que les exigían sus dioses y diosas (Baales y Astartés), cosa abominable para

la religión de Israel (Os 2,5.8; 4,13). Es por esta razón que Canaán, con su nombre maldito,

conservará la memoria de todos esos grupos que se negaron a entrar en la alianza de una

nueva nación y una nueva religión, propuestas por Israel.

b) La ciencia explica el nombre de "Canaán" desde el trabajo o negocio de sus moradores. Algu-

nos especialistas modernos prefieren derivar el nombre de la palabra Kinahhu (= lana de

color rojo púrpura) que aparece en los textos de Nuzi. Mat Kinahhi significaría el país de la

púrpura que originariamente indicaría a Fenicia, pero extendiéndose luego el nombre en los

textos Bíblicos también a Palestina. El nombre geográfico Cananeo se conoce documental-

mente desde mediados del segundo Milenio aec., en una estela del faraón AMENOFIS II

(1449-1443 a.C.). Se mencionan 640 prisioneros Kinanu del norte de Siria, que debían ser

ricos mercaderes (Cf. el uso de la raíz en Is 23,8; Ez 27,3; Os 12,8; So 1,11; Job 40,30).

c) La filología pide, como significado básico, no un producto (púrpura), sino un oficio (comercian-

tes). Según los especialistas, la primera acepción de esa palabra sería la de “Comerciante,

Mercader” que después habría pasado a indicar el principal producto de su mercancía, “la

Púrpura Roja”. Los Israelitas ampliaron luego estos significados y llamaron Canaán a la

región costanera de Palestina ocupada por Fenicia, distinguiéndola de la región montañosa

vecina (Nm 33,51; 35,10,14), extendiendo luego esta denominación a todo el territorio

comprendido entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo, Sidón al norte y Gerar cerca de

Gaza al suroeste, y hasta Sodoma y las ciudades vecinas al sureste (Gn 10,19).

1.2.2 Palestina, otro nombre "maldito". Los "Philistím" son malditos por ser los peores

enemigos de Israel. Véase Gn 10,14 donde se los convierte en "descendientes" de Cam, pa-

dre "maldito". "Palestina"... Este nombre se deriva de la palabra latina "Palaestina" y la

griega "Pa.lai.stí.né", esta última viene a su vez del término hebreo (Peleshet = "filistea",

país de los pilishtím = filisteos) que se refiere sólo al territorio de la costa ocupado por los

Filisteos (Ex 15,14; Sal 87,4; 108,9-10; 1S 14,29-31). Sin embargo Herodoto (5. V a.C.) y

otros escritores posteriores (Filón, Ovidio, Plinio, Josefo y Jerónimo) utilizaron los térmi-

nos griegos y latinos para designar todo el territorio que había sido conocido como La "Tie-

rra de Canaán" o "La Tierra de Israel" (Nm 34,2; 1S 13,19-20), ya que los filisteos lo inva-

dieron después de sus victorias sobre los hebreos.

1.2.4 "Tierra Prometida", un nombre bendito: Tierra Prometida pudo ser el nombre

más genuino que los primeros patriarcas quizás le dieron a la tierra destinada a ser su futura

patria. Según las escrituras esta tierra fue prometida por Yahvéh a Abrahán y sus descen-

dientes (Gn 15,18; Dt. 9,27-28) y como tal se le conocía. Pero tampoco este nombre llegó a

ser el nombre oficial de este prometido y luchado territorio.

1.2.3 Israel (= "Dios se ha mostrado fuerte"), otro nombre bendito, que al principio

no prosperó. El nombre de Israel, aunque arqueológicamente es muy antiguo, no fue utili-

zado desde el principio como nombre para designar la tierra de Canaán; sirvió más bien pa-

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ra designar al grupo de habitantes de Canaán que se liberó de Egipto. Del nombre de Israel

da testimonio la estela del faraón Merneptáh (1.212-1.202 aec.), cuando dice: "Israel ha si-

do aniquilado, de manera que su simiente ya no existe"... Esto quiere decir que en tiempos

de Merneptáh ya Israel, instalado en la Cisjordania central, era un grupo de cierta importan-

cia, capaz de presentarle resistencia al gran ejército egipcio. La Biblia habla de Israel en Gn

32,28s cuando da constancia de la absorción de los hijos de Jacob por Israel, cosa que posi-

blemente no sucedió sino hasta la segunda mitad del s. XII aec., posible fecha de la confe-

deración de las tribus de Israel (cf. Jos 24). Además, Israel fue el nombre que escogieron

las tribus del Norte para designar el nuevo Reino que se separó del Reino del Sur o de Judá

(931 aec.). Finalmente, Israel fue el nuevo nombre que asumió el Estado que se formó, des-

pués de segunda guerra mundial, a partir de 1.947.

1.2.5 Tierra Santa. Desde la edad media, se conoce este territorio también como "Tierra

Santa", nombre dado por los cristianos, en honor de los "misterios" que allí se realizaron y

como justificante de las luchas de las Cruzadas, para rescatar de los musulmanes dicho te-

rritorio, y hacerlo pasar al dominio cristiano.

2. La influencia de la geografía en la teología de Israel

2.1 Cuatro hechos geográficos notables de los que se desprendieron consecuencias te-

ológicas importantes

Como ya lo dijimos, el centro de la historia bíblica es la pequeña tierra de Palestina. La

influencia geográfica de este territorio sobre los principios teológicos que orientaron la vida

de Israel, puede sugerirse mediante una breve exposición de cuatro hechos acerca de la si-

tuación del país:

1. La relación de origen que mantuvo Israel con Siria y Mesopotamia (el nororiente de la

Media Luna Fértil).

2. El ligamen geográfico de Palestina con el Gran Desierto de Arabia.

3. El hecho de estar Palestina en el camino de dos rutas internacionales que la abrazaron

(por Oriente y por Occidente), de sur a norte y de norte a sur.

4. Las características geográficas de Palestina que la aíslan del entorno.

2.2 La geografía de Palestina modificó las relaciones de origen de Israel con Mesopo-

tamia

2.2.1 Las raíces del pensamiento israelita provinieron del Fértil Creciente Nororien-

tal. Palestina tenía sus vínculos culturales básicos con Siria y el resto de la Media Luna

Fértil. De esta región que se extiende a lo largo del gran Desierto de Arabia, procedieron

los factores dominantes en la vida cultural de Palestina. Ninguna forma permanente o cabal

de vida palestina llegó del occidente. Además, estaba separada de Egipto por el árido de-

sierto costero y el yermo de Sinaí. Esto no significa que no hubiese contacto entre Egipto y

Palestina. La influencia de Egipto sobre su vecino septentrional fue constante; casi en cada

excavación de las antiguas ruinas palestinas se han encontrado objetos importados de Egip-

to. Sin embargo, esa influencia fue siempre superficial; no afectó a los elementos básicos de

la cultura nativa.

2.2.2 Culturalmente, la Palestina israelita dependió más de sus vecinos nororientales

que de otros pueblos. La vida conceptual y la civilización material de Palestina estaban

Page 6: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

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orientadas principalmente hacia la Media Luna Fértil al norte y nordeste. Cuando exami-

namos las creencias israelitas acerca de la vida después de la muerte, de la esencialmente

antropomorfa más que teromorfa2 naturaleza de Dios, del hombre creado para el servicio de

la Divinidad, y de los requisitos divinos con respecto a la ley ritual como a la moral, resulta

claro que el parentesco más estrecho de estas creencias es con la vida conceptual de la Me-

dia Luna Fértil. Por otra parte, en Egipto y ciertamente también en Grecia las doctrinas

fundamentales acerca de la vida humana y la divina eran muy diferentes.

2.2.3 En las distintas artes, también Palestina fue una región dependiente. Similar-

mente, las artes y los oficios, la arquitectura, la agricultura, la metalurgia y la cerámica de

Palestina dependían de Siria. En este país se originaban los nuevos inventos, los nuevos es-

tilos, las nuevas modas. De Siria gradualmente se filtraban a Palestina, en donde, empero,

nunca alcanzaron la misma brillantez. En cultura material, Palestina fue acreedora e imita-

dora, raramente progenitora.

2.2.4 Palestina tampoco fue una región poderosa en riquezas. Esta región de Palestina

culturalmente dependiente, nunca fue un centro de riqueza. Era comparativamente pobre en

recursos naturales, y como resultado no fue disputada con la misma intensidad que las por-

ciones más ricas del antiguo cercano Oriente. Ninguna de las grandes ciudades del mundo

estuvo situada dentro de sus límites. Una adulterada cultura urbana de una clase común en

ciudades como Tiro, Biblos, Ugarit y Babilonia, no existió en Palestina salvo como débil

reflejo o imitación del norte culto y opulento.

2.2.5 Conclusión: la geografía colaboró para entender que el poder no es bendición de

Dios. Aquí por tanto, estaba el ambiente que de manera providencial había sido preparado,

en el que los espíritus proféticos de Israel pudieron comprender que el verdadero propósito

y bendición de Dios para su pueblo no consistía en las riquezas, el poder político y la dis-

tinción cultural. Los profetas reaccionaron en contra de la cultura contemporánea a causa

del carácter pagano de ésta y de la suave, calmosa, comprometedora tolerancia que fomen-

taba.

2.3 Efectos de la relación de Palestina con el Gran Desierto de Arabia

2.3.1 La eterna lucha entre pueblos nómadas y pueblos sedentarios. La proximidad al

desierto de Arabia era una notable segunda característica de la situación geográfica de Pa-

lestina. Entre este territorio y el desierto al oriente no había obstáculo alguno. Por tanto,

aquí, como en las otras comarcas de la Media Luna Fértil, hubo la eterna lucha entre los

pueblos nómadas y los sedentarios.

2.3.2 El desierto fue siempre el forjador y protector de la cultura nómada. "La lucha

entre el desierto y la tierra cultivada parece ser perpetua. En el momento en que la autori-

dad política central se debilita o se destruye, en ese momento los beduinos la arrasan...

Como las aguas del océano, los beduinos pueden ser contenidos, pero en el momento en

que los diques se debilitan, se precipitan con una fuerza destructiva tal, que no pueden ser

detenidos... Pueden siempre retirarse al desierto a donde pocos pueden seguirlos, y siem-

pre están preparados para irrumpir en los terrenos fértiles al primer signo de debilidad"

2 Antropomorfo: algo que tiene forma de hombre. Teromorfo: algo que tiene forma de fiera o bestia.

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(Glueck, Nelson, "The other side of the Jordan" New Haeven, 1.940, pgs. 6 sig.).

2.3.3 Egipto no implantó una cultura sedentaria fuerte en Canaán. Es cierto que Egip-

to implantó en Canaán un sistema de ciudades-estado que le permitía recabar fondos para la

corona. Pero este sistema de ciudades-estado no buscó propiamente implantar cultura o co-

lonizar a los nativos. Su tarea más bien era práctica: adueñarse de los excedentes económi-

cos de los campesinos. Por eso, cuando estos mismos campesinos semi-nómadas se revolu-

cionaron, apoyados por otros grupos nómadas (los Hápiru), entre ellos el de Moisés o Jo-

sué, las ciudades-estado fueron cayendo, sin mayor resistencia: no tenían base social que

las apoyara.

2.3.4 El papel de los revolucionarios Hápiru y su organización típica de Arabia. Antes

de que Israel invadiera a Palestina, la comparativa pobreza y la naturaleza culturalmente

dependiente del país significaban que no existía verdadera fuerza política ni cultura urbana

profundamente arraigada que pudiese resistir con éxito la invasión y la influencia de los

nómadas. Las invasoras huestes israelitas, constituyeron un grupo nómada con una organi-

zación patriarcal típica de Arabia, y en épocas posteriores continuaron considerando esta

organización como la ideal.

2.3.5 La religión original de Israel fue de molde nómada. Además, Israel después man-

tuvo la relativamente elevada pureza moral y la austeridad patriarcal, la religión nómada, de

modo que cuando el pueblo se estableció como agricultor y llegó a ser cada vez más urba-

no, el familiar Dios de los padres no fue otra deidad de la naturaleza o de los fenómenos

meteorológicos.

2.3.6 Israel supo mantener su Dios y su religión de origen nómada. La estrecha rela-

ción de Dios y el pueblo, según se simbolizó en el Pacto, fue la herencia nómada de Israel,

y el factor más importante para salvarlo de la idolatría. Estos elementos fundamentales de

la vida religiosa patriarcal fueron idealizados en el Israel posterior y siempre se mantuvie-

ron como agente purificador, no sólo entre extremistas como los nazareos3 y recabitas

4, si-

no también entre los grandes profetas.

2.3.7 Conclusión: el desierto puso su marca sobre la religión de Israel. Sin embargo,

esto no significa que podamos explicar el concepto original de Israel acerca de Dios, sim-

plemente con referencia al Desierto Arabe o a la vida nómada. Antes de los días de Ma-

homa, los árabes eran politeístas. La geografía puede explicar las condiciones de la revela-

ción divina, pero no puede sustituirla. No obstante, lo que puede decirse con seguridad es

que la influencia patriarcal sobre Israel se mantuvo dominante en toda su lucha contra el

politeísmo cananeo. El antecedente ideal de su religión se halla en el desierto, no en el es-

cenario de la civilización urbana y a ese antecedente apelaron los profetas constantemente.

3 En hebreo significa "consagrado", "segregado". Originariamente, al igual que los profetas (cf. Am 2,11),

hombre llamado por Dios que por ello debía abstenerse de ciertas cosas (Jc 13,5.14; 1S 1,11). Posteriormee-

ente, los nazireos formaron una institución reglamentada por la Ley (Nm 6,1-21): un voto temporal, que dura-

ba generalmente treinta días (cf. 1M 3,49). Las mujeres no estaban excluidas.

4 Clan quenita, de la Palestina meridional (1Cro 2,55). El rekabita Yehonadab, que en el reinado de Jehú dio

muestras de su celo por Yahvéh (2R 10,15-24), los organizó como secta. No podían plantar vides, ni beber

vino, ni cultivar tierras, ni construir casas; llevaban vida nómada y Jeremías comparó su fidelidad a Yahvéh

con la infidelidad de los habitantes de Judá (Jr 35).

Page 8: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

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2.4 Efectos de las rutas internacionales que surcaron la Palestina.

2.4.1 Las rutas internacionales permitieron que Palestina participara de los aconteci-

mientos mundiales. Un tercer hecho geográfico importante acerca de Palestina era su situa-

ción en dos de las más vitales rutas comerciales del mundo antiguo: una entre Egipto y

Asia, y la otra hacia el occidente desde Arabia para llegar a la llanura costera y allí dívidirse

hacía Egipto o hacia Siria (v. mapa Nº 5). Por razón de esta participación en la vida econó-

mica del mundo, Palestina inevitablemente fue llevada a los acontecimientos mundiales.

2.4.2 Cada imperio triunfante, al apropiarse de las rutas internacionales, se apropiaba

de Palestina. El período de la historia bíblica fue la primera gran época de formación de

imperios. Lo testifican el impresionante surgimiento y dominio de poderosos imperios co-

mo los de Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Macedonia y Roma. Cada uno sucesivamente

logró apoderarse de las rutas del comercio que atravesaban Palestina y dominarlas. Así este

pequeño país fue inevitablemente forzado a incluirse dentro de los límites de cada reino

triunfante.

2.4.3 La religión profética, internacionalizada por las rutas, tuvo que ver con la situa-

ción internacional. Por tanto no es sorprendente que los profetas tratasen la situación in-

ternacional y viesen el alcance del poder de Dios. Ni es extraño que los judíos saliesen de

su patria por muchas rutas de comercio y haciendo viajes, hasta los primeros días del mo-

vimiento cristiano, y que por lo mismo en cada ciudad importante del mundo conocido se

encontrasen colonias de judíos.

2.5 La fuerza aisladora de la geografía de Palestina: lo positivo y lo negativo...

2.5.1 A pesar de su geografía, Palestina no se aisló del todo de su mundo circundante.

Las características geográficas de Palestina y la naturaleza de sus límites, ofrecían a sus

habitantes la posibilidad de una definidamente limitada pero real separación. Sería fácil

exagerar esa separación; en verdad esto es lo que frecuentemente se ha hecho. Palestina es-

taba demasiado envuelta en las corrientes del mundo antiguo para vivir en "espléndido ais-

lamiento" en ningún período de su historia, y el estudio de su vida siempre requiere aten-

ción al mundo circundante.

2.5.2 Sin embargo, la propia geografía le facilitó cierto aislamiento a Palestina. A pe-

sar de este hecho inmensamente significativo, sin embargo Palestina estaba separada de to-

da región próxima. Al sur y al oriente estaban sin atractivo el páramo y el desierto. La costa

del Mar Mediterráneo, casi sin accidentes, limitaba los contactos marítimos con las tierras

del occidente. Al norte las macizas elevaciones del Líbano y del Hermón hacían imposible

la completa identificación con la vida de Siria.

2.5.3 También internamente la geografía facilitó el aislamiento de las diversas regio-

nes y grupos de Palestina. Así por todos lados los límites de Palestina la señalaban como

destinada a tener su historia peculiar. Esta disposición al separatismo, posteriormente fue

hecha realidad por la falta de unidad geográfica dentro del propio país. Galilea estaba sepa-

rada de Samaria; las colinas eran distintas de las llanuras; Transjordania estaba separada de

la Palestina Occidental por el profundo abismo del Valle del Jordán. Así cuando los cana-

neos fueron dominadores, no constituyeron ningún estado unificado. Al contrario, hubo nu-

Page 9: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

9

merosas ciudades-estados. Aún las deidades llegaron a localizarse y pluralizarse, por lo cual

oímos de Baales y Astartés, aunque en la religión oficial Baal y Astarté eran un solo dios y

una sola diosa. Por tanto, la geografía básica del país creó fuerzas divisorias que natural-

mente tendían a separar al pueblo en grupos.

2.5.4 El fruto de cierto aislamiento: desarrollar y fortalecer la propia herencia espiri-

tual. Cuando los israelitas penetraron en el país, poseían una tradición religiosa e histórica

común; pero durante toda su existencia tuvieron que luchar contra los factores geográficos

que separaban el norte del sur, el oriente del occidente. Sin embargo, el parcial aislamiento

del país como un todo, proveyó el suficiente apartamiento que capacitó a los israelitas para

desarrollar su propia herencia espiritual.

2.5.5 Cuando el aislamiento se exagera, nace el exclusivismo. En el judaísmo esta se-

paración se exageró hasta llegar a ser un exclusivismo nacional y religioso. Tan fundamen-

tal llegó a ser este elemento que continuó modelando la vida de los judíos aun cuando salie-

ron a tierras de gentiles, y los judíos, como poderoso grupo religioso y cultural, continuaron

existiendo aun privados de su patria y de su independencia política.

2.5.6 Cuando el aislamiento se rompe, nace el tiempo de la entrega. Bajo el estímulo

de la influencia helénica y del dominio romano, sin embargo, en el primer siglo se creó el

ambiente para una más completa revelación del alcance mundial del propósito de Dios. La

época cuando la segregación pudo ser creadora y fructífera había pasado; era el tiempo en

que Israel había de entregar sus dones al mundo.

Tarea 1

Lea atentamente Gn 1,1-2,4ª y haga lo siguiente:

(a) Identifique lo que este relato nos quiere decir o

revelar.

(b) Identifique los elementos geográficos que contie-

ne este relato.

(c) Establezca en qué forma la geografía colabora pa-

ra darle claridad a lo que el relato nos quiere reve-

lar.

(d) Si quisiéramos prescindir de la geografía, ¿qué

quedaría de lo revelado en el relato?

(e) Haga un relato parecido, pero con elementos y

nombres geográficos propios de su territorio y cul-

tura (especifique la cultura de la que va a hablar) (Escriba de 6 a 8 páginas)

Unidad 2

Page 10: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

10

UN TERRITORIO DIFÍCIL, CONVERTIDO

EN BENDICIÓN

Objetivos de esta unidad

1. Establecer qué entendemos por Geografía.

2. Describir las diversas regiones o geografías de Pa-

lestina, resaltando las principales características de

cada una de ellas:

(a) La Llanura Costera, como región que no llegó a ser

parte del Primitivo Israel.

(b) La Comarca Montañosa, como la columna verte-

bral de la Historia Bíblica.

(c) El Valle del Jordán, como una zona a la que poco

se asomó el antiguo Israel.

(d) La Meseta de la Transjordania, como una zona

muy ligada a la historia bíblica.

Fuentes bibliográficas:

- Para las ideas y textos básicos: H. Haag, El País de la Biblia, Herder, Barcelona, 1.992, p. 15-16. – V.

Bueno, Apuntes personales. - Enciclopedia Larousse, Editorial Planeta, Barcelona, 1981-84.

- Para la división, titulación, organización y nuevos textos complementarios, G. M. de la Torre, Apuntes

personales.

1. Lo que entendemos por geografía

1.1 En busca de una definición completa

Entendemos por geografía la ciencia que tiene por objeto el estudio de la superficie te-

rrestre como plano de contacto en el que entran en relación la endosfera y la atmósfera, la

hidrosfera-hidrografía y la biosfera. De todos estos elementos habla la Biblia.

1.2 Algunos elementos de la definición

1.2.1 La superficie terrestre. Es la que ordinariamente pisa el ser humano y donde éste

encuentra los medios que le proporcionan vida. Sin embargo, estas condiciones de vida

quedan afectadas y modificadas por lo que suceda arriba de ella (atmósfera) o debajo de

ella (endosfera). Y a su vez, lo que suceda en la superficie también afecta lo de arriba y lo

de abajo. La superficie terrestre, o parte sólida, hace parte de la litosfera.

1.2.2 La endosfera: es el núcleo central de la parte sólida de la esfera terrestre. Por expe-

riencia, la temperatura aumenta a razón de un grado por cada 30 o 33 mts. de profundidad;

esto supondría que el centro de la tierra tendría 200.000º. Sin embargo, los científicos pre-

suponen sólo entre 1.500-3.000º.

Page 11: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

11

1.2.3 La atmósfera: capa gaseosa que envuelve el globo terrestre o un astro cualquiera.

La atmósfera puede ser considerada desde diversos puntos: desde la diversa temperatura,

desde su diversa composición química, desde la distribución de sus propiedades eléctricas y

magnéticas, etc. Miremos solamente dos.

a) Considerada la temperatura que domina la atmósfera, ésta decrece con la altura que va

recibiendo diversos nombres: troposfera, hasta 12 km., estratosfera hasta 40 km., me-

sosfera, hasta 80 km. (con una temperatura de –90º) y termosfera, hasta 1.000 km., con

un cambio en la temperatura que, a partir de aquí, va creciendo cada vez más.

b) Considerada su diversa composición química, la atmósfera se denomina homosfera,

hasta 100 km. en la que los principales constituyentes (oxígeno y nitrógeno) permane-

cen en proporción constante; la heterosfera hasta los 1.000 km., que se caracteriza por

el predominio de los gases ligeros (nitrógeno, hidrógeno, helio); a partir de los 1.000

km., se inicia la exosfera, zona en la que las moléculas más ligeras escapan a la gravi-

dez y marchan lentamente hacia el espacio interplanetario. A nivel de gases, en la tro-

posfera se acumulan el vapor de agua, el gas carbónico y las impurezas de toda clase

(polvo, cristales de sal marina, carburos de hidrógeno, gases sulfurosos, amoniacales,

etc.). El ozono predomina en la atmosfera superior.

1.2.4 La hidrosfera: es uno de los tres elementos visibles de la tierra, constituido por la

parte líquida u océanos. La hidrosfera ocupa las dos terceras partes de la superficie terres-

tre. La hidrografía: es la parte de la geografía física que se ocupa de las aguas marinas y

continentales. La hidrografía tiene tres campos diferentes: los ríos (potamología) y los lagos

(limnología) y los mares (oceanografía).

1.2.5 La biosfera: nombre que se da a la parte de la esfera terrestre en que se manifiesta

la vida. Se extiende en la atmósfera hasta unos 6.000 m de altura; en la superficie terrestre

la vida se extingue de ordinario a poco más de un m. de profundidad (dependiendo del tipo

de suelo y del clima). En las aguas se encuentran seres heteromorfos (distintas formas) has-

ta las mayores profundidades.

2. Entre el mar y el desierto

2.1 Vivir entre dos monstruos

Palestina es una estrecha faja de tierra situada entre el Gran Desierto Arábigo al oriente

y el Mar Mediterráneo al occidente.

2.1.1 El monstruo del Desierto, al oriente... Consta de una planicie costera flanqueada

por una zona montañosa de rocas calcáreas que se van inclinando hacia el oriente, para

hundirse finalmente en las inmensidades del desierto Arábigo. Estas montañas están dividi-

das de norte a sur por el profundo foso del río Jordán. El mar con sus costas, en el tiempo

del A.T., fue territorio de Fenicia y de los filisteos. En el N.T. tuvo ciudades libres helenis-

tas y romanas.

2.1.2 El monstruo del Mar, al occidente... El Israel bíblico raras veces se enfrentó con

el mar. Aunque éste no dejó de ser una maravilla de la creación (Sal 93,3-4), fue algo peli-

groso y signo de desprecio y volubilidad (Sal 69,3; Jos 2,6-7; Is 5,30; St 1,6; Judas 13). Fue

también símbolo de los imperios enemigos de Dios (Dn 7,3; Ap 13,1); en el Nuevo Eón el

Page 12: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

12

mar no existirá (Ap 21,1). Frente al desierto, Israel tuvo sentimientos contradictorios: es si-

tio de gracia y de revelación (Dt 8,2), pero también es desolación (Is 27,10), aridez (Ez

19,13), inseguridad (Jr 2,6), habitación de seres pavorosos y bestias salvajes (Is 30,6; 37,7).

Israel tiene la esperanza de que el desierto se convertirá en jardín (Is 35,1-2).

2.2 Regiones naturales de Palestina: diversidad geográfica, diversidad de pueblos...

Para determinar la ubicación segura o probable de algunos lugares importantes, v. mapa

Nº 6 y apéndice Nº 2.

Para un estudio más detallado de sus características físicas, Palestina puede dividirse en

las siguientes regiones naturales (v. mapa Nº 3):

2.2.1 La Llanura Costera: una región que no hizo parte del antiguo Israel. Se extiende

desde la escalera de Tiro al norte y baja por la costa mediterránea como una faja estrecha

que se dilata hacia el sur. Su altura oscila entre 45 y 75 mts. Se pueden considerar en esta

región 4 comarcas:

a) Fenicia, un grupo extranjero para Israel y que siempre se consideró y se llamó a sí mismo "ca-

naneo". Su abrupto suelo no facilitaba la agricultura; por tanto, sus habitantes se convirtie-

ron en grandes marineros, a pesar de que el resto de esta costa, casi sin accidentes naturales,

no favoreció la construcción de puertos ni el comercio en el Mediterráneo palestino.

b) Acre o Aco: otro recinto cananeo, `pese a estar en el sector de la tribu de Aser. Situado en la

pequeña bahía al norte del monte Carmelo, ofrecía protección parcial a la navegación y se

utilizó como puerto. En el nuevo testamento se le llama Tolemaida, (Hch 21,7) y en la

época del A.T. es la llanura de Aser, por la tribu israelita asentada en este territorio. A la

franja costera de esta bahía (llamada hoy golfo de Haifa) se le da el nombre de llanura de

Zabulón.

c) Sarón: entre la aridez y la fertilidad. Es una llanura al sur del monte Carmelo. Se extien-

de unos 75 kms hasta Jope. Antiguamente tenía grandes bosques de robles, zonas pantano-

sas y florestas por lo que fue muy poco poblada. Su anchura máxima es de poco más de 20

kms. La Biblia habla del esplendor de Sarón (Is 35,2) y en el Cantar de los Cantares (2,1ss)

la amada se comparaba a los narcisos del silvestre Sarón. Herodes el Grande fundó aquí la

ciudad de Cesarea. Actualmente, en esta llanura se asienta Tel Aviv la mayor ciudad del

moderno Estado de Israel.

d) Filistea, el territorio de uno de los peores enemigos de Israel. Sección meridional de la costa

que se desplaza hasta el río de Egipto, con pequeñas cadenas montañosas, de hasta 75 mts

de altura entrecortadas por cañadas y regadas por riachuelos (wadis). Aquí se asentaron an-

tiguamente los filisteos. Las lluvias son escasas y la tierra es seca, aunque produce trigo,

cebada, vino y aceite, incluso desde la edad de los patriarcas (Gn 26,12) y de los jueces (Jc

15,5). La historia de Sansón (tiempo de los jueces) estuvo relacionada con varias poblacio-

nes de la filistea. Igualmente la posterior historia del comienzo de la monarquía israelita.

De las 5 ciudades filisteas: Gaza, Escalón, Asdod, Gat y Eqrón, solo las 3 primeras contin-

úan su existencia hasta hoy.

2.2.2 La Comarca Montañosa: la columna vertebral del territorio de la libertad... Es

continuación de la cordillera del Líbano que se extiende de norte a sur hasta el desierto de

Page 13: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

13

Arabia Pétrea. Se divide en 3 regiones que son:

a) Galilea, la lejana, rica y heterodoxa tierra de revolucionarios. Es una elevada meseta cuya

altura promedio (en su parte norte, alta Galilea) son 840 mts. Su pico más alto es el Jébel

Jermuk (1200 mts). Su parte sur es más fértil y populosa. Se extiende desde el extremo sep-

tentrional del Mar de Galilea y el Jordán, al oriente, descendiendo a la llanura de Esdrelón

o Yezreel, por los lados sur y suroeste. Se habla de Galilea despectivamente como "tierra de

gentiles" o paganos (Is 8,23; Mt 4,15). Es la tierra de la infancia de Jesús y de una gran par-

te de su anuncio del Reino de Dios.

b) Yesreel, el hermoso y apocalíptico valle del Reino del Norte. La llanura de Yezreel o Es-

drelón, regada por el río Quisón , se extiende entre el monte Carmelo y Aco por el oriente

y los montes Tabor y Gilboa por el este, con ramales que van al Jordán. Divide la cordillera

central en dos, conectando así el Valle del Jordán con la llanura marítima. Desde épocas

muy antiguas se construyeron ciudades importantes en este valle. Meguido es la principal,

por su ubicación estratégica. Hacia el sur por encima de la llanura de Yezreel, están las

montañas samaritanas. En la zona montañosa de la Galilea meridional está Nazaret. Yezreel

es un clásico campo de batalla (Jc 4,12-5,31; 2R 29ss). Fue el escenario del asesinato de

Nabot (1R 21,1-16) y de la estirpación de la familia de Ajab (Jezabel y sus hijos) (2R 9,16-

10,11).

2.2.3 Montañas de Judá y Samaria: asientos de dos reinos hermanos que se odiaron. a) Los montes de Efraím, corazón de las tribus del Norte. Los montes de la meseta de Samaria

o "montes de Efraím" tienen tierras buenas para el cultivo. Por el lado oeste, descienden en

grandes escalones a la llanura marítima, mientras que al este el descenso al Jordán es muy

pronunciado. Por esta región pasa la carretera principal desde tiempos muy antiguos y está

dominada por el desfiladero entre los montes Ebal y Garizim .

b) Los montes de Ebal y Garizím, una memoria de los samaritanos. En esta zona encontramos

la fortaleza cananea de Siquém, un poco al sur de los montes Ebal y Garizim. En este mon-

te se construyó el templo de los samaritanos. La Cordillera central mantiene en esta zona

una altura mayor y más uniforme, constituyéndose entre Betel y hasta cerca de Beerseba

(en Judá), en un macizo compacto de 765 mts de elevación con laderas pendientes por am-

bos lados.

c) Los montes de Samuel y Saúl: memoria de dos grandes rivales. Las alturas de la montaña de

Judá oscilan entre 700-1000 mts. En esta región están, el monte Nebi Samwill (profeta Sa-

muel) de 895 mts. Samuel fue el profeta que se le enfrentó a Saúl (cf. 1S 15,22ss). Al este

está Tell-el-Ful (839 mts.), el bíblico Guibá o Guibeá de Saúl, la residencia del primer rey

de Israel. Esta hendidura de la montaña termina en el monte de los olivos, cerca de Jeru-

salén; los árabes la llaman djebel el-Kuds (monte de la ciudad santa).

d) Belén, la cuna tradicional de Jesús de Nazaret (Lc 2,4-7). Encontramos aquí la ciudad de

Belén, a 8 kms de Jerusalén. La montaña hacia el sur se eleva hasta 1.120 mts, al norte de

Hebrón. Hacia el este se encuentran el "desierto de Judá" cruzado por los valles que van

hacia el Mar Muerto.

e) La Sefeláh, una alternativa agrícola. Las poblaciones se concentraron más en la vertien-

te occidental, mucho más fértil que la oriental y se interesaron en la Sefeláh o tierras bajas.

Esta última comarca es distinta a las anteriores. Formada por las estribaciones de la altipla-

nicie de Judá, era una región productora de trigo, viñas, olivos y sicomoros (1R 10,27). En

tiempos de Israel, aquí estaban las poderosas ciudades de Laquis, Debir, Libna, Azeca y

Page 14: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

14

Bet-Semes.

f) El Néguev: las potencialidades de lo semi-desértico. Hacia el sur de Hebrón las montañas

descienden gradualmente al Néguev o "tierra del sur", que tiene su centro en la región entre

Beerseba y Cades-Barnea. Tiene unos 96 kms de longitud; los ejércitos de invasión nunca

escalaron esta comarca escabrosa para llegar a Beerseba, Hebrón o Jerusalén sino que se-

guían al norte por la vía de Gaza o del Mar Muerto. En este suelo accidentado y semiárido,

la gente subsistía con la más cuidadosa conservación de su provisión de agua. El Néguev se

menciona por primera vez en la historia bíblica durante los viajes de Abraham y de Isaac

(Gn 13,1; 20,1). El Néguev asciende hacia el sur hasta alcanzar alturas de 1.035 mts. pare-

cidas a las de la montaña de Judá junto a Hebrón .

2.2.4 El Valle del Jordán: un largo camino de vida y muerte. Es parte de una hendidu-

ra o falla geológica, que se extiende a partir de Siria, donde separa al monte Líbano de la

comarca del antilíbano conocida en la Biblia como Hermón y Amaná; continúa por pales-

tina como "Valle del Jordán"; más al sur forma el "Arabá" y el mar rojo y de allí se extien-

de al Africa. El término Valle del Jordán se aplica propiamente a la parte comprendida en-

tre el mar de Tiberiades y el mar Muerto, llamada por los árabes el "Ghor" que quiere decir

hondonada. Las partes que integran el Valle del Jordán, son las siguientes:

a) Las Fuentes del Jordán: una memoria del Dios que da vida. (V. mapa Nº 4). El Jordán nace

de tres fuentes, al pie del monte Hermón. La primera fuente nace en zona de soberanía liba-

nesa, la segunda fuente en zona israelita y la tercera en zona siria; la más famosa de estas

fuentes es la oriental. El Jordán nace aquí, en las profundidades de una gruta en la roca

calcárea. Allí veneraron los fenicios a su dios Baal. Los griegos consagraron el lugar al dios

de la naturaleza PAN y lo llamaron "Paneion"; y "Paneas" a la ciudad más próxima. El hijo

de Herodes el Grande, llamado Herodes Filipo hizo de "Paneas" una nueva ciudad a la que

llamó "Cesarea de Filipo" en honor del César y de si mismo. Los Evangelios Sinópticos sit-

úan aquí la confesión de Pedro y la promesa de su ministerio (Mc 8,27-30; Mt 16,13-20 ).

b) El curso del Jordán, un fenómeno único: tres lagos y un mar que descienden más abajo que el

mar. En su curso superior el río Jordán corre sobre el nivel del mar; pero al llegar al lago

Huléh, toma casi el nivel del mar (+ 2 mts.); a partir de este lago (hoy drenado para utilizar

sus tierras en agricultura) y hasta su desembocadura en el lago Genesaret, salva el Jordán

(en un recorrido de 16 kms) un desnivel de unos 210 mts (desde +2 hasta -208 mts en rela-

ción con el nivel del mar Mediterráneo). A partir del mar de Galilea, recorre el Jordán unos

194 kms hasta llegar al mar Muerto, descendiendo unos 183 mts más (total: 392 mts. bajo

el nivel del mar). Al sur el ancho del valle del Jordán mide 6.5 kms y en Betsán se dilata

hasta 13 kms. y en la fértil llanura de Jericó llega a su máxima anchura de 22.5 kms.

c) El lago de Genesaret: bajo la influencia de los vientos...

- Un lago con importancia de mar. El lago de Genesaret, según algunos, toma su nom-

bre de la palabra hebrea Kinnéret = cítara, por la forma que tiene el lago. Otros piensan que

el nombre se lo dio la población de Genesaret, situada en sus orillas. Más tarde, cuando la

población de Tiberias o Tiberíades (refundada por Herodes Antipas, año 20) se haga famo-

sa, recibirá el nombre de Lago de Tiberíades. Del "Lago Kinnéret" habla Nm 34,11; Jos

12,3; 13,27 y Lc 5,1. A los hebreos, faltos de experiencia directa de mar, este lago pudo pa-

recerles un pequeño mar. Así lo llama Jos 12,3 y Mt 4,18; 15,29; Mc 1,16; 7,31 y Jn 6,1.

- Los alrededores del Lago. El lago de Genesaret se halla encuadrado en un valle cua-

drangular, limitado en su lado occidental por los montes de Galilea y en el oriental por las

Page 15: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

15

alturas de la altiplanicie transjordana. Las orillas del sur son, por sus dos lados, más escar-

padas que las del norte. La única abertura digna de mención de la cuenca lacustre -fuera de

los extremos norte y sur del valle del Jordán- está formada por la pequeña llanura de Gene-

sar, en el borde noroccidental del lago, desde donde varios valles de conexión llevan a los

montes de la Galilea superior (Safed), a la llanura interior galilea y a Nazaret.

- Las medidas del Lago. El lago tiene una longitud máxima norte-sur de 21 km, una

anchura máxima este-oeste de 12 km y una profundidad máxima de 44 m. Su superficie es

de 168 km2, y su nivel se halla a 208 m por debajo del Mediterráneo. El agua es dulce,

transparente y, al igual que en los tiempos bíblicos, ofrece abundante pesca.

- Las tempestades del Lago. La peculiar situación del lago explica sus bien conocidas

tempestades súbitas (cf. Mt 8,23-27 par; 14,24-33 par). Durante el día, se concentra en la

hondonada un enorme calor (no son raras las temperaturas de hasta 500 en verano). Al ano-

checer penetran los vientos fríos del mar a través de las montañas de Galilea. Al situarse

sobre la cálida caldera, y dado que el aire frío es más pesado que el caliente, se precipitan a

gran velocidad sobre la cuenca del lago y azotan con furia la superficie del agua.

d) El Mar Muerte: donde la vida humana se hace más difícil. No tiene desagüe; el 25% de su

agua es depósito de sal (8 veces superior a la media de los océanos). Esta proporción per-

manece constante porque pierde aproximadamente por evaporación la misma cantidad de

agua que recibe ( unos 6,5 millones de toneladas diarias). De este mar se extraen indus-

trialmente: sal común, potasa, bromo y magnesio. Las condiciones de vida aquí son duras,

sin embargo la Biblia menciona la existencia de las ciudades de: Sodoma, Gomorra, Adma,

Seboyin, y Vela o Soar (Gn 14,2-8; 19,24-28). El Mar Muerto tiene 78 kms de longitud,

una anchura máxima de 17-18 kms y alcanza hasta 400 mts. de profundidad; el nivel medio

de la superficie del agua es de -392 mts ( hasta 1837 no se descubrió que se hallaba por de-

bajo del nivel del mediterráneo). Una península llamada por los árabes Lisán (lengua) que

penetra desde la orilla oriental, divide el mar en dos mitades. La parte septentrional es la

más profunda, y la meridional tiene unos pocos metros. El nombre Mar Muerto, aunque

aparezca en nuestras Biblias, no es propiamente Bíblico. El calificativo de "muerto" se debe

a los científicos, en razón de que, por su gran concentración de sales, no se ha encontrado

en él hasta ahora vida vegetal o animal de organismos superiores. La Biblia lo llama Mar

del Desierto, Mar Oriental, Mar Salado o Mar de la Sal y Mar de Arabá (Dt 3,17).

2.2.5 La Meseta de Transjordania: una región ligada estrechamente a la historia

bíblica. Esta meseta esta divida en cinco secciones por cuatro ríos principales: El Yarmuk,

El Yaboq, El Arnón y el Zéred. Tanto la geografía como la historia obligan a considerar es-

ta región como íntimamente ligada a la Palestina de la Cisjordania. Esta Palestina de la

Transjordania pertenecía, como la Palestina de la Cisjordania, a la gran meseta que se ex-

tendía desde Siria hasta Africa. Es la parte que mantiene mejor la fisonomía original. La

parte occidental de la Transjordania desciende abruptamente hacia el Jordán, mientras la

parte oriental lo hace lentamente hacia el desierto.

a) Basan: región estratégica aprovechada por los imperios vecinos. Al norte del Yarmuk esta-

ba la bíblica Basán, esta es la misma región que conformó más tarde las provincias roma-

nas de Auranítide, Traconítide, Gaulanitis, e Iturea. Crecen buenos pastos en esta zona que

fue famosa por sus toros y vacas (Sal 22,13; Am 4,1). Tiene pocos árboles y las lluvias son

escasas. Tuvo muchas poblaciones amuralladas; antiguamente Basán era atravesada por las

grandes rutas de caravanas que conducían a Canaán meridional y a Edom.

Page 16: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

16

b) Galaad: las mejores tierras de ganadería. Extendiéndose al norte y al sur del Yaboq, es-

taba Galaad, aunque en Dt 34,1 parece que abarca toda la comarca de Transjordania. Era

una zona muy regada, con mayor número de corrientes y manantiales que Basán, y manten-

ía una mayor población. Su industria característica era la ganadería y entre sus productos

figuraban el bálsamo y gomas aromáticas, según Jr 8,22. Por ser zona fronteriza estaba ex-

puesta a constantes incursiones de las tribus nómadas del desierto. La corriente más impor-

tante de Galaad era el Yaboq que nacía cerca de Rabat-Amón y corría al oriente y al norte,

en un semicírculo, antes de descender al valle del Jordán. En la extensión superior del de-

sagüe del Yaboq se situaba el reino de Amón.

c) Moab: una región de ingrata memoria para Israel (cf. Nm 22-24; Gn 19,30ss). Al sur del pro-

fundo valle del Arnón se extiende la comarca original del reino de Moab. Una meseta ele-

vada de piedra caliza, con una altura de 960 mts, se extiende hasta el río Zéred (Nm 21,10-

13; Dt 2,13 ss); su frontera oriental está separada del desierto por una serie de colinas y

ondulaciones y su borde occidental desciende precipitadamente al Mar Muerto. El campo

de Moab no debe confundirse con los llanos de Moab. Aquel constituye el territorio moabi-

ta, y éstos se refieren a la región oriental del mar Muerto, al norte del río Arnón, región que

en un tiempo estaba incluida en el territorio moabita (Nm 26,3).

d) Edóm: una memoria del Rojizo Esaú. Al sur de Zéred (wadi el-Hesa), la meseta se eleva

hasta los 1641 mts y predomina en el paisaje una piedra rojiza; ésta es la región de Edom,

el "país rojo" (del hebreo adom = rojo). Los israelitas dieron una explicación popular de es-

te nombre aludiendo al pelo rojizo de Esaú, presunto antepasado de los Edomitas (Gn

25,25) y al rojizo guiso de lentejas que comió (25,30). En la región de Edom se centralizaba

la pintoresca y estratégicamente localizada Petra que dominaba el comercio del desierto a

Gaza, Egipto y Fenicia.

Tarea 2

Lea atentamente Gn 2,4b-25 y haga lo siguiente:

(a) Identifique lo que este relato nos quiere decir o

revelar.

(b) Identifique los elementos geográficos que contie-

ne este relato.

(c) Establezca en qué forma la geografía colabora pa-

ra darle claridad a lo que el relato nos quiere reve-

lar.

(d) Si quisiéramos prescindir de la geografía, ¿qué

quedaría de lo revelado en el relato?

(e) Haga un relato parecido, pero con elementos y

nombres geográficos propios de su territorio y cul-

tura. (Escriba de 6 a 8 páginas)

Page 17: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

17

Unidad 3

HIDROGRAFÍA, CLIMA, FLORA Y FAUNA:

EL JUEGO DE LOS VIENTOS (LOS VIENTOS DEL MEDITERRÁNEO Y DEL DESIERTO)

Objetivos de esta unidad

1. Conocer los principales ríos de Palestina y su

ubicación.

2. Conocer el clima de Palestina, a partir de la rela-

ción que establecen con dicho territorio el Mar

Mediterráneo y el Gran Desierto Oriental, por

medio de sus respectivos vientos.

3. Dar una brevísima mirada a la fauna y flora de

Palestina.

Fuentes bibliográficas:

- Para las ideas y textos básicos: H. Haag, El País de la Biblia, Herder, Barcelona, 1.992, p. 55-56. - J.

González Echegaray, Introducción al Estudio de la Biblia, p. 28-30 - V. Bueno Rubio, Apuntes perso-

nales.

- Para la división, titulación, organización y nuevos textos complementarios, G. M. de la Torre, Apuntes

personales.

1. Hidrografía de Palestina: los ríos no determinaron la historia de Israel (su escasez determinó su poca resonancia en la historia)

Los ríos de Palestina forman 2 vertientes: la del Mediterráneo y la del Jordán (v. mapa Nº 4)

1.1 Vertiente del Mediterráneo, la zona que no fue nunca de Israel

A esta pertenecen todos los riachuelos que nacen en la falda occidental de la cordillera

central. Casi todos son caudalosos en las épocas de lluvias, pero en la estación seca, sus

cauces se agotan en la gran mayoría de ellos (1S 30,9-10). Los principales son: Leontes, el-

Belus, el- Quishón , el-Surel, el-Besor, el-Sihor.

1.2 Vertiente del Jordán: la mayoría son corrientes pasajeras (wadi) que se secan en

verano

La mayoría son corrientes (wadi) que se resecan en verano. Comprende: El Jordán, sus

afluentes y sus lagos.

- El lago Huléh es alimentado por tres torrentes: el- Hasbani, Leddán y el-Banyas.

- El lago de Genesaret por el wadi el-Amud.

Page 18: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

18

- El río Jordán, por su parte, recibe los siguientes afluentes, por su margen derecha: río

Yarmuk, w. el-Areb, w. el-Yabis, w. Kafringi, w. Ragib, río Yabboq, w. Nimrin, w. Ke-

frein, w. Hesbán y w. Ayun Musa. En la vertiente izquierda recibe los siguientes afluen-

tes: nahar Galud, n. Faráh, w. el-Auge.

- Y el Mar Muerto, el cual es alimentado principalmente por el Jordán. Sin embargo, en

la vertiente derecha, recibe los siguientes afluentes: el wadi el-Adeima, w. Zerga Main,

el torrente Arnón, el w. el-Kérak, el Seil el-Hudeira y el w. el-Hesa. En el extremo sur,

es alimentado por el w. el-Tafiláh. En la vertiente occidental, por: w. Qumrán, w. el

Nar, w. Hareitún, w. el-Hasasá, w. el-Queni, y w. Mujawwat.

2. Un predominio o una alianza de vientos

2.1 Bajo la influencia del mar y del desierto

El clima de Palestina viene determinado por la influencia sobre el territorio del Mar Me-

diterráneo y el Desierto. Separados ambos por la pequeña distancia de unos 130 km. por

término medio, cada uno conforma la gran diferencia de paisajes existentes en el pequeño

país y los cambios climáticos a lo largo de las estaciones.

2.2 El lenguaje bíblico del clima: "habrá invierno y verano"

En la Biblia hay numerosas alusiones al clima palestino. Por ejemplo, Gn 8,22:

Mientras el mundo exista,

Habrá siembra y cosecha;

Hará calor y frío,

Habrá invierno y verano

Y días con sus noches.

De esta cita se desprende que en esta región hay dos estaciones principales: verano e in-

vierno. Sin embargo hay unos cortos períodos intermedios donde se dan características

climáticas propias del otoño o la primavera (ver n. 2.13 de esta unidad). Un fenómeno im-

portante en el clima es el de las lluvias que marcan el comienzo y el fin de la estación llu-

viosa. Las lluvias tempranas5 (octubre-noviembre) facilitan el arado de la tierra y las tareas

preparatorias para la siembra (Dt 11,14; Jr 5,24; Jl 2,23). La estación lluviosa culmina con

las lluvias tardías6 (marzo-abril). Las grandes fiestas religiosas de Israel están ligadas al ci-

clo agrícola. (Véase apéndice Nº 3, cuadros de Clima y Estaciones y calendario de fiestas).

2.3 El clima de la región costera: el beneficio de los vientos del mar

La ubicación de las distintas regiones del territorio palestino determinan sus condiciones

climáticas7 y el tipo de vegetación predominante. La costa está dominada por los vientos

húmedos del mar y, en consecuencia, es fértil, verde y de clima mediterráneo, con tempe-

raturas en invierno entre 10 y 150C y en verano entre 27 y 32

0C.

2.4 El clima de la zona norte: bajo el viento suave del mar

El aire húmedo asciende por la Sefeláh y por las colinas de Galilea, e igualmente penetra

5 En hebreo yoreh = lluvia de otoño

6 En hebreo malkos = lluvias de primavera

7 Las diferencias climáticas son muy grandes de una región a otra. Esto origina la variedad de paisajes en un

territorio relativamente reducido.

Page 19: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

19

a través del valle de Yizreel hacia el interior, creando una zona rica y en parte cubierta de

bosques principalmente de encinas, con una media anual de lluvias de 1.200 mm. Más al

norte, sobre las escarpadas laderas del Líbano y del Antílíbano se extendían en otro tiempo

los famosos bosques de cedros.

2.5 El clima de las montañas de Samaria y Judá: la altura anula a los vientos del mar

La Montaña de Samaria y, sobre todo, la de Judá, aunque dominadas por el viento del

mar, son, debido a su altura y a la naturaleza del terreno, regiones ásperas y de vegetación

más bien pobre, donde se cultiva la vid, se explota el olivo y abundan los cipreses.

2.6 El clima de Jerusalén: contrastes de temperatura

En Jerusalén la media anual de lluvia es de 600 mm. A pesar de que en verano la tempe-

ratura puede ser alta (300C en Jerusalén), ésta desciende notablemente por la noche (l8

0C en

Jerusalén).

2.7 El clima del desierto de Judá: un acelerado desnivel que calienta el aire

Por una parte, las nubes quedan atrapadas en lo alto de la cordillera, quedando la vertien-

te oriental de la misma «a la sombra», protegida de ellas. Por otra, el enorme desnivel que

esta zona montañosa presenta por el oriente produce un efecto muy típico en meteorología:

el aire, al descender por aquí, se calienta un grado por cada 100 m. de descenso y consi-

guientemente se reseca. Por eso, la vegetación desaparece creándose un paisaje desértico

extremadamente árido y quebrado sobre todo en el sur (Desierto de Judá). A tales circuns-

tancias se une el hecho de que estas laderas están directamente expuestas a los vientos se-

cos procedentes del Gran Desierto siro-arábigo y de que una buena parte de ellas se hallan

ya bajo el nivel del Mediterráneo, lo que supone una presión atmosférica elevada. No obs-

tante, puede llover algún día aislado en invierno, y entonces el agua corre torrencialmente

por el fondo de los abruptos barrancos que constituyen el típico paisaje del Desierto de

Judá, los cuales durante todo el año están secos.

2.8 El clima de la cuenca del Jordán: su clima varía con su hundimiento bajo el nivel

del mar

Por todas estas circunstancias apuntadas, las llanuras del Jordán configuran un paisaje

desértico, salvo en el norte, cerca del lago de Genesaret, adonde llega el aire húmedo prin-

cipalmente a través del valle de Yizreel. La estrecha línea que sigue el curso del Jordán con

sus interminables meandros constituye una franja verde y exuberante con un micro-clima

tropical. Va empobreciéndose a medida que se acerca al Mar Muerto, en cuyos alrededores

no hay vegetación, siendo uno de los paisajes más desolados del mundo. Algunas fuentes

en lugares aislados de la fosa crean bellos oasis; tal es el caso de Jericó, donde, no obstante,

la temperatura media del verano es de 400C. En esta localidad la media anual de lluvia es de

200 mm. Al sur del Mar Muerto sólo llega a 50 mm.

2.9 El clima de Galilea: abierto a los vientos del Mediterráneo

Por su parte, la Galilea es de clima suave y paisaje verde por estar expuesta al benéfico

influjo del Mediterráneo. La moderada diferencia de altura entre las colinas y el nivel del

lago de Genesaret no permite el fenómeno de desertización registrado en el bajo Jordán.

Sólo en la ribera norte del lago existe mayor aridez en el paisaje.

Page 20: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

20

2.10 El clima del Néguev: cerrado a los vientos del Mediterráneo

El Néguev, por su situación geográfica, no se ve beneficiado por los vientos húmedos

del Mediterráneo; por eso es un enorme desierto que sólo parcialmente y en muy escasa

medida han podido transformar las actuales técnicas de regadío del Estado de Israel. La

media anual de lluvia en Beerseba es de 143 mm.

2.11 El clima de Transjordania: entre los vientos del Mediterráneo y los del Gran De-

sierto

Al este del valle del Jordán, la subida a la gran meseta de Transjordania sigue siendo de

carácter semi-desértico. Pero, a medida que se va tomando altura y dominando sobre los

montes de Cisjordania, las laderas y después la meseta se transforman en una región fértil,

expuesta a los vientos del Mediterráneo. Sobre las colinas al norte del Jaboc (o río Zerqa)

se ven los restos del antiguo bosque de Galaad, constituido fundamentalmente por encinas.

Más al este, los vientos orientales del desierto hacen acto de presencia y detienen el influjo

mediterráneo. Así se inicia una zona esteparia que al fin acaba confundiéndose con la gran

extensión desolada, conocida por el nombre de Gran Desierto, que por el este continúa has-

ta el Eufrates y por el sur se interna en la Arabia Saudita.

2.12 Cuando predomina el viento del desierto: el hamsín

El equilibrio entre los vientos provenientes del mediterráneo y los provenientes del de-

sierto no es siempre constante. En la meseta cerealística de Transjordania durante gran par-

te del año dominan los vientos del este, que en invierno son fríos y en verano tórridos. El

Desierto de Judá en la Cisjordania recibe también periódicamente estos vientos, que as-

cienden hasta las cimas de la sierra y se dirigen hacia la costa, creando un ambiente bo-

chornoso, sobre todo algunos días de primavera y otoño. Es el viento terral típico, llamado

hamsín8. Este viento puede causar daños devastadores en las zonas de cultivos (Is 40,7; Os

13,15; Sal 103,16).

2.13 ¿Qué estaciones hay en Palestina?

A modo de síntesis. Según hemos visto hasta el presente, el clima de Palestina queda

modificado por el tipo de viento que domine, ya que ella está atrapada entre el Mar Medi-

terráneo y el Gran Desierto Oriental. Cada una de estas dos realidades generan sus propios

vientos. La combinación de estos fenómenos hace que en Palestina las tradicionales esta-

ciones climáticas queden modificadas y que se reduzcan más bien a tiempo de lluvias y a

tiempo seco. Algunas estaciones, como tales, apenas si se dejan sentir o prácticamente des-

aparecen, para dar lugar a períodos largos de lluvias y a períodos largos de sequía...

El invierno (en otros sitios entre diciembre-febrero): en toda Palestina es corto,

relativamente frío en las zonas más altas y con precipitaciones muy intensas. A

veces puede nevar en la Montaña de Judá.

La primavera (en otros sitios entre marzo-mayo): es suave, salvo los días de

8 La palabra hamsin significa “cincuenta”. Los palestinos dan varias razones para explicar esta denominación

del viento cálido. Según unos se llama así porque eleva la temperatura a 500; según otros, porque sopla 50

días al año.

Page 21: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

21

hamsín. No llueve habitualmente, salvo las llamadas «lluvias tardías», de carác-

ter restringido. A la estación de las lluvias le sigue un espléndido período de flo-

ración (Ct 2,11) y toda Palestina, incluida la estepa, se asemeja a una alfombra

policroma, a la que ponen rápido fin los calores del Verano.

El verano (en otros sitios entre junio-agosto): es cálido en todo el territorio. Sólo

las zonas más altas experimentan durante las noches el alivio de su privilegiada

situación.

El otoño (en otros sitios entre septiembre-noviembre): es aún seco, menos calu-

roso, salvo los días de hamsín; pero ya empiezan a dominar sobre casi todo el te-

rritorio los vientos del Mediterráneo, que acabarán por traer primero de forma

esporádica las «lluvias tempranas» y después las lluvias del invierno.

3. La flora

3.1 Algo de la flora y de la fauna de la que nos habla el Cantar

Los textos del Antiguo y del Nuevo Testamento ofrecen abundante información sobre la

flora y la fauna palestinas, aunque no siempre se conoce la significación exacta de estos

términos bíblicos. El Cantar de los cantares proporciona una excelente imagen de las plan-

tas y animales de Palestina. Habla, en efecto, de ciervos y gacelas, de palomas y tórtolas, de

zorras, leones y panteras, de manzanas y granadas, de higueras y palmeras, de cipreses y

cedros, de viñas y nogales, de lirios y narcisos.

3.2 Algunos productos vegetales

Entre los productos clásicos de Palestina se enumeran los cereales (trigo, cebada), el vi-

no y el aceite, a los que se añaden los higos, las granadas y la miel (cf. Nm 13,23; Dt 8,8),

las moreras y sicómoros, los dátiles, las almendras y las manzanas. Entre los árboles se des-

tacan el mirto, el cedro, las encinas, los terebintos y los cipreses. Entre las plantas útiles so-

bresalen el lino, el papiro y el incienso, la ruda y el culantro. Entre las flores silvestres se

destacan la anémona, la amapola, la manzanilla o crisantemo amarillo, los narcisos (¿ro-

sas?), los lirios y el hisopo. Son plantas propias de la estepa los tamariscos, las acacias y las

retamas La riqueza forestal experimentó un constante retroceso desde la conquista israelita

hasta la época turco-arábiga.

3.3 Algo de la flora del Israel moderno

A partir de la inmigración judía, se ha repoblado con pinos la zona montañosa de Judea;

se han plantado también acacias en el Néguev y eucaliptos en prácticamente todas las re-

giones del país. Los cítricos dan magníficos rendimientos en la llanura costera. Los viñe-

dos, que habían desaparecido casi por entero bajo el Islam, han conocido un fuerte desarro-

llo y se ha mejorado su calidad. Tanto en la llanura costera como en el valle del Jordán se

cultivan plátanos, aguacates, guavas y mangos. Hay asimismo cultivos de manzanas, melo-

cotones y albaricoques, de tabaco y lino, de algodón, nueces, remolacha azucarera y cactá-

ceas.

Page 22: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

22

4. La fauna

4.1 Algo de la fauna antigua

Los animales domésticos más útiles para los hombres bíblicos fueron el camello, el asno,

el buey, la oveja, la cabra, el caballo y el perro. De entre los animales salvajes, la Biblia cita

el león, la pantera, el oso, el lobo, la hiena, el chacal, el zorro, el jabalí, el ciervo, la gacela,

numerosas especies de aves (paloma, tórtola, perdiz, buho, águila, cigüeña...), insectos (es-

pecialmente escorpiones) y reptiles (sobre todo serpientes). El Antiguo Testamento conoce

diez denominaciones distintas para la langosta, señal de su abundancia y del temor que pro-

vocaban sus plagas. Como en los tiempos bíblicos, también hoy día se aprovecha la riqueza

piscícola del lago de Genesaret.

4.2 Algo de la fauna moderna

A esto se añaden las numerosas piscifactorías del moderno Estado de Israel. También

atraviesa una floreciente situación la ganadería de vacuno, mientras que retrocede poco a

poco la cría caballar y asnal; los camellos ya sólo se encuentran entre los beduinos del

Néguev y en Transjordania. Todavía se sigue cazando el jabalí. A veces aparecen lobos y

leopardos en las estepas y, sobre todo, en la zona protegida de En-Gadí. Hoy día se enume-

ran en Palestina cerca de 400 especies de aves. El más variopinto mundo de volátiles se en-

cuentra en la zona del antiguo lago Hule, que es, en parte, una reserva natural.

Tarea 3

Lea atentamente Gn 3,1-24 y haga lo siguiente:

(a) Identifique lo que este relato nos quiere revelar.

(b) Identifique los elementos geográficos que contie-

ne este relato.

(c) Establezca en qué forma la geografía colabora pa-

ra darle claridad a lo que el relato nos quiere reve-

lar.

(d) Si quisiéramos prescindir de la geografía, ¿qué

quedaría de lo revelado en el relato?

(e) Haga un relato parecido, pero con elementos y

nombres geográficos propios de la su territorio y

cultura. (Escriba de 6 a 8 páginas)

Page 23: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

23

Unidad 4

CONSECUENCIAS DE LA UBICACIÓN

GEOGRÁFICA DE PALESTINA

Objetivos de esta unidad

1. Ver las consecuencias que necesariamente traía la

estratégica posición geográfica de Palestina, como

corazón de la Media Luna Fértil.

2. Reconocer también la importancia de Palestina en

cuanto territorio que unía a las grandes potencias

de entonces, con sus rutas internacionales.

3. Estudiar el género literario llamado "etiología", en

cuanto elemento teológico-literario estrechamente

ligado a la geografía.

Fuentes bibliográficas:

- Para las ideas y textos básicos: H. Haag, El País de la Biblia, Herder, Barcelona, 1.992, p. 55-56. - J.

González Echegaray, Introducción al Estudio de la Biblia, p. 32 - M. Schwantes, Historia de los Orí-

genes de Israel, Verbo Divino, Quito, 1.998, p. 16-18 - Centro Informática y Biblia Abadía de Ma-

redsous, Diccionario Enciclopédico de la Biblia, Barcelona, Herder, 1.993, p. 567-568. - V. Bueno Ru-

bio, Apuntes personales.

- Para la división, titulación, organización y nuevos textos complementarios, G. M. de la Torre, Apuntes

personales.

1. Palestina, ombligo del Medio Oriente Cercano

1.1 Posición "privilegiada" de Palestina

1.1.1 Puente entre Mesopotamia y Egipto. Como en otra parte lo dijimos, Palestina era

una estrecha faja de tierra ubicada en el Centro de una circunferencia, alrededor de la cual

estaban las grandes potencias mundiales: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma

(Ez. 5,5). Estaba limitada, al este y al sur, por grandes desiertos; al Oeste, por el Mediterrá-

neo y al norte, por el Monte Hermón; se encontraba hacia el centro de la región que hoy se

conoce como la “Media Luna Fértil” ó “Creciente Fértil” (v. nº 1.2). Palestina era una vía

natural de tránsito entre Egipto y Mesopotamia. Como tal fue utilizada.

1.1.2 Paso obligado en todo conflicto bélico. En tiempos de guerra: por las fuerzas en

conflicto que invadían la región: egipcios, hititas, amorreos, arameos, hebreos, filisteos,

asirios, babilonios, persas, griegos, romanos, árabes, mongoles y turcos.

1.1.3 Aún en las guerras de hoy... En tiempos modernos: franceses, ingleses y sionistas

lucharon por la supremacía del país.

Page 24: INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA DEL A. T

24

1.2 En el corazón del Fértil Creciente

En efecto, se trata de una amplia zona del occidente asiático en forma de inmensa media

luna, con los cuernos hacia el sur, constituida por un conjunto de países relativamente férti-

les, y en cuya concavidad se encuentra una de las regiones más ásperas y desoladas del pla-

neta, el inmenso Desierto siro-arábigo. El cuerno oriental de este creciente fértil lo forma

Mesopotamia, y el occidental el valle del Nilo, en Egipto (Africa). La parte alta del crecien-

te lo constituyen las cuencas del Eufrates y Tigris, que se reparten entre los actuales países

de Siria, Turquía e Iraq. En cualquier caso, Palestina fue siempre en la antigüedad lugar de

paso entre el poderoso imperio egipcio y los otros imperios de oriente: hititas, asirios, babi-

lonios, persas.

2. Palestina, centro también de rutas comerciales

2.1 Cananeo = comerciante

La Tierra de Israel fue lugar de paso del comercio internacional (v. mapa Nº 5). Paso de

productos, que de Egipto se dirigían a Siria y Mesopotamia o viceversa. No es casualidad

que el término "cananeo" originalmente significa "comerciante" (de púrpura) (cf. Os 12,8;

So 1,11).

2.2 Para el comercio, Israel no utilizó ni la vida fluvial, ni la marítima

En la tierra de Israel, este comercio no se desarrolló por mar o río. El Río Jordán no es

apto para la navegación. Lo mismo ocurre con el Mar Muerto. En la costa marítima, las pla-

yas entre Gaza y el Monte Carmelo, no ofrecían las condiciones para construir puertos. Los

puertos que existían al norte del Carmelo, con raras excepciones, estaban en manos de los

fenicios. Se sabe que estos mantenían comercio marítimo con Egipto. Lo sabemos también

de Ugarit. El pacto de Salomón con Hiram rey de Tiro se dio gracias al comercio marítimo

con la ayuda de los fenicios (1 Re 5,9; 9,26-28; 10,11).

3. Las principales rutas comerciales

3.1 La Primera Ruta Comercial: la más importante: por la planicie del litoral

La primera ruta comercial mas importante es la que sigue por la planicie del litoral. Era

el «camino del mar» o via maris (Is 9,1). Saliendo de Egipto, pasa por la costa del Medite-

rráneo. Cruza la tierra de los filisteos, por lo que es llamado Camino de la Tierra de los Fi-

listeos en Ex 13,18. Continúa por la planicie de Sarón rumbo al norte. En la altura de Dor

se encamina, por pequeños y apretados valles, en dirección a la Planicie de Yezreel que es

el pasaje junto a Meguido, importante en cuanto a estrategia, seguido por el pasaje de

Ibleán. A partir de la Planicie de Yezreel, el comercio podía alcanzar Damasco, y a partir

de ahí, a Mesopotamia, a través de Betsan (al sur del Mar de Kinnéret) o a través de Azor

(al norte del mismo). Esta ruta comercial por la Planicie era, simultáneamente, la carretera

para el deslizamiento de las tropas, en especial de los carros de combate.

3.2 La Segunda Ruta Comercial: por las montañas de la Cisjordania

La otra ruta comercial, muy importante para la historia de Israel, pero mucho menos signi-

ficativa que la anterior, era el «camino del rey» (Nm 20,17), cruza las partes más altas de

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25

las cordilleras de Cisjordania, acompaña la línea divisoria de aguas. En cierto modo, es una

ruta de desvío del camino de la planicie, pues, en el sur, en el Néguev, la abandona y, en el

norte en el valle de Jezreel, la reencuentra. Este camino por la cordillera pasa por ciudades

famosas en la historia de Israel: Beerseba, Hebrón, Belén, Jerusalén, Guibeá, Mispá, Betel,

Silo, Siquém. Todas estas ciudades son antiguas, pre-israelitas. Los israelitas, agregaron al-

gunas ciudades más, al elenco de las que ya existían, principalmente Samaria, Jc 20,31 se

refiere a un camino de tierra preparado de Guibeá hasta Betel, Jc 21,19 de Betel a Siquém.

3.3 La Tercera Ruta Comercial, segunda en importancia: por la cordillera de la

Transjordania

La tercera ruta comercial, que igualmente se dirige a Damasco, pasa por las cordilleras de

Transjordania. Su origen está en el Golfo de Acabá. Cuando Salomón edifica Ezión-Géber,

busca orientar esta ruta comercial para Jerusalén.

Así las tres rutas eran: la ruta litoral, la más conocida y regulada. La ruta por las montañas

que era más bien un desvío y la ruta por la Transjordania.

4. La etiología

4.1 Una posible definición

Etiología es un relato con el cual se intenta explicar el origen de una situación, costum-

bre, institución, de un lugar sagrado, de un grupo humano, o de un nombre propio, topóni-

mo o antropónimo. La función de tales relatos en su contexto actual puede ser distinta de la

de su destino primitivo.

4.2. Clases de etiologías

Se distinguen diversas clases de etiologías.

4.2.1 Etiologías legendarias.

- Definición: son las que presentan un estado de cosas «que existe hasta hoy» como

consecuencia de acontecimientos que tuvieron lugar en el pasado.

- Ejemplos y comentarios sobre algunas etiologías legendarias. Varias etiologías del género

constituyen el núcleo de Jos 2-9, donde sirven como materiales para la construcción de una

epopeya panisraelita de la conquista. No era éste, sin embargo, su destino primero.

- Así, la etiología sobre las piedras alzadas en círculo en el santuario de Guilgal (Jos 4,19-

20) había servido primero para explicar a los peregrinos el origen del lugar sagrado: las

piedras habrían sido llevadas de la ribera este del Jordán, donde se encuentran efectiva-

mente monumentos megalíticos (Jos 4,1b-3.8.9b).

- Las etiologías de las piedras del vado (Jos 4,9) y de la casa de Rahab (6,25; cf. Jos 2), uti-

lizadas en función de la conquista, en su origen justificaban las reivindicaciones, respec-

tivamente, de los efraimitas que reclamaban la propiedad del vado, habilitado por uno de

los suyos, y de la gente del clan de Rahab que hacían valer sus derechos sobre el empla-

zamiento de Jericó.

- Ambas etiologías de los montones de piedras (Jos 7,26a; 8,29) son leyendas locales que

fueron sacadas a luz en relación con las ruinas de Jericó y de Ay. Con todo, la destruc-

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26

ción de estas ciudades fue muy anterior al establecimiento de los israelitas, hasta el pun-

to de que no se conocía otro nombre del lugar de Ay que el de 'ay, que quiere decir «rui-

na».

- En cuanto al sometimiento de los gabaonitas a prestaciones personales en el templo de

Yahveh (Jos 9,23.27), es un dato que refleja las condiciones del comienzo de la dinastía

davídica y, con mayor probabilidad, del tiempo de Salomón, que la etiología hace re-

montar a un estatuto fijado por Josué.

- En cambio, la etiología de la presencia de habitantes jebuseos en Jerusalén (Jos 15,63; Jc

1,21) es conforme con la estricta verdad histórica, si bien contradice la noticia de Jue

1,8, que nada tiene de etiológica.

Así, pues, la etiología no se opone necesariamente a la historia; la cuestión fundamental

que levantan las etiologías de Jos 2-9 no consiste en saber si la explicación corresponde a

los hechos o bien si el interés por los hechos forjó la explicación, sino en saber si la expli-

cación en su origen tuvo alguna relación con la ocupación de Canaán por los israelitas. Pa-

rece que hay que responder negativamente en el caso de Jos 2-9.

4.2.2 Etiologías significativas.

- Definición. Las etiologías significativas pretenden dar a conocer el sentido profundo

de un fenómeno, rito, monumento. Se caracteriza por la fórmula 'ót, «será señal;..», o por el

esquema pregunta-respuesta «¿qué significa esto para vosotros?», calificado a veces de «ca-

tequesis».

- Ejemplos y comentarios.

- En Gén 9,12-17 se explica el origen del arco iris por la voluntad de Dios de instituir un

signo permanente de la alianza noáquica.

- Asimismo, la circuncisión se presenta en Gén 17,11 como el signo de la alianza conclui-

da con Abraham.

- Según Éx 13,9 y 16, los ácimos y la ofrenda de los primogénitos son signos instituidos

para recordar la salida de Egipto. En los cuatro casos, la etiología da a conocer un «sig-

no» de la voluntad salvífica de Dios.

- El esquema pregunta-respuesta sirve para explicar el origen de la Pascua (Ex 12,26s), de

la ofrenda de los primogénitos (13,14s), de la Ley (Dt 6,20-25), de las piedras de Guilgal

(Jos 4,6s) y de las del vado (4,21).

- Tales etiologías -lo mismo la fórmula 'ót que el esquema pregunta-respuesta no son par-

tes integrantes de los relatos en que aparecen. Los relatos pudieron existir sin la etiolog-

ía, que se presenta bajo la forma de epílogo o de añadido. Con otras palabras, esos rela-

tos transmiten una etiología significativa, pero que está de alguna manera superpuesta a

una trama narrativa que no parece tener origen etiológico.

4.2.3 Etiologías etimológicas.

- Definición. Explican el origen de nombres propios ligados al relato por alguna de las

dos cláusulas etimológicas siguientes: «Y le dio el nombre de..., porque, dijo, ...» o bien

«Por esto se da a este lugar el nombre de...». La segunda cláusula es típica de los relatos

etiológicos que, cuando se los examina, revelan una estructura fija: se refiere un aconteci-

miento y se infiere un nombre fundado en dicho relato.

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- Ejemplos y comentarios. Los dos textos más largos son Gén 11,1-9 y 26,23-33, en que

la segunda cláusula aparece en estado puro, pero dependiendo de un estrato secundario de

la tradición. Esta combina elementos de origen diverso, cuya coordinación está influida por

la etimología en cuestión.

- A diferencia de la segunda cláusula, la primera no está relacionada funcionalmente con

el relato que la envuelve. En los ejemplos más claros, Gén 3,20 y 1Cró 4,9, la cláusula

etimológica se presenta simplemente como una fórmula estructurada de modo que pro-

porcione la atribución de un nombre, el nombre mismo y la razón de ser de este nom-

bre.

- En 1S 4,21; 7,12, la etiología está subordinada al relato, al que añade un breve comenta-

rio.

- Éste es el caso también de Gén 2,23 y 19,37s, donde la etiología está subordinada a un

interés narrativo distinto de la etimología. Así, pues, los relatos en sí mismos no son

etiológicos.

- En conclusión, los relatos etimológico-etiológicos son raros y la etiologia etimológica

se limita de ordinario a breves cláusulas que, dentro del complejo narrativo en que están

integradas, aparecen como secundarias o subordinadas

Tarea 4

Lea atentamente Gn 19,1-38 y haga lo siguiente:

(a) Identifique lo que este relato nos quiere revelar.

(b) Identifique los elementos geográficos que contie-

ne este relato.

(c) Establezca en qué forma la geografía colabora pa-

ra darle claridad a lo que el relato nos quiere reve-

lar.

(d) Si quisiéramos prescindir de la geografía, ¿qué

quedaría de lo revelado en el relato?

(e) Haga un relato parecido, pero con elementos y

nombres geográficos propios de su territorio y cul-

tura.

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APÉNDICE Nº 1 - MAPAS

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APÉNDICE Nº 2

Lugares importantes de Palestina

La forma de escribir los sitios geográficos que presentaremos a continuación, sigue la nomenclatura de la guía geográfica del "Atlas de la Biblia"

(The Times), de J. B. Pritchard, Plaza y Janés, 1992, pgs. 209-253.

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a) Poblaciones, ciudades, fortalezas

1. Arimatea (Las Dos Cuestas) 2. Asdod, Azoto 3. Asquelón, Ascalón 4. Ayyalón, Ayylón (lugar de los ciervos)

5. Beerseba, Beershebá (Pozo de los siete o del juramento) 6. Belén, Bet Léjem (Casa del pan). (O también: Bit ilu Lahama = casa de la diosa Lahama)

7. Betania (Casa del pobre). (O también: Bet Ananyá = casa de Ananyá o Ananías. Cf. Ne11,32)

8. Betel (Casa del Dios) 9. Betfagé (Casa de los higos) 10. Betsaida Julias (Casa de la pesca) 11. Bet-seán, Betsan (Bet-sahán = Casa de la diosa Serpiente) 12. Betsemes (Casa del sol)

13. Carmelo (Vergel) 14. Cafarnaúm (Aldea de Nahúm) 15. Caná (Caña) 16. Cesarea de Filipo (en honor del César = la imperial) 17. Corazin, Corozaín, Corazaín,

18. Dan, Lais, Lesa (Poderoso, juzgar) 19. Decápolis (deka = diez + polis = ciudad) 20. Dor (Casa, Círculo)

21. El-Parán (Roble de Parán) 22. Emaús (jammáh = ser caliente; es decir, lugar de fuentes termales) 23. En-Gadí, Enguedi (Fuente del cabrito)

24. Gabaón 25. Gadara 26. Gaza (La fuerte [ ?]) 27. Genesareth (Kinnor = Cítara, arpa) 28. Gézer, Gazara (El espacio cerrado) 29. Gomorra (Violenta) 30. Gilgal (El Círculo)

31. Hai, Ay, Ayat (La ruina) 32. Hazor (Lugar apacible) 33. Hebrón (Confederación) 34. Hippos 35. Hircania (dedicado a Hircano)

36. Jericó (Ciudad de la Luna) 37. Jerusalén (Ciudad del dios Salím, Ciudad de la Paz, Fundación de Salém[?]) 38. Jope (bonita, bella, belleza)

39. Lakis 40. Lida

41. Magdala (Torre) 42. Maqueronte (Lugar circular) 43. Masada (Roca firme) 44. Medebá, Mebdá, Mádaba 45. Meguido (Lugar de reunión de las tropas) 46. Mizpá (Atalaya)

47. Naím (Amable)

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37 48. Nazareth (florecer, resplandecer). (O la vigilante, la que custodia, de Nazar = guardar, custodiar)

49. Petra (piedra)

50. Qumrán

51. Rafia<

52. Samaria (terrenos de Semer). (O también de "somron" = torre de guardia, atalaya) 53. Séforis 54. Siló (lugar regado) 55. Siquém (hombros, cuello) 56. Sodoma (de "siddím" = llanura, o también: demonios, destrucción) 57. Sucot, Sukkot (cabañas, tiendas, tabernáculos)

58. Taanak, Taanac 59. Tiberíades (en honor de Tiberio)

60. Yamnia, Jamnia

b) Principales ríos de Palestina

61. Arnón 62. Jaboc 63. Jordán ("el que desciende", o "el río de Dan") 64. Quisión (Cisón, Quisón) (tortuoso, retorcido) 65. Yarmuk

c) Lagos y Mares de Palestina

66. Lago Hule 67. Mar de Galilea 68. Mar Mediterráneo (en medio de la tierra) 69. Mar Muerto o Mar de la Sal

d) Montañas y montes

70. Alejandrio (Fortaleza-palacio, en honor de Alejandro Janneo; 379 mts.) 71. Baal Hazor o Efrén (Donde Absalón hizo asesinar a Amnón; 1.016 mts.) 72. Carmelo (Ligado a la historia del Profeta Elías; 552 mts.) 73. Ebal (Sitio de un santuario de la Ley y lugar de las maldiciones de Dt 27,11-26; 938; mts.)

74. Garizim (Lugar del templo de los samaritanos; 868 mts.) 75. Gelboe (Lugar de la muerte de Saúl y Jonatán; 518 mts.) 76. Germaq (El monte más alto de toda Palestina; 1.200 mts.) 77. Hermón (Sitio de contacto de los Angeles rebeldes con la tierra; 2.759 mts.) 78. Herodiun (Fortaleza-palacio, en honor de Herodes; 759 mts.) 79. Líbanao (El demonio Humbaba custodia el bosque de los cedros; 2.750 mts.) 80. Masada (Fortaleza-palacio: último punto de apoyo en la guerra judía contra Roma; al-

tura: sobre el nivel del mar Mediterráneo, 40 mts.; sobre el nivel del M. Muerto, 440) 81. Nebi Samwil (En honor del Profeta Samuel; 895 mts.) 82. Nebo (Lugar de la muerte de Moisés; 806 mts.) 83. Olivete (Sitio tradicional del Padre Nuestro, del Discurso Escatológico de Jesús, de su

llanto sobre Jerusalén, de su agonía y de su Ascensión a los cielos; 812 mts.) 84. Pequeño Hermón (Que preside la llanura de Meguiddó, ciudad-estado; 515 mts.) 85. Qarantal (Sitio de la pequeña fortaleza de Dok; trad. tentaciones de Jesús; 98 mts.) 86. Scopus (Recepción de Alejandro Magno; utilizado en la guerra del 70 por los romanos; 820 mts.)

87. Tabor (Sitio tradicional de la Transfiguración de Jesús; 562 mts.)

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APÉNDICE Nº 3 – CICLO AGRÍCOLA

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CALENDARIO DE FIESTAS