Upload
buinga
View
217
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Inteligencia emocional y social
José Iribas / hace 2 semanas
Escribe Daniel Goleman: “Los grandes líderes nos mueven. Nos transmiten pasión
e inspiran nuestras mejores cualidades. Cuando intentamos explicar el porqué de
Dame tres minutosHablemos un rato, pensemos en voz alta, sin complejos: dame tres minutos
Blog ¿Por qué? ¿Quién soy?
su efectividad, hablamos de estrategia, de visión o de ideas poderosas. Pero la
realidad es mucho más primaria: el gran liderazgo llega a través de las emociones”.
Y comenta a esto Francisco Alcaide (Aprendiendo de los mejores, 12ª edición,
pág. 384): “A pesar de ello, somos bastante ‘analfabetos emocionales’ y
actuamos de manera muy negligente a la hora de gestionar emociones … Las
emociones existen por algo, por tanto, no se trata de negarlas, pero sí de aprender
a reconocerlas y gestionarlas“.
Esta pasada semana he impartido una sesión de formación para el profesorado en
un centro educativo lejano a Navarra, mi comunidad.
La charla se centró en la importancia de la inteligencia (y de la educación)
emocional y social. Hablamos, además, de hábitos positivos y valores e incluso
apuntamos determinadas cuestiones referentes a las habilidades no cognitivas,
tan importantes. Y no solo para el aula…
No me sorprendió (aunque no deje de ser admirable) la destacada asistencia, ni la
actitud profesional, impecable, de escucha activa, que constaté entre el
profesorado. Y eso que la sesión se celebraba al final de sus clases de la tarde…
La educación integral es esencial para conducirse por el camino de la vida,
cuyo recorrido es siempre una aventura. La de cada uno. La tuya, la mía. Y la de
todos. Porque estoy seguro de que, si somos humanos -y lo somos-, los lazos de
fraternidad hacen que a todos nos deba importar lo que les ocurra a los demás; no
puede sernos ajeno; para bien o para mal, debe afectarnos.
En el ámbito educativo, el alumno tiene que sentir que se le valora, que se le
aprecia, que se le quiere, que nos importa.
La actividad docente no tendría razón de ser sin él. Y ya nadie con dos dedos de
frente es capaz de equiparar educación con mera instrucción. Se educa para
conocer y hacer, desde luego; pero se educa -nunca lo olvidemos- para la vida;
y, por lo tanto, para ser y estar.
Y en ese proceso humano, entre docente y alumno, es esencial conectar “de
corazón a corazón”.
• Como señalaba Maya Angelou, las personas olvidarán lo que dijiste y lo
que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir.
• Añado: ni podrán olvidar cómo gestionar ese sentir, si consideramos -de
veras- la advertencia de Aristóteles: Educar la mente sin educar el
corazón no es educar en absoluto.
• Tenemos que ser conscientes, como afirmaba Pitágoras, de que educar no
es (¿simplemente?) dar carrera para vivir, sino templar el alma para las
dificultades de la vida.
Y para ello…
A los escépticos e incluso a los más “materialistamente pragmáticos” (que haberlos,
haylos) les remito a la potente bibliografía que evidencia que la educación
emocional y social afecta positivamente al rendimiento académico. Y, desde
luego, al crecimiento, al equilibrio, a la madurez de las personas… y a la mejor
relación de convivencia entre estas. Aquí te enlazo a una web.
Queremos personas competentes, preparadas, sí. Y las necesitamos, sin ninguna
duda, empáticas, sanas, responsables, con autoestima; capaces de ser
razonablemente felices y de sembrar alegría y buen ánimo mientras recorren el
camino de la vida.
La brillantez académica (con ser importante) no lo es todo: ni mucho menos. Todos
entendemos que, si recae en una persona con el corazón emponzoñado, inestable,
inmadura, asocial (¡pobre!) la presunta ventaja se puede convertir en todo un
riesgo. Recuerda lo que afirmaban desde Beethoven a Howard Gardner.
No quiero ahora, ni puedo, obviar la educación en hábitos positivos y valores
que, siendo yo entonces consejero del Gobierno de Navarra, quisimos poner -
permite la redundancia- en todo su valor. Sobre ello escribí dos posts, en su día:
uno que afectaba al alumnado de menor edad (¡qué importante es comenzar
pronto!) y otro al de secundaria (¡qué esencial es perseverar! O… ¡más vale tarde
que nunca!).
En educación -lo sabes tan bien como yo-, la escuela apoya, pero no sustituye, a la
familia. Quiero decir, papá y mamá: que no deleguemos para que nos los eduquen;
y, menos aún, que no abdiquemos.
Educar es cosa de todos. Y, por el bien de todos, es precisa la coherencia y la
complicidad. De ahí la importancia de que las familias sientan como propia la
escuela a la que envían a sus hijos, de que “vistan y sientan la camiseta de su
colegio”. Y qué importante es para eso facilitar el derecho a la libre elección de
centro y la igualdad real de oportunidades. De todo esto he escrito bastantes
veces en este blog y en otros. Ojalá no hiciera falta tener que hacerlo…
Vuelvo a la charla: en ella hablamos también de las habilidades no cognitivas y
de su importancia (no solo para los chavales con determinadas dificultades de
aprendizaje) para potenciar el rendimiento de todos y… para mejorar la vida.
Podríamos compartir muchas, muchas más cosas… pero hemos llegado a los tres
minutos y no debo robarte más tiempo. Te dejo, eso sí un enlace a otro texto de
interés: es todo un caramelo.
Necesitamos formarnos y formar en educación emocional y
social“
Valores que deben cotizar
7 ideas sobre Educación
Dos horas con José Antonio Marina en tres minutos
← La protección jurídica de la comunidad
educativa
Educar desde la imperfección →
Aunque, ya que hablábamos del final, déjame que no me despida sin resaltar algo
esencial para superar la adversidad (que siempre puede aparecer en la academia o
en la vida). No, no me refiero solo a la resiliencia (que también). Aludo al sentido
del humor. Ese del que disfrutaba la madre del famoso psiquiatra Luis Rojas
Marcos. Un día, sus hijos (ni siquiera estaba enferma) le preguntaron qué prefería
cuando llegase su final, si que la enterrasen o la incinerasen. Su respuesta fue la
siguiente: “Luis, ¡dadme una sorpresa!“.
Por cierto, ¡qué importante es, para aprender, la capacidad de sorprender(se)! Y a
un niño, para ello, basta con que se le abra una puerta…
11 noviembre, 2017 en Educación, Habilidades no cognitivas, Valores.
Entradas relacionadas
24 comentarios en “Inteligencia emocional y social”
Begoña San Martín 11 noviembre, 2017 a las 5:28 pm
La conferencia dirigida al profesorado al que te refieres en este
post fue excelente y lo que es más importante aportarse un gran
valor a la misma. Me consta.
387
179
Responder
José Iribas 11 noviembre, 2017 a las 5:40 pm
Muchas gracias, Begoña. Intenté “abrir el apetito” en una
materia en la que siempre hay mucho por hacer… Luego
les envié unos contenidos. No solo los profes ponen
tarea, jeje! Un abrazo para Pedro y otro para ti
Responder
Amaya Perales 11 noviembre, 2017 a las 5:48 pm
Totalmente de acuerdo , como tantas veces , comparto , muchas
gracias .
Responder
José Iribas 11 noviembre, 2017 a las 6:03 pm
¡Muchas gracias a ti, Amaya! ¡Buen fin de semana!
Responder
Asun 11 noviembre, 2017 a las 7:04 pm
Hola José. Completisimo post. Totalmente de acuerdo contigo. Por
supuesto, además de practicar, hay que formar e informar. Gracias
x tu comentario (que he borrado sin querer) en mi blog.
Me gusta
Me gusta
Me gusta
Me gusta
asunmarrodan.com
Un abrazo y a seguir en ello
Responder
José Iribas 11 noviembre, 2017 a las 7:05 pm
Muchas gracias a ti, Asun, por tus palabras. Haremos
camino al andar…
¡Un abrazo y buen fin de semana!
Responder
Edita Olaizola 11 noviembre, 2017 a las 8:48 pm
Educar para ser y estar, qué gran verdad. Y a lo largo de toda la
vida, no solo durante la infancia. Gracias, José, por recordarnos
algo que es la base de una sociedad avanzada y respetuosa
Responder
José Iribas 11 noviembre, 2017 a las 9:31 pm
Muchas gracias a ti, Edita, por tu comentario. Hace falta
potenciar la educación, sí. Y no solo la “académica”.
Buen fin de semana!
Responder
Me gusta
Me gusta
Me gusta
Me gusta
Carlos 12 noviembre, 2017 a las 12:14 pm
Mil gracias, José. Nunca defraudas, al contrario. Excelente/s
trabajo/s, Abrazo grande.
Responder
José Iribas 12 noviembre, 2017 a las 12:38 pm
Muchas gracias, Carlos. Siempre estás ahí! Un fuerte
abrazo
Responder
Paco Grau 12 noviembre, 2017 a las 7:49 pm
Gracias por tu artículo, José. Estoy totalmente de acuerdo con el
contenido. Y, si me lo permites, abundo con una cita que me gusta
repetirles a los profesionales de la educacion, a los que enseño a
comunicar con eficacia. Es del escritor William Arthur Ward, y dice:
“El educador mediocre habla. El buen educador explica. El
educador superior demuestra. El gran educador inspira.” Ese debe
ser el objetivo de todo buen profesional de la educación. ¡Un
abrazo!
Responder
José Iribas 12 noviembre, 2017 a las 9:12 pm
Muchas gracias, Paco! Magnífica aportación. Me encanta
cuando los comentarios ayudan a redondear el post!
Mil gracias, por ello, y buen inicio de semana!
Me gusta
Me gusta
Me gusta
Responder
NATALIA BARCÁIZTEGUI12 noviembre, 2017 a las 10:10 pm
José, me ha encantado el post y me hubiera gustado todavía más
escuchar tu sesión de formación. ¡Qué importante el mundo de las
emociones y la repercusión que tiene saberlas gestionar!
Como bien dices creo que ya nadie podrá negar la importancia de
dar una formación integral a nuestros menores. En el ámbito
educativo el alumno tiene que sentirse querido para rendir
académicamente. Me muevo en este ámbito y la evidencia me lo
confirma cada día. Necesitamos la educación emocional y social,
generar hábitos positivos y educar en valores para potenciar el
rendimiento académico, para enseñar a vivir siendo más felices. La
riqueza del ser humano requiere de la formación de todas sus
facetas.
Muchas gracias una vez más José por reconducirnos siempre a la
esencia
Un abrazo enorme
Natalia
Responder
José Iribas 12 noviembre, 2017 a las 10:30 pm
Muchísimas gracias a ti, Natalia, por todo lo mucho que
aportas en las redes. En este caso, con tus atinadas
observaciones. Y, además, con tu nuevo proyecto
querermejor.com en el que te deseo todos los éxitos del
mundo, pues te lo mereces! A ver cuándo te escucho yo
a ti… o damos una charla “a dúo”! Te voy a recomendar!
Un abrazo muy fuerte para ti y todos los tuyos!!
Responder
Me gusta
Me gusta
Me gusta
aporqueras 13 noviembre, 2017 a las 9:24 am
José, gran post…. me quedo con estas dos frases:
Maya Angelou, las personas olvidarán lo que dijiste y lo que
hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir.
Aristóteles: Educar la mente sin educar el corazón no es educar en
absoluto.
Un abrazo!
Responder
José Iribas 13 noviembre, 2017 a las 9:37 am
Muchas gracias, Álex! Hay mucho corazón por educar,
por curar, por querer…
Feliz semana y un abrazo!
Responder
César Álvaro 13 noviembre, 2017 a las 6:46 pm
En primer lugar me gustaría felicitarte por la profesionalidad y el
contenido del blog, que han logrado llamar mi atención y visitarlo
en repetidas ocasiones ¡Enhorabuena! Te agradezco la calidad de
la información, algo que es difícil de encontrar hoy en día.
Respecto al post, me ha encantado, estoy completamente de
acuerdo con lo que expones, es más, me has hecho aprender
cosas nuevas y recordar otras que tenía olvidadas. Gracias.
Recibe un abrazo afectuoso
Responder
Me gusta
Le gusta a 1 persona
Me gusta
José Iribas 13 noviembre, 2017 a las 6:50 pm
Muchas gracias por tus palabras, César. Es difícil
encontrar más amabilidad. He tenido la suerte de
cruzarme contigo! Te visitaré. También yo tengo que
aprender (y mucho).
Hoy estoy viajando y dependo de las coberturas del
tren…
Que tengas una buena semana!
Responder
Pepe Marcussen 14 noviembre, 2017 a las 11:23 am
Cuanta verdad en este post y cuanto camino por recorrer para que
los educadores, sean padres o docentes, entiendan la importancia
de la educación emocional. En mis muchos años de docencia
siempre he intentado transmitir conocimientos con valores para
que, realmente, estas personas a las que educamos puedan
desarrollarse adecuadamente, sin embargo, no siempre esto es
comprendido por los propios padres y resto de maestros o
profesores. Hay que fomentarlo.
Como ha comentado Paco Grau: ” El gran educador inspira.”
Responder
José Iribas 14 noviembre, 2017 a las 3:24 pm
Muchas gracias, Pepe, por aportarnos tu visión, la de un
experto que sabe muy bien de lo que habla.
Apostaremos por fomentar la educación emocional y por
empapar(nos) de valores, que se hacen realidad acto a
acto. Un saludo cordial.
Me gusta
Me gusta
Me gusta
Responder
Luis 14 noviembre, 2017 a las 3:10 pm
Espectacular único éxitos
Responder
José Iribas 14 noviembre, 2017 a las 3:25 pm
Muchas gracias, Luis. Muy amable!!
Responder
Maria Jose Pautassio 16 noviembre, 2017 a las 3:16 am
Excelente Contenido José!!
Valioso desde donde lo mires, acuerdo contigo en muchísimos
puntos.
Sigamos haciendo y compartiendo Reflexiones, Emociones
además de conocimientos.
Abrazos!!!
Responder
José Iribas 16 noviembre, 2017 a las 8:11 am
Muchas gracias, María José!! Mucho éxito en tu labor en
este ámbito. Un abrazo!!
Me gusta
Me gusta
Me gusta
Me gusta
Responder
Responder
Buscar …
Insertar Ver en Twitter
Tweets por @jiribas
22min
José Iribas ن retwitteó
"La educación# es introspección# , fundamento del desarrollo personal temprano y
durante toda la vida." ¡Participa en el debate! ¡Propón tu dirección para
CalmarEdu# ! …pa-educacionabierta.org/direcciones
Educación Abierta
@AbiertaEDU
Direcciones para calmar la Educación
En la página http://calmaredu.educacionabierta.org/propuestas …
educacionabierta.org
José Iribas ن
@jiribas
Sigue el blog por Email
Haz clic para seguir este blog y recibir notificaciones de las nuevas entradas por
correo electrónico.
Seguir
Introduce aquí tu comentario...Introduce aquí tu comentario...
Entradas Populares
Educar desde la imperfección
Inteligencia emocional y social
No te tomes tan en serio
¿Los pobres serían lo que son si nosotros fuéramos lo que debiéramos ser?
Claves útiles al hablar: ¿quién da más?
6 reflexiones sobre la confianza
Con más de 40 y en paro
Tú y tu Kintsugi
José Iribas
Tenemos que vernos más
Entradas recientes
Educar desde la imperfección
Inteligencia emocional y social
La protección jurídica de la comunidad educativa
Nos sobran discordias. Nos faltan abrazos
La última carta: ante la muerte, ante la vida
Dame tres minutos
Educar desde la imperfección
Inteligencia emocional y social
La protección jurídica de la comunidad educativa
Nos sobran discordias. Nos faltan abrazos
La última carta: ante la muerte, ante la vida