Upload
ruth-ortega
View
164
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Inteligencia emocional, resiliencia y rendimiento académico en estudiantes
de educación secundaria
Gómez Podestá, Mix
Guerrero Rodríguez, Flavio
Meléndez López, Mónica
Ortega Zorrilla, Ruth
Esta investigación fue realizada en la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima-
Cercado en el año 2013.
Índice
I.DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
11. Antecedentes de Investigación……………………………………………..….3-9
1.2 Problema de Investigación…………………………….……………………..9-11
1.3 Marco Teórico…………………………………………………………………11-19
1.4 Objetivos………………………………………………..…..…………………….19
1.4.1 Objetivos Generales…………………………….....……………………..19
1.4.2 Objetivos Específicos………………………………………..……….19-21
1.5 Hipótesis…………………….……………………………………….………...21
1.5.1 Hipótesis General……………………………………….……………….21
1.5.2 Hipótesis Específicos……………………………..…………………..22-24
1.6 Justificación e Importancia del estudio……………………….…..……….24
II METODO
2.1 Diseño y tipo de investigación……………………………….…………….….25
2.2 Población………………………………………………….…………………….25
2.3. Variables……………………………………………...…………………….25-27
2.4 Instrumentos…………………………………………...…………..……….27-29
2.5 Procedimientos………………………………………………….………….29-30
III CRONOGRAMA……………………………………………………………………..31
IV PRESUPUESTO…………………………………………………………………….31
V REFERENCIAS……………………………………….………………….………..32-34
VI ANEXOS………………………………………………..………………….………35-37
I. Descripción del Proyecto
1.1 Antecedentes de investigación
Entre la amplia gama de investigaciones sobre la inteligencia emocional tenemos
la de Ugarriza en el 2001, quien halló que esta tiende a incrementar con la edad, y
que con respecto al sexo no existen diferencias significativas y lo encontrado por
Costa y Tabernero en el 2012 quienes demostraron que tanto el autoconcepto -
académico, familiar y físico- como la edad del estudiante influyen directamente
en el rendimiento académico. Ugarriza elaboró una adaptación del inventario
de BarOn a Latinoamérica y esto propició resultados más objetivos acerca
de esta variable. En el caso particular de la investigación realizada, podemos
establecer que la inteligencia emocional tiende a incrementar con la edad
dado que se va estimulando su desarrollo y este se encuentra en constante
cambio, Costa y Tabernero al igual que Ugarriza encontraron diferencias
significativas positivas entre a mayor edad mejor es el rendimiento
académico .
Por otra parte, Blanco (2008) realizó un estudio sobre las características de los
niveles de inteligencia emocional en adolescentes víctimas del terremoto de Ica,
indicando que existe una baja capacidad emocional, pero en el aspecto
intrapersonal y el manejo del estrés los niveles son adecuados, además que los
varones presentan niveles más adecuados en comparación con las mujeres. Así
mismo, a lo mismo encontrado por Buenrostro, Valadez, Soltero, Nava, y
Zambrano, R., García, A. quienes encontraron diferencias significativas entre la
variable intrapersonal y el rendimiento académico por su parte Ferrando (2006)
demostró en una prueba de alumnos de media españoles que quienes tienen altas
habilidades cognitivas presentan mayor inteligencia emocional y creatividad. Las
habilidades cognitivas nos ayudan a analizar y comprender la información
que recibimos, las situaciones y los sucesos que se nos presentan. En este
caso, las experiencias emocionales tempranas establecen las redes
neuronales y apoyan al desarrollo cerebral del niño pequeño y en la
construcción de la inteligencia.
En el estudio realizado por Zingueren en el 2010 se describe el manejo de la
inteligencia emocional en adolescentes venezolanos, indicando que la mayoría no
se comprende a sí mismo y tienen dificultad en mantener control sobre sus propias
emociones, también obtuvo resultados que demuestran que muchos de los
adolescentes no siempre tienen la capacidad para identificar y comprender las
emociones de las otras personas y de relacionarse socialmente de una manera
positiva. Es necesario adquirir habilidades para manejar las emociones, ya
que si no lo hacen pueden vivirlas como estados desagradables o les lleven
a realizar conductas indeseables. Regular, controlar o modificar
eventualmente los estados anímicos y sentimientos nos proporciona una
mejor relación con los demás, y también un equilibrio en nuestro bienestar
físico y mental.
Velásquez, García, Montgomery, Guevara, Arenas, García & Gutiérrez (2003)
estudiaron la relación existente entre la inteligencia emocional y la autoestima en
escolares de educación secundaria con y sin participación de actos, concluyendo
que existe una correlación moderada y alta en las áreas de autoconocimiento
emocional, control emocional, automotivación, habilidades para las relaciones
interpersonales y la inteligencia emocional total, así mismo el grupo de estudiantes
que no participaron en actos violentos muestran una mayor inteligencia emocional
y autoestima. Por su parte, Guerra (2001) no encontró diferencias significativas
entre la inteligencia emocional y la cognoscitiva. Ser agresivo provoca
reacciones violentas, para evitar estas reacciones se debe educar y saber
controlar las emociones, de esta manera, también tendremos un buen
rendimiento personal, académico y laboral. La inteligencia cognoscitiva se
mide a través del cociente intelectual y se involucra en el rendimiento
académico, mientras que la inteligencia emocional se refiere a la capacidad
de reconocer nuestros propios sentimientos y de los demás, motivarnos y
manejar bien nuestras emociones.
Salguero, Fernández, Ruiz, Castillo y Palomera (2011), realizaron un estudio
sobre la influencia de la percepción emocional sobre el ajuste personal y social en
adolescentes españoles, demostrando que los adolescentes con una mayor
habilidad para reconocer los estados emocionales de los demás informaron de
mejores relaciones sociales con sus pares, menor tensión en sus relaciones
sociales, así como de un mayor nivel de confianza y competencia percibida -estos
resultados se mantuvieron tras controlar los efectos de la edad, el sexo y la
personalidad. Por otro lado, López, Valdez y Zavala (2008) realizaron un estudio
en estudiantes secundaria y preparatoria de la ciudad de México encontrando que
las mujeres presentan mayor estabilidad emocional. Tanto el entorno y las
relaciones sociales ayudan a que afiancemos nuestras emociones y
sentimientos, seremos capaces de entender a los demás, poder
comunicarnos y mantener relaciones amicales. En años anteriores a la
mujer, antes de que se le otorgue el derecho de sufragar, estudiar algo o
tener empleo, decimos entonces que en aquellos tiempos les enseñaban a
tener mejores relaciones sociales en comparación de los varones.
Con respecto a las investigaciones sobre resiliencia realizadas en el 2009,
tenemos la de Velásquez y Mongomery, quienes realizaron una investigación en
estudiantes de 3er a 5to grado de secundaria con y sin participación en actos
violentos, encontrando que hay mayor grado de resiliencia en jóvenes que no
participaban en actos violentos. Una de las variables de la resiliencia es la
conducta de adaptación social y se refiere a conductas de alta y baja
sociabilidad en los adolescentes, la agresividad es una conducta antisocial
que se relaciona con la criminalidad y delincuencia juvenil a futuro. Con un
adecuado nivel de resiliencia se podrá disminuir los actos delictivos.
Así mismo, Peña (2009) realizó una investigación comparativa sobre la resiliencia
entre los adolescentes de 9 a 11 años de Lima y Arequipa, llegando a la
conclusión de que no hay diferencia significativa entre ambas poblaciones,
diferenciándose que las mujeres tienen mayor y mejor resiliencia que los varones.
Mientras tanto en el mismo año, Villalobos concluyó que las mujeres tienen mayor
asertividad que los varones y en los niveles socioculturales a mejor sea el estilo de
vida mayor será el afecto positivo y su sentido del humor. Se conoce que la
mayoría de mujeres son más afectivas que los hombres, que expresan mejor
sus sentimientos y pensamientos, y tienen la necesidad de establecer
relaciones sociales con otras personas, al género femenino se le asocia con
la protección, la ternura y comprensión.
Entre otros estudios que se abocaron a establecer una relación con otras
variables, tenemos el de Flores en el 2008, quien estudió la resiliencia y el grado
de definición del proyecto de vida en estudiantes del 3er grado de secundaria en
Lima Metropolitana, llegando a la conclusión de que existe una relación altamente
significativa entre el grado de resiliencia y el grado de definición del proyecto de
vida. Por otra parte, Salgado (2009) determinó que existe una relación altamente
significativa entre felicidad, resiliencia y optimismo. A su vez, Cardozo y Alderet
(2009) encontraron que existen diferencias en la relación de auto concepto,
soporte social, inteligencia, siendo el autoconcepto la mejor variable productora de
la resiliencia. Así pues, la experiencia emocional es particular a cada
individuo, el tipo de aprendizaje adquirido, sus variables de personalidad y la
situación concreta en la que surge, se ve que todo esto influye en una
persona resiliente. Además, cuando uno sale de alguna adversidad o
dificultad que se presenta, lo realiza por estar mejor en adelante, sentirse
bien, en ser feliz y tener una vida plena.
En el 2010, Álvarez y Cáceres realizaron un estudio en Colombia con el objetivo
de explorar las dimensiones de la resiliencia, las correlaciones de esta con la
edad, el estrato socioeconómico, el número de hijos y las diferencias por género,
estado civil y tipo de convivencia familiar. Como resultado encontraron factores
resilientes en el grupo: habilidades para solucionar problemas, humor y conductas
vitales positivas, no encontraron correlaciones significativas entre la resiliencia y la
edad, el estrato socioeconómico ni el número de hijos, sin embargo en cuanto al
sexo establecieron una mayor capacidad resilientes por parte de las mujeres, y de
los solteros a comparación de quienes viven con su familia, y la correlación entre
resiliencia y rendimiento académico fue débil. Siguiendo esta línea de
investigación, Morales y Díaz (2011) concluyeron que tanto el género, la
escolaridad y el origen de los adolescentes, plantea diferencias en la capacidad de
superar la adversidad. Por su parte, Del Águila (2003) estableció que no hay
diferencias significativas en el comportamiento resiliente según el género ni el
nivel socioeconómico. La capacidad intelectual, la manera de pensar y la
forma en usar alternativas para superar una adversidad se da de diferente
manera en cada persona, ya sea por el contexto y especialmente la familia,
ya que esta es el primer entorno en el cual el individuo aprende a
relacionarse, adquiere las primeras emociones, y son los padres quienes
educan de forma correcta a sus hijos para superar las dificultades que se les
presente, ya que al llegar a la etapa escolar tendrán que realizar actividades
sin la presencia de ellos por intervalos de tiempo.
López (2008) demostró en estudiantes de la Universidad Nacional Federico
Villarreal que a mayor desarrollo de la inteligencia emocional mayor será el
rendimiento académico. Esto es corroborado por Otero, Martín, León y Vicente en
el 2009, quienes determinaron que existe correlación entre el rendimiento
académico y la inteligencia emocional, y que esta varía según el sexo. En el 2002,
Sotil y Quintana realizaron un estudio sobre el clima familiar, las estrategias de
aprendizaje y la inteligencia emocional en relación al rendimiento académico en
estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, indicando que en
cuanto al clima familiar predominan las familias de rango medio y balanceado,
mientras que respecto a la inteligencia emocional los estudiantes presentan un
nivel promedio. Se obtiene un favorable rendimiento académico gracias al
esfuerzo de estudiar constantemente las materias y usar técnicas de estudio,
para luego entrar a la universidad, terminar una carrera profesional,
conseguir un buen empleo, ganar dinero, obtener éxito, y esto nos genera
satisfacción. Vemos que esto es parte de la autorrealización y la
independencia.
Gaxiola, Gonzáles, Contreras y E. Gaxiola (2012) realizaron un estudio en
alumnos de preparatoria mexicanos con el objetivo de probar un modelo hipotético
de ecuaciones estructurales, separándolos en resilientes y no resilientes,
concluyeron que existen diferencias en las variables que explican el rendimiento
académico de ambos grupos. Otro estudio a resaltar, es el de Villalta en el 2010,
quien estableció que no existe una relación lineal entre resiliencia y rendimiento
académico. La mayoría cree que el rendimiento académico se logra teniendo
un alto nivel intelectual, si bien es cierto es un factor importante, también
hay que considerar un buen desarrollo de la motivación, la autorrealización y
asertividad, y se podrá tener un excelente rendimiento.
Si bien es cierto existen diferentes factores o variables que afectan en el
rendimiento académico, Espinoza (2006) establece la relación entre este y el
maltrato escolar controlando la variable autoestima, autoconfianza, clima escolar,
estatus económico y clima del aula, su análisis de correlación bivariada mostró
que estas variables se aglutinan en forma positiva con el rendimiento académico.
Posteriormente, en el estudio de Caso y Hernández (2007) sobre variables que
predicen el rendimiento académico en estudiantes de 15 a 23 años, se apreciaron
diferencias entre sexos, indicando que las mujeres referían mejor rendimiento
académico, motivación y menor autoestima que los varones. Adicionalmente,
según Tejedor, Gonzáles y García (2009) son las mujeres las que usan con más
frecuencia las estrategias atencionales como el subrayado y la fragmentación,
influyendo en su rendimiento académico. Usar técnicas de estudio beneficia la
memoria, a su vez, esta cumple un papel importante para obtener buenas
calificaciones, y esto es posible con una adecuada organización, motivación
y un adecuado estado emocional.
A su vez, García (1983) comprobó que existe una correlación inversa
estadísticamente significativa entre la ansiedad debilitadora y el rendimiento
académico. Por su parte, Tipismana (1992) estableció que existe una correlación
significativa entre el estrés psicológico y el rendimiento académico en alumnos de
enfermería con experiencia clínica, pero esta relación también es significativa
según la edad. El estrés es la manera en la que el cuerpo se enfrenta a un reto
y se prepara para actuar ante una situación difícil con fortaleza, vigor y
agudeza mental, son estos eventos los que provocan el estrés, y cubren una
variedad de situaciones -desde verse en peligro físico hasta hacer una
presentación en clase o tomar un semestre con la asignatura más difícil-; si
no existe un adecuado control de las emociones puede afectar el
rendimiento académico, laboral y en las relaciones sociales.
En cambio Aceros, Angarita y Campos (2003) quienes estudiaron la correlación
entre depresión y rendimiento académico en estudiantes de quinto grado de
primaria, no encontraron ninguna relación entre ambas variables. Por otra parte,
Capa (1997) tampoco halló diferencias significativas entre el rendimiento
académico y la conducta asertiva. La conducta asertiva permite que una
persona actúe por sus intereses o sus necesidades, defenderse sin ansiedad
o bien ejercer tus propios derechos sin negar los de los demás; y la
depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico,
infeliz, abatido o derrumbado, se puede decir que al sentirse melancólico
uno está preocupado en sus problemas, y no puede concentrarse en sus
estudios y puede perjudicar su rendimiento en la escuela, trabajo o en
alguna otra área de sus interrelaciones sociales.
1.2 Problema de Investigación
En la vida diaria un estudiante afronta una serie de retos como se sabe no todo
es estudio y como todo ser humano convive con otras personas e interactúa con
estas, el cómo se desenvuelva con las otras personas lo ayudará a sentirse
satisfecho consigo mismo, pero una persona debe saber tomar conciencia de sus
emociones y comprender los sentimientos de los demás. Estas capacidades,
sumadas a otras actitudes, destrezas y habilidades se engloban en el concepto de
inteligencia emocional.
Sumando a este aspecto se sabe que por mucho tiempo, en el campo de los
estudios sobre la inteligencia se hacían hincapié en los aspectos cognitivos –tales
como la memoria y la capacidad de resolver problemas-; sin embargo, con el
pasar del tiempo se empezó a reconocer la importancia de los aspectos no
cognitivos. Es aquí donde se ve la importancia de las emociones, dado que
cualquier decisión que uno tome por trivial que parezca, como: comer, comprar o
hasta con quien relacionarse sentimentalmente involucran a las emociones.
Así mismo, cabe resaltar que en la vida, no todo depende de nosotros y el
cómo nos desenvolvamos, no estamos exentos a padecer de alguna desgracia,
como lo puede ser: la muerte de un familiar, problemas familiares, ser víctimas de
la delincuencia, accidentes automovilísticos, contraer enfermedades, entre
muchos otros. Son muchas de las situaciones que pueden presentarse en nuestra
vida y nos afectarán emocionalmente. Pero, no podemos sufrir por siempre,
aunque quizá no todas las personas puedan sobreponerse ante las situaciones,
existen otras que sí lo logran hacer e incluso se ven fortalecidas por estas y es
precisamente cuando una persona o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene
una resiliencia adecuada, siendo este el término con el cual se define a dicha
capacidad de sobreponerse ante el dolor emocional y los traumas que se puedan
llegar a experimentar e incluso recalcando lo ya dicho terminan reforzándose una
actitud positiva aún mucho mejor de lo que estaban antes del incidente o
altercado padecido.
Estas dos variables de investigación expuestas anteriormente, son las que
influyen en el rendimiento académico de un estudiante. El rendimiento académico
expresa –en forma estimativa- los conocimientos adquiridos por una persona
como resultado de su continuo aprendizaje, y en este se ven influenciados
diversos factores.
Un estudiante que no sabe controlar sus emociones y no puede sobreponerse
adecuadamente a las distintas tragedias que puedan ocurrir en su vida, tenderá a
tener un rendimiento académico bajo, y por consiguiente desaprobará las materias
que cursa en la escuela y en el peor de los casos dejaría de asistir a clases siendo
esta conducta negativa para su crecimiento personal tanto para el alumno como
para su familia.
Ante todo lo expuesto líneas atrás, hemos considera prioritario dar respuesta al
siguiente problema: ¿Cómo está relacionada la inteligencia emocional y la
resiliencia con el rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria?
Más específicamente: ¿Es la inteligencia emocional y la resiliencia factores
relacionados positivamente al rendimiento académico en los estudiantes?
1.3 Marco teórico
El concepto de inteligencia emocional, engloba por un lado el estudio de la
emoción, que ha venido siendo abordado de forma más sistemática en el contexto
de la Psicología, la Psicobiología y las Neurociencias de la conducta desde finales
del siglo XIX y principios del siglo XX, y el concepto de inteligencia. Fue ya en el
siglo XX, cuando los psicólogos investigadores empezaron a hablar del concepto
de inteligencia y a preocuparse por su medida. Primero fue el concepto de
instintiva de Binet y Simón (1908), seguido del de inteligencia social de Thorndike
(1920), derivando en el concepto de inteligencias múltiples de Gardner (1993),
entre otros, y en el concepto actual de inteligencia emocional de Goleman (1995).
El término inteligencia emocional, si bien fue utilizado por algunos autores
previos, los primeros autores que utilizaron el término de inteligencia emocional
fueron Salovey y Mayer (1990). Definieron este término como la capacidad de
regular los sentimientos y emociones propias así como los de los demás, de
comprender y discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestro
pensamiento y nuestras acciones (Salovey y Mayer, 1990). Así, el modelo
propuesto por Mayer y Salovey en 1997, asume como integrantes de la
inteligencia emocional, los componentes de: adecuada percepción de los estados
emocionales; comprensión de su naturaleza; regulación de los mismos; y todo ello
tanto en las emociones propias como en las ajenas. Estos autores representan el
modelo cognitivo de la inteligencia emocional.
En la actualidad, la evaluación de los distintos modelos de inteligencia
emocional es una tarea controvertida dado que depende de la naturaleza teórica
de la que parten los distintos modelos que lo tratan, pudiéndose agrupar
básicamente en dos tipos: unos basados en el procesamiento de la información
emocional centrados en las habilidades básicas -como el Mayer y Salovey- y otros
basados en rasgos de la personalidad - como el de Goleman y Bar-On- (Mestre,
Palmero y Guil, 2004), si bien otros autores, como Fernández-Berrocal y
Extremera (2006) señalan la existencia de tres modelos, ya que además de la IE
como habilidad, establecen diferencias entre los modelos de rasgo de Bar- On
(1997) y de Goleman (1995).
En cuanto a los instrumentos de medida de la inteligencia emocional, una
rigurosa y extensa revisión llevada a cabo por Extremera y Fernández-Berrocal
(2004) señala que los métodos principales en la medición son: los autoinformes,
las pruebas de ejecución y la evaluación 360 grados o de observadores externos.
A pesar de esta variedad de instrumentos, la mayoría de los estudios publicados
hasta el momento utilizan autoinformes, los cuales son más adecuados para medir
rasgos de personalidad y nivel de autoeficiencia emocional pero inadecuados para
evaluar las habilidades cognitivas implicadas en el procesamiento de la
información emocional.
La evaluación de la inteligencia emocional, es importante porque predice
algunos aspectos del éxito académico, definido también como estatus
ocupacional. La inteligencia general a menudo explica entre el 10 y el 20% de tal
éxito, dejando entre un 80 o 90% para que sea explicado por otros factores. Por
tanto, hay un cierto margen para que la IE pueda predecir un porcentaje de tal
logro. Se entiende pues, que los individuos más emocionalmente inteligentes
pueden triunfar en sus trabajos con más facilidad (Otero, Martín, León y Vicente,
2009).
En cuanto a la resiliencia, es un término recientemente utilizado en el campo
de la psicología, el cual se emplea para referirse a la capacidad que posee un
individuo para superar diversos sufrimientos a pesar de haberlos padecido
(Fridman, 2005). Para el enfoque psicodinámico, la autoestima es la base del
desarrollo de la resiliencia; esta se desarrolla a partir del amor y el reconocimiento
del bebé por parte de sus padres; en especial la relación con su madre, que es el
primer objeto de satisfacción, amor y de protección frente a los peligros externos,
es a partir de ese vínculo que empieza a generarse un espacio constructor de
resiliencia en el sujeto. A lo que Bowlby (1985) llama “relación de apego seguro”;
sin embargo, para Flores (2008) queda claro que, aunque esta condición
perdurará a lo largo de toda la vida, siempre será fundamental otro humano para
superar las adversidades mediante el desarrollo de las fortalezas que constituyen
la resiliencia, que según lo afirmado por Freud, le permitirá contar con el apoyo de
otro humano para generar y estimular las fortalezas de su yo. Por otro lado, para
Zuckerfekd (1998), apoyándose también del modelo freudiano considera que, el yo
debe manejar las relaciones de sujeto con sus deseos conscientes e
inconscientes, que en síntesis son los requerimientos de su conciencia moral
(superyó) y de sus ideales (ideal del yo). En este modelo la fortaleza del yo facilita
el proceso de cura psicoanalítica y del desarrollo de las capacidades resilientes.
Por otro lado, el desarrollo psicosocial indica que el componente dinámico de
ser resiliente o no, depende del juego que se da entre los distintos factores y el rol
de cada factor en los diferentes contextos. Refiere resiliencia como efectiva no
solo para enfrentar adversidades, sino también para la promoción de salud mental
y emocional de las personas, la cual se mantiene a lo largo de la vida en un
momento determinado y puede ser promovida durante al desarrollo del niño. De
acuerdo a la teoría de Grotberg (1996), para hacer frente a las adversidades,
superarlas, salir de ellas fortalecido e incluso transformado, los niños toman
factores de resiliencia de cuatro fuentes, que se visualizan en las expresiones
verbales de los sujetos (niños, adolescentes o adultos) con las características que
son el “Yo tengo”, en mi entorno social; esta fuente hace referencia a las
característica genéticas y temperamentales junto con el “Yo soy” y “Yo estoy”,
ambos factores hablan de las fortalezas psíquicas y condiciones personales, el
primero, toma en cuenta un ambiente favorable; el segundo, en cambio, se
estructura en la propia personalidad del individuo y finalmente está el “Yo puedo”,
concierne a las habilidades adquiridas en relaciones con los otros a través de la
interacción social.
Este modelo de desafío supone ir desde el enfoque de riesgo y desafío, donde
cada desgracia o adversidad crea su escudo de resiliencia que no permitirá que
estos dañen a la persona, por el contrario, rebotarán para luego transformarlos
positivamente (factor de superación) para esto Wolin, S. & Wolin, S. (1993),
trataron de identificar esos factores que resultan protectores para los seres
humanos como es la autoestima consistente – que es la base de los demás
pilares-, la introspección -siendo el arte de preguntarse a sí mismo y darse una
respuesta honesta-, seguido de la independencia -que es saber fijar límites entre
uno mismo y el medio con problemas- junto con la capacidad de relacionarse -es
decir la habilidad para establecer lazos e intimidad con otras personas-, su
iniciativa -siendo gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente
más exigente-, el humor -que consiste en encontrar lo cómico en la propia
tragedia-, la creatividad -siendo la capacidad para crear orden, belleza y finalidad
a partir del caos y el desorden- junto con la moralidad -que extiende el deseo
personal de bienestar u todos los semejantes-, la capacidad de comprometerse
con valores y ,finalmente, la capacidad de pensamiento crítico -permitiendo
analizar críticamente las causas y responsabilidades de la adversidad que se
sufre, cuando es la sociedad en su conjunto la adversidad que se enfrenta-.
Prosiguiendo con los enfoques, tendremos el de riesgo y protección (Díaz,
2000), que ha prevalecido en las ciencias humanas, centrado en la enfermedad y
en el establecimiento de aquellos factores que implican una mayor probabilidad de
daño individual con el fin de lograr transformarlas en ventajas o estímulos para la
construcción de su bienestar físico, mental, social y espiritual; para esto, la
respuesta científica se basó en lograr una buena definición de los cuadros
patológicos, precisar sus causas y desarrollo específico para proceder a su
tratamiento; con lo que se esperaba poder formular predicciones en función de los
factores de riesgo; sin embargo, a pesar de los modelos teóricos empleados, con
frecuencia las predicciones no se cumplían y la enfermedad no aparecía; entonces
se comenzó a investigar este fenómeno, que más tarde pasó a llamarse
“resiliencia”; el cual contaría con los factores de riesgo, que es cualquier
característica o cualidad de una persona o comunidad que se sabe va unida a una
elevada probabilidad de dañar la salud. Entre los factores de riesgo más
importantes cabe citar la insuficiencia ponderal, las prácticas sexuales de riesgo,
la hipertensión, el consumo de tabaco y alcohol, el agua insalubre, las deficiencias
del saneamiento y la falta de higiene, mientras tanto los factores de protección son
las condiciones o los entornos capaces de favorecer el desarrollo de individuos o
grupos y, en muchos casos, de reducir los efectos de circunstancias
desfavorables. Según Cruz (2009) estos pueden ser recursos personales y
recursos interpersonales.
La complejidad del rendimiento académico inicia desde su conceptualización,
en ocasiones se le denomina como aptitud escolar, desempeño académico o
rendimiento escolar, pero generalmente las diferencias de concepto solo se
explican por cuestiones semánticas, ya que generalmente, en los textos, la vida
escolar y la experiencia docente, son utilizadas como sinónimos.
El rendimiento académico ha sido definido como el producto de la asimilación
del contenido de los programas de estudio, expresado en calificaciones dentro de
una escala convencional (Figueroa, 2004). Otra definición es la de Pizarro y Clark
(1998), quienes establecen que es una medida de la capacidad de respuesta del
individuo, que expresa, en forma estimativa, lo que una persona ha aprendido
como resultado de un proceso de instrucción o formación. Desde la perspectiva
del alumno, se define como como la capacidad de respuesta que tiene un
individuo, a estímulos, objetivos y propósitos educativos previamente establecidos
(Pizarro y Clark, 1998).
Por ser cuantificable, este determina el nivel del conocimiento alcanzado, y es
tomado como único criterio para medir el éxito o fracaso escolar a través de un
sistema de calificaciones de 0 a 20, que es el usado en la mayoría de centros
educativos públicos y privados a nivel nacional; contrastando con el también
empleado sistema de letras que va de la “A” a la “C”, siendo la letra “A” el
indicador de bueno, “B” regular y “C” malo.
Figueroa (2004) clasifica el rendimiento académico en 2 tipos: individual y
social. El primero se manifiesta en la adquisición de conocimientos, experiencias,
hábitos, destrezas, etc.; lo que permitirá al profesor tomar decisiones pedagógicas
posteriormente; a su vez, este se clasifica en 2 tipos: rendimiento general y
específico, siendo el general aquel que se manifiesta va al centro educativo y en
las líneas de acción educativa, mientras el específico, es el que se da en la
resolución de los problemas personales, desarrollo en la vida profesional, familiar
y social que se le presentan en el futuro. El segundo tipo de rendimiento
académico, va referido al hecho que la institución educativa al influir en el
individuo, indirectamente también ejerce influencia de la sociedad en que se
desarrolla.
Continuando con la descripción del rendimiento académico, se puede analizar
que, el proceso evaluador es dirigido por los objetivos, estos constituyen en el
referente y guía, de su formulación dependerá la forma de evaluar.
Por ello, expertos en evaluación educativa, como los dirigidos por Bloom
(1995) han desarrollado sistemas de clasificación de objeticos educativos,
presentándolas a su vez, como dominios. El MINED (1997) presenta 3 tipos de
dominios: Cognoscitivo, afectivo y psicomotor. El primero implica objetivos que van
desde la memoria hasta los niveles superiores de razonamiento. En el segundo,
se toma en consideración el desarrollo personal y social como objetivos, y estos
van de niveles de menos hasta los de mayor compromiso. Por último, el tercero
comprende aquellas conductas en las que se involucran los procesos sensoriales
y motores del sujeto que están en relación a los objetivos educativos. Con el
conocimiento previo de estos campos, se facilita la labor de orientación individual
de cada alumno motivándolo a realizar cambios actitudinales en sus hábitos y
estrategias de estudios.
Se puede observar que a nivel nacional, existe un deficiente control en materia
educativa, por parte del Gobierno de turno. Esto es necesario recalcar dado que
las características que definen a los jóvenes estudiantes de enseñanza media son
el resultado de diferentes factores, de manera especial es influyente el contexto
educativo inmediato en el que se forman.
Es por todo lo expuesto anteriormente, que el estudio de estas variables
resulta prioritario, dado que los indicadores obtenidos permiten abarcar
directamente los problemas suscitados en los alumnos y una mejora de su calidad
educativa.
1.4 Objetivos
1.4.1Objetivo General
Determinar la relación entre la inteligencia emocional y la resiliencia con el
rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo
Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
1.4.2 Objetivos Específicos
Identificar el rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria
de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la inteligencia emocional en estudiantes de educación secundaria de
la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la resiliencia en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P
Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Comparar el rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria
de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013 según el
sexo.
Comparar el rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria
de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013 según
grado de estudios.
Comparar el rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria
de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013 según
edad.
Identificar la relación de la inteligencia emocional con cada nivel del
rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P
Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la relación de la resiliencia con cada nivel del rendimiento académico
en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la relación de la dimensión intrapersonal con el rendimiento
académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas
de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013
Identificar la relación de adaptabilidad con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013
Identificar la relación de manejo del estrés con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la relación la impresión positiva con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la relación de la confianza en sí mismo con el rendimiento
académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas
de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la relación de la ecuanimidad con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Identificar la relación de la perseverancia con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
1.5 Hipótesis
1.5.1 Hipótesis General
Existe una relación positiva entre la inteligencia emocional y la resiliencia con el
rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo
Tomas de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
1.5.2 Hipótesis Especificas
Existen diferencias significativas en el rendimiento académico en estudiantes
de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado
en el año 2013 según el sexo.
Existen diferencias significativas en el rendimiento académico en estudiantes
de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado
en el año 2013 según el grado de estudios.
Existen diferencias significativas en el rendimiento académico en estudiantes
de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado
en el año 2013 según la edad.
Existe diferencia significativa entre el rendimiento académico en estudiantes de
educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en
el año 2013 según el sexo.
Existe diferencia significativa entre el rendimiento académico en estudiantes de
educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en
el año 2013 según grado de estudios.
Existe diferencia significativa entre el rendimiento académico en estudiantes de
educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de Lima- Cercado en
el año 2013 según edad.
Existe relación de la inteligencia emocional con cada nivel del rendimiento
académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas
de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación de la resiliencia con cada nivel del rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación de la dimensión intrapersonal con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación entre la relación de adaptabilidad con el rendimiento académico
en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación de la de la dimensión del manejo del estrés con el rendimiento
académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas
de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación entre la impresión positiva con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación de la dimensión de la confianza en sí mismo con el rendimiento
académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas
de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación entre la relación de la ecuanimidad con el rendimiento
académico en estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas
de Aquino de Lima- Cercado en el año 2013.
Existe relación entre la perseverancia con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria de la I.E.P Santo Tomas de Aquino de
Lima- Cercado en el año 2013.
1.6 Justificación e importancia del estudio
En nuestro país se han realizado diversas investigaciones sobre el rendimiento
académico, la inteligencia emocional y la resiliencia; sin embargo, no se ubica un
antecedente directo que evalúe la relación entre las variables que hemos asumido,
lo cual es una razón contundente que justifica la realización de esta investigación y
nos motiva a seguir.
La presente investigación, al analizar la relación existente entre nuestras
variables, proporcionará aportes necesarios para conocer, comprender y también
puede servir para realizar proyectos que puedan beneficiar al estudiantado. De
esta manera, el estudio pretende servir como base a futuras investigaciones con el
fin de indagar aún más en estos aspectos que hemos considerado importantes a
resaltar.
También, cabe indicar que dentro del contexto en el cual analizaremos el tema
del estudio, los beneficios para las instituciones donde se han realizado las
investigaciones será positivo ya que a través del análisis de los resultados se
pueden sugerir realizar eventos, talleres y aun mejor proyectos en beneficio de la
familia peruana.
II. Método
2.1 Diseño de investigación
La presente investigación, de acuerdo a las características de las hipótesis
formuladas y los objetivos propios de la misma, ha sido enmarcada en un diseño
no experimental de tipo correlacional, puesto que se busca determinar la relación
entre la inteligencia emocional y la resiliencia con el rendimiento académico en
estudiantes de educación secundaria (Hernández, Fernández y Baptista, 2010).
2.2 Población
Para el presente estudio la población está constituida por 158 personas de ambos
sexos, que comprenden las edades de 13 a 17 años, todas estudiantes de los
grados de 2°, 3°, 4° y 5° de nivel secundario de la institución educativa particular
“Santo Tomas de Aquino” en Lima - Cercado.
2.3. Variables
2.3.1 Variables de estudio
Inteligencia emocional
Resiliencia
Rendimiento académico
2.3.2 Variables de control
Sexo
Edad
Grado de estudios
2.3.3 Operacionalización de las variables
Variable Dimensiones Indicadores Categorías
Interpersonal Empatía. Relaciones. interpersonales. Responsabilidad
social.Intrapersonal Compresión de sí
Inteligencia
Emocional
mismo. Asertividad. Auto concepto. Auto realización. Independencia.
Muy rara vez
Rara vez A menudo Muy a
menudo
Adaptabilidad Solución de Problemas.
Prueba de realidad. Flexibilidad.
Manejo de Estrés Tolerancia al estrés. Control de impulsos
Impresión positiva Felicidad. Optimismo.
Variable Dimensiones Indicadores Categorías
Resiliencia
Confianza en sí
mismo
Autonomía Satisfacción personal Flexibilidad Seguridad Optimismo
Estoy totalmente en desacuerdo
Estoy en desacuerdo Estoy medianamente
en desacuerdo A veces Estoy medianamente
de acuerdo Estoy de acuerdo Estoy totalmente de
acuerdo
Ecuanimidad Visión de futuro Autoestima
Perseverancia
Emprendedor Automotivación Voluntad Creativo
Satisfacción
personal
Humor Sentido de existencia Tolerancia
Sentirse bien solo Acepta la soledad Pensamiento divergente
Rendimiento Académico
Esta variable fue medida a través del promedio oficial individual de las
calificaciones escolares en el bimestre anterior, obtenido a través del listado
oficial proporcionado por el colegio.
2.4 Instrumentos
Los instrumentos utilizados en esta investigación fueron dos:
1. Inventario Emocional de BarOn ICE: NA
Fue realizado por Rouven Bar-On (1997) para una población adulta, en Toronto -
Canadá. Fue adaptado por Ugarriza y Pajares (2001, 2003) para la población de
niños y adolescentes en Lima – Metropolitana. Su objetivo es evaluar la
inteligencia emocional que encierra la habilidad para comprenderse a sí mismo y a
los demás, relacionarse con los pares y miembros de la familia y adaptarse a las
exigencias del medio ambiente; y la finalidad es de diagnóstico y prevención,
facilitando el desarrollo de programas de intervención en el campo clínico y
educativo, es una prueba muy valiosa para la investigación. Es un instrumento que
consta de 5 escalas: Intrapersonal, Interpersonal, Manejo de estrés, Adaptabilidad
e Impresión positiva, con 30 ítems en total, y 6 ítems por escala. Su forma de
respuesta es de tipo Likert de 4 puntos con opciones: “muy raras vez”, “rara vez”,
“a menudo” y “muy a menudo”. Para su calificación se utilizaron los baremos de
una tipificación local, realizada con 3374 niños y adolescentes (1581 mujeres y
1793 hombres). Los puntajes altos del inventario indican niveles elevados de
inteligencia emocional y social. La confiabilidad del instrumento en sus escalas
muestra coeficientes de .77 y .88. Su validez se realizó mediante un análisis de
componentes principales con una rotación Varimax, revisando su relación con
otras medidas de inteligencia emocional y de depresión.
2. Escala de resiliencia de Wagnild y Young
La Escala fue elaborada para identificar el grado de resiliencia individual de
adolescentes y adultos, y consta de 25 reactivos que son puntuados en una escala
con formato tipo Likert de 7 puntos, siendo todos los ítems calificados
positivamente, fluctuando los puntajes entre 25 a 175 puntos. Cubre cinco (05)
áreas o perspectivas de la resiliencia: Satisfacción personal (4 ítems),
ecuanimidad (4 ítems), sentirse bien solo (3 ítems), confianza en sí mismo (7
ítems), perseverancia (7 ítems) y satisfacción personal (4 ítems). Los autores, en
una muestra de 1500 sujetos estadounidenses varones y mujeres de 53 a 95 años
de edad (media = 71 años), con la técnica de los componentes principales y
rotación oblimin, hallaron dos factores (el primero con 17 ítems, y el segundo con
8) que explican el 44% de la varianza de las puntuaciones; para la escala total la
confiabilidad (consistencia interna) calculada con el coeficiente alfa fue de 0.91,
con correlaciones ítem-test que fluctuaban entre 0.37 y 0.75, con la mayoría
variando entre 0.50 a 0.70, siendo todos los coeficientes estadísticamente
significativos al nivel del 0.01 (p<0.01) (Wagnild y Young, 1993). En el Perú, la
Escala original fue adaptada –traducida del inglés– y analizada psicométricamente
por Novella (2002), quien utilizó una muestra de 324 alumnas entre 14 a 17 años
del Colegio Nacional de Mujeres “Teresa Gonzales de Fanning”, ubicado en el
distrito de Jesús María de la ciudad de Lima. Utilizando la misma técnica de
factorización y de rotación halla 2 factores (el primero, con 20 ítems, y el segundo,
con 5), y obtiene con el coeficiente alfa una consistencia interna global de 0.875, y
correlaciones ítem-test que fluctúan entre 0.18 a 0.63, siendo todos los
coeficientes estadísticamente significativos al nivel del 0.01 (p<0.01), pero con uno
de ellos (ítem 11) con un coeficiente inferior a 0.20, valor estipulado como el
mínimo en este caso (Ary, Jacobs y Razavieh, 1990), el cual no fue eliminado
porque su impacto sobre el incremento del valor alfa era muy pobre (Novella,
2002).
Para el rendimiento académico se solicitó al colegio las notas del 3er bimestre
académico.
2.5 Procedimiento
Para el presente estudio se realizaron las primeras coordinaciones con el
director de la institución de manera verbal, más adelante se envió un oficio
especificando la fecha de aplicación de las pruebas (viernes 21 de octubre del
2013) y las aulas que servirían como población del mismo. Este documento fue
aprobado a los dos días de ser enviado y tras recibir una respuesta acertada, no
dirigimos el día seleccionado a la institución para el estudio.
Para alcanzar los objetivos propuestos el día indicado se pasó a cada aula de
2°, 3°, 4° y 5° de secundaria y se aplicaron las pruebas correspondientes a cada
alumno que estuviere presente, previo permiso del docente encargado en cada
sección. Este día fueron aplicadas las pruebas a toda la población.
El día 23 de octubre, se envió una carta dirigida al director de la institución
pidiéndole se nos otorgue el permiso de retirar una copia simple del record
académico de los alumnos que participaron con la investigación, a fin de obtener
todos los datos necesarios para el estudio. Siendo aceptada nuestra petición, nos
dirigimos a retirar el record académico de cada alumno para luego proceder a la
corrección y vaciado de datos.
El análisis de los datos obtenidos se realizó mediante el programa estadístico
Excel 2010 y SPSS en su versión 20.0 y para corroborar las hipótesis se utilizó la
prueba estadística de coeficiente de correlación de Spearman. Para la recolección
de datos se le entrego un lápiz y un borrador a cada participante, así mismo para
el procesamiento de los datos se contó con 3 laptops que contaban con el
programa estadístico SPSS 20.0 y con Excel 2010.
Al finalizar la labor de estudio en la institución se procedió a enviar una cata
agradeciendo permitirnos realizar nuestro estudio.
III.CRONOGRAMA
Actividadessemanas
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12Elección del tema para el proyecto
X
Elaboración del planteamiento de problema X
Elección de muestra X XElaboración de la justificación X XElaboración de los objetivos (general y específicos) X X
Elaboración de las hipótesis (general y especifica)
X X
Elaboración del marco teórico y los antecedentes X X X
Elaboración de la parte metodológica del proyecto
X X X
Reconocimiento de la muestra (visita a la I.E) X X
Aplicación de los instrumentos X XPresentación final del proyecto X
IV. PRESUPUESTO
a. Recursos Humanos
Viáticos e implementos para los
Encuestadores (integrantes del grupo) S/. 50.00
b. Recursos Materiales
Materiales de oficina S/. 50.00
Servicios de fotocopiado e impresión de materiales S/. 20.00
Imprevistos S/. 20.00
__________
Total S/. 140.00
VII. REFERENCIAS
Alvarez, L. y Caceres, L. (2010). Resiliencia, rendimiento académico y
variables sociodemográficas en estudiantes universitarios de Bucaramanga
(Colombia). Psicología iberoamericana, 18 (2), 37-46. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/pdf/1339/133915921005.pdf
Buenrostro, A., Valadez., M., Soltero, R., Nava, G., Zambrano, R., García, A. (2012). Inteligencia emocional y rendimiento académico en adolescentes. Revista de Educación y Desarrollo, 20(1),29-37.Recuperado de: http://www.cucs.udg.mx/revistas/edu_desarrollo/anteriores/20/020_Buenrostro.pdf
Cardozo, G. y Alderete, A. (2009). Adolescentes en riesgo psicosocial y
resiliencia. Psicología desde el Caribe, (23), 148-182. Recuperado de:
http://www.scielo.org.co/pdf/psdc/n23/n23a09.pdf
Costa, S y Tabernero, T. (2012).Rendimiento académico y autoconcepto en
estudiantes de educación secundaria obligatoria según el género. Revista
Iberoamericana de Psicología y Salud, 3(2), 175-193.Recuperado de:
http://www.redalyc.org/pdf/2451/245124456006.pdf
Espinoza, E. (2006). Impacto del maltrato en el rendimiento académico.
Revista electrónica de investigación psicoeducativa Nº 9, vol 4 (2), 221-238.
Recuperado de:
http://www.investigacion-psicopedagogica.org/revista/new/ContadorArticulo.php?
64
Ferrando, M. (2006). Creatividad e inteligencia emocional: Un estudio
empírico en alumnos con altas habilidades. (Tesis de doctorado). Facultad de
psicología, Universidad de Murcia, España. Recuperado de:
http://digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/203/1/FerrandoPrieto.pdf
Flores, M. (2008). Resiliencia y proyecto de vida en estudiantes del tercer
año de secundaria de la UGEL 03. (Tesis de bachiller inédita). Universidad
nacional Mayor de San Marcos, Lima.
Gaxiola, J., Gonzáles, S., Contreras, Z. y E. Gaxiola. (2012). Predictores del rendimiento académico en adolescentes con disposiciones resilientes y no resilientes. Revista de Psicología, 30 (1),47-74.Recuperado de http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/psicologia/article/view/2629
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2008). Metodología de la
investigación. México: Editorial Ultra.
López, N., Valdez J. y Zavala, Y. (2008). Resiliencia en adolescentes
mexicanos. Enseñanza e Investigación en Psicología, 13 (1), 41-52.
López, O. (2008). La inteligencia emocional y las estrategias de aprendizaje
como predictores del rendimiento académico en estudiantes universitarios. (Tesis
de magister). Universidad nacional mayor de san marcos, lima, Perú.
Otero, C., Martín, E., León, B. y Vicente, F. (2009). Inteligencia emocional y
rendimiento académico en estudiantes de enseñanza secundaria. Diferencias de
género. Revista galego-portuguesa de psicoloxía e educación, 17 (1,2).
Recuperado de:
http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/2183/7623/1/RGP_17_art_19.pdf
Peña, N. (2009). Fuentes de resiliencia en estudiantes de Lima y Arequipa.
Liberabit, 15 (1), p.59-64. Recuperado de: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1729-48272009000100007
Prado, R. y Del Águila, M. (2003). Diferencia en la resiliencia según género
y nivel socioeconómico en adolescentes. Zona, 6, 179-196.
Salgado, A. (2009). Felicidad, resiliencia y optimismo en estudiantes de
colegios nacionales en la ciudad de lima. Liberabit, 15 (2), 133-141. Recuperado
de: http://www.scielo.org.pe/pdf/liber/v15n2/a07v15n2.pdf
Salguero, J. M., Fernández-Berrocal, P., Ruiz-Aranda, D., Castillo, R. y
Palomera, R. (2011). Inteligencia emocional y ajuste psicosocial en la
adolescencia. El papel de la percepción emocional. European Journal of Education
and Psychology, 4, 2, 143-152. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/pdf/1293/129322659005.pdf
Tejedor, F., Gonzales, S. y García, M. (2008). Estrategias atencionales y
rendimiento académico en estudiantes de secundaria. Revista latinoamericana de
psicología, 40 (1), 123-132. Recuperado de:
http://www.scielo.org.co/pdf/rlps/v40n1/v40n1a10.pdf
Ugarriza, N. (2001). La evaluación de la inteligencia emocional a través del
inventario del BarOn (I-CE) en una muestra de Lima Metropolitana. Persona, 4,
129-160. Recuperado de:
http://fresno.ulima.edu.pe/sf%5Csf_bdfde.nsf/imagenes/CCB9B0D9BD56042D052
56E540056A07D/$file/05-persona4-ugarriza.pdf
Velázquez, C., y Montgomery, W. (2009). Resiliencia y depresión en
estudiantes de secundaria de lima metropolitana con y sin participación en actos
violentos. Revista de investigación en psicología, 12 (2), 75-87. Recuperado de:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/investigacion_psicologia/v12_n2/pdf/
a05v12n2.pdf
Villalobos, A. (2009). Desarrollo de una medida de resiliencia para
establecer el perfil psicosocial de los adolescentes resilientes que permita poner a
prueba el modelo explicativo de resiliencia basado en variables psicosociales.
(Tesis de especialidad en psicología clínica). Universidad de costa rica, costa rica.
Recuperado de: http://www.binasss.sa.cr/bibliotecas/bhp/textos/tesis11.pdf
Villalta, M. (2010). Factores de resiliencia asociados al rendimiento
académico en estudiantes de contextos de alta vulnerabilidad social. Revista de
pedagogía, 31(88), 159-188. Recuperado de:
http://www.scielo.org.ve/pdf/p/v31n88/art07.pdf
VII. ANEXOS
ITEMES En desacuerdo De acuerdo1. Cuando planeo algo lo realizo2. Generalmente me las arreglo de una manera u otra3. Dependo más de mí mismo que de otras personas.4. Es importante para mí mantenerme interesado en las cosas.5. Puedo estar solo si tengo que hacerlo6. Me siento orgulloso de haber logrado cosas en la vida.
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
Nombre: ___________________________________________________ Sexo: (F) (M)Grado: (2do) (3ro) (4to) (5to) Edad: _____________
7. Usualmente veo las cosas a largo plazo8. Soy amigo de mi mismo.9. Siento que puedo manejar varias cosas al mismo tiempo.10. Soy decidido (a)11. Rara vez me pregunto cuál es la finalidad de todo.12. Tomo las cosas una por una.13. Puedo enfrentar las dificultades porque las he experimentado anteriormente.14. Tengo disciplina.15. Me mantengo interesado en las cosas.16. Por lo general, encuentro algo de que reírme.17. El creer en mi mismo me permite superar momentos difíciles.18. En una emergencia soy una persona en quién se puede confiar.19. Generalmente puedo ver una situación de mil maneras.20. Algunas veces me obligo a hacer unas cosas aunque no quiera.21. Mi vida tiene significado.22. No me lamento de las cosas por las que no puedo hacer nada.23. Cuando estoy en una situación difícil generalmente encuentro una salida.24. Tengo la energía suficiente para hacer lo que debo hacer.25. Acepto que hay personas a las cuales no les agrado.
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
① ② ③ ④ ⑤ ⑥ ⑦
INVENTARIO EMOCIONAL DE BARON ICE: NA – COMPLETA
Lee cada oración y elige la respuesta que mejor te describe, hay cuatro posibles respuestas:
1. Muy rara vez 2. Rara vez 3. A menudo 4. Muy a menudo
Dinos cómo te sientes, piensas o actúas LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO EN LA MAYORÍA DE LUGARES. Elije una, y solo UNA respuesta para cada oración y marca con un aspa (X) el casillero correspondiente. Esto no es un examen; no existen respuestas buenas o malas. Por favor haz un ASPA en la respuesta de cada oración.
Nombre: ___________________________________________________ Sexo: (F) (M)
Grado: (2do) (3ro) (4to) (5to) Edad: _____________
Escala de ResilienciaCada una de dichas frases tiene alternativas del 1 al 7. Tú deberás elegir solo una de ellas y marcar con un aspa (X) el número. Cada número significa lo siguiente: Si esta en total desacuerdo con esta frase, marque 1. Si está en desacuerdo marque 2. Si esta medianamente en desacuerdo marque 3. Si esto le ocurre a veces marque 4. Si esta medianamente de acuerdo marque 5. Si está de acuerdo marque 6; y si está totalmente de acuerdo marque 7.
Muy rara vez Rara vez A menudo
Muy a menudo
1. Me importa lo que les sucede a las personas.2. Es fácil decirle a la gente cómo me siento.3. Me gustan todas las personas que conozco.4. Soy capaz de respetar a los demás.5. Me molesto demasiado de cualquier cosa.6. Puedo hablar fácilmente sobre mis sentimientos.7. Pienso bien de todas las personas.8. Peleo con la gente.9. Tengo mal genio.10. Puedo comprender preguntas difíciles.11. Nada me molesta.12. Es difícil hablar sobre mis sentimientos más íntimos.13. Puedo dar buenas respuestas a preguntas difíciles.14. Puedo fácilmente describir mis sentimientos.15. Debo decir siempre la verdad.16. Puedo tener muchas maneras de responder una pregunta difícil, cuando yo quiero.17. Me molesto fácilmente.18. Me agrada hacer cosas para los demás.19. Puedo usar fácilmente diferentes modos de resolver los problemas.20. Pienso que soy el (la) mejor en todo lo que hago.21. Para mí es fácil decirle a las personas cómo me siento.22. Cuando respondo preguntas difíciles trato de pensar en muchas soluciones.23. Me siento mal cuando las personas son heridas en sus sentimientos.24. Soy bueno (a) resolviendo problemas.25. No tengo días malos.26. Me es difícil decirle a los demás mis sentimientos.27. Me disgusto fácilmente.28. Puedo darme cuenta cuando mi amigo se siente triste.29. Cuando me molesto actúo sin pensar.30. Sé cuándo la gente está molesta aun cuando no dicen nada.