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Estados Unidos Mexicanos
Integración del mercado norteamericano de maíz: implicaciones para los productores y consumidores mexicanos
Diciembre de 2007
Departamento de Desarrollo Sostenible
Región de América Latina y el Caribe
Document of the World Bank
in collaboration with the
Instituto Mexicano para la Competitividad
1
RESUMEN EJECUTIVO
El maíz no sólo es el alimento básico más importante y el principal cultivo mexicano, es también el
producto que guarda una relación más profunda con la identidad, la cultura y la historia nacional. Sin
embargo, a lo largo de las últimas décadas, México ha comenzado a depender de manera creciente del
maíz cultivado en Estados Unidos. Cuando los precios del maíz repuntaron a principios de 2007 como
resultado de la demanda estadounidense de etanol, la “crisis de la tortilla” resultante dominó las noticias y
la política en México, reflejando la importancia de comprender, anticipar y tratar el impacto para
consumidores y productores del comercio en este mercado cada vez más integrado.
Este documento analiza el impacto de la eliminación definitiva en 2008 de los aranceles sobre
importaciones de maíz estadounidense en congruencia con el Tratado de Libre Comercio con América del
Norte (TLCAN).1 El documento concluye que los mercados mexicano y estadounidense ya se encuentran
esencialmente integrados y presenta recomendaciones para maximizar los beneficios de esta integración y
mejorar la competitividad de los productores mexicanos.2 Estas recomendaciones se basan en los
resultados de un análisis cuantitativo que muestra el impacto de la integración de los mercados.
Principales temas en México
En términos generales, las principales preocupaciones con relación a la apertura del mercado de maíz para
los mexicanos son: (a) la competitividad y sostenibilidad de los productores mexicanos; (b) precios
adecuados para consumidores de maíz y tortillas; y (c) el impacto sobre la producción y los precios de
carne de res, de puerco, pollo y huevo. El balance entre estas tres preocupaciones no sólo ha cambiado a
lo largo del tiempo que ha tomado implementar el TLCAN, sino incluso durante el periodo en el que se
realizó este estudio. El interés original del gobierno se centraba principalmente en la primera de estas
inquietudes, el posible impacto negativo que las importaciones de maíz pudieran tener sobre los
productores nacionales. Sin embargo, a medida que los precios del maíz han aumentado a lo largo de los
últimos años (Gráfica 1) —impulsados primero por el aumento en la demanda por forraje para producción
de carne en las economías de crecimiento acelerado, y más recientemente para su uso en la producción de
etanol— el balance se ha inclinado más hacia los dos últimos.
Enfoque central de política del informe
En lo que se refiere a temas de consumo, desde que México dejó de aplicar políticas de controles internos
de precios y de barreras a la importación de maíz, dados los recientes movimientos en los precios
1 El TLCAN también incluye al mercado canadiense, pero dado que el comercio de maíz con este país es mínimo, el
documento considera la integración en términos del comercio entre México y Estados Unidos. Cuando entró en
vigencia el TLCAN en 1994, se eliminaron los aranceles de Estados Unidos y Canadá para el maíz mexicano. 2 El enfoque de este estudio es sobre la competitividad, no el alivio de la pobreza, como s' lo hace la mayor parte del
trabajo del Banco Mundial en México y otros países, incluyendo el informe de 2005 Income Generation and Social
Protection for the Poor, que cuenta con una sección especial sobre pobreza rural. El análisis sobre el gasto público
en agricultura en México, en vías de realización, también contempla temas de equidad como criterio principal para
la evaluación de programas de gasto.
2
internacionales, los objetivos clave del gobierno se han centrado en buscar formas de mitigar la
volatilidad del mercado y limitar el impacto adverso para los consumidores de los incrementos futuros de
precios o las limitaciones de oferta. Las opciones de política a este respecto se enfocan principalmente en
(a) la política de importaciones de maíz para países ajenos al TLCAN, en especial en lo que se refiere al
maíz blanco para consumo humano; (b) los esfuerzos para reducir los costos de producción y
comercialización para la producción interna, con lo que se aumentaría la competitividad y se reducirían
los precios; y (c) apoyar los programas para los campesinos de subsistencia que dependen de la
producción local a pequeña escala para su consumo directo de maíz3.
En lo correspondiente a los temas de producción y competitividad el informe se centra en las opciones de
política para (a) aumentar los rendimientos por medio de la introducción de nueva tecnología y en
especial de variedades genéticamente modificadas; (b) tratar los problemas de transporte y almacenaje
que en la actualidad ponen a los productores mexicanos en desventaja competitiva y elevan los precios;
(c) reducir la fragmentación de la producción comercial de maíz; (d) reconvertir superficies de cultivo del
maíz hacia usos más productivos y competitivos; (e) mejorar los mecanismos financieros para reducir los
costos de transacción y los riesgos, haciendo más atractivos los términos del financiamiento; y (f)
fortalecer la comercialización y las aptitudes empresariales de los productores.
Gráfica 1. Precios internacionales del maíz (Precios Spot de la Bolsa de Chicago para cada día)
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6
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-06
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7
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7
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07
Abr-
07
May-
07
Jun-0
7
Doláres /ton
Fuente: CEESP, con información de la CNA.
Demanda y oferta de maíz en México
El maíz es el cultivo básico más importante de México. El consumo de maíz y tortillas representa cerca de
47 por ciento del consumo promedio de calorías. México es el quinto productor más grande del mundo
(22 millones de toneladas) y el tercer importador (8.8 millones de toneladas).4
3 Los temas relacionados con las redes generales de seguridad para los consumidores pobres quedan fuera del
alcance de este estudio. 4 Fuente: base de datos en línea Production Supply and Distribution (PSD) del Departamento de Agricultura de
Estados Unidos (USDA). En México, el ciclo de comercialización 2006-2007 comenzó en octubre de 2006 y
terminó en septiembre de 2007.
3
Desde principios de los años noventa, la producción mexicana ha superado ligeramente al crecimiento de
la población. Sin embargo, durante el mismo periodo se observaron incrementos fuertes en el consumo y
las importaciones totales, en buena medida para satisfacer la demanda de maíz para forraje (Gráfica 2).
Las importaciones, cuya gran mayoría provienen de Estados Unidos, pasaron de 7 por ciento de la
producción interna entre 1991 y 1993 a cerca de 40 por ciento entre 2005 y 2007 y se espera que
aumenten más aún dentro de los próximos cinco años. De manera similar, antes de 1990 el uso como
forraje representó menos de 5 por ciento del consumo total, aunque en la actualidad representa cerca de la
mitad del consumo total y sigue en aumento. Mientras tanto, a pesar del crecimiento de la población, el
consumo humano ha permanecido prácticamente estable desde 1990, debido al lento decremento en el
consumo per cápita.
Los mercados de consumo humano y forrajero en México se distinguen en mercados de maíz blanco y
maíz amarillo (incluyendo el maíz quebrado). El maíz blanco puede actuar como sustituto del maíz
forrajero, en especial si los precios son favorables, pero rara vez se utiliza el maíz amarillo para consumo
humano. Prácticamente toda la producción mexicana consiste en maíz blanco y la mayor parte de las
importaciones son de maíz amarillo y quebrado. Esto sucede, en parte, porque los productores de Estados
Unidos tienen ventaja comparativa en el cultivo del maíz amarillo y en parte debido a que los productores
mexicanos han mantenido su largo historial de cultivo de maíz blanco y de participación en un mercado
familiar. Aunque el gobierno ha seguido aplicando aranceles adicionales a las cuotas para las
importaciones de maíz blanco (excepto al inicio de 2007), México generalmente ha sido autosuficiente en
este cultivo, e incluso ha utilizado parte de su producción como forraje. En 2008 se espera registrar un
superávit de producción de maíz blanco que reducirá los precios y las probabilidades de observar
importaciones significativas de este producto.
4
Gráfica 2. México: producción, consumo e importación de maíz
Fuente: Base de datos PSD del Departamento de Agricultura de Estados Unidos
Nota: Los años se refieren a periodos de comercialización agrícola (Año Agrícola). El AA 2006 comenzó en octubre de 2006 y terminó en
septiembre de 2007. Datos para 2007 proyectados.
En el estudio se encontró que las barreras a la importación de maíz de Estados Unidos ya han sido
prácticamente eliminadas (ver más adelante). En cuanto al maíz amarillo, las importaciones son la fuente
sustancial de suministro para el mercado mexicano, mientras que en el caso del maíz blanco México es
autosuficiente, con excepción de años poco usuales como 2007, en el que fue necesario realizar
importaciones. Estos factores han tenido implicaciones importantes en el proceso de formación de precios
en el mercado mexicano. Si el maíz amarillo y el blanco fueran productos totalmente diferenciados, esta
estructura de mercado implicaría que el maíz amarillo seguiría los precios en Estados Unidos, mientras
que el precio del maíz blanco estaría determinado por las condiciones de oferta y demanda en México. Sin
embargo, aunque no son sustitutos perfectos, ambos mercados están relacionados —hasta cierto punto—
por el lado de la oferta (pues sus requerimientos de producción son muy similares) y por el lado de la
demanda (por medio de la posibilidad de sustitución como alimento para ganado). Lo anterior implica
que, mientras que el precio del maíz amarillo debería seguir de cerca los precios en Estados Unidos, en el
caso del maíz blanco existe margen para que el precio interno muestre cierta desviación de la paridad de
importación (ajustada por los costos de transporte, las diferencias en calidad, etcétera). No obstante, para
ambos productos las condiciones de oferta y demanda en Estados Unidos son muy relevantes, como lo
son las condiciones generales del mercado global.
06/90-92
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2000
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Me
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to
ns (
mill
ion
)
Total consumption
Production
Animal feed
consumption
Human, seed, and
industrial consumption
Imports
Figure 1. Mexican Corn Production, Consumption, and Imports
Source: USDA PSD Database
Note: Years refer to marketing years (MY). MY2006 begins in October 2006 and ends in September 2007. Data for 2007 is projected.
5
Producción mexicana
A diferencia de la industria del maíz en Estados Unidos —relativamente homogénea, a gran escala y
altamente industrializada—, los productores mexicanos muestran diferencias notables, desde el pequeño
productor de subsistencia con rendimientos muy bajos y costos altos, hasta los grandes cultivos de riesgo
con rendimientos y costos comparables a los de los productores de Estados Unidos. Existe también una
gama extrema en términos de uso de tecnología, condiciones de cultivo, costos y competitividad, y menos
de 5 por ciento de los productores mexicanos de maíz son productores comerciales. De los prácticamente
1.9 millones de productores de maíz registrados en PROCAMPO en 2004, más de 55 por ciento tenían
terrenos menores a 2 hectáreas y sólo 4 por ciento tenían más de 10 hectáreas (Cuadro 1). En contraste, de
acuerdo con el Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de Estados Unidos,
una extensión de cultivo típica en Estados Unidos abarca cerca de 270 hectáreas. Aunque incluso en el
curso de un año los datos para México claramente reflejan una tendencia hacia la reducción en el número
de pequeños productores y aumento de los grandes, la fragmentación de la producción sigue siendo una
de las principales limitaciones de la productividad en el sector del maíz.
En comparación con Estados Unidos, los rendimientos promedio en México son mucho menores (y están
creciendo a un ritmo más lento), mientras que el costo promedio de producción es mucho más alto. En la
Gráfica 3 se comparan los rendimientos promedio y la tasa compuesta de crecimiento anual (TCCA) de los
rendimientos para los cuatro principales productores (excluyendo a la Unión Europea, que registra
rendimientos de 6.5 toneladas por hectárea). Otro país destacado es Argentina, el sexto productor más
grande y el segundo exportador en importancia (pues exporta más de la mitad de su producción), que
presenta rendimientos de cerca de siete toneladas por hectárea.
Cuadro 1. Distribución de los productores de maíz por tamaño
Tamaño de la superficie (hectáreas)
Número de productores
2003 2004
1 o menos 530,392 524,811
1 – 2 549,201 522,086
2 – 5 577,594 543,836
5 – 10 207,139 201,416
10 – 18 45,363 45,094
18 – 50 23,882 25,841
50 – 100 3,788 4,359
6
No obstante, los rendimientos promedio en México ocultan una diferencia considerable en los rendimientos
entre la producción de maíz de riego y la de temporal (Gráfica 4). Los rendimientos promedio del maíz de
riego (6.7 toneladas por hectárea) son más del triple que los de la tierra de temporal (2.1 toneladas), además
de estar aumentando con mucha mayor velocidad también. Entre 1996 y 2006, en promedio, 14.5 por ciento
de los cultivos de maíz de riego representaron 36 por ciento de la producción total.5 Tan sólo en Sinaloa,
cuya producción es casi toda de riego, se produjo 20 por ciento del total nacional, 65 por ciento del total de
la producción de riego y los rendimientos promedio resultaron tan altos como los de Estados Unidos.
Otra gran diferencia entre los cultivos de riego y los de temporal estriba en las épocas de producción. En
2006, más de la mitad del maíz de riego se cultivó para la cosecha de otoño/invierno y representó cerca de
88 por ciento de la producción total de esa temporada. En contraste, cerca de 95 por ciento del maíz de
temporal se produjo en la cosecha de verano y representó cerca de 75 por ciento del total de esa
temporada.
5 SIAP.
Más de 100 1,155 1,507
TOTAL 1,938,514 1,868,950
Fuente: Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA), 2006.
7
Gráfica 3. Rendimiento y tasas de crecimiento de los principales productores de maíz del mundo
1
2
3
4
5
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1995
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2002
2003
2004
2005
2006
EU
China
Brasil
México
Mundial*
2.5%
0.8%
2.7%
2.4%
2.4%
CAGRTon/ha
Source: IMCO con información de la FAO
Gráfica 4. Rendimiento y tasas de crecimiento de los principales productores de maíz del mundo
1
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1996
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1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Otoño-riego
Otoño-temporal
Primavera-temporal
Primavera-riego
5%
3.1%
0.8%
0.6%
CAGRTon / ha
Fuente: IMCO con información de Sagarpa del Sistema de Información SIAP
Aunque la irrigación es un elemento crucial para aumentar los rendimientos, no todas las ganancias deben
atribuirse a este factor, ya que tiende también a corresponder a tamaños de explotación agrícola mayores,
niveles de comercialización más altos y mayor uso de la mecanización y otras tecnologías. Además de
aumentar los rendimientos, la irrigación también es crucial en el sentido de que permite cultivar más maíz
(a) durante el invierno; (b) en zonas que no son adecuadas sin riego; y (c) durante temporadas de poca
precipitación. Resulta importante notar que el costo de la producción de riego en México no incluye el del
agua utilizada, que sería una consideración importante para su sostenibilidad y rentabilidad de largo
plazo, al igual que para determinar cómo asignar agua en caso de existir competencia en la demanda de
otros usuarios.
8
Los costos de producción siguen un patrón similar: mientras que el costo promedio en México,
excluyendo subsidios y rentas, es alrededor de 3.5 veces más alto que en Estados Unidos, el costo
promedio para los productores comerciales con tierras de riego es sólo 20 por ciento más alto. Para
muchos de los productores que asumen mayores costos, el cultivo de maíz podría no representar el uso
óptimo o económicamente racional de su tierra. Los productores de subsistencia, e incluso los productores
comerciales en zonas de temporal (donde los costos exceden el promedio nacional) deben realizar gastos
considerables sólo para continuar siendo apenas productivos.
A pesar de la aprobación de la ley que permite la introducción de maíz genéticamente modificado (OGM)
en México, no se ha redactado ni publicado un reglamento que permita realizar pruebas para proceder
como primer paso hacia su autorización para uso comercial. Las variedades híbridas no modificadas
genéticamente, que también han demostrado su capacidad para aumentar los rendimientos, se utilizan
para la mayoría de los cultivos en Sinaloa pero no han sido adoptadas extensamente en la mayoría de las
demás zonas debido a una combinación de asuntos legales y técnicos. Sin embargo, se espera que su uso
se incremente gracias a la promulgación en abril de 2007 de la Ley sobre Producción, Certificación y
Comercio de Semillas que trata muchos de los temas legales y de comercialización que conciernen a las
semillas híbridas.
Renglones como el transporte, el almacenamiento y la comercialización representan otra fuente de cuellos
de botella y costos innecesariamente altos para el cultivo del maíz en México. Las grandes distancias
entre los campos de cultivo y los centros de consumo, la dependencia de los costosos servicios de
transporte, la inadecuada estructura vial y la falta de conexiones ferroviarias de última milla, falta de
interconexión de centros de transporte clave como puertos y mercados dificultan la creación de un
mercado integrado en el que los inventarios puedan transportarse de manera económica entre los
diferentes centros de producción y consumo. Asimismo, México tiene una red de almacenamiento que no
cumple los requisitos mínimos y que carece de competencia y de instrumentos eficaces para financiar
inventarios en las bodegas.
Principales conclusiones
Integración de los mercados. En la práctica, la integración del mercado de maíz entre México y Estados
Unidos es prácticamente total, ya que México aceleró el periodo de transición al ampliar sus cuotas libres
de arancel a fin de satisfacer la demanda interna. Con ello, la eliminación formal de las barreras
arancelarias no afectará los precios de manera significativa en los centros de consumo de México, así
como tampoco incidirá sobre las tendencias principales de consumo o de comercio. A pesar de que los
aranceles sobre el excedente de la cuota se encontraban vigentes en principio sólo para las importaciones
de maíz blanco, se podría esperar que el impacto sobre los aranceles finales, de existir, sea limitado, pues
México ha sido prácticamente autosuficiente en la producción de maíz blanco, y se prevé que continúe
así. A pesar de existir cierto grado de sustitución entre el maíz blanco y el amarillo, este segundo se
prefiere como forraje, observándose un acelerado aumento de la demanda.
9
Impacto sobre el TLCAN. El informe muestra que la integración del mercado norteamericano de maíz ha
incrementado las importaciones de México y reducido significativamente los precios del producto. Este
aumento de las importaciones, de las cuales prácticamente la tercera parte consisten en maíz forrajero,
también han mejorado los patrones de consumo de alimentos al reducir el costo de la cría de pollo, puerco
y huevo, con lo que se ha incrementado la demanda por estos productos animales mientras que se ha
reducido el consumo de la tortilla per capita. Por ello, sin estas importaciones de maíz estadounidense a
gran escala y libres de impuesto, México experimentaría una pérdida general de bienestar, un decremento
en el PIB agrícola y un deterioro en la dieta para la mayoría de los mexicanos ya que muchas cadenas
pecuarias serían inviables y el precio del maíz sería mucho más alto. En un escenario tal, no sólo
aumentaría el precio del maíz sino el de la tortilla, así como el de otros bienes que utilicen maíz como
insumo o inclusive que compitan con el en términos de la asignación de tierras de cultivo y del uso de
otros insumos de producción. Además del efecto sustitución que generaría por sí mismo un mayor precio,
la pérdida de ingreso real a partir del aumento de los mismos alejaría la dieta mexicana de los “bienes
superiores” ocasionando pérdidas económicas significativas en las industrias del puerco, el pollo y el
huevo.
Consumo y demanda. A pesar de que el consumo per cápita está cayendo, la demanda total se ha
mantenido estable, pues cabe contemplar que el maíz sigue siendo el bien agrícola más importante en
México, además de ser el producto que representa el mayor porcentaje de la dieta mexicana promedio. Al
mismo tiempo, no se espera que el acelerado aumento en la demanda por maíz amarillo como forraje se
debilite en el futuro previsible, lo que llevará a un aumento en la demanda general por maíz y en la
relación entre las importaciones y la oferta total. Aunque se espera que los precios aumenten en el corto
plazo a medida que los mercados se ajusten al incremento en la demanda por etanol de maíz y mayor
consumo de la de India y China, se proyecta que los precios en el mediano plazo comenzarán a reducirse
de nuevo, sin embargo los nuevos precios serán más altos que los de 2006 , lo que sugiere un nuevo nivel
de precios para el futuro.
Rendimientos y costos. El rendimiento promedio en México es de menos de una tercera parte del de
Estados Unidos, mientras que los costos son tres veces mayores. Sin embargo, los rendimientos y costos
de las explotaciones de riego y a mayor escala se encuentran a la par con los de los productores en
Estados Unidos. De hecho, con mejorías marginales, estas explotaciones podrían incluso competir en
mercados estadounidenses. Entre los productores de bajo costo y alto rendimiento, una limitación crucial
para aumentar la producción y la competitividad es la falta de maíz genéticamente modificado en México.
En general para la producción de maíz, la eficiencia y la productividad están viéndose limitadas por la
fragmentación y las reducidas superficies de cultivo con que cuentan los productores, así como por la
lenta expansión de la producción de riego, la subutilización de tecnología (incluyendo OGM y semillas
híbridas) y el uso de tierras que no convienen al cultivo del maíz. Una gran mayoría de los productores
mexicanos se dedica al cultivo de subsistencia y está limitada por buena parte de estas dinámicas, aunque
enfrentan diferentes prioridades y limitaciones con respecto a los productores comerciales sobre todo en
la manera de tratarlas.
Agua. En el caso de los productores comerciales a gran escala con explotaciones de riego, el valor
económico del agua puede llegar a ser equivalente al de todos los demás costos de producción
10
combinados, aunque en la actualidad sólo paguen los costos de transacción (e incluso estos están sujetos a
un subsidio por el bajo precio de la electricidad6). La escasez de agua, el impacto ambiental del uso de la
misma y la competencia que representa la demanda de otros sectores podría afectar en el largo plazo la
sostenibilidad de la producción y la competitividad de los cultivos de riego si no se tratan adecuadamente
los temas de asignación de usos y establecimiento de precios.
Transporte y almacenamiento. Renglones como el transporte, el almacenamiento y la comercialización
representan otra fuente de cuellos de botella y costos innecesariamente altos para el cultivo del maíz en
México. Las grandes distancias entre los campos de cultivo y los centros de consumo, la dependencia de
los costosos servicios de transporte, la inadecuada estructura vial y la falta de conexiones ferroviarias
directas con centros de transporte clave como puertos y mercados dificultan la creación de un mercado
integrado en el que los inventarios puedan transportarse de manera económica entre los diferentes centros
de producción y consumo. Asimismo, México tiene una red de almacenamiento que no cumple los
requisitos mínimos y que carece de competencia y de instrumentos eficaces para financiar inventarios en
las bodegas. La competitividad de los productores mexicanos también resulta menor con respecto a las
importaciones de Estados Unidos debido a que prácticamente todas las importaciones llegan por
ferrocarril o barco, mientras que la mayor parte del movimiento interno de la producción mexicana se
realiza por medio de camiones a un mayor costo.
Opciones de política
Importaciones de países fuera del TLCAN
A pesar de que Estados Unidos generalmente es el productor de maíz a menor costo, el incierto impacto
de la demanda por etanol, la producción de jarabe de maíz alto en fructosa, la especulación en el mercado,
los déficit en las cosechas y otros elementos podrían llevar a observar picos en el precio del maíz y la
tortilla que tienen un efecto particularmente alto entre la población pobre. En respuesta a la "crisis de la
tortilla" de principios de 2007, el gobierno firmó un acuerdo con los productores y los comercializadores
de maíz para llegar a un precio máximo acordado para la tortilla, permitiendo más importaciones de
países ajenos al TLCAN, como Sudáfrica. Sin embargo, este tipo de medidas ad hoc tomadas como
respuesta a la crisis no constituyen una política viable a largo plazo. Una opción estratégica para
minimizar el problema en el futuro consistiría en reducir las barreras comerciales que en la actualidad
desalientan el desarrollo de la diversificación en términos de las fuentes de suministro. En este contexto,
Argentina, por ejemplo, es un país productor de bajo costo además de ser el segundo exportador de maíz
amarillo del mundo. Si México fuera un mercado atractivo, parte de la producción argentina podría
cambiarse a maíz blanco, pero las importaciones de Argentina están sujetas en la actualidad a un arancel
de 194 por ciento, con lo que pierden toda competitividad. Si se redujera el arancel o se estableciera al
menos una cuota con arancel mínimo, con términos más atractivos que a los que se sujetan las
importaciones de Estados Unidos o Canadá, los importadores podrían también recurrir a esta fuente.
Asimismo, existen otras opciones para reducir las barreras en este mercado de manera más integral y que
podrían resultar incluso más eficaces.
6 Los subsidios al precio de la electricidad han sido tema de trabajo continuo por parte del Banco Mundial.
11
Las medidas que se presentan a continuación son formas en las que el gobierno podría reducir las barreras
a la diversificación de fuentes de suministro. Estas medidas se presentan clasificadas en orden decreciente
con respecto a su beneficio potencial:
Eliminar permanentemente las barreras no arancelarias y eliminar los aranceles sobre bases de
nación más favorecida para las importaciones de todos los países.
Eliminar permanentemente las barreras no arancelarias y eliminar los aranceles a la importación
de países específicos (por ejemplo, sólo a las importaciones de Argentina o de Sudáfrica).
Establecer permanentemente una cuota con arancel mínimo o nulo para las importaciones de
ciertos países.
Contar con un plan de contingencia para aplicar sin demora una de las medidas precedentes en
caso de escaladas de precios en el mercado de Estados Unidos.
Las medidas permanentes generarían una mayor certidumbre, permitiendo la posibilidad de una mejor
planeación por parte de los importadores del sector privado y de los usuarios de maíz. Asimismo, las
opciones más integrales abrirían el camino a mayores oportunidades de diversificación.
Transporte
Los obstáculos que impiden un transporte de maíz eficiente y eficaz en función de su costo desde las
zonas de producción hacia los mercados así como entre los distintos mercados, contribuyen a incrementar
los precios al consumidor, reducen la competitividad de los productores mexicanos en los mercados a los
que los productores estadounidenses tienen acceso ferroviario, generan variaciones regionales excesivas
en los precios e impiden que los productores de bajo costo compitan en centros de consumo más distantes
(incluyendo a los mercados de Estados Unidos). Por ello, resulta necesario mejorar las condiciones en tres
aspectos: transporte ferroviario y en camión y la eficiencia en puertos y fronteras.
Es necesario realizar mejoras en México para tratar las limitaciones relacionadas con el transporte
terrestre, incluyendo (a) el aumento de la inversión en carreteras; (b) la optimización de la capacidad de
carga en los camiones; (c) permitir que las flotas de transporte lleven carga en los viajes de regreso; (d)
creación de incentivos para renovar la flota de carga; (e) aumentar la competencia en el sector; (f) generar
información de mercado para contribuir a comprender la demanda, los cuellos de botella y la ubicación y
precios del transporte de carga; y (g) modernizar aduanas, puentes, puertos y la infraestructura de
exportación relacionada con el transporte carretero.
En algunas zonas, en especial en centros de consumo con mayores costos de transporte, también resulta
crucial mejorar los sistemas ferroviarios, incluyendo (a) la construcción de infraestructura ferroviaria que
establezca “servicios de última milla” que vincule directamente las principales vías férreas con puertos,
almacenes y otras ubicaciones clave, con lo que se eliminaría la necesidad de transporte intermedio; (b)
encontrar mecanismos de reciprocidad para evitar la pérdida de carga debida a desacuerdos; (c) establecer
tarifas para diferentes cargas y volúmenes (d) crear instalaciones intermodales; y (e) habilitar las vías para
soportar el peso de los carros de ferrocarril normales en Estados Unidos.
Las opciones de política para mejorar la eficiencia en puertos y fronteras incluyen (a) la reducción de los
trámites burocráticos; (b) ofrecer instalaciones y personal adecuado; (c) mejorar los procedimientos de
12
inspección; (d) mejorar la coordinación entre las diversas autoridades; y (e) planear para periodos de
máximo tráfico y tránsito. En el sitio del IMCO en Internet se presenta información más detallada.
Cabe advertir que, aunque la reducción en los costos del transporte mejora la competitividad en general,
también pueden llevar a reducciones en los precios en zonas deficitarias en granos, con los posibles
efectos adversos que ello podría generar en estas zonas. La información sobre costos regionales de
producción que se presenta en estas notas podría contribuir a identificar las zonas que sufren de altos
costos y déficit de granos al mismo tiempo, a las que se les podría prestar atención particular. Es claro que
sería necesario cuantificar las pérdidas potenciales para determinar si su nivel justifica la intervención.
Almacenamiento
Aunque es necesario mejorar la calidad de las instalaciones de almacenamiento y el nivel de competencia
entre ellas, las reformas más importantes en este renglón consisten en mejorar las regulaciones que rigen
estos establecimientos y crear nuevos mecanismos de financiamiento de inventarios. Con ello se
reducirían los costos de transacción, mejoraría la liquidez en el mercado mexicano de maíz, el maíz
mexicano sería más atractivo para los compradores y contribuiría a crear incentivos para mejorar otros
aspectos de las instalaciones de almacenamiento. En la actualidad, debido principalmente al deficiente
funcionamiento del sistema de recibos de almacén que dificulta el uso como colateral de los bienes
depositados, los proveedores mexicanos se han visto limitados por un sistema de pago en efectivo,
mientras que los proveedores estadounidenses tienen acceso a mecanismos de financiamiento que les
permiten utilizar sus inventarios como colateral, con lo que difieren pagos y ofrecen condiciones más
atractivas a los compradores.
De acuerdo con la ley vigente, el sistema de permisos emitidos por el gobierno limita el número de
establecimientos (llamados almacenes generales de depósito) en operación. Con ello se limita la
competencia, se cubren costos de transacción innecesariamente altos y se reducen los incentivos y la
capacidad para minimizar el costo de los inventarios u ofrecer mecanismos más atractivos para financiar
las compras de maíz en el tiempo. Una de las opciones de política clave que se recomiendan en este
informe reside en considerar una nueva ley para los almacenes rurales, con el objeto de (a) reducir las
barreras de entrada al mercado para permitir un mayor nivel de competencia; (b) crear un sistema
transparente de información pública sobre precios e inventarios; y (c) permitir la emisión de vales de
almacén negociables y endosables como mecanismo financiero para las mercancías depositadas. Al
mismo tiempo, la ley debería mantener un nivel eficiente de supervisión y regulación financiera que
garantice la integridad de los instrumentos financieros emitidos por los almacenes, papel que en la
actualidad desempeña la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. En 2004, la SAGARPA propuso una
reforma integral del sistema de otorgamiento de permisos y regulación de almacenes, aunque las opciones
propuestas necesitan analizarse. Un posible modelo para la reforma sería el del sistema de "reportos" en el
sector azucarero, que permite a los productores recomprar el vale de su inventario en cierto momento
mediante el pago al comprador de una prima por conservar este vale. De este modo, los productores
pueden almacenar su cosecha y venderla cuando el mercado presente condiciones favorables.
También deberían considerarse los mecanismos relacionados con los mercados de almacenaje han
demostrado ser exitosos en otros países, como la Cédula de Productos Rurales (CPR) de Brasil, que es un
bono emitido por los productores agrícolas, las asociaciones campesinas y las cooperativas para obtener
13
financiamiento para la producción. La CPR se explica con más detalle en el cuerpo del informe,
comentándose las posibles variaciones y los beneficios que representa. Baste decir aquí que la CPR
básicamente proporciona financiamiento para el cultivo de la cosecha y administra el riesgo de precios del
productor al vincular la deuda con el producto, con lo que se transfiere el riesgo de precios al comprador.
Los corredores de mercancías y la agroindustria también se benefician por medio de la garantía y la mejor
planeación con respecto al suministro del producto. El atributo más importante de la CPR es, con mucho,
la reducción del riesgo que asumen los compradores, ya que ofrece la posibilidad de resolver disputas
fuera de los tribunales en caso de incumplimiento o violación de las condiciones del contrato. No
obstante, para que este proceso funcione el poder judicial debe estar preparado para garantizar el éxito de
estas demandas, además de contarse con seguros tanto agrícolas como de créditos sostenibles y accesibles
a fin de mitigar los riesgos.
Política hidráulica
Como se describió anteriormente, el riego no sólo mejora los rendimientos, sino que permite la expansión
de la producción de maíz tanto desde el punto de vista geográfico como desde el estacional. Sin embargo,
el costo de la producción de riego en México no contempla el costo del agua, por cuyo suministro los
productores sólo deben pagar los costos de bombeo y de transacción, e incluso estos cuentan con subsidio
por medio de los precios de la electricidad, que son inferiores a los de mercado. La política de asignación
y precios del agua es un renglón cuya revisión es crucial, ya que (a) en la actualidad no capta los costos
ambientales, económicos o sociales del recurso, ni tampoco equilibra la demanda agrícola con la de otros
sectores y (b) resulta clave tanto para la sostenibilidad de la producción como para la competitividad de
los productores. Es necesario asignar el precio del agua de manera adecuada, a fin de fomentar la
producción de cultivos que tengan el máximo valor agregado para la sociedad en general lo que, en
algunos casos, podría significar impulsar a los productores a cambiar de cultivos de bajo valor como el
maíz o el frijol hacia cultivos de mayor valor. Existe una serie de opciones para asignar valor económico
al agua. Una de ellas consiste en que el sector público cobre el precio apropiado para el agua que se
obtiene mediante inversiones públicas (presas y grandes proyectos de irrigación). Sin embargo, otras
opciones -como asignar derechos comerciables de agua (sin costo para el receptor)- también imponen un
precio al agua y fomentan su conservación y uso eficiente, mientras que no imponen costo alguno para los
usuarios iniciales del agua. De cualquier forma, un primer paso positivo consistiría en eliminar los
subsidios implícitos que en la actualidad se otorgan al uso de electricidad para bombeo (la llamada Tarifa
9) que fomentan el uso excesivo del agua.
Tecnología, biotecnología y maíz genéticamente modificado
El factor principal que afecta la competitividad de los productores mexicanos estriba en que la mayoría de
las zonas de cultivo de maíz son menores y aumentan con más lentitud que en los países con los que
México compite. Para aumentar la productividad se requiere mejorar la tecnología en general e incorporar
la biotecnología en particular. La tecnología que no trata con organismos genéticamente modificados
(OGM) podría resultar tener un mayor potencial para mejorar la productividad de muchos agricultores
mexicanos que los OGM. No obstante, muchos de los temas de política que en el pasado han creado
obstáculos para el desarrollo de este mercado se han resuelto con la aprobación de la nueva ley sobre
semillas. Ahora es necesario enfocar la atención en las políticas relacionadas con los OGM. A pesar de
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reconocer que en el caso de los OGM primero es necesario implementar un marco regulatorio que incluya
las salvaguardas contra riesgos ya conocidos, en el informe se argumenta que debe darse una prioridad
alta a la implementación y operación del proceso regulatorio requerido para introducir el maíz
genéticamente modificado. La ley mexicana exige que antes de permitir el uso comercial de variedades
genéticamente modificadas estas deben (a) someterse a pruebas en una etapa experimental en centros de
investigación; y (b) sembrarse fuera de los centros de investigación en el contexto de un programa piloto
bajo supervisión estricta durante un año. El proceso completo, desde la obtención de los permisos
iniciales hasta el levantamiento de la primera cosecha comercial, llevaría tres años.
Al aplicar modelos para medir el impacto del uso de OGM en la producción comercial de maíz mexicano
se encontró que los rendimientos aumentarían, en promedio, 13 por ciento y los costos se reducirían en 14
por ciento. Esto no sólo mejoraría la competitividad y reduciría los precios en los centros de consumo en
México, sino también haría posible que los productores de bajo costo en algunas zonas compitieran por
hacer negocios con las plantas de etanol en Estados Unidos o que llevara al establecimiento de más
plantas de etanol de exportación en México.
También es necesario continuar con el desarrollo y el fomento de otras tecnologías y prácticas que están
siendo exploradas por parte de productores comerciales en México para reducir costos y aumentar
rendimientos, tales como el uso de semillas mejoradas, técnicas de irrigación, fertilizantes biológicos,
mecanización y rotación de cultivos. Entre las medidas recomendadas para lograr lo anterior se incluye el
otorgamiento de permisos para experimentación, hacer más transparente el financiamiento para
investigación y desarrollo, permitir que los productores se organicen y accedan a estos fondos con más
facilidad e incorporar al sector privado en las estrategias de transferencia de tecnología. Entre los pasos
específicos se encuentran los siguientes:
Fomentar las asociaciones entre sector público y privado (como, por ejemplo, con el INIFAP) a
fin de desarrollar tecnologías a la medida de las variedades de maíz y las regiones donde se
cultiva, así como para acceder a nichos de mercado.
Fomentar las asociaciones de productores para financiar proyectos de tecnología y distribuir
semillas. La motivación para formar estos grupos requiere de la total autonomía de las
instituciones públicas de investigación, que cuenten además con consejos directivos
independientes que representen a los principales grupos de interés.
Realizar campañas sólidas de información y capacitación para los ejidatarios y propietarios de
agronegocios acerca del uso de nuevas variedades y tecnologías de producción de maíz para
contribuir a diseminarlas, así como programas de actualización para trabajadores agrícolas
desplazados por las nuevas tecnologías.
Generar la disponibilidad de los fondos públicos de investigación por medio de mecanismos
competitivos y contractuales para fomentar la participación y la rendición de cuentas. Este
mecanismo podría generar más interacción entre la academia, el sector público y el privado en
aras de la difusión y la transferencia de tecnología.
Específicamente en el caso de los OGM, México podría fortalecer su propia capacidad de investigación
mediante la creación de un sistema conjunto de investigación agrícola con otros países clave de América
Latina o establecer vínculos más cercanos con las instituciones existentes del Grupo Consultivo sobre
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Investigaciones Agrícolas Internacionales (CGIAR, por sus siglas en inglés) como el Centro Internacional
de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Sin embargo, debido a que el sector privado cuenta con un
modelo y un historial mucho más sólidos en términos de la entrega y fomento de OGM, los objetivos
clave del gobierno en cuanto a facilitar los esfuerzos privados deberían consistir en (a) reducir los costos
de transacción de la entrada al mercado y en especial de la obtención de permisos de bioseguridad; (b)
proteger los derechos de propiedad intelectual; y (c) contribuir al crecimiento y la profundización de los
mercados de semillas con la participación de los productores.
Asimismo, es necesario modificar algunos de los programas que integran Alianza Contigo para fomentar
la transferencia de tecnología. Entre las medidas principales, destacan las siguientes:
Fortalecer la motivación de los prestadores privados de servicios técnicos —que en la actualidad
representan el eslabón más débil de la cadena— ofreciéndoles contratos más largos, empleos más
seguros y mayores incentivos económicos y morales para realizar un buen trabajo.
Cambiar el proceso de selección de proyectos de manera que las decisiones de financiamiento se
basen en consideraciones de calidad y eficiencia en función de costos en lugar de sobre bases de
atención según el orden de llegada y de contar con la documentación más completa.
Por último, tanto para el maíz como para los otros sectores, el fomento de la descentralización de la
política rural podría contribuir a la transferencia de tecnología mediante la obligación para los gobiernos
de los estados de internalizar todos los costos y beneficios, con lo que se promovería la eficiencia y la
equidad en el uso de recursos. Por ejemplo, al transferir a los estados la mayor parte de los fondos de los
programas de investigación y desarrollo orientados a la producción en forma de subvenciones en bloque
se facilitaría la aplicación de un enfoque más local del desarrollo rural. El gobierno central aún se
reservaría cierto nivel de fondos para realizar trabajos de investigación y desarrollo a nivel nacional que
se consideraran de naturaleza estratégica.
Aprovechar las economías de escala
Una de las principales características de la producción de maíz en México es el alto grado de
fragmentación del terreno de cultivo que se debe, entre otras cosas, a un largo historial de rigideces en el
mercado de tierra. Un mercado de tierra fluido debería, en principio, alentar la consolidación eficiente
pero, incluso las reformas constitucionales de 1992 sólo han tenido un éxito limitado en el desarrollo de
este mercado. De acuerdo con información proporcionada por la SAGARPA (según consta en registros de
Procampo), en 2003 existían 1.9 millones de productores de maíz en el país7. Más de 85 por ciento de
ellos trabaja en superficies que no llegan a las cinco hectáreas, mientras que cerca de 57 por ciento tienen
extensiones menores a las dos hectáreas. En Veracruz y Oaxaca, más de 75 por ciento de los productores
tenían un tamaño menor a las dos hectáreas. Incluso en Jalisco y Sinaloa, los estados menos
fragmentados, sólo 57 por ciento y 45 por ciento de los productores, respectivamente, contaban con más
de cinco hectáreas.
7 A pesar de que los registros de Procampo para 2005 muestran 1.6 millones de productores, el padrón de 2003 es
más confiable, de acuerdo con las autoridades de ASERCA.
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A pesar del poco análisis al respecto del impacto del creciente tamaño de la tenencia de tierras sobre el
costo de producción en México, un análisis del FIRA de un programa piloto para productores de trigo en
Sonora concluyó que el aumento de la tenencia promedio de tierras en zonas de riego de 2.4 a 7 hectáreas
resultaba en ahorros de costos de 17 por ciento en promedio. Las economías de escala fueron
especialmente altas en la preparación de la tierra y el control de plagas y plantas invasivas.8
Sin embargo, a fin de lograr un mejor funcionamiento de los programas dirigidos a lograr economías de
escala, es necesario (a) establecer contratos agrícolas de manera que se garantice a los productores parte
de la demanda; (b) establecer mecanismos de aseguramiento y cobertura de precios; (c) hacer las
garantías financieras accesibles a los productores; (d) que el gobierno fomente la prestación de servicios
de asistencia técnica; (e) hacer disponibles insumos y servicio; y (f) que la ley fomente la integración
vertical de las cadenas de suministro, lo que requerirá modificar la Ley para la Organización de
Cooperativas y de Asociaciones Agrícolas.9
Aunque se requiere un análisis caso por caso para cada situación, un buen punto de partida para la mayor
parte de las zonas productoras de maíz comercialmente viables sería el de fomentar que las asociaciones
de productores obtengan un mejor acceso al crédito, la información y los contratos agrícolas. Este
esquema ya se encuentra en funcionamiento entre un grupo de más de 700 productores de la
Confederación Nacional Campesina (CNC) en Sonora y Sinaloa, con 5,000 hectáreas de tierra, que como
grupo han ganado acceso a mejores condiciones de crédito y seguros, tienen la posibilidad de comprar
fertilizantes y pesticidas a precios de descuento e incluso han firmado algunos contratos agrícolas de
forma anticipada. Un aspecto interesante de este modelo, que se basa en la experiencia europea conocida
como “asociación con participación” reside en que algunos productores que sólo alquilan la tierra han
dado a los propietarios el incentivo de mantenerla y mejorarla al compartir con ellos una pequeña parte de
las utilidades que obtienen quienes la explotan.
Reconversión
En muchas de las zonas más ineficientes en el cultivo de maíz la reconversión hacia cultivos más
productivos resulta de importancia crucial. Sin embargo, esta no es tarea fácil, en especial en el caso de la
agricultura de subsistencia, por lo que las recomendaciones específicas al respecto quedan fuera del
alcance de esta nota. Una de las consideraciones clave consiste en la realización de un análisis de
“densidades económicas” (es decir, el rendimiento por hectárea producto de diferentes usos), aunque no
es la única. Aún así, el uso del concepto de “densidad económica” es por lo menos un primer paso hacia
la inclusión del análisis económico en las recomendaciones de reconversión, más que sólo considerar la
conveniencia agroclimática, como ha sucedido algunas veces en el pasado. Debido a que la reconversión
8 FIRA, Proyecto de compactación de tierras para la producción de trigo en el Valle del Yaqui, Tetabiate empresa
social, S.P.R. de R.L, 2005
9 El proyecto para esta ley, presentado ante el Senado en 2002, busca democratizar las organizaciones agrícolas y un
papel más activo en el diseño de políticas agrícolas y las prácticas correspondientes. También considera la
integración de cadenas de suministro para impulsar un mayor nivel de inversión y reducir el riesgo para los
productores a nivel individual. La propuesta fue rechazada por la Comisión de Desarrollo Rural del Senado sin
haber sido discutida ante el pleno, sin haberse presentado nuevas propuestas de reforma desde entonces.
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de cultivos requiere de inversión, asistencia técnica e información de mercado considerables, un plan
exitoso en este sentido deberá basarse en un análisis costo-beneficio que incluya un padrón de la tierra
arable, su uso actual, el acceso a los mercados y los posibles usos alternativos de la superficie,
considerando el tipo de tierra, la precipitación pluvial, la geografía, la tecnología, la tenencia de la misma,
el aspecto demográfico y los precios.
La tecnología también ha cumplido una función importante en la reconversión, incluyendo instancias
como el uso de semillas mejoradas, cultivos más resistentes e invernaderos, que han presentado una serie
de resultados muy exitosos para productores y trabajadores. Es necesario que los futuros programas de
investigación o los patrocinados por el gobierno orientados a reconvertir tierras incluyan un componente
tecnológico. Sin embargo, las inversiones y los riesgos aceptables para un productor comercial pueden no
resultar convenientes para un campesino de subsistencia con pocas oportunidades de mercado que
depende de su tierra para producir maíz que posteriormente convierte en tortillas.
18
Mercados financieros
Con la crisis del sector financiero, el crédito rural se desplomó y aún no se ha recuperado. Cabe destacar
que el principal problema en este sentido no es la falta de liquidez. Los Fideicomisos Instituidos en
Relación con la Agricultura (FIRA), uno de los principales fondos creados para otorgar crédito en el
mercado agrícola aún no invierten una gran parte de sus recursos debido, por un lado, a que no se percibe
que los productores presenten proyectos factibles y, por otra, a su limitado colateral, consecuencia del
bajo valor de la tierra en el costo total de producción. La migración gradual de los programas de apoyo de
los subsidios hacia las garantías podría mejorar la solvencia crediticia de los productores, por lo que debe
continuar fomentándose. Por otro lado, el desarrollo de un mercado de vales de almacén y bodega con
buen funcionamiento también contribuirá a mejorar la capacidad de los productores para ofrecer colateral,
como ya se mencionó.
Los costos de transacción en el procesamiento del crédito pueden reducirse si se cuenta con programas
multianuales de crédito que permitan a los productores contar con acceso a crédito en ciertas regiones y
para ciertos cultivo sin necesidad de cumplir demasiados trámites burocráticos cuando se requieran, en
lugar de tener que pedir dinero prestado a familiares y amigos a tasas más altas mientras esperan la
aprobación del crédito solicitado.
Otra manera de mejorar la solvencia crediticia reside en aumentar la calidad de los instrumentos de
aseguramiento disponibles para los productores. En este sentido, se está desarrollando o poniendo a
prueba una serie de productos innovadores que mejoren el seguro tradicional de cosechas. 10
Otra opción
consiste también en tomar como objetivo las políticas de seguro de ingresos en lugar de sólo el seguro
sobre la cosecha. En otras palabras, asegurar tanto la cantidad como el precio, lo que requeriría realizar
cambios regulatorios en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Un proyecto conjunto entre
ASERCA y Agroasemex (la institución gubernamental de seguros agrícolas) podría contribuir a la
creación de este tipo de instrumento.
Mejorías en la inteligencia de mercado
La integración del mercado norteamericano del maíz crea nuevas oportunidades para los productores, en
especial en lo correspondiente a la venta de productos únicos y de alto valor para la población hispana de
Estados Unidos. México ha recurrido poco a su ventaja comparativa en nichos de mercado como el del
maíz azul, el rojo, el huitlacoche (hongo del maíz) y los alimentos especiales como tortillas secas y
tostadas. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades de mercado los productores necesitan contar
con más información acerca de las preferencias y los hábitos de los consumidores, al igual que saber
cómo satisfacer las demandas de los mismos, ubicar un producto en el mercado global, administrar
recursos, minimizar costos, maximizar utilidades y utilizar nuevas tecnologías de la información para
apoyar una toma de decisiones eficiente.
10
El modelo tradicional de aseguramiento de cosechas —que reembolsa las pérdidas con base en reclamaciones
individuales— tiene una serie de defectos que limitan su utilidad, en especial en los países en desarrollo. Para
opciones innovadoras, véase Banco Mundial, 2005, Managing Agricultural Production Risk: Innovations in
Developing Countries, Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural y Banco Mundial, Rural Finance
Innovations, Topics and Case Studies, Informe No. 32726-GLB, Banco Mundial, abril 2005.
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La información de mercado tiene algunas características de bien público pero, en los mercados con
desarrollo adecuado las empresas de eslabones más lejanos en la cadena de suministro tienen la capacidad
de ofrecer a los productores niveles considerables de información y capacitación. No obstante, resulta
importante mejorar el sistema de inteligencia de los mercados públicos a fin de ofrecer este tipo de
información y habilidades a los pequeños productores agrícolas y agronegocios que en la actualidad no
tienen un nivel adecuado de integración en las cadenas de suministro. La Secretaría de Agricultura y los
FIRA no proporcionan información sobre nichos de mercado para el maíz en México o en Estados
Unidos. Un buen modelo de este tipo de sistemas es Fundación Chile, que trabaja con el sector público y
el privado en Chile para desarrollar y ampliar los mercados extranjeros para los productores a pequeña
escala. La clave de su éxito ha sido contar con un personal profesional altamente capacitado y con la
compensación adecuada. En contraste, la Secretaría de Agricultura en México sólo cuenta con un sistema
de información limitado, ineficiente y carente del personal necesario que no goza de los recursos o la
capacidad para ofrecer información sobre mercados potenciales, tendencias de consumo, tecnología de
comercialización y otros temas necesarios para fomentar la competitividad agrícola.
Formación de consensos para sobrellevar la incertidumbre del cambio climático
El diseño de políticas a largo plazo en todos los mercados agrícolas tendrá que enfrentar un gran nivel de
incertidumbre, destacando todo lo relacionado con el espectro del cambio climático. Es posible que
México sufra especialmente con la reducción en la disponibilidad de agua, con las series consecuencias
que ello tendría para su producción agrícola en general11
. Sin embargo, las implicaciones de lo anterior
para la competitividad en el mercado del TLCAN no son claras, ya que también se espera que se vean
afectadas algunas de las zonas más productivas de Estados Unidos sin olvidar que el impacto sobre los
mercados globales apenas está comenzando a ser analizado. Dada la enorme incertidumbre que
involucran todas estas predicciones, el camino más prudente para el gobierno sería probablemente el de
establecer desde un inicio un proceso de consulta con las partes interesadas para vigilar y analizar la
evidencia sobre los efectos del cambio climático a fin de ubicarse a la vanguardia de los acontecimientos
más recientes y comenzar a alcanzar consensos sobre las medidas de política y las inversiones necesarias
para el caso.
11
El impacto en los países de América Latina y el Caribe se analizará a profundidad en el próximo estudio general
del Banco Mundial sobre la región.