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INSTITUCIONES Y PROGRAMAS DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE ADULTOS EN EL DESARROLLO ESPAÑOL: LA FORMACIÓN PROFESIONAL ACELERADA DE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL (1957-1972) MICAELA BUNES PORTILLO (*) RESUMEN. En el artículo se realiza un breve recorrido por las primeras experien- cias sistemáticas de Formación Profesional de Adultos llevadas a cabo en España, materializadas en instituciones y programas que desplegaron una intensa actividad formativa con métodos innovadores y una importante movilización de recursos eco- nómicos y humanos. Entre ellas destaca la Formación Profesional Acelerada de la Organización Sindical (1957-1972), pionera y rigurosa experiencia formativa que muy pronto se vio imperfectamente imitada por otras instituciones y programas de mayor alcance. La España del desarrollo es el período histórico en el que cumplen su ciclo vital todas ellas, coincidiendo su práctica desaparición con la crisis económica y con el comienzo de la transición democrática. INTRODUCCIÓN Algunas de las experiencias formativas que se ocuparon de llevar a cabo la en- tonces urgente tarea de cualificar profe- sionalmente a la población activa en nuestro país cumplieron su ciclo vital en el período histórico que comienza con los cambios estructurales que, en materia económica, se materializan en los años cincuenta, posibilitadores del desarrollo posterior y de los que ya nos separa casi medio siglo. La España del desarrollo se constituyó en marco político, social y económico excepcional, dentro del cual se pudo contemplar tanto el entusiasmo inicial con el que se celebró el nacimiento y expansión de la Formación Profesional de Adultos', como su posterior declive y práctica desaparición, al menos, como instrumento ole una ampulosa política de promoción social. La FP de Adultos aparece en España tardíamente. La razón fundamental fue su también tardía transformación económi- ca. La España tradicional, fundamental- mente agraria, se transformaba vertigino- samente en país industrial en un tiempo récord. La población se concentraba poco a poco en los grandes núcleos urbanos. La (*) Consejería de Educación y Cultura (Murcia). (1) FP de Adultos en adelante, para distinguirla de la Formación Profesional Acelerada de la Organiza- ción Sindical, FPA, que focalizará la atención de estas páginas. Revista de Educación, núm. extraordinario (2000), pp. 359-374 359

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INSTITUCIONES Y PROGRAMAS DE FORMACIÓN PROFESIONAL DEADULTOS EN EL DESARROLLO ESPAÑOL: LA FORMACIÓN PROFESIONAL

ACELERADA DE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL (1957-1972)

MICAELA BUNES PORTILLO (*)

RESUMEN. En el artículo se realiza un breve recorrido por las primeras experien-cias sistemáticas de Formación Profesional de Adultos llevadas a cabo en España,materializadas en instituciones y programas que desplegaron una intensa actividadformativa con métodos innovadores y una importante movilización de recursos eco-nómicos y humanos. Entre ellas destaca la Formación Profesional Acelerada de laOrganización Sindical (1957-1972), pionera y rigurosa experiencia formativa quemuy pronto se vio imperfectamente imitada por otras instituciones y programas demayor alcance. La España del desarrollo es el período histórico en el que cumplen suciclo vital todas ellas, coincidiendo su práctica desaparición con la crisis económica ycon el comienzo de la transición democrática.

INTRODUCCIÓN

Algunas de las experiencias formativasque se ocuparon de llevar a cabo la en-tonces urgente tarea de cualificar profe-sionalmente a la población activa ennuestro país cumplieron su ciclo vital enel período histórico que comienza conlos cambios estructurales que, en materiaeconómica, se materializan en los añoscincuenta, posibilitadores del desarrolloposterior y de los que ya nos separa casimedio siglo. La España del desarrollo seconstituyó en marco político, social yeconómico excepcional, dentro del cual

se pudo contemplar tanto el entusiasmoinicial con el que se celebró el nacimientoy expansión de la Formación Profesionalde Adultos', como su posterior declive ypráctica desaparición, al menos, comoinstrumento ole una ampulosa política depromoción social.

La FP de Adultos aparece en Españatardíamente. La razón fundamental fue sutambién tardía transformación económi-ca. La España tradicional, fundamental-mente agraria, se transformaba vertigino-samente en país industrial en un tiemporécord. La población se concentraba pocoa poco en los grandes núcleos urbanos. La

(*) Consejería de Educación y Cultura (Murcia).

(1) FP de Adultos en adelante, para distinguirla de la Formación Profesional Acelerada de la Organiza-ción Sindical, FPA, que focalizará la atención de estas páginas.

Revista de Educación, núm. extraordinario (2000), pp. 359-374

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expansión económica acelerada, con uncrecimiento del PNB próximo al 8% 2 yuna renta per cápita de unos 665 dólares,provocaba profundos cambios en la es-tructura de la población activa, que perdíagran cantidad de efectivos en el sector pri-mario y creaba, a ritmo más aceleradoaún, nuevos puestos de trabajo en los sec-tores industrial y de servicios 3 . Tanto elabandono del campo, que se mecanizabaintensamente, como la transformación in-terna de los otros sectores exigían la pose-sión de nuevos conocimientos y el domi-nio de nuevas técnicas.

Una verdadera explosión educativa,especialmente reseñable en secundaria,tuvo lugar en estos años. La FormaciónProfesional duplicó su actividad pero losresultados a los que podía aspirar la for-mación reglada, resultados a largo plazo,no fueron suficientes para responder a lafuerte demanda económica y social decualificación de la población activa trasva-sada de sector o de nueva incorporación alsistema productivo.

La primera organización sistemáticade cursos de formación profesional para

adultos en España fue llevada a cabo por laOrganización Sindical. En 1957 y benefi-ciándose de la experiencia francesa', secrea la Oficina Sindical de Formación Pro-fesional Acelerada. Abriéndose paso ante elescepticismo general inicia, de manera ri-gurosa y sistemática, la preparación demonitores para poco después convocar losprimeros cursos, de seis meses de duracióny para distintas especialidades industria-les. Los alumnos participantes percibíanun salario-estímulo durante su períodoformativo. Los resultados altamente satis-factorios llevaron a la creación de centrosespecíficos, de instalación cuidadosa y decostes elevados, adaptados al régimen deinternado en el que se impartía esta moda-lidad formativa. Llegaron a crearse oncecentros sindicales de FPA, en los que seformaba a unos 4.000 alumnos anuales enoficios industriales.

No tardó mucho en ser imitada la ex-periencia. En 1960 fue promulgada la Leypara la Aplicación Social de/Impuesto y delAhorro 5 que creó, entre otros, el FondoNacional de Protección al Trabajo. En susplanes de inversión se fijaban las partidas

(2) El valor del PNB está sobrestimado por la OCDE con relación a los datos que aparecen en los textosde los planes de desarrollo y que no sobrepasaron, en ningún caso, el siete por ciento de crecimiento anual. Sepuede consultar en las dos publicaciones:

OCDE, COMITE DE LA MAIN D'OEUVRE ET DES AFFAIRES SOCIALES: La formation des adultes, instrument¿'une politique active de main d'oeuvre. Une experience espagnole: le Programme National de Promotion Profession-nelle Ouvrière. París, informe multicopiado, agosto 1967, p. 1.

III Plan de Desarrollo Económico 1972-1975. Madrid, Imprenta Nacional del BOE, 1971, pp. 217 y ss.(3) En los tres primeros años de ejecución del Primer Plan de Desarrollo, se perdieron más de medio mi-

llón de puestos de trabajo en el campo y se crearon más de 800.000 en los sectores secundario y terciario. En:OCDE, COMITÉ DE LA MAIN D 'OEUVRE...: op. cit., p. 1.

(4) El 11 de enero de 1949 se crea en el Francia la Association Nationale Interprofessionnelle pour la For-mation Rationnelle de Zci Main-dOeuvre, conocida por sus siglas: ANIFRMO, asociación que dio un impulsodecisivo en aquel país a la FP de Adultos, tanto por el aumento de la oferta formativa, como por la diversifica-ción de las especialidades impartidas. Esta nueva asociación coordinó todos los centros de Formación Profesio-nal Acelerada que, a partir del 31 de julio de 1950, pasaron a denominarse Formación Profesional de Adultos.Astos y otros pormenores se pueden consultar en la obra de Víctor Martín, responsable de la FP de Adultos enBélgica y miembro del Comité de Mano de Obra y Asuntos Sociales de la OCDE, trabajo en el que se señalanlos esfuerzos llevados a cabo en algunos países europeos para promover la FP de Adultos a través de métodosacelerados: V. MARTÍN: La Formation Professionnelle Accélérée des Adultes. París, OCDE, 1965.

(5) BOE de 23 de julio de 1960.

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dedicadas a la promoción social de traba-jadores que se dividían en tres grupos: laformación laboral, el acceso a la propie-dad y el fomento del cooperativismo.Estas ayudas ofrecieron a los trabajadoresla posibilidad de asistir a cursos de Forma-ción Intensiva Profesional, conocidoscomo cursos FIP e impartidos en multi-tud de centros públicos y privados, entrelos que destacaron los centros de la Igle-sia6 . La escasa coordinación y control de laformación impartida a través de estos cur-sos así como la ausencia de planificación yde método restaron eficacia a la multitudde acciones emprendidas.

En abril de 1964- y en el seno del Mi-nisterio de Trabajo, nació el Programa dePromoción Profesional Obrera, más conoci-do por sus siglas: PPO, responsabilizándosealgo más tarde de la coordinación de la FPde Adultos en todo el territorio nacional. ElPPO consiguió crear una peculiar metodo-logía a partir de su propia experiencia, al-canzando resultados innegables en estecampo, a pesar de la improvisación con laque comenzó su andadura. En estos térmi-nos se expresaban los técnicos de la OCDE:

Partiendo de una serie de postulados pro-pios que muchas veces podían chocar conlo que podríamos denominar la mentalidadtradicional de la formación profesional deadultos, el PPO, como se le conoce en elconjunto del territorio español, se ha desa-rrollado a partir de sí mismo (...). Ha obte-nido una serie de resultados que nadie espe-raba y que permiten hoy establecer unadoctrina coherente nacida de esta rica expe-riencia8.

Ante la avalancha de iniciativas, enel texto del segundo de los planes de de-sarrollo aparece la propuesta de creaciónde un Plan Nacional de Promoción Profe-sional de Adultos que llevase a cabo la ta-rea de programar, con criterio de unidad,la FP de Adultos en todo el territorionacional, teniendo en cuenta tanto losobjetivos promocionales como los deempleo. El plan estuvo coordinado ycontrolado desde el Ministerio de Traba-jo por la Gerencia Nacional del Progra-ma de Promoción Profesional Obrera(PPO), dependiente administrativamentede la Dirección General de Promoción So-cial J °. El plan intentó integrar, coordinar

(6) Coincidiendo con la creación de la Oficina Sindical de FPA, en el mismo año de 1957, se constituyóel Secretariado Nacional de Formación Profesional de la Iglesia, dentro de la Comisión Episcopal de Enseñanza,por acuerdo de la Conferencia de Metropolitanos celebrada en noviembre. Inmediatamente después de su crea-ción el Secretariado se interesó por la formación profesional obrera, como puede comprobarse en el documentode Mons. Cantero Cuadrado, Obispo de Huelva y presidente de la nueva institución eclesiástica: P. CANTEROCUADRADO La Iglesia y la Formación Profesional Obrera. Madrid, Secretariado Nacional de Formación Profe-sional de la Iglesia, 1958.

(7) Orden de 8 de abril de 1964, BOE del 23 del mismo mes.(8) OCDE, COMITÉ DE LA MAIN D 'OEUVRE...: op. cit., p. 5.(9) De esa manera se justificaba la necesidad de un nuevo instrumento de coordinación administrativa

en el texto del Segundo Plan de Desarrollo: PRESIDENCIA DEL GOBIERNO: II Plan de Desarrollo Económico y So-cial. Madrid, BOE, s. f., p. 63.

(10) Creada por Decreto 2901/62, de 9 de noviembre (BOE del 15 de noviembre), en el seno del Minis-terio de Trabajo y responsabilizada de gestionar, según se puede leer en el mismo decreto, «un ambicioso plande promoción social» con el objetivo prioritario de lograr la «ascensión del trabajador en su integridad». Su pri-mer titular fue D. Torcuato Fernández-Miranda y es muy interesante considerar la ubicación administrativa deestos programas formativos y su adscripción a una política de promoción social de «largo alcance», justificaciónideológica muy al gusto del momento y que distinguirá estos programas de los que les sucederán, respondiendoa una nueva consigna: la «inserción laboral» del demandante de empleo, ante su dramático avance, encubiertoentonces con la no menos dramática emigración extranjera. En 1985 se aprobaron las bases del Plan Nacional de

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y planificar las acciones formativas em-prendidas por los distintos organismos—públicos y privados— integrados en elmencionado Plan Nacional con la finali-dad de aumentar su eficacia y rentabilizarla inversión. Algunos de estos organis-mos, como la mencionada Oficina Sindi-cal de Formación Profesional Acelerada dela Organización Sindical y las propiasUniversidades Laborales, colaboraron conel Plan Nacional desde su creación, apor-tando su experiencia y preparación técni-ca. Otras instituciones formativas se su-maron a la iniciativa, como fue el caso delServicio de Extensión Agraria y lasEscuelas de Capacitación Agraria depen-dientes de la Dirección General de Capa-citación Agraria del Ministerio de Agri-cultura. También prestaron sus serviciosy aportaron su experiencia la Sección Fe-menina de la Secretaría General del Mo-vimiento, academias y centros de ense-ñanza por correspondencia de titularidadprivada, además de todas las actividadesde colaboración permanente o esporádi-ca de grandes y pequeñas empresas quecedían locales, instalaciones, equipos,etc., o financiaban acciones formativasen beneficio de sus empleados. Para ter-minar, añadir la gran labor realizada enlos centros de las Fuerzas Armadas de-pendientes de los Ministerios del Ejérci-to y de la Marinan.

Un primer intento de racionalizary organizar la impresionante actividad

desplegada fue agrupar las acciones im-partidas en tres líneas de actuación: laPromoción Profesional Obrera o cursosPPO, impartidos directamente o en cola-boración por el Programa de PromociónProfesional Obrera del Ministerio de Tra-bajo. La gerencia del programa tenía a sucargo, además, la planificación y el con-trol de la totalidad de los cursos imparti-dos dentro del Plan Nacional.

En segundo lugar, la Promoción Profe-sional de Trabajadores, cursos PPT, queagrupaba a todos aquellos organismos queimpartían cursos financiados con cargo alFondo Nacional de Protección al Trabajo—excluido el PPO, a pesar de estar finan-ciado igualmente por el Fondo—, incluidala propia FPA de la Organización Sindicalque vería intencionadamente silenciadasu labor en favor de los cursos PPO, cuyoprotagonismo casi absoluto fue nuevamuestra de una previa decisión política demarginación y aislamiento.

Por último, la Promoción Profesionalen el Ejército o cursos PPE, cuyo origen sesitúa en las colaboraciones que el Ministe-rio del Ejército mantuvo con el PPO des-de el ario 1965, colaboraciones que fueroncreciendo en importancia y volumen has-ta que en 1971 se firmó un convenio entrelos Ministerios de Trabajo y del Ejércitouque ratificó y confirmó la voluntad deproseguir y fomentar dichas acciones yque también recibieron las subvencionesdel Fondo Nacional.

Formación e Inserción Profesional, conocido como Plan FIP, por Orden del Ministerio de Trabajo de 31 de juliode 1985 (BOE del 7 de agosto).

(11) El anexo al II Plan de Desarrollo incluye un extenso apartado dedicado, exclusivamente, a la FP deAdultos. En él aparece la relación de organismos públicos y privados que desarrollaban este tipo de actividad,tanto de forma esporádica como continuada, con exclusividad o no. PRESIDENCIA DEL GOBIERNO, COMISIÓN DEENSEÑANZA Y FORMACIÓN PROFESIONAL: Anexo al II Plan de Desarrollo Económico y Social. Madrid, INBOE,1967, pp. 1-10.

(12) Se firmó el 11 de diciembre para que rigiera durante el cuatrienio del III Plan de Desarrollo(1972-1975). En MINISTERIO DE TRABAJO, DIRECCIÓN GENERAL DE EMPLEO Y ACCIÓN FORMATIVA: IV Reuniónde Directivos de Promoción Profesional en las Fuerzas Armadas y del SEAF/PPO, 15-17 de enero, 1976 Madrid,1979, p. 25.

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Para terminar con esta introducción,un dato cuantitativo que da cuenta de la«frenética» actividad de estos programasformativos. Durante la década 1964-1974,el Plan Nacional de Promoción Profesionalde Adultos formó a más de un millón dos-cientos mil trabajadores frente a los pocomás de doscientos mil formados por el Mi-nisterio de Educación y Ciencia en las mis-mas especialidades y durante el mismo pe-ríodo de tiempou.

Las siguientes páginas de este trabajotratarán de profundizar en la iniciativa for-mativa de la Organización Sindical, quecreó en España lo que fue la primera y mo-délica experiencia de FP de Adultos, utili-zando métodos intensivos o acelerados.

LA FORMACIÓN PROFESIONALACELERADA DE LA ORGANIZACIÓNSINDICAL

Los PRIMEROS PASOS DE LA FPA

Los responsables de la Organización Sin-dical española y de la Obra Sindical For-mación Profesional creada en el año1941' 4 , pretendieron unificar la ofertaformativa elaborando un plan nacional através del cual controlasen administrativa,técnica e ideológicamente la formaciónprofesional en nuestro país. A pesar de nover cumplido este deseo, fueron pioneros

en llevar a cabo iniciativas muy importan-tes que, «diluidas» en programas y planesoficiales y absorbidas poco más tarde porel sistema educativo reglado, vieron eclip-sado tal vez demasiado pronto su mereci-do protagonismo, cuestiones políticas almargen.

El ambicioso plan de la OS contem-pló tanto la educación profesional delproductor como la del aprendiz, es decir,la preparación de los jóvenes para su in-greso en la vida activa y la «especializacióny perfeccionamiento de adultos en régi-men de cursillos rápidos, de duración va-riable» 15 . La formación profesional nosolo se pondría al servicio de la produc-ción nacional al constituirse en sistemaunificado de cualificación, recualificacióny redistribución de la mano de obra sinoque conformaría una especie de sistemaparalelo y complementario de protecciónsocial:

Esta honda preocupación social con que laObra Sindical Formación Profesionalsiente su problema cabe integrarla en unplan general de seguridad social, tendién-dose a considerar la formación profesionalcomo un auténtico seguro social en cuantoque adiestra y habilita, evitando el paro,los accidentes de trabajo y al mismo tiem-po fomentando la capacidad industrial deEspaña.'6.

Otra de las pretensiones de la Organi-zación Sindical fue la de universalizar los

(13) Datos extraídos del Documento Base de Trabajo del 1 Congreso Español de Formación Profesional:25-29 septiembre 1978, pp. 34-35, elaboradas por el equipo responsable de la sección »Las enseñanzas profesio-nales y la empresa», coordinado por D. Manuel Sevilla Corella, según la información remitida al Congreso porempresas, centrales sindicales, ministerios y organizaciones docentes.

Las conclusiones fueron publicadas en el monográfico de la revista: Profesiones y Empresas. Año V, 54-55(agosto-septiembre 1978).

(14) La Obra Sindical de Formación Profesional fue creada en cumplimiento de lo dispuesto en la LeySindical sobre educación, formación y capacitación profesional, el 6 de junio de 1941.

(15) G. GONZÁLEZ HERNÁNDEZ: Principios fundamentales de la Formación Profesional. Madrid, Impren-ta Nacional de la Organización de Sindicatos, 1946, p. 335. Recomendamos la lectura de esta obra del Jefe de laSección de Pedagogía de la Obra Sindical.

(16) G. GONZÁLEZ HERNÁNDEZ: op. cit., 1946, p. 336.

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medios y recursos didácticos de forma-ción profesional con el objetivo de queésta fuese racionalmente impartida parasu mejor asimilación y se generalizase suaplicación, reduciendo esfuerzos y au-mentando la eficiencia y eficacia generalesdel sistema. Esta uniformización permiti-ría que cualquier operario cualificado y encualquier centro formativo, taller o em-presa, pudiese aplicar los conocimientosdel oficio en cualquier puesto de trabajodentro del territorio nacional, así comoadaptarse a futuros cambios y transforma-ciones técnicas. Un pronóstico demasiadooptimista, resultado del análisis de una in-tervenida y aislada realidad económicaque estaba tocando fondo.

La Organización Sindical, aprove-chando experiencias formativas desarro-lladas en otros países, apostó arriesgada-mente por un sistema formativo nuevoque trató de resolver los problemas urgen-tes de la economía española, pero tambiénse ocupó de atender problemas de mayoralcance. Se trataba de crear un sistema quese responsabilizase de la necesaria adapta-ción permanente de la mano de obra a lascambiantes necesidades de la economía yque asumiera como propios los objetivosdel pleno empleo, eje central del discursosobre el desarrollo. La experiencia proyec-tada respondía así a una necesidad perma-nente, puesto que permanentes eran lasnecesidades que trataba de paliar.

Por Decreto de 18 de octubre de1957' 7 se creó la Oficina Sindical de For-mación Profesional Acelerada cuyo objeti-vo fue el formar obreros especializados enun corto período de tiempo que no supe-rase en ningún caso los seis meses. Tanbuenos resultados obtuvo la experienciaque, vencido el escepticismo inicial, se Ile-

gó a barajar la posibilidad de generalizar lametodología, presentándose como com-petitiva alternativa a la formación clásica.Los mismos responsables de la FPA trata-ron de establecer los límites de esta novísi-ma modalidad formativa.

En primer lugar, estaba orientada a lapráctica de una especialidad profesionalpero sólo con algunos complementos for-mativos teóricos indispensables para elaprendizaje práctico. Además, la pobla-ción a la que se dirigía la formación acele-rada era una población adulta en «desven-taja» constituyéndose en una clase deenseñanza de compensación:

En el aprendizaje clásico entran los jóvenescon suficiente cultura para seguir cursos enescuelas profesionales, cuyos padres poseenmedios para costear sus gastos escolares oque hayan obtenido una beca. Pero nadiepuede negar que existen demasiados hom-bres que no han podido reunir las anterio-res circunstancias. Algunos han tenido lasuerte de incorporarse a una rama laboraldonde el empleo es estable, teniendo la di-cha de completar su formación sobre lamarcha y progresar.¿Pero y los otros?Abandonados a ellos mismos, no deben sercondenados a vegetar toda su vida, pasandode un oficio a otro sin estacionarse en nin-guno, sin esperanzas, constituyendo unamasa en la cual el paro estacional y la mise-ria sorprende a cada instante. A éstos, prin-cipalmente, se dirige la FPAis.

El comienzo de la FPA en España seremonta al mes de enero del año 1956,mes en el que se seleccionaron a los seiscandidatos que recibieron un curso deformación en el Centro Nacional de For-mación de Monitores de París del 15 de fe-brero al 31 de marzo del mismo ario. Estosseis «supermonitores» se encargaron de

(17) BOE del 11 de noviembre y BO Sindical del 19 del mismo mes.(18) CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONITORES: La Formación Profesional Acelerada. Madrid,

mecanografiado, p. 51.

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realizar la primera y segunda convocato-rias para la selección de monitores en losmeses de abril y junio. De las 2.800 solici-tudes se seleccionaron a 680 aspirantes aquienes se les convocó para realizar unaserie de pruebas profesionales. Un tribu-nal, compuesto por empresarios, técnicosy obreros, juzgó la admisión de 51 de losaspirantes que se incorporaron al primercurso de formación pedagógica que tuvolugar durante los dos primeros meses delario 1957. De éstos, superaron el curso 43que constituyeron la primera promoción demonitores de EPA.

Los monitores incorporados fueronagrupados por profesiones afines en seisgrandes grupos bajo el mando y la res-ponsabilidad de cada uno de los seis téc-nicos formados en Francia. Cada grupose responsabilizó de realizar un programacompleto para cada oficio o profesiónimpartida: más de veinte especialidadesde la industria y de la construcción. Seeditaron cuadernos, a modo de progra-ma, que recogían toda la información ne-cesaria para el desarrollo de la enseñanzade cada especialidad, cuidadosamenteplanificada y programada hasta en susmínimos detalles.

En el edificio central de exposicionesde la Feria Internacional del Campo seejecutaron las obras y se equipó con todolo necesario (maquinaria y herramientas).Este edificio constituyó el Centro núm. 1de FPA en España. Paralelamente a estostrabajos tuvo lugar la primera convocato-ria de alumnos restringida a Madrid capi-tal. Las exigencias de fa convocatoria fue-ron: ser español, mayor de 21 años ymenor de 35, tener el servicio militarcumplido o estar exento, saber leer y escri-

bir, conocer las cuatro reglas elementalesde la aritmética y sobrepasar con éxito unexamen compuesto por un dictado y algu-nas cuentas, además de unas pruebas psi-cotécnicas. Los estudiantes expresabanpor escrito el oficio que preferían apren-der. De los 2.400 aspirantes fueron selec-cionados 253' 9 . El primer curso se inicióel día ocho de abril de 1957 y terminó eldiez de octubre del mismo ario.

Los FUNDAMENTOS DEL MÉTODOPEDAGÓGICO DE LA FPA

El problema de la escasez de mano de obraespecializada, así como el que la capacita-ción profesional estuviese realmente al al-cance de todos los sectores productivos dela economía sólo se podía solventar apli-cando de forma racional y sistemática losprincipios en los que descansaba la For-mación Profesional Acelerada. Para la jus-tificación de tal afirmación los responsa-bles del sistema se apoyaban en razoneseconómicas y sociales muy conocidas ensu forma y en su fondo:

La EPA tiende con su metodología a coope-rar dentro del ámbito nacional en dos fun-ciones principales. En la economía aportan-do a su campo la masa de especialistas quenecesita la progresión iniciada, y en lo so-cial, redimiendo al peonaje español y ele-vando en general el nivel de vida de los tra-bajadores20.

En el ámbito económico el sistema deFPA se encuadraba perfectamente en elmarco de las necesidades y de la filosofíadel desarrollo, con connotaciones particu-laristas, acordes con el discurso políticodel momento:

(19) Datos obtenidos de: CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONITORES: XXXVI Curso de Forma-ción Pedagógica para Monitores en Las especialidades de fresa, matricerfa, electrónica y pintura. Impartido en Ma-drid durante los meses de junio y julio de 1975.

(20) CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONITORES: La Formación Profesional Acelerada. Loc. cit.,p. 2. La cursiva es nuestra.

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Esta obra, iniciada hace poco tiempo por laDNS aspira a colaborar al resurgimientoeconómico-social comprendido por nues-tra Revolución21.

En el ámbito socio-educativo el mar-co no fue el de la igualdad de oportunida-des o el de la ideología del mérito. El viejolema de paso libre alas más aptos, en el sen-tido de ayudar a las personas mejor dota-das (talento) y de mejor rendimiento (lo-gro académico) a escalar posiciones derelevancia social, no se contemplaba en laFPA de sindicatos. Esto se dejaba en ma-nos de la formación clásica, completa ycolegiada. Pero la industria, afortunada-mente, necesitaba incluso a los que des-preciaba el sistema educativo, responsableinstitucional de seleccionar y distribuir ta-

lentos y méritos. El talante «legitimador»del discurso político en general y de losresponsables de la Obra Sindical en parti-cular, encontró justificación a los nuevosprocedimientos, señalando algunos de losriesgos de los consolidados planteamien-tos educativos:

Esto suscita un vivo pugilato en torno al es-tudio académico, al diploma de mayor cate-goría, cuya importancia para el desenvolvi-miento espiritual del hombre suelevalorarse de un modo exagerado".

Se trataba de un asunto nuevo puestoque en España no se había llevado a caboexperiencias sistemáticas de formación,concebidas y diseñadas exclusivamentepara la población adulta23 . La idea era la

(21) fd., p. 4.(22) CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONFIORES: La formación Profesional Acelerada. Loc. cit., p. 5.(23) Los antecedentes históricos en España de los programas de FP de Adultos —una vez que el proyecto

ilustrado de racionalización y liberalización de la producción industrial y artesanal puso fin al corporativismogremial—, se encuentran localizados en distintas modalidades formativas. Por un lado el desarrollo de las ense-ñanzas propiamente de adultos, centros básicamente alfabetizadores de la población que, en algunos momen-tos, completaron sus tareas con enseñanzas de contenido claramente profesional. Como ejemplo se puede men-cionar las clases de «Dibujo lineal y de adorno con aplicación a las artes mecánicas» que la Ley Moyanorecomendaba para los alumnos más adelantados de las Escuelas de Adultos (arts. 106 y 107).

Por otro lado se encuentra el desarrollo de históricas instituciones de enseñanza profesional con clases enhorarios compatibles con la jornada laboral. En algunos casos se trató de turnos dobles, en otros, las clases se im-partían directamente en horario nocturno. Aquí se puede situar la enseñanza obrera, así como el interesante aun-que irregular y escaso desarrollo de las enseñanzas complementarias. Este tipo de enseñanzas, impartidas en insti-tuciones formativas históricas, como el Real Conservatorio de Artes de Madrid (1824), transformado en RealInstituto Industrial (1850) con clases exclusivamente en horario nocturno en su grado elemental (enseñanza delas artes y de los oficios) o en las más conocidas Escuelas de Artes y Oficios (1870) que comienzan a funcionar enhorarios compatibles con la jornada laboral del profesorado procedente de centros oficiales (Escuelas de BellasArtes, Normales, etc.). La enseñanza obrera comienza en las Escuelas de Artes e Industrias (1900) para continuaren las Escuelas de Trabajo, hijas del Estatuto de Enseñanza Industria/ de 1924 que crea los cursos complementariosprofesionales para obreros que trabajaban durante el día y las enseñanzas de pelfeccionamiento obrero que comple-taban la formación de los oficiales hasta el grado de maestría. El Estatuto de Formación Profesional de 1928 dis-tinguirá la enseñanza obrera del perfeccionamiento profesional que cumplía las funciones de actualización y re-ciclaje profesional, situando las enseñanzas profesionales complementarias como parte de la modalidad deenseñanza mixta regulada (y mixta libre), seguida en régimen de contrato de aprendizaje y con enseñanzas profe-sionales complementarias cursadas en las Escuelas de Trabajo.

Las enseñanzas complementarias se habían regulado anteriormente a la aprobación de los Estatutos porReal Decreto de 22 de septiembre de 1922, creando, por vía de ensayo, unos cursos complementarios destinados amejorar la formación escolar recibida con trabajos manuales y prácticas de taller, sin descuidar la cultura gene-ral. Estos cursos se impartirían exclusivamente en horario nocturno. El interés por estas enseñanzas no ha cesa-do: de la enseñanza profesional complementaria a la enseñanza postescoLcir complementaria (1932) y de ésta a la

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de poder formar, en un tiempo mínimo, aadultos varones que hubiesen sobrepasa-do la edad militar, en un oficio manual,acompañado de los conocimientos teóri-cos imprescindibles para el desempeño dela tarea profesional. El éxito de la empre-sa, entre otras razones, se debía al trabajode selección «racional» de los aspirantes ya la vigilancia y seguimiento del aprendi-zaje por parte de los responsables de la for-mación: los monitores, profesionales es-pecialmente formados en la metodologíaintensiva o acelerada.

La Organización Sindical se puso encontacto con la ANIFR/v10 francesadestacando a seis técnicos24 que estudia-ron los procedimientos y métodos queen el país vecino habían solucionado elproblema de cualificación de la mano deobra, decidiéndose adoptar idéntico mé-todo y trasladar la experiencia a España.

El método se fundaba en las realiza-ciones del profesor suizo Carrardmconocido como «Formación Psicotécni-ca». Se trataba de un método fundamen-talmente analítico que aplicaba algunosprincipios psicológicos relacionadoscon la conducta y el comportamiento alaprendizaje técnico. En palabras delpropio Carrard:

La psicotecnia es la aplicación de la psicolo-gía a las necesidades de la técnica. Analiza,por consiguiente, las aptitudes individualespara hacerse cargo de sus posibilidades deaplicación a la vida económica y social (...).La psicotecnia no comprende solamente elexamen de los individuos desde el punto devista de su estructura psicológica, sino tam-bién el estudio de las necesidades profesio-nales, de las leyes físicas de la formaciónprofesional, de las que rigen las relacionesentre los seres humanos en todo trabajo en

iniciación profesional (1945) y garantia social (1990). Estas últimas preocupadas por el tránsito al mundo laboralde los jóvenes que terminaban o abandonaban la escolaridad obligatoria, aunque su origen se encuentre en lanecesidad de cualificar profesionalmente a la mano de obra de las industrias españolas.

Mención aparte merece la enseñanza complementaria establecida por la Ley General de Educación de1970 (art. 40) que permitía el paso de uno a otro grado de la Formación Profesional, siendo su contenido fun-damentalmente académico (Decreto de 5 de julio de 1973).

(24) Para conocer los orígenes de la FPA recomendamos la siguiente obra del que fue director de la Ofi-cina Sindical de Formación Profesional Acelerada (en realidad la obra no es del autor, aunque figure como tal,se trata de la traducción de un tratado holandés sobre el método RBB (Raadgevend Bureau Voor Bedrijforgani-satie): M. MORENO BALLESTEROS: La FPA en el seno de las empresas industriales. Madrid, Oficina Sindical de For-mación Profesional Acelerada, 1959.

(25) Alfred Carrard, nacido en 1889, realizó estudios técnicos de ingeniería y trabajó como profesionalde las ramas metálica y eléctrica. Se preocupó por los problemas de adecuación profesional y psicológica del tra-bajador a su puesto de trabajo. Con vocación humanística y preparación técnica se interesó en la Psicología apli-cada y creó un método denominado «Formación Psicotécnica» que desarrolló y experimentó en los años 30 enel Instituto de Psicología Aplicada de Laussanne (Suiza). Murió en 1948 y dejó colaboradores —Silberer, Biasch,etc.— que continuaron con sus investigaciones y difundieron su método.

En 1946 el Raadgevend Bureau Voor Bedrijfiorganisatie (RBB), B. W. BERENSCHOT, una casa de ingenierosde Amsterdam, añadió a sus actividades técnicas la formación profesional de la mano de obra. En colaboracióncon el Dr. Silberer, discípulo de Carrard, la experiencia llevada a cabo por el RBB de Amsterdam se adoptó enotros paises europeos y americanos. A partir de 1950 se aplicó en Suecia, Israel, Indonesia, EEUU, Austria,siendo introducido por primera vez en España por los Astilleros de Sevilla en el año 1954. Este último dato serefiere a su aplicación empresarial, con respecto a su conocimiento y difusión ya en el año 1946 el profesor delInstituto Psicotécnico de Barcelona, Sr. Oliver Brachfeld, tradujo una obra de Carrard, resumen de un cursodado por el suizo a jefes, contramaestres y directores de distintas empresas que se publicó por vez primera en ale-mán traduciéndose después al francés y al español: A. CARRERO: Psicología de/jefe. Su formación y su misión(trad.: F. Oliver BRACHFELD y S. PASCUAL). Barcelona, Victoria, 1946.

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común, para no citar más que algunas apli-caciones26.

Otros de sus principios pedagógicosse asentaban sobre los cuatro presupuestosmetodológicos «cartesianos» 2- : evidencia,descomposición en unidades básicas, sis-tematicidad y graduación y revisión.

Partiendo de la idea de que el desem-peño de un oficio manual englobaba unconjunto más o menos complejo de cono-cimientos elementales, se vio la necesidadde estudiar, analizar y aislar todos aquellosmovimientos simples en los que se pudie-ra descomponer cada oficio. Esto por loque respecta al trabajo previo de estudio ypreparación de las especialidades a impar-tir. En cuanto a la orientación pedagógicade la enseñanza, los principios fueron lossiguientes:

• Acoger y conocer individualmente acada alumno.

• No enseriar más que una cosa cadavez, yendo de lo simple a lo complejo.

• No abordar una nueva dificultadsin que la precedente hubiese sidocompletamente vencida.

• En los primeros momentos no te-ner en cuenta el tiempo, buscar lacalidad en la realización de los ejer-cicios básicos.

• Realizar una enseñanza concretaque utilice distintos tipos de me-moria (especialmente la visual através de las demostraciones) quepromueva la reflexión del alumnoy su participación repitiendo las

operaciones realizadas por el moni-tor. No enseñar la tecnología de unútil hasta después de su empleo eimpartir las nociones teóricas y téc-nicas con ocasión de los ejerciciosprácticos y nunca de forma aislada.

• Evitar las explicaciones largas.• Desde el comienzo, enseñar buenos

hábitos.• Ofrecer al alumno la posibilidad de

conocer sus progresos y de controlar-los continuamente.

• Corregir los movimientos mal he-chos. Rectificar continuamente loserrores.

• Confirmar la eficacia de la ense-ñanza.

• Interesar a los alumnos al máximo.• Variar continuamente los ejercicios.• Dar siempre descanso a los alumnos

entre dos períodos de atención sos-tenida.

• Jamás ejecutar un ejercicio que seaincompatible con los conocimientosadquiridos.

• Crear espíritu de equipo.• Resaltar el valor educativo de la

FPA.

Los principios de la enseñanza pro-gramada y de la individualización delaprendizaje también estaban presentesen el modelo propuesto por el profesor delInstituto de Psicología Aplicada de Laus-sanne, que definía su método como ac-tivo, positivo y progresivo. Activo pues-to que el alumno realizaba siempre los

(26) El profesor Carrard (A. CARRARD: op. cit., 1946, pp. 1 O 1-107) resumía de la siguiente forma los ser-vicios prestados por la psicotecnia:

a) Situar rápidamente al hombre necesario en su lugar apropiado.b) Mejorar la formación profesional.c) Facilitar el trato con el personal.d) Servir de base para el estudio del trabajo y de su organización.(27) Que se pueden consultar en la obra original: R. DESCARTES: Discurso del Método y Meditaciones Me-

taftsicas (trad.: Manuel García-Morente). Madrid, Jiménez-Fraud, p. 56.

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ejercicios y comprobaba los resultados enun proceso denominado de «autoexperi-mentación dirigida». Positivo porque loserrores eran siempre corregidos en el mo-mento de producirse y porque siempre sereforzaban las buenas ejecuciones ya quela constatación del éxito predisponía a larealización de un nuevo esfuerzo y, pro-gresivo, al no realizar un nuevo ejerciciosin la ejecución correcta del anterior".

Estaba claro que para la aplicaciónde estos principios pedagógicos y meto-dológicos no bastaba con encomendar latarea a cualquier persona, aunque pose-yese el dominio del oficio. Además de laselección y formación de los monitoresera necesario la elaboración y el estable-cimiento uniforme de programas y tex-tos que sirviesen de fundamento mate-rial y guía para estas enseñanzas. Estatarea se llevó a cabo en el Centro Nacio-nal de Formación de Monitores, encarga-do del estudio y preparación de los pro-gramas de enseñanza, de la formaciónpedagógica de los monitores y del estu-dio y preparación de los ejercicios de se-lección de monitores y los de evaluaciónfinal de curso.

El Centro Nacional de Formación deMonitores asumió la responsabilidad deseleccionar y formar pedagógicamente a losmonitores del programa. A pesar de tratar-se de enseñanzas dirigidas a adultos, el tra-tamiento que se da a la figura del monitorestá envuelto en ese tono paternalista,moralista y protector que sintonizaba per-fectamente con el momento, particular-mente dentro de la institución sindical. Elmonitor tenía que ser hombre de fe, deconducta ejemplar, ardiente, voluntario-so, justo, bueno, sacrificado, paciente,perseverante...

Asimismo, el monitor profesional siendotambién un educador, deberá mostrar uncomportamiento ejemplar ante sus alum-nos haciendo extensible esta actitud a suvida privada. Deberá dar consejos a los cur-sillistas para facilitarles la entrada en su pro-fesión, velar por ellos, y esforzarse en hacerobreros, no solo desde el punto de vista téc-nico sino general".

Como se puede deducir fácilmente dela cita anterior, la FPA de sindicatos —y engeneral el resto de instituciones y progra-mas consagrados a este tipo de enseñan-zas—, se «desmarcó» de los objetivos pro-mocionales a los que servía. La política depromoción social a cuyo servicio se pusie-ron éste y otros programas no fue más queel marco político-administrativo en el quese materializó un adiestramiento técnicoconcreto que recibieron obreros sin for-mación y peones agrarios. Empresas e in-dustrias pudieron contar con la mano deobra cualificada que necesitaban. Los be-neficios promocionales eran indirectos yse obtenían como consecuencia de la ele-vación del nivel de vida eneral, resultadodel crecimiento económico. A pesar de es-tas limitaciones y comparando la FPA desindicatos con otras experiencias formati-vas que continuaron con mucho menosacierto esta labor, es justo hablar de su efi-cacia y del rigor tanto de sus planteamien-tos metodológicos como de la formaciónimpartida.

El mantenimiento de los innegableséxitos de la FPA achacados a la uniformi-dad del método y a su necesario y estrictocumplimiento, llevó a sus responsables alestablecimiento de un control rígido yuna inspección positiva tanto sobre elfuncionamiento de los centros propioscomo sobre la actividad de los monitores.

(28) M. MORENO BALLESTEROS: Problemas que plantea la Formación Profesional en la actualidad. Ma-drid, Centro Nacional de Formación de Monitores, pp. 29-30.

(29) CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONITORES: La Formación Profesional Acelerada. Loc. cit., p. 34.

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Así se creó el Servicio de Inspección Nacio-nal y Control Técnico que se transformó,más tarde, en la Jefatura de Control Técni-co y Pedagógico. La Jefatura ejerció su fun-ción hasta que los cursos de EPA se aco-gieron a las ayudas del Fondo Nacional deProtección al Trabajo. A partir de entoncesserán los servicios de la Inspección de Tra-bajo en los aspectos generales y los servi-cios de la Gerencia de/Programa de Promo-ción Profesional Obrera en los técnicos, losque vigilarán el funcionamiento de todoslos cursos realizados con ayudas del Fon-do", lo que constituyó un nuevo obstácu-lo para el desarrollo autónomo de esta ex-periencia y una nueva barrera impuesta ala Organización Sindical ante su preten-sión de monopolizar las enseñanzas profe-sionales. Ni la formación profesional ge-neral ni la de adultos se dejaron bajo suexclusivo control, lo que supuso su defini-tiva pérdida de influencia.

LA ORGANIZACIÓN DE LOS CURSOS

Los cursos se dividían en tres grandes fasesde dos meses de duración cala una. Unaprimera, también llamada fase de calidad,se subdividía, a su vez, en dos períodos.Un primer período ambiental o de prefor-mación, en el cual el alumno iba conocien-do, poco a poco, el manejo de herramien-

ftas y útiles así como la ejecución de losgestos elementales de la pro esión que consti-tuían el fundamento dei oficio. Esta faseduraba aproximadamente unos 15 días.En el segundo período, de calidad, se bus-caba la ejecución perfecta de los ejerciciosplanificados, independientemente deltiempo invertido en realizarlos. La fase

terminaba a los dos meses de iniciadas lasenseñanzas.

En las siguientes fases, denominadasde entrenamiento y de productividad, seiba exigiendo poco a poco a los alumnosuna ejecución más rápida. Para cada ejer-cicio estaba calculado el tiempo contabili-zando, no solo el invertido por el alumnoen su ejecución, sino también el necesariopara su asimilación y el empleado por elprofesor en su explicación. El tiempo cal-culado se mantenía invariable durante laprimera fase mencionada (de calidad) y seiban aplicando sucesivamente coeficientessemanales de reducción durante las dos si-guientes: entrenamiento y productividad.Progresivamente se hacía intervenir el fac-tor rendimiento de forma que, al finalizarel curso, el rendimiento de los alumnos al-canzaba, al menos, el 70% del rendimien-to medio de un obrero en la industria.

Las áreas formativas impartidas enlos cursos fueron: prácticas de taller, tec-nología profesional, cálculo, seguridad ehigiene, dibujo técnico e informaciónsindical. La jornada de trabajo era la mis-ma que en la industria y todos los traba-jos y ejercicios realizados por los alumnosdurante el curso eran objeto de califica-ción continua y sistemática, teniendo encuenta estrictas normas tanto para la va-loración de trabajos como para el controly presentación de las calificaciones. Conindependencia de estas calificaciones pe-riódicas, al finalizar el período formativolos alumnos tenían que realizar exámenesgenerales u . Los alumnos eran examina-dos por un tribunal compuesto por elpresidente del Patronato Rector del cen-tro, empresarios —hasta cinco entre losque tenía que haber técnicos superiores y

(30) Una primera resolución de la Dirección General de Promoción Social de 21 de diciembre de 1966reguló estos aspectos (BOE de 12 de enero de 1967).

(31) Para una mayor información sobre estos aspectos se pueden consultar las Normas de Gobierno yFuncionamiento de los Centros de Formación Profesional Acelerada, Anexo al Oficio-Circular núm. 1/61 de 16 deenero de 1961 de la Jefatura de Control Técnico y Pedagógico de la FPA, arts. 62 y ss.

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de grado medio— y obreros —en la mismaproporción que la de empresarios—, queno formasen parte de la plantilla del cen-tro. El director del centro figuraba en lostribunales a título consultivo, estando adisposición de los miembros del tribunaldurante la realización de las pruebas. Losalumnos que no conseguían superarlastenían derecho a volverse a presentar a lasmismas siempre y cuando lo solicitasenen la Oficina Sindical de FPA.

El nivel de cualificación mínimo conel que salían los adultos formados por elsistema de FPA era el de oficial de tercera.La constatación del éxito de la experienciaformativa vino de la mano del seguimien-to de los alumnos formados. Los respon-sables no dudaban en señalar la excelenciadel método, como era el caso de la pro-puesta cartesiana en la que se inspiraba:

Al analizar los resultados obtenidos en loscursos celebrados, la relación entre alumnosingresados y formados, demuestra clara-mente que, entre abandonos por distintascausas, defección, enfermedad y accidentes,y los no aprobados por el Tribunal, las bajasno llegan a sumar el 9% de los ingresados.Este dato dicta con elocuencia la eficacia deeste sistema formativo, en el cual el materialhumano que lo nutre se sabe es de condi-ción cultural e intelectiva muy baja32.

ÁMBITOS DE APLICACIÓN DE LA FPA

De acuerdo con el artículo 2 de las Nor-mas de Gobierno y Funcionamiento de losCentros Sindicales de Formación Profesio-nal Acelerada, los centros de FPA teníancomo misión específica la especializaciónde obreros no calificados en cursos de seismeses de duración actuando, principal-mente, en los siguientes sectores:

• Especialización de jóvenes obreros demás de 21 años y adultos sin oficio de

menos de 40. La formación clásicadispensada a los jóvenes de 14 a 18arios no podía satisfacer las necesi-dades urgentes de mano de obra es-pecializada debido, en primer lu-gar, a la larga duración de laenseñanza y, en segundo, a la limi-tación del número de puestos for-mativos ofrecidos por el sistema re-glado. Por lo tanto, la formaciónmasiva de obreros especializadospara satisfacer parte al menos de lademanda de los sectores industrialy construcción fue la misión prin-cipal de la FPA.

• Readaptación de obreros a nuevas téc-nicas o nuevos oficios. Éste fue el se-gundo de los objetivos de la FPA,permitir a los trabajadores (‹con ofi-cio», en aquellos sectores y ramas enlos que la mano de obra era exceden-te, aprender un oficio y conseguir unempleo en aquellos sectores profe-sionales que acusasen falta de perso-nal especializado. También y dentrode este capítulo, se contemplaba lanecesidad de actualizar y perfeccio-nar a los trabajadores en las nuevastécnicas aplicadas a los procesos pro-ductivos llevados a cabo en los tressectores económicos.

• Orientación de los movimientos mi-gratorios, para que los peones afecta-dos por paros estacionales puedan de-rivar hacia núcleos industriales conuna preparación adecuada. El fenó-meno del trasvase de la poblaciónagraria —peones agrarios sin cualifi-cación— a los grandes núcleos y zo-nas industriales necesitaba unaatención especial que facilitase elempleo, formando en aquellas espe-cialidades demandantes de mano deobra cualificada.

(32) CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONITORES: La Formación Profesional Acelerada. Loc. dt., p. 60.

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• Readaptación de obreros con taras fi-sicas. Respetando la tradición delos sistemas formativos europeosencargados de impartir enseñanzasprofesionales aceleradas a la pobla-ción adulta, la FPA de sindicatostambién se ocupó de recuperarprofesionalmente a personas quepadecían minusvalías físicas o limi-taciones funcionales de cualquiertipo y origen, permitiéndoles for-mar parte activa de la economíanacional.

LA FINANCIACIÓN DE LA FPA

Todos los alumnos admitidos a los cursosde FPA tenían la consideración de beca-rios y las becas podían ser suscritas porparticulares, empresas y organismos o porla propia Organización Sindical. Duranteel tiempo que duraba la formación, elalumno recibía un jornal que alcanzaba lacuantía del salario mínimo de un obrerosin cualificación, además de disfrutar delas siguientes ayudas: comida de mediodía, ropa de trabajo, seguro de accidentes,asistencia médico-farmaceútica, pago dela cuota de empresa de Seguridad Socialen posesión de la cartilla correspondientey ayudas especiales en metálico para eltransporte, residencia y para aquellosalumnos casados que no estuviesen acogi-dos al seguro de desempleo. Todas estasayudas elevaban muy considerablementelos costes globales de estas enseñanzas.

A partir del ario 1960, el Fondo Nacio-nal de Protección al Trabajo subvencionóparte muy importante de las enseñanzasimpartidas en estos centros sindicales,además de los recursos aportados por la

propia Organización y por las empresasque utilizaron sus servicios para la forma-ción de sus trabajadores. En parte para cu-brir la demanda de «cursos a la carta»,nueva e importante fuente de financia-ción, así como para fomentarla, se pensóen la posibilidad de ampliar el campo deactuación —entre sus planes estaba el deampliar su oferta formativa hacia los man-dos medios de las empresas industriales— ydar cobertura a las necesidades formativasque surgiesen en cualquier punto del te-rritorio nacional. Así comenzó la políticade creación de nuevos centros formativos,estratégicamente situados en zonas teóri-camente demandantes de mano de obracualificada.

En primer lugar se pensó en Cataluñay en Andalucía, la primera por su pujanteindustria, la segunda por su excedente depeonaje sin cualificar, procedente delcampo y con destino a las grandes ciuda-des y zonas industriales. Así se crearon loscentros números 2 y 3 en Barcelona y Jaénrespectivamente. Razones similares justi-ficaron la apertura de los otros ocho cen-tros de F PA situados en otras tantas locali-dades: La Línea de la Concepción(Cádiz), La Coruña, Vigo (Pontevedra),Córdoba, Zaragoza, Badajoz, Las Palmasy Noreria (Oviedo).

Muy pronto los elevados costes de es-tas enseñanzas, unido al mantenimientode las inversiones realizadas comenzaron adar problemas. La Organización Sindicalconsideraba que un sistema formativo taneficaz y necesario no debía dejarse bajo susola responsabilidad financiera. En lasNormas de Gobierno y Funcionamiento 34

de sus centros se contempló la posibili-dad de industrializar el trabajo de taller.Para ello fue necesario introducir algunas

(33) M. F. MOUNIER-MARTÍNEZ: «La Obra Sindical de Formación Profesional», Série Ftudes Hispani-ques V. Ecole et Société en Espagne et en Arnérique Latine (XVIlle-XIXe siècles). Tours, Publications del'Uniyersité de Tours, 1983, pp.72-99.

(34) Artículos 246 y ss.

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variaciones con la finalidad de realizar untrabajo productivo y asumir los riesgos de-rivados de sacrificar algún componenteformativo a las exigencias de la produc-ción. Los problemas sólo habían comen-zado.

Ei. FINAL DE LA EXPERIENCIA

Si los nuevos fondos públicos que resulta-ron de la aprobación de la Ley 45/60 so-bre Aplicación Social del Impuesto y delAhorro abrieron nuevos cauces financierosy diversas instituciones de titularidad pú-blica y privada optaron a sus ayudas, reac-tivando la oferta de cursos destinados a laformación de adultos, una nueva ley, eneste caso educativa, aprobada diez añosmás tarde, acabará con esta innovadoraexperiencia formativa. La Ley 14/1970General de Educación, de 4 de agosto, ensu artículo 44.1 35 ofrecía la oportunidadde seguir estudios de Formación Profesio-nal a quienes, por cualquier razón, no pu-dieron cursarlos oportunamente. Más tar-de, en la Orden de 4 de agosto de 197236,se proponía como cauce accesible a todoslos tralDajadores españoles que no poseye-sen titulación académica la FormaciónProfesional de Primer Grado considerada,dentro del marco de la Educación Perma-nente, como muy conveniente para lapromoción profesional de esos mismostrabajadores. En relación con lo estableci-do en el artículo 136 de la ley, parecía re-comendable instrumentalizar el caucemediante el cual los adultos formados encentros sindicales obtuviesen la titulaciónque correspondiese al nivel formativo cur-sado, uniendo así efectos académicos a los

propiamente laborales y profesionales.Por Decreto 507/1973, de 15 de marzo37se concedía el carácter de Formación Pro-fesional de Primer Grado a determinadoscursos de adultos desarrollados en los cen-tros sindicales integrados en el sistemaeducativo como centros no estatales, porun decreto anterior, el 2.058/1972, de 21de julio". Los once centros de EPA, segúnfiguraban en el apartado C del anexo aeste último decreto, podían ser autoriza-dos para impartir enseñanzas de Forma-ción Profesional, según rezaba su artículoséptimo.

La edad mínima establecida paracursar estas enseñanzas fue los 16 arios,según lo dispuesto en el artículo segun-do de la mencionada Orden de 4 deagosto de 1972. La razón de la «rebaja»en el requisito de edad mínima de ingre-so fijada por la propia OrganizaciónSindical a los 21 arios (cumplido el ser-vicio militar), fue la de hacerla coincidircon el fin de la escolaridad obligatoriafijado en los 14 arios, con posibilidad deprórroga hasta los 16, cursando la For-mación Profesional de Primer Gradopor los cauces reglados.

Las nuevas disposiciones introduje-ron importantes cambios no sólo admi-nistrativos sino metodológicos, pedagógi-cos e ideológicos. En la documentación delos nuevos cursos de formación de moni-tores de FPA se incorporaban estos cam-bios, actualizando los principios formati-vos. Reproducimos por su curiosidad unescrito titulado: Un nuevo tipo de clientelaal que los profesores deben atender, docu-mento que formaba parte de la documen-tación mencionada39.

(35) Del Título I, Capítulo IV, dedicado a la Educación Permanente de Adultos.(36) Orden de 4 de agosto de 1972 por la que se regula la enseñanza permanente de adultos equivalente

al Primer Grado de Formación Profesional (BOE 14 de agosto).(37) De la Presidencia del Gobierno (BOE del 26 de marzo).(38) De la Presidencia (BOE de 31 de julio).

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El joven de hoy, como miembro de la comu-nidad escolar, revela las siguientes diferen-cias radicales con la juventud de las genera-ciones pasadas, a las que en un porcentajemuy alto pertenecieron sus profesores:

a) La juventud pasada era eminentementeteórica. Su compromiso era con las ideolo-gías. La juventud actual es eminentementepráctica. Su compromiso está con la acción.

b) La juventud pasada era eminentementeética. Su interés se enfocaba al conocimientode reglas y normas. La juventud actual esprincipalmente estética. Su compromisoestá con los sentimientos humanos.

c) La juventud del pasado miraba a la tra-dición con vistas al futuro y considerabatransitorio el presente. La juventud actualconsidera sin interés el pasado y no le inte-resa el futuro. Está enraizada en el presente.

d) La juventud pasada aceptaba la autori-dad familiar, social y académica. Esperabarecibir gradualmente libertad. La juventudde hoy en día rechaza toda autoridad im-puesta; quiere la libertad y la exige.

e) La juventud del pasado poseía una cultu-ra relativa, a base de conceptos orales y escri-tos. Era dócil a la lógica. La juventud actualposee una cultura inmensa a base de imágenessensibles concretas. No es lógica, sino secuen-cial. Esto hace que los jóvenes actuales nopiensen en conceptos abstractos, sino conimágenes concretas principalmente.

O La juventud del pasado estaba encerra-da en su mundo local y nacional, sin infor-mación suficiente. La juventud actual estáabierta al mundo presente mediante unacolosal información cosmopolita. Esto haceque los jóvenes actuales no quieran secretoy sí quieran información.

El escrito, que no deja trasmitir esasensación de «haber llegado tarde», conti-nuaba con otro titulado La presencia de laComunidad Educativa Democrática 40 enel que se señalaba qué tipo de organiza-ción escolar era irreconciliable con estosplanteamientos y que, previsiblemente,sería rechazada por la nueva clientela.

Los magníficos edificios y las cuida-das instalaciones de los centros formativossindicales fueron bocado apetecible paraun sistema educativo en franca expansióny con problemas financieros dada la mag-nitud de las inversiones previstas en su re-forma. La nueva administración educati-va, necesitada de infraestructuras quecubriesen las muchas necesidades educati-vas de la población española, acabó de for-ma fulminante con las realizaciones deuna «anacrónica organización» para losmás que anunciados nuevos tiempos,aunque —para los que se formaron o cono-cieron a los profesionales que hicieronrealidad aquellas revolucionarias ideas—de forma poco respetuosa con su esfuerzoy riesgo'".

La Obra Sindical de Formación Pro-fesional comenzó su actividad en el cur-so 1940-41 con 6 centros y 1.291 alum-nos y llegó a los 724.215 formados en elcurso 1973-74, de los cuales más de50.000 lo fueron en FPA (cursos1957-58 a 1973-74). De los 137 42 cen-tros totales, 11 lo fueron de FPA en losque se impartió formación a trabajado-res adultos en 27 especialidades indus-triales. Sirvan estos datos como balancede esta rica aunque poco conocida expe-riencia formativa.

(39) CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONTTORF_S: XXXV/ Curso de Formación... Op. cit., 1975, p. 47.(40) CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN DE MONITORES: )001V1 Curso de Formación... Op. cit., 1975, p. 48.(41) Según testimonio del profesor Esteban Bustillo, monitor entonces de FPA y posteriormente profe-

sor del Instituto Virgen de la Paloma de Madrid.

(42) Según relación de centros que figura en el Anexo del Decreto 2058/1972, de 21 de julio (BOE del 31)como «Centros Docentes Dependientes de la Organización Sindical», sin incluir las Universidades Laborales.

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