Indicadores de tercera generación para cuantificar la ... · relativos a la sustentabilidad de una urbe especí"ca, por encima de la estandarización de ... mayor integración de

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issn impreso 0250-7161 | issn digital 0717-6236

Recibido el 25 de noviembre de 2011, aprobado el 1 de diciembre de 2012

Indicadores de tercera generación para cuantificar

la sustentabilidad urbana.¿Avances o estancamiento?

Silvia León A.

resumen | Las intrincadas relaciones que caracterizan el metabolismo de las zonas urbanas precisan ser visualizadas mediante fórmulas simpli"cadas, capaces de respaldar la toma de decisiones en favor de la sustentabilidad urbana. En el marco teórico

Materiales (AFM) y de la Huella Ecológica Local (HEL) para la Región Metropolitana

cuanti"cación de la sustentabilidad urbana. El posicionamiento de lo local, por medio

relativos a la sustentabilidad de una urbe especí"ca, por encima de la estandarización de

palabras clave | sustentabilidad urbana, gestión urbana.

abstract | �e intricate relationships that characterize the metabolism of urban areas need to be viewed through simpli�ed formulas, so that they can support the decision-making processes leading to urban sustainability. In the �amework of the Co-evolution paradigm (Norgaard, 1984) and the calculation of Material Flow Analysis and the Local Ecological Footprint regarding the Metropolitan Region of Santiago (Chile) and the city-region of Bogotá (Colombia), Material Flow Analysis and the Local Ecological Footprint are shown as third-generation indicators – binding, local, synergic and cross-cutting – simultaneously incorporating several variables with broad categories and dimensions, and a high degree of contribution (80%) to the quanti�cation of urban sustainability. �e positioning of the local, through the local ecological footprint, also prevails in the improvement of indicators relative to the sustainability of a speci�c urban area, beyond the standardization of methodologies based on international comparisons or rankings.

key words | urban sustainability, urban management.

vol 39 | no 118 | septiembre 2013 | pp. 173-198 | artículos | ©EURE

174 ©EURE | vol 39 | no 118 | septiembre 2013 | pp. 173-198

Introducción

Los actuales asentamientos humanos latinoamericanos, “manchas en constante growth sprawl, con ciuda-

danos de diferentes clases sociales, provocan un constante aumento en los consu-mos de energía, agua, alimentos, recursos naturales, y cada vez mayores requeri-mientos de fuentes fósiles para su movilidad, productividad y diario vivir (o para sobrevivir, la mayoría de ellos). A esto se suma un incremento permanente de las emisiones y los vertimientos, los que, sin lugar a dudas, exacerban los impactos sobre los ecosistemas que les subyacen, pese a los colosales intentos actuales a escala mundial, nacional y local por la minimización de tales externalidades ne-gativas. Y por corresponder a un ciclo natural intrínseco que caracteriza la mutua relación entre sociosistemas y ecosistemas, dichas externalidades surgen desde las urbes y regresan hacia las mismas urbes, pasando por los ecosistemas.

se expliquen las “mutaciones”, las alteraciones y las transformaciones que sufren

suscitadas por las actividades antrópicas (realizadas por cada sociosistema de una ciudad-región determinada) destinadas a obtener los recursos necesarios y aten-der a sus propias necesidades. Este enfoque coevolucionista tiene plena coheren-cia con los actuales modelos de urbanización, los cuales demuestran una impe-

diferencia en el tiempo: la total dependencia de las urbes frente al entorno y la independencia absoluta de los ecosistemas en ausencia del hombre.

No obstante, nuestras ciudades, aquellas que se esparcen inde"nidamente so-

que hoy se detecta en forma inmediata a raíz de la dispersión, el cual corresponde a la di"cultad de establecer un límite nítido entre lo urbano y lo rural, entre lo urbano y lo natural (zonas de conservación o protección). Tal límite es requerido en las políticas públicas positivistas para la delimitación político-administrativa de una ciudad, que se hace con imprecisión cuando no hay una distinción clara entre lo urbano y lo rural. A ello se agrega que los ecotonos, de"nidos como esas

respetar la identidad de lo rural inmerso entre ambos, poseen características pe-

Es claro, así, que en los procesos de crecimiento urbano impera la compleji-dad; que no son tan claras y exactas las variables intervinientes, y tampoco son

En consecuencia, es fundamental buscar en la simplicidad una herramienta me-todológica cuantitativa para evaluar la coevolución entre los sociosistemas y los

desarrollo urbano cuyas directrices son las políticas urbanas, para introducirlos

175León | Indicadores de tercera generación para cuantificar la sustentabilidad urbana... | ©EURE

"deber ser" es la maximización de las externalidades positivas y la mitigación de las externalidades negativas ocurridas en la ciudad-región, demostradas mediante

stake-holder urbano.

El actual paradigma de la sustentabilidad urbana, permeado en doble vía des-de la sociedad civil hacia la clase política y viceversa, intenta promover una "r-evo-lución", para no concebir la ciudad como un universo aislado, sino identi"car la real interacción de los conglomerados urbanos con los ecosistemas, reconociendo su inherente complejidad. La conKuencia de los actores del sociosistema (públi-co, privado y sociedad civil) frente al manejo de los ecosistemas (que sostienen y sustentan las ciudades) en pro de mejorar la calidad de vida urbana, exige el dise-

-

que permitan corroborar que las políticas públicas (toma de decisiones) efectiva y

--

todologías y los indicadores para la evaluación de las intervenciones relacionadas

los indicadores disponibles y aplicados hasta el momento en diferentes lugares del mundo proporcionan información parcial mediante el uso de indicadores de primera y segunda generación,1

sesgadas por su mirada parcial y con ausencia de transversalidad, e impiden así conocer de manera holística la sustentabilidad de las ciudades-región; es decir, develar la coevolución de los ecosistemas que sustentan los sociosistemas.

Los conceptos "desarrollo sostenible" y "sustentabilidad urbana", presentes en los paradigmas aplicables por los investigadores urbanos, son considerados como sinónimos diferenciados solo por el manejo teórico, de tal manera que el primero hace referencia a la escala de país (lo nacional, incluso lo global) y el segundo a la escala de ciudadnúmero, entre "país" y "desarrollo sostenible", y entre "ciudad" y "sustentabilidad urbana" (León, 2009).

La sustentabilidad urbana se especi"ca como un fenómeno complejo de largo

urbana. Su operacionalización se de"ne en forma participativa y negociada entre

1 Son de primera generación los indicadores relacionados con variables físicas, químicas y biológicas, que bien pueden

aquellos compuestos por cuatro grupos de variables: económicas, sociales, ambientales e institucionales, pero sin


las instituciones gubernamentales, la sociedad civil y los privados, con asistencia de la academia, con una visión intra e intergeneracional, y con un reconocimien-to de lo local y lo regional por encima de lo nacional y lo internacional (León,

se intenta avanzar en ese procedimiento mediante instrumentos conocidos como indicadores de primera y segunda generación, pues los de tercera generación2 es-

--

te enfatizar la relevancia que tiene la conceptualización de la sustentabilidad para cada ciudad en particular, y así de"nir en esa misma dirección los indicadores que

-

reKejar el estado cuantitativo o cualitativo de un determinado fenómeno o pro-

importancia para hacer juicios sobre las condiciones del sistema actual, pasado (Quiroga, 2001) o futuro de una urbe.

¿Avances o estancamiento respecto de los indicadores de tercera generación?

y siempre han sido considerados una herramienta positivista para hacer segui--

de 1930 los indicadores se usaban para la evaluación de determinados contextos

-tuales, que se consolidaron con el establecimiento del sistema de indicadores.

mayor integración de las dimensiones de la sustentabilidad y se agrupan los as-pectos ecológico, ambiental, social, económico e institucional; no obstante, su

es el propuesto en el proyecto de ESALC (Evaluación de la Sostenibilidad en

la realidad, entendida como un conjunto socioecológico que se divide a su vez en cuatro subsistemas; su desventaja radica, según Larrea, Martínez, Quiroga y

Los marcos ordenadores del PER (Presión Estado Respuesta) propuesto por

2


Efecto Respuesta) del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) de Colombia, tienen la ventaja de una integración sólida de las relaciones entre los sistemas social y ecológico. No obstante, poseen desventajas muy similares a los anteriores; es decir, tienden a promover políticas remediales cortoplacistas, son limitantes fuera de la dimensión ambiental, provocan una tendencia de linea-lidad y causalidad que no da cabida a la transversalidad, y no dan cuenta de las interrelaciones complejas entre los sistemas (Quiroga, 2001), las que son funda-mentos requeridos para hablar de sustentabilidad urbana.

revelar la compleja noción del concepto "sustentabilidad" de una manera sinte-tizada, validan la formulación de diversas perspectivas. Sus diagramas tienen la ventaja de resaltar la intersección entre distintos conjuntos que dan cuenta de la

no deja de ser una operación sectorializadora de una realidad que, de hecho, es

-tual con una gran fortaleza: la comunicacional, pues permite expresar de modo contundente y sencillo las distintas dimensiones de la sustentabilidad con una clara vocación englobadora.

Una vez establecido el modelo conceptual y su correspondiente diagrama, respaldados por plataformas fundadas en la innovación, por potentes marcos teó-ricos, por una de"nición clara del episteme, por la crítica de los modelos y los diagramas existentes, y validados dentro del concepto de sustentabilidad urbana asumido por la investigación, cobra relevancia el establecimiento del sistema de indicadores de tercera generación. Esta última búsqueda de indicadores vincu-

de un Planeta Vivo; Factores en Ecoe"ciencia, Factor 4, Factor 10; MIPS (Ma-terial Input Per Unit of Service(Total Material Requirement Total Econo-mic Value

conmensuralistas,3 con obvias ventajas y desventajas frente al denominado 4 La apreciación personal, y bajo el episteme positivista de la

investigación, llevó a optar por el enfoque conmensuralista, pues se consideran

3 Conmensurable: sujeto a medida; relacionado a cantidades cuya razón es un número racional.

4

renuncia a los “megaindicadores” y al intento agregatorio, y se inclina por un conjunto de indicadores que muestran

comprende indicadores ambientales (biofísicos) e indicadores de desarrollo sostenible (biofísicos y socioeconómicos).

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y la revelación inmediata de los fenómenos. Estos indicadores se construyen agregando diversas variables que se asumen como componentes de un fenómeno, y a las cuales se les asigna un peso relativo respecto del resto a la hora de sumar

sectorial. La diversidad de indicadores pertenecientes a lo conmensurable es una evi-

dencia de la evolución que se ha dado en ellos, una evolución que tiene un obje--

Local (HEL), cuyos objetos de investigación fueron la Región Metropolitana de

En este orden de ideas, el objetivo general de la investigación fue establecer

Local, como indicadores de tercera generación, en la cuanti"cación de la susten-tabilidad urbana en dos ciudades latinoamericanas.

La evaluación cuantitativa de las relaciones entre los sociosistemas y los eco-

de Materiales cuya conceptualización original fue de"nida por Hinterberger, Gi-

cuanti"cación de los Kujos de materiales intercambiados entre un sistema social -

porar las innovaciones realizadas en los casos del Greater London (Chartered

de Santiago (León, 2006). Respecto de la Huella Ecológica, se retoman las bases

(2001), aplicado ampliamente en todo el mundo y actualizado en 2006, con una

Un aspecto fundamental es el desafío de superar las críticas a ambos indicado-res, que han sido múltiples y variadas; no obstante, se diferencian las que efecti-vamente se comparten con otros autores y las que se objetan por no corresponder a una evidencia dentro de la investigación, al haber sido subsanadas mediante la incorporación de una estrategia especí"ca.

En este orden de ideas, la justi"cación de la investigación se apoya en tres

El primer hecho se inscribe en la actual tendencia mundial a centrar la atención en las ciudades, para lo cual el paradigma vigente eleva a absoluta necesidad el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, posicionado dicho principio por las políticas urbanas, pero mediante la homogenización que


impone la globalización. En este sentido, la globalización debe ser manejada

los postulados de la sustentabilidad urbana. Se debe mantener por encima de toda vanguardia economicista la identidad de cada asentamiento humano, las particularidades que lo hacen diferente, las costumbres propias de su gente y el individualismo de cada urbe. El valor de lo local. Bajo ninguna argumentación cientí"ca o política puede ser homogeneizado el signi"cado de la calidad de vida para todas y cada una de las ciudades del mundo. El derecho a la identidad, a la diferencia y a la diversidad no es negociable. Signi"ca ello que la replicabilidad de las experiencias exitosas debe hacerse con responsabilidad, para adaptarlas a las condiciones propias del nuevo asentamiento humano en el cual se pretenden implementar, de modo que no causen mayor caos del que pudiera existir localmente.

pero igualmente relevante. Se re"ere a la compilación de la contabilidad de los recursos naturales y los materiales utilizados tanto por los ciudadanos de Santia-

-

-pitalinos respecto de los ecosistemas sobre los cuales se expanden y se sustentan.

-

2 se producen por el transporte de los residentes

usos? Los resultados obtenidos se convierten en la base fundamental para las po-líticas públicas que orientan el desarrollo de ambas ciudades latinas.

El tercer hecho, aportes al conocimiento, comprende la utilización de nuevos

de Materiales y la Huella Ecológica a partir del reconocimiento de las críticas a ambos indicadores, para superarlas total o parcialmente.5 Con dicho alcance se llegó a proponer una modi"cación a la Huella Ecológica y a formular la Huella

y Rees (2001) radica en el establecimiento de factores de productividad o ren--

5(2005) y Yue et al. (2005), y solo parcialmente se pudo precisar las diferencias de impactos o consumos por grupos socioeconómicos (Agudelo, 2002).


Resultados

Los resultados que se describen a continuación de manera detallada corresponden -

sin embargo, en el Anexo 1 se presenta el cuadro comparativo del metabolismo de -

dientes categorías. Tal tentativa es posible debido a que en ambos marcos teóricos se --

ción de Turner (1992) en relación con la imperiosa necesidad de conservar el stock del capital natural crítico.

Las conclusiones obtenidas muestran que el proceso evolutivo de la ciudad-re-

a ser un municipio con territorios colindantes, para terminar hoy como una ciudad con regiones circundantes; ello implica que el radio de expansión de la ciudad-re-

cual han sido paso obligado la transformación de su institucionalidad y nuevos dis-cursos políticos, reKejados tanto en los planes de desarrollo distrital como en los de ordenamiento territorial, donde se plantea la gestión urbana bajo la óptica de ciudad-región. Este soporte político-institucional incluye las veinte localidades que

La ciudad-región se considera un sistema abierto y tiene cada vez mayores con-sumos, sin tornarse en excesivos, conclusión establecida a partir de las tendencias presentadas por las variables agua, alimentos, energía, materiales, residuos, transpor-

probablemente este comportamiento “mesurado” en algunos de los consumos tiene

-nos ejemplos que ilustran los casos de mayores aumentos en los consumos son: i)

del 36,3%; ii) el consumo de ganado porcino, que creció de 19.301 toneladas en -

6 v) por último, un comportamiento preocupante para la sustentabilidad de la ciudad-

6

León | Indicadores de tercera generación para cuantificar la sustentabilidad urbana... | ©EURE

región se identi"có en el parque automotor privado, el que pasó de 220.403 en 1995

-den principalmente uso del suelo, y consumo de agua, alimentos, energía; residuos,

-teriales.

En relación con la variable Uso del suelo, se establecieron para la ciudad-región tres eventos repetitivos y ejemplarizantes en su modo de expansión, los cuales se

--

tunidades”, donde el suelo urbanizable se “reproduce en laboratorio” a partir de los humedales, los cerros y las tierras agrícolas. El primer evento se da por la reducción

mediante los rellenos antrópicos, la desecación del lecho, el deterioro de la calidad del agua que ayuda al proceso de colmatación del humedal, la construcción de zo-nas duras y canales, la prolongación del proceso de urbanización hasta su borde, y la posterior intervención de las autoridades para legalizar el nuevo conglomerado urbano (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, 2000). El segundo y tercer eventos permiten la obtención de suelo urbanizable a partir de los cerros y las mejores tierras agrícolas, respectivamente, aunque con una clara diferencia con el primero, ya que es apreciable el papel de las inmobiliarias (legales e ilegales) en la

-

usos residencial, comercial, industrial, recreativo y de saneamiento.-

cúbicos) es “importada” desde otras zonas para la mayoría de los usos:7 consumo -

situación adversa a la sustentabilidad consiste en que el 71,5% de las aguas residuales no son tratadas luego de que la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR)

las externalidades negativas de las aguas contaminadas se “exportaron” hacia otras regiones fuera de los límites político-administrativos de la ciudad-región.

7 El Acueducto

tales reportes.


Respecto de la variable Alimentos, se destacan dos procesos contrarios a los prin-cipios de la sustentabilidad, ocurridos en la ciudad-región durante el período 1997-

han sido sepultados por otras actividades que sustituyeron al sector agrícola. Esto se -

--

“importarlos” desde otras regiones. Las cifras así lo demuestran: del consumo total

otros territorios nacionales e internacionales aproximadamente el 99,96%, y esta

aseverar que la capital solo produce el 0,04% de alimentos para su consumo interno.

-yen en esta categoría los combustibles asociados a la variable transporte, para evitar

-

GWh), la ciudad-región importó el 100% e igualmente importó el 100% del gas

renovable, cuyas cifras son imperceptibles, ya que corresponden a grandes sistemas

servicios comunitarios y urbanizaciones en Ciudad Tunal, Ciudad Salitre, Palacio --

2

2

-bilidad de datos (con"dencialidad de la empresa privada). El hecho es coincidente con el caso de la Región Metropolitana de Santiago (Chile). Únicamente se respal-

en piedra, arena y grava; cementos, cales y yesos; otros materiales de construcción;

En consecuencia, se estima que los consumos de materiales son substancialmen-


cierto grado de incoherencia con la variable residuos. Queda claramente estable-cida la inexistencia de registros exclusivos de importaciones y exportaciones para

todas las categorías de materiales.El actual estado de las actividades de registro, archivo y estadísticas para la

Colombia; es decir, son evidentes los problemas de dispersión; la ausencia de orientaciones que propicien la integración y la articulación de la información (ni-veles de agregación, homogeneización y estandarización); las de"ciencias en las estructuras de organización de las entidades, en la capacidad de planeación y en la coordinación interinstitucional; así como las limitaciones y rezago en los soportes tecnológicos, a excepción de las bases de datos propias de entidades privadas y del

-bicos de escombros y cerca de 3,5 millones de toneladas de residuos: 2.902.572

industriales y 7.320 toneladas de residuos hospitalarios; no se logró determinar el volumen correspondiente a los residuos de la minería (ladrilleras y chircales), por la inexistencia de datos o"ciales al respecto. El reciclaje aún es incipiente (25%)

disposiciones distritales y la sentida necesidad de los recicladores respecto de or-ganizarse impactaron y siguen impactando de manera positiva y creciente en esta

que dentro de sus límites político-administrativos se tienen en funcionamiento las escombreras y los rellenos sanitarios para el depósito de los desechos procedentes

vecinos); en consecuencia, no hay exportación de externalidades negativas a causa de los residuos.

La variable Transporte muestra en ambas ciudades capitalinas un auge del trans-

2

y su impacto negativo en la valoración de la sustentabilidad de la ciudad-región y

siguientes hechos: en 1995, el 77% de los residentes utilizaba el transporte público

modi"có: el 60% se movilizaba en transporte público, el 24% en transporte pri-

-


2. El transporte privado

-

público. Los modos no motorizados de transporte, que no producen emisiones -

convirtió en la base de datos fundamental para la HEL (en el Cuadro 1 se mues-

-

cuadro 1 | Huella ecológica local (HEL) para la ciudad-región de Bogotá y la Región Metropolitana de Santiago

Variable

Ciudad-región de Bogotá2007-2008

Región Metropolitana de Santiago 2002

Área total requerida HEL per cápita Área total

requerida HEL per cápita

Ha Ha locales per cápita Ha Ha locales per cápita

Agua 51.107 0,0075394 0,0162246

Alimentos 0,7359300

Energía 633.316

Materiales 2.722 0,0004016 1.053 0,0001737

Residuos 620 0,0000915 95 0,0000156

Transporte 1.025.521 0,1499275 0,3500902

Construida 42.322 0,0062434 0,0755409

Total HEL 3.965.706

fuente elaboración propia.


Discusión

Las metodologías estandarizadas han sido requeridas por varios autores para

local, que nutren la comprensión de los stakeholders para la toma de decisiones que orienten la plani"cación de la ciudad (región) en el mediano y largo plazo, y

asentamiento evaluado, por encima de la comparabilidad a escala internacional.

de los indicadores para hallar la sustentabilidad real de la urbe, antes que la es-tandarización de las metodologías en procura de comparaciones internacionales. Se convierte tal peculiaridad en un elemento fundamental y adicional de los in-

dimensiones de la sustentabilidad urbana.

considerando siete variables, cada una diferenciada en categorías y subcategorías (cercanas a setenta diversos atributos clave en la evaluación de la sustentabilidad). Incluso se incorporan algunos recursos bióticos y abióticos no establecidos en las metodologías originales, lo que permite dar un nivel equilibrado a gran parte de los Kujos ocurridos en ambas ciudades, sin producir el efecto de que los Kujos de

-ger, Giljum y Hammer (2003). Asimismo, en cuanto a los responsables de los im-

sectores con mayor o menor grado de responsabilidad; por ejemplo: en produc-

2,

agua son la minería y riego para la RMS; y la preferencia en utilización de alterna-

En consecuencia, el desglose de las variables ofrece a los tomadores de deci-

del sector público en pro de adoptar estrategias sustentables que involucren a la -

2

de las ciudades latinas objeto de estudio; el fomento del 100% a las actividades agrícolas dentro de la región y la protección de los suelos agrícolas de alta calidad; la e"ciencia en el riego para aumentar el actual 40% para la producción local de los alimentos; el impulso con mayor ahínco a la cultura del reciclaje de manera de


del suelo agrícola; y aumentar la demanda de la escala humana en la ciudad para favorecer otros medios limpios en la locomoción.

El enfoque conmensuralista tanto del AFM como de la HEL favorece el

sectorial. Asimismo, el enfoque apoyado en las tendencias ocurridas en los territorios donde se asientan y se sustentan las ciudades para dos períodos, uno en

coherente con el proceso de cuanti"cación de la sustentabilidad, al determinar

Yue et al. (2005).Al concluir los dos ejercicios para la Región Metropolitana de Santiago (Chi-

la cuanti"cación de la sustentabilidad respecto de otros indicadores, obviamen-

innovaciones que en este artículo se sintetizan. En consecuencia, las medidas

funciones de los sociosistemas capitalinos con los ecosistemas que los sustentan. Igualmente, esta dupla de indicadores se reconoce como una herramienta peda-gógica de utilidad para describir la demanda humana sobre la naturaleza, coinci-

IWM (2002) y Jenerette et al. (2005), quienes solo advertían de tal cualidad para la huella ecológica.

ciudad al incluir las series de producción, exportación, importación y consumo

en los procesos de producción, como tampoco los Kujos indirectos asociados a importaciones y exportaciones; estos últimos ofrecen las mayores di"cultades de

Life Cycle, mochila ecológica, MIPS (Material Input Per Unit of Service -Monetary Input-Output Table

Physical Input-Output TableMatriz de Insumo-Producto Físico), pues no solamente se trata de establecer la

estimaciones las toneladas de materiales necesarios para la elaboración de dichos productos, como lo a"rman Hinterberger, Giljum y Hammer (2003), Giljum

Un componente esencial del desarrollo de la investigación fue el dilucidar

superar algunas de estas críticas en forma proactiva, para potencializar el uso del


AFM y la HEL cada vez con mayores grados de seguridad, e"ciencia y efectivi-dad, basados en los avances del conocimiento en cuanto a las intrincadas meto-

propuestas de medidas correctivas.

di"cultades para otorgarle un peso fundamental a la tecnología y asignarle a una misma super"cie diversos recursos; este último aspecto se rebate al tener igualdad de condiciones en el indicador, pues a una misma super"cie donde se asienta la

en la huella. En esta misma línea, se hallaron algunos conKictos para correlacionar -

para superar tal restricción y lograr el encuadre, se realizó un proceso de asocia-

industriales y terrenos desprovistos de vegetación, porque cumplen con el requi-sito de los autores de la huella, es decir, ser zonas biológicamente improductivas.

En la simpli"cación de los procesos naturales se encuentran serias debilidades de los indicadores de tercera generación para la sustentabilidad, que por natu-raleza son diversos y complejos en sus funciones y relaciones. La simpli"cación facilita la comprensión de la complejidad del metabolismo urbano, pero acarrea la reducción de los patrones naturales a solo números, lo que permite el cómputo

la disposición de residuos y el abastecimiento de agua, que corresponden a los

-ción tridimensional, lo que se aplica incluso a los reservorios de agua. Esto lleva a conversiones ininteligibles, cuando se pasa de unidades de volumen a unidades

bidimensional. La profundidad de las excavaciones mineras, el fondo de las cel-

fenómenos super"ciales, requieren un manejo diferente, que considere su tridi-mensionalidad.

la aplicación del AFM y la HEL es la disponibilidad de datos a escala región

de la información requerida existe en forma dispersa, pero con dedicación es posible hallarla; o se puede calcular mediante numerosos procedimientos


de conversión, o requiriendo hacer visibles las series casi invisibles por el modelo de almacenamiento de los datos, o estableciendo la veracidad de los datos según

de información.-

cadores se ubica en la homogeneización de series de datos en dos unidades, de

este procedimiento, la extrapolación y la doble contabilidad se convierten en dos

-nes su uso es ineludible; sin embargo, su aplicación indiscriminada en variables

ser corroborada, entre otros casos, con la variable Energía, para la cual afortu-nadamente se obtuvo el balance regional a partir de bases estatales, lo que evitó incurrir en extrapolaciones desde la escala nacional, lo que habría provocado una estimación cinco veces mayor que la real en cuanto al consumo total de energía, especí"camente para la Región Metropolitana de Santiago. En síntesis, la cerca-nía de los niveles regional y local otorga un menor margen de error respecto de la relación nacional-local.

Evitar la doble contabilidad exige una especial atención, lo que se logra me-

sus categorías, razonamientos lógicos durante la desagregación de las actividades y reKexiones de transversalidad para detectar la repetición de subcategorías, pues

-mente sobreestimados.

-

que mayor debilidad le generan al indicador, debido a las erróneas conclusiones a que puede llevar el uso de dichos factores. Tal premisa se comprobó con el ejer-

- La diferencia es

evidente; una proporción tres veces mayor, que signi"ca un radical incremento

-

globales respecto de los factores de rendimiento local.

Se aclara que se utilizaron factores locales o “autóctonos”, excepto en dos variables muy especiales: la energía, donde se aprobaron los factores globales; y los alimentos provenientes del mar, debido a las di"cultades para de"nir el factor local de rendimiento de los mares.


Tal disparidad de resultados en el caso de Santiago de Chile respalda la pro-puesta del indicador denominado Huella Ecológica Local (HEL) (adición del adjetivo "local"), cuya valoración se realiza basado en factores de productividad o rendimiento locales y, en consecuencia, la dupla se modi"ca a AFM y HEL, la

-zar factores de rendimiento locales, prevalece el mejoramiento de los indicado-res para optimizar la cuanti"cación de la sustentabilidad de una urbe especí"ca,

Finalmente, se sugiere como factible estrategia administrativa que la dupla AFM y HEL sea incorporada dentro de la institucionalidad y las políticas públi-

--

día a día las bases de datos utilizadas, retroalimentarlas con otras bases o"ciales

todo en pro de orientar las decisiones de plani"cación en el mediano y largo plazo hacia una mayor sustentabilidad de las ciudades. ©EURE

Agradecimientos

-logía Urbana” de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad Piloto

Especialización en Gestión Ambiental Urbana.Es pertinente reconocer la efectiva colaboración de algunos funcionarios

documentos compiladores por parte de la empresa privada, siempre y cuando no -

se agradece el apoyo de los siguientes colegas externos a la Universidad Piloto:


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2008

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1

Documents

Indicadores de tercera generación para cuantificar la ... · relativos a la sustentabilidad de una urbe especí"ca, por encima de la estandarización de ... mayor integración de