Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

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    lVJJH3V JQJ

    \flS3ndS3H

    ivencias

    de

    maestros

    maestras

    Compartir desde la práctica educativa

    F

    Imbernón coord.), K Angulo, A. Arana,

    J. Cela,

    L.M.

    Cifuentes, M.

    de

    Febrer,

    C

    García Morte,

    R

    lópez

    Facal,

    M.L

    Lorenzo,

    M. Massip, N Otsoa,

    E

    París,

    R

    Picó,

    B Ruiz

    Quintero. C Uceda

    Biblioteca

    de

    Aula 1215

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    3/21

    Biblioteca de Aula

    Serie Formación

    y

    desarrollo profesional

    del

    profesorado

    Francisco Imbemón Muñoz coord.),

    Karmele

    Angulo San Millán, Ander Arana

    Joan

    Cela Ollé Luis María Cifuentes Pérez Merce de

    Febrer

    Cristina Sarcia Morte,

    Ramón López Facal M. Luz

    Lorenzo

    Maria Massip NeKane Otsoa Abrisketa,

    Eulalia

    Paris Reme Picó Navarro, Bárbara Ruiz Ouintero; Consuelo

    Uceda

    Castro

    @ de esta edición: Editorial GRAÓ de IRIF. S.L

    C/

    Francesc Tárrega

    32-34. 08027 Barcelona

    www grao rom

    l.

    edición: septiembre 2005

    ISBN

    10: 84-7827-400-6

    ISBN

    13: 978-84-7827-400-0

    D.L: B-29.882-2005

    Diseño

    de

    cubierta: Xavier Aguiló

    Impresión: Imprimeix

    Impreso

    en España

    Quedan rigurosamente prohibidas. bajo las sanciones establecidas en las leyes. la reproducción o almace-

    namiento total o parcial de la presente publicación. incluyendo

    el

    diseño de la portada. así como la trans-

    misión

    de la

    misma por cualquiera

    de

    sus medíos tanto

    si

    es eléctrico. como químico. mecánico. óptico.

    de grabación o bien de fotocopia, sín

    la

    autorización es

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

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    Introducción

    Francisco Imbernón

    Universidad de Barcelona

    ar

    la voz

    al

    profesorado

    Me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir mostrar. Mostrar

    no

    es adoctrinar es dar información pero dando también enseñando también el mé-

    todo para entender analizar razonar y cuestionar esa información. Si alguna

    de

    uste-

    des es

    un deficiente mental

    y

    ree

    en

    verdades reveladas

    en

    dogmas religiosos o en

    doctrinas políticas. sería saludable que

    se

    dedicora a predicar en

    un

    templo o desde

    una tribuno. Si por desgracia siguen

    en

    esto traten de dejar las supersticiones en el

    posillo antes

    de

    entrar l aula. No obliguen a sus alumnos a estudiar de

    memoria

    eso

    no sirve. Lo que se impone por la fuerza es rechaZ11do y en poco tiempo se olvida. Nin-

    gún chico será mejor persona por saber de memoria el año en que nació Cervantes.

    Pónganse como meta enseñarles a penspr que duden que se hagan preguntas. No los

    valoren por sus respuestas.

    Las

    respuestas na

    son la verdad buscon una verdad que

    siempre

    será relativa. Las

    mejores

    preguntas

    son los

    que se

    vienen

    repitiendo desde

    los

    filósofos griegos. Muchas son

    ya

    lugares comunes pero no pierden vigencia: qué

    cómo dónde cuándo por

    qué.

    Si

    en

    esta admitimos también eso de que lila meta es

    el camino»

    cama

    respuesta no nos

    sirve.

    Describe

    la

    tragedia e la vida pero no la ex-

    plico. Hay una misión

    o

    un mandato que quiero que cumplan. s una misión que nadie

    les

    ha encamendodo

    pera que yo

    espera que

    ustedes coma maestros

    se

    la impongan

    a si mismos: despierten

    en

    sus alumnas el dolor de la

    lucidez. Sin

    límites.

    Sin

    piedad.

    De

    la

    película

    Lugares

    Comunes.

    Argentina/España,

    2001. Dirección: Adolfo Aristarain

    Narrar en

    qué consiste

    la

    enseñanza

    cómo

    s

    vive para

    entenderla mejor

    Desde el más remoto pasado,

    el

    quehacer de

    la

    enseñanza

    y

    de los que

    se

    han

    dedicado y se dedican a ella ha sido objeto de discusión, comentarios, críticas, ala-

    banzas. menosprecio, e incluso por desgracia, a menudo

    ha

    sido pasado por

    las nor

    mas, las hormas y las armas.

    Al ser la enseñanza una práctica social, de influencia ideológica

    y

    de carácter

    axiológico,

    ha

    estado

    y

    está

    en el

    punto de mira de todos los poderes. Pero su inter

    vención se ha limitado al control, a dar al profesorado instrucciones, circulares, nor

    mas, diligencias. prescripciones.... despreciando su identidad profesional, su

    autonomía

    y

    su

    capacidad para

    tomar

    decisiones.

    7

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    Muchas voces que podían comunicar-narrar-relatar tantas experiencias

    santes sobre

    la

    enseñanza, sobre la

    vida

    interna

    de las

    aulas y

    las

    escuelas,

    las

    vIven-

    cias propias y de

    sus

    compañeros,

    los

    años aliado

    chicos y chicas, acumulando experiencias, compartIendo el conocimIento del

    OfiCIO,

    etc., se perdieron y

    se

    pierden en el tiempo.

    Fueron,

    y lo son todavía, voces silencia-

    das o amortiguadas de los verdaderos protagonistas

    de

    la enseñanza. A menudo los

    relatos de otros nos ayudan a ente nder lo que sucede y lo que nos sucede a noso-

    tros mismos. Historias y relatos de vidas truncadas que pudieron aportar sus refle-

    xiones y sus acciones, y a

    las

    que

    no hemos

    tenido

    la

    oportunidad de sumar nuestra

    propia experiencia. . . \ \

    Demasiadas veces, la voz

    de

    los

    maestros y

    las

    maestras

    ha SIdo sIlencIada. Se ¡¡

    ha dado por supuesto que para esgrimir una cierta autoridad y poder hablar sobre :

    la

    enseñanza, y sobre

    la

    profesión que ellos desempeñan,

    había

    que impersonalizar la j

    identidad profesional práctica, salir del aula y asumir otros papeles (inspección, ase-

    soramiento. Universidad, Administración, etc., es decir, h bl r de l escuela desde

    fuera de ella . Se

    argumentaba que

    el día

    a

    día les

    absorbía tanto que

    no les

    dejaba

    tiempo para pensar, reflexionar, escribir, investigar, aportar elementos de cambio a

    una práctica que son ellos quienes mejor conocen. Una profesión algunos han

    tildado, por ello, de subsidiaria y dependiente de otros, menosprecIo que ha calado

    hondo en

    la

    cultura profesional del magisterio.

    Otros

    administraban, pensaban y de-

    cidian por

    ellos

    el uso del1pasado. es más producto de mi deseo que de

    la

    realidad).

    Eso ha significado propiciar la subordinación a la producción del. la

    paración entre teoría y

    el margmac,.ón

    de

    los

    problemas morales, etlcos y

    POlítiCOS, el

    gremlahsmo,

    la

    msohdandad

    profesIO-

    nal y la descontextualización de la práctica educativa. .

    Estoy convencido de que uno de los motivos de que la enseñanza

    tan

    poco,

    o avance tan despacio, se debe a que no

    se ha la

    pr?pla de

    aquellos que la

    viven

    intensamente, por supuesto

    con

    excepcIOnes y

    matIces,

    SinO que

    eran V son voces situadas en un segundo o tercer nivel las que opinaban sobre ello,

    voces que analizan la enseñanza desde puntos de vist alejados de la realidad de las es-

    cuelas y, a

    veces,

    voces con relatos poco humanizados. plenos

    de

    una gran

    de

    racionalidad técnica y de normatividad absurda, imbuidos de una supuesta obJetIVIdad.

    Sólo la autenticidad

    de

    la experiencia, relatada por

    las

    voces que han vivido

    las diversas situaciones narradas, acaba impregnando

    las

    ideas V

    las

    conductas de

    otras personas que participan también de una misma actividad o profesión. Y es

    que la narración forma parte importante de nuestra de la de

    las

    a

    las

    que

    nos gusta escuchar historias. Por otro lado, es una tecmca que nos permite conocer los

    entresijos

    de lo

    que sucede

    en

    el mundo a través de

    la

    interacción con

    los

    símbo-

    los compartidos, con la experiencia de otros; la sociabilidad se demuestra también

    con la capacidad de escuchar a los demás. En este sentido, la narración,

    los

    relatos,

    nos

    han ayudado a educarnos y nos educan continuamente.

    A veces

    en el

    sector educativo

    no

    damos importancia a quien desde

    la

    cerca-

    nía nos una vivencia profesional y personal y, en cambio, prestamos oidos a

    voces que narran historias expropiadas que a menudo sólo sirven para alimentarse

    a si

    mismas,

    que resultan aut(: :ontemplativas, que

    sólo

    se

    miran

    en el espejo de 0tras

    B

    palabras ¡eruditas., a las que

    no

    parece interesarles la mejora real

    y

    práctica de la en-

    señanza V

    de los

    maestros y maestras. Al

    fin

    lo que nos ha quedado es

    esa

    dicotomia

    entre teóricos y prácticos que tanto daño hace a

    la

    profesión. Diferencia entre

    los

    que se dedican a administrar, a pensar, a decidir y los que trabajan en la educación.

    Ese hiato entre

    el

    pensamiento educativo y

    la acción

    con la falsa creencia de que

    el

    primero dirige

    al

    segundo.

    Una

    brecha que

    se

    puede romper dando

    voz

    propia o re-

    cuperándola) a

    las

    prácticas

    del

    profesorado,.;i sus narraciones e historias de

    vida

    profesional, o favoreciendo

    el

    escuchar y

    el

    compartir unas vivencias personales que

    pueden ayudar a otros a avanzar y, a la

    vez,

    a expresarse con voz propia, a perder el

    miedo a escribir, a explicar, a compartir .. No

    una

    voz refugiada

    en

    el eyo., sino una

    que salga del ensimismamiento para convertirse en el «nosotros

    l

      para incidir en un

    conocimiento más profundo de sí mismo

    valores,

    creencias, supuestos.

    .

    , del entor-

    no de trabajo social, político, culturaL),

    del

    conocimiento y las destrezas que ha de

    transmitir, de los constructos teóricos de

    la

    enseñanza, del aprendizaje y del currícu-

    lo

    (planificación, metodología, organización, materiales ..).

    Todo

    ello no implica que no sea necesario pensar también desde fuera de la

    práctica de la educación, pero·para que repercuta

    en

    su mejora

    real,

    para que

    incida

    en la

    innovación, para que dé pistas de reflexión y análisis a

    los

    que la ejercen y

    les

    ayude a progresar en su forma de pensar y actuar.

    Se podría pensar que

    los

    mejores docentes son los más capaces a la hora de

    contar las cosas, pero hemos de primar más la autenticidad de la vivencia que la ha-

    bilidad técnica p r saberla narrar.

    Esta

    .peculiaridad . didáctica ha de poseer com-

    ponentes narrativos que hagan que

    los

    docentes mezclen

    en su

    ejercido

    lo

    lingüístico, lo extralingüístico

    el

    propio cuerpo, los gestos, las miradas .. ) y lo paralin-

    güístico

    la

    pasión,

    el

    contexto,

    las

    emociones, lo personaL) para hacer lel relato.

    más interesante y comprensible

    con

    el objetivo de que el alumno aprenda más y

    mejor.

    La

    dimensión personal, tantas veces marginada cuando se recomendaba

    al

    maestro

    que ocultara sus propias émociones, deberia asumir una enorme importancia

    en la

    interacción didáctica.

    Sería ideal reivindicar la subjetividad del profesorado como forma de produc-

    ción de conocimiento educativo e incorporar su narrativa a la ética de

    la

    educación.

    Habría

    que entender la ética como praxis dialógica, basada en una relación intersub-

    jetiva entre los compañeros, que permita lograr una visión crítica de la enseñanza.

    que aliente a

    la

    confrontación

    de

    preferencias y valores. donde prevalezca

    el

    en-

    cuentro entre colegas como elemento fundamental en

    la

    relación educativa.

    ompartir los entresijos de la práctica

    cotidiana

    para

    romper

    la

    cultura

    der

    aislamiento

    la enseñanza ha

    sido,

    tradicionalmente y por desgracia, una actividad aislada.

    También

    es cierto que

    las

    estructuras organizativas no han ayudado mucho a romper

    con esto. Las aulas como celdas favorecen un modelo de puerta cerrada y un traba-

    jo del docente.

    i

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    No

    debemos confundir tampoco el aislamiento

    con

    la individualidad del do-

    cente. Puede ser bueno llevar a cabo prácticas individuales y esto puede comportar

    un cierto aislamiento.

    Toda

    práctica

    profesional

    y

    personal

    necesita, en

    algún mo- t

    mento, una situación

    de análisis

    y reflexión que

    debe

    realizarse en soledad. Pero

    lo

    que es nefasto en la enseñanza es la cultura del aislamiento, aquellos patrones que

    favorecen un continuado _pensar y trabajar solos».

    Esta cultura

    en

    la profesión educativa ha hecho que se separe el compromisQ

    de la

    satisfacción

    en el

    trabajo, beneficiando a

    los

    que se comprometen

    poco

    y faci-

    litando que en las instituciones educativas no

    se

    sea solidario y se establezcan luchas

    internas.

    l

    aislamiento genera

    incomunicación.

    Una práctica social

    como la

    educa-

    tiva

    necesita

    procesos

    de

    comunicación entre colegas. Explicar qué sucede, qué se

    hace, qué no funciona y qué sí ha tenido éxito, etc. Compartir las

    alegrías

    y las penas

    que surgen en el difícil proceso

    de

    enseñar y aprender.

    También la

    cultura

    del

    aislamiento, la

    atomización

    escolar total, lleva a

    imagi-

    narios educativos artificiosos trabajo colegial, comunidad, proyectos, etc.) que se ge-

    neran

    y pululan

    por el

    sistema educativo, pero que no llevan a cabo una verdadera

    cultura de la

    colaboración

    participativa. Entonces, las alternativas sirven

    de poco.

    O

    quedan como

    bonitos metarrelatos en las portadas de los

    libros

    y los

    congresos.

    l

    aislamiento siempre ha perjudicado a los maestros y maestras y ha benefi-

    ciado a quienes

    querían

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    El lector disculpará

    las

    diferencias entre los diversos relatos. Unos se acercan

    más

    a

    un

    texto autobiográfico sobre

    la vida

    pasada en la escuela, otros pretenden

    analizar qué pasa y cómo poner remedio, otros intentan explicamos experiencias que

    han funcionado para mejorar la enseñanza

    en las

    escuelas. A pesar

    de

    esto,

    hay

    al-

    gunos nexos: el optimismo,

    el

    vivir y haber

    vivido

    la educación de forma intensa.

    Los capítulos aquí expuestos son publicados en estado bruto, o sea, tal y como

    fueron narrados por los sujetos docentes. Se les pidió que hicieran emerger

    un

    rela-

    to donde apareciera

    el yo

    profesional y personal

    (no

    disociando

    ambos). Como

    todo

    relato subjetivo,

    de vida

    pasada o presente, son singulares y no

    se

    han realizado desde

    grandes conceptualizaciones teóricas aunque

    llevan

    implícita mucha teoría que

    avala

    la

    práctica y al

    revés, ya

    que

    el

    profesorado integra teoría y práctica

    en un

    todo); no se pretende definir nada ni realizar grandes proposiciones abstractas sobre

    la

    enseñanza, sólo aportar una parte

    de

    la riqueza de la

    vida

    escolar. Ni enseñar nada

    a nadie generalizando vidas, experiencias, éxitos o fracasos, sólo narrar y dar a ro-

    nocer

    la

    experiencia personal de unos profesores y profesoras.

    Todo ello nos

    puede

    ayudar a comprender el oficio del profesorado con una mirada desde el interior,

    desde dentro del sujeto, convirtiéndola en una realidad educativa concreta,

    ya

    que

    los relatos

    nos

    permiten visualizar cómo ella o él entiende la manera de hacer

    las

    cosas

    y analiza

    las

    condiciones

    del

    oficio.

    Desde las

    diversas singularidades de

    las

    narracio-

    nes podemos aprender de los otros, encontrar

    ideas,

    contextos similares, ayudas para

    mejorar la práctica y la teoría educativa en general.

    He

    aplicado

    pocos

    criterios en

    la

    selección de

    las

    profesoras

    y

    profesores

    que

    participan

    en

    este proyecto colectivo. Se han buscado relatos

    de

    diversos territorios,

    de etapas

    no

    universitarias infantil, primaria y secundaria) y

    ha

    dado como resulta-

    do

    un

    total de catorce narraciones. teniendo en cuenta que estuvieran presentes 105 dos

    géneros.

    los

    diversos

    ciclos

    de vida profesional y fueran sujetos

    con

    experiencia

    práctica. Como relatos subjetivos de valoración de

    su

    experiencia pasada o presente,

    cada uno tiene sus singularidades cada sujeto ha tenido libertad para retratarse

    a si mismo en

    la

    práctica del oficio.

    Haciendo una lectura detallada de esas particularidades, de esos significados a

    partir de las prácticas de cada uno, encontramos los relatos de todos, participando

    de unas

    mismas

    prácticas,

    de

    experiencias similares,

    de

    valores y representaciones

    educativas parecidas. En cada sujeto hay una parte de la cultura profesional

    del

    pro-

    fesorado; y

    en

    todos, temas o hilos comunes, nexos

    de

    unión.

    Son

    intereses, preocu-

    paciones. patrones, modos de pensar, etc., que configuran colectivamente

    una

    cultura profesional

    similar.

    l

    singularidad

    se

    convierte en universalidad cuando uno

    analiza relato a relato.

    Aparecen cuatro ejes comunes; uno que destaca sobre

    los

    demás

    es

    la

    coinci-

    dencia en la importancia del trabajo

    en

    equipo de los docentes. Esta idea es

    la

    pre-

    dominante en todas

    las

    narraciones. El profesorado es consciente de que su desarrollo

    profesional ha ido unido al desarrollo colectivo,

    al

    de

    la

    institución en la que traba-

    ja o trabajó.

    Unido

    al anterior encontrarnos

    un

    segundo eje conformado

    por

    una serie

    de

    rnetarrelatos coincidentes:

    la

    atención a

    la

    diversidad, el proyecto de trabajo y

    la

    ne-

    cesidad

    de reflexión,

    diálogo v cooperación-colaboración-compromiso.

    Es interfosan-

    12

    te analizar cómo

    los

    autores intentan hacer una enseñanza para todos y cómo les ha

    ayudado a

    ir

    sedimentando

    su

    conocimiento pedagógico la reflexión sobre l traba-

    jo,

    el

    diálogo

    con

    los otros agentes que intervienen (la familia aparece como ele-

    mento

    importante)

    en

    la educación, y

    el compromiso

    que va

    más allá

    de asumir

    la

    tarea

    de

    enseñar como

    un

    oficio

    más.

    Posteriormente, aparecen

    dos ejes más

    que atraviesan

    105

    textos.

    Uno

    es la

    emoción. Emoción interna en la tarea de enseñar y externa en la forma de relatar. Es

    interesante analizar cómo

    los

    relatos

    nos

    describen

    la

    importancia

    de

    lo

    personal,

    de

    las actitudes, de lo emocional. Aspectos que fueron camuflados por

    la

    racionalidad

    técnica y que

    hoy

    recuperamos

    como

    elementos fundamentales en

    la

    cultura profe-

    sional de

    la

    enseñanza.

    El otro

    es

    el de

    la

    autonomía docente y

    la

    participación en la comunidad. Es

    cierto que son los dos ejes más cercanos a 105 cambios educativos.

    Asumir

    una auto-

    nomía

    docente, tan reivindicada

    en los

    últimos años

    y

    tan cercenada por

    las leyes,

    es

    imprescindible para poder gestionar

    el

    trabajo; mientras que la participación comu-

    nitaria es indispensable para conseguir una mejor educación

    de la

    población sobre

    todo de aquellos que sufren

    el

    riesgo de la exclusión

    socia ),

    que desarrolle una ver-

    dadera ciudadanla

    social

    democrática.

    Todo

    texto tiene pensamientos prestados, amigos que ayudan a revisar, a pen-

    sar

    y

    concluir. Quisiera agradecer a Cinta Vidal el esfuerzo realizado para encontrar,

    coordinar y ayudar a que

    los

    relatos llegaran a

    mis

    manos; y a Gregorio

    Casamayor,

    siempre amigo

    critico

    de

    lo

    que

    yo

    narro, sus

    ánimos

    para continuar escribiendo sobre

    y para

    la

    educación.

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    n

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    8/21

     

    on

    voz

    de

    educ ción especi l

    Cristina 6arcia Morte

    Colegio de Educación Infantil y Primaria Angel Guimera.

    Corbera de Uobregat Barcelona)

    Jl...¡

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    9/21

    podemos prever y diseñar

    la

    intervención pedagógica que llevaremos a término en

    la etapa de

    educación primaria

    es decir es

    el

    mejor

    momento

    para poner manos a la

    obra y con este

    ánimo

    empezamos a introducir cambios.

    Paralelamente a este

    nuevo

    planteamiento

    de la

    educación

    especial en la

    etapa

    de

    educación infantil,

    se

    potenciaron y

    pusieron en marcha

    otras

    iniciativas:

    1. Elaboración de documentos en

    los

    que se definían perfiles del alumnado con

    necesidades

    educativas especiales.

    2.

    Organización de

    los

    horarios

    en función de

    los

    alumnos y alumnas

    de

    edu-

    cación especial: agrupamientos flexibles intercursos.

    3.

    Nuevo

    diseño

    del

    documento de la memoria

    de

    educación

    especial basado

    en fichas

    del

    alumnado que garantizaban

    un buen

    traspaso

    de

    información.

    4. Creación de la

    Comisión

    de

    Tratamiento

    de la Diversidad formada por la

    jefa

    de

    estudios,

    los

    maestros

    de

    educación

    especial un

    representante

    de cada

    ciclo y

    el

    equipo

    de asesoramiento pedagógico.

    5. Definición

    de la

    relación

    con servicios externos.

    6. Priorización de la coordinación entre

    los

    diferentes profesionales como sus-

    trato fundamental de la práctica educativa.

    7. Elaboración

    de materiales.

    Según la Administración la

    escuela

    es de linea dos pero la realidad

    es que

    es

    línea tres en todos

    los niveles

    menos en dos o tres cursos según el año lo que im-

    plica una plantilla

    numerosa

    y poco estable,

    ya

    que estos cursos

    se

    cubren con pro-

    fesorado interino que únicamente está en

    el

    centro durante un curso viéndose así

    afectada la continuidad de los proyectos.

    os maestras de educación especial

    En la escuela

    hay dos

    maestras de educación especial. Cuando

    yo

    llegué a

    ella

    la

    figura

    de la

    segunda maestra de educación

    especial

    hacia

    un

    año

    que existía.

    l re-

    parto del

    trabajo entre

    las

    dos

    fue:

    una intervenía en la

    etapa

    de

    educación infantil

    y

    en el primer

    ciclo

    de la

    etapa

    de

    educación

    primaria

    y

    la

    otra intervenía

    en el

    resto

    de

    ciclos es decir

    segundo y tercer

    ciclo. Pronto comprobamos que no era

    una buena

    fórmula: como no

    había

    continuidad

    de

    profesorado a veces

    el

    traspaso

    de

    informa-

    ción

    entre tutores

    se

    perdía, y

    más en

    el

    caso

    del

    alumnado de educación

    especial.

    Otro

    problema que nos hizo

    cambiar

    de fórmula

    en

    el

    reparto

    de las

    tareas

    fue

    que durante

    la

    etapa

    de

    educación infantil y en

    el primer ciclo de la

    etapa

    de

    edu-

    cación primaria

    la

    evolución del alumnado de educación especial

    es

    poco predecible

    ya

    que

    cada

    alumno evoluciona

    de

    manera diferente y

    puede

    ser que

    el alumno

    que

    parece tener

    más

    dificultades evolucione

    de forma muy

    adecuada, mientras

    que

    otro

    que

    no

    presente tantas dificultades

    no lo

    haga. Cuando se

    comunica

    a

    los

    padres y

    madres

    la

    evolución

    de

    su hijo

    o hija a través de

    los informes

    y

    las reuniones

    siem-

    pre se hace

    en esta tesitura y

    ello

    hace albergar a

    los

    padres

    muchas

    expectativas

    que

    en

    ocasiones

    no se cumplen

    y empiezan a

    no

    cumplirse en

    el

    segundo

    ciclo

    y

    en

    el

    tercer ciclo y sobre todo en

    el

    paso a la etapa de educación secundaria, dándose

    so

    j

    I

    el

    caso incluso de que algún alumno no puede

    hacer este

    paso

    y

    es

    derivado a

    un

    centro de educación especial ante la desesperación de la familia y del propio alum-

    no que

    hasta

    ese

    momento

    habia

    estado

    en la

    escuela ordinaria.

    s decir en

    los

    primeros años de vida escolar del alumnado, se

    le

    dice a la fa-

    milia

    que el niño o la niña progresa adecuadamente en

    función

    de su

    ritmo

    y estilo

    y aprendizaje y

    más

    adelante, coincidiendo con

    el cambio

    de maestra de educación

    especial empieza a evidenciarse

    el problema

    en toda su magnitud. el currículo em-

    pieza

    a acelerarse y a crecer

    en objetivos

    y

    el

    desfase

    del

    alumno con respecto a

    lo

    que

    se

    espera

    de él por

    edad

    cronológica es cada vez mayor.

    A muchas

    familias les

    cuesta aceptar

    las

    dificultades

    de los hijos

    y atribuyen a la escuela todas

    las

    respon-

    sabilidades.

    Algo

    parecido ocurre con

    los maestros.

    En

    los

    primeros

    cursos los

    maestros no

    se

    escandalizan ante

    los alumnos con

    dificultades;

    los niveles en los

    que se trabaja

    permiten

    una mayor flexibilidad

    y no

    hay prisa por

    acabar

    las

    programaciones

    del

    curso. En cambio en los cursos

    superiores

    si

    se da

    esta

    prisa

    fruto

    de una

    exigencia

    social

    a

    la que la escuela debe

    dar respuesta. los

    niños

    y

    niñas con

    dificultades pre-

    ocupan

    mucho

    a

    los

    maestros de segundo y tercer

    ciclo

    y a

    veces su reacción es:

    .¡cómo es que no se

    ha

    hecho nada con este niño hasta ahora?» .¡cómo es que aún

    no sabe leer?- «¿cómo es que no suma?» «¿cómo

    es que

    no se

    entiende

    lo

    que es-

    cribe?».

    Entonces la

    solución

    y la «culpa»

    recae

    muchas veces en

    los

    maestros de

    educación

    especial.

    Cuando mi compañera se

    incorporó

    al trabajo después de su baja por materni-

    dad acordamos repartir

    el

    trabajo de

    manera

    diferente.

    La

    propuesta fue trabajar

    ambas

    en

    todos

    los ciclos de forma

    paralela, compartir toda

    la

    información sobre

    el

    alumnado realizar conjuntamente las entrevistas con

    los

    otros maestros con

    los

    pa-

    dres

    y madres e incluso con el equipo de asesoramiento pedagógico

    del

    territorio.

    Con

    eso

    conseguíamos

    en primer lugar y algo

    muy

    importante, apoyarnos mu-

    tuamente ante

    el

    sentimiento de soledad que a veces tenemos cuando nos parece

    que luchamos

    contra corriente; compartir

    responsabilidades;

    reforzar nuestros cono-

    cimientos y opiniones sobre

    los

    casos; enriquecer nuestra práctica; conocer a todo

    el

    alumnado con

    necesidades

    educativas especiales

    del

    centro y a

    sus

    familias y la aten-

    ción que cada alumno o alumna recibe en servicios externos; tener de cada alumno

    una

    visión

    compartida y transversal en

    el tiempo

    controlando así

    la evolución del

    niño o

    la niña

    y de

    su

    contexto; compartir criterios de evaluación y tomar decisio-

    nes con

    más

    seguridad, es

    decir

    trabajar

    en

    equipo

    y

    de

    forma

    cooperativa.

    Hicimos

    la propuesta

    al equipo

    directivo y enseguida vieron

    el

    beneficio que

    ello

    podía

    suponer, pero eso

    implicaba

    alguna reestructuración de horarios de cara

    al

    curso siguiente.

    Intervención

    en la etapa

    de

    infantil

    Coincidiendo

    con estos momentos

    de

    diagnosis y gestión de

    cambio en los

    úl-

    timos

    cursos

    nos encontramos

    con

    que se triplicó la

    clase

    de tres años y que cada

    vez

    más se matriculaba un

    alumnado

    con necesidades

    educativas especiales

    muy

    signifi-

    61

    I

    11

    í

    ¡

    1/

    I

    I

    I

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    10/21

    cativas. También constatamos,

    junto

    con los tutores, que había un aumento de niños

    y niñas hipoestimulados en diferentes ámbitos de su desarrollo, a

    lo

    que habia que

    añadir que no habían ido a guardería,

    lo

    que estimuló aún más

    la

    necesidad de cam-

    bio en

    el

    tipo de intervención que se llevaba a cabo en educación infantil.

    Entiendo que la educación especial en

    la

    etapa de infantil hay que separarla cla-

    ramente del trabajo de

    la

    maestra de soporte; ésta da apoyo

    al

    trabajo del

    tutor

    o

    la tutora a fin de que sea más efectivo. Dicho apoyo toma formas diversas: desdobla-

    mientos, intervención en los rincones, trabajo por grupos o trabajos de logística que

    las

    clases de infantil necesitan y que son básicos para el buen funcionamiento del aula,

    como el trabajo de hábitos, los juegos,

    la

    preparación de material, etc.

    Mientras que

    la

    labor del profesorado de educación especial es más específica,

    la

    intervención del especialista pivota sobre tres ejes:

    1. Trabajo con el tutor: pautas metodológicas, herramientas de evaluación,

    programaciones, reuniones con los padres y madres.

    2. Trabajo individualizado o en pequeño grupo, dentro o fuera de

    la

    clase con

    el

    alumnado que presenta necesidades educativas especiales.

    3. Preparación y adapt ación de material adecuado a las necesidades del alum-

    no o de

    la

    alumna.

    lan

    de trabajo

    Ante esta situación, y de manera conjunta con el equipo directivo de maestros

    de

    la

    etapa de educación infantil, que en todo momento compartió con nosotros la

    inquietud de llevar a cabo una tarea especifica de atención a la diversidad en infan-

    til, se diseñó un plan de actuación que se concretó en los siguientes puntos:

    Proceso de matriculación del alumnado

    enJa

    etapa de educación infantil.

    Importancia de

    la

    atencíón precoz en esta etapa.

    Concreción del plan de intervención.

    Valoración del plan.

    Uno de los problemas con que nos habíamos encontrado hasta aquel momento

    (no

    sólo en la etapa de educación infantil, sino en todos los ciclos de

    la

    etapa de edu-

    cación prímaria) era que en las diferentes clases de cada nivel

    la

    cantidad de alumnado

    que presentaba necesidades educativas especiales no era equitativa; en algunas cIa-

    ses había varios alumnos con necesidades educativas especiales y las dinámicas de

    clase estaban muy distorsionadas, mientras que en las aulas paralelas no había alum-

    nado con necesidades educativas especiales. Eso era angustioso para algunos maes-

    tros. Personalmente creo que el nivel de angustia y ansiedad del maestro ante

    su

    grupo

    es

    algo que hay que controlar a fin de que los proyectos conjuntos de escuela salgan

    adelante.

    l

    equipo docente debe repartirse las responsabilidades, debe apoyarse

    y ayudarse. Además, desde

    los

    órganos de dirección debe procurarse que

    el

    profesorado

    esté a gusto, no en vano somos uno de los sectores profesionales con más estrés.

    Una de las soluciones que se nos ocurrieron fue elaborar un plan de matricu-

    lación que nos ofreciera más información sobre el alumnado de

    la

    que normal-

     

    6

    i

    J

    i

    -1

    mente nos llegaba, y utilizarla para formar los grupos-clase de P3, añadiendo esta

    información a las variables de sexo, edad, edad cronológica, escolarización previa

    en guardería y datos aportados por

    el

    equipo de asesoramiento psicopedagógico

    del territorio.

    l proceso que seguimos para obtener esta información fue el siguiente: En el

    momento de formalizar la matricula se convocó a las familias con sus hijos e hijas en

    grupo de seis alumnos. Mientras el equipo directivo atendía a los padres dándoles la

    información formal necesaria, se les hacia cumplimentar una anamnesis muy

    am-

    plia y detallada sobre sus hijos.

    De

    forma paralela a

    la

    recogida de información de la anamnesis, las maestras de

    educación especial diseñamos unas sesiones de observación con los futuros alumnos

    y alumnas, para corroborar

    la

    información obtenida, garantizar una buena infor-

    mación individual de cada niño y tener un conocimiento previo de las respuestas

    individuales de cada uno de ellos.

    los objetivos de estas observaciones eran:

    1.

    Determinar el nivel de competencias básicas referidas a las áreas de comu-

    nicación y lenguaje, cognitiva, motriz, emocional y relacional.

    2. Facilitar

    la

    adaptación del alumno al contexto escolar, ofreciéndole una

    buena acogida y un primer contacto con fa escuela.

    l diseño de la sesión fue el siguiente:

    Tiempo veinte minutos, aproximadamente, variable en función del tiempo

    que cada niño podía necesitar para interaccionar con los adultos. con los

    otros niños

    V

    con las diferentes situaciones propuestas.

    Espacio amplio, acogedor, de aspecto atractivo y lúdico. l aula

    de

    psico-

    motricidad reunía estas condiciones vera por tanto, una buena opción.

    l espacio deberla distribuirse en diferentes rincones de juego, en función de:

    Acogida por parte de los maestros y separación de los padres, para observar

    cómo reacciona el niño con la separación.

    Círculo para hacer una presentación de los maestros y de los niños, y para

    observar el concepto de

    identidad

    cómo acepta

    el

    niño al adulto,

    el

    interés

    por otros niños. etc.

    Rincón de cuentos para registrar datos en relación con: pasar páginas. nivel

    de expresión, vocabulario, lectura de imágenes, capacidad de observación,

    información sobre las cosas. idioma, grado de atención.

    Juegos cognitivos: agrupación de objetos por semejanzas

    y

    según un deter-

    minado criterio tamaño, color y forma).

    Juegos de motricidad gruesa: gusano para pasar por su interior, rastreo, jue-

    gos que impliquen diferentes tipos de desplazamiento, juegos de coordina-

    ción con pelotas.

    Juegos de motricidad fina: pintar superficies amplias sin valorar los limites,

    prensión, cómo coger

    el

    lápiz, nivel de entrenamiento. Ensartar bolitas de

    diferentes tamaños, encajar pivotes en un mosaico: pinza, fuerza y tonici-

    dad, precisión. Coordinación óculo-1' 1anuaL

    63 I

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    11/21

    La dinámica

    de

    la sesión

    era

    la

    siguiente:

    el

    niño podía escoger libremente

    la

    actividad

    por la

    que

    quería

    empezar,

    lo

    que nos

    permitía

    tener en cuenta

    sus

    prefe-

    rencias con independencia

    de

    sus capacidades.

    Una

    vez

    iniciada la sesión,

    los maes-

    tros

    podían

    guiar a los niños y niñas

    hacia

    otros rincones

    para

    poder observar todos

    los

    indicadores

    previstos.

    De estas observaciones y de la información de

    la

    anamnesis se extraían criterios

    para

    formar grupos-clase heterogéneos y

    para prever las

    diferentes

    necesidades que

    podía presentar el grupo, y por tanto diseñar la intervención que se llevaría a cabo

    durante

    el curso

    siguiente.

    Se

    trataba de un trabajo orientativo,

    ya que

    entre

    la

    obtención de

    la

    informa-

    ción

    y

    el inicio

    real del curso estaba

    el

    verano, y en

    un

    verano los

    niños

    y

    niñas de

    estas edades pueden cambiar bastante.

    Importancia de

    la

    atención precoz en esta etapa

    l

    primer ciclo de

    la

    etapa de educación infantil

    {de

    cero a tres

    años}

    no es obli-

    gatorio, eso hace que muchos niños empiecen su bagaje escolar en el segundo ciclo

    tres-seis años),

    que

    tampoco

    es

    obligatorio, sin que

    nadie

    haya detectado

    ninguna

    necesidad

    educativa, a no ser que

    ésta sea

    muy significativa, e incluso así

    nos

    en-

    contramos

    con

    casos que nos sorprenden por las evidencias que presentan, pero que

    no han sido abordados por ningún profesional y que ni

    la

    familia conoce. Es en esta

    tesitura en la que se produjo la siguiente reflexión: en esta etapa, la escuela debería

    garantizar y velar por una sólida consolidación de las habilidades y capacidades bá-

    sicas necesarias para que cada alumno o alumna desarrolle

    al

    máximo

    el

    curriculo

    escolar

    en

    función de sus posibilidades. Así, uno de los objetivos básicos de la

    educa-

    ción especial

    en

    la

    etapa será detectar a aquellos alumnos que manifiesten una

    serie

    de

    necesidades

    especiales

    que

    deban ser abordadas

    desde el

    ámbito educativo, fami-

    liar

    y o

    terapéutico a partir

    de

    servicios sanitarios, y

    uno de los

    recursos

    de

    que dis-

    ponemos es

    la

    atención

    precoz.

    La atención

    precoz se

    entiende

    como la

    articulación

    de

    todas las acciones pro-

    puestas y

    llevadas

    a cabo con

    la

    finalidad de proporcionar experiencias de aprendi-

    zaje que faciliten y potencien el desarrollo del niño de Oa 3 años.

    La atención precoz se convierte en

    una

    herramienta preventiva en tanto

    en

    cuanto puede proporcionar

    un

    diagnóstico

    y

    un

    tratamiento.

    sta intervención, previa

    a

    la escolarización

    en

    el segundo ciclo de la etapa de

    edu-

    cación

    infantil,

    es /levada a

    cabo

    por agentes sanitarios y

    educativos relacionados

    con

    la

    etapa

    de cero

    a tres

    años

    pediatra, educadores de

    guardería, padres

    y madres,

    etc.).

    Todos

    los

    niños son objeto de atención precoz, pero especialmente aquellos que

    manifiestan dificultades en su desarrollo, v

    sea por algún

    trastorno o

    discapacidad,

    ya sea por alguna dificultad transitoria en los hábitos del sueño, de

    la

    alimentación,

    del

    control de esfinteres, etc.

    En

    casos muy excepcionales se puede alargar el perío-

    do

    de

    atención hasta

    los

    cuatro-cinco

    años.

    s

    en estos casos en

    los

    que

    el papel

    de

    la escuela es relevante en esta intervención de forma coordinada

    con

    los servicios

    específicos de atención precoz.

    164

    I

    :1

    1

    j

    H

    ,1

    S

    n este momento, la importancia del asesoramiento externo por parte

    del

    equi-

    po de asesoramiento psicopedagógico se hace imprescindible, v que es entonces

    cuando

    urge la

    prisa

    a fin de que los niños sean atendidos

    en

    un servicio de atención

    precoz.

    Esta

    prisa nos llevó en la práctica a no esperar que el equipo de asesora-

    miento psicopedagógico

    hiciera la derivación

    al

    servicio de

    atención

    precoz,

    y a ges-

    tionar esta derivación a partir

    de la

    atención sanitaria primaria.

    La

    labor de la escuela

    en este momento

    de

    diagnóstico o detección

    se

    concreta

    del

    modo que se recoge a continuación.

    Diagnóstico .

    • Observación sistemótica del grupo clase los primeros días de escolar/dad.

    Esta

    observación nos permite obtener información sobre la adaptación del

    niño a

    la

    escuela, cómo se relaciona con los demás, su

    nivel

    de lenguaje.

    la

    capacidad de jugar, las capacidades manipulativas y de control motor glo-

    bal, así

    como

    algún aspecto cognitivo concreto.

    Esta

    misma información hay que contrastarla con

    la

    información obtenida

    meses atrás, a partir de la anamnesis presentada anteriormente, así

    como

    con

    la

    información obtenida a partir del registro

    de

    observación realizado

    durante

    el

    período de matriculación.

    Observaciones semana/es a p rtir de a acción

    tutorí l

    canjunta entre el

    maestro tutor y

    el

    especialista en sesiones ordinarias de trabajo y juego

    en

    clase.

    Estas observaciones se llevarán

    a

    cabo

    durante

    el primer

    trimestre

    aproximadamente,

    si

    durante este

    período se

    detectara algún alumno con

    una necesidad educativa especial, sería necesaria la intervención específica

    del psicopedagogo.

    Utilización de un test de IIscreeníngJl que

    permite rápidamente situar

    el

    nivel madurativo de cada alumno/a

    en

    relación con las competencias que

    le

    corresponden por edad y, por otro lado, elaborar

    un

    perfil del grupo-clase

    para diseñar las estrategias de enseñanza más adecuadas. los resultados ob-

    tenidos del vaciado del test nos pueden ayudar a elaborar el primer informe

    escolar de manera ajustada y objetiva.

    oncreción del plan de

    intervención

    A partir

    del

    trabajo descrito anteriormente,

    se

    concretó

    el

    plan

    de

    actuación

    de

    acuerdo con

    el

    siguiente diseño.

    Plan de

    intervención

    Diseño de

    la

    programación.

    Determinación del

    área o áreas

    de

    intervención:

    sensorial,

    comunicativa,

    cognitiva, emocional y social, etc.

    - Objetivos, contenidos, actividades.

    Determinación de

    la

    metodología:

    Definición

    de las

    variables metodológicas:

    651

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    12/21

    - Organización y secuencia de

    los

    contenidos.

    - Temporalización de las actividades.

    - Materiales curriculares.

    - Agrupación de los alumnos: homogéneos o heterogéneos.

    - Trabajo individual o

    en

    pequeño grupo.

    TIpo

    de intervención de

    la

    maestra

    de

    educación especial: previa, simul-

    tánea o posterior.

    - Intervención de educación especial dentro o fuera de

    la

    clase.

    Bases

    y principios metodológicos:

    - Estimulación cualitativa a partir de estimulas cotidianos (propios de

    la vida

    del

    niño) que se convierten en fuente

    de

    aprendizajes significativos.

    - Implicación de los padres y madres en

    la

    medida en que

    la

    familia cons-

    tituye

    el

    medio natural en

    el

    que

    el

    niño se desarrolla.

    Diseño

    de los aspectos formales de

    la

    intervención: Organización del tiem-

    po

    espacio, equipamientos, personal, etc.

    Coordinación de todos

    Jos

    responsables

    de

    llevar a cabo

    el

    plan de inter-

    vención:

    a

    intervención que debe realizarse es interdisciplinar. por

    tanto es

    importante

    la

    colaboración de los diferentes profesionales que participan en

    ella. A fin de garantizar una correcta coordinación, debe haber reuniones

    periódicas entre

    el

    equipo de maestros,

    los

    padres y

    el

    equipo de orientación

    para unificar criterios

    y

    actuar con coherencia.

    Evaluación formativa del proceso de intervención:

    -

    Revisión

    del grado de consecución de

    los

    objetivos previstos.

    - Revisión del proceso de enseñanza-aprendizaje para reajustarlo.

    Reuniones informativas con las familias individualmente: Entrenar a la fa-

    milia

    a fin de aprovechar

    la

    relación diaria con

    el

    niño, llena de oportuni-

    dades

    de

    interacción (higiene, comida, juego, etc.) que facilita un correcto

    desarrollo

    y

    favorece

    un

    aprendizaje adecuado.

    Escuela de padres.

    aloración del plan

    Como resultado, identificamos tres áreas de trabajo que potenciar. una referi-

    da a

    los

    alumnos

    y

    alumnas con problemas en

    la

    estructura del lenguaje

    y

    la

    inten-

    ción comunicativa, otra referida al habla y una tercera relacionada con

    la

    capacidad

    lógica

    y

    matemática.

    y

    esto fue lo que se consiguió: .

    Un

    trabajo de tutorías compartidas entre

    los

    tutores de los cursos de mfan-

    til y las maestras de educación especial.

    Una

    relación más fluida con las familias

    en

    un clima de cooperación y con-

    fianza mutua.

    Grupos-clase heterogéneoS. de modo que se redujo

    el

    nivel

    de

    angustia de

    algunos maestros, favoreciendo

    el

    trabajo en equipo del ciclo.

    Un tra'¿amiento articulado, organizado

    y

    reflexivo de

    la

    diversidad.

    Una

    mejora en

    la

    gestión

    de

    recursos humanos. materiales temporales. al

    poder prever

    las

    necesidades reales. Un ahorro

    de

    tiempo. al poder organi-

    zar los horarios

    de la

    intervención de educación especial mucho antes de

    empezar el curso.

    En el

    ámbito de centro. todo este trabajo permitió a

    la

    escuela cohesionarse en

    el

    siguiente sentido: en la práctica diaria, en las escuelas, los maestros

    de

    infantil

    comparten poco con los maestros

    de

    primaria;

    la

    iniciativa aquí recogida nos permi-

    tió una dinámica más fluida porque se entendía que este trabajo. a

    la

    larga. revertía

    en toda la

    escuela. aunque suponia reducir el horario de educación especial en pri-

    maria porque se priorizaba

    la

    atención en infantil.

    Finalmente, hay que pensar que nuestra experiencia es un momento de un re-

    corrido en la vida

    de

    una escuela

    yen mi

    vida, por tanto, el punto

    de

    partida de otros

    proyectos.

    67 ¡

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    13/21

    7

    Trabajando en grupo

    nder

    rana

    Ikastola

    Intxixu. Bilbao

    Mi

    acceso a

    la

    escuela

    como

    docente

    en una

    ikastola

    se

    produce a partir de

    una

    formación

    inicial en la

    carrera de Pedagogía.

    Son los

    comienzos de

    los

    años ochenta

    y

    la

    transición política

    de España ha

    empezado a dar

    un

    fruto importante en

    la

    en-

    señanza debido a

    la

    sensación de que a través

    de

    ella se juega

    un

    papel

    muy

    espe-

    cial en la

    democratización

    de

    la

    vida más próxima al

    ciudadano.

    los padres y madres quieren participar

    en la

    escuela y a

    los

    profesores se nos

    abre una gran puerta hacia una formación diferente, más libre más cercana a la

    forma de

    ser

    de los alumnos. Por

    otra parte,

    las

    ikastolas tienen

    un

    gran prestigio so-

    cial en

    Euskadi

    y en ellas se ha ido fraguando durante años una dinámica de ense-

    ñanza que participa

    de

    esta nueva manera

    de

    hacer y que ofrece muchas

    posibilidades

    a

    un

    maestro que

    se inicia.

    Mi formación inicial en la facultad careció de

    un

    contraste práctico,

    ya

    que en-

    tonces

    no

    se

    contemplaba este aspecto.

    En esos

    primeros años

    mis

    referencias de

    lo

    que era

    un

    aula, por tanto, eran

    más de

    carácter ideológico que profesional. lo s prin-

    cipios de

    libertad y

    de

    acercamiento

    al

    niño

    como

    alguien singular eran básicos en

    esos momentos.

    Al

    comienzo de

    los

    años ochenta, surge con fuerza

    el

    Colectivo Pedagógico

    Adarra

    2

    y

    dentro de él su grupo de psicomotricidad es una referencia obligada para

    mi

    por lo mucho que debo a esa reflexión grupal.

    Desde

    esa práctica psicomotriz en

    1.

    las

    ikastolas son

    centros

    de

    enseñanza

    que

    surgieron

    para

    satisfacer

    la

    demanda

    de poder

    estudiar en

    euskera. A partir de la transformación de

    la

    sociedad

    la

    escuela pública asume poco a poco

    el

    compro-

    miso

    de ofrecer

    la

    enseñanza

    en

    euskera ven

    1993 la ley de Escuela Pública Vasca

    hace

    posible

    que mu-

    chas

    ikastolas como la mia

    accedan a

    la red pública.

    2. Adarra

    es

    un

    movimiento

    de

    renovación pedagógica nacido

    en 1977

    para recoger

    las

    aportaciones de

    los

    maestros maestras

    en sus

    experiencias dentro

    de la escuela. Además. como movimiento

    pretende que

    dichas experiencias se

    hagan extensibles

    al

    resto

    del

    profesorado dentro

    de un marco de

    coherencia co-

    ordinación

    entre

    ellas.

    69

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    14/21

    la que los profesores participamos en sesiones viviendo sentimien tos de amistad con-

    fianza y alegría pero también de miedo abandono rabia etc. que luego veremos en

    los alumnos hasta la reflexión pedagógica que con los años vamos interiorizando de

    tal experiencia me van descubriendo una idea de escuela diferente. En esta etapa

    deben estar presentes un niño y una niña reales es decir alumnos que se nos mues-

    tren en su totalidad y no fragmenta dos en parcelas de matemáticas. lengua sociales

    etc. pero al mismo tiempo hemos de reflexionar en torno a sus necesidades de ex-

    presión corporal lingüfstica matemática plástica etc.; en torno a la necesidad de poner

    normas para

    la

    vida en grupo dentro

    de

    la escuela; sobre sus necesidades en el patio

    escolar.- Debo señalar que la incorporación de diferentes especialistas en

    el

    hora-

    rio escolar

    de

    estas primeras edades ha distorsionado gravemente

    la

    visión de este

    alumnado desde

    el

    aspecto más global donde cuerpo y mente forman un todo muy

    difícil de separar. Así en muchas escuelas se ha interpretado que los tutores en las

    aulas deben desarrollar el «trabajo. mientras que los especialistas pueden «jugara con

    los

    niños a través del lenguaje corporal o musical. Con esta separación tan meca ni-

    cista los tutores se pierden una parte fundamental

    del

    desarrollo infantil.

    En el grupo también nos parecía importante estructurar tiempos y espacios

    para que todo este trabajo estuviera presente y dotarlo de sentido y de los materia-

    les necesarios. Y ahí los pro fesores teníamos un papel fundamental a la hora de re-

    gular esa vida y su complejidad.

    Ese niño real del que hablábamos nos situamos en aquel momento en los pri-

    meros años de

    la

    enseñanza primaria hasta los ocho años nos parecia un ser global

    con un cuerpo que necesita movimiento y con grandes ganas de aprender y de comu-

    nicarse con los demás.

    Uno

    de los grandes retos a los que sometemos a los niños y niñas de esas eda-

    des es el

    de

    la lectura y

    la

    escritura; dediqué buena parte de

    mi

    tiempo de aquel

    entonces a reflexionar a poner

    en

    práctica estas ideas que en

    el

    colectivo conside-

    ramos prioritarias.

    Hoy

    sigo creyendo que ese aprendizaje es uno

    de

    los retos más im-

    portantes de la infancia y su resolución compromete muy seriamente su posterior

    evolución.

    En aquella época el método natural global nos pareció la forma más cercana

    al

    alumnado para

    la

    enseñanza-aprendizaje de

    la

    lectoescritura. Realmente no creo que

    nuestra intención fuera solamente la

    de

    contar con

    un

    método puesto que con

    él

    además de introducir un determinado orden de los contenidos del aprendizaje dá-

    bamos entrada a toda esa riqueza de vida que a esa edad los alumnos nos demos-

    traban diariamente: escritos que

    al

    principio no son más que esbozos pero que con el

    tiempo acaban siendo textos reales en forma de cuentos cartas acertijos poesías.

    etc. y que sirven para ace rcar la escuela a la vida al compartirlos con los demás.

    Había por tanto un momento para el cuerpo y el movimiento y un momento

    para

    la

    contención; todo esto además dentro

    del

    grupo de la

    clase

    donde éramos cons-

    cientes de que se producía una vida interna a la que a menudo éramos ajenos.

    Este

    hecho nos hizo reflexionar en torno a la necesidad de

    la

    autoridad. Y esa autoridad

    es el maestro o la maestra que está con su grupo. Nos parecía importante que los

    alumnos nos visualizaran así para que ninguno pudiera establecer su pequeño

    reino donde no valiese más que la ley

    del

    más fuerte. Esta autoridad no es

    el

    autori-

    70

    tarismo

    al

    que estábamos acostumbrados en

    la

    esfera política sino

    un

    principio de

    respeto a todos donde todos tienen algo que decir y donde es necesario escuchar.

    Ahi nos sentíamos implicados nosotros como maestros y debíamos implicar a los

    alumnos en

    la

    escucha

    lo

    mismo que en el habla en compartir y reclamar en ayudar

    ser ayudado.

    :ara desarrollar esta tarea teníamos nuestros materiales algunos propios y otros

    seleCCionados entre

    tos

    que aportan las editoriales. Además. contábamos con dos ele-

    mentos que se nos presentaron como imprescindibles:

    el

    espacio físico de

    la

    clase y

    la

    de las actividades que desarrollábamos. Establecer diferente s espacios

    de

    trabajO y dotarlos de sentido decidir qué se hace y qué no favorece la tranquili-

    dad del aula a la hora

    de

    trabajar

    y

    da al maestro ese tiempo que necesita para ocu-

    parse de aquellos alumnos que requieren una atención más individualizada. Por otra

    parte vimos necesario distribuir de forma compensada el horario momentos difere n-

    tes de trabajo y descanso que sirvieran a ese objetivo

    de

    poder contener un cuerpo

    que todavía es demasiado inmaduro para un trabajo muy prolijo.

    nseñanza en

    la etapa de primaria

    En los últimos diez años mi tarea de profesor se ha centrado en el tercer ciclo

    de primaria en las áreas de lengua

    tanto el

    euskera como

    el

    castellano.

    Una

    de las

    cosas que más clara me ha quedado es que

    la

    lengua se aprende usándola refle-

    xionando sobre su utilización. De aquí se han derivado proyectos de trabajo en t orno

    a cuentos y narraciones poesía noticias textos autobiográfi cos y biográficos rece-

    tas de cocina trabajos monográficos carteles trípticos e tc.

    l

    valor de estos proyectos sin embargo no radica tanto en el hecho de que

    se lleven a cabo como en la manera de realizarlos. Si he hablado de uso y reflexión de

    la lengua los trabajos deben estar al servicio de esta tarea. Así será impresCindible la

    lectura de textos similares su comprensión y reflexión; el estudio de cómo se escri-

    ben: qué persiguen para quién se escriben quién los escribe qué reto nos propone

    el hacer uno similar ..;

    la

    realización

    de

    textos parecidos en grupo o individualmente en

    una u otra lengua; la corrección

    y

    por fin su presentación de la forma que estimemos

    oportuna: libro lectura en voz alta a los compañeros de otras clases envio a otra

    escuela en formato electrónico etc.

    Desde este punto de vista me parece que el currículo se abre a muchos más ma

    tices y a que entren en él los intereses infantiles. Intereses que además se pueden

    conectar con esas grandes líneas transversales que ahora

    la

    sociedad nos pide desa-

    rrollar. l profesor tiene aquí una gran tarea porque por una parte debe asegurar lo

    que podemos llamar la instrucción pero por otra no debe plegarse tanto a ella que

    no

    dé cabida a estos intereses y a la apertura del currículo hacia ese espacio de sa-

    beres procedimientos y actitudes que constituyen

    los

    grandes retos

    de

    la sexualidad

    la

    interculturatidad

    la

    educación ambiental

    la paz

    la salud etc.

    A la hora de programar nuestra intervención en el aula por tanto me parece

    fundamental marcar esas

    ¡¡ :as

    de actuación desde el contenido propiamente dicho

    y

    desde el eje o ejes .ales que vamos a abordar intentan do dar

    un

    sentido

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    15/21

    global a dicha actuación. Esta tarea es una de las que se puede en ám-

    bito del centro y trabajarla

    por

    ciclos de tal

    manera que

    con

    la

    actuaclon conjunta

    de todo

    el

    profesorado esta forma de trabajo tenga con

    el

    paso

    del

    tiempo una pre-

    sencia

    importante.

    En cuanto

    al

    modo

    de abordar estos proyectos dentro del aula pienso que de-

    bemos potenciar tareas.en parejas Yen gran grupo puesto que así los alumnos

    han

    de tener en cuenta el punto de vista del otro y negociar el resultado final.

    Debemos

    considerar

    que

    a

    la

    complejidad del

    contenido

    se

    suma.

    el

    esfuerzo por

    a c?n-

    sensos lo que obliga

    a los alumnos y

    al

    profesor a ser rrgurosos con esta exIgencIa y

    a no abandonar ante la primera dificultad.

    Por otra parte, es necesario que en este proceso los

    alumnos

    puedan cometer

    errores y sean capaces

    de

    trabajar para corregirlos.

    l

    error abre

    caminos

    diferentes,

    si no es anatematizado y si somos capaces de

    volver

    a intentarlo con un trabajo más

    minucioso o cambiando de

    rumbo. Frente

    a

    la

    estrategia de

    más

    temas para acabar

    el

    programa

    creo que debemos practicar

    la

    q.ue

    n?s

    ocupa. Pero esta

    forma

    de trabajar supone

    unas

    actitudes de

    minUCIOSidad

    , teres,

    gusto por

    lo que

    se ha de hacer tranquilidad

    .. que

    los profesores hemos de fomen-

    tar en el aula con los alumnos.

    Hoy hablamos

    mucho

    de violencia

    y

    acoso

    entre

    los

    alumnos.

    l escuela d.ebe

    responder a este fenómeno desde los parámetros

    que

    hemos comentado anterior-

    mente.

    la

    escucha

    al

    otro,

    la

    integración de todos en

    el grupo lo que cada

    uno lleva

    a

    la

    escuela

    etc.,

    se

    han

    de

    convertir

    en

    elementos

    dinamizadores

    de

    la vida

    esco-

    lar. A menudo sucede

    lo

    contrario, es decir el libro de texto es

    la

    única referencia

    común al grupo y por tanto, algo que utilizado de esta

    forma

    enajena, porque que

    se transforma

    en

    la

    barrera para impedir una presencia más individualizada en el

    entorno

    escolar.

    Relación

    con las

    familias

    s

    evidente, por otra parte, que

    en

    este problema y

    en la

    buena

    marcha escolar

    de

    los alumnos

    también

    deben

    estar

    implicadas

    las familias ya que

    ellas

    tienen

    sus

    responsabilidades. n

    mi experiencia he

    podido comprobar la importancia

    del con-

    tacto directo con ellas y no sólo a petición propia sino como un protocolo estable-

    cido

    por

    el

    centro.

    En

    este sentido, señalaría

    las

    reuniones

    de inicio de

    curso

    las

    de

    seguimiento en los diferentes trimestres y

    la

    de final de ciclo.

    Me parece que muchas veces los profesores no estamos preparados para saber

    llevar

    adelante entrevistas

    que

    afectan no sólo a

    los

    aspectos

    académicos

    del

    alum-

    nado

    sino

    a situaciones conflictivas en

    las familias que

    repercuten

    en el rendimien-

    to de los chicos y chicas. Creo que en estos aspectos es fundamental

    la

    formación y

    una parte de ella

    se

    debe

    de

    nutrir

    de

    la reflexión que l propio claustro, junto con

    la

    dirección y los servicios de

    apoyo debe realizar. n

    este sentido es útil elaborar

    previamente guiones de temas para abordar en dichas

    reuniones.

    así como

    poder

    centrarnos en determinados aspectos, derivando otros más conflictivos o

    para

    los que

    no nos sentimos

    tan

    preparados hacia

    los profesionales que

    estén

    cualificados

    para

    72

    su resolución. En todo caso me parece que debe existir una cierta generosidad por

    nuestra parte para poder

    buscar

    estos encuentros y

    reclamarlos

    a

    las familias.

    los

    datos y la sensibilidad que podemos encontrar en dichas entrevistas ayudan a en-

    contrar

    caminos por donde

    transitar con todos los

    alumnos

    no sólo con

    los

    más pro-

    blemáticos. Aveces podemos matizar comportamientos que intuimos y

    que

    sólo

    una

    conversación con los padres puede conducirnos a comprender

    mejor

    lo

    que sucede y

    a actuar

    en

    consecuencia.

    n

    ocasiones

    un mal

    entendimiento de nuestro

    papel

    por parte

    de

    las

    familias

    ha

    llevado

    a algunos

    profesores

    a estar a

    la

    defensiva respecto a éstas.

    s

    verdad que

    no debemos

    permitir determinadas intromisiones de padres y

    madres en

    nuestra

    tarea; también

    es verdad

    que a veces

    las

    hay y

    que

    tenemos

    que reaccionar.

    Última-

    mente

    los debates

    sociales

    acaban viendo

    la escuela

    como

    una

    especie de tabla

    de

    salvación donde encajar todo aquello que en

    el

    conjunto de

    la

    sociedad no

    va

    bien o

    incluso

    va

    muy

    mal

    llámese violencia

    de

    género. educación sexual integración, soli-

    daridad cuidado del medio ambiente, educación vial y un

    larguísimo

    etcétera.

    o

    malo no es que

    la

    escuela deba dar una respuesta a esto sino que lo deba hacer ante

    cualquier tipo de demanda.

    n

    este sentido,

    creo

    que

    la

    escuela debe estar abierta a

    las diferentes sensibilidades

    pero

    sobre todo, debe hacer un diagnóstico de

    la

    situa-

    ción

    en

    la que vive

    e ir incardinando su actuación a partir

    del

    mismo.

    Otro

    tema que

    me

    parece fundamental

    es la información

    académica que ofre-

    cemos a

    las familias en

    los boletines de

    evaluación.

    En todas

    las

    escuelas de

    primaria

    e

    infantil además

    del

    tutor, participan otros profesionales

    con una

    importante pre-

    sencia

    en el horario.

    s

    importante

    que el

    tutor

    recabe

    información de todos ellos

    para

    poder

    comunicarla a

    las

    familias

    y

    viceversa

    para

    que

    aquello

    que

    recoja el

    tutor

    pueda

    ser

    devuelto al profesor especialista y tenga

    un

    mayor conocimiento de

    lo

    que

    sucede

    con

    sus

    alumnos.

    Ésta

    es una forma de

    que

    las

    familias

    puedan dotar de sen-

    tido

    lo

    que tradicionalmente

    han

    sido

    las

    asignaturas

    «maría»

    y trasmitan a

    sus

    hijos

    la

    importancia de todas

    ellas

    en el

    currículo.

    Junto

    con

    ese aspecto, está el de

    la

    calificación:

    progresa

    adecuadamente

    y

    ne-

    cesita mejorar.

    Desde mi

    punto de vista son

    insuficientes por lo menos

    a partir del

    tercer ciclo de

    primaria. Creo

    que tanto los

    alumnos como las familias

    tienen

    que

    poder valorar

    el

    esfuerzo

    que

    han realizado durante

    el

    trimestre y por tanto, se

    debe

    establecer una valoración más pormenorizada del trabajo. Por otra parte,

    la

    infor-

    mación que contienen estos boletines se debe explicar a los alumnos en

    una

    peque-

    ña

    reunión individual

    donde se marque

    la

    línea

    de

    mejora

    que esperamos encontrar

    durante la

    siguiente

    evaluación

    y

    las

    felicitaciones por

    lo

    conseguido.

    quipo

    docente

    s

    cierto que a veces los profesores sólo nos acordamos de que trabajamos

    en

    un centro cuando estamos

    reñidos

    con

    alguien. pero la verdad es que

    este hecho

    es

    determinante

    para la

    buena

    marcha

    de todos los

    que

    participamos

    de

    una u otra

    forma en él. Desde

    la

    dirección del centro, donde permanecí tres cursos siempre

    me

    pareció importante

    la

    elaboración, o por

    lo menos la matización

    del Proyecto Edu-

    73

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    16/21

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    17/21

    8

    aestra

    de por

    vida

    Consuelo Uceda Castro

    Colegio Público

    l

    Navata. Galapagar Madrid)

    A los diecisiete años ya era maestra y ejercia como tal. Aprobé la oposición

    cumplidos los dieciocho y tomé posesión de mi primera escuela, en un pueblo del

    sudeste de Madrid, ahora cercano, no porque se haya movido, sino por la facilidad

    de desplazamiento que h supuesto tener coche y la mejora del transporte público;

    entonces tan lejano como para vivir allí durante el curso y venir a Madrid a ver a mi

    familia y a cobrar a primero de

    mes. Se

    cobraba en mano, pagaba el habilitado y

    había que hacer cola.

    En

    eso nos parecíamos a

    los

    jornaleros; éramos trabajadores de

    la

    enseñanza, como más tarde dirían los sindicatos de izquierdas. Yo entonces no

    sabía nada de eso; era

    lo

    que había que hacer y

    lo

    hacia.

    De mi paso por aquella escuela recuerdo a los compañeros, dos maestros y

    dos maestras, a algunos niños de preescolar, como

    se

    llamaba entonces a la clase

    de cinco años, y a las niñas mayores, casi de mi edad, con las que hacia excursio-

    nes por los alrededores del pueblo. Con ellas practicaba lo que yo había aprendi-

    do en un movimiento juvenil de la Iglesia al que pertenecía, una forma de

    enseñar activa y lúdica, bastante moderna para aquella época.

    También recuerdo a alguna s personas mayores a las que enseñé a leer y a es-

    cribir. Ellas también me recuerdan a mí. En una visita que he realizado reciente-

    mente a este pueblo, ahora cercano

    tres

    cuartos de hora en coche-, ellos me han

    reconocido y agradecido aquella dedicación, que para mí era una forma de distraer

    las largas horas de

    la

    tarde-noche invernal -además, en sus casas había estufa y

    hacia menos frío que en

    la

    mía-o

    Recuerdo, sobre todo,

    la

    soledad de las tardes de invierno. Aquellas tardes me-

    tida en la cama, debajo de las mantas para aguantar el frío, con una linterna leía li-

    bros y escribía cartas a las amigas para soportar las ausencias, para hablarle a alguien

    de aquellos niños, de mis dificultades para educar en aquellas condiciones y para re-

    forzar mi deseo de ser maestra y no dejarme vencer por las dificultades y salir hu-

    yendo. También

    mi

    fe religiosa de entonces me permitía hablar con Dios como está

    en todas partes -pensaba yo- también le suponía enterado de mis dudas didáctico-

    77

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    18/21

    existenciales

    y,

    por

    si

    acaso no lo estaba,

    se

    lo contaba

    en

    una especie de diario, al-

    gunas de cuyas páginas todavia conservo.

    Comencé a poner

    en

    práctica

    en

    la escuela la pedagogía activa que había

    aprendido trabajando con grupos de niños en el movimiento juvenil antes mencio-

    nado. El trabajo en equipo, el juego, el conocimiento y el disfrute de la naturaleza

    eran los elementos más destacados de mi acción educativa. También creo que el

    hecho de escribír sobre

    la

    experiencia diaria

    me

    servia para reflexionar sobre

    la

    prác-

    tica, elemento que considero imprescindible para avanzar profesionalmente.

    Sentí

    la

    necesidad

    de

    prepararme mejor para

    dar

    respuesta a

    las

    necesidades

    de

    aquella escuela.

    Pedí la

    excedencia y fui a

    la

    universidad, queria hacer Pedagogía y

    para ello tuve que matricularme en Filosofía y letras -Pedagogia era una especialidad

    que

    se

    elegía después de dos años de comunes-o Quería aprender

    más

    sobre cómo

    son

    y cómo aprenden los niños y enriquecer mi corta experiencia con la de aquellos otros

    que habian investigado y aplicado las nuevas teorías al aprendizaje teal.

    No fue quizá

    en las

    clases de

    la

    facultad donde encontré lo que buscaba.

    Pero

    sí en

    el entorno universitario, entonces rico

    en

    experiencias vitales. Entre los años

    1965 y 1970

    tomé

    conciencia de

    la

    situación sociopolítica del

    país,

    descubrí

    la

    ne-

    cesidad de luchar por las libertades

    y

    derechos ciudadanos, entre los que estaba el

    derecho a una educación digna para todos. En el último año de carrera, contacté

    con el mo vimient o de renovación pedagógica de Rosa Sensato Supe

    de

    la celebración

    de la Escala d'Estiu

    y

    asistí con un grupo de compañeros el verano de 1969. Allí

    aprendi a conocer, valorar y estimar el entorno, el medio natural y humano, la

    ciu

    dad. Aprendí una metodología para conocer Barcelona de forma práctica y aquello

    me sirvió para descubrir

    y

    valorar mi ciudad, Madrid,

    en

    la que había nacido

    y

    vivi-

    do

    veinte años, que apenas conocia V que, sobre todo, no valoraba ni estimaba,

    Aprendí también con los catalanes el orgullo de la ciudadanía, de la propia lengua

    y de la defensa de la propia identidad, V a apreciar la riqueza de la diversidad fren

    te

    a la pobreza de la uniformidad. Otro valor que me ha servido mucho en

    la

    prác-

    tica educativa escolar y que ahora tanto

    se

    reivindica:

    la

    diversidad cultural como

    algo positivo.

    Una

    vez

    acabada

    la

    licenciatura, volví a

    la

    escuela, Tuve

    la

    suerte de que

    me

    se-

    leccionaran en la Fundación Hogar del Empleado

    FUHEMJ,

    institución dedicada

    en

    parte a la educación con varios centros educativos en Madrid

    y

    que

    en

    aquel mo

    mento iniciaba una experiencia dt: renovación pedagógica coordinada por una exce-

    lente educadora que venía de Cataluña. En las actividades de formación que se

    realizaban cada comienzo de curso aprendí didáctica aplicada a las diferentes áreas

    de aprendizaje. Sobre todo, aquella formación y la de las escuelas de verano de Ac-

    ción Educativa me pusieron en contacto, por fin, con los maestros V pedagogos que

    yo había ido buscando a la universidad. Conocí a la obra de Freinet, de Mario lodi V

    Alfieri, la escuela

    de

    Barbiana, las viñetas de Frato, Francesco Tonucci, al que

    en

    los

    años noventa conocí en La iudad de

    los

    Niños grupo

    al

    que actualmente pertenez-

    co.

    Leí

    l Poema pedagógico de Makarenko. Profundicé, releyendo con

    el

    interés de

    aplicarlo a la práctica,

    en

    la obra de Píaget, que había conocido

    en

    la asignatura

    de Psicología Evolutiva, pero en la qUe no habia encontrado entonces mayor interés

    que el de hacer un trabajo más para aprobar. también acerca de la experiencia

    de

    1 7B

    Summerhill, me pareció magnífica pero no generalizable para la escuela.

    De

    todos

    ellos aprendí que

    los

    niños son lo primero, que no se puede enseñar nada sin contar

    con ellos, que su participación activa es importante, que sin ella no hay aprendizaje,

    que

    su

    implicación les hace responsables y autónomos para seguir aprendiendo

    y, es-

    pecialmente, que escuchándoles los maestros aprendemos mucho acerca de l o que les

    interesa saber y de cómo

    lo

    desean hacer.

    los años de trabajo en el colegio Lourdes de la FUHEM fueron muy ricos

    en

    ex-

    periencia Ven consolidación de una práctica educativa innovadora.

    la

    formación que

    se

    hacia a comienzo

    de

    curso,

    el

    trabajo

    en

    equipo del profesorado con alguno

    de

    ellos conservo todavía una gran amistad- V sobre todo, la posibilidad de poner en

    práctica las ideas nuevas que las lecturas. los cursos y el debate con los compañeros

    me sugerían, me permitieron desarrollar una experiencia profesional como maestra

    que ha sido el soporte, el poso

    de

    mi quehacer pedagógico posterior.

    Allí se fueron perfil ando y consolidando

    las

    prácticas

    más

    provechosas desde el

    punto

    de

    vista educativo:

    la participación de los níños V niñas, concretada en las asambleas de clase,

    en

    las que se aprendía a expresarse, a escuchar

    y

    valorar las intervenciones

    de los otros V sus opiniones, a responsabilizarse de tareas del aula, a apor

    tar

    ideas,

    hacer propuestas V tomar decisiones, V también a dar cuenta de

    los compromisos adquiridos.

    la organización del aula como soporte de

    la

    educacíón en valores como la

    cooperación, la responsabilidad, la autonomía y el trabajo en equipo.

    El conocimiento del medio, la escuela abierta al ento rno como lugar próxi

    mo a

    la

    realidad física y social sobre

    la

    que investigar V en la que influi r. la s

    salidas para estudiar el barrio,

    la

    ciudad o el paisaje madrileño eran expe-

    riencias inolvidables.

    El lenguaje como forma de expresión de las propias ideas, sentimientos

    y

    emociones, y de comprensión de lo expresado por los otros,

    la

    lectura V la

    escritura como instrumentos

    de

    comunicación V especialmente de disfrute,

    además de como recurso para recoger y dar información,

    la

    matemática como instrumento para cuantificar la realidad, para com-

    prender la información y resolver problemas de la vida cotidiana, y para de-

    sarrollar

    el

    razonamiento lógico,

    El conocimiento y la práctica de los lenguajes musical, plástico, dramático

    y

    corporal

    para

    dar cabida a

    la

    expresión artística. Siempre recordaré

    las

    cia-

    ses de teatro de un buen maestro. Conseguía que nuestros alumnos escri-

    bieran, representaran, hiciesen 1 5 decorados

    y

    dirigieran sus propias obras

    de

    teatro.

    Con

    este bagaje quise volver a la escuela pública, a una escuela como la que

    había tenido al comienzo y de la que salí para mejorar mi práctica educativa. Ahora

    que creía haber avanzado bastante y me sentía más segura, quería ir a una escuela

    rural. Sin embargo, mi situación familiar no

    me

    lo permitía, en los diez años que es-

    tuve

    en

    el colegio lourdes me había casado y tenía dos hijos. Pedí una escuela en un

    pueblo próximo a Madrid. por tanto, po ' ) rural. Pero de nuevo caí en

    la

    tentación de

    79 i

  • 8/16/2019 Imbernon Francisco Viencias de Maestros y Maestras

    19/21

    continuar experimentando. Conocí

    la

    existencia

    de

    otro centro innovador: el colegio

    Príncipe

    de

    Asturias, perteneciente entonces a una fundación

    de

    la Universidad Au-

    tónoma y ahora colegio público desde el

    año

    1982.

    Me

    presenté a unas pruebas de

    selección

    y

    comencé

    a trabajar en el

    curso

    1980-1981. Pude mantener y compartir

    con mis

    compañeros

    las ideas y prácticas que ya había experimentado y

    ahora,

    más

    dificil

    todavía,

    trabajábamos

    sin

    libros de texto.

    iQué

    maravilla Podía organizar el

    aula y, además,

    los

    aprendizajes

    siguiendo una metodología activa -¿activista?-, con

    un

    trabajo por proyectos

    de

    investigación.

    Aprendí

    mucho

    sobre planes de

    trabajo,

    como

    forma

    de

    organizar

    las

    actividades de enseñanza y aprendizaje; sobre evalua-

    ción y autoevaluación; y sobre el trabajo en

    equipo del

    profesorado, imprescindible

    en

    este

    caso para dar coherencia a los

    aprendizajes

    de los distintos momentos y cur-

    sos

    por los

    que

    pasa

    cada alumno y.

    especialmente,

    para compartir

    un

    trabajo de pro-

    gramación

    de

    actividades y recursos que requiere un esfuerzo enorme cuando se

    trabaja sin libros de texto. También profundizamos en la forma de programar y rea-

    lizar

    las

    salidas del aula para conocer el entorno. las acampadas

    de

    varios

    días

    en

    la

    sierra,

    fueron

    experiencias

    inolvidables para

    alumnos

    y maestros.

    De nuevo,

    lo más interesante, aunque no

    siempre

    fácil, resultó el trabajo de un

    equipo de

    maestros que

    reflexionábamos sobre la práctica,

    evaluábamos nuestra

    forma

    de

    enseñar tanto como lo que

    aprendían nuestros

    alumnos y

    tomábamos

    de-

    cisiones

    consensuadas para continuar.

    También

    allí se daban los ingredientes «mági-

    co-pedagógicos» que

    me

    hacían disfrutar

    de mi

    profesión docente, a saber: buenos

    maestros

    -algunos

    de ellos buenos

    amigos-,

    un

    alumnado participativo y motivado

    para aprender, proyectos de investigación,

    la naturaleza

    como espacio

    de

    aprendiza-

    je y disfrute, y formación pedagógica

    en

    equipo.

    A veces me pregunto quiénes son

    buenos

    maestros,

    qué

    tienen en

    común esos

    que yo

    llamo así. Creo que son aquellos que derrochan pasión por algún campo del

    saber, ya sea el lenguaje, la naturaleza, la historia, la matemática, la

    creación

    artísti-