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I LA PLANTA DEL TABACO E9'PAÑOLES, EN EL SIGIA XV, DESCZJ BREN EL TABACO. SU INTRODUCCION EN ESPA1^tA La bella planta del tabaco no fué con^ocida por los habitantes del Viéjo Mand^n, por los de la culta Europa, hasta que, finalízando: el si- glo xv, en el a"na i492, conseguida ya la uni- dad hispánica por las católicos monarcas Fer- nando V dé Aragón e Isabel I de Castilla, pa- tr^ocinan, arwiando ext^ender los d^ominios de su Corona, y, sabre todo, difundir la ^enseñan- za de la re^ligión cristiana, la legenda.ria em- presa d:scubridara de un Nuevo Munda; y así el g^enovés Cristóbal Colón y los espa" nales que le acompañan en la primera xrave^sía del Atlántico con^templan allende este océano, v oomo una nueva cosa más entre cientos que ofrecer a sus Saberanos, las vistosas hajas de color marrón, finas y de graci.oso contorno,

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I

LA PLANTA DEL TABACO

E9'PAÑOLES, EN EL SIGIA XV, DESCZJBREN EL TABACO. SU INTRODUCCION

EN ESPA1^tA

La bella planta del tabaco no fué con^ocidapor los habitantes del Viéjo Mand^n, por los dela culta Europa, hasta que, finalízando: el si-glo xv, en el a"na i492, conseguida ya la uni-dad hispánica por las católicos monarcas Fer-nando V dé Aragón e Isabel I de Castilla, pa-tr^ocinan, arwiando ext^ender los d^ominios desu Corona, y, sabre todo, difundir la ^enseñan-za de la re^ligión cristiana, la legenda.ria em-presa d:scubridara de un Nuevo Munda; yasí el g^enovés Cristóbal Colón y los espa"nalesque le acompañan en la primera xrave^sía delAtlántico con^templan allende este océano, voomo una nueva cosa más entre cientos queofrecer a sus Saberanos, las vistosas hajas decolor marrón, finas y de graci.oso contorno,

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Fig^. t -Nirotia^^a rtística.

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_.._ is ».

, cuy^ aroma, al ser queniadas, es aspirado condeleite por los indígenas antillanos : aqu•ellahierba singular era el '.abaco.

Fueron conocidas n^uy paco tiémpo despuésde su desembarco en la is':a de Guanahaní(San Sa'.vador), del archipiélaga de Las Luca-yas, pues parece qu^ figuraban entre los pre-sentes que los indígenas hicieron a los intré;pidos navcgantes españoles. Posteriormente,éxplorando la isla Juana-la Cuba de losdi'^s y de nuestros días-admiran a los indnas arrollar dichas hojas, formanda lodespués se llamará un cigarro, y encendién

aas por un ex:r.em^o aspirar por el otro el hunproducido, para expulsarl^o después por bocay narices; allí aprenden el nombré de tabaco,dad^ por los naturales al peque^ño rollo forma-do par la hoja, el cual hacen extensiva al pro-ducto, denominacidn afortunada que habría dequedar inoorporada a casi todos lo-s idiamasdel munda.

^ Igualmente, los indígenas de San Salvadorllamaban tabacos a los cigarros (i) y rogiba oc•o^i,oba al producto industrial:

No hay duda de que los descubridores deAmérica• lo bautizaran en la fórma explicada,y están desechadas }aor inciertas las hipótesisde que el patronímiĉo proceda. ni de Tabago,

(t) Asf se siguen denominando en muchos de lospaíses antillanos, y nuestra legislaci^Sn sobre la ma-teria emplea la palabra tabacos como sinónima deciiq•ay^a.

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nombre de una isla del archipiélag^o de las An-tillas, ni de Tabasco, provincia mejicana en el1'ucatán, a la que nuestro Hernán Cortés arri-ba en él año 1519•

Si seguimos a O. Comes, que recoge eii suobra H1storia, geogra fí^cc y estadísti.ca d.e[ tu-baco, documentados 2rabajas d^e invcstigaciónsabre el particular, las primeras hajas de ta-baca se trajeron a Europia por Hernánde^ deOviedo, gobérnador de Santo Uomingo, rgue]legó a España en 151c^ ^I^.

Las semillas primeras llegaron al viejo ,,aan-tinente^ por condueto de un monje fra^és,fray Andrés Thevet, que cult-iva én Anguléma,en 1556 el Nicat•iamQ tabacum, procédénte delBrasil cuyo país había expl^o^rado, que habíade extenderse por toda el mundo.

Juan Nicat, Embajador dé Francia en Por-

(i) Recogemos lo transcrito por la autoridad delautor de la obra mencionada. Es extraño, sin embar-go, que hasta veíntisiete años después del descubri-miento de América no se trajeran a Espafia las pri-meras hojas de un producto que tanto -llamó la aten-ción de los descubridores y conquistadores•, y quemuy probablemente usarían los indígenas que acom-pañaron a Colón en su primer viaje de regreso a Es-paíía, en el año 1493-que eran precisamente de laisla de Santo Aomingo, que Colón llamó Espai'iola, yHaití los naturales, súbditosde Guacanagari, que tan-to ayudó y obsequió a nuestros compatriotas descu-bridores-. Es esta cuestión que abre un interesantehorizonte para la investigación, que posiblemente des-cubnría detalles de gran importancia para los espa-ñoles.

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Fi^, z-A'icutiana alota.

Tassco q

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tugal, recibe en i558 unas semillas del Nica-t^na rustŭa, procedentes de La Flarida, quecultívó en el jardín Keal de Lisboa, y conven-cido de las propiedades curativas, para ciertastnfermedades, de sus jugos, envía el productoa la Reina Catalina de Médicis, genti?eza que1e había de valer para dar su nombre al géneroNicat^irnna.

A Fspaña vinieron la.s primeras sernillas enISS9^ Por c^onducto de Hernández de Toledo,historiador a quien el gran Rey Felipe II dióencargb de exp'.^arar las tierras americanas. Secultivaron'como plantas ornamentaIes, a caus3de la belleza de^ sus flores, y procedían de Mé-jico, donde señala ]a existencia, muy probable-mente, dei Nfc^atiana. itab^a^cum, variedades Ma-cr,ofrla y Fructticoskc y^e.l Nŭat^ia+^a rusti.c^aportando datos de sumo interés para la géne-sis d^el género Nicatiatva.^ 5i, pues, fueron eŝpañoles los primeras eu-ropeos que admiran la belleza de^I tabaco; losque le dan el nombre can que se le con^o^ce hoyen el mundo ; quienes prímero experimen`an ei;, vértiga singular .que praduce la. aspiración de.l'humo de su lenta combustión ; los que por pri-mera vez traen a Európa relación de la exóti-`ca oostumbre de su empleo, y quienes depasi-tan en suelo hispánico las primeras hojas deun producto cuyo usa ha de incorporarse^ demodo len:o, pero seguro, entre las costumbres(más correctaznente debiera escribirne vicias^"de civilizaciones tan alejadas de su país de^ ar^•;;.

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s:gen, forzosament^ se ha de reconc^cer al tal^ancho abolengo hispano, capaz pbr sí ^qria ^i^justificar que nos ocupemos de ^ar a Ctr,^aC^'rlas específicas modalidades de su, ĉpltivo'^ élsuelo a que se incorporaron las ceni^ás-'^.rcp^+patri^o^tas qué, ant^es que nadie en el Vie7d'^Mle^-"do, bien pudieron soñar con proporcionar x suPatria la riqueza, siempre en progresión cre-ciente, que hay supane su explotación.

SINTESIS DE LA DIFUSION DEL TABACOEN EL VIEJO MUNDO

Después de España, Portugal y Francia, queinician el cultivo en la forma expuesta, Lngla-terra, hacia i565, recibe y cultiva las prime^rassemillas originarias de La Florida ; Alemania,cinco años más tarde, en i57o, ]o introduce enel Palatinado, con semillas que traen viajérosamericanos. Italia, otro lustro después, lo reci-be por conducto del Cardénal Santa Croce,Nuncio de Su Santidad en Lisb^a, cultivandoen las huertas y jardines romanos el N. dús-ttica, como planta ornamental y medicinal, ycasi simultáneaménte en Florencia a dandc seímporta pro^cedente de Francia.

En el sig?o xviii se extiende más y más po^rel ámbi,t^o europeo, y Hungría y Rusia conocensucesivament^e su cultivo, que alcanza a los paí-ses balcánicos y Turquía, donde, a] correr deltiemp^, ha de adquirir excepciona,l importan-cia, siendo el origen de la riqueza que propor-

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Fig. a.Nirotiana sanderae.

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ciona a estos países el cultivo de las varieda-des orientales.

Asia recibé el tabaco por su costa ^ariental,procedente de América, su país de origen, ytambién llevado por los navegant^es portugue-ses que la recorren en el sigla xvi, e in^trodu-cén su cultiv^a en ]a India. Los japoneses ychinas parec°^ que la con^acieron d•e los misio-neras católioos a fines del siglo xvi.

También en esta cénturia se• introduce en elAfrica por su costs, ,occidental y como conse-cuencia dél int^ercambi^o de produetos entreésta y el cantinente americanb. En Egipto nosa cultiva hasta el siglo xvir.

P:ar último, las islas dé Oceanía, tíonde hoyadquiere la producción ^tan destacada impor-tancia, comienzan a c^onocer el tabaca en l^asalbores del siglo xvii, siendo Los españoles losque introducen el cultivo en las islas Filipinas,que dan tabacos de buena calidad qué expoTtana otras islas ^aceánicas, y bastante después secomienza a cultivar en Sumatra y Java, dondetiené hoy tanta arraigo. Es curioso notar queO. Come^s, d^ quien se extraotan muchas delos dabos anteriares, séñala a los australianosentre laŝ últimos q^re• se rindieron al culto ta-baquero. ,

Fué, pues, coma an^tes se dice, len^ta perode pasc>' seguro la introducción en él Viejo1Vlund^a del cultivo del tabaca; pero muchomás lo fué su uso, que en un principio tuvoque luchar co^ fúerte oposiĉión de príncipes y

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Fig. q:-Nicotiar+a quadxivalvis,

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magnates, que condenaban su émpleo, c^lquie^ra que fuese la forma en que se usar^t: rapéi,

''^los gd^pipa o cigarros. Más modernamenze,bcrnantes ^e rindieron ante^ la extensióri de unvicio que hace al hombré mártir al pnñcl^ptn,para tornarle después en esclava, y cedi^er4l1^,en la lucha entablada, convirtiendo hábilment^é,por medio del impue^sto, én fuente saneada déingresos para los erarios públicos, el precio aque el hombre paga el singular placer de oon-temp'ar las azuladas espirales de hum^a, sumi-do en la débi] laxitud qué pnoduce la aspira-ción, en suaves dosis, del alcaloide del tabaco.

ORIGEN GEOGRAFICO

Todas las especies silvestres del Nicot^aa,can excépción tan sólo de una-N. sualru^eo-le^rrs-, son originarias del Nuevo Mund^o, yaun se seña^a la posibilidad de que és'a proce-da del mismo continenté, habiéndo sido ^trans-portada a C►ceanía por medios extrínsecos dedifusión. ^

I3e Cand^olle cita el h.ech^o de haberse halladoel tabaco como.planta espontánca en la; oordi-11era de los Andes, y admite qué la patria deorigen del mismo puéda estar limitada c^on Mé-jioa por el norte, Ven^ezuela por el este y B^o-livia por el sur.

De esta extensa' zona, en 1^ que por las fe-'chas del déscubrimiento de América florécían

j^as civilizaciones aateca y la i+nc^tta. pravienen

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las ehpecies impartadas a Europa, siendo posi-ble que cl N. rust+;ca proceda del área acupa-da par la primera, y^el N. tabati^m. de la se-gunda. ^

CLASIFICACION BOTANICA

El tabzco pertenece a la familia de las SQIa-^náceas+ (dzcot^ledonia gamopétala), en,tre cu-yos micmbros figuran plantas de tanta impor-tancia co7n^o el tamate, el pimiénto, la be^ren-j^na, la l.^atata, etc., además de otras muchaade interés arnamental y medicinal, y al géneroNico^ti^rua.

Linneo nombra dos espe^cies de e^ste género;la N. tccba-caan^ y la N. rusti.ca (Fig. r), ĥa-}7iéndose descubierto posteric^rmente muchasmás. La revisión del misma hecha por O. Co-mes en t$8^, agrupa c^+r^cue'rcta esnecies, peroh<ry- se cree que existen más de eie^n, con grannúmero de variedades.

Las más interesantrs a nues+ro objeto sanla Nicbtt,ani^a rust^ca y la Ni,cotia^a tabacunr,cuyas características fundamentales son ;

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Estas dos especies poseen 24 partes de cromosomas, mientras que las demás conocidasvarían de g a 32, agrupándose con relación aesta caracterís`ica, del modo siguiente :

N. crZa^ta (Fig. 2), N. sanade,rc^ (Fig. 3) YN. Lc^ngsd'ov'fii, con g pares.

IV, glauca, N. paniculata, N. silz^shris, N. to-rae^rci^asa, N. to^e^stAosiformis y N. gluti^asa,con i2, y la N. sualveolens, con i6 pares decromosomas, etc.

El pr^fésor Gaodspeed, de la "Universidalde California, ha sugerido que algunas de lasespeciés con 24 pares de cromosomas son el re^-sultado de hibridaciones en las que se conser-vó la suma de los qué póseían l^os progenitores,habiéndose comprobado experimentalmente talafirmación al obtener de un modo artificial elN. tabacum de un cruce ^entre un' miembro delgrupo tomentotra y un N. silvestris, cada unocon i2 pares, d^el mismo modo que el N. sus-tica puede resultar de un cruce entre miembrosdé] grupo glauca, igualmen!e con aquea númt-ro'de cromos^oinás.

Nicotiana Tabecum.

Las distintas variédades de psta especit ofre-cen grandes diferencias én su po^rte y la lon^gitud de los entrenudos, en el tamaño, forma,col^r, finura y rrrodo de inserción de las hojas,disposición de la inflorescencia, forma de laeápsula, etc. El prafesor O. Cotnes, en 19^5

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refirió todas las formas exist^entes a seiŝ tipos ^fundamentales, y el profes^r Emili^o Añ^sta-sio, de sçafati, en i9i4 propuso que esté ñ^ú^ ;.mero se redujese a cuatro, que s^on: N. T. luao^,ba^rze^nsis, N. T. brasile^nsis, N. T. vi.rgvnica y'N. T. pzsrpuv+ee^, cuyas características funda-mentalés se han récogido en el cuadro sinóp-tiao que sigúe, que se juzga interesante porquea estos tipos pueden referirse todas las varie-dades ĉultivadas que tienen inherés industrial.iPlig. z8). .

CLASIFICACiON INDUSTRIAL .

Ha quedado expuesto que las mútiples va-ridades de tabaco que industrialmente intere-san,. pueden reducirse én su arigen, ségún opi-nión autorizada, a los cua!ro tipos principalescitados : H^tbmruensis, Brasile+nsis, I^^irginica yPa^w'¢unea. Especies puras que pu^dan exacta-menté relacionarsé a estos tipos hay muy po-cas, siendo las demás que se cultiv^an proce-derntes del cruzamienta entre dos o más de lascitadas con las mutaciones producidas, si biense pueda casi siempre, por su porte, colegir so-bre sus ancestrales.

Aunque muy interesante, como se compren-de, la clasificación botánica, lo es rr^ucho máspára el ^tabaquícultar la industrial, que agru-pa los tabacos según sus caracteristicas orga-nolépticas y dé curado, y también por el ém-plep ,qu^ de ellas liace el consumidor.

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Desde este punta de vistá, y para la debidasistemacización de nuestra exposición exclusi-vanienbe, aceptamos en principio la clasificaciónsiguiente :

^." Tabacos oscuros, curados al aire, empleados parala confección de cigarros (i):

a) Destinados para "capas".b) Idem para "capillos".c) Idem para "tripas". '

2.° Tabacos para la fabricación de cigarrillos y otraslabores:

dscuros: ^

d) Curados al aire.e) Curados al fuego.

Claros: r

f) Curados al aire.g) Curados en atmósfera artificial.

Especiales:!c) Orientales

Ha de advertirsé que no es absaluta la cla-sificación establecida, pues 1os tabaeos del gni-po primena pueden también ser empleados,solos _o convenientemente. ligados, para las la-bores d^el grupo segunda, que son : fabricación

(i) El cigarro se divide en tres partes: la envueltaexteríor, denominada "capa" ; la segunda envuelta,bajo la anterior, y que a su vez envuelve a la siguien-te, Ilamada "subcapa" o"capillo" ; la tercera, queforma el núcleo del cigarro, cubierta por las dosanteriores, llamada "tripa". (A1 conjunto d.e tripa ycapillo se denomina "tirulo".)

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de cigarrillos, confección de paquetes de pica-'.dun^, en hebra-^para pipa, rnás corrientemen-te-o al cuadrado-modalidad típicamente es-pañola-, para aspirar-rapé-, o para mascar.

5e comprende por l^o expuesto que en ade-lan^.té, al estudiar las modalicjades de cult:vo decada clase de tabaoa, nos dediquémos con ma-yor detalle a los compnendidos en el , aparta^do ^d), los más cqrrientes y los más extendidoshoy en España, si bien hemos de ocuparn^osen capítulas distintos a señalar las diferenciasque con referencia a aquéllos tienen, en cuan-to- se relaciona oon su cultivo ,y curado, 1•ostabaoos comprendidos en los dernás apartados,establécidos para fijar el orden d^ nuestra ^ex-posición.

Las variedades en rel^ación -con el deatino delproducto.

Para dar una idea de las variedades que pro-porci^onan las tabacos que pueden mcluirse encada uno de los apar:ados establec^dos, a ean-tinuación damos un ^estad^o quo los recoge, so-bré el que adverticno^s :

i° Sól^o se^ consignan en el miamo las va-riedades principales ensayadas cn Espar^a,marcando con un ast^erisco las, que han sidointroducidas con éxito diversa en el gran cul-tivo.

2.° Que orientada desde los comien^osnuéstra producción tabaquera hacia ]a adapta-

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h:^iPLEO DEI. PRODUCTO INllUti'I'R[A1.

t;ARACTERISTICAS

t.• Tabaco; p a r a Conecticut-broad-leaf . ........................ Habano ,(*) Java ..............................cigarros ........ ^ b) Emplcados para "subcapas" o °capillos" ........... ^ Havana-seed (fit{. 7y) hilipino ^sabela (*) ......" .... ............ ....

t Havana tq2 (W. S.) (fig. y8) ............... . .

2,° Tabacos p a r aotras labores.

V' A R[ F I^ A D f:' ^

AMF.RICAtiAti uE OTROS rnlSF.s t,rn^c^ns` (í)

." ^ Cuban Shadc .......................^............. tiumatra^!*) (fiK• 73), Java ..................a) Empleados para "capas" ................................ Round-tipc (fig• 75) ........................... Habano (*), hilipino Isabela .(*) (fig. 7q)

^ Fiorida 3ot ........................................

Habano ?^fall©riá.

^^^ ^ .

Cantabria °^^g Ŝ;,`6-7)y Habano Mallor-ca.

r) Empleados pa^ra interiores o'tripas" .............. i Pensilvanie .,... ...........................:........ Habano (*) .. .................................... (,antahria.^ Ohío, Tipos Spanish (fig. £io) ............... F{lipino Tsabe;a (*) ............................

Tabaco^ escuros ^

e) Curados al airc ._ .............

Curados al aire, tipos "Bur-ley„

Tabacos ciaros

y) Curados en atmósfera arti-ficial, tipo "Bright" ........

^ Tabacos de tipo t h) Orientales :.......................^ Pecial .......... ^

Yanthi :.......................................:......Yaka ..; ..............................................

!i).-Además de las aquí citadaa, la Estación de Estudios del Tabaca dc Santiponce 1Sevilla), ha lanzado recientísimamente^los hibridos números 57 y tio (1^ Ig, núm. Io), varicdades

resistentes al mojaico, y las 216 (Nlg. núm. I I) y 21^ (E^Ig. núm. ta) de gran desarrollo y rendimiento y haja de notable anchura^ en todos los cuales, muy especialmente en el 6a se

tienen fundada^ esperanzas, hasta ehora confirmadas en los ensayos que, al escribir estas lineas se realizan en la provincia de Granada n-anifestando su resistencia a loc ataques dal

mosaico en un aRo como el actual (194z) en el que ha sido general, aanque en formas no graves, en la plant•acione ŝ de la zona.

d) Curados a fuego .............. ^ Orinoco y derivados .........-f.............

Orinoco ............................................. Java .......... ................................ Valencia "alto" (fi-.12ich-Wonder (*) ................................ Pilipino (*), Zaharadni-bili (*) y'L. ru- gura 8).One Sucker (*) ................................. zovi (!) (Bohemias I v 2) .......,........ Valencia "bajo".Maryland (*) .................................... Yalomita (*) .................................... Cantabria.

^ White Burley núm. 5 (Lex) (*) .........Judy's. Pride ......................................

Mammoth-gold (*) ..............................Cash (*) ............................................Bonanza (*) .......................................

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ción de variedades de origen nurteamericana,no debe extrañar que éstas eonsti^uyan la ma-yoría de ]as que se ci^tan.

3.° F.n una casilla especial .Se ]ian agrupado ]ac, variedades obtenidas en nuestra Patria,y que o^nstituyen, por l^a tanto, hoy en día lsbase de nuestra praducción nacional.

Las var'vedades quedan, pues, clasificadascon arreglo a su aplicación industrial del modoque se .recoge en el estado carmspondiente.

EL MEDIO EN QUE SE DESARROLLA EL- TABACO

El tabaco da producto muy vari.able d^ unosa otros lugares dé cultiv^a; pues es muy sensi-ble al medio, influyéndo ^en su cali^jad extraor-dinariamenbe el clima, el suelo, los abonos y laforma en que se Ie den Ios cuida^íos que exige,varianda el gusto, el arama, la combustibili-áad, la riqueza en nicotina, la finura y el tirode ]a huja, caracteres ^esenciales para definirel producto industrial.

a) El clima.

Tnfluyen, pues, para determinar en^r^ quélímites puede végétar y entre cuábas debe cu-rar, la distribución de temperatura^, lluvias, el ^grad^o higromét^rico deI ambiente, etc.

La temperatura óptima varía de x$° a 27° y Tr^nPeroa^-los países de temperatura uniforme y humedad ^á^^h°°"`

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clevada, dan los mejores pnoductos, pues dis-minuyend^o ]a intensidad de la transpiración aenecíuce el tejido lefioso dé la planta, dando unamayor finura a la h^ja, motivada porqué lospequeños vasos par los que circulan los jugos,trabajan menos, las venas y contravei^as ad-quieren un desarrollo comparatwaui'nte me-n^or al que tendrían en climas 1e oontrarias^:ondiciones, circunstancia absérvada en Espar-ñá con 1os tabaoos abtenidos en la zona can-tábrica.

Los climas secos y cálidos dan pro^íuctos del^oja corta, en general ricos en nicntina y obnmucha gomosidad.

^ubostaAa. Otro factar climático de influencia es la nu-bosidad. En climas en que la racíia! ión lumí-nica no és grand;e, los productas se Gistinguenpar su mayor dc^arrollo^ y por la ^inura d^e lashojas, resultados conocidos que han dado comoconsecuencia práctica el cultivo^ bajo gasas, quese realixa para los tabacas de la variedad Cu-bayt-sihaide, Pn los Estados Unidos d^e Nartc-américa. .

La temperatura, la humedad re.lativa y la^uminosidad dan, pues, cambinadas una resul-'ante con la ctral fluctúan las calidades obte-nida^ en las cosechas de tabaco.

v;P^rog. Los vientas tienen influencia tamrién, par-que ^en regiaues én que soplan con intensidaddurante las épocas en que el desarrollo f^oliá-ceo de la planta ^es grandé, producen raturasy traumatismoc perjudiciales. Su frec^.^encia és

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también digna de ser an^otada, pue^ la naturaldefensa del tabaeo contra su acción .:on!inuadaha de determinar un desarr^ollo del ^esqueletoresisceritc de la planta,' y, por lo tant.o, un ma-yor embastecimiento del productu industrial.Si soplan cálidos provocan una rápida deseca-ción de las hojas, o^b:igadas a evaporar másagua de la qwe normalmente pueden obtenerdel suelo como véhículo de• los materiales ali-menticios, determinando a vece; ^u muerte, ^fenómeno observado en todas las pl,^ntas, co-nocido con ^e^l nombre de "apoplejía". ^

La influencia dé los mares también se deja i'cia `^icu losnotar; enseñando la. experiencia ^lue se ^obtie- mares.nen los mej,ores tabacos a una d^tern^inadadistancia de la costa, en lugares ia suficiente-mente cercanos para que se vean favorecidospor la humedad que aportan los vientas mari- -nos, pero lo necesariamente alejados para evi-2ar el perjuicio que causarían las sa!és deposi-cadas sobre las hojas ; a este efee:o perniciosose deben, a nuestro parecer, las malas calida-d,e^s ^obtenidas eri la eomarca de 1a costa medi-terránea de las provincias de ('sr.^nZda y Al-mería.

b) El suelo. `

El tabaco vegeta bien en ^toda ciase de sue- c o n, P o e t-los; pero, al igual que se anataba al tratar ciónfisíca.

del clima, varían mucho los pro^luctos segúnla composición d^e aquéll^os. Hábland•o en tér-

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minos generales, puede decirse q,te precisa^uelas ]igeros, arenosos o con déLil cantidaddé arcilla, profundos y fértiles, ric,^s ep ma^te-ria orgánica, pero no ácidos; fresco^, sin serhúmedo,, de subsuelo permeablé y ricos enpatasa. De estas características son las suelbsque praducen los mejorés ^tabacos.

Las tierras sweltas dan tabacos finos y de^.olor claro; las arcillasas o arcillasilíceas d^an:productos, ^n general, bastos. Las tierras bajas ..y húmedas de subsuelo impermeable praducen `tabaoos çue curan muy mal y arden imperf^ec-tamente. Las salitrasas producen tabacos con .muy escasa combustibilidad.

La profundidad del suel^o arable és condi-ción pre^:isa para que confiada la nlanta al te-.rreno qtte ha de sustentarla emita abundantesraíces que contribuírán al ^rápido desarro^lloque' alcanza; una tierra profunda sue^le teruérpoder retentivo para ]a humedad desaguándo-se rápidamente cuanda por causas fartuitasrecibe agua en éxceso.

' Hasta el cal^r del suélo ^parece bener in-fluencia sabre el de los productos, pues l^as ta-bacos cor. tonalidades claras -son niás biem pro- ;cedéntes de tierras de rrue^nar intensic!ad de co-loración.

cora osícibn La compo5ición química es el índice d^e lo4u^miCH' que suele Ilamarse fertilidad de un ^aelo, y su

análisis nos enseña la riqueza en las materiasque cons! ituyen alimento para ;as plantas.Para el tabaquicultor son conocidos las térmi-

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nos nitr^geno, ácido fosfárico, poíasa, cal ymateria orgánica, que corresponden a los nom-bres vulg^arizados de los fertilizan'es funda-mentales que él análisis químico investiga enlas tierras de cu'.tivo.

Los Jatos que éste nos propor^•i^ ma tienenun valor rela;ivo, pues aquellos principios fun-damentales existen en las tierras f^armandocombinaci^ones más o menos complejas que de-terminan s^alubilidad distinta en el agua, ve-hícuba por el que las toma la planta. De ayuíque aunque un aná'.isis nos acuse riqueza deun suelo en una sustancia deberminada, es ne-césario muchas véces agregarla por medio delos abon^os minerales para que la planta puedaabsorberla can la rapidez que la precisa, comoccurre ^en el taba^o, que recorre con gran ce-]eridad su ciclo vegétativo en el ,terreno deasiento.

A pesar de lo dicho, com^a conviene re'.acio-nar I^as.resultados de los análisis de los swe^loscon la riqueza que poseén en materias fertili-zantes, se consignan, eon las reservas apunta- .das, las cifras que siguen:

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$egún la riqueza d^e las terrenos en cada :^^^roqP^^o.uno de estas elementos de• fertilidad, se obtie-nen pnoductos de calidací distinta; así, el ni-trógena no debe figurar can gran exoesa enlas tierras tabaqueras, pues determina un grandesarrollo f^aliácéo, que, a custa de la calidadde la boja, puede ser causa de c:nfermedades,o, al menos, de predisp^ sición nara las mis-mas; el tejido de las hojas es grueso y basto,con la consiguiénte depreciacíón del produoto;^. madurez se retrasa, produciéndose el entv^e^r-

d^do del tabaco, que cura mal, ardc* con difi-cultad y exhala un ^olor d^esagradable.

A1 favorecer:e.l desarrollo vegetativo, da plan-taciones que con •elocuencia los labradores lastitulan "viciosas", qué, entre ^atros incanv^e^-nientes, tienen el del e.xcesivo d^esarrollo de ]^asbrotes axilares. .

EI ácido fosfórico es un elem^ento del que a^^a^ rosr^-el tabaco na se mucstra exigente y que, sin "1OQ'embargo, absorbe c^m facilidad. No convienenlos suelos con excesiva ríqueza. en él, pues susproductos quéman mal, dand^o una ceniza nc-grutica; se hacen quehradizas, adquiri^endo uraaespecial rigidez muy carac^erística Za© les res-ta bwen a ŝpecta. En cambio, las tierras bienequilibradas en f esfórica'producen tabaeos quetaman buena coloración, facilitand.^ también superfeota madurez.

La potas3 e,s un elem^ento fundam;en^l para Pot^^yn.la obbención de tabacas de calidad; un suelopabre en est^e ebeme^nto dará tabacas pobres ^n

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é^, y como consecuencia, de ^scasa couibusti-bilidad. Los suelos ricos en potrasa na darán,par el mero hecho de serlos, cosechas abun-dantés, pu^s es ést^e un principio nritritiva queno aumenta el peso del produ ^t^o, p; ro sí con-tribuye a dar a]as hojas un color perfc+cta,aroma, finura, elasticidad y, ^en ur^a palabra,cuantas ea.racterísticas prestan al ^abaco^ suŝ:ualidades más éstimables.

c^^• La cal, que tan importan^tc papel tién^e enformacíón del humus y en^ la nitrificación,existe en`tados los ^sue'os tabaqn^eros de Es-paña en cantidades suficientés para las áe ĉesi-dades det tabaco duran^te. su vegetacíón, Máŝaue e^l defecta de las su^elas en este elémento,-iebe en nuestro país préocupar al labradar unaexcesiva riqueza, pu^s daríá Iugar a tabacosron poca elasticidad, quebradizas, siendo eng^eneral pnca aptos para 1a producción de co-sechas de huena cálidad.

CARACTEItISTICAS AEL MEOIO EN LASZONAS TABAQUERAS ESFAI^OLAS ^

d^ Delimitac.ión, de laá zonas.

A las efectos de la organización del $érvi-cía I3acíonal de Cultiva y Eerméntación de]Tabacc^, España se halla dividida en sie!e zo-r.as, abarcando cada ,una, según Ia convocato-ria para la campaña Tg4i-42, Ias prowincias sí-gui^entes :

zc^u^o: z.°---I.lámada Andaluc ►a occidental,

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Camprende las provincias de Cár^b^°, SCVili^^idi ^z. ^ ^;Huelva y Cá

^ ^` ue. es^• .^n ^^^ 7o^^ia 2.d-And^alucía ori^ental;^^da, ^41t ► íé-tegrada par las provincias de G^`^

ría, Málaga y Jaén. ^:^ . r;,;Zona ,3.a-Levantina, qué se halla i^iát^,ra^

por las provincias de Valencia, Alicanté, ^Cas-iéllón, Albacebe, Murcia, Huesca, Barcelana,Tarragona, Lérida, Gerana, y de Baleares, laisla dé Mallorca.

Zana ¢ a-Extremeñra, formada por las pro-vincias de Cácere^, Badaj^oz, Avila y Toledo.

Zo^,a s d--Gan^tábmca oriental, que s^e ^ex-'^iendre po^r lás provincias, d^e Gui^piízcoa, Viz-caya, Alava, Navarra, Logroño y- parte dé^ittrgos. •

Zootu 6.a-Cantábrica, central. Comprende]as provincias de Asturias, Santandér, Lugo yLeún. •

Zo^na ^.°-Gallega, que agrupa las provinciasde Ponhevedra, La Coruña y Orensé.

6) - E1 medio en las zanas espaqolas. Compa-ración con el de otras extranjerae.

Se ha señalado de un modo generial la in-fluentia que al médio en que vive el tabacotiene sobre las características del producto in-dustrial ; está comprobado que actúa intensa-merite sobre ^e^l ^tamaño d^e^ las ho^jas, su finura,calar, élasticidad y combustibilidad, t^adas esen-c•iales que se campletan con otras, cam^^ Ia he-

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nacidad, el gusto y el aroma, que más biensvn dependien'ee de la vari^edad cultivada.

Bien vale, pues, que nas ocupcmos de anali-^ar uno y^atro ^extremo-influencia del metli^oy de ]as variedades cullivadas-en cuanto seréfieren a los productos españolcs.

La planta del tabaco tiene m^ área ampliaáe cullivo, y, aunyue originaria de países hú-trre^dos y cálídes, casi eĉuat^r'ales, vegeta y sec.ultiva en los variados medio:s que tienen cabi-da entré los 60° de latitud Norte, en Finlan-dia, hasta los 40° de latitud Sur, én El Cabo,La. gran exten^sión de este área se explica p^orla carta duráción de su período veg^e^tativo apartir del trasplante, precisándcse de ,térmimomedio 'unns a.ooo° dé suma de t^mperáturas+nedias desde aquel mo^mento hasta la recal^ec-ción, cifr;t qué puede obtenerse, por ejemplo,c:^n ci^en díras de vegétarión en una comarca de20° de te.mperatura media, candiciones térmi-cas que en ve^ran^ se dan en muy diven:;.ospaí ses.

La casi totalidad de nuestro suelo patrio, es,pues, ap!a patra el cuU'ivo del .tabaco, si bi^n1as circunstancias tan variable+s de medio quenuestra posición geográfica, movida arografía yvariáda formación geológi^ determinan, hacenqué el producto industrial obbeYiida sea funda-mentalmente^ distinta cie unas a ctna,s zonas, decultivo. •

Puede seña]arse camo óptimo pa^ a el taba-Cc^ el me^di^ resultante de temperaturas cálidas

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o rt^e^mpladas, fuerre humedad ambient^e^ y sue-lo arable ligere, asentado sobre un subsueloque c^nstituya un buen dr^naje.

Cuanta más lagrem^os aproximarn^os a esteirieal, rnás se acercarán los productas obt^e^ni-d^^s a los que nos sirvan de tipa a patrón en-tre l^s de reranocida f^atna mundial, paraorientar nuestra producción nacional.

Estos tabac^os ,tipo, que con tino indiscuti-bl^e se eligieron desde el primer día .de inicia-ción de las ensayos en España, fueron los si-guieíttes : ^

CSns¢s inciustrinles Variednd tipo ComurcRquc la producc

Tahacos para cigo-iHabann ...........rros ...:.............'Hci^^ann-seed. ...

Tabncos para otra^,labores:

[, dc Cuba.Conecticut.

iOscuros eurade.^ Kenhrcl;y o si- Kentucky.

...........^ m^lares ........al aire Tennesec.

Claros curados al ^,I^itc lt^t^,c ^aire ................. -

^Claros curados en

atmásfera arti- Briglit ............ficial .............

i:e^ntncley.

Caro'.ina del A7.^arolira 3e1 S.

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En las páginas siguientes se exponén en for-ma comparativa las características d^e me.diomás fundamentales de las comarcas qué se ^to-man como tipos o patrones, con las españolasdonde hoy se cultiva ^e^l tabaco.

Debé advertirse de anteman^a que se apre-ciarán notorias diferencias determinantes deacusadas divergencias en calidades y tipos;pera si sé considera que no se pretendé igua-lar, sino solamente ^obtener product^os que p^re-dan sustitúir a los extranjeras importados, fa-bricando ^o.n. ellos labores de caract^eTisticasparecidas, qué eanbe^ngan la totalidad o unamayar parte de tabaco netamenbe espaí^ol, acu-diençlo en la medida précisa a ligat éste cosi losexóticos que puedan prestarle propiedadésaomp'ementariás, s^e eoRnprenderá que supl'ren-do con riegos las deficiencias de precipitaciónatmosférica, y ttredian^te prácticas de cultivoadecuadas otras, se pued^e^r abtener ^abacos quellenen lo^s objetivos déseados.

Examinado^s los cuadros que incluímo ŝ se}Suede colegir que ^en ^eneral, y refiriéndonos a.la climatología, contamos con tempéi'a^turasadeeuadas, escasa pre^cipitación atmosférica,con excepción de las zanas cantábricas, dond^eés más abundante, y tierrás eu. gerreraI' equili-bradas dçsde ^el pu^to dé vista del análisis físi-ea, y a'go pobres en los principios fertilizan-tes fundamen,tales, sobre todo si se tienerV encuenta las necésidades dél tabac^o en potasa.

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c) Influencia sobre los tabacos que producen.

Estas circŭnŝtancias de medio, unidas a la ŝenseñanzas qúe t^n lo^s muchos años de estudiodel problei^a se han obtenido, han marcada laorientación dada al cultiva d^el taba,co én Es-paña, eligiéndo las variedades más eonvenien-t;s y adaptables a la zona y aun para cada co-nlarca dentro dé ésta, y han permitido fijar caside un mod^a definitivo el rumbo que debé to-mar nuestra producción tabaquera desd^e, elpuntb d^° vista de la aplicación industrial délos productos.

En la zana de Andalttcía occidental, conpredomini^o del cultiv^a d^el secano, se hanadaptado las variedades Maryland y Canta-bria, y muy recienhelnenx^e ŝe énsayan, las Zahá-radni-bili y Zaharadni-ruzovi, bautizadas como13ahemia níim. i y núm. a, y la Yalo^mita, deorigen rumano. ^

En la de Granada, el Valencia ALto y elk3urley. En las comarcas aptas, las variedad^esde tabaco amarilla, fundamentalmenté y eongran éxit^o y rendimiento, la "Mammoth-gald".

En la zona l^evan^tina predomina el cul:ivode la variedad Valencia, y en la extremeña lamisma variedad Valencia Alto, ]a White Bur-léy núm. 5 y 1a.s variédades d^el tipo Bright,Mammoth-gold y Bonanza.

Fom úttima: en la zona cantábrica se cul^ti-ván el Habano, Havana F4z y el Habano-lVla-Ilorca, juntamente al Sumatra y el Cantabria.

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Las mismas variedades cult ;„^das i^dicat7k+,ya la pre^dominancia ds las cah^ ^,d^s y'^lase^de los tabacos y el destino ind ial q^ ^^eda a los praductos, y así se corrr)^"^r^1e qu^ °'

^r.^nientras las zonas cantábricas se oi^if&n ,t^a- ^cia la pro^ducción de tabaC^s para cigarrds, lasde Granada y Extremadura, fundamentalmen-rt^e esta última, que reúne al eferto inmejorablesoar►dician^es, se dedioaran ^ a l^os tabacos clarospara la fabricación d"e cigarrillos rubios, culti-vándose en el Testo con carácter de predomi-nacia 5o^bre los demás, los tabacos oscuros, em-plead^os para 1as manufarturas más corrientes,qt^e en^ España, quizá en mayor proporción queen otnos países del mundo, se aprecian en elmercado d^e un modo extra^ardinario, segura-men;temente par atavismo de otros trempos, enque, con el dominio so^bre buena parte del ar-chipiélago antillano, paseíamos el privi!e^gio desaborear los más select^os y aromáticos cigarrosy tabacos para ]abores, pnoducidos en el orbede la ti^erra.

CALIDAll COMPAR.ADA DE LOS TABACOSESPAÑOLES CON LOS EXOTICOS

Como broche que cierra esta priméra parté,incluímos un e5t^ad^a co^mparativo d^e algunasde las propiedades de nuestros tabacos oscurosc"or► las de los exóticos de más cime^ntada fama,o al m^e ^os más empléados én las labores deoansum^a nacianal por la Compañía Arrenda-

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taria de ^abacos, y unos gráficos (Figuras nú-meros i3 ^1 i5), que hablan con elocuQnciá delo ob!enido hasta ahora y haccn abrir el pechoa]a esperanza de lo que cou perseverancia po-drá ]lcgar a obten^erse:

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No precisa comen'.arios lb que tan claranteirte se percibe, por lo que términarémgs estaparte primera de nuestra trabajo con las pala-bras dcl ilustre iugeniero a^rónomo D. Hora-cio Tcrres d^^ la Serna, que citamas en la prí-mera página del misttio, y qtie a la vis:a de loya ob'.enido 5e^nos antojan proféticas: "... sal-varemos las ^e^bstáculos a fuerza de tiempo oytrabaj^o, hasta pnc^ducir un tabaco diez vecesmejor que el que presentamos actualmc^nte...".

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Fig. b.-V'aricclad ^antaUria, cultivatla para la ubtrnciúntlr t;tbarus para cidarrus. (Cli^é F.. ►?. "l'.)

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Pig. ^.-^'arietla^l Cantabria. Líncas de observacióu clehuin^^^^cneidad ^lcl campo ^lc experiencias dc Torrela-

vcba. (Clisé E. lŭ . T.)

Fig, K.-Varieda^l Valinci;i Altu. Líneas dc observaciíír,de horuubenci^lad (l^lisé E. 1:, 1'.)

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l^ig. q. -tlihri^lu ^,^ ^Ic l,i I^:. 1^:. ^lel 'f. ^l^' ti;u^^ipc^l ^^',(Cr^l^,mhi,t X \lar^'Luul,) (l'li^^" ^^;, I':, ^[^,)

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l^i^. ^o,-Híbri^l^^ bo dc la E. E. dcl T. (C^^lutubia X f'^-li^^inu.) (Clisé E. E. T)

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L-'ig, t ^.-Híbrid^^ s^6 dc la E. I?. del T. (Yalomi-ta X hcntuck^^.) (C1isé E. t?. 1' )

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I^i^;. t_.-}líhridn zty nLtenidu l^ur 1<t I^:. L•. dcl 'I^. rlcti;tntii^<mci• ílali^rach^i hili X f^cntuck^'.) (Clisc^ E, i?, ^1^.)

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