32
Más fuerte que la muerte 12 Planes para una obra mayor 20 Publicación internacional de los adventistas del séptimo día Vol. 9 No. 7 unidad cristiana 26 La ruta Hoja de

Hoja de ruta - blogucn.files.wordpress.com · alemana y francesa que se reunieron en la Casa de Hielo de Biel/Bienne (Suiza) el pasado 4 de mayo. Recuadro: PREGUNTAS Y RESPUESTAS:

  • Upload
    buicong

  • View
    215

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Más fuerteque lamuerte

12 Planes para una obra mayor

20

P u b l i c a c i ó n i n t e r n a c i o n a l d e l o s a d v e n t i s t a s d e l s é p t i m o d í a

Vol. 9 No. 7

unidadcristiana

26 La

rutaHoja de

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Vol . 9 No. 7

3 I N F O R M E M U N D I A L

3 Noticias breves 6 Informe de noticias 31 Iglesia de un día

N O T A D E T A P A

16 Hoja de rutaGerald A. Klingbeil

Una lectura de la vida propia desde una perspectiva cristiana

8 P A N O R A M A M U N D I A L

La espiritualidad auténtica Ted N. C. Wilson La disciplina de vivir como Jesús vivió

12 D E V O C I O N A L

Más fuerte que la muerte Sylvia Renz El dolor es real, pero la solución también.

14 C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

¿Quiénes somos a los ojos de Dios? Frank W. Hardy y Lisa Beardsley-Hardy Qué implica la «imagen de Dios» en nuestra

vida diaria

20 L A H I S T O R I A A D V E N T I S T A

Planes para una obra mayor David Trim Ellos comparten el evangelio en una de las

regiones más seculares del mundo.

22 D E S C U b R I R E L D O N D E P R O F E C í A

La revista The Messenger of Truth Theodore Levterov Elena de White y sus críticos

24 S E R V I C I O A D V E N T I S T A

El mismo mensaje, con métodos diferentes

Llevar el evangelio a diversas culturas requiere tacto y creatividad.

11 S A L U D M U N D I A L

La urbanización

26 R E S P U E S T A S A P R E g U N T A S b í b L I C A S

La unidad cristiana

27 E S T U D I O b í b L I C O

Principios divinos de seguridad económica

28 I N T E R C A M b I O D E I D E A S

D E P A R T A M E N T O S

www.spanish.adventistworld.orgwww.adventistworld.org: Disponible en línea en trece idiomas

F o t o g r a F í a d e l a t a p a : g a l y n a a n d r u s h k o2 Adventist World | Julio 2013

■ Más de dos mil adventistas de habla francesa y alemana de Suiza se reunieron el pasado 4 de mayo de 2013 en la ciudad de Biel-Bienne en un congreso que celebró los 147 años de presencia adventista en esa nación alpina. El evento «La esperanza une» se llevó a cabo en la Casa de Hielo, que suele ser sede de juegos de hockey y de otros espectáculos. En Biel/Bienne, la ciudad bilingüe más grande de Suiza, el alemán y el francés son idiomas oficiales.

El invitado especial fue Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista, organización que el pasado mayo cumplió 150 años de existencia.

Wilson no predicó en inglés, como muchos esperaban, sino en francés. Refiriéndose al profeta Elías, que abogó por la renovación espiritual enfrentando a los profetas de Baal en el Monte Carmelo, hizo un llamado a los adventistas para que también defiendan la renovación de su fe.

«Suiza ha sido históricamente un centro de reforma, y va a recuperar ese papel –dijo Wilson a la congregación–. Hoy es momento de ser fiel a Dios y a su mensaje. Es tiempo de reavivamiento y reforma. ¡Dios seguirá siendo fiel a sus promesas, y Cristo viene pronto!».

I N F O R M E M U N D I A L

D E P A R T A M E N T O S

V é a s e l a p á g i n a 4

gu

nt

he

r

kl

en

k/

ad

ve

nt

-v

er

la

g

Arriba: LA ESPERANZA UNE: Parte de los dos mil adventistas de habla alemana y francesa que se reunieron en la Casa de Hielo de Biel/Bienne (Suiza) el pasado 4 de mayo. Recuadro: PREGUNTAS Y RESPUESTAS: El pastor Ted N.C. Wilson, presidente de la Asociación General, responde una pregunta, mientras un intérprete escucha a su lado.

de adventistas de SuizaSe realiza congreso

«¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida?»Es la pregunta que sigue a cualquier

otra, que se hace un creyente. Mientras algunos interrogan al viento para entender el significado de la vida o las razones del sufrimiento humano, los que tienen la fe de Jesús retornan a este simple cuestio-namiento con más frecuencia que cualquier otro. Dado que pertenecer a Jesús es para nosotros el compromiso central de la vida, queremos saber:

¿Qué trabajo se me ha llamado a hacer en la vida?

¿Con quién debería casarme?¿Debería seguir estudiando?¿Dónde quiere Dios que use los dones

que él me ha dado?Y entonces hay muchas ocasiones

–acaso semanal o aun diariamente– cuando el imperativo de estar en sintonía con la voluntad divina exige respuestas más profundas que el pensamiento superficial que suele dominar nuestros días.

¿Cuál es la mejor manera de pasar el sábado?

¿Cuánto debería dar para contribuir al progreso de la misión de mi iglesia?

¿Con quién debería compartir hoy mi testimonio?

El Señor a quien servimos ha prometido revelársenos, tanto en las decisiones fundamentales que sustentan nuestra vida como creyentes, como en las más pequeñas que ordenan nuestros días.

Su Palabra nos asegura: «Entonces tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: “Este es el camino, andad por él y no echéis a la mano derecha, ni tampoco os desviéis a la mano izquierda”» (Isa. 30:21).

Al igual que Elías –que llegó a oír la voz de Dios no en el viento ni en el terremoto ni en el fuego sino en «un sonido suave y apacible» (1 Reyes 19:12)– aquietar nuestra vida nos prepara para escuchar y aceptar lo que el Espíritu quiere comunicarnos.

Al leer la emocionante nota de tapa de este mes, donde el editor asociado Gerald Klingbeil relata cómo escuchó el llamado de Dios para su vida, lo invito a orar para que

su mente esté lista para escuchar las respuestas que usted está

buscando.

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 3

I N F O R M E M U N D I A L

Entre las preguntas analizadas en un encuentro posterior con los miem-bros, Wilson se refirió al avance del secularismo. El presidente dijo que hay que enfrentarlo mediante un regreso a la Palabra de Dios y mencionó que la postura de la iglesia, que afirma que recibió una tarea especial, no es señal de arrogancia sino de humildad. «Los adventistas deberíamos ser los mejores amigos de la gente –dijo–, pero no debemos involucrarnos en movimientos ecuménicos que nos impidan cumplir nuestra misión».

La primera congregación adventista de Suiza fue establecida en 1867 en Tramelan. En 1901, se organizó la iglesia en el país según sus grupos lingüísticos: la «Asociación Suizo Alemana», con sede en Zurich, y la de «Suiza Francesa y Tesino», con sede en Renens. Ambas regiones conforman la Unión Suiza. Según datos de diciembre de 2012, en el país hay 4394 adultos adventistas bautizados, que se reúnen en cuarenta y nueve congregaciones.–informe de la División Intereuropea y de Adventist World

En Colombia, los adventistas celebran «Visión un millón»

■ La Iglesia Adventista de Interamérica celebró el pasado 4 de mayo de 2013 los frutos de su programa de capacitación para el discipulado con una transmisión satelital desde Bogotá (Colombia). El acontecimiento fue parte de una inicia-tiva abarcadora y de múltiples niveles denominada «Visión un millón», que comenzó en 2010. La iniciativa integra a los líderes de los ministerios y departa-mentos de la iglesia para capacitar a un millón de feligreses que puedan ser ver-daderos seguidores y testigos de Cristo.

Más de doce mil miembros de iglesia y visitas llenaron el Centro de Conven-

ciones G12 de Bogotá, para testificar y participar de un programa de tres horas que marcó el fin de intensas campañas de evangelización en la ciudad.

«Gracias, iglesia de Bogotá y del resto de la Unión Sur de Colombia por vuestro entusiasmo y compromiso, y por vuestros esfuerzos por impactar esta gran ciudad», dijo el pastor Eliseo Bustamante, presidente de la iglesia en el Sur de Colombia, al dar la bienvenida dirigida a los 143 mil miembros de la región.

Entre las múltiples actividades en la ciudad hubo eventos comunitarios tales como una maratón, sesiones de oración en la calle, seminarios para restaurar matrimonios y familias, exposiciones y exámenes de salud, apoyo a una funda-ción contra el cáncer y a los ministerios de las prisiones.

Edgar Espíndola, vicepresidente del Senado de Colombia, agradeció a los adventistas por buscar la restauración de las familias y por defender la Palabra de Dios, que enseña la unidad familiar en un hombre y una mujer.

Durante el programa se reconoció a las setenta personas con mayor antigüedad dentro de la Iglesia Adven-tista regional por su compromiso en el cumplimiento de la misión. Entre ellas estuvo Leonil de Díaz, de 91 años, cuyo

bautismo fue hace más de ochenta. El pastor Israel Leito, presidente de la División Interamericana, le entregó un reconocimiento junto al pastor Balvin Braham, secretario ministerial asociado y organizador del evento.

Raúl Taborda y su esposa Gina fueron algunas de las visitas que lle-garon hasta el evento satelital para ser bautizados. Habían asistido a la cam-paña de evangelización en una iglesia adventista de Bogotá, después de verse amenazados por el fracaso en un nego-cio y problemas entre ellos. Sintiéndose tocados por el Espíritu Santo, Taborda (que había sido adventista) y su esposa, decidieron contraer matrimonio y bautizarse. «Dios nos ha llamado –dijo Taborda–. Aprendí que sin Jesús no hay vida, y a partir de ahora quiero regresar a sus caminos».

Carlos Eduardo Rodríguez también fue uno de los bautizados durante el evento. Al asistir a una campaña de evangelización en la iglesia adventista Fontibon, Rodríguez decidió renovar su compromiso con Dios después de luchar contra el alcoholismo durante los once años que estuvo alejado de la iglesia. «Me siento tan feliz de regresar a casa –dijo Rodríguez– pero más aún porque siento paz al dejar mi vida vieja y ser limpio en Cristo Jesús».

Arriba: MILES DE ASISTENTES: Más de doce mil personas se reunieron en el Centro de Convenciones de Bogotá (Colombia), para la celebración del programa de discipulado «Visión un millón», transmitido vía satélite el 4 de mayo. Recuadro: BAUTISMO EN BOGOTÁ: Carlos Eduardo Rodríguez ora antes de ser sumergido en el bautisterio durante el programa «Visión un millón» en Bogotá (Colombia).

ab

el

M

ár

qu

ez

/d

Ia

al

ej

an

dr

o

Ca

ld

er

on

/I

ad

4 Adventist World | Julio 2013

Según Braham, se unieron a la iglesia 3580 nuevos miembros como resultado de los esfuerzos de evangelización entre las ciento treinta iglesias de Bogotá y los ciento treinta evangelistas de la región Sur de Colombia y de la División Interamericana, que pusieron toda su energía para impactar la ciudad.–informe de Libna Stevens (DIA), en Bogotá (Colombia), y de William Estupiñán y Marcela Piñeros

Adventistas rumanos se movilizan por la libertad religiosa

■ En un momento en que los legisla-dores rumanos analizan cambios a la constitución nacional, la Iglesia Adventista del Séptimo Día patrocinó una promoción masiva de la libertad religiosa con una maratón de reuniones en municipalidades, conferencias en universidades y consultas interreligiosas.

En este país de Europa Oriental, donde más del 85 por ciento de la población se identifica con la fe ortodoxa,

los adventistas están buscando promover la importancia de la libertad religiosa. Este mes, la denominada «Caravana de la Libertad 2013» de expertos legales de la iglesia organizó eventos en más de veinte ciudades.

«Aunque Rumania ha dado impor-tantes pasos para promover la libertad religiosa, tenemos que estar alertas para que los principios de la libertad permanezcan impolutos», dijo Nelu Burcea, director de Relaciones Públi-cas y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista en la Unión Asociación de Rumania.

Los principales cambios a la consti-tución podrían incluir una revisión de la función del presidente y del método que sigue el primer ministro para no-minar al presidente. No obstante, unos pocos activistas están pidiendo que la Iglesia Ortodoxa sea nombrada la religión nacional. Aunque los expertos dicen que es improbable que esto se convierta en ley, hasta 1923, la constitución rumana mencionaba a la Iglesia Ortodoxa como iglesia oficial. El Parlamento rechazó varios intentos

de reinstaurar a la iglesia como religión del estado.

Los informes indican que el referen-do sobre los cambios a la constitución no tendrá lugar hasta el próximo otoño.

«Estamos analizando cada propuesta y monitorizando la situación para reaccionar de manera inmediata y apro-piada», dijo Burcea.–informe de la Red de Noticias Adventistas

Proyecto de ADRA ofrece energía renovable a ciudad china

■ El brazo humanitario de la Iglesia Adventista está avanzando con planes de construir plantas de energía de biomasa en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, en el sudoeste de China.

Las plantas de energía de biomasa, una fuente de energía renovable, con-vierten los residuos orgánicos en biogás y electricidad.

Representantes de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales de Suiza y China dicen que fue productiva la gira reciente para evaluar la factibilidad junto con funcionarios locales y Arthur Wellinger, presidente de la Asociación Europea de Biogás. El grupo evaluó la cadena local de residuos y tomó muestras para reali-zar análisis adicionales, según informó el gerente de proyectos Marcel Wagner.

«El proyecto está en sus comienzos, pero las puertas están abiertas», dijo Wagner, quien añadió que los próximos pasos incluyen preparar un plan deta-llado de negocios, una propuesta y los contratos para los potenciales inversores y socios.

Los informes indican que Chengdu recoge unas cinco mil toneladas de residuos por día. Para reducir la contaminación del suelo y el agua y

I N F O R M E M U N D I A L

V é a s e l a p á g i n a 6

CARAVANA DE LA LIBERTAD: Partidarios de la libertad religiosa de seis grupos religosos, junto con funcionarios del gobierno, se reunieron en Lugoj (Rumania), como parte de la «Caravana de la Libertad 2013», una iniciativa que busca promover la necesidad de gozar de libertad de conciencia. El grupo se reunió con delegaciones y realizó presentaciones en clases universitarias en más de veinte ciudades.

F o t o g r a F í a p o r C o r t e s í a d e l a r u C

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 5

textos. Como reflejo de la naturaleza cosmopolita, en algunas sedes se ofreció el programa en portugués, tongano, samoano, fiyiano, chino mandarín y árabe. La utilización de la imagen de Daniel 2, la ilustración clave usada en la promoción, atrajo mucho a los sirios y a otros inmigrantes del Oriente Medio.

«Los pastores capacitados y equipa-dos para presentar el programa de “El último imperio” ahora tienen mayor confianza en su ministerio y se sienten más preparados para salir e involucrarse con su comunidad –dijo Worker–. Me han dicho cuánto aprecian la oportu-nidad de participar de este programa, porque en el proceso están cultivando y desarrollando sus habilidades pastorales. Esta será nuestra primera campaña, pero no la última».

Worker desarrolló la idea de múl-tiples programas locales simultáneos juntamente con Gary Webster, director de Instituto de Evangelismo Público de la División del Pacífico Sur.

«Este programa busca proclamar las buenas nuevas de Cristo en un contexto profético, relacionándose con las perso-nas y con lo que sucede en la sociedad, y usando materiales actualizados y contemporáneos», dijo Webster.

I N F O R M E M U N D I A L

Cuatro carteleras en la autopista, 1.250.000 folletos y más de cien avisos televisivos publicitaron

lo que se considera la mayor serie de evangelización de la Iglesia Adventista de Sidney en más de treinta años.

El primer fin de semana de mayo se dio inició a «El último imperio» en veintinueve sedes de la Asociación del Gran Sidney. Unas cuarenta y cinco iglesias trabajaron juntas para este programa. Más de mil quinientos miembros de la comunidad asistieron a la noche inaugural. Aunque las cifras disminuyeron en las noches siguientes, para el tercer programa aún había casi mil no adventistas.

«Nos entusiasma el número de invitados que han estado asistiendo a las reuniones –dijo Michael Worker, presidente de la Asociación y coordina-dor del evento–. Seguimos rogando al Señor por los oradores».

En los programas en inglés, a cargo de diversos oradores, se usaron las mismas diapositivas y los mismos

d I v I s I ó n d e l p a C I F I C o s u revitar el uso de la valiosa tierra agraria como vertederos, los funcionarios están adoptando nuevos métodos de reciclado.

China ya opera plantas de energía de biomasa en varias provincias. Hasta el momento, las plantas solo queman residuos orgánicos secos (virutas de madera, ramas y hojas). Se estima que los residuos orgánicos húmedos (de las cocinas, frigoríficos y restaurantes) su-man el sesenta por ciento de todos los residuos orgánicos y a menudo son des-cartados sin tratar. Representantes de ADRA China dicen que estos desperdi-cios no utilizados tienen el potencial de generar biogás y fertilizante orgánico.–informe de la Red de Noticias Adventistas

Jarrod Stackelroth, Record.net, informe desde Epping (Sidney, Australia)

PROGRAMA EN DOONSIDE: El pastor Johnny Murison presenta

el programa en Doonside, un suburbio de Sidney, en el Colegio

Adventista Mountain View.

Evangelismo urbano,Australia:

el más grande de los últimos

30 años

ENERGÍA PARA CHENGDU: Trabajadores humanitarios adventistas en China están estudiando la factibilidad de construir plantas de energía de biomasa en Chengdu, donde el creciente problema de los residuos ha motivado la búsqueda de soluciones. Desde la derecha: Marcel Wagner, gerente de proyectos; Linda Zhu, directora de ADRA China; Arthur Wellinger, presidente de la Asociación Europea de Biogás; y representantes de la Universidad de Pekín y del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China.

Fo

to

gr

aF

ía

d

e

ad

ra

s

uI

za

6 Adventist World | Julio 2013

Webster había probado un enfoque similar a escala menor en Adelaida en 2011, y diseñó el programa con los pastores L. Southwell, G. Bainbridge y G. Christian. «Fue un acuerdo optativo con los pastores e iglesias», dijo Worker. Se animó a todo pastor que expresó su deseo de participar. «Queríamos los entusiastas y de mente aguda, y les dimos permiso de probar algo diferente junto con el enfoque tradicional».

Worker explica que la conferencia comenzó con el «deseo de presentar algo que pudiera entusiasmar y hacer sentir orgullosos a nuestros miembros, y que también alcanzara a una sociedad secular y consumista como la de Sidney».

Kel Naughton, de M24Media, creó la marca/lema «El último imperio». Se planificó para el mes de mayo, y cada sede preparó un programa que representara a su congregación y la audiencia a la que querían alcanzar. Las iglesias realizarán un seguimiento mediante programas tales como «Más allá», «El código profético», «Secretos de la profecía» y varias otras iniciativas.

En los dieciocho meses anteriores al programa, se instó a los miembros a prepararse y a preparar a sus congrega-ciones para un programa de esta natu-

raleza. «Se los animó a orar por cinco personas durante el año previo, y a invi-tar a familiares, amigos y colegas», dijo Worker. Se designó un sábado como día especial de ayuno y oración en toda la Asociación para buscar la conducción y la participación del Espíritu Santo.

A diferencia de series de evangeli-zación del pasado, «El último imperio» tuvo una gran presencia e impacto en Internet. Cerca del ochenta por ciento de la gente se apuntó por medio del sitio web, que tuvo unas catorce mil visitas únicas en las dos semanas anteriores al inicio del programa. En el mismo período, casi cinco mil personas vieron directamente la página de Face-book de «El último imperio».

Una iglesia tuvo una manera particu-lar de atraer la atención. Los programas de radio y los medios sociales se refirieron repetidamente a una imagen de treinta metros de altura que fue colocada junto a la iglesia de Hoxton Park. La figura inflable representaba la imagen de Daniel 2 que vio Nabucodonosor en un sueño; la misma que apareció en todos los avisos de «El último imperio».

Según Lyle Southwell, evangelista y director del Centro «Discovery» de la División del Pacífico Sur, es la imagen inflable más grande del mundo.

El pastor Worker ya ha visto cam-bios en la iglesia de Sidney, y dice que el resultado más importante de este programa serán las vidas transforma-das. «Nos gustaría ver que las personas tocadas por el programa lleguen a ser parte de nuestras iglesias. Esperamos que esta sólida colaboración entre las iglesias adventistas locales continúe, para que trabajemos juntos para esparcir el evangelio. Este plan entusiasmó a las iglesias más allá de lo que habíamos imaginado. Esto ha enfatizado el deseo latente de nuestros miembros de tener preparación y recursos para compartir el evangelio con los que más lo necesitan», añadió Worker. Este programa ha incrementado el enfoque misionero y el nivel de entusiasmo que tienen los miembros por compar-tir su fe». ■

I N F O R M E M U N D I A L

d I v I s I ó n d e l p a C I F I C o s u r

F o t o g r a F í a s : C o r t e s í a d e l a d I v I s I ó n d e l p a C I F I C o s u r

Arriba: SALÓN LLENO: Asistentes a una de las veintinueve presentaciones de «El último imperio» en Sidney y alrededores durante mayo de 2013. Arriba derecha: EN LA ZONA NORTE: Charissa Fong, evangelista laica del Centro «Discovery», presenta el programa en Brookvale, a unos kilómetros al norte de Sidney. Abajo derecha: SEAN BIENVENIDOS: Marleta Fong y Sanja Kitevski, dos de las voluntarias que ayudaron a inscribir a los participantes en el programa de Brookvale.

30 años

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 7

espiritualidad auténtica

Este artículo es una adaptación de un sermón de Ted N. C. Wilson en la Uni-versidad Andrews, en Berrien Springs (Michigan, Estados Unidos), el 19 de abril de 2013. Se han conservado las características de la presentación oral. El sermón completo puede ser consultado en línea en www.adventist world.org y www.adventistreview.org.

Martín Frobisher fue un explorador y pirata, comisionado por la reina

Isabel I de Inglaterra. En 1576 se volvió buscador de oro, después de asegurarle a la reina que había hallado gran cantidad en la isla de Baffin, en el norte de Canadá. La reina lo envió, dándole instrucciones de regresar con el oro. Al llegar a la isla de Baffin, Frobisher cargó sus naves con doscientas toneladas de lo que creyó era oro sin refinar. Cuando regresó a Inglaterra, descubrió que había llevado doscientas toneladas de pirita, «el oro de los tontos».

La Enciclopedia Británica hace esta incisiva observa-ción sobre Martín Frobisher: su «de-

cidida búsqueda del tesoro mineral limitó

el valor exploratorio de sus viajes y, cuando

el mineral que trajo […] reveló no tener ni plata ni

oro, su financiamiento colapsó […]. Frobisher fue sin duda uno de

los marineros más capaces de su época, pero como explorador carecía de la capacidad de una investigación paciente de los hechos».1

En busca de lo auténtico

¿No es autenticidad lo que buscamos hoy? En un mundo que a menudo es más virtual que real, ¿no es renovador descubrir algo o alguien genuinamente auténtico?

Sin duda que el área más importan-te para ser auténticamente genuino es el ámbito espiritual: en nuestra relación con Dios y su Palabra, y en cómo afecta nuestro carácter.

Nadie en esta tierra ha sido más espiritualmente auténtico que Jesucristo. Él fue y es el que afirma ser: el Hijo de Dios. Al pensar en su vida terrenal, vemos que era consecuente: sus pala-bras y acciones siempre concordaban.

La Palabra auténtica y con autoridad

Él es la auténtica palabra de Dios: «En el principio era el Verbo, el Verbo

estaba con Dios y el Verbo era Dios» (Juan 1:1).

«Yo soy el camino, la verdad y la vida», dijo Jesús al dubitativo Tomás, que buscaba orientación (Juan 14:6). Al orar a su Padre horas después, Jesús rogó: «Yo les he dado tu palabra […]. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad» (Juan 17:14, 17).

Al ser enfrentado por los líderes reli-giosos, Jesús fue a la Palabra de Dios en busca de autoridad: «También el Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí […]. [No] tenéis su palabra morando en vosotros, porque no creéis a quien él envió. Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí […]. No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre. Moisés, en quien tenéis vuestra esperan-za, es quien os acusa, porque si le creye-rais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a su escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?» (Juan 5:37-47).

Aquí, Jesús otorga autenticidad al Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) y al libro de Job. Estos escritos de Moisés, dice Jesús, dan testimonio de él. Jesús afirma que el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento se autentican mutuamente: ¡Si no creemos en el «Antiguo», tampo-co creeremos en el «Nuevo»!

«La Biblia es la historia más instruc-tiva y más abarcadora que los hombres poseen –escribió Elena White en La educación cristiana–. Vino directamente de la Fuente de la verdad eterna; y una

Ted N. C. WilsonLa

P A N O R A M A M U N D I A L

8 Adventist World | Julio 2013

mano divina ha conservado su pureza a través de los siglos. Ilumina el lejano pasado, donde en vano procura penetrar la investigación humana. Únicamente en la Palabra de Dios contemplamos el poder que echó los fundamentos de la tierra, y extendió los cielos. Sólo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Únicamente en ella se nos da una historia de la familia humana, no mancillada por el orgullo o el prejuicio del hombre» (p. 67).

Más allá de la cultura, el prejuicio y el orgullo

Al igual que Jesús, la Biblia está sobre la cultura, el prejuicio y el orgullo. Nos revela la verdad sobre nosotros, el mundo y aun el más allá. Es el auténtico libro de consulta que nos guía hacia la verdadera espiritualidad.

Permitamos que la Biblia se inter-prete a sí misma, versículo tras versículo y precepto tras precepto, usando el enfoque histórico-bíblico para com-prenderla. En contraste, el método histórico-crítico coloca al individuo por sobre la Biblia a la hora de escoger qué es la verdad. Este método no lleva a una verdadera comprensión de las Escrituras, dado que posee un sustento humano, no bíblico.

«Una gran obra podría ser hecha presentando a la gente la Biblia tal como es –escribió Elena White en Servicio cristiano–. Amonestadles a tomar la Biblia tal cual es y a implorar la ilumi-nación divina, y luego, cuando resplan-dezca la luz, a aceptar gozosamente cada precioso rayo y a afrontar intrépi-damente las consecuencias» (p. 180).

Un estándar doradoSi quieren saber si la Biblia es real-

mente la Palabra divina auténtica y rele-vante para nosotros, los invito a usar el estándar dorado de la profecía. Estudien las profecías de Daniel y Apocalipsis, y vean con cuánta exactitud revelan la historia humana. Lean las profecías

del Mesías en el Antiguo Testamento y convénzanse de que se cumplieron en Jesús. Muchos ateos han llegado a acep-tar la Biblia como fuente confiable y con autoridad después de estudiar las profecías.

«Tenemos también la palabra pro-fética más segura –escribió el apóstol Pedro–, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alum-bra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo ins-pirados por el Espíritu Santo» (2 Pedro 1:19-21). Este texto no significa que Dios dictó cada palabra que escribieron los profetas, pero sí que obró por medio del Espíritu Santo para guiarlos.

Si pasamos tiempo diario de calidad con la Palabra auténtica de Dios, nos sorprenderemos de cuán relevantes y oportunos son sus mensajes. Participe con los miembros de la iglesia mundial en la iniciativa «Revividos por la Pala-bra» (www.revivedbyhisword.org), le-yendo cada día un capítulo de la Biblia.

Una iglesia espiritualmente auténtica

Una iglesia espiritualmente autén-tica es una iglesia cuyas enseñanzas y miembros siguen al «testigo fiel y verda-dero» (Apoc. 3:14), es decir, a Jesucristo.

¿Se han preguntado alguna vez por qué existe la Iglesia Adventista del Sép-timo Día? Después de todo, hace ciento cincuenta años había muchas otras denominaciones. ¿Qué sentido tenía que surgiera una más?

Su propósito es cumplir la profecía bíblica y asumir una posición, hablar con claridad y compartir con el mundo el mensaje que Dios tiene para cada habitante del planeta. Tenemos un triple mandato del cielo de predicar el evan-

gelio eterno de la justicia de Cristo; de proclamar con valor la caída de la reli-gión apóstata de Babilonia; y de advertir al mundo que no reciba la marca de la bestia, sino el sello de la marca eterna de la autoridad divina: el sábado.

Ese es el mensaje de Apocalipsis 14. Dios levantó a la Iglesia Adventista para que diera a conocer los mensajes de los tres ángeles. Todo se centra en Cristo y su justicia.

¿Es auténtico? ¿Es real? Es tan autén-tico y real como la Biblia misma. Viene de la revelación misma de Jesucristo, alguien que «no miente» (Tito 1:2).

Mis amigos, tenemos el gran privilegio de pertenecer a algo mucho más grande que una comunidad más de la fe; pertenecemos al movimiento adventista nacido en el cielo: es la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la iglesia remanente de Dios. Es una iglesia que ha sido llamada por Dios al fin del tiempo con un propósito único. Es una iglesia que no se basa en tradiciones o razonamientos humanos, sino que depende por completo de la Palabra escrita de Dios como su único fundamento, y de la Palabra Viviente, Jesucristo. Es una iglesia que no deriva su poder de sí misma sino que acepta plenamente la amonestación del Señor en Zacarías 4:6: «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos».

¿Somos auténticos?¿Somos nosotros, los que formamos

parte de la Iglesia Adventista, espiri-tualmente auténticos? ¿Somos lo que decimos ser? ¿Creemos realmente que Jesús viene pronto? ¿O esperamos secre-tamente que él retarde su venida para primero llevar a cabo nuestros planes?

Preguntémonos: ¿Somos realmente la «iglesia remanente»? ¿Tiene Dios siquiera una «iglesia remanente»? Apocalipsis 12:17 nos dice que Satanás, «el dragón», «se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra

espiritualidad auténtica

Ted N. C. Wilson

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 9

Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Dia.

el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamien-tos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo». Y el «testimonio de Jesús», se nos dice en Apocalipsis 19:10, «es el espíritu de profecía».

¿Qué decir de esta idea del remanente? ¿No ama Dios a todos? Por supuesto que sí. Y quiere que nosotros también

amemos a todos, a los de otras religiones, y a los que no tienen ninguna.

¿Somos «mejores» que los demás? ¡No! El remanente no es un grupo exclusivo que solo está abierto a unos pocos selectos. Está abierto a todo el que ama a Cristo, lo acepta como Señor de su vida y toma la Biblia, incluidos todos los Diez Mandamientos, como su guía para la vida. Y porque amamos a la gen-te como lo hace Jesús, queremos atender sus necesidades físicas, mentales, socia-les y espirituales, e invitarlos a ser parte de la iglesia remanente de Dios.

Auténtico versus falsificado Es importante recordar que por cada

buen don de Dios, Satanás tiene una versión falsificada. A menudo parece brillar como oro, pero no importa cuán

hermosa pueda parecer la oferta, en último término, la auténtica falsifica-ción de Satanás «muerde como una serpiente, causa dolor como un áspid» (Proverbios 23:32).

Tenemos que tomarnos el tiempo de desarrollar la paciencia necesaria para la investigación factual. La Palabra de Dios nos da los criterios para determi-nar si algo o alguien es espiritualmente auténtico o no. En Isaías 8:20 se nos advierte: «¡A la ley y al testimonio! Si no dicen conforme a esto, es porque no les ha amanecido».

La invitaciónLos invito a seguir a Jesucristo para

vivir una vida de espiritualidad autén-tica, ser verdaderamente controlados por el Espíritu Santo y estar dispuestos a ser usados por Dios en servicio fiel a él, con la Palabra de Dios como seguro fundamento.

En el maravilloso libro Palabras de vida del Gran Maestro leemos: «El tema de la enseñanza y la predicación de Cristo era la Palabra de Dios. El hacía frente a los inquisidores con un sencillo: “Escrito está”. “¿Qué dice la Escritura?” […]. En toda oportunidad, cuando se despertaba algún interés, fuera por obra de un amigo o un enemigo, él sembraba la simiente de la palabra. Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida, siendo él mismo la Palabra viviente, señala las Escrituras, diciendo: “Ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).

»Los siervos de Cristo han de hacer la misma obra. En nuestros tiempos, así como antaño, las verdades vitales de la Palabra de Dios son puestas a un lado para dar lugar a las teorías y espe-culaciones humanas. Muchos profesos ministros del Evangelio no aceptan toda la Biblia como palabra inspirada. Un hombre sabio rechaza una porción; otro objeta otra parte. Valoran su juicio como superior a la Palabra, y los pasajes de la Escritura que ellos enseñan se basan en su propia autoridad. La divina

autenticidad de la Biblia es destruida. Así se difunden semillas de increduli-dad, pues la gente se confunde y no sabe qué creer. Hay muchas creencias que la mente no tiene derecho a albergar. En los días de Cristo los rabinos interpreta-ban en forma forzada y mística muchas porciones de la Escritura. A causa de que la sencilla enseñanza de la Palabra de Dios condenaba sus prácticas, trata-ban de destruir su fuerza. Lo mismo se hace hoy en día. Se hace aparecer a la Palabra de Dios como misteriosa y os-cura para excusar la violación de la ley divina. Cristo reprendió estas prácticas en su tiempo. El enseñó que la Palabra de Dios había de ser entendida por todos. Señaló las Escrituras como algo de incuestionable autoridad, y nosotros debemos hacer lo mismo. La Biblia ha de ser presentada como la Palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento de toda fe» (pp. 20, 21).

Al acercarnos a la segunda venida de Cristo, tenemos que elegir. Basemos siempre nuestra vida de autenticidad espiritual en el oro seguro de la Palabra de Dios. En Apocalipsis 3:18, Cristo nos dice: «Yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en fuego para que seas rico». Escuchemos el consejo divino para nosotros, su iglesia remanente en situa-ción laodicense, para que seamos revivi-dos y reformados mediante el poder del Espíritu Santo. Como resultado, jamás seremos engañados por el oro de los ton-tos, porque el oro divino es probado en el fuego, y es absolutamente auténtico. ■

1 «Sir Martin Frobisher». Encyclopedia Britannica. Encyclopedia Britannica Online. Encyclopedia Britannica Inc., 2013. Consul-tada el 17 de abril de 2013. www. Britannica.com/EBchecked/topic/220573/Sir-Martin-Frobisher.

Al igual que Jesús, la Biblia

está sobre la cultura, el prejuicio y el orgullo.

P A N O R A M A M U N D I A L

10 Adventist World | Julio 2013

S A L U D M U N D I A L

contaminación del tráfico. En un análisis de datos de dos grandes estudios hechos en California,1 se señaló que las futuras madres que viven en zonas de alta con-taminación por el tráfico –elevadas con-centraciones de monóxido de carbono y óxido de nitrógeno– tienen casi el doble de riesgo de tener un hijo con un defecto neurológico como por ejemplo la espina bífida. Aunque esos datos requieren ser confirmados, motivan a la reflexión.

El incremento de la tecnología informática y el fácil acceso a Internet significa que muchos pueden trabajar desde su hogar. Aunque la socialización de la oficina es beneficiosa, no necesita ser continua, y las ventajas de vivir en el campo son enormes. Los pioneros de la iglesia reconocieron estos beneficios y, si bien hay una tremenda necesidad de llevar adelante la obra en las ciudades, es conducente a la salud vivir en las perife-rias más rurales desde donde podríamos trabajar por los centros urbanos. ■

1 American Journal of Epidemiology, 7 de octubre de 2012, 10.1093/aje/kws148.

Allan R. Handysides y Peter N. Landless

La urbanización, o el traslado de poblaciones a zonas urbanas, comenzó como un cambio

poblacional que se ha convertido en una veloz estampida. Las causas son múltiples, y las consecuencias aún no del todo claras. Parte de lo que motiva este cambio es la mecanización de la agricultura, la reducción del empleo en las zonas rurales y la industrialización de los centros urbanos.

No obstante, es desafortunado que a menudo falte la infraestructura esencial para un crecimiento equilibrado. En muchos países en desarrollo, esto lleva al surgimiento de muchos barrios indigentes, excesivamente poblados y con desgaste de la infraestructura de las ciudades desarrolladas.

Las consecuencias para la salud varían geográficamente, pero son muy marcadas. Es notable la actual epidemia de obesidad, en especial en los países desarrollados. Los centros de las ciudades tienen pocas tiendas que venden frutas y verduras, mientras que predominan los puestos de comidas rápidas, que estimulan la obesidad. Los que viven en las ciudades gozan de menor interacción social y sufren de más soledad y aislamiento, paradójica-mente en medio de miles de personas. El nivel de salud mental es menor, y hay más ansiedad, depresión y suici-dios entre los jóvenes. La sociedad de Norteamérica experimenta un marcado incremento de discapacidad mental.

En las comunidades menos desarro-lladas se puede esperar un incremento de las enfermedades infecciosas, dado que no se desarrollan o mantienen medidas sanitarias de salud pública e higiene. Las instalaciones sanitarias ina-decuadas, la falta de agua potable y las condiciones atestadas en las viviendas, causan brotes de enfermedades. Esto se vio claramente hace poco, con los miles que sufrieron del cólera en Haití.

Los grandes «guetos» densamente poblados fomentan un clima favorable para el tráfico de drogas, la prostitución y las enfermedades de transmisión sexual. El delito y la inestabilidad social también afectan esos centros urbanos.

La urbanización, y la contamina-ción asociada con ella, son motivo de preocupación. China, la nación más po-blada de la tierra, ha experimentado un desarrollo industrial masivo; grandes cambios poblacionales y la incontrolada contaminación ambiental.

Se ha sabido por mucho tiempo que los residentes urbanos sufren más afecciones respiratorias, incluido el cáncer de pulmón.

Hallazgos recientes en Francia han confirmado la disminución del recuento de espermatozoides en la población urbana masculina. Es difícil determinar la relación causa-efecto de los potencia-les contaminantes, pero está claro que algo anda mal.

Los defectos de nacimiento han sido vinculados recientemente con la

Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Peter N. Landless es cardiólogo certificado especialista en cardiología nuclear y director asociado del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

¿Cuáles son las implicaciones para la salud debido a la continua urbanización de la población mundial? ¿Sabe usted si produce alguna consecuencia a la salud?

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 11

URbANIzACIóNLa

D E V O C I O N A L

P laf!La puerta se cerró con

crueldad rotunda. Aún podía ver el féretro de pino a través de la ventanilla trasera del coche fúnebre, pero el conductor encendió el motor, y el vehículo se alejó del lugar. ¡La perdí! ¡Perdí a mi hija!

Mis lentes se empañaron por las cálidas lágrimas. Sentía tanto dolor como si me hubieran partido en dos. Aunque había sabido durante meses que llegaría ese momento; aunque había asentido cuando el conductor me preguntó si podía llevar el cajón; aun-que unos días atrás mi mente aceptó la oración de Sonja cuando dijo: «¡Señor, permíteme morir; ya no aguanto más!»; aunque me sentía aliviada de que ella ya no tenía que sufrir ni temer frente a otros resultados de análisis, mi corazón clamaba diciendo: «¡No! ¡Es injusto! ¡Era tan joven! ¡Ojalá hubiera muerto yo en su lugar!»

Un dolor insoportableEs probable que todos los padres y

las madres desearían lo mismo. Cuando el rey David se enteró de que su hijo

asesino y rebelde había muerto, lloró por horas. «El rey se estremeció; y mientras subía al cuarto que está encima de la puerta, lloraba y decía: “¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡Ay, Absalón, hijo mío, hijo mío!”» (2 Sam. 18:33, NVI).

Sin embargo, nuestra muerte sus-titutiva no puede resolver el problema. Solo el Hijo de Dios, el Creador, tuvo poder de derrotar la muerte con su propia muerte. Es un misterio que acaso no podamos comprender hasta la eternidad. No podemos siquiera imaginar lo que sintió Dios el Padre cuando Jesús exclamó: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo» (Mat. 26:39, NVI). Mientras colgaba allí, clavado entre el cielo y la tierra, ridiculizado por aquellos que vino a salvar, incomprendido por sus discípulos, traicionado por sus amigos, exclamó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» (Mat. 27:46, NVI). ¿Qué sintió el corazón amante de Dios en ese momento?

Jesús quería morir esa muerte cruel, aunque temía estar totalmente

separado de su Padre, aun por un breve tiempo. Tomó así el dolor de la separación sobre sí mismo para salvarnos de la muerte. La Trinidad ha sufrido y está sufriendo por miles de años porque su amor ha sido recha-zado y pisoteado. Esta es realmente la muerte segunda: la completa ausencia del amor divino y, en consecuencia, la aniquilación total: el fin con todas las letras. No hay ninguna oportuni-dad, ninguna misericordia, porque la persona, amada por Dios, rechazó este amor y en último término no quiso ninguna otra opción.

La muerte y la otra muerteLo que denominamos muerte es

realmente la hermana menor de este horror final. Es tan fea y escalofriante como su hermana mayor, porque toma por rehenes a nuestros amados a una «tierra» de la cual no hay retorno, al menos durante nuestra existencia en este mundo. Aun así, nuestra experien-cia de muerte sobre este planeta está combinada con una porción de gracia. Todo el que ha mirado el rostro de un ser querido que está doblado por el

Confiemos en el Dios que tomó nuestro lugar

Sylvia Renz

F o t o g r a F í a : C o r t e s í a d e M e a g a n t h o M p s o n

¡

Más fuertemuerte

que la

12 Adventist World | Julio 2013

dolor, escuchado sus quejidos agoni-zantes y visto el temor en los ojos del moribundo, sabe que la muerte puede ser la misericordia disfrazada. La paz se difunde por el rostro agobiado por el dolor, los labios agrietados se vuelven silenciosos y los ojos se tornan quietos e inmóviles.

“Para los que tienen la oportunidad de compartir esos momentos finales, y que pueden conscientemente decir adiós y expresar a su ser amado: «No te preocupes, estás en sus brazos; tu vida está bien guardada en las manos de Dios»; reciben a su vez un alivio que los

lleva por el túnel del dolor a un lugar de esperanza y confianza.

AdiósAl lavar a Sonja y vestirla con sus

ropas favoritas, al peinar sus cabellos y atenderla por última vez, experimen-tamos un sentido de consuelo. Sentimos paz, a pesar del dolor y la pena.

Ella yacía allí como Blancanieves, como si se hubiera acostado solo por un rato, y comprendimos que esa muerte no podría detener nuestro amor. El amor se ve afectado por otros «asesi-nos» más sutiles: la indiferencia, la falta

Sylvia Renz trabaja para La voz de la profecía de Alemania en Alsbach-Hähnlein (Alemania).

Es escritora, y ya ha publicado numerosos libros para niños y adultos. Sylvia, su esposo Werner, y dos hijos, Jane y Manuel, despidieron a su hija y hermana Sonja el 16 de agosto de 2010.

Confiemos en el Dios que tomó nuestro lugar Aunque sé que Sonja ya no está

aquí, el amor me muestra otra

cosa: Dios la guardó en un lugar de

almacenamiento infinito de datos,

que las Escrituras denominan

«el libro de la vida del Cordero .

de respeto, las heridas, la infidelidad, la falta de tiempo o aun el olvido de decir cada día «Sí, quiero amarte. Eres especial para mí. Eres uno de los grandes pensamientos de Dios, y me gustaría descubrirte de nuevo una y otra vez. Eres precioso para mí; ¡qué maravilloso que estés aquí!».

Aunque sé que Sonja ya no está, el amor me muestra otra cosa: Dios la guardó en un lugar de almacenamiento infinito de datos, que las Escrituras denominan «el libro de la vida del Cordero» (Apoc. 13:8): su risa con-tagiosa, el destello de sus ojos que aun poco antes de su muerte seguían brillando, sus manos delicadas que danzaban sobre las teclas del piano, o su a veces increíble humor («¿Cuántos ya hay sepultados en la tumba familiar? ¿Diez? ¡Buenísimo! Un buen grupo; ¡habrá mucho movimiento el día de la resurrección!»).

No, no hemos «perdido» a nuestra hija. Ella está segura. Su registro está guardado en el lugar más seguro del universo: en el corazón de Dios. Y su amor es más fuerte que la muerte. Un día, los muertos surgirán nuevamente a la vida. Serán transformados y se unirán nuevamente, listos para una tierra nue-va sin dolor, sin temor, sin adioses.

Esta idea me brinda consuelo, aun en los días más tristes. ■

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 13

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

En el principio, «creó Dios al hombre a su imagen» (Gén. 1:27). ¿Qué significa esto? Lo que no significa es que solo Adán fue creado a imagen de Dios, porque

tanto Adán y Eva, aparecen incluidos dentro del término hebreo ’adam. «Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre [’adam] a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga [plural en el original] potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias”» (vers. 26). El hombre y la mujer llevan juntos la imagen divina. Decir esto, sin embargo, no pone fin a la discusión. Hay solo un Dios, pero él creó a dos personas. ¿Cómo pueden dos personas llevar la imagen del mismo Dios y sin embargo ser diferentes entre sí? ¿Son realmente diferentes?

Las diferencias Nuestros primeros padres eran iguales ante Dios, pero

aun así, no eran iguales entre sí en todos los aspectos. Tenían claras diferencias físicas. ¿Qué decir de las emocionales? ¿Es verdad, por ejemplo, que por lo general los hombres y las mu-jeres vemos las cosas de la misma manera? Es bien conocido que no es así. Es una diferencia, aunque no la más interesante.

El interrogante más profundo es saber si a nivel social y espiritual, los hombres y las mujeres llevamos la semejanza del Creador de manera idéntica. Creemos que no. Los hom-bres y las mujeres reflejamos la imagen de Dios de maneras distinguibles. Por ello, la plenitud de esa imagen solo puede verse cuando tenemos en cuenta toda la gama de caracterís-ticas humanas dadas por Dios a nuestros primeros padres en el principio. Si la humanidad está incompleta sin el hombre y la mujer, la imagen de Dios en la humanidad está incompleta sin el hombre y la mujer en su conjunto.

Unirse para ser «una sola carne» (Gén. 2:24) no es solo cuestión de carne. Todo el que piensa que es así tendrá un matrimonio superficial y poco satisfactorio. En la unión de un hombre y una mujer en sagrado matrimonio hay una plenitud que trasciende la unión física hasta incluir también aspectos espirituales y emocionales.

¿Qué nos dice esto sobre el Hijo?En el Nuevo Testamento, se describe a Jesús como «la imagen

de Dios» (2 Cor. 4:4), o «la imagen del Dios invisible» (Col. 1:15). A pesar de ello, Cristo vino al mundo no como dos personas sino como una: como «un hijo varón» (Apoc. 12:5, 13). Este hecho motiva una pregunta interesante. ¿Puede la imagen de Dios en Cristo ser una completa y plena expresión de la imagen de Dios en la humanidad si él es tan solo un individuo? No hay duda de que Cristo fue perfecto; sin embargo, ¿fue completa su representación de la imagen de Dios en la humanidad?

Respondemos que sí. Cristo vino a nuestro mundo como el Esposo divino, buscando ganarnos de nuevo para él. Si el problema del pecado es que «todos nosotros nos descarria-mos como ovejas» (Isa. 53:6), la solución es regresar al Pastor divino. No es que abandonamos la religión, sino que nos per-dimos. Y por eso vino Cristo. Una vez aquí, su disposición de sufrir la muerte más dolorosa e ignominiosa para salvarnos, revela la profundidad de su amor por nosotros. Si un esposo humano siente necesidad de su esposa, por cierto Cristo tam-bién siente necesidad de nosotros, y de manera más intensa que la que podemos imaginar.

¿Qué nos dice esto del Padre?«El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es

Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres, ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas» (Hech. 17:24, 25, NVI). Dios no necesita conseguir nada de nosotros, sino que nos da generosamente todo lo que tenemos. Pero no es lo mismo que decir que Dios no tiene ninguna necesidad. En algún sentido que acaso jamás comprendamos plenamente, él nos necesita.

Esta necesidad no es producto del deseo de un momento, sino de algo mucho más profundo en su naturaleza, algo que no puede suprimir. Si su naturaleza es amar, necesita criaturas capaces de recibir ese amor y devolverlo con inteligencia al que es la fuente del amor. El deseo divino de reciprocidad

N Ú m e r O 7

Una mirada a un concepto bíblico fundamentalsomos a los des

¿Quiénes

14 Adventist World | Julio 2013

fue tan importante que creó un mundo para lograrlo. Nece-sitábamos un lugar donde estar, por eso Dios hizo la tierra seca. Necesitábamos respirar, y por eso creó el aire. Pero en realidad también quería disfrutar de la compañía inteligente de nuestros primeros padres, y más tarde de nosotros.

Aquí hay un punto importante que no debemos pasar por alto. La Biblia dice: «El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo» (Gén. 2:2). Dice «el séptimo día», no «justo antes del séptimo día». Completar «los cielos y la tierra» fue una cosa (vers. 1), pero disfrutar de la compañía de nuestros primeros padres fue otra. Para ello, dejó el trabajo de lado. Fue al concluir sus labores que logró su propósito pleno, porque en el séptimo día pudo finalmente disfrutar de una relación de reciprocidad –de amor inteligente y compartido libremente– con el hombre y la mujer. He aquí el significado del sábado y una razón por la que Dios no piensa abolirlo.

Es parte de la imagen de Dios en nosotros amar y ne-cesitar a alguien que nos complemente, no como alguien idéntico, pero con diferencias ordenadas por Dios. Es algo

Frank W. Hardy se jubiló recientemente. Su esposa Lisa beardsley-Hardy es directora del Departamento de Educación de la Asociación General de

la Iglesia Adventista. Viven en Maryland (Estados Unidos).

Frank W. Hardy y Lisa Beardsley-Hardy

El hombre y la mujer fueron hechos a imagen de Dios, con individualidad propia y con la facultad y la libertad de pensar y obrar por su cuenta. Aunque fueron creados como seres libres, cada uno es una unidad indivisible de cuerpo, mente y alma que depende de Dios para la vida, el aliento y todo lo demás. Cuando nues-tros primeros padres desobedecieron

a Dios, negaron su dependencia de él y cayeron de la elevada posición que ocupaban bajo Dios. La imagen de Dios se desfiguró en ellos y quedaron sujetos a la muerte. Sus descendientes participan de esta naturaleza degradada y de sus consecuencias. Nacen con debilidades y tendencias hacia el mal. Pero Dios, en Cristo, reconcilió al mundo consigo

mismo, y por medio de su Espíritu restaura en los mortales penitentes la imagen de su Hacedor. Creados para gloria de Dios, se los invita a amar al Señor y a amarse mutuamente, y a cuidar el ambiente que los rodea. (Gén. 1:26-28; 2:7; Sal. 8:4-8; Hech. 17:24-28; Gén. 3; Sal. 51:5; Rom. 5:12-17; 2 Cor. 5:19, 20; Sal. 51:10; 1 Juan 4:7, 8, 11, 20; Gén. 2:15).

que jamás podríamos hacer si fuéramos autónomos o autosu-ficientes. En el caso de Cristo, su misma identidad nos lleva al corazón y el centro de lo que vino a revelar acerca del Padre. Vino con necesidades que solo otro podía satisfacer.

Nuestras características masculinas y femeninas no refle-jan la imagen de Dios porque Dios es hombre o mujer, sino por las limitaciones que producen una necesidad absoluta de compartir la vida con otra persona. Este hecho muestra si-multáneamente lo que significa ser humano y lo que significa reflejar la imagen de Dios. ■

Una mirada a un concepto bíblico fundamentalsomos a los desojos Dios?

¿Quiénes

hombrenaturaleza delLa

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 15

uiero llegar a ser músico profesional», dijo convencido mi amigo Georg mientras hablábamos del futuro, durante nuestro último año de la escuela

secundaria. No había duda: Georg tenía un plan definido. Alejandro, otro amigo cercano, quería estudiar filosofía y literatura en la Universidad de Freiburg. Otros ya habían determinado sus carreras en el área de la administración o la informática. Yo no estaba seguro.

Dos años y medio antes había sido bautizado en la Iglesia Adventista. Había crecido en la comunidad de la iglesia y jamás la había dejado, pero esa decisión de un sábado de enero de 1981 había sido especial. Entregué mi vida cons-cientemente a Dios. Ahora no era solo la fe de mis padres: también había llegado a ser mi fe.

Era el único adventista de mi clase (en efecto, en todo el curso éramos solo dos cristianos practicantes), y a menudo había enfrentado desafíos. Aunque estaba plenamente integrado a mi escuela y a las actividades extracurriculares, sabía que yo era diferente.

Recuerdos de la realidad del llamado divino

Gerald A. Klingbeil

n

e

s

w

rutaHoja de

F o t o g r a F í a : g a l y n a a n d r u s h k o

Ma

rt

In

g

.

kl

In

gb

eI

l

«

N O TA D E TA PA

de Dios para mi vida y la idea del ministerio, me hizo una importante sugerencia: «Gerald, sé que Dios está interesado en tu futuro. Él conoce tus preguntas. ¿Por qué no oramos juntos cada día para que Dios te muestre el camino correcto? Su brazo no se ha acortado». Ese pacto de oración inició más de dos años de espera y plegarias.

En el mundo realEn 1984 Alemania aún requería que todos los jóvenes

cumplieran un servicio militar obligatorio, que implicaba quince meses. La mayoría de los cristianos, incluidos los adventistas, optaban por ser reconocidos como objetores de conciencia. Eso significaba pasar dieciocho meses en el ser-vicio civil en diversos contextos. Los que estudiaban teología estaban exentos de este requisito. Sin embargo, como no esta-ba seguro del llamado de Dios para mi vida y no quería ingre-sar en esta carrera solo para evitar el servicio civil, comencé el período de servicio dos meses después de terminar mis clases del nivel secundario. Había escogido trabajar como ayudante de enfermería en un hospital cerca de mi casa. Después de años de clases, me hallé en el mundo real de turnos, trabajo cansador (y en ocasiones agotador), toda clase de colegas y el encuentro diario con la muerte.

Seguía participando en nuestra iglesia local como también en el ministerio musical, y seguía esperando. Cada vez que veía que Werner me miraba de manera inquisitiva yo me en-cogía de hombros. Aún no tenía respuesta. Parecía que Dios se tomaba su tiempo, ayudándome a cultivar la perseverancia espiritual. No era una carrera de cien metros. Era una larga maratón. Seguimos orando, y esperando.

En las montañasCatorce meses después seguía esperando. Había pasado

horas pensando y orando sobre el futuro: solo, en familia y con amigos. Dios parecía seguir en silencio, y me pre-guntaba por qué. Casi había terminado el servicio civil y se avecinaban dos semanas de vacaciones. Era comienzos de octubre (otoño en Europa), y con Mathias, mi mejor amigo, habíamos decidido subir a las montañas en los Alpes suizos. Teníamos poco dinero, pero equipados con dos mochilas cargadas, una vieja tienda con varas de hierro y mucho entu-siasmo, viajamos «a dedo» hasta St. Moritz, en el sureste de Suiza. La primera semana fue perfecta: cielo azul, mucho sol, noches frías, agua helada y elevadas montañas. Pasamos la semana caminando y trepando a unos tres mil metros sobre el nivel del mar.

El viernes por la tarde, mientras nos esforzábamos por llegar al lugar donde queríamos pasar el sábado, el clima cambió repentinamente. Las nubes cubrieron las montañas, y el viento frío nos recordó que estábamos en otoño. Llegamos al lugar bien alto, cerca de un pequeño lago lleno de agua de glaciares. Pronto armamos nuestra tienda de varas de hierro

UN PASO A LA VEZ: Escalar montañas requiere un cuidadoso equilibrio y pasos pequeños, lo que resultan valiosas lecciones mientras buscamos entender nuestra hoja de ruta.

ABRAZO AL MUNDO: El autor y su amigo Mathias se toman una foto en otra de sus aventuras al aire libre.

g e r a l d k l I n g b e I l

Grandes interrogantesDespués de mi bautismo, pasé tres semanas de las vaca-

ciones de verano en un campamento de jóvenes misioneros. Durante ese tiempo estudiamos la Biblia de maneras nove-dosas; escribimos canciones y practicamos para una serie de conciertos que daríamos en la última semana. Cada día habíamos estado en contacto con los transeúntes de la calle peatonal de Lindau –una hermosa ciudad en la ribera del Lago de Constanza, al sur de Alemania. Usábamos la música, las representaciones y los folletos para llegar a la gente. Había-mos orado juntos y nos habíamos maravillado al ser testigos de las respuestas inmediatas de Dios. En esas tres semanas experimentamos el ambiente del libro de Hechos. Esa expe-riencia cambió mi perspectiva de qué era caminar con Jesús. Después de ese verano, mi hermano y yo invitamos a otros a comenzar un ministerio musical que duró casi diez años y alcanzó a miles de personas que no asistían a la iglesia.

Tres años después llegué al fin de mis estudios previos a la universidad. ¿Qué haría el resto de mi vida? ¿Tenía que servir al Señor tiempo completo? Estaba indeciso. Me gustaba la música y pensé en musicoterapia. Estaba interesado en el ser-vicio, y pensé en medicina. Mi abuelo y mi padre habían sido pastores adventistas. Conocía la vida de un hijo de pastor, pero no estaba seguro si quería continuar con la «empresa» familiar del pastorado. Mi madre, firme partidaria de mi participación misionera, me aconsejó sin embargo no seguir el ministerio pastoral: «La vida pastoral es dura –me dijo–. Te va a agotar».

Desde el campamento de verano, Werner Renz, director del Departamento de Jóvenes de la Asociación, había llegado a ser un amigo y mentor cercano y una fuerte influencia en mi vida. Al compartir con él mis interrogantes sobre el plan

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 17

y abrimos las bolsas de dormir. Nos sumergimos en el lago helado, tomamos una sopa caliente y nos sentimos listos para recibir el sábado. Después de cinco días intensos de caminata, estábamos listos para disfrutar del descanso sabático. Pronto nos quedamos dormidos.

Cuando Dios hablaMe desperté a altas horas de la noche, en medio de una

terrible tormenta. Nuestra ubicación estaba expuesta y era precaria. La lluvia azotaba la pequeña tienda. Había relámpa-gos y truenos. Por la proximidad entre ambas manifestaciones de la naturaleza, sabía que la tormenta estaba justo sobre no-sotros. Estaba aterrorizado. No me podía mover. Por primera vez en mi joven vida, tuve miedo de morir. Sabía que cerca de la cima de una montaña, una tienda de varas de hierro que apuntaban al cielo era como un imán perfecto para los rayos. Podía imaginar lo que pasaría si caía uno. Estaba oscuro. Llovía a cántaros. No había dónde refugiarse.

No sé cuánto tiempo estuve allí sin moverme. Parecía que no podía orar; el temor me había paralizado. Parecía que habían pasado horas, aunque acaso no fueron más de quince minutos. Entonces algo sucedió en mi interior, y las compuer-tas se abrieron. Derramé mi corazón al Señor, Creador del cielo y la tierra; las tormentas y la lluvia; la vida y la belleza. Analicé mi vida y pesé mis pensamientos y acciones. Confesé todo lo que me separaba del Sustentador de la vida. Sin pen-sarlo mucho, clamé entonces a Dios: «Señor, si es tu voluntad que te sirva tiempo completo, por favor que esta tormenta se detenga cuando diga “Amén”».

¿De dónde había salido esto? No había pensado por semanas en «la gran pregunta». Había disfrutado de mis va-caciones y del sentimiento emocionante de subir a lo alto de una montaña. Pero allí estaba orando, y terminé esa plegaria con el consabido «Amén».

Un profundo silencio envolvió la tienda. Los relámpagos, los truenos y la lluvia se detuvieron como si alguien hubiera apagado un interruptor. ¡En efecto, «Alguien» así lo hizo! Allí acostado en los Alpes suizos a más de tres mil metros de altu-ra comencé a darme cuenta lo que había sucedido. Le conté a mi amigo lo que Dios acababa de hacer por mí. El Creador del Universo había oído el desesperado clamor de uno de sus hijos. Él estaba interesado en mi futuro, y me había dado órdenes de marchar.

Un milagro en dos partesPasamos un hermoso sábado en esa montaña. Una ne-

blina ligera rodeaba la tienda; disfrutamos horas hablando y orando juntos. A la mañana siguiente continuamos subiendo. El clima había cambiado. Estaba llegando el invierno, y los copos de nieve ya besaban los picos que nos rodeaban. Las

noches eran más frías. Regresamos al valle y la civilización. Hallamos conductores amables que aceptaron llevarnos de regreso a pesar de nuestro estado desaseado.

Estaba nervioso. Tenía en alta estima el consejo de mi madre. Su opinión era importante, y sabía lo que pensaba acerca de que yo estudiara teología. ¿Cómo reaccionaría a mi experiencia en la montaña? ¿Qué me diría? Al subir hacia el apartamento del tercer piso y tocar el timbre elevé una oración silenciosa. Se abrió la puerta y mi madre me abrazó entusiasmada. (Solo una madre puede abrazar a un sucio montañista). «Mamá, tengo que decirte algo. Dios hizo algo realmente increíble por mí», dije conteniendo el aliento. Mamá dudó por un instante, y entonces dijo: «Gerald, he es-tado orando mucho sobre tu futuro. En menos de dos meses concluirás el servicio civil». Entonces me miró a los ojos y agregó: «No sé por qué, pero parece que Dios me ha estado diciendo que debes estudiar teología. Sabes bien lo que te he dicho, pero parece que Dios tiene un plan diferente».

¡Ahí estaba la respuesta! Quedé boquiabierto. Abracé a mi madre y le conté mi experiencia en la montaña. Nos reímos y lloramos juntos. El Rey del Universo había intervenido. Al comprender la magnitud de ese momento, ambos nos arro-dillamos y oramos. Fue una oración de gratitud, una plegaria de dedicación y compromiso.

Cada vez que tenía luchas o interrogantes recibía un

recordatorio de que estaba en el lugar correcto: en el lugar

que Dios había escogido, haciendo su obra,

extendiendo poco a poco su reino .

OTRA CUMBRE: Disfrutando de la belleza de los Alpes Suizos.

Ma

rt

In

g

.

kl

In

gb

eI

lN O TA D E TA PA

18 Adventist World | Julio 2013

He aquí la razónLas órdenes de avanzar de Dios no resolvieron todos los

problemas antes de que comenzara a estudiar teología en el seminario adventista de Austria conocido como Seminar Schloss Bogenhofen, diez meses más tarde. Pero a pesar de los múltiples desafíos, sabía donde iba. También lo supe cuando fui a Sudáfrica a terminar la carrera, y donde también conocí a una maravillosa compañera allí en el campus del colegio adventista Helderberg College. Dios se encargó de todo: los estudios, las finanzas y las oportunidades.

Cuando mi esposa y yo comenzamos a enseñar en la Universidad Peruana Unión en 1995 hubo momentos en los

que tuve que recordar el llamado divino. Casi dos décadas después, y luego de trabajar en diversas culturas y contextos, tuve muchas ocasiones de regresar mentalmente a la cima de mi montaña. Cada vez que tenía luchas o interrogantes recibía un recordatorio de que estaba en el lugar correcto: en el lugar que Dios había escogido; haciendo su obra; exten-diendo poco a poco su reino.

Aún nos llamaDios aún nos llama. Necesita a los que estén dispuestos a

escuchar la suave y pequeña voz, y no tengan temor cuando él hable desde el trueno. Al ver que mis hijas adolescentes crecen y luchan para encontrar su lugar en el plan divino, recuerdo algunas de las lecciones que aprendí en ese largo proceso.

En primer lugar, al orar y aguardar la conducción divina, lo invito a recordar que no está solo. Busque un mentor espiritual cuyas oraciones puedan amplificar las suyas. De ser posible, incluya a su familia. Busque un compañero de oración experimentado que esté dispuesto a sostenerlo en sus brazos.

En segundo lugar, dedique tiempo a descubrir sus propios dones. Los dieciocho meses que pasé trabajando en un hospital me transformaron y ayudaron a descubrir algunos de los dones que Dios me ha otorgado. También me

mostraron algunas de mis limitaciones. Durante ese tiempo de espera, trabaje para Dios y no viva tensionado. Espero que un día mis hijas aprovechen la oportunidad de ser estudiantes misioneras, de ser posible en un lugar alejado de lo que les resulta conocido. Regresarán no solo transformadas, sino que también habrán aprendido lecciones invalorables sobre el poder de las oraciones contestadas.

En tercer lugar, una vez que oiga el llamado, avance. No se distraiga o desanime si le parece que no todo sale bien instantáneamente. Sea paciente pero persistente. Recuerde la voz de Dios y permítale que sea su guía mientras busca la conducción divina en su Palabra.

Por último, al enfrentar dificultades y momentos difíciles en su camino y servicio (¡por cierto, así será!), sepa que está en el lugar correcto. En medio de la confusión y de pregun-tarse cómo ha llegado hasta el lugar donde se encuentra, no pierda la seguridad de la presencia divina. Dios no solo nos llama, sino que también nos ayuda a conservar el equilibrio y apuntala nuestro valor en los momentos difíciles.

Eres míoHace mucho el profeta Isaías recordó al pueblo de Dios

del especial llamado divino: «Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, Jacob, y Formador tuyo, Israel: “No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti. Porque yo, Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador”» (Isa. 43:1-3).

Me pregunto cómo se habrá sentido Samuel al presenciar las repetidas equivocaciones del rey Saúl o las continuas recaídas de Israel en la idolatría. ¿Habrá recordado el momento cuando escuchó que Dios le susurraba: «¡Samuel, Samuel!» (1 Sam. 3:10)? ¿Qué sentía Mateo, el excobrador de impuestos, al recordar el momento cuando junto al lago Jesús se detuvo para decirle: «Sígueme» (Mat. 9:9)?

No puedo hablar por Samuel o Mateo, pero sé que el llamado de Dios en mi vida ha sido realmente transformador. Es por eso que aún estoy aquí. Me ayuda a concentrarme en la tarea y a trascender los errores humanos cuando surgen diferencias en la iglesia. Me recuerda los muchos campos que aún necesitan personas que vayan a cosecharlos. Por ello, al subir la montaña, al cruzar el río, al pasar por el fuego, no deje de escuchar el llamado de Dios… ¡avance! ■

Cada vez que tenía luchas o interrogantes recibía un

recordatorio de que estaba en el lugar correcto: en el lugar

que Dios había escogido, haciendo su obra,

extendiendo poco a poco su reino .

Gerald A. Klingbeil aún disfruta de las montañas y de escuchar la voz de Dios. En la actualidad es editor asociado de ADVENTIST WORLD y vive con su esposa Chantal y sus tres hijas en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos).

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 19

David Trim

El adventismo en la División Transeuropea

obraPlanes

para una

mayor

John Matteson

John Loughborough

Else Luukkanen

William H. Meredith

William Ings

John G. Matteson, el primer misionero adventista al territorio de lo que es ahora la División Transeuropea, llegó a Dinamarca, su país natal,

en mayo de 1877.

Los orígenesJohn Matteson nació en Dinamarca en 1835. En 1854

emigró a los Estados Unidos, donde llegó a ser adventista en 1863. Antes de fines de ese año, escribió a los editores de la publicación oficial de la iglesia, The Advent Review and Sabbath Herald, instándolos para que el mensaje adventista fuera «llevado a los confines de la tierra».1 Matteson fue ordenado pastor y comenzó a trabajar por otros inmigrantes como él, traduciendo folletos adventistas al danés y al noruego, e iniciando una nueva publicación titulada Advent Tidende (El heraldo adventista). Para mediados de la década de 1870, muchos de los ochocientos adventistas daneses o noruegos estaban enviando las publicaciones adventistas en sus idiomas a los familiares de sus países, creando conciencia en Escandinavia sobre la Iglesia Adventista. Matteson mismo ansiaba ir a trabajar a su país natal.

En mayo de 1877, su sueño se hizo realidad. Durante los siguientes once años se entregó en cuerpo y alma, a la tarea. Llevó adelante un incansable cronograma de viajes y predi-caciones, inició la publicación Tidernes Tegn (Señales de los tiempos), comenzó una casa editora y hasta escribió algunos de los himnos para un himnario adventista en noruego, que él mismo publicó. Triste es decir, sin embargo, que para 1888 su salud estaba quebrantada y regresó a los Estados Unidos, donde falleció en 1896. No obstante, para el tiempo de su partida, se habían organizado Asociaciones en Dinamarca, Suecia y Noruega; en 1901, se organizó la Unión Escandinava, que incluía a Finlandia e Islandia.

Mientras Matteson trabajaba en Escandinavia, William Ings, otro inmigrante a los Estados Unidos convertido en misionero, llegó a Inglaterra en mayo de 1878. Ings había sido enviado para trabajar con J. Andrews en Suiza, y durante dos semanas de vacaciones con conocidos de Inglaterra, convenció a dos personas sobre la verdad del sábado. Esto fue motivo para que la Asociación General asignara como misionero a Gran Bretaña a J. Loughborough, quien llegó el 30 de diciembre de 1878.

Loughborough era uno de los líderes adventistas más experimentados y destacados, y un evangelista muy exitoso. Sin embargo, halló que los británicos, amos de un imperio «donde nunca se ponía el sol», tenían prejuicios contra lo que percibían como una secta estadounidense. No fue sino hasta 1883, justo antes de que regresara a los Estados Unidos, que se

Thed I v I s I ó n t r a n s e u r o p e a

historia adventistaLa

20 Adventist World | Julio 2013

David Trim es director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigación de la Asociación General.

William H. Meredith

organizó la primera iglesia adventista en el país, con diecinueve miembros. Al año siguiente se inició la publicación Present Truth (La verdad presente).

Elena White trabajó en Europa entre 1885 y 1887 y habló en el primer encuentro adventista fuera de Norteamérica, que tuvo lugar en Noruega en junio de 1887. Además realizó tres visitas a Gran Bretaña. Estaba deseosa de que el adventismo se arraigara allí, porque veía el potencial que significaba tener una sólida base en el corazón del imperio. Al compartir su visión, los adventistas estadounidenses enviaron lo mejor que tenían: S. Haskell, E. Waggoner y W. Prescott.

El desarrollo de la organizaciónEn 1929, la División Europea, que se había iniciado en

1909, fue dividida en tres nuevos territorios: Norte, Central, y Sur. La División Europea del Norte incluía además de Escandinavia e Inglaterra a Polonia y vastas extensiones del Imperio Británico en África Occidental y Oriental. En 1951, el territorio fue reorganizado y por poco tiempo se incorporaron las colonias francesas de África Occidental y, de manera definitiva, los Países Bajos. En 1971, las otras dos se fusionaron como la División Euroafricana, pero la del norte siguió aparte, aunque adoptó un nuevo nombre: División de Europa del Norte y África Occidental, para reflejar el hecho de que solo el territorio de África Occidental permanecía en su territorio. Sin embargo en 1980, cuando se reasignaron sus dos Uniones de África Occidental se le quitó la última parte del nombre y en 1986, se convirtió en la División Transeuropea. Su territorio abarcaba desde Groenlandia hasta Pakistán, y desde el norte del círculo polar en Escandinavia, hasta Tanzania en el África subecuatorial. La impresionante extensión geográfica y diversidad cultural no tiene parangón dentro de la iglesia mundial.

Pasión por la misiónLos adventistas de la División Transeuropea siempre se

han caracterizado por un fuerte deseo de llevar el evangelio «a todo el mundo». Un resultado fue su apertura a probar nuevos métodos. Por ejemplo, cuando se formó la Asociación Británica en 1898, se eligió a una mujer, Edith Adams, como secretaria y tesorera. En Finlandia, desde el mismo comienzo, las mujeres «jugaron un papel activo en el evangelismo y otras áreas de la obra eclesiástica». En las décadas de 1940 y 1950, Else Luukkanen estuvo al frente de campañas de evangelización en Finlandia, en las que «cientos de personas se convirtieron y se establecieron varias iglesias».2 Con la elección de Audrey Andersson en 2010, la División pasó a ser la primera en tener una mujer como secretaria del territorio.

Asimismo, los adventistas europeos tuvieron, y aún tienen, un entusiasmo tremendo por las misiones en el extranjero. En 1902, aceptaron la responsabilidad de llevar el mensaje a las extensas colonias británicas de África Oriental y Occidental. En 1906, cuando la Unión Escandinava tenía solo cinco años, sus líderes se ofrecieron como voluntarios para evangelizar Etiopía. Pero el progreso en África fue lento. En su primer encuentro, la junta de la División resolvió «hacer todo esfuerzo posible por llevar el mensaje adventista a los muchos millones […] de los campos donde está representada nuestra obra. Los millones sin advertir formulan un patético llamado, y […] debemos por cierto establecer planes para una obra mayor».3 En ese momento, 3202 de los 24.228 miembros bautizados (13,2 por ciento) se encontraban en el África. Para 1980, 87.389 de los 128.644 miem-bros bautizados (67,9 por ciento) pertenecían a las dos Uniones africanas. ¡Dios honró el entusiasmo misionero de la junta!

Aunque es lamentable la disminución del cristianismo en Europa, la transformación de la iglesia en África es algo digno de celebrar, porque su crecimiento y nivel de sostén propio son cosas que querían los primeros misioneros, y algo por lo cual alabarían hoy a Dios. Aun así, al celebrar la expansión y el progreso, es esencial recordar cuánto se debe a esos primeros misioneros de Europa, que demostraron heroísmo al enfrentar privaciones, aislamiento y enfermedades tropica-les sin cura conocida en ese entonces.

ConclusiónA pesar de los prejuicios, las guerras, el secularismo, la

indiferencia, las dificultades financieras, las controversias teológicas y otros desafíos, el mensaje del tercer ángel se ha arraigado en el suelo europeo. Cuando se organizó la Unión Sueca, la primera formada en el territorio de la División Transeuropea, había en Europa 4079 adventistas (uno por cada 62.600 europeos). Para fines de 2012, había 82.769 miembros (cerca de uno por cada 2500 habitantes). La continua pasión por la misión confronta los nuevos desafíos con la fe en ese Dios que ha estado presente a lo largo de la historia. ■

1 Review and Herald, 10 de noviembre de 1863, p. 191.2 Hugh Dunton, Ronald Strasdowsky et al., eds., Heirs of the Reformation: The Story of Seventh-day Adventists in Europe (Grantham, Eng.: Stanborough Press, 1997), pp. 32, 96.3 Concilio de Invierno de la North European Division, 1928, actas, pp. 3, 6, 7.

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 21

D E S C U b R I R E L D O N D E P R O F E C í A

La primera publicación antisabatista y sus resultados

Hace unos años supe acerca de una publicación llamada The Messenger of Truth [El mensajero de la verdad]. Era publicada por el «Grupo Messenger»,que

se separó de los primeros sabatistas (futuros adventistas del séptimo día), mayormente debido a controversias sobre el don de profecía, en la década de 1850. Es una publicación significativa, porque es la primera publicación oficial conocida contra los sabatistas y las afirmaciones proféticas de Elena White.1 A pesar de su naturaleza crítica, la publicación ayudó a que los sabatistas examinaran sus actitudes hacia Elena White y desarrollaran un fundamento con mayor sustento bíblico de su creencia en la manifestación moderna del don profético.

Al tratar de hallar esas publicaciones históricas, descubrí tres números de The Messenger of Truth en la biblioteca estatal de Pennsilvania (EE. UU.).2

Orígenes de la rebelión El Grupo Messenger se originó en Jackson (Michigan).

La rebelión, liderada por H. Case y C. Russell, dos ministros adventistas, resultó de una controversia sobre la validez del don profético de Elena White.

Mientras visitaba la iglesia de Jackson, Elena White recibió dos visiones sobre la situación. Aunque los acusados confesaron sus ofensas y pidieron perdón, Case y Russell se mantuvieron en contra de Elena White y condenaron sus visiones como falsas y no confiables. En consecuencia, en junio de 1853 formaron el así llamado Grupo Messenger y comenzaron a publicar sus ideas en el The Messenger of Truth.

Las objeciones del Grupo MessengerLos tres números existentes revelan varias acusaciones que

los Messengers presentaron contra las visiones y afirmaciones

proféticas de Elena White. En primer lugar, afirmaron que los sabatistas tenían otra regla de fe y práctica además de la Biblia.

Una segunda acusación se refería a la manifestación del don profético en los «últimos días». Los sabatistas defendían, sobre la base de Joel 2 y Hechos 2, la manifestación moderna del don de profecía justo antes de la segunda venida de Cristo. Aunque el Grupo Messenger creía que eran los últimos días, afirmaba que el don de profecía había finalizado con «el fin de la época de los apóstoles».3

Una tercera objeción se relacionaba con la pregunta del «remanente» y el don profético de Elena White. Los sabatistas afirmaban, sobre la base de Apocalipsis 12:17, ser el verdadero remanente de Dios porque «guardaban los mandamientos de Dios» y tenían el «testimonio de Jesús» (en referencia al don profético de Elena White).4 Para los Messengers, sin embargo, el espíritu de profecía era el espíritu de Cristo, que el verdade-ro remanente tenía que representar y que nada tenía que ver con el espíritu de profecía.5

Una cuarta objeción dada por los Messengers era que los sabatistas hacían del don profético de Elena White una «prue-ba de discipulado» y una «regla de acción».6

Los sabatistas no aceptaron estas y otras acusaciones, y comenzaron a desarrollar una defensa más sistemática de sus creencias en el don profético.

Resultados de la publicaciónUn resultado fue que los sabatistas se volvieron más cons-

cientes sobre la relación entre la Biblia y el don profético de Elena White. En 1854, Jaime White publicó nuevamente un importante artículo que había escrito en 1851. Allí destacaba que «todos los dones del Espíritu deberían tener un lugar apropiado. La Biblia es una roca eterna. Es nuestra regla de fe y práctica […]. Todo cristiano tiene por lo tanto el deber de tomar la Biblia como la regla perfecta de fe y deber. Debería orar con fervor para recibir la ayuda del Espíritu Santo al

Theodore N. Levterov

I M a g e n p o r C o r t e s í a d e l a b I b l I o t e C a p ú b l I C a d e p e n n s y l v a n I a22 Adventist World | Julio 2013

La primera publicación antisabatista y sus resultados

escudriñar las Escrituras en busca de la verdad y su pleno deber. No tiene la libertad de abandonarlas para aprender su deber mediante alguno de los dones. En el momento que lo hace, coloca los dones en un lugar inapropiado y asume una postura extremadamente peligrosa. La Palabra debería ir al frente, y la iglesia debería concentrarse en ella, como la regla por la cual caminar, y la fuente de sabiduría de la cual apren-der el deber en “toda buena obra”. Pero si parte de la iglesia yerra de las verdades de la Biblia, y se torna débil y enfermiza, el rebaño es dispersado, de manera que parece necesario que Dios emplee los dones del Espíritu para corregir, revivir y sanar a los que yerran, se debería permitirle que obre».7

Los sabatistas jamás sostuvieron la igualdad entre la Biblia y los dones del Espíritu, porque estas dos funciones son dife-rentes. Jaime White publicó nuevamente el artículo debido a las críticas del Messenger.

Otro resultado fue el desarrollo de argumentos de base bíblica que defendían la creencia en el don profético. Además de Joel 2 y Hechos 2, los sabatistas comenzaron a usar una variedad más amplia de textos bíblicos tales como Hechos 9 y 10, 1 Corintios 12, Efesios 4 y Mateo 28:18-20, afirmando la perpetuidad de los dones espirituales (incluido el de profecía) y sus manifestaciones en los «últimos días».8 Sobre la base de Apocalipsis 12:17 y 19:10, vieron también el don profético como una característica necesaria del pueblo de Dios.9

Un tercer resultado fue el análisis sabatista de la relación entre el don de profecía y la «prueba de discipulado». Con-trario a las afirmaciones del Messenger, la mayoría de los adventistas, incluida Elena White, creía que la aceptación de sus dones proféticos no era una prueba de discipulado. Su postura estaba relacionada con el principio de que la Biblia era su única regla de fe y acción.

Un cuarto resultado fue el comienzo de una obra de pu-blicaciones más deliberada de los escritos de Elena White. En agosto de 1851, Jaime White escribió: «Ahora se ha abierto la

puerta casi en todos lados para presentar la verdad, y muchos están preparados para leer las publicaciones que antes no tenían interés en investigar. Ahora podríamos hacer algo para el Señor, que tanto ha hecho por nosotros».10 Por esa razón, Jaime White quería que la Review and Herald fuera una he-rramienta misionera. A fin de preservar la creencia sabatista fundamental de que «solo la Biblia» era la regla de su fe, y para escapar al mismo tiempo de cualquier forma de prejui-cios contra las visiones, White y los sabatistas decidieron no publicar las visiones en los números principales de la Review and Herald. Como alternativa, las visiones fueron publicadas en lo que llamaron la Review and Herald Extra.

Aunque la política de no promover las visiones continuó por varios años, no encontramos otro número de la Review and Herald Extra. La razón parece ser una oferta de ciertos sabatistas de pagar por la publicación de un cuadernillo con las visiones de Elena White.11 En 1851, se publicó el primer cuadernillo titulado A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White [Un bosquejo de la experiencia cristiana y visiones de Elena G. White]. En 1854 apareció un suplemento de esta publicación. Un año después, se comenzó a publicar en forma individual los «testimonios» de Elena White en formato de cuadernillos. Desde esa época, el adventismo se ha dedicado a hacer que estos escritos estén a disposición de todos.

A pesar de su naturaleza crítica, The Messenger of Truth ayudó a que los adventistas desarrollaran una defensa mucho más sistemática de la doctrina del don de profecía. Es intere-sante notar que la mayoría de los argumentos actuales a favor o en contra del don profético de Elena White son una mera repetición de los usados en la década de 1850. Los adventistas pueden aprender de las respuestas sabatistas a las objeciones toda vez que enfrenten cuestiones críticas similares, relacio-nadas con la función de Elena White para la iglesia actual. ■

1 El don de profecía manifestado en Elena White llegó a ser una de las cinco principales doctrinas del movimiento sabatista. Las otras eran la segunda venida, el sábado, el santuario y el estado de los muertos.2 Corresponden al 2 de octubre, 2 de noviembre y 30 de noviembre de 1854. 3 R. R. Chapin, «Who Are the Remnant?», The Messenger of Truth, 19 de octubre de 1854.4 Véase por ejemplo Jaime White, «The Testimony of Jesus», Review and Herald, 18 de diciembre de 1855, pp. 92, 93; R. F. Cottrell, «Spiritual Gifts», Review and Herald, 25 de febrero de 1858, p. 126. Los sabatistas hicieron una conexión entre Apocalipsis 14:12 y 19:10 y sostuvieron que el «testimonio de Jesús» quería decir «el espíritu de profecía».5 Chapin.6 J. B. Bezzo, «Test of Fellowship», The Messenger of Truth, 19 de octubre de 1854, pp. 2, 3.7 Jaime White, «The Gifts of the Gospel Church», Review and Herald, 21 de abril de 1851, p. 70. (La cursiva es nuestra).8 Véase por ejemplo David Arnold, «The Oneness of the Church and the Means of God’s Appointment for Its Purification and Unity», Review and Herald, 26 de junio de 1855, pp. 249-251; [Jaime White], «Perpetuity of Spiritual Gifts», Review and Herald, 18 de febrero de 1862, pp. 92, 93.9 Algunos ejemplos son: Jaime White, «The Testimony of Jesus», Review and Herald, 18 de diciem-bre de 1855, p. 92; M. E. Cornell, Miraculous Powers: The Scripture Testimony on the Perpetuity of Spiritual Gifts (Battle Creek, Mich.: Seventh-day Adventist Pub. Assn., 1875); R. F. Cottrell, «Spiritual Gifts», Review and Herald, 25 de febrero de 1858, p. 126.10 James White, «Our Present Work», Review and Herald, 19 de agosto de 1851, p. 13.11 Ibíd.

Theodore N. Levterov es director del Patrimonio White, sede Universidad de Loma Linda, en California (Estados Unidos).

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 23

S E R V I C I O A D V E N T I S T A

mos. Cada uno tiene su propio camino, su propia vida, su personalidad; pero tenemos un solo Dios».

Los que son parte del Camino INRI están entusiasmados con los programas, y están convencidos de que esta es una parte importante de sus comunidades.

Marek Harastej, uno de los funda-dores del programa, expresa el objetivo general del Camino INRI: «Nos gustaría ayudarlos a crecer personal y espiritual-mente, y que en el futuro lleguen a ser una sólida parte de nuestra iglesia».

El Camino INRI –uno de los méto-dos usados en este país para llevar a las personas hacia Cristo– tiene por obje-tivo alcanzar a tres grupos de personas: a los miembros de iglesia para que par-ticipen del ministerio, a los estudiantes de las universidades cercanas, y a las familias y amigos de los estudiantes.

Jakub, que es estudiante univer-sitario, dice: «Tengo la oportunidad de servir a otros; de ayudarlos a que encuentren a Jesús mediante el Camino INRI. Tengo la oportunidad de cultivar nuevas amistades».

Otro estudiante llamado Vojta expli-ca: «Podemos invitar a nuestros amigos

se para adorar juntos a Dios.Las letras INRI vienen del acrónimo

latino que significa «Jesús Nazareno, Rey de los Judíos». Cuando Jesús fue crucificado, los soldados romanos clavaron esa inscripción al tope de la cruz. El Camino INRI fue pensado para que los jóvenes cultiven una relación con Cristo.

En la ciudad de Brno, cada semana se congregan los miembros de una iglesia diseñada específicamente para el Camino INRI. El grupo está formado mayormente por estudiantes univer-sitarios de la zona que disfrutan de pasar tiempo juntos y adorar a Dios de maneras creativas.

Blanca es una voluntaria que ayuda a preparar los programas semanales. «El Camino INRI es como mi familia. Aquí nos conocemos, nos ayudamos y apoya-

En muchas ciudades de Europa, compartir a Jesús es un desafío creciente. Uno de esos países

donde es difícil hablar del evangelio es la República Checa por tratarse –según lo indican algunos estudios– de una de las naciones más seculares del mundo. Pero los adventistas de ese país y de otras partes de Europa están hallando maneras de conectarse con las personas en sus comunidades.

La senda del discipuladoEl Camino INRI es un programa

que ha gozado de gran éxito desde 2006 en los campus universitarios. En la República Checa, la mayoría de las personas deja la iglesia durante sus años de universidad. El Camino INRI es un programa impulsado por los jóvenes, que les permite alimentar su fe y reunir-

SENDA DEL DISCIPULADO: En la República Checa, los participantes del «Camino INRI» aprenden lo que significa seguir a Cristo en una sociedad cada vez más secular.

En una cultura que parece ignorar el cristianismo, es indispensable adoptar nuevos enfoques.

mensaje,

métodos

Earley SimonEl mismo

diferentes

con

24 Adventist World | Julio 2013

y decirles que somos creyentes, y eso es normal para nosotros».

El Camino INRI satisface la necesidad de muchos que buscan un componente espiritual para el ritmo cada vez más frenético y secular de la vida moderna. «Quiero hacer algo para Dios –dice Jana–. Por eso estoy en el Camino INRI».

Entusiasmados por compartirLa iglesia Vila Cha, de Portugal,

es una congregación compuesta mayormente por inmigrantes llegados de África.

A los miembros de iglesia les gusta reunirse cada sábado; sus vibrantes cánticos de alabanza llenan el vecindario, y los bancos de la iglesia siempre están llenos. Los miembros celebran las grandes cosas que Dios hace en sus vidas cada semana. La música es una parte importante de la celebración.

Eli y su madre son miembros muy activos. Cuando terminan las reuniones de iglesia, los miembros se dividen en grupos y reparten folletos con invita-ciones para que otros visten la iglesia y también aprendan de Jesús. Tanto los niños como los adultos están entusias-mados por compartir con sus vecinos lo que saben de Jesús.

Para ellos, cada publicación que reparten es una oportunidad de que alguien cultive una relación con el Padre celestial. Eli y sus amigos disfru-tan de hacer esto. Les gusta hablar con las personas y ver cómo reaccionan al

mensaje de Dios. Usan esto como una oportunidad de hablar a otros de Cristo, en especial a algunos que nunca antes han oído hablar de él.

Los miembros también recolectan alimentos para distribuir entre las familias necesitadas. Este simple acto de bondad les abre puertas y corazones y puede llevar a establecer amistades duraderas.

Los miembros regresan a la iglesia al fin de la tarde del sábado, e informan sobre sus contactos, cantan y alaban al Señor hasta la noche. Esta congregación tiene una fe tremenda. No temen compartir a su amigo Jesús con otras personas de la comunidad.

Evangelismo específicoEn Bulgaria, la iglesia ha estado

realizando esfuerzos continuos por alcanzar a los gitanos. En el país viven casi cuatrocientos mil gitanos, y esa cifra sigue en aumento.

Milen Georgiev, secretario de la Unión Búlgara, comparte el objetivo que tiene la iglesia: crecer y esparcir el evangelio entre muchos integrantes de ese grupo étnico. «Vemos que los gitanos están experimentando el reavivamiento, las iglesias están traba-jando con más intensidad, y muchos asisten a ellas».

Estas comunidades de gitanos están hambrientas de aprender el mensaje, y dedicarse a Dios; están abiertas a la conducción divina. En los últimos

años, las iglesias de gitanos adventistas han visto un crecimiento significativo, y se espera que esta tendencia siga en aumento.

Oren por favor por la obra en la República Checa, Portugal y Bulgaria. Oren para que Dios pueda usar a nuestros dedicados miembros en cada uno de esos países. Gracias por apoyar la misión de la Iglesia Adventista. ■

Izquierda: ADORACIÓN CANTADA: La música es un componente importante de los cultos de la iglesia de Vila Cha, en Portugal. Abajo: CRECIMIENTO MARCADO: En Bulgaria, los adventistas comparten su fe con los cada vez más receptivos integrantes de la comunidad gitana.

AdventistMission.org.

Si desea saber sobre estas u otras actividades misioneras, visite

F o t o g r a F í a s : C o r t e s í a d e M I s I ó n a d v e n t I s t a

Earley Simon es productor de video de Adventist Mission.

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 25

R E S P U E S T A S A P R E g U N T A S b í b L I C A S

Entiendo su preocupación, pero recuerde que

en la iglesia está presente el trigo y

también la cizaña, y que es importante buscar la

unidad a pesar de las tensiones. La unidad de la iglesia está profundamente arrai-gada en la unidad de Dios mismo, cuya creación es una en función y estructura. Como Creador, él fue

el centro alrededor del cual todo halla su razón de existir. Por lo tanto, toda la creación reflejó hasta cierto punto la unidad de Dios. El pecado dañó la creación al quitarle su centro. Al quedar sin él, los seres humanos se centraron en sí mismos, y los resultados fueron devastadores.

Analicemos este fenómeno, y la obra de Cristo de restau-rar la plenitud a la raza humana y al universo.

1. La solidaridad humana en el pecado: El rechazo que la humanidad hizo de Dios significó una expresión masiva de la unidad del pecado en la rebelión contra Dios (Rom. 1:18-3:18), en el pecado (5:12) y la muerte (5:17a, 21). Los humanos compartimos experiencias y actitudes comunes, y un destino también común. Es obvio que esta no es la verdadera unidad. En efecto, alienados entre sí, existen en una frenética búsque-da de realización y preservación personales. Cada persona ha llegado a ser su centro, en tensión y conflicto con los demás (Gál. 5:19-21). Se unen con propósitos definidos, esperando ganancias personales, pero el conflicto abierto aparece cuando fracasan las expectativas. Esta fragmentación es la condición natural del corazón humano. El ego no alcanza para mantenernos unidos. En nosotros encontramos tensio-nes, cuestiones sin resolver y un deseo frustrado de hacer el bien (Gál. 5:16, 17; Rom. 8:6-8). El ego existe en conflicto con sí mismo, tornándonos incapaces de unificar nuestra propia existencia.

2. Unidad en Cristo: La unidad de Dios fue manifesta-da en la persona de su Hijo: «El Padre y yo uno somos» (Juan 10:30). Mediante su encarnación, Jesús unió nuevamente a los humanos con Dios, creando un centro alrededor del cual los pecadores arrepentidos llegan a ser uno en él, en el Padre (17:21), en el Espíritu (Efe. 4:4) y entre sí (1 Ped. 3:8, 9).

Cristo proveyó un centro unificador en su propia obra y persona. Es su plan restaurar la plenitud del universo al reconciliar todo en sí mismo (Col. 1:20). En la iglesia ya está uniendo consigo a los pecadores arrepentidos. La iglesia es su cuerpo, una entidad sin división (Efe. 2:12-16). Los peca-dores también se unen, mediante el bautismo, a una nueva humanidad no fragmentada pero que existe en unidad con él, su verdadero centro. La iglesia es la expresión visible de la efectividad de la obra de reconciliación de Cristo en la tierra. Su unidad revela que el Hijo nos reconcilia con el Padre (Juan 17:21, 23). Sin la unidad de la iglesia, la obra de recon-ciliación de Cristo carecería de credibilidad ante el mundo. Solo en él y por su medio podemos estar y permanecer unidos.

3. Visibilidad de la unidad en Cristo: La unidad de la iglesia es, al mismo tiempo, una realidad presente y una tarea que debe lograrse en el poder del Espíritu. En la iglesia, nues-tra unión en Cristo se expresa y alimenta mediante nuestro mensaje común, misión común, estilo de vida común y nuestra comunidad mundial organizada de creyentes. Tenemos «una fe» que encarna el mensaje de salvación en Cristo en el final del conflicto cósmico, y esta tiene que ser protegida (Efe. 4:5; Apoc. 14:6-8; 2 Tim. 1:13, 14). Este mensaje se encuadra dentro de la obra de Cristo en el conflicto cósmico, brindándonos una cosmovisión sólida y bíblica (Apoc. 12). Tenemos una misión común que preparará al mundo para la venida del Señor (10:11; 14:6-12). Nuestra unidad en Cristo se manifiesta en nuestra manera de vivir la vida cristiana (Efe. 4:1-3). Dado que Cristo es el centro de nuestra vida, nos alineamos con el estilo de vida celestial. La unidad es visible en la estructura organizada de la iglesia, que facilita la misión de la iglesia mundial (1 Cor. 12:12-25).

Estos elementos no solo hacen visible nuestra unidad en Cristo, sino que contribuyen de manera directa para mante-nernos juntos como un pueblo, como el pueblo de Dios. ■

Después de una vida como pastor, profesor y teólogo, Ángel Manuel Rodríguez se jubiló y vive en Texas (Estados Unidos).

¿Podría usted referirse al tema de la unidad

en la iglesia? Me pone triste ver las múltiples tensiones

que existen en ella.

unidadcristiana

La

26 Adventist World | Julio 2013

E S T U D I O b í b L I C O

La economía mundial pende de un hilo. Muchas de las naciones desarrolladas enfrentan grandes deudas. Estados Unidos y Europa están cada vez más preocupados por

sus economías, que a su vez están muy interrelacionadas y por consiguiente lo que sucede en una parte del mundo afecta seriamente a todos. ¿Cómo sobrevivir en momentos de dificultad económica? ¿Qué principio nos ha dado Dios en su Palabra para prepararnos para los sucesos venideros?

En el estudio bíblico de este mes, descubriremos los prin-cipios esenciales de supervivencia económica para enfrentar los días difíciles que nos esperan.

1 ¿Qué predicciones hace la Biblia sobre la economía mundial justo antes del regreso del Señor? Lea Santiago 5:1-7 y Apocalipsis 18:9-18, y resuma estos pasajes en sus propias palabras.Las profecías bíblicas predicen un repentino colapso econó-mico justo antes de la segunda venida de Cristo. La palabra de Dios arroja luz sobre el futuro. Los que conocemos la verdad deberíamos prepararnos para lo que al resto del mundo tomará por sorpresa. Si hoy aprendemos a confiar en Dios, estaremos preparados para los sucesos del mañana.

2 ¿Dónde podemos hallar seguridad en momentos de incertidumbre económica? Escriba el pensamiento central de Mateo 6:25-34.En tiempos de incertidumbre económica, algo es seguro: Dios cuida de sus hijos, y jamás los abandonará. Las compañías pueden quebrar, las monedas colapsar, y el desempleo incre-mentarse, pero Dios jamás cambia.

3 Lea Deuteronomio 8:18. ¿Dónde hallamos la fuente de todas nuestras necesidades financieras?

4 Lea Salmos 24:1, Hageo 2:8, y Filipenses 4:19. ¿Quién es el dueño real de este mundo y todo lo que está en él, y qué nos ha prometido?

Nos da seguridad saber que este mundo, con todo lo que está en él, pertenece a Cristo. Él nos creó y nos redimió. Cuando Adán y Eva perdieron la soberanía, Cristo, mediante su muerte en la cruz, la recuperó de manos de Satanás. Este mundo le pertenece, y él ha prometido cuidar de sus hijos.

5 ¿Cómo reconocemos que todo lo que hay en el mundo le pertenece al Señor? Lea Malaquías 3:8-11.Cuando somos fieles en devolver el diezmo del Señor (el diez por ciento de nuestros ingresos), reconocemos que él es el dueño legítimo de este mundo. También reconocemos que él es quien satisface todas nuestras necesidades y nos ha brindado todas las cosas buenas de la vida.

6 ¿Qué ejemplos bíblicos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento demuestran la importancia de la fidelidad en devolver el diezmo? Véa Génesis 14:20 y Mateo 23:23.

7 Lea Proverbios 3:5, 6; 11:24, 25. ¿Qué promesas hace Dios a quienes lo honran y reconocen su señorío en sus vidas al ser fieles en devolver diezmos y ofrendas? Enumere los pensamientos claves de estos pasajes.La devolución fiel del diezmo y las ofrendas es mucho más que una cuestión de dinero; es una cuestión del corazón. Nuestra contribución generosa revela dónde están nuestros afectos. Demuestra quién posee nuestro corazón.

Es también una cuestión de confianza. Cuando damos ofrendas y diezmos, le estamos diciendo a Dios: «Confío en que suplirás mis necesidades. Señor, creo que cuidarás de mí».

¿Le gustaría hacer un nuevo compromiso con Dios de ser fiel en sus diezmos y ofrendas? Acaso usted ha descuidado este importante aspecto de la vida cristiana. ¿Por qué no renovar el compromiso de confiarle sus finanzas a Dios? Él jamás lo va a decepcionar. ■

Mark A. Finley

Principios divinos

económicadesegurıda

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 27

Para enfrentar las pruebasEl estudio bíblico de Mark Finley titulado «En los momentos más difíciles» (Abril 2013) fue una bendición para mí. He resuelto que este mes aprenderé de memoria todos los versículos citados.

Que el Señor bendiga ricamente a Adventist World, en especial por las oportunas actualizaciones a su sitio web. ¡Puede leer el número de abril el 1° de ese mes!

David MutukuPor vía electrónica

Agradezco por la nota de tapa de Claude Richli titulada «Así corre» (Marzo 2013). Vivo en los Estados Unidos, pero soy de Kenia, y puedo entender muy bien la historia de Abel Kirui, porque llegué a los Estados Unidos con una beca de atletismo. Me resultó inspirador leer

sobre la determinación de Kirui de servir a Dios y a su país.

William Songock Shreveport, Louisiana, Estados Unidos

El síndrome de la ranaMe impresionó el artículo «El síndrome de la rana», de Ted N. C. Wilson (Marzo 2013). Agradezco a Dios que lo hallé en

el momento justo. Estaba preparando un mensaje para predicar en mi iglesia sobre el mismo tema, y tuve el privilegio de añadir el material de Wilson a mi predicación.

Adventist World es una bendi-ción para el pueblo de Dios.

Walnice da Conceição SilvaBissau, Guinea-Bissau

Refugiados aceptadosGracias por imprimir el interesante e inspirador relato de la obra de Judy Aitken «En el lugar menos pensado» (Marzo 2013). Ella nos anima a

Cartas

Oren por favor por mí. Tengo un desafío con las clases en sábado en la universidad a la que asisto.

Mthoko, Zimbabue

Por favor oren por mi ministerio. Les pido que oren también por mi salud.

Sry, India

Me uní a la Iglesia Adventista en 2006. No mucho después, fui a la universidad adventista a estudiar teología. He estado asistiendo con interrupciones; viviendo por fe. No tengo dinero pero espero terminar pronto mi educación y ayudar en la obra de Dios.

Lusio, Indonesia

Oren por favor para que pueda recibir bendiciones económicas para pagar mis deudas y compromisos. Oren para que Dios toque los corazones de la gente que me puede ayudar a recuperarme de esta carga.

Carmelia, Estados Unidos

Me resultó inspirador leer sobre la determinación de Kirui de servir a Dios y a su país .

–William Songock, Shreveport, Louisiana, Estados Unidos

I N T e r C A m B I O D e I D e A S

agradecimientosPedidosy

pensar en las personas que están más allá de nuestras fronteras.

Solo me permito una breve aclara-ción: Aitken mencionó que «los que no habían sido repatriados a los Estados Unidos tuvieron que volver a sus países de origen». En realidad, muchas naciones abrieron sus puertas para reubicar a los refugiados. La ciudad canadiense donde vivo recibió a cuatro mil vietnamitas en uno de esos proyectos, lo que incremen-tó significativamente la población.

Artículos como este son una de las razones por las que aguardamos con ansias la llegada mensual de Adventist World.

Roger MatthewsOttawa, Ontario, Canadá

Una fe a toda pruebaMe llegó profundamente el devocional de Jorge Iuorno titulado «Una fe a toda prueba» (Febrero 2013). Gracias por

28 Adventist World | Julio 2013

imprimir este artículo sobre cómo sobrevivir a momentos difíciles.

Negah MebratAdís Abeba, Etiopía

Acceso a ADvEntiSt WORLD

Hace poco hallé el número de Marzo 2012 de Adventist World y lo he leído una y otra vez. ¿Hay algún sitio donde pueda suscribirme a la revista?

Minky YisakaSudáfrica

Soy adventista desde pequeño, y me agrada haber hallado el sitio web de Adventist World. Disfruto de esta revista. En especial me gustan las secciones Perspectiva mundial, Devo-cional, Espíritu de profecía, Respuesta a preguntas bíblicas y el Estudio bíblico.

Me gustaría recibir esta publicación todos los meses.

Mizinga EphraimLusaka, Zambia

Adventist World es producida por la Iglesia Adventista y distribuida entre los miembros sin cargo. También estamos presentes en Internet en www.adventist world.org. Nos gratifica que la revista esté llenando esta necesidad.

–Los editores

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a [email protected]. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

Oren por favor por mi familia. Perdimos a nuestro querido padre y sin él estamos pasando momentos difíciles.

Becky, Kenia

Oren por favor por el hermano de mi amigo, que está sufriendo una enferme-dad mental.

Oketa, Sudán del Sur

Oren por favor por mí. Estoy tratando de decidir qué estudios seguiré el próxi-mo semestre: enfermería o premedici-na, una maestría en enseñanza, o una combinación de ambos.

Rachel, Estados Unidos

Un viaje juntos explorando toda la BibliaDios nos habla mediante su Palabra. Únase a otros creyentes de más de 180 países que están leyendo un capítulo de la Biblia por día. Para descargar la Guía de lectura diaria de la Biblia, visite RevivedbyHisWord.org, o apúntese para recibir el capítulo diario de la Biblia por correo electrónico. Para participar de esta iniciativa, comience aquí:

1 DE AGOStO DE 2013 • job 36

Mi hermano tiene una enfermedad terminal y está en el hospital. Oren por favor por él.

Kabungo, Zimbabue

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a [email protected]. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

Mi himno favorito…

W O R D S O R L E S S

■ Tengo muchos himnos favoritos, pero el primero de la lista es «Cuando al cielo lleguemos». Mi madre solía cantarlo mientras trabajaba, y yo hago lo mismo. Ha sido usado como nuestro «himno de esperanza» en numerosos funerales familiares.

–Janet Schlunt, El Gabel El Asfar, Egipto

■ «Ven a mí» es la invitación que nos hace Cristo. El himno «De esclavitud» es mi alegre respuesta: «De mi pobreza a tu plenitud, de mis dolores a tu salud, de mis pecados a tu virtud, vengo Jesús a ti».

–Cliff Drieburg, Columbia Británica, Canadá

■ El sábado pasado cantamos «En Cristo no hay oriente ni occidente», y no pude sino pensar qué importante es recordar eso cuando hay tantas divisiones en la sociedad, y aun en la iglesia. Aprecio recordar que «Todas las almas de Cristo son una en él en toda la tierra».

–Alonzo Tejada, California, Estados Unidos

por laRevividos Palabra

P A L A B R A S O M E N O S5o

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 29

El 5 de julio de 1894, Pieter Wessels y N. H. Druillard, acompañados por Fred Sparrow, A. Goepp, E. J. Harvey, I. B. Burton y J. Landesmann, llegaron a Bulawayo (en lo que ahora

es Zimbabue) procedentes de Vryburg (Sudáfrica, a más de 1200 kms) en un carro tirado por bueyes, para escoger un terreno donde abrir la estación misionera Solusi que serviría para ayudar a los habitantes de la zona conocidos como matabeles.

Leander Starr Jameson, quien era administrador de la Compañía British South Africa en Rhodesia, en nombre de Cecil Rhodes y la compañía, les dio a los misioneros el privilegio de escoger cualquier lugar que les pareciera apropiado. Después de seleccionar el terreno, construyeron unas chozas africanas, compraron doscientas cabezas de ganado, y regresaron a Ciudad del Cabo (Sudáfrica) dejando a Fred Sparrow para desarrollar la estación misionera.

Hoy día, la Universidad Solusi, una institución de educación su-perior operada por la División de África Meridional y Océano Índico, posee 3500 hectáreas y está ubicada a cincuenta kilómetros al oeste de Bulawayo (Zimbabue), a 1300 metros sobre el nivel del mar.

Los estudiantes no solo provienen de los países de la División sino de muchos otros fuera de ese territorio.

F o t o g r a F I a : C o r t e s I a d e a r C h I v o s d e l a a s o C I a C I ó n g e n e r a l

Los científicos del Reino Unido estiman que el peso promedio de una persona es de 61,7 kilogramos. Por continente, el promedio es el siguiente:

Los nutricionistas recomiendan que los adultos ingieran 4700 miligramos de potasio por día para ayudar a controlar la presión arterial. Los alimentos con elevado contenido en potasio son por ejemplo las papas (con cáscara), los porotos o frijoles blancos, las lentejas, las bananas, la espinaca cocida y los damascos secos.

años119

Peso 4 700m g

Fuente: American Journal of Clinical Nutrition/Women’s Health

Kilos

A S I A 57,6

Á F R I C A 60,3

C A R I b E / L AT I N O A M é R I C A 67,5

E U R O PA 70,7

O C E A N í A 73,4

N O RT E A M é R I C A 80,2

Fuente: National Geographic

Si ustedes buscan un milagro, vengan a conocerme. Yo soy un milagro .– Chidi Felix Ezeama,

Umuahia, Abia, Nigeria

I N T e r C A m B I O D e I D e A S

Hace

30 Adventist World | Julio 2013

“He aquí, vengo pronto . . .”Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

EditorADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

Editor ejecutivo Bill Knott

Editor asociado Claude Richli

Gerente editor internacional Chun, Pyung Duk

Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice- presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.

Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Lee, Jairyong, presidente; Akeri Suzuki; Kenneth Osborn; Guimo Sung; Chun, Pyung Duk: Han, Suk Hee

Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Mark A. Kellner, Kimberly Luste Maran

Editores de Seúl, Corea Chun, Pyung Duk; Chun, Jung Kwon; Park, Jae Man

Editor en línea Carlos Medley

Directora de operacionesMerle Poirier

Control de calidad/Coordinadora de mediosJean Boonstra

Editor invitadoMark A. Finley

Consultor E. Edward Zinke

Gerente financiera Rachel J. Child

Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste

Asistente del editor Gina Wahlen

Junta administrativaJayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; P. D. Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Kenneth Osborn, Juan Prestol, Claude Richli, Akeri Suzuki, Exoficio: Robert Lemon, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson

Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti

Consultores Ted N. C. Wilson, Robert E. Lemon, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Lowell C. Cooper, Daniel R. Jackson, Geoffrey Mbwana, Armando Miranda, Pardon K. Mwansa, Michael L. Ryan, Blasious M. Ruguri, Benjamin D. Schoun, Ella S. Simmons, Alberto C. Gulfan Jr., Erton Köhler, Jairyong Lee, Israel Leito, John Rathinaraj, Paul S. Ratsara, Barry Oliver, Bruno Vertallier, Gilbert Wari, Bertil A. Wiklander.

A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638

E-mail: [email protected] Web: http://www.adventistworld.org/

A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.

ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos e Indonesia.

Vol. 9, No. 7

Nunca más pequeño

Cuando se completó en 1960, el lago Kariba (Zimbabue) era la reserva de agua más grande creada por el hombre. Los primeros adventistas llegaron a Kariba en los albores de 1960, cuando cuatro miembros de una tribu batonga se trasladaron de la Estación Misionera Malamulo (Malaui) para trabajar en las crecientes industrias del turismo y la pesca.

Por supuesto, comenzaron una iglesia bajo un gran mango, donde se reunían los miér-coles de noche y los sábados. La iglesia creció. Entonces comenzaron a alquilar distintos salones, y hasta sacaron rocas de una ladera con la esperanza de construir un templo. Desafortunadamente, medio siglo después los miembros seguían en la misma situación.

Los adventistas de Kariba llegaron a ser conocidos como «el pueblo pequeño sin edificios».

«No tenemos problemas en ser un grupo pequeño de cristianos –dijo el pastor Benevolence Shonhiwa–. Pero seguimos trabajando y orando por tener una iglesia permanente».

Cuando los líderes de Zimbabue visitaron el lugar en 2011, hicieron una pregunta crucial:–Si tuvieran que escoger, ¿preferirían tener una escuela o una iglesia?–Si tenemos una iglesia, la llenaremos –respondieron los miembros–. Pero si tenemos

una escuela, necesitaremos muchos edificios para albergar a los nuevos miembros.Los líderes escucharon y ayudaron a los miembros a concretar la compra de

dos hectáreas y media. Entonces pidieron a Maranatha Volunteers International que construyera una «Escuela de un día» en Kariba.

Los voluntarios llegaron el 12 de abril, y una semana después habían completado casi todas las doce edificaciones con vista al lago. Cada bloque de concreto, cada tirante, cada pared fue levantada con oración. El nuevo campus tiene espacio para más de cuatrocientos estudiantes, y un edificio multipropósito que servirá de iglesia.

«Estos edificios son un inmenso centro de evangelización –dice Enock Chifamba, secretario de la Unión de Zimbabue–. Ya nadie podrá decir que estos miembros son “el pueblo pequeño sin edificios”!»

La Escuela Adventista Lakeview comenzó a dictar clases el 7 de mayo de 2013.

«Iglesias de un día» es un proyecto en colaboración entre la Iglesia Adventista, Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASI) y Maranatha Volunteers International.

Estas historias llegan hasta usted gracias a Dick Duerksen, el «narrador» de Maranatha.

Arriba: NUEVOS COMIENZOS: El primer sábado en la Escuela

Adventista Lakeview fue un día de celebración y esperanza para el

futuro. Abajo: SUEÑO CUMPLIDO: Obreros locales y visitantes de

Maranatha Volunteers Internatio-nal interrumpen las tareas para

una fotografía frente a una de las nuevas construcciones.

rI

Ch

ar

d

du

er

ks

en

Iglesias de un día

Vol. 9 No. 7 | Adventist World 31

Nos conecta con la familia de la iglesia

www . s p a n i s h . a d v e n t i s t w o r l d . o r g

Presione «Me gusta» en Facebook