16
DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094 www.sansalvadordejujuy.gov.ar SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico 1 LAVANDERAS DEL RIO CHICO El gobierno provincial ha construido en la banda derecha del Río Chico un lavadero, con el propósito de que la gente-mujeres en general-, tenga un lugar cómodo y a resguardo de las inclemencias del tiempo, para lavar la ropa, tarea que efectúan para las familias más pudientes de la ciudad. La Municipalidad se hace cargo del local y llama a concurso de antecedentes para designar una encargada a sueldo del local mencionado. Pag. 179, “El libro de los intendentes”, Felix Infante, 1983.- lavanderas2 - httpwww.camdipsalta.gov.arINFSALTAlavanderas.html Las lavanderas del Río Chico, jamás aceptaron de buen grado las ser desalojadas de la playa, para ubicarlas en el local higiénico, bajo todo concepto, que se les dio en el edificio de prolongación de la calle La Madrid. Y sus protestas se exteriorizan, ahora, por encontrar –según ellas-, que no hay sitios convenientes para hacer secar la ropa lavada. Con toda paciencia el Intendente toma medidas para adecuar a este afán un terreno lindero, donde no habrá inconveniente alguno para cumplir con el reclamo de estas mujeres. Pag. 188, “El libro de los intendentes”, Felix Infante, 1983.-

Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

1

LAVANDERAS DEL RIO CHICO El gobierno provincial ha construido en la banda derecha del Río Chico un lavadero, con el propósito de que la gente-mujeres en general-, tenga un lugar cómodo y a resguardo de las inclemencias del tiempo, para lavar la ropa, tarea que efectúan para las familias más pudientes de la ciudad. La Municipalidad se hace cargo del local y llama a concurso de antecedentes para designar una encargada a sueldo del local mencionado.

Pag. 179, “El libro de los intendentes”, Felix Infante, 1983.-

lavanderas2 - httpwww.camdipsalta.gov.arINFSALTAlavanderas.html

Las lavanderas del Río Chico, jamás aceptaron de buen grado las ser desalojadas de la playa, para ubicarlas en el local higiénico, bajo todo concepto, que se les dio en el edificio de prolongación de la calle La Madrid. Y sus protestas se exteriorizan, ahora, por encontrar –según ellas-, que no hay sitios convenientes para hacer secar la ropa lavada. Con toda paciencia el Intendente toma medidas para adecuar a este afán un terreno lindero, donde no habrá inconveniente alguno para cumplir con el reclamo de estas mujeres.

Pag. 188, “El libro de los intendentes”, Felix Infante, 1983.-

Page 2: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

2

Fuente: foto Saul Alberto

Fuente: foto Saul Alberto

LAS LAVANDERAS DEL RIO CHICO,

Un nostalgioso recuerdo Buscando temas para recordar en los comienzos de este siglo, me pareció que desde hace muchísimo tiempo nadie volvió a traer a la memoria aquellos personajes que eran tan familiares en la vida cotidiana de nuestra ciudad. Me estoy refiriendo a las legendarias lavanderas del Río Chico, esas fuertes mujeres curtidas por el frío y el sol que recorrían las calles de Jujuy a cualquier hora del día, siempre arrogantes porque su carga obligada así lo requería. Yo recuerdo cuando era adolescente y no tanto también, verlas caminar por la ciudad con los grandes atados de ropas llevados sobre sus cabezas con donaire y seguridad en su rutinario camino al río. Las lavanderas eran figuras típicas y pintorescas de los ambientes del siglo XIX y XX. Muchos viajeros que pasaron por estas tierras, las describieron portando también una gran batea en peligroso equilibrio y el jabón en la mano, rumbo a las orillas del Xibi-Xibi. De la tradición oral rescaté que éste era un gran lavadero al aire libre, donde un ejército de mujeres charlaba mientras realizaban la ardua y penosa tarea de lavar ropas ajenas. Esta comenzaba desde horas muy tempranas e inclinadas sobre los pozos que se usaban como piletas, se reunían en los bordes del cauce del río. El ritual consistía en jabonar las prendas, posteriormente éstas se golpeaban con palos o piedras y luego se extendían para que el sol hiciera el resto: la religiosa pulcritud de otorgarles esa blancura que de otra manera, era imposible lograr. Una vez, hacen algunos años y conversando con una exquisita y charlatana protagonista en este rubro llamada Deolinda Churquina, me contó cómo transcurrían los monótonos días en los contenidos de esas historias repetidas. En el tiempo de esta entrevista, ella estaba radicada en la zona de San Antonio y-vivía con una de sus hijas. Yo la recuerdo mucho porque había desempeñado esa tarea en mi casa. Según la anciana y así lo dijo, «... ella creía...» tener en ese momento 96 ó 97 años, por lo tanto dado el tiempo transcurrido, es muy probable que haya muerto ya. Sin embargo, la memoria con la cual relataba sus historias manifestaba que a pesar del tiempo transcurrido, sus vivencias permanecían aún muy lúcidas,

Page 3: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

3

aunque por su aspecto físico se mostraba que las huellas habían dejado marcas de las horas duramente transcurridas.

lavandera3 - httpwww.camdipsalta.gov.arINFSALTAlavanderas.html

Muy seria me contaba que la tarea de lavar la ropa no se realizaba en cualquier parte del río. Esto era debido a que cada una de las mujeres se consideraba dueña del pozo o lugar que ocupaba, con lo cual se arrogaban los espacios como derechos adquiridos para desempeñar la tarea. Todo intento de utilizar uno ajeno, generalmente terminaba en un cruce de palabras muy agrias y cuando no, en peleas que las llevaban a las manos o a arrojarse objetos entre las contrincantes, litigios que invariablemente querían de la intervención policial. Con mucho orgullo y como si hubiera sido un importante trofeo de guerra, me enseñó una cicatriz en el antebrazo izquierdo ocasionada por una de estas peleas. Decía que había participado en varias de ellas, debido a que su pozo se encontraba en un recodo del río Chico donde crecía un frondoso churqui, lo cual le brindaba la comodidad de un poco de sombra en las calurosas jornadas del verano. Sin duda, el mencionado lugar era muy codiciado por todas las trabajadoras del rubro, motivo obligado para que doña Deolinda abandonara temprano su casa con la pesada carga para lavar rumbo hacia el sitio referido. Porsupuesto que no faltó ocasión para que en alguna oportunidad encontrara la “propiedad” ocupada por alguna otra madrugadora. Esto implicaba con seguridad desavenencias, que en algunos casos se complicaban. Ella recordaba claramente que una vez su contrincante, más desarrollada físicamente que ella, la empujó y cayó al agua con la consiguiente indignación de doña Deolinda, hecho que conllevó en nuevas derivaciones con éxito para ella. En otra oportunidad llegaron a las manos con arañazos y rodaron por el suel debiéndolas separar sus compañeras de tareas. Por supuesto que al no poder contenerlas, quienes actuaban de espectadoras recurrieron a la fuerza policial. Según contaba doña Deolinda, el litigio fue tan severo que fueron llevadas al Centro Policial «... en un estado lamentable...», según propias palabras.

Page 4: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

4

lavanderas1 - httpwww.camdipsalta.gov.arINFSALTAlavanderas.html

Con nostalgia y orgullo comentaba que los adelantos en el aprovisionamiento de agua a las viviendas, sumado al de la tecnología fueron aligerando el duro y rutinario trabajo. Esto les permitió no trasladarse hasta el río y defenderse mejor de las inclemencias climáticas tales como el frío, la lluvia y el calor.

Ella relataba que a pesar de lo penoso del oficio y el sacrificio de la lucha por la

subsistencia, estos encuentros cotidianos permitían, ”... cuando había armonía” (la frase quedó muy bien aclarada), que las charlas entre el mujerío fueron muy animadas. Allí se enteraban de intimidades de las familias de Jujuy que por lógica y en cuestión de momentos, rápidamente corrían de boca en boca. Graciosamente agregó “... y cuando esto pasaba niña Marthita, ningunita se peliaba...!”

Además, estos espacios eran el punto de encuentro entre niños y algunos adolescentes que por razones de necesidad, las trabajadoras debía llevar consigo por no tener la posibilidad de dejarlos en sus hogares al cuidado de alguna persona. Ello permitía que mientras sus madres realizaban la tarca de lavado los infantes jugaran partidos con primitivas pelotas de trapo, algunas corridas o entretenimientos inocentes y rudimentarios, ya que sus padres no podían darse el lujo de proveerlos de juguetes. En esos grupos humanos, nada era sencillo ni fácil.

Según pude comprobar en el transcurso del diálogo, estas mujeres en muchos casos eran cabezas de grupos familiares y siempre contando con la esperanza de aspirar a algo mejor en las duras vidas que sobrellevaban.

Page 5: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

5

Este relato nos permite recordar que hasta no hacen muchos años atrás, aún se veían lavanderas en el Río Chico.

httpwww.google.com.arimagesum=1&hl=es&rlz=1G1GGLQ_ESAR408&biw=1280&bih=586&tbs=isch%3A1&sa=1&q=%22lavanderas%22&btnG=Buscar&aq=f&aqi=g10&aql=&oq=&gs_rfai=

Tuve conocimiento a través de don Félix Infante, que en el año 1943 durante la

Intendencia de Eliseo Soaje Echagüe, el gobierno construyó un lavadero en la banda derecha del Río Xibi-Xibi (hoy Archivo Municipal). Esta estructura, se hizo con el objeto de que las mujeres en general dispusieran de un espacio cómodo y a resguardo de las inclemencias del tiempo para ejercer la tarea de lavado, que como supimos siempre, la realizaban para las familias más pudientes de la ciudad. Increíblemente, las lavanderas jamás aceptaron de buen grado ser desalojadas de la playa para ubicarse en un lugar higiénico y protegido. Este se había levantado en la prolongación de la calle Lamadrid. Las protestas se exteriorizaron aduciendo que no había espacios apropiados para secar las prendas ya lavadas. Ante este cuestionamiento, se trató de organizar un terreno colindante para llevar a cabo ese objetivo, pero jamás llegaron a aglutinarlas porque las lavanderas del Río Chico no se dejarían coartar la libertad de elegir sus propios rincones, a lo largo de la milenaria playa. En su pobreza... tenían la dignidad para hacerse cargo de la anarquía de su trabajo.

Sin duda quienes hoy lean este breve relato, recordarán con cariño y nostalgia a estas bravas mujeres que en tiempos pasados ayudaron a que en los hogares jujeños, esta agotadora tarea fuera más llevadera.

Ni frío ni calor eran obstáculos para verlas recorrer las calles de la ciudad. Fueran frágiles o fuertes, no tenían alternativas pero la tarea que realizaban siempre estaba a tiempo en la semana. Para ellas, las estaciones del año no eran diferentes. No había quejas por la lluvia, el frío o el calor. Nada las detenía ni tampoco se doblegaban. Estaban allí, seguras y confiando siempre que no faltara ropa sucia en los hogares adinerados, ya que este jornal permitía luego llevar el precario alimento a sus casas. Al recuerdo de las lavanderas del Xibi-Xibi puedo agregar pensamientos del escritor Carlos Hansen de su libro «Motivos del solar jujeño». Describe a Jujuy «... rodeado por dos brazos de cristal que se unen detrás del c e m e n t e r i o en el trecho luminosamente llamado Punta de Diamante...». Al Río Grande lo identifica turbulento, temible, caudaloso, turbio,

altanero. Por ello es que “... las mujeres no lo utilizaban para lavar la ropa, porque le tenían miedo...». Según sus palabras, «... este rio no acoge a nadie con amabilidad, salvo aquellos muchachotes grandes que se animan a pescar en sus entrañas...». Su caudal parece aguas montoneras, que todo lo arrasan. Por ello que «... las mujeres no lo quieren porque a muchos de sus hijos se los llevó para siempre...».

Page 6: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

6

En su bella descripción el tliee que «... las hijas de la pobreza, de la escasez y el infortunio recurren al manso Xibi-Xibi...» y agregaba «... porque éste pocas veces se embravece...». Allí las lavanderas, de trecho en trecho y en cuclillas golpeaban la ropa en las piedras redondas y limpias. «... Son trapos de ricos y trabajan para ellos todo el día...» Calor, frío, lluvia, pero siempre estaban. Después de asolear las prendas, éstas se recogían y se dirigían a la choza para continuar al día siguiente con la misma tarea, l a s bateas o los grandes bultos que cargaban en sus sufridas cabezas, permitían conseguir unas monedas más a sus pobres vidas devastadas y con escasos horizontes...

httpwww.google.com.arimgresimgurl=httproble.pntic.mec.es~jtrinidaimageslavanderas.jpg&imgrefurl=httproble.pntic.mec.es~jtrinidaambiente.htm&usg=__hJhHlf7irDh0XmwvRFszC4pl_6A=&h=263&w=400&sz=36&h

También los soldados del Regimiento, fueron concurrentes asiduos a los lavaderos del Río

Chico ya que conversando con el Ing. Jorge Linares, me contaba que en el año 1950 durante su tiempo de Servicio Militar ellos eran conducidos por suboficiales desde los Cuarteles, cruzaban Ciudad de Nieva descendían por las barrancas próximas al Río para lavar las sábanas y prendas personales. Así pasaron por nuestro recuerdo las lavanderas del Río Chico que en su momento formaron parte del paisaje cotidiano de nuestra Tacita de Plata y que hoy pertenecen a un tiempo imborrable de nuestro pasado. Ellas trabajaron mucho y duramente para incorporarse total merecimiento y honores, a la larga historia de Jujuy. A estas mujeres...todo nuestro cariño y respeto. Como no quiero traerlas a este presente solamente con mis palabras, incluyo un poema de Andrés Fidalgo donde su presencia marcó un hito en la memoria colectiva de todos los que conocieron el duro trajinar de sus cansadas existencias.

Fuente: MONTALVETTI, Martha: “Una larga Historia, Jujuy, su gente”, 2da Edición, Editorial MILOR, 2005, Pág. 277, 278, 279,280.-

Page 7: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

7

Remembranzas

LAS LAVANDERAS

Entre la década de los años 20 y 30, había en Salta un oficio a cargo de mujeres, que prestaban un servicio muy necesario y permanente en la ciudad adormecida, de días plácidos y tardes tibias. Este oficio era el de lavandera.

Las lavanderas eran imprescindibles para la vida hogareña de la Salta de esos días, ya que eran quienes mantenían la higiene y la elegancia, entre las familias que podían darse el lujo de no lavar toda la ropa en casa. Por lo general las lavanderas habitaban cerca de las riberas del río Arias, en los otoños y en los inviernos largos, por el viejo cauce que le eliminó la entonces Dirección de Irrigación de la Nación.

Llegaban estas mujeres caminado hasta la zona céntrica de la ciudad, donde trataban con tono de humildad bondadosa, sobre las condiciones del trabajo. Llegaba acompañada de una hija menor de unos ocho años, o una nieta, que solía mirar azorada a la patrona, mientras agarraba una amplia y larga falda de su madre o abuela.

El trato era verbal y hecho poco menos que con monosílabos. Debía lavar las sábanas, fundas de almohadas y en general las llamadas "piezas grandes", donde estaba incluidos manteles y servilletas. También se sumaban algunas prendas de vestir, aunque no muchas. Entonces la lavandera partía con un gran atado hecho con una sábana blanca que portaba sobre su cabeza erguida, recta, conservando el equilibrio de la carga con una extraña naturalidad que le venía desde muy lejanos tiempos.

Page 8: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

8

La labor cobraba contornos especiales durante la época tibia que comienza en el mes de agosto. Las aguas del río Arias corrían todavía lentas y cristalinas, y a lo largo de la orilla, allá por el cruce de la calle Córdoba, se juntaban las lavanderas, que solía conversar en el descanso, entre sábana y sábana, que tenían jabonadas, semisumergidas en el agua, bajo la sombra incipiente de sauces de hojas maduras de tierno verdor, que comenzaban a acrecentar su sombra para esos días.

Los chicos, los changos, con botellas perforadas iniciaban sus prácticas pesqueras, atrapando mojarritas que más de una vez, en una lata sobre un improvisado fuego, fritaban y comían y cuando se acercaba a ofrecer a la madre o abuela lavandera el inesperado manjar íctico, eran rechazados con agrias protestas, pues la infantil gentileza amenazaba con poner lunares de aceite en la albura de las sábanas recién lavadas. Mientras se cumplía esta labor, cerca de las lavanderas, pero más adentro de las aguas del brazo del río, estaba los carros y carretas.

Unos lavando los tablones de la caja para aliviarlas del hedor de alguna carga poco recomendable y otros cargando ripio, que a paladas iba llenando poco a poco el carro, mientras los bueyes con los ojos entornados, rumiaban plantados con el agua cerca de los codos, inmutables como verdaderas estatuas.

Page 9: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

9

Más allá, entre el monte que solía circundar la orilla derecha del río, se escuchaba el ruido de las hachas porque había cebiles, que eran abatidos sistemáticamente, para convertirlos en leña que alimentaba las necesidades hogareñas de la ciudad.

De vez en cuando algún muchacho lograba pescar un dorado, de esos que inesperadamente llegaban al lugar desde aguas arriba, y exclamaciones de asombro corrían a lo largo de la orilla, donde interminablemente se escuchaba el golpe acompasado de las lavanderas de manos morenas, curtidas por el agua, cuya piel mostraban esas llagas pálidas de bordes inflamados, que causan las excesivas inmersiones de la piel.

Cuando el sol comenzaba a declinar y a alargarse las sombras, las lavanderas "churmaban" la ropa. Algunas hacían breve descaso para amainar la agitación de su aliento y continuaban torciendo las grandes sábanas de hilo, para extraerles el agua.

Ya envueltas en la penumbra regresaban a la casa pobre donde cruzaban los patios de tierra, cercados de "quinchas", los alambres de fardo usados como sogada para secar la ropa. Después del planchado acomodaban cuidadosamente las prendas lavadas, inmaculadas en su blancura, y caminado con el atado sobre la cabeza, llevando siempre a la pequeña agarrada a la pollera, distribuían la ropa limpia, percibiendo en pacientes esperas, la magra paga por su labor.

Nadie recuerda cuando se fueron del río las lavanderas. Fue seguramente cuando comenzaron a funcionar los lavarropas eléctricos, otro de los adelantos que nos hicieron perder parte de ese pasado amable y tranquilo que tuvimos alguna vez.

Fuente: "Crónica del Noa" -20/06/1982.

Page 10: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

10

Relatos recopilados por la historiadora María Inés Garrido de Solá

Lavanderas, Limpieza Y Confidencias

("Las Lavanderas" - Joaquín Vayreda-1887)

Aunque ya a principios del siglo XIX, se idearon las primeras lavadoras de manivela (la ropa se metía en una caja de madera con agua y se hacía girar con una manivela), eran pocas por no decir casi ninguna, las familias que disponían de ellas.

(Las primeras lavadoras de manivela - Postal de 1910)

Durante la edad Media el lavado de la ropa se hacía una vez cada quince o veinte días, y bastantes años más tarde, una vez a la semana.

Page 11: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

11

("Lavanderas"-Casimiro Sainz-siglo XIX- Colección particular Madrid)

Las mujeres lavaban la ropa de su propia familia, habitualmente ayudada por alguna de sus hijas.

("Niñas lavando la ropa "-foto de Eulalia Abaitua-Museo Vasco- finales siglo XIX)

Si la familia era pudiente, el lavado lo realizaban, previo pago, mujeres que se dedicaban a tal fin: La Lavanderas. En uno u otro caso el proceso era el mismo. Antes de que clareara el día, ya fuera invierno o verano, hiciera frío o calor, salían las lavanderas camino del río o el arroyo, que a veces distaba varios kilómetros, cargando un enorme lío de ropa sucia, bien sobre sus cabezas, bien en grandes cestos de

Page 12: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

12

mimbre o bien envuelta en un hatillo de tela de algodón, y un buen trozo de jabón que ellas mismas confeccionaban.

(Lavadero en 1906 - Fotografía de Julio Muñoz - Fotos con Historia)

A orillas de la corriente, arrodilladas sobre una piedra o madera, se daban en primer lugar a la tarea de enjabonar la ropa, golpearla con un mazo sobre la piedra y restregarla con ceniza para quitarle la mayor suciedad posible.

("Lavanderas en el río" - Cecilio Pla-1897 - La Ilustración Española)

Page 13: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

13

Posteriormente la esparcían extendidas sobre la hierba a fin de solearla y que el sol fuera quintando las posibles manchas o el color amarillento. De cuando en cuando rociaban las prendas con agua para que no se secara.

(Lavanderas - Sin datos)

Una vez soleada, de vuelta a enjabonar, restregar y por último darles varios enjuagados y volverlas a esparcir sobre la hierba para su secado. Esta labor llevaba todo el día, y al caer la tarde, se procedía a recogerlas, doblarlas y volverlas a meter en los cestos para emprender el regreso.

Page 14: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

14

("Pretendiendo a la lavandera"-Rafael de Latorre-siglo XIX-Colección particular)

Podía ocurrir que por inclemencias del tiempo la ropa no se hubiera secado. En este caso la vuelta había que hacerla con la ropa mojada (duplicando así su peso), y procurar por todos los medios de secarla en casa de todas las maneras posibles, la mayoría de las veces, al calor de una candela. De cuando en cuando algunos galanes solían acercarse al lugar de lavado para agasajar a las lavanderas casaderas. Entraban en conversación y algunos las ayudaban a cargar con la ropa limpia a la vuelta. Las mujeres que se dedicaban al oficio de lavanderas, realizaban esta labor todos los días, ya que era el medio de llevar un pequeño jornal a casa. Estas mujeres a lo largo de años de duro trabajo, sufrían un gran desgaste en su cuerpo, tanto por ser un trabajo muy duro, como por el continuo contacto con la humedad del agua y del suelo. Era uno de los trabajos más sacrificados.

(Lavanderas de Córdoba-fotografía de Jeant Laurent-finales siglo XIX)

El lavado en los lavaderos de los patios o corrales se efectuaba en un lugar más apartado de los mismos adecuado para tal fin. Allí estaban dispuestas un número considerable de pilas de piedra, alineadas unas junto a otras.

Page 15: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

15

(Antiguos Lavaderos de La Orotava-Principios siglo XX - foto tertuvliavillera)

Se usaban por turnos de días, pues no había suficientes pilas para todas las vecinas que las demandaban, por lo que cada una tenía asignado un día para realizar su colada. La noche anterior al lavado, y una vez separada la ropa blanca de la de color, procedían a sacar agua del pozo del patio o corral, o de la fuente más cercana para llenar la pila, y allí metían la ropa blanca con una mezcla de ceniza y jabón, dejándola toda la noche en remojo para que la limpieza fuera más efectiva. Cada lavandera disponía de una tabla de lavar, consistente en una tabla de madera con ranuras horizontales contra la que restregaban las prendas. De ahí, y una vez bien exprimidas, eran introducidas en otro recibiente, bien de madera, bien de zinc, su aclarado. De nuevo vuelta a escurrir . Las prendas de gran tamaño como las sábanas, eran exprimidas entre dos vecinas por el método de retorcer. Cada una tomaba un pico de la prenda y la iban retorciendo en el sentido contrario a la otra. Y por último tenderla en los tendederos, hechos de cuerda y que se elevaban con ayuda de una “tranca”, especia de palo con la punta en forma de horquilla en la que se metía la cuerda para después subirla y dejarla a una altura considerable para que su secado fuera más rápido. Tanto el lugar de lavar la ropa, ya fuera el río o el arroyo, o el lavadero del corral o del patio llegaba a ser en ocasiones el mentidero del mismo.

(Lavanderas en 1927 - fotografía web Badajoz Ayer y hoy)

Page 16: Historia Lavanderas Rio Xibi Xibi

DIRECCION GENERAL DE PRENSA Y COMUNICACIÓN Avda. El Éxodo 215 – te. 0388-4020094

www.sansalvadordejujuy.gov.ar

SAUL RUBEN ALBERTO ZULEMA SOTELO Prof. Historia, Cs. Jurídicas y Políticas Arquitecta Dpto. de Preservación del Patrimonio Dpto. de Preservación del Patrimonio Arquitectónico

16

Allí se contaban todos los chismes, se decían todos los dimes y diretes, y se hacían las confidencias más inconfesables. Tampoco faltaban las discusiones entre vecinas por aquello de que “tú le dijiste a Fulana que lo le había dicho a Mengana…” o “mira dile a tu chiquillo que no se meta más con el mío, que como yo me meta “por medio” se va a liar la de Dios es Cristo…” y en fin por otras cosas triviales que eran provocadas por la convivencia diaria, y que no había lugar ni momento mejor para sacarlas que en los lavaderos. Había ocasiones en las que incluso dos vecinas llegaban a las manos y se daban una a otra una soberana paliza entre bocados y tirones del pelo, teniendo que ser separadas por las compañeras de lavado. Aunque no era un caso muy común, había veces en que alguna vecina listilla, envidiosilla, o tal vez necesitada, se adueñaba de la prenda de otra. Esto, si era descubierta, era uno de los más justificados motivos para enzarzarse en una pelea. En este caso, las demás, reprendían severamente a la hurtadora.

("El Lavadero"-Andrés de Santa María 1887 - Museo Nacional de Colombia)

Al final del día, cuando ya toda la colada estaba limpia y seca, cada una se metía en su sala con su cesta de ropa y todos tan contentos, que las peleas y trifulcas de los corrales, como el “dolor de la suegra”, pasaban pronto. Ya en la segunda mitad del siglo XX las lavadoras se fueron introduciendo en la mayoría de los hogares, pasando a segundo plano el lavar en las pilas, y con ello, la dura tarea del lavado y el sacrificado oficio de las lavanderas. Fuente: http://saboranejo.blogspot.com/2009/06/lavanderas-y-lavaderos-limpieza.html