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CAPITULO II
GÉNESIS DEL SABATISMO CRISTIANO
Y SU LLEGADA AL CONTINENTE
AMERICANO
“EL SÁBADO ES UN DÍA PARA PERMITIR QUE EL CREYENTE MUERA Y
RESUCITE CON CRISTO”
FELIPE MELANCHTON
1
I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS: EUROPA
A) SABATISMO ANTES DE LA REFORMA
Poco es lo que se conoce de todos aquellos que hacían fluir la corriente
sabática en la época de los pre-reformadores. Toda esta corriente corría a
cualquier costo dentro de la historia del cristianismo, con sus doctrinas
particulares bajo un contexto muy hostil y cerrado.
Mucho podría, no obstante, escribirse sobre el tema. No es mi objetivo,
detenerme en la controversia sabático-dominical que se dio en los primeros
siglos del cristianismo hasta el establecimiento de la ley dominical de
Constantino del año 321 D.C.
Ni tampoco su seguimiento total en la Edad Media, sin embargo para poder
entender realmente al Sabatismo y lograr ubicarnos en él adecuadamente, es
necesario rastrear un poco su desarrollo previo a los acontecimientos
reformadores.
Desde el siglo XI en Escocia, se sentía ya un espíritu sabatista en las Iglesias
Celtas1. Esto lo han confirmado dos reconocidos eruditos británicos de este
siglo, el Reverendo Dr. Graves, (Obispo de Limerick, un pilar de la Iglesia Anglo-
Irlandesa), y Sir Samuel Fergusson, (Abogado y consejero distinguido de la
Reina de Inglaterra), presentaron sus descubrimientos a la sorprendida
comunidad intelectual británica. Estos caballeros probaron que los
antiguos escritos celtas descubiertos en tumbas y templos antiguos en Irlanda
y Escocia no eran escritos de los últimos siglos, sino, relacionados y
1 “Ellos mantenían que el sábado era propiamente el Sabbath en el que se abstenían de trabajar”, Celtic Scotland, Vol. 2, p 350.
2
prefechados al antiguo latín. Éste y otros descubrimientos revelaron que la
primitiva Iglesia Celta observadora del séptimo día se originó durante la
ocupación romana de Britania2. Hay otros testimonios al respecto3, algunos
como John Kiesz (Sabatista simpatizante de la escuela sectaria) afirman tener
razones para creer que ha habido sabatistas en todos los siglos, algunos en el
desierto, y otros alrededor de los Alpes. En su tiempo, ellos eran conocidos con
diversos nombres tales como: Nazarenos, Cerintios, Hypsistari, y después como
Vaudois, Cathari, Toulousos, Albigenses, Petrobusios, Passagi y Valdenses.4
Existen otros nombres según Robinson, asignados a estos, como es el caso de
algunos Waldenses de los Alpes en el siglo XII, que eran llamados Sabbati,
Sabbatati, Insabbatati, pero más frecuentemente Insabbatati.
"Se dice que eran llamados así por la palabra hebrea Sabbath, porque ellos
guardaban el Sábado como Día del Señor"5.
En el caso del apelativo Petrobrusios, se debe al francés Peter de Bruys que
agitó el sur de Francia enfatizando el día de adoración reconocido entre las
Iglesias Celtas de las Islas Británicas, el séptimo día del cuarto mandamiento.
Predicaba el evangelio del reino esforzándose en reformar los abusos y
remover la superstición.
El Dr. Hahn, refiriéndose a los Sabatarios Pasagini dice, "La expansión de la
herejía en este tiempo es casi increíble. Desde Gulgaria hasta el Río Ebro,
desde el norte de Francia hasta el Tiber, por todos lados los encontramos.
Países enteros son infestados, como Hungría y el sur de Francia; abundan en
2 Our Sabbath Heritage. “A Call to Unite in Proclaiming our Precious Sabbath Heritage to the World” Arrabio, James California, 1996.3 “Trabajaban en Domingo, pero guardaban el Sábado de una manera sabática...Estas cosas las abolió Margarita”. A History of Scotland from the Roman Occupation. Vol. 1, p. 96.4 Kiesz, Jonh. A History of the Sabbath and Sunday, p. 23.5 Robinson, General History of the Baptist Denomination. Vol. II, p. 413.
3
muchos países, en Alemania, en Italia, en Holanda y aún en Inglaterra todos
sus esfuerzos"6.
Robinson entiende que los Passaginios o Passagii eran aquella porción de
Waldenses que vivían en el paso de las montañas, de ahí su nombre de
Passageros; pues vivían en los pasos o pasajes de las montañas, y subsistían
de los viajeros a quienes guiaban, o viajando para comerciar7.
En español Passagini significa peregrinos, y se puede entender en un sentido
misionero y espiritual.
Los Sabatarios fueron perseguidos y considerados heréticos desde tiempos
antiguos, por lo que en la Edad Obscura eran no gratos a los ojos de la iglesia
dominante, la Iglesia Católica Romana. Es difícil poder hacer un seguimiento
histórico exacto de todos y cada uno de estos grupos por la poca información
disponible, y porque ellos mismos vivían aislados, o en forma clandestina para
poder subsistir, sin contar los que fueron exterminados.
Un caso interesante es el de los Cathari, esto es, puros o puritanos (no
confundir con el puritanismo inglés del siglo XVII), de los que se sabe vivieron
en Colonia, Flanders, Savoy, y Milán, y en gran número.
De ellos se expresaba: "En este año (1163 d.C.), ciertos herejes de la secta de
los Cathari, provenientes de las partes de Flanders hasta Colonia, habitaron
secretamente un granero cerca de la ciudad. Pero, como en el Día del Señor no
fueron a la iglesia, fueron tomados por los vecinos y detectados. Siendo traídos
ante la Iglesia Católica, y examinados respecto a su secta sin ser convencidos,
sino más tenazmente persistiendo en su doctrina y resolución, por lo que
fueron expulsados de la iglesia, y entregados en manos de los laicos. Estos,
6 Dr. Hahn, Geschichte Der Ketzer, p. 1, 13, 14.7 Andrews, J.N. History of the Sabbath, p. 417.
4
llevándolos fuera de la ciudad los entregaron al fuego: siendo ellos cuatro
hombres y una pequeñita”8.
Fue gente que por sus convicciones prefirió morir, como muchos otros
cristianos y pre-reformadores en la historia. El sabatismo era parte de esas
convicciones, el cual consideraron su deber cristiano.
Es de llamar la atención que los Cathari guardaban la ley de Moisés
literalmente incluyendo así la circuncisión. Sostenían también que Cristo el Hijo
de Dios no era igual al Padre, y no creían en la Trinidad.
Un respetable autor francés y protestante, Rev. Peter Allix, cita en su libro
buena información sobre los Cathari, haciendo referencia a ellos por
testimonios anti-sabatarios de varios autores romanos del siglo XII9.
Es entendible que muchos hombres y mujeres, comunidades del séptimo día,
fuesen perseguidas en semejante tiempo, mas no justificable, porque con todo
y sus "raras o particulares doctrinas", sobre cualquier aspecto erán seres
humanos, con una fe y convicción que les dio fuerza para subsistir hasta la
libertad y con ella la institucionalización de su religiosidad.
Para el siglo XIII, los Waldenses parecen ser protagonistas, y los mas críticos de
los Sabatarios existentes en ese tiempo, sobre todo en Francia. Por ejemplo, el
Dr. Allix nos dice: "Ellos dicen que el bendito Papa Silvestre era el Anticristo de
quien se habla en las epístolas paulinas como el hijo de perdición. (También
dicen) que el guardar el sábado debe llevarse a cabo"10.
Esto obviamente les acarreó muchos problemas y el rechazo general.
Para entonces la Inquisición en Francia ya estaba en activo, buscando acabar
con todo disidente de la Iglesia Romana, destruyendo sus posesiones y
8 Ibid, p. 416.9 Allix, Peter. Ecclesiastical History of the Ancient Churches of Piedmont, pp. 168, 169.10 Idem.
5
prohibiéndoles la posesión de libro alguno del Antiguo o Nuevo Testamento. No
obstante, el control de todo brote "herético" no fue posible, ni erradicado del
todo como veremos mas adelante, a pesar de que se va a recrudecer en los
siglos XVI y XVII.
En la tardía Edad Media ya entrado el siglo XIV los Waldenses aparentemente
por la misma persecución inquisitorial se fueron esparciendo mas hacia el
centro y el oriente europeo, esto es, comenzaron a manar por Austria, Bohemia
(República Checa moderna), Alemania del Norte, Brandenburgo, Thuringia, y
Moravia11.
Recuérdese que el siglo XVI fue el siglo de la "crisis" feudal y de la liberación
campesina. Sin embargo, esta liberación campesina no fue general. A través de
la "crisis" feudal se lleva a cabo una vasta revolución: La empresa rural ya no
estaba, en muchos casos, dirigida por los señores, sino por los campesinos,
que liberados de la condición feudal, no llegaron a mejorar su situación en el
plano económico, aunque si lograron mejorarla, en el plano de las libertades
civiles.
Esto permitió en parte el flujo de grupos sabáticos al oriente por el norte de
Europa donde se enlazaban mejor los medios de comunicación y el comercio. Y
por donde, desde Inglaterra hasta el norte de los Alpes, se verificaban
diferentes revueltas sociales y levantamientos revolucionarios que motivaban y
fortalecían el espíritu de la Reforma de la Iglesia.
Ahora bien, Erasmo, según Cox, habló de lo estricto que los Waldenses de
Bohemia guardaban el séptimo día sábado, y de que ellos eran llamados
también Sabatarios12.
11 Armitage, A History of the Baptists, p. 313.12 Cox, The Literature of the Sabbath Question. Vol. II, pp. 201 – 202.
6
Tal parece, que se estaban tornando en toda una "amenaza" para la
cristiandad. Países como Noruega toman ya sus prevenciones en el Concilio
Eclesial de Bergin, en Agosto 22 de 1435: El primer problema concernía a
guardar el sábado: “Ha llegado a la tierra del Arzobispo, que gente en
diferentes lugares del reino se ha aventurado a guardar el sábado. Queda
estrictamente prohibido, como lo establece, la ley eclesial, que alguien guarde
o adopte días santos, fuera de aquellos que el Papa, Arzobispo, u Obispos
señalen”.13
En resumen, puedo concretar que el sabatismo al principio, se mantuvo
preferentemente en las regiones mas apartadas del poder romano, como fue el
caso de Escocia, después, fue a Irlanda huyendo también de los Bárbaros y de
ahí al centro de Europa, llegando sin temor a la misma Italia, en el Piamonte.
Claro que al acercarse a Roma lo hacían con gran cuidado y en forma
"clandestina" en las montañas (Los Alpes) y bosques debido a la oposición.
Pero desde ahí se organizaban para después avanzar a otros lugares, amén de
la persecución romana que les empujaba. El grupo clave en todo este
movimiento fue, el Waldense, aunque como he descrito hubo muchos otros;
algunos de los cuales desaparecieron, mas el Waldense prevaleció por lo
menos hasta la Reforma. Los Waldenses, cabe hacer notar, se contaron entre
los primeros pueblos de Europa que poseyeron una Biblia traducida14.
Parecían vivir en un constante peregrinar, rechazaban la autoridad papal
considerando a la Biblia como su única autoridad, y arrojando una semilla mas
para la Reforma.
13 Keyser, R. The History of the Norwegian Church under Catholicism. Vol. II p.488.14 Harmon, Elena. El Conflicto de los Siglos, p. 70, 742.
7
La Inquisición los llevó finalmente a situarse en la Europa Oriental donde iban a
tomar nueva fuerza en la Reforma Radical y regresar a occidente hasta llegar a
América buscando libertad en su fe.
B) EL SABADO Y LOS REFORMADORES
Los Reformadores del siglo XVI sostuvieron diversos puntos de vista
sobre el origen y la naturaleza del Sábado. Sus posiciones variaban
según su entendimiento en cuanto a la relación Antiguo y Nuevo
Testamento, y obviamente dependían mucho de su reacción en contra
del legalismo o la superstición posible no solo del domingo sino de toda
festividad religiosa.
Es claro que la Reforma no dio a luz a los Sabatarios, porque los líderes
de la Reforma, como un cuerpo, no fueron muy amistosos a tales puntos
de vista. Por el contrario, estos observadores del Sábado parecen ser los
herederos o el remanente de las iglesias sabáticas antiguas. Esto
significa que el Sabatismo no era algo nuevo ni aún para los
reformadores mas conocidos.
Para entender la oposición, en general, de los reformadores al Sábado se
tiene que tomar en cuenta lo siguiente:
a) La gran Reforma del siglo XVI surgió del mismo seno de la Iglesia
Católica Romana, anti-sabatista ab initio.
8
b) Los reformadores antes que ver al Sábado como cristiano, lo vieron
como judío por causa de la tensión Antiguo y Nuevo Testamento
existente en aquel tiempo, en el ámbito teológico.
c) Los principios de Sola gratia y Sola fide, parecen contraponerse con
la ley, el Sábado y todo lo que lo envuelve sonaba solo a legalismo, y
salvación por obras; en otras palabras: Antireforma, Judaísmo o Antigua
Dispensación.
d) La tradición y el peso de al menos doce siglos no sabatarios eran
muy fuertes como para hacerlos a un lado.
e) Los Sabatarios eran minoría y no se habían desarrollado
teológicamente lo suficiente como para corregir o depurar algunas
doctrinas judaizantes que solo opacaban u obstaculizaban el
sabatarianismo cristiano, haciendo de éste, uno mas bien judaizante.
Para Lutero, el Sábado en este sentido solo podía ser, "una institución
mosaica especialmente destinada al pueblo Judío"15.
En el Gran Catecismo de 1529, Lutero explica que el Sábado: "Es algo
superado, como las demás ordenanzas del Antiguo Testamento que
estaban sujetas a determinadas costumbres, personas y lugares, pero
ahora, hemos sido liberados por Cristo"16.
La confesión de Augsburgo de 1530 en su artículo 28 dice que: "La
Escritura ha abrogado el Sábado; pues enseña que desde la revelación
del evangelio todas las ceremonias mosaicas quedan eliminadas". No
obstante, Lutero realizó encomiables esfuerzos para contrarrestar dos
15 Bacchiochi, Samuel. Reposo Divino para la Inquietud Humana, p. 48.16 El Gran Catecismo, p. 174.
9
amenazas: por un lado la de los antinomianos radicales, que negaban la
necesidad de observar ningún día, y por otra la de los legalistas
católicos y reformados, que defendían la santificación de las fiestas
como "necesaria para la salvación"17.
Todo esto iba contra el principio de la "Justificación por la fe", y había
que corregirlo.
En respuesta a un antinomiano, Lutero escribió en 1541:
"Si anteriormente hable o escribí con dureza contra la ley, fue porque la
Iglesia Cristiana estaba sobrecargada de supersticiones que ocultaban y
hasta sepultaban a Cristo;... pero en cuanto a la ley en si, yo nunca la
he rechazado"18.
Por otro lado, Melanchton aunque más ecuánime, siguió a Lutero en
cuanto al Sábado.
Calvino rechazó la antítesis luterana entre la ley y el evangelio, y en su
esfuerzo por mantener la unidad básica entre el Antiguo y Nuevo
Testamento, Calvino cristianizó la ley, espiritualizando por lo menos en
parte, el mandamiento del Sábado19. "Esto influyó sobre el Sabatismo,
en especial en el de los puritanos angloamericanos, aceptando que el
Sábado es una norma establecida en la creación, y anterior a la ley. Para
Calvino el Sábado cristiano será el domingo, y es una institución
pragmática ya que esta destinada a cumplir tres objetivos básicos:
17 Confesión de Augsburgo, p 25.18 Cox, op. cit. p. 388.19 Bacchiocchi, op. cit. p. 53, 246.
10
Permitir que Dios obre en nosotros, proveer tiempo para la meditación, y
proteger a los asalariados”.20
Hubo algunos sin embargo, entre los reformadores protestantes que le
dieron consideración al sábado como reforma. En particular, un profesor
de universidad llamado Carlstadt (Andrés Bodenstein). Al principio
Carlstadt era un defensor de Lutero, después, debido a sus diferencias
concernientes a la Cena del Señor y la "Autoridad de las Escrituras", se
separaron.
Carlstadt además comenzó a guardar el séptimo día, él difería
esencialmente de Lutero en cuanto al uso del Antiguo Testamento. Para
él la ley de Moisés estaba aun vigente, mientras que Lutero tenía una
fuerte aversión a lo que él llama una religión legal y judaizante.
Carlstadt se mantenía en la autoridad divina del sábado del Antiguo
Testamento y Lutero creía que los cristianos eran libres de observar
cualquier día como sábado21.
Lutero opinó acerca de Carlstadt lo siguiente:
"En verdad, si Carlstadt fuera a escribir mas sobre el Sábado, el
Domingo tendría que cederle terreno, y el Sabbath, esto es, el Sábado,
deberá guardarse; él nos haría verdaderamente judíos en todas las
cosas, y nos circuncidaríamos...”22.
En la Confesión de las Iglesias Suizas se declara que:
20 Calvino, Juan. Institutes of the Christian Religión, p. 343.21 Kiesz, op. cit. p. 29, 30.22 Ibid, p. 30.
11
“La observancia del día del Señor no esta fundada en ningún
mandamiento de Dios, sino en la autoridad de las iglesias; y, que la
iglesia altere el día a su conveniencia”23.
Se puede ver con todo esto que el sabatismo no fue apoyado
directamente por la Reforma, y tuvo siempre que remar contracorriente.
Sin embargo, la Reforma le abrió paso a aquellos que querían purificarse
aun más de toda ”corriente romana” entre ellos los sabatarios, aunque
el domingo iba según ellos en esta corriente.
Por esta razón, fue difícil entablar históricamente un diálogo entre
ambas posturas, solo seguiría la persecución ante la indiferencia de la
Reforma. Lutero una vez escribió:
“Me he enterado que en Austria y Moravia ciertos judaizantes apoyan el
sábado y la circuncisión; si continúan con tal astucia, no dejándose
amonestar por la Palabra de Dios, ciertamente causarán muchos
males”24.
¿Cuántos males habrán causado estos? O más bien, ¿Cuántos males se
les habrán causado a éstos hasta ahora?, Podríamos decir que la
Reforma dio y recibió en parte del sabatismo apoyo en la lucha que
pretende volver a un cristianismo más auténtico y simple.
El movimiento reformatorio de la iglesia al parecer, es y debe ser un
proceso continuo para su desarrollo, crecimiento y actualización. A
través de la historia, la iglesia ha sufrido una serie de transformaciones,
unas lentas y otras más rápidas, pero generalmente cambios que traen
23 Andrews, J.N. op. cit. p. 434.24 V. Bacchicchi. From Sabbath to Sunday: A Historical Investigation into the Origin of Sunday Observance in Early Christianity, p. 20.
12
nuevas opciones y que buscan una mejor respuesta al contexto histórico
en el que se desarrollan.
Una de estas reformas fue lo que se conocen como la Reforma radical.
C) LA REFORMA RADICAL Y LOS SABATARIOS
La figura clave de la Reforma, Matín Lutero, se mostró como un liberador
“subjetivo”, pero luego apareció uno que buscaría la liberación social,
Thomás Müntzer, con él podría decirse, iniciaba la Reforma Radical25.
Entre otras innovaciones, Müntzer, la personificación de la inquietud
social y religiosa, germanizó la liturgia y mandó tallar los Diez
Mandamientos en unas tabletas que colocó de manera visible en la
iglesia de San Juan. Él junto con otros predicadores radicales sostenía la
teoría de que, una vez derribada la autoridad papal, lo que debía
prevalecer en los territorios evangélicos era la ley de Moisés. También
en el sermón de los príncipes reinterpretó los pies de la estatua de
Daniel como la cristiandad feudal y papal, quinto reino que será
destruido por la piedra, Cristo26.
Todo esto es importante porque iba a influir en el sabatismo
posteriormente. Carlstadt aunque mas conservador y pacifista simpatizó
con el movimiento campesino con el que Müntzer luchaba. Es probable
que haya tenido influencia de él, o al menos algo es seguro, Müntzer
25 V. Balderas Vega G. La Reforma y la Contrareforma, p. 95.26 Williams H. George. La Reforma Radical, p. 76.
13
viajó por Bohemia y el área sabatista de la época influyendo en ella al
menos un poco.
La Reforma Radical era el espacio para expresar y proponer
purificaciones al establishment, o confrontar lo que para ellos no era
todavía reforma, esto es, se veían como los reformadores de la Reforma.
Carlstadt, sabatista con el tiempo, fue de los primeros que impulso el
bautismo en los adultos, y el primero en “celebrar una comunión
protestante” en diciembre de 1521.
Sebastián Franck en 1538, revela un interés fuerte en algunos por el
Decálogo, al censurar a los teólogos que tenían el atrevimiento de
declarar que los cristianos piadosos no necesitaban conocer mas
doctrina que la contenida en los Diez mandamientos y en el credo de los
Apóstoles.
En Hungría y Lituania fue muy prominente el uso de la lengua hebrea
por los predicadores, lo que llevó a una corriente filosemítica, además
de un énfasis en el Antiguo Testamento, como fue en el caso de Simón
Budny. En Rusia, fue más allá todo esto, al ser rechazado el Nuevo
Testamento con un movimiento semi-judaizante que basaba su religión
en el Decálogo27.
Por otra parte, en España algunos “marranos” o “cristianos nuevos”
convertidos del judaísmo al cristianismo emigraron a Italia,
continuadores del Waldesianismo radical y anabaptistas o
27 Ibid, p. 817.
14
rebautizadores, optaron por el filo-hebraísmo como los socinianos de
Polonia28.
El primer observador del sábado en España fue Constantino de la Fuente
en 1560.
Algunos radicales judaizaron con un legalismo de corte Vetero o
Neotestamentario. Los sectarios radicales se identificaban así mismos
con el sufriente pueblo de Israel, lo cual facilitó la transmutación del
Evangelio en Ley. Todo este ambiente permitía el fluir de corrientes
sabatistas dentro de la Reforma Radical junto con la ola antitrinitaria en
Europa.
Dos ex-sacerdotes católicos convertidos al Anabaptismo para luego
adoptar el sábado fueron muy importantes en el movimiento sabatista
en la Europa del siglo XVI, Osvaldo Glait y Andrés Fischer. Ellos decían
que el sábado no podía ser parte de la ley ceremonial, porque había sido
instituido en la creación, por lo tanto es parte de la ley moral y esta en
vigencia29. Afirmaban que el cambio de sábado a domingo lo había
hecho los papas Víctor y Constantino.
Fischer desarrolló una infatigable labor en Silesia, Moravia y Polonia, sus
seguidores fueron los artesanos, mineros y pequeños propietarios
rurales; y se protegía con el apoyo de algún caballero del ayuntamiento
que simpatizara con su doctrina.
Fischer predicaba la comunidad de bienes y de mujeres, su teología iba
muy acorde a la del Antiguo Testamento. En 1529 él y su esposa fueron
28 Ibid, p. 920.29 Maxwell, Marvyn C. Dilo al Mundo. La Historia de los Adventistas del Séptimo Día, pp. 68 , 266.
15
sentenciados a muerte, ella por ahogamiento y él en la horca. Aunque
Fischer logró escapar, murió al ser atrapado y arrojado desde lo alto de
un castillo en 154030.
Glait por su parte, a la muerte de su líder y pastor B. Hubmaier en 1528,
se volvió sabatista y antitrinitario, teniendo buena acogida entre los
campesinos más prósperos de Leignitz en Silesia.
Murió al año y medio de ser capturado al ser arrojado al río Danubio, en
1546.
Para el año de 1572, en la comunidad unitaria de Transilvania, Andrés
Erdodi probablemente con otros dos estudiantes de la Universidad de
Padua, predicaba en contra del domingo como día del Señor, y la justicia
social31.
Francisco David, pastor importante de Transilvania abolió el bautismo
infantil, e invitó a Matías Vehe (Glirius), hebraísta y cristiano judaizante,
a Transilvania. Quien influirá para su adopción del sabatismo.
Sostenía que el Antiguo Testamento estaba mas inspirado que el Nuevo
Testamento, la segunda venida de Cristo, el Sábado y la Ley de la
Alimentación. Él y sus discípulos se consideraban sabatistas unitarios.
David murió sabatista, en la cárcel en 1574, mientras la Iglesia Unitaria
rechazaría el sábado gracias al Dr. Blandarta ex – amigo de David32.
La influencia judía fue por tanto factor en el desarrollo del sabatismo al
igual que el énfasis a los diez mandamientos, y el espíritu antitrinitario
30 Ibid, p. 68 , 69.31 Williams, George, op. cit. p. 800.32 Loc, cit, 804, 805.
16
europeo que cruzó desde Servet en España hasta David en Transilvania
(hoy Rumania).
El sabatismo se desarrolló propiamente en la Europa Central de donde
parecía apoyar a las diversas áreas de brotes sabatarios.
En realidad, el sabatismo no se definía del todo en este periodo ya que
lo complejo de la Reforma y la diversidad religiosa lo impedía, así podía
encontrarse: sabatismo anabaptista, sabatismo unitario, sabatismo filo –
hebraico, etc. Una variedad de sabatismos confluían en Europa
buscando su consolidación.
Asimismo, varias de las teologías o doctrinas que hoy suelen acompañar
al sabatismo se forjaron en este periodo, tal es el caso del bautismo por
inmersión de adultos, lo antitrinitario, etc.
Era como un gran panel de conexiones, que de alguna manera iban
contactándose pero en muchas de los casos produciendo mas que
chispas, perceptibles en controversia y persecución.
No obstante, todos los espacios parecen haber sido aprovechados por el
sabatismo, que lejos de morir seguía su marcha a pesar de sus
radicalismos. Y es que se tenía que luchar desde varios flancos, el
sabatario sufría de grandes desventajas en el ámbito social, económico,
político, etc. Por el solo hecho de serlo, su lucha no solo se circunscribía
al campo de la teología.
El sabatismo tendría que retomar nuevos bríos en los países de Europa
sin saber cuan alto sería su costo, y cuan lejano su rumbo.
17
D) INGLATERRA, PLATAFORMA SÁBATICA PARA ÁMERICA –
SIGLO XVII
Es esta una etapa no fácil para toda expresión religiosa en Inglaterra y
que no comulgara con la Iglesia establecida, ejercida principalmente por
políticas religiosas represoras de un lado a otro.
El culto no conformista fuera de la iglesia era perseguido con creciente
rigor; puritanos, sabatarios, bautistas, etc., sufrieron de una u otra
forma.
Mucho se dependía de la posición o simpatía que el rey en turno tuviera
por el protestantismo, catolicismo, anglicanismo, etc.
Se vivían guerras civiles que eran apoyadas por grupos varios como los
Presbiterianos, o los sectarios. Quizá el gobernante más tolerante fue
Oliver Cromwell, hasta con los católicos33.
En este periodo también se da la fundación de las colonias Rhode Island
(1636 – 1638), y la restauración del Presbiterianismo en Escocia (1690).
Fue una etapa, a pesar de todo, de efervescencia sabática desde el
punto de vista sabático – histórico. Surgieron muchos personajes de
diversos trasfondo con fallas humanas como las de los sabatistas
actuales, y que nunca imaginaron lo que iba a desarrollarse. No se
consideraban creadores de una nueva dominación, en realidad ni
siquiera formaban un grupo unificado, se veían solo como un paso
adelante de sus hermanos.
33 Macaulay, Trevelyan. Historia Política de Inglaterra, p. 301.
18
Ya desde el reino de Enrique VIII (1509 – 1547) se levantaban hombres
como John Fryth, asistente de William Tyndale en la traducción de las
Escrituras al inglés, quién murió en el martirio el año de 1533 por sus
convicciones sabáticas34. Y es que al estar en conflicto Enrique VIII con la
Iglesia Papal, permitió libertad religiosa, lo que aglomeró a sabatarios en
su reino y que huían del resto de Europa.
Tanto se sintió el sabatismo en Inglaterra que se levantaron hombres
como: Lancelot Andrews, Bishop White, Richard Baxter, John Bunyan,
Edward Stillingfleet, John Owen, Nathanael Homes, John Wallis, Jeremiah
Ives, y muchos otros a buscar contrarrestar y erradicar el sabatismo, sin
conseguirlo del todo35.
En 1583 nació el controvertido John Traske que en 1611 llegó a Londres
predicando la obediencia a Dios, el ayuno y la prohibición de comidas
impuras, todo esto sin ser aun sabatista. En poco tiempo levanto una
congregación; uno de sus estudiantes, Hamlet Jackson le convenció del
sábado y comenzó a predicarlo vigorosamente en 1614. Proclamaba la
sanidad con la unción del aceite.
Por este tiempo había en Inglaterra dos posturas opuestas sobre el
significado del domingo. La visión tradicional anglicana, sostenida por el
Rey Jacobo como cabeza de la Iglesia de Inglaterra y que veía al
domingo como un nuevo festival cristiano. Había sido establecido por la
iglesia primitiva con el consentimiento de Dios. Era llamado el Día del
34 S.A. Seventh Day Baptists to Sunday: A Historical Investigation into the origin of Sunday Observance in Early Christianity, p. 16.35 Bacchiocchi, Samuel. From Sabbath to sunday: Historical Investigation into the Origin of Sunday Observance in Early Christianity, p. 16.
19
Señor en honor a la resurrección de Cristo, y no tenía conexión alguna
con el sabbath del Antiguo Testamento que fue abrogado en la cruz.
Opuesta a esta postura, un creciente número de puritanos opinaban que
la Biblia no anulaba en ninguna parte el sabbath. Sin embargo, a causa
de la resurrección, el sabbath de alguna forma había sido transferido al
domingo, el cual ahora era el sabbath cristiano. Exactamente como y
cuando fue esta transferencia era tema de mucha discusión36.
El argumento de Traske era simple, el mandamiento del sabbath
permanecía, no había ningún cambio a domingo. Fue sin embargo,
estigmatizado como “judaizante”, a sus seguidores se les llamo
“traskitas”, arrestado en 1616 fue llevado ante la Cámara Estrellada y
sentenciado a ser azotado, expuesto públicamente en Westminster. En
prisión Traske continuó su estudio de la iglesia primitiva y adoptó la
fecha de la Pascua del Antiguo Testamento. Se le acusó entonces de
sedición contra el Rey y la Iglesia, fue mutilado, marcado con una “J” en
su frente y multado con mil libras.
Derrotado se retractó públicamente, y liberado fue de la prisión, a
diferencia de su esposa Dorothy Traske que decidió mantenerse fiel en
su convicción sabatista hasta la muerte en prisión. Él le escribía a su
esposa en prisión, mientras la Sra. Traske no recibía ningún consuelo de
nadie. Ella vivió en prisión 15 o 16 años hasta su muerte, después de ser
capturada al no querer enseñar (como maestra) en sábado en la
36 Bible Advocate. “The Seventh Day Men”, p. 16, 17.
20
escuela. Una mujer muy valiente que solo vivió en prisión de pan, agua y
raíces.
Debió haber sido una persona de considerable capacidad, pues dirigió
exitosamente una escuela preparatoria clásica37. Otro sabatista digno de
mencionarse por razones históricas es el ministro puritano Theophilus
Brabourne, quien publicó en 1628 un libro titulado “Discurso sobre el
Sabbath”, al no tener mucha respuesta dicho libro, lo revisa y enfatiza
más para 1632. Esta ocasión se lo dedica al Rey Carlos I pidiéndole que
como cabeza de la iglesia establezca el sábado. Carlos se ofendió y lo
mandó a la prisión de Newgate por 18 meses, presionándole a
retractarse le cortaron sus oídos y le hicieron firmar un documento que
tomaron como retractación para luego liberarlo. Nótese que el tribunal
de jurisdicción criminal inglés conocido como la Cámara Estrellada, fue
famoso por sus abusos, arbitrariedad y opresión durante el reino de
Jacobo I y Carlos I38.
Brabourne perdió su sueldo de ministro pero siguió predicando el
sábado, y probablemente fundó una iglesia Bautista del séptimo día en
Norwich; más capaz de escribir que Traske, puede reconocersele como
fundador de la secta en Inglaterra, conocida como los Sabatarios.
Con Cromwell surgieron varias iglesias “independientes”; lejos de ser lo
que son las denominaciones modernas, cada congregación se
consideraba a sí misma una parte de la iglesia cristiana. Es decir, los
37 S.A. Seventh Day Baptists in Europe and America. Vol. I, p. 107.38 Macaulay, Treveryan, op. cit. p. 273.
21
“Bautistas” eran un simple y popular nombre dado a aquellas
congregaciones que practicaban el bautismo.
Bautista, no sería un título denominacional hasta el siguiente siglo.
En 1650, un discípulo bautista de Brabourne, James Ockford publicó un
tratado sobre el sábado que propagó rápidamente el sabatismo en
algunas congregaciones bautistas.
Al cierre del siglo XVII ya había en Inglaterra once florecientes iglesias
sabatistas en diferentes partes del país39, y esto también gracias a que la
ley de la tolerancia religiosa se dio en 1689 con el Rey Guillermo. Pero
antes de estas fechas los poderes civiles checaban todo progreso de los
disidentes a través del famoso Acto Conventículo. Con esa ley de 1664
se estableció que cualquier persona mayor de 16 años que estuviera
presente en cualquier reunión de adoración, diferente al de la Iglesia de
Inglaterra, y que hubiese cinco o más personas en dicha reunión, se le
encarcelaría a la primera tres meses, a la segunda seis meses, y a la
tercera se le enviaría a América, o pagaría cien libras de multa. Esta ley
se renovó con mas fuerza en 1669 de tal forma que aun se podía entrar
a las casas para capturar a los violadores de esta.
Esto permitió que muchos sabatistas sufrieran, y que varios de sus
ministros fueran tomados en el mismo servicio o predicación, etc.40
Finalmente, es claro que el sabatismo se enfrentó a mucha oposición y
hubo quien consideró útil morir por esa fe. No fue fácil ser sabatista en
ese tiempo, y a juzgar por lo expuesto no nos queda mas que confirmar
39 Andrews, J.N. op. cit. p. 491.40 Ibid, p. 492
22
la regla de, a mayor persecución y lucha, mayor crecimiento y desarrollo
grupal, lo cual se confirmó con los sabatarios ingleses.
E) LOS BAUTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA. DE EUROPA A
NORTEÁMERICA
Este grupo data su origen de la mitad del siglo XVII con el movimiento
separatista en Inglaterra. Con un renovado énfasis en las Escrituras y en
búsqueda de una doctrina y práctica libres, cierto grupo de hombres
concluyó que el guardar el sábado era un requisito “indispensable” del
cristianismo bíblico.
Algunos se mantenían dentro de las filas bautistas y simplemente
agregaban la observancia del sábado a sus convicciones. Pero cuando el
poder del Estado fue usado para legalizar la conformidad a un día de
adoración común, la separación se hizo necesaria. La primera iglesia
separada de que se tenga noticia fue la Iglesia Mill Yard fundada por
1650 en Londres.
Efectivamente, el rey Carlos I no cedió a favor de la tolerancia religiosa,
y las guerras civiles mezcladas con tonos políticos y religiosos
complicaron la lucha por la libertad religiosa de los sectarios en 1648. Y
aunque Cromwell toma el poder y declara el Commonwealth después de
ejecutar a Carlos I en 1649, el clima es de incertidumbre para los
ingleses. Se vive en medio de constantes cambios y tensiones a la mitad
de dicho siglo.
23
En la segunda década de la llamada restauración, los disidentes
protestantes comenzaron a vislumbrar una esperanza de alivio, esto es,
por los 1670`s. Surgían los abogados de la “tolerancia religiosa y los
amigos de los disidentes protestantes”, los hombres de la “Baja Iglesia”,
un partido minoritario pero respetable por su saber y elocuencia, y más
poderoso en Londres que en el resto del país41.
El lado de la fuerte antipatía disidente estuvo en el partido de la “Alta
Iglesia”, donde estaban los más ardientes partidarios laicos y la mayoría
del clero, reverente al rey Carlos, el mártir.
El movimiento científico y de amplitud de criterio por su parte, creaba
lentamente una atmósfera favorable para la doctrina de la tolerancia
religiosa.
Sin embargo, para el sabatismo no se veían claros alicientes, la práctica
puritana habría de sobrevivir los dos siglos siguientes. El domingo
puritano fue un ejemplo de esto. A pesar de que el nombre mismo de
puritano era objeto de rechifla y censura, cuando las cárceles estaban
atestadas de cuáqueros y anabaptistas inocentes, la idea puritana del
domingo como un día estrictamente puesto aparte para el descanso y la
meditación religiosa continuo gozando de la fidelidad del pueblo inglés42.
Esto tuvo efectos buenos y malos en la sociedad, pues un sabatismo
fuera dominical o no, en un ambiente legalista no le daba un descanso
verdadero al pueblo.
41 Macaulay, Trevelyan, op. cit. p. 318, 31942 Ibid, p. 320.
24
Es pertinente aquí establecer que los sabatistas (no puritanos) tuvieron
que luchar aun contra los de la “Baja Iglesia”, no solo contra el poder de
aquellos de la “Alta Iglesia”.
Sorprendentemente es el hecho de que en dicho ambiente pueda surgir
una iglesia sabataria como la de los bautistas, y explica en parte él
porque de su “éxodo parcial” a la Nueva Inglaterra.
En 1653 a un prominente predicador bautista del norte de Londres,
Thomas Tillam, le fueron revocadas sus credenciales y apoyo económico
por creer en la imposición de manos en el bautismo. Esto le llevó a
buscar otras congregaciones bautistas hasta toparse con el Dr. Peter
Chamberlen, un aristócrata y antiguo doctor de la realeza que guiaba a
la única congregación bautista que apoyaba el movimiento de la Quinta
Monarquía43.
En 1656 Tillam comenzó a dar servicios en la parroquia de Colchester los
sábados, quizá ahí conoció a Brabourne que vivía por aquella área.
No esta claro como llegó a ser sabatista, pero si se sabe que tenía
contacto con el Dr. Chamberlen quien había adoptado el Sábado por
aquel tiempo. A su vez, Chamberlen quizá conoció a Ockford, otro
sabatista inglés.
Chamberlen es considerado como el pastor de Mill Yard Church de 1651
hasta su muerte, aunque aparece mas bien como el líder de la
congregación Whitechapel (precursora de Mill Yard) en 1653.
43 El movimiento de la Quinta Monarquía era un grupo de presión semipolítico que llevaba apoyo de congregaciones que podrían describirse hoy como fundamentalistas. Este grupo esperaba que el reino de Dios se estableciera pronto en la tierra. Para ello, abogaban porque Inglaterra normara de inmediato el gobierno y leyes sobre la base de la Biblia. Bible Advocate, supra.
25
Tillam fue encarcelado y en prisión escribió su más memorable obra
“The Seventh Day Sabbath Sough Out and Celebrated” en 1657, el cual
trajo una ola de condena.
Tillam fue el primero en llamarle al domingo la “Marca de la Bestia’’, un
reclamo que muchos sabatistas posteriormente predicarían. Esto último,
no fue del agrado de Chamberlen.
La controversia entre los bautistas no se hizo esperar, y sus paladines
rebatían públicamente con los sabatarios, sin llegar a un acuerdo.
Un capellán del Parlamento unió su voz a la causa sabataria durante las
guerras civiles, publicó una defensa del sábado en 1658, su nombre,
Edward Stennet. En una carta fechada el 2 de febrero de 1668, afirma la
existencia de nueve a diez iglesias que guardan el sabbath además de
muchos esparcidos discípulos.
Su familia y nietos fueron miembros de la Iglesia Bautista del Séptimo
Día.
En 1661 Carlos II regresa del exilio como Rey prometiendo tolerancia, no
obstante, la persecución fue renovada. Todos los que no apoyaran a la
Iglesia de Inglaterra habrían de ser encarcelados o bien castigados. El
Movimiento de la Quinta Monarquía fue vetado y sus seguidores
tachados de rebeldes44.
En 1662 otro disidente llamado Francis Bampfeld, ex-diácono de la
iglesia establecida fue encarcelado por nueve años en la prisión de
44 Bible Advocate. “The Seventh Day Men”, p. 19.
26
Dorchester, donde adoptó el sábado y formó una Iglesia Bautista del
Séptimo Día.
Uno de los primeros pastores, sino el primero de la Iglesia Bautista del
Séptimo Día en Londres fue el Reverendo John James, a quien
capturaron el 19 de octubre de 1661 mientras predicaba. Enjuiciado, fue
condenado a la horca y a ser semi-descuartizado, a arrancarle el corazón
para quemárselo, así como el ser decapitado; por atentar contra el Rey.
La sentencia fue ejecutada para aterrorizar a todo disidente y
especialmente a los bautistas45.
Antes de la Gran Peste de Londres de 1665, un miembro de la
congregación de Stephen Mumford, decidió escapar a América,
arribando a Rhode Island en 166446.
Ahí encontró comunión con la congregación local bautista no sabatista
de Newport, de la que se separó el 7 de diciembre de 1671, para
levantar la Primera Iglesia Bautista del Séptimo Día en América con
algunos ex–miembros de Newport.
La iglesia de Mumford mantuvo contacto con la Iglesia sabática más
antigua en Londres, la Mill Yard Church.
Otra separación se dio en 1705, en Piscataway, New Jersey; cuando un
diácono de la Iglesia Bautista, Edmund Dunham se convenció de las
bases bíblicas para la observancia del sábado. Un tercer grupo surgió del
45 S.A. Seventh Day Bautists in Europe and America. Vol. I, p. 77, 78.46 Los Bautistas llegados a Norteamérica empezaron con Roger Williams, un clérigo de la Iglesia de Inglaterra que vino a Nueva Inglaterra y fue expulsado de Massachusetts porque se rehusó a aceptar reglas y opiniones congregacionalistas. Fundó la colonia de Rhode Island alrededor de 1640. La característica de Rhode Island (una de las 35 islas que conforman hoy el Estado de Rhode Island) era que se permitían todas las firmas de adoración religiosa, y los adherentes de muchos credos eran bienvenidos. En 1663 Carlos II otorgó una carta a la colonia en la que garantizaba la libertad religiosa en ese estado. Hurlbut, Jesse L. Historia de la Iglesia Cristiana, p. 176.
27
Quakerismo en Filadelfia por el 1700; hubo también un movimiento
pietista entre inmigrantes alemanes que fue influenciado por el tercer
grupo formándose una conferencia llamada Bautistas Alemanes del
Séptimo Día. Es evidente que la Iglesia Bautista Norteamericana sin
quererlo fue fundamental en todo este incipiente proceso de gestación
sabática en América.
La conferencia general de la Iglesia Bautista del Séptimo Día se formó
en 1802 con 1200 creyentes.
Su publicación es hasta hoy el “Sabbath Recorder’’. Tienen iglesias en
Jamaica, Guyana, Malawi, Sudáfrica, Ghana, India, Burma y Filipinas,
Australia, Nueva Zelanda, China y Europa.
Establecen escuelas no elitistas en diversos lugares como en Alfred, New
York y Salem, West Virginia.
Han participado ecuménicamente y han sido parte incluso del C.M.I.
Su credo es básicamente protestante, con el sábado como día de
adoración, y el bautismo por inmersión.
Mucho se podría agregar sobre esta gente que no solo redescubría una
vieja idea, sino formulaba una particular forma de vivirla y defenderla.
Esto se repetiría aun más en generaciones de sabatistas en América y el
mundo a través de otros momentos en la historia, aunque con mayor
libertad.
2. DESARROLLO DEL SABATISMO EN NORTEAMÉRICA
28
A) EL MOVIMIENTO MILLERITA O ADVENTISMO
En 1776 las colonias americanas se independizaron de Inglaterra y
fueron libres, La Constitución les otorgó la libertad en el ejercicio
religioso. Los Estados Unidos de América fue el primer país que no tuvo
una religión nacional establecida, gente de todos los credos la
conformaron.
El estado pionero de esta libertad, Rhode Island, cuna de hombres
anteriormente perseguidos que expandieron libremente sus creencias,
antiguo refugio de oprimidos, fue el lugar desde donde un pequeño
grupo representante de sabatistas comenzaron su largo viaje por toda
América. En este y otros estados mas, iniciaba una nueva serie de
experiencias, y se vivía un ambiente de patriotismo, lo cívico adquirió
carácter de sagrado.
Sin embargo Estados Unidos le declaró la guerra al Imperio Británico en
1812 por problemas marítimos, y volvieron a atacar a los
norteamericanos; hasta que en la batalla del 11 de septiembre de 1814
los británicos fueron derrotados en el lago Champlain a pesar de tener
superioridad numérica en su ejército.
En esa importante victoria de Plattsburg en el estado de Vermont, el
capitán Guillermo Miller había demostrado su aptitud como dirigente,
años antes de que involuntariamente fundara un movimiento religioso
conocido como “Movimiento Millerita’’ o “Adventismo’’.
29
No debe confundirse el “Movimiento Adventista o Adventismo’’ con la
Iglesia Adventista del Séptimo Día, la cual fue posterior o resultado
involuntario del primero. Además, el adventismo fue un movimiento que
proclamaba la segunda venida de Cristo literal y pronta a la tierra, el
cual tocó a las diferentes iglesias protestantes de los E.U.A., y no a una
sola iglesia o secta.
Por su parte, la Iglesia Adventista se vendría a formar después del
fracaso del movimiento, y en continuidad con su visión apocalíptica de la
historia, agregando el sábado como su señal, e institucionalizándose en
lo que hoy conocemos como la Iglesia Adventista del Séptimo Día; una
de las muchas iglesias sabatistas existentes hasta el día de hoy.
En otras palabras, el sabatismo no fue el adventismo ni lo introdujo
propiamente, pero si fue el que inyectaría al adventismo la fuerza
suficiente para transformarlo en las iglesias sabatarias modernas.
De ahí la importancia de analizarlo brevemente, y aclarar que el
sabatismo contemporáneo no fue creado por el adventismo, esto es, tal
sabatismo no es Millerita, sino post-millerita. El sabatismo pre–millerita
fue el que se vivió en Europa mucho antes y posteriormente en la Iglesia
Bautista del Séptimo Día ¿Cómo pudo correr entonces el sabatismo en el
siglo XIX? Y ¿Qué relación tuvo con el Adventismo y con Elena White?
Esto solo se podrá responder hasta que se haga un recorrido general de
todo el adventismo del siglo XIX.
Poco después de la independencia de los Estados Unidos de América se
vivía un tiempo en que la mayor parte de los norteamericanos
30
trabajaban y habitaban en granjas; Guillermo Miller un joven pobre y
agricultor, no era la excepción. Criado en un hogar bautista abandonó su
fe por lo que él consideró algo mejor, el deísmo (propio del espíritu
independiente de la época). Aunque no tuvo oportunidad de ir a una
universidad, Miller gustaba de leer mucho: David Hume, Voltaire y
Tomas Paine, entre otras lecturas. Se casó en 1803; vivía en Poultney
Vermont con su esposa Lucía quien le ayudaba mucho con la granja,
para que él pudiera dedicar más tiempo al estudio. Era un joven
inteligente, sencillo, de complexión robusta y que a base de trabajo
junto con su familia, logro el bienestar económico47.
En 1816 volvió a la fe bautista y a estudiar la Biblia. Se ideó un método
de estudio bíblico que consistía en buscar resolver contradicciones y
todo aquello que no entendiera, basándose en textos comparativos que
le pudieran dar luz al texto en cuestión y con ayuda de una
concordancia. Esto lo hizo así seguramente por la presión de sus
excompañeros deístas quienes solían ver como todo deísta, solo
contradicciones en la Biblia. Su método produjo un hermenéutica
literalista que se vino a concentrar en los libros proféticos; el libro de
Daniel le llamó mucho la atención, “y por ende” el regreso de Cristo a la
tierra.
La cronología en la Biblia le pareció clave en su estudio y consideró “a la
luz” de Deuteronomio 29:29 y Amos 3:7, que lo secreto puede ser
revelado.
47 Maxwell, Mervin. Dilo al mundo, p. 7.
31
Daniel 8:14 era el texto que parecía revelarle con mayor claridad el
tiempo del segundo advenimiento “Hasta dos mil trescientas tardes y
mañanas, luego el santuario será purificado” (Reina Valera 1960).48
Contó las setenta semanas como 490 años y llegó al 34 D.C., para 2300
faltaban 1810 años (días), que sumados al 34 D.C. le dieron el 1844 D.C.
Todo el conteo partía del 457 a.C. con el decreto de Artajeres, rey de
Persia.
La fecha de la purificación del santuario se creía sería verificada en el
segundo advenimiento de Cristo.
Así, le llegó el día en que se le invitó a predicar a Dresden, Vermont. Él
no quería ser predicador a los 50 años pero terminó siéndolo y con
muchos seguidores.
Sus sermones proféticos atrajeron a mucha gente y comenzó a recibir
invitaciones para predicar en púlpitos Congregacionalistas, Metodistas,
Bautistas, Presbiterianos, etc.
Según Elena White quien lo escuchó predicar varias veces, nos dice que
no lo hacía de forma florida o retórica, sino que presentaba hechos
sencillos y alarmantes que despertaban gran interés. Manifestaba
cortesía y simpatía, era muy humano y sensible con la gente49.
Esto seguramente le permitió humildemente aceptar su error después
del “gran chasco”.
En 1833 un predicador bautista local que le conocía le firmó una licencia
que lo autorizaba como predicador. En 1835, varios ministros bautistas y
48 White, Elena. El Conflicto de los siglos, p. 370 – 371.49 White, Elena G. Notas bibliográficas de Elena G. de White, p.30.
32
un número de dirigentes de otras denominaciones firmaron un
certificado recomendándole como un expositor de profecías50. Miller
había logrado obtener la confianza de muchos.
Los que no aceptaban la fecha del advenimiento de Cristo al menos eran
motivados y convencidos de su regreso. Mucha gente lo escuchó y
provocó todo un movimiento de tipo apocalíptico. Cerca del fin de su
vida, Miller calculó que había predicado en no menos de 500 lugares,
desde Massachusetts hasta Michigan, y desde Montreal (cercano a
Vermont) hasta Maryland, según estiman, ayudó a la conversión de
6000 almas.
Él sufragaba todos sus gastos y sus viajes por lo general. Después con la
ayuda de V. Himes, ardiente cruzado abolicionista y pacifista, su
promotor especialista y agente de publicidad, llegaron a muchos lugares
de los E.U.A. Su mensaje se extendió mucho entre 1840 – 1844.
La mayor contribución de Himes fueron las publicaciones; aun sin dinero
logró lanzar el primer periódico adventista “Signs of the times”, en 1840.
Se estima que 8 millones de ejemplares, entre esta y otras revistas
adventistas, fueron leídas. Maxwell afirma que mediante el mensaje
Millerita la Iglesia Metodista añadió 40 mil miembros a su feligresía, y la
Iglesia Bautista 45 mil personas51.
El millerismo fue un fervor religioso que fue anexando a diversos
ministros de diferentes confesiones, incluso Luteranos, Cuáqueros y
50 Maxwell, Mervin, op. cit. p. 14.51 Ibid, p. 16.
33
Reformados holandeses. De él también surgió la Iglesia Adventista
Cristiana del Primer Día (no sabática).
Los adventistas Milleritas asistían a sus templos los domingos pero
durante la semana con frecuencia se congregaban en conferencias
interdenominacionales.
No obstante, no todo les sonreía, muchos otros se burlaban de Miller y
sus seguidores.
El optimismo predominaba en Estados Unidos de América y era difícil
creer en un cataclismo final que terminara con el mundo, hablar de la
cercanía del fin del mundo era algo que se entendía extemporáneo,
inversiones increíbles evidenciaban que el mundo estaba en su edad de
oro.
La oposición y el ridículo se acrecentaron al llegar “el primer chasco” al
paso del 21 de marzo de 1844, límite para que Cristo regresará. Los
milleritas eran expulsados de sus respectivas iglesias, y ellos en su dolor
(quizá despecho) los veían como "iglesias caídas de Babilonia” que
rechazaban el mensaje. Después vendría una segunda inyección de vida
al movimiento cuando un hombre llamado Samuel Snow extendió 7
meses más la esperanza al explicar la fecha del regreso como
equivocada, y segura para el 22 de octubre de 1844, Miller estudió esto
y lo acepto volviendo a animar en su prédica, pero el 22 de octubre vino
y pasó, fue “el gran segundo chasco”. En realidad, el “milleranismo” o
“adventismo pre-sabatista” no fue un fenómeno aislado, tuvo mucho
arrastre en muchos pueblos y ciudades del centro y noreste de E.U.A.,
34
tomando en cuenta que aun no se habían anexado Texas y California a
los Estados Unidos.
Le dio aliento a la época religiosa protestante que existía en el
continente, y a iglesias evangélicas que lo conformaban, aunque solo
por un tiempo.
Su reduccionismo apocalíptico fortaleció la interpretación trascendente
del Reino, y la negación o alejamiento de la realidad52. Esto explica en
parte el espiritualismo de los grupos sabáticos.
Así pues, el mismo simbolismo y literalismo aplicados provocan
hermenéuticas fundamentalistas que corren en el peligroso canal del
morbo apocalíptico. Es cierto que el Milleralismo trajo mucha
controversia y decepción, muchos creyentes que habían vendido todo
para la causa, en espera del advenimiento de Cristo,
quedaron en el ridículo social, rechazados socialmente por sus
congéneres; y afectados económica y psicológicamente.
Pero también trajo un renovado interés en la profecía y el regreso de
Cristo del que muchos ya ni se acordaban; así como la unión de un
grupo que después de ser rechazado socialmente se organiza y alienta
para apoyarse y sobrevivir.
El adventismo después del chasco se hará sabático, en 1846. Y se vivirá
con renovada fe hasta institucionalizarse en 1860 en plena guerra civil.
Lo conformarán personas de diversas clases sociales y credos, que en su
mayoría serán pobres, granjeros y evangélicos tradicionales.
52 Para un mayor estudio en cuanto al Reino y sus reducciones V. Arias, Mortimer. Venga tu reino, p. 47 – 50.
35
Se ha juzgado este movimiento de muchas formas, pero en mi particular
caso me limito únicamente a resumirlo críticamente en torno a mi
objetivo, el sabatismo. Y en este plano, el millerismo fue cuna de gente
que fortalecería posteriormente el sabatismo, con creencias que habían
renacido ahí, pero que venían desde la reforma radical.
B) ADVENTISMO POST-MILLERITA
Al sucederse el segundo gran chasco el 22 de octubre de 1844, el
adventismo millerita concluyó, y cedió el paso a un adventismo
espiritualizante, el adventismo post-millerita. Guillermo Miller
decepcionado y confuso regresó a su granja y se retiró reconociendo su
error, un error que básicamente consistió en fijarle fecha al retorno
literal de Cristo a la tierra.
Todos los simpatizantes del movimiento adventista que habían
rechazado la venida de Jesús y el arrepentimiento de los pecados como
preparación de su llegada, se encontraron en una posición crítica ¿Y
ahora qué?.
Unos abandonaron la fe y otros abandonaron al adventismo para
retornar a sus iglesias, pero hubo otros que se resistieron a aceptar los
hechos y buscaron respuestas que pudieran alentarlo y consolarles no
solo a ellos sino a sus demás hermanos en la fe.
36
Fue un tiempo de incómoda inquietud para esa gente, sus mentes no
estaban en paz, había una oculta inconformidad, que alentó al
resurgimiento del Adventismo, y que a la postre daría a luz a la Iglesia
Adventista del Séptimo Día. Y Aunque Miller moriría cinco años mas
tarde, en 1849, nunca se habría imaginado lo que habría de acontecer
posteriormente.
El Adventismo Post-millerita inicia entonces el 23 de octubre de 1844,
por no decir que reinicia otro Adventismo que “continúa” al primero.
Aunque sin Miller, sino con nuevos líderes adventistas; para finalizar el
21 de Mayo de 1863 en que se estructura una organización formal
llamada; Iglesias Adventistas del Séptimo Día.
El hilo que corre entre el Adventismo paraeclesial Millerita y el
Adventismo post-millerita, y que les relaciona y proyecta en diversas
iglesias, o bien el Adventismo en su sentido más puro, es la esperanza
futura, teologizada en el adventismo de Cristo concreto o espiritualizado,
pero advenimiento al fin.
El principio de una “renovada esperanza” se plantó en quienes más
desesperanzados se veían, no los “pecadores sin arrepentimiento”, sino
en los decepcionados Milleritas adventistas y que predicaron aquello en
un tiempo. El incipiente mensaje de “renovada esperanza” lo testificó
una mujer millerita llamada Elena Harmon. Elena nació en Gorham,
Maine, Estados Unidos, el 26 de noviembre de 1827, de familia
tradicionalmente Metodista Episcopal. (La fuerza religiosa dominante en
37
E.U.A. por ese tiempo era el metodismo que seguramente influyó en
Elena W. en doctrinas como el perfeccionismo).
Ella y sus padres se mudaron a Portland, Maine, donde a los 9 años
sufrió un accidente que se complicó y truncó sus estudios. Fue en
marzo de 1840 cuando Miller predicó en Portland su mensaje adventista
y Elena lo escuchó. En 1842 volvió a escucharlo en Portland, donde
mucha gente se reunía para hacerlo, a pesar de fuertes críticas que ya
tenía en su contra William Miller. Su influencia no se hizo esperar en ella
y su hermano Roberto quienes comenzaron a testificar en la iglesia a
favor de un pronto regreso de Jesucristo.
En ese tiempo, aparentemente, el insistir en el pronto retorno de Cristo
(sin necesariamente darle fecha), era negativo. La Iglesia Metodista les
hizo un juicio y los expulsó por contradecir las reglas de la Iglesia
Metodista53.
Después de la decepción de 1844, Elena empezó a “experimentar
visiones” según sus relatos, visiones que al analizar me llevan algunas
conclusiones:
Primera visión, sobre una “Experiencia Celestial” – Busca confirmar y
alentar a los decepcionados. Visión de Misión – Autojustifica “la elección
de White y sus viajes pastorales”. Visión del Santuario Celestial –
Justifica y confirma el sábado como doctrina adventista; así como otras
visiones más que nos permiten ver que las visiones de Elena proponían
sobre lo que históricamente enfrentaba el grupo, es decir su contexto
53 White, Elena. Notas Autobiográficas de Elena G. de White, p. 48 – 59.
38
histórico es determinante en lo que proyecta la supuesta visión, y en el
rumbo histórico que seguiría al adventismo.
Por ejemplo, la gente después de la gran decepción de 1844, se hallaba
en crisis, y es en ese tiempo que le surge la primera visión a Elena,
cuando más requería la gente de consolación o integración.54
Sus visiones son casi exclusividad de ella, más no son del todo
individualistas.
Sucede algo parecido con Hiram Edson, quien tiene antes que Elena la
visión del santuario que habría de cambiar el rumbo del Adventismo o
mejor dicho, lo iba a continuar bajo otra etapa. Era la visión que
espiritualizó el retorno de Cristo, traducida en Cristo entrando al
Santísimo para iniciar un juicio investigador.
Aquí es, donde las doctrinas adventistas empiezan a envolver el cuadro
y a complicarlo. Harold Bloom, uno de los críticos mas punzantes del
adventismo del séptimo día, dice: “Ninguna fe estadounidense, ni
siquiera los Testigos de Jehová, tiene una teología tan complicada como
la de los Adventistas del Séptimo Día. Esto lo digo con admiración, no
con irreverencia. Aunque limitada en su capacidad de expresión, Ellen
White poseía una mente laberíntica, imaginación religiosa inspirada por
la Gran Desilusión Millerista del 22 de Octubre de 1844”55.
54 “La desilusión exigió algunas pruebas sobrenaturales de consolación y solo se disponía de sus visiones para proporcionarlas”. Bloom, Harold. La Religión en los Estados Unidos. El Surgimiento de la Nación Pos – Cristiana, p. 166.55 Ibid, p. 162.
39
En verdad, esta mujer es de admirarse si tomamos en cuenta el
contexto en el que vivía, donde la mujer no tenía derecho ni al voto en
todo el continente americano.
Y es que ella fue la que le dio el tinte a toda la doctrina Adventista. Tuvo
un promedio de seis visiones por año, no era una mujer carismática pero
si una muy valiente; de tímida no tuvo nada, fue persistente ante todo.
Elena también tuvo una obsesión inevitable, la salud, y esto porque ella
misma fue una mujer enfermiza. Esta obsesión finalmente pasó a
traducirse en la teología pragmática de los Adventistas desde 1863.
Elena se terminó convirtiendo en la gran profetiza y líder del
movimiento, sus visiones, viajes, exhortaciones y escritos (bastantes por
cierto), le agregaron mayor autoridad y fuerza.
Pero, ¿En qué punto el sabatismo penetró en el escenario Adventista?.
Dicho esta que el Adventismo como movimiento después de la “Gran
Desilusión” entró en una fase que he catalogado como Adventismo Post-
Millerita, es en este periodo en donde el Sabatismo va a reaparecer, y
digo reaparecer porque había quedado hasta los Bautistas del Séptimo
Día.
Los Bautistas del Séptimo Día, nuevamente son determinantes en esto,
ya que una mujer bautista de nombre Raquel Preston, de Verona Nueva
York, fue la que transmitió esta doctrina al Adventismo. Preston
convenció del sábado a un pastor adventista de Hillsboro, New
Hampshire en marzo de 1844. Lo mismo hizo con otro ministro
adventista, Tomas M. Preble. Estos dos, junto con una tal hna. Blake,
40
eran los únicos adventistas Milleritas sabatarios, esto es, antes de la
“Gran Desilusión”.
Se había encendido una mecha que correría muy lejos, aprovechando en
un principio la revista adventista titulada “Hope of Israel”. Preble
escribió en esa revista sobre el sábado en febrero de 1845, revisó su
escrito e hizo de él un folleto que trataba de demostrar al séptimo día
como día de guardar. Un ejemplar fue leído por un capitán de barco
convertido en dirigente Millerita, José Bates, mediante su intervención la
mecha empezó a arder56.
Bates fue desde Fairhaven, Massachusetts hasta Hillsboro para
confirmar este mensaje; escribió un folleto titulado, “El reposo del
séptimo día, una señal perpetua”. Este escrito logró convencer a muchos
adventistas post-milleritas del sábado, incluyendo a Elena Harmon y
Jaime White poco tiempo después de su matrimonio, el 30 de agosto de
1846. Desde entonces, paso a ser junto con Jaime y Elena de White, uno
de los tres dirigentes máximos del adventismo sabatario.
La vía sabatista llegó a tocar la adventista gracias al contacto de una
mujer Bautista del Séptimo Día. Una mujer provocó todo un flujo
sabatista hasta otra mujer que vino a aceptar no fácilmente esta
doctrina, Elena de White. La conexión estaba hecha, el adventismo
sabatista o más bien el sabatismo adventista había surgido, y las
mujeres fueron claves, en él fue entonces, cuando surgió la doctrina que
se conoce como el mensaje del tercer ángel, en ella se afirmaba que el
56 Para mayor información sobre el punto, el capítulo 12 titulado: “El Capitán Esparce el Conocimiento de la Palabra”, Mazwell, Mervin. Dilo al mundo, p. 71 – 79.
41
tercer ángel proclamaba un mensaje “Cristocéntrico” acerca de la
observancia del sábado, según Rev. 14:9-12. Para ellos, la marca de la
bestia estaba sobre los que no guardaban el sábado, y esto tenía que
decirse.
El mensaje sabático se escatologiza y se le asigna carácter de urgente,
de vida o muerte ante la venida de Cristo, por ello el proclamar el
sábado se volvió sumamente importante, con lo cual el sabatismo le dio
un nuevo cariz al adventismo impulsándolo prácticamente, y por ello lo
establezco como sabatismo adventista antes que adventismo sabatista.
Dicha doctrina junto con otras más ha provocado el rechazo quasi obvio
del protestantismo tradicional al adventismo y con ello al sabatismo, que
entienden como lo mismo o casi lo mismo. Bloom, va más allá y ataca
duramente calificándolo de “Hijo huérfano producto de una breve
relación entre varios grupos protestantes”, “no es el hijo separado de
algún organismo protestante estadounidense de la corriente principal”.
“La identidad adventista no depende de unas cuantas doctrinas que se
apartan de las de la corriente principal (...) sino de una historia única y
aislada”57.
Por tanto, el adventismo se disfraza de protestante o sino de un pueblo
desilusionado que se convirtió en toda una religión. Todo puede
percibirse mejor si se toman en cuenta los tres tipos de adventismo (el
adventismo pre-Millerita, eminentemente europeo; el adventismo
Millerita ya estudiado; y el adventismo post-Millerita-sabático, del cual
57 Bloom, op. cit. p. 167.
42
se desprenderá el Adventismo del Séptimo Día o Adventismo
Institucional), que para Bloom son lo mismo. Y si notamos otras
doctrinas impopulares como la del Juicio Investigador, el don de profecía
en una mujer que es la profetisa del grupo, etc. Se levantan sospechas
que sombrean al sabatismo mismo, que no tiene su origen en nada de
esto. La conclusión es pues reprobatoria, como la de Bloom si así lo
vemos.
Mas es necesario ver más al fondo: En 1849 el adventismo en la persona
de Jaime White, esposo de Elena, creó un periódico titulado: “The Advent
Review and Sabbath Herald” (La Revista Adventista y el Heraldo del
Sábado). Un segundo periódico nació “Present Truth” (La verdad
presente), título tomado de 2ª Pedro 1:12, por supuesto que para ellos
esa verdad era, el sábado. El centro que albergó la prensa estaba en
Rochester de donde se mudaría a Battle Creek, Michigan. Lo importante
en todo esto es que para obtener la personalidad jurídica de la casa
editora, clave en la diseminación de su doctrina, el adventismo tenía que
seleccionar el nombre de la denominación, y así formalizar una nueva
denominación58.
Esto no fue fácil por razones dogmáticas, ya que los primeros
adventistas observadores del sábado se oponían a estructurar una
organización de la iglesia. En particular, el establecimiento de una nueva
denominación era temido por muchos que antes fueron Milleritas. El
58 Maxwell, op. cit. p. 89 - 98
43
mismo Miller nunca quiso formar una nueva iglesia, y se temía
convertirse en Babilonia, porque esto era una invención humana.
Sin embargo, su fundamentalismo no fue suficiente para evitarlo ya que
sus mismas iglesias los habían rechazado, y la necesidad de
formalizarse lo ameritaba. Lo que los mantenía juntos era la experiencia
común de 1844, las visiones de Elena, y el Sábado. Su crecimiento y
expansión se dieron mayormente a causa de sus publicaciones. De esta
forma se explica en breve el nacimiento de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día (oficialmente nombrada el 30 de Septiembre de 1860), y
que cierra el periodo post-millerita.
En términos generales, existen dos formas principales de religión
estadounidense: La importada y la nativa. Si decimos que los
Adventistas del Séptimo Día es religión nativa, su sabatismo es
importado.
Desde Miller y sus grandes masas (quizá un millón de seguidores)
expectantes, hasta los White que con minorías crecieron a pesar de su
impopular teología, podemos encontrarnos con gente de campo en su
mayoría pobre. Gente que con su anti-intelectualismo o su
fundamentalismo de herencia propio de la época, y no exclusivo de ésta,
se unieron comunitariamente ante un fuerte impacto social que solo
podían ver como injusto y decepcionante.
Nuevamente símbolos y credos, o bien la esperanza ante la muerte y el
rechazo en vida de la sociedad, unieron y conformaron a un grupo que
equivocadamente creyó en el regreso de Cristo para su tiempo.
44
Su contorno social de principio les ayudó, pues era como ver la mano de
Dios en hombres no poderosos derrotando a los poderosos, los últimos
se convertían en los primeros, eran una esperanza para los pequeños.
Esa esperanza incluía la total derrota de poderoso al regresar Cristo.
Querían olvidar el pasado de dependencia. Difícilmente pudieran
haberse dado los elementos en un grupo fuerte, como para levantar un
Movimiento Adventista.
El Sábado trajo también esperanza en su momento, una esperanza que
se reforzaría a pesar de la guerra civil Norteamericana, un interés por el
otro y por alcanzarle, aunque su comprensión de este concepto no fuera
el adecuado, Es probable que sin el sábado, el Movimiento Adventista se
hubiera “desintegrado” al igual que el Millerismo, pero lo cierto esta en
que le dio sentido y cohesión al Adventismo.
Por otro lado, Bloom tiene razón al decir que, el Jesús estadounidense es
también el resucitado en vez del crucificado, uno muy personal y
solitario59.
El Adventismo si fue individualista como lo es el fundamentalismo, pero
no lo fue del todo a la hora de luchar ante la marginación social, ya que
la unión de grupo experimentada en el Millerismo ayudó a evitar al
aislamiento.
Su apocalipticismo también dio origen a un grupo radical conocido como
los Testigos de Jehová. O sea, sus repercusiones en el campo religioso
fueron de largo alcance, aunque no siempre ortodoxas.
59 Bloom, op. cit. p. 29
45
Hasta hoy, el sabatismo sigue luchando con el espiritualismo que el
Adventismo le arraigó.
C) ORGANIZACIONES SÁBATICAS EN NORTEAMERICANA
De todo este largo proceso Adventista donde sus integrantes vivían en
comunión unidos por el rechazo y por sus impopulares creencias, se
levantaron organizaciones que con el tiempo fueron adoptando una serie
de nombres denominacionales que les diferenciaban entre sí. Y es que la
antigua comunión no permaneció del todo, el punto principal de
discordancia fue Elena White y sus visiones. El pivote que les movió no
obstante, dentro de un mismo ángulo a pesar de sus discrepancias, a
todas ellas, fue el sábado. De hecho, el sábado nunca fue motivo de
separación entre ellas, el sabatismo no tenía conflicto ni siquiera en los
grupos más radicales o extravagantes. Todo lo contrario, fue siempre el
elemento más fuerte para mantener una unidad.
Sin embargo, la “estructura Adventista” no pudo sostenerse completa a
excepción del pilar sabático, porque en realidad no existía una sólida
estructura, urgía institucionalizarse antes de que todo el movimiento se
convirtiera en una descontrolada explosión de pietismos que acabaran
por apagarse per se.
El carisma sin ellos percibirlo, se estaba convirtiendo en control de una
minoría, el todo no pudo soportarlo. El Sábado por su parte, era clave en
46
el avance porque la fe en este se traducía en gran parte, en la
evangelización, buscaba dar identidad ante el grosso cristiano.
Esto último, con el tiempo iba a volverse un problema porque el Sábado
gradualmente habría de tomar mas poder y terminaría desbancando
credos mucho mas importantes; pero, ¿cómo entenderlo? Si la ley era la
ley, y el mensaje del tercer ángel era urgente. Jesús y su reino eran
involuntariamente eclipsados, no olvidemos que el Adventismo también
coadyuvaba para ello, era la urgencia, lo futuro, el juicio, etc.
Tendrían que venir otros tiempos para cambiar semejante esquema, el
esquema heredado del siglo XIX.
Resulta necesario agregar que este periodo de organizaciones se dio en
un momento difícil, la guerra civil norteamericana, y es en el dónde
sucedieron importantes virajes y mucho crecimiento dentro de ellas.
En Octubre de 1860, una comisión reunida por James White eligió el
nombre de Iglesia Adventista del Séptimo Día a sugerencia de David
Hewitt, un laico. Algunos recomendaron el nombre de “Iglesia de Dios”
mientras que otros alegaron que eso sonaba a pedantería. En 1861 sus
dirigentes recomendaron que las diversas congregaciones diseminadas
por todas partes se organizaran bajo el nombre de “Adventistas del
Séptimo Día”. El primer presidente de la Asociación General de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día fue Juan Byington al declinar J. White al
puesto. Se expidieron credenciales oficiales a ministros del movimiento.
Elena White se consolidó como la consejera y líder espiritual de la Iglesia
Adventista a quien sirvió hasta su muerte en 1915. Por más de setenta
47
años guió a su iglesia, viajando a través de los E.U., Europa, Austria y
otros muchos lugares.
La iglesia inició su trabajo misionero hacía el extranjero en 1874 cuando
J.N. Andrews, fue enviado a Suiza. En 1879 se llegó a Africa con el Dr. H.
P. Ribton; a Rusia en 1886, a las islas del Pacífico Sur en 1891, a _----
Sudamérica en 1894 y a Japón en 1896.
La iglesia ahora se ha establecido en 209 países del mundo, y tiene una
red mundial de universidades y hospitales, a partir de 1872.
La clave de su crecimiento ha sido principalmente las publicaciones que
se distribuyen por todo el mundo, así como su labor de colportaje por
medio de distribución de Biblias.
Actualmente su cuartel general se localiza en Silver Sprine, Maryland.
Finalmente, los Adventistas le deben la identidad sabática a los
Bautistas del Séptimo Día, y muchas de sus doctrinas principalmente a
una mujer muy controvertida, Elena White.
El Adventismo después de todo, no terminó aquí, surgieron más grupos
que abandonaron las filas Whitenses, grupos que algunos Adventistas
del Séptimo Día desprecian, pero que también llevaron un mensaje al
mundo movidos por el fluir de las aguas sabatistas. Estos grupos se
organizaron y no quisieron saber nada de Elena White, la mujer que
creyó llevar “la verdad” en exclusiva, reflejando actitudes sectarias que
aún le pesan al sabatismo.
H. S. Case y C. P. Russell, dos ministros Adventistas que tuvieron
fricciones con Elena White en cuanto a sus visiones, se separaron
48
condenándolas y declarándolas indignas de confianza en junio de 1853,
así nació el primer “movimiento disidente” de los Adventistas
observadores del sábado. Ellos iniciaron una publicación con la cual
aprovechaban para atacar a los esposos White y a otros dirigentes, se
titulaba “Messenger of truth” (mensajero de verdad). A los seguidores
de los disidentes se les llamó “mensajeros”, o “el grupo de los
mensajeros”.
El grupo comenzó a crecer pero súbitamente se vino abajo, al decaer la
venta de su publicación.
En realidad este grupo no fue más que eso, no se constituyó en iglesia, y
se alcanza a ver que el grupo actuó visceralmente aunque de seguro
tuvo buenas razones en contra de Elena y sus posturas.
Un segundo grupo disidente comandado por J. H. Stephenson y D. P. Hall
se separaron del Adventismo en 1853, igualmente por no concordar con
Elena White y rechazar su dirección. Al principio condenaron a Russell y
Case, pero luego se dieron cuenta que concordaban con ellos sobre
Elena. Ellos eran sabatarios pero ahora agregaban una nueva doctrina,
la salvación del hombre en el milenio, esto les ganó el nombre de “El
Grupo de la Edad Venidera”. Dos grupos mas habrían de separarse por
negarse vehementemente a creer en la inspiración de Elena White, lo
cual ya no era extraño, la Sra. White enfrentaba ya mucha oposición que
alcanza a verse reflejada en estos grupos separatistas.
49
Según Maxwell, al tercer grupo se le puede llamar el grupo del “fumar y
mascar”60, porque no encontró una mejor forma de descalificarlos, y es
que ellos dejaron de creer en los White. El mote le viene del ministro
Gilbert Cranmer quien se separó en 1858 y mascaba tabaco, según esta
versión Cranmer fue aceptado por un grupo de creyentes que querían
fumar, y el pastor que les cuadraba a gusto era Cranmer. Pero la verdad
es otra según se comprueba en los escritos antiguos de este grupo el
cual existe aún y no ha desaparecido, como afirma Maxwell; su nombre
actual, Iglesia de Dios (7º Día). En este grupo al que en forma confusa
Maxwell mezcla con el cuarto, dirigido por B. F. Snook (evangelista del
movimiento) y W. H. Brinkerhoff separados de la Iglesia en la Asociación
de Iowa. Como se establecieron en Marion, Iowa fueron conocidos como
“El Grupo de Marion” por los Adventistas en proceso, en 1866.
La realidad es que este último grupo se vino a conocer
coincidentemente con el tercero que se estableció en Michigan, para
luego unirse y dar lugar al sabatario grupo de la Iglesia de Dios. Ésta
iglesia es junto con la Adventista la más representativa del Sabatismo
en México por lo que es importante estudiarla a partir de esta sección.
Elena White escribió: “Me fue revelado que prácticamente cada fanático
que busca ocultar sus intenciones de guiar a otros al error pretende
pertenecer a la Iglesia de Dios. Un nombre tal, trae consecuencias
negativas, pues es usado para ocultar maravillosamente doctrinas
erróneas. Este nombre es muy inadecuado para el postrer pueblo de
60 Maxwell, op. cit. p. 126 - 127
50
Dios. Él llevaría a la convicción, que nosotros tenemos una fe, la cual
procuramos ocultar”.
Lo dicho nos refleja la concepción que Elena tenía del sabatismo no
Whiteano, y la polémica que surgió en torno al nombre61.
La Iglesia de Dios del Séptimo Día como lo dice Bacchiocchi, “remonta
su origen al movimiento Millerita Gilbert Cranmer, uno de los seguidores
de Miller, quien durante un tiempo estuvo en relación con los
Adventistas del Séptimo Día, fue elegido en 1860 como primer
presidente del grupo llamado Iglesia de Cristo y última Iglesia de Dios
del Séptimo Día”62.
Esto implica dos cosas, la primera es que estrictamente hablando la
Iglesia de Dios (7º Día) no se desprende propiamente de la Iglesia
Adventista sino del movimiento Millerita; y la segunda, que esta Iglesia
se organiza aun antes que la Adventista, al menos a nivel institucional.
Pero ¿Quién fue Gilbert Cranmer?, Cranmer nació en Newfield, New York
en enero 18 de 1814. A los diecisiete años se unió a la Iglesia Metodista.
Comenzó pronto a predicar consiguiendo licencia para ello de la Iglesia
Cristiana.
Gilbert Cranmer vivió la “Gran Desilusión” de 1844 después de haber
aceptado en 1843 el Millerismo. Sin perder la fe, siguió predicando el
regreso de Cristo por el resto de su vida.
Al pasar la gran decepción, Cranmer se hizo sensible al agudo ridículo y
juicio que la mayoría de los adventistas experimentaron por parte de la
61 White, E.G. Zellgnise fur die Gemeinde, Internationale Verlagsgeiellichaft, College View, Nebr. 1904, p. 11.62 Bacchiocchi, Samuel. Reposo Divino para la Inquietud Humana, p. 246.
51
comunidad no adventista. Su situación en particular fue peor que la de
algunos adventistas, ya que la familia de su esposa fue dura opositora al
Movimiento Adventista. Él no pudo escapar de su mordiente presión en
todo el tiempo que vivió en Augusta, Michigan, lugar donde él había
aceptado la teoría de William Miller. Decidió entonces mudarse a una
granja ubicada donde ahora esta la ciudad de Holanda, Michigan.
La vida era muy dura en esa área tan virgen, los únicos vecinos que los
Cranmer´s tenían eran los Indios. Con frecuencia, Cranmer
intercambiaría trabajo con ellos para conseguir carne. En este periodo
Cranmer se desanimó tanto con su predica que dejó Holanda que
empezaba a poblarse para comprar una granja cerca del pueblo
Comstock en el Condado de Kalamazoo. Empezó a predicar de nuevo y
varios grupos de creyentes fueron levantados en ese lugar, para 1858 la
obra que Cranmer y sus asociados conducían había crecido a más de 12
congregaciones en Michigan occidental, algunas de las cuales contaban
hasta con cien miembros.
Aceptó el sábado al ser confrontado con la enseñanza de Joseph Bates
por el año de 1852. El mismo año en que David Hewitt aceptó el sábado.
Fue a través del mismo Bates que Cranmer conoció a los White en 1857
en Otsego, Michigan.
Cranmer fue reportado a los oficiales de la iglesia en Battle Creek por no
asegurar en su predicación las visiones de Elena White, y decidió
apartarse de ese grupo sabático, amén de que J. White ya le había
52
denegado una especie de recomendación que servía como licencia para
predicar en 1858.
Su experiencia esta relatada en la revista “The Hope of Israel”, de
Agosto 10 de 1863.
En la primera impresión o número de La Esperanza de Israel, en agosto
10 de 1863, Cranmer registra su rompimiento con los White´s bajo el
título, “My Experience”: Hace unos diez años, un ministro del
Adventismo del Séptimo Día, con el nombre de Bates, vino a nuestra
ciudad y abogó por toda la ley, los dones del espíritu y muchos otras
verdades gloriosas. Los dones pertenecientes a la Iglesia, que había
creído por más de veinte años de aquí que sentí regocijarme,
suponiendo que había hallado al pueblo que por largo tiempo habían
buscado. Me dijo que los dones se habían realizado entre ellos, que
contaban con el don de la profecía y el de sanar a los enfermos. Pero
durante el tiempo que estuve con ellos, nunca supe de alguien que haya
sido sanado. En esto, me desanimé. Halle que el espíritu de la profecía,
estaba confinado por completo a una mujer. Por este tiempo sospeché
que me había embarcado en una nave equivocada. Inicié, entonces, una
seria investigación de sus visiones. Encontré que se contradecía entre sí,
y que también contradecían la Biblia. Hice del conocimiento de los
hermanos mis dudas concernientes a las visiones. Al mismo tiempo que
me dieron las espaldas, me confinaron. No conociendo a gente alguna
con la cual unirme, permanecí con ellos por años, esperando que se
enfermaran de las visiones de E.G. White y que pudiéramos caminar
53
juntos en unidad de espíritu. Pero en vez de rechazarlas, como era mi
esperanza que lo harían, solamente tiraron de las riendas con mayor
apertura.
Al fin integré mis pensamientos y dije que no pertenecería más a una
iglesia gobernada por una mujer. A partir de aquel tiempo, la Biblia
había sido mi credo, con Cristo a la cabeza de la iglesia. Comencé sólo,
con mi Biblia en mano. Dios ha bendecido mi labor más de lo que yo
esperaba. Contamos con unos ocho ministros y algunos cientos de
miembros en el Estado de Michigan, Dios ha manifestado su poder entre
nosotros de manera maravillosa...”
En ella se alcanza a notar un tinte machista cuando dice que, “no
pertenecería más a una iglesia que estuviera gobernada por una
mujer”63.
En poco más de dos años Cranmer pudo identificar a diez
congregaciones y ocho ministros que se asociaron con sus esfuerzos.
Organizó una conferencia de estas iglesias en Michigan y fue elegido su
presidente en 1860. Para 1863, la conferencia adopta el nombre que
usaba, “Iglesia de Cristo”. En agosto 10 de 1863 lanzó la publicación de,
“The Hope of Israel” (La Esperanza de Israel).
En 1860, M. E. Cornell fundó en Marion, Iowa la “Iglesia de Jesucristo”, él
era un sabatista convencido por Bates, pero en 1864 abandonó
finalmente la iglesia para irse con los Adventistas del Séptimo Día, al no
conseguir que sus hermanos le siguieran en la fe adventista, ya que
63 Coulter, Robert. The Story of the Church of God (Seventh Day), p. 13, 14.
54
ellos solo aceptaban la Biblia como su regla de fe. No obstante si redujo
la Iglesia a la mitad después del incidente.
La Iglesia de Iowa y la de Michigan se conocieron a través de una
publicación adventista que escribieron equivocadamente, y así ambas se
unieron al identificarse sabatarias en 1862.
En aquel tiempo era de suma importancia las publicaciones en el
período incipiente de cualquier grupo, a través de ellas se expandían y
expresaban su credo.
“The Hope of Israel” fue el periódico que a la larga se convertiría en
1972 en “El Abogado de la Biblia”, revista que actualmente llega a más
de 70 países en el mundo con miles de subscriptores.
La Esperanza de Israel era obviamente Jesucristo, en esta publicación se
denotan las creencias prístinas de la Iglesia de Dios actual64.
W. Brinkerhoff (ex-Adventista) se convirtió en editor de la Esperanza de
Israel en mayo de 1866, y B. F.Snook en 1868.
Es preciso apuntar que era un tiempo de “dispersión”, esta Iglesia se
estaba convirtiendo en la gran opción para todo aquel que no estaba
dispuesto a seguir con las enseñanzas de Elena White. El sábado se
observaba también, y en general las doctrinas clásicas no tan radicales
del Adventismo. Snook fue quien abrió el camino evangelístico hacía el
sur hasta Missouri.
“Convirtió” a W. C. Long y familia que después serían líderes pioneros en
Missouri.Jacob Brinkerhoff quedó como editor del periódico, al desertar
64 La Biblia y Solo la Biblia. La muerte como extinción del ser, el pecado cono transformación de la ley, vida eterna solo por Cristo, la recompensa de los justos en la tierra, etc. Ibid, p. 19, 20.
55
de la iglesia Snook y el hermano mayor de Jacob, W. Brinkerhoff, para
irse al Universalismo.
En 1865 la Iglesia de Iowa adoptó el nombre de Iglesia de Dios al igual
que la de Missouri, la de Michigan seguía llamándose Iglesia de Cristo.
En 1884 se organizó la primera Conferencia General de la Iglesia de Dios
donde se publicaron los primeros artículos de fe donde destacaban: La
Biblia como regla de fe, el Sábado como día del Señor, la Segunda
Venida de Cristo, y el Estado Inconsciente de los Muertos (la no ida al
cielo o al infierno).
Cranmer murió en diciembre 17 de 1903, A. F. Dugger pionero de la
Iglesia de Nebraska en 1910, y Jacobo Brinkerhoff en 1916 a la edad de
75 años; todos ellos fueron claves en el engranaje sabatario disidente.
Surgieron nuevos líderes como Andrew Dugger, quien sería importante
para México en 1920, y presidente de la Conferencia General de los
E.U.A. en los años veinte. El espíritu misionero de la Iglesia de Dios
surgió en esos años, años propicios históricamente.
México, Centro y Sudamérica, Europa Occidental, África y la India. En
1923 la Iglesia de Dios agrega la frase Séptimo Día, para distinguirse de
otras denominaciones que usaban el mismo nombre65.
En 1925 hay ya 79 Iglesias en E. U. A. y en 1934 un hombre llamado
Herbert W. Amstrong funda la radio Iglesia de Dios y comienza a
publicar la revista “La Pura Verdad”, el problema fue que creyó en dos
doctrinas no autorizadas o propias de la Iglesia de Dios, una de las
65 Ibid, p. 42, 43
56
cuales afirmaba la celebración de las fiestas judías. Terminó
separándose para formar otra Iglesia sabática llamada “Iglesia de Dios
Universal”.
En 1952 se establecen los cuarteles generales de la iglesia en Denver,
Colorado; y en 1972 en Boulder, Colorado donde se encuentra también
el Seminario Cima de Teología y la Imprenta de la revista el “Abogado
de la Biblia”.
Solo queda decir que de esta Iglesia surgirían otras iglesias sabatarias
que se han clasificado algunas de ellas en el primer capítulo.
La Iglesia de Dios al igual que la Iglesia Adventista empezaron su obra
misionera hacía México en el siglo XX, y hasta hoy ambas Iglesias suelen
ser confundidas o tomadas como una sola cuando ya hemos visto que
no es así, y su diferencia principal radica en su apego y creencia en los
White’s.
¿Cómo y de que forma llegaron a México? ¿Qué aportaciones le han
dejado a la sociedad mexicana o al protestantismo mexicano? ¿Cómo se
desarrollaron?. Es lo que buscaré resolver en los siguientes capítulos,
omitiendo a la Iglesia Adventista del Séptimo Día dado lo extenso y
complicado de ello, concentrándome principalmente en la Iglesia de Dios
(7º Día) en México, la cual es el objeto principal del trabajo y la iglesia
que tiene una metamorfosis que va de lo judaico a lo evangélico
pasando por distintas a fases que ahora consideraremos.
Diac. Raymundo Ramos
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