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HISTORIA La Chaya, esa expresión de la vida riojana, se origina en el rito religioso natural de alegría y acción de gracias celebrado por la tribu, donde los hermanos comparten, mojándose mutuamente con el agua y empolvándose unos a otros con la harina de maíz, la alegría de los dones recibidos de la Pachamama ( Madre Tierra). La Chaya es una fiesta ancestral y popular que está muy ligada al Carnaval. Esta “hibridación” viene ciertamente de la época del mestizaje indo-español, pero en América Precolombina ya existían el ritmo y la fiesta. La chaya riojana reconoce como principal protagonista al pusllay o pujllay. La challa, que del quechua challay, indica mojar o rociar, se celebra en torno a la figura de un personaje, el pusllay, muñeco de trapo de tamaño natural con cabeza canosa. Este dios del carnaval nace el sábado anterior al carnaval y su entierro tiene lugar el Domingo de Cenizas o Domingo de Pusllay. Hoy la Chaya se festeja con harina y agua, regadas de buen vino y con el aire perfumado de albaca, en todos los barrios, donde se realizan los tradicionales “Topamientos” entre familias, presididos por el “Compadre” y la “Cuma”, bajo el reinado del Pujllay. La expresión de convocatoria multitudinaria es el festival folklórico que se realiza por las noches en “El Puquial”, que a diferencia de los demás realizados en el país, tiene la característica de que unos pocos escuchan a los artistas sentados en sillas, sino jugando con harina y bailando al ritmo pegadizo de chayas, chacareras, zambas y en general todos los ritmos folklóricos. Este festival denominado “Chaya” se realiza todos los años durante el fin de semana cercano al 15 de Febrero La Chaya y sus propiedades nutricionales Nunca ha pasado inadvertida. Cuando los españoles pisaron estas tierras, les llamó la atención aquel arbusto y los variados usos a él asignados por los nativos. Es un arbusto que mide de dos a tres metros de alto, posee médula gruesa y blanca, y tallos grisáceos o verdosos.

Historia

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HISTORIALa Chaya, esa expresión de la vida riojana, se origina en el rito religioso natural de alegría y acción de gracias celebrado por la tribu, donde los hermanos comparten, mojándose mutuamente con el agua y empolvándose unos a otros con la harina de maíz, la alegría de los dones recibidos de la Pachamama ( Madre Tierra).La Chaya es una fiesta ancestral y popular que está muy ligada al Carnaval. Esta “hibridación” viene ciertamente de la época del mestizaje indo-español, pero en América Precolombina ya existían el ritmo y la fiesta. La chaya riojana reconoce como principal protagonista al pusllay o pujllay. La challa, que del quechua challay, indica mojar o rociar, se celebra en torno a la figura de un personaje, el pusllay, muñeco de trapo de tamaño natural con cabeza canosa.

Este dios del carnaval nace el sábado anterior al carnaval y su entierro tiene lugar el Domingo de Cenizas o Domingo de Pusllay. Hoy la Chaya se festeja con harina y agua, regadas de buen vino y con el aire perfumado de albaca, en todos los barrios, donde se realizan los tradicionales “Topamientos” entre familias, presididos por el “Compadre” y la “Cuma”, bajo el reinado del Pujllay.

La expresión de convocatoria multitudinaria es el festival folklórico que se realiza por las noches en “El Puquial”, que a diferencia de los demás realizados en el país, tiene la característica de que unos pocos escuchan a los artistas sentados en sillas, sino jugando con harina y bailando al ritmo pegadizo de chayas, chacareras, zambas y en general todos los ritmos folklóricos. Este festival denominado “Chaya” se realiza todos los años durante el fin de semana cercano al 15 de Febrero

La Chaya y sus propiedades nutricionales

Nunca ha pasado inadvertida. Cuando los españoles pisaron estas tierras, les llamó la atención aquel arbusto y los variados usos a él asignados por los nativos.  Es un arbusto que mide de dos a tres metros de alto, posee médula gruesa y blanca, y tallos grisáceos o verdosos.

Sus hojas presentan pecíolo largo, el cual al desprenderse da un jugo lechoso; resultan más anchas que largas, trilobadas casi a la mitad e irregularmente dentadas, de color verde subido en el haz y verde en el envés, tienen pelos mordiscantes, que causan picazón cuando se les toca