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¿Qué enseña la Biblia sobre la Poligamia? Henry Jaimes Martínez
TABLA DE CONTENIDO
Introducción
1. Dios no instauró la Poligamia sino la monogamia.
2. Lamec, descendiente de Caín, primer registro bíblico de poligamia.
3. Abrahán fue incitado por su mujer a ser polígamo.
4. Jacob no quería ser polígamo
5. La poligamia de Elcana trajo problemas en su hogar.
6. ¿La poligamia es bendecida por Dios?
7. Las Regulaciones de la Poligamia en la ley mosaica.
8. La Ley mosaica desanimaba a la poligamia, protegía a las mujeres.
9. La poligamia de Salomón apartó su corazón de Dios.
10. Los matrimonios modelos en la Biblia son monógamos, no polígamos.
11. ¿Jesús aprobó la poligamia?
12. La Parábola de las diez vírgenes.
13. Los apóstoles no enseñaron ni aprobaron la poligamia.
14. Jesús rectificó la práctica de la poligamia.
15. Interpretación simbólica de Isaías 4: 1-6
INTRODUCCIÓN
La poligamia ha sido un tema controversial por muchos siglos. Algunos afirman que
la poligamia es bíblica y, por ser tolerada por Dios en tiempos de los patriarcas, y
en la ley de Moisés, entonces, también es bendecida y puede ser practicada en
nuestros días. Además, fundamentándose en una interpretación literal de una
profecía de Isaías sus partidarios argumentan que la poligamia se practicará en el
futuro.
Otros consideramos que la poligamia aunque fue tolerada por Dios en el antiguo
testamento, fue rectificada por Jesucristo al volver a la norma original del
matrimonio, por lo tanto, ni Jesús la enseñó, ni los apóstoles la aprobaron, y por lo
tanto, no se debe practicar en nuestros días ni se practicará en el futuro.
En este libro se analizará el punto de vista que Dios da en su palabra respondiendo
a todos los argumentos que los partidarios de la poligamia esgrimen a favor de esa
doctrina.
Este libro lo escribí para la honra y gloria de mi Padre Celestial y por amor y
consideración a mis hermanos en la fe a quienes aprecio y tengo en mis oraciones
todo el tiempo.
1. Dios no instauró la Poligamia sino la monogamia.
Muchas personas sostienen que Dios aprueba la poligamia (matrimonio entre un
hombre y varias mujeres) ya que permitió la poligamia entre los antiguos israelitas.
Es cierto que la Biblia muestra que algunos siervos sobresalientes de Dios tuvieron
más de una esposa. Sin embargo, la poligamia no se originó entre el pueblo de
Dios. Recuerden que Dios creó una sola esposa para el primer hombre, Adán,
“como su ayuda idónea” (Génesis 2:18). Veamos:
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea
para él. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la
trajo al hombre. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a
su mujer, y serán una sola carne.
Al leer estos textos bíblicos notamos que en los planes originales de Dios nunca
estuvo que el hombre fuera polígamo sino monógamo. El instituyó la monogamia
desde un principio. Si la poligamia hubiera estado en los planes de Dios estos textos
dirían lo siguiente:
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayudas idóneas
para él. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo algunas mujeres,
y las trajo al hombre. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a sus mujeres, y serán una sola carne.
No. La poligamia no estaba dentro de los planes de Dios. Algunos partidarios de la
poligamia argumentan que como era la primera creación de la pareja humana era
inconsecuente que Dios le hubiera dado varias mujeres. No obstante, este
razonamiento no es válido, porque para Dios nada es imposible. Si la poligamia
estuviera en los planes de Dios él desde un principio le hubiera dado varias mujeres
a un hombre.
2. Lamec, descendiente de Caín, primer registro bíblico de poligamia.
Entonces, si la poligamia no estaba dentro de los planes de Dios, ¿quién inició esta
práctica?
La Biblia registra claramente que el primer polígamo fue Lamec, quien era nada
más y nada menos que descendiente de Caín en sexta generación. Él tomó para sí
dos esposas. Veamos:
Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de
la otra, Zila. (Gén. 4:19)
Un dato interesante para destacar de este hombre es que heredó el espíritu violento
de su antepasado Caín.
Y dijo Lamec a sus mujeres:
Ada y Zila, oíd mi voz;
Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:
Que un varón mataré por mi herida,
Y un joven por mi golpe. 24 Si siete veces será vengado Caín,
Lamec en verdad setenta veces siete lo será. (Génesis 4:23-24)
Este es el primer registro bíblico de Poligamia, y este hombre no era precisamente
un santo varón de Dios, sino un asesino. No obstante, la mención específica de
esto da a entender que la poligamia era algo poco común en la sociedad humana,
incluso en aquel tiempo. Es importante resaltar que hombres de esa época como
Noé y sus tres hijos practicaron la monogamia (Gén. 7:7.13).
3. Abrahán fue incitado por su mujer a ser polígamo
Abrahán se casó con Sara y fue monógamo hasta los 85 años de edad, Abrahán
solo se limitó a tener relaciones sexuales con su esposa Sara hasta esa edad. Pero
en vista de que Sara era estéril y no podía tener hijos, Sara se acogió a una
costumbre antigua y sugirió un arreglo sustitutivo. Agar, sirvienta de ella, daría a él
un hijo en lugar de ella (Génesis 16:1-11).
Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se
llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho
estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y
atendió Abram al ruego de Sarai.
Sin embargo, fue Sara y no Abrahán quien lo incitó a que se acostara con Agar.
Aparte de eso, no hay ninguna prueba bíblica de que Abrahán haya vuelto a tener
relaciones con Agar después de engendrar al hijo de ella, Ismael. En realidad, Dios
continuó hablando exclusivamente de Sara como “esposa” de Abrahán, pero de
Agar como “esclava”. Además, más tarde Abrahán despidió de su casa a Agar.
(Génesis 17:19; 21:8-16.).
Un punto importante para resaltar es que la poligamia le trajo conflictos familiares a
Abrahán por la rivalidad entre su esposa y su sierva.
Posteriormente, Abrahán engendró a Isaac, pero Isaac fue 100% monógamo. Se
casó con Rebeca y engendró a los gemelos Esaú y Jacob.
El hijo de Abrahán, Isaac, que más tarde le nació a Sara por medio de un milagro,
y que fue la “descendencia” prometida, solo tuvo una esposa. (Gén. 21:2, 12).
67 Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la
amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre. Génesis 24:67
4. Jacob no quería ser polígamo
Jacob el hijo de Isaac tuvo dos esposas, debido a un engaño de parte de su suegro
Labán. Jacob también tuvo concubinas. Gén. 29:21-29; 30:1-13.
La Biblia registra que Jacob se enamoró de Raquel, y para poder casarse con ella,
tuvo que trabajar 7 años para su suegro Labán. En la noche de bodas su suegro lo
engañó y le dio a su hija mayor Lea, en vez de Raquel, justificando que no era
costumbre desposar la menor antes que la mayor.
Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor.
Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella. Venida
la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has
hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?Y
Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la
mayor. (Gén. 29:18.23-26)
Entre los planes de Jacob no estaba ser polígamo sino monógamo al querer casarse
solo con Raquel, la mujer a quien amaba, pero debido al engaño de su suegro se
vio en la necesidad de trabajar 7 años más por su amada, desposándola y
convirtiéndose a su vez en un hombre polígamo. Después, Raquel resultó ser estéril
e instó a Jacob a que se acostara con su sierva.
Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a
Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy
yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? Y ella dijo: He aquí mi sierva
Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos
de ella. Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. Y concibió
Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. (Gén. 30:1-5)
Posteriormente, cuando Lea ya no pudo tener más hijos incitó a Jacob para que se
acostara con su sierva. Entonces, a instancias de sus dos esposas, Jacob tuvo
relaciones con sus siervas Bilhá y Zilpá y estas le dieron a luz hijos. Pero la Biblia
tampoco oculta en este caso los numerosos problemas que ocasionó la poligamia
en la familia numerosa de Jacob. (Génesis 29:30, 31; 30:1-3, 15, 16, 20; 37:2-
4; 44:20-29.)
5. La poligamia de Elcana trajo problemas en su hogar.
La Biblia también registra la historia de Elcana (el padre del profeta Samuel) y de
sus dos esposas: Ana y Penina. Penina trataba con tanta crueldad a Ana, que esta
muchas veces lloraba y perdía el apetito. Por su parte, parece que Penina estaba
celosa porque Elcana mostraba más amor por Ana. (1 Samuel 1:4-7.)
No hay duda de que la poligamia ha causado dificultades. Aunque en tiempos
antiguos era una costumbre tolerada en el pueblo de Dios, no obstante, al analizar
los casos de poligamia de Abrahán, Jacob y Elcana la Biblia deja ver claramente
los conflictos familiares y las envidias, pleitos y disputas entre las esposas de estos
siervos de Dios, que esta práctica dejaba.
6. ¿La poligamia es bendecida por Dios?
Muchos argumentan que la poligamia es bendecida por Dios porque producto de la
poligamia nacieron siervos de Dios como José y el profeta Samuel. No obstante, la
promesa de bendición Dios ya se la había dado a Abrahán, antes de ser polígamo,
y tenía que cumplirse. Veamos:
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. (Gén. 12:2)
Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible
contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia. (Gén. 15:5).
Entonces, al leer estos textos podemos notar que la promesa de bendición ya
estaba, y esa bendición no vino precisamente por su relación polígama con Agar,
sino por la línea de Sara, su esposa. Veamos:
Pero la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: “Tu heredero no será éste, sino
uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero.” El SEÑOR lo llevó fuera,
y le dijo: “Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas.” Y
añadió: “Así será tu descendencia.” (Gén. 15:4-5)
Fijémonos claramente que la promesa de bendición no provino precisamente
de la relación polígama con Agar sino de la relación con su esposa Sara. Así
que ese argumento de que la poligamia es bendecida por Dios no es válido.
De hecho, cuando la fe de Abrahán fue sometida a prueba, Dios confirmó
nuevamente el pacto de bendición con su hijo Isaac.
De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo
y como la arena que está a la orilla del mar (Gén. 22:17)
7. Las Regulaciones de la Poligamia en la ley mosaica.
La poligamia ya era un aspecto permanente de muchas sociedades tribuales. De
modo que cuando se consideró la poligamia en la Ley dada luego a Moisés, no se
estaba presentando nada nuevo. La Ley sencillamente reglamentó una institución
existente e impidió el abuso de la misma. Hizo esto mediante reglas y restricciones,
que tendían a no fomentar los matrimonios polígamos (Éxodo 21:9-11;
Deuteronomio 21:15-17; 1 Samuel 21:3-5; 2 Samuel 11:11).
Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las
hijas. Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el
deber conyugal. Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin
dinero. (Ex. 21:9-11)
Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y
la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; en
el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de
primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el
primogénito; mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle
el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio
de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura. Deuteronomio 21:15-17
8. La Ley mosaica desanimaba a la poligamia, protegía a las mujeres
Las disposiciones de la Ley eran de tal índole que realmente desanimaban la
práctica de la poligamia. Cada vez que un hombre tenía relaciones sexuales con su
esposa quedaba inmundo, en un sentido religioso, por un día. (Lev. 15:16, 17) Por
eso, el tener relaciones con varias esposas resultaría en inconveniencias más
frecuentes para el hebreo, porque la inmundicia impedía que el hombre participara
en varias actividades. (Lev. 7:20, 21; 1 Sam. 21:3-5; 2 Sam. 11:11) Además, las
leyes de la herencia requerían que el hombre diera una herencia doble a su
primogénito, aunque éste fuera el hijo de la esposa menos amada. (Deu. 21:15-17)
En estos aspectos, la poligamia era indeseable.
Aunque se toleraba la poligamia, la Ley protegía a las mujeres, dándoles a las
mujeres hebreas una condición mucho más elevada y respetada de la que las
mujeres tenían en otras naciones. Si un hombre seducía a una joven virgen que
no estaba comprometida, tenía que casarse con ella, y nunca podría divorciarse de
ella. (Deu. 22:28, 29; Éxo. 22:16, 17) Si un hombre acusaba falsamente a su esposa
de no ser una virgen al tiempo de su boda, jamás podría divorciarse de ella. (Deu.
22:13-21) Además, se requería que el polígamo proveyera el sustento y diera el
débito conyugal a la esposa menos amada. (Éxo. 21:10, 11) Una joven virgen
extranjera capturada en la guerra como esclava podía ser tomada por esposa por
el soldado que la capturó. Pero si después la despedía porque no se deleitaba en
ella, no la podía vender a otra persona. Tenía que dejarla ir libre según ella quisiera.
(Deu. 21:10-14) El permitir que los soldados se casaran con las vírgenes capturadas
era una bendición para estas jóvenes, debido a que de otro modo no tendrían hogar
ni amigos.
Además, un hombre no podía divorciarse de su esposa sin causa debida. Él tenía
que escribirle un certificado de divorcio formal. Esto requería una autoridad pública
como testigo y probablemente tendría que efectuarse ante los ancianos de la
ciudad, para darle autorización oficial. Esta disposición, junto con la ley de que el
hombre no podía volver a casarse con esta esposa si ella se casaba con otro
hombre que más tarde muriera o se divorciara de ella, servía para disuadir de los
divorcios apresurados o frívolos. (Deu. 24:1-4) Lo que es más, el certificado de
divorcio proveía evidencia legal de que la mujer se podía volver a casar. La protegía
del cargo de prostitución o adulterio. Compare con Deuteronomio 22:13-21.
9. La poligamia de Salomón apartó su corazón de Dios
La mayoría de los israelitas no eran polígamos. La poligamia la practicaban
principalmente los ricos y los de la clase gobernante. Por ejemplo, Salomón tuvo
700 mujeres y 300 concubinas, y muchos utilizan este argumento para justificar la
poligamia, pero lo que no saben es que Salomón desobedeció una ley que se
había establecido para los reyes de Israel que decía: “Ni tomará para sí
muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe” (Deut. 17:17). ¿Qué
consecuencias le trajo la excesiva poligamia a Salomón? Veamos:
Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres
desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron
su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios,
como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de
los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo
malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David
su padre. Entonces, edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable
de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable
de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales
quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. Y se enojó Jehová contra
Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel,
que se le había aparecido dos veces,
La poligamia de Salomón hizo que su corazón se apartara de Dios y se volviera
idólatra al empezar a adorar dioses falsos. ( 1 Reyes 11:3-9)
10. Los matrimonios modelos en la Biblia son monógamos, no polígamos
Dios habló consecuentemente de matrimonios modelos en términos de una sola
esposa.
Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;
Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. (Salmo 128:3)
Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, (Prov. 5:18)
Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor.
(Prov. 18:22)
Pero en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa, y
cada mujer su propio esposo. (1 Cor. 7:2)
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y
la mujer respete a su marido. (Ef.5:33)
Después de leer estos textos bíblicos nos damos cuenta que los ejemplos de
matrimonios modelos son monógamos. No hay ninguna evidencia bíblica que cite a
un matrimonio polígamo como un matrimonio modelo y ejemplar.
11. ¿Jesús aprobó la poligamia?
Si la poligamia es bendecida por Dios y supuestamente será practicada en el futuro,
debemos esperar que Jesucristo la aprobara y hablara a favor de ella. No obstante,
la evidencia bíblica confirma que Jesús estaba a favor de la monogamia. Veamos:
“Moisés, en vista de la dureza del corazón de ustedes, les hizo la concesión de que
se divorciaran de sus esposas, pero al principio no fue así” (Mateo 19:8).
Aquí se está hablando del divorcio, pero ¿se puede decir lo mismo acerca
de la poligamia que “al principio no fue así”?
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón
y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a
su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino
una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. (Mateo 19:4-
6)
Si Jesucristo hubiera estado a favor de la poligamia hubiera dicho esto:
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón
y hembras los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá
a sus mujeres, y los ocho serán una sola carne? Así que no son ya más ocho,
sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. (Mateo
19:4-6)
Esto demuestra claramente que Jesús no era partidario de la poligamia sino que
más bien retomó el propósito original de Dios al decir: “varón y hembra los hizo.”
Jesús no dice varón y hembras. Jesús confirmó así la norma original tocante al
matrimonio (Mateo 19:3-8).
Esto desarma totalmente el argumento que esgrimen algunos de que la poligamia
es bendecida por Dios y será practicada en el futuro algo que la Biblia realmente no
enseña como se ha demostrado y se seguirá demostrando más adelante.
12. La Parábola de las diez vírgenes
Muchos enseñan que Jesús sí enseñó la poligamia por cuanto utilizó una parábola
polígama de 10 vírgenes que salen a recibir a su esposo. Sin embargo, debemos
tener en cuenta que una parábola es una ilustración en la que una narración breve,
real o ficticia, ilustra una verdad moral o espiritual. Una parábola es un relato corto,
con forma de historia sencilla, real o inventada pero no fantasiosa, mediante la cual
Jesús establece una comparación: "igual que sucede en tal caso, así sucede en tal
otro". Esta comparación pretende mostrarnos una enseñanza de tipo "espiritual".
Como es sabido, Jesucristo enseñaba a través de parábolas que extractaba de
elementos de la naturaleza, y de costumbres y creencias populares de su época.
No obstante, su objetivo era enseñar grandes verdades espirituales, por lo tanto, las
parábolas no se deben interpretar literalmente sino simbólicamente para descubrir
la enseñanza que Jesús quería impartir.
¿Qué aprendemos de la parábola de las 10 vírgenes?
Cuando Jesucristo empleó esta parábola no estaba enseñando la poligamia como
muchos afirman, sino la situación de las iglesias al final de los tiempos.
Vemos que aparecen 5 mujeres sensatas y 5 insensatas. La palabra mujer
simbólica y proféticamente tiene dos interpretaciones: iglesia verdadera (Ver
Apocalipsis 12) e iglesia falsa (ver Apocalipsis 17).
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; (Mat. 25:3)
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. (Salmo 119:105).
Aquí descubrimos una verdad de esta parábola. El hecho de que las 10 mujeres
tuvieran 10 lámparas significa que las iglesias a las cuales ellas representan tenían
la palabra de Dios. Ahora debemos descubrir en la Biblia a que se refiere la palabra
aceite.
El aceite en la Biblia tiene un significado simbólico y divino, representa al Espíritu de Dios y su accionar. En 1 Samuel 16:13 nos muestra que cuando vino el aceite de unción, vino también el Espíritu Santo sobre David.
1° Samuel 16:13 “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá”. Entonces, ahí se evidencia que el aceite representa al Espíritu Santo, y retomando la parábola, el hecho de que las mujeres insensatas no tuvieran aceite en sus lámparas significa que muchas iglesias, al final de los tiempos, tendrán la Biblia pero no al Espíritu Santo.
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. (Mat. 25:5)
Hay un momento en que todas esas iglesias cabecean en una especie de
adormecimiento espiritual.
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque
ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
(Rom.13:11)
Y a la medianoche se oyó un clamor: !!Aquí viene el esposo; salid a
recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus
lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite;
porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo:
Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y
comprad para vosotras mismas. (Mat. 25:6-9)
Todas las iglesias cristianas y pseudo-cristianas de los últimos tiempos utilizan la
Palabra de Dios, pero la diferencia es que las iglesias pseudo- cristianas no están
preparadas para las bodas del cordero, puesto que no tienen el Espíritu de Dios.
Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas
entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras
vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os
digo, que no os conozco. (Mat. 25:10-12)
Este cuadro se parece mucho a lo que Jesucristo expresó en Mateo 7:21-23
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en
tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
¿Cuál es la enseñanza de esta parábola?
La enseñanza de esta parábola se vislumbra en este último versículo.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de
venir. (Mat. 25:13)
Debemos estar preparados para la segunda venida de nuestro señor Jesucristo no
solamente con la lámpara (el conocimiento de la Palabra de Dios), sino también con
el aceite (la unción del Espíritu Santo en nuestras vidas). Esta es la enseñanza de
esta parábola. El hecho de que Jesús hubiese utilizado una parábola polígama
no implica de que estuviera enseñando la práctica de la poligamia porque él
mismo ya había rectificado y reestablecido la norma del matrimonio original.
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón
y hembra los hizo, (Mateo 19:4)
Entonces, Jesús utilizó esta parábola de la costumbre polígama de los pueblos
orientales para enseñar una verdad espiritual: Debemos estar preparados para la
segunda venida de nuestro señor Jesucristo no solamente con la lámpara (el
conocimiento de la Palabra de Dios), sino también con el aceite (la unción del
Espíritu Santo en nuestras vidas). Eso es lo que realmente enseña esta parábola.
Si interpretáramos literalmente esta parábola para justificar la práctica de la
poligamia, tendríamos que literalizar otras parábolas como la de los labradores
asesinos y la parábola del Rico y Lázaro. Si utilizamos esa premisa de interpretación
literal en las parábolas (las cuales realmente deben interpretarse simbólicamente)
para justificar la práctica de la poligamia, entonces, también se debería utilizar la
misma exégesis en otras parábolas y eso implicaría que en la parábola de los
labradores asesinos Jesucristo estaría apoyando el asesinato y en la parábola del
Rico y Lázaro el infierno, la inmortalidad del alma y el juicio instantáneo después de
la muerte (que los buenos se van al seno de Abrahán literalmente y que los malos
se van al hades a ser atormentados).
13. Los apóstoles no enseñaron ni aprobaron la poligamia.
Si la Poligamia es bendecida por Dios y será practicada en el futuro como muchos
afirman, ha de esperarse que por lo menos los apóstoles la enseñaran o que, al
menos, la aprobaran. Veamos si esto fue así:
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer,
sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar (1 Tim. 3:2)
Aquí podemos ver que uno de los requisitos para aspirar a un ministerio era que el
ministro tenía que ser esposo de una sola mujer. Pero aquí surge una pregunta para
los que enseñan que la poligamia es bendecida por Dios y practicada por los
cristianos de la iglesia primitiva: ¿Por qué los polígamos no podían aspirar a este
cargo ministerial? ¿Acaso Pablo estaba discriminando a los hombres que tenían
más de una esposa? ¿por qué hizo esto el apóstol Pablo si supuestamente la
poligamia también era bendecida por Dios y practicada por los cristianos se la era
apostólica?.
Uno de los argumentos típicos esgrimidos por los partidarios de la poligamia para
este pasaje es que los polígamos no podían atender las obligaciones de la iglesia,
y que por lo tanto, no podían cumplir con sus funciones de ministros (esa
interpretación se parece mucho a la argumentación que sacan los curas del
catolicismo para justificar su celibato).
No obstante, esa es una interpretación aislada y sacada del contexto, puesto que
Jesucristo ya había rectificado la norma original: Varón y hembra los hizo (Mat.
19:4). Por lo tanto, es precipitado decir que había cristianos polígamos en la iglesia
primitiva.
De hecho, la Biblia también especifica un requisito para las viudas que querían servir
con algún deber en la congregación.
Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido
esposa de un solo marido.
Aquí podemos notar que el requisito de tener un solo cónyuge no era solamente
para los hombres que quisieran aspirar a un ministerio dentro de la iglesia, sino
también para la viuda que quisiera servir en la congregación (haber sido esposa de
un solo marido).
Por otra parte, el Apóstol Pablo también enseñó lo siguiente:
¿Acaso no tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como
los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas? (1 Corintios 9:5)
Aquí podemos notar que el apóstol Pablo nunca enseñó la poligamia sino la
monogamia. Si el hubiera aprobado la poligamia o tal vez insinuado la poligamia el
texto diría:
¿Acaso no tenemos derecho a llevar cada uno de nosotros varias esposas
creyentes, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?
Eso es lo que los que enseñan la poligamia les gustaría que el texto dijese, pero
gracias a Dios la Biblia habla por sí misma. Así que los cristianos de la iglesia
primitiva nunca fueron polígamos. Decir o argumentar que los cristianos de la era
apostólica eran polígamos es torcer y falsificar las escrituras para hacerlas decir lo
que no dicen.
Otra prueba sólida que demuestra de una manera categórica e incisiva que los
cristianos de la era apostólica eran monógamos y no polígamos se encuentra en
este principio que el Apóstol Pablo escribió:
pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una
tenga su propio marido. (1 Corintios 7:2)
Esta reglamentación se dio por la inmoralidad sexual relacionada con pecados
sexuales que se estaba manifestando en la iglesia de Corintos. Sin embargo,
suponiendo hipotéticamente que la poligamia fuera practicada por los cristianos de
la iglesia primitiva, esta norma también hubiese sido un golpe directo para “los
supuestos polígamos cristianos”.
Si la poligamia hubiera sido bendecida y aprobada por Dios bajo la ley del Cristo,
Pablo hubiera escrito lo siguiente:
pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga sus propias mujeres, y cada
una tenga su propio marido.
No. La poligamia no era practicada en el cristianismo de la era apostólica. Todo el
registro y la evidencia bíblica apunta a que los cristianos eran monógamos.
14. Jesús rectificó la práctica de la poligamia Aunque Dios reguló la poligamia, no consideró conveniente abolir la costumbre
entre su pueblo en la época de los patriarcas y de la ley mosaica, tal como
no abolió la esclavitud aunque sí la reguló. Todavía no era tiempo para que él
restaurara todas las cosas a su norma perfecta. Según lo cita el escritor del libro
bíblico de Hebreos, Jesús dijo, en substancia, acerca de los muchos sacrificios
animales ofrecidos por los judíos: “Sacrificio y ofrenda no quisiste [Dios], pero me
preparaste un cuerpo.” (Heb. 10:5) El arreglo de la Ley para sacrificios animales era
meramente una sombra, no la realidad. Jesucristo dio el sacrificio verdaderamente
satisfactorio para quitar los pecados. El escritor habla acerca de los sacrificios y
otros rasgos de la Ley y dice: “Eran requisitos legales tocantes a la carne y fueron
impuestos hasta el tiempo señalado para rectificar las cosas.”—Heb. 9:10.
Por lo tanto, con la aparición de Jesucristo en la Tierra llegó el tiempo para
comenzar a rectificar o reformar las cosas. Él puso en claro la norma de Dios
de la monogamia, y la del divorcio bíblico solo a causa del adulterio. (Mat. 19:9)
Cuando los fariseos le preguntaron por qué Dios no exigió que Israel observara esta
norma, Jesús replicó: “Moisés, en vista de la dureza del corazón de ustedes, les
hizo la concesión de que se divorciaran de sus esposas, pero tal no ha sido el caso
desde el principio.”—Mat. 19:7, 8.
En armonía con lo que dijo Jesús, el profeta Jeremías, mucho antes, había predicho
un cambio en los tratos de Dios, cuando entrara en vigor el nuevo pacto basado en
el sacrificio de Cristo. Jeremías dijo: “‘¡Mira! Vienen días,’ es la expresión de Jehová,
‘y yo ciertamente celebraré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo
pacto; . . . pondré mi ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré.’”—Jer. 31:31-
33;Heb. 10:16-18.
El nuevo pacto ablandaría la dureza de corazón de los que fueran introducidos en
él. La fe en el sacrificio de Cristo quitaría el estar consciente de los pecados, cosa
que los sacrificios animales nunca podrían hacer. La ley de este pacto no sería algo
meramente escrito en tablas de piedra. Estaría escrito en corazones. Les daría
conciencias limpias, lo que la Ley no hizo.—Heb. 9:13, 14.
Además, vemos que ni siquiera con la venida de Cristo fueron rectificadas todas las
cosas de inmediato. Después de enseñar a sus discípulos por tres años y medio,
Jesús les dijo la noche antes de su muerte: “Tengo muchas cosas que decirles
todavía, pero ustedes no las pueden soportar ahora.” (Juan 16:12) Las criaturas
humanas, al tratar de ajustarse a la norma perfecta de Dios, no pueden hacer todos
los cambios necesarios en su vida de inmediato, todos en un corto período de
tiempo. Por ejemplo, los primeros hebreos cristianos tuvieron que aprender mucho
acerca de liberarse de muchas de las tradiciones judías. Tuvieron que ser
corregidos por el apóstol Pablo sobre el asunto de observar ciertos días como más
sagrados que otros, sobre el comer, la circuncisión, y así por el estilo. Dios, amorosa
y consideradamente, no juzgó conveniente cargarlos con todos estos cambios de
golpe.—Rom. cap. 14; Hech. 15:1-29.
Tal fue el caso con la poligamia. Debido a “la dureza del corazón” de los judíos Dios
no forzó un cambio. En ese momento no era la cosa importante. Como lo explica el
apóstol Pablo: “¿Por qué, pues, la Ley? Fue añadida para poner de manifiesto las
transgresiones, hasta que llegara la descendencia a quien se había hecho la
promesa.” “Sin embargo, antes que llegase la fe, estábamos guardados bajo ley,
entregados juntos en custodia, esperando la fe que estaba destinada a ser
revelada. Por consiguiente la Ley ha venido a ser nuestro tutor que nos conduce a
Cristo, . . . Mas ahora que ha llegado la fe, ya no estamos bajo tutor.” (Gál. 3:19, 23-
25) Dios hizo de los judíos una nación separada por medio de darles la Ley. Pero
hasta en Su reglamentación de la poligamia había una distinción, porque ninguna
de las naciones tenía leyes semejantes sobre el asunto.
El trato considerado de Dios y el modo progresivo que tiene de guiar a su pueblo
son evidentes en este asunto de la poligamia. (Sal. 103:10, 14) Al elevar a la
humanidad del bajo sumidero del pecado, Dios tiene su tiempo para realizar ciertos
rasgos de su propósito. De hecho, se requerirá el reinado de mil años de su Hijo
Jesucristo para eliminar todos los efectos del pecado y para traer a la humanidad
a la condición perfecta, en que ya no sea estorbada por ningún vestigio de
“la dureza del corazón” y así pueda estar a la altura de la perfecta norma de Dios
en todo aspecto. ¡Cuán agradecidos debemos estar por su paciencia y bondad
inmerecida!—Rom. 8:21; 11:33-36.
Esto pudiera compararse al hecho de que Dios permite las “autoridades superiores,”
los gobiernos mundanos. Dios no los instituyó en el principio. Pero existen y todavía
no es el tiempo de Dios para removerlos. De modo que da instrucciones a sus
siervos en cuanto a cómo deben comportarse en relación con este arreglo que él
está permitiendo por un tiempo.—Rom. 13:1-7.
Exactamente, ¿cuál es la posición del cristiano en cuanto a la poligamia? ¿Se
permite, o ha pasado el período durante el cual Dios la tolera?
Antes de hacer los comentarios citados arriba, Jesús recurrió a Génesis 2:24,
diciendo: “El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y
los dos serán una sola carne.” (Mat. 19:5) Dios le dio a Adán solamente una
esposa. El modelo fue que los DOS, no tres o cuatro, serían una sola carne.
Bajo inspiración el apóstol Pablo mostró que así es como se entiende correctamente
este asunto. En 1 Corintios 7:2, escribió: “Que cada hombre tenga su propia
esposa y que cada mujer tenga su propio esposo.” Y dio instrucciones de que
un ministro nombrado en la congregación habría de ser “esposo de una sola
mujer,” demostrando la norma para los cristianos.—Tito 1:6; 1 Tim. 3:2, 12.
Así Dios dio fin al período de concesión tocante al arreglo marital.
Simplemente hizo que los asuntos volvieran al arreglo que había instituido en
el principio. Así, pues, no hubo ningún cambio en la moralidad de Dios...
permaneció perfecta. Y Jehová continuó oponiéndose a la inmoralidad sexual.
Consistentemente la consideró despreciable y merecedora de castigo severo. Gál.
5:19-21; 1 Cor. 5:9-13; 6:9, 10.
Como hemos visto, bajo ambos arreglos —cuando permitió temporalmente la
poligamia y bajo el sistema cristiano, cuando requiere la monogamia— Dios
se ha opuesto a la concupiscencia y a la inmoralidad sexual, y ha animado a
que haya restricción, amor y respeto en el matrimonio. Moisés se había referido
a Dios como “justo y recto.” Cristo y Pablo también se refirieron a Dios como justo.
(Juan 17:25; Rom. 3:26) Y hoy nosotros tenemos buena razón para concordar con
ellos, sabiendo que Dios ha sido consistente y perfecto en la moralidad.
Esto es prueba adicional de que la monogamia es la norma para todos los
cristianos. Los ministros, como “ejemplos del rebaño”, no pueden afirmar que su
posición de autoridad les dé derecho a una norma matrimonial diferente de la que
aplica a los demás de la congregación (1 Timoteo 3:2; 5:9; 1 Pedro 5:3).
15. Interpretación simbólica de Isaías 4:1-6
Hay varias posturas interpretativas en cuanto a la exégesis de Isaías 4. Algunos
enseñan que esta profecía tendrá cumplimiento durante el milenio, porque a raíz de
las muchas guerras que habrá al final de los tiempos los varones estarán más
escasos que oro de Ofir (Isaías 13:12) y por lo tanto, Dios permitirá que siete
mujeres se casen con el mismo hombre . Otros comentaristas sugieren que esto
sucedió durante el reinado de Acaz, cuando los ejércitos enemigos vinieron y
mataron 120.000. hombres.
Algunos eruditos argumentan que esta profecía ya tuvo su cumplimiento en
607 a..C., año en que los babilonios destruyeron Jerusalén y numerosos israelitas
perecieron. Algunos habitantes que sobrevivieron fueron al destierro en Babilonia,
pero si no hubiera sido por la misericordia divina, no habría quedado nadie con vida
(Nehemías 9:31). Con el tiempo, Judá terminó completamente desierta (2 Crónicas
36:17-21). Pero más tarde, en 537 a..C., el Dios de la misericordia permitió que “los
escapados” regresaran a Judá (Esdras 1:1-4; 2:1). Al regresar a Judá, había pocos
hombres y muchas mujeres, entonces, según dicen ellos, ahí fue cuando se cumplió
la profecía de que 7 mujeres echarían mano de un solo hombre.
Mi postura exegética es muy diferente a la línea argumentativa dada por los
partidarios de estas tres interpretaciones. Primero que todo, la primera postura la
desecho completamente por cuanto aceptarla implicaría creer que la poligamia se
practicará durante el milenio, y eso significaría dudar de las palabras de Nuestro
Señor Jesucristo cuando restauró y rectificó las cosas al estado original del
matrimonio: Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al
principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son
ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el
hombre (Mat. 19:4-6).
Es muy importante resaltar que Jesucristo está citando textualmente de Gén. 2:24.
Es decir, cuando el matrimonio era entre dos personas, y aún no existía la poligamia.
Pues como ya se demostró en el capítulo 2 de este libro, Lamec, descendiente de
Caín, fue el primer registro bíblico de poligamia (Gén. 4:19).
La segunda postura la rechazo completamente porque es producto de la
especulación. No hay evidencia que este versículo se haya cumplido en algún
tiempo de la historia. No hay registro bíblico que sugiera o indique que en el tiempo
de Acaz, siete mujeres echaron mano de un hombre.
La tercera postura aunque es convincente, no la acepto porque en el contexto se
habla de la manifestación del renuevo de Jehová quien es Nuestro Señor Jesucristo,
y esa manifestación del renuevo será en el futuro, cuando Cristo venga por segunda
vez.
En vista de que estas tres interpretaciones chocan con el hilo argumental de la Biblia
y rompen las estructuras de exégesis bíblica, prefiero dar una interpretación
alegórica o simbólica a este pasaje de Isaías 4:1-6 sin aislarme del contexto. Y no
es descabellado dar una interpretación simbólica teniendo en cuenta que Isaías es
un libro profético. Además es necesario entender que en hermenéutica hay varios
métodos de interpretación: el método literalista, alegórico, místico, liberal,
dogmático y gramático-histórico.
Algunos, no todos los comentaristas, bíblicos utilizan el método literalista y le dan
un sentido literal a la profecía de Isaías 4, por eso dicen que es un hombre literal
que se acostará o se casará con 7 mujeres. Esas mujeres trabajarán para
mantenerse ellas mismas y se comprarán sus propios vestidos. Ellas llevarán el
nombre de su esposo, y a cambio el les quitará el oprobio o la vergüenza de no
tener marido. Entonces, utilizando esta exégesis literalista se empecinan en decir
que la poligamia se practicará durante el milenio.
La interpretación que le daré al texto de Isaías 4 es alegórica. Este es un método
de la hermenéutica que consiste en pasar por alto el significado literal del texto en
búsqueda de un contenido espiritual y oculto. Una verdad que se encuentra tras el
texto mismo. Para descubrirla hay que tratar de encontrar en todo término un
significado simbólico en el contexto de toda la Biblia, no en la especulación ni en la
interpretación privada. Es muy similar a la exégesis que se hace con las parábolas
y con la interpretación de los símbolos del apocalipsis.
Veamos lo que dice:
Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras
comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente
permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio.
¿Quién es ese hombre?
La postura de los literalistas es que ese hombre se refiere a los judíos. Mi postura
es que ese hombre no puede ser otro hombre sino nuestro Señor Jesucristo.
En los evangelios se encuentra la expresión el Hijo del hombre casi ochenta veces,
y en todos los casos aplica a Jesucristo. Él la utilizó para referirse a sí mismo. (Mt
8:20; 9:6; 10:23.) Además de aparecer en los evangelios, también se encuentra
en Hechos 7:56; Hebreos 2:6; Apoc. 1:13 y Apoc 14:14.
¿Quiénes son las 7 mujeres?
El número 7 comunica la idea de perfección y plenitud. Por ejemplo, Dios ordenó a
los israelitas que marcharan alrededor de la ciudad de Jericó siete días seguidos y
que en el séptimo día le dieran siete vueltas (Josué 6:15). En la Biblia se usa este
número en muchos casos parecidos (Levítico 4:6; 25:8; 26:18; Salmo 119:164;
Apoc 1:20; 13:1; 17:10). Cuando Pedro le preguntó a Jesús cuántas veces tenía
que perdonar a alguien, este le contestó: “No te digo: Hasta siete veces, sino:
Hasta setenta y siete veces”. Así, con la repetición del 7, recalcó la idea de que
había que perdonar indefinidamente, o sin límite (Mateo 18:21, 22).
Y en cuanto a la interpretación de las mujeres que aparecen en Isaías 4:1, es
importante resaltar que en varias ocasiones se usa simbólicamente a la mujer para
representar a iglesia verdadera (Apoc. 12) o iglesias falsas (Apoc. 17). A la iglesia
de Cristo se la llama su “novia”, y también se la llama “la santa ciudad, la Nueva
Jerusalén”. (Jn 3:29; Rev 21:2, 9; 19:7; compárese con Ef 5:23-27; Mt 9:15; Mr
2:20; Lu 5:34, 35.)- Dios habló de la congregación o nación de Israel como su
“mujer”, pues Él era su “dueño marital” en virtud del pacto de la Ley que existía entre
ellos.
De acuerdo al análisis exegético que daré a continuación las mujeres no
representan a iglesias verdaderas sino a iglesias falsas. Las 7 mujeres tampoco
son literalmente 7 iglesias falsas que se acostarán con Jesucristo para que él
les dé descendencia como algunos quizás hayan malinterpretado, retorcido y
pervertido mis palabras. Esas 7 mujeres simbolizan no a 7 sino a todas las iglesias
falsas en su plenitud que estarán en la tierra antes de la venida del renuevo, nuestro
señor Jesucristo. La interpretación alegórica o simbólica que daré a
continuación no es mi interpretación privada, sino la interpretación que la
misma Biblia da al sentido figurado de las palabras que aparecen en Isaías
4:1. Si fuera mi interpretación privada este documento estaría lleno de
especulaciones que no tienen nada que ver con la Biblia, pero eso es
precisamente lo que siempre evito hacer cuando realizo exégesis bíblica. Por
eso cada interpretación estará minuciosa y detalladamente sustentada a la luz
de la palabra de Dios. Un intérprete literalista no puede juzgar a un intérprete
alegórico de estar interpretando falsamente una doctrina aislada de su contexto,
siempre y cuando se le demuestre con el hilo argumental de la Biblia y solo la Biblia
que la interpretación simbólica tiene cabida en ese pasaje de la Biblia.
¿Qué significa la expresión “comeremos de nuestro pan”?
Jesús dijo: No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios. El verdadero pan, entonces, es la Palabra de Dios. La Biblia también dice:
“Yo soy el pan de la vida”…… “El pan vivo que bajó del cielo” (Juan 6:48-51) Sin
embargo, estas mujeres comerán de su propio pan. Es decir que pondrán más
confianza en otros libros diferentes a la Palabra de Dios y en otros hombres
diferentes a Jesús. Por ejemplo, el libro del mormón (José Smith), el Espíritu de
Profecía (Helena G. de White), los libros escritos por la sociedad Watchtower
(Charles Taze Russel y los pseudoungidos), los libros del falso evangelio de la
prosperidad, los escritos de los pseudo apóstoles, etc). En otras palabras, estas
iglesias falsas le darán más credibilidad a otro pan que no es la Palabra de Dios y
a otras personas diferentes de Jesucristo (el pan vivo que bajó del cielo).
¿Qué significa la expresión nos vestiremos de nuestras ropas?
Dios dijo en sentido figurado que en un tiempo había ataviado a Jerusalén con
vestiduras hermosas. Pero ella confió en su belleza y se asoció con naciones
paganas, engalanándose como una prostituta a fin de ser atractiva. (Eze 16:10-
14; véanse también Eze 23:26, 27; Jer 4:30, 31.)
y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. Te
atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas
en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. Así fuiste
adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste
flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste
hasta llegar a reinar.Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu
hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti,
dice Jehová el Señor. (Ezequiel 16:10-14).
Y te despojarán de tus vestidos, y te arrebatarán todos los adornos de tu
hermosura. Y haré cesar de ti tu lujuria, y tu fornicación de la tierra de Egipto; y no
levantarás ya más a ellos tus ojos, ni nunca más te acordarás de Egipto. (Ezequiel
23:26-27)
Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con
atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas;
te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida. (Jer. 4:30)
Como podemos ver, la ropa también se usa simbólicamente en muchos pasajes
bíblicos. Se dice que Dios viste a su pueblo con prendas de justicia y salvación. (Sl
132:9; Isa 61:10.)
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me
vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio
me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. (Is. 61:10)
Sus enemigos serán vestidos de vergüenza y humillación. (Sl 35:26.)
Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
¿Qué significa la expresión nos vestiremos de nuestras ropas?
Pablo ordena a los cristianos que se desnuden de la vieja personalidad y se
vistan de la nueva personalidad, algunas de cuyas características son tiernos
cariños de compasión, bondad, humildad de mente, gran paciencia y,
especialmente, amor. (Col 3:9-14.)
La palabra hebrea “simlah” que aparece en Isaías 4:1 se traduce en
español: vestidos, vestido, ropa, un vestido, un manto. Esta palabara simlah no solo
tiene un significado literal sino también tiene un uso simbólico o figurado como he
demostrado en los textos anteriores.
Estas 7 mujeres que simbolizan no a 7 iglesias falsas sino a todas las iglesias
falsas que estarán antes de la venida gloriosa del Renuevo Jesucristo, no
quisieron ponerse las ropas de salvación ni el manto de justicia que Jesús estaba
dispuesto a darles. En vez de eso, se vistieron con sus propias ropas de salvación
y mantos de justicia. Y sí muchas de ellas oran, utilizan la Biblia, ayunan,
demuestran celo por las cosas de Dios y se ponen un manto de aparente piedad y
santificación, pero su principal problema estriba en que no se someten a la justicia
de Dios. Veamos:
Porque yo testifico a su favor de que tienen celo de Dios, pero no conforme a un
pleno conocimiento. Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando
establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. (Rom. 10:2-3)
Por establecer su propia justicia, aunque tienen la Biblia, no creen en lo que ella
realmente enseña sino en lo que muchos de sus antiguos líderes por siglos han
enseñado: Infierno de fuego eterno, inmortalidad del alma, Trinidad, falso evangelio
de la prosperidad, rapto secreto, salvo siempre salvo, etc. De esta forma
contaminan su adoración y fornican espiritualmente al heredar y no desechar las
falsas doctrinas de Babilonia la Grande (Ez. 23:26-27). Entonces, en este sentido
es que se visten con sus propias ropas de justicia.
¿Qué significa la expresión “tan solo déjanos llevar tu nombre”?
Esta expresión significa que las 7 mujeres (todas las iglesias falsas
pseudocristianas) llevan el nombre de Jesús, pero no hacen la voluntad de él.
Veamos:
No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel
día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos
fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Entonces les
declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!” (Mateo 7:21-
23)
Fijémonos que esas iglesias falsas llevan el nombre de Jesús, profetizan en el
nombre de Jesús, expulsan demonios en el nombre de Jesús, hacen milagros en el
nombre de Jesús, pero como no hacen la voluntad de Dios serán rechazados por
él, y considerados hacedores de maldad.
¿Qué significa la expresión “quita nuestro oprobio”?
La palabra oprobio de Isaías 4:1 proviene del hebreo jer·páh y significa Afrenta,
deshonra, oprobio, injuria, ignominia o vergüenza (Gé 30:23; Sl 69:9; Lu 1:25; Ro
15:3.)
Cuando los israelitas participaban en adoración falsa o en prácticas injustas
vituperaban a Dios, pues hacían que Su adoración no pareciese mejor que la de
las otras naciones vecinas. (Isa 65:7.)
Debido a su infidelidad, Dios permitió que sufrieran calamidad y así se
convirtieran en un objeto de oprobio entre las naciones.
Eze 5:14, 15 dice:
"Te haré desolación y oprobio entre las naciones que te rodean, a los ojos de todos los que pasen. "Y serás oprobio, escarnio, advertencia y objeto de horror para las naciones que te rodean, cuando haga juicios contra ti con ira, furor y terribles reprensiones. Yo, el SEÑOR, he hablado. Así el oprobio que experimentan estas 7 mujeres (iglesias falsas) son la vergüenza que experimentarán cuando nuestro señor Jesucristo venga a juzgar a las naciones. En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel (Isaías 4:2).
¿A qué se refiere la expresión en aquel tiempo?
La frase "en aquel tiempo" se refiere al Día del Señor (Dan. 12:1). Esta frase aparece
una y otra vez en Isaías y en todos los profetas (Jer. 31:1), y es mencionada también
en el Nuevo Testamento (Mateo 24:10-12). El Día del Señor comienza con la gran
tribulación y continúa en el reino del milenio.
¿Qué o quién es ese renuevo?
Dejemos que la Biblia lo responda:
En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia,
y hará juicio y justicia en la tierra (Jer. 33:15).
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y
reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra (Jer.
23:5).
Sin lugar a dudas el registro bíblico apunta a que el renuevo es Nuestro Señor
Jesucristo: Proviene de David (Marc. 10:47), reinará como rey (Luc. 1:32) y hará
justicia sobre la tierra (Juan 5:22).
Es necesario aclarar que en sentido simbólico (nunca literal), el hombre del cual
echarán mano las 7 mujeres (las iglesias falsas ) es Jesucristo hombre. Y el renuevo
es Jesucristo en su condición glorificada de rey y juez.
¿En qué sentido el renuevo será para hermosura y gloria y el fruto de la tierra
para grandeza y honra?
Isaías habla aquí de una restauración. El sustantivo hebreo que se traduce por
“brote” se refiere a ‘un retoño, un vástago, una rama’, y está relacionado con
prosperidad, aumento y bendiciones procedentes de Dios. Isaías pinta de ese modo
un cuadro esperanzador: la venidera desolación no durará para siempre. Con la
bendición de Dios, la tierra de Judá alcanzará la prosperidad que tuvo en el pasado,
y de nuevo producirá fruto en abundancia.
Isaías recurre a términos muy gráficos para referirse a la transformación que se
avecina en el futuro con la venida del renuevo nuestro Señor Jesucristo. El renuevo
de Jehová “llegará a ser para hermosura y para gloria”. La palabra “hermosura”
evoca la belleza de la Tierra Prometida cuando, siglos antes, Dios se la dio a Israel.
Era tan hermosa que se la consideraba “la hermosura de todas las tierras” (Ezequiel
20:6). De modo que las palabras de Isaías garantizan al pueblo que el territorio de
Judá recobrará el esplendor y la hermosura de antaño. De hecho, será como una
joya que corone la Tierra.
Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén,
será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los
vivientes, (Isaías 4:3)
¿A qué se refiere Sión?
Literalmente se refiere a Jerusalén, la capital de Israel, pero en sentido simbólico
se refiere a la Jerusalén celestial. Veamos:
Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza
de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad (Heb. 11:16)
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo,
Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, (Heb. 12:22).
porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir
(Heb. 13:14)
Así se cumplirá esta parte de la profecía, el que quedare en el monte de Sion, y el
que fuere dejado en Jerusalén la celestial, será llamado santo.
¿Quiénes serán los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes?
Ustedes, por el contrario, se han acercado al monte de Sión, a la celestial Jerusalén,
ciudad del Dios vivo, y a una incontable muchedumbre de ángeles, a la
congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios, el
Juez de todos, a los espíritus de los justos que han sido hechos perfectos, (Heb.
12:22-23).
cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre
de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de
devastación. (Is. 4:4)
¿Cómo se lavará las inmundicias de las hijas de sión?
“Por el espíritu de juicio y por el espíritu de quemazón.” La venidera destrucción de
Jerusalén será una manifestación del juicio y la cólera ardiente de Dios sobre una
nación inmunda. El resto que sobreviva a estas calamidades y regrese a casa habrá
sido humillado, refinado, y después se cumplirá la profecía: Luego, todo Israel será
salvo (Rom. 11:26), esa palabra todo no se refiere a todos los israelitas que queden
antes de la venida del renuevo, sino a todo israelita que haya reconocido que Cristo
es el mesías. Por ese motivo será santo para Dios y disfrutará de Su misericordia
(compárese con Malaquías 3:2, 3).
Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares
de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de
fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel, (Is. 4:5)
¿Qué significan las expresiones “una nube”, “un humo” y “un fuego
llameante”?
Dios promete a través de Isaías que cuidará con ternura a esos israelitas ya
purificados. Las expresiones “una nube”, “un humo” y “un fuego llameante” evocan
la forma en que Dios cuidó a los israelitas una vez que partieron de Egipto. Una
“columna de fuego y nube” los protegió de sus perseguidores egipcios y los guió por
el desierto (Éxodo 13:21, 22; 14:19, 20, 24). Cuando Dios se manifestó en el monte
Sinaí, la montaña “humeaba por todas partes” (Éxodo 19:18). De modo que, una
vez limpios, los redimidos no han de sentir temor. Dios será su Protector.
y habrá un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y
escondedero contra el turbión y contra el aguacero. (Isaías 4:6).
En los viñedos y otros campos de cultivo a menudo se construía una cabaña o una
choza con objeto de protegerse del sol ardiente durante la estación seca, y del frío
y las tormentas en la estación lluviosa (compárese con Jonás 4:5). Frente al calor abrasador de la persecución y las tormentas de la oposición, será
Dios quien dé protección, seguridad y refugio al resto purificado (Salmo
91:1, 2;121:5). Estos tienen ante sí, por tanto, una perspectiva satisfactoria: si dejan
atrás las doctrinas y prácticas inmundas de Babilonia, permiten que el juicio de Dios
los purifique, y procuran mantenerse santos, estarán a salvo, en “una cabaña” de
protección divina, por así decirlo.
CONCLUSIÓN
El propósito original de Dios no era que el hombre fuera polígamo sino monógamo
y esto se evidencia en el hecho de que Dios le hizo una mujer al hombre, y ésta
llegó a ser su ayuda idónea.
El primer hombre que empezó con esta práctica de poligamia fue el asesino Lamec,
un descendiente de Caín, y luego se propagó a las sociedades tribuales.
Algunos siervos de Dios como Abrahán y Jacob fueron polígamos pero no por
decisión personal sino por concesión y engaño. Además, en sus familias polígamas
se desencadenaron conflictos familiares y rivalidades entre sus esposas, y envidias
entre los hermanos. Por otra parte, la poligamia de Salomón lo llevó a desviar su
corazón de Dios y a adorar ídolos paganos.
La bendición no provenía de la poligamia sino de la promesa que Dios le hizo a
Abrahán de hacer de él una nación grande. Además, todas las evidencias bíblicas
de matrimonios modelos son monógamos. La poligamia en ocasiones fue tolerada
por Dios como concesión bajo la ley mosaica pero con ciertas regulaciones que
favorecían a las mujeres.
Jesús restituyó la norma original del matrimonio al decir: ¿No habéis leído que el
que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará
padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? (Mateo 19:4-
6). Al decir esto se evidencia que no aprobó la poligamia. El hecho de que Jesús
hubiese utilizado una parábola polígama de las 10 vírgenes no implica de que
estuviese apoyando esa práctica, porque las parábolas no se deben interpretar
literalmente, sino que dejan un mensaje sobre una verdad espiritual. Además, Jesús
no se puede contradecir, en tanto, que él ya había establecido la norma original del
matrimonio: Hombre y mujer.
Los apóstoles ni aprobaron ni enseñaron la práctica de la poligamia. Por lo tanto,
los cristianos de la era apostólica eran monógamos. No hay evidencias bíblicas que
los cristianos de la iglesia primitiva fueran polígamos, así que cualquier insinuación
es producto de la conjetura y la especulación. Los apóstoles enseñaron que el
hombre debe tener una sola mujer y la mujer un solo marido (1 Cor. 7:2).
La profecía de Isaías 4 no se puede interpretar literalmente, porque el hacerlo
implicaría que la poligamia se practicará en el futuro y esto estaría en plena
contradicción con la rectificación o reforma que Jesús ya hizo hace dos mil años
sobre el matrimonio original.
Las opciones cristianas son la soltería, o la monogamia. Cualquiera de éstas es
perfectamente aceptable a Dios (1 Corintios 7:8, 9). En cambio, la poligamia
indiscutiblemente ya no se permite. Por lo tanto, un cristiano verdadero no puede
ser un polígamo. El apóstol Pablo, en armonía con lo que dijo Jesús, escribió: “Que
cada hombre tenga su propia esposa y que cada mujer tenga su propio esposo.”
(1 Cor. 7:2) Él también aconsejó que “la esposa no debe irse de su esposo; pero si
de hecho se fuera, que permanezca sin casarse o si no que se reconcilie con su
esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa.” (1 Cor. 7:10, 11) Pablo también
escribió acerca de sí mismo y de sus compañeros cristianos que llevaban la
delantera como ejemplos: “Tenemos autoridad para llevar en derredor a una
hermana como esposa (no, ‘hermanas como esposas’), tal como los demás
apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas, ¿verdad?” (1 Cor. 9:5).