DIRECTOR GENERALLic. Rafael Oropeza Esquivel

EDITORL. D. G. Jorge Luis Delgado

COLABORADORES

Dr. Luis Rico ChávezWil Pounds

Katia BlandinGabriel Vázquez López

FOTOGRAFÍAPaola Zavaleta

DISEÑO GRÁFICOL. D. G. Alberto VallinAgencia Color Wave

agenciacolorwave@hotmail.com

AGENTES DE VENTAYuriana HernándezCel. 3314641696

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Heme Aquí

Publicación periódica, editada bimestralmente. Prohibida la reproducción total o parcial

del contenido sin previa autorización por escrito del

editor. Certificado de licitud en trámite.

EDITORIAL

“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí” Isaías 6:8

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Bienvenidos a esta nueva y grandiosa experiencia llamada HEME AQUÍ revista Cristiana.

Esto que ahora tú tienes en tus manos, es producto del trabajo y del sacrificio de muchas personas, de nuestras familias y amigos que creyeron en nosotros, es producto de mucho ayuno y oración de her-manos entrañables y personas muy especiales que se fueron añadiendo a este hermoso sueño. Líderes, pas-tores, maestros, directores de insti-tuciones, y empresarios temerosos de Dios que creyeron firmemente en este nuevo proyecto editorial.

Sería editorialmente imposible nom-brarlos a todos, pues todos y cada uno de ellos aportaron ese granito de arena indispensable para seguir soñando y caminar en pos de un

Pastor Rafa OropezaDirector General

objetivo divino. Mil gracias por esa palabra de ánimo, ese aliento, ese consejo a tiempo y fuera de tiem-po, ese empujón que siempre se necesita de personas especiales y significativas, ese reto y desafío de autoridades espirituales que te hace replantear y volverte a enfocar.

De una manera muy especial, deci-mos gracias también por ese amor y esa fe necesarios e indispensables que vinieron a ser una recarga en momentos de desánimo y dificul-tad.

Gracias a la Iglesia Bíblica Ríos de Agua Viva, por servir como base y punto de reunión en muchas oca-siones para la realización de esta revista, gracias al colegio Lincoln School por su invaluable apoyo en oración, gracias al Instituto Bíblico la

Roca por confiar en nosotros, gra-cias a la Iglesia Bíblica Gracia por su participación. A todos nuestros primeros patrocinadores, ¡!nues-tro corazón!! Estamos seguros que Dios traerá en un futuro más si así es su voluntad, pero ustedes estarán en un lugar muy especial como los primeros.

Un alto reconocimiento también a nuestros colaboradores en la mesa editorial, cada uno de ustedes es-cribiendo aportaron sentido y di-rección a la temática a través de sus artículos y correcciones. Gra-cias Bety, Saíd y Kia por existir, son la mejor inspiración, gracias Jorge y Yuri por ser los cómplices perfectos, por su talento y tesón y su fe inque-brantable.

Gracias por sobre todas las cosas al único y sabio Dios, al Rey de Reyes y Señor de señores, a aquél sin el cual esto sería sólo un sueño y no una hermosa realidad. Gracias a nuestro Padre celestial que es nuestro socio número uno en este proyecto de dimensiones divinas, gracias a aquél que hace que las cosas sucedan, gra-cias JAH!!

“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí” Isaías 6:8

Las familias perfectas no existen, esto es una premisa que hemos escuchado por muchos años, y

más allá de la gran verdad que ésta aseveración encierra, nadie puede negarnos la posibilidad de construir familias saludables. No obstante, lle-gar a esta meta de formar una familia saludable representa sortear un sin número de obstáculos y desafíos que sin duda nos agobian y nos represen-tan un reto mayúsculo en un mundo sin valores y que ha tergiversado los principios y preceptos morales de la palabra de Dios.

Muchos padres sufren la agitante travesía de la soledad en la educación y formación de sus hijos, todos quieren un mundo mejor y mayores oportuni-dades para sus hijos, pero no muchos saben cómo alcanzarlo, es ahí donde emerge la figura de Dios como pilar de una familia, es ahí donde un padre y una madre necesitan echar un vista-zo a lo que Dios tiene para decirles, es ahí cuando en medio de una crisis de valores cada vez más asfixiante, los

preceptos eternos de la palabra de Dios son puestos bajo el escrutinio y los principios divinos cobran un valor inconmensurable, a final de cuantas se trata de nuestra familia.

EL CAMINO ES LARGO PERO NO IMPOSIBLE, NO DE LA MANO DE DIOS.

Desafíos de las familias en la actuali-dad: Aquí una larga lista de los desafíos que como padres enfrentamos para construir una familia saludable: El cam-bio de valores en la familia; inestabili-dad, rupturas, infidelidad, la violencia en la familia: nuevos modos de comu-nicación y de relación en la familia, la falta de tiempo para formar y educar a los hijos; horarios, niños criados por otros, niños con llave de la casa, en-carecimiento de vivienda, inestabilidad laboral de los padres. Etc, etc…

Es aquí cuando nos preguntamos ¿Qué características podemos obser-var en una familia saludable? ¿Cómo identificarla? Si bien es cierto que las

familias perfectas no existen, entonces quiero aspirar a tener una familia sa-ludable y así poder encontrar mod-elos que me ayuden a alcanzar esa meta para mi propia familia.

CARACTERÍSTICAS DE uNA FAMILIA SALuDABLE

La familia es idea de Dios, Génesis 1:27 por ende esa familia debe de estar cimentada en principios eternos que no caduquen, que no cambien, que no sean negociables, esa base de la sociedad, ese núcleo donde se constituye la formación de la person-alidad de cada uno de sus miembros, ese pilar sobre el cual se fundamenta el desarrollo psicológico, social y físico del ser humano debe ser Dios.

Es él, el asiento del legado emocio-nal de cada ser humano, e idealmente debe suplir a sus miembros del sen-timiento de seguridad y estabilidad emocional, el apóstol Pablo en su carta a los Corintios capítulo 13 establece grandes verdades sobre el amor, una

de ellas es que el amor, “nunca deja de ser” I Corintios 13:8 sólo en ese amor eterno e inagotable se puede ofrecer un ambiente de aceptación, comuni-cación y amor basado en la persona de Jesús como sinónimo de ese amor porque Dios es amor. I Juan 4:7

La familia pues, está conformada por una estructura (la pareja como espo-sos y padres, y los hijos, que a su vez son hermanos entre sí; cabe destacar que esta organización puede variar de una familia a otra), interacciones en-tre sus miembros, y funciones que el sistema debe cumplir.

No olvidemos que la familia es un sistema donde convergen varios el-ementos, algo así como una máquina que se conforma de un pistón, bujías, cables, platinos, aceite y otros com-ponentes, todos y cada uno de sus elementos juegan un papel básico e importante, si alguno anda mal, la máquina andará mal, es exactamente igual con la familia, ésta debe de ten-er una estructura y función perfecta

Por ROE

“Una familia que está edificada en los cimientos y fundamentos de la Biblia, tiene todas las posibilidades de salir victoriosa...”

LA FAMILIA

basada en los principios bíblicos, uno de ellos por ejemplo: “La cercanía con Dios” Juan 15:5 Jesús dijo: separados de mí, nada pueden hacer”

Una familia que está edificada en los cimientos y fundamentos de la Biblia, tiene todas las posibilidades de salir victoriosa, en contraparte una famil-ia donde Dios no es el constructor trabaja en vano aun que se desvele trabajando. Salmo 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican”

Es prácticamente imposible, que una familia trate de encontrar su funcio-namiento óptimo ajeno a estos prin-cipios eternos pues el creador de la familia es un ser no solamente Todo poderoso, sino sumamente creativo. Génesis 1:26-27 Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra ima-gen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

FuNCIONALIDAD DE LA FAMILIA.

*Familia disfuncional o conflictiva es aquella que se caracteriza “por ser rígida, con normas poco claras y re-sistentes al cambio. Los límites son indefinidos entre los miembros.”

*Familia funcional es aquella que “se caracteriza por ser flexible, con límites claros entre sus miembros… Asimismo, los cambios no son amena-zantes; la angustia se considera como una señal de que hay algo que cam-biar y existe un equilibrio que permite adaptarse a los cambios.”

CARACTERÍSTICAS DE LA FAMILIA SALuDABLE.

A. Comunicación adecuadaB. Establecimiento de límites clarosC. Expresión de emocionesD. Respeto de la individualidadE. Manifestación del amorF. Resolución de conflictosG. Son Cristo céntricas, es decir, tienen a Jesús como el eje de acción y punto de partida.

La familia es el asiento del legado emocional de cada ser humano, e idealmente debe constituir el sen-timiento de seguridad y estabilidad emocional, nutrido en un ambiente de aceptación, seguridad y amor.

Es por todo lo anterior que podemos concluir esta primera parte diciendo que si bien es cierto que no existen familias perfectas, y por ende no es una meta como tal, si existen familias saludables que entregan su proyecto, sus decisiones, sus anhelos y sus te-mores a aquél que puede construir algo eterno y trascendental. ¿Por qué? Por la simple razón de que la familia es una idea que nació en el hermoso corazón de Dios. Así pues, luego de haber explicado la diferencia entre las dinámicas familiares extremas, podemos con tranquilidad concluir diciendo, que una familia saludable es una familia Cristo céntrica, y si es una familia Cristo céntrica, es una familia perfecta.

En nuestra próxima edición expon-dremos las principales características de la familia sana o funcional.

CONTINUARÁ……

No olvidemos que la familia es un sistema donde convergen varios elementos, algo así como una máquina que se conforma de un pistón, bujías, cables, platinos, aceite y otros componentes, todos y cada uno de sus elementos juegan un papel básico e importante, si alguno anda mal, la máquina andará mal...

La Biblia está llena de pasajes en los que se sintetiza algún suceso trascendental de la historia del

pueblo de Dios, o algún aspecto fun-damental del Pacto o de las bendi-ciones reservadas para sus hijos. Cada uno de estos pasajes, por sí mismo, permite e incluso obliga a un repaso por toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, y nos lleva a entender el plan de Dios para su pueblo, y más importante, para cada uno de no-sotros en particular.

En primer lugar quisiera referirme a los mandamientos, sintetizados prim-ero en Éxodo (20:1-17) y después en Deuteronomio (5:7-21), donde Dios establece las normas de conducta y las pautas que regirán el estilo de vida de su pueblo, subrayados finalmente por Jesús en Mateo 22:36-40 y Mar-cos 12:28-31. Síntesis admirable: en el amor a Dios, a nuestro prójimo y a nosotros mismos se fundamenta “toda la ley y los profetas”.

Sí: preceptos, ordenanzas, una norma-tividad escrita que sirva como fuente documental a la cual debemos acudir para cotejar nuestros actos y saber en qué momento infringimos esa ley. Ig-ualmente en Deuteronomio 6:1-9 se exhorta a su conocimiento y a su ob-servancia. Pero más importante: “Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”. Porque, como se-ñala Pablo, “el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley” (Ro-manos 3:28). En otras palabras, no se trata de una ley que obedeceremos por temor, o cuando estemos bajo la mirada inquisidora de quienes nos obligan a cumplirla, sino que la acata-mos por fe, por amor, y por ello la guardamos en nuestro corazón. No necesitamos las obras de la ley, sino del amor que nos conduce a dar tes-timonio, en todo tiempo y lugar, del amor de Dios que llena nuestra vida.Otro pasaje digno de mención aparece en el Salmo 106, donde en

unos cuantos versículos repasamos la historia de Israel, desde la liberación de la esclavitud en Egipto hasta la llegada a la tierra prometida, enfatizándose la re-beldía del pueblo de Dios y su ceguera para reconocer los grandes prodigios que su Señor hizo por ellos.

Cuántas veces, al conocer los sucesos que definen la historia del pueblo elegido, no nos hemos visto reflejados en ellos: ¿no fui-mos acaso rescatados de la esclavitud? ¿No realizó Dios (y sigue realizando), en su infinito amor, grandes prodigios en nuestra vida? Y sin embargo, seguimos aferrados a nuestra rebeldía, nos negamos a abandonar nuestra vida mundana y de pecado, seguimos ciegos y sordos a sus palabras y a su amor.

Pablo, en otro momento, refiriéndose precisamente a la ley, destaca que el pecado entró al mundo por un hombre, Adán, pero también por el sacrificio de otro, Jesús, fuimos liberados del pecado (Romanos 5). Y por este sacrificio fuimos también liberados del yugo de la ley, y es la gracia la que nos da la salvación. Ley y pecado están vinculados a otro concepto implícito en esta dis-cusión: la muerte. La libertad que nos dio el sacrificio de Jesús nos da vida nueva, nos rescata de la muerte en que estábamos hundidos por causa del pecado. Lee-mos en los versículos 20-21: “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, so-breabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro”.

El concepto que amalgama todos los anteriores sin duda es el de la fe. Y Pablo (quién más si no él, tan lleno de sabiduría y del espíritu para aclarar los aspectos básicos de nuestra doctrina) hace su apología, su historia y expone la manera como esta fe se hace vida en los principales personajes del Antiguo Testamento y en los primeros cristianos que defendieron con su vida el Evangelio de salvación.

En Hebreos 11 comienza con Adán y llega hasta Rahab, es decir, el momen-to previo a que el pueblo de Dios tome posesión de la tierra prometida, tierra que destila leche y miel. “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando…” termina Pablo su disquisición sobre la manera como la fe definió el comportamiento de los grandes hombres de Dios.

En fin, que todo este preámbulo y este breve repaso por algunos conceptos fun-damentales de la vida cristiana lo tomo como introducción al tema de mi interés, el Salmo 19:7-10: “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que

Por el Dr. Luis Rico Chávez (Comentario de Salmo 19:7-10)

VIDA CRISTIANA

alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal”.

Admirable síntesis, y bastante compleja además para exponerla en pocas palabras. Nótense los vocablos implicados: ley, testimonio, mandamiento, precepto, temor, juicio. Ya boceté líneas arriba las dificultades para definir algunos de ellos, y la necesidad de recurrir a diferentes pasajes bíblicos para aclararlos y matizarlos.

Pero antes de procurar un acercamiento al menos superficial a dichos con-ceptos, permítanseme algunas observaciones sobre este pasaje: éstos se refieren a los atributos de Dios, en primer lugar : ley perfecta, testimonio fiel, mandamientos rectos, precepto puro, temor limpio, juicios verdad[eros] y justos. No se trata de leyes de hombres, escritas para beneficiar a quienes las crean, de juicios ejecutados o emitidos en favor de quienes ostentan el poder. Todo emana de Dios, y es de Él de quien depende hasta el acto más insignificante de nuestra vida.

Porque esta es la segunda parte de los versículos: su ley “convierte el alma”; su testimonio “hace sabio al sencillo”; sus mandamientos “alegran el cora-zón”; su precepto “alumbra los ojos”; su temor “permanece para siempre”. “Puestos los ojos en Jesús” (Hebreos 12:2) desdeñamos la vanagloria del mundo, tenemos en poco el comportamiento de los incrédulos y nos regi-mos por pensamientos más elevados. Este pasaje, pues, del Salmo 19, no sólo expone conceptos fundamentales de la vida cristiana, sino que también revela la relación íntima que existe entre Dios Padre y nosotros, sus hijos. Relación que debe singularizarse, y exponerse en primera persona: Dios, el padre, y yo, su hijo.

Dios como el padre perfecto, como el modelo que el hijo (yo) admira, que aspira a imitar. ¿Y de qué manera el hijo puede conocer al padre? A través de su palabra. Padre admirable, que provee de todos los medios al hijo para que su instrucción sea gradual y para toda la vida. Anhelamos “la leche espiritual no adulterada” (1 Pedro 2:2) y buscamos que la buena obra se perfeccione “hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Y eso por medio del sacrificio de Cristo, por su gracia, y por el poder de su Espíritu Santo.

Modelo inalcanzable, desde luego, no en este mundo ni con las fuerzas del hombre. “Perfecto serás delante de Jehová tu Dios” es un mandato que viene desde Deuteronomio (18:13) y Jesucristo lo reitera durante su ministerio (Mateo 5:48). Como cristianos, no debemos aspirar a menos. La perfección (“como mi Padre es perfecto”) debe ser una meta: “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta”, exhorta Pablo (Filipenses 3:12-14).

Insisto: no hablo del reino de este mundo, no pongo mis esperanzas en el hombre, no aspiro a conseguir los logros que dan fama y fortuna en este mundo. Todo gira en torno a mi relación con mi Padre: me someto a su ley, sus mandamientos, preceptos y juicios; vivo por su testimonio, mi guía es el temor de Dios. Y no se trata de palabras muertas, sino de palabra viva, que nos lleva a actuar. Somos “hacedores” de la palabra (Santiago 1:22). Y cuando esta palabra vive, cuando se encarna en mí, mi alma se convierte, me hago sabio, mi corazón se alegra y la palabra es luz para mis ojos.

Esto es lo que hace la palabra en mi vida. Pero hay más: “Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal”. No sólo es mi vida de la que puedo dar testimonio, de mi victoria sobre Satanás y sus obras, de la llenura del Espíritu que me da la paz “que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:7) y me permite seguir adelante, con el corazón desbordante de felicidad, a pesar de todos los tropiezos y de la persecución por causa de la palabra; de las promesas que se han cumplido en mi vida y las que aún me están reservadas.

Hay mucho más, “más que mucho oro afinado”, y más que la miel “que destila del panal”. Más que lo que vivo, las experiencias espirituales no se pueden describir : ¿cómo hablar de esos momentos especiales en que he sido transportado al tercer cielo, en que mi espíritu se ha encontrado con el Espíritu de Dios, esos momentos en que he tenido la certeza de que hay un lugar reservado en la eternidad para mí? Las palabras son insuficientes, el entendimiento humano es incapaz de asimilar todas estas verdades. Todo lo percibe el espíritu, la fe nos mantiene firmes, el amor nos sostiene a pesar de las vicisitudes que enfrentamos todos los días. Soy un hijo que confía en todas las promesas de su padre.

EVENTOS

Verdaderamente podemos tes-tificar de la fidelidad de nue-stro Señor cuando considera-

mos el devenir de nuestra escuela.

Lincoln School, A.C. fue fundada en noviembre de 1972 por la Conven-ción Bautista del Sur para educar a niños extranjeros cuyos padres eran misioneros que habían venido a estu-diar español.

En 1980 Lincoln School se mudó al área de Las Fuentes. La organización que fundó la escuela decidió retirarse de sus responsabilidades hacia la es-cuela. Así fue como Lincoln School se convirtió en un colegio particular, cristiano e independiente, gobernado por un consejo escolar local.

Con el tiempo alumnos mexicanos que buscaban una educación de cali-dad impartida en inglés empezaron a inscribirse en Lincoln.

La escuela fue creciendo poco a poco, aumentando un nivel por año hasta llegar a lo que ahora tenemos, una es-cuela que ofrece un programa bi-cul-tural para kinder, primaria, secundaria y preparatoria.

La visión de la escuela atravesó varios cambios a lo largo del tiempo. Pasó de ser aquella de ‘formar una gen-eración de líderes’, a la de ‘educar a jóvenes que amen a Dios con todo su corazón, su alma, sus fuerzas y su mente’ hasta llegar a la de: ‘ser un faro’. La idea de la visión actual es guiar a muchos a los pies de Jesucristo y ser

un estímulo y guía para las escuelas cristianas en México y en el mundo.

Después de muchos años de estar rentando instalaciones para la escuela en tres distintos predios, se ha firma-do un contrato de compra-venta para obtener un terreno a corta distancia de nuestras instalaciones actuales.

Se han puesto en marcha planes para el diseño del nuevo edificio y se ha echado a andar una campaña para re-caudar fondos para la construcción.

Nuestros corazones están llenos de gratitud al Señor por Su fidelidad a lo largo de estos 40 años. Miramos hacia el futuro con mucha expectación.

Por Conceptos Financieros Crown

Padecemos problemas financie-ros no porque seamos tontos. Si usted ha vivido hasta ahora,

significa que, en cierto modo, ha sido capaz de manejar sus finanzas. No ha andado tan mal. Ha sobrevivido. Ha aprendido a manejar cierta can-tidad de dinero de alguna manera. Sin embargo, en Conceptos Financie-ros Crown hemos observado que la gente cae en «esclavitud financiera» por ciertas razones en particular. Per-mítame enumerarlas:

Ignorancia sobre temas financieros Muchas veces no contamos con la información necesaria para tomar decisiones económicas de acuerdo a la Palabra de Dios. Somos ignorantes sobre temas financieros desde el punto de vista bíblico. En la iglesia no se nos ha enseñado cómo manejar nuestro dinero con los principios de la Palabra de Dios. Proverbios 24:3 y 4 advierte: «Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable».No significa que la gente sea tonta. Más bien, carece de la información adecuada. Y no poseemos esa infor-mación porque en la iglesia no se nos ha enseñado cómo manejar nuestro dinero con los principios de la Palabra de Dios. A veces cuando nosotros queremos arreglar el auto, especial-mente los varones, estudiamos el manual que lo acompaña. Leemos por completo la información y las in-strucciones. Después nos metemos a arreglarlo, porque ya nos hemos pre-parado. Las señoras poseen un libro de recetas de cocina y se alistan: «hoy voy a preparar un postre». Toman el libro de recetas, eligen una, disponen todos los ingredientes y trabajan en la preparación del postre que desean servir. Pero cuando se trata de finan-zas, no leemos nada, no nos prepara-mos, no le preguntamos a nadie cómo manejarlas con acierto, no le comen-

tamos a nadie nuestros problemas relacionados con ellas. Es un área en la que nadie sabe cómo proceder. Pero, Dios sí sabe cómo. Así que Dios le desafía ahora mismo a que se pre-pare y comience a manejar su dinero de acuerdo a Su voluntad. Muchas de las pérdidas económicas que sufren los cristianos hoy obedecen a malas inversiones y apresuradas decisiones.Me gustaría subrayar tres palabras del proverbio ya mencionado y ofrecer tres consejos prácticos, tres principios que le guiarán a manejar con buen juicio sus finanzas. Las tres palabras son: sabiduría, prudencia y ciencia.

Sabiduría no es conocimiento Tam-poco es información. Es información, conocimiento y entendimiento suma-dos al criterio de saber qué es lo cor-recto, cómo se debe proceder a la luz de la Palabra de Dios. Santiago enseña que si alguno de nosotros carece de sabiduría, la debe pedir al Señor (1.5). Proverbios afirma que el comienzo de la sabiduría es el temor (el res-peto, la obediencia a los preceptos) de Jehová. Eh aquí mi primer consejo: comience hoy a orar con regularidad «Señor, necesito tu sabiduría para manejar mi vida económica, por lo que me comprometo delante de ti a obedecer tus preceptos». Lo practico con mi familia; y esta dependencia del Señor ha revolucionado la forma en la que tomamos nuestras decisiones económicas. Ahora buscamos la sabi-duría de Dios antes de cualquier com-pra o inversión y vivimos tratando de aprender cuáles son sus enseñanzas sobre cómo debemos manejar nues-tra vida financiera. Prudencia, esencial para el éxito económico a largo plazo Muchas de las pérdidas económicas que sufren los cristianos hoy obede-cen a malas inversiones y apresuradas decisiones en el ámbito de los nego-cios. Mi segundo consejo: comience a aplicar la prudencia en el momento de tomar decisiones económicas. Para

las inversiones menores, tómese un ti-empo razonable para orar y buscar en las Escrituras la dirección del Señor y, para las inversiones importantes, por lo menos una semana antes de de-cidir (a pesar de que usted «sienta» que el Señor quiere que decida algo. Recuerde: «engañoso es el corazón»). Ciencia, traducida en la Nueva Versión Internacional como «buen juicio» La única manera de gozar de buen juicio en la toma de decisiones es adquirir la información correcta, educarse. Por eso usted está leyendo un artículo como este. Por eso Conceptos Finan-cieros Crown ha publicado decenas de libros y materiales para ayudarle a formarse en los principios de la Pa-labra de Dios para llegar a ser el ad-ministrador que Dios quiere que ust-ed sea. Mi tercer consejo: Edúquese. De ahora en adelante, invierta tiempo para aprender sobre el tema de la mayordomía integral: cómo Dios qui-ere que usted administre las tres «t»: tiempo, talento y tesoros (materiales e inmateriales).

Invierta tiempo para aprender sobre el tema de la mayordomía integral,

las actitudes erróneas que a menudo solemos tener con respecto a lo ma-terial.

En segundo lugar, otra de las causas de la esclavitud financiera que hemos identificado en nuestro pueblo latino-americano son las actitudes erróneas con respecto al dinero: Proverbios 23.17 «No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo.»

Donde se asuma una actitud errónea frente a la vida, llegarán los proble-mas. Si sus actitudes con respecto al dinero son erróneas, no le escasearán los problemas. Entre algunas de las actitudes equivocadas que asumimos con respecto al dinero encontramos el orgullo, los celos, la avaricia, com-petir económicamente contra un amigo, pariente o hermano de la igle-sia... Practicamos aquel famoso dicho latinoamericano que reza: «¿Adónde va Vicente?… ¡A dónde va la gente!» Nos dejamos llevar por la sabiduría popular, por la forma en la que se comportan nuestros compatriotas, y nos olvidamos del mensaje central de

¿Por qué la gente cae en esclavitud financiera?

FINANZAS

Mariachi

Romanos 12.1 y 2. Causa por la que también sufrimos las mismas penur-ias financieras que nuestros compa-triotas. Planeamiento inadecuado Una tercera causa por la que los latinos caemos en esclavitud financiera es la falta de responsabilidad al no planear nuestra vida económica. Proverbios 21.5 advierte: «Los planes del dili-gente ciertamente tienden a la abun-dancia, pero todo el que se apresura alocadamente de cierto va a la po-breza» (RV 95). En él aprendemos que si queremos permanecer en el camino de la abundancia debemos seguir un orden —desarrollar un plan. Lamentablemente, cuando hablamos del manejo financiero los latinoameri-canos a veces asumimos algunas acti-tudes casi «suicidas». Planeamos muy poco, muchas veces porque manten-emos una actitud de ser de otro mun-do. Actuamos pensando que como el Señor ya viene en su gloria y en cualquier momento podríamos irnos al otro mundo, y, entonces, argüimos: ¿Para qué vamos a planear si de todas maneras el Señor nos va llevar? A lo que me gusta responder: —¿Quién es usted para señalarle al Señor cuándo tiene que venir a esta tierra?» Yo cier-tamente espero al Señor cada día.

Vivo en la expectativa de su llegada. Sin embargo, también estoy profun-damente consciente de las demandas de Mateo 24.46: «Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo en-cuentre cumpliendo con su deber» (Versión Popular). Nuestro deber no es convertirnos en personas adinera-das, en construir negocios exitosos o ministerios crecientes. Nuestro deber es ser fieles a Jesucristo. Pablo le advi-erte a los corintios en su primer carta que «se requiere de los administra-dores que cada uno sea hallado fiel» (4.2). Nuestra responsabilidad no es limpiar la casa temerosos de que el Señor llegue esta noche; sino manten-erla siempre limpia a pesar de que él no llegue hasta mañana por la tarde. Tenemos que aprender, como decía el famoso evangelista D. L. Moody, a «planear como si nuestra vida fu-era a extenderse 100 años y a vivir como si no llegáramos al final de este día». Así que, comencemos a orar y a planear como si fuéramos a vivir de aquí a 100 años. Pero, por otro lado, comencemos a trabajar como si el Señor regresara hoy mismo. Esta es la razón por la que hoy debemos meter las manos en la masa. Necesitamos comenzar a resolver los problemas,

a cambiar la forma en la que vemos el mundo y la manera en que ahora mismo estamos trabajando. No ma-ñana. No pasado. No la semana que viene. Hoy es cuando tenemos que comenzar a trabajar para lograr algu-nos cambios.

Sería una vergüenza para muchos de nosotros que el Señor llegara hoy mismo y nos viera metidos en los enredos económicos que algunos de nosotros hemos propiciado. Si usted descubre que necesita operar algunos cambios en su planeamiento finan-ciero, ahora mismo es el momento de comenzar, porque el Señor viene en cualquier instante y nuestra tarea es manejar el patrimonio que nos confió en todos estos años con absoluta fi-delidad a Su Palabra.

El EncuentroBuscala en YOuTuBE: El Encuentro - Pelicula Cristiana Completa

¿Qué harías si fueras en una carretera, y en un restaurante solitario descubri-eras que el mesero es nada más y nada menos que Jesús, que estaba esperán-dote para hablar contigo?

Varados en medio de la nada, cinco desconocidos se encuentran en un res-taurante de una carretera desierta. Un hombre de negocios arrogante, (Steve “Sting” Borden), una mujer solitaria, (Jaci Velásquez), una pareja al borde del divorcio, y una joven fuera de control. Todos se enfrentan cara a cara con el me-sero del restaurante, Jesús, (Bruce Marchiano) que conoce todos los secretos y posee las respuestas a todos los problemas.

El Encuentro es un drama de inspiración fascinante lleno de fe, 5 personas que son presentadas frente a frente con Jesús y animados a examinar la verdadera condición de su vida.

Te recomendamos las siguientes películas que puedes encontrar en YOuTuBE y verlas completas. Compartelas con tus amistades

La Recomendación

Si no eres creyente encontrarás muy entretenida esta película. Te servirá para reflexionar y cambiar tu postura sobre

Jesús. Si eres creyente, toma en cuenta que esta película no es un caso real, aunque sí muy cercano a la realidad espiritual que ya conoces sobre Jesús. Incluso tal vez te sientas identificado con algún personaje.

Por último, si te gusta esta película y tienes oportunidad de comprarla, sería excelente.

CINE

LuteroBuscala en YOuTuBE:MARTIN LUTERO - Pelicula Cristiana completa - VERPRE

“Lutero” transcurre en una de las épocas más revolucionarias de la historia (el paso de la Edad Media al Renacimiento) y muestra cómo las creencias de un solo hombre pueden cam-biar el mundo. Hijo de una familia humilde, Lu-tero (Joseph Fiennes) es un joven lleno de ilusiones. Estudi-ante de Teología en un monasterio de agustinos, durante una misión a Ro-ma, su confianza en la iglesia se ve hecha añicos ante la corrup-ción que impera en los círculos papales. Impul-sado por su fe y por una detenida lectura de la Biblia, empezará a cues-tionarse las prácticas religiosas estab-lecidas. La tensión se acelera cuando Lu-tero redacta una lista con 95 te-sis sobre indulgencias que negaban al Papa cualquier derecho a perdonar pecados y la expone en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Lutero es ll-evado a juicio ante el Papa pero no se retractará a menos que puedan pro-bar con eviden-cias de la Biblia que lo que ha escrito no es correcto.

El Progresodel PeregrinoBuscala en YOuTuBE:Pelicula Cristiana - El Progreso Del Peregrino [completa]

Esta es una gran versión del libro “Pilgrim’s Progress” de John Bunyan este libro fue escrito a fines de 1600 durante un tiempo muy difícil para cristianos. Este libro es el resultado de años de contar historias a sus hijos cuando ellos lo visitaban en la cárcel. Fue encarcelado por predicar sin una licencia ( en ese tiempo uno tenía que ser autorizado por la iglesia an-glicana) pero las creencias de Bunyan no estaban en consonancia con la ig-lesia y quería predicar. Muchos de sus colegas puritanos huyeron a América por su libertad religiosa “los llamados peregrinos”. Sin embargo, Bunyan sentía como su vocación estaba allí en Inglaterra, predicando a la gente por lo que se quedó y fue encarcelado durante 12 años. EL PUDO HABER SIDO LIBERADO EN CUALQUIER MOMENTO SI PROMETÍA NO PREDICAR EL EVANGELIO. El Libro Piligrim’s Progress, es el segundo libro mas leido despues de la Santa Bilia. “El Progreso del Peregrino” es una alegoría de los juicios, tribulaciones y tentaciones que vienen contra los cris-tianos en su búsqueda para “aguantar hasta el final”.

Centrales

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El trabajo más básico del Es-píritu Santo en la vida de una persona es el nuevo nacimien-

to. Todos los poderes y las maravillas de la vida cristiana están centrados en este milagro esencial de la Cristian-dad. Este milagro en el alma comunica una nueva vida en el individuo.

Un líder religioso le preguntó a Jesús: “¿Cómo puede un hombre nacer de nuevo?” (Juan 3:1-5) Jesús le dijo que él necesitaba un nacimiento espiritual. Sí, fue un milagro del Espíritu Santo de Dios dar vida a la muerte espiritual. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

Hay tres maneras en que una persona no puede nacer de nuevo. El apóstol Juan dice “los cuales no son engendra-dos de sangre, ni de voluntad de car-ne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (v. 13).

Esto es “no de sangre”, es decir, no es un proceso de la naturaleza. No es

por descendencia de nuestros padres, o después de la naturaleza humana, o la evolución espiritual o religiosa. Yo no soy cristiano porque mis padres eran cristianos. Mis hijos no son cris-tianos porque yo soy un cristiano. Su aristocracia espiritual no significa nada para Dios.

No es “ni de voluntad de carne.” No es por un deseo sincero y apasionado de ser mejor como se expresa en las buenas obras religiosas. Usted no es nacido de nuevo por sus esfuerzos o la determinación de vivir una buena vida, o imitar las virtudes de Cristo. Usted no puede entrar en una nue-va vida en Cristo por ningún poder natural. No se logra por “la voluntad del hombre.” Ninguna decisión por su parte trae la regeneración espiritual. Es un acto de Dios solamente. No es por mi voluntad que yo soy nacido de nuevo. No es donde hay una volun-tad hay un camino. Ningún individuo puede otorgar vida espiritual a otra persona.

La verdad central del Cristianismo es que una persona debe ser “nacido. . . de Dios”. Dios regenera, no el hom-bre. Dios es el Agente que trae vida espiritual al alma del pecador. Dios el Espíritu Santo comunica vida nueva a través de un nacimiento espiritual. Es un misterio que no puede ser ex-plicado. Usted no puede ponerlo en un tubo de ensayo, o en una fórmula matemática o en un chip de computa-dora. Es un milagro que sólo puede ser experimentado cuando Dios lo hace. Esta vida espiritual es una nueva calidad, una clase radicalmente difer-ente de vida que es comunicada al alma.

El nuevo nacimiento es la comuni-cación al alma, la vida misma de Cristo al pecador creyente. Esta viene di-

Por Wil Pounds Traducido por Katia Blandin

VIDA NuEVA

“Dios es el Agente que trae vida espiritual al alma del pecador. Dios el Espíritu Santo comunica vida nueva a través de un nacimiento espiritual...”

Esta puede ser su experiencia hoy. ¿Conoce a Jesús Cristo? Yo no le pregunté qué conoces acerca de Él, pero ¿Lo conoce personalmente? ¿Ha sido nacido de nuevo? ¿Ha recibido usted a Jesucristo en su vida? ¿Ha recibido la nueva vida que sólo Jesucristo da?

rectamente de Dios. El pecador crey-ente ahora puede tener comunión con Dios. El es un “participante de la naturaleza divina.” Esta no proviene de nuestra herencia, nuestra capaci-dad intelectual, nuestros esfuerzos hu-manos, etc. Esta viene directamente y sólo de Dios.

Esta vida de Cristo es siempre una resurrección de los muertos (Efesios 2:1-5). Es siempre la vida otorgada a los pecadores espiritualmente muer-tos. El nuevo nacimiento, la nueva cre-ación, o la regeneración espiritual es la vida de la muerte. Dios el Espíritu Santo la da, y es tan poderosa como resucitar a los muertos.

La vida misma de Cristo es comuni-cada al alma del individuo nacida de Dios. Y cuando el Espíritu de Cristo entra en su vida, Él la limpia, la renue-va, la vigoriza y le permite vivir una nueva vida en Cristo.

¿Quién es nacido de nuevo? Cualquier persona que recibe a Jesús el Cristo, es nacido de nuevo. El nuevo nacimiento es la recepción de una persona, Jesu-cristo. Aquellos individuos que creen en El son nacidos de Dios. El apóstol Juan nos dice, “ Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nom-

bre, les dio potestad de ser hechos hi-jos de Dios “ El momento mismo que te das cuenta que eres un pecador, que estas muertos en vuestros delitos y pecados, y recibes o crees en Cristo, Dios el Espíritu Santo te imparte un nuevo nacimiento. Creer en Cristo es recibirlo en tu vida a través de la fe y del arrepentimiento de tus pecados!!El ladrón muriendo en la cruz cerca de Jesús dijo, “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino.” Jesús, con dignidad majestuosa, y autoridad divina dijo: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

Esta puede ser su experiencia hoy. ¿Conoce a Jesús Cristo? Yo no le pre-gunté qué conoces acerca de Él, pero ¿lo conoce personalmente? ¿Ha sido nacido de nuevo? ¿Ha recibido usted a Jesucristo en su vida? ¿Ha recibido la nueva vida que sólo Jesucristo da?

Usted no es un Cristiano, si usted no ha recibido la nueva vida que Dios da al pecador que llama a su nombre. Esta nueva vida es para ti, y sólo Dios puede dártela.

¿Creerá usted en Él, aún ahora mien-tras lees esto?

Selah!

Espero y deseo que una vez que usted haya terminado de leer y meditar en el presente

artículo, tenga una convicción clara de cómo debe responder la próxima vez que una persona le pida que sea su aval o su fiador.

Regularmente pudiera pensarse que si a una persona le embargan bienes de su propiedad es porque debe dinero, y que si debe es porque no ha tenido para pagar, o simplemente porque aun teniéndolo, es como suele decirse, mala paga. Pero ponga atención a lo siguiente, como abogado que soy le puedo aseverar, obviamente con-forme a la experiencia, que un gran porcentaje de personas a quienes les son embargados sus bienes, en lo ab-soluto les ocurre ello por alguno de los supuestos anteriores; entonces –se preguntarán– por qué llegan a ser objeto de embargo los bienes de esas personas. La respuesta es muy simple, porque han aceptado ser avalistas, co-loquialmente conocidos como avales, o fiadores, ya sea de conocidos, ami-gos o familiares.

No le voy a citar la definición que suelen invocar mis colegas de pro-fesión respecto a los avalistas y a los fiadores, pues créame que está muy alejada de ser respetuosa y halaga-dora; pero en cambio, sí le puedo recordar que Dios, mediante su pa-labra, nos advierte y nos llama a ser sensatos y prudentes, negándonos a comprometernos por otros, tal como podemos leerlo en las siguientes citas: “El fiador de un extraño saldrá perju-

dicado; negarse a dar fianza es vivir en paz” (Proverbios 11:15); “El que es im-prudente se compromete por otros, y sale fiador de su prójimo” (Prover-bios 17:18); “Toma la prenda del que salga fiador de un extraño; retenla en garantía si la da a favor de desconoci-dos” (Proverbios 20:16); “No te com-prometas por otros ni salgas fiador de deudas ajenas; porque si no tienes con qué pagar, te quitarán hasta la cama en que duermes” (Proverbios 22:26-27); “Toma la prenda del que salga fiador por un extraño; retenla en garantía si la entrega por la mujer ajena” (Proverbios 27:13).

Estas recomendaciones bíblicas, obvi-amente con un contendido de incues-tionable sabiduría, las limitaremos en esta ocasión a la figura del aval, y en otra ocasión las relacionaremos con la figura de la fianza, es decir, con los actos en que las personas intervienen asumiendo el carácter de fiador.

En virtud de lo anterior, y a fin de facil-itar la comprensión de lo que implica la figura del aval, me limitaré a referirle que el ser avalista significa quedar ob-ligado solidariamente con otra perso-na cuya firma ha garantizado, circun-stancia que generalmente acontece cuando alguien le pide que firme en el reverso de un Pagaré, y si menciono que en el reverso, es porque en la in-mensa mayoría de los formatos de Pagaré, en el frente (anverso) de di-cho Título de Crédito, firma el deudor, es decir, aquella persona por la que usted se obliga a pagar si es que ésta no cumple con dicha obligación.

Como lo he mencionado, un Pagaré es un Título de Crédito, circunstan-cia que adquiere una gran relevancia, pues los Títulos de Crédito tienen el carácter de ejecutivos; es decir, traen aparejada ejecución, por lo tanto, con-stituyen una prueba preconstituida de la acción ejercitada en el juicio en el caso de que el acreedor llegue a demandar mercantilmente tanto al deudor como al avalista, lo que jurí-dicamente significa que el documento exhibido por el acreedor, es un ele-mento demostrativo que en sí mismo hace prueba plena, y por ello, si usted como demandado en su carácter de avalista opone una excepción ten-diente a destruir la eficacia del título, como podría ser alegar que ya pagó el deudor (su avalado), es a usted y no al acreedor a quien corresponderá la carga de probar este hecho; y al respecto, vale la pena mencionarse que dicho criterio prevalece a nivel de jurisprudencia tanto por parte de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como por otros Tribunales Federales.

Por último, es importante destacar que cuando un acreedor demanda, basando su derecho en un Título de Crédito, como lo es un Pagaré, ello lo hace por lo que procesalmente se conoce como “la vía mercantil ejecuti-va”, ejercitando una “acción cambiaria directa”; ahora bien, usted se pregun-tará en qué radica la importancia de ello, pues le diré que simple y sencil-lamente en el hecho de que una vez demandado, y en una misma diligencia, por conducto de un juzgado se le re-

querirá primero de pago, y si no paga, entonces acto seguido e inmediato, se le embargarán bienes de su propie-dad, y por último, se le emplazará para que dentro del término legal compar-ezca a dar contestación a la demanda entablada en su contra, obviamente con todas las implicaciones de ello, como es pagar los honorarios de un abogado, la pérdida de la tranquilidad, y muy probablemente también, el pago de una obligación que directa-mente no era suya, o bien, la pérdida definitiva de los bienes que le fueron embargados.

Como podrá darse cuenta, el aceptar firmar como avalista de otra persona puede resultar en la afectación de su patrimonio y el de su familia, por eso es que lo exhorto a que antes de aceptar una obligación de tal magnitud lo piense detenidamente, y si acaso ya dijo que sí, pero aun no ha plasmado su firma, le aconsejo que atienda a lo que Dios nos dice en Proverbios 6:1-5: “1 Hijo mío, si has salido fiador de tu vecino, si has hecho tratos para responder por otro, 2 si verbalmente te has comprometido, enredándote con tus propias palabras, 3 entonces has caído en manos de tu prójimo. Si quieres librarte, hijo mío, éste es el camino: Ve corriendo y humíllate ante él; procura deshacer tu compromiso. 4 No permitas que se duerman tus ojos; no dejes que tus párpados se cierren. 5 Líbrate, como se libra del cazador la gacela, como se libra de la trampa el ave.”

¡A Dios sea la honra y la gloria!

Por Lic. Jorge Álvarez

LEYES

Proverbios 6:1-5: “1 Hijo mío, si has salido fiador de tu vecino, si has hecho tratos para responder por otro, 2 si verbalmente te has comprometido, enredándote con tus propias palabras, 3 entonces has caído en manos de tu prójimo. Si quieres librarte, hijo mío, éste es el camino: Ve corriendo y humíllate ante él; procura deshacer tu compromiso. 4 No permitas que se duerman tus ojos; no dejes que tus párpados se cierren. 5 Líbrate, como se libra del cazador la gacela, como se libra de la trampa el ave.”

Palabras amargas. Ácido con sar-casmo. Odio. Irreverencia. ¿No era suficiente que Él estaba

siendo crucificado? ¿No era suficiente que estaba siendo avergonzado como un criminal? ¿No eran suficientes los clavos? ¿Fue la corona de espinas demasiado suave? ¿Habían sido muy pobres los azotes? Para algunos, apar-entemente sí. Pedro, un escritor no dado normalmente a usar muchos verbos descriptivos, dice que quienes pasaban cerca insultos al Cristo cru-cificado. 1 Pedro 2:23 Ellos no sólo insultaban, hablaban o blasfemaban. Piedras verbales. Tenían toda la inten-ción de herir y lastimar. “¡Hemos que-brantado el cuerpo, ahora rompamos el espíritu!”. De esa manera sus arcos con las flechas de su auto justicia y tor-turantes dardos de puro veneno. De todas las escenas alrededor de la cruz, ésta es la que más me enoja. ¿Qué clase de personas –me pregunto- se burlará de un hombre agonizante?

¿Quién sería tan indolente como para poner sal en las heridas abiertas? ¿Cuán bajo y pervertido es hablar con desprecio a uno que está atado con dolor? ¿Quién se burlaría de una per-sona que está sentada en la silla eléc-trica? ¿O quién señalaría con el dedo y se reiría de un criminal que tiene la cuerda de la horca alrededor del cuel-lo? Puede estar seguro de que Satanás y sus demonios fueron la causa de tal inmundicia. Y luego el criminal en la cruz número dos lanza su golpe: - ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! Las palabras lanzadas ese día tenían el propósito de herir. Y no hay nada más doloroso que las palabras que tienen el propósito de herir. Esa es la razón por la que San-tiago llama a la lengua un fuego. Sus llamas son tan malignas y destructoras que destrozan como las de una gran antorcha. Pero no les estoy diciendo nada nuevo. Sin lugar a dudas usted ha tenido que soportar palabras que

hieren. Usted ha sentido la tortura de un escarnecimiento bien apuntado. Tal vez usted está sintiéndolo. Alguien que usted ama o respeta lo azota en el piso con un látigo o con el fuego de la lengua. Y allí yace usted; herido y sangrando. Tal vez las palabras fueron dirigidas para herirlo, tal vez no; pero eso no importa. La herida es profunda. Los daños son internos. Corazón que-brantado, orgullo herido, sentimientos lastimados. O tal vez su herida es vieja. Aunque la flecha fuera extraída hace mucho tiempo, la punta aún perman-ece... escondida debajo de su piel. El viejo dolor aflora impredecible y deci-sivamente recordándole las lacerantes palabras aún no perdonadas. Si usted ha sufrido –o está sufriendo- debido a las palabras de alguien, estará conten-to de saber que hay un bálsamo para esta laceración. Medite en las palabras de 1 Pedro 2:23: “Quien cuando le maldecían, no respondía con maldi-ción; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”

¿Ve usted qué no hizo Jesús?. Él no se desquitó. Él no devolvió la ofensa. Él no dijo: <¡Ya verás!> <¡Ven acá y di eso mismo en mi cara!>, <¡Sólo es-

pérate hasta después de la resurrec-ción, bobo!> No, estas declaraciones no se encontraron en los labios de Cristo. ¿Vio lo que Jesús sí hizo? Él encomendó su causa al que juzga justamente. O dicho más simple-mente, dejó el juicio a Dios. Él no se hizo cargo de la tarea de buscar re-vancha, Él no demandó explicaciones. Él no pagó a ningún emisario ni en-vió a nadie con ninguna propuesta. Él, al contrario de la reacción normal, asombrosamente, habló en defensa de ellos: Lucas 23:24 Si, el diálogo en esa mañana del viernes fue amargo. Las piedras verbales fueron destina-das a atormentar y torturar. Cómo Jesús –con un cuerpo quebrantado por el dolor, los ojos cegados por su propia sangre, y los pulmones inflán-dose ansiosamente en busca de aire- pudo hablar a favor de malvados sin corazón, es algo que va más allá de mi comprensión. Nunca he visto tal amor. Si alguna vez una persona mereció una buena oportunidad para la revan-cha, Jesús fue esa persona. Pero Él no la tomó. En vez de eso murió por sus adversarios. ¿Cómo pudo hacerlo? Yo no sé. Pero si sé que todas mis heridas parecen insignificantes. Mis rencores y duros sentimientos se vuelven repen-tinamente infantiles. Algunas veces me sorprendo al ver el amor de Cristo, no tanto por la gente que toleró como por el dolor que soportó. ¡Maravillosa Gracia!

LIBROS

Este artículo ha sido tomado del libro: Lo mejor de Max Lucado Editorial Unilit

A menudo ponemos los ojos en las personas. Cada instante de nuestra vida somos tentados

a ver únicamente lo que está delante de nosotros, esa es nuestra naturaleza humana, nos gusta lo atractivo a la vis-ta, lo nuevo, lo que brilla, nos deslum-bra la opulencia o la corpulencia, nos impacta la capacidad y los títulos, nos llama la atención la tenacidad y por si esto fuera poco lo externo de las cosas nos quita el sueño.

Es en ese contexto de lo externo, donde queremos ver líderes perfec-tos, Pastores con una apariencia tan impecable que hasta nos deslumbren, necesitamos estar seguros que hay a nuestro alrededor personas que sa-ben que hacer y que no se equivo-carán, que difícilmente darán un paso en falso.

Las personas de hoy están dispuestas a seguir a un líder que les brinde una seguridad que ellos no tienen o bien a un líder que posea aunque sea en apariencia eso que ellos mismos no tienen.

Cuando pensamos en Jesús, un líder en toda la extensión de la palabra, “El hijo de Dios” nos damos cuenta que su atracción hacía las personas no estaba basada en lo externo, todo lo contrario, Isaías el profeta, 700 años antes de su nacimiento nos advierte que no le veremos con atractivo físico alguno: “No había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto, nada que nos atrajera hacía él” Isaías 53:2b NTV Es decir, Jesús no utilizaría su aspecto físico como un imán para atraer a las multitudes, fueron otros atributos los que hacían que la gente le siguiera,

SALVACIÓN

Por ROE

“Samuel se fue con la finta al pensar que el nuevo rey de Israel sería el fornido y bien parecido Eliab, hermano mayor de David.”

“No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón” I Samuel 16:7 NTV

“Jesús no utilizaría su aspecto físico como un imán para atraer a las

multitudes, fueron otros atributos los que hacían que la gente le siguiera...”

uno de ellos la autoridad con la que hablaba: “Cuando Jesús terminó de decir esas cosas, las multitudes que-daron asombradas de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera auto-ridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa” Mateo 7:28-29 NTV No debe parecernos extraño que el au-tor de Hebreos en el capítulo 12 nos invite a fijar nuestra mirada en este hombre llamado Jesús.

Otro ejemplo muy claro de esto lo tenemos en el Antiguo Testamento cuando un profeta llamado Samuel fue llevado por Dios hasta el seno de una familia, Dios le había revelado que el nuevo rey de Israel provenía de esa familia, un hijo de Isaí sería el elegido. I Samuel 16

El relato nos muestra claramente la condición humana y el corazón con-fundido del hombre aún ostentando el título de profeta del pueblo. Samuel se fue con la finta al pensar que el nuevo rey de Israel sería el fornido y bien parecido Eliab, hermano mayor de David. I Samuel 16:6 “Seguramente, éste es el ungido del Señor”

Todo un guerrero, con la fuerza nec-esaria para estar en batalla, con la experiencia y las manos curtidas dig-nas de alguien que sabía cómo tomar una lanza o una espada. Un hombre bien parecido para poderlo presentar frente a nuestro pueblo y así mismo presumirlo a todos los demás.

Ante tal confusión del profeta, Dios mismo interviene y le dice: “No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón” I Samuel 16:7 NTV

Increíblemente claro el mensaje de Dios, “no es él el que yo he elegido”, y por si fuera poco le advierte que él no ve lo de afuera, sino lo que está en el corazón. Puede parecer como una espada de doble filo saber que Dios lo que nos calificará es la parte inte-rior, esa que según Pablo se renueva día a día aunque el cuerpo se vaya desgastando 2 Corintios 4:16 Podem-os evaluar nuestra vida, incluso auto examinarnos y pedirle a Dios que sea él quien nos muestre cuál es el

camino hacía donde vamos como lo hizo David: “Ponme a prueba, Señor, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón”

Un antídoto para no equivocarnos en hacer juicios de las personas o fijar nuestra vista en las personas equivo-cadas es seguramente la recomen-dación del autor de Hebreos cuando nos invita a correr la carrera poniendo los ojos en el Rey de Reyes y Señor de señores…..JESÚS “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Haz la prueba y empieza a poner tu mirada en aquél que murió en la cruz por ti, aquél que no te defraudará, aquél que quiere enseñarte una per-spectiva diferente de las cosas y de las personas, sólo así empezarás a ver a las personas como Dios las ve, no por su apariencia, sino por su corazón. ASÍ SEA!!!

MINISTERIOS

Cada domingo la Iglesia Bíblica Ríos de Agua Viva, visita la colonia La Esmeralda en La Huizachera (ubicada en el mu-nicipio de El Salto Jalisco entre Tlajomulco y Tlaquepaque).

Un grupo de familias que han sido ganadas para Cristo, son minis-tradas con la palabra de Dios lo días viernes y domingos.

La Huizachera es un sector muy vulnerable con altos indices de drogadicción, familias disfuncionales y deserción escolar. La mayoría de las familias subsisten gracias a la elaboración del ladrillo, la re-colección de botes de plástico y latas.

Sabemos que el Señor tiene grandes planes para esta comunidad, si quieres ser parte de este ministerio ponte en contacto con nosotros.

www.ibravgdl.wordpress.com

La revista tendrá un costo de $15 pesos, y por cada revista que se venda, $5 pesos serán donados a los diferentes ministerios de las Iglesias Cristianas en Guadalajara

Apoyando lo ministerio de Cristo

Por: Gabriel Vázquez López, Psicólogo Clínico

Hola a todos mis amables lectores de la Revista Heme Aquí. Es un gusto poder sa-

ludarlos a través de este importante medio.

Hoy quiero hablarles del cambio. Vi-vir es crecer. Crecer es cambiar. Todo lo que vive crece, todo lo que crece, cambia. Alguien aconseja: “cuando no puedas cambiar la dirección del vien-to, ajusta las velas”. El cambio forma parte de la vida. No podemos llegar a ser lo que debemos permaneciendo donde estamos. A las personas no les gustan los cambios, sin embargo, es la única cosa que produce crecimiento.

No hay nada tan permanente como el cambio. Toda la gente quiere cambiar el mundo, pero nadie piensa en cam-biarse a sí mismo. William James dijo que la vida cambia cuando nosotros cambiamos. Las personas sabias algu-nas veces cambian de parecer, los ne-cios nunca lo hacen. Esté dispuesto a cambiar sus planes. Podemos cambiar de planes pero no de propósitos. Es una señal de fortaleza hacer cambios cuando son necesarios.

Cuanto más tiempo está equivocada una persona, tanta mas seguridad tiene que está en lo correcto, y tanto menos dispuesta está a los cambios. Defender sus faltas y sus errores solo prueba que usted no tiene la inten-ción de abandonarlos. Un hombre obstinado no tiene opiniones, las opiniones las tienen a él. Casi toda la gente está a favor del progreso, pero lo que no les gusta es el cambio, es normal ofrecer resistencia a éste, porque no queremos cambiar el cír-culo de la comodidad, por el de la de la oportunidad. La mayor parte de las personas están dispuestas a cambiar, no porque vean la luz, sino porque sienten el calor. Cuando usted deja de cambiar, deja de crecer. Así que no le tenga miedo al cambio. Arriésguese, que lo mejor está por venir.

REFLEXIONES

Un hombre fue a una bar-bería a cortarse el cabello y recortarse la barba, como

de costumbre. En estos casos ent-abló una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de tantas cosas y tocaron muchos temas.

De pronto, tocaron el, tema de Dios. El barbero dijo:- Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.- Pero, por qué dice usted eso? - pregunta el cliente.- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O...dígame, acaso si Dios existiera, ¿habría tantos enfermos? ¿Habría ni-ños abandonados? Si Dios existiera, ¿no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad?. Yo no puedo pen-sar que exista un Dios que permita todas estas cosas.

El cliente se quedó pensando un mo-mento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero ter-mino su trabajo y el cliente salió del negocio.

Recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; al parecer hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado.

Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.- ¿Sabe una cosa? Los barberos no existen.- ¿Cómo que no existen? -pregunta el barbero- Si aquí estoy yo y soy barbero. - No! -dijo el cliente-, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.

Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.- Exacto! -dijo el cliente- Ese es el punto. Dios si existe, lo que pasa es que las personas no van hacia él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.

Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron jun-tos y en armonía por muchos

años.

Ellos vivían en granjas separada pero un día… Cayeron en un conflicto, este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cose-chas y bienes en forma continua.

Comenzó con un pequeño malen-tendido y fue creciendo… hasta que explotó en un intercambio de pa-labras amargas seguido de semanas de silencio.

- Una mañana alguien llamó a la puer-ta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero “Estoy buscando trabajo por unos días”, dijo el extraño, “quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso”.

-”Sí”, dijo el mayor de los hermanos, “tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor.

La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvío el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.

¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más.”

El carpintero le dijo: “creo que com-prendo la situación”.

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materi-ales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.

Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había ter-minado su trabajo.

El granjero quedó con los ojos com-pletamente abiertos, su quijada cayó.

No había ninguna cerca de dos met-ros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del ar-royo. Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.En ese momento, su vecino, su her-mano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano mayor le dijo:

-”Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho”.

Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.

-”No, espera”. “Quédate unos cuan-tos días tengo muchos proyectos para ti”, le dijo el hermano mayor al carpintero.

“Me gustaría quedarme”, dijo el carpintero, “pero tengo muchos puentes por construir”.

** Muchas veces dejamos que los malentendidos o enojos nos alejen de la gente que queremos, muchas veces permitimos que el orgullo se ante-ponga a los sentimientos,

No permitas que eso pase en tu Vida. Aprende a perdonar y valora lo que tienes.Recuerda que perdonar no cambia en nada el pasado pero si el futuro.

No guardes rencores ni sentimientos de amargura que solo te lastiman, te alejan de Dios y de las personas que te quieren,

Aprende a ser feliz y disfruta de las maravillas que Dios ha creado.Él te ama y desea que tengas una vida dichosa, llena de amor y armonía.No permitas que un pequeño desliz malogre una gran amistad...

Recuerda que el silencio a veces es la mejor respuesta...

Una casa feliz es lo que más importa. Haz todo lo que esté a tu alcance para crear un ambiente en armonía.

Recuerda que la mejor relación es aquella donde el amor entre dos per-sonas es mayor que la necesidad que ellas tienen una por la otra..

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“Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha

que mande obreros a su campo.” NVI Lucas 10:2

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