Halo - The Fall of Reach (La caida de Reach)

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El primer libro de la saga de Halo, The Fall Of Reach tgraducido por HaloMexico.com y editado por [email protected] para su buena lectura.

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LA CAIDA DE REACH(THE FALL OF REACH)

ERIC NYLUN

HALO LA CAIDA DE REACH Eric Nylun

TABLA DE CONTENIDOS: Prlogo Seccin I Captulo Uno Captulo Dos Captulo Tres Seccin II Captulo Cuatro Captulo Cinco Captulo Seis Captulo Siete Captulo Ocho Captulo Nueve Captulo Diez Captulo Once Captulo Doce Captulo Trece Captulo Catorce Seccin III Captulo Quince Captulo Diecisis Captulo Diecisiete Capitulo Dieciocho

Captulo Diecinueve Captulo Veinte Captulo Veintiuno Captulo Veintids Captulo Veintitrs Captulo Veinticuatro Seccin IV Captulo Veinticinco Captulo Veintisis Capitulo Veintisiete Captulo Veintiocho Captulo Veintinueve Seccin V Captulo Treinta Captulo Treinta y Uno Captulo Treinta y Dos Captulo Treinta y Tres Captulo Treinta y Cuatro Captulo Treinta y Cinco Captulo Treinta y Seis Captulo Treinta y Siete Seccin VI Eplogo

Prlogo 0500 Horas, Febrero 12, 2535 (Calendario Militar)/ Sistema Lambda Serpentis, Jericho VII Teatro de Operaciones. "Contacto. Todos los equipos esperen: Contacto enemigo, en mi posicin." El Jefe saba que haba probablemente mas de cien de ellos los sensores de movimiento rebasaban la escala. A pesar de eso, l quera verlos por si mismo; su entrenamiento haba dejado clara esa leccin: "Las maquinas se descomponen, los ojos no." Los cuatro Spartans que componan el Equipo Azul cubran su espalda, parados absolutamente inmviles y en silencio en sus armaduras de combate MJOLNIR. Alguien haba comentado alguna vez que ellos en la armadura parecan dioses de la guerra griegos... pero sus Spartans eran mucho mas efectivos y despiadados de lo que lo dioses de Homero alguna vez haban sido. l hizo serpentear la sonda de fibra ptica hacia arriba, tres metros hasta la cresta de la pared de roca. Cuando estuvo en posicin, el Jefe la enlazo al visor de su casco. En el otro lado el vio un valle con paredes de roca erosionadas y un rio que serpenteaba a travs... y acampando a lo largo de las orillas y hasta donde alcanzaba a ver haba Grunts. El Covenant usaba a estos robustos aliengenas como carne de can. Ellos median un metro de alto y usaban trajes medioambientados que replicaban la atmsfera de su congelado planeta de origen. Al Jefe le recordaban a perros bpedos, no solo en su apariencia, si no tambin por su hablar an con el nuevo software de traduccin era una rara combinacin de rpidos chillidos, ladridos guturales, y gruidos. Tambin eran tan listos como los perros. Pero lo que carecan de cerebro, lo compensaban con pura tenacidad. l los haba visto arrojarse a sus enemigos hasta que el suelo estaba altamente apilado con sus cuerpos... y sus oponentes haban terminado sus municiones. Estos Grunts, estaban inusualmente bien armados: aguijoneadores, pistolas de plasma, y haba cuatro caones de plasma estacionarios. Esos podran ser un problema. Otro problema: fcilmente haba mil de ellos. La operacin tendra que ir sin ningn problema. La misin del Equipo Azul era atraer la guardia trasera del Covenant y dejar al Equipo Rojo entrar en la

confusin. El Equipo Rojo entonces plantara un arma nuclear tctica HAVOK. Cuando la siguiente nave Covenant aterrizara, bajara sus escudos y empezara a descargar sus tropas, obtendran una sorpresa de treinta megatones. El Jefe desconect la sonda y dio un paso hacia atrs desde la pared de roca. Pas la informacin tctica a su equipo a travs de un canal COM seguro. Cuatro de nosotros...", susurr Azul Dos, en el enlace. ...y mil de ellos? Muy pobres probabilidades para los pequeines" "Azul Dos," dijo el Jefe, "Te quiero ah arriba con esos lanzacohetes Jackhammer. Saca a los caones y afloja al resto de ellos. Azul Tres y Cinco, ustedes me siguen nosotros estamos en control de la multitud. Azul Cuatro: t preparas el tapete de bienvenida. Entendido?" Cuatro luces azules parpadearon en su visor, conforme su equipo reconoca las rdenes. "En mi marca." El Jefe se agach y se alist. "Marca!" Azul Dos salt elegantemente a la cima de las rocas - tres metros hacia arriba. No hubo ningn sonido mientras el Spartan y la armadura MJOLNIR de media tonelada aterrizaban en la roca caliza. Ella levant el Lanzador y corri a lo largo de la cima - ella era el Spartan mas rpido en el equipo del Jefe. l confiaba que los Grunts no pudieran rastrearla durante los tres segundos que estara expuesta. En una rpida sucesin, Azul Dos vaci los tubos del Jackhammer, tir un lanzador y entonces dispar los otros cohetes igual de rpido. Los proyectiles pasaron disparados dentro de la formacin de Grunts, y detonaron. Uno de los caones estacionarios volc, devorado en la explosin, y el caonero, fue lanzado al suelo. Ella se deshizo del lanzador, salt hacia abajo - rod una vez - y estaba de nuevo en pie, corriendo a toda velocidad al punto de reencuentro. El Jefe, Azul Tres, y Azul Cinco, saltaron sobre la cresta. El Jefe cambio a infrarrojo para ver a travs de las nubes de polvo y el humo de los escapes, justo a tiempo para ver la segunda carga del Jackhammer impactar su objetivo. Dos flores de luz, fuego y trueno consecutivos, diezmaron las filas frontales de los guardias Grunts, y ms importante, convirtieron al ltimo de los caones de plasma en ruinas ardientes. El Jefe y los otros abrieron fuego con sus rifles de asalto MA5B una rociada completamente automtica de quince balas por segundo. Balas que penetraban armaduras desgarraban dentro de los aliengenas, rompan su trajes ambientales

y hacan explotar los tanques de metano que cargaban. Gotas de flama trazaban arcos salvajes mientras los Grunts heridos corran en confusin y miedo. Finalmente los Grunts se dieron cuenta de lo que estaba pasando y de donde vena el ataque. Ellos se reagruparon y atacaron en masa. La vibracin de terremoto llego a travs del suelo y agit la roca porosa bajo las botas del Jefe. Los tres Spartans vaciaron sus cargadores, y entonces al unsono, cambiaron a balas trituradoras. Ellos dispararon a la ola de criaturas mientras ellas avanzaban. Lnea tras lnea de ellos caa. Algunos ms mataban a pisotones a sus camaradas cados. Agujas explosivas rebotaban en la armadura del Jefe, detonando mientras golpeaban el suelo. El vio la luz de un perno de plasma dio un paso a un lado y oy el aire crepitar justo donde haba estado parado medio segundo antes. "Soporte areo Covenant acercndose," report Azul Cuatro en el enlace COM. "Su ETA (siglas en ingls de tiempo de llegada estimado) es de dos minutos, Jefe." "Entendido," dijo. "Azul Tres y Cinco: Mantengan fuego por cinco segundos, despus retrense. Marca!" La luz de estado parpadeo una vez, reconociendo la orden. Los Grunts estaban a tres metros de la pared, el Jefe arroj dos granadas. l, Azul Tres, y Azul Cinco, saltaron hacia atrs de la cresta, aterrizaron, giraron y corrieron. Dos golpes sordos reverberaron a travs del suelo. An as, los ladridos y chillidos de los Grunts aproximndose, ahogaron el sonido de la explosin de las granadas. El Jefe y su equipo corrieron el medio kilmetro de la rida ladera en treinta y dos segundos cerrados. La colina termin abruptamente -En una cada libre de doscientos metros directo al ocano. La voz de Azul Cuatro irrumpi en el canal COM: El tapete de bienvenida esta colocado, Jefe. Listo cuando tu lo ests. Los Grunts parecan una alfombra viva de piel azul acero, garras y armas cromadas. Algunos corran a cuatro patas por la ladera. Ladraban y aullaban, aullaban por la sangre de los Spartans. Extiende la alfombra, El Jefe le dijo a Azul Cuatro.

La colina explot Nubes de piedra arenisca pulverizada, fuego, y humo se lanzaron hacia el cielo. Los Spartans haban enterrado unas minas antitanque Lotus en un patrn de tela de araa, temprano esa maana. Arena y pequeas piezas de metal rebotaban en el casco del Jefe. El Jefe y su equipo abrieron fuego nuevamente, disparando a los Grunts que estaban vivos todava y luchando por levantarse. Su sensor de movimiento mostr una advertencia. Haba proyectiles acercndose a las dos en punto del reloj a velocidades de ms de cien kilmetros por hora. Cinco Banshees voladores Covenant aparecieron sobre el acantilado. Nuevos contactos. Todos los equipos, abran fuego! Orden. Los Spartans, sin dudar, dispararon a los aliengenas voladores. Los impactos de bala rebotaban en la quitinosa armadura de los voladores Se necesitara de un disparo con mucha suerte para golpear las capsulas anti-gravedad al final de las cortas alas. El fuego obtuvo la atencin de los aliengenas. Sin embargo Lanzas de fuego eran cortadas por los puertos de armas de los Banshees. El Jefe rod hacia delante y volvi a estar en pie. El suelo rido explot donde l haba estado un instante antes. Glbulos de vidrio derretido rociaron a los Spartans. Los Banshees gritaron sobre sus cabezas, se inclinaron mientras giraban agudamente para dar otra pasada. Azul Tres, Azul Cinco: Maniobra Theta, llam el Jefe. Azul Tres y Azul Cinco le dieron la seal del pulgar arriba. Se reagruparon al borde del precipicio y se aseguraron a los cables de acero que colgaban a lo largo de la pared de roca. Preparaste los barriles con fuego o con metralla?, pregunto el Jefe. Ambos. Respondi Azul Tres. Bien. El Jefe tom los detonadores. Cbranme.

Los barriles no haban sido hechos para derribar objetivos voladores; los Spartans los haban puesto ah para arrasar a los Grunts. En el campo de cualquier manera, tenias que improvisar. Otro dogma de su entrenamiento: adaptarse o morir. Los Banshees formaron una V voladora y volaron en picado hacia ellos, casi rozando el suelo. Los Spartans abrieron fuego. Proyectiles de plasma sper calentado de los Banshees puntearon el aire. El Jefe esquiv hacia la derecha, luego hacia la izquierda; se agacho. Su puntera estaba mejorando. Los Banshees estaban a cien metros, luego a cincuenta metros. Sus armas de plasma podran reciclarse lo suficientemente rpido para hacer otro disparo a ese rango, el Jefe no estara esquivando. Los Spartans saltaron hacia atrs al precipicio, con sus armas todava disparando. El Jefe salt tambin, y golpe los detonadores. Los diez barriles cada uno lleno con napalm, municiones gastadas y cubiertas trituradoras haban sido enterrados a unos metros de la orilla del precipicio, sus bocas a un ngulo de treinta grados. Cuando las granadas en el fondo de los barriles explotaban, hacan una gran barbacoa de cualquier cosa que se encontraran en su camino. Los Spartans golpearon contra el costado del acantilado, los cables de acero a los que estaban sujetos sonaban tensos. Una onda de calor y presin pas sobre ellos, un momento despus, cinco Banshees ardiendo se lanzaron sobre sus cabezas dejando gruesos rastros de humo mientras se dirigan hacia el agua. Amarizaron, y se desvanecieron bajos las olas verde esmeralda. Los Spartans colgaron ah un momento, esperando y viendo con sus rifles de asalto apuntados hacia el agua. No aparecieron sobrevivientes. Bajaron en rapel hasta la playa y se reencontraron con Azul Dos y Cuatro. El Equipo Rojo reporta que el objetivo de su misin fue logrado, Jefe, dijo Azul Dos. Envan elogios. Difcilmente se van a balancear las cosas, Azul Tres murmur, y pate la arena. No como esos Grunts, cuando masacraron al 105 Pelotn Drop Jet. Deben de sufrir tanto como esos soldados.

El Jefe no tena nada que decir a eso. No era su trabajo hacer sufrir a las cosas l estaba aqu para ganar batallas, sin importar lo que costara. Azul Dos, Dijo el Jefe. Dame un enlace arriba. Si, si. Ella lo enlaz al sistema SATCOM. Misin cumplida, Capitn de Blanc, report el Jefe. Enemigo neutralizado. Excelentes noticias, dijo el Capitn. Suspir, y aadi, Pero tenemos que sacarlos, Jefe. Apenas estamos calentndonos aqu abajo, Seor. Bien, es una historia diferente aqu arriba, Muvanse para recogerlos inmediatamente. Entendido, Seor. El Jefe cerr el enlace. Dijo a su equipo, La fiesta ha terminado Spartans. Nos vamos en quince. Trotaron a doble velocidad los diez kilmetros de playa, y regresaron a su nave de desembarco un Pelican, araado y abollado por los tres das de difcil lucha. Abordaron, y el motor de la nave se quejo al revivir. Azul Dos se quit el casco y se rasc el nacimiento de su cabello castao. es una pena dejar este lugar, ella dijo y se inclin contra la portilla. Solo quedan unos pocos. El Jefe se par a su lado y mir hacia fuera mientras se levantaban en el aire haba amplias planicies de palmeras y hierba, la extensin verde del ocano, una banda de volutas de nube en el cielo y soles rojos ponindose. Habr otros lugares por los que pelear, dijo. Habr? susurr ella. El Pelican ascendi rpidamente a travs de la atmsfera, el cielo se obscureci y pronto solo las estrellas los rodearon. En rbita, haba docenas de Fragatas, Destructores, y dos masivos Cargueros. Cada nave tenia marcas de carbn y hoyos acribillando sus cascos. Estaban todas maniobrando para salir de orbita. Se acoplaron en la baha del puerto del Destructor del UNSC (siglas en ingles de Comando Espacial de Las Naciones Unidas) Resolute. A pesar de estar rodeados por dos metros de placas de blindaje de Titanio-A y un arreglo de armas

modernas, el Jefe prefera tener sus pies en el suelo, con gravedad real y una atmsfera real que respirar un lugar donde l esta en control y donde su vida no esta en las manos de pilotos annimos. Una nave simplemente no era un hogar. El campo de batalla lo era. El Jefe subi al elevador hacia el puente para hacer su reporte, tomando ventaja del respiro momentneo para leer el reporte despus-de-accin del Equipo Rojo en el HUD (despliegue visual tctico) de su casco. Como estaba predicho, los Spartans de los equipos Rojo, Azul y Verde aumentando tres divisiones de Marines del UNSC endurecidos en batalla haban detenido el avance en tierra del Covenant. Las bajas aun estaban llegando, pero en el suelo, al menos las fuerzas aliengenas haban sido completamente detenidas. Un momento despus las puertas se abrieron, y l entro en la cubierta. Hizo un rpido saludo al Capitn de Blanc. Seor. Reportando segn las ordenes. Los Oficiales menores del puente dieron un paso atrs alejndose del Jefe. No estaban acostumbrados a ver a un Spartan con la armadura MJOLNIR completa de cerca la mayora de las tropas no haban ni siquiera visto un Spartan. El fantasmal verde iridiscente del las placas de la armadura y las capas de negro mate debajo lo hacan parecer parte gladiador, parte maquina. O quizs para la tripulacin del puente, el pareca tan aliengena como los Covenant. Las pantallas mostraban las estrellas y las cuatro lunas plateadas de Jeric VII. A la lejana, una pequea constelacin de estrellas se acercaba. El Capitn le seal al Jefe que se acercara mientras miraba a ese grupo de estrellas El resto del grupo de batalla. Esta pasando otra vez. Solicito Permiso para permanecer en el puente, Seor, dijo el Jefe Yo Quiero verlo esta ocasin, Seor. El Capitn baj la cabeza, luciendo cansado. Entonces mir a los ojos del Jefe Maestro con ojos atormentados. Muy bien, Jefe. Despus de todo por lo que ha pasado para defender Jericho Siete, se lo debemos. Estamos a slo treinta millones de kilmetros fuera del sistema, pero no es ni la mitad de lejos de lo que quisiera estar. Volte hacia el oficial de Navegacin y dijo, "Orientacin uno dos cero. Prepare nuestro vector de salida. Y se volvi de nuevo para encarar al Jefe. Nos quedaremos ha observar... pero si esos bastardos siquiera se mueven un poco en nuestra direccin, saltaremos lo mas lejos que podamos de aqu.

Entendido, Seor. Gracias. Los motores del Resolute retumbaron y la nave se movi. Tres docenas de naves Covenant grandes, Destructores y Cruceros aparecieron a la vista en el sistema. Eran lisas, parecan ms tiburones que naves estelares. Sus lneas laterales brillaban con plasma luego las descargaron, y una lluvia de fuego cay hacia Jericho VII. El Jefe mir por una hora y no movi un msculo. Los lagos, ros, y ocanos del planeta se evaporaron. Para maana, la atmsfera hervira hasta desaparecer tambin. Los campos y los bosques eran lisos como el vidrio y rojo brillante en algunos lugares. Donde haba habido un paraso, solo quedaba un infierno. Alstense para saltar fuera del sistema, orden el Capitn. El Jefe contino observando, su cara sombra. Han sido diez aos de esto La vasta red de Colonias Humanas reducida a un manojo de baluartes por un enemigo sin piedad, implacable. El Jefe haba asesinado al enemigo en tierra Disparndoles, apualndoles, y quebrndolos con sus propias de manos. En tierra, los Spartans siempre ganaban. El problema era, que los Spartans no podan llevar su pelea hacia el espacio. Cada victoria menor en tierra se volva una derrota mayor en orbita. Pronto no habra ms colonias, ni asentamientos humanos y ningn lugar a donde correr.

Seccin I Diana

Captulo Uno 0430 Horas, Agosto 17, 2517 (Calendario Militar)/ Hiperespacio coordenadas desconocidas cerca del Sistema Estelar Eridanus. El Teniente de Grado Jnior (GJ) Jacob Keyes se despert. La luz roja plida llen su visin borrosa y se ahog con la sustancia viscosa en sus pulmones y garganta. Sintese, Teniente Keyes, una voz masculina incorprea le dijo. Sintese, Aspire profundamente y tosa, seor. Necesita limpiar el tenso activo bronquial. El Teniente Keyes se empujo hacia arriba, quitndose la cama de gel de forma ajustable. Una capa de niebla se derramaba del tubo criognico mientras l torpemente sala. Se sent en un banco cercano, trat de inhalar, y se inclin hacia adelante, tosiendo hasta que una larga cadena de de fluido transparente, sala de su boca. Se sent y dio su primer respiro profundo en dos semanas. Prob el sabor en sus labios y casi le provoca nauseas. El crio-inhalante estaba especialmente diseado para ser regurgitado y tragado, reemplazando nutrientes perdidos en el largo sueo. Sin importar que tanto cambiaran la frmula, siempre saba como moco sabor cal. Estado, Toran?, Estamos bajo ataque? Negativo, seor, respondi la INTELIGENCIA ARTIFICIAL (Inteligencia Artificial) de la nave. Estado normal. Entraremos en *espacio normal cerca del Sistema Eridanus en cuarenta y cinco minutos. El Teniente Keyes tosi otra vez. Bien. Gracias, Toran. De nada, Teniente. Eridanus estaba en el borde de las Colonias Exteriores. Estaba lo suficientemente lejos de la trayectoria transitada como para que hubiera piratas ocultos esperando para capturar una nave diplomtica como el Han. Esta nave no durara mucho en la accin espacial. Debera haber una escolta. l no entenda por que haban sido enviados solos pero los Tenientes Jnior no cuestionaban las

rdenes. Especialmente cuando las ordenes venan directamente del Cuartel General del FLEETCOM (Comando de Flota) en el planeta Reach. Los protocolos para despertar, dictaban que l inspeccionara al resto de la tripulacin para asegurarse de que nadie haba tenido problemas reviviendo. l mir alrededor de la cmara dormitorio: hileras de regaderas y gabinetes de acero inoxidable, un capsula mdica para resucitaciones de emergencia, y cuarenta tubos criognicos todos vacos excepto el de su izquierda. La otra persona en el Han era la especialista civil, Dra. Halsey. Keyes haba sido ordenado para protegerla a todo costo, pilotear la nave, y generalmente estar fuera de su camino. Ellos igual podran haberle ordenado tomar su mano. Esta no era una misin militar; era ser niera. Alguien en el Comando de la Flota, deba de tenerlo en su lista negra. La cubierta del tubo de la Dra. Halsey zumbo y se abri. Niebla sala mientras ella se sentaba, tosiendo. Su piel plida la hacia lucir como un fantasma en la niebla. Nudos enmaraados de cabello oscuro se cean a su cuello. No pareca mucho mayor que el, y ella era adorable no hermosa, pero definitivamente una mujer impactante. Para ser una civil, de cualquier manera. Sus ojos azules se fijaron sobre el Teniente y ella mir por sobre l. Debemos estar cerca de Eridanus, dijo. El Teniente Keyes casi salud por reflejo, pero corrigi el movimiento. Si, Doctora. Su cara se enrojeci y el miro lejos de su delgado cuerpo. El haba simulado la recuperacin criognica una docena de veces en la academia. Haba visto a sus compaeros oficiales desnudos antes hombres y mujeres. Pero la Dra. Halsey era una civil. El no saba que protocolos aplicaban. El Teniente Keyes se levant y fue hacia ella. Puedo ayudarla Ella balance sus piernas fuera del tubo y sali. Estoy bien, Teniente. Vaya a limpiarse y vestirse. Ella pas a un lado de l y se dirigi hacia las regaderas. Dese prisa. Tenemos trabajo importante que hacer. El Teniente Keyes se enderez. Si, si, Seora. Con ese pequeo encuentro, sus roles de conducta cristalizaron. Civil o no le gustara o no el Teniente Keyes entendi que la Dra. Halsey estaba al mando. El puente del Han tenia una abundancia de espacio para una nave de su tamao. Es decir, tena todo el espacio de maniobra de un closet al que se puede entrar. Un recin baado, rasurado y uniformado Teniente Keyes se impulso dentro de la habitacin y sello la presin de la puerta detrs de el. Todas las superficies del

puente estaban cubiertas con monitores y pantallas. La pared en su izquierda era una gran pantalla semicurva, obscura por el momento, por que no haba nada visible en el espectro del espacio estelar. Detrs de l estaba la seccin giratoria central del Han, conteniendo el comedor de la tropa, la sala de registros, y los dormitorios. El transporte diplomtico haba sido diseado para el confort de sus pasajeros, no de la tripulacin. Esto no pareca molestar a la Dra. Halsey. Amarrada en el silln de navegacin, usaba un mono blanco que hacia juego con su piel plida, y tenia amarrado su cabello oscuro en un simple y elegante nudo. Sus dedos bailaban a travs de cuatro teclados, mecanografiando comandos. Bienvenido, Teniente, dijo ella sin levantar la vista. Por favor, tome asiento en la estacin de comunicaciones y monitoree los canales cuando entremos al espacio normal. Si hay algo, aunque sea un chillido en frecuencias no estndar, quiero saberlo al instante. Se desplaz hacia la estacin de comunicaciones y se amarr. Toran? pregunto ella. Esperando sus rdenes, Dra. Halsey, contesto la INTELIGENCIA ARTIFICIAL de la nave. Dame mapas de astrogacin del sistema. En lnea, Dra. Halsey. Hay algn planeta alineado actualmente con nuestra trayectoria de entrada y Eridanus Dos? Quiero hacer un aceleramiento gravitacional para que podamos entrar al sistema inmediatamente. Calculando ahora Dr. Hal Y Podemos tener algo de msica? Concierto para piano numero tres de Rachmaninov, creo. Entendido Doctor E inicia un ciclo de pre-quemado de calentamiento para los motores de fusin. Si, Doc Y deja de girar el carrusel de la seccin central del Han. Podramos necesitar la energa.

Trabajando Ella se recost tranquila. La msica inicio y suspir. Gracias, Toran. De nada, Dra. Halsey. Entrando a espacio normal en cinco minutos, mas o menos tres minutos. El Teniente Keyes le lanz a la doctora una mirada de admiracin. El estaba impresionado Poca gente poda poner a una INTELIGENCIA ARTIFICIAL de una nave mas all de su ritmo como para causar una pausa detectable. Ella volteo para verlo. Si, Teniente? Tiene alguna pregunta? El se compuso, y tens el chaleco de su uniforme con un jaln. Tenia curiosidad sobre nuestra misin, Seora. Asumo que es para reconocer algo en este sistema, pero por que enviar un transportador, en lugar de una patrulla o una Corveta? Y Por qu solo nosotros dos? Una suposicin y anlisis bastante buenos, Teniente. Esta es una misin de reconocimiento de algn modo. Estamos aqu para observar un nio, El primero de muchos, espero. Un nio? Un varn de seis aos de edad, para ser precisa. Ella onde su mano. Puede ayudarle si piensa que ste es slo un estudio psicolgico mantenido por la UNSC. Todo rastro de sonrisa se evaporo de su rostro. Que es precisamente lo que dir a cualquiera que pregunte. Entendido, Teniente? Si, Doctora. Keyes frunci el ceo, Sac la pipa de su abuelo de su bolsillo, y la giro de un lado a otro. El no poda fumar esa cosa encender un combustible en el compartimiento de vuelo, era contra todas las regulaciones mayores en un vehculo espacial del UNSC pero algunas veces, el slo jugaba con eso, o masticaba la punta, lo que lo ayudaba a pensar. l la regreso a su bolsillo, y decidi ahondar en el asunto y enterarse de algo ms. Con el debido respeto, Dra. Halsey, Este sector del espacio es peligroso. Con una desaceleracin repentina ellos entraron al espacio normal. La pantalla principal parpadeo y un milln de estrellas aparecieron a la vista. El Han se hundi hacia un gigante de gas con forma de nube arremolinada, hacia delante. Espera para quemar, Anunci la Dra. Halsey. En mi marca, Toran.

El Teniente Keyes apret sus arneses. Tres dos uno. Marca. La nave vibro y se dirigi rpidamente hacia el gigante de gas. El jaln del arns se incremento alrededor del cuello del Teniente haciendo la respiracin ms difcil. Ellos aceleraron durante sesenta y siete segundos las tormentas del gigante de gas se hacan mas grandes en la pantalla entonces el Han se giro hacia arriba y lejos de su superficie. Eridanus se desplazaba hacia el centro de la pantalla y llen el puente con una luz naranja clida. Aceleracin gravitacional completa, anunci Toran. El ETA a Eridanus es de cuarenta y dos minutos, tres segundos. Bien hecho, dijo la Dra. Halsey. Desabroch sus arneses y flot libre, estirndose. Odio el crio-sueo, dijo ella. Lo deja a uno tan entumido. Como estaba diciendo antes, Doctora, este sistema es peligroso Ella elegantemente gir para encararlo, deteniendo su momento con una mano en el acceso del compartimiento. Oh si, Yo se que tan peligroso es este sistema. Tiene una historia colorida: La insurreccin rebelde en 2494, abatida por la UNSC dos aos despus al costo de cuatro destructores. Ella pens un momento y entonces aadi, No creo que la ONI (Oficina Naval de Inteligencia, por sus siglas en ingles) encontrara su base en el campo de asteroides. Y como ha habido redadas organizadas y actividad pirata diseminada en la cercana, uno podra concluir como ONI claramente lo ha hecho- que el resto de la faccin rebelde todava esta activa. Es eso lo que le preocupaba? Si, respondi en Teniente. l trag, su boca seca de repente, pero se rehus a ser reprendido por la doctora por una civil. No necesito recordarle que es mi trabajo preocuparme por nuestra seguridad. Ella saba ms de lo que l saba, mucho ms, acerca del Sistema Eridanus y ella obviamente tenia contactos en la comunidad de inteligencia. Keyes nunca haba visto a un espectro de la ONI hasta donde l saba de todas formas. La mayora del personal naval haba elevado a esos agentes hasta un estado casi mtico. Sin importar que otra cosa pensara de la Dra. Halsey, de ahora en adelante asumira que ella sabia lo que estaba haciendo. La Dra. Halsey se estiro una vez ms y se amarro de nuevo en el silln de navegacin. Hablando de piratas, dijo ella, ahora con su espalda hacia el, No

se supone que debera estar monitoreando los canales de comunicacin en bsqueda de seales ilegales? Slo en caso de que alguien tenga un inters excesivo en un transporte diplomtico solo y sin escoltas El teniente Keyes se maldijo por ese momento de distraccin y se dispuso a hacerlo. Escaneo todas las frecuencias e hizo que Toran verificara sus cdigos de autentificacin. Todas las seales verificadas, reporto. No se detectaron transmisiones piratas. Continu monitorendolas, por favor. Treinta incmodos minutos pasaron. La Dra. Halsey estaba contenta de leer los reportes en las pantallas de navegacin, y mantuvo su espalda hacia el. El Teniente Keyes finalmente se aclaro la garganta. Puedo hablar francamente, Doctora? No necesita mi permiso, dijo ella. Puede hablar francamente en cualquier momento, Teniente. Ha estado hacindolo muy bien hasta ahora. Bajo circunstancias normales, entre oficiales normales, ese ltimo comentario hubiera sido una insubordinacin o peor, un regao. Pero el lo dejo pasar. Los protocolos militares comunes parecan haber sido tirados por la borda en este vuelo. Usted dijo que estbamos aqu para ver a un nio. El dudosamente neg con la cabeza. Si esta fuera un trabajo de inteligencia real, entonces, para ser sincero, hay otros oficiales mejor calificados para esta misin. Me gradu del UNSC OCS (Escuela de Oficiales, por sus siglas en ingles) hace solo siete semanas. Mis rdenes me haban llevado al Magullan. Esas ordenes fueron anuladas, Seora. Ella giro y lo examino con fros ojos azules. Siga, Teniente. El hizo por su pipa, pero entonces corrigi el movimiento, ella probablemente pensara que era un tonto hbito. Si esta en una operacin de inteligencia, dijo el, entonces no entiendo para nada por que estoy aqu. Ella se inclino hacia delante. Entonces, Teniente, yo ser igualmente franca. Algo profundamente dentro del Teniente Keyes le deca que se arrepentira de escuchar cualquier cosa que la Dra. Halsey tuviera que decir. Ignoro ese presentimiento. Quera saber la verdad.

Adelante, Doctora. Su ligera sonrisa regreso. Usted esta aqu por que el Vice Almirante Stanforth, Jefe de la Seccin Tres de la Divisin de Inteligencia Militar, se rehus a prestarme este transporte sin al menos un oficial de la UNSC a bordo a pesar de que el sabe muy bien que yo puedo pilotear esta cubeta por mi misma. As que escog a un oficial de la UNSC. Usted. Ella golpe su labio inferior pensativamente y aadi, Vera, He ledo su archivo, Teniente. Completo. No se Usted sabe de lo que estoy hablando. Ella gir sus ojos. Usted no es un bueno para mentir. No me insulte intentndolo. El Teniente dio un trago. Entonces Por que yo? Especialmente si ha visto mi registro Lo escog precisamente por su registro por el incidente en su segundo ao en el OCS. Catorce alfrez asesinados, Usted estuvo herido y pas dos meses en rehabilitacin. Las quemaduras por plasma son particularmente dolorosas, segn entiendo. El junt y frot sus manos. Si. El Teniente responsable era su OC (Oficial Comandante) en esa misin de entrenamiento. Usted se rehus a testificar contra l a pesar de la abrumadora evidencia en y el testimonio de sus compaeros oficiales y amigos. Si. Ellos le dijeron a la junta de revisin el secreto que el Teniente le haba confiado a todos ustedes que l iba a probar su nueva teora para hacer los saltos en el espacio estelar mas acertados. l estaba ocupado, y todos ustedes pagaron por su entusiasmo y pobres matemticas. El Teniente Keyes estudi sus manos y tuvo este sentimiento de ahondar en si mismo. La voz de la Dra. Halsey sonaba distante. Si. A pesar de la presin continua, nunca testific. Ellos lo amenazaron con degradarlo, levantarle cargos de insubordinacin, y rehusar una orden directa incluso con darlo de baja de la Armada. Sus compaeros candidatos a oficiales testificaron de todos modos. La junta de revisin tenia toda la evidencia para hacerle una corte marcial a su comandante. A usted le hicieron un reporte y dejaron las consecuentes acciones disciplinarias.

l no dijo nada. Estaba cabizbajo. Es por eso que usted esta aqu, Teniente por que usted tiene una habilidad que es excesivamente rara en el ejercito. Usted puede mantener un secreto. Ella dio un largo respiro y aadi, Usted podra tener que guardar muchos secretos cuando esta misin termine. El levanto la vista. Haba una mirada rara en sus ojos. Lastima? Eso lo tomo con la guardia baja y miro hacia otro lado nuevamente. Pero se senta mejor de lo que se haba sentido desde el OSC. Alguien confiaba en el nuevamente. Creo, dijo ella, que usted preferira estar en el Magellan. Peleando y muriendo en la frontera. No, yo l se dio cuenta de la mentira conforme la deca, se detuvo y se corrigi. Si. La UNSC necesita cada hombre y mujer patrullando las Colonias Exteriores. Entre las redadas y las insurrecciones, es un milagro que no se haya derrumbado todo. As es, Teniente, desde que dejamos la gravedad de la tierra, pues, hemos estado peleando unos contra otros por cada centmetro cbico de vaco desde Marte hasta las Lunas Jovian hasta las masacres del Sistema Hydra y en los cientos de guerras para abrirnos paso en las Colonias Exteriores. Todo siempre ha estado cerca de derrumbarse. Es por eso que estamos aqu. Para observar a un nio, Dijo el. Que diferencia podra hacer un nio? Una de sus cejas se arqueo. Este nio podra ser mas til para la UNSC que una flota de Destructores, y miles de Tenientes de grado Jnior o incluso yo. Al final, el nio podra ser lo nico que haga cualquier diferencia. Acercndose a Eridanus Dos, les informo Toran. Curso y vector atmosfrico para el puerto espacial Luxor, Ordeno la Dra. Halsey. Teniente Keyes, Preprese para aterrizar.

*Espacio normal: Hace referencia a que cuando una nave viaja por el Hiperespacio, (Slipstream, en ingles) sta salta a un espacio alternativo o multidimensional para poder desplazarse.

Captulo Dos1130 Horas, Agosto 17, 2517 (Calendario Militar)/ Sistema Estelar Eridanus, Eridanus 2, Ciudad Elysium. El sol naranja proyectaba un brillo fiero sobre el campo de juegos de la Instalacin Educativa Primaria de La Ciudad Elysium No. 119. La Dra. Halsey y el Teniente Keyes se paraban en la sombra de un toldo de lona y miraban a los nios mientras gritaban y seguan el uno al otro y escalaban en enrejados de acero y se arrojaban gravballs a travs de las canchas rechazadoras. El Teniente Keyes se vea extremadamente incomodo vestido de civil. Vesta un traje gris grande, una camisa amarilla sin corbata. La Dra. Halsey encontraba esta repentina incomodidad, encantadora. Cuando l se haba quejado de que la ropa estaba muy grande y floja, ella casi se ri. El era un militar puro hasta la sangre. An en uniforme, el Teniente se paraba rgido, como si estuviera en un estado de atencin permanente. Es agradable aqu, dijo ella. Esta colonia no sabe lo bien que les toc. Un estilo de vida rural, sin contaminacin, sin multitudes. Clima controlado. El Teniente gru en reconocimiento mientras trataba de alisar las arrugas de su camisa de seda. Reljese, dijo ella. Se supone que somos padres inspeccionando la escuela para nuestra pequea nia. Ella desliz su brazo a travs de los suyos, y a pesar de que ella hubiera pensado el acto imposible, el Teniente se paro todava ms derecho. Ella suspir y se separ de l. Abri su bolso, y saco una computadora de bolsillo. Ajust el borde de su amplio sombrero de paja para ensombrecer su computadora del brillo del medio da. Con un golpecito de su dedo, acces y escane el archivo que haba armado sobre su sujeto de investigacin. Numero 117 tenia todos los marcadores genticos que ella haba designado en su estudio original l era lo mas cercano al sujeto perfecto de investigacin para sus propsitos que la ciencia poda determinar. Pero la Dra. Halsey saba que tomara ms que la perfeccin terica para hacer trabajar este proyecto. La gente no era ms que la suma de sus genes. Haba factores ambientales, mutaciones, ticas aprendidas, y cientos de otros factores que podran hacer inaceptable a este candidato. La imagen en el archivo mostraba a un tpico varn de seis aos de edad. El tena cabello caf, revuelto y una ligera sonrisa que revelaba una separacin entre sus dientes frontales. Algunas pecas estaban diseminadas en sus mejillas. Bien ella podra comparar los patrones para confirmar su identidad.

Nuestro sujeto. Y cambi el ngulo de su computadora hacia el Teniente para que l pudiera ver al chico, la Dra. Halsey se dio cuenta que la fotografa era de hace cuatro meses. Qu la ONI no se daba cuenta de lo rpido que estos nios cambiaban? Descuidado. Ella hizo una nota para requerir imgenes actualizadas en un periodo regular hasta que la fase tres iniciara. Es l? Susurr el Teniente. La Dra. Halsey levant la vista. El Teniente seal a una colina con hierba al final del campo de juegos. La cima de la colina era pura tierra, libre, sin nada de vegetacin. Una docena de chicos se empujaban entre si se agarraban, tiraban, rodaban por la colina, y entonces se levantaban y empezaban el proceso nuevamente. Rey de la colina, Coment la Dra. Halsey. Un nio se paraba en la cima. El bloqueaba, empujaba y golpeaba a los otros nios. La Dra. Halsey apunt su computadora hacia l y grab este incidente para estudiarlo despus. Ella hizo un acercamiento sobre el sujeto para tener una mejor vista de el. Este chico sonrea y mostraba la misma separacin entre sus dientes. Congelo la imagen y ella obtuvo una coincidencia comparando las pecas con las del archivo. se es nuestro chico. l era ms alto que los otros nios por una cabeza y su actuacin en el juego era algn indicador ms fuerte tambin. Otro chico lo agarro por atrs tomndolo por la cabeza. Numero 117 se despeg de l y con una risa lo avent hacia debajo de la colina como a un juguete. La Dra. Halsey haba esperado un espcimen de proporciones fsicas perfectas y un increble intelecto. Cierto, el sujeto era fuerte y rpido, pero tambin era sucio y rudo. De todas maneras, percepciones no realistas y subjetivas deban ser enfrentadas en estudios de campo. Qu era lo que realmente esperaba? Era un nio de seis aos lleno de vida y emocin sin control y tan predecible como el viento. Tres chicos lo tomaron. Dos tomaron sus piernas y otro lo tomo con sus brazos alrededor de su pecho. Todos ellos cayeron por la colina. Numero 117 pate, golpeo y mordi a sus atacantes hasta que lo dejaron y corrieron a una distancia segura. Se levanto y regreso de nuevo a la colina, golpeando a otro nio y gritando que l era rey.

Parece, empez el Teniente, um, muy animado Si, dijo la Dra. Halsey. Podramos usar a este chico. Ella mir hacia el campo de juegos. El nico adulto estaba ayudando a una nia a levantarse despus de caer y rasparse un codo; ella se march y se dirigi a la enfermera. Qudese aqu y obsrveme, Teniente, dijo ella, y le pas la computadora. Voy a ver mas de cerca. El Teniente empez a decir algo, pero la Dra. Halsey se alejo caminando, entonces casi trotando atraves los cuadros de rayuela en el campo de juego. Una brisa movi su vestido y ella tuvo que agarrarlo por el dobladillo con una mano mientras sujetaba la orilla de su sombrero de paja con la otra. Ella disminuy su trote y se detuvo a cuatro metros de la base de la colina. Los nios se detuvieron y voltearon. Estas en problemas, dijo un chico, y empuj a Nmero 117. l empuj al chico nuevamente y entonces mir a la Dra. Halsey directamente a los ojos. Los otros chicos miraron a otro lado; algunos con sonrisas de vergenza, y otros pocos se fueron lentamente. Su sujeto, sin embargo, se qued parado desafiante. El estaba o confiado en que ella no lo iba a castigar o simplemente no tenia miedo. Ella vio que tena un moretn en su mejilla, que su pantaln estaba roto por las rodillas y que tena roto un labio. La Dra. Halsey se acerco tres pasos. Algunos de los nios dieron tres pasos involuntarios hacia atrs. Puedo hablar contigo, por favor? pregunt ella, y continu mirando al sujeto. l finalmente rompi contacto visual, encogi los hombros y bajo de la colina pesadamente. Los otros nios se rean y hacan sonidos siseados; uno arrojo una piedra a el. Numero 117 los ignoro. La Dra. Halsey lo llevo al final de una caja de arena cercana y se detuvo. Cual es tu nombre? pregunto. Soy John, l dijo. El chico extendi la mano.

La Dra. Halsey no esperaba contacto fsico. El padre del sujeto debe haberle enseado el ritual, o el nio era altamente imitativo. Ella estrech su mano y se sorprendi por la fuerza en su minsculo agarre. Encantada de conocerte. Ella se hinc para estar a su nivel. Quera preguntarte Qu estabas haciendo? Ganando, Dijo l. La Dra. Halsey sonri. El no le tena miedo y dudaba que l tuviera algn problema con tirarla por la colina. Te gustan los juegos, dijo ella. A mi tambin. l suspir. Si, pero me hicieron jugar ajedrez la semana pasada. Eso estuvo aburrido. Es muy fcil ganar. Tom un respiro profundo.O podemos jugar gravball? Ellos no me dejan jugar ms gravball, pero tal vez si usted se les dice esta bien? Tengo un juego diferente que me gustara que intentaras, Ella le dijo. Mira. Ella tom su bolso y sac un disco metlico. Ella lo gir y resplandeci bajo el sol. La gente usaba monedas como esta como dinero hace mucho tiempo, cuando la tierra era el nico planeta en el que vivamos. Sus ojos se fijaron en el objeto. El intento alcanzarlo. La Dra. Halsey lo movi, girndolo todava entre sus dedos pulgar e ndice. Cada lado es diferente. Vez? Uno tiene la cara de un hombre con pelo largo. El otro lado tiene un ave, que se llama guila y esta sosteniendo Flechas, dijo John. Si, bien. Su vista deba ser excepcional para ver ese detalle de tan lejos. Usaremos esta moneda en nuestro juego. Si t ganas, te la puedes quedar. John quit la vista de la moneda y la mir a ella nuevamente, movi los ojos, luego dijo, Okay, de todas maneras siempre gano. Es por eso que no me dejan jugar mas gravball. Estoy segura de eso. Cul es el juego? Es muy simple. Yo lanzo la moneda de este modo. Ella doblo su mueca. Chasqueo su pulgar, y la moneda giro, mientras daba vueltas en el aire, y aterriz

en la arena. Pero la siguiente vez, antes de que caiga, quiero que me digas si va a caer mostrando la cara del hombre, o el guila sosteniendo las flechas. Entendido. John se tenso, doblo sus rodillas y sus ojos parecieron perder el enfoque en ella y la moneda. La Dra. Halsey tomo la moneda. Listo? John asinti ligeramente. Ella la lanzo, asegurndose que tuviera ms que suficiente giro. Los ojos de John la observaban con un una extraa mirada distante. El la sigui mientras suba, y entonces hacia abajo yendo hacia el suelo su mano se movi rpidamente y tom la moneda en el aire. Sostuvo su mano cerrada. guila! Grito. Ella tentativamente iz por su mano y abri el pequeo puno. La moneda yaca en su mano: el guila brillaba bajo el sol naranja. Era posible que el vio que lado estaba hacia arriba cuando el la tomo? o ms improbablemente, pudo haberla tomado con el lado que quera? Ella esperaba que el teniente hubiera grabado eso. Le debera haber dicho que mantuviera la computadora apuntada hacia ella. John quit la mano. Puedo conservarla, Verdad? Eso es lo que me dijiste. Si, puedes quedrtela John. Ella le sonri luego se detuvo. No debera haber usado su nombre. Era una mala seal. No se poda dar el lujo de que le gustaran sus sujetos. Hizo a un lado sus sentimientos mentalmente. Tena que mantener una distancia profesional. Tena que por que en unos pocos meses Nmero 117 podra no estar vivo. Podemos jugar otra vez? La Dra. Halsey se paro y dio un paso hacia atrs. Me temo que esa era la nica que tena. Ahora me tengo que ir, Ella le dijo. Regresa y juega con tus amigos. Gracias. El corri de regreso, gritando a los otros chicos, Miren! La Dra. Halsey avanz hacia el Teniente con grandes pasos. El sol reflejado en el asfalto se senta muy caliente, y repentinamente no quera estar en el exterior. Quera regresar a la nave, donde estaba fri y oscuro. Quera salir del planeta.

Entr bajo la lona y dijo al Teniente, Dgame que grab eso. l le dio la computadora y pareca intrigado. Si. De que se trat todo eso? La Dra. Halsey inspeccion la grabacin y envi una copia por adelantado a Toran en el Han para mantenerla segura. Buscamos a estos sujetos con ciertos marcadores genticos, dijo ella. Fuerza, agilidad, incluso predisposicin a la agresin e intelecto. Pero no podemos hacer pruebas remotas para todo. No podemos probar la suerte. Suerte? Pregunto el Teniente Keyes. Usted cree en la suerte, Doctora? Claro que no, dijo ella con un movimiento negativo de la mano. Pero tenemos ciento cincuenta sujetos de prueba que considerar, y las instalaciones tienen fondos para mantener a la mitad de ese numero. Es una simple eliminacin matemtica, Teniente. Ese chico fue uno de los suertudos eso o l es extraordinariamente rpido. De cualquier modo, l esta dentro. No entiendo, dijo el Teniente Keyes, y empez a jugar con la pipa que traa en el bolsillo. Espero que as continu, Teniente, Respondi tranquilamente la Dra. Halsey. Por su bien, espero que nunca entienda lo que estamos haciendo. Ella mir por ltima vez a Nmero 117 a John. El estaba teniendo mucha diversin, corriendo y riendo. Por un momento envidio la inocencia del chico; la de ella llevaba mucho tiempo muerta. Vida o muerte, suerte o no, ella estaba condenando a este chico a una gran cantidad de dolor y sufrimiento. Pero tena que hacerse.

Captulo Tres2300 Horas Septiembre 23, 2517 (Calendario Militar)/ Sistema Epilson Eridani, Complejo Militar Reach, planeta Reach. La Dra. Halsey se par en la plataforma en el centro del anfiteatro. Anillos concntricos de gradas color gris pizarra la rodeaban vacas por ahora. Sobre su cabeza luces la enfocaban y reflejaban su bata de laboratorio blanca, pero todava tenia fri. Se debera sentir segura aqu. Reach era uno de las ms grandes bases industriales de la UNSC, rodeada con caones de alta rbita, muelles espaciales, y una flota de naves capitales altamente armadas. En la superficie del planeta se encontraban los campos de entrenamiento de Marines y la milicia. Escuelas de Oficiales, y entre sus instalaciones subterrneas y la superficie haba trescientos metros de concreto y acero endurecido. La habitacin podra soportar un impacto directo de un arma nuclear de 80 megatones. As que por que se senta tan vulnerable? La Dra. Halsey saba lo que tenia que hacer. Su deber. Era por el bien mayor. Toda la humanidad seria servida an si una pequea cantidad de ellos tuviera que sufrir por eso. An as, cuando pensaba en retrospectiva y encaraba su complicidad en esto le repugnaba lo que vea. Ella deseaba contar todava con el Teniente Keyes. Se haba probado como un asistente capaz durante el ltimo mes. Pero l haba empezado a entender la naturaleza del proyecto al menos haba visto un poco de la verdad. La Dra. Halsey lo reasign al Magellan con una promocin a Teniente completo por sus problemas. Esta lista, Doctora? una incorprea voz de mujer le pregunto. Casi, Dj. Suspir la Dra. Halsey. Por favor convoca al Jefe Suboficial Mndez. Me gustara que ambos estuvieran presentes cuando me dirija a ellos. El holograma de Dj parpade a un lado de la Dra. Halsey. La INTELIGENCIA ARTIFICIAL haba sido especficamente creada para el proyecto SPARTAN de la Dra. Halsey. Ella tom la apariencia de una diosa griega: descalza, envuelta en una toga, puntos de luz bailando alrededor de su luminoso cabello blanco. Sostena una tabla de barro en su mano izquierda. Marcas binarias Cuneiformes avanzaban por la tabla. La Dra. Halsey no poda evitar maravillarse con la forma escoga por la INTELIGENCIA ARTIFICIAL; cada INTELIGENCIA ARTIFICIAL se auto asignaba una apariencia hologrfica, y cada una era nica.

Una de las puertas en la cima del anfiteatro se abri y el Primer Maestre Mndez bajo por las escaleras. Usaba un uniforme negro, su pecho inundado con estrellas doradas yplateadas y un arco iris de listones de campaa. Su cabello cortado al ras tena un toque de gris en sus sienes. No era ni alto ni musculoso; se vea muy ordinario para ser un hombre que haba visto tanto combate excepto por su caminar. El hombre se mova con una elegante lentitud como si estuviera caminando en media gravedad. Hizo una pausa frente a la Dra. Halsey, esperando por ms instrucciones. Aqu arriba, por favor, Le dijo ella, sealando las escaleras a su derecha. Mndez subi los escalones y entonces se paro en descanso a su lado. Ha ledo mis evaluaciones psicolgicas? Dj le pregunto a la Dra. Halsey. Si. Eran muy minuciosas, dijo ella. Gracias. Y? Estoy haciendo de lado tus recomendaciones, Dj. Voy a decirles la verdad. Mndez di un casi inaudible gruido de aprobacin uno de los reconocimientos ms verbales que la Dra. Halsey haba odo de l. Como instructor en combate mano a mano y entrenamiento fsico, Mndez era lo mejor en la Marina. Pero como un conversador, dejaba mucho que desear. La verdad tiene sus riesgos, le advirti Dj. Tambin las mentiras, respondi la Dra. Halsey. Cualquier historia fabricada para motivar a los nios diciendo que sus padres fueron raptados y asesinados por piratas o por una plaga que devast su planeta si se enteran de la verdad despus, se voltearan contra nosotros. Es una preocupacin legtima, concedi Dj, y entonces consult con su tabla. podra sugerirle parlisis neural selectiva? Produce una amnesia selectiva Una perdida de memora que podra llegar a otras partes del cerebro. No, Dijo la Dra. Halsey, esto ser suficientemente peligroso para ellos, aun con sus mentes intactas. La Dra. Halsey presiono en el micrfono. Triganlos ahora. Si, si, respondi una voz desde las bocinas en el techo.

Se adaptaran, dijo La Dra. Halsey a Dj. O no lo harn, y no podrn ser entrenados y no calificaran para el proyecto. De cualquier modo solo quiero terminar con esto. Cuatro juegos de puertas dobles en la grada ms alta del anfiteatro se abrieron con un giro. Setenta y cinco nios marcharon hacia adentro cada uno acompaado por un entrenador, un instructor de simulacros de la Marina en trajes con patrones de camuflaje. Los nios tenan crculos de fatiga alrededor de sus ojos. Ellos haban sido recogidos, enviados aqu por el espacio estelar y apenas recientemente sacados del crio-sueo. El impacto de su experiencia debera estar golpendolos duro, se dio cuenta la Dra. Halsey. Ella reprimi el remordimiento y arrepentimiento. Cuando estuvieron todos sentados en las gradas, la Dra. Halsey se aclar la garganta y dijo: Por el Cdigo Naval 45812, estn ahora conscriptos en el Proyecto Especial de la UNSC, nombre cdigo SPARTAN II. Hizo una pausa; las palabras se atoraron en su garganta. Cmo era posible que ellos pudieran entender esto? Ella misma apenas poda entender las justificaciones y ticas detrs de este programa. Todos parecan muy confundidos. Algunos trataron de pararse e irse, pero sus entrenadores pusieron manos firmes en sus hombros y los empujaron hacia abajo. Seis aos de edad era mucho que digerir para ellos. Pero ella tena que hacerlos entender, explicar en trminos simples que ellos pudieran comprender. La Dra. Halsey dio un tentativo paso al frente. Han sido llamados al servicio, explico. Sern entrenados y se convertirn en lo mejor que podamos hacer de ustedes. Ustedes sern los protectores de la Tierra y de sus Colonias. Un puado de los nios se sent ms derecho, ya no asustados, sino ahora interesados. La Dra. Halsey vio a John, sujeto Numero 117, el primer nio que haba confirmado como candidato viable. Arrug la frente, confundido, pero escuchaba con profunda atencin. Esto ser difcil de entender, pero no podrn regresar con sus padres. Los nios se agitaron. Los entrenadores mantuvieron un firme agarre en sus hombros. Este lugar se volver su hogar, la Dra. Halsey dijo en la voz ms tranquilizadora que pudo lograr. Sus compaeros de entrenamiento sern su familia ahora. El

entrenamiento ser difcil. Habr una gran cantidad de dificultades en el camino que se avecina, pero se que todos lo lograran. Palabras patriticas, pero sonaron vacas en sus odos. Ella habra querido decirles la verdad pero Cmo podra hacerlo? No todos ellos lo lograran. Perdidas aceptables, le haba asegurado el representante de la Oficina de Inteligencia Naval. Ninguna de ellas era aceptable. Descansen ahora, Les dijo la Dra. Halsey. Empezamos maana. Giro hacia Mndez. Haga que los nios los reclutas sean escoltados a las barracas. Alimntenlos y pngalos a dormir. Si, Seora, Dijo Mndez. Rompan filas! grito. Los nios se levantaron, con la urgencia de sus entrenadores. John 117 se par pero mantuvo su mirada en la Dra. Halsey y permaneci estoico. Muchos de los sujetos parecan conmocionados, a unos pocos les temblaban los labios pero ninguno de ellos llor. Estos eran ciertamente los nios correctos para el proyecto. La Dra. Halsey slo esperaba tener la mitad de su valor llegado el momento. Mantngalos ocupados maana, dijo ella a Mndez y a Dj. Eviten que piensen acerca de lo que acabamos de hacerles.

Seccin II Recluta

Capitulo Cuatro 0530 Horas, Septiembre 24, 2517 (Calendario Militar)/ Sistema Epilson Eridani, Complejo Militar Reach, planeta Reach. Levntese, recluta! John rod sobre su catre y regreso a dormir. Apenas estaba consciente de que no estaba en su habitacin y que haba otras personas ah. Una descarga elctrica lo sacudi desde sus pies descalzos hasta la base de su columna. Grit de sorpresa y cayo de su catre. Se sacudi la desorientacin de estar casi dormido y se levant. Dije arriba, recluta!, Sabe hacia donde es arriba? Un hombre en uniforme de camuflaje estaba parado sobre John. Su cabello estaba muy corto y tenia gris en sus sienes. Sus ojos oscuros no parecan humanos demasiado grandes y negros y no parpadeaban. Sostena un bastn plateado en una mano; lo apunto hacia John y sac chispas. John se hizo hacia atrs. No le tena miedo a nada. Solo los nios pequeos tenan miedo pero instintivamente su cuerpo se movo lo mas lejos que pudo del instrumento. Docenas de otros hombres levantaron al resto de los nios. Setenta y cuatro nios y nias gritaron y saltaron de sus catres. Soy el Jefe Suboficial Mndez, Grito el hombre uniformado junto a John. El resto de estos hombres son sus instructores. Harn exactamente lo que les digamos a toda hora. Mndez apunt hasta el lado alejado de las barracas. Las regaderas estn en popa. Se lavarn y regresarn aqu a vestirse. Abri un bal al pie del catre de John y sac un juego de sudaderas grises idnticas. John se inclin y vio su nombre grabado en el frente: JOHN 117. Sin aflojar el paso, a doble marcha! Mndez dio un golpecito entre los hombros de John con el bastn.

Una sobrecarga atraves el pecho de John. Se dej caer en el catre y luch por respirar. Lo digo en serio! Vamos, vamos, VAMOS! John se movi. No poda inhalar pero corri de todas formas, tomndose del pecho. Logro respirar con dificultad para cuando llego a las regaderas. Los otros nios parecan espantados y desorientados. Todos se despojaron de su camisa de dormir y dieron un paso hacia la cinta transportadora, se lavaron con agua tibia y jabonosa, y se enjuagaron con un roci de agua fra. Corri de regreso a su litera, se puso su ropa interior, calcetas gruesas, y saco la sudadera y un par de botas de combate que se ajustaron a sus pies perfectamente. Afuera, reclutas, Anunci Mndez. A triple velocidad Marchen! John y los otros salieron de las barracas hacia una franja de hierba. El sol no haba salido todava, y el borde del cielo era color ndigo. La hierba estaba hmeda con roci. Haba docenas de barracas, pero no haba nadie ms afuera. Un par de jets hicieron un estruendo sobre sus cabezas y giraron hacia el cielo. A lo lejos John escuch una crepitacin metlica. El Jefe Suboficial Mndez grit, Harn cinco filas del mismo tamao. Quince reclutas en cada una. Esper unos segundos mientras se haca un bullicio. Enderecen esas hileras. Sabes como contar hasta quince, recluta? Regresa tres pasos. John camin a la segunda fila. Mientras respiraba el aire fri, empez a despertarse. Empez a recordar. Lo haban tomado en la mitad de la noche. Lo inyectaron con algo y durmi un largo tiempo. Luego la mujer que le haba dado la moneda le dijo que no poda regresar. Que no podra ver a su madre ni a su padre *Jumping jacks! Grit Mndez. Contando hasta cien. Listos, ahora. El oficial inici el ejercicio y John lo imit. Un nio se rehus por una fraccin de segundo. Un instructor lleg a l instantneamente. El bastn golpe en el estomago del chico. El se dobl de dolor. Sigue con el programa, recluta, gru el entrenador. El chico se enderez y empez a saltar. John nunca haba hecho tantos saltos en su vida. Sus brazos, estomago y piernas le ardan. El sudor le escurra por la espalda.

Noventa y ocho 99100. Mndez hizo una pausa. Hizo un respiro profundo. Sentadillas!, se dejo caer a la hierba. Contando hasta cien. Sin aflojar. El primero del grupo en detenerse, Dijo Mndez, tiene que correr dos vueltas alrededor del complejo y luego vendr aqu y har doscientas sentadillas. Listos Cuenten! Uno dos tres Siguieron ejercicios en cuclillas. Luego flexiones de rodillas. John volvi el estomago, pero eso no le consigui ningn respiro. Un entrenador llego a l pocos segundos despus. Volvi a su lugar y contino. Levantamientos de pierna. Continuo Mndez como si fuera una maquina. Como si todos ellos fueran maquinas. John no poda seguir pero saba que vendra el bastn nuevamente si se detena. Sigui intentndolo; tena que moverse. Sus piernas temblaban y solo respondan lentamente. Descansen, Finalmente dijo Mndez. Entrenadores: vayan por el agua. Los entrenadores sacaron carritos cargados de botellas de agua. John tomo una y trago el lquido. Estaba un poco caliente y ligeramente salada. No le importo. Era la mejor agua que jams haba probado. Se dej caer en la hierba, jadeante. El sol haba salido. Era clido. Se sent sobre sus rodillas y dej que el sudor le escurriera como si fuera una fuerte lluvia. Se levant lentamente y mir a los otros nios. Estaban agachados en el piso, tomndose de los costados y ninguno hablaba. Sus ropas estaban empapadas con la transpiracin. John no reconoci a nadie de su escuela. As que estaba solo con extraos. Se pregunt donde estara su mama y que Un buen inicio, reclutas, les dijo Mndez. Ahora correremos. Pnganse de pie! Los entrenadores blandieron sus bastones y arrearon a los reclutas por el camino. Trotaron por un camino de grava a travs del complejo, pasando ms barracas. La carrera pareca seguir para siempre corrieron a lo largo del ro, sobre un puente, despus al final de una pista donde los jets se elevaban directo hacia el aire. Una vez que pasaron la pista, Mndez los llev por un camino zigzagueante de piedras.

John quera pensar en lo que haba pasado, como haba llegado aqu, y que era lo que le pasara despus pero no poda pensar bien. Todo lo que poda sentir era la sangre palpitando a travs de l, el dolor de sus msculos y el hambre. Corrieron hasta un patio lleno de baldosas lisas, un poste en el centro hacia volar los colores de la UNSC, un fondo azul con estrellas y la tierra en una esquina. En el lado lejano del patio estaba un edifico con un domo decorado, columnas blancas y una docena de amplios escalones que llevaban a la entrada. Las palabras ACADEMIA DE OFICIALES DE LA MARINA estaban grabadas en el arco sobre la entrada. Una mujer estaba parada en el escaln ms alto y les hizo seas. Usaba una sabana blanca envolvindola alrededor de su cuerpo. Pareca vieja para John, pero al mismo tiempo joven. Entonces vio los puntos de luz que orbitaban su cabeza y supo que era una INTELIGENCIA ARTIFICIAL. l las haba visto en videos. No era slida, pero aun as, era real. Excelente trabajo, Jefe Suboficial Mndez, ella dijo en una voz resonante y suave como la seda. Luego volte hacia los nios. Bienvenidos. Mi nombre es Dj y ser su maestra. Pasen. La clase esta a punto de iniciar. John gru sonoramente. Varios de los dems tambin lo hicieron. Ella volte y empez a caminar hacia adentro. Claro, dijo ella, si prefieren saltar su leccin, pueden continuar con la calistenia matutina. John subi los escalones ms rpidamente. Estaba fresco adentro. Una bandeja con galletas y un cartn de leche haba sido colocado para cada uno de ellos. John mordisque la comida rancia y seca, y luego se trag toda la leche. John estaba tan cansado que quera apoyar su cabeza en el escritorio y tomar una siesta hasta que deja empez a contarles sobre una batalla en la que trescientos soldados se enfrentaron contra miles de la infantera Persa. Un paisaje hologrfico apareci en el aula. Los nios caminaron alrededor de las montaas y colinas en miniatura y dejaron que la ilusin de la orilla del mar tocara sus botas. Soldados del tamao de juguetes marcharon hacia lo que Dj les explicaba era Termopilas, una franja de tierra entre las montaas y el mar. Miles de soldados marcharon hacia los trescientos que vigilaban el paso. Los soldados pelearon: lanzas y escudos se astillaban, espadas destellaban y salpicaban sangre. John no poda quitar los ojos del espectculo.

Dj les explico que los trescientos eran Espartanos y que ellos eran los mejores soldados que alguna vez haban vivido. Los haban entrenado para pelear desde que eran nios. Nadie poda vencerlos. John mir, fascinado, mientras los Espartanos hologrficos masacraban a los lanceros Persas. Se haba comido sus galletas pero todava tenia hambre, as que tom las de la chica de al lado mientras ella no vea y se las comi mientras la batalla continuaba ferozmente. Su estomago todava ruga y se quejaba. Cuando era el almuerzo? O ya era hora de cenar? Los Persas se dispersaron y los Espartanos se pararon victoriosos en el campo. Los nios vitorearon. Queran verlo nuevamente. Eso es todo por hoy, les dijo Dj. Continuaremos maana y les mostrare algunos lobos. Ahora es tiempo para que vayan al campo de juegos. De juegos? dijo John. Era perfecto. Finalmente podra sentarse en un columpio, relajarse y pensar por un momento. Sali corriendo del aula, al igual que sus compaeros. Hora de los juegos, Dijo Mndez e hizo seas a los nios para que se acercaran. Es una carrera corta. Frmense. La Carrera corta se convirti en dos millas. Y el campo de juegos no era nada como lo que John haba visto nunca. Era un bosque de postes de madera de veinte metros de alto. Redes de sogas y puentes se extendan entre los postes; se tambaleaban, cruzaban y enredaban entre ellas, como un laberinto en el aire. Haba postes para deslizarse, y sogas con nudos para escalar. Haba columpios, y plataformas colgantes. Haba sogas que pasaban por una polea y estaban amarradas en canastas que parecan lo suficientemente resistentes para levantar a una persona. Reclutas, dijo Mndez, formen tres lneas. Los instructores se acercaron para ordenarlos, pero John y los otros formaron las tres lneas sin barullo ni comentarios. La primer persona de cada fila ser el equipo numero uno, dijo Mndez. La segunda persona de cada fila ser el equipo numero dos y as consecutivamente. Si no lo entienden, hablen ahora.

Nadie dijo nada. John mir a su derecha. Un nio con cabello rubio oscuro, ojos verdes y piel morena obscura le hizo una sonrisa cansada. Grabado en su sudadera se lea SAMUEL 034. Y en la siguiente fila a la de Samuel estaba una nia. Era ms alta que John, flaquita con una cola de cabello largo teido de azul. KELLY 087. No pareca feliz de verlo. El juego de hoy, explic Mndez, se llama Toca la Campana. Seal al poste mas alto en el campo, se elevaba unos diez metros adicionales a los dems y tena un poste de acero para deslizarse justo al lado. Colgado de la cima estaba una campana de metal. Hay muchas maneras de llegar a la campana, les dijo. Dejare que cada equipo encuentre su camino. Cuando todos los miembros de su equipo hayan tocado la campana, deben llegar al suelo rpidamente y correr hasta esta lnea de meta. Mndez tom su bastn y dibuj una lnea recta en la arena. John levant la mano. Mndez lo mir por un momento con esos ojos negros sin parpadear, Alguna pregunta, Recluta? Que es lo que ganamos? Mndez levant una ceja y examino a John. Se ganan la cena, Numero 117. La cena de hoy es pavo rostizado, salsa y pur de papas, maz en la mazorca, biscochos y helado. Un murmullo de aprobacin se oy de los nios. Pero, aadi Mndez, para que haya ganadores debe haber un perdedor. El ultimo equipo en llegar se va sin comida. Los nios hicieron silencio y entonces se miraron cautelosamente entre ellos. Alstense, dijo Mndez. Soy Sam, el chico de al lado le susurr a John y a la chica en su equipo. Ella dijo, Yo soy Kelly. John solo los mir y no dijo nada. La nia podra retrasarlo. Muy mal. l estaba hambriento y no iba a dejar que lo hicieran perder.

Vamos! Grit Mndez. John corri entre el grupo de nios y trep por una red hasta una plataforma. Corri a travs de un puente salto a la siguiente plataforma, justo a tiempo, el puente giro y tiro a cinco otros chicos al agua que estaba debajo. Hizo una pausa en la soga atada a la canasta. La soga suba hasta la polea y regresaba al suelo. No crea que fuera lo suficientemente fuerte para impulsarse l mismo. En lugar de eso, tomo una soga con nudos y flexiono su cuerpo para subir. La soga se columpiaba salvajemente cerca del centro del poste. Mir hacia abajo y casi se suelta. Pareca el doble de alto viendo desde arriba a como se vea desde el suelo. Vio a los dems, Algunos escalando, otros andando con dificultad en el agua, subiendo y empezando nuevamente. Nadie estaba tan cerca de la campana como l lo estaba. Se trago su miedo y sigui ascendiendo. Pens en el helado y los biscochos de chocolate y en como iba a ganar. John llego a la cima, agarro la campana y la hizo sonar tres veces. Entonces se agarro firmemente del poste acero y se deslizo todo el camino hasta el suelo, cayendo en una pila de cojines. Se levanto y corri sonriendo todo el camino hacia el Jefe Suboficial. John cruz la lnea de meta y dio un grito de victoria. Soy el primero, dijo, jadeante. Mndez asinti e hizo una marca en su portapapeles. John observ mientras los otros lo hacan, tocaban la campana y luego corran a la lnea de llegada. Kelly y Sam tenan problemas. Se quedaron atorados en una fila para llegar a la campana, por que todos se amontonaron al final. Finalmente tocaron la campana, bajaron juntos pero cruzaron la meta ltimos. Miraron a John. El encogi los hombros. Buen trabajo, Reclutas, dijo Mndez y sonri ampliamente a todos. Vamos de regreso a las barracas y comamos. Los nios cubiertos en lodo e inclinndose entre ellos festejaron. todos excepto el equipo tres, dijo Mndez y miro a Sam, Kelly y luego a John. Pero, yo gane, protest John. Llegue primero.

Si, llegaste primero, explico Mndez, Pero tu equipo lleg al ultimo. Y se dirigi a todos los nios. Recuerden esto: Ustedes no ganan al menos que su equipo gane. Una persona que gana a costa del grupo significa que ustedes pierden. John corri aturdido todo el camino de regreso a las barracas. No era justo. El haba ganado. Cmo era posible ganar y aun as perder? Observ mientras los dems se llenaban con pavo, carne blanca mojada con salsa. Se acabaron montaas de helado de vainilla y dejaron el comedor con chocolate incrustado en las esquinas de sus bocas. John tom un litro de agua. Lo bebi pero no tena ningn sabor. No hizo nada para calmar su hambre. Quera llorar, pero estaba muy cansado. Se desplom en su litera, pensando en Sam y Kelly por arruinar su victoria pero no poda pensar. Cada msculo y hueso le dola. John cay dormido tan pronto como su cabeza toc la almohada. El siguiente da fue lo mismo Calistenia y correr toda la maana, luego la clase hasta la tarde. Hoy Dj le enseo sobre los lobos. El aula se volvi una pradera hologrfica y los nios vieron siete lobos casar un alce. El grupo trabajaba unido, golpeando en cualquier lugar en que la bestia gigante no los encaraba. Era fascinante y horroroso mirar a los lobos rastrear, y luego devorar un animal de muchas mas veces su tamao. John evit a Sam y a Kelly en el aula. Se rob unas galletas extra cuando nadie lo vea, peor no aplacaron su hambre. Despus de la clase, corrieron de vuelta al campo de juegos. Hoy era diferente. Haba menos puentes y un sistema ms complicado de sogas y poleas. El poste con la campana ahora era veinte metros ms alto que cualquiera de los dems. Los mismos equipos de ayer, anunci Mndez. Sam y Kelly caminaron hacia John. Sam lo empujo. El carcter de John se calent quera golpear a Sam en la cara, pero estaba muy cansado. Necesitara toda su fuerza para llegar a la campana. Ser mejor que nos ayudes, silbo Sam, o te empujare de una de esas plataformas.

Y yo saltare encima de ti, aadi Kelly Esta bien, susurro John, Solo traten de no atrasarme. John examin el recorrido. Era como resolver un laberinto en papel, solo que este se retorca y giraba dentro y fuera de la pagina, muchos puentes y sogas no llegaban a ningn lado. Hecho un vistazo y encontr un camino posible. Toc con el codo a Sam y a Kelly y luego seal Miren, dijo, la canasta y la soga a lo lejos. Llega directo a la cima. Pero hay que jalar mucho. Flexion sus bceps, sin la seguridad de que pudiera lograrlo con lo debilitado que estaba. Podemos hacerlo, dijo Sam. John mir a los otros equipos, tambin estaban buscando un camino. Tenemos que hacer una rpida carrera y alcanzarla, dijo para asegurarnos de ser los primeros en llegar. Yo soy rpida, dijo Kelly. rpida en serio. Reclutas, alstense, Grit Mndez. Esta bien, dijo John. Adelntate y la apartas para nosotros. Vamos! Kelly sali disparada hacia delante. John nunca haba visto a nadie moverse como ella. Corra como los lobos que haba visto hoy; sus pies apenas parecan tocar el suelo. Lleg a la canasta. John y Sam apenas estaban a medio camino. Un nio llego antes que ellos. Qutate, le orden a Kelly. Voy a subir. Sam y John corrieron y lo empujaron. Espera tu turno, dijo Sam. John y Sam se unieron a Kelly en la canasta. Juntos jalaron la cuerda y se elevaron. Era una larga cuerda por cada tres metros que jalaban, solo se elevaban un metro. Una brisa hizo que la canasta se columpiara y golpeara el poste. Ms rpido, apresur John. Jalaron como una sola persona, seis manos trabajando al unsono, y se aceleraron al cielo.

No llegaron primero. Fueron terceros. Pero cada uno de ellos toc la campana, Kelly, Sam, y John. Se deslizaron por el poste. Kelly y Sam esperaron a que John cayera, y corrieron juntos hacia la lnea de meta. El Primer Maestre Mndez los observ. No dijo nada, pero John crey haber visto una sonrisa cruzar por su cara. Sam dio unas palmadas en la espalda a John y a Kelly. Eso fue un buen trabajo, dijo Sam. Pareci pensativo un momento y luego dijo, Podemos ser amigos Digo, si t quieres. No seria gran cosa. Kelly se encogi de hombros y contesto, Seguro. Esta bien, dijo John. Amigos.

*Jumping jacks: Ejercicio aerbico en el que se salta cayendo alternadamente con los pies y las manos pegadas al cuerpo y con las manos y los pies extendidos.

Captulo Cinco0630 Horas, Julio 12, 2519 (Calendario Militar)/ Sistema Epilson Eridani, Preservacin Militar Reach para Entrenamiento en la jungla, planeta Reach. John se sostuvo firmemente mientras la nave de descarga aceler hacia arriba y sobre la cordillera nevada y accidentada de una montaa. El sol se asomaba sobre el horizonte y adornaba a la nieve con rosas y naranjas. Los otros miembros de su unidad presionaron su cabeza a las ventas para mirar. Sam se sent junto a el y mir hacia fuera. Un lugar agradable para una pelea de nieve. Perderas, dijo Kelly. Se inclino sobre el hombro de John para ver mejor el terreno. Tengo una puntera mortal con las bolas de nieve. Se rasc el nacimiento de su cabello rapado. Mortal es correcto, murmuro John. Especialmente cuando en el centro llevan piedras. El Jefe Suboficial Mndez sali de la cabina al compartimiento de pasajeros. Los reclutas se pararon y se pusieron en posicin de atencin instantneamente. Descansen y sintense. El gris en las sienes de Mndez se haba vuelto una franja al lado de su cabello extremadamente corto, pero si algo haba cambiado en l, era que se haba vuelto ms fuerte y exigente desde que John lo haba visto por primera vez hace dos aos. La misin de hoy ser simple, para variar. La voz de Mndez se oa fcilmente sobre el rugido del motor de la nave de descarga. Le dio una pila de papeles a Kelly. Pselos, Recluta. Seor! Saludo con elegancia y le dio un papel a cada uno de los setenta y cinco nios en el escuadrn. Estos son fragmentos de mapas de la regin local. Tendrn que descifrarlo ustedes mismos. Luego se movern a una zona de extraccin marcada e iremos por ustedes ah. John dio vuelta a su mapa. Solo era una parte de un mapa mucho mas grande no haba marcados puntos de insercin ni extraccin. Cmo se supona que tendra que moverse sin un punto de referencia? Pero sabia que eso era parte de la misin, tendra que contestar esa pregunta por si solo.

Una cosa mas, dijo Mndez. El ltimo recluta en llegar al punto de extraccin ser dejado atrs. Lanzo una mirada a la ventana. Y es un largo camino de regreso. A John no le gusto eso. No iba a perder, pero tampoco quera que nadie ms perdiera. La idea de que Kelly o Sam o cualquiera de los otros marchara todo el camino de regreso lo inquietaba si es que lograban recorrer todo el camino de regreso sobre esas montaas. Primer salto en tres minutos, Grit Mndez. Recluta 117, eres el primero. Seor! Si, Seor! respondi John. Volte a ver la ventana y observ el terreno. Haba un aro de accidentadas montaas, un valle poblado con cedros y una cinta plateada un ri que desembocaba en un lago. John golpeo con el codo a Sam, apunto al ri, entonces movi su pulgar hacia el lago. Sam asinti, luego jal a Kelly hacia un lado y apunto a la ventana. Kelly y Sam se movieron rpidamente, junto al resto de los reclutas sentados. Recluta 117: al frente y al centro. Mndez avanzo a la parte de atrs del compartimiento mientras la cola de la nave se abra y se extenda la rampa. Dio un golpecito a John en el hombro. Cuidado con los lobos en el bosque, 117. Si, seor! John miro sobre el hombro a los dems. Sus compaeros de equipo le asintieron imperceptiblemente. Bien, todos captaron su mensaje. Baj corriendo la rampa hacia el bosque. Los motores de la nave rugieron al arrancar y se elevo en el cielo sin nubes. Se abrocho su chaqueta. Usaba solo sus ropas, un par de botas y una chamarra gruesa, no era exactamente el equipo que hubiera empacado para una estancia prolongada en la intemperie. John mir fijamente hacia un pico particularmente accidentada que haba visto desde el aire; el rio yaca en esa direccin. Lo seguira corriente abajo y vera a los dems en el lago. March a travs de los bosques hasta que escucho el sonido de la corriente. Se acerc lo suficiente para ver hacia donde iba el flujo de agua, y se adentr nuevamente en el bosque. Los ejercicios de Mndez generalmente tenan algn giro minas aturdidoras en el campo de obstculos, francotiradores con pistolas de

pintura durante los simulacros de desfiles, y con el Jefe en esa nave, John no iba a revelar su posicin a menos que tuviera una buena razn. Pas junto a un arbusto de arndanos y se tom el tiempo de cortarlos antes de continuar. Esta era la primera vez en meses que haba estado solo y poda pensar. Meti un puado de la fruta en su boca y mastic. Pens en el lugar que haba sido su casa, en sus padres pero cada vez ms y ms pareca un sueo. John saba que no lo era y que alguna vez haba tenido una vida diferente. Pero era esta vida la que quera. Era un soldado. Tena un trabajo importante por el cual entrenar. Mndez deca que eran los mejores y ms brillantes de la Marina. Que eran la nica esperanza de paz. Eso le gustaba. Antes, nunca haba sabido que iba a ser cuando creciera. Realmente nunca haba pensado en nada, aparte de ver videos y jugar, nada haba sido un reto. Ahora todos los das eran un reto y una nueva aventura. John sabia ms cosas, gracias a Dj, de las que jams Pens que podra aprender en su escuela: algebra y trigonometra, la historia de cientos de batallas y reyes. Poda poner un cable detonador, disparar un rifle y tratar una herida en el pecho. Mndez les haba mostrado como ser fuertes no solo con su cuerpo, si no tambin con su cabeza. Tenia una familia aqu: Kelly, Sam y todos los dems en su escuadrn. El pensar en los compaeros de su escuadrn, lo hizo volver a la misin de Mndez uno de ellos iba a ser dejado atrs. Deba haber una manera de llevarlos a todos a casa. John decidi que no se iba a ir hasta que hubiera resuelto como hacerlo. Lleg a la orilla del lago. Se qued parado y escuch. John escuch un bho cantando en la distancia. March hacia el sonido. Oye, bho, dijo cuando estaba cerca. Sam sali de atrs de un rbol cercano y sonri. Jefe bho para ti, Recluta. Caminaron por la orilla del lago, juntando al resto de los nios del escuadrn. John los cont para asegurarse: Sesenta y siete. Vamos a juntar las piezas del mapa, sugiri Kelly.

Buena idea, dijo John. Sam, toma a tres y explora el rea. No quiero ninguna de las sorpresas del Jefe acercndose. Bien. Sam eligi a Fhajad, James y Linda y luego los cuatro desaparecieron en el bosque. Kelly junt las piezas del mapa y se acomod en la sombra de un antiguo cedro. Algunos de estos no entran, y algunos son copias. Dijo, y los puso en el suelo. Si, Aqu esta una orilla. Lo tengo este el lago, el ri, y aqu Apunt a una mancha lejana de verde. Ese tiene que ser el punto de extraccin. Neg con la cabeza y se encogi los hombros. Pero si las leyendas en este mapa estn correctas, tendemos que escalar un da completo. Es mejor que vayamos empezando. John silb y un momento despus Sam y sus exploradores regresaron. Vamos, dijo John. Ninguno discuti. Todos se formaron detrs de Kelly mientras ella avanzaba. Sam vigilaba el camino por delante. El tena los mejores ojos y odos. Varias veces se detena y sealaba para que todos se detuvieran o se escondieran pero al final solo era un conejo o un ave. Despus de varias millas de marcha, Sam regreso atrs. Le susurro a John, Esto es muy fcil. No es como ninguno de los ejercicios normales del Jefe. John asinti. He estado pensando en eso tambin, Solo mantn tus ojos y nariz listos. Pararon a medio da para estirarse y comer arndanos que haban juntado a lo largo del camino. Fhajad habl. Quiero saber una cosa, dijo. Hizo una pausa para limpiar el sudor de su piel obscura. Vamos a llegar todos al punto de extraccin al mismo tiempo. As que Quien es el que se quedara atrs? Deberamos decidirlo ahora. Hay que sacar pajillas, sugiri alguien. No, dijo John y se puso en pie. Nadie se va a quedar atrs. Vamos a encontrar una manera de salir todos. Cmo? pregunt Kelly, rascndose la cabeza. Mndez dijo- Ya se lo que dijo. Pero debe de haber alguna manera Slo que no he pensado en una todava. Aun si soy yo el que se quede atrs- me asegurare de que todos

regresen a la base. John empez a marchar nuevamente. Vamos, estamos perdiendo el tiempo. Los dems se formaron tras l. Las sombras de los rboles se estiraron y se juntaron y el sol cambio el color del horizonte a rojo. Kelly se detuvo y seal a los dems para que se detuvieran. Casi estamos ah, susurr. Sam y yo exploraremos, dijo John. Todos los dems rompan filas y mantnganse en silencio. El resto de los nios silenciosamente siguieron sus rdenes. John y Sam se arrastraron bajo un arbusto y se refugiaron al borde del claro. La nave estaba en el centro del campo; sus luces iluminaban todo treinta metros a la redonda. Seis hombres se sentaban en la rampa de lanzamiento abierta, fumando cigarros y pasndose una jarra entre ellos. Sam hizo la seal para retroceder. Los reconoces? Susurro. No. Y tu? Sam neg con la cabeza. No llevan uniforme. No se parecen a ningn soldado que yo all visto. Tal vez son rebeldes. Tal vez robaron la nave y mataron al Maestre. De ninguna manera dijo John. Nada puede matar al Jefe. Pero una cosa es segura: No creo que podamos caminar hasta ah y tener un viaje libre de regreso hasta la base. Regresemos. Se arrastraron de nuevo hacia el bosque y explicaron la situacin a los dems. Que es lo que quieres hacer? Le pregunto Kelly. John se pregunto el por que ella crea que el tenia una respuesta. Mir alrededor y vio que todos lo miraban, esperando que hablara. Se balance en sus pies. Tenia que decir algo. Bien no sabemos quienes son esos hombres o que es lo que harn cuando nos vean. As que averigmoslo. Los nios asintieron, parecan pensar que hacerlo era lo correcto.

Lo haremos de esta manera, les dijo John. Primero, necesitare un conejo. Esa soy yo, dijo Kelly, y se puso en pie. Soy la mas rpida. Bien, dijo John. Iras hasta la orilla del claro y dejaras que te vean. Te acompaare y me ocultare cerca para ver. En caso de que algo te pase, le avisar a los dems. Ella asinti. Entonces atraes a algunos de ellos hasta aqu. Corriendo pasando este punto. Sam, tu estars al descubierto, pretendiendo que te rompiste una pierna. Lo tengo, dijo Sam. Camin hasta Fhajad e hizo que le rasgara la espinilla con su bota. Le sali sangre de la herida. El resto de ustedes, dijo John, esperen en el bosque haciendo un gran circulo. Si tratan de hacer cualquier cosa menos ayudar a Sam John hizo un puo con su mano derecha y lo azoto contra la palma de su mano. Recuerdan el ciervo y los lobos? Todos asintieron y sonrieron. Haban visto esa leccin muchas veces en el aula de Dj. Consigan algunas rocas, les dijo John. Kelly rasg su chamarra, estir sus piernas y rodillas. Esta bien, dijo ella, hagmoslo. Sam se tendi en el suelo, encogiendo su pierna. Oooh duele, aydame. No lo sobreactes, dijo John, y pate algo de tierra sobre el. O sabrn que es una farsa. John y Kelly se arrastraron hacia el claro y se detuvieron a unos pocos metros de la orilla. Le suspiro, Si quieres que yo sea el conejo Ella lo golpe en el hombro fuerte. Piensas que no puedo hacer mi parte? Retiro lo dicho, dijo el, frotndose el hombro. John se movi a diez metros a un lado, se puso a cubierto, y observo. Kelly sali a la orilla del claro, avanzando hacia la iluminacin de las lmparas de la nave.

Hey! dijo ella, moviendo sus brazos sobre la cabeza. Por aqu. Tienen algo de comida? Tengo hambre. Los hombres se pararon lentamente y sacaron bastones aturdidores. Ah hay uno, les oy susurrar John. Yo la tengo. Ustedes qudense aqu y esperen a los otros. El hombre se acerc cuidadosamente a Kelly, tena su bastn aturdidor atrs de su espalda para que ella no lo viera. Ella se qued quieta y esper a que l se acercara ms. Espera un segundo, dijo ella. Se me cay la chaqueta ah atrs. Regresar en un momento. Dio la vuelta y corri. El hombre fue por ella, pero all ya se haba desvanecido entre la sombra. Detente! Esto va a ser muy fcil, otro de los hombres dijo. Los nios no sabrn que los golpeo. Coment otro hombre, Peces en un barril. John escuch suficiente. Corri hacia Kelly, pero se dio cuenta que ni l ni el otro hombre tena oportunidad de atraparla. Se detuvo cerca de donde yaca Sam. El hombre se paro. Mir alrededor, sus ojos no estaban muy ajustados a la oscuridad, entonces vio a Sam en el suelo sosteniendo su pierna ensangrentada. Aydeme, por favor, llor Sam. Esta rota. Tengo tu pierna rota justo aqu, nio. El hombre levanto su bastn. John recogi una roca. La lanz, pero fall. El hombre gir. Quien esta ah? Sam gir, se levanto y huy de ah. Hubo un sonido en el bosque, luego una lluvia de piedras silb por el bosque golpeando en el hombre... Kelly apareci y lanz una roca lo ms duro que pudo y golpe al hombre justo en el centro de su frente. Se derrumb y golpe contra el piso. Los otros chicos se acercaron. Que hacemos con l? pregunto Sam. Es solo un ejercicio, Verdad? dijo Fhajad. Tiene que ser hombre de Mndez.

John dio vuelta al sujeto. Una lnea de sangre serpenteaba desde su frente hasta su ojo. Lo escucharon, susurro John. Vieron lo que le iba a hacer a Sam. Mndez o los entrenadores jams nos haran eso. Nunca. El no tiene uniforme. Ni insignias. No es uno de nosotros. John pate al hombre en el rostro y luego en las costillas. El hombre instintivamente se encogi en una bola. Tomen su bastn. Sam levanto el bastn. Tambin pate al sujeto. Ahora regresemos y vamos por los dems, John les dijo. Kelly, sers el conejo nuevamente. Solo llvalos a la orilla del claro. Sal de ah y djanos hacer el resto. Asinti y empez a regresar al claro. El resto del escuadrn se dispers, recogiendo rocas a lo largo del camino. Despus de un minuto Kelly entro en el campo y grito, Ese hombre cayo y se golpe la cabeza. Por aqu! Los cinco hombres restantes se levantaron y corrieron hacia ella. Cuando estaban lo suficientemente cerca, John silb. El aire de repente se lleno de piedras. Los hombres levantaron sus manos y trataron de protegerse. Cayeron y cubrieron sus cabezas. John silb nuevamente y sesenta y siete nios simultneamente gritaron y avanzaron hacia los desconcertados hombres. Ellos se pararon para defenderse. Parecan aturdidos como si no pudieran creer lo que vean. Sam golpe en la cabeza de un hombre con el bastn. Fhajad recibi un puetazo justo en la cara, y cay. Los hombres fueron abrumados por una ola de carne, golpeados hasta caer con puos y piedras y botas hasta que ya no se movan. John se par sobre sus cuerpos sangrantes. Estaba furioso. Pudieron haberlo lastimado, o a su escuadrn. Quera patearlos en la cabeza. Respir profundamente y luego exhal. Tena mejores cosas que hacer y problemas ms grandes que resolver la ira tendra que esperar.

Quieres llamar a Mndez ahora? Pregunto Sam mientras ayudaba a Fhajad a ponerse en pie con dificultad. Todava no, le dijo John. Camin hacia dentro de la nave. No haba nadie ms a bordo. John acces al sistema COM y abri un enlace de correo. Enlazo con Dj. Su cara apareci, en un holograma flotando sobre la Terminal. Buenas tardes, Recluta 117, dijo ella. Tienes alguna pregunta sobre la tarea? Ms o menos, respondi l. Es sobre una de las asignaciones del Jefe Suboficial Mndez. Ah. despus de una pequea pausa ella dijo, Muy bien. Estoy en una nave Pelican. No hay piloto, pero necesito llegar a casa. Ensame a volarla, por favor. Dj neg con la cabeza. No estas calificado para volar esa nave, Recluta. Pero puedo ayudar. Vez un icono con alas en la esquina de la pantalla? Presinalo tres veces. John lo presion y un ciento de botones e iconos y visores llenaron la pantalla. Toca dos veces las flechas verdes que estn a las nueve en punto del reloj, le dijo ella. Lo hizo y las palabras piloto automtico activado destellaron en la pantalla. Ahora yo tengo control, dijo Dj. Los llevare a casa. Espera un segundo, dijo John y corri hacia fuera. Todos a bordo, rpido! Los nios corrieron hacia dentro de la nave. Kelly se detuvo y pregunto, Quien es el que se va a quedar atrs? Nadie, dijo John. Solo entra. l se asegur de ser el ultimo en entrar a la nave, luego dijo, Esta bien Dj, scanos de aqu. Los reactores de la nave rugieron al arrancar y se elev hacia el cielo.

***

John se par en posicin de firmes en la oficina del Jefe Suboficial Mndez. l nunca haba estado aqu. Nadie haba estado. Un goteo de sudor escurra por su espalda. Los paneles de madera obscura y el olor a humo de cigarro lo hacan sentir claustrofbico. Mndez le frunca el ceo a John mientras lea el reporte en su portapapeles. La puerta se abri y la Dra. Halsey entr. Mndez se par, le hizo un seco asentimiento con la cabeza y luego se sent de nuevo en su silla acolchada. Hola John, dijo la Dra. Halsey. Se sent al otro lado de Mndez, cruz sus piernas y ajust su falda gris. Dra. Halsey, respondi John inmediatamente. Salud. Ninguno de los otros adultos lo llamaba por su primer nombre, nunca. No entenda por que ella lo hacia. Recluta 117, dijo Mndez. Dgame otra vez por que rob propiedad del UNSC y por que ataco a los hombres que haba asignado para custodiarlo. John quera explicar que el slo estaba haciendo lo que tenia que hacer. Que lo senta. Que hara cualquier cosa para compensarlo. Pero John sabia que Mndez odiaba a los llorones, casi tanto como odiaba las excusas. Seor, dijo John. Los custodios no llevaban uniformes. Tampoco insignias. No se identificaron, seor! Hmmm, medit Mndez sobre el reporte nuevamente. As parece. Y la nave? Traje mi escuadrn a casa, seor. Yo fui el ltimo en abordar as que si alguien tenia que ser dejado No le pregunte por la lista de pasajeros, Recluta. Su vos se suavizo a un gruido y volte a ver a la Dra. Halsey. Qu es lo que vamos a hacer con este? Hacer? Empujo sus anteojos ms alto sobre su nariz y examin a John. Creo que es obvio, Jefe. Hacerlo un Lder de escuadrn.

Captulo Seis1130 Horas, Marzo 09, 2525 (Calendario Militar)/ Sistema Epilson Eridani, Instalacin Medica de la Oficina Naval de Inteligencia, en orbita alrededor del planeta Reach. Quiero esa transmisin decodificada ahora, Dijo de pronto la Dra. Halsey a Dj. El esquema de encriptacin es extremadamente complejo, respondi Dj con una pista de irritacin en su voz, normalmente suave como la seda. No se porque se molestaron. Quien mas adems de la Divisin Beta 5 tiene los recursos para usar estos datos? No bromees conmigo, Dj. No estoy de humor. Solo concntrate en la desencriptacin. Si, Doctora. La Dra. Halsey se paseaba a travs de los mosaicos blancos antispticos de la sala de observacin. Un lado de la habitacin estaba llena con terminales desde el piso al techo, que monitoreaban los signos vitales de sus nios sujetos de pruebas, se corrigi a si misma. Mostraban el ritmo de asimilacin de las drogas e indicadores de estado parpadeando en verde, azul y rojo: ECGs, pulso, y cientos de otras piezas de datos mdicos. El otro lado de la sala de observacin daba vista a docenas de domos translucidos, ventanas en los compartimientos quirrgicos en el nivel de abajo. Cada compartimiento era un ambiente sellado, y albergaba a los mejores cirujanos y biotcnicos en los que la Oficina de Inteligencia Naval se pudo apoyar. Los compartimientos haban sido limpiados e irradiados y estaban en las etapas de preparacin finales para recibir y albergar los materiales biolgico-peligrosos especiales. Terminado, anuncio Dj. El archivo espera su inspeccin, Doctora. La Dra. Halsey detuvo su paseo y se sent. En mis lentes por favor, Dj. Sus lentes escanearon su retina y patrones cerebrales, y la barrera de seguridad en el archivo se levanto. Con un parpadeo de sus ojos, abri el archivo. Se lea: Transmisin Prioritaria del Comando Espacial de las Naciones Unidas 09872H-98 Cdigo de Encriptado: Rojo

Llave Publica: archivo /acceso gravado Omega/ De: Almirante Ysionris Jeromi, Oficial Jefe Medico, Estacin de Investigacin del UNSC Hopeful. Para: Dra. Catherine Elizabeth Halsey, asesora civil especial (Numero de Identificacin Civil: 10141-026-SRB4695) Asunto: Factores atenuantes y riesgos biolgicos asociados con procedimientos mdicos consultados. Clasificacin: RESTRINGIDO (Directiva BGX) /Inicia Archivo/ Catherine, Me temo que los nuevos anlisis no han arrojado alternativas viables para atenuar los riesgos que propusiste en tu experimentacin hipottica. De cualquier manera, adjunt la sinopsis de los descubrimientos de mi equipo as como todos los casos de estudio relevantes. Tal vez los encuentres tiles. Espero que sea un estudio hipottico el uso de chimpancs Binobos en tu propuesta es problemtico. Estos animales son caros y raros ahora, desde que ya no son reproducidos en cautiverio. Odiara ver dichos