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Vol. 5 / Nº 15 - Diciembre 2016
Sebastián Giménez, Gustavo Raichholz, Cristian Froullet, Santiago Dumoulin, Hernán Brouver de Köning, José Luis Sañudo.
Revisión de tema
Resumen
Las neoplasias de intestino delgado son lesiones poco
frecuentes, representando menos del 5% de los tumo-
res del tracto gastrointestinal (GI). Ante un tumor de
intestino delgado, el diagnóstico diferencial suele ser
amplio, sin embargo algunas de estas lesiones presen-
tan características típicas en tomografía computada
(TC) que sugieren su diagnóstico.
Los tumores del estroma gastrointestinal (GIST), se
presentan en TC como masas de comportamiento
exofítico, redondeadas, con realce heterogéneo. Los
adenocarcinomas de intestino delgado pueden ma-
nifestarse como una lesión estenosante, un pequeño
nódulo o una lesión ulcerativa. Una masa en la raíz del
mesenterio, de bordes espiculados, es la presentación
común de las adenopatías de los tumores carcinoides.
La dilatación aneurismática de un asa, con engrosa-
Abstract
Neoplasms of the small bowel are rare lesions, repre-
senting less than 5% of tumors of the gastrointestinal
(GI) tract. In the presence of a small bowel tumor, the
differential diagnosis is often broad; however some of
these lesions have typical characteristics in computed
tomography (CT) that suggest its diagnosis.
Gastrointestinal stromal tumors (GIST) are presented in
CT as exophytic rounded masses with heterogeneous
enhancement. Small bowel adenocarcinomas may
manifest as a stenotic lesion, a small nodule or an ulce-
rative lesion. A mass of spiculated edges in the mesen-
teric root is the common presentation of lymph nodes
of carcinoid tumors. Lymphomas frequently present
aneurysmal dilatation of a loop with circumferential
wall thickening. Lipomas are displayed as nodular
lesions, with values similar to fat attenuation. The most
Datos de contacto:
Sebastián Giménez.
Diagnóstico por Imagen Junín - Santa Fe capital.
E-mail: [email protected]
Recibido: 10 de agosto de 2016 / Aceptado: 20 de septiembre de 2016
Received: August 10, 2016 / Accepted: September 20, 2016
Hallazgos en TC de las neoplasias de intestino delgado
Revista Argentina de Diagnóstico por Imágenes Revista Argentina de Diagnóstico por Imágenes
Giménez S. et al.
Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgado
miento circunferencial de su pared es frecuente de ob-
servar en los linfomas. Los lipomas se visualizan como
una lesión nodular, con valores de atenuación simila-
res a la grasa. Las lesiones malignas más frecuentes de
intestino delgado corresponden a las metástasis, las
cuales pueden invadir la pared intestinal por conti-
güidad, diseminación peritoneal o hematógena. El
objetivo de este trabajo es conocer las principales ca-
racterísticas tomográficas de los tumores de intestino
delgado y realizar una breve revisión de la literatura.
Palabras clave: Neoplasias de intestino delgado, GIST,
carcinoide, linfoma intestinal, adenocarcinoma, lipo-
ma, metástasis.
frequent malignant lesions of the small bowel corres-
pond to metastases, which can invade the bowel wall by
contiguity, hematogenous or peritoneal dissemination.
The aim of this study is to determine the main tomogra-
phic characteristics of tumors of the small bowel and a
brief review of the literature.
Key words: Neoplasms of the small bowel, GIST, car-
cinoid tumor, intestinal lymphoma, adenocarcinoma,
lipoma, metastasis.
IntroducciónLas neoplasias de intestino delgado representan me-
nos del 5% de los tumores del tracto GI. Ante un
tumor de intestino delgado, el diagnóstico diferencial
suele ser extenso. Sin embargo, muchos de estos tu-
mores presentan características típicas en tomografía
computada que permiten evocar su diagnóstico (1).
La tarea del radiólogo en esta patología consiste
en determinar la localización de la lesión, su exten-
sión local, la presencia de lesiones metastásicas y
poder sugerir un diagnóstico preoperatorio. La TC
permite además detectar complicaciones asociadas
de estos tumores, como pueden ser hemorragia di-
gestiva, obstrucción y perforación intestinal. Esta in-
formación es de gran utilidad para la planificación
terapéutica pre y postoperatoria de estos pacientes.
Tumor del estroma gastrointestinal (GIST)Representan actualmente los tumores no epiteliales
más comunes del TGI. Derivan de las células inters-
ticiales de Cajal, presentes en el plexo mientérico del
músculo liso y son claramente distintos de otros tu-
mores mesenquimales como los leiomiomas o leio-
miosarcomas. El 95% de estos tumores expresan el
receptor CD117 (Kit). Por lo tanto, la identificación
de este receptor tirosina quinasa es clave para reali-
zar el diagnóstico histopatológico de GIST (2).
Son poco frecuentes antes de los 40 años, presen-
tándose la mayoría de ellos en pacientes añosos, ex-
cepto cuando se asocian a síndromes predisponen-
tes, como la Neurofibromatosis Tipo I.
Su localización más frecuente es el estómago
(42%), seguido del intestino delgado (37%), pero
pueden presentarse en cualquier lugar del tracto gas-
trointestinal. Incluso pueden presentarse en el peri-
toneo, siendo ésta la ubicación más infrecuente (2).
En TC estos tumores aparecen como masas de den-
sidad de partes blandas que nacen de la pared del
TGI y pueden protruir hacia el lumen o presentar un
comportamiento predominantemente exofítico. Su
tamaño es muy variable, desde escasos centímetros
a voluminosas masas que pueden llegar a medir más
de 30 cm. Suelen ser hipervasculares, con un realce
heterogéneo con el contraste endovenoso por la pre-
sencia de necrosis central o hemorragias (Figura 1).
Se pueden ulcerar hacia la luz del órgano, permitien-
do el pasaje del contraste endoluminal positivo ha-
cia la cavidad necrótica del tumor. De manera poco
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Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgadoGiménez S. et al.
frecuente, se presentan como una masa quística (3)
(Figura 2).
La mayoría de los GIST son benignos, no obstante,
los métodos de imágenes no son de utilidad para
determinar si una lesión es benigna o maligna, a
excepción de los casos que presentan metástasis a
distancia. La presencia de necrosis tampoco es un in-
dicador fiable de la agresividad de estos tumores (4).
El diagnóstico de malignidad de estas lesiones se
realiza por criterios histopatológicos como son el nú-
mero de mitosis (> a 10 por campo de gran aumen-
to), el tamaño de la lesión (> a 5 cm), la presencia de
metástasis y su localización, siendo los GIST de in-
testino delgado malignos con mayor frecuencia que
los gástricos (5).
Figura 1. GIST. La imagen axial de TC en fase arterial (A) muestra una lesión hipervascular (flecha blanca gruesa), de comporta-
miento exofítico, con realce heterogéneo por la presencia de áreas de necrosis (flecha negra fina), en contacto con
un asa del yeyuno proximal. Los cortes axiales (B) con contraste oral positivo permiten identificar el origen de la
masa de partes blandas (flecha blanca gruesa) en la pared intestinal (flecha blanca fina).
A B
Figura 2. GIST de comportamiento quístico. Imágenes de TC axial en fase arterial (A) y coronal en fase venosa-portal (B). Voluminosa formación quística, exofí-
tica (flecha blanca gruesa), en contacto con un asa yeyunal (flecha blanca fina). Se observa una lesión nodular pa-
rietal en el asa yeyunal que muestra hiperrealce (flecha fina negra). En el interior de la cavidad quística, se visualiza
nivel hidro-aéreo testimonio de su comunicación con la luz intestinal (cabeza de flecha).
A B
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Giménez S. et al.
Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgado
AdenocarcinomaEl adenocarcinoma de intestino delgado es un tumor
infrecuente, que representa solo el 0,5% de las neo-
plasias del TGI. Sin embargo, es el tumor maligno
más frecuente del duodeno. Casi el 50% se localiza
en el duodeno, especialmente cerca de la ampolla de
Vater. Los restantes casos se presentan en el yeyuno,
y con menor frecuencia en el íleon (4).
La mayoría de los casos son esporádicos, predomi-
nando en hombres. Su incidencia presenta picos en
la séptima y octava décadas, con una edad promedio
de 65 años. Dentro de los factores de riesgo se des-
taca la enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn,
historia personal de cáncer colorectal, síndrome de
Peutz-Jeghers y poliposis adenomatosa familiar (6).
En los casos asociados a enfermedad de Crohn, el
70% están presentes en el íleon distal.
Estos tumores pueden visualizarse en TC como
una lesión estenosante circunferencial, irregular y
de comienzo abrupto o como una lesión polipoidea
o ulcerativa. También existen casos de infiltración
parietal difusa sin estrechamiento de la luz del ór-
gano (Figuras 3 y 4). Pueden mostrar realce hete-
rogéneo con el contraste endovenoso y cuando son
estenosantes, pueden reducir la luz intestinal hasta
producir obstrucción. En el caso de las lesiones po-
lipoideas, éstas pueden producir un íleo mecánico
con menor frecuencia, al actuar como cabeza de una
invaginación.
Tumores carcinoidesEl intestino delgado es el sitio de localización más
común de los tumores carcinoides gastrointestina-
les. Son derivados de las células enterocromáfines
de Kulchitsky, productoras de serotonina del íleon
distal, por lo cual ésta es su localización más común.
La gran mayoría de estos tumores son esporádicos,
pero un pequeño número de ellos se asocia con el
síndrome hereditario de Neoplasia Endócrina Múlti-
ple tipo I (7).
Si bien su comportamiento biológico es variable,
en general son lesiones malignas con capacidad de
producir metástasis ganglionares locales y secunda-
rismo hepático.
Representan el tumor maligno más frecuente del
intestino delgado.
Su incidencia es similar en hombres y mujeres con
una edad media de 65 años.
Cuando producen sintomatología, es secundaria a
los efectos locales del tumor primario (obstrucción,
isquemia intestinal o sangrado) o por las metástasis
hepáticas (síndrome carcinoide).
El tumor primario suele presentarse como una le-
sión nodular pequeña solitaria o múltiple que rara
vez supera los 3,5 cm o como un engrosamiento pa-
rietal circunferencial, presentando en ambos casos hi-
perrealce con contraste endovenoso (Figuras 5 y 6).
Por el contrario, las lesiones metastásicas en los
ganglios linfáticos mesentéricos o en el hígado sue-
len ser de mayor tamaño que la lesión primitiva (1).
El aspecto típico de los ganglios linfáticos metas-
tásicos de la raíz del mesenterio, consiste en masas
espiculadas, a menudo calcificadas, acompañadas de
una extensa reacción desmoplásica de la grasa me-
sentérica (Figura 5). Esta reacción se debe a la pro-
ducción local de serotonina, y ocasionalmente puede
ser significativa en el tumor primario, extendiéndose
hacia el mesenterio adyacente y determinando una
curvatura de la pared intestinal denominada “hair-
pinturn” (7).
Linfoma gastrointestinal primarioEl linfoma primario del tracto GI es el tipo de linfoma
extraganglionar más común. En la mayoría de los ca-
sos es de tipo No Hodgkin. Su localización más fre-
cuente es el estómago, pero puede afectar cualquier
parte del tracto gastrointestinal. Representa alrededor
del 10% de todos los tumores malignos de intestino
delgado, siendo la tercera neoplasia maligna más co-
mún de este órgano (8).
Las dos terceras partes de estos tumores son del
tipo de células B y se producen en el íleon distal. El
tercio restante es de células T y afectan con mayor
frecuencia el duodeno y el yeyuno (4). Se presenta en
adultos, con un pico en la séptima década de la vida
y el 60 % de los pacientes son de sexo masculino (6).
Los principales factores de riesgo para el desa-
rrollo de esta entidad son la enfermedad celíaca, la
enfermedad inflamatoria intestinal, los síndromes de
inmunodeficiencia y la inmunodepresión luego del
trasplante de órganos sólidos.
Su localización preferencial es el íleon distal, de-
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Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgadoGiménez S. et al.
bido a la existencia de numerosos folículos linfoides
(placas de Peyer) en su túnica submucosa.
En TC se puede presentar con un patrón infiltran-
te que determina engrosamiento difuso de la pared,
destrucción de los pliegues normales y dilatación
aneurismática de la luz debido al reemplazo de la
muscular propia que afecta al plexo autonómico
produciendo inhibición de la peristalsis (Figura 7).
Otros tipos de presentación incluyen: una lesión tu-
moral intraluminal única, una gran masa exofítica
que puede ulcerarse y simular un GIST o múltiples
nódulos submucosos pequeños. Habitualmente se
acompañan de adenopatías mesentéricas y retrope-
ritoneales (6).
La mayoría de estas neoplasias son tumores blan-
dos que no producen obstrucción de vasos sanguí-
neos ni de la luz intestinal. La complicación más fre-
cuente de estos tumores es la perforación (4).
Figura 3. Adenocarcinoma de yeyuno. Entero TC en fase venosa-portal, cortes axiales (A) y coronales (B), donde se evidencia en el yeyuno distal, la pre-
sencia de una lesión parietal infiltrativa (flecha), que afecta a más de la mitad de la circunferencia del órgano, sin
determinar estenosis de la luz intestinal.
A B
Figura 4. Adenocarcinoma del íleon distal. Paciente de 74 años de edad, con antecedente de
hemicolectomía derecha por cáncer de colon. Se realiza
hidroenema TC donde se evidencia la presencia de un
engrosamiento parietal circunferencial del íleon distal
(flecha) que no disminuye la luz intestinal.
A
B
12 Revista Argentina de Diagnóstico por ImágenesRevista Argentina de Diagnóstico por Imágenes
Giménez S. et al.
Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgado
Figura 5. Tumor carcinoide.TC axial sin contraste (A) y con contraste IV en fase
arterial en plano axial (B) y coronal (C) donde se visua-
liza una formación de partes blandas (flecha blanca
gruesa), con algunas calcificaciones (cabeza de flecha),
de comportamiento hipervascular, centrada en la raíz
del mesenterio. Rodea algunos vasos arteriales (flecha
negra fina), los cuales presentan sutil reducción de su
calibre. Se acompaña de extensa reacción desmoplásica
de la grasa mesentérica vecina (flecha blanca fina). Los
hallazgos corresponden con una adenomegalia de un
tumor carcinoide. En la imagen coronal (C), se puede vi-
sualizar el tumor primario, como un engrosamiento cir-
cunferencial parietal del íleon proximal (flecha negra).
Figura 6. Tumor carcinoide del íleon distal. Imágenes axiales en TC fase arterial (A) y venosa portal
(B), donde se visualiza una lesión estenosante, hiper-
vascular del íleon distal (flecha gruesa), que determina
obstrucción intestinal mecánica. Adenopatía regional
(flecha blanca fina) y asas yeyuno ileales distendidas
con aumento de su contenido líquido (cabeza de flecha).
Se observa metástasis hipervascular (C) en el lóbulo
hepático derecho (flecha).
A B
C
A B
C
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Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgadoGiménez S. et al.
LipomasLos lipomas de intestino delgado se diagnostican en
la mayoría de los casos de forma casual en un estu-
dio de TC, ya que casi siempre son asintomáticos.
Se producen con mayor frecuencia en el duodeno y
en el íleon. En raras ocasiones pueden actuar como
cabeza de invaginación y producir obstrucción intes-
tinal (4) (Figura 8).
El diagnóstico es sencillo con TC y consisten en le-
siones intraluminales, homogéneas, bien circunscrip-
tas, con valores de atenuación entre -80 y -120 UH.
El liposarcoma de intestino delgado es una entidad
extremadamente rara (1).
Metástasis de intestino delgadoSon las lesiones malignas que afectan con mayor fre-
cuencia al intestino delgado. Su forma de propaga-
ción puede ser hematógena, por contigüidad o dise-
minación peritoneal (4).
Las metástasis hematógenas pueden provenir de
un melanoma, carcinoma de pulmón, mama o de
células renales. Suelen presentarse como lesiones
nodulares múltiples en el borde antimesentérico del
intestino delgado (6).
Las metástasis por contigüidad pueden provenir de
los tumores colónicos (Figura 9), biliares o pancreá-
ticos. La determinación del tumor primario en oca-
siones puede ser dificultosa y resulta de utilidad para
el pronóstico del paciente.
La carcinomatosis peritoneal puede producir de-
pósitos tumorales en la serosa del intestino delgado,
especialmente en su borde mesentérico y se observa
en carcinomas mucinosos de colon, ovario, mama y
apéndice (1).
ConclusiónLa TC permite la detección de tumores del intestino
delgado, determinando su extensión, localización y
características específicas de algunas de estas neo-
plasias, que permiten sugerir un diagnóstico preope-
ratorio. Además, es de gran utilidad para el diagnós-
tico de complicaciones de estas neoplasias.
Figura 7. Linfoma de intestino del-gado. TC con contraste IV, imágenes axiales (A y
B) y coronal (C), donde se observa engrosa-
miento parietal extenso del intestino delgado,
con dilatación aneurismática (flecha gruesa).
Múltiples adenomegalias mesentéricas y
retroperitoneales (flecha fina).
A B
C
1 Revista Argentina de Diagnóstico por Imágenes
Giménez S. et al.
Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgado
Figura 8. Invaginación ileo-ileal por lipoma. TC axial (A) y coronal (B) con contraste IV donde se visualiza invaginación ileo-ileal (flecha gruesa), debido a la exis-
tencia de un lipoma intestinal actuando como cabeza de intususcepción (flecha fina).
A B
Figura 9. Adenocarcinoma de colon sigmoides con extensión al íleon distal. Imagen sagital (A) y coronal (B) en fase venosa portal, donde se evidencia formación tumoral estenosante del colon
sigmoides (flecha blanca gruesa), con invasión de asa ileal (flecha negra).
A B
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Hallazgos en TC de las
neoplasias de intestino delgadoGiménez S. et al.
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