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Comunicador eficaz
Un comunicador eficaz es aquel que logra
emitir su mensaje de forma clara y
concreta para que cualquier receptor lo
entienda, y de esa forma producir un
efecto particular en él.
Habilidades personales
Según el Diccionario de la Real
Academia Española, habilidad se define
de las siguientes formas:
Capacidad y disposición para algo.
Cada una de las cosas que una persona
ejecuta con gracia y destreza.
Credibilidad
Credibilidad es la cualidad de creíble; es decir, tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado.
Cuando nos comunicamos de forma oral debemos manifestar al receptor que nuestro mensaje es cierto aunque no esté demostrado.
La credibilidad del orador consiste en
las cualidades que la gente percibe en él,
tales como:
El dominio que tenga, y demuestre,
sobre el tema.
La convicción que el orador muestra al
decir su mensaje.
Su naturalidad.
Su gesticulación.
Su honestidad.
Su formación profesional.
La imagen que proyecta a través
de su postura y su ropa.
No siempre la credibilidad es innata o
inherente al comunicador, ya que el
receptor es el encargado de elegir la
información o el comentario que sea afín
con sus propios puntos de vista,
opiniones o creencias.
Ejercicio En equipo de tres personas, imaginen y comenten las siguientes situaciones:
Un padre alcohólico aconseja a su hijo diciéndole que no consuma bebidas embriagantes o algún tipo de droga.
Antes de iniciar la presentación el expositor solicita al público que apaguen sus celulares y en medio de su presentación le suena el celular.
Un investigador informa parte de los resultados de investigación sobre los efectos del consumo de frituras, su discurso giró en torno a la obesidad y, además, en el vestíbulo del auditorio había charolas con todo tipo de botanas comerciales de la marca “Sabritas”.
¿Qué sucede con la credibilidad en cada uno de los casos?
Al hablar manifestamos la suma de
elementos vocales y verbales, esto
significa que combinamos el tono, el
volumen, las pausas y el énfasis con las
ideas.
Cuando nos enfrentamos a
presentaciones en público es normal
sentir que perdemos la voz, o que ésta
“tiembla”, dicho incidente es una
reacción normal causada por el
nerviosismo que experimentamos.
Recursos para un buen manejo de la voz:
Impostación. Con esta acción
podemos adecuar el ritmo de la
respiración para que la voz suene con
plenitud. Esto logra con respirar
profundamente y una pronunciación
adecuada.
Claridad. Cuando pronunciamos
adecuadamente las palabras, éstas se
perciben con mayor facilidad. Esto
requiere que movamos la mandíbula,
la lengua y los labios, tal como es
necesario para la pronunciación de
cada sonido.
Flexibilidad. Esto significa variar la
velocidad, el volumen y el tono de
voz para enfatizar las ideas y lograr
más expresividad de las mismas
(León, 2005).
Es la acción de prestar atención a lo que
oímos, es decir, nuestra atención se
centra no sólo en las palabras sino
también en la forma que se dicen, los
gestos que acompañan la expresión y el
contexto en que se emiten.
A través de este proceso dinámico es
posible identificarnos con otras
personas, ser comprendidos y
respetados, y se refuerza la
credibilidad de nuestras palabras
(Fonseca, 2005).
El escuchar también obedece a funciones
concretas:
1) Obtener información. En cada uno
de los contextos en los que nos
desenvolvemos adquirimos información,
en nuestra casa, la escuela o en el lugar
donde trabajamos. Esa información nos
ayudará a enriquecer la que ya poseemos.
2) Valorar y seleccionar mensajes. Si
bien es cierto que nos encontramos
expuestos a una gran cantidad de
información, también es cierto que a
través de la escucha escogemos aquellos
mensajes que son importantes para
nosotros e ignoramos el resto.
3) Disfrutar. En ocasiones, el escuchar
es un proceso que nos permite
divertirnos. Podemos decir que escuchar
mensajes agradables a nuestros oídos nos
ayuda a relajarnos y a liberar el estrés.
4) Fortalecer nuestras relaciones
sociales. Cuando escuchamos lo que las
demás personas nos dicen y
respondemos a sus mensajes, logramos
establecer un vínculo con ellas. De esta
forma podemos hacer más amigos, o
bien, influir en el pensamiento de los
demás.
Bibliografía
• DeFleur, M. et al. (2006) Fundamentos de la comunicación
humana, 3° ed. México: McGraw-Hill Interamericana.
• Fonseca, S. (2005) Comunicación oral. Fundamentos y práctica
estratégica. México: Pearson.
• González, J. (2005, diciembre) La credibilidad de la voz como
aspecto persuasivo de creación radiofónica. ICONO14, N°6 (1-19).
Extraído de
http://www.icono14.net/revista/num6/articulos/articulo%20julia/julia
%20gonzalez.pdf
• León, A. (2005) Estrategias para el desarrollo de la comunicación
profesional. México: Limusa.
• McEntee, E. (2004) Comunicación oral. México: McGraw-
Hill/Interamericana.
• Diccionario de la Real Academia Española en línea. En
http://buscon.rae.es/draeI/