Guardia CivilNúm

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Un año para la solidaridad

Calendario 2020 debra-piel de mariposa

Sumario

4 5

8 �EN�PORTADA

16 FOTONOTiciAs

49 cON�luPA

50 DE�iNTERés�

54 cONsulTORiO/DisPOsiciONEs

56 ENTREvisTA

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REPORTAjEs

602.000 nuevos guardias juran bandera.

66 Premio Guardia Civil 2019.

74 El Seprona, un referente medioambiental.

80 Premios Mujer y Gestión del Tráfico.

84 Ejercicio TORO 19.

88 Ejercicio MASTER BLASTER 19.

90 Paracaidistas de la Guardia Civil.

94 Solo le queda una vida.

98 I Seminario Internacional Criminalística.

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lA�gARiTA

102Apuntes sobre...

104España negra.

110Pasatiempos.

111Condecoraciones.

08 EnportadaCALENDARIO SOLIDARIO 2020 portada

Nº 909 ● Enero 2020

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Coordinación: Oficina de Relaciones Informativas y Sociales.Directora: Lourdes Rodríguez Galán.Director adjunto: Jesús Padilla Ortega.Redactor jefe: Fernando Olea. Redactores: Diego López Cantos, Lali Castellanos, Laura Muñoz Editora, autora y propietaria:Dirección General de la Guardia Civil.Guzmán el Bueno, 110. 28003 Madrid. Tel.: 91 514 60 00 Ext. 48025. Fax: 91 514 60 18. e-mail: revista@guardiacivil.orgweb: www.guardiacivil.org

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Staff

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EjErcicioEnsanfErnadoylasiErradElrEtín

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Reportaje

Premios Guardia Civil 2019LLeGando a su fin eL año 2019, se CeLebraba una nueva ediCión de Los Premios Guardia CiviL. si bien esta úLtima estuvo imPreGnada Por eL aroma deL 175 aniversario de La CreaCión deL CuerPo, en modo aLGuno ha Perdido su esenCia soLidaria.

diego L. Cantos

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si algo tuvo diferente esta edición de los Premios Guardia Ci-vil 2019, y que ade-más fue muy celebra-da por los asistentes,

fue sin duda el lugar en el que se desa-rrolló: la galería de cristal del palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. Un espacio diáfano, moderno, que abrió sus puertas a la celebración de un acto de los más esperados de los que tienen lugar anualmente en el seno de la Institución.

Con las luces de Navidad envolvien-do los aledaños del palacio de Cibeles, una ligera llovizna como telón de fon-

do y la ilusión de los premiados y de los más de 500 asistentes a la gala, la periodista, y premio Fundación Guar-dia Civil 2017, Ana Rosa Quintana, daba comienzo a la gala de Premios Guardia Civil 2019. El evento estuvo presidido por el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, al que acompañaron la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, y el director general de la Guardia Civil, Félix Azón, además de numerosas au-toridades civiles y militares.

PRemios GuaRdia Civil 2019. Casi dos décadas atesoran los Premios Guardia Civil, una cita que en

sus inicios tan solo se circunscribía a la modalidad periodística y que con el devenir de los años ha alcanzado hasta cinco modalidades. Los galardones vienen premian no solo acciones heroi-cas de los miembros del Cuerpo, sino también a aquellos que con su trabajo hacen llegar a la opinión publica el trabajo de la Guardia civil, sin olvidar a los guardias civiles que con su sen-sibilidad sobre el papel logran dibujar imágenes bucólicas.

El director general del Cuerpo abrió la entrega de premios destacando cómo estos galardones "mantienen su esen-cia, que no es otra que la de querer destacar y hacer público el reconoci-

Reportaje

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miento de los miembros de la Guardia Civil y de aquellos que han contribuido a reforzar positivamente su imagen institucional".

Los galardones más longevos de los entregados en la gala de 2019 son los Premios Periodísticos en las modali-dades de Prensa escrita/digital, Radio y Audiovisual, que como las bases de la convocatoria recogen premian a los autores de trabajos originales sobre cuestiones relacionadas con la activi-dad que desarrolla el Cuerpo hacia la sociedad.

En la categoría Prensa escrita/di-gital, el premiado fue Marcos Palicio que, con el reportaje Del tricornio de pelo de toro a la vigilancia en el cibe-respacio: un siglo y tres cuartos con la Guardia Civil, realiza una semblanza de lo que han supuesto estos años en el Cuerpo, su evolución y adaptación constante. Ana Belén Tarradillos, en la categoría Radio, fue premiada por los reportajes realizados en contra de las redes de inmigración ilegal y del contingente GAR-Si en Mauritania. Finalmente, María Relaño y Miguel Ángel de la Fuente fueron reconocidos

por sus trabajos gráficos en los que han reflejado facetas de las misiones de las distintas especialidades de la Guardia Civil.

La Hermandad del Guardias Civi-les Honorarios concedieron su galar-dón anual al Grupo de Acción Rápida (GAR) por su lucha contra el terro-rismo y en la formación de policías extranjeras, que les permiten dotarse de las herramientas necesarias para garantizar la seguridad de sus países de origen.

leGado alfonso Xiii. Los Premios Legado Alfonso XIII vienen a reconocer actuaciones destacadas de miembros de la Guardia Civil. Con su trabajo, este año los premiados han demostrado cómo su dedicación va más allá del simple cumplimiento del deber; y esto es lo que debieron pensar Iván Béjar e Isaac Sepúlveda, que no dudaron en auxiliar a una inmigrante que había naufragado al volcar la em-barcación con la que intentaba llegar a Ceuta junto con siete personas más.

Vidal Martín, miembro del Servicio Montaña, se prestó voluntario para

Una cita que en sus inicios tan solo se circunscribían a la modalidad periodística y que con el devenir de los años han alcanzado hasta cinco modalidades

Carlos Alsina recibió el Premio Fundación Guardia Civil.

Representante del GAR que recogió el Premio Hermandad Guardias Civiles Honorarios.

Marcos Palicio, galardonado en la categoría Prensa escrita.

María Relaño y Miguel Ángel

de la Fuente, premio categoría

Audiovisual.

Ana Belén Terradillos, premio Radio, dio voz

a la lucha contra la inmigración ilegal.

Reportaje

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descolgarse desde un helicóptero del Cuerpo y rescatar a una persona heri-da que había quedado atrapada en un barranco a varias decenas de metros de profundidad.

Las inundaciones de Tafalla y al-rededores, de la pasada época estival, hicieron a Jesús Salas emplearse a fondo para auxiliar a numerosas per-sonas, algunas de avanzada edad, ante la fuerte crecida del agua.

En otro caso fue el fuego originado en una vivienda de Requena lo que hizo que Carlos Aral y Bernabé Mora no dudaran en acceder por el techo de la casa para rescatar a tres personas que se encontraban en su interior.

En enero del pasado año, España entera se cayó en un pozo. La noticia de que un niño de dos años se había precipitado en el interior de una pros-pección acuífera paralizó el corazón de millones de españoles. Durante trece días, Alberto Ortiz, Francisco Matu-rana y Nicolás Rando trabajaron para rescatar al pequeño que finalmente falleció. Cuando lograron acceder al lugar en el que se encontraba el niño, fue Rando el que lo tomó en sus brazos cumpliendo la promesa que se había

hecho: "De aquí no nos vamos hasta que saquemos a Julen".

Finalmente, el Premio Fundación Guardia Civil 2019 recayó en el pro-grama Más de Uno, de Onda Cero, di-rigido y presentado por Carlos Alsina. El periodista se hizo merecedor de esta distinción por su particular forma de narrar las historias, el carácter innova-dor a la hora de abordar la actualidad y por dar visibilidad al trabajo que reali-zan los miembros de la Guardia Civil. Alsina, una vez recogido el premio de manos del ministro del Interior en funciones, compartió con los asistentes una divertida anécdota: tras cometer el periodista una leve infracción de Tráfi-co fue sancionado por un miembro del Cuerpo, que se confesó fiel seguidor del comunicador.

El ministro del Interior en funciones, Grande-Marlaska, fue el encargado de cerrar los Premios Guardia Civil 2019. En su intervención, agradeció a los pre-miados y a la Guardia Civil el "hacernos la vida más fácil" y explicó cómo estos galardones premian conductas ejemplares de los miembros del Cuerpo y de aquellos periodistas que hacer de su trabajo coti-diano una labor excepcional". ■

Con su trabajo, este año los premiados han demostrado cómo su dedicación va más allá del simple cumplimiento del deber

Vidal Martín desafió a la física y se descolgó por un barranco.

Carlos Aral y Bernabé Mora hicieron frente al fuego para salvar tres vidas.

Francisco Maturana, Nicolás Rando y Alberto Ortiz lograron que la familia de Julen pudiera descansar tras trece días trágicos.

La dedicación de Jesús Salas fue fundamental en los rescates acaecidos en Tafalla.

Iván Béjar e Isaac Sepúlveda salvaron la vida de una mujer a punto de ahogarse.

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en modo alguno nos hemos olvidado del Premio de Poe-sía Revista Oficial Guardia

Civil. En 2019 le pedimos a nuestros lectores que se atrevieran a emular a los grandes de la poesía. Aunque el número de poemas recibidos fue sensiblemente menor al número de relatos cortos de ediciones anteriores -la poesía aún genera cierto escepti-cismo-, los versos recibidos han deja-do patente que, aunque desgraciada-mente se trate de un género literario no demasiado cultivado, los guardias civiles también saben componer poe-mas, y además bien.

Este año la ganadora del Concurso de Poesía Revista Oficial Guardia Ci-vil fue nuestra compañera Inmaculada Langa Muñoz. Esta guardia civil ha sabido conjugar mediante su métrica libre la pasión por el verde Guardia Civil y la imborrable huella que Lorca dejó entre los amantes de la Poesía, con mayúsculas. Conozcamos a Inmaculada en 60 segundos.

¿desde cuándo eres suscriptora de la 're-vista oficial Guardia Civil'?Soy de la primera promoción de mujeres de la Guardia Ci-vil, así que cuando salimos de la academia de guardias, en el verano del 89, creo re-cordar que nos quitaban de la nómina directamente el precio que costaba entonces la revista, en pesetas claro. Tuve muchos problemas al principio para recibirla y no me di de baja porque a mi padre, militar de profesión, le encantaba leerla.

¿habías participado con an-terioridad en algún certamen literario?Sí, he participado en algún certamen de relato corto como es el de Clara Campoamor y he obtenido un par de premios por un par de artículos pu-blicados en varios suplementos domi-nicales de los principales periódicos nacionales, como son XL Semanal o Mujer de Hoy.

analizando tu poema y vien-do su calidad nos asalta una duda: ¿desde cuándo esta pasión por las letras?Aunque fui lectora tardía, me en-cantaba sumergirme y meterme en la piel de los protagonistas de las historias que leía. Así que, con el tiempo, coincidiendo con el ini-cio de mis estudios universitarios aproximadamente hace veinte años,

mis pensamientos se convirtieron en vida, una vida para contar.

Aprendí de la psicología y la socio-logía, del comportamiento humano, pero sobre todo de la filosofía que tan poco atractiva me resultaba de joven.

Así que escribo con amor y pasión sobre las emociones y la vida cotidiana. Por mi trabajo llevo observando a las personas durante más de 30 años: sus gestos, risas y ese sinfín de microexpre-siones, así como una sutil comunicación verbal y no verbal, dan de mucho de sí.

¿rondaba la idea del poema en tu cabeza desde hacía tiempo o surgió de la noche al día?La verdad es que yo no tenía intención de participar, me desenvuelvo mejor en los relatos cortos, pero uno de los ganadores de las anteriores ediciones me animó a probar suerte.

Después de varios intentos de-sastrosos, llegó la frase mo-tivadora de un buen amigo: "Inma, no pienses en rimas, ni en contar una historia, simple-mente ponle el amor que pones cada día a tu vida y a la de los demás".

Esa misma noche, sentada delante de mi ordenador, surgió la magia y las palabras fueron apareciendo sin apenas pausa. Sin pensar, los versos habían brotado del alma. Cuando aca-bé, vi que había escrito mi pro-pia historia.

Casi para finalizar, de lo vivido en la Gala de los Premios Guardia Civil 2019, ¿qué es lo que destacarías?

Concurso Poesía revista Guardia Civil

Agradeceré eternamente la delica-deza y el cariño con las que se trató a los premiados, tanto a los guardias civiles que fuimos galardonados, como a nuestros familiares. Nos sentimos realmente los protagonis-tas del acto.

Destacaron de manera indivi-dual nuestros méritos y nos hicieron sentir importantes. El marco incompa-rable de la galería de cristal del palacio de Cibeles creó un ambiente lleno de armonía. Así que desde la oportunidad que la revista me ofrece, os doy las GRACIAS. Gracias a los compañeros

de la ORIS por vuestros magníficos vídeos, a los de Protocolo por hacer fácil la organización del evento y a los de la Revista de la Guardia Civil por mimarme desde el primer día en que me comunicaron la noticia del galardón. Mi especial agradeci-miento al capitán Jesús Padilla, de la Revista del Cuerpo, por confiar en mí y hacer que mi madre se sintiera protagonista de mi triunfo.

¿alguna reflexión que quieras compartir con los

lectores?Mi reflexión es transmitirles que no se pongan límites, que escriban, lean, viajen, rían y sean felices. No hay edad para comenzar una nueva afi-ción, un nuevo anhelo. Simplemente decide a empezarlo. Es cuestión de ACTITUD.

Versos al caer la noche

Siéntate a mi lado, absorbe la poesía que a veces acompaña al miedo.

Desgarra a tu manera el atardecer que proclama el viento.

Pero no olvides para que viniste, para que luchaste y por qué sufriste.

Tu patria, tus colores y nuestro querido verde,

verde que te quiero verde, verde viento verde rama.

Olor a zarza, rocío en olivo, campo nuestro, campo mío.

Guardia Civil que con valentía supiste apagar fuegos y unir caminos.

Luna vieja, luna nueva, luna de sangre y hasta luna de amor.

La única que comparte mis pensamientos,

la que en silencio ve todavía llegar con pesar y cansancio a los jinetes

de antaño.

Luna vieja, luna nueva, luna de sangre y hasta luna de amor.

Agria espera, lentas horas.

Charol que ocupas mi vida, charol que ocupas mi alma

no enmudezcas de pena reprochando llanto.

Reza, escucha, siente y tiende tu mano al que ahora descansa.

Así que atrévete al caer la noche a sujetar tu mano a la mía

atrévete cuando la luna aparezca después de adormilarse el día.

Déjame que vaya contigo amigo antes que aparezca herida

que seguro nuestra capa cubrirá el frío de la valentía.

Déjame que vaya contigo amigo antes de volver la esquina,

que las campanas replican al alba el comienzo de un nuevo día.

Verde que te quiero verde, verde viento verde ALMA.

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PaRacaidistas de la GuaRdia civil

La llamada de la caída libre

DesDe aLgo menos De un año, La guarDia CiviL Cuenta Con un equipo De seis paraCaiDistas Cuyas habiLiDaDes, aDquiriDas a Lo Largo De muChos años De práCtiCa, han queDaDo patentes tanto en eL terreno Deportivo Como en eL táCtiCo. en septiembre aLCanzaron eL terCer puesto en eL XL Campeonato naCionaL De vueLo en FormaCión vF4. en CoorDinaCión Con nuestro serviCio aéreo, prueban DiFerentes moDaLiDaDes De saLto Con eL Fin De aumentar Las CapaCiDaDes De Los aviones y heLiCópteros DeL Cuerpo CuanDo eL CieLo es su úniCo Límite.

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Las competiciones son una buena forma de darse a conocer y, ¿por qué no?, mostrar nuestra mejor imagen como Institución especializada, moderna

y multidisciplinar. De hecho, explica el comandante Felipe Pizarro, uno de los seis componentes del Equipo deportivo de Paracaidistas de la Guardia Civil, "son continuos los comentarios cuando se nos ve en un túnel de viento o en las zonas de paracaidismo con el chándal del equipo. La gente se sorprende de que la Benemérita también se mueva en este ámbito".

"Este es un deporte caro pues el ma-terial que utilizamos es propiedad de cada uno de los miembros del equipo y los entrenamientos se realizan a costa de nuestro tiempo libre y medios. Pero, poco a poco, y gracias al apoyo de la Dirección General de la Guardia Civil y de diferentes patrocinadores que ge-nerosamente nos han apoyado, se han ido alcanzando logros", explica Piza-rro. No hay que olvidar que el equipo tiene menos de un año de vida, desde que la Junta Central de Deportes de-positó su confianza en nosotros, tiem-

po en el que hemos inten-tado siempre de-mostrar nuestro compromiso y profesionalidad cada vez que hemos sido activados.

Desde que se creara el equipo a toda prisa para poder participar en el LII Campeonato Nacional Militar de Paracaidismo, celebrado en la base aérea de Alcantarilla en abril de 2019, se ha recorrido un largo camino.

El gran apoyo de la Guardia Civil al equipo ha permitido, con la inestimable ayuda del Ejército del Aire, la realiza-ción de diferentes ejercicios de entre-namiento, tanto en caída libre como en túnel de viento, que hicieron posible la obtención, en septiembre, del tercer puesto en el XL Campeonato Nacional de Vuelo en Formación VF4, que tuvo lugar en Castellón de la Plana.

Pero alcanzar un cierto nivel de vue-lo en formación solo era la primera fase. En el equipo se pueden encontrar especialistas en diferentes disciplinas relacionadas. Está formado por un espe-cialista en reparación, mantenimiento y modificación de equipos (rigger), exper-

tos en vuelo de campana e

incluso varios ins-tructores que, además,

pueden saltar con un pasaje-ro en tándem.Gracias a su destreza, la Guar-

dia Civil cuenta ahora con capacidades en paracaidismo que permiten, de una forma completamente autónoma, par-ticipar en exhibiciones, realizar saltos en tándem con personal no especialista y, en este sentido, la realización de lan-zamientos no solo deportivos sino inte-resantes también en el terreno táctico.

En coordinación con el Servicio Aéreo, y después de varios intentos que tuvieron que ser cancelados por necesidades del servicio, se probaron diferentes modalidades de salto en Huesca con la finalidad de aumentar las capacidades operativas de los aviones y helicópteros del Cuerpo.

Con una coordinación perfecta entre la tripulación del CN235, nuestro avión de ala fija y los componentes del equipo prepararon cada detalle y pulieron el

procedimiento con el fin de garantizar la seguridad de los saltadores y de la ae-ronave. Durante dos días se probaron en Huesca diferentes modalidades de salto: a casi 12.000 pies (3.600 m) de altura primero; con saltos bajos de precisión, en los que se salta a 1.500 metros para direc-tamente abrir el paracaídas; y, empleando campanas específicas, aterrizar en un punto determinado con un margen de error de unos pocos centímetros después.

Así se practican las técnicas nece-sarias para saltos de exhibición y para competiciones militares de precisión que, como ocurre en otras disciplinas deportivas, tienen una aplicación prác-tica en el servicio. Se traduce en la me-jora del entrenamiento y reciclaje del personal paracaidista de las unidades operativas y en el análisis de incidentes y accidentes que pudieran producirse, por citar algunos ejemplos.

Y es que, cuando el cielo es el único límite, la posibilidad de poner al servi-cio de la Guardia Civil las habilidades adquiridas a lo largo de muchos años de práctica es el mayor orgullo para los seis paracaidistas de este equipo de la Guardia Civil que ha sentido la llamada de la caída libre. ■

Reportaje

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La rampa del CN235 del Servicio Aéreo de la Guardia Civil iba abriéndose y el gélido aire de Huesca entraba en el avión. A casi 12.000 pies (3.600 metros) siempre hace frío y se puede notar como el cuerpo se estremece incluso con las varias capas térmicas que todos llevamos.El supervisor de carga del avión, que va en contacto con los pilotos, hace la señal de dos minutos y todos revisamos nuestro equipo. Los paracaidistas tenemos una rutina de comprobaciones y seguridad muy estricta y nadie sale del avión sin haber verificado una vez más que todo está en su sitio y ajustado.Los seis componentes del equipo de paracaidismo de la Guardia Civil nos vamos aproximando a la rampa y el paracaidista jefe de salto, sacando medio cuerpo fuera, comprueba que la trayectoria y pasada son correctas. Lo hace más por costumbre que por necesidad real, ya que los pilotos son perfectamente conscientes de dónde nos tienen que soltar teniendo en cuenta los vientos en altura y superficie. Pero a nadie le gusta saltar a ciegas. Todo está en orden y el aeropuerto de Huesca ya se va acercando. La tripulación del avión nos observa con esa mirada característica entre divertida y expectante con la que la gente acostumbrada a ir dentro de los aviones nos mira a los que tenemos la manía de saltar, aunque el aparato no se esté cayendo.Un minuto. Los saltadores que van a ser los flotadores de la formación se colocan de espaldas al abismo, pisando la rampa únicamente con la punta de los pies. Mientras, el resto enfrenta la salida viendo claramente el lento deslizar del

paisaje oscense. Entre los seis sumamos más de 6.000 saltos, pero esa sensación de anticipación ansiosa en el estómago justo antes del salto no se pierde.Ya. Las luces del interior pasan de rojas a blancas y empieza la cuenta: preparados, listos, vámonos... Los 125 nudos de viento, algo más de 230 km/h, nos reciben en cuanto abandonamos el avión. Durante unos segundos tenemos la sensación de estar cayendo hacia delante, hasta que la gravedad hace su trabajo y terminamos a una velocidad similar, pero hacia abajo, como debe ser. La posición en la salida de los cuatro centrales ha sido buena y, aunque la formación se zarandea un poco en los primeros momentos, enseguida se estabiliza y los dos exteriores, que hemos salido un instante más tarde del avión, picamos para unirnos al resto, cerrando así la primera formación de paracaidistas que han saltado de un avión del Cuerpo. Todavía queda altura, así que, a la señal, nos soltamos y cambiamos posiciones y agarres. Se pasa a la segunda formación que se ha preparado y luego a la tercera. Al llegar a los 1.500 metros, señal de separación y se acaba el trabajo. A partir de ahí es importante que todos nos separemos para tener espacio libre y abrir el paracaídas con seguridad. A 1.000 metros, todos tiramos del pilotillo y las seis campanas se despliegan sin incidencia. Ya solo queda localizar la zona de aterrizaje, dirección del viento, un tráfico seguro y todos aterrizamos de forma suave ante la mirada curiosa de bomberos y personal del aeropuerto que no están acostumbrados a que les caigan del cielo seis guardias civiles. Ahora a plegar los equipos y preparar el siguiente.

�La experiencia de sentirse más vivo que nunca

a 12.000 pies de altura